BELIGERANCIA/TERRORISMO II


Irán Lanza una Andanada de Misiles y Drones contra Jerusalén, Israel. Los Judíos Saben que el País Persa es una

Verdadera Amenaza

 

TEHERÁN, Irán y JERUSALÉN, Israel-Nuevamente “el lobo se ha puesto la piel de oveja”: Israel se hace la víctima ante el reciente ataque con misiles y drones (sin poder destructivo, dicho sea de paso), de parte del ejército iraní a Jerusalén, porque los causantes de esta nueva crisis no han sido otros que los judíos, cuando atacaron a la legación de Irán en Damasco, Siria, y asesinaron a varios oficiales iraníes que estaban en dicha sede diplomática. Si Irán se hubiese quedado con los brazos cruzados, habría demostrado una cobardía sin precedentes ante un enemigo envalentonado, que toma mayores “aires” cuando masacra a sus vecinos árabes, inferiores en número y armamento. Entonces, Israel ha provocado este ataque desde Bases iraníes, en respuesta a sus crímenes recientes. Pero los judíos, expertos en hacerse “los perseguidos y las víctimas de la humanidad,” ahora claman por venganza, que es otra de las características de los israelíes: vengarse hasta de lo indecible, hasta de lo insignificante, pues así lo estipulan los textos “sagrados” que ellos manejan día a día en sus sinagogas.

            Con este ataque con cientos de drones y misiles, que no causaron daño alguno en las ciudades judías, Irán ha demostrado que no teme al matonismo, la actitud envalentonada de los judíos y el próximo ataque, si llegara a producirse, sería contundente de verdad, según han aseverado en Teherán.

 

Gobierno iraní da por concluida la misión contra Israel

 

            La mayoría de legisladores en los Estados Unidos e Inglaterra son judíos. Los miembros de esa raza se van apoderando de las Instituciones más importantes de los países poderosos, para ganar influencia y manipular a placer. Por ello, las cabezas de esos dos gobiernos (y posiblemente el francés también), no tienen más remedio que apoyar a Israel en todas las aventuras sangrientas en las que se mete. Es por esa razón que el presidente de los Estados Unidos, ni lerdo ni perezoso, ha dicho, al conocer del ataque iraní, que defenderá a los judíos si escala el conflicto. Lo mismo ha dicho Londres. Algo deleznable sin duda alguna, porque, además de poner al mundo y a la región de Oriente Próximo “en el filo de la navaja”, defienden a un Estado criminal que, como criminal y genocida que es, no necesita que le ayuden las superpotencias, sino que derroquen a su dictador, Benjamín Netanyahu y lo procesen por sus crímenes en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en los Países Bajos.

            De hecho, Netanyahu ha amenazado a Irán con responder al ataque y la contra-respuesta de Teherán ha sido: “Si hay represalias (de parte de los israelíes), nuestra respuesta será más contundente.” Lo cual llevaría a una guerra abierta y con todas las características de un conflicto armado. En este punto, Joe Biden, haciendo uso de un poco de cordura y sorprendiendo al mundo por eso, manifestó que “no acompañaré a Israel en un acto de venganza contra Irán.” Lo que significa que los Estados Unidos no se verán involucrados en los caprichos criminales de Benjamín Netanyahu, solo por complacer al judaísmo mundial. En todo caso, gran parte de los misiles disparados por los iraníes, fueron repelidos desde buques estadounidenses y británicos, anclados cerca de las costas israelíes. Una ayuda de inestimable valor, aunque Netanyahu quiere una guerra en forma y lo está sugiriendo y pidiendo abiertamente desde hace décadas. Desea incendiar al mundo y que resulte su país el único vencedor, que no es otra cosa que la política hebrea para alcanzar la dominación del mundo y hacia ese objetivo ha apuntado siempre el pueblo judío.

            Después de este ataque justificado de Irán a Israel, Netayahu ha seguido con su discurso incendiario, provocador y pleno de “matonismo”. Ha dicho: “Exigiré a Irán que pague por el ataque cuando sea el momento adecuado” y lo ha afirmado sin importarle que el Estado persa (iraní), está más preparado que nunca para dar respuestas a las ofensivas bélicas judías. Un contra-ataque de Israel significará una guerra de incalculables dimensiones. Pero a Netanyahu eso no le importa, porque es un belicista, un criminal consumado, que solo pretende quedar en los anales de la historia de los judíos y en perpetuarse aún más en el poder. Mientras tanto, no se acuerda siquiera de los rehenes en las manos de la facción Hamás, cuya misión es ineludible y no la ha emprendido siquiera en leve sentido.

            Del lado iraní han dado por terminado el ataque, considerado sin precedentes contra Israel, en el que disparó más de 300 misiles y drones. Simultáneamente a este aviso de Irán, el G-7 y el Consejo de Seguridad de la ONU, convocaron reuniones para abordar el suceso creado por Irán en represalia por el asesinato de altos cargos militares persas que estaban en la embajada de Irán en Damasco, Siria, el pasado 1 de abril de este 2024. Sin embargo, los judíos aseguran que interceptaron el 99 por ciento de los proyectiles, con la ayuda de sus aliados (Estados Unidos e Inglaterra). Pero en lo que todos están de acuerdo se fundamenta en que este ataque ha sido inédito de parte de los persas (iraníes), contra Israel, un Estado agresor por antonomasia, desde su fundación ilegítima en 1948, y acostumbrado a que el resto de la humanidad se quede en silencio ante sus desmanes y le hayan convertido en un país pleno de impunidad, a pesar de sus crímenes a plena luz del día, con una claridad enceguecedora. Un diario español lo resume de esta manera: “Nunca antes Teherán había elevado tanto su apuesta. La mayoría pensaban, en un territorio acostumbrado a la convulsión, que Jerusalén, sagrada para judíos, cristianos y musulmanes, quedaría fuera de la trayectoria de los proyectiles.” Escribió el redactor.          

            En lo que estriba a las armas que posee Irán para una eventual guerra, su arsenal tiene enorme cantidad de drones y misiles balísticos de diseños norcoreanos, rusos y chinos; de hecho, Irán acumula la mayor cantidad de misiles de la región, según la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos. Se calcula que tiene en su poder más de 3,000, entre ellos el Sejil, capaz de volar a más de 17,000 kilómetros por hora y con un alcance de 2,599 kilómetros; el Kheibar, con un alcance de 2,000 kilómetros; y el Haj Qasem, que tiene un alcance de 1,400 kilómetros y lleva el nombre del comandante de la Fuerza Quds, Qasem Soleimani, héroe nacional iraní que combatió valientemente al terrorista Estado Islámico en Siria y que Donald Trump ordenó asesinar con aviones estadounidenses no tripulados, cuando el General se hallaba en Bagdad, Irak. Otro crimen que los iraníes tuvieron que “tragarse” para no crear un conflicto internacional con Washington.

            Así mismo, hay que recordar que Irán es un importante productor de drones y en agosto del año pasado, construyó el llamado Mohajer 10, con un alcance operativo de 2,000 kms y capaz de volar hasta 24 horas con una carga útil (explosiva) de 300 kilogramos. En junio del 2023, Teherán presentó su primer misil balístico hipersónico, capaz de volar al menos cinco veces más rápido que la velocidad del sonido y en una trayectoria compleja, haciéndolo difícil de interceptar. Para la Asociación de Control de Armas, una organización no gubernamental con sede en Washington, USA, el programa de misiles iraní se fundamenta en diseños norcoreanos y rusos y son asistidos también por el gobierno de China.

            También Irán posee los misiles balísticos de corto y mediano alcance: el Shahab 1, con un alcance estimado en 300 kilómetros; el Zolfaghar, con 700 kilómetros; el Shahab 3, con 1,000 kms, y el Emad 1, un misil en desarrollo con 2,000 kms. de alcance. Tiene así mismo misiles de crucero como el Kh-55, un arma con capacidad nuclear, lanzada desde el aire, con un alcance de 3,000 kms; y el avanzado misil antibuque, Khalid Farzh, con unos 300 kms. de alcance, capaz de transportar una ojiva de una tonelada.

 

Lo que ha significado este ataque contra Israel

 

            Hay un hecho claro, extraordinario por lo diáfano que resulta ser: los israelíes y propiamente el gobierno del dictador Benjamín Netanyahu, tienen que pagar por los crímenes de lesa humanidad perpetrados diariamente en la Franja de Gaza y no desde ahora, sino desde hace muchísimos años, cuando su ejército lo ha hecho directamente o por medio de los colonos judíos que arrebatan tierras a los palestinos. Esa impunidad que las potencias occidentales le permiten, debe acabar cuanto antes y sentar a los líderes criminales de raza hebrea, en el banquillo de los acusados en una corte internacional de justicia.

            El ataque persa (iraní) a Jerusalén, parte de esa premisa: de la justicia que debe aplicársele con toda dureza a los judíos; pero su significado es importante porque, por primera vez en la historia, Irán lanzó un ataque desde su territorio, de manera directa, contra su enconado enemigo, el Estado de Israel. Y lo hizo como represalia por el bombardeo que los judíos realizaron el 1 de abril de este año, contra el consulado iraní en Siria y donde dieron muerte a varios oficiales iraníes que allí se mantenían. Y desde Teherán, Capital persa, se escuchó esta manifestación de aliento, de motivación, tras el ataque a los judíos: “Este es el primer día del nuevo Oriente Próximo”, han expresado los dirigentes islámicos. El líder político y espiritual de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, indicó un su cuenta de X, que “el régimen sionista debe ser castigado y lo será. Fue un error el bombardeo (judío) del consulado iraní en Damasco el 1 de abril, en el que murieron siete altos cargos de la Guardia Revolucionaria e Irán lo vengará, porque esa sede diplomática es territorio de Irán.”

            Las acciones se ejecutaron en tres fases, según ha publicado el diario Teheran Times, en su edición en inglés. Fueron tres etapas sucesivas del ataque contra territorio judío: la primera fue el lanzamiento de decenas de drones contra el “régimen de ocupación” (así llama el gobierno iraní a Israel, porque ocupa tierras que no le pertenecen); segundo, el lanzamiento de drones desde áreas en Irak, Siria y el Líbano, “para dispersar los sistemas de defensa israelíes”; y la tercera y última fase, consistió en lanzar misiles balísticos guiados.”

            Siempre, dentro de su papel de “víctima de la humanidad y de todos los tiempos”, el embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, envió una carta a la presidencia de turno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en la que expuso que “el ataque iraní es una grave amenaza para la paz y la seguridad mundiales y espero que el Consejo utilice todos los medios para tomar medidas concretas contra Irán.” Pero, cuando los israelíes bombardean Siria, la Franja de Gaza, Líbano y otras naciones vecinas, en esos instantes no hace falta invocar a la ONU, porque, con base en su manera de ver las cosas, los judíos tienen potestad para asesinar a quienes y cuando ellos quieran, pero sus enemigos no tienen el derecho de contestar a sus crímenes.

            El Consejo de Seguridad de la ONU, se reunirá pronto y tomará cartas en el asunto… Por lo pronto, a Irán le asiste toda la razón y la moral existente en el corazón del mundo.


Estados Unidos no Dejará que Ucrania Caiga Vencida en su Guerra contra la

Rusia Invasora

 

WASHINGTON D.C. USA-El envío de dinero y armas al gobierno de Ucrania en su guerra contra los rusos, se ha ralentizado y es por esa razón que altos dirigentes del Pentágono han dejado escuchar sus opiniones al respecto. Concretamente, fue el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, en una visita reciente que hizo a Alemania y lo mencionó pues le preocupa el bloqueo que hay en el Congreso de un multimillonario paquete de ayuda a los ucranianos. “No dejaremos que Ucrania fracase,” dijo textualmente el secretario de Defensa de los Estados Unidos.

            Fue precisamente en la Base de Ramstein, al sureste de Alemania, donde los estadounidenses tienen un importante contingente de soldados y técnicos en esa ciudad, donde Lloyd advirtió, apenas comenzó la reunión de países aliados de Ucrania, que “la supervivencia de esta nación invadida por el ejército ruso está en juego y no se puede perder ni un día en su lucha contra la agresión rusa, por lo tanto Washington y el resto de países occidentales deben seguir administrando a Kiev, las armas que necesita para resistir la campaña de conquista del dictador ruso, Vladímir Putin.” Así según el contexto de sus palabras y añadió: “No nos engañemos: Putin no se detendrá en Ucrania; pero como dijo el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, Ucrania puede detener a Putin si estamos con Ucrania y le proporcionamos las armas que necesita para defenderse.” Dijo el jefe de El Pentágono al abrir la vigésima reunión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania.

 

Junto al ministro de Defensa ucraniano

 

            Lloyd Austin tomó asiento al lado de Rustem Umérov, el titular de Defensa de Ucrania, una posición más que simbólica, que dio a entender que los estadounidenses están de parte de los ucranianos en esta guerra fratricida y aberrada por su alto nivel de criminalidad, llevada a efecto por Putin en tierras de Ucrania.

            En el uso de la palabra, Austin mencionó que “la supervivencia de Ucrania está en juego y toda nuestra seguridad también. Así que seguiremos unidos para resistir la campaña de conquista de Putin y seguiremos manteniendo la fe en el pueblo ucraniano.” Afirmó. Sin embargo, la realidad en los campos de batalla muestra a los soldados de Ucrania exhaustos y sin posibilidades de recambio; es decir, que vayan a sus casas de licencia, para que recobren energías y sean sustituidos por relevos frescos. Los combatientes ucranianos, de tal modo, se han “avejentado” en el fragor de la guerra y acusan un evidente cansancio, de acuerdo a lo que dejan observar. Además, tienen una grave escasez de municiones y por esa causa, los rusos ahora tienen la iniciativa en todo el frente.

            Es por eso que el secretario de Defensa volvió al uso de la palabra para explicar que “ahora las tropas ucranianas se enfrentan a duras condiciones y a duros combates; y los civiles ucranianos soportan el bombardeo constante de misiles rusos y aviones no tripulados iraníes (drones), pero Ucrania no retrocederá y tampoco lo harán los Estados Unidos.” Hizo énfasis en que es preocupante y una pena que esté bloqueado en la Cámara de Representantes del Congreso de USA, un paquete de ayuda de más de US$60,000 millones que les podrían servir a los ucranianos en su guerra de liberación y expulsión de su territorio a los invasores enviados por el Kremlin.

            “Así que nuestro mensaje de hoy es claro: nosotros no dejaremos que Ucrania fracase, esta coalición no dejará que Ucrania fracase y el mundo libre no dejará que Ucrania fracase –insistió Lloyd Austin-. La semana pasada, los Estados Unidos encontraron medios para proporcionar aun así a Kiev, una nueva ayuda de US$300 millones, para sus necesidades más urgentes en defensa antiaérea, artillería y baterías antitanques. Permaneceremos decididos a proporcionar a Ucrania los recursos que necesita para resistir las agresiones del Kremlin; y lo mismo hacen los países que están reunidos hoy aquí, que son más de cincuenta.” Afirmó el Secretario de Defensa de USA.

           Recientemente, la República Checa suministró 800,000 rondas de municiones a Ucrania; lo mismo que Alemania, Francia, Dinamarca y Suecia, que dieron su ayuda al ejército ucranio de importantes paquetes de ayuda. “Se trata de inversiones en la lucha de Ucrania contra la agresión de Rusia, pero también de nuestra seguridad común, la seguridad de Europa y en la seguridad mundial. Todos estaremos menos seguros si Putin se sale con la suya. El pueblo ucraniano no tiene ni un día que perder y nosotros tampoco.” Puntualizó el líder de El Pentágono.

            En lo que se refiere a Alemania, su ministro de Defensa, Boris Pistorius, anunció un paquete de ayuda para Ucrania de €500 millones. El anuncio lo dejó escuchar en la reunión ministerial de esa cartera, en la misma Base estadounidense en Ramstein, que incluye también 10,000 cartuchos de munición de las reservas de la Bundeswehr (ejército alemán), y otros 180,000 cartuchos más, que serán entregados a finales de este 2024. Agregó que Alemania dará a Kiev otras cosas, como 100 vehículos logísticos y piezas de repuesto.

            En lo que lleva transcurrido el presente año, Alemania ha ayudado a Ucrania con €7,000 millones en pertrechos militares; es cuando el ministro Pistorius ha explicado: “Estamos apoyando a los ucranianos con lo que más necesitan. El apoyo de Alemania sigue siendo inquebrantable y sigue siendo, con diferencia, el mayor de Europa.” Es decir, después de los Estados Unidos, los alemanes son los que están dando el mayor aporte a los ucranianos, tanto en dinero en efectivo, como en pertrechos de guerra.

            En cuanto a la guerra en sí que libran los soldados ucranianos contra los invasores rusos, Pistorius dijo que “está claro que después de dos años, la guerra no se desarrolla en forma lineal; el objetivo es que la guerra se desarrolle de tal manera que Rusia diga: renunciamos a nuestros planes.” Seguidamente, el Ministro de Defensa de Alemania recordó a su Canciller, Olaf Scholz, quien tomó la decisión de construir otra “coalición de capacidades” para suministrar cohetes a Ucrania y será Francia la que tomará la iniciativa en esa coalición, porque el objetivo de las “coaliciones de capacidad” es garantizar que Ucrania sea capaz de disuasión y defensa para una guerra potencialmente prolongada o para el período posterior a la guerra. Explicó Boris Pistorius.

            El Grupo de Contacto de Ramstein surgió en abril del 2022, cuando representantes de 50 países se reunieron como Grupo de Contacto de Ucrania, para organizar la ayuda occidental en materia de entrega de armas para los ucranianos. Y al hacer balance de la ayuda proporcionada a la nación invadida por Rusia, según el Instituto Kiel para la Economía Mundial (IFW), las Instituciones de la Unión Europea (UE) y los distintos Estados miembros de la UE, han dado y prometido a Ucrania €144,100 millones en ayuda militar, humanitaria y de otro tipo, desde poco antes del inicio de la invasión ordenada por el Kremlin, a principios del 2022, hasta mediados de enero del presente 2024. Estados Unidos aportó €67,700 millones, mientras que Gran Bretaña, Japón y Noruega, colaboraron con un total de €40,600 millones y Alemania, individualmente, concede a Ucrania €22,060 millones, además de las contribuciones que efectúa a través de la Unión  Europea.

Cuál es la capacidad bélica de Rusia

            En el aspecto nuclear, según su dictador Vladímir Putin, Rusia está preparada para una guerra nuclear, porque sus armas son más modernas y avanzadas que las de los Estados Unidos. ¿Fanfarronería, falsedad o deseo de causar temor en Occidente? Suena más a lo primero de parte del tirano que ha invadido a Ucrania, que a realidad tangible y visual.

            De acuerdo a la Federación de Científicos estadounidenses, Rusia tiene el mayor arsenal de ojivas nucleares del mundo; se estima que un inventario total arroja la cantidad de 5,580 ojivas de destrucción masiva en las manos de Putin y los suyos. De esas, aproximadamente 4,389 están almacenadas para su uso en lanzadores estratégicos de largo alcance y fuerzas nucleares tácticas de corto alcance. Otras 1,719 están desplegadas de esta manera: 870 en misiles balísticos terrestres; unas 640 en submarinos y posiblemente 200 en bases de bombarderos pesados. Otras que fueron heredadas de la Unión Soviética, esperan ser desmanteladas.

            Así mismo, se ha informado que Rusia está en las últimas etapas de un programa de modernización, para reemplazar todos sus sistemas con capacidad nuclear de la Era soviética, por versiones más nuevas. Y en el 2020, Putin aprobó una nueva doctrina de disuasión nuclear en la que se establece que el jefe de Estado (el dictador en este caso), es el que toma la determinación del empleo de esas armas y que solo podrán ser usadas en condiciones específicas; por ejemplo, cuando se reciba información fidedigna de que ha sido lanzado un misil balístico sobre Rusia o sus aliados o cuando la seguridad y existencia del Estado sea amenazada por otra potencia extranjera.

            En lo que estriba a los ensayos nucleares, Rusia, desde la desintegración de la Unión Soviética, en 1991, no ha efectuado ningún ensayo de este tipo; aunque otras naciones como la India, Corea del Norte, Francia y los Estados Unidos, sí han llevado a cabo pruebas nucleares en la década de los años 90.

            En todo caso, la decisión de utilizar las armas nucleares recae en el mandatario ruso, quien es el que porta un maletín llamado Cheget, por el monte homónimo en las montañas del Cáucaso, y lo lleva a todas partes donde vaya. Los ingleses aseguran que, además de Vladímir Putin, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, y el jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov, también tienen esta clase de maletines. ¿Pero cómo es dicho maletín, qué contiene y por qué es tan importante? No posee un botón de lanzamiento nuclear, pero es una herramienta de comunicación que vincula al presidente con sus altos mandos militares y con las fuerzas de cohetes, a través de la altamente secreta red electrónica de comando y control, conocida con el nombre de Kazbek o Kavkaz.

            Esta maleta fue operada en una sola oportunidad, precisamente en 1995, cuando Noruega hizo el lanzamiento de un misil para realizar un estudio científico de la aurora boreal, los radares rusos lo detectaron, se transmitió la información a Moscú, aunque fue errónea, ya que se dijo que había sido un submarino estadounidense el que lo había disparado y el entonces presidente ruso, Boris Yeltsin, abrió el Cheget y como constataron de que el misil era noruego y se iba alejando del territorio ruso, decidieron dejarlo proseguir su vuelo, sin derribarlo.

            En la actualidad, si los rusos sintieran que hay peligro real contra su país, Putin podría usar los maletines enviando una orden de lanzamiento, directa al comando del Estado Mayor y a las unidades de comando de reserva que tienen códigos nucleares y esas órdenes se transmitirían rápidamente, en cascada, por diferentes sistemas de comunicación, hasta unidades de fuerzas estratégicas de cohetes, que luego saldrían disparados contra los Estados Unidos y Europa, que son los blancos predilectos del dictador del Kremlin.

            Si el ataque contra Rusia fuese real, Putin podría activar la llamada “mano muerta” o “perimetr”, que es el sistema de último recurso, en el que las computadoras decidirían el fin del mundo, porque un cohete de control ordenaría ataques nucleares desde todo el vasto arsenal de Rusia.

 

            En lo que respecta a la guerra contra Ucrania, Vladímir Putin ha dicho que no ve la necesidad de usar armas nucleares contra el país que él ordenó invadir; pero si los Estados Unidos enviaran tropas al terreno ucraniano y en contra del ejército ruso, lo interpretaría como una escalada del conflicto y ha amenazado con estas palabras: “Desde un punto de vista técnicamente militar, estamos, por supuesto, preparados.” En otras palabras más claras y directas: si los estadounidenses crean una base militar en Ucrania o ponen contingentes de soldados en tierras ucranianas, Rusia lo consideraría una amenaza y una intervención armada, que debería repeler de la mejor manera, incluyendo a las armas nucleares. Sería el inicio de la Tercera Guerra Mundial y lo ha dicho con absoluta claridad.


Atentado Terrorista en Moscú, Rusia, deja Más

de 140 Muertos. Putin Aprovecha para

Culpar a Ucrania

 

MOSCÚ, Rusia-Es evidente que al tirano ruso no le tienen ningún tipo de respeto, temor y mucho menos cariño (aceptación), pues los disidentes le demostraron en las últimas elecciones que podían mofarse de él, concurriendo a los sitios de sufragio a las 12 mediodía, pararse frente a los recintos y después marcharse sin emitir los votos, de acuerdo al consejo dado por Yulia Navalnaya, esposa del opositor recién asesinado por orden de Putin, cuando guardaba cárcel arbitraria en una penitenciaría del Círculo Polar Ártico. Y hace pocos días, un comando yihadista, del Estado Islámico Jorazán (ISIS-K), formado en Afganistán, como rama de aquel Isis criminal, pletórico de sadismo que actuó en Siria e Irak, se apoderó de un teatro donde se iba a dar un concierto y masacró a más de 130 mil personas inocentes.

            En otras palabras, “le propinaron a Putin un poco de su misma receta”, la misma que da a los ucranianos todos los días, cuando asesina a la población civil de esa nación, sin que haya habido nunca un motivo real, una amenaza por leve que fuera, para llevarles la guerra y quitarles vidas, paz, viviendas, comida, hospitales y la tranquilidad que es tan esencial para poder desarrollar toda actividad humana.     

            El atentado atribuido al ISIS-K, se dio en el centro de exposiciones Crocus City Hall, en la periferia noroeste de Moscú; es decir en pleno centro del poder de Rusia, muy cerca del Kremlin y del cuartel general del ejército ruso, donde se supone que todo ser humano más o menos inteligente, tiene que sentir algo de miedo y de respeto. Pero no ha sido así, porque a Putin nadie –o muy pocos-, le respetan y son menos los que le temen. Y el mensaje, que es lo más importante a partir de este atentado, ha sido: “de ahora en adelante usted, Vladímir Putin y su Estado Mayor, tienen que cuidarse en el pleno corazón de Rusia; de lo contrario serán víctimas nuestras en cualquier momento.” Si no la ha entendido, si no se ha dado cuenta de que el peligro no solo yace en la OTAN y en Ucrania, tiene a un grupo terrorista que convive con él en Rusia y que se cobija bajo el mismo cielo y cena los mismos alimentos cosechados en la misma tierra. Eso es para preocupar a cualquier autócrata que se crea “dios” e invencible, tal y como se lo ha creído Putin.

 

Individuos entrenados y dispuestos a todo

 

            El lugar se iba llenando poco a poco con decenas de personas que deseaban ver y escuchar al grupo rock ruso “Picnic”; pero se encontraron, en su defecto, a unos 20 sujetos vestidos con ropa de camuflaje, perfectamente sincronizados y entrenados, con armas ligeras en sus manos, dando alaridos espantosos y disparando a todo lo que se moviera, sin importarles si eran niños, mujeres u hombres adultos. Los analistas rusos, tras observar los films tomados en el sitio, han llegado a la inevitable conclusión de que se trató de una operación perfectamente organizada, con un número importante de individuos ataviados de ropas para el combate y con armas automáticas que sabían manejar con destreza admirable.

            Disparaban a todo lo que respirara, a todo aquel que trataba de esconderse o tirarse al suelo o a los graderíos del lugar; y la matanza la continuaron después en el lobby, a quienes intentaron huir desesperadamente. No fue una escaramuza directa contra el ejército criminal ruso que ha masacrado a pueblos enteros en Chechenia, Georgia y hoy en día en Ucrania, sino contra la imagen del dictador, cuyo nombre resulta repugnante para los musulmanes que viven en algunas repúblicas adyacentes a Rusia o dentro de la Federación rusa y ese nombre es el de Vladímir Putin. No hay otro. 

            Así mismo, llevaban bombas que detonaban paulatinamente y que provocaron el voraz y gigantesco incendio que le dio la vuelta al mundo en las fotos tomadas desde las afueras del centro de convenciones moscovita. Por la acción de las granadas de mano, el techo se desplomó después de haber ardido en grandes llamaradas, mientras unas 150 personas aproximadamente, se mantenían atrapadas entre sus paredes. Según estimaciones de la policía rusa, cuando se produjo el ataque, unas 6,000 personas estaban ubicándose en sus respectivos asientos y este dato se desprende del número de entradas vendidas hasta ese momento preciso: 6,200.

            Cuando la voz corrió por toda la Capital rusa, los bomberos, las fuerzas especiales de intervención rápida (SOBR) y los destacamentos OMON de la policía, se apersonaron y rodearon el inmueble en llamas con suma dificultad para acceder a su interior. En un principio, los infaltables “mirones” (curiosos espontáneos), los automóviles particulares que llegaron al sitio para observar el acontecimiento y otros interesados que deseaban ver lo que sucedía, impidieron que las fuerzas del orden se movilizaran libre y rápidamente. Por tal motivo, el anillo de circunvalación de Moscú, donde se halla el Crocus City, estaba completamente colapsado por esas personas exógenas al acontecimiento terrorista.

            Pocas horas después, la portavoz del Ministerio del Exterior de Rusia, la famosa rubia María Zajárova, dijo al respecto: “Lo sucedido ha sido un sangriento atentado terrorista. ¡Toda la comunidad internacional debe condenar este crimen odioso!”

En un principio se creyó que el RDK y la Legión por la Libertad de Rusia, en abierta guerra contra Vladímir Putin y su dictadura, habían sido los responsables del atentado terrorista, debido en parte porque la semana pasada hicieron incursiones armadas y bombardeos en las regiones rusas de Bélgorod y Kursk, hechos que obligaron a Putin ordenar al FSD adoptar medidas drásticas para acabar con ambos grupos alzados en armas contra él y su gobierno. Pero las dos facciones negaron haber sido las perpetradoras de la matanza reciente en el auditorio de Crocus City: “Subrayamos que la Legión no combate contra los civiles rusos. (Y por el contrario) Putin debe ser quien ha preparado esta sangrienta provocación.” Difundieron por Telegram en un comunicado. 

 En un inicio, el expresidente ruso y actual vicesecretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, publicó a su vez en Telegram que, “si se establece que se trata de terroristas del régimen de Kiev (Ucrania) (…), serán localizados y destruidos sin piedad como terroristas, incluyendo a los dirigentes del Estado que cometió semejante atrocidad.” Escribió este sujeto acostumbrado a las frases incendiarias, las amenazas y al lenguaje supra-violento, especialmente contra Occidente y todo aquel al que considere enemigo de Rusia. En respuesta al rabioso Medvédev, el asesor jefe de la presidencia de Ucrania, Mijaílo Podoliak, dijo que Kiev “no tiene nada que ver con el atentado en el Crocus City. Seamos claros: Ucrania no tiene absolutamente nada que ver con esos acontecimientos; para mi país lo importante es realizar operaciones de combate eficaces, acciones ofensivas para destruir al ejército regular ruso y poner fin a la invasión, no mediante acciones terroristas contra civiles. Los ataques terroristas no resuelven ningún problema. En los dos años de guerra, Ucrania nunca recurrió a tales métodos, a diferencia de la propia Rusia que sí echa mano a los ataques terroristas (contra objetivos civiles ucranianos).” Aseguró, 

En lo que atañe a la milicia rusa que lucha a favor de Ucrania, llamada Cuerpo de Voluntarios Rusos (RDK, por sus siglas en idioma ruso), también negó ser la autora del atentado; pero esa negación no pudo evitar que siete de sus miembros fueran detenidos por la policía de Putin, acusadas de estar vinculadas con el terrorismo. En esas detenciones actuó el Servicio Federal de Seguridad del país, el FSB, un eufemismo para no decir KGB, que es lo que realmente sigue siendo en su estructura burocrática y actividades. 

Es importante resaltar que el reciente atentado terrorista fue el segundo en magnitud, después del acontecido el 23 de octubre del 2002, al poco tiempo de haber llegado Vladímir Putin al poder en el Kremlin, cuando un comando checheno, integrado por 41 combatientes, irrumpió en el teatro Dubrokva de Moscú, y dejó tendidos en el suelo del inmueble a 128 muertos y tomó a cerca de 1000 rehenes entre los espectadores que habían concurrido al lugar para disfrutar del musical Nord-Ost y también hicieron rehenes a los artistas que iban a actuar en el espectáculo. Los mercenarios solo querían que Putin retirara al ejército ruso de la República de Chechenia, separatista de la Federación Rusa por demás. Estaban encabezados por Shamil Basáyev, quien había secuestrado a más de 1,000 personas de un hospital en la ciudad de Budiónovsk, al sur del país. Según se esperaba, el final fue muy al estilo de Vladímir Putin: violento y sangriento, porque no cedió ante los chechenos y las fuerzas del gobierno lanzaron, tres días después, un potente gas que dejó inconscientes a secuestradores y rehenes; y cuando las fuerzas de seguridad entraron al teatro, mataron a todos los terroristas y con ellos, dieron muerte también a 128 rehenes. Putin, siempre acostumbrado a dar explicaciones y excusas absurdas –como en el asesinato reciente de Aleksei Navalni-, dijo que las muertes de los civiles inocentes se debieron a la tardanza de los paramédicos en prestarles ayuda, ya que el gran número de autos aparcados en los alrededores del teatro, imposibilitaron la llegada a tiempo de las ambulancias, donde iban enfermeros y doctores. Un argumento que ha repetido esta vez también, después del ataque al Crocus City; es decir, los bomberos, policías y paramédicos no hicieron bien sus labores, debido a la gran cantidad “de mirones” en las afueras… Es evidente que Putin no se rebana el cerebro pensando y elucubrando una buena excusa, pues dice siempre cualquier bagatela que le llega a su malvado razonamiento, pueril por demás.

 

El Estado Islámico de Jorasán

 

            Sus militantes tienen la obsesión de vengarse de Putin por el trato que da a los musulmanes en Rusia; y el tirano ruso debería tenerles, sino temor, respeto, pues se trata de una de las ramas más violentas y criminales del Isis, de cuantas existen en Oriente Próximo y en Asia Central. Es el Estado Islámico de Jorasán, cuyas siglas, ya famosas mundialmente, son ISIS-K, y se ha adjudicado con toda claridad la autoría del último ataque terrorista en Moscú. Pero el dictador ruso sigue insistiendo en que hay un ligamen entre el gobierno de Ucrania y el Isis, un argumento completamente falso desde todo punto de vista con el cual se mire. Incluso, el mismo grupo islámico subió videos constatando lo anterior, a sus redes sociales; y los servicios de inteligencia estadounidenses y europeos occidentales, dan fe de que, en realidad, ha sido el Estado Islámico el perpetrador de la matanza en el Crocus City.

            El ISIS-k es una de las ramas más radicales del islán combativo y el que efectúa los métodos más brutales que sus mentes plenas de sadismo pueden concebir y llevar a la práctica. En la década pasada, el Daesh, por sus siglas en árabe, creó un califato que abarcó las dos mitades de los territorios de Siria e Irak y su Capital estuvo ubicada en Raqqa. Una coalición conformada por los Estados Unidos y Europa, por un lado; y la Rusia de Putin y el ejército sirio, por el otro, consiguieron derrotar al Estado Islámico, no sin antes librar feroces batallas en medio del desierto y en urbes sirias e iraquíes.

            En la actualidad, el ISIS-K quiere crear un Estado islámico en Afganistán, Pakistán, Irán y en las antiguas repúblicas soviéticas de mayoría musulmana, especialmente en Turkmenistán, Tayikistán y Uzbekistán. El modelo político y social que desean implantar en ese segundo califato, estaría basado en la interpretación radical o fundamentalista de la Sharía, la ley islámica, con una fórmula más radical (con aberrada criminalidad implícita), que aquella que llevan a cabo los talibanes o los ayatolás persas.

            Para formarse una idea más realista de su poder, de acuerdo al análisis hecho por el general Michael Kurilla, del Comando Central de los Estados Unidos, el ISIS-K ya tiene el potencial justo, la capacidad real, para atacar en Europa y Asia. Y ya lo ha hecho en Moscú, que pertenece a la Rusia europea precisamente. En este punto es importante destacar que los yihadistas del Estado Islámico Jorasán, tienen como principal objetivo atacar al corazón de la Capital rusa, una y muchas veces más, hasta que el gobierno dictatorial que encabeza Vladímir Putin, entienda que el maltrato a los musulmanes o su política anti-musulmana, debe cesar, desaparecer del todo. Los criminales que conforman al ISIS-K entienden que son actos defensivos por parte de la umma (la comunidad musulmana), el uso del terrorismo contra los rusos; esto significa lo mismo que el salafismo armado, que reviste dimensiones casi apocalípticas, con la lucha del islam contra los líderes occidentales y muy especialmente contra Putin y sus subalternos en el Kremlin. Es la lucha del islam contra “la alianza de césares y zares”, un concepto que se ha podido leer en un documento firmado y difundido por clérigos radicales wahabíes.

            Visto lo anterior, el dictador ruso se dirigió seguidamente al país por medio de la televisión Estatal, en la que declaró el luto nacional y aseguró temerariamente, como es su costumbre, que los atacantes del Crocus City, intentaron escapar hacia Ucrania, un hecho totalmente falso. De inmediato, el mismo ISIS-K desmintió tal aseveración del tirano de Rusia, quien manifestó lo siguiente ante las cámaras de TV: “Condeno el bárbaro atentado terrorista (…) contra una sala de conciertos en las afueras de Moscú, donde murieron más de cien personas. Todos los autores, organizadores y los que encargaron este crimen, recibirán un merecido e inevitable castigo, sean quienes sean e independientemente de que los hayan enviado. A los terroristas, asesinos y bestias, que no tienen ni pueden tener nacionalidad, les espera un funesto destino: venganza y olvido. No tienen futuro. Esperamos la cooperación con todos los países que comparten sinceramente nuestro dolor y están dispuestos en la práctica, a aunar esfuerzos en la lucha contra el enemigo común, el terrorismo internacional en todas sus manifestaciones. Las autoridades de Rusia han decidido reforzar las medidas antiterroristas en la Capital del país y la adyacente región de Moscú, donde tuvo lugar el ataque.” Ladró Vladímir Putin.

            Para desmontar lo que el dictador ruso ha llamado “la conexión ucraniana”, expertos en observación de fuentes abiertas, determinaron que los autores del atentado, que aparecen también fotografiados en los canales del grupo salafista antes del ataque, llevan las mismas prendas que los cuatro individuos (sospechosos directos), que fueron detenidos por la policía rusa cerca de la frontera con Bielorrusia y que fueron salvajemente torturados por agentes rusos ante las cámaras de los periodistas nacionales e internacionales. Aun así y con esas pruebas irrefutables de que no fueron ucranianos los terroristas, Putin ordenó en los días siguientes, el lanzamiento de 29 misiles y 28 drones de manufactura iraní contra ocho regiones de Ucrania, a manera de represalia por “haber apoyado a los terroristas”, según mencionó el mismo líder de facto del Kremlin. Las ciudades de Leópolis e Ivano Frankivsk, en Ucrania, fueron alcanzadas por los cohetes rusos.

            Aunque, para aumentar la preocupación del dictador ruso, expertos en yihadismo advierten que estos terroristas, curtidos en los conflictos de Afganistán y Siria, han regresado a Rusia, un país considerado enemigo religioso tan despreciable como cualquier otro de Occidente. Con base en ello, el Ministerio del Interior ruso ha informado que cuatro de los once hombres que están ahora mismo en poder de las autoridades, todos son extranjeros y unos cinco provienen de Tayikistán. Así lo han corroborado también los medios de prensa, Baza, Shot y Ostorodzhno y Novosti. El auto en el que viajaban en decidida huida, se estrelló en Briansk, cerca de la frontera con Bielorrusia; unos escaparon a pie entre los bosques aledaños y finalmente fueron detenidos por el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB), o la KGB reestructurada después del colapso de la Unión Soviética. De los 11 detenidos, hay certeza de que 4 de ellos intervinieron directamente en el atentado en Moscú.

            Para recapitular lo sucedido, el atentado, uno de los peores ocurridos en esta nación, se produjo en el Crocus City Hall, en la ciudad de Krasnogorsk, a unos 25 kilómetros al noroeste de la Capital. Fue efectuado por un grupo de individuos vestidos con camuflaje, quienes ingresaron con armas de asalto y abrieron fuego antes de comenzar el concierto que iba a dar el grupo de rock, “Picnic”. Los videos capturados en el momento, muestran el asesinato a bocajarro de varios de los asistentes (los 6,200 boletos estaban totalmente vendidos), y, después, intentaron huir en un Renault Simbol. Antes de abandonar el sitio, provocaron un incendio que se extendió hasta dejar hierros, vigas y láminas del techo, completamente retorcidas por la acción del fuego.

            Una vez llevados al centro de detención, fueron golpeados salvajemente por los policías, fotografiados y difundidas sus imágenes a todo el mundo sin la menor inhibición por parte de los responsables de la seguridad rusa, lo cual arroja el mensaje de que “quien atente contra Rusia, sus dirigentes y su pueblo, sufrirán consecuencias como las que se pueden ver en las fotos…” Llama la atención una de las confesiones hechas por uno de los hombres capturados, quien dijo que “disparé por dinero. Recibí la propuesta del ataque a través de un mediador de Telegram. Entrenamos un mes el atentado y nos prometieron medio millón de rublos (unos €5,000), por matar gente.” Así según publicación hecha por el canal ruso Shot. Este mismo medio y su colega Baza, dieron a conocer los nombres de los terroristas capturados: Muhammadsobir Fayzov, de 19 años de edad, natural de Dusambé, Capital de Tayikistán, herido y arrestado mientras intentaba escapar; Shokhinjonn Safolzoda, de 21 años; Rustam Nazarov, de 29; Majmadrasul Nasridinov, de 37; y Rivozhidin Ismovov, de 51 años. Todos ellos residentes en las regiones rusas de Yaroslavl, Ivánovo y Samara.

            La patria de estos individuos, Tayikistán, es fronteriza con Afganistán, y considerada uno de los puntos calientes del terrorismo islámico; el Kremlin apoya militarmente al gobierno de Dusambé y es una de las principales preocupaciones del dictador Vladímir Putin, quien, por medio de sus representantes lo manifiestan siempre en los encuentros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), el equivalente a la OTAN occidental, pero conformada por gobiernos amigos de Moscú y que gravitan en su misma órbita política y militar. Es un hecho que Putin y sus secuaces están en la mira, permanentemente, del yihadismo internacional y por esa razón se esperan más y mayores actos terroristas en el futuro cercano. El Estado Islámico no olvida que, gracias al aporte de Rusia al gobierno de Siria, lograron aplastar a los fundamentalistas criminales y arrebatarles todos los territorios, pozos petroleros y demás pertenencias, en aquellas tierras que habían conquistado a sangre y fuego.  

            Para desmontar la trama de Putin de que los terroristas provenían de Ucrania y se devolvían hacia Kiev, la misma policía rusa informó que encontró en el interior del auto de los perpetradores, pasaportes de Takiyistán y jamás hubieran traspasado la frontera con Ucrania, debido a que está doblemente vigilada por ambos ejércitos, tiene alambres de espino y toda esa franja está sembrada de minas antipersonales. Y para sepultar el argumento falso del dictador ruso, su servil, el dictador de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, confirmó que los terroristas se dirigían hacia los territorios que él gobierna y nunca hacia Ucrania.

Evidentemente, la frustración, la obsesión y su espíritu criminal, hacen que Putin solo inculpe a Ucrania en este tipo de actos; pero hay muchos más que le odian a él y a los rusos y de ellos debería cuidarse con mayor celo en los días y meses subsiguientes.

 


Suecia y Finlandia en la OTAN. Los Últimos en Ingresar fueron los Suecos

 

BRUSELAS, Bélgica-El dictador de Rusia, Vladímir Putin, temblaba de miedo al pensar que Ucrania podía ser aceptada por el pleno de la Alianza Atlántica (más conocida como OTAN), y tener a un país miembro del ejército europeo a las puertas de Rusia. Por ello la atacó sin demora. Creyó que la victoria de sus hombres sería en cuestión de meses, quizás cinco o seis meses; pero los ucranianos, tan pasivos cuando el mismo Putin se anexionó a la península de Crimea, esta vez le respondieron valientemente y las pérdidas de soldados y pertrechos de las milicias rusas han sido cuantiosas, impresionantes, mientras la derrota de Ucrania no asoma a lo lejos siquiera.

            En todo caso, el objetivo del tirano ruso era evitar que un país limítrofe con Rusia ingresara a la OTAN, en referencia a Ucrania, pero su ataque armado más bien empujó a tomar esa decisión a dos gobiernos de dos naciones que siempre han sido tradicionalmente neutrales, en los ejemplos de Finlandia y Suecia. Incluso, los suecos han sido tan perseverantes y firmes en esto de la neutralidad, que durante la Segunda Guerra Mundial, no se aliaron con nadie y no fueron atacados por unos ni por otros. Tal la naturaleza de la política practicada por los suecos desde épocas antiquísimas. Solo el terror de Vladímir Putin, la paranoia que siempre acompaña a los dictadores, lo traicionó y consiguió lo que décadas de tradición de neutralidad, no pudieron evitar: la adhesión de Suecia a la OTAN.

 

El discurso de bienvenida en Bruselas

 

            Hubo dos naciones que se opusieron enconadamente al ingreso de Suecia a la OTAN: la Hungría simpatizante de Moscú, con Víkton Orbán “un peón” de Putin en el tablero de la Alianza Atlántica, el primer ministro húngaro que sigue a pies juntillas todo lo que el déspota ruso le ordena desde el Kremlin y trata de desestabilizar a la Unión Europea (UE) y a la OTAN desde adentro. ¡Y lo hace abierta y descaradamente! Y Turquía, que objetaba la concesión de refugio que los suecos brindaban a los disidentes turcos, que Ankara considera terroristas, específicamente a los líderes del Kurdistán. Finalmente, Recep Tayyip Erdogan, el presidente turco, eliminó el veto a la entrada de los suecos a la Alianza; lo mismo que el nada fiable Orbán, en la cabeza del gobierno de Budapest. La aprobación del parlamento de Turquía tardó unos 20 meses; y el de Hungría, unas semanas más; y en ambos casos se necesitaron esfuerzos diplomáticos de parte de Bruselas y de Estocolmo, pues ambas posturas eran sumamente rígidas y empecinadas en evitar que los suecos fueran parte de la Alianza estratégica.

            En la opinión de Oscar Jonsson, investigador de la Universidad Sueca de Defensa, el hecho de verse bloqueados por turcos y húngaros en su deseo de ingresar a la OTAN, “era el peor lugar para que Suecia se quedara varada, aunque fuera temporalmente, (porque) si nos fijamos solo en los datos empíricos recientes, se puede ver que Rusia ha invadido a dos Estados que percibía en camino a entrar a la OTAN (en los casos de Georgia y Ucrania), pero a ninguno de los Estados miembros de la OTAN.” De tal manera, se desprende de sus palabras que, si Suecia no hubiera sido aceptada en la Alianza, hubiese sido un firme candidato para ser invadido también por el ejército de Putin, en un intento más por arrebatarle futuros aliados a Europa Occidental. Hoy, el genocida ruso debe estar lamentándose, fuertemente contrariado, por la decisión tomada por Estocolmo, porque atacar a Suecia ahora mismo, significará atacar a toda la OTAN y el pésimo y deteriorado ejército ruso no está en condiciones morales ni tácticas, para enfrentarse a una fuerza moderna y eficaz, como lo es la Alianza Atlántica.

            Con ello, con la adhesión de Suecia, terminan casi dos siglos enteros de neutralidad de los suecos en los conflictos europeos, incluyendo la presión del mismo Hitler, quien deseaba tener a los suecos en calidad de aliados; y solo Putin, reiteramos, con su paranoia y su invasión a Ucrania, hizo tomar la decisión para romper esa tradición admirable de no involucrarse en ninguna guerra pasada, actual, aunque lo tendrá que hacer de cara al futuro, porque aquel Estado que pertenezca a la OTAN, deberá concurrir en auxilio de los demás miembros si se viesen atacados por alguna fuerza exógena a la Alianza.

            Otro dato para tener en cuenta, dice que, con la adhesión de Suecia, todos los Estados que tienen costas sobre el Mar Báltico, son ahora miembros de la OTAN, exceptuando a Rusia, por supuesto.

            De tal modo, la bandera de Suecia fue izada en la sede de la OTAN en Bruselas, Bélgica, ante la mirada de todos los representantes de los países miembros y muy especialmente por el secretario general de esta organización militar, el noruego Jens Stoltenberg, quien dio la bienvenida al nuevo miembro, representado allí por el primer ministro sueco, Ulf Kristersson. “La adhesión de Suecia –pronunció Stoltenberg-, refuerza a la Alianza militar transatlántica. Suecia ha ocupado el lugar que le corresponde en la mesa de la OTAN, bajo el escudo de la protección del artículo 5, del Tratado Constitutivo de la Alianza sobre Defensa Recíproca. Ese artículo es la máxima garantía de libertad y seguridad. ‘Todos para uno y uno para todos.’ Suecia ha sido un asociado durante mucho tiempo; ahora, es un miembro de la Alianza con todos los beneficios y responsabilidades que esto conlleva.”

            Si lo recordamos bien, con toda precisión, el artículo 5 prevé la obligación de cada país de la OTAN de acudir en ayuda, en caso de que otro de los miembros fuese atacado por una fuerza militar externa; aunque solo ha sido puesto en práctica una sola vez cuando el terrorismo de Osama bin-Laden atacó a las Torres Gemelas de Nueva York, aquel 11 de septiembre del 2001. Fue cuando el ejército norteamericano se lanzó a la cacería del jeque islámico en las montañas y cuevas de Afganistán, y le acompañaron en esa empresa fuerzas militares de otros miembros de la OTAN.

            Y Stoltenberg continuó con su intervención de bienvenida a Suecia, representada por Ulf Kristersson: “Cuando Putin lanzó su invasión a Ucrania –dijo el noruego cabeza de la Alianza Atlántica-, hace dos años, quería menos OTAN y más control sobre sus vecinos. Quería destruir a Ucrania como Estado soberano, pero fracasó. La OTAN (ahora) es mayor y más fuerte. Ucrania está más cerca que nunca de ser miembro de la OTAN.” Apuntaló en su discurso.

            En respuesta, Kristersson afirmó: “Compartiremos cargas, responsabilidades y riesgos con nuestros aliados. La situación de seguridad en nuestra región no ha sido tan grave desde la Segunda Guerra Mundial. Rusia seguirá siendo una amenaza para la seguridad euroatlántica en un futuro previsible.” Aseguró el primer ministro sueco.

 

Suecia “por dentro”

 

            ¿Pero qué piensan los suecos al respecto, qué sienten, cuál grado de seguridad (o inseguridad) sentían antes de adherirse a la OTAN?

            Ciertamente Suecia había suscrito varios acuerdos bilaterales de seguridad con naciones que pertenecen a la OTAN, pero la verdad es que ninguno de esos acuerdos garantizaba o era vinculante con el Artículo 5 de “todos para uno y uno para todos.” No aseguraban que, en caso de ser atacado el territorio sueco, sus aliados iban a acudir prestos a defenderlo. Es cuando el ministro sueco de Defensa, Pal Jonson, recordó que abogó durante décadas por la adhesión de su país al bloque de naciones y así lo hizo saber en aquel momento: “Podemos esperar, podemos suponer, podemos desear que obtengamos el apoyo de la OTAN (en caso de ataque), pero no podemos saberlo hasta que no nos unamos a la Alianza.”

            Aunque para la mayoría de la población sueca no resultaba interesante unirse, porque, en cierto modo, recordaban que ni Hitler logró hacerlos cambiar de parecer con respecto a su sólida neutralidad; pero el ataque de Rusia a Ucrania, significó una especie de síndrome para los suecos, quienes, de inmediato, comenzaron a plantearse con seriedad la urgencia de ser defendidos por una fuerza mayor y granítica. Más todavía cuando vieron que los finlandeses no perdían el tiempo y buscaron su adhesión inmediata.

            Desde el punto de vista estratégico, la incorporación sueca refuerza la presencia de la OTAN en el Ártico, “donde Rusia tiene su establecimiento militar más sensible, sus misiles balísticos lanzados desde submarinos, sus bombarderos estratégicos y es ahí donde hacen gran parte de sus experimentos,” explica Jonsson, experto en logística militar moderna, de actualidad.

            Y lo que aporta Suecia a la Alianza es de incalculable valor material o estratégico, además de sus magníficas condiciones geoestratégicas, porque aporta importantes activos militares al arsenal potencial de la OTAN; además, su industria de Defensa es una de las mayores de Europa, porque produce algunos de los equipos más sofisticados del mercado (armamento de última generación); el sector privado sueco es de altísimo nivel en la competencia tecnológica a nivel mundial y la Fuerza Aérea sueca es la mayor de los países nórdicos (comparativamente con Noruega, Finlandia, Dinamarca, Estonia, Letonia y Lituania), y una de las más potentes de Europa, resalta el Wilson Center, con sede en Washington D.C. USA.

            Es por todo lo aquí expuesto que Vladímir Putin debe estar lamentándose sus malas decisiones al atacar a Ucrania y Georgia, porque con ese vandalismo asesino que lo caracteriza, lo que hizo fue fortalecer y agrandar más a la OTAN, que era, precisamente, por lo que luchaba que no ocurriera. Además de criminal, Putin es un pésimo estratega geopolítico, muy capaz de hacer reales y tangibles los demonios imaginarios que habitan en su mente paranoica al tratar de evitarlos y destruirlos, produciendo el efecto contrario muy a pesar suyo. En el fondo, sigue siendo tan solo el triste e insignificante burócrata de la KGB soviética que Boris Yeltsin, el presidente ruso alcohólico, llevó al Kremlin en calidad de asesor simple, modesto y sencillo. Su estatus de dictador ha sido solo un accidente, de los peores que pudo haber sufrido Rusia en el devenir de su existencia como Estado y país.


Dos Años de la Invasión de las Fuerzas

 

Rusas a Ucrania

 

KIEV, Ucrania-Un leve indicio sobre cual ejército va ganando la guerra, muestra a los rusos –finalmente-, con un avance que, sin embargo, no significa mucho, porque los ucranianos se han retirado de esa posición, no por cobardía o por el empuje de los invasores, sino porque los Estados Unidos han detenido, momentáneamente, el envío de armas y pertrechos a Ucrania. Aparte de ello, el conflicto armado permanece estancado, sin victorias ni derrotas que se deban contar y mucho menos, asegurar cuál país será el ganador definitivo.

            No obstante, moral y técnicamente, el ejército enviado por el genocida ruso Vladímir Putin, es el que ha perdido desde que se le hizo imposible derrotar a los ucranianos en los primeros seis meses de la contienda. Él creyó que iba a ser solamente “una misión especial” que iba a ser extremadamente fácil para el supuesto “segundo mejor ejército del mundo”, pero se encontró con un país dispuesto a hacer valer su libertad, su territorio y su dignidad nacional, en medio de una demostración impresionante y admirable de valentía de su pueblo y de sus combatientes; por esa razón, el ejército de Putin ha ido recibiendo paliza tras paliza en los campos de batalla, con pérdidas materiales y humanas que el genocida nunca imaginó en su madriguera en el Kremlin. Y, desprendiéndose de estas evidencias bélicas, los ucranianos han demostrado también que un ejército más poderoso, listo para la guerra y con equipamiento idóneo, barrería relativamente fácil con los rusos, que lucen desmotivados (porque saben que esta no es su guerra, sino que es solo de un sujeto que es Putin), mal entrenados y con suministros de pésima calidad.

 

¿Cuándo comenzó la guerra realmente?

 

            Los entendidos y conocedores de la geopolítica actual, afirman que este conflicto comenzó, en realidad, hace diez años con la anexión de Crimea, el 27 de febrero del 2014, por parte de las fuerzas de Putin. Desde ese preciso momento, Ucrania quedó gravemente debilitada y en la Capital, Kiev, las protestas hicieron que el presidente de aquel entonces, Víktor Yanukovich, un “títere de Moscú”, huyera sin dilación hacia Rusia. Y en la primavera de ese mismo año, comenzó la guerra en la región ucraniana oriental de Donbás.

            Simultáneamente, las potencias Occidentales actuaron débilmente y solo atinaron a sancionar económicamente al Kremlin, con un castigo que hizo sonreír con tranquilidad al genocida ruso. Además, y aunque parezca inaudito, los mismos ciudadanos de Ucrania no prestaron mucha atención a la porción de su territorio que le estaba siendo arrebatada y se comportaron con un dejo de indiferencia, como si aquello “no fuera con ellos.” De hecho, el ejército ucraniano no luchó por recuperar Crimea, se dejaron robar de manera pasiva, sin disparar un solo cartucho en su favor. Esa actitud solo demostró “la debilidad de los dirigentes de Kiev” en ese momento, destaca Susan Stewart, experta en Ucrania, de la Fundación Ciencia y Política (SWP), con sede en Berlín, Alemania.

            Una vez controlada la situación en Crimea, los rusos desplegaron una enorme cantidad de efectivos en la zona y ello “amilanó” o cohibió a cualquier intención guerrerista que pudieron albergar los ucranianos en ese preciso instante; y por esa causa, la desmoralización cundió en todas las líneas y la deserción se produjo en gran parte de las fuerzas de defensa del país agredido.

            Luego vendría la invasión rusa al resto de Ucrania ante el estupor del mundo, que no pudo “volver el rostro al lado contrario”, porque ese ataque hizo surgir la indignación en todos los rincones de la Tierra, por lo menos en los pueblos amantes de la libertad, que son la inmensa mayoría. En un inicio, los ataques se centraron en la Capital, Kiev, e, incluso, los rusos llegaron a pocos kilómetros de distancia de esta ciudad, pero la actitud de los ucranianos ya no era la misma aquella, cuando le arrebataron la Península de Crimea: los invasores se encontraron con hombres dispuestos a luchar por su país y de la manera más valiente posible. En ese entonces, las pérdidas de material bélico y soldados, fue sorprendentemente superlativa para Putin y sus Generales, muchos de ellos fueron dados de baja cuando usaban sus celulares y fueron interceptadas sus señales y atacados con drones que resultaron fulminantes. Allí, el genocida del Kremlin comprendió que la “misión especial” no iba a ser nada fácil y temió, incluso, con la deshonrosa derrota. Por esa causa, retiró a su humillado ejército hacia la región del Donbás, alegando que había entrado en Ucrania para defender a los ciudadanos pro-rusos que viven en esa zona. Sin embargo, el motivo de la invasión fue para apoderarse de Ucrania, nombrar un gobierno títere semejante al de Bielorrusia, que le cubriera la vanguardia a toda Rusia en caso de una guerra contra la OTAN y apoderarse de la riqueza agrícola y mineral ucraniana. Pero al observar que su pésimo ejército sufría derrota tras derrota, decidió acantonarlo en el Donbás.

            A partir de ese instante, la guerra pareció congelarse, detenerse, pero la verdad era que se estaba dando una guerra de trincheras, a la vieja usanza de la Primera Guerra Mundial, con miles de bajas, especialmente del lado ruso. Desde entonces, el conflicto ha cambiado muy poco, parece estático, ninguno de los dos ejércitos avanza mucho, pero, de acuerdo a las cifras, Rusia ha llevado la peor parte. Veamos: un recuento de los daños, hecho por analistas internacionales, arrojan estas cifras: Rusia ha perdido hasta la fecha 2,742 tanques; 252 aviones; 20 buques en el Mar Negro; y más de 45 mil soldados muertos a manos de las fuerzas ucranianas; aunque Occidente ha dicho que los ultimados en batallas pasan de los 250,000 soldados invasores. Un número que se presta para polémicas de una y otra parte.

            En todo caso, lo que los invasores enviados por Vladímir Putin han encontrado, es muy distinto a aquella pasividad del 2014, que permitió a los rusos sentirse a sus anchas en Crimea: “Nos mantenemos en pie y seguimos luchando por Ucrania, aunque el precio sea muy alto. El ejército se ha profesionalizado, aunque sigue habiendo problemas.”, ha dicho el soldado Maksym Kosub. Y nuevamente para Susan Stewart, ya mencionada, “no espero sorpresas en Rusia. Con el apoyo de Occidente, Ucrania resistirá, pero el agotamiento tras diez años de guerra es cada vez más notorio. Se está pensando demasiado poco en lo que ocurrirá si Ucrania pierde. Los costes serían mucho más elevados.” Advierte.

            ¿Pero cuál es la situación ahora que se han cumplido dos años de la invasión rusa a esta nación? La lógica se impone, presentando a un ejército ucraniano envejecido, ciertamente curtido por entero en los avatares de la guerra, pero desgastado y lo que es peor… cansado, evidente y convincentemente agotado, sin esperanzas inmediatas o próximas del refrescamiento de sus tropas. Un hecho que podría pasarle “una elevada factura” en su enfrentamiento diario con los invasores enviados por el Kremlin. Al parecer, en consecuencia de lo anterior, Kiev está preparando a los reemplazos ante una población comprensiva, que ha dado muestras de entender lo que sucede con sus hombres en el frente, que necesitan descansar, retornar a sus hogares para reabastecerse de fuerzas físicas, mentales, morales y espirituales, para reintegrarse posteriormente a la guerra.

            Por otra parte, y es el problema más peliagudo que están enfrentando ahora mismo, se fundamenta en la demora del gobierno de los Estados Unidos, para enviarles más pertrechos y los ucranianos lamentan que la mitad de las armas prometidas no han llegado a tiempo. Ello ha hecho que sus soldados se retiren de algunas posiciones y que sean tomadas por los rusos, sin que eso signifique que el empuje de los enemigos haya sido la causa de esa retirada estratégica. El ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umierov, ha dicho que el 50 por ciento de las entregas de armamento prometidas por los aliados occidentales, no llega a tiempo, con el resultado nefasto de mayor pérdida de vidas y de territorio. “Esta es una guerra en la que las fuerzas aliadas deben realizar las entregas a tiempo. Nuestras fuerzas han logrado derrotar a nuestro rival e infligir numerosos daños en sus posiciones en el Mar Negro, especialmente contra su flota (y) tenemos un plan para el 2024: es potente y dará resultados ya este año. Pero (ahora) hacemos todo lo posible y lo imposible para lograr avances.” Mientras el Primer Ministro ucraniano, Denis Shmigal, ha afirmado que “estamos convencidos de que los Estados Unidos no dejarán sola Ucrania en términos de apoyo.”

            Mientras tanto en Washington D.C., el senado aprobó un paquete de medidas que incluye ayuda para Ucrania y Taiwán, pero el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, siguiendo muy posiblemente órdenes de su jefe Donald Trump, se ha negado a debatir el texto para su aprobación final. En otras palabras más claras: las tensiones entre demócratas y republicanos en el Congreso de USA, está bloqueando la ayuda a Ucrania. Es por ese motivo que las tropas ucranianas se han retirado de Avdiivka, uno de los principales escenarios de esta guerra, mientras los rusos han intensificado sus ataques desde barcos anclados en el Mar Negro.

 

Mantener alta la moral y un eventual triunfo de Trump en USA

 

            Ante la coyuntura descrita en las líneas de arriba, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, pidió mantener alta la moral, que nadie se desanime a pesar de que el momento que atraviesa Ucrania “es extremadamente grave.” En su opinión –y la de los estrategas occidentales-, la falta de armas en el ejército ucraniano y la reciente retirada de la ciudad de Avdiivka, son la base de la preocupación en el seno de la Alianza Atlántica.

            Stoltenberg afirmó que Putin mantiene intacto su objetivo de apoderarse de Ucrania y “no hay indicios de que se esté preparando para la paz; pero no debemos desanimarnos. Ucrania ha demostrado una y otra vez una habilidad notable y una determinación feroz. Ucrania no colapsó en semanas como muchos temían. Han recuperado la mitad del territorio capturado por Rusia, expulsado a Rusia de grandes zonas del Mar Negro e infringido grandes pérdidas a las fuerzas de invasión.”

            En su discurso dirigido a los líderes de la OTAN y al pueblo ucraniano, Stoltenberg dejó escuchar lo siguiente: “Hoy se cumplen dos años desde que los tanques rusos entraron en Ucrania, iniciando la mayor guerra desde la Segunda Guerra Mundial. Permítanme comenzar honrando a todos los valientes ucranianos que han caído o han sido heridos en defensa de su patria. La situación en el campo de batalla sigue siendo extremadamente grave. Por encima de todo, Ucrania conserva su libertad e independencia. Esto ha sido posible gracias a su valor y determinación y facilitado por el importante apoyo militar y económico de los aliados de la OTAN. Sólo en los últimos días y semanas, los aliados de la OTAN han anunciado nuevos paquetes de ayuda por valor de miles de millones de dólares. Estos paquetes cubren capacidades clave como munición de artillería, defensa antiaérea y lanchas de combate. Así como equipos y piezas de repuesto para F-16 (aviones), drones y equipos de desminado. Más apoyo está en camino. Putin inició esta guerra porque quería cerrar la puerta de la OTAN y negar a Ucrania el derecho a elegir su propio camino; pero ha conseguido exactamente lo contrario: Ucrania está ahora más cerca de la OTAN que nunca (...).”

            En lo que respecta al ex mandatario estadounidense Donald Trump, amigo declarado del genocida ruso Vladímir Putin, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, lo acusó de ponerse al lado de Putin y advirtió que millones de personas podrían morir, sin la nueva ayuda de los Estados Unidos a Kiev y que está siendo obstruida por congresistas republicanos que siguen las órdenes de Trump. Y mientras esto sucede, Joe Biden intenta que los mismos republicanos de la Cámara de Representantes autoricen el desembolso de US$61,000 millones adicionales para ayudar a Ucrania en la feroz guerra que sostiene contra la criminalidad de los rusos. “No puedo entender cómo Donald Trump puede estar del lado de Putin –se quejó el mandatario ucraniano-. ¡Es increíble! No creo que Trump entienda a Putin, pese a haberse reunido con él durante su mandato. Creo que Donald Trump no conoce a Putin. No creo que entienda que Putin nunca se detendrá.” Puntualizó Zelenski.

            En este aspecto, es bueno recordar que el ex presidente estadounidense ha calificado con toda claridad de despilfarro la ayuda a Ucrania y ha tratado de vincular el debate sobre la guerra en Europa, específicamente el apoyo de los Estados Unidos a los ucranianos, con el refuerzo de las políticas migratorias que intentan frenar la entrada de migrantes por la frontera sur, con México. Esto significa que ambos temas molestan a Trump y, en un eventual segundo gobierno suyo, daría el trato idéntico a ucranianos y a inmigrantes y les cortaría toda ayuda. Por esa razón, tanto los europeos occidentales como los dirigentes ucranianos temen que el republicano vuelva a ganar las elecciones presidenciales. Ello sería contraproducente desde todo punto de vista, aseguran.

            La agudeza del problema se notó recientemente en la Cumbre de Seguridad de Munich, Alemania, cuando Zelenski dialogó con el senador por el Partido Republicano, J.D. Vance, quien dijo que “la ayuda estadounidense no va a cambiar fundamentalmente la realidad en el campo de batalla,” minimizando la importancia de esa ayuda económica y de armamento que Washington está proporcionando a Ucrania. La respuesta inmediata de Zelenski fue invitarlo a visitar la línea del frente donde sus tropas se baten contra los rusos: “Comprenderá que millones de personas serán asesinadas (sin una nueva ayuda de los Estados Unidos)”. El republicano no respondió a tales argumentos, prueba de que continúa empecinado en cortar definitivamente el apoyo a Ucrania, en acuerdo con su jefe Donald Trump. Recordemos también que hace pocos días el propio Trump dijo que instaría a Putin a atacar a cualquier país que pertenezca a la OTAN, lo cual significa que, si ganase las elecciones, Occidente tendría “al enemigo en su propia casa”, y la guerra sería ganada por el genocida ruso, con el peligro de atacar a cualquier otra nación que se le antoje.

            Para finalizar, un resumen de lo que está sucediendo en esta parte del mundo, lo da Richard Barrons, militar británico y copresidente de una consultoría de defensa: “Tal y como están las cosas, ninguno de los bandos ha ganado. Ninguno ha perdido. Ninguno está cerca de rendirse. Y los dos bandos han agotado prácticamente los recursos humanos y materiales con los que empezaron la guerra.”

            Así transcurren las incidencias al cabo de dos años de combate y sin visos de que vayan a terminar prontamente o en el mediano plazo.


 Putin Condiciona el Final de la Guerra en Ucrania al Cese del Envío de Armas, por Parte de

los Estados Unidos

 

MOSCÚ, Rusia-En una entrevista reciente, el dictador de Rusia e invasor de Ucrania, Vladímir Putin, ha sugerido el fin de su guerra en este último país y lo condicionó al no envío de más armamento por parte de Occidente, en especial de los Estados Unidos al ejército ucraniano.

            Fue al periodista Tucker Carlson, de la cadena estadounidense Fox, a quien Vladímir Putin concedió un encuentro en el Kremlin y dijo todo lo que la opinión pública de los Estados Unidos estaba deseosa de escuchar de sus labios; además, hizo un guiño a los votantes republicanos, pues, tácitamente, Putin da como vencedor en las próximas elecciones norteamericanas a su entrañable amigo Donald Trump. En otros términos, el dictador de todas las Rusias dio a entender que sería el amigo “fiable” de siempre con los nuevos habitantes de la Casa Blanca, en el caso de que sean los republicanos, y los invitó a caminar juntos en medio de los avatares de la geopolítica; así mismo, dio explicaciones del por qué invadió a Ucrania, todas desde su incompatible punto de vista, por supuesto; y lo más importante, dejó entrever que negociaría la paz en Europa en el tanto Washington deje de armar al ejército ucraniano, deje de enviarle armamento de última generación, ese mismo que ha sido letal a los mal entrenados y desmotivados soldados rusos.

 

Publicidad gratuita para Trump: “desde Rusia con amor”

 

            Vladímir Putin sabe perfectamente que, en el caso de que Trump gane las elecciones de los Estados Unidos, él contará con un aliado en la Casa Blanca que le permitirá hacer lo que quiera en su guerra contra Ucrania y, muy posiblemente, deje de enviarle armas a los ucranianos y así, el triunfo de Rusia estaría garantizado en las llanuras ucranianas. Es por esa razón que en la entrevista, en la que en ningún momento se incomodó al dictador ruso, alabó a Trump y le hizo más de un guiño, “un masaje” a la imagen pesada de Donald Trump, según han consignado y escrito los medios de prensa europeos.

            Estas fueron las palabras de Putin, en las que sube en “un pedestal” imaginario a Trump: “Hemos recibido numerosos insultos y calumnias de varias generaciones de políticos (de los Estados Unidos). El señor Trump supuso una refrescante ruptura. Es muy popular en Rusia, aunque quizá eso no le sirva de nada.” Y aquí viene la excitativa al votante estadounidense que le hizo Putin, para que favorezca a los republicanos en los próximos comicios y alejen a Biden (quien le llamó asesino por su papel en la invasión a Ucrania), y a su Partido Demócrata, enemigos de Rusia, su gobierno y su pueblo: “Si volviera a ganar (Trump), nuestras líneas de comunicación se abrirían al instante, entonces no habría guerra, mientras que ahora mismo no tenemos ningún diálogo con el presidente Biden.”

            La verdad subyacente en el pensamiento de Putin cobra forma y lo muestra más optimista cuando ha escuchado de Donald Trump decir que ha presionado a la mayoría de senadores republicanos que controlan la Cámara de Representantes, para que los Estados Unidos corten definitivamente la ayuda a Ucrania; también, Trump ha insistido en afirmar que no tiene interés en ayudar a Ucrania a defenderse. Lo anterior solo quiere decir, en palabras simples y fácilmente comprensibles, que una eventual victoria en las votaciones de parte de Trump, favorecería irreversiblemente a la empresa bélica de Rusia en Ucrania, significaría el final de la guerra con el triunfo de los rusos en los campos de batalla, la adhesión del Donbás al territorio ruso de manera definitiva y posiblemente la destitución de Volodomir Zelenski, el presidente ucraniano, quien sería sustituido por otro títere, obediente al Kremlin, como sucedió con Lukashenko en Bielorrusia. Ese panorama es el que se espera que suceda, a partir de la llegada de Donald Trump nuevamente a la Casa Blanca.

Es así como Vladímir Putin exaltó a la figura de Trump, a quien ayudó en las primeras elecciones en las que participó el republicano contra Hillary Clinton y ahora mismo, y con toda claridad, está ayudando nuevamente y ha comenzado a hacerlo desde esta entrevista para la Fox. Fue un interview de dos horas y siete minutos de duración, en medio de una charla distendida con sonrisas, risas, chistes y que le permitió al dictador de Rusia sentirse a sus anchas, mirando a las cámaras con evidente simpatía y agrado. En primera instancia, se conversó sobre la invasión a Ucrania y se le permitió a Putin dar sus opiniones y explicaciones al respecto, en las que nunca se ha visto a sí mismo como el causante y mucho menos, el culpable de tal ataque de su ejército que cruzó la frontera ucraniana aquellos días finales de febrero del 2022.

            Comenzó su excusa hablando de la historia rusa, para justificar que Rusia tiene derechos inalienables sobre Ucrania, su territorio y su gente. Se remontó hasta el Siglo IX y repitió lo mismo de siempre, su consabido argumento de que “Ucrania es un invento reciente como país, una construcción artificial, sin raíces históricas.” Mencionó Putin de manera textual, lo cual quiere decir que Ucrania siempre ha pertenecido a Rusia y debería seguir perteneciendo a los rusos. No hay tal independencia, no hay tal país de los ucranianos, no hay una tal nación que hoy se conoce con el nombre de Ucrania. Es por ello, en principio, que los soldados enviados por el Kremlin solo han ejercido su derecho de entrar, no en una nación independiente, sino en parte de la propia Rusia.

            Cuando el reportero estadounidense le preguntó acerca de su decisión, cuándo y por qué decidió atacar a Ucrania, Putin no dudó en decir que fue en el momento cuando “Maidán dio un golpe de Estado a Leonid Kuchma” y amplió su respuesta con el estribillo: “Moscú no estaba dispuesto a permitir el neonazismo en la puerta de al lado.” Lo cual significa que continúa con su argumento descentrado y fantasioso de que su llamada “operación especial” en Ucrania, es para “desnazificar al régimen de Kiev” y amplió al respecto: “Tras la independencia (de la Unión Soviética), Ucrania empezó, como dicen algunos analistas, a buscar su identidad. Y no se le ocurrió nada mejor que poner a la cabeza de esa identidad, a los falsos héroes que se aliaron con Hitler.” Sin embargo, su argumento del neonazismo ucraniano se estrella cuando vemos que el presidente de Ucrania es precisamente un judío, un hombre que pertenece a una raza, una etnia, un pueblo odiado por Hitler y que sufrió la persecución mortal durante la Segunda Guerra Mundial. Es decir, nadie, con sus cinco sentidos bien colocados en su ser, puede pensar en un judío-nazi y quien le acepte ese argumento torcido a Putin, demuestra que el dictador ruso no está en sus cabales.

            La verdadera razón de la invasión rusa a Ucrania, pasa por el terror que siente Putin de que las naciones de la OTAN estén fronterizas con el territorio ruso, por un lado; y, en segundo plano, por razones estratégicas, él quiere la costa ucraniana con el Mar Negro, vital para la salida al Mediterráneo de los buques rusos, y que es adyacente a la Península de Crimea, misma que Putin se anexionó en la primavera del 2014. “Esos territorios antes se llamaban Novorossiya (Nueva Rusia), cuando Rusia los obtuvo como resultado de las guerras ruso-turcas. Por lo tanto, tenemos todos los motivos para decir que, por supuesto, Ucrania es, en cierto sentido, un Estado artificial creado por voluntad de Stalin”, el asesino ruso que fue dictador de este país durante la Segunda Guerra Mundial y algunos años más, hasta mitad de la década de los 50s.

            Y en la misma entrevista a la Fox, Putin aclara, talvez sin quererlo, la verdadera razón de su invasión genocida a Ucrania: “Si la OTAN se expande, todo volvería a ser como en la Guerra Fría. Occidente teme mucho más una China fuerte, que a una Rusia fuerte, porque tiene un potencial económico enorme y le hace sombra a los Estados Unidos, cuyo mayor error estratégico ha sido convertir el dólar en el principio de su política exterior.” Asegura el dictador del Kremlin. Y para fundamentar todavía más su razonamiento belicista que lo llevó a traspasar las fronteras ucranianas con su ejército, Vladímir Putin habló de la amenaza que es la OTAN: “Los bombardeos sobre Belgrado (antigua Yugoslavia, en Los Balcanes), en 1998, contra todas las normas del derecho internacional, nos puso en alto relieve la amenaza que es la OTAN. Fueron los Estados Unidos los que abrieron ‘la caja de Pandora’ (con su ataque a los yugoslavos). La OTAN está intentando intimidar y asustar a su propia población con una inexistente amenaza rusa (a pesar del ataque traidor y flagrante del ejército ruso a Ucrania, Putin insiste en que él y sus soldados no son peligrosos para Occidente, dando la impresión de que está hablando para un auditorio de descerebrados en política internacional) (…).” Y continúa: “No tenemos ningún interés en atacar Polonia, Letonia o el país vecino que sea (ya lo hizo con Ucrania, reiteramos), ninguno –y lo dijo riéndose a horcajadas en medio de la entrevista televisada-. No puedes elegir a tus vecinos, igual que no puedes elegir a tus familiares más cercanos.” Acotó el dictador.

 

Vive en medio de sus propias fantasías

 

            Es totalmente convincente que el mundo en el que vive Vladímir Putin, no es el mismo en el que vivimos quienes conformamos al resto de la humanidad, porque, en principio, trastoca, tergiversa, cambia toda la realidad circundante, de acuerdo a sus necesidades y por ello utiliza todas las justificaciones que no son otra cosa que ocurrencias de su imaginación. Por ejemplo, cuando se le preguntó acerca de la explosión que voló al gasoducto Nord Strem, quién o cuál país lo había hecho, Putin, sin esperar un segundo en su repuesta, dijo al entrevistador: “Ustedes, por supuesto. Yo estuve ese día muy ocupado, yo no volé el Nord Stream. Tú puedes tener una coartada, pero la CIA no la tiene.” Respondió entre risas el dictador moscovita. Y cuando el reportero le preguntó por qué Rusia no presenta pruebas sobre el hecho, sobre la culpabilidad de los Estados Unidos, Putin aseveró: “Es muy difícil derrotar a los Estados Unidos en una guerra de propaganda: ustedes controlan todos los medios de comunicación del mundo. No obtendremos resultados, el mundo entero ya tiene claro lo que ocurrió.”

            En retorno al tema de la guerra en Ucrania, propiamente a la invasión criminal de Rusia a suelo ucraniano, y un posible final del conflicto, partiendo de los contactos que podrían darse entre las naciones que componen a la OTAN, Putin, siempre entre risas y relajamiento, manifestó: “Rusia y Occidente no somos novios. Si realmente quieren detener las hostilidades, deben dejar de proporcionar armas a Ucrania. Están cometiendo un error con su apoyo a Ucrania. El final de esta guerra no lo veo con una victoria militar de Rusia, sino con un acuerdo con Occidente. Rusia nunca ha rechazado las negociaciones y acogería con satisfacción cualquier esfuerzo de Washington para discutir un acuerdo de paz para Ucrania.” Manifestó.

            Los prolegómenos de esta entrevista realizada al dictador ruso por Tucker Carlson, indican que una y otra vez el Kremlin ha negado a otros periodistas occidentales, y especialmente estadounidenses, acercarse a Putin. Pero Tucker mismo ha aseverado que no ha existido en la Europa libre y en los Estados Unidos, la menor intención de entrevistar al genocida ruso y ante tal creencia, Christiane Amanpour, de la CNN, escribió en la red social X: “¿De verdad cree Tucker que los periodistas no hemos estado intentando entrevistar al presidente Putin todos los días, desde su invasión a gran escala de Ucrania? Es absurdo (creer eso): seguiremos pidiendo una entrevista, como hemos hecho durante años.”

            Por otra parte, el famoso semanario estadounidense Newsweek publicó que Carlson podría ser sancionado por la Unión Europea (UE), por entrevistar a Putin. Específicamente el europarlamentario Guy Verhofstadt, quien pidió que la UE analice prohibir viajes a territorio europeo a Tucker Carlson “por ser portavoz de Donald Trump y de Putin (subyace la sospecha que ambos contrataron al periodista para que hiciera un interview “a la medida” del genocida ruso). Como Putin es un criminal de guerra y la UE sanciona a todos los que le ayudan en ese empeño, parece lógico que el Servicio de Acción Exterior examine también su caso (del entrevistador).”

            Lo cierto es que la intervención de Putin, las preguntas que se le hicieron ante las cámaras de televisión, fueron sesgadas, en ningún momento trataron de incomodarlo y dan la impresión de que intentaron ensalzar las personalidades de los dos amigos: Vladímir Putin y Donald Trump. Solo habría que investigar cuánto dinero pagaron a Carlson por hacer ese trabajo que contradice a los gobiernos Occidentales y a los derechos humanos, pisoteados a diario por el genocida ruso en su guerra en Ucrania.

            Lo cierto y muy evidente fue que Putin gozó con la entrevista, bromeó, se carcajeó, miró complacido a las cámaras y quiso demostrar que puede dormir tranquilo cada noche, porque sus matanzas en Ucrania, las ha realizado acorde con el buen juicio y la razón de su lado. Dio la impresión de que el interview fue planeado y ejecutado para la entera complacencia del dictador ruso. 


Israel no Detiene su Masacre en la

Franja de Gaza

 

PALESTINA- Cada día el ejército judío asesina a más de 130 ciudadanos palestinos durante sus ataques indiscriminados, supuestamente en busca de los “terroristas” de Hamás; sin embargo, lo que parece subsistir en esas incursiones es el deseo no verbal, nunca confesado por el gobierno de Benjamín Netanyahu, de exterminar a los palestinos, a quienes consideran “una raza inferior”, sin derecho a existir y mucho menos al lado del Estado de Israel.

            Por otra parte, la polémica y el rompimiento de relaciones con el Secretario General de la ONU, el portugués António Guterres, quien dijo que los ataques bélicos de los israelitas contra la Franja de Gaza eran “horribles.” Y añadió que los ataques de Hamás a territorio israelí y a sus ciudadanos “no surgieron de la nada, ya que el pueblo palestino lleva sometido 56 años de asfixiante ocupación, en un contexto en el que sus esperanzas de lograr una solución política se desvanece.” Palabras demasiado fuertes para los israelíes, quienes no toleran que nadie les sancione moralmente cuando asesinan a ciudadanos de Palestina, indefensos e inocentes; es decir, en esas circunstancias, quienes critiquen la masacre que los hebreos están llevando a cabo, se convierten, automáticamente, en sus enemigos.

De tal manera que el gobierno de Netanyahu denegó la entrega de visas a representantes de las Naciones Unidas y, al principio, impidió la entrada de camiones que portaban ayuda humanitaria para ese mismo pueblo. “Debido a sus palabras, no daremos visados a los representantes de la ONU. Ya hemos rechazado un visado para el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths (y) ha llegado el momento de enseñarles una lección.” Aseveró a la emisora Army Radio, Gilad Erdan, representante permanente de Israel ante la ONU. Agregó que “no hay justificación posible, no se puede mostrar comprensión hacia las acciones más terribles contra los ciudadanos de Israel, teniendo en cuenta que los ataques que dejaron cerca de 1,400 muertos y más de 220 secuestrados, fueron perpetrados por una organización declarada terrorista (Hamás).”

            Por su lado, el ministro judío de Relaciones Exteriores, Eli Cohen, preguntó refiriéndose a Guterres: “¿En qué mundo vive? Israel no solo tiene el derecho a defenderse, sino también un deber, puesto que siente que está librando una guerra en nombre del mundo libre. No me reuniré con Guterres como gesto de protesta.” Amenazó.

 

Respuesta palestina

 

            Esta se dio en la red social X (antes Twitter), y partió del Ministerio de Relaciones Exteriores de Palestina y fue en estos términos: “Las injusticias contra el pueblo palestino, no pueden justificar los horribles ataques de Hamás; esos horripilantes ataques no pueden justificar un castigo colectivo contra el pueblo palestino; (y) las críticas israelíes contra Guterres son una extensión de la falta de respeto de las autoridades israelíes ante el organismo internacional. La postura de las autoridades israelíes es injustificada y premeditada. Ha sido un nuevo intento israelí de neutralizar el papel del secretario general (de la ONU), en su capacidad jurídica, así como su postura en relación con el Derecho Internacional y la carta de Naciones Unidas, cuyo rol y sus representantes es bien conocido por trabajar para detener la guerra abierta y destructiva de ocupación.”

            Otra voz que se ha hecho escuchar ha sido la del presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan, quien ha dicho que Benjamín Netanyahu, el dictador no declarado de Israel, tiene que ser llevado a la Corte Internacional de Justicia, en La Haya, Países Bajos, para ser enjuiciado por sus crímenes de lesa humanidad. Acusó a Israel de actuar con una “brutalidad premeditada para cometer crímenes contra la humanidad. No tenemos problemas con el Estado de Israel, pero nunca hemos aprobado las atrocidades cometidas por Israel y la forma que actúa como una organización, más que como un Estado. Casi la mitad de los muertos a causa de los ataques de Israel contra Gaza, son niños. (…) Los ataques contra Gaza indican asesinato y enfermedad mental entre los que los llevan a cabo y los que los apoyan. Invito a todos los países con razón y conciencia que presionen al gobierno de Netanyahu, para que el Estado de Israel vuelva a la cordura.” Manifestó el mandatario turco, al tiempo que hizo un llamado a detener las hostilidades y la entrega de ayuda humanitaria a la población de la Franja de Gaza.

            Para concluir, el presidente de Turquía considera que “Hamás es un grupo de liberación que lucha para proteger sus tierras y sus ciudadanos. El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), no es una organización terrorista.” Recalcitró Erdogan. Pocos minutos después de haber pronunciado estas palabras, canceló un viaje oficial que tenía previsto realizar a Israel, por causa, precisamente, de los bombardeos contra Gaza. “Teníamos previsto ir a Israel –manifestó-, pero lo cancelamos, no iremos.” E insistió en diferenciar a la población israelí de su gobernante, el dictador no declarado, Benjamín Netanyahu, a quien culpa de la crisis actual que se vive en Oriente Próximo. “Por supuesto, teníamos buenas intenciones, pero Netanyahu abusó de ellas. Si hubiera continuado con buenas intenciones, nuestras relaciones podrían haber sido diferentes, pero ahora, lamentablemente, no sucederá.” Puntualizó.

 

            En estos momentos, la masacre contra el pueblo palestino continúa. Israel tiñe de color rojo sangre lo que fueron las calles de Gaza, con la aprobación de las potencias Occidentales. Estamos asistiendo, por lo tanto, a un genocidio consensuado por la comunidad internacional y perpetrado por la criminalidad e impunidad del Estado judío.


 Mujeres Ucranianas se Involucran Directamente en la Guerra contra el Invasor Ruso

 

KIEV, Ucrania- Es lo más parecido al concepto de “guerra total”, en la que participan todos los ciudadanos de un país contra el enemigo; esto es: ancianos, niños pequeños y mujeres. Por lo general luchan en la retaguardia, en la última línea o en la defensa de sus ciudades, barrios y casas. Durante la Segunda guerra Mundial lo vimos en las mujeres rusas, lo mismo con las alemanas en Berlín, cuando los soviéticos entraron en Alemania y rodearon su Capital hasta que consiguieron la capitulación.

            En la postguerra, luego de alcanzada una inevitable pacificación de las hostilidades, les ha correspondido a las mujeres comenzar y hasta concluir la reconstrucción del país arrasado por las bombas enemigas. Las alemanas fueron un claro ejemplo de ello.

            En nuestra época y a la sombra de la invasión rusa a Ucrania, las mujeres ucranianas han decidido tomar las armas en sus manos y no quedarse a la expectativa “para ver qué sucede”, si resultarán muertas o vivas durante y después de los misiles que los enemigos lanzan desde sus bases en Crimea. Hay corresponsales de guerra que han comenzado a llamarlas las “valquirias (Walküre) ucranianas”, en reminiscencia de las guerreras semidiosas (mitad humanas, mitad diosas), de la ópera compuesta por el músico alemán Richard Wagner, llamada El Anillo del Nibelungo (Der Ring des Nibelungen). Eran las doncellas guerreras que defendían al Olimpo germánico, donde habitaban los dioses mitológicos; y, entre otras funciones de estas mujeres, estaba recoger las almas de los héroes muertos en las batallas, para llevarlos a su descanso eterno al Valhalla (Olimpo).

            Por esa decisión de enfrentar a los invasores enviados desde Moscú, han sido comparadas las ucranianas actuales con las valquirias wagnerianas y propias de la mitología germánica: seres femeninos extremadamente valientes, sin temor al fragor de los cañones, de los misiles, del salvajismo de los rusos y dispuestas a sacar de sus tierras a los extranjeros que quieren sojuzgarla.

 

Instrucción militar para ellas

 

            Soldados ucranianos se ocupan por enseñarles a manejar los rifles de alta precisión; se trata de la organización de mujeres a la que han dado el nombre de “valquirias ucranianas” y la componen desde amas de casa normales, hasta profesionales y modelos de pasarela. Las hay bellas, rubias, castañas y trigueñas y tienen como consigna acabar con la mayor cantidad de rusos. “Cuando el ejército ruso acechaba Kiev, la Capital, comprendimos que toda la sociedad debería estar preparada para la defensa del país y de nuestras propias casas.” Narró una de estas mujeres. Es por esa razón extraordinariamente válida, que se prestan día a día para entrenarse. Las jornadas de instrucción se alargan por espacio de tres horas y tienen un pequeño descanso para tomar café o té. “Lo que enseñamos es una ‘versión demo’ de lo que nosotras debemos saber en caso de que los enemigos nos rodeen cerca”, dice Darina, una ex modelo ucraniana que forma parte de este numeroso grupo de valquirias que están dispuestas a todo en la defensa de su patria; es por eso que aprenden nociones de primeros auxilios, a montar un rifle de asalto Kaláshnikov, a transmitir por radio, lanzar granadas y las reglas imprescindibles del combarte urbano.

            Cada mañana se reúnen en un bosque cercano a la Capital, justamente en estos días de diciembre cuando el frío campea por toda la región y envuelve al país; es cuando encienden una hoguera cuando la temperatura ronda los 2 grados centígrados; pero ellas no se amedrentan y se presentan puntuales en los lugares citados y preestablecidos para entrenarse. Los grupos, por lo general, son de 30 mujeres; pero a medida que las temperaturas bajan y el frío se hace intolerable, muchas se quedan en casa tiritando. Las edades son distintas, las hay de todas las etapas por las que pasan las féminas, porque lo importante es la defensa de la patria, subrayamos. Una de esas chicas, de 29 años de edad, trabaja de administrativa en un despacho de abogados y no le pierde movimiento al instructor: “Decidí involucrarme de lleno en esta guerra, porque un amigo mío murió durante un bombardeo en Járkov.” Cuenta la joven mientras no deja a un lado su AK-47, que intenta montar. Los nombres no trascienden, pues prefieren guardar el anonimato y proteger a sus familiares que han quedado en sus ciudades de origen o donde viven.

            Otra de ellas tiene 46 años de edad. Se quedó en Kiev, la Capital, en el momento cuando los rusos intentaban entrar en esta urbe. “Me impresionaron fuertemente los horrores que vi en Bucha e Irpín (donde los rusos actuaron verdaderamente como salvajes y asesinaron a sangre fría a decenas de pobladores ajenos a la guerra). El miedo a que un episodio así vuelva a ocurrir, fueron los motivos más que suficientes para que decidiera enlistarme en estos contingentes de mujeres, en estos cursos. No vamos a permitir que se repita otra Bucha.” Asevera esta profesora.

            Una más de ellas dice que “no estoy segura de que pueda desempeñarme bien en primera línea de la guerra; pero sí me siento preparada para defender mi propio hogar y familia.”

            También se les enseña a distinguir minas antipersonales y hacer transmisiones por radio; otras mujeres practican posiciones de tiro con armas que no son reales, sino de entrenamiento. Primero, tienen que familiarizarse con el uso de esas armas y después pasan a un polígono para que disparen con munición real. “Manejar un arma –argumenta una de ellas-, es como conducir un coche. Si acabas de sacar el carnet, vas a tener que practicar antes de coger un camión y lo mismo ocurre con los fusiles.” Dice esta joven que aprendió a disparar con un AK-74, pero su arma favorita son los rifles de francotirador. “La guerra, por supuesto, también es un asunto de mujeres, sobre todo en Ucrania.” Menciona mientras coloca con rapidez las balas de calibre 5,45 x 39, en un cargador. Sus largas uñas que han recibido tratamiento y cuidados con una manicurista, contrastan con el rifle que tiene en sus manos y no le impiden practicar la metodología que el instructor le enseña.

            De pronto se escucha una orden tajante: “¡Rotación!” Y las pequeñas agrupaciones se intercambian. Otra chica, esta vez rubia, atractiva, como son la mayoría de las ucranianas, comenta: “Cualquier mujer que haya montado una máquina picadora de carne en su cocina, sabe cómo armar esto.” Se refiere al fusil que le han entregado. Es un Kaláshnikov, un arma poderosa que se puede encontrar en casi todos los sitios donde hay guerra en esta parte de Europa. La instructora, otra ucraniana con experiencia en la guerra, las llama para que comiencen el próximo ejercicio que consistirá en lanzar granadas de mano.

            En otro sector del campo de entrenamiento, descubrimos a una médica, encargada de enseñar los primeros auxilios, consistentes en colocar torniquetes, trasladar heridos y comprobar si alguien sigue respirando. “He estado por más de tres meses en un hospital del frente, realizando operaciones con un equipo de cirujanos. Es un trabajo demasiado duro; pero lo más importante es que todos nuestros pacientes se salvaron y algunos de ellos han regresado al frente de guerra, para volver a combatir.” Narra la joven doctora que a duras penas llega a los 35 años de edad.

 

Los instructores son soldados profesionales

 

           Los profesores son soldados que están en activo, han participado en misiones de combate contra el invasor llegado de Rusia y en su tiempo libre enseñan a las mujeres que están deseosas de acabar con los invasores. Uno de ellos manifiesta acerca de sus alumnas: “Por lo general es más sencillo enseñar a  mujeres: suelen estar más atentas que los hombres; para mí no hay ningún problema en combatir junto a mujeres –agrega-, lo que importa es la eficiencia del guerrero, no si es hombre o mujer. Además, las mujeres suelen ser más sigilosas y prestan más atención a los pequeños detalles. Eso ayuda mucho en la guerra.”

            En la actualidad, más de 40,000 mujeres sirven en las Fuerzas Armadas de Ucrania y todas ellas están dispuestas a ofrendar sus vidas para evitar que se repitan los primeros sucesos de la guerra, cuando los rusos las tomaron por sorpresa y destruyeron sus viviendas y masacraron a muchos de sus familiares. Ahora mismo, más de 5,000 féminas han comenzado desde cero el entrenamiento militar y una de ellas dice: “Algunos hombres creen que las mujeres son más débiles por naturaleza. No es cierto. Aquí aprendemos que somos fuertes y podemos hacer lo que nos propongamos.”

            Antes de la llegada de los rusos, las ucranianas no se interesaban gran cosa en la guerra; pero la magnitud de la invasión y el salvajismo del enemigo, las convenció de que debían adaptarse a la nueva realidad del país invadido, ultrajado por un soldado ruso deseoso de humillar, masacrar y sacar ventaja de los que consideraban más débiles que ellos. Fue cuando, desde el parlamento de Ucrania, se introdujeron modificaciones a la legislación hasta entonces vigente y se abrieron las puertas del ejército para la llegada y entrada de las mujeres, con todas las ventajas que ello ha significado.

             A pesar de los avances logrados por ellas, todavía subsisten inconvenientes que provienen de los hombres, quienes consideran que ellos están para defender a las mujeres del país y no exponerlas a una muerte segura. Es por esa razón que muchas jóvenes que han querido ir a la línea del frente a luchar, han sido contenidas por los comandantes que no se sienten cómodos con ellas en la lucha. “Una amiga mía quiso enlistarse en una brigada de asalto –cuenta una soldado ucraniana-, y la rechazaron por ser mujer. Pero donde son bien recibidas, por el contrario, es dentro de los equipos de francotiradores y la mayoría de las militares desempeñan labores en la parte médica, aunque también manejando drones.” Explica.

           En el caso de las “valquirias”, creen que no todo tiene que ver con la parte bélica, sino que en sus relaciones con sus padres, hermanos, hijos y esposos serán más comprensivas a partir de ahora que han conocido la crudeza y crueldad de la guerra, porque podrán establecer puentes emocionales con los soldados que regresan del frente de batalla y podrán saber todo acerca de lo que vivieron y sufrieron en el conflicto.

         “Muchas ahora tendrán un tema de conversación con sus maridos y podrán comprender mejor todo lo que pasaron en las trincheras: Eso también es importante para todos los ucranianos y para mi país.” Cita una bella ucraniana en un descanso de su entrenamiento. Incluso, hay quienes afirman que en la guerra son más audaces, más inteligentes, ágiles y decididas que los mismos hombres y recuerdan a las yazidiés en Oriente Próximo cuando se enfrentaron a los fanáticos y drogadictos del Estado Islámico (Issis o Daesh), con singular e impresionante éxito.

         Desde hace algún tiempo significativo, las ucranianas no se quedan en casa refugiándose de los misiles rusos y pueden ver a los ojos a los invasores, mientras estos se desploman después del disparo certero hecho por una “valquiria”. Es suficiente motivo para respetarlas, temerlas y saber que todo un pueblo está en pie de guerra para expulsarlos y enviarlos de regreso a Moscú envueltos en sus banderas y dentro de un féretro. Esa es la consigna irrenunciable de estas valientes defensoras de su patria. 


La Facción Armada Hamás por Dentro. Quién

es Quién en este Grupo Palestino

 

ORIENTE PRÓXIMO-Para los aliados occidentales de Israel, que son la inmensa mayoría de potencias europeas, junto a los Estados Unidos, cuyo Congreso está atestado de judíos –dicho sea de paso-, quienes suman más de la mitad de los congresistas, la facción armada palestina Hamás, es un grupo terrorista con todas sus letras y definiciones. No más que eso. Y como tal, hay que combatirlo con toda la fuerza y todas las armas disponibles en los arsenales de sus ejércitos. Sin embargo, para quienes viven en esta región convulsa de Oriente, se trata de una facción armada, complementaria a la política, que quiere la fundación definitiva del Estado palestino y por ello utiliza todos los argumentos a su disposición: desde la fuerza, pasando por la extorsión, hasta llegar a la concertación de una paz transitoria. Entonces, la mayoría de musulmanes la consideran una fuerza patriótica que lucha en pro del nacimiento del Estado de Palestina y los derechos de sus pobladores.

            Lo que sí está claro en todos los aspectos en los que se le mire: el enemigo mortal de estos mercenarios, no es ningún otro que el Estado de Israel y hacia los judíos se dirige todo el odio de Hamás y sus ataques pasados, actuales y futuros en reciprocidad. En esto no cabe la menor duda.

            ¿Pero quiénes conducen Hamás, quiénes están a la cabeza de este grupo que ha tomado notoriedad mundial a partir del 7 de octubre anterior, cuando atacó a Israel en su propio territorio y desencadenó la mortandad que hoy estamos observando en la Franja de Gaza?

 

Los cabecillas poco o nada visibles

 

            Actualmente, en la lista que manejan los israelíes y los servicios de inteligencia de sus aliados, el principal líder de Hamás es Yahya al Sinwar, quien dirige a esta facción dentro de Gaza o por lo menos así lo hacía antes de los ataques brutales del ejército judío contra esta zona o gueto donde se arremolinan más de dos millones de ciudadanos palestinos. Por esa razón, el objetivo de los soldados israelíes es asesinarlo sin contemplaciones, porque se le considera, entre otras cosas, el ideólogo, el jefe táctico del operativo contra Israel del 7 de octubre anterior, en el que murieron más de 1,200 hebreos y tomaron como rehenes a unas 240 personas que han ido soltando paulatinamente, a cambio de prisioneros palestinos en las cárceles israelíes.

            En los archivos del MOSSAD, la oficina secreta de espionaje judío, se le considera carismático, muy inteligente, aunque brutal y sin escrúpulos. Tiene 61 años de edad y se dice de él que maneja a Hamás dentro de Gaza, con “mano de hierro”. Al Sinwar nació en 1962 en el campo de refugiados de Khan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, y fue uno de los fundadores de Hamás a finales de la década de los 80s; participó en la creación del ala militar, propiamente en las Brigadas Al-Qasam, que se especializaron en efectuar ataques suicidas en el corazón de las ciudades de Israel. En un momento dado, cuando descubrió  colaboracionistas con los israelíes dentro de las filas palestinas, no dudó ni un ápice a torturarlos y asesinarlos con tal brutalidad, que se le impuso el sobrenombre de “el carnicero de Khan Yunis.”

            En 1988, un tribunal israelí lo condenó a cuatro cadenas perpetuas por el asesinato de varios colaboracionistas con los judíos que actuaban dentro de Hamás y de dos soldados también israelíes. Ingresó en prisión donde aprendió hebreo y se dedicó a estudiar la mentalidad de los judíos, leyendo biografías de personajes de esa etnia. Estuvo tras los barrotes de su celda por 22 largos años, hasta que fue liberado en el 2011, junto con más de 1,000 prisioneros palestinos, tras las negociaciones que permitieron cambiarlos por el soldado israelí  Gilad Schalit. Cuando regresó a Gaza, Sinwar se dedicó de lleno a la conexión entre las alas militar y política de Hamás y en el 2017, se convirtió en el jefe de esta organización en la Franja de Gaza.

            En la actualidad se le busca por todas partes, debido a su implicación en el ataque contra territorio judío el pasado 7 de octubre; aunque ha logrado despistar con éxito a sus perseguidores y no se conoce su paradero.

            Mohamed Deif es otro de los cabecillas de Hamás. Encabeza, desde el 2002, las Brigadas Al-Qassam, el ala militar de este grupo guerrillero que se mantenía en Gaza hasta antes de los ataques del ejército israelí. El extenso sistema de túneles que hay debajo de Gaza, es responsabilidad, según los expertos, de este hombre que planeó y ordenó el ataque de Hamás del 7 de octubre contra blancos en Israel. A raíz de ese acontecimiento, está entre los primeros que quiere eliminar el Alto Mando judío; y desde 1995 ha sido uno de los más buscados por la inteligencia israelí; aunque en el año 2,000 estuvo temporalmente en una prisión en Israel, pero escapó gracias a la agitación que se dio durante la segunda Intifada (levantamiento de la población palestina contra el ocupante extranjero). Esa situación coyuntural se presentó desde el 2,000 hasta el 2,005.

            Se narra que Deif ha sobrevivido a siete intentos de asesinato y ha perdido un ojo, un pie y parte de uno de sus brazos; incluso varios miembros de su familia murieron durante esos ataques. Por causa de esos atentados y haber resultado con vida en todos ellos, se le ha apodado “el gato de las nueve vidas.”

            Otro líder de Hamas se llama Marwan Issa. Nació en un campo de refugiados de Gaza y se dice que perteneció, siendo muy joven, a los Hermanos Musulmanes, un movimiento importante dentro del mundo árabe, desde el cual nació y se desprendió la facción Hamás. Estuvo en prisión en Israel durante cinco años, debido a su participación en la primera Intifada (1987–1993). Actualmente es el subcomandante en jefe de las Brigadas Al-Qassam, y la mano derecha de Mohamed Deif.

            También ha escapado con vida a varios intentos de asesinato ordenados por el gobierno israelí y en la actualidad está entre los más buscados por los judíos, porque se considera que Issa tuvo un desempeño muy importante en la planificación y ejecución del ataque a Israel del 7 de octubre pasado.

            Finalmente, otros líderes palestinos son Ismail Haniya y Jaled Meshal, quienes tienen su sede en Qatar. El primero es considerado el líder supremo de Hamás. Haniya también nació en un campo de refugiados en la Franja de Gaza; asistió primero a una escuela de las Naciones Unidas (ONU), y después ingresó a realizar más estudios preparatorios en la Universidad Islámica de Gaza, donde contactó a movimientos radicales independentistas. En 1993 fue nombrado decano de la Facultad de Letras; y en 1997, director de oficina del líder espiritual de Hamás. En el 2006, fue nombrado primer ministro palestino por el presidente Mahmud Abás, pero fue removido de ese puesto un año posterior, debido a que Hamás expulsó al partido Fatah, del presidente, de la Franja de Gaza. No obstante, Haniya no aceptó su destitución y por esa causa los territorios palestinos están, de facto, divididos en dos: Fatah gobierna en Cisjordania; y Hamás, antes de los últimos ataques israelíes, gobernaba en la Franja de Gaza.

            Por su parte, Jaled Meshal nació en Cisjordania, en 1956. Estudió física en la Universidad de Kuwait, donde se radicalizó dentro de la corriente islamista. Después se trasladó a vivir a Siria y Jordania, donde se convirtió en uno de los fundadores de Hamás y su presidente, en 1996. Un año después, sobrevivió a un ataque en su contra, perpetrado por el MOSSAD, el servicio secreto judío.

            En estos momentos precisos, Meshal es el jefe de la oficina de Asuntos Exteriores de Hamás. Su cabeza también tiene un precio para los israelíes, quienes no han descansado en buscarle, perseguirle e intentar asesinarlo.

 

Tregua e intercambio de rehenes

            El escenario no pudo ser peor. Dantesco, con fuerte olor a muerte por todas partes; sin embargo, la población gazatí está habituada a ser bombardeada por los israelíes, a perder parientes en cada incursión mortal de los judíos en Gaza; pero, con toda esta situación, los palestinos que aquí viven están tratando de recobrar la rutina que tenían antes del 7 de octubre, cuando el brazo armado de Hamás atacó al territorio de Israel, mató a más de mil personas y secuestró a más de cien. Los gobiernos de los Estados Unidos, Qatar y Egipto, están tratando de que Benjamín Netanyahu, el dictador no declarado de Israel y enemigo mortal de los palestinos, extienda todavía más la tregua, hasta que la paz pueda ser alcanzada finalmente. Pero todos saben que se trata de un impasse en la sangría, que es quebradizo como el fino cristal, que es tan inseguro como el humanismo del mismo Netanyahu, quien tiene cero sentimientos en su fuero interno, más todavía tratándose del pueblo palestino, su némesis.

            En primera instancia, Hamás acordó con Tel Aviv que iba a liberar a 50 rehenes israelíes, a cambio de 150 mujeres palestinas presas en las mazmorras de Israel; no obstante, quienes resultaron liberados primeramente fueron mujeres y niños judíos, prioritariamente. Así lo decidió el Alto Mando de Hamás. El número de rehenes en su poder, asciende a 239 ciudadanos israelíes.

            El alto al fuego transitorio llegó tras 47 días de intensos bombardeos por parte del ejército de Israel, en una guerra desigual, de una poderosa milicia judía que está luchando contra un enemigo huidizo, que se escurre entre túneles, que entra en territorios de países vecinos, especialmente en el Líbano, y que no presenta batalla “face to face”, sino que lo hace en las sombras e inesperadamente. No es una guerra convencional para Israel; y de hecho, nunca lo ha sido.

            Lo cierto es que los rehenes han sido liberados por tandas y después de la primera liberación de judíos, fueron liberados los palestinos que estaban detrás de las rejas en Israel. Ante tal panorama, las principales cancillerías o ministerios del Exterior alrededor del mundo, en especial de los países occidentales, han mostrado su regocijo; además, también fue parte del acuerdo bilateral la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, con suministros médicos y combustible. Hasta el momento, los muertos entre los palestinos, debido a los intensos bombardeos israelíes, ascienden en número a más de 15,000, en un territorio como lo es el de Gaza, donde viven apretujados 2 millones y medio de civiles. Desde ninguna óptica puede llevarse a cabo un ataque “quirúrgico,” pues cualquier misil que allí caiga, puede matar perfectamente a 200 personas, aún si esa no fuese la voluntad de los oficiales que ordenaron su lanzamiento. De tal modo, han fallecido en Gaza 5,840 niños; y hay un número indeterminado de desaparecidos bajo los escombros de hormigón de lo que fueron sus casas y edificios públicos. Unas 1,7 millones de personas han sido desplazadas hacia el sur de la Franja.

            Una voz que se dejó escuchar positivamente, fue la del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien, en ningún momento, ha ocultado sus simpatías por la causa palestina y por las acciones militares de Hamás. Ha calificado la tregua como “un avance positivo” para ambas partes. “La pausa humanitaria –dijo el mandatario turco-, de cuatro días y el intercambio, aunque sea en un número limitado, de rehenes y prisioneros, es un avance positivo.” Y ha insistido en que el final del conflicto palestino/israelí se producirá cuando sea establecido un Estado palestino en las fronteras de 1967, con Capital en Jerusalén Este y solo así ocurrirá la coexistencia pacífica entre ambos pueblos. Señaló un convencido Erdogan.

            En referencia a los militares israelíes y a su dictador no declarado, Benjamín Netanyahu, el presidente de Turquía les dejó escuchar este mensaje claro y directo: “En Gaza se producen crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad y quienes los cometen, deben rendir cuentas ante la justicia internacional.”

            En lo que atañe a los presos que Israel ha liberado, los primeros 300 estuvieron compuestos por 33 mujeres, 123 adolescentes y 144 hombres que tienen alrededor de 18 años de edad. Todos ellos acusados de atentar contra las vidas de autoridades y ciudadanos judíos, de una u otra manera y en distintas épocas.

            De los ciudadanos judíos que han estado en poder de Hamás, después del rapto del 7 de octubre anterior, según un comunicado de prensa emitido por este grupo, 22 de ellos murieron debido a los mismos ataques aéreos perpetrados por la aviación israelí contra la Franja de Gaza. Así, según la nota firmada por Abu Obaida, combatiente palestino de Hamás. Y en lo que se refiere a los otros rehenes, el gobierno judío no ha dado a conocer detalles de quiénes son, aunque se ha filtrado que hay entre ellos soldados, la mayoría son civiles y niños. Incluso hay personas de distintas nacionalidades: de Alemania, Tailandia y Estados Unidos (judíos nacidos en esos tres países y con doble nacionalidad, en cuenta la israelí).

            Uno de los peores momentos que han vivido los cautivos, fue cuando la dirigencia de Hamás amenazó a Tel Aviv con asesinar a un rehén civil cada vez que un ataque aéreo israelí matara a un ciudadano gazatí “en sus hogares y sin previo aviso”, señala la sentencia. Según era de esperar, los israelíes hicieron caso omiso a esta advertencia y continuaron atacando indiscriminadamente por aire, a la Franja de Gaza. La finalidad de los palestinos, al tomar a los rehenes, fue intercambiarlos posteriormente por los 6,000 compatriotas que están en las prisiones de Israel y así lo hizo saber Jaled Meshal, dirigente de Hamás: “Uno de los objetivos de esta guerra era capturar a soldados y oficiales israelíes. Tenemos suficientes prisioneros para el intercambio de prisioneros palestinos.” Aseguró.

            La última vez que sucedió tal intercambio fue en el 2011, cuando el gobierno israelí aceptó liberar a cientos de presos de nacionalidad palestina, a cambio del soldado hebreo Gilad Shalit, quien había sido secuestrado previamente por Hamás y era su rehén desde hacía cinco largos años.

            En un intento de conclusión de los acontecimientos que se están suscitando en esta región de Oriente Próximo, hemos de destacar la reciente visita de Antony Blinken, el Secretario de Estado norteamericano a Tel Aviv, quien se reunió con Netanyahu cuando transcurría la tregua de los ataques judíos a la Franja de Gaza. Este último agradeció al estadounidense “el apoyo, desde el principio, de los Estados Unidos en la guerra para eliminar a Hamás.” En la cita estuvieron presentes miembros del Gabinete de guerra de Israel, entre quienes se contaron el ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí. Netanyahu aprovechó la oportunidad para explicar, con lujo de detalles, lo que serán los próximos ataques de su ejército a Gaza; mientras que Blinken le manifestó “el imperativo de tener en cuenta las necesidades humanitarias y de protección civil en el sur de Gaza, antes de (cometer) cualquier operación militar allí. Insto a Israel a tomar las medidas posibles para evitar daños a los civiles.” Manifestó.

            Estamos seguros de que Netanyahu lo oyó… pero no lo escuchó y proseguirá con la masacre de inocentes palestinos: niños, mujeres, hombres pacientes de hospitales, ancianos, etc. “Material de desecho” para el dictador israelí.


Este Podría ser el Principio de una Guerra Regional de Incalculable Magnitud

 

ORIENTE PRÓXIMO- El ataque primero de Hamás contra Israel y la respuesta desproporcionada de los judíos contra “todo lo que se mueva” en la Franja de Gaza, podría ser el inicio de una guerra de enormes proporciones en la región, donde los judíos llevarían las de perder y posiblemente lleven a efecto aquella amenaza de su ex primera ministra Golda Meir, de aniquilar a los musulmanes con la bomba atómica, que Israel tiene en su arsenal en cantidades importantes.

            La coyuntura bélica que se está presentado actualmente en Gaza, ha sobrepasado cualquier convencionalismo y ha entrado en el campo de la violación de los derechos humanos por parte del ejército israelí, que cumple a rajatabla las órdenes de Benjamín Netanyahu, el dictador no declarado de ese país. Por ejemplo, Raúl Incertis, anestesista al servicio de la organización Médicos sin Fronteras, ha denunciado atropellos flagrantes contra la población de Gaza y lo peor… contra los servicios médicos. Por esa causa, ha pedido que Israel “ponga fin a la barbarie (porque) están mutilando al alma y los cuerpos de personas que no tienen la culpa.” Ha dicho el profesional en medicina. Añadió que “la situación es insostenible, es como apagar un incendio forestal con un vaso de agua. La situación que atraviesa Gaza es trágica, convertida desde el inicio de los bombardeos en una jaula inhumana. Pido que ese castigo colectivo, cruel y desmedido y la pérdida de vidas humanas, termine ya.”

            Incertis pudo ser evacuado del sitio a través del paso de Rafah, en la frontera entre Gaza y Egipto y ya se encuentra a salvo; es miembro de Médicos sin Fronteras desde el 2019 y lamenta profundamente el hecho de que “los palestinos se encuentren insuficientemente alimentados, pasando sed y enfermedades infeccionas. Fuimos testigos de cómo miles de personas se abalanzaban sobre camiones de ayuda humanitaria, de la poca que queda, desesperados por conseguir un saco de harina. La situación, como podéis entender, es insostenible.” Indicó en un video que se ha hecho viral en la prensa española.

            Dentro de este relato, manifestó que pudo ver en la Franja de Gaza a palestinos que vieron morir a sus hijos, esposas, hermanos y abuelos; incluso, vio la muerte de un hijo de un compañero suyo en Médicos sin Fronteras: “(…) Mohamed perdió a su hijo de tres años. Lo tuvo que recoger de los escombros el otro día. La vida diaria de nuestros compañeros en Gaza, es no saber si les va a caer una bomba encima o nó. Sin embargo, eso no va a hacer que la organización deje de prestar ayuda allí. A pesar de estas condiciones tan difíciles, nuestros compañeros hacen lo imposible por ir a trabajar a los hospitales. Unos centros sanitarios cuya situación es también insostenible. No se puede aguantar más. Más de la mitad de estos sitios se encuentran inoperativos. La cuenta va creciendo cada día, no quedan fármacos para sedar, ni material quirúrgico para poder operar o hacer operaciones en condiciones de esterilidad.” Explica el anestesista.

            Es evidente que el caos ha ensombrecido y llenado de muerte por doquier a Gaza, a raíz de los ataques israelíes a una población indefensa y a ello hay que sumarle la falta de energía eléctrica y carburantes. Es cuando Incertis vuelve a explicar a la prensa en torno suyo: “Están racionando las horas de luz a servicios mínimos; solo para la UCI o las urgencias. Se han desconectado pacientes de ventilación mecánica. Las incubadoras corren peligro. Es decir, esto no hay quien lo aguante. Los compañeros del sanitario acaban jornadas que a veces son de siete días y ni siquiera saben si van a poder regresar a ver a sus familias, si las carreteras han sido dañadas o si hay bombardeos activos. Es muy peligroso. En nombre de Médicos sin Fronteras, hago el enésimo llamamiento para que se ponga fin a la guerra; es una barbarie que está diezmando el alma y los cuerpos de las personas, de niños que no tienen la culpa de nada. Por favor, dejen entrar más camiones de ayuda, porque los camiones que entran ahora, son totalmente insuficientes. Y dejen entrar a más personal médico y humanitario desde afuera. ¡Por favor, que se deje salir a los palestinos de la Franja, un ‘cuello de botella horrible’, ‘una ratonera’ donde se han visto metidos y en la que están muriendo! (…) Hay más trabajadores y equipamiento médico que está esperando para entrar en la Franja. Volvemos a repetir: se debería permitir salir de la Franja a todo aquel que lo desee, tanto palestinos como personal internacional. Y, en el caso de los palestinos, con las garantías de poder regresar cuando todo esto termine. Pido que no se evacúen de los hospitales del norte. Es inviable. Es poner en riesgo las vidas de estas personas.” Concluye un explícito y categórico Raúl Incertis, anestesiólogo de Médicos sin Fronteras, quien, finalmente, pudo abandonar Gaza con destino a Egipto y cuyas narraciones describen la masacre que está efectuando el ejército judío entre los palestinos.

 

Varios grupos en armas contra los israelíes

 

            Tal y como se presentan las cosas en la actualidad, la situación bélica podría aumentar en contra de Israel, debido, fundamentalmente, al odio de incalculables proporciones que los musulmanes sienten y profesan contra los judíos. Ya se habla en Oriente Próximo de la activación del “Eje de la Resistencia”, dentro de un escenario que sería catastrófico para el mundo, con la detonación de varios grupos a la vez. Esto supondría un cambio drástico de todo lo que ha experimentado Israel hasta el momento y tendría repercusiones en el orbe entero. Según aseguran los analistas especializados en las incidencias en esta región.

            “Como piezas de dominó han ido cayendo y tensionando las relaciones con la vecindad; y entre ellas, una de las fichas que más preocupan, es la de Irán.” Indica un analista. Toma como base al ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amir Abdollahian, quien ha asegurado con un dejo profético y apocalíptico que “el tiempo para las soluciones políticas se ha terminado.” Agregó que la probable propagación de la guerra a otros frentes, se acerca a un punto que resulta inevitable y sentencia en una de sus redes sociales: “El tiempo se acabó.” Más concreto todavía, el titular de Exteriores de Irán ha asegurado que, con el ingreso del ejército israelí en Gaza, se daría una respuesta del “Eje de la Resistencia” y podría significar la entrada de Irán en el conflicto, actuando como un exportador global de turbulencias.

            Y para Ali Vaez, director del programa sobre Irán del International Crisis Group, “si Irán se involucra directamente en el conflicto, existe el riesgo de que países como Irak, Siria o Líbano, a su vez, se vean implicados. Las consecuencias podrían ser catastróficas, no solo para la región, sino para el mundo entero.” A estos argumentos se ha sumado el  portavoz libanés de Hamás, quien dijo a un periódico inglés que “los objetivos del ‘Eje de la Resistencia’, no son otros que destruir a Israel y contrarrestar la influencia norteamericana en Oriente Próximo. En este caso, estaríamos hablando de la posibilidad de una escalada de enorme violencia, con una guerra regional entre varios países.”

Más preocupante aún es la amenaza que hizo el gobierno iraní de arrasar a Tel Aviv, Capital de Israel, con sus misiles de largo alcance y sus sistemas no tripulados; fue cuando el ministro judío de Defensa, Yoav Gallant, dijo que “Irán ya no es un proveedor local que sirve a sus representantes en Oriente Próximo: es una corporación multinacional de armas avanzadas.” No hay que olvidar que el factor nuclear cuenta y, en este caso, los iraníes tienen uno de los mayores arsenales de misiles balísticos de largo alcance, que podrían alcanzar el sureste de Europa, incluso. Su ejército está entre los veinte más poderosos del mundo, revela una fuente del Pentágono estadounidense.

          A pesar de lo anterior, Hossein Amir Abdollahian, ministro de Exteriores de Irán, aseveró que su país no tiene la intención de entrar en conflicto directo con Israel, siempre y cuando los judíos no ataquen a su territorio, “pero eso no supone necesariamente neutralidad.” Indicó. Los conocedores de la política bélica iraní dicen que esta es una nación “maestra en la guerra por delegación”; es decir, apoya en todo sentido a aquellos ejércitos musulmanes (y al ruso incluso), y siempre lo hace entre bastidores, detrás del escenario, sin dar el rostro a la vista de los observadores. Invierte financiera, militar y tecnológicamente en el desarrollo del llamado “Eje de la Resistencia”, compuesto por Siria, el grupo Hizbulá, en el Líbano; las milicias chiitas en Irak, grupos militantes en territorios palestinos, los hutíes en Yemen, Afganistán y Pakistán, una suma de fuerzas, junto a Hamás y la Yihad Islámica, donde Irán se sirve de todos ellos para conseguir sus objetivos políticos y armados.

 

Facciones poderosas, armadas hasta “los dientes”

 

Hisbulá es la organización más y mejor armada del planeta. Está mejor entrenada que Hamás; su líder, Sayyed Hassan Nasrallah, ha dicho que cuentan con 100,000 combatientes y 150,000 misiles.

           El artífice de esta alianza que hizo nacer al “Eje de la Resistencia”, fue el general iraní, Qasem Soleimani, asesinado por un dron israelí. Este militar fue comandante del grupo élite Quds, de la Guardia Republicana de Irán; era apodado “el comandante fantasma”, debido a sus poquísimas apariciones públicas, aunque se sabía de sus actividades bélicas en la región, especialmente en la guerra contra el criminal Estado Islámico (Daesh o Isis), y que terminó con la derrota de aquellos asesinos fanáticos que llegaron a apoderarse de la mitad del territorio sirio e iraquí, más los pozos petrolíferos de la zona.

Los Estados Unidos se muestran profundamente preocupados por la situación en Oriente Próximo y ya ha tenido que derribar misiles disparados contra sus barcos estacionados en el Mediterráneo, en aguas israelíes y palestinas. El objetivo de los norteamericanos ha variado en el sentido de que no solo deben contener y derrotar a Hamás, en apoyo irrestricto a las fuerzas israelíes, tal y como proclamó Joe Biden, sino también, ahora deben contener a Irán. Es por eso que han enviado a dos portaviones y han activado a 2,000 militares, quienes podrían entrar en acción en cualquier momento, cuando resulte apremiante el conflicto.                  En el fondo, y según Ian Bremmer, analista y fundador de la firma de investigación de riesgo político Eurasia Group, “el mensaje de Estados Unidos es muy claro: no ampliar esta guerra a Irán, porque las consecuencias de ello es un crudo (barril de petróleo), a US$150 como mínimo. El mundo volvería a caer en una recesión global y las consecuencias de esto es la conflagración en la región.”

En lo que atañe al programa nuclear iraní, una guerra donde se viera implicado su ejército de manera directa, representaría un alto coste para dicho programa y así lo ha hecho ver Ali Vaez, director del programa sobre Irán del International Crisis Group, cuando manifiesta: “Si entramos en una guerra a gran escala, Estados Unidos e Israel probablemente lo verán como una oportunidad para destruir el programa nuclear iraní, que está más cerca que nunca de desarrollar armas nucleares. Esto tendría unas consecuencias increíbles, en capacidades militares y posiblemente enormes bajas humanas.”

Para concluir, el ministro del Exterior iraní, asegura: “El ‘Eje de la Resistencia’ tiene cohesión, han diseñado los escenarios y tienen las manos preparadas en el gatillo. Y su mejor baza es alimentar los días de ira que podrían estar por venir.”

             Es evidente que podríamos estar en la antesala de una guerra “de hondo calado,” con resultados aún peores.


Serguei Jirnov, Ex Espía Ruso, Dice que Putin podría usar Armas Nucleares si la Victoria

le es Evasiva en Ucrania

 

BRUSELAS, Bélgica-Trabajó en la tristemente célebre KGB rusa, cuando Vladímir Putin, hoy dictador de Rusia, también pertenecía a ese cuerpo de espías que se paseaba por las naciones de Occidente, husmeando en los gobiernos y recolectando información sensible para enviarla al Kremlin, en Moscú. Se trata de Serguei Jirnov, quien ha analizado profundamente la invasión del ejército ruso a Ucrania y ha subrayado con toda seguridad de la que es capaz, que “si Rusia pierde demasiado (tiempo, hombres y municiones), Putin podría usar armas nucleares”, con tal de finiquitar de una vez por todas esta guerra que se le ha dificultado en grado sumo y está más cerca de perderla que de ganarla.

            Vladímir Putin, dictador y tirano de todas las Rusias no ha cumplido su objetivo, cual es el de derrotar a Ucrania, someterla, hacer de su gobierno un Estado títere al poner a un hombre obediente a Moscú, del mismo corte de Alexandr Lukashenko, en Bielorrusia, una marioneta que le dice “sí” a todo lo que ordena su jefe Putin, desde el Kremlin. Pero no ha podido deshacerse del valiente ejército ucraniano, no ha podido reducirlo, someterlo y después desaparecerlo. Lleva un año y medio en esa guerra, sin visos de poder terminarla y lo peor se fundamenta en que sus hombres se han estancado en trincheras, desertan o caen muertos por las balas ucranianas. La situación del dictador ruso no es la mejor. Está muy lejos de serlo.

            Serguei Jirnov, como hemos referido, trabajó en la KGB, cuando Rusia era la temida Unión Soviética, y ahora vive “en algún país de occidente”, que no revela por razones obvias de seguridad personal y brindó una entrevista al diario belga L’Echo, y en ese análisis ha mencionado que Ucrania tiene la capacidad para ganar el conflicto armado, aunque no tiene suficiente equipamiento para lograrlo. “Si los países aliados proporcionan a Ucrania todas las armas que requiere, podrá empujar al ejército ruso más allá de su territorio e incluso, de Crimea. Si Occidente no hace eso, o si tarda demasiado, los rusos resistirán por años venideros. Tengo la impresión de que todo el mundo tiene miedo de que esta guerra termine y esa es la razón por la que no estamos suministrando todas las armas necesarias a Ucrania.” Puntualiza categórico.

 

Estancamiento de las acciones

 

            Jirnov considera que “la guerra está en un callejón sin salida (y) Ucrania debe ganar y los rusos no deben perder demasiado; de lo contrario, existe el riesgo de que Putin use armas nucleares. Nunca aceptará la derrota.” Afirma. Es por esa razón que se teme una victoria de parte de Ucrania, porque podría inducir al dictador a un avance con reacciones extremas, como podría ser el uso de armas de destrucción masiva. Un peligro que se acentúa más allá, ya que esas ojivas nucleares caerían en un territorio donde las plantas nucleares (más grandes incluso que Chernóbil), están instaladas más que en ningún otro país europeo y la fuga de material radiactivo, por causa de las explosiones de los misiles, podría ser una incalculable tragedia.

            En su opinión colegiada y como amplio conocedor de lo que acontece en el seno del ejército ruso, Serguei Jirnov considera que “Rusia no puede ganar la guerra convencional. Su ejército tiene solo 1,5 millones de hombres mal entrenados y mal equipados, se reduce a salir de los viejos tanques soviéticos T-54. Todo es falso. Han gastado su dinero en fabricar misiles hipersónicos y Tanques Armata, pero solo tienen unos pocos. Además, Putin tiene 6,000 ojivas nucleares, de las cuales 1,800 están en servicio. Podría haber usado armas nucleares el 24 de febrero del 2022, durante el ataque. Hoy es demasiado tarde. Si hubiera usado armas nucleares contra Kiev, la OTAN estaba lista para pulverizar los 17 barcos de la flota rusa en el Mar Negro y los 350,000 soldados en el frente oriental.” Explica.

En ese sentido, la guerra está estancada y el péndulo no se mueve a favor de los dos contendientes: “con el ejército ruso incapaz de ganar y Ucrania sin armas suficientes para culminar el contraataque, una salida podría estar en la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI), en La Haya, Países Bajos, contra Vladímir Putin. La única solución –insiste el ex espía ruso-, es arrestar a Putin y entregarlo a La Haya, como ocurrió con el presidente serbio, Slobodan Milosevic. Putin nunca aceptará la derrota. Tendremos que hacer las paces sin él, después de enviarlo a prisión. Es posible detenerlo. La gente a su alrededor comienza a tener miedo de perderlo todo. De moverse. Unos quince pesos pesados han dejado el régimen o huyeron de Rusia.” Razona el entrevistado.

Empero, detener al dictador sigue siendo una utopía debido al fortísimo anillo de seguridad que lo rodea: es una escolta de decenas de soldados, entrenados para ser absolutamente leales a su líder y dispuestos a morir por él en un eventual ataque; además, Putin ya no sale a naciones que están adscritas a la Corte de La Haya, tal y como sucedió con Suráfrica, cuando tenía que estar presente en una Cumbre de naciones y prefirió enviar a su ministro del Exterior, Serguei Lavrov. Él se cuida demasiado, porque sabe que la CPI no bromea en cuestiones de órdenes internacionales de captura. A  pesar de lo anterior, el ex espía cree que “no es imposible (capturarlo), (porque) el ejército ruso y el FSB tienen los medios para arrestarlo. Su guardia cercana también puede hacerlo. Putin está empezando a asustar a la gente y las cosas se están moviendo. Lo que digo está basado en entrevistas con ex miembros de la KGB.” Asegura.

            En la parte final de su entrevista para el diario belga, Jirnov describe la personalidad de Vladímir Putin, el tirano de Rusia: “No leyó casi nada en su vida, excepto cuentos de hadas para niños cuando tenía 6 años, a los que todavía se refiere a menudo hoy en día. Es un sociópata. Soy ruso y digo que Putin está matando a Rusia. No tiene empatía. Ya no es racional. Es difícil entender por qué alguien que permanece en el poder durante años, con una economía en funcionamiento, pone todo ‘patas arriba’ de la noche a la mañana al lanzar una guerra. Putin es débil, solo tiene a China de su lado… y se beneficia a muerte.”

            Tales han sido sus palabras concedidas al entrevistador del periódico L’Echo, de Bélgica, y tal es su optimismo en referencia al tirano que ha enviado a sus tropas a masacrar a Ucrania; aunque la verdad de los hechos nos muestra que la guerra ruso/ucraniana no da visos de un final cercano, ni mediano en el tiempo siquiera; y lo peor para los optimistas como Jirnov, radica en que la salud de Vladímir Putin es muy buena; su estabilidad en el poder y la obediencia de quienes le rodean, es total, absoluta e incondicional, todo un reto para los positivistas que lo ven afuera del Kremlin y esposado rumbo a La Haya para ser juzgado. Solo el paso de los meses dará una respuesta certera, una confirmación que, por lo pronto, es evasiva a la comunidad mundial que observa los acontecimientos. Tan evasiva como la victoria para el dictador nacido en San Petersburgo.


Muere el Jefe de la Cosa Nostra. Su Puesto

 ha Quedado Vacante

 

SICILIA, Italia- Con toda la parafernalia de la que es capaz, la organización siciliana de la mafia, la Cosa Nostra, con esa solemnidad que la caracteriza, ha mostrado su intenso dolor, su abatimiento agónico por la muerte de su último gran jefe, Matteo Messina Denaro, quien contaba con 61 años de edad. Ni muy joven ni demasiado viejo. En otras palabras, en plenitud de su vida, con una gran experiencia a su favor, especialmente en el manejo de todo lo concerniente a esta organización criminal; es decir “la cream de la cream” de los mafiosos.

            Su muerte se produjo en un hospital céntrico del país, según informó la policía, donde ingresó debido al cáncer del colon que padecía y del que se estaba tratando cuando se hallaba en fuga, un escape que perduró a lo largo de tres décadas, hasta que las autoridades descubrieron que esa persona que se trataba el mal cancerígeno, era nada menos que Messina. A raíz de ese rastro que dejó su historial médico, lo ubicaron y detuvieron en una clínica de Palermo y nunca más vio la libertad, aunque continuó su tratamiento contra el cáncer que lo aquejaba.

 

Una vida “de película”

 

            Si un detalle importante tiene la zaga de El Padrino, obra de Mario Puzo, quien escribió el guion de la primera película en 1969, se fundamenta en que está basada enteramente en la realidad y las escenas que describen las actuaciones de la mafia italiana (la única mafia existente, real y genuina), son idénticas a las que suceden en la vida real y cotidiana. En el caso específico de Messina Denaro, éste actuaba con igual crueldad que los jefes de los que nos relata Puzo; era un representante fiel y temido de la Cosa Nostra, un hombre despiadado, sin corazón ni alma cuando terminaba con aquellos a quien decidía asesinar. Por tal motivo, pesaban sobre él seis cadenas perpetuas dictadas por los tribunales italianos ante los que compareció, concretamente por su implicación en el crimen del juez antimafia Giovanni Falcone, en 1992; en los atentados mortales de Roma, Florencia y Milán, en 1993; y por el secuestro y asesinato de un joven de 12 años de edad, hijo de un testigo del caso Falcone. Sin embargo, este “capo de capos” se encontraba en fuga y desapareció sin dejar rastro en el verano de 1993. Los siguientes 30 años no se supo gran cosa de él, fue un enigma para la policía italiana, que, a pesar de su despiste, seguía dando fuertes golpes contra los mafiosos. Mientras tanto, su ausencia y sus actividades criminales, le iban dando un cariz de leyenda y se hablaba de él como si fuese un personaje de ficción, de esos por los que Hollywood gasta kilómetros enteros de celuloide en las películas que los inmortaliza.

            En todo caso, su búsqueda nunca decayó, las autoridades nunca se dieron por vencidas y continuaron buscándolo allí donde se creyera que estaba oculto, hasta que el 16 de enero del 2023 fue detenido cuando visitaba una clínica donde se le atendía de su padecimiento de cáncer y bajo identidad falsa, como era de esperar. Lógicamente, ese día de la detención su asombro fue mayúsculo, pues no podía creer que la policía italiana diera con él y justamente en el peor de sus momentos, cuando la enfermedad hacía estragos en su organismo. Ciertamente, los investigadores llevaban todos esos años rastreándolo en la campiña siciliana, porque tampoco aparecía en el extranjero, donde INTERPOL (Policía Internacional), también lo “olfateaba.” Los inspectores interceptaban constantemente a sus amigos y familiares para preguntarles sobre el misterioso paradero del “capo de capos”; pero el famoso “silencio de la mafia” fue lo único que lograron en todos aquellos trances. Pero la verdad es que nada queda oculto bajo el cielo y sobre la tierra, ya que se escuchó hablar en la misma comarca de la isla siciliana, de una persona extraña que padecía cáncer y problemas oculares; fue cuando la policía cotejó las características de Messina Denaro con el paciente y se dieron con mayor intensidad a su captura. Usaron una base de datos del sistema nacional de salud para buscar pacientes varones de cierta edad, por encima de los 55 años y con el historial médico adecuado, hasta que lo encontraron en la clínica de Palermo. De inmediato, y bajo estrictas medidas de seguridad, fue llevado y encerrado en la cárcel de alta seguridad, de L’Aquila, en el centro de Italia, donde, a pesar de su nefasto pasado y presente, se le siguió dando la posibilidad de tratarse del cáncer de colon. Los médicos iban a su celda, pues era más seguro allí que en un centro médico fuera del penal. No fuera que sus subalternos de la Cosa Nostra lo quisieran liberar, usando toda su fuerza y criminalidad para tal cometido.

Llamó también la atención el hecho de que Messina nunca se desarraigó de su amada Sicilia y siempre permaneció en su ciudad natal, Castelvetrano, al oeste de la isla, donde vivió su ocultamiento a lo largo de los 30 años en los que logró evadir a la policía italiana. Incluso los psicólogos que laboran para el departamento policial del país, sabían del profundo apego y cariño del ex jefe de la Cosa Nostra por “la tierra chica”; es decir, el sitio que le vio nacer, por ello descartaron que se hubiese marchado al extranjero.

            No obstante la orden de no sacarlo del reclusorio penal, en agosto pasado Messina Denaro tuvo que ser llevado al pabellón de presos del hospital local, ya que su caso clínico mostraba un empeoramiento evidente y convincente; incluso, la prensa italiana informó que en los últimos días, antes de su fallecimiento, se encontraba en “coma irreversible.” Ya no se le alimentaba y él mismo había pedido al personal carcelario y médico que no se le reanimara… había preferido morir. Tal era su situación.

 

“No pertenezco a la Cosa Nostra 

 

            En los reiterados interrogatorios de rigor y rutina, efectuados por la policía, Matteo Messina Denaro siempre respondió con un rotundo y categórico: “No pertenezco a la Cosa Nostra. No sé quiénes son. Nunca he estado con ellos.” Las autoridades no sabían si esbozar una sonrisa por la “tomadura de pelo” que Messina quería darles o debido a la monumental mentira que estaba diciéndoles el “capo de capo”, “el jefe de jefes.” Pero lo que indudablemente sucedió en las almas y corazones de muchos italianos que vivían bajo su amenaza, fue el reencuentro con una extraordinaria calma al conocer la noticia de que había sido detenido y se encontraba mal de salud. La paz regresaba a sus espíritus, indubitablemente.

            A pesar de su constante y sostenida negativa de pertenecer a la Cosa Nostra, las autoridades sabían a la perfección de que Messina Denaro participó, directa e indirectamente, en varias masacres en Italia; incluso cuando pasó a la clandestinidad, no dejó de girar órdenes para acabar con las vidas de aquel, de cual o tal personaje de la vida del país. En junio de 1993 eludió la primera orden de captura en su contra y la Cosa Nostra se comenzó a mover con mayor intensidad, no solo en Italia, sino en todo el continente europeo. De esa época se recuerda con dolor la masacre de Via dei Georgofili, en Florencia, y el intento de asesinato de Maurizio Costanzo, en Roma. En julio del mismo año, hicieron explotar bombas en la Capital italiana y en Milán, más la amenaza hecha pública de que atacarían mucho más en las horas del día que en las noches, con la finalidad de que el número de víctimas fuese mayor. Ello fue más preocupante para la policía. De hecho, en abril de 1993, los mafiosos distribuyeron fotos y folletos turísticos con imágenes de los lugares artísticos que iban a ser atacados por ellos y en las distintas ciudades elegidas. Fue una declaración de guerra a no dudar y había que responder en consecuencia de parte del Estado italiano, concretamente de su Ministerio de Seguridad.

            Retornando a la figura de Matteo Messina Denaro, su importancia no solo radicó en que era el último jefe de la mafia siciliana capturado vivo, una leyenda tenebrosa sin duda alguna, sino en los secretos que guardaba en su mente criminal y que, de haberlos contado a la policía, hubiera ayudado a dilucidar muchos casos que se mantienen todavía en las penumbras, en el mayor de los sigilos y silencios. Messina era “un archivo vivo, caminante y parlante”, que, sin embargo, se negó a delatar a sus hombres y acciones, basándose en el “código del silencio” que los mafiosos juran al ingresar a la organización. Los misterios se mantienen, perduran, en especial en lo que atañe a Bosellino y a Constanzo.

            Un periodista de un importante diario italiano, así le define: “El hecho de haber sido el último fugitivo de la Cosa Nostra, permaneciendo escondido hasta hace ocho meses, había convertido a Matteo Messina Denaro en un guardián de secretos que parecen destinados a seguir ocultos tras su muerte. Un cofre del tesoro que sólo él podía abrir, y que se cuidó de no hacer cuando se encontró cara a cara con los jueces de instrucción tras su captura.” Para colmo de males, cuando ya no pudo seguir mintiendo miserable y descaradamente, le dijo con cinismo al fiscal que le interrogaba: “Nunca me arrepentiré. Si tengo algo, no lo diré. Sería estúpido.” Una decisión, un juramento que mantuvo hasta más allá de su muerte y que muchos de sus leales le admiran y agradecen; pues, de haber hablado, de haber “soplado”, decenas de mafiosos estarían ahora en prisión tras la actuación policial en consecuencia.

            Lo cierto es que Messina conocía al dedillo la razón por la cual Totó Riina decidió cambiar de opinión sobre el asesinato ya planeado del juez Giovanni Falcone. En aquella oportunidad, Matteo viajó a Roma junto a un grupo de compañeros, formando aquel comando que iba a ultimar al juez. Todos eran demasiado jóvenes, recién reclutados por la Cosa Nostra y demostraron su inexperiencia cuando comenzaron a alternar compras en los negocios capitalinos, mientras preparaban las emboscadas al magistrado. Fue cuando el entonces “jefe de jefes”, Totó Riina decidió abortar el atentado y llamó a los ragazzos de regreso a Sicilia. La versión de esta contraorden indica que Riina había encontrado otro camino para matar al juez y llevar a cabo la famosa masacre de Capacim en la misma Sicilia y con métodos todavía más sanguinarios e impresionantes. La finalidad era, además de la vendetta (venganza), perpetrar un atentado mucho más impactante para desencadenar “una nueva estrategia de la tensión (terror ciudadano y policial).” Pasado el tiempo, Riina fue detenido en enero y el archivo que solo él manejaba sobre la actividad de la Cosa Nostra, se cree que pasó a manos de Messina Denaro; así según confesión hecha por Nino Giufré (ex mano derecha de Provenzano), quien se entregó a los Carabinieri y se convirtió en colaborador de la justicia. “Creo que parte de los documentos sustraídos por la mafia de la casa de Totó Riina, fueron a parar a Messina Denaro.” Así lo dejó escuchar Giufré desde su detención el 16 de enero del 2023. Pero, con su muerte reciente, Messina se ha llevado todos esos secretos tan útiles para la policía, al fondo de los abismos donde ha ido a parar.

            Por otra parte, se rumorea que Messina Denaro recibió la famosa agenda roja de Paolo Bosellino, que desapareció de Via D’Amelio inmediatamente después de la masacre allí realizada por la Cosa Nostra. En esas páginas, consideradas por los mafiosos “ultra secretas”, están los nombres de quienes participaron en dicha masacre. Otros datos que permanecen ocultos se refieren a la transformación de la mafia que estaba confrontada con el Estado italiano y que dio súbitamente un giro, para convivir y tolerarse con el mismo Estado. Ello sucedió bajo la dirección de Bernardo Provenzano, quien asumió la nueva actividad de sus hombres, quienes ya no pondrían bombas ni ejecutarían crímenes extraordinarios en todo el país, sino que llegarían a acuerdos con los políticos de turno, quienes permitieron libertad de acción a la Cosa Nostra, para que continuara con sus negocios oscuros de siempre; y Messina Denaro no solo se adaptó al “nuevo signo de los tiempos”, sino que compartió también con esos mismos políticos.

            Tras la captura de Bernardo Provenzano, en el 2006, en su escondite en las afueras de Corleone, la policía encontró correspondencia suscrita por Messina en la que decía que se había hecho partidario de “la mafia silenciosa”, durante el nuevo milenio, lo cual significaba que iba a entretejer alianzas y complicidades con las autoridades y políticos del momento en Italia, lo mismo con las profesiones liberales que le ayudaron a escapar de la justicia hasta enero pasado, cuando fue capturado en la clínica de Palermo.

            Esos son algunos de los secretos que se llevó a su féretro Matteo Messina Denaro, el último jefe indiscutible de la Cosa Nostra: sus pactos con las autoridades, los atentados fallidos, los cambios de decisiones en último minuto de parte de otros capos, el contubernio en múltiples casos con miembros de la Iglesia Católica y los nombres, muchos nombres, de personajes engarzados en los distintos Gabinetes de gobierno, quienes están y estuvieron de plácemes con la mafia. Pero lo que más echarán de menos los miembros de la Cosa Nostra, será la personalidad del propio Messina Denaro, quien es, hasta la fecha, insustituible en su nomenklatura en tiempos particularmente difíciles para la legendaria y criminal organización. 


El Asesinato de Prigozhin

El Largo Brazo de la Venganza de Vladímir Putin

 

MOSCÚ, Rusia- A pesar de que el dictador y tirano ruso, Vladímir Putin, lo niega a pies juntillas de que él no mandó a cometer el asesinato de Yevgueni Prigozhin, todo apunta a que, efectivamente, su característica sed de venganza, acabó con la vida del terrorista de raza judía, nacido en Rusia.

 

            Solo era cuestión de tiempo para que sucediera; pero nunca creímos que el asesinato de este terrorista llegara tan pronto, apenas a escasos dos meses de haber recorrido la autopista que lleva a Moscú, para derrocar a Putin. Lo que quiere decir que el dictador ruso no pudo contener su deseo de acabar con su enemigo, el líder del Grupo Wagner, que fue “el brazo mercenario y terrorista del Kremlin en la última década.”

 

            La postura fría, enigmática, que desató mayor miedo en quienes le conocen, y controlada de Vladímir Putin, cuando Prigozhin ordenó a sus mercenarios dar vuelta de regreso y no continuar su viaje, en convoy, hacia la Capital de Rusia para hacerle la guerra al tirano, acaba de develarse con el derribamiento del avión donde viajaba el terrorista, junto a su grupo de principales asistentes. Es el estilo de Putin, no cabe duda. Hasta el menos avezado en política internacional, lo podría descubrir y asegurar.

 

“La cortina de humo” extendida por el dictador

 

            Con una frialdad que caló los huesos de quienes saben cómo y quién es Putin, éste indicó que Prigozhin podría refugiarse en Bielorrusia, “bajo el ala” de su testaferro, el también dictador de esta nación, Alexandr Lukashenko. Es muy posible que Putin le dijera a este último por video-conferencia: “Mantenlo en tu país, mientras preparo el atentado para acabar con él.” Fue cuando Lukashenko, siempre servil y obediente al Kremlin, ofreció refugio a los “Wagner”, que venían desde Ucrania de recibir paliza tras paliza de parte del valiente ejército ucraniano. Todo era cuestión de días, hasta que el avión donde viajaba el terrorista de origen judío, llamado Yevgueni Prigozhin, fue bajado por una detonación. “La cortina de humo” que despistó a la mayoría, incluyendo a los comandantes del pésimo ejército ruso, solo la extendió Putin para ganar tiempo y planear infaliblemente su venganza contra quien quiso bajarlo del poder.

 

            El percance que le costó la vida a la plana mayor del Grupo Wagner, se dio a conocer cuando la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia, confirmó la muerte de Yevgueni Prigozhin, cuando el avión en el que viajaba se estrelló. Junto a él murieron otros 9 mercenarios, de acuerdo a otra versión del Ministerio de Emergencias ruso. Incluye el informe el deceso de uno de sus comandantes más importantes, considerado “la mano derecha” del terrorista a sueldo, llamado Dmitri Utkin, quien fue jefe del servicio de inteligencia del ejército de Rusia. El avión era un Wmbraer Legacy 600, que tenía en su cola la matrícula RA-02795. Ocurrió en la región de Tver, cerca de las 18:40 horas de Moscú. En las proximidades de la aldea de Kuzhenkino. La aeronave volaba por la ruta comprendida entre la Capital rusa y San Petersburgo. Pocas horas después, el propio Grupo Wagner publicó en su cuenta de Telegram, llamada Grey Zone (Zona Gris), la siguiente esquela: “El jefe del grupo Wagner, héroe de Rusia, un verdadero patriota, Yevgueni Progozhin, murió como resultado de las acciones de los traidores de Rusia (en clara culpa a Putin y su Estado Mayor). ¡Pero incluso en el infierno será mejor! ¡Gloria a Rusia!” De acuerdo a los mercenarios, el Ministerio de Defensa –por órdenes de Putin-, derribó el aeroplano al usar un sistema antiaéreo. Serguéi Shoigú, quien dirige a ese ministerio, fue el señalado directamente por los terroristas.

 

            Justamente a dos meses del levantamiento de Prigozhin con sus hombres, contra el gobierno totalitario de Rusia, se produce este supuesto accidente. Es oportuno recordar aquí, que el líder de Wagner se dirigió con varios camiones atestados de hombres en armas, por una autopista que lleva directamente a Moscú, para intentar el derrocamiento de Putin y su camarilla. Pero una súbita llamada del dictador de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, a la postre servil de Vladímir Putin en el gobierno títere de Minsk, convenció a Prigozhin de devolverse a sus bases o hacia territorio bielorruso, donde le darían asilo. Entrado en razón, ordenó virar y poner dirección rumbo a Minsk. Esa posibilidad de ser derrocado, conociendo la mentalidad de Putin, no pudo haber sido pasada por alto. Fue cuando el tirano ruso planeó el atentado que se llevó a ejecución hace escasos días y que le costó la vida a toda la plana mayor de Wagner, cuando viajaban en el avión.

 

            No obstante las evidencias y las sospechas, el gobierno ruso ha desmentido la autoría del hecho. Dmitri Peskov, vocero del Kremlin, ha salido al paso de las afirmaciones, alegando: “rechazamos rotundamente las especulaciones occidentales sobre la supuesta relación nuestra con el siniestro del avión del jefe de Wagner. Es todo mentira. Al abordar este tema, hay que basarse en hechos. (Desgraciadamente) no son muchos; pero hay una investigación en marcha.” A pesar de estas palabras que refutan el acontecimiento de parte de la dictadura moscovita, en los Estados Unidos, Alemania, Francia, Ucrania y el Reino Unido, hacen recaer las sospechas sobre Putin y sus secuaces. “Hay mucha especulación en torno al accidente de avión y la trágica muerte de los pasajeros, incluido Yevgueni Prigozhin, y ya sabemos en qué sentido se especula en Occidente.” Volvió a defenderse Peskov.

 

            Pocas horas después, Vladímir Putin emitió su opinión al respecto: “Los exámenes técnicos y genéticos que realizarán los especialistas, requerirán algún tiempo. Prigozhin era un hombre de talento y buen empresario, que cometió graves errores durante su vida, pero logró los resultados necesarios.” Uno de esos errores y que Putin no mencionó con claridad, fue enfrentársele a él y a su grupo de militares. Justamente por ello, la vida le fue cercenada.

 

            Empero, según la versión del Grupo Wagner un misil de la defensa aérea de Rusia, fue el que bajó al aparato en pleno vuelo, cuando se dirigía desde el aeropuerto de Sheremetyevo de Moscú, hacia San Petersburgo. Media hora después del despegue, el avión con los mercenarios se estrelló. Por su parte, Mijailo Podoliak, asesor de la presidencia de Ucrania, instigó más sobre el asunto al argumentar: “La eliminación de Prigozhin y el comando Wagner, dos meses después del intento de golpe de Estado, es una señal de Putin a las élites rusas de cara a las elecciones del 2024. ¡Cuidado! La deslealtad equivale a muerte.” Y Kaja Kallas, la primera ministra de Estonia, una de las Repúblicas Bálticas, dijo al respecto: “Si es cierto, demuestra que Putin eliminará a sus oponentes y eso asusta a cualquiera que esté pensando en expresar una opinión diferente a la suya.” El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, echó “más sal a la herida” al señalar: “No hay mucho de lo que pase en Rusia, que no tenga a Putin detrás.” Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, publicó en su cuenta de la red social X: “Hemos visto las informaciones. Si se confirma, nadie debería sorprenderse.” En alusión indirecta a Vladímir Putin y su tenebrosa manía de acallar a sus enemigos militares y políticos con el asesinato. La opositora bielorrusa, Svetlana Tijanovskaya, manifestó: “Espero que la muerte de Prigozhin  permita desmantelar la presencia de su red de mercenarios en Bielorrusia, así como la amenaza que ello supone para los países vecinos. No se echará de menos en Bielorrusia al criminal Prigozhin. Fue un asesino y debería ser recordado como tal. Su muerte evidencia también que nadie debería confiar en las garantías que pueda ofrecer el presidente (dictador) bielorruso, Alexandr Lukashenko, que medió en junio para frenar la rebelión lanzada por Wagner contra el Kremlin.”

 

La lista de asesinatos perpetrados por Putin

 

            Repasemos quienes han sido “dados de baja” por parte del tirano/dictador de Rusia, Vladímir Putin, desde el primero de ellos hasta el último, Yevgueni Prigozhin:

 

            Boris Nemtsov. Hecho ocurrido en el 2015. Fue vice-primer ministro de Rusia; se le tenía como uno de los jóvenes reformadores del país en la década de los 90s. Incluso se hablaba de él como un posible candidato a la presidencia de Rusia. Pero poco a poco se fue enemistando con Putin, criticándolo con dureza, debido, principalmente, a la reducción de las libertades civiles. La respuesta del incipiente dictador fue mandarlo a arrestar en varias oportunidades, en especial por haber participado en varias manifestaciones opositoras a su dictadura. Pero en febrero del 2015, Nemtsov recibió una ráfaga de cuatro disparos, después de una marcha en contra de la intervención del ejército ruso en Ucrania. Le dispararon por la espalda y nunca se ha sabido el nombre ni la apariencia física de su perpetrador.

 

           Boris Berezovsky. Asesinado en el 2013. El largo brazo de la venganza de Putin lo alcanzó en su casa en el condado de Surrey, en las afueras de Londres, Inglaterra. Al dictador de Rusia le molestaron sus agrias críticas a su manera de conducir al país; perteneció al Kremlin hasta que llegó Putin y se convirtió en dictador, fue cuando decidió exiliarse en el Reino Unido desde el año 2000. Fue encontrado sin vida en una de las habitaciones de su residencia.

 

           Valentín Tsvetkov. Ultimado en el 2002. Fue gobernador de Magadán, en el Extremo Oriente ruso. Recibió un disparo en la Capital, Moscú. Un parte de la policía capitalina culpó a las mafias rusas- Se trataba del dirigente de mayor rango, asesinado desde la desintegración de la Unión Soviética. Fue un decidido opositor a la manera de hacer la política Vladímir Putin.

 

            Stanislav Markelov y Anastasia Baburova. Ambos asesinados en el 2009. El primero era abogado defensor de los derechos humanos y representaba a civiles chechenos contra el ejército invasor ruso a aquella república del Cáucaso. También defendía a periodistas que tenían problemas con Putin, luego de escribir artículos críticos contra su régimen y procedimientos militares. Markelov recibió el disparo de un sicario enmascarado, cuando se hallaba cerca del Kremlin, en Moscú. En ese mismo episodio, Anastasia Baburova, periodista del periódico Novaya Gazeta, fue asesinada cuando intentaba salvarle la vida Markelov. El gobierno ruso difundió la noticia de que habían sido ultimados por un grupo neonazi, con esa tendencia que tienen los gobernantes rusos de echarles todas las culpas a los fantasmales hombres de Hitler, que solo en sus mentes existen.

 

             Vladímir Golovliov. Asesinado en el 2002. Era diputado de la Duma y co-presidente del Partido Rusia Liberal, cuando fue asesinado en la mañana del 21 de agosto del 2002, en el centro de Moscú. Le dieron un tiro en la cabeza y dejaron abandonado su cuerpo en un barrio residencial de la Capital de Rusia. Dentro de sus planes políticos, estaba terminar de una vez y para siempre con el régimen totalitario de Putin. Suficiente para mandarlo a desaparecer de la faz de la Tierra.

 

            Serguéi Magnitsky. Masacrado en el 2009. Murió en manos de la policía, después de haber sido vapuleado por las mismas autoridades y de manera brutal. Se trató de un abogado y auditor ruso que denunció la enorme y enquistada corrupción de altos funcionarios rusos emplazados en el Estado. Se le negó toda atención médica y falleció a causa de los golpes.

 

          Natalia Estemirova. Asesinada en el 2009. Periodista especializada en investigar secuestros y asesinatos habituales en Chechenia, la República del Cáucaso invadida por el ejército ruso. Ese mismo año, fue secuestrada y fue hallada sin vida en un bosque de la República de Ingushetia, fronteriza con Chechenia. Esta comunicadora había publicado en la prensa rusa y europea, múltiples artículos de prensa que servían como documentos verídicos y fieles de los secuestros, ejecuciones sumarias, torturas y otros abusos contra civiles chechenos, a manos de los soldados enviados por Putin. Sabía demasiado para dejarla con vida.

 

          Alexandr Litvinenko. Le quitaron la vida en el 2006. Perteneció al servicio secreto ruso, especializado en la investigación del crimen organizado. Fue envenenado cuando vivía en Londres, Inglaterra. Sus verdugos fueron los agentes rusos enviados por Putin, Andrei Lugovoi y Dmitry Kovtun. Ambos siguieron las órdenes dictadas por Vladímir Putin, de deshacerse en Litvineko, quien murió en un hospital londinense. Antes de expirar, difundió un mensaje que decía: “No tengo dudas de quien es el culpable. Pueden tener éxito en silenciar a un hombre, pero el grito de protesta del mundo seguirá reverberando, señor Putin, en sus oídos, por el resto de su vida.” También sabía muchas cosas que el Kremlin temía que fuera a divulgar de un momento a otro.

 

           Serguéi Yushenkov. Muerto en el 2003. Ocurrió en abril de ese año, cuando un pistolero le disparó al lado del edificio en el que vivía en Moscú. Era un político del Partido Rusia Liberal, un opositor más en contra de las políticas inhumanas de Vladímir Putin.

 

           Paul Klébnikov. Asesinado en el 2004. Era el editor de la edición en ruso y para Rusia de la famosa revista Forbes. Era estadounidense y recibió varios balazos en la puerta de su oficina. Según el Comité para la Protección de los Periodistas, fue el undécimo comunicador a quien le cercenaron la vida durante la larga dictadura de Vladímir Putin, que ya lleva 20 años en el poder.

 

          Un analista de la realidad de Rusia y de su dictadura, asegura que “Putin no perdona y a lo largo de este tiempo, bajo críticas por su autoritarismo y la represión policial a la oposición, ha acumulado un largo catálogo de enemigos: de opositores políticos a periodistas, pasando por espías que han muerto de manera sospechosa o con un tiro en la nuca. Otros, como Alexei Navalny, encadenan desde la cárcel, condena tras condena.” Recordemos que Putin intentó envenenar a Navalny cuando éste se encontraba asilado en Alemania; pero le fue salvada la vida en un hospital alemán. Lamentablemente decidió regresar con su esposa e hijos a Rusia, para presentar batalla al dictador, pero fue encarcelado ipso facto, apenas puso un pie en el aeropuerto de Moscú. Hace pocos días fue condenado a cadena perpetua, acusado de cualquier bagatela, de cualquier acto, generalmente imaginario.

 

        Así están las cosas en Rusia, donde lo único seguro es el largo brazo vengativo de Vladímir Putin, capaz de alcanzar a cualquier enemigo en cualquier lugar del mundo.


Así Marchan las Cosas en Níger Después del

 Golpe de Estado

 

NIAMEY-(Especial para The City Newspaper) Primero, antes de comenzar con este reportaje hay que aclarar que en África existe Nigeria y Níger, que son dos países fronterizos, pero totalmente diferentes. En el caso de la segunda nación, que es la que nos ocupa en este momento, se trata de un territorio “mediterráneo”, esto es… sin salida al mar, rodeado por Nigeria (que sí tiene salida al océano Atlántico), Chad, recostado hacia el centro del continente; Malí, hacia el oeste; y hacia el norte, Argelia y Libia. También tiene fronteras con la pequeña Burkina Faso y Benín, naciones recostadas en el sur-oeste de la masa continental.

 

            Níger es un país extenso, más grande que Marruecos, Nigeria, Chad y Egipto mismo y su posición, que yace en la línea ecuatorial, donde termina el desierto del Sáhara y comienza el África “verde” o selvática, lo convierte en un territorio de importancia capital para las potencias europeas, en los casos de Francia, Alemania y los mismos Estados Unidos. Rusia también tiene sus ojos puestos en Níger, aunque con fines de explotación (y expoliación), y con el afán de conseguir bases militares en el “continente negro”, en específico con el Grupo Wagner, compuesto por renegados y ex prisioneros rusos, según hemos visto a lo largo de varias ediciones de este periódico, The City.

 

            Una vez aclarado cómo es y dónde se ubica Níger, conozcamos los últimos acontecimientos que le han colocado por vez primera en el mapa geopolítico y militar, con la preocupación implícita de las potencias de occidente y las naciones vecinas que siguen los sucesos con total atención

 

¿Pero… qué sucedió hace pocos días?

 

            Un golpe de Estado en toda regla contra el presidente constitucional Mohamed Bazoum, hoy prisionero y maltratado por los golpistas, ha sido llevado a cabo por un grupo de militares que, de paso, simpatizan con los mercenarios rusos presentes en África. Pocas fechas después de la asonada, designaron a un Primer Ministro de Transición, en la persona del economista Ali Mahaman Lamine Zeine, quien fuera en su momento responsable de finanzas y actuaba, hasta hace poco, a manera de representante del Banco Africano de Desarrollo, con sede en Chad, el país vecino de Níger. El decreto sobre esta designación fue publicado por la junta militar, que se hace llamar a sí misma Consejo Nacional para la Salvaguarda de la Patria, en el portal en internet Actuniger.

 

            Por la televisión, en cadena de todas sus estaciones, Abdourahamane Tiani leyó un decreto en el que se afirmaba que se había formado un gobierno provisional o transitorio, compuesto por 21 ministros, entre los que se cuentan seis militares. Esta lista fue leída en su totalidad ante las cámaras de la TV por el mismo líder golpista, e insistió en que la cabeza de ese Gabinete será Ali Mahamane Lamine Zeine, quien ocupará también la cartera de Economía y Finanzas. En el Ministerio de Defensa fue elegido el general Salifou Mody; y en Interior, estará el también general Mohamed Toumba, ambos extraídos de la junta militar que asestó el golpe; en Juventud y Deportes fue nombrado el coronel mayor  Amadou Abdramane; y los demás ministerios estarán a cargo de militares, en Sanidad, Transporte, Agua, Saneamiento y Medioambiente, informó el líder.

 

            También, hace pocas fechas, la subsecretaria de Estado interina de los Estados Unidos, y enviada especial por la Casa Blanca, Victoria Nuland, se reunió con los líderes del golpe y les pidió que regresaran al “orden constitucional.” El silencio fue lo que obtuvo por respuesta de los militares que le escucharon.

 

            Mientras tanto, en las calles y avenidas de varias ciudades de Níger, se dieron manifestaciones de ciudadanos conformes y favorables con el golpe de Estado y llevaron en sus manos banderas de su país y de Rusia, junto a fotografías de los dirigentes de la junta golpista. Así mismo, deploraron la posible intervención del ejército de la vecina Nigeria y de los países africanos occidentales. En el barrio de Boukoki, en la Capital Niamey, los pobladores dijeron a la prensa internacional que les entrevistó, que, “ante una posible intervención armada venida desde el exterior, no vamos a dar marcha atrás ante el enemigo. Estamos decididos. Hemos esperado mucho tiempo este golpe.” Manifestaron indignados con la comunidad allende las fronteras de Níger. En lo que atañe al líder de la asonada militar, el general Adbourahamane Tiani, amenazó con “una respuesta rápida (con las armas) a cualquier agresión.” No la tendrían fácil aquellos que quieran restaurar al anterior gobierno depuesto, apenas pongan sus pies en esta nación. Por su parte, gobiernos de Malí y de Burkina Faso, vecinos cercanos de Níger, felicitaron a los golpistas, los respaldaron moral y políticamente, en principio porque sus dirigentes también perpetraron golpes de Estado en ambos países y, en una postura solidaria, aseveraron que “cualquier intervención armada exterior (contra Níger), será considerada como una declaración de guerra contra ellos”, lo cual significaría que irán a la guerra al lado de la junta gubernamental de Níger.

 

             Pero, en París, Francia, hubo manifestaciones a favor del presidente depuesto, desfilaron gentes por algunas calles parisinas y contaron con la presencia del ex primer ministro, Ouhoumoudou Mahamadou, quien se hallaba en este país europeo cuando el golpe se dio en Níger.

 

             La razón principal por la cual se efectuó este acontecimiento, supuestamente fue por la decisión que iba a tomar el presidente depuesto, Bazoum, para reformar al alto mando militar y destituir al general Tiani. Esa es la versión que ha circulado entre los analistas, políticos y medios de prensa. Aunque la verdad parece ser que la devolución del poder es prácticamente imposible, una vez que se ha dado el importante paso de cortar el hilo natural que llevaba la democracia en este país, considerado uno de los más pobres de África, aunque clave para las potencias occidentales en la lucha contra el yihadismo que aparece bastante fuerte en este continente. Por ejemplo, para dicho fin, Francia tenía desplegados en Níger a 1,500 soldados y los Estados Unidos otros mil hombres armados.

 

          Ante la pregunta sobre el papel de los rusos en esta situación, Antony Blinken, jefe de la diplomacia estadounidense, expresó en respuesta que “los mercenarios de Wagner –hoy acantonados en Bielorrusia después del golpe que quisieron dar en Moscú, contra Putin y la cúpula de su ejército-, intentan aprovecharse de la inestabilidad de Níger. Creo que lo que pasó y lo que sigue pasando en Níger, no fue instigado por Rusia ni por Wagner, pero (…) trataron de aprovecharse.” Mencionó a reporteros de la BBC de Londres. En palabras de Victoria Nuland, número dos de la diplomacia norteamericana: “dondequiera que ha ido este Grupo Wagner, ha seguido la muerte, la destrucción y la explotación.” Aseveró de manera contundente y categórica.

 

            Cuando África se percató de lo sucedido, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), mostró su profunda preocupación por los hechos y exigió a los golpistas que liberaran y devolvieran el poder al presidente Mohamed Bazoum, so pena de entrar en Níger por la fuerza y restablecer el orden y la democracia. Seguidamente, hicieron conocer a los golpistas un ultimátum que venció hace pocas horas. Sin embargo, ante la firme posición de los militares y la respuesta que dieron de que lucharán hasta el final, sin dar un paso atrás, los africanos han preferido agotar las vías diplomáticas y del diálogo, preferentemente a una acción armada. Algunas voces que se escucharon, listas para entrar en Níger, fueron las de los ejércitos de Senegal y Nigeria, cuyos comandantes dijeron que estaban anuentes y en máximo estado de alerta para solucionar la situación, aunque subrayaron que la vía diplomática es la más sensata en este caso particular. En todo caso, impusieron sanciones económicas a la junta de gobierno, a manera de castigo por la deposición del presidente Bazoum y por ser un grupo de facto el que ahora gobierna en esta nación. La CEDEAO, en aras del entendimiento, intentó enviar una misión negociadora, pero recibieron por respuesta que “la junta militar no puede recibirlos por razones de seguridad. El contexto actual de indignación y de irritación, después de las sanciones impuestas por la CEDEAO, no permite acoger a esta delegación en condiciones de serenidad y seguridad”, reza un comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Níger. Tampoco, los actuales dirigentes del país han mostrado interés alguno por dialogar con sus vecinos de África Occidental y los Estados Unidos.

 

Situación del presidente depuesto

 

            Varios argumentos atravesaban los cielos de África, en especial en los despachos de los distintos presidentes de las democracias africanas, en torno a la situación actual del presidente Bazoum, quien fue bajado del poder y puesto en una prisión de manera inmediata. Una de esas versiones dijo que se encontraba confinado en una celda en condiciones nada aptas para un ser humano, que había sufrido golpizas y otras vejaciones de parte de sus captores. Sin embargo, un portavoz de los golpistas trató de desmentir lo anterior cuando dijo que el ex mandatario se hallaba gozando “de muy buena salud.” Pero el bloque de países que conforman la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), ha pedido la inmediata liberación de Mohamed Bazoum, entre otras razones porque se siente preocupada por la salud de este político. Lo hicieron saber por medio de un comunicado que dice de manera textual: “El presidente de la Comisión (de la Unión Africana), pide la liberación inmediata del presidente Bazoum” e hizo un llamado a “la comunidad internacional para aunar esfuerzos concretos para salvar la vida y la integridad moral y física del presidente (…).”

 

          La misma Unión Africana (UA), considera y asegura que el ex jefe de Estado sufre el “deterioro de las condiciones de (su) detención. Tal tratamiento de un presidente elegido democráticamente a través de un proceso democrático regular, es inadmisible.” Afirmó el presidente de la UA, Moussa Faki Mahamar. En lo que estriba al alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el alemán Volker Türk, señaló que “estoy extremadamente preocupado por las condiciones en las que se encuentran detenidos el derrocado presidente nigerino, Mohamed Bazoum, su esposa e hijo. Informaciones creíbles que he recibido, indican que las condiciones de su detención podrían ser consideradas tratamiento inhumano y degradante, en violación de las leyes internacionales de derechos humanos. El mandatario y su familia no tienen acceso a la electricidad, agua potable o medicamentos. Los responsables de la detención del presidente y el resto de detenidos, deben garantizar un total respeto y protección de sus derechos humanos.” Insistió.

 

            En la actualidad, el ex mandatario y su familia están recluidos en una zona del palacio presidencial de Niamey, la Capital de Níger, desde el pasado 26 de julio, fecha de la asonada que lo botó del poder, tras el levantamiento en armas de la junta militar que hoy gobierna en esta nación africana de 25 millones de habitantes y sumida en una de sus peores crisis económicas de toda su historia. Además de lo anterior, en su territorio operan varios grupos yihadistas. Es lo que se conoce como la región del Sahel, de suma importancia para las potencias europeas y los Estados Unidos, cuyos soldados estacionados en la zona combaten a estos criminales fuertemente apertrechados.

 

             Una vez conocido el golpe de Estado, Washington, junto a los gobiernos de Alemania, Países Bajos, Francia y España, suspendieron sus programas de cooperación, aunque mantienen la ayuda vital a sus habitantes, pero “la ayuda depende de la gobernabilidad democrática y del respeto al orden constitucional”, subrayó tajantemente Antony Blinken, en nombre del presidente Joe Biden, quien sigue de cerca los acontecimientos en esta parte de África.

 

             La Unión Europea (UE), por medio de su jefe diplomático, Josep Borrell, hizo saber que siente “una profunda preocupación por la suerte del presidente, elegido democráticamente. Según las últimas informaciones, Bazoum y su familia están privados desde hace varios días de alimentos, electricidad y atención médica (…). No hay justificación para semejante trato.” Aseveró. No obstante, uno de los familiares del ex gobernante, aseguró que “está bien, pero las condiciones son muy difíciles.” Incluso, los mismos militares que lo derrocaron, amenazaron a la comunidad de naciones africanas que, en caso de que los ataquen desde el exterior, atentarán contra el ex presidente, lo cual lo convierte en un virtual rehén o rehén de hecho, según las palabras de sus carceleros.

 

           La ONG Human Right Watch (HRW), pudo comunicarse con Bazoum, quien describió las condiciones que le rodean como “inhumanas y crueles. No tengo electricidad desde el 2 de agosto, ni contacto humano desde hace una semana.” Acusó. Y el presidente de Costa de Marfil, Alassane Outtara, dijo que “tienen secuestrado al presidente Bazoum. Personalmente lo considero un acto de terrorismo. Mientras tanto, tras la Cumbre de la CEDEAO, celebrada en Abuya, Nigeria, las tropas de este conglomerado de países están a la espera de la orden que les indique ponerse en camino hacia Niamey, alejar a la junta golpista y al nuevo gobierno y devolver el poder al mandatario depuesto. “Los países del bloque han dado el visto bueno para que la intervención (militar), empezara lo antes posible.” Dijo una fuente desde el seno de esta organización.

 

           En lo que respecta a Francia, antigua potencia colonial de Níger, su ministro de Relaciones Exteriores dejó saber que “apoya todas las conclusiones de la Cumbre de la CEDEAO, incluida la posibilidad de una intervención militar.” Washington, por su lado, expresó su incondicional “respaldo al liderazgo y el trabajo de la CEDEAO para restablecer el orden constitucional.” Aquí es oportuno recordar que esta organización ya intervino en el pasado reciente en naciones como Liberia, Sierra Leona y Guinea-Bisáu, con el mismo propósito: restablecer y asegurar los regímenes democráticos que fueron violentados por golpistas.

 

          Por el momento, “todo pende de un hilo”: las tropas africanas están a la espera de la orden que les permita movilizarse rumbo a Niamey, Capital de Níger; aunque los esfuerzos mediante el diálogo siguen marcando la pauta y el compás de espera no deja de serlo. Tampoco, según han dicho los golpistas, ellos desean verse enfrascados en una guerra de carácter internacional, que, como todo conflicto armado, conlleva más dolor que soluciones felices.


Unos 250 Mil Soldados Rusos Habrían Muerto

en Ucrania

 

KIEV, Ucrania; y MOSCÚ, Rusia-El hecho de que el supuesto poderosísimo ejército ruso no haya podido vencer al de Ucrania y haber conquistado de una vez y por todas a esta nación que estaba prácticamente desarmada cuando se produjo la invasión rusa, representa un fracaso de enorme envergadura para el Kremlin, que ha “aterrizado” en la realidad y se ha dado cuenta, finalmente, de que sus milicias no podrían jamás vencer a un adversario un poco más calificado que los ucranianos. Algo peor les sucedió en la década de los 80s en Afganistán, cuando los guerrilleros liderados por Osama bin-Laden vencieron a los soviéticos, al que se consideraba el primer ejército del mundo por encima de los estadounidenses, lo enviaron de regreso a Moscú y precipitaron el derrumbamiento de la Unión Soviética, que experimentó su final como nación y como supuesta “potencia.” Lo mismo le está sucediendo ahora durante la campaña que provocó en Ucrania, donde las pérdidas humanas, materiales y económicas (junto al bloqueo financiero de parte de Occidente), han sido impresionantes para los rusos.

 

Muertes diarias

 

            Desde el inicio de la invasión, los soldados rusos no han dejado de caer bajo el fragor de las balas y misiles ucranianos, en especial cuando destruyen, con la artillería, las defensas rusas, al intentar abrir brechas en la defensa del ejército invasor. Son cientos de ellos lo que mueren “como moscas”, según dijo peyorativamente un oficial del ejército de Ucrania.

 

            Un informe de observadores internacionales presentes en el teatro de guerra, aseguran que el total de bajas de soldados rusos, se sitúa un poco arriba de las 250,000, desde el inicio de la invasión ordenada por el dictador Vladímir Putin. El Estado Mayor de Ucrania así lo ha ratificado también, de acuerdo con los análisis hechos “en el terreno” del conflicto.

 

            De hecho, en las últimas 24 horas, unos 540 soldados invasores murieron, según el mismo Estado Mayor y corroborado por periodistas extranjeros que están cubriendo los acontecimientos. Sin embargo, los ucranianos han dicho con toda honestidad que los números exactos de los decesos, son difíciles de verificar, más todavía cuando se está en plena confrontación armada. “A estas dificultades se une la falta de transparencia. Los errores pueden producirse en ambos sentidos,” explicó el operador de drones del ejército de Ucrania, Andriy Babichev y añadió: “Acceder a los cuerpos de los enemigos caídos es complejo.” Puntualizó. Porque, junto a las informaciones procedentes de los propios soldados, las estimaciones se realizan a partir de la información disponible en las filmaciones que se hacen por medio de los drones y a los efectivos que viajaban en el interior de los carros militares destruidos. Es decir, las imágenes de rusos inmóviles en los campos de batalla, filmados o fotografiados por los drones, y de los cadáveres dentro de los vehículos destruidos por los ucranianos, son las que se contabilizan para arrojar un número aproximado de las bajas (muertos), del lado del ejército ruso invasor.

 

            Por otra parte, el Kremlin no revela nunca esas cifras para no causar el estupor, la depresión generalizada ni la cólera en los ciudadanos comunes que se han opuesto desde el comienzo de la guerra, a que estas hostilidades se dieran y mucho más que sus hermanos, padres e hijos fueran a combatir por Rusia, en un país ajeno que no era enemigo de Rusia de ningún modo. Los rusos normales consideran a esta guerra es “la guerra de Putin” y nunca la del pueblo ruso y el objetivo de la misma no lo encuentran por ninguna parte. La última vez que el Ministerio de Defensa ruso hizo pública alguna información en este sentido, fue el 21 de septiembre del 2022 y mintió al tergiversar la cifra de soldados fallecidos o caídos en combate y arrojó el número de 5,937 bajas en Ucrania. Una cifra irrisoria, totalmente falsificada y por lo tanto, desvinculada de la verdad.

 

            En lo que estriba al Grupo Wagner, hoy fuera del conflicto y estacionado en bases en Bielorrusia después de que su ex comandante, Yevgueny Prigozhin, quiso sublevarse contra Moscú, su combatiente conocido con el seudónimo “Max”, publicó en el canal de Telegram, muy usado por los rusos, el 19 de julio de este año 2023, que las bajas de Wagner en Ucrania, hasta el 20 de mayo pasado, eran de 79,000 mercenarios. Unos 22,000 muertos y 40,000 heridos.

 

            Otro ángulo de la misma figura de esta guerra, lo ofrecen los medios opositores rusos, Mediazona y Meduza, que, según un estudio reciente hecho en el terreno, los soldados rusos muertos en Ucrania, hasta el 27 de mayo anterior, alcanzan los 47,000 y 78,000 quedaron gravemente heridos. El Kremlin, ni lerdo ni perezoso, tergiversó también estas cifras, pues no le conviene que los ciudadanos “de a pie”, se enteren de situaciones así. De hecho, el mes de marzo del presente 2023, fue el más mortífero para las tropas rusas durante su asalto a Bajmut, cuando el contraataque ucraniano les causó 24,000 muertes; y durante la contraofensiva que actualmente se está llevando a cabo, Rusia ha perdido el mayor número de soldados en un día: 1,010, cuando el ejército de Ucrania intentó romper las densas líneas de defensa montadas por los rusos en el sur y alrededores de esta ciudad. A finales de junio, los combatientes siniestrados en esta nación invadida y de parte del ejército ruso, se sitúan por debajo de los 700 muertos por día; aunque los ataques de la artillería y la defensa antiaérea ucraniana, multiplica el número anterior varias veces.

 

            Por otra parte y en una variable sobre el mismo tema, entre junio y julio de este mismo año, los ucranianos destruyeron 688 obuses y 677 piezas de artillería rusas; mientras que, en abril, destruyeron 238; otras 56 y 73 piezas de defensa antiaérea fueron también destruidas en junio y julio, por 16 únicamente en abril.

 

Prisioneros que lloran y Generales muertos

 

            Otro aspecto preocupante para el orgullo de Putin y sus asesores en esta guerra, principalmente porque un ejército que se hace llamar “el segundo más poderoso de la Tierra” después del estadounidense, no debería mostrar ningún rasgo de debilidad emocional en sus hombres, ni aún en el supuesto de que cayeran prisioneros de sus enemigos; pero en el caso de los soldados rusos capturados por los ucranianos, las reacciones de los invasores han sido deplorables y han quedado grabadas en los teléfonos móviles o celulares de sus captores. Veamos algunos ejemplos de cobardía explícita: con los rostros vendados, las manos atadas y de rodillas, los rusos fueron presentados por los ucranianos y sus fotografías difundidas en el canal “U”, exclusivo de las madres rusas. Incluso, las imágenes de los rusos muertos, su documentación y carnets de identificación son subidos en ese espacio, causando el desconcierto, el revuelo y la angustia de las señoras rusas que esperan a sus hijos, cuando regresen del frente. Los prisioneros se veían inmersos en el llanto desesperado, exclamando arrepentimiento por haber participado en esta guerra y pidiendo perdón de la manera más humilde posible. Se les notaba profundamente preocupados y atemorizados por su suerte futura.

 

            Empero, en un mensaje considerado absolutamente humanizado, el Ministerio de Defensa de Ucrania comunicó a las madres rusas la posibilidad de recuperar a sus hijos prisioneros, si viajan a Kiev. El texto dice así: “Se decidió dar los soldados rusos capturados a sus madres, si vienen a Kiev, Ucrania. Pueden llamar a números de teléfono (xxxxxxxxxxxxx) para saber si los soldados están muertos o presos e ingresar al canal de Telegram. También, pueden escribir a este correo electrónico: vernis_iz_ukraine@gmail.com. Las madres rusas pueden tomar la ruta, para llegar a Kiev, la Capital, viajando por Polonia y ahí buscar un puesto de control con Ucrania. Allí te conocerán y te escoltarán a Kiev donde tu hijo será entregado. Los ucranianos, en contraste con los invasores de Putin, no hacemos la guerra con las madres y sus hijos capturados.” Argumenta el comunicado oficial.

 

            Otras fotos que publican los ucranianos se refieren a lugares de bombardeos, capturas en tiempo real, incautaciones de equipo y pertrechos militares y enfrentamientos con los soldados enviados por el Kremlin.

 

            Oleksiy Arestóvych, asesor del presidente de Ucrania, afirmó que en el cuarto día de la invasión rusa mataron a 1,000 soldados de aquel país y capturado a otros 300: “El ejército ruso se rinde masivamente. Incluso oficiales superiores se rinden.” Dijo, y añadió que tenían 2,599 soldados rusos heridos en su poder, en el inicio de las hostilidades. Explicó que la mayoría de los invasores capturados son jovencitos cuyas edades oscilan entre los 19 y 22 años y aquellos que han tenido la suerte de regresar con vida a sus hogares en Rusia, comentan con toda sinceridad que “no es una operación especial como lo asegura el Kremlin, sino una guerra en el amplio sentido de la palabra.” Y argumentan: “Fuimos enviados a la muerte. Los rusos matan a los heridos ellos mismos.” De acuerdo con lo dicho por uno de esos jóvenes entre lágrimas y evidente terror en sus ojos y pide a su madre que recurra a la Unión de Madres de Rusia, “para que puedas intercambiarme (con algún prisionero ucraniano en Moscú).”

 

            Otro asunto de capital importancia se refiere a los generales rusos caídos en combate en Ucrania; aunque no hay una cifra real, porque el Kremlin solo ha confirmado la muerte de cuatro de ellos, mientras que los ucranianos han asegurado que han sido 13 altos oficiales dados de baja. Es uno de los secretos mejor guardados por Moscú, según nos hacen ver. Repasemos algunos de estos nombres: los coroneles Vyacheslav Makaron y Yevgeny Brovko, fallecieron en acción cuando dirigían a sus hombres en la región de Donetsk. Ambas muertes han sido plenamente confirmadas. Así también el general Sergei Goryachev, jefe del Estado Mayor del 35 ejército de Rusia, murió durante un ataque con misiles ucranianos, durante la contraofensiva de Kiev, en el frente de Zaporiyia. Un corresponsal de guerra que trabaja para el medio Voenkor Z, fue el que compartió la información por Telegram.

 

            También falleció Andréi Sujovetski, subcomandante del 41 ejército de Armas Combinadas. Su deceso se produjo al inicio de la invasión a territorio ucraniano en el 2022, debido a un disparo de un francotirador ucraniano. Había participado en la intervención militar rusa en Siria contra el Estado Islámico (Daesh o Isis); y fue condecorado por su papel en la anexión (arbitraria) de Crimea a Rusia, en el 2014.

 

            Oleg Mityaev, de 46 años de edad, estaba al mando de la 150 división de fusileros motorizados desde el 2020, una división que estaba desplegada, antes de la invasión a Ucrania, en la frontera con esta nación. Había combatido en Siria y en el 2016 fue designado comandante de una base militar rusa en Tayikistán. El regimiento Azov, de Ucrania, se responsabilizó de la muerte de este oficial.

 

            Kanamat Botashev, teniente general, murió cuando pilotaba su avión de ataque Sukhoi (SU-25), y fue derribado sobre la región de Luhansk. No tuvo tiempo de eyectarse (ser impulsado de su asiento y descender en paracaídas). Su deceso fue informado, como la mayoría de ellos, en la red rusa Telegram.

 

            Vladímir Frolov, subcomandante del 8vo. Ejército ruso, falleció el 17 de abril del 2022, en el puerto ucraniano de Mariupol, en medio del combate contra los soldados ucranianos. Estaba considerado uno de los hombres más importantes de las tropas de su país, que tuvieron en asedio a esta misma ciudad.

 

            Artem Nasbulin, general de división y jefe del Estado Mayor del 22 cuerpo del ejército ruso, murió en un ataque de las fuerzas ucranianas, con misiles Himars (Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad, suministrados por los Estados Unidos a Kiev).

 

            Roman Kutuzov, comandnate del 29 ejército de la Federación Rusa falleció en combate el domingo 5 de junio de este mismo año, cuando dirigía la ofensiva en el Donbás. El medio de prensa “Ukrinform”, informó sobre su deceso en la ciudad de Mykoláivka, a raíz de un ataque de las fuerzas de Ucrania. “Algunas unidades de la 150 División de Fusileros Motorizados del 8vo Ejército Militar de la Federación Rusa, sufrieron pérdidas significativas”, escribió la misma fuente informativa.

 

            Estos comandantes invasores rusos y otros más que se haría extenso mencionar aquí, fueron dados de baja en combate y han sido la vergüenza de unas Fuerzas Armadas que, si bien eran consideradas antes de la guerra contra Ucrania, como las más poderosas de Europa, con el paso del tiempo y el fragor del conflicto, han demostrado que son todo lo contrario: es uno de los peores ejércitos posibles en el mundo moderno, con fallos elementales y emocionales, traducidos en la falta de moral alta de sus soldados, de objetivos comunes motivadores, carencia de profesionalismo, adiestramiento y manejo de las situaciones; aparte de las tácticas incompatibles con la sagacidad y la destreza que los ha llevado a circunstancias “suicidas,” siendo presas fáciles de los ucranianos defensores de su territorio. Putin creyó que Ucrania sería suya en menos de cinco meses, pero lleva más de un año con sus soldados negligentes e ineficientes metidos en trincheras, defendiendo unas pocas ciudades del Donbás y con el peligro de caer fulminantemente derrotado dentro de unos meses más. Por eso, la mayoría de los analistas militares aseguran que el triunfo de Ucrania es solo “cuestión de tiempo.”


Contra “Las Maras”

Presidenta de Honduras, Xiomara Castro, sigue el Buen Ejemplo de Bukele, en El Salvador

 

TEGUCIGALPA-No hemos de negar que, cuando supimos la noticia de que la nueva mandataria de esta nación centroamericana era la esposa de Manuel “Mel” Zelaya, quien quiso entregar este país a las fauces y garras del venezolano Hugo Chávez, mediante la incorporación al ALBA, las naciones comunistas de América Latina, sentimos un escalofrío que nos recorrió toda la espalda, debido al temor que esta pareja de esposos políticos nos generaba. Nos llegó la imagen de “Mel” Zelaya, todavía en pijamas, pues fue arrancado de su lecho donde estaba durmiendo, y fue tirado en la pista de aterrizaje del aeropuerto internacional Juan Santamaría, en Alajuela, Costa Rica, por una aeronave militar que le acababa de dar un golpe de Estado, precisamente por tener más hundido a Honduras (valga el juego de palabras), y por poner a este país bajo el dominio del comunismo cubano, venezolano y nicaragüense. Zelaya fue un traidor a la patria con todas sus letras y su profunda acepción, un individuo descentrado que cometió el grave delito de lesa patria y por ello los militares, junto a los comerciantes, capitalistas y la clase poderosa económicamente hondureña, decidieron bajarlo del poder sin devaneos ni dilación.

 

            Es por esa razón que, cuando se dieron a conocer los resultados de la última elección presidencial en Honduras, y nos percatamos de que Xiomara Castro de Zelaya, esposa de “Mel”, había ganado… nuestra preocupación se precipitó hacia lo más abismal de nuestra alma; pero, con el paso del tiempo, la señora ha demostrado precisamente eso… ser una señora, muy diferente a su díscolo esposo, del traidor que estaba decidido a implantar el narco-comunismo en este país centroamericano.

 

            Ella, consciente del terrible éxodo (a pie) de miles de ciudadanos hondureños hacia los Estados Unidos, huyendo de los delincuentes asesinos de “las maras” (especie de filial de “los mareros” salvadoreños), ha decidido ponerle coto a este tema que está reñido con el corazón y el ser hondureño, quien es humilde, trabajador, luchador y buen ciudadano. Es decir, está atacando con todas sus fuerzas disponibles (morales, policiales, judiciales y militares), a los gamberros que han sembrado, durante décadas, el terror en las distintitas ciudades de Honduras. No se debe negar, en ningún momento, que el ejemplo dado por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha servido a la señora Castro para copiar esta determinación, las técnicas y hasta ha anunciado la construcción de una mega-cárcel, según lo ha hecho Bukele en suelo salvadoreño, para meter en ella a todos los asesinos que ha ido sacando de las calles paulatinamente y sin contemplaciones.

 

Promesa de campaña política

 

            No hay que perder, desde ningún otro concepto, que el alma de la mujer es diferente a la del hombre y en este tema específico de la delincuencia en Honduras, lo podemos notar con la resolución tomada por Xiomara Castro, presidenta de esta nación: luego de que el poder estuvo en manos de hombres, de políticos curtidos que se entronizaron en el Palacio de Gobierno en Tegucigalpa (la Capital del país), ninguno de ellos tomó la decisión importantísima de acabar con “las maras” y, por el contrario, como en el caso del último mandatario (hoy preso en los Estados Unidos, por supuesto lavado de dinero y contubernio con los narcotraficantes), Juan Orlando Hernández, quien dirigió su rostro hacia el lado contrario y no movió un dedo siquiera para solucionar el problema de “las maras”, hoy Xiomara Castro ha ordenado una ofensiva a gran escala contra los delincuentes que, prácticamente, tienen a Honduras entre sus garras y son los que gobiernan con base en el asesinato, el secuestro, la extorsión, el tráfico de drogas, “trata de blancas” y todos los delitos imaginables que nos lleguen a nuestras cabezas.

 

            Fue una promesa de campaña y ahora la está cumpliendo. De eso no hay ni la menor duda y la gran mayoría de los hondureños se sienten y se muestran complacidos y esperanzados en que su país volverá a ser aquel idílico de épocas trasanteriores, cuando no estaba infestado por la delincuencia en sus calles. Aunque nunca faltan las opiniones y voces discordantes que la critican porque, según los amigos de “las maras”, está imitando a Nayib Bukele, quien tiene en contra a las ONGs, periodistas y organizaciones internacionales que dicen velar por los derechos humanos de los presos, y que, aparentemente, prefieren a los criminales en las calles, matando a las personas buenas, antes que en una mega-prisión. Concretamente, las reacciones de esas organizaciones que lo único que hacen es tolerar la existencia y las actividades de los delincuentes y desean mayor impunidad para ellos, han señalado lo siguiente: “En total despliegue bukelista (por Nayib Bukele), de populismo punitivo, el Gobierno de Xiomara Castro replica políticas fallidas de seguridad, que solo profundizan un contexto de crisis de derechos humanos. El falso dilema entre la seguridad y los derechos humanos, nos ha pasado alta factura en la región.” Así según Erika Guevara Rosas, directora para América de Amnistía Internacional (AI), quien ha sido hipercrítica con el régimen de Nayib Bukele, en El Salvador, y ahora ha dirigido su mirada hacia Honduras con la misma retórica con la que ha atacado al mandatario salvadoreño por “la gran batida” que ha dado a “las maras” en su país. Se desprende inmediatamente que esta dirigente de AI desea más sangre de inocentes en las calles de las ciudades centroamericanas, infestadas y dominadas por “los mareros”, delincuentes que no se lo piensan dos veces para asesinar, extorsionar, robar, traficar estupefacientes o secuestrar, entre una gran variedad de delitos que practican empuñando armamento pesado que les surten los narcotraficantes afincados en estas tres naciones, contando a Guatemala también.

 

            Pero es cierto que Honduras se desangra por la ola de violencia ejecutada por “los mareros” de un extremo a otro del territorio nacional. Las gentes tienen miedo, corren hacia sus casas apenas anochece y se encierran en ellas, sin salir más que al trabajo diario. Lo mismo sucedía en El Salvador antes del arribo al poder de Bukele; pero hoy la situación en la realidad salvadoreña es completamente diferente, positivamente diferente.

 

            En la primera “gran batida” contra “las maras”, hace escasos dos meses atrás, la policía hizo públicas varias imágenes de centenares de delincuentes aprehendidos en una enorme redada. Lo mismo que en El Salvador, los nuevos presos hondureños yacen, en las fotos, en ropa interior, como parte del castigo que tiende a desmoralizarlos de cara a la opinión pública. Un comunicado emitido por el Ministerio de Policía señala textualmente: “La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ha cumplido con su promesa de tomar ‘medidas drásticas’ para luchar contra la violencia que desangra a nuestro país.” Simultáneamente a lo que sucedía en las calles de las principales urbes hondureñas, se llevó a cabo otra acción policial en las cárceles, para recobrar el control de esos lugares, también donde “las maras” imponían sus nefastas leyes entre los prisioneros comunes. Otro comunicado de la policía, esta vez firmado por el secretario de Estado de Defensa Nacional, José Manuel Zelaya, aduce: “Iniciamos actividades para que las cárceles dejen de ser escuelas del crimen y romper el ciclo con el crimen organizado.” Casi de inmediato, comenzaron las organizaciones internacionales, que se mantienen alejadas “de los teatros de operaciones” y encuentran muy fácil criticar desde lejos, desde el exterior, a mostrarse inconformes con el trato que se les está dando a los gamberros de “las maras”, ahora en suelo hondureño y que recuerda a El Salvador y lo hecho por Bukele.

 

            Y es que en el interior de un billar, por ejemplo, en Choloma, norte de Honduras,  un fin de semana recién ido, ocurrió una masacre de 13 personas a manos de “los mareros.” En esa misma fecha, los asesinatos alcanzaron la escalofriante cifra de 21 muertos; y es que, cada mañana, los noticieros y periódicos del país llegan a los ciudadanos con noticias de ese talante y crean, en consecuencia, mayor temor en las personas decentes y de bien. Por otra parte, en una de las prisiones para mujeres, 46 reclusas murieron en una reyerta entre integrantes de pandillas rivales. De inmediato, la presidenta de la República, Sra. Xiomara Castro, decretó un toque de queda en Choloma y en San Pedro Sula –importante ciudad comercial en el Caribe, considerada la más progresista de Honduras-, y la operación policial a gran escala dio inicio con allanamientos a garitos, casas de habitación, edificios y demás sitios donde se esconden “los mareros”. Por supuesto, las capturas no se hicieron esperar, siempre con las voces de los defensores de “los derechos humanos” en abierta crítica contra las medidas gubernamentales; y la respuesta de Xiomara Castro ha sido: “he tomado medidas para darles seguridad ante el brutal y despiadado ataque terrorista a que están sometidos por los matones a sueldo, entrenados y dirigidos por los cabecillas del narcotráfico, que opera impunemente.” Así, de acuerdo a un texto que ella misma escribió y publicó en su perfil de Twitter.

 

            Por su parte, Héctor Zelaya, hijo de la mandataria y a la postre su secretario privado, manifestó: “La presidenta y este gobierno se han visto superados por la violencia de las pandillas y el crimen organizado, que controlan amplios territorios del país. La Administración intenta enviar a la población un mensaje de fuerza y las medidas tomadas por la presidenta y las autoridades de seguridad, son decisiones contundentes para poner fin a los remanentes de la narcodictadura. Estos esfuerzos son base sólida para vencer al terrorismo y la criminalidad.” Puntualizó.

 

            Lo mismo que en El Salvador, en Honduras operan “filiales” de las salvadoreñas, “la mara salvatrucha” y “la pandilla 18”, que se disputan en forma sangrienta territorios, calles, barrios enteros, comarcas, plazas y todo aquel lugar donde ellos solo intentan criminalizar cada día que amanece y transcurre. Es por ello que, con las recientes capturas, la policía hondureña publica imágenes (fotos y cortos fílmicos), donde se muestra a los reos en los patios de las prisiones, sentados o arrodillados, en ropa interior –lo mismo que en El Salvador-, con los oficiales de seguridad a sus espaldas, fuertemente armados y con los rostros cubiertos con pasamontañas. Así mismo, los videos enseñan la captura de armas de grueso calibre, teléfonos móviles y satelitales, explosivos de fabricación casera y gran cantidad de municiones. Todo ello fue hallado en las mismas penitenciarías donde están ahora los presos, con el visto bueno de las autoridades corruptas, que han sido separadas de sus cargos paulatinamente y de acuerdo con la misma política ideada por la presidenta de la República. Es por ello que José Manuel Zelaya ha afirmado en torno a este caso. “La vida y la seguridad de los ciudadanos y sus bienes, la garantiza la Constitución. Nuestra misión es derrotar el crimen organizado que está en las cárceles y vamos sobre los autores intelectuales que operan desde afuera.” Lo que significa que, dentro de poco tiempo, veremos “una gran barrida” que darán los cuerpos policiales en toda Honduras.

 

Edificar una enorme prisión

 

        Los periodistas centroamericanos ya le han dado el nombre de “la Alcatraz hondureña”, porque será una penitenciaría enclavada en una isla de Honduras. Estará, específicamente, en un archipiélago deshabitado, conocido con el nombre de las Islas del Cisne, al noroeste del Mar Caribe. El complejo carcelario, según los trazos hechos por los arquitectos a cargo de la obra, tendrá una capacidad para albergar a 2,000 delincuentes y estará tan aislado del mundo circundante, que las comunicaciones solo podrán realizarse vía satélite. Según declaración policial a la agencia AP, de noticias estadounidense. Será exclusivamente para los pandilleros que desangran a Honduras, a sus ciudadanos sencillos, nobles y trabajadores y hacen huir a los más jóvenes y decididos, a pie, hasta la frontera sur de los Estados Unidos.

 

          “Es lo más lejos que pueden estar, por lo que estos líderes de pandillas sienten la presión una vez que están en la isla. La idea es que pierdan contacto con todo, el contacto con toda la sociedad y realmente puedan pagar por sus crímenes.” Ha explicado José Jorge Fortín, comandante de las Fuerzas Armadas de Honduras (FAH). Este proyecto, por supuesto, ha alterado todavía más los nervios de los defensores de “los mareros”, quienes siguen gritando que “sus defendidos (los criminales), no merecen esa clase de trato (¡!).”

 

          Será un mega-complejo con altas medidas de seguridad, para encerrar a centenares de peligrosos delincuentes, “una enorme prisión de alta seguridad para encerrar a los líderes de las pandillas que desatan el terror en el país,” ha explicado la presidenta de la República, Sra. Xiomara Castro. De hecho, la decisión de edificar el complejo carcelario, la impulsó una serie de sangrientos incidentes, perpetrados por las pandillas, tanto en las calles de las ciudades como en el interior de los centros penitenciarios existentes. Por otra parte, la mandataria está luchando en el seno de su gobierno, contra la enorme corrupción reinante y está dispuesta a ejecutar reformas políticas que le permitan limpiar al también corrupto sistema de justicia imperante en Honduras. Y es que la violencia está desbordada en todo el país y hay que frenarla ya, con “un golpe de mano dura”, en clara postura contraria a lo que se ha hecho (o no realizado), contra los criminales. Es por ello que la Sra. Castro de Zelaya ha anunciado medidas extremas, como los toques de queda, estados parciales de excepción (que podrían llegar a ser totales), para combatir al crimen en 120 comunidades y ha ordenado el despliegue de militares y policías, con el propósito de retomar el control de zonas que han sido tomadas por grupos delincuenciales. La construcción de la mega-prisión en el Caribe, solo es parte de su plan integral, para acabar de una vez y por todas con el flagelo que aterroriza a los hondureños desde hace décadas atrás. Xiomara Castro también ha insistido en decir que los líderes pandilleros han tenido el apoyo de funcionarios penitenciarios corruptos y por ello ha tomado esas medidas que aquí hemos desglosado a lo largo de este reportaje. Y ante la avalancha de críticas de los organismos internacionales que, supuestamente, velan por los derechos humanos, la mandataria ha respondido: “Si otro país ha hecho algo bien… ¿Por qué no copiarlo?” En clara alusión a las políticas de Nayib Bukele en El Salvador. Más todavía cuando las Naciones Unidas han publicado que, en Honduras los jóvenes entre los 18 y 20 años, continúan siendo las principales víctimas de los homicidios. Esa realidad es preocupante en grado sumo para la mandataria. “No vamos a permitir que esta atmósfera de terror continúe”, ha reforzado la tesis de la presidenta, José Jorge Fortín, jefe del ejército hondureño.

 

              Para concluir, la presidenta anunció a la prensa que, en primer término, lo que intenta es apaciguar las críticas de los ciudadanos hondureños, cansados y atemorizados por “las maras”; y, en segundo lugar, abrir un frente internacional, específicamente en las Naciones Unidas, para crear una comisión semejante a la CICIG, desplegada en Guatemala, para combatir en lo interno de su gobierno a la corrupción y la impunidad. “Personalmente –dijo Xiomara Castro-, hablaré con el Secretario General de la ONU, António Guterres. No podemos esperar más.”

 

           Por lo visto, Honduras está cambiando a golpe de acciones gubernamentales positivas, definitorias en materia de seguridad y largamente esperadas, mientras “los ladridos de los perros (los críticos) se escuchan a lo lejos… señal de que cabalgamos, amigo Sancho."


En Nicaragua, el Obispo Solitario que

se Enfrenta a la Dictadura

 

MANAGUA-El dictador Daniel Ortega, primero lo encarceló arbitrariamente, como suelen ser sus detenciones: sin justificación y al margen de la ley; posteriormente, le ofreció excarcelarlo con la condición de que se fuera para el exilio. Esta es la historia de sacrificio y valentía del Obispo católico de Matagalpa, Rolando Álvarez, quien está poniendo en entredicho la autoridad del dictador y sus nulos valores morales.

 

            Así, Monseñor Álvarez se ha convertido en el preso político más incómodo para el régimen, que no sabe qué hacer con él, pues le han ofrecido enviarlo al país que él desee, a un agradable destierro e, incluso, el Vaticano, a pesar de esa modorra impresionante que maneja su Pontífice actual, le ha dicho que le acogería en la Ciudad/Estado, pero el clérigo prefiere quedarse en Nicaragua, en su inmunda celda de prisión, para presentarle batalla política y espiritual a los dictadores, Daniel Ortega y su mujer, la bruja Rosario Murillo.

 

¿Qué pide a cambio Álvarez?

 

            Concretamente exige al régimen de facto de Ortega que libere a todos los sacerdotes que ha encarcelado y que su liberación no tenga ninguna condición a cambio. Así mismo, pidió el descongelamiento de las cuentas bancarias de las diócesis, parroquias y sacerdotes, dinero del que se han apoderado los dictadores. Empero, la dictadura se niega rotundamente a aceptar esas exigencias porque, si las aceptara, sería un revés, algo así como “torcer el brazo” en este pulso que mantiene con el religioso… una derrota que nadie, en el seno de la dictadura, quiere de cara al exterior, pues su imagen quedaría muy debilitada, más todavía por lo débil que es este gobierno corrupto del orteguismo.

 

            Los sandinistas en el poder acudieron a Roma, al Vaticano, para observar la posibilidad de que Monseñor Álvarez viajara a esa ciudad, pero la negociación se complicó en grado sumo, ya que “fue hermética, tensa, trabada y naufragó en menos de 30 horas”, describió un testigo. La idea de Ortega era enviar al obispo católico en un avión hasta la sede del catolicismo mundial, pero el clérigo, categórico, aseveró que él no saldría de Nicaragua bajo ninguna presión, porque “yo no he cometido ningún delito”, dejó escuchar a sus carceleros, que lo condenaron a 26 años de prisión por haberse convertido en la voz más crítica del régimen comunista.

 

            De acuerdo a la misma fuente informativa, los puentes de entendimiento y diálogo entre Managua y Roma fueron “dinamitados” por el gobierno sandinista al suspender relaciones diplomáticas, luego de que el Papa Francisco criticara a la inhumana y férrea dictadura que practican Daniel Ortega y Rosario Murillo. “Con mucho respeto –dijo Francisco I-, no me queda otra cosa que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige al país.” Es decir, en palabras más llanas y claras, le dijo a Ortega “demente” y esta fue “la gota que derramó al vaso,” porque, a los pocos días, fue anunciada la ruptura de relaciones diplomáticas con la Santa Sede y se procedió a la expulsión del Nuncio Apostólico de Nicaragua y de otros 84 sacerdotes y religiosas. Ortega remató su accionar con este argumento: “los Obispos, los curas, los Papas, son una mafia.”

 

Por otra parte, esta determinación de romper los lazos con el Vaticano, es lo que ha llevado al sistema que impera en Nicaragua a aislarse más en el plano internacional, pues son muy pocas las naciones que se consideran amigas de los nicaragüenses en estos momentos. Esta situación de ruptura no favoreció en nada a la liberación del Obispo Rolando Álvarez; y se intentó algún entendimiento por medio de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), propiamente con el Obispo Carlos Herrera, quien insistió en restablecer el diálogo para liberar a su colega católico; pero también este esfuerzo resultó infructuoso. Fue cuando Lula da Silva, presidente de izquierdas de Brasil, se ofreció a interceder ante la Santa Sede para entablar conversaciones y lograr la excarcelación de Álvarez. Se produjeron los acercamientos entre las dos partes, incluso Monseñor Álvarez fue sacado de la penitenciaría La Modelo y se mantuvo en estricto secreto su paradero, mientras se conversaba con Roma. El resultado al cabo de las deliberaciones fue la negativa tajante y absoluta del religioso de abandonar su país y repudió los términos de su liberación, ordenados por la pareja dictatorial. Fue cuando se rompieron las negociaciones con la persona designada por el Papa para tal motivo.

 

El régimen se desespera

 

            Tener a Monseñor Rolando Álvarez en el interior de Nicaragua, aunque sea en una celda, es motivo de incomodidad, preocupación y desvelo por parte de los dictadores, debido al peso moral y espiritual que representa y su influencia, consecuente y diaria, sobre el pueblo nicaragüense que es, esencial y profundamente católico. Es por esa razón que la dictadura ha tratado de deshacerse de él en dos ocasiones… La primera de ellas fue en febrero pasado cuando expulsaron a 222 presos políticos, les quitaron la nacionalidad y los enviaron a los Estados Unidos. En el instante cuando iban a abordar los aviones, Monseñor Álvarez se devolvió a tierra y dijo que él no se iría. Con ese destierro, los dictadores intentaron acallar las voces que les criticaban por tener presos de consciencia en sus mazmorras y buscaba quedar con la imagen de ser un gobierno que, a pesar de los  desencuentros ideológicos, era capaz de liberar a sus enemigos. Pero ese plan fracasó cuando el Obispo decidió quedarse en Nicaragua.

 

            Al lado de Monseñor Álvarez, se quedaron otros 30 presos políticos, empecinados en no salir del país hasta que se cumplan sus exigencias humanitarias. Desde luego, la comunidad internacional siguió presionando y acosando a la dictadura establecida en Managua, a la que de nada le valió la liberación de los 222 encarcelados, a quienes, antes de abordar las aeronaves, les quietaron sus documentos de identidad, pues “ya no eran nicaragüenses”, acusados de alta traición a la patria por colaborar con “el enemigo yanqui.”

 

            En medio de su desesperación, Daniel ortega ordenó que le impusieran sus jueces marioneta, una condena de 26 años de prisión por el delito de “traición a la patria.” Procedieron a sacarlo de su casa de habitación donde purgaba prisión domiciliaria desde agosto del 2022 y lo llevaron a la penitenciaría. Simultáneamente a su traslado, Daniel Ortega se dirigió a sus acólitos para decir que Álvarez era “un terrorista, un energúmeno y un desquiciado.” Seguidamente, prohibió las procesiones de Semana Santa, ordenó expulsar monjas de Nicaragua, apresar a más sacerdotes, imponer impuestos a los templos, cerrar colegios católicos, ONGs, medios de comunicación pertenecientes a la misma Iglesia Católica, todo para presionar al Vaticano para que se lleve de una vez por todas al incómodo Monseñor Álvarez. Pero con todas esas determinaciones draconianas, Ortega y su mujer están caldeando los ánimos de la población nicaragüense que, según una encuesta de la empresa CID Gallup, contratada por el medio de prensa el Confidencial, la condena al prelado es rechazada por el 79 por ciento de los ciudadanos.

 

            En resumen, Monseñor Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa, se mantiene preso en la cárcel La Modelo, en una celda de aislamiento; e indicó que solo abandonaría Nicaragua si el Papa se lo ordenase y su postura es inquebrantable por quedarse en su país hasta que sus demandas y exigencias sean cumplidas por la dictadura. Es evidente que “la cuerda se ha tensado al máximo” entre los dos polos antagónicos y un final, de cualquier índole y naturaleza, es difícil imaginarlo o conjeturarlo por ahora.


Recep Tayyip Erdogan Permitirá la Adhesión

de Suecia a la OTAN

 

VILNA, Lituania-Parece que finalmente Turquía, país con veto en la OTAN, permitirá que Suecia ingrese a esta Organización del Tratado del Atlántico Norte, pero con ciertas condiciones que beneficiarán al gobierno turco y que los europeos han aceptado. Los analistas indican, usando el lenguaje figurado, que “el mandatario turco ha jugado una excelente partida de póker” frente a sus colegas de la OTAN.

 

            En primer término, Erdogan, recién reelecto presidente de la nación “otomana,” ha exigido el ingreso de Turquía a la Unión Europea (UE), a cambio de que él no vete más la adhesión de los suecos a la OTAN. Una jugada simple, pero “maestra”, que a nadie se le hubiese ocurrido en tal posición. Lo cierto es que Turquía ha sido rechazada una y otra vez en sus intenciones de entrar a la UE, debido a situaciones como el mal manejo (o deficiente manejo) de los derechos humanos, con base en las leyes islámicas que rigen en este país euro-asiático. Para citar solo un ejemplo.

 

            El escenario de esta Cumbre es la ciudad Capital de Lituania, a orillas del Mar Báltico, y se ha convocado para tratar el espinoso tema de la invasión rusa a Ucrania y la posible incorporación de esta nación a la Alianza Atlántica.

 

La experiencia política y negociadora de Erdogan

 

            Recep Tayyip Erdogan acaba de ganar, nuevamente, unas elecciones presidenciales en Turquía, dejando ver una agilidad e inteligencia pasmosas con las cuales derrotó a sus rivales; y, con tantos años en el poder, es uno de los más diestros negociadores de la Europa de hoy, artes que ha sacado a relucir en Vilna con todas sus luces y capacidad. Es con fundamento en ello, que ha condicionado su voto afirmativo a los suecos, pero… la OTAN y los gobiernos democráticos de Europa tienen que concederle los privilegios y las ventajas que él ha exigido. "Una cosa a cambio de la otra”, parece ser la máxima simple y simplista en la que se ha apoyado Erdogan y da la impresión de que le ha dado el resultado apetecido…

 

            Finalmente, aceptó dar “el sí” a Suecia para que ingrese “al escudo protector de la OTAN”, aunque la Asamblea turca será la que termine el proceso de ratificación. Lo mismo sucede con el parlamento de Hungría, un miembro de la Alianza Atlántica que tampoco es muy fiable y se le considera, entre bastidores, amigo del genocida ruso Vladímir Putin. Los húngaros tienen entre sus manos, del mismo modo, el destino de Suecia.

 

            Los turcos, evidentemente, no tienen mucha prisa en ayudar a Suecia, cuyo gobierno ha sido acusado reiteradamente de proteger en su territorio a “terroristas” kurdos, enemigos de Ankara; y de permitir manifestaciones en las calles donde se han quemado, varias veces, ediciones de El Corán, la Biblia del mundo musulmán. Todo ello lo han hecho en Suecia y todo ello ha enfadado a Turquía, que ha frenado las intenciones suecas por ingresar a la OTAN y se ha convertido en un verdadero escollo, en “un inmenso farallón, donde las olas del mar sueco se han estrellado y roto una y decenas de ocasiones más.” De hecho, los diputados turcos irán a un descanso y regresarán al pleno del parlamento hasta el mes de octubre, mientras los suecos tendrán que esperar pacientemente, no sin maldecir el cinismo y la lentitud con la cual ven “los otomanos” su adhesión a la Alianza.

 

            Después de una tensa reunión entre Erdogan y Jens Stoltenberg, a puerta cerrada, el noruego ha prometido al presidente turco la creación de cargo, para la coordinación en la lucha contra el terrorismo, en el seno de la Alianza Atlántica; así mismo, reforzar la cooperación económica con Turquía, los intercambios bilaterales y las inversiones. En lo que respecta a los kurdos residentes en Suecia, el gobierno de esta nación se comprometió con Erdogan, presentar una hoja de ruta que será la base de su lucha continua contra el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones. En este punto específico, los suecos se han comprometido en “no proporcionar apoyo a YPG/PYD y a la organización descrita como FETO, en Turquía”, es decir, a las facciones kurdas que operan armadas en suelo turco, con el propósito de conseguir un territorio que le dé forma a una patria kurda. Por supuesto, Ankara se niega rotundamente a ceder un solo palmo de su país a este pueblo debidamente conformado con sus leyes, parlamento, gobierno, cultura y tradiciones, pero sin tierras propias y que abarcan grandes porciones de la geografía turca.

 

            Para Suecia es imperativo, de capital importancia, que Ankara y Budapest no veten más su entrada en la OTAN. En mayo del año pasado (2022), Estocolmo y Helsinki (Finlandia), solicitaron ser aceptadas en la Alianza, con el temor que les despertó la invasión y la guerra llevada por los rusos a Ucrania. De tal manera que las políticas de neutralidad y pacifismo de las dos naciones del norte de Europa, acabaron así… brusca y súbitamente. Pero Turquía aceptó “de mil amores” que los fineses ingresaran, pero se abstuvo de favorecer a los suecos, hasta que estos cambien su legislación antiterrorista, hagan enmiendas constitucionales y levanten el veto que existe a la venta de armas al ejército turco. A todo este pliego de exigencias, Erdogan exigió extradiciones de líderes kurdos protegidos por el gobierno sueco, prohibiciones en Estocolmo y otras ciudades de Suecia a las manifestaciones organizadas y llevadas a cabo por simpatizantes del PKK kurdo o de la extrema derecha que quema ejemplares de El Corán, cuando le place y donde le place, con tal de enojar a los millones de musulmanes que componen al pueblo “otomano.”

 

            Finalmente, la baza en esta partida a la que juega Erdogan en Vilna, en la Cumbre de la OTAN, la ha constituido su exigencia para que la Unión Europea (UE), se abra de par en par y permita las negociaciones para la adhesión de Turquía a esta organización de las naciones europeas y que ha estado cerrada herméticamente de frente al gobierno de Ankara. Los componentes de la UE, al ver y escuchar la postura de Erdogan, se quedaron impávidos, viéndose unos a otros con los rostros desencajados, como quienes no creen lo que ha entrado por sus oídos. Fue cuando el presidente turco dijo en reafirmación: “Turquía lleva esperando en la puerta de la UE más de 50 años. Hago un llamamiento a estos países que hacen esperar a Turquía (para que) abran el camino a Turquía hacia la UE y nosotros despejaremos el camino para Suecia, tal y como lo allanamos para Finlandia.” No obstante su deseo, los europeos no dejan de considerar (y por eso creen que Turquía no está preparada para entrar a la UE), el golpe de Estado que el ejército turco quiso dar, la represión interna ordenada por el mismo Erdogan, las amenazas con la pena capital (pena de muerte), el encarcelamiento de los opositores, los bombardeos al Kurdistán, las operaciones en Siria y los lazos y amistad con Moscú y su genocida, Vladímir Putin. Es por esas razones que las puertas de la UE están cerradas para Ankara y los líderes europeos han dicho que “nadie la quiere dentro, que no es bueno para el continente, para sus ciudadanos, para la cohesión o la coherencia, el que Turquía llegue a formar parte de la Unión.” Este asunto en particular ha quedado stand bye, flotando en el aire, empero, y requerirá más reuniones para tratarlo y dirimirlo de la mejor manera.

 

            Un resumen de la postura de Erdogan en esta Cumbre, sería más o menos en estos términos: quiere que la OTAN le venda aviones de combate F-16, una transacción que fue paralizada por los Estados Unidos en el 2019; que se le ponga un límite a las agresiones de los kurdos; más y mejores vínculos comerciales con la UE, que sean capaces de levantar las finanzas de Ankara, casi en estado ruinoso; que hayan avances en la Unión Aduanera, y la liberalización de visados para sus ciudadanos que quieren viajar al interior de Europa. De hecho, en una conversación telefónica, antes de esta Cumbre de la OTAN, entre Biden y Erdogan, este le aseguró al estadounidense que no iba a Vilna “con los brazos abiertos” ni exultante de alegría; e hizo hincapié en las quemas de ediciones de El Corán, que se repiten una y otra vez en Estocolmo, con beneplácito y tolerancia absoluta del gobierno sueco. Por su parte, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, terció al decir que esas manifestaciones de Erdogan “solo benefician a Rusia y al PKK. Los primeros, para impedir una OTAN más grande y fuerte; y el partido considerado terrorista que estaría gustoso de ver una ruptura definitiva entre Suecia y Turquía.”

 

            Recep Tayyip Erdogan, de acuerdo a un observador que siguió de cerca sus movimientos en Vilna, “se movió semejante a un viejo tiburón del Bósforo,” con seguridad, astucia, valentía y sin un palmo de timidez, conocedor y sabedor que tiene “los fules de la partida” en sus manos, para exigir, complicar y reprochar a sus amigos de la OTAN. Su ministro Hakan Fidan conversó con su homólogo norteamericano Antony Blinken; y su asesor presidencial, Akif Caatay Kilic, lo hizo con el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan; mientras que él, el sagaz Erdogan, se reunió en privado con Joe Biden; cenó con el presidente del Consejo Europeo, Chales Michel; habló con el Primer Ministro sueco, Ulf Kristersson; y el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg. Todo y a todos, los aprovechó el viejo Erdogan y siempre dispuesto a hacer valer “los derechos” de su país, Turquía, tan cerca de Europa y tan lejana a la vez, ideológica y dogmáticamente.

 

Otros matices de la Cumbre

 

            El primer éxito de Erdogan en este encuentro multinacional, fue conseguir que los Estados Unidos accediera a venderle más cazabombarderos F-16, con capacidad, incluso, para transportar bombas atómicas, a pesar de que el arsenal turco no las tiene consigo. A cambio, la Casa Blanca solicitó al mandatario de Turquía que suspenda sus operaciones militares en Siria, donde ocupa una franja de tierra en el norte de esta nación y desde donde combate a la minoría kurda, que, a su vez, es aliada de los estadounidenses en su guerra contra el criminal Estado Islámico (Daesh o Isis).

 

           De tal manera que el Pentágono hará llegar a Ankara los aviones que necesita y modernizará otros 243 que posee el ejército turco en estos momentos. Fue cuando el consejero de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Jack Sullivan, se guardó para sí la información si entregará los cuarenta F-16 que Turquía ha pedido o una cantidad menor; tampoco dijo nada acerca del modelo de los aviones. También trascendió que los norteamericanos han estado complacidos con el alineamiento que Turquía ha tenido con Ucrania (y que ha enfadado a los rusos), país donde, incluso, abrió una fábrica de drones marca Bayraktar, de la empresa Baykar, una empresa que fue fundada por el yerno del propio Erdogan. Así mismo, turcos y ucranianos firmaron un acuerdo, en el que los turcos suministrarán artillería made in South Korea; y ha llamado poderosamente la atención la postura de Recep Tayyip Erdogan en el sentido de que las amenazas rusas de retirarse del acuerdo para la exportación del cereal ucraniano por el Mar Negro, le tienen sin cuidado, “porque si Rusia deroga dicho convenio, la Armada turca se encargará de garantizar la seguridad de los mercantes que participen en el programa.” Declaró el presidente “otomano”, unas afirmaciones que han gustado sobremanera tanto en Kiev, como en Bruselas y Washington.

 

             En otro estado de cosas y siempre dentro de los pormenores de la Cumbre en Vilna, Lituania, el mandatario estadounidense, Joe Biden, brindó importantes declaraciones en lo que atañe a la invasión rusa a Ucrania. Dijo, entre varios temas, que “Rusia ya ha perdido la guerra por falta de recursos y debido también a problemas económicos. No hay posibilidad ya de que gane la guerra –reafirmó-; y Ucrania se unirá a la OTAN algún día, pero eso no podrá suceder mientras Kiev siga en guerra con Moscú. No es una cuestión de si deben unirse o no… es una cuestión de cuándo pueden unirse.” Indicó también que la contraofensiva ucraniana para recuperar los territorios ocupados por Rusia, debería desembocar en negociaciones entre las dos partes y que pueden poner fin a la guerra. “Mi esperanza –dijo textualmente Biden-, y mi expectativa, son que Ucrania realice avances significativos y que eso conduzca a una solución negociada en algún momento.” En cuanto a la amenaza de los rusos de usar armas nucleares en el conflicto con Ucrania, el mandatario estadounidense aseguró que no se toma muy en serio esas amenazas proferidas por Moscú: “No creo que haya posibilidad real de que Putin use el arma nuclear –enfatizó-. No solamente Occidente, sino también China y el resto del mundo se lo han dicho muy claramente, que no se adentre en ese terreno.”

 

              Al referirse al intento de golpe de Estado de parte del Grupo Wagner, Biden dijo: “Sobre el peligro que suponen las tropas del Grupo Wagner estacionadas en Bielorrusia y que mantienen en alerta a vecinos como Polonia, ni siquiera sabemos dónde están. (Y en referencia a su ex líder, Yevgueni Prigozhin), si yo fuera él, tendría cuidado qué comer, tendría la vista puesta siempre en mi menú.” En clara mención a la posibilidad de que sea envenenado en cualquier instante, allí donde esté, por su ahora enemigo Vladímir Putin, a quien le encanta asesinar a sus opositores con veneno y durante las comidas.

 

            Antes de su llegada a Vilna, para participar en la Cumbre de la OTAN, Biden visitó por vez primera Finlandia, el último país en adherirse a la Alianza del Tratado del Atlántico Norte. En otras palabras, estuvo tan solo a dos horas por carretera de la frontera con Rusia, el enemigo de todos en estos momentos. En la Capital, Helsinki, el presidente de los norteamericanos señaló: “Las naciones sentadas a esta mesa, no solo compartimos una historia común, sino los mismos valores.”

 

           Una vez instalado en Vilna, sede de la reunión cimera de la OTAN, le llegaron a Biden las argumentaciones, que más que razonamientos ideológicos o políticos, fueron reproches de parte del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien lamentó la falta de referencias temporales en relación con la entrada de Ucrania en la OTAN; es decir, “el cuándo” podría suceder dicho ingreso con el que sueña Kiev a diario y de manera incansable. Y le ha dolito todavía más la respuesta de Jens Stoltenberg, quien habló de “invitación a Ucrania”, en lugar de definir el trayecto concreto que deberían seguir los ucranianos en su gobierno: “Estaremos en condiciones de extender una invitación a Ucrania para unirse a la Alianza, cuando los Aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones. Es lo máximo que la OTAN puede ofrecer a un país en guerra abierta, ocupado en el Este, mermado en sus capacidades. Un país que, según las reglas de la Alianza, no está preparado ni puede contribuir a la seguridad colectiva. Todos creen que el sacrificio del país es una aportación existencial para la seguridad de Europa, pero ahora mismo su ingreso supondría mucho más riesgo que lo contrario, por razones obvias. De aquí que no pueda haber calendario exacto, que no haya invitación ni, como aspiraban en Kiev, alguna especie de automatismo que señalara que según terminen los enfrentamientos llegará una invitación.” Le dejó escuchar el secretario general de la OTAN y la respuesta de Zelenski, totalmente defraudado, fue en estos términos: “(el argumento de Stoltenberg) ha sido absurdo, falto de respeto, una motivación para que Rusia continúe con su terror. Y la incertidumbre es debilidad.”

 

            A pesar de la decepción del mandatario ucraniano, la OTAN ha ratificado su asistencia armamentista y económica a Kiev y continúa con los planes de dar hasta €500 millones anuales en el Paquete Integral de Asistencia para equipamiento no letal; también introducir a Zelenski y sus ministros en todas las reuniones de la inteligencia compartida y se ha creado para este mismo fin, un Consejo OTAN-Ucrania, para facilitar los contactos entre ambos gobiernos. Y en la declaración final de esta Cumbre, se reafirmó de parte de la Alianza “la inquebrantable solidaridad con el gobierno y pueblo de Ucrania, en la heroica defensa de su nación, su tierra y nuestros valores compartidos. (Y) Occidente se mantiene firme en nuestro compromiso de intensificar aún más el apoyo político y práctico a Ucrania, mientras continúa defendiendo su independencia, soberanía e integridad territorial dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas. Y continuaremos nuestro apoyo mientras sea necesario.” Y en otros párrafos del texto final, se deja leer: “El futuro de Ucrania está en la OTAN. Reafirmamos el compromiso que hicimos en la Cumbre del 2008 en Bucarest (Rumanía), y hoy reconocemos que el camino de Ucrania hacia la plena integración euroatlántica, ha ido más allá de la necesidad del Plan de Acción de Membresía. Ucrania se ha vuelto cada vez más interoperable y políticamente integrada con la Alianza y ha logrado un progreso sustancial en su camino de reforma.”

 

             En cuanto a Rusia, el enemigo de todos en esta época, la declaración de Vilna explica: “La OTAN no busca la confrontación y no representa una amenaza para Rusia, pero a la luz de sus políticas y acciones hostiles, no podemos considerar a Rusia como nuestro socio. Cualquier cambio en nuestra relación, depende de que Rusia detenga su comportamiento agresivo y cumpla plenamente con el derecho internacional. Seguimos dispuestos a mantener abiertos los canales de comunicación con Moscú, para gestionar y mitigar los riesgos, evitar la escalada y aumentar la transparencia. Al mismo tiempo, continuaremos consultando y evaluando las implicaciones de las políticas y acciones de Rusia para nuestra seguridad y responderemos a las amenazas y acciones hostiles de Rusia, de manera unida y responsable.” Una argumentación explícita hacia el Kremlin, que más bien parece una amenaza directa, valiente y tajante, con la que cierra el documento redactado al cabo de la Cumbre en Lituania. De tal manera, ya saben a qué atenerse los rusos, frente a una fuerza, como la OTAN, con un ejército extraordinariamente profesional y efectivo, mientras el ruso “hace agua” en las trincheras en Ucrania, donde es barrido relativamente fácil por la contraofensiva lanzada desde Kiev.

 


Grupo Wagner Detiene su Marcha Golpista

 hacia Moscú. Es el Final de Prigozhin

 

ROSTOV, Rusia-Hace pocas horas, Yevgueni Prigozhin, el fundador y líder del Grupo Wagner, el mal llamado “ejército personal de Vladímir Putin,” amenazó a la dictadura de su ex amigo, con derrocarla y acabar con la improvisación y el desorden que campea en el Kremlin. Palabras que las han tomado muy en serio en esta Capital rusa y anunciaron que harán una investigación sobre el tema para encontrar la verdad y por qué fue proferida dicha amenaza.

            Desde el punto de vista político, la declaratoria de rebelión enunciada por Prigozhin, es una amenaza con todas sus letras en contra del gobierno actual de Rusia y “ensucia” la imagen de Putin, precisamente por “la falta de respeto” de parte de una milicia que, en el papel, es mucho más débil que el ejército regular y oficial de Rusia. Y desde el militar, es una provocación de gran magnitud, más aun contra un ejército que se hace llamar a sí mismo el más poderoso después del estadounidense, a nivel mundial, pero que, en los campos de batalla es barrido una y otra vez por el ucraniano, cuando a éste le place. Es muy posible que el líder de los mercenarios de Wagner se haya fundamentado para proferir su amenaza, en el hecho de que las milicias rusas que combaten actualmente en Ucrania, “son solamente un tigre de papel”, capaces de ser derrotadas con relativa facilidad por cualquier enemigo más o menos fuerte.

            Pero la noticia de que marchaba hacia Moscú, no ha dejado indiferente a nadie en Europa ni en América; incluso, el régimen de Venezuela, afecto al de Moscú, hizo leer un comunicado en el que sanciona la iniciativa golpista de Prigozhin, contra el gran amigo de Venezuela, en el caso de Vladímir Putin. Según se ve, la noticia le ha dado la vuelta al mundo y tiene a China y a la Unión Europea, junto a la Casa Blanca, en vilo, a la espera de un desenlace en Rusia, cualquiera que este sea. Este es el comunicado que despachó el Ministerio de Relaciones Exteriores, en Caracas, en el que da el espaldarazo al dictador ruso: “El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, en nombre del Pueblo y Gobierno venezolano, condena enérgicamente la amenaza irracional del Grupo Wagner y de su dirigente, Yevgueni Prigozhin, de promover una insurrección armada en la Federación de Rusia, a través de métodos terroristas. Cualquier cambio de poder o sublevación armada por vía violenta e inconstitucional, así como el uso de fuerzas externas que apuestan a una guerra civil, atentando contra la soberanía y autodeterminación de los Pueblos, vulnerando la estabilidad política y la paz social de la Federación de Rusia. Damos el absoluto respaldo a Vladímir Putin y manifestamos nuestra solidaridad con el pueblo ruso ante este ataque contra la paz, estabilidad y la sólida democracia (¡!) en este hermano país (Rusia).”

 

El Grupo Wagner vira en “U”

 

            Esa es la última información que se ha recibido desde la carretera que lleva a Moscú y sobre la cual, los vehículos de Wagner rodaban con destino hacia la Capital rusa. A groso modo, se ha sabido que una conversación entre Alexandr Lukashenko, dictador de Bielorrusia, y Prigozhin, convenció a este último para que no realizara su ataque al Kremlin. “Mis tropas regresarán a sus bases, tras la mediación del presidente bielorruso (…), para evitar derramamiento de sangre y dar garantías de mi seguridad y de mis fuerzas (armadas).” Ha comunicado el líder y fundador de Wagner.

            Lo que estuvo a punto de acontecer fue el resultado de meses de confrontación entre Yevgueni Prigozhin y la cúpula gobernante en Rusia, en especial contra los Generales que están guiando a las tropas rusas en Ucrania. En apariencia, el líder del Grupo mercenario Wagner, partió desde su base en Ucrania, donde ha sido reiteradamente derrotado por los soldados ucranianos y su empuje, y se enfiló a lo largo del territorio de Rusia, donde tomó, incluso y sin disparar un solo tiro, la ciudad de Rostov del Don, en especial las instalaciones militares. Testigos oculares han dicho que las tropas rebeldes de Wagner entraron, en columna, a la región de Lipetsk, a unos 400 kilómetros al sur de Moscú y destruyeron secciones del asfaltado de la carretera para impedir el paso de otros vehículos. Por su parte, al ver la situación tensa, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobyánin, aconsejó a los ciudadanos de la urbe que reduzcan, “todo lo posible”, sus desplazamientos y declaró el día “no laborable.”

            En lo que atañe a Putin, se dirigió al pueblo ruso por la televisión, acusando a los mercenarios de “traidores a la patria y (que) serán castigados”; de paso, giró la orden al ejército ruso para que restablezca el orden. La respuesta de Prigozhin no se hizo esperar y en un audio que publicó él mismo, dijo que no se rendirá y reafirmó su deseo de ir a la guerra civil. Fue cuando el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aprovechó la tesitura para pedir a los rusos que depongan a Putin de su puesto dictatorial, que lo derroquen.

            Un detalle digno de ser tomado en consideración dentro del inicio del levantamiento militar de parte de Wagner, lo presentaron decenas de habitantes de la ciudad de Rostov del Don, en el suroeste de Rusia, quienes ovacionaron de manera entusiasta e inesperada al grupo mercenario, cuando entró al cuartel militar de la urbe. Aplaudieron y corearon el nombre de Wagner, en especial cuando su líder anunció la retirada, después de haber conversado con el dictador de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, gran amigo y servil de Vladímir Putin, quien, supuestamente, habría convencido a los rebeldes para que desistieran de sus intenciones de llegar hasta Moscú.

            La postura del Kremlin sigue siendo inflexible por más que Wagner dio “la vuelta en U” y se devolvió por donde vino y se alertó al Comité Nacional Antiterrorista, advirtiendo que hay “mensajes provocativos que están circulando en las redes sociales, (que invitan a los ciudadanos) a participar en las protestas (contra Moscú). Esas acciones son delictivas y se tomarán medidas.” Dejó saber el gobierno central ruso. Además, esos aplausos conferidos por los habitantes de Rostov, la undécima ciudad de Rusia, a los mercenarios de Wagner, cuando se retiraban, enfadaron mucho más al Kremlin y dejó escuchar que Progozhin “ha incriminado a un gran número de personas (en su acto de rebeldía).”

            Ante tales acontecimientos, el presidente de Ucrania no ha dejado pasar la oportunidad para enviar un mensaje a los rusos: “Cuanto más tiempo permanezcan sus tropas en tierra ucraniana, más devastación traerán a Rusia. Cuanto más tiempo esté esta persona en el Kremlin, más desastres habrá (en referencia a Putin). Hoy el mundo vio que los líderes de Rusia no controlan nada. Nada en absoluto. Caos completo. Ausencia total de cualquier previsibilidad. Ucrania será definitivamente capaz de proteger a Europa de cualquier fuerza rusa y no importa quién las comande. Nosotros protegeremos.” Aseguró un exultante Zelenski, obviamente impresionado por lo que ha sucedido en Rusia en las últimas horas. Y añadió: “El hombre del Kremlin está obviamente muy asustado y posiblemente se esté escondiendo. Estoy seguro de que ya no está en Moscú. (Putin) sabe de lo que tiene miedo, porque él mismo lo ha creado. Todo el miedo, todas las pérdidas, todo el odio, los ha esparcido él mismo; y cuanto más pueda esconderse en sus búnkeres, más perderán todos aquellos que estén conectados con Rusia. ¿Qué haremos los ucranianos? Defenderemos a nuestro país, defenderemos nuestra libertad. No nos callaremos y no nos quedaremos quietos. Sabemos cómo ganar y lo haremos. Nuestra victoria en esta guerra será inequívoca. ¿Y qué harán ustedes? –Preguntó a los rusos-. Cuanto más tiempo sus tropas estén en suelo ucraniano, más destrucción traerán a Rusia después (…).”

            ¿Pero de qué manera Lukashenko convenció al líder del Grupo Wagner, para que regresara con sus hombres a sus bases? En un audio que publicó, Yevgueni Prigozhin dijo que aceptó la oferta del presidente (entiéndase dictador), bielorruso y que sus tropas retrocederían a sus bases y explicó que tuvo que tomar la decisión de enfrentarse al poder central ruso porque “querían disolver la compañía militar Wagner. Nos embarcamos en una marcha por justicia el 23 de junio. En 24 horas hemos llegado a 200 kilómetros de Moscú. En todo este tiempo, nuestros soldados no han derramado ni una sola gota de sangre. Ahora habíamos llegado al momento en que la sangre podía ser derramada. Entendiendo nuestra responsabilidad sobre ello, damos media vuelta y nos volvemos a nuestros campamentos como estaba previsto.” Explicó.

            Por su lado, Lukashenko, dictador de Bielorrusia da su versión sobre lo sucedido, palabras que han sido difundidas por la agencia Estatal bielorrusa, BELTA: dijo que dialogó tanto con Putin como con Prigozhin y el resultado fue detener a Wagner en su intención de marchar hacia y sobre Moscú. “Se ha llegado a un acuerdo de que es inadmisible desatar una matanza sangrienta en territorio ruso. Yevgueni Prigozhin ha aceptado la propuesta de detener el movimiento de personas del Grupo Wagner en territorio ruso y tomar pasos adicionales parta desescalar las tensiones. Sobre la mesa hay una propuesta: aceptar absolutamente para resolver la situación, con garantías de seguridad para los soldados del Grupo Wagner.”

            La verdad de lo cercano que estuvo un enfrentamiento directo y sangriento con las tropas regulares rusas, lo dicen los amotinados de Wagner, quienes se contabilizaban en unos 5,000 combatientes e iban directamente hacia Moscú; de hecho, estuvieron a pocos kilómetros, según se ha consignado en las líneas anteriores de este mismo reportaje. Esa cantidad de rebeles iban bajo el mando del comandante superior del grupo, Dmitry Utkin. En total, los hombres que dirige Prigozhin son unos 25,000 y alrededor de 5,000 estuvieron hasta hace pocas horas en Rostov del Don. Según los estrategas que van siguiendo las incidencias, el plan táctico de Wagner era el de hacerse con la mayor cantidad de ciudades densamente edificadas, a fin de protegerse de los contraataques del gobierno.

 

Reacciones en Rusia y en el exterior

 

            El descontento que se ha extendido a lo largo de los últimos seis meses, en el pensamiento y alma de Prigozhin, nunca se creyó, ni en Rusia ni en el resto de Europa Occidental, que iba a desembocar en un ataque contra su propio país, o, por lo menos, en el país que le vio nacer, puesto que él es judío y las gentes de esa raza son israelíes, antes que de otro sitio. Lo cierto es que se ha pasado vociferando y publicando insultos, medias verdades y verdades enteras contra el Kremlin, el Alto Mando ruso y la horrenda campaña desplegada en Ucrania en una guerra que día a día, la pierden los rusos, mal adiestrados, mal alimentados, sin tiendas de campaña, sin pertrechos, sin medicamentos y donde mueren los Generales en cantidades impresionantes, como si fuesen moscas en una mañana de verano. Y su enojo no soportó más y decidió marchar hacia Moscú, una decisión y acción que Putin nunca creyó y que solamente las tropas de Hitler consiguieron en la Segunda Guerra Mundial. Fue cuando, supuestamente, se produjo la conversación con el dictador de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, quien, muy posiblemente pensó que si Prigozhin destronaba a Putin, su dictadura en Bielorrusia iba a caer también, igual a las piezas del dominó. Quizás por eso Lukashenko se precipitó para convencer al judío renegado. Sin embargo y a pesar de que Prigozhin se devolvió a su campamento con sus combatientes, lo peor para él está por llegar en los siguientes meses, talvez días apenas, porque Putin ya sabe quién es y de lo que es capaz su nuevo enemigo o enemigo que siempre ha estado ahí, aunque oculto.

            Nadie duda de que, ahora sí, su cabeza va a rodar más rápido que antes. Putin activará con prontitud el protocolo para deshacerse de sus enemigos y lo hará sin dilación. Dentro de los conceptos del dictador ruso, Prigozhin es un traidor, un individuo que le ha apuñalado por la espalda y según su manera de ser… él no es perdonador y aquel que perdona en política y en situaciones de guerra, lo que hace es cavar su propia tumba, en tal caso.

            En otro aspecto de esta crisis, el ex presidente de Rusia y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvedev, fiel a su retórica venenosa e incendiaria, ha condenado el intento de golpe de Estado que iba a perpetrar el judío dueño de Wagner y ha dicho en torno a este asunto: “(el peligro que entraña la toma del poder por el Grupo Wagner), somos conscientes de las consecuencias de un golpe de Estado en la mayor potencia nuclear (Rusia, según él). En la historia de la raza humana, nunca ha habido una situación en la que el mayor arsenal de armas nucleares haya sido controlado por bandidos. Obviamente, tal crisis no se limitará a un solo país. El mundo será llevado al borde de la aniquilación. La rebelión armada como la de los mercenarios del Grupo Wagner –continuó Medvedev-, es una operación bien pensada y planificada, cuyo propósito es tomar el poder en el país. El desarrollo de los acontecimientos actuales, muestra que las acciones de quienes organizaron la rebelión militar, encajan plenamente en el esquema de un golpe bien pensado y orquestado. Por todo ello, se puede hablar de la participación en la rebelión, de personas que anteriormente sirvieron en las unidades de élite de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa y, muy posiblemente, de especialistas extranjeros (¿?). (Pero) el liderazgo ruso no permitirá que criminales locos y sus seguidores, tomen el poder en el país.” Aseguró a la agencia oficial de noticias, TASS. 

            Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, hizo ver a Occidente en una escueta, aunque beligerante y amenazadora nota: “Advertimos a los países occidentales contra cualquier indicio del posible uso de la situación interna rusa, para lograr sus objetivos ‘rusóficos.’ La rebelión no impedirá a Rusia cumplir todas las metas y objetivos de la guerra en Ucrania; y el intento de rebelión armada en el país, provoca un fuerte rechazo en la sociedad rusa (¡!), que apoya firmemente al presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin.”

            Cuando la noticia cundió por toda Europa, los países vecinos de Rusia optaron por cerrar sus fronteras, previendo una escalada del conflicto armado; por ejemplo, la presidenta de Georgia, la frontera más cercana a Rostov, pidió a su primer ministro que “convoque al Consejo de Seguridad Nacional, refuerce los controles en la frontera y revise el régimen de visados.” En los casos de Lituania y Polonia, acordaron reforzar su atención a sus fronteras orientales con Rusia y Bielorrusia; y el ministro de Exteriores letón, Edgars Rinkevichs, comenzó a coordinar con los otros dos países bálticos y Finlandia, para cerrar las demarcaciones fronterizas según se presentaran los acontecimientos.

           

                  En Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania, sus líderes han estado en permanente comunicación telefónica, analizando la situación en Rusia y han reafirmado su apoyo inquebrantable a Ucrania. Y en lo que estriba a la guerra propiamente dicha en suelo ucraniano, sus Fuerzas Armadas han comunicado que han recuperado el control de algunas posiciones próximas a la localidad de Krasnogorivka, a las puertas de la ciudad de Donetsk y, aseguran, han recobrado territorio en esta región que no se ocupaba desde el 2014. “Nuestras unidades de asalto –escribió en Telegram el General Oleksandr Tarnavskyi-, avanzaron inesperadamente para el enemigo. Durante esta semana, el enemigo ha estado tomando todas las medidas para impedir nuestro avance sobre estas posiciones, pero fue en vano. Esto tiene un significado simbólico para nosotros, (porque) ocurre en un momento fundamental y nos trae cierta mejora de nuestra posición táctica.”

 

                   En un intento de síntesis, los días subsiguientes serán cruciales para la vida de Yevgueni Prigozhin, ante un enemigo que no olvida, como es el caso de Vladimir Putin; él lo sabe, Occidente lo sabe y quienes han sufrido los excesos criminales de este mercenario judío nacido en Rusia, también lo saben, especialmente en el África negra, Libia y Oriente Próximo. Su error fue haber escuchado a Lukashenko, quien solo pensó en salvar “su propio pellejo” y su dictadura en Bielorrusia, porque, desde el momento en que viró hacia su punto de partida, le cedió la iniciativa a Putin, quien, a estas alturas “del juego”, ya debe haber decidido sobre la vida y el destino del jefe del Grupo Wagner, un conglomerado de combatientes que lo mejor que pueden hacer es desertar, huir, internarse en Europa Occidental, porque en Rusia les espera la cárcel siberiana (Gulag), las torturas y la muerte segura.


En Rusia lo Único Seguro es la Persecución, el Asesinato y la Guerra

 

MOSCÚ- El Caso Navalny- La figura del disidente Alexei Navalny ha retomado importancia en los últimos días en esta extensa nación regida por la funesta y criminal dictadura de Vladímir Putin. El motivo por el que ha trascendido nuevamente a la prensa mundial, se debe a su estado de salud que es sumamente precario y ha tenido que ser trasladado de la cárcel en la que el tirano Putin lo tiene confinado, a un hospital cercano, debido a los fuertes dolores de estómago que comenzó a sentir. Quienes conocen a Putin y sus métodos, no descartan que éste haya ordenado un envenenamiento lento contra su archienemigo, quien quiere tirarlo del poder y llevar la democracia, finalmente, a Rusia.

            De acuerdo a las observaciones de los médicos, Navalny está perdiendo peso físico muy rápidamente y su grupo de amigos y colaboradores en la oposición rusa, siguen asegurando que es muy posible que se trate de otra intoxicación. Desde que Putin ordenó arrestarlo cuando llegó al aeropuerto internacional de Moscú, procedente de Alemania, donde le salvaron la vida después del primer intento del servicio secreto ruso de asesinarlo, por medio de una fuerte dosis de veneno, el disidente ha estado enfermo, aislado en la prisión, sin acceso a la comida y a los medicamentos que le envían. “Padece una dolencia misteriosa, que podría ser un envenenamiento lento,” repiten una y otra vez sus portavoces; y lo cierto es que el líder ruso se queja de un dolor agudo con molestia estomacal, y esos son, precisamente, los mismos síntomas que sintió en el 2020, cuando tuvo que ser llevado de emergencia al hospital alemán, donde se le intervino con urgencia para que no muriera.

            Acostumbrados a la mentira y a lanzar “cortinas de humo” para esconder la realidad de los acontecimientos, la gente fiel al dictador de Rusia ha negado todo en relación con Navalny, en específico en el servicio penitenciario, que ha negado “a destajo” malos tratos contra el prisionero de consciencia. Sin embargo, el hecho de que hayan tenido que permitir el ingreso de una ambulancia a la prisión, revela que la anomalía es lo que prevalece en torno a su persona.

            El sitio se encuentra a unos 250 kilómetros al Este de Moscú y se trata del centro penal de máxima seguridad IK-6, en Melejovo. Allí, Putin ha confinado a su decidido enemigo político, por miedo de que éste mueva a la oposición en las calles de las ciudades rusas y le arrebate el poder al tirano criminal que ha desencadenado una guerra fratricida contra Ucrania. Por supuesto que la detención de Navalny solo puede explicarse más o menos racionalmente dentro del contexto político, pues no ha cometido ninguna infracción o delito contra las leyes rusas actuales.

            Kira Yarmysh es la portavoz de Navalny dentro del partido que éste fundó en Moscú, para derrotar electoralmente a Putin, pero el dictador siempre ha “amañado” los procesos electorales a su favor y se ha vuelto invencible desde las urnas de sufragio. La colaboradora de Navalny ha informado que ha sufrido un fuerte dolor de estómago y no podía comer la pésima comida que le dan en prisión, porque empeoraba su dolor; también tiene prohibido, por órdenes de los directores del penal, comprar alimentos alternativos en la tienda del mismo penal o que se los lleven desde afuera. Incluso las medicinas enviadas por su madre, no fueron recogidas por los funcionarios penitenciarios de la oficina de correos y le fueron devueltas a la señora. “Estoy realmente aterrorizada, porque nadie sabe lo que está pasando –dijo Yarmysh-. Putin no tiene líneas rojas (todo lo transgrede).”

Según los síntomas que presenta, parece indicar que se trata de algo parecido o similar a lo sufrido en el 2020, cuando sobrevivió a un intento de envenenamiento cuando se hallaba en Siberia y en aquel momento, las pruebas de laboratorio realizadas en Occidente, arrojaron el dato de que lo encontrado en su organismo era un agente nervioso. Un método característico en Putin, quien aprendió en la KGB a matar sigilosamente, mediante el veneno, a los opositores del Estado soviético de aquel entonces.

            Sin guardarse nada para sí, Navalny acusó en aquella misma oportunidad a la dictadura rusa de querer asesinarlo y la reacción inmediata del Kremlin fue la de negar absolutamente todo; pero los resultados de los análisis hechos en Alemania, no dejaban dudas de que se trató de un intento de homicidio por medio del veneno. En ese mismo país se le salvó la vida; pero regresó a Rusia en el 2021, para proseguir su lucha contra Putin y su Estado dictatorial. Apenas puso sus pies en el aeropuerto de Moscú, la policía enviada por su archienemigo, lo arrestó y metió en prisión.

            Concatenado con el padecimiento del disidente, el servicio de seguridad de Putin, el FSB, ha denunciado recientemente la supuesta participación de la Fundación Anticorrupción de Navalny, en la explosión de un artefacto que ocasionó la muerte del bloguero belicista ruso, Vladlen Tatarsky, fiel seguidor del dictador. El FSD (antigua KGB, donde se formó Putin y el resto de compañeros suyos, hoy en el Gabinete de gobierno), acusó a “los jefes de la organización extremista Fondo Anticorrupción, Iván Zhadanov y Leonid Volkov, quienes han reiterado una y otra vez que en Rusia es necesario realizar actividades subversivas y por eso creemos que el ataque terrorista llevado a cabo por Daría Trepova, el 2 de abril anterior, ha sido el resultado de esas palabras.” Concluyó la central de espionaje. En respuesta, el director de la Fundación señalada, Iván Zhdanov, considera que lo que buscan las autoridades dictatoriales, es aumentar la pena de prisión de Alexei Navalny. “Creo que esto será una especie de episodio separado de su caso.” Afirmó Zhadanov, en un canal de Telegram y añadió: “La versión del FSD es insostenible; y, a raíz de un video grabado momentos después del atentado, queda claro que la chica no sabía que era una bomba, por lo que no pudo actuar inspirada por nadie.”

            Es muy posible que la intención de Putin y su gente, sea la de involucrar a Navalny con el atentado reciente, para aumentarle los años de pena carcelaria; además de las acusaciones que pesan sobre él (todas falsas y disparatadas), dictadas en enero del 2021 (y condenado nuevamente en marzo del 2022 a otros 9 años de cárcel en régimen estricto), “por propaganda del terrorismo y extremismo, financiación de actividades extremistas y rehabilitación del nazismo.” En este último término, recordemos que Putin ve nazis en todas partes, incluyendo en el gobierno de Ucrania, cuyo presidente es judío y, por lo tanto, imposible de ser nazi. Pero, cualquier situación que incomode al dictador de Rusia, lo asocia con el nazismo, un argumento zonzo y ridículo al que nadie toma en serio y es posible de que no se lo crean de ningún modo en Rusia.

 

El Grupo Wagner decapita, igual que el Estado Islámico- Era esperable… pues se trata de un contingente de mercenarios que luchan únicamente por el dinero de paga, sin principios, sin lealtad y sin respeto por los derechos humanos. Es por ello que se comportan en el campo de batalla de acuerdo a la naturaleza de cada uno de sus combatientes: sacando a relucir sus instintos asesinos. Pero esta vez han llegado más allá de los límites permitidos, al comportarse igual a los criminales desquiciados del Estado Islámico (Daesh o Isis), que llenaron de luto y sangre a Siria e Irak hace pocos años atrás.

            Varios videos que están circulando por las redes sociales, filmados en el campo de batalla en Ucrania, muestran a mercenarios del Grupo Wagner, los asesinos a sueldo que trabajan para Vladímir Putin, cometiendo crímenes de lesa humanidad, con tonalidades de auténtica y absoluta barbarie. Han llamado particularmente la atención (y el horror), las imágenes de un integrante de Wagner, decapitando a un soldado ucraniano, tal y como lo hacían los salvajes del Estado Islámico en Oriente Próximo, amén del saqueo de lo poco que queda en las ciudades de Ucrania, que han sido devastadas por los misiles lanzados por los rusos. Así mismo, se han visto castraciones de soldados hechos prisioneros previamente y después los mataron a sangre fría.

            Esos actos han sido muy propios de los rusos, tanto en Ucrania ahora mismo, como en las anteriores guerras en las que han participado, especialmente en el Cáucaso, contra Chechenia y Georgia. En el video mencionado, el asesino de Wagner cortaba la cabeza del ucraniano, profiriendo insultos y gritos, en los que presumía de la ejecución bestial que estaba efectuando. Las imágenes fílmicas aparecieron por primera vez en la cuenta de Twitter de Andriy Yermak, uno de los principales asesores del presidente de Ucrania, quien, además, escribió al pie del mismo: “Habrá una rendición de cuentas por todo.” Lo que significa que los criminales de guerra rusos no escaparán del largo brazo de la justicia, cuando las hostilidades de la guerra hayan concluido.

            Zelenski, mandatario ucraniano, catalogó a los rusos de “bestias”: “¡Con qué facilidad matan estas bestias! –Dijo- Este video de la ejecución de un prisionero de guerra ucraniano, el mundo debe verlo. Este es un video de Rusia tal y como es. Prometo que castigaremos a los asesinos.” Puntualizó. Incluso los observadores y analistas bélicos se han referido a las cabezas cortadas en Bajmut, donde el peso de la guerra, por el bando ruso, lo tiene sobre sí el Grupo Wagner, compuesto por prisioneros recién sacados de las cárceles rusas y por los mismos “individuos de base”, acostumbrados a esta clase de crímenes. Da la impresión de que los mercenarios a sueldo de Putin, quieren intimidar o causar terror entre los combatientes ucranianos; aunque, por otro lado, la naturaleza de esos asesinos es precisamente esa… asesinar para saciar su sed de sadismo.

            En Bajmut, en las ruinas de esta ciudad destrozada por los misiles y bombas rusas, se libra la batalla más larga y sangrienta de esta guerra y donde las fuerzas ucranianas resisten con verdadera valentía y estoicismo. En el video que circula por las redes sociales, durante la ejecución del soldado ucraniano, éste gritó valientemente: “¡Gloria a Ucrania!” Lógicamente estaba desarmado, no opuso resistencia y aun así… fue acribillado por las ráfagas de disparos provenidos de los combatientes de Wagner. “Una prueba más de que esta es una guerra genocida”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba. Y ciertamente es una guerra genocida, creada por un genocida (Putin), y donde participan genocidas, como el Grupo Wagner y los demás gamberros que componen al grosor de las tropas regulares del ejército invasor que vino desde Rusia.

            El eco de esas decapitaciones salvajes y rotundamente inhumanas fue escuchado por el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, siglas en inglés), y procedió a denunciar: “el Grupo Wagner sigue cometiendo crímenes de guerra al decapitar a militares ucranianos en Bajmut.” Mientras las fotos de cuerpos sin vida y sin cabezas, también circulan por las redes sociales, causando fuerte impresión en las personas normales y compasivas, aquellas que creen que el ser humano es bueno; aunque los rusos no lo están demostrando hoy en día durante la invasión a Ucrania.

 

Fin a la impunidad de Rusia- El gobernante de Ucrania, el presidente democráticamente electo, Volodimir Zelenski, pidió un minuto de silencio en honor y recordatorio del soldado ucraniano decapitado por miembros del Grupo Wagner, al servicio del dictador genocida Vladímir Putin. Lo solicitó durante una reunión que sostuvo en Washington, USA, con personeros del Fondo Monetario Internacional (FMI), y del Banco Mundial (BM). Seguidamente, llamó a poner punto final a “la larga historia de impunidad de Rusia… Les pido que honremos con un minuto de silencio –dijo Zelenski-, la memoria del soldado cuya muerte el mundo vio ayer y en memoria de toda nuestra gente, cuyas vidas han sido arrebatadas por los invasores rusos. Mi país vive en estos momentos una tormenta de emociones. Ustedes saben que el ejército de Rusia trata de hacer que este nivel de violencia y atrocidades se conviertan en rutina en toda Ucrania. Por ello, es necesario que esta larga historia de impunidad rusa, llegue a su fin. Todos los días, hombres y mujeres adultas y niños, mueren en manos de Rusia. Esto no es un accidente. Esto ya había pasado antes. Así fue en Bucha.” Concluyó.

            Las evidencias ahí están sobre la mesa. Ahora le corresponde a quienes imparten la justicia, sentar las responsabilidades sobre Putin y los comandantes del Grupo Wagner, una verdadera gavilla de delincuentes y asesinos, que cometen crímenes en nombre de “la Madre Rusia” y de los miles de rublos (dólares o euros) que les paga el Kremlin. La grabación testimonial tiene una duración de un minuto y 30 segundos y es, además de repudiable, deprimente a la vista. La decapitación la ejecutaron al mejor estilo del Estado Islámico, causante de una de las peores carnicerías de seres humanos, durante la guerra que abarcó a Siria e Irak. Los rusos no tienen nada que envidiarles a aquellos islamistas drogados que asesinaban mutilando, en nombre de Alah.


Putin empuja a Finlandia para que

Ingrese a la OTAN

 

HELSINKI –Posiblemente la razón más fuerte del ataque e invasión rusa a Ucrania, haya sido para evitar que esta nación ingresara al seno de la Alianza Atlántica, que engloba a los ejércitos de Europa Occidental, junto al de Estados Unidos; sin embargo, los cálculos le fallaron al dictador de Rusia, porque, en su defecto, empujó a la que había sido siempre neutral Finlandia, que tiene más de 1,300 kilómetros de fronteras con el territorio ruso, a adherirse a la OTAN, buscando refugio, seguridad y defenderse ante un eventual ataque del Kremlin con su ejército de bárbaros y asesinos, según nos han mostrado durante su permanencia en las llanuras del Donbáss, en Ucrania.

            El Secretario General de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, ha resumido lo anterior de una manera coloquial y llamativa: “En vez de menos (países), Putin ha logrado lo contrario… más OTAN (con el ingreso de Finlandia).” Y falta Suecia por adherirse por la misma situación marcada por la agresividad rusa, hasta que se elimine el veto que tiene sobre ella el gobierno turco. Es decir, una vez que el dictador de Turquía, Erdogan, deje a un lado su enojo con los suecos, estos podrían ingresar rápidamente en la OTAN. Lo mismo el gobierno rebelde de Hungría que sostiene otro veto en perjuicio de Estocolmo.

 

El Kremlin amenaza fuera de sus cabales

 

            Por un lado, el dictador Putin ha evitado, con su guerra asesina, que Ucrania ingrese por el momento a la OTAN, aunque podría producirse en cualquier momento, según lo han hecho ver los dirigentes de la Alianza Atlántica; pero ha mostrado todo su enojo cuando Finlandia ha consumado su entrada, con todas las ventajas que esto significa y las prerrogativas a su favor. Y está enojado, con una gran preocupación de fondo también, porque ya no podrá seguir invadiendo a placer, como lo ha venido haciendo con Chechenia, Azerbaiyán, Georgia y últimamente con Ucrania, porque, si atacase a Finlandia, todo el poderío de la OTAN se le vendría encima, incluso con el arsenal nuclear disuasivo, si tal fuera la situación. Es decir, el ingreso de Helsinki significa un gran freno a las aspiraciones guerreristas e invasivas del tirano ruso. Eso está más claro que nunca.

            Parte del discurso adolorido que ha dejado escuchar y leer el Kremlin, indica que la determinación de Finlandia, invade la seguridad nacional de Rusia; aunque Putin sabe que la OTAN tiene un carácter eminentemente defensivo y nunca ofensivo, como realmente es Rusia, cuyo delirio es abarcar más tierras sin que pueda controlar ese inmenso territorio que posee y ha arrebatado a sus vecinos, porque nunca ha tenido la capacidad para explotar y producir esa vastedad que se extiende desde Siberia hasta la línea limítrofe con Europa. Los rusos, siempre, han sido incapaces de convertir sus inagotables y enormes cantidades de recursos naturales en el poderío que otra nación, en los casos de Alemania, Inglaterra y los Estados Unidos, podrían lograr si ocuparan el territorio que conforma a Rusia. Entonces. ¿Para qué más tierras desea Putin, sin las va a conservar ociosas y hasta sumidas en la miseria, tal y como estaban las poblaciones de Ucrania y Bielorrusia cuando pertenecieron a la Unión Soviética (recodemos las hambrunas que sufrieron los ucranianos en tiempos de Stalin)? Evidentemente se trata del afán de acumular por el simple hecho de acumular…

            Al observar la determinación del gobierno de Finlandia, se dejaron escuchar los lamentos y diatribas desde el Kremlin, en Moscú, ya que Vladímir Putin se siente inseguro y ha advertido que la decisión de Helsinki le obliga a tomar contramedidas y fortalecerá, por ese motivo, su capacidad militar en regiones del oeste y noroeste. Amenazó al decir que el ingreso del país nórdico a la OTAN, aumenta el riesgo de un conflicto con Occidente (que Rusia no podría ganar desde ningún punto de vista, luego de haber observado la deficiencia y la nula motivación de los soldados rusos en Ucrania). El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo: “La ampliación de la OTAN invade nuestra seguridad y los intereses nacionales de Rusia (y) seguiremos muy de cerca cómo la OTAN usa el territorio finlandés y se despliegan allí armas, sistemas e infraestructura de la Alianza Atlántica.” Manifestó en entrevista concedida a la agencia de noticias rusa, Interfax. Por supuesto que –y casi de inmediato-, la OTAN pondrá parte de su arsenal en Finlandia, porque precisamente ese es uno de los objetivos medulares de la adhesión… defender a este país ante un tirano desquiciado que se ha desatado asesinando a pueblos inocentes, en estos últimos 10 años.

 

Stoltenberg responde

 

            La respuesta de Jens Stoltenberg ha sido en estos términos: “El presidente Putin (entiéndase dictador y genocida), quería cerrar de golpe la puerta de la OTAN. Ahora le mostramos que ha fallado. En vez de menos, ha logrado lo contrario… más OTAN; y mantendremos las puertas abiertas (en la espera de Suecia, cuya adhesión se vislumbra cercana).” En lo que atañe al mandatario finlandés, Sauli Niinisto, mencionó: “La Era de no alineamiento militar en nuestra historia, ha llegado a su fin. Empieza una nueva Era.” Lo dijo después de que la bandera de su país, fue izada en las afueras de la sede de la OTAN, en Bruselas, Bélgica.

            Lo cierto es que Finlandia se ha convertido en el miembro número 31 de la OTAN, justamente cuando la Alianza cumple 74 años de existencia y piensa celebrarlo por todo l alto. Y en lo que respecta a Suecia, que, a no dudar, seguirá con su determinación de unirse, su acceso permanece bloqueado por Turquía y Hungría, según hemos reseñado anteriormente, por razones políticas y religiosas. Incluso, un diputado sueco cometió la insensatez de quemar el Qurán (Corán), agraviando a los turcos, cuya inmensa mayoría de ciudadanos son practicantes de la religión fundada por Mahoma y su libro sagrado es éste precisamente. Esa acción enfadó a Ankara y se dieron manifestaciones en contra del diputado. Ello incidió en el bloqueo de los turcos contra las aspiraciones de Suecia por ingresar a la Alianza. Es bueno enfatizar en este punto que, de acuerdo a los estatutos de la OTAN, “si un solo miembro se opone y obstruye el ingreso de un país, este no podrá adherirse de ningún modo, hasta que el veto sea levantado.”

            Finalmente, Moscú y su gobierno guerrerista, se están esforzando, sin conseguir su objetivo, por diferenciar el caso de Finlandia del ucraniano; es decir, los rusos consideran que el peligro que podría entrañar Ucrania dentro de la OTAN, sería mayor que el de Finlandia y de ahí, la invasión sangrienta que ha llevado dentro de los límites ucranianos. Pero la verdad, es lo mismo en ambos casos, pues ambos países tienen extensas fronteras con el desolado territorio ruso. Por su parte, Helsinki abordará en los próximos días el estacionamiento de tropas extranjeras en su territorio nacional, según palabras de su ministro de Defensa, Antti Kaikkonen, y lo más llamativo radica en que esta nación, cuyo territorio permanece mayormente congelado todo el año (está muy cerca del círculo polar Ártico), tiene un ejército potente, que ha seguido aumentando y modernizando, justamente porque Rusia así lo ha obligado con su política invasiva y sangrienta. Finlandia invierte el 2 por ciento de su PIB en defensa, y con ello cumple con uno de los requerimientos que exige la OTAN a sus miembros. Con su unión, la Alianza militar tiene acceso a una zona altamente sensible en el Mar Báltico y en la península de Kola, algo que le quita el sueño al sanguinario Putin.


Alexandr Lukashenko se pone a los Pies

de Vladímir Putin

 

MINSK, Bielorrusia- Una vez más, el dictador de esta nación europea confirma y re-confirma que su amo es Vladímir Putin y él es su vasallo sin condiciones; y queda más claro que nunca que Bielorrusia es un Estado títere del Kremlin. La base de estas afirmaciones la ha concedido un comunicado emitido por el Ministerio del Exterior bielorruso, en el que dice que “la cooperación militar (o sometimiento, debe entenderse), entre Bielorrusia y Rusia, se lleva a cabo en estricta conformidad con el Derecho Internacional.” De lo contrario, de haberse negado, los bielorrusos hubieran sufrido un ataque y una invasión parecida a la que sufre hoy en día Ucrania, por negarse a ser un Estado títere de Moscú.

            El fondo del asunto se fundamenta en la imposición del dictador ruso, Vladímir Putin, a su vasallo Alexandr Lukashenko, para que instale armas nucleares en el territorio de su país; de tal modo que pronto será desplegado ese arsenal con el total y obediente consentimiento del tirano bielorruso.

 

Acusación a la OTAN

 

            Desde “la noche de los tiempos”, tanto en épocas comunistas como en estas de la dictadura de Putin, las explicaciones falsas y los eufemismos han sido característicos de estos regímenes. Por ejemplo, la razón que han dado a los periodistas internacionales, en Minsk, la Capital de Bielorrusia, señala a la OTAN (los ejércitos Occidentales), como la causante de la decisión de Bielorrusa por acoger a ese armamento dentro de sus fronteras, cuando se sabe perfectamente que, con un solo movimiento de un dedo, Putin hace que Lukashenko se arrodille ante él, como el fiel vasallo que es y siempre ha sido.

            La agencia de noticias rusa, TASS, ha difundido que “Minsk se ha visto forzado a aceptar las bombas atómicas rusas en su territorio, debido a las presiones de la OTAN a Bielorrusia.” Por otra parte, el Ministerio del Exterior bielorruso añadió que la panorámica subsecuente será, “la formación de pilotos bielorrusos, capaces de pilotar aeronaves con municiones específicas, la modernización de dichos aviones, así como el despliegue de ojivas nucleares en el territorio de Bielorrusia, sin transferir el control sobre ellas a Minsk, así como el acceso a tecnologías pertinentes, de ninguna manera contradice a las disposiciones de los Artículos I y II del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).”

            Lo que significa lo anterior indica que Bielorrusia solo prestará su territorio para emplazar las ojivas nucleares rusas y, de ninguna manera, ningún bielorruso tendrá acceso a ellas y serán sus amos rusos quienes las manejarán, las dispararán o las tendrán listas para un eventual ataque. Triste imagen da el régimen de Lukashenko, de sometimiento total, y con él, atrás, toda la población bielorrusa sometida a este dictador, quien no tiene autonomía ni independencia para gobernarse por su propia cuenta.

            En otras líneas del comunicado oficial del Exterior bielorruso, dice que el emplazamiento de esas armas nucleares rusas es, en alguna medida, una respuesta a las armas que Occidente, los Estados Unidos propiamente, han emplazado en varias naciones de Europa: “(donde) se han desplegado 150 unidades de armas nucleares tácticas y se han entrenado a las tripulaciones de más de 250 aviones. (Además) Bielorrusia está siendo sometida a una presión política, económica e informativa sin precedentes, por parte de Estados Unidos, Gran Bretaña y sus aliados de la OTAN, así como de los Estados miembros de la Unión Europea y tales presiones tienen como objetivo, modificar el rumbo geopolítico de Minsk y cambiar su sistema político interno.” Por supuesto que es así, porque tanto la población bielorrusa, como los amantes de la democracia, lo que desean es que algún día desaparezca del tinglado político de esa nación, la presencia de Lukashenko y se produzca el cambio democrático, el viraje hacia la libertad absoluta y la autodeterminación de este pueblo, lejos de la sombra tiránica del Kremlin y su dictador, Vladímir Putin, que, lo que está haciendo con Bielorrusia, es poner a ese territorio de escudo, en caso de un eventual contraataque de las fuerzas armadas de la OTAN. Es decir, los bielorrusos sufrirían, primero que nadie, los disparos provenidos desde Occidente y los primeros muertos, mientras Rusia se repliega en su propio “patio.”

            En lo que estriba a Putin, concedió una entrevista a la televisión rusa, en la que dio a conocer su intención de desplegar las armas nucleares tácticas en Bielorrusia, de modernizar los bombarderos bielorrusos, entrenar a sus tripulaciones, dando inicio a los cursillos a partir de este 3 de abril del año en curso; y el 1 de julio próximo comenzará la instalación especial de almacenamiento para armas nucleares a lo largo y ancho en el país vasallo. “Esta es la respuesta a los planes del Ministerio de Defensa británico, de suministrar a Ucrania proyectiles con uranio empobrecido.”  Sentenció Putin y añadió a su perorata ante la teleaudiencia de Rusia que lo seguía el domingo anterior: “Alexandr Lukashenko lleva mucho tiempo planeando la cuestión de la posibilidad de desplegar armas nucleares tácticas rusas en el territorio de su país (¡!) (…) y tiene razón. Me dijo que son nuestros aliados más próximos. ¿Por qué los americanos hacen eso con sus aliados, se despliegan en sus territorios, les entrenan, por cierto, a sus tripulaciones, a sus pilotos, a emplear este tipo de arma si es necesario?” Aquí Putin omite, desde luego, según era de esperar en él, que los estadounidenses no son invasores, ni genocidas, ni atacan a naciones neutrales, intrafronterizas o vecinas, como acostumbra a hacer el Kremlin cada vez que se le viene a su esquizoide cabeza, a su déspota y tirano en su Despacho entre los muros del Kremlin. Esa es la diferencia medular entre un sistema y otro, entre una Armada y otra.

            Finalmente, Putin agregó a su intervención televisada: “(…) acordamos que haremos lo mismo sin violar nuestras obligaciones internacionales sobre la proliferación de armas nucleares. En principio, estamos haciendo todo lo que ellos (los Estados Unidos), han estado haciendo durante décadas. Tienen armas nucleares tácticas en ciertos países y están equipando portaaviones y preparando sus propias tripulaciones.” Insistió en que las armas nucleares estarán siempre en poder de Moscú y nunca de Bielorrusia e informó que “Rusia ya ha ayudado a Bielorrusia a reequipar 10 bombarderos bielorrusos para portar armas nucleares tácticas y transferido al ejército bielorruso el sistema de misiles Iskander, también capaz de llevar carga atómica y, a partir del 1 de julio, Rusia planea completar la construcción de una instalación especial de almacenamiento para armas nucleares tácticas en Bielorrusia.”

 

Inglaterra, Ucrania, la OTAN y la ONU

 

            De inmediato, la reacción internacional al anuncio ruso, se decantó, primeramente, por las declaraciones desde la Secretaría General de las Naciones Unidas, que advirtió el riesgo de una conflagración atómica y lo catalogó “un peligro de confrontación nuclear alarmante y alto.” Fue la portavoz de esa oficina, Stéphane Dujarric, la que dio las declaraciones a los periodistas, en el sentido de que “la situación general por las tensiones en torno a las armas nucleares, es muy preocupante y hacemos un llamado para evitar acciones que puedan llevar a un error de cálculo o a una escalada de consecuencias catastróficas.”

            En lo que respecta a Ucrania, su gobierno pidió a la ONU que ponga fin “al chantaje nuclear de Rusia y Kiev tiene la esperanza de que el Reino Unido, China, Estados Unidos y Francia, adopten acciones efectivas para contrarrestar el chantaje nuclear del Kremlin. Pedimos que, a tal efecto, se convoque de inmediato una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.” Indica el comunicado emitido por el Ministerio del Exterior ucraniano, más aún cuando Putin, hace escasos días, durante la visita del dictador chino Xi Jinping a Moscú, se comprometió a no desplegar armas nucleares fuera de sus fronteras; pero ahora quiere hacer absolutamente lo contrario, lo cual solo significa que la palabra dada por el dictador ruso no tiene ninguna sustancia o valor... no es creíble en modo alguno.

            Por su parte, el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania, Oleksii Danilov, denunció que Rusia ha convertido a Bielorrusia en su rehén nuclear y “la declaración de Putin es un paso hacia la desestabilización interna del país: maximiza el nivel de percepción negativa y el rechazo público de Rusia y Putin en la sociedad bielorrusa (…). El Kremlin ha tomado a Bielorrusia como rehén nuclear.” Afirmó el titular en su cuenta de Twitter.

            La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que engloba a todos los ejércitos de Occidente (Estados Unidos y Europa), y los funde en una sola fuerza, denunció que “la retórica nuclear de Rusia es peligrosa e irresponsable. La Alianza se mantiene vigilante y sigue la situación de cerca. Por el momento no hemos constatado ningún cambio en el dispositivo nuclear de Rusia, que nos obligaría a ajustar el nuestro.” Dijo Oana Lungescu, portavoz de la OTAN.

            En lo que respecta a Inglaterra, que supuestamente ha sido la causante de esta nueva tensión con Rusia, confirmó desde el Ministerio de Defensa con sede en Londres, que enviará al gobierno de Ucrania proyectiles conocidos con el nombre popular de “exterminadores de tanques” y que arrasarían con los blindados enviados por Putin. Fueron desarrollados en los años 50s y han causado, desde su aparición, una gran controversia atómica y, en el caso concreto de Vladímir Putin, ha significado una gran preocupación porque los proyectiles ingleses penetrarían en el blindaje de sus tanques igual al “cuchillo en la mantequilla”, hasta despedazar por completo a los acorazados. El Pentágono informó en su momento, que los proyectiles de uranio empobrecido cuentan con una densidad muy alta que, sumada al impulso de lanzamiento, genera un impacto imposible de detener para el enemigo. “Ese es el secreto de los proyectiles que Inglaterra ha prometido enviar en los próximos días a Ucrania: su capacidad de penetrar el blindaje de los carros de combate más pesados del parque acorazado de Vladímir Putin.” Así lo ha informado la misma OTAN: “Su objetivo principal es destruir tanques.”

            La viceministra de Defensa del Reino Unido, Annabel Goldie, fue quien suscribió este mantra y señala que “junto a los carros de combate Challenger 2 que mi país ha cedido a Kiev, llegará dicha munición: los proyectiles perforantes que contienen uranio empobrecido, que son muy efectivos y pueden vencer a los tanques y vehículos modernos más acorazados.” Este anuncio hizo exclamar a Putin por la preocupación: “¡Rusia tendrá que responder adecuadamente. Occidente ha empezado a usar armas con componentes nucleares!” Reclamó.

            Para formarnos una idea lo más fiel y completa de lo que significan estos proyectiles que Londres enviará a Ucrania, Dan Fahey, miembro de la Marina de los Estados Unidos, un estudioso del tema, ha dicho que “este tipo de munición es extremadamente densa, pirofórica –se inflama de forma espontánea cuando entra en contacto con el aire- (…). Durante los años 60 y 70, las pruebas sobre el terreno demostraron su eficacia en penetradores de energía cinética: varillas de metal sólido, disparadas con armas de fuego. Esta munición no explota, sino que, tras golpear en el objetivo, se fragmenta y quema a través de la armadura, debido a la naturaleza pirofórica del metal de uranio y las temperaturas extremas generadas tras el impacto.” Explicó con detalle el estratega militar.

            Otra explicación brindada por el Museo de la Radiación y la Radioactividad de los Estados Unidos, la clave de estos proyectiles ingleses finca en que la temperatura sube muchísimo tras golpear el objetivo y esto ablanda una zona localizada del blindaje del carro de combate (el tanque o similares); el cuerpo principal del cartucho perfora la placa defensiva, mientras, en el interior del vehículo, los fragmentos más grandes que salen despedidos, destruyen todo lo que hallan a su paso y consiguen que el combustible salte por los aires. “Son eficaces, baratas y letales –ha dicho el Pentágono-. En los años siguientes, Estados Unidos comenzó la producción a gran escala de esta munición y no tardó en desplegarla en la ‘Operación Tormenta del Desierto’, ante la invasión de Iraq a Kuwait, en los años 90s. Los carros de combate aliados –los M1A1, los M1 y los M60 Patton norteamericanos y los Challenger británicos- dispararon miles de estos proyectiles de uranio empobrecido de gran calibre, contra sus equivalentes de Oriente Próximo. Y otro tanto hicieron los A-10 y AV-8B –ambos aviones de ataque a tierra-, para apoyar a la infantería. Los francotiradores hicieron lo propio y los utilizaron para abatir a los blindados (de Saddan Hussein). No quedó piedra sobre piedra.”

            Es por todo lo anterior y más… que Vladímir Putin tiene razón para estar preocupado y ha decidido amenazar con el emplazamiento de cohetes en Bielorrusia, porque, apenas los ucranianos tengan estos proyectiles en su poder, los acorazados rusos comenzarán a volar en mil pedazos, como nunca lo imaginó el genocida ruso que le ocurriría a su inútil y asesino ejército invasor.


Se ha Cumplido el Primer Año de la Invasión

de Rusia a Ucrania

 

KIEV, Ucrania- Hace 365 días exactamente, las tropas rusas, armadas hasta los dientes, cruzaban la frontera ucraniana con el firme propósito de darle una lección a su pueblo y gobierno, con una derrota fulminante. Los soldados enviados por el Kremlin acudieron exultantes a la guerra, pues creyeron que sería tarea fácil derrotar a un enemigo que todavía no se percataba de que era enemigo de Rusia. Iban confiados; incluso, mal preparados, pues, en el fragor de la guerra, se ha demostrado que las milicias rusas son de las perores que existen en la actualidad, en el contexto mundial.

            Poco a poco, los ucranianos, en un principio mal armados con armamento de la Era soviética (Ucrania perteneció a la URSS), han ido demostrando su arrojo, su valor y su destreza para defender los campos y ciudades, del criminal ataque ordenado por el igualmente asesino Vladímir Putin, el dictador de Rusia. En síntesis, lo que soñó Putin que iba a ser suyo “en un abrir y cerrar de ojos”, incluyendo la Capital ucraniana, Kiev, le hizo retroceder y desviarse hacia el Donbáss, donde se dice habitan esos traidores que viven en Ucrania, pero que aman a Rusia y desean la entrega de esa amplia franja que bordea al Mar Negro, a las garras del tirano ruso. Hoy, la guerra aparece estancada, con ambos bandos en trincheras y lanzando misiles y munición diversa, sin que se gane o se pierda más del terreno que anteriormente se había conquistado.

            Para darnos una imagen lo más fiel posible del sentir del pueblo ucraniano, reproducimos las palabras de su presidente, Volodimir Zelenski, quien, en este primer aniversario del ataque de los rusos, ha dejado leer y escuchar: “han sido doce meses, un año de dolor, tristeza, fe y unidad. El 14 de febrero, millones de nosotros hicimos una elección: no hubo bandera blanca (de rendición), sino una bandera azul y amarilla (la de Ucrania). No huir… sino enfrentar. Enfrentar al enemigo, resistencia y lucha. Y este es un año de nuestra invencibilidad. ¡Sabemos que este será el año de nuestra victoria! Cada ucraniano perdió a alguien cercano desde la invasión rusa hace un año. Ucrania no parará hasta castigar a los asesinos rusos. Nunca se lo perdonaremos, nunca descansaremos hasta que los asesinos rusos sean castigados por el Tribunal Internacional, por el Juicio de Dios o por nuestros soldados.” Dijo en su canal de Telegram. Un mensaje que también ha sido reproducido en las redes sociales.

 

Una guerra distinta

 

            Actualmente, según dejan ver los acontecimientos diarios, “el arte de la guerra” es distinto, muy diferente a lo que estábamos acostumbrados a ver; incluso muy diferente a guerras recientes, en el caso del conflicto contra Irak, cuando Hussein ordenó invadir Kuwait. Hoy, los soldados no se enfrentan cara a cara, no se ven los ojos llenos de odio o de terror, sino que son los drones los que localizan, informan y bombardean desde la ubicación más elevada posible; son los misiles que se lanzan desde barcos anclados en mares cercanos o desde territorios adyacentes muy lejanos, en este caso desde la misma Rusia o Bielorrusia, aliada del criminal Putin. Una tarde primaveral, en el corazón de Kiev, cuando nadie lo espera, puede caer un misil teledirigido por un satélite ruso que gravita fuera de la atmósfera de la Tierra, para citar otro ejemplo.

            Es una guerra distinta; sin embargo, la destrucción y el dolor causado por la muerte de las personas civiles e inocentes, llegan más rápido y no permite una escapatoria igualmente rápida. Tal es el caso, cuando varias ciudades ucranianas ya acusaban destrucción significativa en la primera semana de la invasión rusa. Hoy, la destrucción en este país, eminentemente agrícola (se le conoce a Ucrania como “el granero del mundo”), se puede ver por doquier y los cadáveres aparecen debajo de las ruinas de los edificios o en fosas comunes, después de que la soldadesca rusa los ha masacrado indiscriminadamente y “por deporte,” con saña y sed de sangre.

            Ciertamente, y por otra parte, Putin pasará a la historia de la humanidad por haber desatado la primera guerra global después de la Segunda Guerra Mundial, lo cual quiere decir que más de 50 naciones amigas de Ucrania, se han visto involucradas más allá de lo moral en este conflicto, mediante el envío de armamento y mercenarios, para ayudar a la causa ucraniana. En otros términos, Putin ha despertado el odio instantáneo en los pueblos y gobiernos libres, que no quieren otra cosa que la derrota sin apelaciones para el ejército ruso y el final de la dictadura de este tirano, considerado un criminal de guerra con todo el significado que ello involucra.

            En lo que atañe al supuesto profesionalismo del ejército ruso y el respeto a los convenios internacionales de guerra, esto no ha sido verdad, no ha sido siquiera una remota posibilidad, puesto que la soldadesca ha sido eso precisamente: criminales armados y uniformados, que asesinan a la población civil por diversión. Se asemejan a las hordas que entraron en Berlín en 1945, cuando robaron, masacraron y violaron a las mujeres alemanas, en cantidades de millones de ellas. Es así como el Primer Ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha viajado a Ucrania, para reafirmar su apoyo a esta nación en guerra, mientras su fiscal general, Dariusz Barski, documenta los crímenes de los soldados rusos en las tierras invadidas. Así mismo, su gobierno ha entregado los primeros tanques Leopard 2, de fabricación alemana, solicitados por el presidente Volodimir Zelenski, con los que espera dar un giro importante a las hostilidades.

            Indicó el máximo represente de la administración polaca, que el fiscal trabaja de manera ardua, al formar parte de una misión internacional, documentando los excesos criminales perpetrados por los invasores. Hasta el momento, ha interrogado a más de 1,700 testigos y ha remitido numerosas pruebas obtenidas al Tribunal Internacional de La Haya. Por supuesto que, en el hipotético caso de que Ucrania gane la guerra y se pudiera capturar a los responsables rusos (para ello la dictadura de Putin tendría que ser derrocada en el interior de Rusia), aquellos serían el propio Vladímir Putin, quien ordenó el ataque a Ucrania y las tropelías que los suyos han causado; y todo el alto mando que le ha secundado en esta invasión. Aunque los juristas ven muy poco probable que lo subrayado vaya a suceder, debido al poder que Putin ha alcanzado en su país.

            “En términos de derecho penal, hemos evaluado varios cientos de testimonios, como los más valiosos –comentó el fiscal polaco, Barski-. El análisis de todos los materiales recopilados, permitió identificar 24 casos que indican la comisión de crímenes de guerra.” Manifestó ante la muestra de fosas comunes llenas de cadáveres de civiles ucranianos, quienes presentan indicios de torturas previas, manos atadas a sus espaldas y “tiros de gracia” en total indefensión. “El ejército ruso ha cometido crímenes en Ucrania –reafirmó el mismo fiscal-, que han sido asesinatos de personas por ataques deliberados a vehículos por parte de soldados, bombardeos a bienes civiles, detenciones ilegales e internamientos forzosos en campamentos. La mayoría de estos casos corresponden a personas que se quedaron atrapadas en Mariúpol, que fue devastada por la guerra; entre los testigos también estaban los defensores de la planta metalúrgica de Azovstal. Gracias a ellos sabemos, entre otras cosas, la identidad de los comandantes del campo de Olewinka, donde los prisioneros de guerra ucranianos fueron detenidos por los rusos en condiciones inhumanas y sometidos a tortura.” 

            Estas pruebas han sido recogidas por organizaciones humanitarias y tras la creación de una web, se han enlazado múltiples contactos que han aportado pruebas y rendido valiosos testimonios. “Una delegación del Tribunal de La Haya ha revisado toda la documentación producida por la misión internacional y ya se han dictado las primeras sentencias.” Concluyó el fiscal polaco Dariusz Barski.

 

El Plan de Paz elaborado por China

 

            A lo largo de todo este año, los chinos han sido espectadores de excepción de la guerra que libran Ucrania y Rusia y hasta este preciso instante, decidieron elaborar un plan para detener “la sangría” que inició Putin. El pliego presentado a ambos gobiernos en conflicto, contiene 12 propuestas que podrían, eventualmente, solucionar la situación. Para los chinos, es esencial el diálogo entre ambos partes e iniciar las negociaciones pro-paz, lo más pronto posible. Hace énfasis en que “no hay vencedores en un conflicto bélico y la única salida es a través del diálogo. Debe respetarse la soberanía y la integridad territorial de todos los países y una guerra nuclear no debe librase y nunca puede ganarse.” Añaden los chinos que desempeñarían un papel constructivo en la persecución de la paz y “la seguridad de un país (en este caso Rusia), no puede verse comprometida a expensas de la de otra nación (y) los intereses legítimos y las preocupaciones de seguridad de todos los países, deben tomarse en serio y abordarse adecuadamente, Hay que abandonar la mentalidad de ‘la Guerra Fría’ y la seguridad regional no se puede garantizar reforzando o, incluso, ampliando los bloques militares.” En acto seguido, instó a Europa Occidental a detener las sanciones (económicas) unilaterales, “ya que no resolverán los problemas, sino que crearán otros nuevos.”

            De inmediato, la respuesta de la Unión Europea indica que “las ideas que lanza Pekín son conforme al derecho internacional, pero la propuesta china no identifica ni distingue entre el agresor (Rusia) y el agredido (Ucrania) y, por ende, carece de legitimidad objetiva. (Además) la credibilidad (de China), queda aún más comprometida, por coincidir su publicación con las presuntas intenciones chinas de suministrar armamento a Rusia (drones).” Y es que la Casa Blanca, en este sentido, indicó que ha detectado indicios de que Pekín está considerando proporcionar ayuda letal a Rusia, “algo que ha hecho en los 12 meses que han transcurrido de conflicto.” Indica Washington.

            Por su parte, el famoso y creíble semanario alemán Der Spiegel ha publicado recientemente que el ejército ruso está en negociaciones con el fabricante chino de drones Xi’an Bingo Intelligent Aviation Technology, para la fabricación de drones kamikaze (suicidas), para el ejército ruso. China ha rechazado categóricamente estas acusaciones por medio del portavoz de la cartera de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, quien afirmó que “Estados Unidos es el principal proveedor de armas en el campo de batalla en Ucrania y, a pesar de eso, se empeña en desprestigiar a China, lanzando acusaciones falsas.” Mientras, en el seno de las Naciones Unidas, el representante chino ante este organismo mundial, Dai Bing, dijo que “los hechos brutales ofrecen una prueba fehaciente de que el envío de armas no traerá la paz.” Sin embargo, los chinos obvian claramente que fueron los rusos quienes causaron esta guerra, contra un enemigo que, hasta pocos días antes del conflicto, no sabía que era enemigo de Rusia. Incluso, las motivaciones esgrimidas y publicadas constantemente por Putin y sus secuaces, de que están liberando a Ucrania del nazismo y otras estupideces de ese mismo corte, solo revelan que la intención del Kremlin ha sido la de apropiarse de Ucrania, del mismo modo como lo hizo la Unión Soviética y restablecer aquel imperio que terminó con la desintegración del modelo comunista soviético. En otras palabras, China se abstiene de sancionar al agresor en este caso, justamente porque los chinos son aliados materiales y morales de los rusos.

            Retornando a los puntos del plan de paz, el gobierno de Pekín afirma que se opone al uso de armas nucleares, a los ataques contra centrales nucleares (que abundan en Ucrania), y al uso de armas bioquímicas. Sin embargo, el gobierno chino, que quiere ser el mediador en el conflicto, tiene claro que no será fácil avenir a las partes enemistadas. Mientras tanto, la Unión Europea (UE), indicó que estudiarán los puntos redactados por Pekín “con lupa” y los someterán a un profundo análisis. En el caso de Ucrania, su gobierno dijo que la voluntad china es “una buena señal, pero se deben dar más pasos. China debería hacer todo cuanto esté en su mano, para detener la guerra y restablecer la paz en Ucrania e instar a Rusia a retirar sus tropas.” Así mismo, la encargada de negocios de Ucrania en China, Zhanna Leshchynska, dijo directamente a los chinos: “Para mantener la neutralidad, China debería hablar con ambas partes: Rusia y Ucrania. Ahora mismo, China no está hablando con ucrania.”

 

Los 12 puntos del documento que aboga por la paz

 

1.      Respeto a la soberanía de todos los países y a su integridad territorial.

 

2.      Abandono de la mentalidad de “la guerra fría” y respeto a las legítimas preocupaciones de seguridad de los países, algo que Pekín ha reiterado desde que comenzó la invasión.

 

3.      Alto al fuego y llamada a la moderación, para evitar que la situación se descontrole.

 

4.      Inicio de conversaciones de paz, dado que el diálogo y la negociación, son las únicas salidas viables para resolver la crisis.

5.      Resolución de la crisis humanitaria, protegiendo eficazmente la seguridad de los civiles y estableciendo corredores humanitarios para su evacuación de las zonas de guerra.

 

6.      Apoyo al intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania y cese de ataques a instalaciones civiles.

 

7.      Protección de la seguridad de las centrales nucleares y fin de los ataques armados contra plantas de energía nuclear.

 

8.      Reducción de los riesgos estratégicos, con énfasis en que una guerra nuclear no se debe y no se puede librar.

 

9.      Garantía de la exportación de cereales, en la que las Naciones Unidas han de desempeñar un papel importante.

 

10.  Cese de las sanciones unilaterales por no solucionar los problemas, pudiendo, incluso, crear otros nuevos.

 

11.  Protección de la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro, que incluye una petición a todas las partes para que se opongan a la politización e instrumentalización de la economía mundial.

 

12.  Apoyo a la reconstrucción de Ucrania tras la guerra, algo a lo cual China está dispuesta a brindar ayuda.

 

Indudablemente, los puntos anteriores hacen nacer una tenue esperanza; opaca, porque será difícil echarlos a andar en la práctica, principalmente del lado ruso. Y llama especialmente la atención el hecho de que China no exige que el ejército invasor abandone la región del Donbáss, que Rusia se ha anexionado arbitraria y violentamente y sea devuelto en el acto a Ucrania. Mucho menos exige la devolución de la península de Crimea. Lo cual indica que esta podría ser una “pax romana”, en la que los invasores impondrían sus condiciones y no siempre son las mejores para el país invadido.

Los analistas internacionales no le dan mucho crédito al documento chino y observan con recelo la respuesta del Kremlin, más todavía cuando Putin desea dos cosas para Ucrania: su desaparición como país independiente o la creación de un Estado títere, como lo es Bielorrusia. Otra opción favorable al gobierno de Kiev, simplemente es impensable para el dictador ruso.            


“El Matadero Ruso”

Ejército Invasor pierde más de 800 Soldados

por Día en Ucrania

 

KIEV, Ucrania- Estimaciones reales hechas por expertos que van siguiendo los acontecimientos de la guerra ruso/ucraniana, aseguran que las pérdidas humanas que sufre, día a día, el presunto “poderoso” ejército de Putin, alcanzan la sorprendente cifra de 824 bajas. Esto, desde la primera semana de la invasión a Ucrania. “En las últimas dos semanas de la guerra –dice un comunicado reciente-, Rusia ha sufrido su tasa más alta de bajas desde la primera semana de la invasión (…).”

            La estadística arriba señalada solo indica una cosa: la guerra para los rusos se está convirtiendo en un auténtico matadero y es por esa razón, que miles de ciudadanos de distintas urbes de Rusia, abandonaron precipitadamente el país, cuando el dictador Putin avisó que serían reclutados y enviados al frente de combate en Ucrania. Ahora, lo que hacen los oficiales invasores, es colocar en primera línea a los reclusos que sacaron de las prisiones para que sean ellos “la carne de cañón” y no las tropas regulares. Un crimen más que se debe sumar a los excesos rusos en esta nación europea que han invadido y quieren masacrar.

 

Un año de hostilidades, no previsto por Putin

 

            Se ha cumplido un año desde que el primer blindado enviado por el Kremlin, pasó la frontera con Ucrania para invadirla y apropiarse de todas las regiones que a Moscú le apetecieron. Era una tropelía en pleno Siglo XXI, cuando el ser humano, supuestamente, estaba llamado a convertirse en mayormente civilizado. Sin embargo, el salvajismo, las masacres, las violaciones constantes de los derechos humanos, ha sido “el sello” diario, patentizado por los rusos, quienes, a pesar de su presunto e inmenso poder, han experimentado en Ucrania derrota tras derrota y muertes por doquier de sus soldados mal preparados, con hambre, frío y deseosos de regresar a sus casas con vida.

            En este primer aniversario de la invasión rusa, en las últimas dos semanas, los criminales enviados por el no menos criminal Vladímir Putin, han sufrido la tasa más alta de bajas, desde el primer momento cuando cruzaron la línea fronteriza. Así de acuerdo a los datos suministrados por la Inteligencia de Defensa del Reino Unido, que sigue paso a paso lo que sucede en el teatro de la guerra. Los muertos que se ven por los campos ucranianos suman 824 por día, principalmente por la falta de personal capacitado, de adiestramiento militar adecuado y profesional, de parte de los instructores del ejército invasor ruso. Putin ordenó el alistamiento de miles de ciudadanos, para que fueran a combatir contra el régimen “neonazi” de Kiev, que solo en su mente existe, y los ha enviado a morir con una preparación ínfima, insuficiente, incapaz de enfrentar a las tropas ucranianas, rebosantes de patriotismo y deseos de aniquilar a los salvajes venidos del Este.

            Las fuerzas de Ucrania mantienen sus defensas a lo largo de la línea del frente, en la región de Donetsk, incluida la ciudad sitiada de Bajmut, y las batallas más encarnizadas se han librado en las ciudades de Vuhlkedar y Maryinka, de acuerdo a un despacho emitido por el Alto Mando militar, en Kiev. Por su parte, los rusos han disparado más de 100 misiles, 12 ataques aéreos y 20 bombardeos, en un ataque masivo, con tal de desmoronar la moral del ejército enemigo. La idea de los rusos es acabar con el sistema de comunicaciones y electricidad de los ucranianos y solo Kiev, Odesa y Dnipro, no han sufrido cortes del servicio eléctrico, según han informado. Los trabajos de reinstalación o reparación de las redes eléctricas, siguen su curso en Ucrania, muy a pesar de los intentos rusos por alcanzar alguna victoria significativa.

            Ante tal realidad, el jefe del grupo mercenario/terrorista Wagner, que actúa a sueldo por orden expresa de Putin, ha dicho que la guerra podría prolongarse por dos años más, si Moscú quiere controlar la totalidad de las dos regiones del Este de Ucrania, un objetivo clave para los invasores llegados de Rusia. Mientras, decenas de francotiradores ucranianos se mantienen vigilantes en las fronteras de la misma zona, pues “todo representa una amenaza”, según han dicho estos soldados patrióticos. Están provistos de fusiles de largo alcance, AXMC, y pueden matar a un objetivo ubicado hasta 1 kilómetro y medio de distancia. “Por lo general, el material que tengo no siempre cabe en un solo automóvil”, comenta otro de ellos, quien oculta su rostro en una máscara de esquí y tiene sobre sí una capucha térmica para protegerse del frío y mantener su identidad en el anonimato.

            “Llevo palas para construir mi posición y municiones, por supuesto. También mi grupo de cobertura con un observador: generalmente cinco o seis personas, cuatro como mínimo.” Detalla este combatiente ucraniano, quien lleva contabilizados a varios rusos que han caído bajo sus disparos.

            La principal misión de estos soldados es la de vigilar con sumo cuidado cualquier cambio que suceda en los alrededores; para ello, efectúan pequeñas misiones de reconocimiento de objetivos de hasta 3 kilómetros o disparar a pequeños grupos de enemigos, desde escondites previa y estratégicamente seleccionados. Es cuando vuelven a explicar: “En una zona rural, un arbusto que no estaba allí el día anterior, podría albergar a un francotirador enemigo. En las zonas urbanas buscamos cambios en ventanas o techos y lo que no es como debería ser… Todo representa una amenaza.”

Agrega Voron (el sobrenombre con el que se le conoce en el campo de batalla), que “los francotiradores siguen siendo esenciales en las guerras. Algunas personas nos odian, pero si hay problemas, la gente siempre quiere que estemos allí. Ocupamos un lugar especial en la unidad paramilitar que, en tiempos de paz, patrulla las fronteras de Ucrania. Somos los ojos de nuestro comandante y los que eliminaremos la amenaza más peligrosa, a menos que se trate de un tanque. Mirar en un visor telescópico durante largas horas, puede ser estresante, pero no hay nada tan difícil como resistir el frío. Los francotiradores podemos permanecer en una misma posición hasta dos días; incluso cuando las temperaturas descienden a menos 12 grados centígrados, como ocurrió recientemente. Es un trabajo duro, pero la preparación y la espera, por dolorosas que sean, son la fuerza nuestra. Hay un chiste en el ejército que se cuenta de esta manera: si le dices a la infantería y a un francotirador que tienen ocho horas para derribar un árbol, la infantería pasa las ocho horas cortándolo; (en cambio) el francotirador pasa siete afilando su hacha y luego lo corta de un solo golpe.” Concluye un risueño Voron, sin olvidar que los rusos pueden estar cerca.

 

Yevgueny Prigozhin se queja del Kremlin

 

            Ese es el nombre del jefe del Grupo Wagner, los asesinos a sueldo de Putin, que actúan actualmente en Ucrania, quien ha lanzado fuertes críticas contra la burocracia de su país, porque le ha prohibido a esa organización genocida, reclutar más presos de las cárceles: “¡Eso debilita nuestra fuerza!” Exclama visiblemente molesto. Asegura que en Rusia existe una “monstruosa burocracia militar” e impide que Bajmut no se tome antes de marzo o abril.

            En un video publicado en Telegram, Prigozhin dijo que para tomar Bajmut “necesitamos cortar todas las rutas de abastecimiento (del ejército ucraniano). Pienso que habríamos tomado Bajmut, si no fuera por esa monstruosa burocracia militar y si no nos pusieran trabas todos los días. El hecho de que el Grupo Wagner ya no pueda reclutar prisioneros para ir al frente, a cambio de la amnistía, supone una ‘sangría’ para mi organización. En un momento dado, el número de unidades bajará y, en consecuencia, el volumen de tareas que queremos ejecutar, también.”

            Desde finales del 2022, los combates en los alrededores de Bajmut aumentaron, pero los avances de los rusos han sido considerablemente pocos y muy lentos, esto debido a la feroz resistencia que les han presentado los ucranianos en cada escaramuza. Esta ciudad es importante para ambos bandos en contienda armada, por su valor simbólico: si alguno de los dos llegara a tomarla, supondría un golpe moral muy positivo, más todavía cuando ya se ha cumplido un año de la invasión rusa a Ucrania.

            El Alto Mando ucraniano considera que, prontamente, los rusos lanzarán otra andanada de misiles contra sus ciudades y por eso han solicitado a la OTAN, con carácter de urgencia, les entregue los famosos tanques alemanes Leopard 2, distintos blindados, misiles de largo alcance y cazas bombarderos de última generación. Con esas armas, Ucrania complicará aún más la llamada “misión especial” de los rusos, según el eufemismo usado por Putin desde el inicio de la guerra.

            Hasta este momento, las pérdidas materiales y humanas de los rusos, además de los millones de millones de rublos que les ha costado, han sido impresionantes para los observadores internacionales e inesperadas para el propio dictador Putin, quien creyó, en un principio, que la “aventura en Ucrania” iba a ser rápida, contundente y expedita. Nada de eso sucedió y su ejército parece estar atascado en un pantanal, donde día a día mueren más y más soldados enviados por Moscú. Ciertamente, los resultados de este conflicto hablan muy mal del profesionalismo del ejército ruso, de su capacidad en el campo de batalla y una derrota definitiva, supondría el final de la dictadura de Vladímir Putin, pues podría producirse la implosión social y militar en las entrañas de Rusia, como consecuencia de la derrota en las llanuras ucranianas. Un acontecimiento que millones de personas alrededor del mundo, deseamos que ocurra.  

 


Es Oficial: Alemania entregará Pronto sus

Famosos y Eficaces Tanques

Leopard 2a Ucrania

 

BERLÍN- El gobierno del Canciller Olaf Scholz acaba de asegurar que la entrega de tanques Leopard 2, a Ucrania, es “oficial” y prontamente serán enviados esos carros de combate a las llanuras ucranianas, para ser utilizados en la guerra que ese pueblo libra contra los invasores rusos.

            Un portavoz del gobierno alemán, indicó que serán 14 tanques Leopard 2ª6, procedentes de las reservas de la Bundeswehr (Ejército Federal). La noticia fue recibida con entusiasmo por Kiev, ya que considera indispensables esos modelos de tanques que podrían cambiar el curso de la guerra; y, supeditada a esa decisión alemana, Berlín también autorizó a los países europeos que forman parte de la OTAN (ejércitos occidentales), que concedan a Ucrania los tanques que ellos deseen poner a disposición del país invadido.

 

Entendimiento bilateral

 

            Ante el pleno del Bundestag (Parlamento Federal de Alemania), el Canciller Olaf Scholz informó que conversó con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, por video-conferencia, para analizar la situación ucraniana y, de paso, le confirmó la decisión suya de enviarle los blindados que el mandatario le había pedido con tanta ansiedad. “Alemania siempre responderá cuando se trate de apoyar a Ucrania y esos suministros se harán llegar en coordinación con nuestros aliados, para condenar la agresión imperialista por parte de Rusia.” Afirmó el titular de la Cancillería alemana.

            Manifestó que, en un principio, sintió preocupación cuando el famoso semanario Der Spiegel, filtró la noticia de la entrega de los tanques, sin que su gobierno hubiera dado la información a los medios de prensa. Añadió que supo de las opiniones de muchas personas comunes y corrientes, quienes se mostraron altamente preocupadas de que dichos carros de combate supusieran una escalada de la guerra de parte de Rusia. Según sabemos, el Kremlin ordenó, una vez conocida la decisión de Berlín, un bombardeo masivo sobre la Capital de Ucrania, con drones suicidas y misiles, presuntamente enviados desde territorio de Bielorrusia, nación aliada de Moscú. Así mismo, Scholz indicó que supo del temor de muchos alemanes del grosor del pueblo, quienes no quieren que Alemania se inmiscuya en una nueva guerra contra Rusia. A ellos les contestó: “Les aseguro que la OTAN no será arrastrada a una guerra contra los rusos.”

            Por su parte, Jens Stoltenberg, el noruego, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), celebró por lo alto la determinación alemana de enviar los tanques Leopard 2 al ejército ucraniano y afirmó que esos blindados “pueden ayudar a ganar la guerra (contra los rusos), en un momento crítico de la guerra de Rusia, estos tanques pueden ayudar a Ucrania a defenderse, ganar y prevalecer como nación independiente.” Escribió en su cuenta de Twitter.

            Los otros países que poseen Leopard en sus arsenales, son Polonia, Noruega y España y en el caso de los polacos, siempre se han mostrado muy dispuestos a enviar sus tanques a Ucrania; por su parte, el gobierno de España anunció recientemente que hará lo mismo en los días próximos.

            Es evidente que la decisión de Alemania en este caso particular, ha despertado las simpatías de los países vecinos y sus gobernantes. Así por ejemplo, el Primer Ministro inglés, Rishi Sunak, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron (quien se había mostrado reticente por ayudar a Ucrania), dijeron que Scholz tomó “la decisión correcta”; y, en el caso del británico, reafirmó que enviará también los tanques “Chalenger 2” para repeler a los invasores rusos.

 

Abrams estadounidenses

 

            Otra “piedra de choque” en este tema de la guerra de Ucrania contra Rusia, la había puesto en las negociaciones la propia Casa Blanca y el Pentágono norteamericano, en relación con los tanques Abrams, made in USA. El presidente Joe Biden y el Alto Mando estadounidense, se habían mostrado renuentes a enviar ese material bélico a la invadida Ucrania; sin embargo, llama la atención el cuidado, la displicencia, si se quiere, en el vocabulario de Biden para referirse a los rusos, quienes, como contraparte, realizan toda clase de tropelías en suelo ucraniano, específicamente contra la población que está al margen de la guerra. Incluso, el simple hecho de haber invadido a un país soberano, no merece ningún tipo de consideración, ni el lenguaje diplomático con el cual se les trata. El salvajismo ruso solo merece un trato igual o parecido de parte de sus enemigos de Occidente. Recordamos aquí a Sir Neville Chamblerlain, ex Primer Ministro británico, y su condescendencia con Hitler y Mussolini. De ahí que le entregara al líder nazi, “en bandeja de plata”, los Sudetes en Checoslovaquia; y la mismísima Austria que, casi de inmediato, se anexionó la Alemania que estaba bajo el yugo hitleriano. Muy por el contrario, el vocabulario fuerte, confrontativo y valiente de Winston Churchill, ayudó a darle un giro a la Segunda Guerra Mundial. De hecho, hay muchas estatuas de Churchill en las islas británicas y ninguna del anodino Chamberlain. Valga la pena resaltar este detalle. Pero “la historia siempre es un buen maestro con aquellos alumnos distraídos.” Reza el viejo refrán.

            El anterior escenario retrospectivo, para subrayar que el presidente de los Estados Unidos anunció que hará llegar sus tanques a Ucrania, pero lo hizo en medio de una argumentación medrosa, casi disculpándose ante los rusos… Fue cuando dijo que los 31 tanques que enviará “no son una amenaza ofensiva contra Rusia.” Reiteramos: los rusos no merecen ningún tipo de cortesías ni “guantes de seda” en el trato, por parte de las fuerzas y gobiernos Occidentales; por el contrario, si se pudiera derrocar a la dictadura de Putin y su grupo de serviles, y llegar hasta la misma Plaza Roja con los ejércitos de Occidente, sería un sueño preciado hecho realidad. Pero Biden agregó, siempre con tono disculpatorio: “Solo queremos que Ucrania mantenga su integridad territorial.” Se desprende de sus palabras temerosas que tiene terror de enojar todavía más a los canallas dirigentes del Kremlin, a quienes no les han temblado las garras para cometer crímenes de lesa humanidad en la población ucraniana.

            No obstante el anuncio hecho por el titular de la Casa Blanca, los carros de combate tardarán en ser enviados, por espacio de unos cuantos meses que no precisó Biden, porque necesitan entrenar a las tripulaciones que los manejarán en el campo de batalla. Son necesidades logísticas que deberán conocer y hacerse versados en el tema “los tanquistas” ucranianos, quienes, con toda probabilidad, tendrán que viajar a los Estados Unidos para recibir ese entrenamiento.

            Joe Biden volvió a decir que está comprometido con la ayuda a Ucrania, porque “se trata de libertad, libertad de Ucrania, libertad de todos;” aunque es menester que el mundo libre enseñe a los rusos, mediante la derrota definitiva de sus tropas, que su gobierno y su ejército no deben invadir, no deben propasarse, no deben irrespetar la soberanía de ningún pueblo y país distinto a Rusia; y solo con una derrota aplastante y humillante, quedará claro ese mensaje imprescindible y visceral.

            Los Abrams serán 31, serán suficientes para un batallón y solo pueden operar durante dos o tres días en situación de combate, sin la ayuda de otro batallón de ayuda logística, especificó Biden. Es por esa razón que Washington enviará, junto a los tanques mencionados, una especie de oruga de 50 toneladas, con una grúa en lugar de cañón, que servirá para reparar a los Abrams y remolcarlos, si hubiere la necesitad. Explicó el presidente de los Estados Unidos que esos tanques son complicados en su mecanismo y las reparaciones de sus motores deberán ser realizadas fuera de Ucrania, muy posiblemente en Polonia: “son devoradores de gasolina, ya que consumen 3,8 litros por kilómetro y, cuando van campo a través, 220 litros en una hora, lo que limita su radio de acción, ya que sus depósitos de combustible llevan 1,900 litros. Por ello, el despliegue de estos carros deberá ir acompañado por una flota de camiones-cisterna.” Puntualizó el mandatario.

            Al preguntársele por qué tomó la decisión de entregar los Abrams a Ucrania, cuando su postura al respecto era muy parecida a la del Canciller alemán con los Leopard, respondió que se debió al agotamiento de tanques de fabricación soviética que les habían enviado a Kiev las naciones que una vez estuvieron bajo el dominio de la Unión Soviética, en los casos de Polonia, Letonia y la República Checa; e hizo hincapié que su gobierno es el mayor donante de armas a Ucrania, pero quiere tener armas en reserva, por si llegara a estallar un conflicto con China, la nación que los Estados Unidos considera su verdadero rival, y que, en criterio del mandatario norteamericano, tiene un ejército en forma, realmente potente (no como el ruso que no ha podido vencer a Ucrania y se debate entre miles de bajas mortales y la huida de sus mal instruidos y desmotivados soldados), aunque manifestó que será garante de la paz hasta el último instante.

            Mientras tanto, Kiev tendrá que esperar un poco más por los Abrams, según hemos podido observar.


Vladímir Putin y su Grupo, siguen amenazando con Provocar el Apocalipsis, si continúa la Ayuda a Ucrania de parte de Occidente

 

BRUSELAS, Bélgica- Vladímir Putin, atemorizado por el posible hecho de que Alemania entregue sus codiciados tanques Leopard 2 a Ucrania, inmediatamente desató su miedo en forma de diatriba, que es la mejor manera de canalizar su nerviosismo, según le conocemos.

            Ha amenazado con usar las armas nucleares rusas de manera directa, por medio de sus “marionetas” que repiten lo que él les dicta y de toda manera posible. ¿Pero cuánto de posibilidad hay de que lo vaya a hacer, que utilice el arsenal nuclear y desate el final de la humanidad? Hay que partir del hecho de que está profundamente humillado, que las derrotas inapelables que le ha infringido el ejército ucraniano, teóricamente más débil que el ruso, le han puesto muy mal de cara al resto de la humanidad y por ello, desató una andanada de ataques con drones iraníes y misiles sin ojivas nucleares, contra varias ciudades de Ucrania. Además, su razonamiento no anda bien, no está bien, vive tenso, paranoide, porque teme confabulaciones en su contra en el mismo Kremlin, y no piensa en otra cosa que demostrar un poderío ruso que, en verdad, en la realidad, no tiene su país: su ejército es “de hojalata”, ha hecho el ridículo en las carreteras, caminos y llanuras ucranianas, dejando en las cunetas a decenas de blindados destruidos por un enemigo que tiene la moral altísima. Partiendo de esos razonamientos y otros, existe alta probabilidad de que Putin saque las oxidadas armas nucleares y emprenda lo que podría llamarse con toda propiedad… el final de la humanidad, por causa de la primera guerra nuclear.

 

Sus serviles hablan…

 

            Al finalizar la conferencia de Ramstein, donde los altos mandos de la OTAN se reunieron para presionar a Alemania para que envíe sus tanques Leopard a Ucrania, Viacheslav Volodin, el presidente de la Duma rusa (el parlamento títere de Putin), aseveró claramente en su canal de Telegram, que “la entrega de armas a Kiev, llevará a una catástrofe global. El suministro de armamento ofensivo a Ucrania –dijo-, puede terminar en una tragedia de magnitud mundial que destruirá a sus países.” Pero no menciona que un ataque con armas nucleares, será devuelto por parte de Occidente y Rusia también será destruida. Washington lo ha dicho infinidad de ocasiones: “contestaremos con mayor magnitud de fuego a los ataques de Rusia”, en el tanto use armas nucleares.

            De inmediato agregó que “si Estados Unidos y sus aliados de la OTAN envían a Ucrania armamento que sea utilizado para asestar ataques a ciudades e intentar capturar territorios rusos, habrá medidas de respuesta con el uso de armas más potentes.” Es decir, dentro de los parámetros criminales de los rusos, solo ellos pueden atacar e invadir a países vecinos con total libertad y estos no deberán, bajo ningún concepto, responder a esos ataques a la geografía de Rusia. Nótese el alto grado de cinismo, irrespeto al orden internacional y desprecio por las vidas ajenas que son diferentes a las rusas. Incluso, para los tiranos enclavados en el Kremlin, desde Vladímir Putin hasta el último de ellos en el escalafón de mando, las vidas de los rusos tampoco significan gran cosa, puesto que les persiguen para que formen parte de su maltrecho ejército y tampoco les importa cuando caen abatidos en los campos de batalla.

            Seguidamente, la marioneta de Putin en la Duma, instó a los Estados Unidos, Alemania y demás naciones de Europa Occidental, “a tomar consciencia de su responsabilidad ante la humanidad, (porque) con sus decisiones, Washington y Bruselas (donde está el cuartel general de la OTAN), llevan al mundo a una guerra terrible. Los políticos occidentales deben entender que, habida cuenta de la superioridad tecnológica de las armas rusas (una falacia desde todo punto de vista), los suministros de armamento ofensivo a Ucrania, pueden terminar en una tragedia de magnitud mundial (…). Los argumentos de que las potencias nucleares nunca han utilizado armas de destrucción masiva, en conflictos locales, no se sostienen (a pesar de que) esos Estados ni han visto amenazada la seguridad de sus ciudadanos, ni la de su integridad territorial.” Finalizó su perorata criminal, amenazando a los países de la OTAN en el sentido de que Rusia “se reserva el derecho a usar armas nucleares, no solo para responder a un ataque nuclear o con otras armas de destrucción masiva contra ella y sus aliados, sino también en caso de ser objeto de una agresión con armas convencionales, que amenacen la existencia del Estado (ruso).”

            La peor falacia dicha por Volodin estriba en la tecnología de las armas nucleares rusas, de las que dijo que es superior a la de Occidente. Algo que no es cierto y tanto el Pentágono como Bruselas lo saben cabalmente: el ejército ruso es ineficiente, cobarde (abandonan en huida armas y blindados al correr perseguidos por los ucranianos), y es muy posible que ese armamento nuclear se encuentre en pésimas condiciones para ser usado, debido a la característica indolencia e incapacidad de los rusos para darle mantenimiento a sus pertrechos.

            Otra voz que se dejó escuchar fue la de “la mano derecha de Putin” de cara a la diplomacia internacional: la de Sergei Lavrov, quien manifestó que existe el riesgo real de una Tercera Guerra Mundial; es decir, mientras su ejército es vapuleado en Ucrania, a los rusos “de corbata” no les queda otra opción que amenazar retóricamente a quienes les están vapuleando. El ministro de Exteriores de la dictadura de Putin, comparó la situación actual con la crisis de los misiles de Cuba, en 1962, pero resaltó que en aquel momento histórico “había comunicación entre los líderes (Kennedy y Krushev), mientras que ahora quedan pocas normas. En esa época había reglas… reglas escritas. Las normas de conducta estaban muy claras. Estaba claro en Moscú, cómo se estaba comportando Washington y Washington tenía claro cómo se estaba comportando Moscú (...). Había un canal de comunicación en el que los dirigentes confiaban; ahora, no existe ese canal y nadie está intentando crearlo. Hay intentos tímidos que se han hecho en la primera fase, pero no han dado resultado. (…) Al mismo tiempo, otros instrumentos de control y no proliferación, han quedado prácticamente destruidos. Estados Unidos ha azuzado su esencia rusófoba.” Amplió.

            Añadió, ante la agencia de noticias Interfax, que ahora “el peligro es grave, es real, no se puede subestimar. (Lamento) que los Estados Unidos hayan enviado muchas armas a Ucrania, a pesar de nuestras advertencias (…).” Agregó que Rusia ha hecho mucho para evitar “esta Tercera Guerra Mundial. Ya ha hecho mucho de muchas maneras durante años: durante la administración de Trump, defendimos al más alto nivel que Moscú y Washington reafirmaran la declaración de Gorvachov y Reagan, de 1987, de que no puede haber vencedores en una guerra nuclear y que no debe pasar jamás. Pedimos al equipo de Trump que retomara esta declaración tan importante, importante para nuestros pueblos, pero también para el mundo entero. Desgraciadamente, no conseguimos convencer a nuestros colegas de que fuera necesaria esta iniciativa y en junio del año pasado, durante la reunión de Ginebra, nuestros presidentes realizaron esa declaración.” Amplió el titular de la diplomacia rusa.

            En otras palabras más claras, directas y sencillas, lo que ofrece el Kremlin es una especie de “pax romana”. Esto significa que, ciertamente, cesarían los ataques a sus enemigos, pero estos tendrían que supeditarse a todos los caprichos que a Moscú se le ocurran y de esa forma, regirían las vidas de los vencidos. Chechenia y Bielorrusia son dos ejemplos de lo que significa el dominio político ruso en sus vidas nacionales. Algo inaceptable desde todo ángulo, por el alto grado de indignidad y deshumanización que lleva implícita la mencionada “paz.”

 

Posibles escenarios apocalípticos

 

            De acuerdo a las circunstancias mundiales actuales, a los lugares donde hay tensión o guerra en curso, estos son los cinco puntos geográficos donde podría estallar la Tercera Guerra Mundial en el presente 2023:

            Ucrania: la desesperación y la frustración de los rusos, que, en un principio, pensaron que al invadir a Ucrania, lo demás “vendría por añadidura” y sería realmente “una misión especial”, como la denominó inicialmente Putin, hoy representa una seria escalada del conflicto en el que el ejército ruso, desordenado, indisciplinado y nada diestro en el arte de la guerra, es el que lleva la peor parte. Putin ha respondido con bombardeos a larga distancia de las ciudades rusas y con una cantidad impresionante de misiles convencionales.

            Esa incapacidad rusa para ganar a los ucranianos, es lo que marca el aumento de la intensidad de esta guerra e, indirectamente, pone al borde “del desfiladero” al propio gobierno dictatorial que encabeza el mismo Vladímir Putin. De hecho, en los trazos anteriores de este reportaje, hemos visto que los rusos no descartan la alternativa del uso de armas nucleares, lo que significaría “el principio del fin de la humanidad.” Así como se lee y entiende, con todas sus letras. Incluso se teme que el enfrentamiento, indirecto hasta el momento entre la OTAN y Rusia, pase a convertirse, en el terreno, en un enfrentamiento directo de ambos ejércitos.

            Taiwán: la llamada “provincia rebelde” por parte de la China comunista, es algo así como “la espina en la pata del león”, el punto de fricción, de choque, entre el gobierno de la isla, que es definidamente pro-Estados Unidos, y la dictadura de Beijing. De hecho, los chinos comunistas han amenazado con convertir a Taiwán en “la Ucrania del lejano oriente”, al atacarla en cualquier momento. De producirse esto, la Casa Blanca ha dicho con toda claridad que acudirá en ayuda a los taiwaneses y conllevaría al inicio de una guerra entre dos superpotencias: China comunista y los Estados Unidos y muy posiblemente con el uso del arsenal nuclear que los dos países tienen.

            Península de Corea: del lado de Corea del Norte, el país más hermético del mundo, el peligro está latente todos los días de todos los años. Las respuestas diarias de Seúl, sede del gobierno surcoreano, de manifiesta simpatía pro-occidental, han sido directas y sin bajar un ápice siquiera su retórica defensiva; es decir, aquí podría desencadenarse un conflicto armado de grandes proporciones, que llevaría al enfrentamiento indirecto entre Rusia, protectora de Nord-Corea; y los Estados Unidos, “el paraguas” de los coreanos del sur.

            Por otra parte, hay que tomar en cuenta que el líder de Corea del Norte, es un individuo belicista, violento, enemigo a ultranza de Occidente, cuyo nombre es Kim Jong-un, y está considerado uno de los terroristas de mayor cuidado para el mundo libre y democrático. Recordemos que a este sujeto le gusta disparar misiles hacia los mares vecinos a cada instante y ha provocado que Japón deje su habitual política pacifista y haya decidido optar por el rearme, desde la Segunda Guerra Mundial.

            China e India: estas dos superpotencias nucleares tienen un añejo diferendo por el control de territorios montañosos fronterizos, cuya población es ínfima. Hasta el momento, los choques armados casi no han existido, pero, cualquier roce, podría convertirse en el inicio de una guerra a gran escala, con la inclusión de armas nucleares.

            Grecia y Turquía: en el 2022 las tensiones aumentaron entre estos dos países europeos, por causa de la explotación de energía en el Mar Egeo, una problemática que no es de estas épocas, sino que se remonta a décadas atrás. Las dos naciones son miembros activos de la OTAN y ello podría suponer que el entendimiento en la mesa de negociación será una alternativa civilizada. Sin embargo, a pesar de esta sociedad en la Alianza Atlántica, han estado a un paso de enfrentarse en un conflicto armado recientemente. En el caso de ocurrir, la misma OTAN tendría que intervenir –prioritariamente con armas-, para detener la guerra.

            Esos son los posibles escenarios donde podría estallar la Tercera Guerra Mundial y, si nos fijamos con detenimiento, en varios de esos países las dictaduras son las ejercen como formas de gobierno. Es decir, hay dictador en Rusia, Corea del Norte, China y Turquía. Autócratas que han demostrado a lo largo del tiempo, que actuarían sin contemplaciones cuando los acontecimientos quieran írseles de sus manos… con la mayor violencia y crueldad posibles. Algo que ya estamos observando en los ataques rusos a Ucrania, donde Vladímir Putin ataca hospitales, casas de habitación, edificios de apartamentos y rara vez lo hace contra objetivos militares.

 

Sin duda alguna, se trata de individuos sin alma, que sienten fuerte atracción por el  olor de la sangre ajena.


Cumbre de la OTAN en Ramstein.

¡Vaya Aliado resultó ser

Alemania!

 

BERLÍN- Con toda claridad, Ucrania no puede fiarse del gobierno alemán actual. Quizás con otro Gabinete y otro partido en el poder, en Berlín, resultaría diferente; pero el actual es un descrédito, una ignominia y una falsedad en su papel de miembro de la OTAN y como aliado de Ucrania en la guerra que libra contra la Rusia de Putin. El problema radica en que los alemanes se niegan –aunque no categóricamente-, de enviar los famosos tanques Leopard 2, de fabricación alemana, al ejército ucraniano y da respuestas ambiguas, que es lo que más enardece los ánimos en Kiev y en quienes estamos siguiendo los acontecimientos del frente de batalla. Es decir, una negativa sin contemplaciones de parte del gobierno teutón, sería mucho mejor que esa posición dubitativa u oscilante, que no refleja otra cosa que desprecio por Ucrania y miedo a los rusos.

 

“Más tiempo…”

 

            Con esa innata inteligencia que caracteriza a los alemanes, que todo lo que sucede alrededor suyo lo someten al análisis profundo y detallado, parece que el razonamiento les está fallando en este caso de Ucrania, porque le están dando largas al asunto de la entrega de los tanques, sin tomar en cuenta que Putin un día arrasa ciudades ucranianas con el disparo de misiles; y al siguiente, hace lo mismo. Esto significa que la guerra de Ucrania contra la invasora Rusia, no admite prórrogas, ni lentitud de parte de sus aliados y mucho menos inseguridad. De hecho, el Pentágono no ha dudado ni un instante sobre cuál debe ser su papel en esta guerra y envía constantemente pertrechos de guerra a los ucranianos y gracias a ello, han podido vencer a los rusos en distintos lapsos del conflicto.

            Un vocero del gobierno alemán, en Berlín, ha cometido la insensatez (por no utilizar otro término más fuerte), de pedir “más tiempo” a la OTAN y a Kiev, para decidir sobre el envío de los blindados marca Leopard. “Más tiempo” cuando los rusos están atacando a los ucranianos con todo el arsenal disponible, a toda hora y diariamente. Esta omisión (que no es otra cosa que una negativa con tintes de cobardía), roza la falta de humanidad, de compromiso con un país aliado y nos recuerda mucho a aquella Alemania de los años 30, imbuida en el orgullo inyectado por el nazismo. Lo cierto es que el nuevo ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, está utilizando una retórica vacía para “sacar las castañas del fuego” cuando los demás miembros de la OTAN presionan fuerte contra Alemania por la entrega de los tanques. Ha afirmado, antes, durante y al final de la Cumbre en Ramstein (la Base estadounidense), que “todavía no existe una opinión unánime en favor del despliegue de tanques pesados de fabricación occidental.” Es cuando retornamos al mismo argumento: no se puede estar cavilando una y otra vez sobre el mismo tema, cuando la guerra “no espera” a los alemanes para que tomen una decisión que, muy posiblemente, no tomarán.

            Otro pretexto de parte de los alemanes, indica que se debería formar una coalición internacional (¿!), para coordinar la entrega de los carros de combate occidentales y niega, de paso, que sea el único gobierno que tiene dudas al respecto. Sin embargo, un resquicio “por donde se puede ver una luz en la solución de este problema”, lo ha dejado entrever el mismo Pistorius, al decir que su gobierno “se propone hacer un inventario de sus Leopard, para saber con exactitud en qué estado se encuentran y cuántos podría enviar a Ucrania. Nos estamos preparando por si acaso…” Afirmó el titular de Defensa.

            Es cuando el gobierno polaco, consciente de que los rusos están ahí… no más al dar vuelta en la esquina, se ha ofrecido a enviar sus Leopard 2 a Ucrania, lo cual sería un mecanismo defensivo contra una posible invasión rusa a Polonia; es decir, en el tanto los rusos sean derrotados por los ucranianos, la seguridad polaca y de las naciones bálticas, estará en buenos términos. Es así como el ministro de Defensa polaco, Mariusz Blaszczak, confirmó en Ramstein, Alemania, que se mantiene optimista en torno a este tema y, aunque los demás socios de la OTAN no han llegado a un consenso, “hay esperanza, porque los ministros de Defensa de 15 países, han tratado la cuestión en los márgenes de la conferencia. (Y) estoy convencido de que, al final, se podrá construir una coalición (para enviar los tanques de manera conjunta).” Aseveró.

            Pero, ¿Por qué todo depende de Alemania? Simple: los famosos tanques ultra-modernos, construidos con esa tecnología alemana que es casi infalible, son precisamente made in Germany. Muchos socios europeos los tienen en sus arsenales y es el que prefieren los ucranianos para enfrentarse a los vetustos y deficientes tanques rusos, mismos que han sido destruidos por doquier y con relativa facilidad, desde que invadieron Ucrania. Los dirigentes ucranianos, sabedores de lo anterior, no han dejado de implorar (así como se lee), a sus homólogos alemanes, para que den “luz verde” a la entrega de los Leopard 2; empero, al ser fabricados en Alemania, el convenio con las demás naciones, señala que no podrán ser entregados sin el consentimiento alemán. Esto significa que ningún otro país podrá entregar sus Leopard 2, sin la autorización de Berlín; y, hasta el momento, Polonia y los países bálticos, están más que decididos para hacerlos llegar a Kiev, sin ninguna demora de su parte.

 

Pistorius en la Cumbre de Ramstein

 

            Con esa retórica ambivalente que caracteriza al actual gabinete de Olaf Scholz, el actual Canciller de Alemania, su ministro de Defensa, Boris Pistorius, quien, dicho sea de paso, se manifestó hace algunos meses atrás en contra de las sanciones económicas a Rusia, pronunció su discurso en el seno de la Cumbre de Ramstein, en Renania-Palatinado, para contradecirse a sí mismo con estas palabras: “Hay buenas razones para suministrar los tanques y también para no suministrarlos; y, en vista de la situación actual, con una guerra que lleva en marcha casi un año, hay que evaluar con mucho cuidado pros y contras (como si las víctimas ucranianas pudieran esperar sus ‘evaluaciones’).”

            Pero lo que subyace en esa retórica barata o de poca monta del representante del gobierno alemán, es un profundo temor a una reacción violenta de parte de Vladímir Putin, el dictador y asesino ruso. Los alemanes tienen miedo de Rusia. Temen provocar al tirano ruso, que éste se sienta atacado por la OTAN o que se produzca una escalada mayor en la guerra. Y esa argumentación provoca más preguntas que respuestas: ¿Qué podría hacer Putin en contra de Alemania? ¿La va a atacar, la va a invadir también? ¿Va a cortar el envío de gas ruso, cuando ya Alemania no depende de él? ¿O quizás sea el recuerdo de las violaciones masivas a las mujeres alemanas, en 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, de parte de la soldadesca rusa (soviética en aquel entonces), una vez que entraron en  la vencida Capital alemana? ¿Será ese fantasma de la historia lo que estremece todavía a los actuales alemanes, hechos más para la comodidad que les da el dinero (que producen a raudales), que a la ayuda a una nación aliada, en el caso de Ucrania? Solo los alemanes en el poder, tienen la respuesta precisa. Pero, de nuestra parte, no vemos peligrosa ninguna consecuencia que pueda desatar el enojo del desquiciado Putin, quien, a la sazón, es dueño de un país (Rusia), cuyo poder militar es más una fantasía, una obra de la propaganda de su dictadura, que una realidad concreta.

            En todo caso, la peor gestión en relación con la guerra ucraniana la efectúa Emmanuel Macrón, presidente de Francia, quien se considera amigo personal del criminal Putin; de ahí que la ayuda bélica cedida a Ucrania, ha sido nimia de parte de su gobierno. Mucho peor que la alemana. Francia ha volcado su rostro al lado contrario, para no fijarse en la situación actual de los ucranianos.

            En lo que estriba a la Casa Blanca en esta Cumbre de la OTAN, en Ramstein, ha negado que los alemanes hayan supeditado la entrega de los tanques Leopard 2, en el tanto los Estados Unidos entreguen su famoso tanque Abrams. Es cuando Lloyd Austin, secretario de Estado norteamericano, afirmó: “Todos podemos hacer más”, en crítica velada a la actitud negativa de Berlín. Por su parte, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, ratificó lo que hemos afirmado a lo largo de este reportaje: “es urgente aumentar el apoyo a Kiev –dijo-, para permitir que recupere el territorio ocupado antes de que se produzcan las anunciadas nuevas ofensivas rusas.” No hay tiempo, los ciudadanos ucranianos no están en condición de esperar más, cuando lo que realmente importa es derrotar al invasor ruso cuanto antes y liberar a la patria. Una realidad que los alemanes, a pesar de su consabida inteligencia, no logran descifrar, ni decodificar, ni interpretar y mucho menos resolver. No tienen ni la mínima voluntad de hacerlo, en este entuerto causado por el envío de los Leopard 2.

            No obstante, a pesar de la dubitativa (o negativa) posición alemana, el ministro Pistorius ha recordado que su gobierno ha dado ayuda militar a Ucrania por más de €3,300 millones, desde el comienzo de la invasión rusa; y se prepara otro paquete de ayuda que consta de una unidad adicional del sistema antiaéreo Patriot, siete tanques antiaéreos Cheetah más y otra unidad del sistema de defensa aérea, tipo Iris-T SLM, con misiles guiados adicionales. “Estamos hablando de algo más de €1000 millones (…) y la prioridad en este momento, permanece fijada en la defensa aérea,” indicó el nuevo ministro de Defensa. Hasta el momento, según suele ocurrir en casos parecidos al ucraniano, los Estados Unidos es el país que mayor aporte ha dado a Ucrania y anunció en el seno de la Cumbre de Ramstein, que entregará próximamente, suministros por valor de US$2,500 millones.

            En lo que respecta a Polonia, su enviado afirmó categóricamente que su gobierno está dispuesto a entregar los Leopard 2 que tiene en su arsenal, con el permiso o nó de Alemania. “Mi país está listo para tomar medidas no convencionales, incluso si alguien se siente ofendido por ello…” Dijo el Viceministro de Exteriores polaco, en alusión indirecta a los alemanes.

            Otras reacciones internacionales en torno al asunto ruso/ucraniano, cuando se han cumplido 330 días del inicio de la guerra provocada por Vladímir Putin y su séquito de “marionetas”, se fundamentan en las palabras del ex presidente de Ruso, Dmitri Medvédev, quien amenazó a Europa Occidental con desatar “una guerra nuclear si se sigue aumentando la ayuda de Occidente a Ucrania.” Su amenaza la lanzó en su cuenta de Telegram y añadió: “la posible victoria de Ucrania sobre Rusia, sería un mantra (vibraciones u ondas que viajan por el Universo y atraen lo que se desea o anhela, según la religión hinduista), de que, para lograr la paz, Rusia debe perder. Nunca se les ha ocurrido sacar la conclusión elemental, de que una derrota por parte de una potencia nuclear en una guerra convencional, puede provocar el estallido de una guerra nuclear. Las potencias nucleares no han perdido nunca en grandes conflictos en los que está en juego su destino.” Amenazó. Sin embargo, en este último punto, olvidó que los Estados Unidos, siendo la potencia nuclear que es, perdió una guerra convencional contra Vietnam; y los mismos soviéticos fueron derrotados en otra guerra convencional por los muyahidines, en Afganistán. Una derrota que provocó, incluso, el derrumbe y desaparición de la “todopoderosa” Unión Soviética.

            En lo que respecta a Josep Borrell, Alto representante de la Política Exterior de la Unión Europea, reafirmó su postura al decir: “Hay que ayudar a Ucrania a ganar esta guerra.” Una afirmación que dejó escuchar en el contexto del envío de los blindados alemanes.

            Al final de la Cumbre en la Base norteamericana de Ramstein, Alemania se salió con la suya… pues no cedió ni un ápice y no entregará los famosos carros de combate Leopard 2. La excusa, vacía y endeble por demás, del ministro de Defensa germano, Boris Pistorius, fue la misma que esgrimió antes de comenzar la cita: “no hay consenso entre las naciones (miembros de la OTAN), para entregar los tanques.” Cuando todos sabemos que todos le han implorado a Berlín para que satisfaga esa urgencia del ejército ucraniano; pero los alemanes se han negado una y otra vez.

            Un dato positivo logrado en Ramstein, fue la decisión de los países amigos de Ucrania, para seguir apoyándola con el armamento y entrenamiento que necesite. Es así como Estonia, Reino Unido, Polonia, Letonia, Lituania, Dinamarca, la República Checa, Países Bajos y Eslovaquia, afirmaron que se comprometieron a enviar más armas “sin precedentes.” Aseguraron. De tal manera, proveerán al ejército ucraniano con carros de combate, artillería pesada, defensa aérea (para destruir los misiles y drones que Putin envía sobre las principales ciudades), mucha munición y vehículos de infantería. Inglaterra, por separado, reafirmó su deseo de enviar en los próximos días, 12 unidades de su tanque Challenger.

 

            El documento final, firmado por los miembros de la OTAN, no fue otra cosa que una nueva presión hacia Alemania; y el nombre del documento fue “Carros de Combate.” En sus páginas se subraya que todas las naciones suscriptoras no desean otra cosa que los alemanes cedan y den los Leopard 2 a Ucrania. Una negativa, según hemos visto, que no tiene “pies ni cabeza” y pone de manifiesto el miedo de los alemanes a los rusos (sin fundamento alguno), y un egoísmo sin parámetros en la Europa moderna.


Perú sumido en el Caos Social

 

LIMA- La captura y destitución del último presidente electo por voluntad popular, el maestro de escuela Pedro Castillo, hizo detonar la peliaguda situación social en la que está todo el país desde entonces. Ya no se debe hablar con simpleza de manifestaciones en las calles, porque la situación ciudadana ha pasado a un nivel mucho más complicado… y peligroso, ya que ha tomado el aspecto de un estallido social, casi de las mismas dimensiones a las ocurridas en Chile, el país vecino al sur.

            Son miles de miles de peruanos los que, a diario, se hacen a las principales vías en el norte, centro y sur del territorio nacional, vociferando contra la presidenta de la República, Dina Boluarte, a quien piden su renuncia irrevocable, que convoque anticipadamente a elecciones generales y se produzca un cambio radical y profundo en la Constitución del país.

            Por supuesto que la represión policial y del ejército se ha dado en cada fecha y esto, en lugar de apaciguar los ánimos, los ha exacerbado todavía más y se han visto imágenes que rozan lo inhumano, cuando la violencia desatada ha causado muertos en ambos sentidos… en las fuerzas policiales y en los manifestantes que conforman al pueblo. Los observadores internacionales, especialmente los que velan por los derechos humanos, están denunciando el uso excesivo de la fuerza por parte de los uniformados que defienden al Congreso peruano y a la mandataria Boluarte, quien ha reiterado hasta el cansancio que no va a renunciar a su cargo que le fue conferido una vez que Castillo fue enviado a prisión, por tratar de propinarse un auto-golpe de Estado.

 

Fuerte presión al Ejecutivo

 

            La panorámica que dejan ver los acontecimientos no es pasajera o para ser obviada por el gobierno. De hecho, las manifestaciones multitudinarias se apoderaron de las plazas, calles y avenidas de Lima, la Capital, muy cerca del Palacio donde yace la presidenta de la República y le han exigido los cambios que los ciudadanos creen que deben producirse en poco tiempo.

            El peruano está indignado, no puede asimilar que hayan muerto casi 60 personas a manos de la policía y por ello, la ira generalizada se ha acrecentado más. Ahora, responsabilizan a la mandataria de esas muertes y le están exigiendo, con mucha más fuerza, que se separe del poder. Muchos de esos manifestantes han llegado desde Puno, provincia fronteriza con Bolivia, donde murieron 10 personas en un solo día; en Ayacucho, fallecieron 10; en Apurímac, 6; y se cuentan más víctimas mortales por causa de los disparos de la policía –que no usa balas de goma, sino proyectiles verdaderos-, en Arequipa, La Libertad, Huánuco, Ancash, Lambayeque, Tacna, Moquegua, Junín, Loreto y Cajamarca. Razones suficientes para alterar los ánimos de los pobladores de toda la nación.

            Por su parte, las respuestas verbales de la presidenta (quien es la primera mujer en ocupar ese alto cargo en 200 años de existir el régimen republicano en el Perú), han tratado de restarle contundencia a las evidencias, de minimizar lo que está sucediendo a diario en las vías públicas y ha mencionado textualmente, por ejemplo: “desde el gobierno le decimos al pueblo que la situación está controlada. Los actos de violencia generados a lo largo de estos días, no quedarán impunes –amenazó-. El gobierno actuará dentro del marco de la Constitución y las leyes, de manera estricta y firme. Al pueblo peruano, a los que sí quieren trabajar en paz, y a los que generan actos de protesta, les digo: no me voy a cansar de llamarlos al buen diálogo, decirles que trabajemos por el país.” Su mensaje fue televisado a toda la nación y junto a ella estaba su ministro de Defensa, Jorge Chávez; y el primer ministro, Alberto Otárola.

            En esa misma comparecencia televisada, Boluarte indicó que hubo intento por tomar tres aeropuertos de suma importancia, en Arequipa, Puno y Cuzco, especialmente este último que es vital para la llegada y partida de turistas, un rubro que es de capital relevancia, pues el Perú es un destino turístico por excelencia, principalmente por su pasado Inca o precolombino.

            Un detalle único en su naturaleza, señala que la presidenta peruana no ha tenido un solo día de paz desde que asumió ese delicado puesto, pues las manifestaciones dieron inicio casi desde la segunda fecha de su mandato. La aprobación popular a su gestión presidencial solo es posible verla en un quinto de los peruanos; y su desaprobación alcanza un impresionante y preocupante 71 por ciento, solo superada por la labor del Congreso, que es reprobada por el 80 por ciento de los ciudadanos, quienes tienen una percepción bastante negativa de sus diputados.

            En resumen, el escenario en las calles es de altísima tensión social, de furia explícita, desencanto, profunda decepción con respecto a sus políticos actuales y anteriores y se teme que la situación pase a más… que se torne incontrolable y sea ganancia exclusiva de los extremos ideológicos, en específico del comunismo. Esa consideración la comparte el sociólogo y ex jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales del Perú, Fernando Tuesta.

 

Lo que podría sobrevenir…

 

            El pueblo enardecido es “ciego y sordo”. No se distinguen líderes entre las grandes columnas de personas que marchan a diario, vociferando consignas contra el gobierno. Da la impresión de que la gran masa se mueve instintivamente y en un solo espíritu que busca cambios radicales en su vida republicana y en la forma de hacer la política. Se palpa un hartazgo en sus opiniones individuales y en sus consignas: hay cansancio, desencanto y un profundo pesimismo en referencia a los políticos actuales, pasados y también futuros.

            Si de algo ha servido tanto desorden callejero, y las personas que ofrendaron sus vidas, ha sido para que el presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Jorge Salas, anuncie que tiene todo dispuesto para adelantar las elecciones presidenciales y del nuevo Congreso, para este octubre del 2023; y una eventual segunda ronda electoral, en caso de que los candidatos no alcancen el porcentaje para ganar los comicios, sería a finales de noviembre. El nuevo presidente asumiría su cargo, el 31 de diciembre de este mismo año en curso.

 

            Con ese anuncio se ha tratado de aplacar el enojo ciudadano y sería la única manera de salir de la crisis actual; es decir, reemplazar, ordenadamente, a la presidenta Dina Boluarte y a los congresistas. Aunque es importante subrayar que los nombres de Keiko Fujimori, el de su padre, Alberto Fujimori, y un eventual retorno al poder de Pedro Castillo, no está dentro de las prioridades de los manifestantes. No desean que ninguno de los tres, lo mismo que otros políticos tradicionales en la escena peruana, suban al poder para conducir los destinos de la nación. Y quien asegure que este caos social en las ciudades peruanas es para reivindicar el nombre y al personaje que hay en Pedro Castillo, miente o falsea gravemente la realidad y la verdad, porque, justamente, un retorno de ese ex presidente al Palacio de Gobierno, equivaldría a incendiar lo que queda en pie en el Perú… el caos sería peor, como nunca antes había sucedido en esta nación andina.


Brasil, un Gigante postrado y Dividido en dos Enormes Facciones Ideológicas

 

BRASILIA- Desgraciadamente los latinoamericanos rara vez copiamos las cosas buenas de las superpotencias occidentales; por ejemplo, el avance tecnológico, el progreso general, las finanzas sanas, etcétera, etcétera, y lo ocurrido en Brasil hace pocos días, cuando una enorme turba arremetió contra las sedes de las Instituciones Estatales, copiaba lo que hizo otro numeroso grupo, azuzado por Donald Trump, quien había perdido las elecciones nacionales contra Joe Biden, en el edificio del Congreso, en Washington. Era la tropelía en su máxima expresión.

            Lo peor de toda esta tragedia, radica en que todavía no ha terminado. El nuevo mandatario Lula da Silva, no puede cantar victoria con los miles de manifestantes y saqueadores que ha mandado a meter en prisión, porque el regreso de Jair Bolsonaro, que será prontamente, según ha anunciado él mismo, podría levantar los ánimos nuevamente. Brasil es un gigantesco país herido de muerte, dividido en dos enormes masas de votantes, quienes se decantan, unos a favor de Lula, el ex presidiario que no cumplió su condena porque un juez amigo lo sacó de prisión donde estaba recluido por corrupción agravada y demostrada; y otros que están con Bolsonaro. Cada instante que pasa, la sangre hierve, los ánimos se inflaman y pueden estallar de nuevo en estas gentes que son latinas y por lo tanto, apasionadas.

 

Breve repaso de los hechos

 

            Fueron tres horas en las que los “bolsonaristas” atacaron flagrantemente a los edificios del Poder Ejecutivo, el Palacio del Planalto, el Tribunal Supremo y el Congreso de los diputados. La inmensa mayoría iba envuelta en banderas del país y vestían camisetas de la selección de fútbol, con el clásico color amarillo. Llegaron organizadamente en unos 150 autobuses alquilados y provenientes de otras ciudades, lo cual hace pensar a las autoridades que investigan los hechos, que hubo un plan previo de parte de alguna “mente maestra” y la convocatoria se realizó por medio de las redes sociales, tan eficaces en esos trances. Otros seguidores de Bolsonaro, llevaban dos meses acampados ante el Cuartel General del Ejército, aquí en Brasilia, la Capital, en protesta sostenida y diaria contra el triunfo electoral de Lula da Silva.

            Cuando los autobuses atestados de manifestantes arribaron al lugar, aquellos que  acampaban pacíficamente, se pusieron de pie y formaron grupo con los recién llegados; incluso, la policía los escoltó (y protegió), sin reparar que prontamente iba a estallar una revuelta de enormes proporciones. Quizás el hecho de que ya los conocían, de que eran personas que vivían en sus tiendas de campaña, que comían, dormían y rezaban serenamente, sin hacer aspavientos de ninguna clase, hizo que los gendarmes se confiaran en demasía. Mientras tanto, “los ultra-bolsoranistas” comenzaron a gritar consignas, especialmente aquella que recuerda que Lula “es un ladrón de las elecciones, un presidente elegido mediante el fraude…” Fue cuando la sangre se comenzó a calentar paulatinamente…

            De repente, un hecho que llamó la atención en particular, fue la exigencia que hizo la gran masa de gentes, para que el ejército de Brasil actuara de lleno y diera un golpe de Estado contra el nuevo mandatario. Los Generales y sus soldados, no hicieron caso alguno a aquella excitativa.

            La marcha “del gran gusano humano” se extendió a lo largo de los 9 kilómetros que separan al Cuartel General del Ejército, de la Plaza de los Tres Poderes, donde están las sedes del Congreso, la Presidencia y del Tribunal Supremo. Un compendio de edificios bellísimos, de estilo modernista, diseñado y construido por el arquitecto alemán, Oscar Niemeyer, contratado por el gobierno brasileño a mitad de los años 50, para crear la nueva Capital del país. Y mientras las gentes caminaban despaciosamente, el servicio secreto del Estado, ABIN (sus siglas en portugués), dio la alerta a los demás servicios de seguridad, de que aquello podía terminar mal… El entonces gobernador del Estado, Ibaneis Rocha -recién destituido por su omisión y connivencia con la gran marea humana-, no hizo caso a lo que se le señalaba y dejó que las circunstancias fluyeran, en lo que él consideró  un acto “normal,” de gente inconforme con el nuevo gobierno.

            Cuando arribaron al Congreso, los pocos policías que protegían al edificio se vieron fácilmente rebasados por la enorme cantidad de manifestantes, que se contaban por miles. Subieron por las rampas hacia el tejado, se mostraban sumamente violentos, rompieron cristales por doquier, filmaban con sus celulares e iban subiendo de inmediato los videos a las redes sociales; reían, iban extasiados, a sus anchas… Unos llevaban palos en sus manos y otros, piedras. Apedrearon a las pocas radiopatrullas que llegaron al sitio y se dirigieron al palacio presidencial del Planalto… De inmediato, procedieron a destruir obras de arte, cuadros que colgaban de las paredes; rompieron sillas, sofás, mesas, usurparon todos los recintos que pudieron, robaron armas de seguridad y despedazaron el Despacho de la Primera Dama, la esposa de Lula. Aunque no consiguieron ingresar a las oficinas del presidente del país.

            Una voz apenas audible entre tantos gritos desaforados, les indicó que fueran al Tribunal Supremo y así lo hicieron. “El gusano humano” dio un viraje total y se dirigió al elegante edificio cercano. Llegó al salón de los plenos, donde debaten los juristas, y la tropelía cobró intensidad. Los destrozos se veían aquí y allá. Nunca Brasil había experimentado tal situación, tan doloroso ataque a sus Instituciones Federales, al corazón de la nación… Hizo recordar los peores años de la dictadura, cuando la sangre de inocentes valía tanto como una leve brisa, que apenas se sentía en la piel del pueblo.

            Una llamada telefónica súbita, inesperada, informó a Lula da Silva sobre lo que sucedía en Brasilia. Se hallaba en el interior de Sao Paulo, atendiendo a los damnificados por las fuertes lluvias que azotaron a ese Estado, justamente en esos días. Habló por la televisión a todo el país y acusó, sin rodeos, a Jair Bolsonaro, por azuzar a las masas en su contra. Al concluir la transmisión, tomó un vuelo hacia la Capital y recorrió los tres edificios dañados. Los destrozos eran deprimentes…

 

Los días posteriores y la actualidad

 

            260 personas fueron detenidas in situ, por el gran despliegue que hizo la policía en la plaza de los Tres Poderes. Tomaron el control de las dependencias gubernamentales y los periodistas observaron los destrozos. Otro grupo de policías procedió a desmantelar el campamento de “bolsonaristas” que ha estado ahí desde que perdieron las elecciones nacionales y detuvieron a otras 1,200 personas. Muchos escaparon de aquella acción policial. El continente entero ha visto lo ocurrido y se hacen mil preguntas en cada país, mientras Perú sigue encendido en las calles, donde mueren decenas de manifestantes; Argentina sigue “embobada” y atrapada en las garras de su corrupta vicepresidenta Cristina de Kirchner y su marioneta el presidente; en Colombia gobierna un terrorista urbano; Cuba se desgarra entre el hambre y la opresión dictatorial y la camarilla narco-comunista de Venezuela sigue exportando cocaína a granel… Lula, lo mismo que su entrañable amiga Dilma Rousseff, fueron condenados por recibir dádivas millonarias e inmuebles de la empresa constructora Odebrecht y ambos fueron condenados por jueces imparciales en el pasado reciente, pero los brasileños reeligieron a da Silva y la verdad… no tenían a quién elegir entre él y el díscolo Bolsonaro, llamado el “Trump de Brasil” con atinada razón. A veces los votantes son lanzados al equívoco, pues los candidatos que piden sus votos, ninguno de ellos… dan la talla.

            En los días posteriores, con el devenir de los sucesos, el mandatario brasileño ha ordenado una auténtica cacería para dar con los instigadores de los asaltos, según sus propias palabras. No le ha temblado el pulso para arremeter contra Jair Bolsonaro y ha ordenado congelar sus activos en los Bancos; lo mismo ha hecho con un ex ministro “bolsonarista,” Anderson Torres, quien ocupó el cargo de titular de Justicia y Seguridad Pública, y lo está acusando de “omisión dolosa” ante el asalto a las sedes del gobierno por la gran turba. Otro arrestado ha sido Fábil Augusto Vieira, jefe de la Policía Federal de Brasilia, por la misma causa anterior. “La conducta de ambos fue muy grave; pudieron poner en peligro las vidas del presidente, ministros y parlamentarios,” dijo el juez que ordenó ambas detenciones.         

            En lo que se refiere a los bienes de Jair Bolsonaro, el subprocurador general del Ministerio Público ante el Tribunal de Cuentas, Lucas Rocha, manifestó a los reporteros: “El bloqueo de bienes obedece al proceso de prestación de cuentas y vandalismo que provocó innumerables perjuicios al erario federal.” Mientras algunos parlamentarios han pedido a la justicia que actúe para obligar a Bolsonaro a regresar al país, con el propósito de que aclare su presunta responsabilidad en los actos “terroristas” y “golpistas” sucedidos en Brasilia. En ese aspecto, desde Miami, Florida, donde se encuentra de vacaciones el ex presidente, anunció su retorno a Brasil, con la finalidad de enfrentar las causas penales que pesan sobre él, relacionadas con la difusión de noticias falsas sobre las Instituciones democráticas que fueron atacadas por los manifestantes; y en relación también con la pandemia del Covid-19 que fue pésimamente mal atendida por su gobierno, junto a la filtración de documentos que eran secretos de Estado, entre otras causas más. En un comunicado publicado por Bolsonaro desde Miami, en su cuenta personal de Twitter, deja leer: “He tomado la decisión de interrumpir mis vacaciones y regresar a Brasil. Me presentaré ante la justicia y cuidaré mi defensa. Siempre he basado mis acciones en la ética y la legalidad. Creo en la justicia brasileña y en la fortaleza de las Instituciones. Estoy seguro de que la verdad prevalecerá.”

            En entrevista para CNN-Brasil, Jair Bolsonaro explicó: “Vine a los Estados Unidos para quedarme hasta finales del mes de enero, pero mi intención es adelantar mi regreso. Vine a pasar un tiempo con la familia, pero no tuve días tranquilos. Primero, hubo este episodio lamentable (el ataque de sus seguidores a los edificios en Brasilia); y luego, esta hospitalización mía.” En la opinión de este ex militar de 67 años de edad, la dolencia estomacal que padece, se debe al apuñalamiento que sufrió durante la campaña electoral del 2018, en Juiz de Fora/G. Por esa razón, los ingresos a los hospitales han sido frecuentes; los dos últimos fueron en enero y marzo del año pasado. En otro mensaje en Twitter, el ex mandatario señaló: “Tras ser apuñalado (…), fui sometido a cinco operaciones. Desde la última, por dos veces, tuve adherencias que me llevaron a otros procedimientos médicos. Ayer tuve nuevas adherencias y me dieron el alta en el hospital de Orlando/USA. Gracias por vuestras oraciones y mensajes para una pronta recuperación.” Casi de inmediato, dos congresistas estadounidenses del Partido Demócrata, llamados Alexandría Ocasio-Cortez (por New York), y Joaquín Castro (por Texas), publicaron en la misma red social: “Estados Unidos debe dejar de otorgar refugio a Bolsonaro, en Florida.” “(…) no debe tener refugio en Florida, donde se ha estado escondiendo de la rendición de cuentas por sus crímenes.”

            Pero la gran interrogante es, ¿Qué sucederá en Brasil con sus seguidores fanáticos, cuando éste ponga un pie en el país: reaccionarán violentos, inspirados por la presencia de su líder, o asumirán una postura mesurada y paciente? Para Marina Silva, ministra recién nombrada por Lula da Silva, en la cartera de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil, “Bolsonaro mantiene su poder de convocar turbas enfurecidas (…). Y eso es peligroso. El ex mandatario tiene un historial de actos, palabras y omisiones que testifican fuertemente en su contra. Pero necesitamos investigar. Tiene una trayectoria antidemocrática de apología del autoritarismo, la falta de respeto a las formas civilizatorias de resolver los conflictos, (misma que) resultó en lo que vimos (…).” Aseguró en referencia al ataque perpetrado contra las Instituciones brasileñas y el posible papel del ex presidente en dichos actos.

 

            Lo cierto, la única verdad que prevalece en la realidad actual de Brasil, asevera que la crisis no ha finalizado. La situación es tensa, con una tensión “que se puede tocar en el aire”, incluso. Solo después del regreso del ex mandatario desde La Florida, podremos asegurar si la calma prevalecerá o continuará el estado de zozobra y violencia que ha caracterizado a los días recién idos. Mientras tanto, el actual gobierno recuenta los daños causados por la inmensa turba destructora, que causó graves destrozos al patrimonio que pertenece a todos los brasileños. Esto es: graves daños a la obra del arquitecto alemán Oscar Niemeyer y sus edificios en Brasilia, un complejo de inmuebles que fueron erigidos apenas en 5 años, todo un record de construcción. Así también, destruyeron obras de arte de altísimo valor, entre las que se cuentan un reloj donado a don Juan VI, Emperador de Brasil y Portugal, a finales del Siglo XVIII y principios del XIX, por la Corte de Luis XIV de Francia; también despedazaron una réplica de la edición original de la Constitución del país y un lienzo firmado por el artista brasileño, Di Cavalcanti. Desapareció la escultura La Bailarina, de Víctor Brecheret, exponente del Modernismo; y causaron daños (lo agujerearon) al lienzo Mulatas, también de Di Cavalcanti, que decoraba al Palacio del Planalto. Arrancaron el escudo de la República y destruyeron sillas usadas por los magistrados durante las sesiones de trabajo. Los daños tienen un precio incalculable, según los expertos, y habrá que emplear mucho tiempo, materiales caros y dinero, para restaurarlos. La horda ha sido como toda horda: de un salvajismo absoluto y demoledor.


La Quimera.

Combatientes Rusos al Servicio de Ucrania

 

KIEV, Ucrania- Suele suceder. En casi todas las guerras de “gran calado”; esto es… de gran significado histórico, los extranjeros –voluntarios o nó-, siempre han “acampado” en las tiendas de quienes se consideran esencial y fundamentalmente enemigos. Recordemos, por ejemplo, en las legiones romanas que muchísimos de sus jinetes, componentes de su eficaz caballería, eran árabes; los arqueros, sirios, y los médicos –siempre contrarios a desangrar a los heridos según acostumbraban los pseudo-galenos romanos y en vez de ello, curaban de verdad-, eran griegos. Una verdadera pléyade de hombres preparados para el combate y al servicio de una potencia que no era su propio país. Las dos Guerras Mundiales por supuesto que son prolíferas en ello. Recordemos sino a soldados franceses, de la Legión Carlomagno de las SS, luchando en la defensa de Berlín, en contra de los invasores soviéticos. Etcétera, etcétera, etcétera.

            ¿Pero por qué a esos “patriotas-traidores” (valga la paradoja), se les llama “la quimera? Recordemos que el término quimera tiene varias acepciones en castellano. La primera de ellas es “el sueño producto de la imaginación; un sueño caro, imposible de realizar”; la otra es: “monstruo mitológico que tenía, según los griegos antiguos, diferentes partes de otros animales y cuya naturaleza asesina y depredadora era aterrorizante.” Y con esta última definición podremos partir para describir lo que son los soldados rusos que combaten contra sus hermanos de nacionalidad, los mismos rusos, durante la invasión que ha ordenado Putin contra Ucrania.

 

Una postura difícil de aceptación

 

            Lo primero que se nos viene a nuestras cabezas, es el término “traición.” Esos combatientes rusos están más cerca del desprecio de sus compatriotas, que de la comprensión y mucho menos… de la aprobación. La razón es una obviedad: están luchando y matando a los soldados de su propia nacionalidad y lo hacen por defender a un país (supuestamente) enemigo. En este caso, Ucrania. Como la quimera, constituyen el cuerpo de un monstruo indefinible y detestable a la vez por el temor y el estupor que genera.

            En suelo ucraniano, estos rusos que pelean contra el ejército de Vladímir Putin, constituyen a la Legión de Combatientes Rusos del Ejército de Ucrania, llamada “Libertad de Rusia.” Se desconoce el número de ellos, pero se ha divulgado el dato de que son centenares y se les puede observar en medio del fragor de la guerra, en la región de Donestk, al Este de esta nación. Cuando les abordas para entrevistarlos, lo primero que exigen es mantener su anonimato, pues, lógicamente, temen que sus familiares en el interior de Rusia sufran las consecuencias, la persecución, la cárcel y hasta el asesinato de parte de los servicios secretos del dictador Putin. Se cubren los rostros con pasamontañas o pañuelos y no revelan sus nombres por ninguna razón. Tampoco dicen de cuál ciudad o comarca rusa son… Sus peticiones son comprensibles y aceptables desde cualquier punto de vista. De lo contrario, se darán media vuelta y no concederán ninguna declaración a la prensa.

            En las ruinas del monasterio ortodoxo de Dolina, una zona reconquistada (liberada) por el ejército ucraniano, cuatro de estos soldados rusos al servicio de Kiev, se sientan alrededor del reportero, quien tiene que apagar sus cámaras fotográficas y sus celulares. El paisaje del entorno es desolador y habla por sí mismo: nos dice de la ferocidad de los ataques del ejército de Putin, con misiles y artillería pesada. El vandalismo de los rusos también estuvo presente, pues robaron reliquias del monasterio en claro sacrilegio y usurpación contra el cristianismo ortodoxo que se practica en toda Ucrania. Los escombros están por doquier, la cúpula dorada, característica de esta arquitectura, yace destrozada, y lo que más desconsuelo provoca esta imagen bélica, son los iconos de los santos por los suelos y pisoteados por los invasores. “No comprendo por qué esta tropelía. Los soldados de mi país (Rusia), se están comportando como verdaderos salvajes. Y lo que es peor… están siendo vistos por la comunidad mundial. El ser ruso no es así por naturaleza. Somos un pueblo respetuoso de los demás. Creemos en la libertad, en el derecho a la vida ajena, en el derecho internacional, en la concordia entre los pueblos y en la paz. Esto ha sido obra nada más que de Vladímir Putin.” Argumenta Iván (seudónimo utilizado por nuestro entrevistado). “Dígame usted: ¿Cuáles son los valores de Putin?” Recalcitra y señala los destrozos.

            La primera pregunta no puede ser otra que esta: ¿Qué sentimiento alberga usted en su interior… se siente culpable de alta traición a su patria, a Rusia, por luchar a favor de Ucrania? Y su respuesta inmediata es: “No lucho contra la patria, lucho contra el régimen de Putin, contra la tiranía. No soy un traidor. Soy un verdadero patriota ruso. Que quede bien claro esto, bien especificado, porque no pueden confundirse las cosas.” Asegura.

            Otro de los presentes se trata de un obrero de Togliatti, una urbe situada a 800 kilómetros de Moscú, la Capital rusa. Tiene una familia “mixta”, según suele llamarse a estos núcleos cuando el marido es ruso y la mujer es ucraniana o viceversa. Él la conoció en Rusia y quedó irremediablemente prendido de su belleza, pues las mujeres ucranianas tienen fama mundial de ser muy atractivas. “Ella no hubiera entendido nunca que nos hubiéramos quedado (estáticos e indiferentes a la guerra), en Rusia. Por eso estoy aquí. Yo estaba visitando a mis padres en Kiev cuando Putin ordenó la invasión a Ucrania. De inmediato reaccioné contra el dictador.” Argumenta este padre de dos hijos. Lo cierto es que no regresaron a Rusia y él se alistó en la legión del ejército ucraniano. “He solicitado la ciudadanía ucraniana –continúa su relato personal-, pero solo me la darán cuando acabe la guerra. Por el momento sigo teniendo el pasaporte del enemigo, esto es… ruso.”

            Un tercer mercenario ruso toma la palabra. Es nativo de San Petersburgo, la misma ciudad donde nació Vladímir Putin, “el personaje oscuro” de esta narrativa. “Soy un nacionalista de derechas y creo que el régimen despótico y criminal de Putin solo puede ser derrocado por la fuerza. No confío en los opositores al actual gobierno ruso. Todos son “títeres” y de mis compatriotas no quiero escuchar absolutamente nada. Me parecen totalmente plegados al tirano. Rusia se muere. Si vas a los pueblos, verás borrachos, drogadictos, delincuentes… La gente está sufriendo. Este es el resultado de 20 años de Putin. Su sistema, su gobierno, sus diputados, todos no valen nada. Son perdedores, corruptos, ladrones, que solo piensan en vivir del dinero y en el placer. Esta no es forma de gobernar a un país.” Comenta, mientras entorna sus ojos azules en los que se puede descifrar su furia contenida y su frustración.

            Cuando la invasión del ejército ruso se produjo, casi de inmediato decidió viajar a Ucrania con su esposa y cuatro hijos. Se estableció en la Capital, Kiev, y ha sufrido, igual a los millones de ucranianos, el salvajismo criminal de Putin y sus soldados. Refiriéndose a su familia, indica: “Ellos también viven con miedo a los bombardeos y al frío, pero están de acuerdo con mis decisiones. En todo caso, están a salvo en Ucrania a pesar de todo lo que ocurre.”

 

“Putin no es Rusia y Rusia no es Putin” 

  

            Sentados en las duras piedras de lo que fueron los muros del monasterio de Dolina, sosteniendo sus fusiles de asalto, coinciden estos combatientes rusos que luchan a favor de Ucrania, que no es sano, ni pertinente, ni asertivo, confundir a Rusia con Putin. “Él es el resultado de muchos años de adoctrinamiento comunista. Su andar comenzó en la KGB en Alemania. Está acostumbrado a torturar, aniquilar, masacrar, a usar métodos radicales contra las vidas humanas. Recordemos que Putin ha ido aniquilando a sus enemigos con dosis de veneno, sin importarle si están en Londres, Berlín o Moscú. No conoce término medio para solucionar sus problemas políticos. La muerte de sus rivales es la única solución que se le ocurre.” Y añade: “No es de recibo decir y creer que el pensamiento de Putin es el mismo de todos los rusos. Muy pocos en mi país han querido esta invasión y muchos han participado en manifestaciones en las ciudades rusas, en contra de esta barbarie en Ucrania. La cárcel para ellos ha sido la respuesta del régimen.”

            En lo que atañe a la Legión Libertad de Rusia, indican que está compuesta por varios centenares de rusos, aceptados absolutamente por el Alto Mando ucraniano. El emblema es un puño cerrado, coronado por las palabras “Libertad” y “Rusia” y forman parte de los cientos de combatientes extranjeros que prestan sus servicios a la causa ucraniana. Recibieron dos meses de entrenamiento, fueron desplegados a partir de mayo pasado, en el Donbás, la región minera del Este de Ucrania, donde han asestado varios golpes mortales a los invasores enviados por el Kremlin. Se localizan principalmente en Bajmut, en el frente oriental, uno de los sitios cruciales de esta guerra, que ha sido escenario de encarnizados combates contra los rusos invasores. Hacen uso de artillería pesada (cañones de largo alcance) y sus jefes son oficiales ucranianos. Uno de estos así ha opinado sobre “los renegados” rusos: “Son combatientes motivados y profesionales. Hacen sus trabajos a la perfección.”

            Es importante resaltar que en el momento del reclutamiento, los rusos fueron sometidos a numerosas entrevistas, pruebas psicológicas y al detector de mentiras, con el fin de evitar cualquier riesgo de infiltración. “No sabemos por dónde nos va a atacar el enemigo.” Indica Oleg Jdanov, oficial ucraniano, y añade: “Participan en la guerra, pero no tienen un impacto significativo, debido a su reducido número. Su importancia es más política. Es bueno para Ucrania para demostrar que hay rusos que apoyan a la democracia y la libertad y que luchan en el bando correcto.” Puntualiza.

            Otra categoría de rusos que no está alistado en las filas del ejército de Ucrania, ha hecho algo completamente distinto a los miembros de la Legión que aquí hemos descrito: han tomado sus autos, sus esposas e hijos, y se han marchado de Rusia por las interminables carreteras, hacia las fronterizas Mongolia, Georgia, Turquía o Kazajistán. Y al ser interrogados en cada puesto intrafronterizo sobre el motivo de su visita al país, responden: “No quiero morir en defensa del delirio criminal de Putin. No creo en esa guerra, no creo en Putin, en su dictadura, ni en su invasión a un país que hasta hace poco era nuestro amigo…”

            Da la impresión de que el mismo Vladímir Putin se está quedando solo en su “empresa” de aniquilar a Ucrania. Por lo menos, así lo hacen pensar los mismos ciudadanos rusos que huyen del alistamiento militar o le combaten en el frente de batalla. 


¿Otro Putsch (golpe) en Alemania?

 

BERLÍN- El último intento por derribar al gobierno alemán legítimamente constituido (la República de Weimar), sucedió del 8 al 9 de noviembre de 1923, en la ciudad de Munich, al sur del país. Y fue un fracaso desde el punto de vista militar, porque la insurrección –débil por demás desde un inicio-, fue desarticulada en la Feldherrnhalle por un destacamento de la Reichswehr (ejército), y miembros de la policía muniquesa. Hitler, Rudolf Hess, Erich Ludendorff (héroe de la Primera Guerra Mundial) y compañía, fueron arrestados y llevados a la fortaleza de Landsberg am Lech.

            Dijimos que desde el punto de vista militar fue un sonoro fracaso, porque rápidamente fueron dispersados los alzados en armas, la mayoría huyó del sitio del     enfrentamiento y otros, en el caso de Adolf Hitler, se entregaron sin dilación a las autoridades para ser juzgados y sentenciados a la cárcel. Pero, desde el ángulo de la propaganda –que era lo que deseaba realmente Hitler, sin que ninguno de sus correligionarios lo supiera-, aquel Putsch de Munich le dio la fama que requería y se le prestara toda la atención desde la prensa y desde el gobierno, hasta convertirlo en una figura a nivel nacional (Fidel Castro, en Cuba, gran admirador de Hitler, lo imitó con el ataque al cuartel Moncada; y muchos años después, Hugo Chávez, en Venezuela, hizo algo similar contra un cuartel que pertenecía al ejército venezolano y, en ambos casos, alcanzaron la notoriedad que necesitaban en sus respectivos países).

            Retornando a Hitler, recibió solo atenciones en su celda: leía todos los periódicos que salían a la venta a primera hora de la mañana y era tratado como gran personaje por los custodios de la prisión. Fue ahí donde escribió, precisamente, su famosísimo libro Mein Kampf (Mi Lucha), que, años posteriores, le convirtió en uno de los hombres más acaudalados de toda Alemania, gracias a las superventas que alcanzaron los dos volúmenes que componen a esta obra política, ideológica, militar y racial. Todo aquello se dio en 1923. En los albores del siglo pasado, el siglo XX.

 

La ultraderecha se da a conocer en el nuevo milenio

 

            La actual Alemania está consolidada, es una potencia en el amplio sentido de la palabra; logró la reunificación con la caída del Muro de Berlín y su identidad como nación “alzó vuelo” en el concierto de los países poderosos a nivel mundial. La vergüenza de ser una patria dividida en dos Estados, el Federal y el comunista, y por haber perpetrado los asesinatos en masa en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, parecen haber quedado en la historia, que solo sirve para examinar a los estudiantes en los colegios y Universidades. Es por eso, justamente, que muchos alemanes han retomado bríos, fuerzas interiores, para dar a conocer sus pensamientos sin ningún tapujo, sin que la sombra del genocidio caiga sobre ellos mismos. En otras palabras, la ultraderecha, legataria del Nacionalsocialismo (nazismo), hace desfiles por las principales calles y avenidas de la Capital, Berlín, y las demás Capitales de los Lander (Estados), sin ninguna pena de su parte; incluso, enarbola signos prohibidos por las leyes actuales y que fueron creación del nazismo. La serpiente ha regresado…

            Ahora, en el día de hoy, en diciembre del 2022, otro Putsch se estaba gestando y también fue descubierto por la policía alemana y su cabecilla detenido. Se trata del Príncipe Heinrich XIII Reus, un aristócrata que cree que el actual sistema político de Alemania es una lacra que se debe combatir con todas las fuerzas y ansias. El plan de estos ultraderechistas era tomar la sede del parlamento, el famoso e histórico Reichtag; sin embargo, las autoridades aprehendieron al noble, lo han acusado de “asociación terrorista” y lo han metido a prisión, junto a otros 18 detenidos que pertenecen a este grupúsculo. Incluso fue detenida Birgit Malsack-Wickeman, jueza del Tribunal Regional de Berlín, aficionada al esoterismo y ex diputada de la populista Alternativa para Alemania (AFD), un movimiento racista y xenófobo.

            Es así como el nuevo Putsch (golpe de Estado), ha sido desarticulado por las autoridades; aunque la pregunta que ha quedado flotando en el aire es: ¿El Príncipe Heinrich XIII deseaba solamente notoriedad, ser conocido a nivel nacional o estaba realmente intencionado en derrocar al actual gobierno alemán, a sabiendas de que el ejército y la policía alemana son más poderosos que él y sus seguidores? Si buscaba lo primero: la fama… lo ha conseguido, pues todos los diarios importantes del mundo están hablando de él y principalmente, los de Alemania.

            En lo que estriba a la policía alemana, pendiente de esta clase de grupos de ultra-derecha desde el final de la Segunda Guerra Mundial (Alemania no puede darse “el lujo” de repetir la catástrofe del nazismo), prevé nuevas detenciones de sospechosos en los próximos días, porque la finalidad es acabar con esta clase de golpistas que desean regresar a 1933, año de la subida de Hitler al poder. Un comunicado emitido por las autoridades, asegura que falta por localizar a la mitad de los hombres que permanecen en las listas de la Fiscalía Federal y para ello tendrán que efectuar más registros a propiedades (casas, cervecerías, oficinas, etcétera), y arrestos. Una nota de la Embajada de los Estados Unidos en Berlín, manifiesta que Washington está dispuesta a colaborar con Alemania en todo lo que este país europeo necesite. Recordemos que las relaciones bilaterales entre estas dos grandes naciones, han sido muy estrechas desde el final de la guerra y una admiración mutua es lo que prevalece entre los dos pueblos y gobiernos. Los estadounidenses, en este caso específico, consideran que muchos de esos radicales de derechas se mantienen en el exterior y en ese aspecto, ofrecen la ayuda a la policía alemana. Es así como, después de las detenciones realizadas en Alemania, se efectuaron otras en Austria e Italia.

 

Los famosos Reichsbürger ¿Quiénes y cómo son?

 

            El término Reichsbürger significa en su traducción al castellano “Ciudadanos del Reich.” Y el término Reich, se traduce “imperio.” Con Hitler se instituyó el famosísimo Tercer Reich (en alemán Dritte Reich), y, partiendo de esa premisa, el objetivo de los golpistas del movimiento Reichsbürger, es la obtención del poder, asaltar al Gobierno y fundar lo que la Segunda Guerra Mundial, con el triunfo de las fuerzas aliadas, truncó en el ideal del nazismo.

            Thomas Haldenwang, presidente de la Oficina para la Protección de la Constitución, así se ha expresado en relación con este tema: “El orden constitucional nunca estuvo en peligro, porque medio centenar de personas no pueden derrumbar un Estado, pero eso no significa que no estemos ante un problema.” Y la verdad es que este grupo subversivo ha estado en el punto de mira desde la primavera de este año que está a punto de terminar, el 2022. Por su parte, Holger Münch, jefe de la Oficina Federal de lo Criminal (BKA), dijo que los miembros de ese grupúsculo “tenían planes avanzados para sembrar el terror, incluidos homicidios y secuestros. Estos grupos son peligrosos –prosiguió-, porque siguen creencias irracionales, máxime cuando gran parte de sus miembros proceden de las fuerzas de seguridad del Estado, como ha sido en este caso.”

            Para Georg Maier, ministro del Interior de Turingia, “la AFD se ha radicalizado cada vez más: difunde estos mitos conspirativos y fantasías de derrocamiento.” Y para los periodistas que conocen a Maier, él sabe de lo que está hablando, debido a que este Estado federado es el bastión del ala más radical de AFD. Incluso, este territorio fue gobernado, siglos atrás, por la Casa de Reuss, a la que pertenece el Príncipe Heinrich XIII, y donde posee un castillo feudal, “con el terreno suficiente para reunir a sus seguidores y organizar prácticas de asalto y tiro,” cita una crónica aparecida en un periódico alemán en estos días.

            El quid del asunto estriba en que esa facción considera ilegítimo al Estado que surgió después de la Segunda Guerra Mundial; es decir, la Alemania posterior a 1945, año del final de la contienda armada, tuvo un gobierno impuesto por las potencias aliadas que resultaron vencedoras y en ningún modo responde a las exigencias y necesidades del ciudadano alemán de ayer, ni el de hoy. Para ellos, las fronteras del Imperio Alemán que quieren restituir y rescatar, son las de 1937, y siguen existiendo, según su manera de ver las cosas y los hechos históricos.

            Los autoproclamados Reichsbürger, pertenecen a un grupo que fue fundado en 1871; creen que los objetivos se pueden alcanzar de dos maneras: con la anuencia y el retiro voluntario de quienes los adversan y contradicen; o con el uso de la fuerza o la violencia. Están conformados por una serie de pequeños grupos ubicados en los Estados federados (Lander), de Brandenburgo, Mecklenburgo-Pomerania Occidental, Turingia y Baviera (al sur del país). Rechazan la legalidad de las autoridades actuales y de las que provienen desde 1945, lo cual significa que rechazan contundentemente la existencia de la República Federal de Alemania; se niegan a pagar impuestos y han declarado sus propios territorios nacionales que llaman “Segundo Imperio Alemán”, “Estado Libre de Prusia” o “Principado de Germania.” Fabrican camisetas y banderas con fines publicitarios y el colmo radica en que confeccionan sus propios pasaportes y licencias (carnets) para conducir. Lo que, a todas luces, raya en la ilegalidad. En sus sitios web reafirman que la intención es la de “continuar la lucha contra la Alemania actual.”

            Dentro de sus filas se hallan ex militares de alto rango, soldados de élite y policías. Tal es el caso de Maximilian Eder, un antiguo coronel de la Bundeswehr (Ejército Federal Alemán), quien dirigió, en calidad de comandante, un batallón de infantería acorazado en la misión alemana en Kosovo, antigua Yugoslavia, en los Balcanes. A su regreso, se adhirió a los Reichsbürger, y lo hizo de manera tan abrupta, con un comportamiento en extremo violento, que se le abrió un proceso disciplinario en el interior del ejército. Esta situación no calmó a Eder, sino que difundió sus ideas en las redes sociales, hasta que fue detenido hace pocas fechas en Perugia, Italia, por tratar de atentar contra el gobierno de Alemania.

            Otro de los detenidos es Peter W. un ex soldado que se dedica a dictar seminarios de supervivencia. Se le considera un neonazi convencido y tras un allanamiento de la policía a su casa de habitación, encontró armas de fuego, munición, cargadores, un campo de tiro y maniobras. La lista de estos subversivos es extensa y cada vez que se atrapa uno de ellos, sorprende, pues han sido servidores del orden en el pasado reciente y no se entiende ese viraje que han dado en sus vidas y carreras profesionales en contra del gobierno legítimamente constituido.

            La Oficina para la Protección de la Constitución (BFV), que es la agencia de Inteligencia Nacional Alemana, calcula que hay unos 21 mil Reichsbürger en todo el país, de los cuales, el 5 por ciento está clasificado como extremistas de derechas. La mayoría son hombres, tienen más de 50 años de edad, son populistas de derechas, antisemitas (anti-judíos) y seguidores de Adolf Hitler (nazis). Están repartidos en todo el país. A esta facción rebelde se le unió el movimiento anti-vacunas, durante la pandemia causada por el coronavirus de origen chino, que tantas muertes ha causado (y sigue causando) alrededor del mundo.

            Otros integrantes de ese grupo son ex soldados del Ejército Nacional Popular de la que fue la República Democrática de Alemania (RDA), o la Alemania comunista, quienes son hombres con una formación militar especial.

            De tal manera, el último movimiento que hicieron fue el de intentar el asalto al Reichstag (Parlamento Alemán), en Berlín; también, atacar al suministro de energía eléctrica del país en claro sabotaje y derribar al actual gobierno Federal, para subir ellos al poder en acto seguido. Incluso, tenían distribuidos todos los ministerios Estatales entre su gente; iban a formar un gobierno de transición que negociaría eventualmente el nuevo orden en Alemania, con las potencias aliadas vencedoras de la Segunda Guerra Mundial. Pero, primeramente, lo iban a hacer con la Federación Rusa para implantar su utopía de país.

            Todo ello resulta difícil de creer en esta Alemania resultante de la gran conflagración en 1945… Una Alemania que la mayoría de los alemanes sensatos no quiere que exista y por eso, se niegan a transitar nuevamente por caminos de violencia, muerte, dominación y dictadura.


Dos Temas: Rusia e Irán

 

MOSCÚ Y TEHERÁN- Tal es la vergüenza que sienten los mismos rusos con su inútil ejército que se ha visto apaleado en todos los sitios de Ucrania, que hasta el mismo ideólogo de la invasión, quien instó y presionó porque Rusia masacrara a Ucrania, el belicista Alexander Dugin, considerado el ideólogo del expansionismo ruso, quiere que se aparte a Vladímir Putin, hasta hace poco tiempo su amigo, del poder en el Kremlin.

            La derrota, o mejor dicho, la huida de la ciudad de Jersón de la soldadesca mal armada, mal entrenada y mal alimentada, que compone a las hordas rusas, golpeó fuertemente la psiquis de Dugin y ahora aparece en los medios de comunicación rusos sugiriendo que se prescinda de Putin, por sus sonados y reiterados fracasos en su “misión especial” en suelo ucraniano. En palabras sencillas, claras y directas… quiere que su ex amigo sea derrocado. Aquel guarda silencio ante tal petitoria.

            Recordemos que Dugin es un ultranacionalista que desea que el dominio de Rusia sea absoluto en el mundo y estuvo detrás de la invasión a Ucrania; incluso, un supuesto comando ucraniano le asesinó a su única hija en esta Capital y con esa horrenda experiencia tuvo que pagar su fanatismo y su falta de respeto a la autodeterminación e independencia del país vecino, al crear y alimentar decididamente la opción de invadir a esta nación.

 

El autócrata le ha fallado

 

            Dugin está seguro de que Putin es un dictador con todas las letras que lleva este término; pero también está claro en que “la autocracia le da plenos poderes, pero, a cambio, tiene que salvar al país o, de lo contrario, ser sacrificado, ‘igual que el Rey de las Lluvias’ que no pudo acabar con la sequía.” Mencionó hace poco a un medio de prensa ruso. Además, consideran, él y sus seguidores, quienes se cuentan por miles en toda Rusia, que “no puede darse un solo paso hacia atrás” en la actual situación en Ucrania; es decir, Putin tiene que alejarse del poder sin más ni más.

            Para el mismo dictador, parapetado ahora en el silencio –ha dejado de salir a la televisión y no pronuncia sus confiados discursos del principio de la guerra-, y en la soledad tras los muros del Kremlin, las declaraciones del ultra-nacionalista han sido una sorpresa y es muy posible que actué en consecuencia: que lo persiga, según su costumbre con la disidencia en el interior y exterior de Rusia, lo encarcele o lo envenene, que es el método preferido de Putin para terminar con sus adversarios. Desgraciadamente para el autócrata ruso, aquellos fanáticos amantes de “la Madre Rusia”, quienes ven nazis hasta en la sopa que beben noche tras noche, ya es hora de devolverle el micrófono que Putin les cedió para que alentaran a la “Operación Militar Especial” en sus inicios, pues ahora se han volcado contra él.

            El cabecilla de todos ellos es Alexander Dugin, quien, hace pocas fechas, envió un mensaje por Telegram, subrayando que la responsabilidad de Putin es la salvar a Rusia y a su pueblo y le recordó aquel estudio sobre la magia y la religión, de James Frazer, llamado La Rama Dorada, en el que trata el tema de un Rey que fue asesinado porque no pudo hacer llover en medio de una sequía, en su propio reino. Las palabras textuales del ideólogo fueron estas: “Le damos al gobernante plenitud absoluta del poder y él nos salva a todos, al pueblo y al Estado en un momento crítico. Si para esto se rodea de espíritus malignos o escupe a la justicia social (algo que Putin ha hecho desde siempre, apuntamos nosotros), esto es desagradable, pero que por lo menos nos salve.” Casi de inmediato, estas declaraciones de Dugin fueron reproducidas y difundidas velozmente por las redes sociales, pero, repetimos, su ex amigo en el Kremlin… guarda silencio.

            “La autocracia tiene un inconveniente –apostilló el ideólogo-: plenitud de poder en caso de éxito, pero también total responsabilidad en caso de fracaso.” Los  analistas independientes, los poquísimos que hay en Rusia, so pena de ser perseguidos por Putin y su policía represiva, han afirmado que Dugin cataliza la decepción de los rusos ante una guerra que prometió ser expansionista y acabar pronto, pero que no se expande (más bien se retrae), está alargándose demasiado en el tiempo y con pérdidas cuantiosas en lo material, moral y humano para los invasores. Y continuó con sus declaraciones al decir que “la marcha atrás en Jersón no es una traición… es un paso hacia el Armagedón. Las condiciones de un Occidente vencedor, esa civilización de Satán (nótese su fanatismo con sesgos metafísicos), nunca serán aceptables para Moscú. A estas críticas se le deben sumar las de Oleg Pajolkov, editor de Bloknot, quien le recordó al tirano Putin la batalla de Stalingrado (hoy Volgogrado), quienes tuvieron la opción de retroceder hacia el otro lado del río Volga, ante el empuje de las tropas del VI Ejército alemán, pero no lo hicieron: “Optaron por romper al enemigo y aplastarlo, demostrar que podemos. La rendición de Jersón dice al mundo lo contrario…” Le mencionó al dictador, a quien le gusta retrotraer del pasado las batallas de la Segunda Guerra Mundial.

            Pero, para Alexander Dugin, “tras entregar Jersón, el propio Zar tendrá que entregarse”; es decir, presentar su renuncia sin dilación y que el sucesor se encargue de destorcer las cosas, la dura realidad que sufren los jóvenes rusos enviados al “matadero” de Ucrania en forma de “carne de cañón.”

 

En Irán, las protestas se intensifican

 

            Con miles de manifestantes en las calles y avenidas de las principales ciudades iraníes contra el régimen de los ayatolas, la policía y el ejército, lo mismo que los jueces plegados a las órdenes de los líderes religiosos, el caos, los disparos y la muerte se han apoderado de esta nación de Oriente Próximo. Cuando redactamos esta crónica, más de 300 personas han sido abatidas por la Guardia Revolucionaria, el brazo sangriento de la teocracia que gobierna a Irán. Decenas de niños han caído durante las marchas de protesta, sin que haya la más mínima pesadumbre de parte de las autoridades. Las sentencias de muerte contra aquellos que han sido encarcelados, suman casi 30, más algunas condenas a 20 años de prisión por el simple hecho de alzar sus voces contra la dictadura encabezada por Ali Jamenei.

            El lanzamiento de cocteles molotov y el ataque contra los símbolos de la revolución iraní, son actos de todos los días; aunque primero fue el velo de las mujeres, quienes decidieron no ponérselo más en sus rostros; y en última instancia, procedieron a prenderle fuego a la casa del fundador de la República Islámica, Ruholá Jomeini. Esta vivienda estaba ubicada en la provincia de Markazi y fue donde nació, en 1902, el líder político y religioso de esta nación. Así según las versiones de las agencias de prensa Reuters (inglesa) y France Press (francesa), que plasmaron el momento cuando las llamas devoraban la casa, en videos que fueron enviados por todo el mundo y reproducidos en las redes sociales, en especial en la cuenta de Twitter llamada “150Tasvir”; aunque el gobierno ha repelido las imágenes diciendo que “son mentira. Las puertas de la casa del difunto fundador de la gran revolución, están abiertas al público.” Sin embargo, los hechos no pueden negarse en modo alguno y las protestas siguen en todo el país.

            El 16 de septiembre anterior, el enojo de los iraníes explotó después de que la Policía de la Moral asesinó a la joven kurda, Masha Amini, por no llevar, presunta y adecuadamente puesto el hiyab. De acuerdo a las Naciones Unidas, unas 15 mil personas han sido detenidas por el régimen, por protestar abiertamente en las vías públicas. Mientras la brecha de descontento entre los dictadores islámicos y su pueblo se ha ensanchado peligrosamente. Para los analistas políticos y sociólogos que observan los acontecimientos en Irán, la muerte de la joven Amini solo fue el detonante de la inconformidad de los ciudadanos, debido al hartazgo que sienten por causa de la restricción de sus libertades inalienables y por el estancamiento económico que sufren.

 

Lo cierto es que la vivienda, considerada un icono del Irán actual, ha quedado reducida a cenizas después del lanzamiento de cocteles molotov contra su techo y paredes. El gesto indica que los iraníes no quieren saber absolutamente nada del fundador de la República Islámica, tras su regreso del exilio que se prolongó durante 15 años en Francia. Su retorno a tierras iraníes se produjo aquel ya lejano 1 de febrero de 1979 y diez días después derrocaba al gobierno del Sha Mohammad Reza Pahlevi, quien falleció de cáncer en Panamá, donde se exilió. En esa misma fecha comenzó la dictadura teocrática que hoy sufren los iraníes y contra la que se están levantando enardecidos y con absoluta determinación.


Ucrania Recupera Jersón. La Paliza a los Rusos

no ha podido ser Peor

 

DONBÁS – Los militares y los dictadores –en este caso Vladímir Putin-, utilizan eufemismos cuando se trata de dar excusas a sus derrotas y todavía se les complica más, cuando se trata de una huida con toda la deshonra y el deshonor que eso conlleva. El genocida Putin, en el ejemplo concreto de Jersón, la primera y única Capital de provincia que conquistó desde que inició su invasión a Ucrania, ha hablado de “repliegue de tropas”, cuando las palabras precisas tienen que ser “escape o huida cobarde” de sus soldaditos, de aquellos mismos que se ven muy orgullosos desfilando ante el Kremlin, cuando celebran la victoria ante la Alemania de Hitler; pero que, en el campo de batalla en Ucrania, solo atinan a causar matanzas de la población civil y otras tropelías, igual al peor ejército de salvajes imaginable. Es decir, “con los rusos no hay tal culebra de pelo”, según dice el refrán popular, y eso lo venimos observando desde la invasión a Afganistán, donde los guerrilleros musulmanes bajo el mando de Osama bin-Laden, se bastaron ellos solos para expulsar al pésimo ejército soviético (ruso).

 

Franqueza inesperada

 

            Con una sinceridad inusual por parte del Ministerio de Defensa de Rusia, se le ha comunicado a la población de ese país que “se completó el ‘repliegue’ de las tropas a la orilla izquierda del río Dniéper.” Aunque el comunicado completo reza así: “Durante el traslado a la orilla izquierda del Dniéper, no quedó ni una sola pieza de equipo militar y armas en la orilla derecha, todos los militares rusos cruzaron al otro lado, no ha habido bajas de personal ni pérdidas de material o armamento. Durante la noche, los militares ucranianos intentaron interrumpir la evacuación de civiles (otra mentira del Kremlin), y el traslado de tropas rusas a la orilla izquierda del Dniéper.” Aseguran también que no han sufrido bajas de personal, ni pérdida de material ni de armas tampoco. En todo caso, fieles a su nefasta costumbre, los rusos han “aderezado” la noticia y han dejado caer responsabilidades de muertes de pobladores en las espaldas de los soldados ucranianos, pero la realidad –que todos conocemos muy bien-, pone de manifiesto y en primerísimo relieve, que el genocidio solo ha provenido de parte de la soldadesca invasora rusa.

            No obstante, dentro de las malas informaciones, siempre torcidas a favor del Kremlin, llama la atención el hecho de que tuvieron el valor de comunicarle a la ciudadanía rusa el descalabro último, sufrido por la pésima armada de su país, que ha tenido que huir de manera recurrente de todo aquel territorio donde ha tenido que enfrentarse “cara a cara” con el enemigo que, en esta oportunidad, está defendiendo a su patria.

            Y, aparte de los eufemismos, lo que acaba de ocurrir en Jersón, ha sido la rendición de esta ciudad, que es el único centro administrativo regional que fue capturado por los mismos rusos desde el comienzo de la invasión, de acuerdo a lo que ya hemos subrayado en las líneas de arriba. El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, siguiendo órdenes de su amo Vladímir Putin, fue quien dio su rostro a la población para informarles de la derrota y posterior huida de sus mal preparados soldados, ante el empuje de los contingentes ucranianos.

            De paso, una vez que todos los rusos estaban en orilla opuesta del Dniéper, procedieron a la destrucción del puente Antónovski, que une a esta ciudad con dicha margen del río, para evitar que los ucranianos los rodearan y crearan una bolsa que hubiera significado la muerte y captura de más de 80 mil nuevos combatientes reclutados por Putin y que le han fallado ostensible y vergonzosamente. El puente fue destruido en dos tramos y ha quedado completamente inservible, mientras las tropas de Ucrania ya se han hecho con Jersón y patrullan sus calles. “Con la destrucción del puente, los rusos intentan evitar que nuestras fuerzas continúen progresando y amenacen la península de Crimea,” que es el objetivo clave del gobierno de Kiev: recuperar lo que les fue arrebatado por Putin en el 2014, luego de un ataque a mansalva de parte de Rusia.

             En lo que atañe al Alto Mando ucraniano, su comandante en jefe, Valeri Zaluzhni, indicó que sus unidades han recuperado el control de doce localidades de Jersón y se han adentrado unos 36 kilómetros; esto, mientras los rusos se retiraban de la parte norte de la región. “Hemos liberado –insistió el oficial-, decenas de pueblos en las cercanías de Jersón.” Y, casi simultáneamente, difundió fotos y videos en las redes sociales, mostrando a varios edificios con las banderas ucranianas, después de haber bajado las pocas rusas que quedaban en sus balcones o fachadas.

            En todo caso, a pesar de la “estampida” de los soldados invasores, las fuerzas de Ucrania están ingresando a Jersón de manera sistemática, cautelosa y “camuflada”, pues tienen que estar seguros de que no se trata de una trampa, una celada preparada por el enemigo; aunque se pueden ver, en las fotografías, a decenas de soldados ucranianos ocupando barrios enteros de esta urbe.

 

El Kremlin da otras cifras

 

            Los comunicados de parte del gobierno ruso siguen produciéndose y en uno de ellos, los subalternos de Putin han mal informado en cuestión de números, pues han dicho que han replegado a unos 30 mil soldados, cuando la cifra de combatientes es mucho mayor evidentemente. La verdad es que los nuevos reclutas que Putin llamó a filas a la fuerza, han sido enviados al frente de guerra, convirtiendo la situación en una auténtica “carnicería”: “primero, envían a los jóvenes sin experiencia con las armas y detrás quedan los más experimentados, pero igualmente caen en combate.” Así ha descrito la panorámica un oficial del ejército de Ucrania. Se trata de batallones rusos sin motivación alguna, enviados a la guerra al mentirles que iban a maniobras militares y se han encontrado sin alimentación propicia, sin combustible para los blindados y demás vehículos y con directrices equivocadas o tardías en lo que respecta a las órdenes que deberían acatar en el campo de batalla. Y, aparte de ello, se les ha enfrentado otro ejército, el ucraniano, rebosante de patriotismo y deseoso de expulsar a cualquier precio y esfuerzo a los invasores venidos desde Rusia, y, además, fuertemente apertrechado con el armamento que los Estados Unidos (principalmente), y la OTAN, les ha estado proporcionando y que es superior al construido en las factorías de armas en Rusia.

            Con la toma de Jersón, las tropas ucranianas han reivindicado “una importante victoria” ante los invasores; y, aun así, los portavoces del Kremlin siguen insistiendo en que esa es tierra anexionada por Rusia y pertenece a Rusia, a pesar de la paliza militar que acaban de recibir. Es cuando el Ministerio de Defensa ucraniano ha anunciado en su página de Facebook: “Jersón vuelve bajo control de Ucrania y llamamos a los militares rusos que permanecen en el lugar, a rendirse inmediatamente.” Seguidamente, informó que tiene en su poder cerca de 5,000 piezas de armamento y vehículos militares, que los rusos dejaron abandonados tras su cobarde huida sin pelear.

Por su parte, el ministro de Ucrania de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, dejó escuchar a los periodistas reunidos enfrente suyo: “Sin importar lo que haga Rusia, Ucrania va a ganar la guerra.” Y el parlamento publicó en Telegram fotos de civiles ondeando banderas ucranianas en la misma ciudad liberada.

Cada día que pasa, las derrotas se van acumulando una detrás de otra en el bando ruso. Putin y su grupo de pseudo-generales inútiles, no aciertan a ver qué es lo que está sucediendo con su ejército de cobardes, desmotivados y genocidas, cuya única prioridad parece ser el saqueo de las viviendas de los ucranianos y el asesinato de civiles, a quienes, para colmo de males, no saben enterrar siquiera en las fosas comunes y son fácilmente hallados y puestos de manifiesto ante las organizaciones humanitarias internacionales.

 

¡La invasión a Ucrania es un absoluto fracaso a todas luces! Y a los rusos les queda solo una cosa: acabar con Putin, bajarlo del poder, o que él mismo se dé ese tiro en la cabeza que todos estamos esperanzados que se dé. Porque el suicidio está en “el manual” de los asesinos, cobardes e ineptos.      


Putin utiliza el Juego Sucio en su Invasión

a Ucrania

 

MOSCÚ, Rusia- Desesperado por las consecutivas victorias del ejército ucraniano, el dictador de Rusia, Vladímir Putin, está echando mano a todo aquello que le podría servir para darle un vuelco a la guerra y ganarla súbitamente. Su plan es el mismo que han usado otros dictadores del pasado, ante la eventualidad de la derrota, tal y como se le presenta hoy al tirano ruso. En primer término, acaba de firmar un decreto que permite a los presos por crímenes severos, unirse a las filas del ejército e ir al frente de batalla en Ucrania, casi de inmediato; y en segunda instancia, cuenta con el apoyo incondicional del dictador de Chechenia, Ramzan Kadyrov, un enemigo declarado y a ultranza de las naciones de occidente, a las que estaría gustoso de aniquilar por completo, si se le permitiese, así según sus propias palabras textuales expresadas en el pasado reciente.

 

Asesinos, ladrones y narcotraficantes

 

            Hasta este lapso por el que transcurre la invasión rusa a Ucrania, hemos observado fehacientemente que los soldados enviados por el Kremlin no tienen honorabilidad alguna ni se apegan a las convenciones internacionales en modo alguno: los asesinatos de mujeres, niños y ancianos, ha sido la constante durante su paso sanguinario por las urbes ucranianas, lo mismo que los bombardeos indiscriminados a objetivos no militares (centrales eléctricas, hospitales, clínicas, orfanatos y residencias particulares). No respetan ningún código humanitario y mucho menos honorífico. Son verdaderas hordas sedientas de sangre y urgidas por causar dolor y muerte allí donde van. Es evidente que el ejército ruso no ha cambiado en nada desde la Segunda Guerra Mundial (SGM), cuando actuaron con el mayor salvajismo que les fue posible (la entrada a Berlín, Capital de Alemania, estuvo plagada de violaciones a mujeres y acuchillamientos a personas no uniformadas).

            Hace pocas horas, Putin, de acuerdo con el Código Penal de Rusia, llamó a filas de su ejército a aquellos individuos que purgan prisión por diferentes delitos, pero expresamente a los asesinos, narcotraficantes y ladrones; y ha dejado de lado a los traidores a la patria, espías, pederastas y terroristas, quienes se mantendrán detrás de las rejas indefectiblemente. Es convincente que su desesperación es mucha ante el derrotero que han seguido los acontecimientos y que presentan a las milicias rusas derrotadas día tras día en los campos de batalla.

            Meses atrás, el jefe de la compañía Wagner, Yevgeny Prugozhin, visitó distintas cárceles rusas y ofreció a los convictos grandes ventajas, incluyendo la libertad, si se alistaban en el ejército. La razón lógica han sido las enormes cantidades de bajas mortales que han sufrido los batallones enviados por el Kremlin a Ucrania. Aquel llamado fue contestado tímidamente por los reclusos, quienes saben con certeza que ir a Ucrania, significa un viaje hacia una muerte segura, en parte por la ineficiencia, mala preparación y vulnerabilidad del ejército ruso.

            Tras la firma del decreto, el dictador de Rusia informó (o mal informó para ser más precisos con el concepto), que 318,000 hombres se han unido al servicio militar, después de que dio inicio “el plan de movilización parcial,” de acuerdo con el nombre eufemístico que Putin le ha dado al alistamiento obligatorio y que provocó la partida de miles de hombres rusos, por vía aérea y carreteras, hacia los países vecinos, con el propósito de no obedecer al alistamiento forzoso. “De todos ellos, 18,000 son voluntarios –continuó diciendo Putin-. Hasta donde yo sé, 49,000 de estos movilizados están en tareas de combate, mientras que el resto está en adiestramiento. Pero no es suficiente…” Subrayó. Y no es suficiente porque esos miles de cadetes que ha enviado al frente, caen igual a moscas por la acción de las balas y misiles ucranianos. Hoy en día, las tropas rusas se han replegado hacia la orilla Este del río Dniéper.

            Tatyana, familiar de uno de los movilizados, y residente de Krasnogorsk, al noroeste de Moscú, narró a la prensa internacional: “Para los nuevos reclutas todo ha sido caótico: tuvieron que comprar ellos mismos todo: el uniforme, la ropa interior térmica, medicinas y comida. Cuando llegaron, nadie los estaba esperando, nada estaba organizado.” A lo anterior, hay que añadirle el pobre material que se les ha entregado, una precariedad absoluta para enfrentarse a un ejército ucraniano que cuenta con las armas más sofisticadas que la OTAN y los norteamericanos les están dando. En el aspecto burocrático, se están tomando malas decisiones en el alto mando ruso, hay problemas de logística y corrupción… mucha corrupción, aparte de la bajísima moral y el bajo estado de ánimo que presenta la soldadesca de Putin, acostumbrada a las brutalidades contra la población civil de Ucrania.

            Cuando redactamos el presente reportaje, desconocemos cuántos reclusos han contestado positivamente al llamado del dictador de Rusia, pero es del todo cierto que saben que la muerte les espera en el país invadido, si se deciden engrosar las filas de su mal llamado ejército.

 

Kadyrov, el sicario de Putin

 

            Es el tirano que gobierna Chechenia, el país que ha querido independizarse de la Federación rusa y al que el Kremlin ha respondido con dos guerras, hasta dejar a sus principales ciudades en ruinas. Hace poco, Ramzan Kadyrov fue ascendido por “su amo” en Moscú, a coronel general, en premio por su ayuda en la invasión a Ucrania.

            Nació el 5 de octubre de 1976, en la nación que se llamaba República Autónoma Socialista Soviética de Chechenia e Ingusetia; se unió a los separatistas islámicos que buscaban la independencia de su región, en la década de los años 90s, tras la desaparición de la Unión Soviética; pero aquellos hálitos de independencia fueron destrozados por el ejército ruso, en una primera guerra que finalizó en 1996. Después de una segunda conflagración, Vladímir Putin instaló un títere al frente del gobierno checheno, en la persona de Akhmad Kadyrov, el padre de Ramzan, y de quién éste aprendió todas las formas de aniquilar a la oposición y serle leal a su amo en Moscú.

            A finales de la década de los 90s., ambos, padre e hijo, dieron un vuelco y abandonaron al movimiento separatista y juraron lealtad incondicional a Rusia; fue cuando Putin nombró “presidente” a Akhmad y a su hijo Ramzan, jefe de seguridad, un puesto donde demostró una falta de piedad y una brutalidad sin parangón, en la historia de los líderes de Chechenia. Desde entonces, el ejército de esta nación sojuzgada por el Kremlin, es pro-ruso sin apelaciones y actualmente participa de lleno en la invasión de Ucrania y se sabe con certeza de las violaciones constantes de los derechos humanos que ha perpetrado, cuando ha torturado, extorsionado, secuestrado y asesinado a pobladores ucranianos no comprometidos con la guerra.

            Kadyrov, el sicario de Putin

            Es el tirano que gobierna Chechenia, el país que ha querido independizarse de la Federación rusa y al que el Kremlin ha respondido con dos guerras, hasta dejar a sus principales ciudades en ruinas. Hace poco, Ramzan Kadyrov fue ascendido por “su amo” en Moscú, a coronel general, en premio por su ayuda en la invasión a Ucrania.

            Nació el 5 de octubre de 1976, en la nación que se llamaba República Autónoma Socialista Soviética de Chechenia e Ingusetia; se unió a los separatistas islámicos que buscaban la independencia de su región, en la década de los años 90s, tras la desaparición de la Unión Soviética; pero aquellos hálitos de independencia fueron destrozados por el ejército ruso, en una primera guerra que finalizó en 1996. Después de una segunda conflagración, Vladímir Putin instaló un títere al frente del gobierno checheno, en la persona de Akhmad Kadyrov, el padre de Ramzan, y de quién éste aprendió todas las formas de aniquilar a la oposición y serle leal a su amo en Moscú.

            A finales de la década de los 90s., ambos, padre e hijo, dieron un vuelco y abandonaron al movimiento separatista y juraron lealtad incondicional a Rusia; fue cuando Putin nombró “presidente” a Akhmad y a su hijo Ramzan, jefe de seguridad, un puesto donde demostró una falta de piedad y una brutalidad sin parangón, en la historia de los líderes de Chechenia. Desde entonces, el ejército de esta nación sojuzgada por el Kremlin, es pro-ruso sin apelaciones y actualmente participa de lleno en la invasión de Ucrania y se sabe con certeza de las violaciones constantes de los derechos humanos que ha perpetrado, cuando ha torturado, extorsionado, secuestrado y asesinado a pobladores ucranianos no comprometidos con la guerra.

            Indudablemente Kadyrov es algo así como “un peón” muy útil en la partida de ajedrez que juega Vladímir Putin, porque, entre otras cosas, mantiene la estabilidad en la República de Chechenia, ubicada en el Cáucaso Norte. Sus palabras así lo demuestran y dan fe de su incondicionalidad: “Estoy dispuesto a cumplir cualquier orden militar del comandante en jefe de Rusia, Vladímir Putin.” Ha declarado. Gracias a ese servilismo manifiesto, Putin le acaba de nombrar coronel general y le ha prometido mayores ascensos en el futuro. El dictador checheno le responde con más brutalidad en el campo de batalla, en Ucrania. No conoce otra forma de responder y hacer patente su agradecimiento; incluso, pidió a su amo el despliegue de armas nucleares en territorio checheno, para terminar pronto la guerra. Su posición y lealtad hacia Putin es incuestionable, a tal extremo que ofreció al tirano ruso, enviar a sus propios hijos adolescentes al teatro de guerra en Ucrania. El servilismo y la despersonalización, en su máxima expresión.

            Leamos algunos extractos de sus discursos en los que se muestra leal hasta la médula al dictador ruso: “Estoy esperando una orden del presidente ruso, para hacer estallar a los países occidentales en pedazos. Rusia es el único país del mundo que se pronuncia contra la abominación infernal que propaga occidente y agradezco que Putin tome una decisión tan acertada y nos dé la oportunidad de participar en esta lucha sagrada contra el satanismo. Estamos listos para ir más allá con las órdenes, para tomar fácilmente Kiev y los países de la OTAN. Nuestras unidades, endurecidas en batallas reales, ningún ejército del mundo podrá resistirlo. ¡Tenemos experiencia, arsenal, fe, patriotismo, idea y verdad! ¡Occidente aún no comprende cuán fuertes somos nosotros! Con una sola orden de Putin, estamos listos para aplastar la campaña falsamente democrática, pseudo-liberal y bárbara militar de los Estados occidentales, que están corrompiendo a la comunidad mundial, en un intento de someter a todo el mundo bajo ellos.”

 

            En otra oportunidad y mediante un vídeo, el sicario de Putin amenazó con atacar a Polonia, miembro de la OTAN: “Después de Ucrania, si nos dan el mando, en seis segundos les mostraremos de lo que somos capaces.” Ese es el grado de entrega, de falta de principios y personalidad propia de la que se ufana Ramzan Kadyrov, un individuo que no escatimará ningún esfuerzo para quedar bien a su amo en Moscú, aunque ello signifique la muerte de sus hijos y de cientos de milicianos chechenos que acompañan a los invasores rusos en estos momentos.


Presidente Biden Alerta sobre Posible Ataque

Nuclear de parte de Rusia

(Voladura del puente Crimea/Rusia)

 

WASHINGTON D.C.- La desesperación, la impotencia militar y personal, pero principalmente la humillación al ser derrotado paulatinamente por las tropas ucranianas, a las que, en un principio, creía débiles y fáciles de vencer, han hecho que Vladímir Putin, el dictador ruso, amenace a Occidente con ataques con misiles nucleares en cualquier instante.

            La respuesta de los Estados Unidos, de la casa Blanca, por el lado político; y del Pentágono, por el militar, ha sido contundente: “Si Rusia se decanta por el uso de la fuerza nuclear, destrozaremos al ejército ruso.” Ha contestado un alto funcionario norteamericano. ¿Qué significa lo anterior? Que los estadounidenses conocen perfectamente las falencias, las debilidades de los rusos en el campo de batalla y desde la óptica técnica, saben que podrán derrotarlos con relativa facilidad. De hecho, lo que estamos viendo en las llanuras de Ucrania, “sembradas” por decenas de carros de combate herrumbrados y destruidos “made in Rusia”, no es nada más que la inesperada y sorprendente debilidad material y humana de las supuestas fuerzas armadas de Rusia, que son presa fácil de los contraataques ucranianos.

 

Amenaza de guerra nuclear

 

            Después del discurso de Vladímir Putin en el que amenazó con defender a su país con todos los medios a su alcance (incluyendo las armas nucleares), el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, salió al paso de tal amenaza para decir que, por vez primera desde la crisis de los misiles en Cuba, en 1962, la humanidad no había experimentado otra amenaza de este tipo, hasta ahora, luego de la intervención hablada del tirano ruso. Subrayó que Putin no bromea, “no va de farol” (de engaño), según confirmó la ex canciller alemana, Angela Merkel, quien conoce mejor que nadie al genocida ruso. “Putin no bromea, el riesgo es real y no sé cuál será la rampa de salida del mandatario ruso. Por primera vez desde la crisis de los misiles de Cuba, tenemos una amenaza directa del uso del arma nuclear, si, de hecho, las cosas continúan por el camino que van.” Afirmó Biden en un comunicado emitido por la Casa Blanca.

            En acto seguido, recordó “la perspectiva del Armagedón” (o la guerra final de la cual nos relata el Apocalipsis de la Biblia), un concepto acuñado por el ex presidente de aquel entonces, John F. Kennedy. Recordemos que aquel ex mandatario tuvo que enfrentar una de las crisis más severas y desgastantes con la insipiente Cuba de la dictadura comunista de Fidel Castro, porque este otro genocida quería sembrar de misiles a la isla que está a pocas millas de la costa sur-este de los Estados Unidos. Los soviéticos tenían planes para crear una base atestada de misiles, cuyo objetivo primordial era el pueblo norteamericano. Un bloqueo naval fue ordenado por Kennedy, mientras el mundo contenía la respiración, con miedo a una reacción violenta de Nikita Krushev, entonces Premier soviético.

            Actualmente y para Joe Biden, “no existe la posibilidad de hacer uso de un arma nuclear táctica y no acabar en una guerra nuclear.” Lo cual quiere decir que Rusia podría usar en Ucrania parte de su arsenal nuclear para amedrentar a los victoriosos ucranianos, pero esa acción encendería de inmediato una guerra peor, basada en misiles con ojivas nucleares. Desde el punto de vista político y de imagen, Biden aún no acierta a saber cuál será la salida de Vladímir Putin, en vista de que está siendo vapuleado en Ucrania. “Su ejército está significativamente bajo de rendimiento. Tenemos a un tipo que conozco bastante bien (…)”, ha asegurado Biden y considera que el ruso hará todo lo que está a su alcance para mantenerse en el poder, que el pueblo ruso crea en él nuevamente y tratará de “hacer subir sus acciones personales” que han caído en lo profundo, luego de las repetidas derrotas infringidas por Ucrania en el teatro de la guerra. Evidentemente, la situación de Putin en estos instantes, no la desea ningún gobernante alrededor del planeta. Es muy incómoda, más todavía cuando ha pasado del desprestigio al odio generalizado de parte de los ciudadanos que una vez lo aplaudieron y aceptaron sus reiterados desmanes.

 

Saboteada por Ucrania la “obra del Siglo”

 

            Siempre con el uso de la prepotencia y la fuerza militar, Putin arrebató a Ucrania la estratégica península de Crimea, sobre el Mar Negro, y mandó a construir, en el 2018, un puente que, ciertamente, es una maravilla de la ingeniería, para unir Crimea al territorio de Rusia. Tiene una extensión de 19 kilómetros, se suspende a 35 sobre el nivel del mar y costó cerca de €4 mil millones (228,000 rublos, moneda rusa). El mismo Putin condujo camiones de trabajo el día de la inauguración y afirmó en aquel entonces que “esta obra del Siglo, es intocable.” Pero para el alto mando ucraniano era, por el contrario, un objetivo militar destruirlo, debido al hecho de que por esa vía, los rusos envían material bélico a su ineficaz e inútil ejército estacionado y arrinconado en Ucrania. Volándolo, los rusos se quedan sin alimentos, armas y demás pertrechos necesarios para continuar la guerra. Y por vía aérea, sus pilotos temen volar porque son fácilmente abatidos por los misiles ucranianos.

            Un camión/bomba que cruzó el puente de Kerch -como se llama el estrecho que atraviesa-, explotó a mitad de la estructura y dañó el carril principal que es usado por automóviles y también parte de la línea ferroviaria que los rusos construyeron en la misma estructura. Consta de cuatro carriles para autos y camiones pesados y posee dos vías para trenes en uno de sus costados. Tiene más de 7,300 pilotes que soportan cerca de 600 pilares, la mayoría de ellos bajo el mar. Remata con dos arcos de 227 metros de largo, que permiten la navegación de embarcaciones bajo el mismo puente; y pueden cruzarlo a diario 40 mil automóviles, 13 millones de mercancías al año y 14 millones de pasajeros en el mismo lapso de tiempo.

De inmediato, “los selfies” de las mujeres ucranianas inundaron las redes sociales, donde se mostraban satisfechas, felices, por la voladura de aquel puente hecho ilegalmente, como lo fue también la anexión de Crimea. Esta obra, ciertamente, es la segunda más larga de Europa, después del puente de Lisboa, en Portugal, que atraviesa el río Tajo, a lo largo de 17,5 kilómetros.

La detonación del camión/bomba, aparte de su objetivo, cual era dañar a la estructura, ha supuesto un duro golpe emocional (psicológico) para Vladímir Putin, quien cumplió 70 años un día antes del atentado. Lo cierto es que la carga explosiva lo dejó prácticamente inservible (solo se ha salvado el arco), a pesar de que la propaganda del Kremlin, siempre dada a minimizar los hechos, ha dicho que sería restablecido a la mayor brevedad posible. Y ha sido tan duro este golpe dado por el ejército ucraniano, que Putin siempre consideró que su puente era “intocable” y ningún ejército era capaz de cruzar “esa línea roja.” Evidentemente, Kiev pensaba diferente al genocida ruso.

Muy al estilo de su carácter y psicología criminal, Putin amenazó al mundo entero con represalias y un día después, lanzó una andanada de misiles sobre Zaporiyia, donde se localiza la planta nuclear más grande de Europa. Es decir, se ha desquitado contra los civiles ucranianos, en vista de que, contra el ejército de Ucrania, no puede combatir frente a frente. Hay quienes lamentan que la carga explosiva no haya sido más poderosa, para volcar del todo la estructura metálica y cercenar por completo el abastecimiento al ejército ruso.

Lo que sí es evidente, a tantos meses de haber iniciado la invasión de los rusos a Ucrania, es el hecho de que esta guerra está teniendo un altísimo costo para Rusia, para su dictador Putin y lo podría llevar a una situación sin retorno en el caso de ser derrotado sin apelaciones: al suicidio, la renuncia, el levantamiento de su pueblo en su contra, la cárcel y sin lugar a dudas… pasar a los libros de historia como uno de los dictadores más erráticos que haya tenido Rusia, para desgracia personal y de la misma moral de esa nación. Una derrota inobjetable para Rusia, sería empañar su triunfo en la Segunda Guerra Mundial y la pérdida total del respeto de todos sus vecinos y enemigos declarados y ocultos. No la tiene fácil el genocida ex agente secreto de la KGB. Parece haberse metido en un auténtico callejón sin salida.


Rusia y la Farsa del Referendo en el Donbás no han Podido Evitar Nuevas Derrotas del Ejército Ruso, que se Bate entre la Huida y la Rendición

 

REGIÓN DEL DONBÁS, Ucrania; y MOSCÚ, Rusia-El dictador Vladímir Putin, tratando de engañarse a sí mismo y con él, al pueblo ruso, se ha dado “un multitudinario baño de masas” en la Plaza Roja de Moscú, para celebrar “la adhesión del Donbás ucraniano a la Madre Rusia.” Pero, mientras realizaba ese acto masivo, en esa misma zona que él le ha querido arrebatar a Ucrania, sus soldados (que no son valientes ni mucho menos), estaban recibiendo otras vapuleadas de parte del ejército ucraniano y eran obligados a retroceder. Siempre retroceder, abandonando ingente cantidad de material bélico aun sin usar. Una paradoja impresionante ante los militares de verdad en Washington y en la OTAN, que siguen de cerca el derrotero de la guerra en Europa.

            Y en uno de los salones del Kremlin, Putin mostró otro escenario de su “teatro”, ante una nutrida congregación de burócratas de su gobierno e invitados internacionales, dándose las manos con quienes serán, supuestamente, los administradores de aquella región que ha querido arrebatar a Ucrania. Simultáneamente, en las amplias llanuras ucranianas, sus soldados “de cera” corrían asustados ante el avance de los blindados ucranianos.

            Un día después, invitó al presidente de Ucrania para que juntos firmen la paz definitiva, un acto que ha sido considerado un “malabarismo” político de parte del tirano ruso y que es fácil desentrañar, porque, cuando sus tanques, helicópteros, cazas, barcos y demás blindados están siendo destruidos con pasmosa facilidad por los soldados ucranianos, Putin finge que el objetivo ha sido cumplido, cual ha sido la anexión del Donbás a “la Madre Rusia” y ¡Nada de ello es cierto! Porque Putin aprovecha el pseudo-plebiscito para retirarse de la guerra en una especie de rendición “solapada”, antes de que su pésimo ejército quede totalmente destruido. Recordemos que el objetivo primero del genocida ruso era apoderarse de Ucrania, montar un gobierno “títere” a favor del Kremlin (como ocurrió en Bielorrusia y Chechenia), y sojuzgar al pueblo ucraniano. La respuesta inmediata de Kiev a la invitación cobarde del asesino ruso para firmar la paz, ha sido: “No negociaremos con Rusia, mientras Putin esté en el poder.”

            En otras palabras explicativas y más claras: la opción de paz la ha presentado cuando se escuchan voces inconformes de los ciudadanos en las principales ciudades del país agresor y los potenciales nuevos soldados, huyen al extranjero. Es decir, el dictador trata de evitar, a toda costa, una derrota en los frentes interno y externo de Rusia. Por otra parte, Putin ha continuado con sus amenazas que se asemejan a aquel enfermo mental que sostiene un revólver descompuesto en una de sus manos, porque, la única verdad prevaleciente, indica que su ejército no sirve absolutamente para nada y se asoma al abismo de la derrota, en el tanto continúe dentro del territorio que ha invadido. Ha dicho que cualquier ataque al territorio de Rusia, esto es… a los territorios recién anexionados, será contestado con todo el arsenal que tiene a su disposición, que defenderá lo que le pertenece (lo que ha usurpado recientemente), con toda la fuerza de que es capaz. Mientras tanto, sus soldados "de juguete”, siguen en franca huida.

 

Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón

 

            Esos son los nombres de las cuatro provincias que Vladímir Putin sometió a un referendo a sus habitantes, la mayoría de los cuales votó por el “SÍ” (la adhesión al territorio ruso), bajo coacción o amenaza de la soldadesca rusa allí presente. Por supuesto y visto lo anterior, la ocupación y la anexión de esos territorios es totalmente ilegal a los ojos de los ucranianos y del mundo entero. Esa zona equivale al 15 por ciento de lo que comprende Ucrania al completo y, en el uso de su retórica vacía y engañista, el tirano ruso ha dicho que “Rusia no abordará en las conversaciones (con Ucrania), la devolución de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. Defenderemos nuestra tierra con todas las fuerzas y medios a nuestro alcance y haremos todo lo posible para garantizar la seguridad de nuestra gente. Esta es la gran misión liberadora de nuestro pueblo.” Estas palabras las pronunció en la sala de San Jorge del Gran Palacio del Kremlin, el mismo sitio donde, en el 2014, anunció la incorporación de la península de Crimea, que también le ha arrebatado a Ucrania, un país que, parece, quiere “comerse poco a poco” el dictador ruso.

            En la ceremonia en el Kremlin estuvieron representantes de los países aliados de Rusia: China, India, Kazajistán y Serbia; y el dictador aseveró que los tratados de anexión, serán ratificados poco tiempo después por la Duma Estatal y el Consejo de la Federación, en este mes de octubre precisamente.

            En contraste y desgraciadamente para el orgullo de Putin, los ucranianos avanzaron una fecha posterior hasta Liman, un nudo ferroviario estratégico para el ejército de Rusia, ubicado nada menos que en Donetsk, justamente cuando presumía el dictador de que nada ni nadie podría quitarle ese lugar a los rusos. Una encuesta reciente, efectuada por Levada, el Centro de Estudios Sociológicos de Rusia, arrojó los siguientes datos: un 47 por ciento de los rusos ha mostrado ansiedad con el plebiscito; un 23 por ciento entró en shock; un 56 por ciento está preocupada en grado sumo por el conflicto en Ucrania; y con respeto a la guerra, un 48 por ciento desea que esta continúe y un 44 por ciento quiere que se le ponga punto final al conflicto.

            En lo que atañe a la convocatoria del gobierno de Putin a los ciudadanos, para que celebraran el referendo frente a él en la Plaza Roja, una mujer que pidió quedar en el anonimato, dijo a un periodista extranjero que “nos han llamado a todos en la oficina para estar allí presentes” y dijo que les resulta imposible a los rusos negarse a asistir, porque, de lo contrario, serán sancionados por la misma gente de Putin. De tal modo que la masiva presencia de personas fue obligada, so pena de castigos posteriores, como perder sus trabajos, rebajas de sus salarios o sino, la misma cárcel. La dictadura en Rusia funciona de la misma manera como funcionaba en la antigua Unión Soviética y no en balde, Putin y sus subalternos fueron adiestrados dentro de la ideología comunista, experta en manipular a su pueblo y “vender la imagen” de que acude a estos actos por voluntad propia.

            Según la farsa del Kremlin, la anexión de las cuatro provincias fue aceptada por el 99 por ciento de los votantes, quienes no quieren pertenecer, supuestamente, a Ucrania. Algo que nadie cree alrededor del planeta y que está al tanto de lo que sucede en el teatro de guerra. Dichos datos no han podido ser corroborados por ningún observador occidental, a los que se les prohibió asistir el día de la consulta. Hay quienes afirman que los sufragantes fueron amenazados con la finalidad de que se hicieran presentes ante las urnas y le dieran el apoyo a los caprichos de Putin. En todo caso, para los expertos en derecho internacional, “los referendos impulsados por las fuerzas prorrusas, son ilegales, porque el soberano es el Gobierno de Ucrania y no hay ninguna norma internacional que contemple la secesión.” Así según el profesor español de Derecho, José Antonio Perea Unceta; y para Alfonso Iglesias Velasco, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, “la anexión territorial firmada por Moscú es ilegal, debido a que proviene del uso de la fuerza, por lo tanto, viola a la Carta de Naciones Unidas de 1945, de la que Rusia y Ucrania, como miembros de la ONU, son signatarios.” El artículo 2 del Primer Capítulo, dice: Todos los miembros se abstendrán en sus relaciones internacionales, de la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o de cualquier otra manera compatible con los propósitos de las Naciones Unidas.”

 

Bajo amenaza

 

            Ucranianos consultados y cuyas identidades permanecen en el anonimato por el lógico temor a las represalias, han asegurado a los periodistas emplazados en el lugar, que, previamente, no hubo ningún tipo de registro censal, una lista que siempre se hace antes de un referendo, para conocer el número de personas que tienen derecho al voto. Este es un requisito obligatorio e indispensable antes de una consulta de tal magnitud. Añadieron que votaron bajo coacción, que los militares rusos se apersonaron en sus casas, en los lugares de trabajo y en los hospitales, mostrando sus armas y en casi todos los casos, alzando sus voces para exigir el “SÍ” a favor de Rusia.

            A esto hay que añadirle el hecho de que los rusos hicieron huir a la gran mayoría de los residentes en las zonas ocupadas y llevaron a otros nacidos dentro de la demarcación de la Rusia europea; de ahí que la votación favorable se ejerciera plenamente para Moscú y sus intenciones. “La actual población ha sido importada por Rusia y muchos ucranianos que residían allí, han huido desde finales de febrero.” Relató Rosa Fernández Egea, doctora en Derecho Internacional Público, de la Universidad Autónoma de Madrid. Otros 5,996 ucranianos resultaron muertos desde que dio inicio la invasión ordenada por Putin.

            Pero la peor noticia en el interior de Rusia, acaba de ser escuchada o leída por aquellos que han sido movilizados últimamente para engrosar las filas del ejército ruso: todos ellos han iniciado el período de entrenamiento en polígonos ubicados cerca de la frontera con Ucrania y una vez que termine el adiestramiento militar, serán llevados a cuidar las cuatro provincias anexionadas. Lo más seguro será que tendrán que enfrentarse con “el rodillo” ucraniano, que viene arrollando a las tropas invasoras y recuperando los territorios con esa facilidad que nos ha asombrado a todos. El Ministerio de Defensa de Rusia, así lo ha hecho saber en un cable despachado a los reclutas: “Tras las prácticas militares, las unidades compuestas por ciudadanos movilizados y voluntarios, cumplirán misiones de control y defensa de los territorios liberados y también integrarán unidades de reserva y refuerzo.” En la misma Rusia se habla, a hurtadillas y en murmullo, que serán “carne de cañón,” de la misma manera como lo han sido los invasores primeros que fueron a morir a Ucrania.

            Para finalizar el presente reportaje, la Unión Europea (UE), ha condenado y rechazado el referendo falso y “nunca reconocerá la consulta hecha por el Kremlin.” Así mismo, la UE ha prometido al gobierno ucraniano su total respaldo político, económico y militar, que será siempre sólido “durante el tiempo que sea necesario”, ha expresado Bruselas. “Al socavar deliberadamente el orden internacional basado en normas y violar descaradamente los derechos fundamentales de Ucrania a la independencia, la soberanía y la integridad territorial, principios fundamentales consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, Rusia está poniendo en peligro la seguridad mundial.” Así según el texto del comunicado emitido por el Consejo Europeo, los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 miembros. Y concluyen: “Crimea, Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk son Ucrania. Hacemos un llamado a todos los Estados y organizaciones internacionales, para que rechacen de manera inequívoca esta anexión ilegal.”

            Mientras tanto, las milicias ucranianas prosiguen inexorables con la recuperación de las zonas vejadas, destruidas y ocupadas por los rusos, quienes no encuentran otra opción diferente a la huida franca, cobarde y abierta. Un tema del cual Vladímir Putin se niega a hablar.


Rusia, “el Gigante con Mandíbula

de Cristal”

 

JERSON, Ucrania- Era simplemente “un tigre de papel pegado en una de las paredes de la habitación de un adolescente”, el mal llamado ejército poderoso de Vladímir Putin. Y no es nada más que una gran cantidad de jovencitos y también viejos rusos, alistados en una milicia para librar una guerra que no les pertenece. Un analista militar que conocimos en el campo de acción, así le ha definido mejor que nosotros mismos: “(Son) soldados muy jóvenes o demasiado mayores, sin motivación para luchar, reclutados muchos por la fuerza en los territorios ocupados, con las unidades de élite destinadas en el sur… Las líneas rusas han caído casi sin lucha, dejando bolsas de miles de soldados tras el avance ucraniano, sin poder abastecerse ni municionar.”

            Tal es la situación… La contraofensiva ucraniana está resultando aplastante, demoledora, igual a un gigantesco rodillo, apertrechado con armas occidentales, especialmente estadounidenses (que no cesan de llegar a los aeropuertos de Ucrania), y lo que es peor para un ejército se está dando en el campo de batalla, porque los soldados rusos huyen, abandonando gran cantidad de material bélico (obuses, cañones, misiles, camiones, tanques, etc.), o se rinden sin luchar y cuando un ejército se niega a luchar o prefiere la rendición absoluta, es porque es un mal ejército, mal entrenado, desmotivado y obedece solamente a las órdenes de un dictador que es un tirano, quien solo pretende el suicidio colectivo de sus militares o el triunfo.

            La pregunta que nos hacemos en este lapso es, ¿Qué hubiera sucedido en el caso de que los rusos se hubiesen enfrentado a un verdadero ejército, como lo es el de la OTAN? Este mismo cuestionamiento se lo hicieron los analistas militares en la década de los 80, cuando los soviéticos (hoy rusos), mostraron su verdadero potencial en Afganistán, donde salieron huyendo, vencidos por los muyahidines (guerrilleros islámicos), armados solamente con misiles portátiles Stinger.

            Ya en 1942, durante el ataque alemán a la Unión Soviética, la muchedumbre de prisioneros que los invasores de Hitler tomaron, demostraba que los soldados “rojos” no eran todo lo valientes y preparados que la propaganda comunista decía a diario. Ciertamente, los nazis perdieron esa guerra por culpa de las decisiones eq    uivocadas que tomó Hitler desde su bunker en Prusia Oriental y por la amenaza de muerte que se cernía sobre cada soldado soviético, proferida por Josef Stalin, el peor asesino de todos los tiempos, quien ordenó disparar contra cada ruso en huida. Pero la verdad que significa el día de hoy, dice que nadie en Rusia quiere dar su vida por el delirio enloquecido de Putin, a quien los concejales le están pidiendo su renuncia o destitución, mientras el tirano ex agente de la KGB les responde con llevar a la cárcel a todo aquel que se atreva a criticarle. Evidentemente, son los últimos coletazos de un animal que ve próximo su final…

 

Las apariencias.

“No basta que el tigre parezca feroz, sino que esté bien dibujado”

 

            Vladímir Putin intentó, desde su toma del poder en Rusia, que el ejército, aquella gloriosa Armada soviética que se aprovechó de las malas decisiones de Hitler y le echó fuera de la “Madre Patria”, estuviera bien presentado en su exterior, con uniformes bonitos a la vista, lindas armas manuales/portátiles y los pertrechos de guerra que fueran impresionantes. Es así como se lanzó a invadir Ucrania y las columnas de blindados, que obedecían más a la estética que a las tácticas del combate moderno, surcaban las carreteras ucranianas, sin destino definido. Pero en la guerra no basta con ir elegantemente, sino también… ser efectivo. Algo así como lo fue la Wehrmacht alemana en la Segunda Guerra Mundial: parecía que iba a una fiesta, pero estaba conformada por combatientes feroces, decididos y bien adiestrados.

            Poco a poco se fue notando que el ejército ruso era ineficaz, ineficiente y lo peor… dispuesto a abandonar sus objetivos y huir, cuando en la guerra equivale a ser cobardes. En otros términos, así como luce a diario el dictador en el Kremlin, elegantemente vestido con trajes ingleses, son sus hombres en el frente de batalla; pero huyen, dejan material bélico abandonado y el mundo, después de quitarse de encima lo sorprendido que está, se mofa, se ríe, porque se ha dado cuenta cabal de que las milicias rusas solo son “un tigre de papel, pegado en la pared de la habitación de un adolescente.”

            De esta manera lo describe un cronista presente en la zona de combate: “Ucrania avanza en el frente norte, sin que Rusia pueda frenar sus columnas. Las ciudades de Liman, Izium y Kupiansk, que hace unas horas parecían inalcanzables, ya están en manos de Kiev, mientras que las líneas rusas se desmoronan. Hasta 90 kilómetros en cinco días, han recorrido los vehículos de vanguardia ucranianos. Moscú, en su lenguaje de madera, ha reconocido que ha ordenado una retirada (dígase más bien ‘huída’), durante tres días para proteger el Donbás.” Ciertamente, un ejército sólido, fuerte y poderoso, no se retira de los territorios conquistados, sino que, por el contrario, presenta feroz batalla siempre, para defenderlos.

            La verdad es que los ucranianos están aplicando la táctica que consiste en envolver a los enemigos en tres pinzas diferentes, cuyos “soldados de plomo” huyen o caen prisioneros por decenas, mientras abandonan toneladas de material bélico que los ucranianos recogen y apilan para usarlos posteriormente contra los mismos rusos. “La moral en Ucrania está por las nubes, pero los soldados rusos huyen abatidos”, dice un periodista en el terreno. Y mientras las filas de combatientes ucranianos avanzan por carreteras, caminos y ciudades destruidas por los rusos, centenas de vecinos los reciben con vítores, exultantes y agradecidos por la liberación. Por su lado, el separatista pro-ruso, Denis Pushilin, reconoció en un vídeo, mientras manejaba velozmente (como si estuviera huyendo), que “la situación es difícil en la zona Este de Ucrania;” e Igor Girkin, otro líder pro-ruso de Donetsk, admitió que los ucranianos han roto las líneas rusas en la zona del aeropuerto y que “Rusia está perdiendo la guerra; de hecho, puede que ya la haya perdido.” Aseguró con preocupación.

            La pregunta que se desprende de este escenario bélico es la siguiente y es de carácter político: ¿Qué ocurrirá con Putin si los acontecimientos se decantan en su desfavor o empeoran aún más, mucho más, en el teatro de guerra? Tiene estas opciones: 1. renunciar a su interminable y dictatorial cargo al frente del gobierno y afrontar las consecuencias judiciales, que podrían contemplar un proceso legal en su contra; 2. ordenar la “guerra total”, declarando la guerra que no ha querido declarar y la ha matizado con el eufemismo de “misión especial (en Ucrania),” y, en consecuencia, engrosar todavía más a su ejército con más reclutas, más jóvenes principalmente, con la posibilidad de que explote una rebelión en su contra en el interior de Rusia; 3. que sea depuesto por un golpe militar, una asonada en el seno del Kremlin, de parte de sus comandantes, hartos de la humillación mundial a la que los ha lanzado en Ucrania, y sea encarcelado y degradado de dictador a preso de Estado; y 4. Que tome su pistola de reglamento, en la soledad de su oficina, la ponga en su sien derecha y se dispare, terminando con una vida personal de excesos tiránicos y de ignominia para los rusos. Esta última posibilidad, en todo caso, sería la más honorable, la más “stalinista” y la que le podría salvar de la humillación profunda, intrínseca, de verse sacado del poder próximamente.

 

Los rusos se rebelan en San Petersburgo y Moscú

 

            A pesar de que el aparato de propaganda intenta, por todos los medios, de ocultar las sucesivas derrotas del ejército ruso en Ucrania, las noticias siempre llegan por otros canales a la población civil en casi todas las urbes de Rusia. Es así como en San Petersburgo, la ciudad natal de Putin, y en Moscú, la Capital del país, los concejales se han dirigido al dictador para pedirle, de la manera más cortés posible, que renuncie, que “estamos en contra de matar ucranianos (y) el pretexto de desmilitarizar Ucrania es una tontería, porque no debe ser nuestro enemigo y ha pasado lo contrario, que ahora tiene más armas; la OTAN es una alianza defensiva, no es una amenaza.” Según ha expresado Dimitri Paliuga, uno de los concejales disidentes. Agregó que “Putin es un traidor y un incompetente, que debe irse o ser destituido. Quiero que Rusia sea un país moderno, que se ocupe de sus ciudadanos, no de lo que hacen los americanos.” Puntualizó ante la prensa.

            Mientras tanto, un grupo de concejales rusos del distrito de Smolny, en San Petersburgo, quieren aparecer en la Duma o cámara baja del Parlamento ruso, con la moción acusatoria contra Putin, de cometer alta traición por causa de la guerra de Ucrania. Dos días después de conocer esta iniciativa, el Consejo de Diputados del distrito municipal Lomonosovsky, de Moscú, se sumó a la petitoria, a la exigencia tácita contra el dictador Vladímir Putin, de que renuncie sin apelaciones, “sin vuelta atrás.” Evidentemente el descontento civil va creciendo según se vaya decantando el triunfo en la guerra, a favor de Ucrania. La respuesta de la dictadura o del gobierno de Putin (que es lo mismo), no se ha hecho esperar y siete diputados fueron convocados a una estación de policía para abriles expediente “por desacreditar al ejército ruso y al presidente,” y quienes siguen el día a día de la realidad rusa, creen que Vladímir Putin va a responder muy pronto a esos disidentes con detenciones, cárcel y desaparición en los gulag, de acuerdo a su nefasta costumbre de silenciar a los opositores. Lo peor sería usar el veneno para asesinarlos, que también es otro de sus métodos criminales.

            “Otro frente” político que se ha abierto recientemente en Moscú, ha sido el de los viejos comunistas, nostálgicos del sistema soviético, quienes todavía subsisten en Rusia. Le han perdido temor a la alternativa de ir a la cárcel si criticaban al Kremlin y sus decisiones y han declarado últimamente: “Es una guerra, no es una operación especial. Hace falta una movilización general,” según ha dicho el líder del Partido Comunista, Guennadi Ziugánov, a pesar de ser amigo y el apoyo permanente del dictador ruso. “La guerra y la operación especial son de raíces diferentes. Puedes detener la operación especial, pero no puedes detener la guerra aunque quieras. Esta tiene dos resultados: la victoria o la derrota. La de vencer en Donbás es la cuestión de nuestra supervivencia histórica. Todos en este país deberían valorar de manera realista lo que está sucediendo.” Mencionó el mismo Ziugánov en el Parlamento. En otros términos, este marxista que está al frente del movimiento comunista ruso desde 1993 y que tiene 78 años de edad, exige la movilización total del pueblo ruso y que se use la palabra “guerra”, para definir lo que justamente no es “misión especial.” Aunque tan solo al mencionar ese término, le puede acarrear meses, sino años, de cárcel, tal y como le sucedió a Dmitri Mirátov, director del diario independiente Nóvaya Gazeta, y a la postre Premio Nobel de la Paz del 2021, por insistir en informar la verdad de lo que acontece en Ucrania y por llamar las cosas por su nombre: “guerra, en Ucrania lo que hay es una guerra en toda regla, en toda la extensión de la palabra.” Dijo.

            En resumen, los opositores al dictador Putin quieren el final de la guerra en Ucrania, que acabe la matanza de jóvenes cadetes que el tirano ha enviado allí; que Putin renuncie o sea depuesto por incompetente y traidor; pero, esencialmente, por ridiculizar a las Fuerzas Armadas de Rusia, que están llevando una soberana paliza de parte del ejército ucraniano, más débil en todas sus líneas, en comparación con los invasores. Y los comunistas, reminiscentes de la época de la Segunda Guerra Mundial, exigen una movilización general del pueblo y todos los sectores de la vida de Rusia y que se llame con precisión lo que acontece en Ucrania: “guerra y no misión especial.” Vladímir Putin responderá a todos ellos con lo único que sabe: la represión, la cárcel, la desaparición o el asesinato por medio de envenenamiento.

            Y mientras lo anterior sucede en el interior de Rusia, en Crimea, la península arrebatada a Ucrania y anexionada por los rusos, “altos cargos del país invasor están abandonando la región, junto a sus familias y pertenencias, llevándolas a territorio seguro dentro de la Federación rusa.” Así han informado periodistas occidentales, estacionados en el teatro de guerra.

            Ya hay quienes hablan de revolución en Rusia y hay otros que piden al dictador que ejecute (fusile o ahorque), a sus comandantes. En todo caso, la situación es tirante en Moscú, en contraposición con lo que soñó Putin, que iba a ser una guerra rápida y una victoria fácil en lo que él consideró una Ucrania débil, nazi y corrupta. Todo lo contrario, evidentemente.


Atentado Mortal contra Hija del Inspirador

del Ataque a Ucrania

 

MOSCÚ, Rusia- Dice el viejo y famoso adagio: “quien a hierro mata… a hierro muere” y eso es precisamente lo que le ha pasado al individuo que habla al oído a Putin, el dictador ruso, y quien le aconsejó invadir y tomar la Península de Crimea, primero, arrebatándosela a Ucrania; y finalmente le aconsejó la invasión a los ucranianos. Por lo visto, se trata de un belicista consumado, imperialista, amante de la idea de restablecer a la vieja Unión Soviética a cualquier precio y esfuerzo. Su nombre es Alexander Dugin, el sujeto en quien Vladímir Putin confía ciegamente y obedece sin demora, cuando éste le dice que debe hacer tal o cual cosa…

            Es el líder del movimiento ruso llamado “neoeuroasiánico”; es decir, una nueva política para la refundación de la hegemonía rusa en Europa y Asia, mediante la fuerza militar por supuesto; y una vez vencidas esas naciones (o recobradas dentro de la órbita rusa), ejercer la reconquista ideológica, que sería la esencia de la supremacía de los rusos en ambos continentes. No es nada nuevo en verdad, porque era el poder que ejercía la desaparecida Unión Soviética en las naciones centro-europeas (Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Alemania Oriental y las Repúblicas Bálticas, Estonia, Letonia y Lituania), y en otras de Asia, en los casos de Vietnam, Mongolia y en el Afganistán plegado al comunismo, antes de la llegada de los talibanes.

            Lo cierto es que el asesinato de la hija de Dugin, conocida con el nombre de Daria Dugina, no solo ha consternado a la elite política rusa, sino también la ha enfadado hasta exigir venganza y no ha tardado en señalar a Ucrania como la culpable de tal hecho. Es por esa razón que piden que el crimen no quede impune y todos en Rusia coinciden que el plan partió desde Kiev, para acabar con la joven.

            El acontecimiento arrebató la vida a la mujer de 29 años de edad, al estallar una bomba en la parte inferior de su automóvil, cuando transitaba por una carretera en las afueras de la Capital rusa. Venía de un festival donde había estado acompañada, hacía pocas horas, por su padre, el ideólogo ultra-belicista, amigo del dictador Vladímir Putin. Alexander Dugin, de 60 años de edad, tenía planeado regresar a Moscú en el mismo coche con su hija, pero, en último instante, cambió de decisión. Recordemos que este oscuro personaje que ha salido a la opinión pública mundial apenas recientemente, es escritor y filósofo y se le considera uno de los ideólogos que más ha influido en la política de Rusia en los últimos años y, en particular, en el rumbo que le ha trazado a Vladímir Putin y que éste ha seguido sin poner objeción alguna.           

Una estocada en el corazón

 

            La muerte de Daria ha llegado a lo más profundo del alma de su padre. Ello es innegable. Le ha dejado entrañablemente abatido, debido al amor que un padre profesa por una hija. Pero quienes lo hayan hecho –Ucrania lo niega-, conocen perfectamente quién es Alexander Dugin y cuál ha sido el horrendo papel que ha ejercido en el Kremlin desde que se ganó la confianza de Putin, hasta el extremo de escuchar sus razonamientos torcidos y haya estado de acuerdo en invadir todo aquel territorio que Dugin le haya sugerido. Por eso, le han atacado uno de los flancos más sensibles, cual ha sido su propia hija.

            En lo que respecta al Ministerio del Exterior ruso, María Zajárova, portavoz oficial de esta dependencia Estatal, ha dicho que “si se confirma la huella ucraniana (en el crimen de la muchacha), habrá que hablar de la política de terrorismo de Estado del régimen que gobierna en Kiev. Esperamos los resultados de la investigación.”

            Por su parte, el líder de la autoproclamada República Popular de Donetsk, el prorruso Denis Pushilin, no ha escatimado argumentos para señalar directamente al gobierno ucraniano de ser el causante del atentado, “en un intento de eliminar a Alexander Dugin, los terroristas del régimen ucraniano han matado a su hija,” ha dicho textualmente. Por otro lado, el senador ruso Andréi Klishas, ha calificado el atentado “un ataque enemigo y se debe llevar a la justicia a sus autores materiales e intelectuales.” Y Piotr Tolstoi, vicepresidente de la Duma del Estado o Cámara de Diputados de Rusia, ha señalado: “este crimen no puede quedar impune, hay que responder con dureza y decisión.”

            En lo que atañe al gobierno de Ucrania, ha negado categóricamente su implicación en el atentado que segó la vida de la joven Daria Dugina y así lo ha hecho escuchar Mijailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano: “Subrayo que Ucrania no tiene nada que ver con esto, porque no somos un Estado criminal como la Federación Rusa; ni somos un Estado terrorista.”   

            A pesar de su rotunda negación en la participación en el atentado mortal de la joven, la inteligencia ucraniana tiene presente quién es y de quién se trata cabalmente Alexander Dugin: fue un individuo que participó en su momento histórico, en la fundación del Partido Nacional Bolchevique (ya desaparecido); y ahora defiende las ideas del “euroasianismo” y el conservadurismo, que propone como plataforma ideológica a los políticos rusos actuales. Su nombre forma parte de una lista de enemigos de los Estados Unidos desde el 2015, y sufre las sanciones impuestas por Washington, precisamente “por sus acciones o políticas que amenazan la paz, la seguridad, la estabilidad o la soberanía o la integridad territorial de Ucrania.” Incluso su hija, Daria, fue sancionada también por la Casa Blanca cuando se produjo la invasión a suelo ucraniano de parte del errático ejército ruso, justamente por su labor como directora de la web conocida como United World International (UWI), un medio de desinformación contra USA y favorable a los intereses siempre espurios del Kremlin en política internacional.

 

            Sin duda, hoy estamos refiriéndonos a un hombre profundamente devastado, Alexander Dugin, al serle arrebatada la hija que él amó profundamente y que ha formado parte del “precio que todo ser violento tiene que pagar.” Aquí y después del atentado que le quitó la vida a la joven, cabe recordar aquel principio que es la base de la filosofía del Kung-Fu, las artes marciales chinas y que dice: “El hombre violento… muere violentamente.” En este caso concreto no murió Dugin porque tomó la decisión in extremis de no viajar junto a su hija a Moscú, pero la detonación de la bomba le arrebató un pedazo de su vida… la vida de Daria Dugina. Y la gran pregunta que surge es: ¿Será el propio belicista quien será asesinado próximamente?


Rusia/Ucrania:

Juegos de Guerra que Podrían ser Fatales

 

CENTRAL NUCLEAR DE  ZAPORIYIA -El conflicto armado que inició Vladímir Putin, dictador de Rusia, podría acabar mal no solo para los dos países involucrados, sino también para el resto de Europa y muy posiblemente para el mundo entero. Explicamos: probablemente el tirano Putin y sus oficiales observen la invasión al suelo ucraniano, como “un juego de guerra” en el que podrían salir victoriosos, siempre y cuando actúen con toda la violencia con la que están actuando en estos instantes durante los permanentes ataques con bombas y misiles. Pero lo peor en sus mentes atrofiadas y nulos sentimientos humanistas, finca en que no toman en serio al peligro atómico que entraña Ucrania; es decir, esta nación tiene las plantas nucleares más grandes de Europa y cualquier incidente (y accidente) que ocurra dentro de esas instalaciones, significaría –sin exagerar de nuestra parte-, el final de millones de personas en el Viejo Continente y posiblemente también en Oriente Próximo y el norte de África, por causa de la fuga radioactiva que sucedería. Un claro recordatorio de lo que sucedió en Chernóbyl a mitad de la década de los años 80.

            En concreto: los rusos han bombardeado a la central nuclear de Zaporiyia, de manera irresponsable y suicida, porque si se produce el desastre, el contenido radioactivo llegará hasta Moscú y más allá, acabando con millones de seres (personas y animales), en gran parte de Rusia. No sabemos si Putin, el enloquecido dictador ruso y sus secuaces en el Alto Mando, sus serviles obedientes “a raja-tabla”, lo habrán meditado un poco siquiera. En todo caso, la empresa Estatal ucraniana Energoatom, informó que un bombardeo del ejército invasor ruso alcanzó parte de esta central. Recordemos que esas instalaciones eran administradas por esta misma empresa, hasta que los rusos se apoderaron de ella por la fuerza, lo cual significa que hoy en día está en manos de la soldadesca rusa, que no tiene ninguna experiencia en el manejo de situaciones nucleares. En específico, el ataque alcanzó una línea de electricidad de alto voltaje (330 kilovatios), en esta central que es la más grande de Europa. Ello obligó a desconectar un reactor, mientras funcionaban dos de los seis que tiene en total. Afortunadamente no hubo fuga de radiación y los europeos se salvaron de una inminente catástrofe por acción de la suerte y no por otro motivo explicable mediante la lógica o las evidencias.

 

Amedrentar de cualquier manera   

 

            Altos oficiales del ejército ucraniano consideran que el ataque a la planta nuclear de Zaporiyia ha obedecido a la guerra psicológica que también practica Moscú; lo cual significa que a los rusos les fascina crear terror, asustando con una posible tragedia  nuclear, que no solo acabaría con todo el pueblo de Ucrania, sino con los propios rusos estacionados en suelo ucraniano y millones de europeos y demás seres humanos a miles de kilómetros alrededor. Tal y como hemos reiterado anteriormente. Ha sido un acto de amedrentamiento de parte de las fuerzas rusas ubicadas ahora en la localidad de Enerhodar, donde están las instalaciones atómicas, al sureste de Kiev, la Capital, en el curso del río Dniéper.

            En opinión estrictamente técnica y científica, el italiano Rafael Grossi, director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), “la planta se encuentra completamente fuera de control y cualquier principio de seguridad nuclear ha sido violado (con el ataque).” Seguidamente, solicitó a los rusos y a los ucranianos por igual, que faciliten el ingreso de una comitiva de la AIEA, para que proceda a revisar el estado de la central. Sin embargo, esa decisión corresponde a las fuerzas de ocupación rusas, que llegaron a Zaporiyia hace cinco meses y controlan absolutamente todo lo que hay adentro de las instalaciones, tanto en lo material como en las labores de sus trabajadores.

            Por su parte, el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en sus siglas en inglés), con sede en Washington, asegura que Rusia está atacando con armamento pesado a la localidad ucraniana de Nikopol, a 300 kilómetros al sur, y lo hace desde el interior de Zaporiyia. De acuerdo a un análisis de la ISW, “Moscú está poniendo intencionalmente a Ucrania en una posición difícil: (lo cual significa que el ejército ucraniano) o devuelve el fuego, arriesgándose a la condena internacional y a un incidente nuclear (lo que es poco probable que hagan las fuerzas ucranianas), o permitan que las fuerzas rusas continúen disparando contra posiciones enemigas, desde una zona segura efectiva.” En otras palabras más sencillas todavía, lo que hacen los soldados rusos es disparar con su artillería desde las entrañas de la planta de Zaporiyia, porque se sienten seguros al saber que los ucranianos no devolverán el fuego, para no causar un incidente nuclear. Es un doble juego, porque, si los enemigos deciden responder al fuego con su propio fuego, harían explotar a los reactores nucleares con el consiguiente problema mundial (mortal) que causarían.

 

Otros aspectos de la guerra

 

            Un documento clasificado de El Pentágono, sede de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, indica que Rusia ha sufrido unas 75 mil bajas entre soldados muertos y heridos, a lo largo de esta invasión a suelo ucraniano. Lo anterior significa que ese número de efectivos caídos correspondería a la mitad de los 150 mil hombres que el Kremlin desplegó el primer día de su ataque a Ucrania. El informe fue mencionado en una reunión conjunta y secreta del Departamento de Estado, el Departamento de Defensa, el Estado Mayor Conjunto de USA y la Oficina del Director Nacional de Inteligencia, algo que Moscú ha desmentido vehementemente, cuando sus dirigentes leyeron la crónica en The New York Times. “Es falsa la información publicada en ese diario (…) –contraatacó el portavoz del gobierno ruso, Dmitri Peskov-. No es algo que haya dicho la administración estadounidense, es una publicación de un medio. Hoy en día, incluso los periódicos más serios no hacen ascos a la difusión de todo tipo de noticias falsas. Es una práctica cada vez más habitual.” Recalcitró el vocero de Putin.

            En una variable sobre el mismo tema, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos donó US$500 millones al Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, “para apoyar los negocios y servicios públicos ucranianos, afectados por la invasión rusa.” Funcionarios del Tesoro estadounidense explicaron que el dinero será para financiar la emergencia en Ucrania, principalmente el acceso a energía, garantizar la seguridad alimentaria, las infraestructuras, el transporte y la financiación directa a los agricultores y exportadores; así mismo, para apoyar a las poblaciones más vulnerables y a los desplazados internos en el país agredido.

            El acuerdo fue firmado en una ceremonia virtual, por la secretaria adjunta para el Comercio Internacional y el Desarrollo de los Estados Unidos, Alexia Latortue, y la presidenta del BERD, Adile Renaud-Basso. Fue cuando la primera manifestó: “Esta contribución sirve para reafirmar nuestro apoyo al pueblo ucraniano, mientras defiende a su país de la guerra injustificable y no provocada, que Rusia ha desatado en su contra.” El dinero pertenece a un paquete de ayuda a Ucrania, por US$40 mil millones, que el Congreso estadounidense aprobó en mayo pasado, a instancias del presidente Joe Biden.

 

            Así van las cosas en esa nación europea, mientras el esquizoide Vladímir Putin sigue con sus violentísimos ataques militares, en su afán por recobrar aquellos países que una vez estuvieron bajo “la bota soviética.”


Tensión China/Taiwán

¿Era Necesaria la Visita de Nancy Pelosi a

la Isla de Formosa?

 

TAIPEI- En la existencia humana se producen visitas que halagan, que dan felicidad a quienes actúan en su papel de anfitriones y otras solo calamidades y desgracias conllevan. Este último es el caso de Nancy Pelosi a Taiwán, en una visita que ha enfurecido al gobierno comunista de Beijing y esta dictadura ha ordenado la práctica de maniobras militares en torno a la isla en disputa, “la provincia rebelde,” según la describen los dirigentes chinos desde la noche de los tiempos. Los misiles lanzados desde buques propiedad de la China continental, están cayendo alrededor de Taiwán e, incluso, en el mar del Japón, con toda la tensión que ello involucra.

            Por eso volvemos a cuestionar: ¿Era necesaria la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes del Senado norteamericano, a la isla de Taiwán, antigua Formosa? ¿Para qué hizo ese largo y tensional viaje? Lo cierto es que, ante las consecuencias surgidas, la Casa Blanca, el gobierno de Joe Biden, está sumamente irritado con dicha visita, porque ha puesto a los chinos a la defensiva, han roto convenios de cooperación con los Estados Unidos y ha puesto en peligro a la frágil paz que existía en la región del Pacífico.

            En principio, la visita trata de la presencia en la isla del personaje estadounidense de mayor rango, en 25 años transcurridos; de ahí que Beijing le haya conferido la importancia que le ha dado a Pelosi, una vez que puso sus pies en Formosa. De acuerdo a lo explicado desde el Despacho de esta alta funcionaria, la decisión obedece a una gira por varios países asiáticos, que ha incluido también a Corea del Sur, “para reforzar la presencia de los Estados Unidos en la región.” Sin embargo, lo que ha conseguido, reiteramos, ha sido alterar los ánimos, no solo en los chinos comunistas, sino también del esquizoide líder de Corea del Norte, quien ha amenazado con lanzar ojivas nucleares contra los Estados Unidos. De tal modo, Pelosi no ha ayudado en nada a la estabilidad internacional asiática, sino, por el contrario, está causando una fortísima tensión que podría acabar mal, si la diplomacia no logra apaciguar los ánimos.

 

“La filosofía Pelosi”

 

            Según su manera de ver la política internacional, su presencia en Asia, específicamente en los países que son enemigos de China, y más concretamente aún en el caso de la isla separada de China, “con esta visita da apoyo político a Taiwán y consolida su legado como defensora de la democracia, a pocos meses de finalizar su mandato” en la Cámara de Representantes. Lo anterior de acuerdo a un análisis aparecido en un diario norteamericano.

            Por su parte, el gobierno chino considera que Pelosi nunca debió incluir a Taiwán dentro del itinerario de su gira; incluso, el dictador chino, Xi Jinping, pidió a su homólogo estadounidense Joe Biden, “no jugar con fuego”, durante una conversación que sostuvieron vía telefónica. Dicha amenaza se fundamenta en que la intención –siempre permanente-, de China, es la de apoderarse de la isla a cualquier costo y la opción militar no se ha descartado nunca y es, más bien, la opción más barajada por los chinos continentales. De hecho, mientras Pelosi estaba en Taiwán, los chinos desplegaron los dos portaviones con los que cuenta su Armada, junto a un destructor, en las aguas limítrofes. Esto antes de comenzar “la lanzadera” de misiles en las mismas aguas y de poner en alerta a las Fuerzas Armadas taiwanesas, ante una posible y próxima invasión. De esa manera, la escalada de tensión ya había dado inicio y la supuestamente experimentada en política, Pelosi, parece que nunca se dio cuenta del daño que había causado.

            De la antigua Formosa partió hacia Malasia, donde se reunió con el Primer Ministro y el presidente de la Cámara Baja del Parlamento y, posterior a ambos encuentros, la demócrata estadounidense manifestó a la prensa: “Hemos conversado en profundidad sobre nuestros objetivos comunes de asegurar un Indo-Pacífico libre y seguro.” Pero la realidad está demostrando que su viaje alteró los ánimos y lo que estaba en calma y parecía seguro, ahora lo ha cambiado por un foco de tensión militar y política y la inseguridad se palpa en el aire en el sureste asiático. Incluso, durante su encuentro en Singapur con el Primer Ministro, Lee Hsien Loong, éste le hizo ver a la señora Pelosi que lo importante es “una relación estable entre China y los Estados Unidos, para la paz y la seguridad regional.” Por ello, la pregunta redunda en saber si Pelosi habrá entendido perfecta o medianamente el mensaje.

            Y es que la problemática, el diferendo enquistado entre China y Taiwán (una isla con 23 millones de habitantes), radica en que la primera nación siempre ha reclamado de su propiedad a la segunda, la considera “una provincia rebelde” desde que los nacionalistas del Kuomintamg se establecieron en esa pequeña porción de tierra rodeada de mar, en 1949, cuatro años después del final de la Segunda Guerra Mundial. Es oportuno recordar que los hombres del Kuomintang perdieron la revolución contra los comunistas de Mao Zedong y decidieron hacer “casa aparte” en lo que llamaron Formosa, hoy Taiwán. Desde aquella fecha, los chinos marxistas siguen con el firme propósito de apoderarse de la isla, de igual manera como lo hicieron con Hong Kong, ex colonia británica; y Macao, que perteneció a Portugal. Reiteramos: la opción militar, parecida a la de Rusia contra Ucrania, no ha sido descartada en modo alguno por Beijing.

            Actualmente, China continental mantiene relaciones diplomáticas oficiales con 178 países alrededor del mundo y practica una política de influencia expresamente en América Latina y con menos asiduidad en África, con tal de cerrarle los caminos a la diplomacia taiwanesa, que solo ha conseguido las simpatías o las relaciones con 14 naciones. Además, los chinos comunistas no toleran en modo alguno el concepto de que existen “dos Chinas”, por esa razón deploran la visita de Pelosi y han acusado a Washington “de vaciar el significado de la política de una sola China y de violar sus compromisos de mantener únicamente contactos no oficiales (…).” Y con el descontento de la Casa Blanca con Pelosi y su viaje inoportuno, parece que en algo les dan la razón los norteamericanos a los voceros chinos, ahora fuertemente contrariados.

 

“Despertar a la hidra dormida”

 

            Con su presencia en Taipei, Capital de la isla, Pelosi ha recordado a los analistas, periodistas e historiadores del pasado reciente, que la última visita de este tipo, sucedió en 1997, cuando su predecesor en el cargo, Newt Gingrich, pisó tierras taiwanesas; aunque no causó tanta polémica como ha ocurrido en esta ocasión, porque aquel tuvo la delicadeza, la actitud atinada, de visitar también Beijing; pero Pelosi no tiene esa flexibilidad de Gingrich y antepone su firmeza de carácter a la fineza que debería existir siempre en materia de relaciones diplomáticas y lo que ha hecho la señora presidenta de la Cámara de Representantes ha sido sacar de su profundo sueño, al monstruo de cinco cabezas que vive en una de las grutas a la orilla del Océano Pacífico, en ese caso.

            Por su lado, el gobierno de Biden ha dejado claro que la postura estadounidense con respecto a Taiwán no ha cambiado y la Casa Blanca continuará su apoyo irrestricto a ese gobierno insular, pero reconoce, de paso, a Beijing que en realidad representa a China. También, deplora el posible uso de la fuerza militar, al peor estilo de Vladímir Putin, para anexionarse a Taiwán. Si sucediera algo así, el ejército estadounidense actuaría en concordancia con su amistad con Taiwán, en una guerra que nadie quiere desde ningún punto de vista.

            Con su molesta presencia en Taipei, Nancy Pelosi parece que ha obviado o desconoce la historia reciente entre los Estados Unidos y China, los tres momentos cuando las tensiones alcanzaron su grado máximo entre las dos superpotencias, por defender y apropiarse de la isla, porque, en 1958, los chinos bombardearon posiciones taiwanesas, en un incidente que pudo derivar en una guerra termonuclear, según palabras del entonces secretario de Estado norteamericano, Christian Herter (1959-1961). Otro instante particularmente peligroso fue la crisis causada por China comunista, cuando realizó pruebas con misiles y se prolongó a lo largo de ocho meses, entre 1995 y 1996. En ese lapso, los chinos trataron de amedrentar a los votantes taiwaneses en las elecciones presidenciales de marzo de 1996, para que no votaran por el candidato que no simpatizaba a Beijing y que, al final, fue quien ganó por abrumadora mayoría de votos, contrario a los deseos de los marxistas continentales.

            Cuando redactamos esta crónica de la visita polémica de Pelosi a Taiwán, los chinos comunistas han disparado más de once misiles Dongfeng, alrededor de la isla, y que han caído al Este, norte y sur; también han movilizado más de cien aviones de combate que sobrevuelan a esta nación insular soberana. Un bloqueo marítimo es lo que persiste en estos instantes. Los proyectiles han sido lanzados con un espacio de tiempo de dos horas entre uno y otro. Cinco de ellos han caído en aguas de la zona económica exclusiva de Japón, con la denuncia correspondiente de parte del gobierno nipón en estos términos: “Esto es una cuestión grave que concierne a la seguridad nacional de nuestro país y de nuestra gente. La acción es extremadamente coercitiva.” Reprocha la nota diplomática japonesa.

            Mientras tanto, las Fuerzas Armadas taiwanesas se mantienen en estado de alerta y reaccionarían ante un eventual ataque de China, en coordinación con las naciones aliadas y los Estados Unidos, el principal socio militar del gobierno de la isla. Por su parte, el G-7 hizo una fuerte crítica a las acciones de intimidación emprendidas por los chinos, en estos términos: “Nada puede justificar emplear una visita (de Nancy Pelosi), como pretexto para una agresiva acción militar en el Estrecho de Taiwán.” Sin embargo lo anterior, China no ha detenido su escalada de tensión y sus bombarderos y otros aviones de guerra, rebasan constantemente y de manera flagrante, la línea media de identificación aérea; y un par de drones han sobrevolado las islas Kinmen, un territorio que está bajo control de Taiwán y que es el más cercano a la masa continental.

            Las maniobras militares se desarrollan pensando en una posible invasión al territorio insular, entrando primero en sus aguas patrimoniales y han llegado, incluso, a unos 16 kilómetros de la costa taiwanesa, tal la situación causada por China, y previendo un posible desembarco anfibio. Lo anterior no se efectuaría si antes no se corta la comunicación de los taiwaneses con el resto del mundo, un hecho que los chinos han ejecutado desde el segundo día de la operación militar. Aparte de esto, los cibernautas del gobierno chino han estado atacando a los portales oficiales del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Oficina Presidencial, situados en Taipei.

            De cara a los Estados Unidos, Beijing ha suspendido, en el acto, la cooperación en el tema del medio ambiente y han cancelado las reuniones militares de alto nivel, debido a que han considerado que la visita de Pelosi a Taiwán “socavó su soberanía e integridad territorial”, según han dejado conocer en una nota de protesta. Del mismo modo, China sancionará a Nancy Pelosi y a sus familiares cercanos; así también, ha incluido la suspensión de encuentros bilaterales sobre la cooperación entre China y los Estados Unidos, en la repatriación de inmigrantes ilegales, en asistencia judicial penal, la lucha contra los delitos transnacionales y sobre el control de drogas. 

            Finalmente, la Casa Blanca convocó a Qin Gang, embajador chino en Washington, para hacerle ver la firme condena a las maniobras militares que lleva a tal efecto China en torno a Taiwán y dejarle en claro que “los Estados Unidos no desean una crisis en la región.” Indica un canal diplomático presente en el diálogo. Por su lado, Nancy Pelosi, ante la andanada de ataques verbales que se entrecruzan y que parten de los países involucrados, ha considerado esta crisis de “ridícula” y ha afirmado que su visita a la isla de Formosa no pretendió “perjudicarla ni cambiar el statu quo en Asia o Taiwán, sino mantenerlo.” Indicó. Pero, durante su estadía en Japón, la demócrata de 82 años de edad, soltó toda su verborrea incendiaria sin ningún cuidado, ni miramiento, al enunciar: “Si no denunciamos la situación de los derechos humanos en China por intereses comerciales, perdemos toda credibilidad y autoridad moral para hacerlo en cualquier parte del mundo. China ha intentado aislar a Taiwán y puede intentar evitar que Taiwán visite o participe en otros lugares, pero no nos impedirán viajar allí. Nuestra amistad con Taiwán es fuerte.” Concluyó.

 

            No obstante, la Casa Blanca deplora lo hecho por Pelosi… por haber causado la altísima tensión que hoy estamos observando.


Dron Estadounidense da Muerte Fulminante

a Líder del Grupo Terrorista al-Qaeda,

Ayman al-Zawahiri, el Sucesor de

Osama bin-Laden

 

KABUL, Afganistán; y WASHINGTON D.C. USA- Se trata nada menos del personaje (oscuro por demás), que planificó toda la logística para atentar contra el Trade World Center (Torres Gemelas) de New York, el 11 de septiembre del 2001. No fue Osama bin-Laden como se presumió siempre, sino Ayman al-Zawahiri, médico de profesión y co-fundador de la organización terrorista al-Qaeda. Era un individuo de altísimo perfil, quien, sin embargo, siempre trató de permanecer oculto en las sombras, primero detrás de bin-Laden y después, escondiéndose en distintos refugios entre Afganistán y Pakistán. Cuando el dron, enviado por la CIA, le fulminó con uno de los dos misiles que disparó, se hallaba refugiado en un barrio de Kabul, Capital afgana, a pesar de que los talibanes firmaron en Doha el documento en el que se comprometían a no darle albergue a terroristas de ninguna índole en su territorio. Empero, ya vemos que para el talibán una cosa es lo que suscribe y otra muy distinta… lo que practica, en este caso su adhesión y sus simpatías por al-Qaeda.

 

Las cosas habían cambiado

 

            A pesar de que, con el transcurso de los años, desde aquel fatídico 11 de septiembre, las circunstancias habían ido cambiando paulatinamente, la agrupación terrorista al-Qaeda seguía siendo peligrosa. Ciertamente se había debilitado hasta hacer desaparecer casi por completo sus actos criminales en Oriente Próximo, Europa y África, que eran los escenarios en los cuales sus asesinos se movían con prioridad. La muerte de su líder indiscutido, Osama bin-Laden, durante una incursión de los marines (en helicópteros Apache) en Islamabad, Capital de Pakistán, hizo cambiar los hechos y en lugar de ser los terroristas quienes marcaran el derrotero sangriento con sus acciones, pasaron a la defensiva y  mantenerse escondidos en esos dos países que siempre han sido seguros y amistosos con la red al-Qaeda.

            No obstante, a pesar de esa disminución de la actividad terrorista, la CIA estadounidense no cejó en sus intenciones de dar de baja a los dirigentes asesinos en cualquier momento y lugar. Es decir… la inteligencia norteamericana no olvida, no pierde de vista a sus objetivos, aunque los años pasen unos detrás de otros. Es por eso que, una vez localizado al-Zawahiri, se procedió, con precisión quirúrgica, a darle muerte, mientras estaba plácidamente en el balcón de su vivienda en Kabul, en la zona residencial de Sherpur. El criminal islámico no se percató que, en ese tranquilo domingo, un dron iba directamente hacia su casa. Transcurría apenas la mañana de ese día, eran las 6:18 minutos y afuera la temperatura indicaba unos 170 grados centígrados. El Sol había salido recientemente y daba inicio su recorrido por el firmamento. Lo que menos sospechaba el médico/terrorista era que ese sería el último día de su vida. Alrededor, hay otras casas donde vive todavía una de las mujeres del occiso, su hija y sus nietos, quienes no sufrieron daños colaterales, debido a la precisión y a las características técnicas del misil “que visitó” al terrorista.     

            En todo caso, al-Zawahiri no había olvidado que los estadounidenses tampoco olvidan y su vida en Kabul era un completo misterio: no salía a las calles de esa ciudad, no usaba teléfono móvil y el sigilo absoluto era su modo de vida desde que se le puso precio a su cabeza. Ese domingo, como hemos señalado, se hallaba en el balcón de su morada cuando dos misiles Hellfire R9X “flying ginsu” (marca inspirada en los cuchillos japoneses), aparecieron en el cielo no se sabe cómo ni de dónde partieron. Se trata de un arma que, hasta el momento de su lanzamiento, era secreto del Pentágono y de la CIA.

Un alto funcionario de la Armada norteamericana indicó después del atentado: “El ataque fue finalmente ejecutado (…) por un dron. Dos misiles Hellfire (fueron disparados contra) Ayman al-Zawahiri, que es abatido. Fue asesinado en el balcón. Según múltiples fuentes de inteligencia, se trata, en efecto, de él y solo él fue quien murió. No familiares ni civiles.” Un comunicado del gobierno talibán añadió que uno de los cohetes impactó en una casa vacía, aledaña a la de la víctima; pero no hubo más víctimas. La Casa Blanca, por su parte, subrayó que “la operación no necesitó efectivos militares en el terreno.”

            El arma utilizada es una versión modificada del misil estadounidense y no tiene carga explosiva, por eso no causó daños colaterales en las demás personas, porque está provisto de seis cuchillas (de ahí su nombre en japonés), que se despliegan antes del impacto y corta totalmente a su objetivo, sin que se produzca detonación alguna. En otros términos, el terrorista murió desangrado y al instante. Una muerte sumamente dolorosa y aún más impactante debido al elemento sorpresa. “Esta misión fue cuidadosamente preparada. ¡Fue un éxito!” Exclamó un eufórico Joe Biden, presidente de los Estados Unidos.

            Lo anterior ha obedecido al final de la persecución que la CIA estaba efectuando contra este líder terrorista desde hace bastantes años, décadas para ser más exactos. Washington localizó a la familia del criminal en el 2022 y un trabajo exhaustivo de inteligencia confirmó que, realmente, al-Zawahiri estaba escondido en ese vecindario de clase alta en Kabul, Afganistán. De inmediato, se procedió a hacer análisis del entorno de la casa, sus vecinos, la estructura del inmueble y de la vida misma del terrorista, quien nunca veía la luz del Sol, porque siempre estaba metido entre las cuatro paredes, a sabiendas de que sería presa fácil del espionaje norteamericano. En la CIA y la Casa Blanca solo unas pocas personas sabían lo que se estaba planeando contra el sucesor de bin-Laden. Dichos planes adquirieron forma definitiva entre mayo y junio de este mismo año y el 1 de julio, en la llamada “Sala de Situaciones” de la Casa Blanca, el proyecto para acabar con la vida de al-Zawahari fue presentado a Joe Biden, quien dio el visto bueno; incluso se le entregó una maqueta de la vivienda del terrorista, para ilustrar mejor el desenlace.

            Cuando el presidente vio en directo el atentado contra el enemigo de los Estados Unidos y gestor del 11 de septiembre, y una vez seguro de que su muerte se había consumado, expresó a sus colaboradores cercanos: “No importa cuánto tiempo cueste, no importa dónde se esconda, (porque) si alguien es una amenaza para nuestra gente, los Estados Unidos le encontrarán y le quitarán de en medio. Se ha hecho justicia y hemos acabado con este terrorista líder.”

 

Perfil del criminal abatido

 

            El individuo que acaba de matar un dron enviado por la CIA norteamericana, no era un hombre común: era nada menos que el ideólogo de los atentados del 11-S de Nueva York, se trataba de un asesino radical y el maestro, en todo aspecto, de Osama bin-Laden. Incluso se le consideraba el líder que llevó a al-Qaeda a romper líneas islamistas moderadas dentro de la yihad (guerra santa). Era un reformador, en suma… Un reformista negativo, para especificarlo con mayor claridad.

            Antes de encontrarse con Osama bin-Laden, este no pertenecía a al-Qaeda a pesar de que le gustaba el radicalismo islámico; el árabe era un joven sin experiencia política alguna, nacido de un padre millonario saudí y muy cercano a los Hermanos Musulmanes (grupo heterogéneo); pero el encuentro con al-Zawahiri cambió la visión del mundo en bin-Laden. Por aquel entonces, el viejo médico ya había participado en el asesinato del ex presidente egipcio, Anwar el Sadat, y tenía el bagaje suficiente para formar su propio grupo radical y terrorista, lo cual hizo al conformar al-Qaeda. Hay quienes afirman que Osama bin-Laden tenía un papel eminentemente decorativo y quien regía los movimientos y destino de la agrupación, era Zawahiri. Algo que no ha dejado de debatirse desde siempre, desde la irrupción de estos asesinos en la panorámica internacional.

            Al conocerse ambos, observaron que tenían algunos puntos en común, como la educación de los dos: Osama era ingeniero; y al-Zawahiri era médico; además, provenían de familias acaudaladas… el primero de Arabia Saudita y el segundo de Egipto, aunque sus padres no eran millonarios como los de bin-Laden; pero lo que le sobraba a este último era experiencia armada, política, ideológica, religiosa y se trataba de un individuo curtido en mil batallas contra los sistemas imperantes en todo Oriente Próximo. Osama solo tenía que aprender de él, tal y como lo hizo.

            En ese largo camino a través de al-Qaeda, al-Zawahiri se convirtió en el ideólogo del grupo terrorista y convenció a Osama de atacar a los Estados Unidos, en lugar de hacerlo contra los gobiernos regionales, en Oriente Próximo. Fue quien convenció a “su socio” árabe de asesinar a Abdalá Azzam, un fundamentalista moderado, unas 48 horas antes del atentado en Nueva York. Fue liquidado por bin-Laden para acabar con cualquier fuerza que pudiera apoyar a los Estados Unidos, cuando reaccionara después de los atentados del 11-S.

            Después del magnicidio del presidente Sadat, al-Zawahiri fue encarcelado y al salir de prisión comenzó a organizar a grupos de los Hermanos Musulmanes en Egipto; luego se marchó a Arabia Saudita, Pakistán y finalmente hacia Sudán, desde donde dirigió a la Yihad Islámica Egipcia, una facción terrorista que efectuó atentados impresionantes por su salvajismo, contra civiles, principalmente. Y en 1998 dicha Yihad se fusionó con el grupo que lideraba Osama bin-Laden. Fue así como la relación terrorista, amistosa, religiosa e ideológica entre ambos, se tornó inseparable; e incluso hay quienes aseguran que el egipcio ejercía un protagonismo muy parecido al de un padre con respecto a Osama, ya que este siempre buscaba un mentor, una figura paterna que le orientara a diario.

            Para finalizar, diremos de al-Zawahiri, el líder terrorista recientemente ultimado en el balcón de su casa, hablaba fluidamente inglés y francés, además de su egipcio natal; era experto en política internacional y un profundo conocedor del Islam, doctrina en la que nació, se crió y fue asesinado al fragor de su radicalismo homicida.


Estas son las Armas que Necesita Ucrania

con Urgencia, para  Enfrentar a

los Invasores Rusos

 

KIEV- No solamente el ejército de Vladímir Putin ha tenido contratiempos y severos daños desde que comenzó su invasión a suelo ucraniano, sino también los mismos defensores de la patria, en este caso la Armada de Ucrania. Por el lado ruso, sabemos que Putin consideró esta aventura, además de llamarla “misión especial,” como algo fugaz, rápido y conciso; es decir, restó importancia al enemigo, lo disminuyó al mínimo, pero se equivocó de plano, según le ha demostrado la realidad: de hecho, las bajas mortales sobrepasan los 15 mil soldados enviados por Moscú. Una cifra que seguirá creciendo a medida que los rusos sigan enfrentándose con el mal armado ejército ucraniano.

            Por otra parte, el Alto Mando de Ucrania creyó que las naciones que componen la OTAN iban a dotarlos de gran cantidad de armas modernas y sofisticadas para emprender la defensa de su territorio, de ahí el gran entusiasmo que mostraron estos militares en los primeros días de la guerra; pero, poco a poco, esas ilusiones se han ido apagando, en especial cuando gobiernos como el alemán, en aras de una política de neutralidad obligada (para no perder el suministro de gas ruso), no envió a los ucranianos más allá de los 7 mil cascos que les hizo llegar en las dos primeras semanas de la contienda.

            En específico, y según las palabras textuales del asesor presidencial Mykhailo Podolyak, “para poner fin a la guerra, necesitamos paridad de armas pesadas.” En concreto, esa lista que urge al gobierno y ejército de Kiev, se desglosa de la siguiente manera:

 

1,000 obuses, calibre 155 mm;

300 MLRS (M270 Multiple Launch Rocket System);

500 tanques,

2,000 vehículos blindados,

1,000 drones

 

            Y mientras Kiev ruega –literalmente-, a la OTAN para que haga efectivos esos pertrechos, los rusos continúan bombardeando sin piedad a los puertos ucranios en el Mar Negro, saquean las cosechas de granos que eran para la exportación, calcinan con bombas y misiles los campos de labranza y se apoderan de la región Oriental del país invadido. La lentitud, el desinterés y hasta el temor a las represalias que podría llevar a cabo Putin, es lo que caracteriza a las naciones de la Europa libre en estos instantes. Casi todos sienten que el esfuerzo de guerra que hace Occidente es muy poco o casi ninguno, mientras los soldados ucranianos (miles de ellos ciudadanos improvisados en el arte bélico, quienes han tomado las armas), están cayendo en los campos de batalla.

 

            En lo que respecta a Vadym Skibitsky, subjefe de la inteligencia militar de Ucrania, en entrevista para el diario inglés The Guardian, manifestó que “ahora todo depende de lo que nos dé Occidente.” En otras palabras: el resultado del enfrentamiento bélico con Rusia está sujeto al envío de armas que los aliados europeos y estadounidenses vayan a efectuar. También Vitaliy Kim, gobernador regional de Mykolaiv, argumentó ante La Voz de América (VOA News), que “el ejército de Rusia es más poderoso, tiene mucha artillería y municiones. Por ahora, esta es una guerra de artillería… y no tenemos municiones. La ayuda de Europa y los Estados Unidos es muy, muy, muy importante.” Recalcitró.

           

            Las respuestas vagas de parte del Pentágono y de la Casa Blanca a estas peticiones de Kiev, indicaron que la promesa de hacerles llegar asistencia militar, se mantiene firme y en pie y prontamente les enviarán helicópteros, sistemas de armas antitanque Javelin, radares y vehículos tácticos; y desde el instante cuando fueron dichas esas palabras, la ayuda se ha ido produciendo por “cuenta-gotas”, lenta, muy lenta, despaciosamente, y solo de parte de los norteamericanos, mientras los rusos siguen bombardeando a placer ciudades enteras, asesinando de paso a mujeres, niños y ancianos, sin el menor cargo de consciencia o culpabilidad. Y ya hay quienes afirman que el vencedor será Putin y su Armada, ante la inacción y el silencio cómplice de la OTAN, que pudo haber hecho más, pero fue indiferente… 


Cadena Perpetua para el Terrorista de ISIS,

 Salah Abdslam

 

PARÍS, Francia-Los tribunales franceses acaban de sentenciar al terrorista del Estado Islámico (Daesh o Isis), Salah Abdslam, por los atentados en el estadio de Francia, en la sala de espectáculos Bataclan y en las terrazas de París, el 13 de noviembre del 2015. Se trata del único superviviente de aquella noche aciaga que puso de rodillas a la policía francesa y causó pánico en toda Europa. Específicamente, el Tribunal de lo Criminal de esta Capital, condenó al asesino musulmán a cadena perpetua y no deja posibilidad de reducir la sentencia. Recordemos que causó las muertes de 130 personas inocentes, la mayoría civiles ajenos a los problemas que se vivían en Oriente Próximo en aquellos días, y también hubo 400 heridos, producto de los tiroteos y detonaciones ocasionadas por los terroristas islámicos.

            Además de este individuo, indoctrinado por la jefatura del Daesh para asesinar “en nombre de Aláh, todos los acusados in ausentia, debido a que murieron en la refriega que se dio esa noche, fueron condenados a varios años de prisión, según informaron los encargados de prensa judiciales.

 

Un criminal en potencia

 

            Salah Abdslam ha sido considerado en el mundo libre Occidental un asesino de cuidado, un potencial criminal, candidato a la pena de muerte sin mucho titubeo o, en este caso específico, a cadena perpetua en Francia. Ha sido hallado culpable de asociación a una banda terrorista y coautor de la matanza. Contra él pesaron las versiones de testigos, videos recabados por la policía, aquellos filmados por el propio Daesh (Estado Islámico) y documentación en poder del Estado francés en los que se arrojan datos de sus viajes constantes entre París y Siria, país que en aquel momento estaba partido en dos y una de esas mitades estaba en poder de los fanáticos asesinos del Daesh. También se le culpa de haber efectuado varios atentados y del transporte de gran cantidad de explosivos, motivos suficientes para acabar con el resto de su vida detrás de los barrotes, en una celda de máxima seguridad.

            El proceso llevado en su contra en París, abarcó 148 horas de deliberaciones, hasta que, finalmente, se dictó sentencia contra los 14 acusados y sus cómplices, quienes actuaron con impresionante frialdad durante los atentados terroristas en esta ciudad y en Saint Denis.

            Otros dos sentenciados a prisión, fueron Osama Krayem, quien “participó activamente en los trabajos de asociación criminal”, según reza el documento final redactado en la sala de juicio; y Mohamed Abrini, quien “estuvo perfectamente integrado en la logística de los asesinatos”, enfatiza el mismo pliego.

            Retornando a Salah Abdsalam, el principal de los acusados, diremos que cuenta con 32 años de edad en estos momentos y una vida por delante para sufrirla en la cárcel, de la que no saldrá nunca, una sentencia con la que muchos ciudadanos franceses no están de acuerdo, pues consideran que la pena de muerte (en la horca), sería lo más justo para él. Además de lo anterior, se le tiene por el “cerebro y hombre orquesta de las matanzas” y la opinión que tiene sobre sí mismo la externó el primer día de debates al decir: “Soy un soldado de Aláh y Mahoma es su profeta,” evidenciando el altísimo grado de fanatismo religioso que todavía sigue vivo en sus entrañas, que, en caso de que se le hubiese dejado en libertad, hubiera seguido siendo igualmente peligroso como lo fue aquella noche de los asesinatos en la “Ciudad Luz.” Incluso, con fundamento en lo perpetrado por este criminal y sus seguidores, el Tribunal parisino resaltó: “Más allá de la pavorosa matanza, también hemos juzgado esa dimensión cultural del proceso (y esta es) una sentencia que aspira a la ejemplaridad contra el islamismo terrorista. Los responsables de los atentados de París, eran soldados de un ejército en guerra religiosa, islámica, contra Francia y la civilización europea. Los asesinos habían elegido sus blancos con cierto rigor religioso. En Saint-Denis se atentaba y derramaba sangre en una geografía histórica capital. Allí se encuentra la basílica donde están enterrados todos los reyes de Francia, muy cerca del Estadio de Francia, el templo donde se celebran los grandes acontecimientos deportivos nacionales e internacionales de nuestro tiempo. En el Este de París, los asesinos eligieron terrazas que simbolizan el triunfo y el atractivo de la noche y la vida nocturna parisina. En la sala de fiestas Bataclan, la matanza se perpetraba en otro símbolo de la vida occidental moderna: un centro de comunión musical para jóvenes educados en la libertad sin fronteras de los conciertos.” Aclaran y describen estos párrafos de la sentencia.

            Lo indignante se presentó al final del proceso, cuando el mismo Abdslam y otros acusados pidieron perdón y clemencia; fue cuando varios letrados se sintieron indignados y consideraron esa súplicas, provenidas de corazones cobardes, “indecentes e infames,” pues se trata de asesinos, coautores de atroces matanzas, en nombre del terrorismo islámico y del fanatismo trasladado de Irak y Siria, en Oriente Próximo, hasta el epicentro de la cultura occidental, cual es París, la Capital de Francia.

 

Posibles apelaciones

 

            A partir de la sentencia que ha sido dejada escuchar a los circunstantes en la sala y a la prensa ahí presente, los procesados y encontrados culpables tienen 10 días hábiles para presentar las apelaciones que crean convenientes. No obstante, de llevarse a cabo dichas apelaciones, la generalidad de los conocedores de las leyes francesas considera que no cambiarán en nada o en poco las decisiones de los magistrados.

            En el caso concreto de Abdslam, su abogado defensor hizo ingentes esfuerzos por presentar la masacre como “una pena de muerte social y mi representado renunció a hacerse explotar la noche del ataque.” Manifestó. Empero, para la Fiscalía Nacional Antiterrorista (PNAT), el principal acusado, quien fue detenido en Bélgica el 18 de marzo del 2016, cuatro días antes de los atentados de Bruselas, donde cobró las vidas de otras 32 personas inocentes, “el musulmán sí intentó activar su cinturón de explosivos. Tiene las manos manchadas con la sangre de todas las víctimas” y, por lo tanto, es acreedor a la condena que se ha dictado en su contra.

            Sus palabras finales, dichas ante la audiencia presente en la sala del juicio, fueron en este sentido: “No soy un asesino (¡!) y, si me condenan por asesinatos, cometerían una injusticia (nótese el inmenso cinismo del que ha sido capaz este criminal islámico del Daesh).” Y para hacer más grande su desparpajo, pidió nuevamente perdón a los sobrevivientes y a los familiares de las víctimas y en el grupo de estas últimas estaba Aurélie Silvestre, quien perdió a su pareja en la sala de festejos Bataclan, quien dio estas declaraciones al diario Libération: “Voy a pasar una enorme página y, tras esto, la vida empezará de nuevo. Esto es seguro. Habrá un después. El juicio me permitió digerir el drama (finalmente).” Anheló.

            Aquella noche del 13 de noviembre del 2015 el mundo entero contuvo la respiración cuando un comando enviado desde Siria por el Estado Islámico (Daesh o Isis), irrumpió en varios puntos de la Capital de Francia y procedió a explotar chalecos suicidas que portaban los terroristas y accionar sus fusiles automáticos contra las personas inocentes que estuvieron a su alcance. Fue una de las peores noches vividas en esta nación que representa, junto al resto de Europa, a la cultura Occidental y a las libertades individuales en el mundo actual y moderno.

 

Ciertamente, la sentencia le ha resultado barata y cómoda al líder de los asesinos y la mayoría de los franceses, al escucharla, suspiraron por “la guillotina”, aquel instrumento de justicia que no dejaba ninguna duda acerca del poder que llevaba implícito la misma aplicación de la justicia. Cadena perpetua… ha sido poco, muy poco y esa es la gran verdad subyacente.


Mike Pence, el Vicepresidente que se Salvó de

la Muerte al Huir por los Pasillos

de El Capitolio

 

WASHINGTON D.C.-Hay quienes le consideran el último y único amigo que le quedó a Donald Trump al finalizar su período constitucional como presidente de los Estados Unidos. Su lealtad hacia el ex mandatario, evidentemente, no fue correspondida por un individuo que solo pretendía perpetuarse en el poder, si su funesto y mal diseñado plan hubiese alanzado el éxito y, por el contrario, su vida estuvo a un paso de perderla cuando la turba de seguidores de Trump (la gran chusma) lo buscaba afanosamente por todo el edificio de El Capitolio.

            Pero esa amistad, que hasta aquel momento era a toda prueba, se quebró cuando el elegante Pence observó que el presidente iba “por caminos torcidos” y su innata inteligencia le obligó dar ese “golpe de timón” que, según los analistas políticos, salvó a la democracia y el sistema presidencialista pudo continuar sin grandes cambios en su perjuicio. Así lo ha determinado recientemente la comisión parlamentaria que investiga el alzamiento provocado por la retórica incendiaria de Donald Trump, y que llevó a miles de seguidores a invadir a El Capitolio en enero del 2021.

            En otras palabras y según se desprende de las declaraciones brindadas a los miembros de la comisión, por testigos que estuvieron en la Oficina Oval de la Casa Blanca (el Despacho del presidente), Mike Pence sufrió una enorme presión de parte de su jefe Trump, para revertir los resultados de las elecciones presidenciales que perdió el violento ex mandatario, quien ordenó a su vicepresidente que cediera y se negara a declarar a Joe Biden el nuevo presidente electo. Pero Pence buscó asesoría en abogados constitucionalistas y el resultado de su acción fue negarse a seguir las directrices torcidas que su superior le ordenaba vía celular.

 

“¡Mátenlo, mátenlo!”

 

            Cuando el criminal Trump, a todas luces culpable de causar el levantamiento de “la canalla” contra El Capitolio y sus ocupantes, se percató de que Pence no le hizo caso a su demanda de no entregar el poder, ordenó a la turba buscarle, apalearle y por supuesto… asesinarle. Algo que el ex mandatario republicano ha negado reiteradamente en los últimos días; aunque ha quedado estipulado y debidamente consignado en los archivos que ha reunido la comisión que, “cuando el conservador Pence se negó, asesorado por abogados y defendiendo lo establecido por la Constitución, la turba irrumpió en el Capitolio en su busca, para lincharle y ahorcarle.” Así según declaraciones vertidas a la misma comisión legislativa y el presidente de ésta, el demócrata Bennie Thompson, añade: “(…) Varios testigos afirmaron que los saqueadores del Capitolio habían sido incitados por Trump y creían estar actuando bajo sus directrices. (Pero) Mike Pence se negó… resistió a la presión. (Él) sabía que era ilegal. Sabía que estaba mal. Somos afortunados por el coraje del señor Pence aquel 6 de enero. Nuestra democracia estuvo peligrosamente cerca de la catástrofe. Esa valentía lo puso en tremendo peligro. Esta nación es afortunada por el coraje del señor Pence.” Aseveró.

            En lo que atañe a la diputada por el Partido Republicano, Liz Cheney, y a la postre vicepresidenta de la misma comisión, señaló que “hubo un implacable esfuerzo del presidente Trump por presionar a Mike Pence, para que se negara a contar los votos electorales, el 6 de enero. Lo que el presidente quería que hiciera el vicepresidente, no solo estaba mal… era ilegal e inconstitucional.” A estas conclusiones llegaron los congresistas investigadores, luego de que se reprodujeran en la sala fragmentos de interrogatorios, entrevistas y discursos (como el que dio Trump ante la Casa Blanca, minutos antes del saqueo a El Capitolio), brindados por testigos que han sido llamados por la comisión.

            En este lapso del presente reportaje, es oportuno recordar que las elecciones presidenciales de los Estados Unidos no son de elección abierta, sino que los Estados de la Unión eligen a 538 electores, de los que 306 favorecieron al triunfo de Biden, en los pasados comicios; y una sesión conjunta de El Capitolio, presidida por el vicepresidente (en este caso particular le correspondió a Mike Pence), certifica, cada cuatro años, la afiliación de esos electores.

            Sin embargo, gracias al hecho de que Pence salió bien librado al escapar por los pasillos poco conocidos del edificio del Congreso, no podemos dejar de pensar qué hubiese ocurrido si “la canalla” o simpatizantes del violento Trump, lo hubiesen atrapado… de haber ocurrido esa nefasta situación, la historia habría registrado, por vez primera en los anales de la vida democrática de este país, el ingrato episodio del asesinato de un hombre justo, un buen amigo de sus amigos y un excelente político estadounidense… la de Mike Pence y todo por no ayudar para que su demente jefe, Donald Trump, lograra su cometido de no entregar el poder al demócrata Joe Biden. Ahora, gracias a la comisión investigadora, los estadounidenses que una vez creyeron a las diatribas venenosas de Trump en aquella fecha, hoy están claros de quién es el verdadero culpable y hacia dónde quería conducir al sistema democrático de la nación.

 

Declaración de John Eastman

 

            Se trata de un abogado que trabajó un lapso de tiempo para Donald Trump y su principal trabajo, en los últimos días de la presidencia de aquel, se concentró en llevar a efecto una agresiva estrategia para negarle a Biden la presidencia que había ganado honrada y sobradamente, fechas antes. Eastman, según ha conocido la comisión, “envió extensos memorandos legales que contemplaban posibles escenarios que desembocaban en Pence, negándose a certificar los resultados durante el pleno de las dos cámaras de El Capitolio.” Cita el informe.

            Incluso, el mismo abogado declaró que hubo una reunión con Trump y Pence en el Despacho Oval, el 4 de enero del 2021, durante la cual se dijo que el vicepresidente, que a su vez preside el Senado, tenía la facultad para negarse a dar la certificación del triunfo electoral. Aun así, hubo otros abogados que asesoraron al vicepresidente y le hicieron ver que esa era una determinación equivocada, porque la Constitución de los Estados Unidos no se lo permitía en modo alguno.

            Dentro de la descripción que hizo Greg Jacob, el asesor legal de Mike Pence, “el primer instinto del vicepresidente fue que no había manera de que una sola persona, en particular él mismo, pudiera tener la autoridad de rechazar a los electores (que llevaron a Biden a la presidencia en este caso), o suspender la sesión conjunta, por primera vez en la historia, para tratar de obtener un resultado diferente (y que favoreciera a los caprichos de Trump para quedarse indefinidamente en la Casa Blanca).”

            Otro asesor legal de Pence, llamado J. Michael Luttig, quien, incluso, es juez  jubilado, indicó, bajo juramento y ante la comisión congresista, que las afirmaciones del abogado de Trump, no están respaldadas por la Constitución de los Estados Unidos y no tienen precedente y estas fueron sus palabras textuales: “No había respaldo alguno ni en la Constitución, ni en las leyes para que el vicepresidente, francamente, contara nunca con listas electorales alternativas de los Estados que no habían sido certificadas oficialmente.” Fue cuando la diputada republicana Cheney retomó el uso de la palabra en el seno de la misma comisión, para decir que “Trump y su abogado Eastman sabían el resultado que querían y vieron una manera de seguir adelante, si simplemente fingían que los electores falsos… eran reales.” Es decir, claramente, lo que se estaba fraguando era un golpe de Estado en toda regla. El primero en la larga vida democrática del país y Donald Trump estaba más que dispuesto a ser el golpista.

            El último abogado que testificó ante la comisión fue Eric Herschmann, quien trabajaba en la Casa Blanca bajo las órdenes de Trump y declaró bajo juramento también que Eastman le dijo que “era necesario asumir que podía haber violencia en el proceso de invalidar las elecciones. Me dijo cosas como que ha habido violencia en la historia de nuestro país, para proteger a la democracia o para proteger a la república. (Entonces) le dije: ¿Se te ha ido la maldita cabeza? Estás completamente loco. (Pero) Eastman me respondió que habría disturbios si Trump perdía.”

            Y el último intento desesperado ante la comisión, por parte del abogado del ex presidente golpista, fue evitar, a toda costa, dar los correos electrónicos que escribió en aquella coyuntura y que contenían abundantes memorandos; empero, un juez federal le ordenó entregar 400 documentos de este tipo y que, obviamente, le incriminan y con él… a Donald Trump, por supuesto. Este último fue informado repetidamente, de que lo que intentaba hacer o perpetrar contra el orden establecido constitucionalmente, no era legal, que sus denuncias de fraude no tenían validez legal; pero hizo caso omiso, ignoró todos los consejos y buscó abogados que le respaldaran en su ilegalidad y le dieran total razón, aunque no la tuviera; es decir, que le dijeran lo que deseaba escuchar. Recordemos que ningún juzgado en los que presentó sus denuncias de fraude, incluyendo al Supremo, no hicieron caso a aquellas falsas denuncias. Es cuando el diputado demócrata, Pete Aguilar, aprovechó este lapso de las investigaciones para asegurar que “el presidente Trump lanzó una campaña de varias semanas, tanto pública como privada, para conseguir que el vicepresidente (Pence), violara la Constitución.” Y como éste se negó tajantemente, Trump se sintió traicionado por quien consideraba, no su amigo, sino su servil, su lacayo, y ordenó a la turba buscarle y ahorcarle en alguna viga del edificio del Senado. Hasta ese extremo pudo llegar el odio, el delirio y la violencia que siempre han anidado en el alma de Donald Trump.

 

“Una marioneta” en el Departamento de Justicia

 

            Los congresistas, así mismo, descubrieron otro ardid, cual fue el plan de colocar a un hombre totalmente plegado a las intenciones espurias del ex mandatario, al frente del Departamento de Justicia e impugnara, de inmediato, el triunfo electoral de Joe Biden. Se trató de Jeffrey Clark, quien tendría la misión de poner a los pies de Trump a todo el Poder Judicial y demostrar que los demócratas habían cometido fraude en las entonces recién finalizas elecciones generales. Por supuesto que la pregunta que aquí cabe es, ¿Cuánto pagó Donald Trump por esa obediencia ciega de parte de Clark? Muchos suponen que el cheque contaba “con muchos ceros a la derecha.”

            Según se supo recientemente, Donald Trump trató, en una reunión acaecida en la Oficina Oval de la Casa Blanca, colocar al frente de la fiscalía de la nación a Jeffrey Clark, quien sería “la marioneta” perfecta para declarar inválidos los comicios presidenciales. Tres días después, el mismo ex mandatario azuzó a la gran chusma para que atacara al Capitolio, como bien sabemos hasta la saciedad. Quien sería destituido, de haber triunfado el plan de Trump, habría sido el fiscal interino, Jeffrey Rosen, quien se negaba a seguir los caprichos del díscolo presidente.

            Clark era miembro del Departamento de Derecho Ambiental y, en palabras del Rudy Giuliani, exalcalde de New York ante la comisión, “la mayor virtud de Clark era que no le preocupaba lo que podía pasarle a su reputación al embarcarse en esa cruzada a las órdenes del presidente derrotado y pese a su absoluta falta de experiencia en la práctica procesal, Trump quiso colocar a Clark al frente del Departamento de Justicia, solo porque estaba dispuesto a apoyar ciegamente la teoría del robo electoral y a poner la fiscalía general al servicio del plan del magnate, para revocar la victoria de Joe Biden.” Explicó.

            Por su parte, el presidente de la comisión, el demócrata Bernnie Thompson, dijo: “(Trump) quería que el Departamento de Justicia legitimara sus mentiras,” y para ello, irrespetó, incluso, la separación de poderes que en toda democracia están debidamente demarcados y estuvo dispuesto a utilizar en beneficio suyo, al brazo judicial estadounidense. Por último, se supo que el FBI estuvo recientemente en la casa de habitación de Clark, recabando pruebas, indicios, que Merrick Garland, el fiscal general actual podría usar en su contra y de Trump también, si decidiera procesarlos a ambos por los actos ilegales que han cometido en el pasado reciente. Es decir, las acciones penales podrían verse prontamente en el horizonte de la realidad norteamericana. De hecho, varios de los simpatizantes asesores de Donald Trump, ya están siendo procesados, están siendo encausados por el mismo delito que ha ido en contra de la democracia de los Estados Unidos, solo hace falta “el pez más gordo” que en este caso es el ex presidente Trump, el gestor de toda esta horrenda historia.

            Antes de poner el cierre a este reportaje, traemos del recuerdo la respuesta que le dio al ex mandatario, el ex fiscal general William Barr, quien, sin “pelos en la lengua”, le dijo que su teoría del fraude electoral era un auténtico “disparate,” porque, la verdad, solo en una mente enloquecida como la de Trump, podía ocurrírsele no entregar el poder de la democracia más poderosa del orbe y causar todo el desatino que causó, con tal de quedarse a manera de dictador en una nación que se mueve mediante a leyes centradas y racionales y que le dan sustento y son el andamiaje de su sistema político, jurídico y civil. Lo que se espera, una vez que “el puzzle” haya sido armado apropiadamente por la comisión investigadora, es que Trump sea procesado judicialmente y pague con pena carcelaria, no solo por atentar contra la democracia, sino por las muertes que su llamado violento causó en varias personas que ingresaron a El Capitolio, arrastradas por su verbo incendiario, demencial y criminal. Que esta comisión no se quede dentro de las paredes del Congreso, sino que sea vinculante con el sistema judicial y se castigue a los instigadores con todo el peso de la ley, porque Donald Trump debe ser sacado de la cotidianidad estadounidense de manera definitiva y tajante y no se le permita nunca más el uso de un micrófono para azuzar a las masas, a la canalla que le sigue y le admira, en detrimento de las virtudes y bondades de ese gran país.

 

            En resumen, uno de los cronistas que sigue fielmente al trabajo de la comisión, describe así lo que ha sucedido en el salón de sesiones, en los últimas semanas: “Los tres testigos han ido pintando el cuadro de presiones y salvajes teorías de la conspiración de esos meses, ayudados por el congresista Adam Kinzinger, representante del Estado de Illinois y uno de los miembros republicanos de la comisión (que completan siete demócratas). En una actuación comedida, pero contundente, Kinzinger, que se ha ganado el odio de amplios sectores de su partido por contribuir a esta investigación (tanto es así, que anunció a finales del año pasado que no se presentaría de nuevo al Congreso), ha ido aportando pruebas documentales y videos, como uno en el que se pudo ver a Eric Herschmann, colaborador legal de la Casa Blanca en la época, recordar su reacción cuando supo sobre los planes de poner al títere Clark al frente del Departamento de Justicia. Le dijo: ‘Felicidades, acaba (usted) de aceptar un puesto con una primera misión: cometer un delito grave.’”


Asalto al Capitolio:

Donald Trump tan Culpable como Siempre

 

WASHINGTON D.C, USA- El expresidente estadounidense, Donald Trump, se ha escuchado igual a un molesto eco, en medio de las paredes del Senado norteamericano, que se ha dado a la investigación de los hechos del 6 de enero del 2021, un acontecimiento inédito, inesperado e indigerible en el país más democrático del mundo y que todavía se mantiene en el recuerdo de millones de ciudadanos. La conclusión a la que se ha llegado inevitablemente, señala que en esa fecha “fue la culminación de un intento de golpe (de parte) de Trump.” Recordemos que el regordete y violento ex mandatario, con su verbo siempre incendiario, causó el levantamiento de miles de personas –la mayoría tan díscolas como el mismo Trump-, y las lanzó contra el Capitolio, sede del Congreso de los Estados Unidos.

            Aquel día, vimos a las gentes más extravagantes de esta nación saliendo de los sitios más insospechados, escalando los muros del enorme edificio, violentando las puertas, agrediendo a los policías y sentándose en las sillas de los senadores. Los estadounidenses decentes observaban las imágenes por la televisión, gracias a los telediarios, de manera incrédula, atónitos, porque aquello no se había visto jamás, no se había dado nunca en el devenir de la historia del país. Dentro de la comisión que investiga los hechos, Bennie Thompson, el demócrata de Mississippi que dirige a este grupo, indicó a los periodistas que no le quedaba la más mínima duda de la culpabilidad de Donald Trump como gestor de la violencia desatada. Liz Cheney, congresista republicana de Wyoming, denunció que se había dado un plan “en siete partes” de Trump, “para mantenerse en el poder.” Su acusación contra su compañero de partido y expresidente de la nación, fue dicha en tono tajante, de enfado y sin dejar tampoco un resquicio siquiera para la duda: Trump es culpable de todo lo acaecido aquel fatídico día.

 

Pruebas irrefutables

 

            En forma de indicios se emitieron vídeos nunca antes vistos sobre el acontecimiento, uno de los más negros de la Unión Americana; y mientras las imágenes aparecían en la gran pantalla, los doce miembros de la Cámara de Representantes presentes en la sala de proyección, dieron muestras de que no creían lo que estaban viendo y escuchando. Lo cierto es que aquel día de inicios del 2021 ellos mismos habían llegado al Senado optimistas, orgullosos por el traspaso de poder que se iba a dar, de Trump al victorioso Biden. Sin embargo, horas antes, Trump había repetido que no entregaría el poder, porque el triunfo de su oponente había sido espurio, respondía a un fraude electoral y que él seguiría siendo el mandatario de los Estados Unidos. “Llegamos dispuestos a certificar el traspaso pacífico de poderes (…) y acabamos escondidos de la turba para salvar nuestras vidas”, expresó uno de los legisladores al final de la sesión de vídeos.

            Incluso, quedó demostrado que hubo personas cercanas a Trump, que trataron de convencerlo para que dejara de difundir sus argumentos irracionales y peligrosos, de que había sido víctima del fraude en las urnas de votación; pero hizo caso omiso a los consejos que le daban insistentemente; y mientras las imágenes del asalto al Capitolio pasaban frente a los ojos de los congresistas (montadas con verdadero pulso cinematográfico por el departamento de edición del Senado), éstos movían sus cabezas apesadumbrados, se tapaban sus rostros y quitaban la vista de la pantalla, en ocasiones. Sin duda, el vídeo era inquietante para ellos, muy inquietante… En él se recopilaron 11 meses de investigación minuciosa, más de mil entrevistas y la revisión de unos 140 mil documentos. Y en un momento dado, se presentó una de las situaciones más dramáticas dentro de la sala de proyección, cuando la demócrata Pramila Jayapal, representante del Estado de Washington por el Partido Demócrata, estalló en llanto y musitó ante los periodistas, mientras su compañera Cori Bush, de Missouri, le alargaba un pañuelo para que se enjuagara las lágrimas: “Nosotros estábamos allí, sabemos lo cerca que estuvimos de perder nuestra democracia y sabemos también lo cerca que estamos aún de que eso suceda. Es importante que el trabajo de esta comisión dé sus frutos.”

            El comité del Senado que ha tenido que trabajar en este tema, lo ha hecho arduamente, sin descanso prácticamente, hasta hallar la verdad de los hechos y señalar directamente a quién estuvo detrás de dicho levantamiento y no ha sido otro más que Donald Trump, con toda claridad. Este grupo de legisladores está compuesto por siete demócratas y dos republicanos, quienes se han mostrado deseosos de que el gran público estadounidense (los votantes), conozcan los frutos de la investigación. Es cuando Bennie Thompson, el líder de la comisión, expresó: “El mundo nos está contemplando: lo que pasó, no podemos barrerlo debajo de la alfombra… el pueblo merece respuestas.” Concluyó.

            Merece especial atención el caso de la legisladora Liz Cheney, vicepresidenta de la misma comisión, quien fue proscrita del Partido Republicano, precisamente por oponerse a Trump y a la gran mentira del robo de las elecciones del 2020, por parte de Joe Biden, actual presidente del país. Desgraciadamente para la paz interna de los Estados Unidos y la mayoría de sus ciudadanos, esa “gran mentira” repetida una y otra vez por Donald Trump, sigue lacerando las almas de muchas personas que le creen al demente ex mandatario y se sienten engañados por el sistema electoral norteamericano. Cheney, en este particular, hizo llegar este mensaje a sus correligionarios: “llegará un día en el que Trump será historia, pero vuestro deshonor permanecerá.” Seguidamente, la misma congresista se apoyó en documentos que muestran los “tuits” y correos electrónicos que Donald Trump envió a sus partidarios, deliberadamente, en los meses previos a la insurrección contra el Capitolio, y en los que insistía en el robo electoral y exaltaba los ánimos de la población. Un llamado a la violencia que fue contestado por sectores de personas díscolas, disfrazadas extravagantemente según pudimos observar, en las que estaban racistas, supremacistas, ex soldados traumatizados de las guerras libradas por los Estados Unidos, y “una fauna” evidente y convincentemente peligrosa, que actuó peligrosamente en los pasillos del edificio diputadil, causando, incluso, muertes de algunos miembros de la misma insurrección.

            Así mismo, llama poderosamente la atención la actitud hostil de Donald Trump contra su ex vicepresidente Mike Pence, a quien pidió que no lo defraudara y que impidiera el traspaso de la presidencia por la vía de no validarlo con el poder que le otorgaba su cargo; pero Pence no lo escuchó y siempre validó a Joe Biden como nuevo presidente de la nación, un hecho que desató la furia de Trump y lanzó toda su diatriba y discurso incendiario contra aquel. De tal manera, los manifestantes marcharon bajo el grito ensordecedor de “colguemos a  Mike Pence” y el propio Trump estuvo de acuerdo con esa idea que le hubiera costado la vida al ex vicepresidente; incluso dijo: “se lo merece (la soga de la horca en el cuello).”

            La comisión llegó a la irremediable conclusión de que tiene en su poder una enorme cantidad de pruebas contra Trump y debe demostrarlo ante los estadounidenses que esperan los resultados de las investigaciones. Por ejemplo, se llegó a saber que el 6 de enero no fue un día en concreto cuando Donald Trump arengó a los manifestantes y marcharan contra el Capitolio; incluso se reunió con centenares de ellos en un mitin y les prometió que “algo grande iba a pasar y era la culminación de un camino.” Fue cuando el mismo jefe de la comisión, Bennie Thompson, recalcitró que “fue un plan orquestado de principio a fin por un mandatario con delirios de autócrata (dictador). Y pensaron, incluso, invocar a la Vigesimoquinta Enmienda de la Constitución, que prevé que el vicepresidente sustituya al presidente en ciertos contados casos.” También quedó demostrado que Trump, el mismo 6 de enero, desoyó los ruegos de sus asesores y personas afines, como Sean Hannity, de Fox News, para que hiciera algo para tranquilizar a sus simpatizantes y no tomaran por la fuerza a la sede de la democracia estadounidense; esto es… el Senado, tal y como lo hicieron, impulsados por la verborrea criminal del ex mandatario. Ese día fallecieron cuatro personas, seguidoras de Trump, y en las fechas siguientes, murieron cinco más, miembros de la policía. Todo ello, mientras Donald Trump observaba por la televisión, desde la Oficina Oval, la violencia que había desatado en contra de los senadores y de la democracia de los Estados Unidos. Lo anterior, al completo, ha quedado consignado en el documento final de la investigación hecha por la comisión senatorial. “El 6 de enero ha sucedido algo más que una protesta –publicó Trump en un comunicado-, representó el mayor movimiento en la historia de nuestro país, para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande.” Escribió.

            Para formarse una idea introspectiva lo más certera posible de lo que sucedió aquella fecha, Caroline Edwards, agente de la policía que resguarda al Capitolio, quien resultó gravemente herida y acusa hoy en día lesiones cerebrales, declaró ante los miembros de la comisión: “Había agentes sangrando por todas partes; otros vomitaban. Me resbalaba la sangre de los demás. Asistí a una carnicería y al caos. No puedo siquiera describir lo que pasó. Ni en mis sueños más salvajes pensé que me vería en mitad de una batalla como esa. Fueron horas y horas de un combate cuerpo a cuerpo, para el que no estaba entrenada como policía. Era una zona de guerra absoluta.

 

Donald Trump contra Ivanka Trump

 

            De parte de este descerebrado personaje que irrumpió de repente en la política estadounidense sin ser político, sino una especie de hipopótamo brutalmente enloquecido y agresivo, se puede esperar cualquier reacción, incluso en contra de su propia hija preferida; esto es… Ivanka Trump, tal y como ha acontecido, a raíz de unas declaraciones que la mujer dio a la comisión senatorial.

            En la propia red social Truth, creada por Donald Trump una vez que fue expulsado de Twitter, este individuo ha descargado todo su enojo contra su hija y esta ha sido la causa: Ivanka concedió una entrevista que se extendió a lo largo de 8 horas, a la comisión del Senado y que fue proyectada en el salón del Congreso una noche de estas. Los legisladores solo vieron un extracto de la misma y la mujer decía que respetaba el criterio del entonces fiscal general del país, William H. Barr, quien siempre contradijo el argumento de Donald Trump de que las elecciones le fueron robadas. “Fue una estupidez esa teoría”, dijo Barr al conocer las declaraciones del ex presidente. Al saber de los argumentos de su hija ante los senadores, de inmediato el ex gobernante publicó en su propia red social: “Ivanka no participó en la observación o en el estudio de los resultados de las elecciones. Hacía tiempo que se había ido y, en mi opinión, solo estaba tratando de ser respetuosa con Bill Barr y con su puesto de fiscal general. ¡Barr apestaba!” Concluyó su comentario en Truth.

            En otros comentarios suyos, Donald Trump arremetió contra la senadora republicana de Wyoming, Liz Cheney, en el sentido de que “NUNCA dije, ni pensé en decir, ‘Colguemos a Mike Pence.’ ¡Es una historia inventada por alguien que busca convertirse en una estrella o NOTICIAS FALSAS!” Sin embargo, el ex mandatario estuvo siempre de acuerdo, antes y durante el alzamiento contra el Congreso, que se utilizaran todas las posibilidades violentas, incluyendo esa contra su ex colaborador Pence, quien se negó a obedecerle para suspender el traspaso de poder en favor de Biden.

            Lo cierto es que, hasta este preciso instante, se desconoce alguna respuesta de parte de Ivanka Trump en relación con las palabras escritas por su padre y el silencio ha sido la actitud prudente de la joven, quien siempre estuvo presente en el Despacho Oval durante toda la administración de su demente progenitor y fue la colaboradora más leal y permanente de él, a lo largo de los cuatro años en el poder. Tampoco Mike Pence ha dicho nada al respecto, lo cual parece inferir que el ex vicepresidente quiere continuar relajado en su vida hogareña y “pasar la página” de lo sucedido en aquella ocasión.

            Para finalizar, el Comité del Congreso ha culpado tácitamente a Donald Trump por animar a la turba que atacó al Capitolio, ya que “actuó de manera ilegal y fue el motor de un intento de golpe de Estado, el pasado 6 de enero del 2021, cuando una turba de sus seguidores entró por la fuerza al Capitolio y sembró el caos durante horas, con un saldo de cinco muertos.” Esta es la principal conclusión a la que ha llegado la comisión. Añadió que el ex presidente “mintió de forma deliberada al insistir que fue él quien ganó las elecciones del 2020 y no Joe Biden.” Fue cuando el presidente de este comité, Bennie Thompson, agregó: “Donald Trump tuvo días en los tribunales para disputar el resultado de las elecciones; pero perdió en los tribunales, así como en las urnas. Lo sucedido el 6 de enero fue parte de una conspiración para tratar de eliminar los votos de millones de americanos y reemplazar la voluntad del pueblo americano por la suya, de mantenerse en el poder.” Añadió el mismo Thompson que “el ex presidente estuvo en el centro de esta conspiración e instigó a las masas furiosas que atacaron al Capitolio con sus contínuas mentiras, calificadas de ‘sandeces’ y ‘mierdas’ por el Fiscal General de los Estados Unidos en ese momento, William Barr, y ratificadas por la propia hija de Trump, Ivanka, en uno de los muchos vídeos presentados para demostrar cómo una parte de su equipo de gobierno –empezando por el vicepresidente, Mike Pence-, familiares e incluso senadores republicanos, le dieron espalda en su intento de perpetuarse en el poder, pese a su derrota en las urnas.” Y Liz Cheney puso “el epitafio” en este caso: “Fue la culminación de un intento de golpe de Estado, la forma más desesperada de aferrarse al poder (y) Trump no solo no condenó el ataque, sino que lo justificó. No hay debate: el asalto al edificio federal estuvo motivado por las mentiras de Trump al sostener que le habían robado las elecciones y que él era el legítimo presidente. Él se negó a acabar con la violencia y avivó el fuego del ataque, un crimen por intentar destruir al gobierno de los Estados Unidos y un momento de máximo peligro para la república americana.” Puntualizó la senadora.

            Las investigaciones están muy lejos de terminar en la comisión senatorial y constituyen solo el comienzo de una serie de audiencias que se prolongarán durante los próximos meses, en las que comparecerán varios testigos y demostrarán la manera cómo Trump intentó acabar con la democracia de los Estados Unidos. En todo caso, lo que más llama la atención de quienes estamos siguiendo este trabajo del comité, fue la conclusión a la que se llegó y que es todo un “epitafio”: “Trump intentó atentar contra la democracia en Estados Unidos y tuvo información previa sobre la violencia que se podía producir en Washington, no hizo nada para prevenirla; (…) hizo caso omiso a quienes le suplicaron que actuara (…) ni contactó a su secretario de Defensa ni al Departamento de Justicia para cortar de raíz la insurrección. Se limitó (por el contrario), a mandar un vídeo en el que declaraba su amor por sus seguidores y les decía lo especiales que son.”


 La Perniciosa Política Anti-bélica Alemana

 ante la Guerra en Ucrania

 

BERLÍN, Alemania-Antes de referirse al tema de la postura alemana ante cualquier guerra pasada o actual, tenemos que remontarnos a 1918 (fin de la Primera Guerra Mundial), y a 1945 (final de la Segunda Guerra Mundial), para comprender acertadamente por qué los alemanes no quieren nada con los conflictos bélicos y en especial con la invasión que los ucranianos están sufriendo a manos de los rusos, en estos momentos.

 

            Cuando el Canciller Konrad Adenauer, el primero después de la II Guerra Mundial, asumió el gobierno alemán, prometió, en nombre de su pueblo, que nunca más Alemania sería la gestora y propulsora de una guerra de agresión en el resto de su existencia como nación. Y mientras pronunciaba su discurso en el cual renunciaba totalmente al uso de las armas de destrucción masiva (y de cualquier otra especie), los ciudadanos alemanes tomaban piedra por piedra y levantaban a un país que había sido destruido en su totalidad, por causa de la gran conflagración mundial y que se decantó en su contra.

 

            No debe ser agradable, ni en mínima instancia, observar a sus ciudades en las ruinas por todas partes y en todos los puntos cardinales; tampoco saber que más de 9 millones de mujeres de su pueblo fueron violadas por los ejércitos de ocupación, específicamente por el soviético (una práctica que no han olvidado y que están aplicando actualmente en Ucrania); y tampoco debe ser muy halagador saber que los niños huérfanos recorren las calles, hambrientos y con el frío glacial sobre sus cuerpos. Pues eso mismo y más, sufrieron los alemanes tras el final de la Segunda Guerra Mundial (SGM), y son suficientes razones para luchar por la paz de su nación y posteriormente, por la del mundo entero. En otras palabras… otro pueblo con distintas características al alemán (débil, poco o nada luchador, con espíritu de supervivencia escaso y con la inteligencia general disminuida), hubiera desaparecido después de dos guerras mundiales. Ello no podía haber sucedido a los germanos de ningún modo, más aún si conocemos su fuelle característico como ser humano.

 

Olaf Scholz se defiende

 

            El nuevo jefe de Estado alemán, el Canciller Olaf Scholz, ha salido al paso de las críticas en contra de su gobierno, especialmente de aquellas lanzadas por el presidente judío de Ucrania, quien, haciendo uso de su resentimiento inherente al pueblo hebreo por causa del genocidio nazi en contra de ellos, ha dicho de Scholz que no está respondiendo como se esperaba de los alemanes ante la invasión de los rusos. Concretamente, Volodímir Zelenski, mandatario de Ucrania, ha criticado al gobierno de Alemania por su actitud titubeante, vacilante, en el momento de enviar armamento pesado al ejército ucraniano y así pueda defenderse de los rusos invasores. Lo mismo por la actitud dubitativa alemana al imponer sanciones al Kremlin e, incluso, en el cuartel general de la OTAN, en Bruselas, lo han llamado con precisión, “pacifismo de subyugación,” (tomando el concepto acuñado por un politólogo berlinés, para describir la actitud del Canciller Scholz en esta crisis), en el que Rusia ejerce su preponderancia y dominio sobre la política y decisiones de Berlín.

 

            La respuesta –también lenta-, de parte de la ministra alemana de Defensa, Christine Lambrecht, fue la de asegurar al gobierno ucraniano que los primeros 15 tanques blindados Gepard, de fabricación teutona, serán enviados a Kiev en julio. Es decir, parece que los alemanes no entienden que la guerra no puede esperar por ese material bélico y demuestran con esa actitud cuasi-indiferente ante la tragedia de los ucranianos, que la falta de solidaridad forma parte, actualmente, del ser y de la política alemana. Dicha entrega de los blindados fue pautada y pactada desde el pasado 26 de abril, pero los alemanes se toman todo el tiempo que les place, sin tomar en consideración que los soldados de Ucrania necesitan ese armamento, no hoy, sino desde antes de ayer.

 

            La situación se torna más indignante todavía, cuando observamos que el envío de los tanques se ha retrasado reiteradamente, supuestamente “por la falta de existencias de munición”, según ha explicado la misma Lambrecht y posterior a una tensa y dramática conversación telefónica que sostuvo con su similar de Ucrania, el ministro de Defensa Olexiy Resnikov, quien le recordó a la indolente alemana que los pertrechos bélicos se necesitan urgentemente en suelo ucraniano, porque la guerra se desarrolla día a día, hora a hora y minuto a minuto y los muertos ucranianos no pueden esperar hasta que los alemanes salgan de su conformismo soporífero o de su característica modorra, tan natural en ellos desde hace décadas.

 

            Informantes desde Kiev, Capital de Ucrania, han dicho que Resnikov pidió “sinceridad a Alemania acerca de las armas, si podrá contar con ellas, porque es una información que le urge para elaborar la estrategia de guerra contra los rusos invasores.” Por su parte, el embajador de Ucrania en Berlín, Andrij Melnyk, fue más directo y franco al decir: “Nuestra impresión es que Scholz no quiere enviar armamento pesado y tira hacia atrás todo lo que puede, aunque de cara a la galería occidental se presenta como gran apoyo a Ucrania.”

 

            La respuesta, siempre vacilante del canciller alemán, ha sido en estos términos: “Alemania no enviará la docena de obuses que también nos ha pedido Ucrania, porque no pueden ponerse sencillamente a disposición (de ellos).” Así no más, sin explicaciones valederas de fondo y negando una ayuda que es vital para el esfuerzo de guerra de los ucranianos. En cuanto a los tanques Gepard, Scholz, el soporífero jefe de Estado alemán, ha indicado que no los ha enviado a Kiev, “ante la amenaza de una escalada del conflicto, que podría darse en Europa; lo mismo que una guerra nuclear” y con ello justifica “sus pies de plomo” ante la ayuda al ejército de Ucrania.

 

“No soy el Kaiser Wilhelm II (Guillermo II)”

 

            Otro de los argumentos evasivos que ha esgrimido Olaf Scholz, el Canciller de Alemania, para justificar su escasa o nula ayuda bélica a Ucrania, ha encontrado sustento en la historia de su país, especialmente en la figura del Emperador alemán, Wilhelm II, quien tuvo que liderar a Alemania durante la Primera Guerra Mundial, un conflicto al que fue arrastrado por el Imperio Austro-húngaro, con el que tenía un convenio de cooperación o tratado de guerra, en caso de enfrentamiento bélico.

 

            Fue en el seno de una comisión conocida con el nombre de “coalición semáforo”, en la que él gobierna, en su papel de Canciller, apoyado por los liberarles y los verdes, donde argumentó que él no era “el káiser Wilhelm”, a pesar de que sus socios políticos son más proclives a darle ayuda material a Ucrania y de manera rápida. Cuando Scholz se refirió al Emperador, recordó que este autócrata prometió ayuda a Austria-Hungría, el Imperio Dual, el 5 de julio de 1914, en el plano militar y después de que Viena lanzara su ultimátum a Serbia, el 23 de julio, después de que el Archiduque Franz Ferdinand (Francisco Fernando), hijo del Kaiser austríaco Franz Joseph (Francisco José) y heredero al Trono de Austria, fuera asesinado en una calle de Sarajevo con los disparos de un fanático serbio. El 28 de julio posterior, Alemania entró en la Primera Guerra Mundial, en apoyo a sus aliados austríacos, contra Serbia, aliada de la Rusia de los Zares Romanov.

 

            Justamente, Olaf Scholz no quiere algo parecido: entrar en guerra con Rusia y en favor de Ucrania. Por eso, el envío de material de guerra se ha ralentizado tanto, hasta quedar en nada.

 

            No obstante, varios historiadores han abogado en beneficio del Kaiser alemán, en el sentido de que éste sostuvo una profusa correspondencia escrita con el Zar ruso, Nicolás II, con la intención de detener la guerra inminente. Es decir, Wilhelm II “no se abandonó alegremente al encadenamiento de alianzas” que existían entre las distintas potencias europeas de aquel entonces. En palabras simples, sencillas y directas, el Emperador de Alemania no fue a la guerra decidido y complaciente con las exigencias de su aliado austríaco, Franz Joseph von Habsburg.

 

            Retornando al presente, el politólogo Herfried Münkler, de la Universidad Humboldt, de Berlín, ha calificado a la actual política timorata que está efectuando Scholz frente al imperialismo y agresión rusa, de “pacifismo de subyugación.” Es decir, es la posición alemana que complace y gusta a Rusia, al no inmiscuirse en el conflicto ucraniano de ninguna manera, al no enviar armas ni apoyar a las sanciones occidentales contra la economía rusa.

 

            El enfado, el enojo ha sido tanto en contra de Alemania, que el presidente de Ucrania, Zelensky, ha desistido en su petición de armas a Berlín, precisamente porque ha visto que sus ruegos han “caído en saco roto”, cuando los alemanes no prestan siquiera atención a sus argumentos angustiosos. Lo mismo que Anders Fogh Rasmussen, quien fuera Secretario General de la OTAN y es el actual Primer Ministro de Dinamarca, quien ha dicho que “debido a la excesiva cautela alemana, es demasiado vacilante (porque) depende en gran medida de las importaciones de gas ruso; pero creo que una postura clara del gobierno de Berlín, cambiaría toda la dinámica en Ucrania y necesitamos el liderazgo alemán,” así según declaraciones suyas al periódico germano, Handelsblatt.

 

            Mientras tanto, el diputado ucraniano Kmytro Natalukha, ha rematado lo anterior con estas palabras, durante una visita que hizo recientemente a la Capital alemana: “El peligro es que Berlín siga dando largas hasta que ya no tengan que enviar nada, porque se ha acabado la guerra.” Incluso, el ex jefe de gobierno de Lituania, Andrius Kubilius, y el senador checo, Pavel Fischer, piensan muy parecido en torno a este asunto y han dejado escuchar: “Desafortunadamente, Alemania pierde el tiempo y encuentra todo tipo de excusas.” Y la ex vicejefa del gobierno de Ucrania, Ivanna Klympush, ha puesto el epitafio a esta discusión: “y cada hora de retraso, cuesta vidas ucranianas.”

 

Pero parece que los muertos, los asesinatos perpetrados por los rusos, a los alemanes no les importan, porque desde hace décadas, precisamente, los políticos alemanes han venido practicando la indiferencia en un continente, en un mundo globalizado, donde el tintineo del dinero es lo único realmente relevante para ellos. Por lo demás… “que mueran quienes mueran. Ese no es el caso nuestro.” Se deja escuchar en el Palacio de Berlín y en la cámara de diputados, el Bundestag.


 El Espectro de la Guerra en Ucrania

 

TERRITORIO NACIONAL -Presentamos en este reportaje, distintos aspectos que se dan en el conflicto que Ucrania está sufriendo, a raíz del ataque de Rusia a su demarcación territorial. Leamos…

 

El costo del conflicto para el Kremlin

 

            ¿Cuánto gasta por día Rusia al sostener las hostilidades en suelo ucraniano? La respuesta es impresionante: ¡Nada menos que US$900 millones diarios! Así según reporte de Sean Spoonts, editor en jefe de SOFREP, el medio de comunicación especializado en informaciones militares. De inmediato, la otra pregunta que surge es: ¿Tiene capacidad Rusia para sostener tal gasto de dinero? No lo creemos posible, porque esa nación no es rica, no se parece en nada a las potencias occidentales, Alemania, Inglaterra, Italia o Francia, para darse el lujo de tan desmesurado gasto.

 

            El colosal gasto en el que incurren los rusos, se debe a las municiones (balas, cohetes y demás pertrechos de guerra), así como en la reparación de equipo militar dañado, aunque los ataques ucranianos con misiles tierra-tierra, dejan a los blindados rusos inutilizables, completamente despedazados. Así mismo, tiene que pagar los misiles crucero que ha disparado desde sus barcos anclados en el Mar Negro, contra objetivos ucranianos. Cada uno de ellos tiene un costo de US$1,5 millones.

 

            A las anteriores cifras debemos añadirle el peso de las sanciones económicas a las que está sometida Rusia en estos momentos, por haber invadido a Ucrania y que les han sido impuestas por las naciones de Occidente. Washington ha afirmado que dichas sanciones se mantendrán, aún si el Kremlin se retirara del territorio ucraniano. Según los especialistas financieros que han analizado la situación de Rusia, las sanciones tendrán efectos devastadores, incluso para las próximas décadas y los rusos las sufrirán en toda su magnitud; así también, la economía rusa retrocederá hasta 30 años debido al colapso de la moneda del país, el rublo. Los próximos 5 años serán especialmente duros para la población de esta nación euro-asiática.

 

            Por otra parte, el hundimiento por parte de Ucrania del buque insignia de la Armada rusa, el Moskva, ha representado para el Kremlin una pérdida de US$750 millones, según Business Insider. Además, el ejército ucraniano ha destruido más de 5 mil equipos rusos, desde que comenzó la invasión; pero el hundimiento del barco de guerra no ha tenido parangón en lo que llevan transcurridos los acontecimientos.

 

¿Está enfermo Vladímir Putin?

 

            Naturalmente un individuo que ordena un ataque tan bestial contra una nación vecina, tiene que estar sufriendo alguna especie de enfermedad mental, posiblemente algún grado importante de esquizofrenia. De eso no tenemos la menor duda cuando observamos al dictador de Rusia, Vladímir Putin. Sin embargo, circulan otros rumores acerca de este mismo sujeto y que dicen que podría estar sufriendo el mal de Parkinson. Hay quienes aseguran que se le ha visto en público, balancearse tembloroso y más inquieto de lo acostumbrado.

 

            En noviembre pasado, el periódico británico The Sun, afirmó que Putin padecía cáncer; aunque no pasó de ser un simple tema especulativo, muy difícil de comprobar; y el analista político ruso, Valery Solovei, acaba de asegurar que el dictador de 69 años, sufre Parkinson; no obstante, ambas afirmaciones permanecen en el campo de la especulación, porque el Kremlin nunca va a desmentir o aseverar su veracidad.       

 

            Hay quienes aseguran que, durante la celebración de la misa de la Pascua ortodoxa, al dictador de Rusia se le vio tembloroso, inquieto y mordiéndose los labios; y en los últimos días, durante una reunión con su ministro de Defensa, Serguei Shoigú, el tirano de Rusia, Vladímir Putin, aparece en una pose corporal nada normal, sosteniendo con su mano rígida la mesa de madera, con fuerza y aproximadamente por unos 15 minutos; el dedo pulgar estaba inquieto y sus piernas parecían mantenerse en constante movimiento.

 

            El mismo analista Solovei ha afirmado que, en febrero pasado, Vladímir Putin se sometió a una cirugía con el propósito de extirpar un cáncer localizado en el abdomen. Por su parte el mismo diario inglés The Sun, ha afirmado que Putin ha cambiado su anterior manera de caminar, con el brazo izquierdo inmóvil (como si estuviera dispuesto a accionar un revólver), mientras que el brazo derecho se balanceaba libremente.

 

            Finalmente, ha llamado la atención el hecho de que, durante la última reunión con su homólogo, el dictador de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, se aprecia en un video difundido por el Kremlin, la manera como la mano de Putin tiembla y fueron evidentes también los espasmos severos y reiterados cada vez que la sacaba del bolsillo.

 

El patriarca ortodoxo Kiril, en la mira de Occidente

 

            A la luz de las sanciones contra Rusia por su invasión a Ucrania, la Unión Europea y los Estados Unidos han preparado el sexto paquete de sanciones contra el gigantesco país dominado por la dictadura de Putin; y, de paso, acusa a 68 personas individuales y a decenas de mandos rusos de cometer crímenes de guerra en la nación invadida. Así lo ha informado la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, y en dicha lista aparece el nombre del patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa, Kiril, uno de los más ardientes defensores de la invasión al país vecino. Además de este pseudo-religioso, quien es gran amigo del dictador Vladímir Putin, el pliego elaborado por el bloque comunitario europeo incluye a decenas de altos mandos militares de Rusia. Entre ellos al General Mijaíl Mizinstev y el coronel Azatbek Asanbekovich Omurbekov, conocidos como los carniceros de Mariupol y Bucha, respectivamente.

 

            En lo que atañe a Kiril, nació en Leningrado (hoy San Petersburgo), en 1946, y es un amigo personal y aliado indiscutible e indisoluble del dictador Putin, a quien considera “el único defensor de la cristiandad en el mundo” y el día cuando aquel ganó las elecciones presidenciales del 2012, el patriarca ortodoxo catalogó el hecho como un “milagro de Dios.” Hoy, Kiril se ha convertido en uno de los más destacados partidarios de la agresión militar rusa contra Ucrania, según detalla el documento redactado por los componentes de la Unión Europea (UE).

 

            Incluso, el 27 de febrero del 2022, Kiril, en la Catedral de Cristo Salvador, en Moscú, en su sermón dio el respaldo absoluto a la falsamente llamada “Operación Especial de Mantenimiento de la Paz de Rusia en Ucrania”; es decir, cerraba filas totalmente con la determinación de Vladímir Putin de atacar a los ucranianos y causar el sufrimiento que ha causado hasta el momento. De paso, el Patriarca bendijo a los soldados rusos que “luchan por el Mundo Ruso y la Santa Rusia en Ucrania”, según sus palabras textuales. Finalmente, describió la invasión como “una guerra contra el mal y una operación de limpieza religiosa, mediante la cual se lleva a cabo la purificación espiritual de Ucrania.”

 

            En su concepción del mundo, Kiril cree que las zonas ucranianas, como el Donbás, tienen que ser purificadas de enemigos que representan a los decadentes valores occidentales y la Unión Europea, con sus actos, socaba y amenaza a la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania, así como la estabilidad y seguridad del país.

 

Implicados en genocidios en Ucrania

 

            La justicia ucraniana lo tiene muy claro: son, hasta el momento, diez militares rusos los implicados en matanzas de civiles durante la invasión del ejército ruso, específicamente en la ciudad satélite de Bucha, ubicada en los alrededores de Kiev. La fiscalía ucraniana abrió una investigación profunda de esos diez soldados que pertenecen a un contingente que fue premiado recientemente por el dictador Putin. Se trata de la 64 Brigada de Infantería Motorizada, que ocupó la zona aledaña a la Capital.

 

            Se les acusa de torturar, violar mujeres y asesinar a ciudadanos inocentes, cuyo único pecado fue permanecer en el lugar de conflicto cuando las tropas rusas se hicieron con el control de Bucha. Se trata de 10 soldados de varios rangos: 4 rasos, 4 cabos y dos sargentos llamados Vyacheslav Lavrentyev (sargento menor), Grigory Narishkin, Vasily Prince, Efreitor Semen Maltsev; Sergey Peskarov (oficial), Albert Radnaev (General), Ephreitor Michael Kashinu; Andriy Bizyaev (cabo), Efreitor Dmitry Sergienka; y Nikiti Akimov (sargento). La fiscalía de Ucrania ha considerado probado que miembros de esa unidad ejecutaban y torturaban a civiles y los dejaban morir de hambre y sed. La fiscal Irina Venediktova ha dicho que todos esos militares han sido acusados formalmente y se han difundido sus nombres y rostros para proceder a capturarlos.

 

            Una vez que las tropas rusas abandonaron Bucha el 1 de abril pasado, se han recuperado más de 350 cadáveres; mientras Moscú sigue negando su culpabilidad en la masacre o genocidio y devuelve la culpa al ejército ucraniano. Por su parte, Bruselas, sede de la OTAN, responsabiliza a 55 mandos militares rusos, cuyo líder era Azatbek Asanbekovich Omurbekov, coronel y comandante de la 64 Brigada.

 

            En lo que estriba al Coronel/General Mijail Mizintsev, es apodado “el carnicero de Mariupol” por las masacres que ordenó perpetrar en ese puerto ucraniano; además, es el jefe del Centro de Control de la Defensa Nacional de la Federación Rusa y supervisó el asedio a la ciudad portuaria, “donde ha recurrido a tácticas utilizadas anteriormente en el asedio de Alepo (en Siria).” Por ello, se le acusa de haber orquestado los bombardeos a Mariupol, hasta dejarla totalmente en escombros y haber dado muerte a miles de civiles que trataban de huir del ataque ruso, entre ellos cientos de niños.

 

            Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, dejó escuchar en un discurso que pronunció en Bruselas, Bélgica: “Sabemos quiénes son ustedes y tendrán que rendir cuentas.” Es así como la lista de sancionados por la Unión Europea (UE), alcanza a 1,168 personas, contra quienes se ha decretado la congelación de sus bienes materiales en la UE y la prohibición de entrada en el territorio comunitario. En esa nómina figura gran cantidad de oligarcas rusos, empresarios y políticos, todos ellos cercanos o con alguna relación con Vladímir Putin.

 

Vicepresidente de Gazprombank se marcha a Ucrania

 

            Igor Volobuev, ex vicepresidente de la empresa rusa Gazprombank, abandonó Rusia con destino a Ucrania, con el propósito de unirse a las tropas ucranianas y combatir a quienes él considera (y el mundo entero junto a él), a los invasores del territorio libre de Ucrania. “Mi viaje es una forma de arrepentimiento: quiero lavar mi pasado ruso. Quiero quedarme en Ucrania hasta la victoria.” Declaró a los medios de prensa que le rodeaban al arribar a suelo ucraniano. “Ya no podía estar en Rusia. Soy ucraniano por nacionalidad, nací en Akhtyrka (noroeste de Ucrania); ya no podía ver lo que Rusia está haciendo con mi patria (…).” Así lo hizo saber al periodista y escritor Sergei Loiko, de la revista The Insider, especializada en temas bélicos.

 

            Volobuev salió de Rusia el pasado 2 de marzo y con su decisión y partida, hizo llegar varios mensajes subliminales al establishment económico ruso, además de la grieta que dejó en la nomenklatura, pues se trataba de un empresario experimentado y sumamente inteligente, quien ha dejado un evidente e inllenable vacío. Aparte de lo anterior, se trata del cuarto funcionario de categoría que se enfrenta abierta y valientemente a la dictadura de Vladímir Putin.

 

            Tiene 50 años de edad y con su partida hacia Ucrania puso fin a una exitosa carrera de 33 años en empresas afiliadas al gigante del gas Estatal Gazprom. La empresa donde laboraba Volobuev, la multinacional Gasprombank, uno de los principales canales de pago del petróleo y el gas rusos, sancionada también por Reino Unido y los Estados Unidos, desde el momento mismo cuando Putin ordenó la invasión del territorio ucraniano. Concretamente, el alto ejecutivo ha calificado, con toda claridad, la agresión de Rusia a Ucrania con el calificativo de “crimen de guerra” y lo ha dicho de esta manera: “Este es un crimen por parte de Putin, el gobierno ruso y, de hecho, el pueblo ruso, porque no es Putin quien mata a los ucranianos aquí, no es Putin quien viola mujeres… este es el pueblo ruso; y yo también, aunque soy ucraniano por nacionalidad, soy responsable de ellos.”

 

            Desde que abandonó Moscú, el ex ejecutivo no ha dado más señales de vida y se estima que ha sido aceptado en las filas del ejército de Ucrania, de igual manera como son incluidos los cientos de internacionalistas que simpatizan con la defensa de esta nación masacrada por las tropas rusas. En todo caso, preocupa el hecho de que Volobuev, antes de esta determinación, nunca había pertenecido a ningún batallón y tampoco había combatido en ninguna guerra; es decir, su experiencia en el campo de batalla es nula y ello lo convierte en “un blanco” demasiado fácil, ante un enemigo cuyas tácticas no son acordes con las convenciones internacionales que moderan las guerras y el salvajismo es la práctica diaria en su concepto de hacer la guerra.

 

Por otra parte, la imagen de este ex empresario habla claramente de lo que sienten muchos oligarcas, altos ejecutivos e inversionistas rusos de Vladímir Putin: piensan que es un desequilibrado, un violador diario y constante de los derechos humanos y un criminal que merece ser llevado a un tribunal y posteriormente ajusticiado en la horca. Es por eso que, además de Volobuev, muchos miembros de la élite rusa de empresarios consideran que el dictador de Rusia debería ser depuesto a la mayor brevedad posible, mediante un golpe de Estado, y proceder a la reconstrucción de la destruida Ucrania y procesar judicialmente a los criminales de guerra que han cometido tropelías a lo largo de esta invasión. Volobuev solo es uno de esos inconformes. Los otros optan por el silencio, por callar… en medio de la represión desatada por la dictadura rusa.


La Bestialidad del Alto Mando Ruso:

 

Soldados que Entraron y Estuvieron en la Planta Nuclear de Chernóbil, Resultaron Irradiados

con la Energía Nuclear Circundante.

Tendrán Problemas Cancerígenos

 

UCRANIA-Aparentemente, y a juzgar por las evidencias, por los hechos diarios que podemos observar claramente en esta nación europea invadida y masacrada por el ejército ruso, el Alto Mando de esa potencia militar invasora es inepto y comete errores de bulto, que otros comandantes jamás cometerían. Tal es la situación en la planta siniestrada de Chernóbil, donde los soldados rusos entraron haciendo a un lado a los guardias del lugar, quienes están altamente entrenados para resguardar la seguridad del sitio, e iban sin protección de ninguna especie, obviando que se trata de una región altamente contaminada por la energía nuclear, después de la explosión accidental de 1986.

 

            Al darse cuenta del error, el kremlin ordenó la retirada de unos 300 soldados que permanecían en Chernóbil, absorbiendo cada partícula de radioactividad ahí depositada. Estaban atrincherados en el llamado “bosque rojo” y se trató de jóvenes reclutas, como lo son la mayoría de los rusos invasores en esta misión que les ha ordenado el dictador Putin y, convincentemente, eligieron una de las áreas más contaminadas del mundo para posicionarse allí, con la esperanza y la confianza de que no serían atacados por los ucranianos al permanecer ahí escondidos.

 

            Reuter, la agencia inglesa de noticias, lo ha contado de esta manera: “Si las bajas rusas ya eran altas en esta invasión de Ucrania, desde ayer tiene que unir otros 300 soldados a esa cifra. El pasado martes, varios trabajadores ucranianos de la planta nuclear de Chernóbil, advirtieron a Reuters que las tropas de Moscú estaban atrincheradas en el llamado ‘bosque rojo’, una de las zonas más contaminadas de la zona de exclusión atómica en torno a la central.”

 

De prisa y en autobuses

 

            Información emitida por el Consejo de Estado de Ucrania, indica que unos siete autobuses llegaron a las inmediaciones del “bosque rojo”, para evacuar a los 300 soldados que cometieron el error de estacionarse en medio de la radioactividad y partieron de allí con rumbo al Centro de Medicina Radiológica de Gomel, todos ellos con síntomas por las altas dosis de radiación que recibieron. Esta información también ha sido ratificada por la agencia noticiosa ucraniana, Unian.

 

            Aparte de los militares a los que hacemos referencia, habían arribado a este mismo centro otros soldados de nacionalidad rusa, acusando síntomas propios de la contaminación, como fiebre alta (temperatura corporal elevada), vómitos y cuadros profusos de diarrea. Se amplía la noticia en el sentido de que los mismos soldados removieron la tierra del área de Chernóbil para cavar trincheras, y ello causó más radioactividad, porque, justamente, es en el suelo donde se concentra el peligro. “Ello los expuso más,” ha dicho un experto en el tema.

 

            Lo anterior habla o describe claramente la escasa inteligencia, el grado bajísimo de coeficiente mental, de quienes están al mando en el Kremlin, quienes no previeron el daño que le podrían causar a sus propios soldados, quienes tendrán que luchar en el futuro y desde el primer instante cuando ingresaron a la zona restringida, con la aparición de diversas manifestaciones de cáncer en sus cuerpos. Esos tratamientos médicos, en el caso de que Rusia sea capaz de proporcionarles los cuidados pertinentes, se extenderán por el resto de sus vidas y los hijos que pudieren engendrar, nacerán con deformaciones visibles e invisibles en sus cuerpos. En otras palabras, el Alto Mando ruso envió a esos jóvenes a un sufrimiento innecesario y muy posiblemente a la muerte lenta y prolongada por causa de la radioactividad nuclear.

 

            En lo que estriba al “bosque rojo”, está compuesto por árboles ubicados a unos 10 kilómetros de la central nuclear que explotó accidentalmente en abril de 1986; por supuesto que el nombre que los ucranianos le dieron, se debe al color rojizo que adquirieron los pinos cuando recibieron dosis intensas de radiación, el día de la tragedia. Cuando se procedió a limpiar el área del desastre, este bosque fue talado por completo y se le llenó de toda clase de desechos, especialmente metales que se fueron sacando de la planta nuclear siniestrada. De tal manera, ese lugar es una de las zonas más contaminadas del mundo y ahí, precisamente, se fueron a abrir la tierra y atrincherarse los invasores. Un aspecto que pasaron por alto en el Alto Mando del ejército ruso, un error de enormes proporciones, reiteramos incansablemente.

 

            Incluso, los mismos guardias ucranianos a cargo de la planta, aseguran que los rusos no usaron ninguna clase de protección, ni siquiera máscaras antigás y mucho menos indumentaria que exige la radioactividad. Añaden que esa misma zona siempre estuvo vedada para los turistas que iban de visita antes del ataque armado ordenado por Moscú, pues hay demasiado peligro. “Para realizar las visitas, los presentes debían llevar colgado del cuello un dosímetro, para medir las dosis de radiactividad presente en cada lugar,” indicó la fuente ucraniana consultada para hacer este reportaje. Agregaron que los rusos estaban usando las cercanías de la central nuclear como refugio, porque ahí las tropas de Ucrania no los combaten “y si no los combatimos es porque sabemos de la peligrosidad de permanecer en determinadas zonas durante horas, recibiendo radioactividad, cosa que los rusos parecen haber ignorado.” Dijo el guarda ucraniano.

 

Observados por el Pentágono

 

            Cuando el contingente de soldados rusos ingresó a la planta nuclear de Chernóbil, de inmediato se convirtieron en centro de interés de los norteamericanos, quienes, en el Pentágono, los han detectado y seguido por medio de satélites; es por eso que el anuncio hecho por el dictador Vladímir Putin de que se retiraba de las inmediaciones de Kiev, resultó ser una mentira, porque lo que hacen las tropas invasoras es conjuntarse para reposicionarse y volver a atacar a Ucrania. Todo ello visto desde el espacio.

 

            Por otra parte, los soldados rusos, dentro del perímetro de la planta nuclear, han estado en otra zona de altísima contaminación, ubicada a la orilla del río Prypiat, donde hay un cementerio de vehículos militares que, a los pocos días de la explosión del reactor # 4, usaron los liquidadores con el propósito de enterrar al mismo reactor que estaba abierto por causa de la catástrofe; incluso, hay helicópteros que vertieron arena y cemento sobre el núcleo ardiente y que ahora permanecen apilados unos sobre otros y totalmente oxidados, puesto que fueron dejados en ese lugar adrede, pues presentaban márgenes de contaminación sumamente altos y peligrosos. Y delante de toda esa chatarra han pasado los blindados del ejército invasor, lo mismo que los otros vehículos que llevaban alimentos para los soldados rusos; es decir, todo ese material, con seguridad, se habría contaminado con radioactividad.

 

            Lo cierto es que, convincentemente, del accidente de Chernóbil no se habla mucho en los colegios y Universidades de Rusia, puesto que los soldados que invadieron Ucrania, parece que no sabían lo que había sucedido en la zona en la que acamparon, porque, de haberlo sabido, hubieran hablado con sus superiores y habrían forzado a la retirada o no hubiesen ingresado a la planta nuclear de ninguna manera. Todos esos cadetes son sumamente jóvenes y nacieron muy posterior a 1986, año de la peor explosión nuclear jamás experimentada por el ser humano, muy superior a las bombas atómicas lanzadas por los estadounidenses sobre Hiroshima y Nagasaki, en el Japón, en 1945.

 

            Y por ese desconocimiento en un país como Rusia, que esconde casi todo a sus ciudadanos o tapa la verdad con falsedades, los soldados removieron las tierras y “respirar ese polvo contaminado (…), es suicida para el ser humano, porque te hace inhalar radiación en los pulmones,” según explicación dada a la prensa por los ingenieros que trabajan en la central y está atentos a cualquier cambio radiactivo que pueda darse y agregan: “Los síntomas de este síndrome radiactivo agudo que presentaban los soldados rusos, eran náuseas, vómitos, dolor de cabeza y diarrea.” Por su parte, Valery Seida, actual director de la planta de Chernóbil, indicó: “Al ‘bosque rojo’ nadie va allí… ¡Por el amor de Dios, no hay nada allí!” Exclamó sorprendido. Pero los jóvenes soldados rusos acamparon ahí precisamente.

 

            Hoy, los reactores de la central nuclear están apagados y un enorme sarcófago de metal, hecho por una empresa francesa, cubre el reactor # 4, que explotó la madrugada del 26 de abril de 1986, a la 1:23:45, para evitar la fuga de material atómico, mismo que no acabará en los miles de años por venir.

 

            En resumen, los rusos han abandonado Chernóbil cuando comenzaron a sentir los síntomas físicos y el sitio ha vuelto a manos de los ucranianos, expertos en el manejo de la situación. Un comunicado de la agencia nuclear de Ucrania, llamada Energoatom, así lo ha hecho del conocimiento público. El nutrido grupo de soldados invasores, formaron dos columnas y se dirigieron hacia el norte, donde está la frontera con Bielorrusia, el país títere de Moscú, ubicado a unos 12 kilómetros de Chernóbil. Así también, una nueva columna de militares rusos partió de la localidad de Slavutich, donde viven los trabajadores de Chernóbil, para marchar pocas horas después hacia la misma Bielorrusia. Obviamente, todos ellos presentaban rasgos de contaminación nuclear, tal la insensatez del Alto Mando de Rusia. Energoatom informó esos pormenores en la red social Telegram, como prueba inequívoca del traspaso del mando de la central nuclear de manos rusas a ucranianas.

 

            Así, la “táctica” de hacerse con el control de Chernóbil por parte del ejército ruso, quedará registrada en la historia bélica universal, como uno de los movimientos estratégicos más torpes y descabellados que generalato pudo haber concebido y ejecutado; es decir, enviar e introducir a los batallones en la zona contaminada con el escape de energía nuclear y ordenar cavar trincheras en “el bosque rojo”, no solo ha sido un acto suicida, sino una determinación ilógica y demencial, más todavía si observamos que los soldados rusos no llevaban protección de ninguna índole y conforme abrían las zanjas para defenderse de un posible ataque ucraniano, más removían la altísima radioactividad que se mantiene ahí presente. Una estupidez tan grande como las torres del Kremlin y que los estrategas de este milenio sabrán explicar con lujo de detalle, cuando expliquen este pasaje a los alumnos suyos en las academias militares. Y hay algo seguro: ya podemos hablar de futuros muertos en Moscú y otras ciudades de Rusia, cuando la energía nuclear comience a carcomer los cuerpos de los jóvenes cadetes que estuvieron en Chernóbil, siguiendo las órdenes bestiales de sus comandantes, quienes se mantienen cómodamente sentados en el cuartel central en la Capital rusa.

 

 

Morirán; pero antes maldecirán mil veces a Vladímir Putin, quien los envió a ese infierno en Ucrania.


Putin Reduce el Teatro de Guerra: se Retira hacia las Regiones Pro-Rusas, para Evitar una Humillación Mayor

a su Ejército

 

UCRANIA, Territorio Nacional- “Cortinas de humo” o mejor dicho… con eufemismos, el Kremlin trata de disfrazar, no su derrota, sino su incapacidad para entrar en ciudades clave para ganar esta guerra; y Kiev, la Capital, es una de ellas y deja leer y escuchar argumentos así: “ya se cumplió la primera etapa de nuestra misión en Ucrania”, “hemos cumplido nuestros objetivos fijados,” “ahora solo nos concentraremos en la ofensiva por la liberación del Este de Ucrania”, por ejemplo. Pero la realidad, la amarga realidad para los planes expansionistas y criminales de Vladímir Putin, muestran que su ejército ha sido una colección de pelmazos, incapaces de vencer a un corajudo y aguerrido enemigo, dispuesto a dejar hasta su última gota de sangre en la defensa de la patria.

 

            Los corazones de los soldados, ciudadanos e internacionalistas que luchan contra el invasor ruso, están henchidos, rebosantes de orgullo nacionalista y con la infatigable decisión de expulsar a los rusos hasta más allá de sus fronteras si fuese necesario; mientras las tropas enviadas por Putin han perdido más de 15 mil hombres, entre ellos Generales de cinco estrellas y otros connotados militares. Además, los blindados que actúan como ariete o punta de lanza de la ofensiva, se han quedado estacionados en caminos rurales y carreteras, porque los partisanos ucranianos (guerrilleros), les han destruido los camiones cisterna que llevaban el combustible para continuar con la invasión. Helicópteros bajados de los aires con misiles tierra-aire, lo mismo que aviones caza rusos, se han precipitado al suelo en impresionantes explosiones, mientras los pilotos se han catapultado fuera de la carlinga para evitar una muerte segura.

 

            Así mismo, muchos soldados invasores se han rendido a las tropas ucranianas y han aparecido en conferencias de prensa, solicitando el perdón de sus captores y explicando que muy pocos rusos querían esta invasión. Es por todo ello (y más), que Vladímir Putin, aconsejado por sus comandantes, ha decidido devolver sus tropas y concentrarse únicamente en las provincias rebeldes y pro-rusas de Donbass (compuestas por Donetsk y Lugansk), en el extremo Este de Ucrania. Será mucho más fácil para los poco profesionales y desmoralizados soldados rusos, hacer la guerra solo en esos dos territorios, que en el interior de una Ucrania temible, valerosa y dispuesta a desangrar a los parásitos que han invadido al cuerpo de la patria.

           

¿Objetivos cumplidos?

 

            Serguéi Roudskoi, jefe del Estado Mayor Adjunto de las Fuerzas Armadas de Rusia, ha aparecido ante la prensa mundial para anunciar ese eufemismo precisamente: que los objetivos fijados desde un inicio, han sido cumplidos por el ejército. Lo cierto es que Moscú, a todas luces, ha cambiado radicalmente la estrategia en Ucrania y se dedicará solamente a conquistar lo que les falta en las provincias antes señaladas. Estas fueron sus palabras textuales: “Se han completado con éxito las tareas principales de la primera etapa de la operación en Ucrania. El potencial de combate de las tropas ucranianas se ha reducido significativamente. Esto nos permite centrar todos nuestros esfuerzos en lograr el objetivo principal: la liberación de Donbass. Antes del inicio de la operación especial en Ucrania –continuó ante la prensa-, se consideraron dos escenarios de acción: limitarnos solo al territorio de las repúblicas populares –autoproclamadas-, de Donetsk y Lugansk o llevar a cabo la desmilitarización y desnazificación en todo el país. Como resultado, se eligió el segundo escenario.” Es decir, en palabras simples, sencillas y directas, lo que han hecho hasta el momento en Ucrania, ha sido destrozar la mayor cantidad de ciudades posibles, lanzando misiles desde sus aviones y desde baterías emplazadas a largas distancias, asesinar a civiles albergados en asilos, escuelas, edificios de apartamentos y hospitales, acribillarlos cobardemente y a mansalva y demostrar repetidamente lo pésimos combatientes que son los soldados rusos: muchos de ellos han preferido rendirse a las fuerzas ucranianas, antes que morir en el intento…

           

            Ucrania no padece un gobierno nazi, su presidente, por el contrario, es un judío convencido de su religión y raza, quien fue electo mediante elecciones democráticas y que ha plantado cara a los enviados del Kremlin en esta invasión; y lo que están sufriendo los invasores rusos son pérdidas enormes en material y seres humanos, mientras las sanciones económicas decretaras por los países occidentales, tienen a las finanzas de Rusia en una verdadera postración y estado calamitoso.

 

            El General ruso añadió que la decisión fue adoptada en el Kremlin, “porque de haber limitado la ofensiva solamente a Donbass, nos hubiésemos enfrentado a la constante reposición del grupo de fuerzas por parte de las tropas ucranianas. Sin embargo, ahora, después de que el potencial de combate del ejército ucraniano se haya reducido significativamente, se ha hecho posible acometer la liberación de la parte Este de Ucrania.”

 

            No obstante, tales objetivos no fueron los trazados inicialmente por el Alto Mando ruso, porque lo que pretendía Moscú, o mejor dicho… su dictador, Vladímir Putin, era reconquistar Ucrania para hacerla un Estado vasallo, según lo es actualmente Bielorrusia y su dictador títere, Alexander Lukashenko. Pero Putin y sus comandantes nunca esperaron una resistencia tan fuerte de parte del pueblo ucraniano, ni las sanciones económicas establecidas por las naciones occidentales, que están asfixiando a toda Rusia, hasta convertirla en una nación empobrecida y carente de posibilidades financieras aunque sean mínimas. Y para tratar de escapar de la enorme vergüenza de la derrota, el mismo General Serguéi Roudskoi, dijo que “pese al cambio de estrategia, no se puede descartar que el ejército ruso se lance a la toma de ciudades como Kiev, Járkov, Chernigov, Sumy o Mikolaiv, que están sitiadas, (pero) el objetivo ahora consiste en mantener inmovilizadas a las tropas ucranianas para evitar que refuercen a sus efectivos en Donbass, hasta la completa liberación de Donetsk y Lugansk. Además, Jersón y la mayor parte de la región de Zaporiyia, están bajo el control total de las Fuerzas Armadas Rusas.”

 

“Lo primero que muere en una guerra es… la verdad.”

 

            En una oportunidad alguien manifestó la máxima anterior y, sin duda, es una realidad sin cortapisas: la verdad o el encubrimiento de los hechos, es lo primero que los invasores, en este caso los rusos, tratan de ocultar o desvirtuar. El primer ejemplo de lo que afirmamos, lo acabamos de reseñar, cuando el Alto Mando ruso ha dicho que se ha cumplido el objetivo trazado antes de producir el ataque a Ucrania; y el segundo ejemplo es el mencionado por el General Serguéi Roudskoi, quien ha mentido ante los periodistas al señalar que “el ejército ucraniano emplazado en Kiev, es débil, y sus pérdidas ascienden a unos 30 mil efectivos, de los cuales 14 mil murieron. Tales bajas son muy superiores a las sufridas por las tropas rusas, que han alcanzado los 1,351 muertos y 3,825 heridos, desde el 24 de febrero, cuando fue lanzada la invasión.” Aunque la verdad que prevalece, indica que son 16,100 soldados rusos los que han caído en combate.

           

            Y la verdad más importante, es la que subyace en la mente de Vladímir Putin, quien, al nacer y crecer dentro del régimen soviético y tras haberse “amamantado” en él y de él, no concibe que naciones como las tres Repúblicas Bálticas (Estonia, Letonia y Lituania), Polonia, Bielorrusia, Hungría, la desaparecida Checoslovaquia, Alemania Oriental, Ucrania, Rumanía, Bulgaria, Georgia, Azerbaiyán, Armenia, Kazajistán, Kirguistán, Moldavia, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, ya no formen parte del imperio ruso y por eso se ha lanzado a la conquista militar de Chechenia, Georgia, la Península de Crimea y ahora contra Ucrania. Su sueño de una potencia mundial, según lo fue la Unión Soviética, no ha desaparecido del ideario de Putin, ni de sus antiguos camaradas nacidos en San Petersburgo y que formaron parte, igual a él, en la nomenklatura de la KGB, la policía secreta soviética. Esta es la gran verdad que esconde Putin y cada vez que se acuerda de ella, decide invadir a esos países fronterizos.

 

            Tanto el Pentágono estadounidense como la sede central de la OTAN, en Bruselas, Bélgica, están a la espera del viraje hacia atrás, que supuestamente vayan a dar los ejércitos rusos en Ucrania, para llevar a cabo el rearme de los ucranianos, con más y mejores armas; y, con el paso del tiempo, ayudar al gobierno de Kiev a la reconstrucción de sus ciudades, a raíz de la gigantesca destrucción causada por los ataques cobardes perpetrados por los rusos, con misiles y bombas de imprecisión. Aunque el alma de Ucrania está intacta, cientos de ciudadanos llorarán por muchos años más a sus muertos, caídos por el terrorismo de Putin.

 

            Esa marcha hacia atrás de las milicias rusas, permitirá, sin duda, a las tropas ucranianas, recuperar terreno en todos los sentidos; de hecho, el ejército ucraniano ha contraatacado a los invasores tras su repliegue rumbo de Donbass. Así según información brindada por el Ministro del Interior ucraniano, Vadim Denisenko, quien dijo: “Estamos manteniendo las líneas y lanzando contraofensivas en la región de Kiev, lo que ha hecho posible recuperar las localidades de Berishevka, Hostomel e Irpín.”

 

            Mientras tanto, la panorámica que sufren los soldados rusos, se manifiesta en el sufrimiento causado por el frío extremo, pues sus tanques se han quedado sin combustible, y no pueden entrar a las ciudades ucranianas, so pena de ser dados de baja o muertos, por los francotiradores que los esperan entre los escombros de los edificios; así mismo, sufren hambre y la zozobra permanente de ser alcanzados por un misil tierra-tierra, mientras tratan de descansar y dormir cerca de sus blindados.

 

            No ha sido fácil para el genocida Putin, quien enfrenta lo peor de la opinión y presión mundial, así como el bloqueo económico a Rusia, la oposición interna de su pueblo, la rendición de decenas de sus soldados ante las tropas ucranianas y la imposibilidad de derrotar a la supuestamente débil Ucrania. Vladímir Putin se ha enfrentado no solo contra los ucranianos, sino contra el mundo entero que lo quiere preso y juzgado en una corte internacional por sus crímenes de lesa humanidad. “El carnicero del Siglo XXI”, un título que se ha ganado con todo merecimiento.        


El Lodo y la Nieve, los Agentes que Causan Problemas a los Blindados Rusos en Ucrania.

 

Regresa “el General Invierno”

 

TERRITORIO NACIONAL, Ucrania-El invierno en los países del Este es particularmente cruel, fuerte y duro y puede llegar a segar vidas si no se “parapetan” bien detrás de gruesos abrigos; y el comandante en jefe de cualquier ejército invasor que no haya previsto una guerra entre la nieve, ya sea en Polonia, Finlandia, la misma Rusia, Bielorrusia y Ucrania, entre otras naciones, sin duda alguna le sobrevendrán graves problemas con pérdidas extraordinarias de todo tipo.

            Justamente eso es lo que está sucediendo hoy en día en Ucrania con las bajas temperaturas que descienden más y más, conforme pasan las fechas y quienes sufren más son precisamente los soldados invasores rusos. Lo que soñó Putin, el dictador sanguinario de Rusia, con una guerra relámpago al estilo del ejército de Hitler, le está ocasionando problemas por la lentitud de sus tropas y la fortísima oposición armada que le están presentando los ucranianos.

            La nieve, dijimos, está causando severos daños logísticos y de material a la armada invasora… “El General Invierno”, el mismo que derrotó a Napoleón en su invasión a la Rusia zarista y a la Wehrmacht alemana en este mismo terreno, es el que le está ocasionando severos daños a Putin y a sus hombres, porque, junto a las heladas caídas, la llamada “rasputina” también ha hecho acto de presencia en los suelos ucranianos y ambas se han convertido en trampas letales para los tanques o demás blindados rusos, tan poderosos en caminos rurales en buen estado. Es por ello que se hallan atascados en estos momentos entre el profundo lodo o derrapan peligrosamente en las carreteras heladas. A esta situación particular hay que añadirle las acciones guerrilleras de los soldados ucranianos, que atacan por la retaguardia a los convoyes enviados desde Moscú.

 

La famosa “rasputina”

 

            Ciertamente Ucrania es un país inmenso, el más extenso de Europa después de Rusia, cuyas tierras se emplean en los cultivos de cereales, más que en ninguna otra cosa; por esa razón, la mayoría de los caminos son rurales y las amplias llanuras están supeditadas a los agentes atmosféricos. El invierno de finales del año pasado y principios del actual, ha sido más caluroso de lo habitual y ha provocado que los suelos hayan quedado embarrialados con un lodo profundo, que hace a los vehículos pesados hundirse. Ese lodo es lo que se conoce popularmente en Ucrania con el nombre de “rasputina,” en recordación del monje siberiano Rasputín, quien fue un verdadero martirio en el seno de la última familia Romanov, Alexandra y Nicolai, los Zares de Rusia.

            La “rasputina” entonces, se forma con el agua del deshielo de la nieve que ablanda el terreno que, según los cálculos y los anhelos de los comandantes del ejército ruso, deberían ser sólidos y permitir el desplazamiento óptimo de sus carros de combate, casi todos ellos provistos de orugas. En muchos casos, es casi imposible salir de ese atascadero causado por la naturaleza y los ucranianos lo aprovechan para atacar con guerrilleros y drones. Otro factor que se está presentando actualmente en el ejército invasor, es la falta de combustible, principalmente por dos razones: 1. Porque los soldados ucranianos han destruido a los camiones cisterna que acompañan a las tropas mecanizadas y 2. Porque Vladímir Putin y sus Generales no previeron que esta campaña en Ucrania se iba a ralentizar tanto; es decir, alargarse más en el tiempo y convertir su sueño de “guerra relámpago” en una dura pesadilla.

            Incluso, los blindados rusos de más de 60 kilómetros de longitud, llegaron a atascarse a tan solo 20 kilómetros de Kiev, la Capital, desde el noroeste. Esta gran columna, formada por tanques, artillería remolcada y demás orugas, salió de la Base Aérea Antonov, al norte de Priborsk y tuvo que detenerse indefinidamente cuando los copos de nieve se precipitaron sobre estos vehículos y hombres componentes de la infantería invasora. El frío, naturalmente, es descomunal en estos trances, con mínimas de -10 grados centígrados, tendientes a descender todavía más.

            Obviamente, dentro de los blindados el frío es peor, pues los sistemas de calefacción son casi nulos y ha hecho que los conductores de estos vehículos peligren en sus propias vidas. Es cuando el ex comandante del ejército británico, Kevin Price, ha asegurado a la prensa de su país que “los rusos están metidos en una trampa mortal, ya que los tanques, a esas temperaturas, se convierten en congeladores de 40 toneladas y ponen en serios aprietos a quienes los manejan, quienes no podrán pernoctar en su interior, bajo el riesgo de perecer congelados.” Entonces, no tienen más remedio que abandonar los blindados para guarecerse en los alrededores y en medio de la tundra sumamente helada y húmeda.

            Para Glen Grant, experto en defensa de la Fundación de Seguridad del Báltico, en declaraciones exclusivas para Newsweek, “los tanques se convierten en una nevera por la noche si no está funcionando el motor, hasta el punto de que los soldados de estos tanques podrían morir congelados.”

 

Napoleón el corso e Hitler, el austríaco     

 

            La falta de una planificación realista que asegure el éxito, es lo que hace de los territorios del Este prácticamente (o difícilmente), conquistables. En el caso de Napoleón Bonaparte, creyó que Rusia caería fácilmente en su poder, lo mismo que el corazón de Europa, pero no previó las grandes heladas y mucho menos “la rasputina” en un terreno extraordinariamente extenso que, además, no conocían sus estrategas. Y entre más se internaba en Rusia, el ejército del Zar Alejandro I, comandado por el Mariscal Mijail Kutuzov, más se adentraba en lo profundo del país. Incluso le fue entregada Moscú al Emperador francés, pero fue una ciudad abandonada, solitaria, sin sus ciudadanos, quienes quemaban las casas y edificios de madera por las noches, ante el terror y estupor de los soldados franceses.

            Fue cuando “el corso” decidió abandonar Rusia, mientras “el General invierno” caía sobre los cañones, carretas y soldados franceses con todo su rigor y mortalidad. A medida que iban huyendo (lentamente), de regreso a París, el ejército ruso les seguía, matando a sus hombres de retaguardia, a sus caballos y desmoralizando aún más a los invasores. Los cadáveres de los soldados franceses iban quedando en el suelo congelado, a medida que se marchaban de la indomable Rusia. Después de esa derrota amarga y desoladora en territorios del Este, el Zar Alejandro I llegó hasta la Capital francesa y declaró ante ese pueblo que no era enemigo de él, sino del único hombre que él despreciaba… el traidor Napoleón, a quien capturó y envió al exilio en la isla del Elba.

            130 años después, el austríaco nacionalizado alemán, Adolf Hitler, escribió en su libro ideológico Mein Kampf (Mi Lucha), que las nuevas generaciones de alemanes deberían heredar las tierras rusas y “de las tierras conquistadas, haremos un jardín del edén,” manifestaría más adelante. De tal modo, procedió a emprender su guerra en el Este, pasando primero por Polonia, antes de atacar a Rusia. Solo la declaración de guerra por parte de los ingleses y franceses, le haría volverse hacia el oeste para finiquitar con esas dos potencias y luego proseguir con su plan y alcanzar el Lebensraum (espacio vital) en Rusia. Poco más de 4 millones de soldados alemanes, acostumbrados a ir de victoria en victoria en toda Europa, se posicionaron en la frontera con Rusia el domingo 22 de junio de 1941. Velozmente, a la orden de ataque, los blindados se internaron en territorio enemigo bombardeando, quemando y dejando un verdadero erial tras su paso. Los rusos capturados sumaban miles de miles, causando un verdadero problema, pues no había cómo cuidar de tantos prisioneros, ni campos de internamiento y mucho menos alimentos para darles.

            Pero la famosa “Blitzkrieg” (guerra relámpago), que había asombrado al mundo por parte de los alemanes, comenzó a ralentizarse por las nubes de polvo y los caminos plenos de polvaredas en los que los blindados se atascaban irremediablemente. Cuando aparecieron las primeras lluvias, fue “la rasputina la que tomó el mando” y fue el lodo el que atascó a hombres, blindados y animales de tiro. Las decisiones erráticas de Hitler, desviándose hacia la ciudad de Stalingrado (hoy Volgogrado), de no acabar rápidamente con urbes como Leningrado (hoy San Petersburgo) y tomar Moscú, lerdearon aún más la invasión (como sucede ahora con las tropas de Putin en Ucrania), y dio pie a que el invierno ruso los sorprendiera.

            La falta de un ataque en extremo Oriente por parte de Japón, aliado de Alemania, fascinado con su guerra contra los Estados Unidos, dio la oportunidad al dictador ruso, Josef Stalin, para trasladar las tropas de Siberia, habituadas al frío congelante, y contratacar así a los alemanes, quienes estaban sin ropas para el invierno, sin zapatos adecuados y con el combustible congelado. La masacre fue casi total, pues se considera que unos 3,5 millones de soldados fueron ultimados en la invencible Rusia.   

            Posterior a este breve repaso de las invasiones napoleónicas y hitlerianas a Rusia, observamos que Vladímir Putin parece estar cometiendo el mismo error en las extensas llanuras ucranianas, cuando sus motorizados han quedado al borde del congelamiento y atascados también en “la rasputina.” Incluso, los analistas de su campaña bélica, señalan que Putin quiso una operación relámpago como las efectuadas en Crimea y Georgia, pero se puede convertir en otra Chechenia, país donde los rusos han perdido ingentes cantidades de hombres y material en una guerra de desgaste y particularmente sangrienta. “Su guerra podrá durar meses, sino años,” citan los mismos analistas de las fuerzas Aliadas, quienes observan detenidamente las incidencias en el teatro bélico.

            “Putin anhelaba una guerra como la de Georgia en el 2008 (apenas 10 días), o la toma de Crimea en el 2014 (23 días); sin embargo, corre el riesgo de enquistarse y que se produzca un escenario más parecido al de las dos guerras de Chechenia (21 meses o 10 años, respectivamente). El plan inicial, según documentos incautados a prisioneros rusos, era controlar Ucrania el 6 de marzo y lo de Kiev va para largo aún,” amplía un militar occidental. Además de “la rasputina” o las temperaturas descendentes, en las que la nieve actúa igual a otro ejército enemigo, matando a los tanquistas rusos, los combatientes ucranianos, con la moral elevadísima pues están defendiendo a su patria, podrían llevar la guerra a un espacio mucho más delimitado, cual sería en las calles y ruinas de los edificios –lo que significó para los alemanes en Stalingrado-; es decir, “si te empantanas en la guerra urbana –añade el mismo estratega occidental-, con la preparación y el rearme que pueden tener las fuerzas ucranianas que tienen misiles anticarro Javelin o NLAW, la guerra puede ir para largo”, en detrimento de una economía rusa fuertemente golpeada –y en descenso-, por causa de las sanciones económicas propinadas por los países de la OTAN. A esto mismo hay que sumarle el arribo masivo de combatientes extranjeros, simpatizantes de Ucrania, quienes están convirtiendo el conflicto en una guerra internacionalista, de mercenarios profundamente indignados con el dictador ruso, Vladímir Putin.

            Un análisis final sobre la situación militar rusa en Ucrania, sería en estos términos: “evidentemente, hay signos de que la ‘Putinkrieg’ (guerra relámpago de Putin), no se ha producido por errores en la cadena logística y de mantenimiento; la feroz resistencia del ejército ucraniano; y la presión exterior a modo de sanciones o envío de armas. Son tres ejes que hacen pensar que la estrategia se le ha torcido a Putin.” Su argumento de “desnazificar a Ucrania” también se le ha evaporado, se le ha desvanecido no más al comenzar las hostilidades, en parte ante lo incoherente de su afirmación de que es un país supuestamente nazi, pero con un presidente que es judío, en el caso de Zelenski. De hecho, los bombardeos masivos contra ciudades y personas ucranianas, muestra a un Putin incómodo, fuera de sí y preocupado por la lentitud de un triunfo que no llega.

            El conflicto armado continúa… un verdadero drama humano para los ucranianos, un reto colosal y mortal para los invasores rusos; y una rica lección para los estrategas militares, quienes están aprendiendo y sacando conclusiones sobre lo se debe y no se debe hacer al librar una guerra en cualquier escenario del mundo.    


Marte, el Dios de la Guerra, Fija su Mirada

en Ucrania

 

El Ataque a Ucrania Ya se Produjo. Europa solo Atina a lo Mismo de Siempre: las Ineficaces Sanciones Económicas

 

KIEV, Ucrania- Lo que tanto se esperaba en los últimos seis meses, se ha producido finalmente con el ataque del poderoso ejército ruso al territorio de Ucrania, mientras la OTAN y el Pentágono han asegurado categóricamente que no responderán de la misma manera (militarmente), a los rusos. Lo cual supone ser la total indefensión de los ucranianos, quienes no podrán contar con el apoyo armado occidental; y la misma retórica de siempre de parte de los gobiernos de Occidente, es la que se deja escuchar en estas aciagas horas, cuando los misiles caen las calles de Kiev, la Capital de Ucrania, y en otras regiones de este extenso país europeo. Es decir, la OTAN observa cómo el monstruo ruso devora tranquilamente a su presa, en este caso Ucrania, sin que responsa con armamento ni acciones decisivas para sacar a los invasores de esa nación.

 

            Mientras tanto, el dictador ruso, Vladimir Putin, ha “golpeado su escritorio” para amenazar a los europeos, al decir que “cualquier interferencia tendrá consecuencias como nunca se han visto”, lo cual podría interpretarse que podría atacar también a otros países occidentales, en los casos de Polonia, las naciones Bálticas, Rumania y Bulgaria, fronterizos con Ucrania. Y sabemos que Putin no bromea, según ha demostrado a lo largo de su inacabable dictadura.

 

            Las sanciones anunciadas por Joe Biden, mandatario estadounidense, son del mismo talante de aquellas que Jimmy Carter (también miembro del Partido Demócrata, el menos beligerante de los dos existentes en USA), impuso a la Unión Soviética cuando invadió  Afganistán; y son las mismas cuando Putin arrebató la península de Crimea a Ucrania hace escasos dos años, sin que occidente moviera un dedo en su defensa. Repetimos: Putin conoce esa manera débil e ineficaz de responder de los aliados y por ello no tiene temor de aplicar la guerra a gran escala, ahí donde se le ocurra llevarla a efecto.

 

El rostro de la guerra

 

            El gobierno ucraniano ha decretado, casi de inmediato y al conocer de la invasión extranjera a su territorio, la ley marcial. Los ataques se han producido por distintos puntos de la frontera común con Rusia y en las primeras horas produjeron 40 bajas mortales entre civiles y soldados ucranianos, debido a los misiles lanzados desde camiones del ejército invasor. En estos momentos iniciales del ataque ruso, unas 12 ciudades ucranianas se hallan en peligro de ser agredidas.

 

            El ataque se produjo este 24 de octubre del 2022, a las 6 de la mañana, hora de Ucrania, una fecha y hora que ya han quedado firmemente grabadas en la cronología histórica mundial, además del repudio que ha generado en casi todas las naciones alrededor del orbe y que detestan la política anexionista, beligerante e inhumana de Vladimir Putin, un dictador que solo tensión ha traído para la región y para el continente europeo en general. En un principio, Putin aseguró, por medio de la televisión, que se trataba solamente de “una operación militar especial” para reforzar a los separatistas que pelean en el Donbás, una extensa zona que quiere separarse de Ucrania y cuya principal etnia es rusa o pro-rusa y se expresa en idioma ruso, mayoritariamente. Sin embargo, esa argumentación de Putin fue solamente para despistar a los corresponsales extranjeros que cubren las noticias desde el Kremlin, porque, pocos minutos después, se escucharon detonaciones en el Este de Ucrania, desde Sloviansk y Kramatorsk hasta Járkov, a 30 kilómetros de la frontera con Rusia y dentro de la demarcación territorial ucraniana, incluyendo a la Capital, Kiev. Las acciones militares se han efectuado por medio de bombardeos de artillería, con equipo pesado y armas livianas, causando numerosas bajas entre los militares ucranianos, con decenas de heridos. El Ministerio del Interior de Ucrania informó que tropas rusas aterrizaron en la ciudad portuaria de Odessa y han cruzado la frontera común en distintos puntos del país; e, incluso, están atacando desde Crimea, donde Rusia tiene una Base naval significativa.

 

            Los misiles que cayeron en Kiev, pocas horas después de la invasión, tenían como objetivo alcanzar y destruir a los aviones de combate ucranianos. Este aeródromo está en las afueras de Kiev, una urbe de 2,8 millones de habitantes, quienes se han ido desplazando al oeste del país, en franca escapada del ataque criminal de Rusia. Durante las primeras explosiones en esta ciudad, las personas civiles se refugiaron en los túneles del metro, mismos que han sido acondicionados como refugios antiaéreos. Las tropas de Putin han entrado en Ucrania también desde el punto fronterizo de Vilcha, entre esta nación y Bielorrusa, un Estado títere de Moscú y a 150 kilómetros de esta Capital.

 

            Otra de las grandes falacias expresadas por Putin, indica que “la operación militar lo que busca es desmilitarizar a Ucrania, pero no ocuparla,” cuya verdad o mentira, lo sabremos según avancen las hostilidades. Si respondiera a la verdad, se retirarían los soldados invasores una vez que cumplan su misión “de desarme”; pero si no lo hacen, sucederá lo que todos sospechamos: Ucrania pasará a ser territorio de la actual Rusia, algo que, económicamente, le sirve de manera extraordinaria a Putin, pues se trata del mayor productor agrícola de Europa y poseedor de grandes yacimientos de minerales, incluyendo el gas y el petróleo. Dejar libre a Ucrania, sería un error geoestratégico y económico de parte del dictador ruso. Algo que no creemos que cometa.

 

            Putin también aseguró durante su presentación ante el pueblo ruso, que el ataque no será contra civiles ucranianos, sino, por el contrario, para proteger a las regiones separatistas de Dontsk y Lugansk; pero la incursión, en forma de tenazas, se adentra en el país con un numeroso ejército y fuertemente apertrechado. Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelneski, ordenó el cierre del espacio aéreo y manifestó casi de inmediato a la invasión rusa: “El ejército está trabajando. Sin pánico. Somos fuertes. Estamos listos para todo. Derrotaremos a todos.” Mientras tanto, las escaramuzas y combates entre ambas fuerzas armadas, se han producido en la línea del frente bélico, de 400 kilómetros de extensión en el Este del país. La lucha en trincheras y con francotiradores ha sido la tónica en las primeras horas.

 

Chernóbil, la gigantesca planta nuclear

 

            Muy pocas personas civiles y militares han tomado en cuenta a esta planta que explotó, en su reactor 4, en 1986, causando la peor tragedia de este tipo en el devenir de la humanidad. Incluso, para detener el escape de radioactividad, una empresa privada francesa construyó la enorme cúpula de acero que fue colocada sobre el reactor accidentado. En este caso particular, el presidente Zelenski preocupó hondamente al pueblo ucraniano cuando dijo que las fuerzas rusas están tratando de apoderarse del perímetro de exclusión en torno a la central nuclear. Hace unas pocas semanas atrás, el gobierno de Ucrania reforzó, con patrullas fuertemente armadas, la zona que es altamente contaminada y se halla deshabitada desde hace décadas, desde que se produjo el impresionante accidente que llenó de energía nuclear a los cielos de toda Europa. El temor de los ucranianos se basa en que los rusos podrían desatar nuevamente la radioactividad al destruir la gigantesca cúpula y fue cuando el mandatario volvió a decir: “Nuestros defensores están dando la vida para que no se repita la tragedia de 1986.”

 

            En resumen, al dar comienzo el ataque a Ucrania, éste se ha producido en 10 localidades del país, principalmente en el Este y el sur, mientras los batallones de Putin también han intentado penetrar por el noreste del territorio nacional ucraniano, por la región de Chernihiv. En este sitio preciso, el alto mando ucraniano ha asegurado que ha conseguido repeler el ataque ruso, ya que es de vital importancia, porque representa la manera más rápida y directa para cualquier invasor, de llegar a Kiev, la Capital. Esta zona es cercana a Bielorrusia, donde Putin ordenó el acantonamiento de unos 30 mil soldados, a la espera de su orden de ataque.

 

            Los argumentos rusos, desde el Kremlin, y desde la agencia de noticias RT, que transmite vía internet y en varios idiomas, indican que “el ejército nuestro está usando armas de alta precisión para inutilizar la infraestructura militar, las instalaciones de defensa aérea, los aeródromos militares y los aviones del ejército ucraniano.” Así también la agencia Estatal rusa, RIA. Sin embargo, uno de los ataques recientes alcanzó al hospital de Vuhledar, en la región de Donestsk, con un saldo importante de víctimas civiles ahí hospitalizadas. Es decir, no hay tal precisión de las armas rusas, de acuerdo con este caso. Por su lado, el dictador Vladimir Putin sigue afirmando su ridículo argumento de que el gobierno de Kiev es nazi, porque discrimina a los ruso-parlantes y está llevando a cabo un genocidio en Donetsk y Lugansk, entre las personas afines a la cultura e idiosincrasia rusa. “La acción militar –entiéndase ‘agresión’-, es para defender y proteger a la ciudadanía –expresó Putin-. Nos esforzaremos por desmilitarizar y desnazificar a Ucrania y también por llevar ante la justicia a aquellos que cometieron numerosos crímenes sangrientos contra civiles, incluidos ciudadanos de Rusia. Tomé la decisión del envío de tropas, tras recibir una petición de ayuda de parte de los líderes de los territorios separatistas en el Este de Ucrania y cualquiera que intente interferir con nosotros o, más aún, crear amenazas para nuestro país y nuestro pueblo, debe saber que la respuesta de Rusia será inmediata y lo llevará a consecuencias como nunca antes ha experimentado en su historia. Estamos listos para cualquier giro de los acontecimientos.” Amenazó el dictador desde su oficina en Moscú.

 

            Y mientras las bombas y misiles surcaban el cielo ucraniano, se pudieron observar extensas filas de personas y vehículos en los cajeros automáticos, Bancos, expendios de abarrotes y gasolineras, de ciudadanos de Ucrania, quienes luchaban por comprar víveres (alimentos y enseres diversos) y sacar su dinero en efectivo y huir de la zona en conflicto. Lamentablemente solo les permitieron retirar, a cada persona, unas 3 mil grivnas, la moneda nacional, que equivale a unos 90 Euros. Y cuando esta situación se daba, el gobierno llamaba a la lucha a 36 mil reservistas y mandó a cerrar los aeropuertos de Jarkov, Zaporiya y Dnipro. En la larga fila de “cuenta-habientes”, varios de ellos expresaron sus opiniones en relación con la guerra: “No es pánico, es previsión,” dijo Olga Kubikoba, una mujer de 53 años de edad, refiriéndose al dinero que había sacado. “Desgraciadamente, sabemos lo que hay que hacer”, afirmó Alexéi Udovenko, mientras esperaba llenar el tanque de su auto con combustible. Ambos ya han experimentado la maldición de la guerra en Donbás, un conflicto latente desde el 2014 y que ha causado más de 14 mil muertes.

 

Las famosas sanciones económicas

 

            Vladimir Putin, dictador de todas las Rusias, es un conocedor amplio y profundo de la política mundial y en concreto, de los Estados Unidos; por eso, sabía que, al invadir Ucrania, no habría respuesta armada del Pentágono y mucho menos de la OTAN. Fue así como tomó todas las medidas calculadas antes de atacar a su vecino. Y es que la retórica de Wall Street y la creencia intrínseca de la mayoría de los norteamericanos de que el dinero es “el poderoso caballero” de siempre, que todo lo puede, todo lo consigue y todo lo presiona, en casos como el actual con Ucrania, simplemente no va a funcionar. Ciertamente se le aplicarán medidas draconianas a Moscú (iguales a lo largo de la historia contemporánea), pero le queda al Kremlin volver su mirada hacia el gigante económico emergente, que es la China comunista, nación con la cual el dictador ruso ha estado en acercamiento constante y sostenido desde hace años, incluso antes y durante la pandemia que los mismos chinos crearon y diseminaron por el planeta.

 

            No obstante, a raíz del ataque a Ucrania, casi de inmediato la Bolsa de Moscú se precipitó en caída libre hasta detener su actividad febril que le es característica y el rublo, la moneda rusa, también cayó a niveles record, frente a las demás divisas europeas y al dólar. Pero no solo la moneda rusa, sino también las otras europeas han reportado pérdidas masivas y el gas y el petróleo han disparado sus precios. El presidente Joe Biden, en una alocución dirigida al mundo, la mañana siguiente del ataque militar, manifestó: “Si Rusia va más lejos, las sanciones serán más duras. ¿Quién, en el nombre de Dios, se cree Putin que es… para reconocer a dos nuevos países dentro de otro país vecino?” Y catalogó la invasión a Ucrania como “una violación flagrante del derecho internacional,” al paso que anunciaba una primera ronda de sanciones contra el régimen dictatorial de Rusia. Esas sanciones se refieren a la cancelación de un gasoducto del cual depende en parte la economía rusa; aislar a dos grandes Instituciones financieras también rusas (VEB y el Banco Militar), y la deuda soberana de esta nación y por lo tanto el gobierno de ese país, quedarán aislados de financiación Occidental. Así mismo, se aplicarán sanciones contra jerarcas rusos y sus familiares y se trabaja, junto al Estado alemán, para cancelar definitivamente al gasoducto Nordstream II, en el que la empresa moscovita Gazprom ya ha invertido US$11 mil millones (unos €9,700 millones). “Al aislar al gobierno de Rusia de la financiación internacional -agregó Biden-, ya no puede recaudar dinero de Occidente, ni puede canjear su deuda con los mercados europeos; y esta semana, ahondaré en esas penalizaciones pactadas con los socios europeos.” Puntualizó el presidente.

 

            Desde el punto de vista militar, añadió que reforzará a las tropas de los Estados Unidos emplazadas en las tres repúblicas del Báltico (Estonia, Letonia y Lituania), invadidas por la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial y que podrían estar entre los planes de Putin por rehacerse con ellas nuevamente. Dichos países componen el flanco Este de la OTAN, de ahí su importancia estratégica. Serán trasladados ocho aviones F-35 y 32 helicópteros Apache, hasta los Estados del Báltico. Unos 800 soldados norteamericanos de infantería, serán trasladados desde las Bases en Italia, hasta las tres naciones.

 

Para la número dos del Departamento de Estado, Wendy Sherman, “Rusia no ha respetado los acuerdos de paz de Minsk, que se acordaron tras la invasión del 2014. Rusia nunca cumplió uno solo, ni siquiera uno, de sus compromisos (…). Ahora Rusia ha mostrado al mundo sus verdaderas intenciones, violando de nuevo la soberanía, la integridad territorial y las fronteras reconocidas internacionalmente de Ucrania.”

 

            Por su parte, un vocero del Pentágono fue más pesimista que los demás, al afirmar que Rusia podría tomar Kiev, en tan solo dos días y causar en ese intento 50 mil muertos entre la población ucraniana indefensa. Los refugiados resultantes serían arriba de los cinco millones, quienes entrarían en el corazón de Europa, buscando paz y seguridad. “(…) El gobierno de Volodímir Zelenski caería derrocado, se tomaría Kiev en cuestión de días y la consecuente crisis humanitaria dejaría hasta cinco millones de refugiados esparcidos por Europa.” Así según el espionaje norteamericano.

 

            El diario The Washington Post cifró el número de bajas durante la invasión, entre los 25 y los 60 mil civiles muertos; y en lo que atañe a los soldados ucranianos caídos en combate, podrían ser entre 5 mil y 25 mil efectivos; y por la parte rusa, entre 3 mil y 10 mil soldados.

 

            Lo cierto es que las tropas enviadas por Vladimir Putin siguen avanzando hacia el corazón de Ucrania. Su intención es clara: apoderarse de un país indefenso, dejado a su suerte por las naciones Occidentales y del cual Moscú nunca se olvidó, pues una vez formó parte de la Unión Soviética y su independencia a raíz de la desaparición de la URSS, nunca fue vista con buenos ojos por los distintos gobiernos rusos. En estos días… Marte, el dios de la guerra de las antiguas legiones romanas, observa inquieto el territorio de Ucrania y mueve las tropas, deseoso de ver sangre, fuego y destrucción. Putin, le ha complacido con gusto y entereza. Al fin y al cabo, es su peón en la geografía mundial.


Estas son las Sanciones Económicas que EE.UU y la Unión Europea Imponen

a Rusia

 

WASHINGTON Y BRUSELAS- Vladimir Putin, dictador ruso, ha hecho llegar a sus bien preparadas fuerzas militares hasta el corazón de Kiev, la Capital ucraniana, y, aunque los expertos se empecinan en señalar que el ataque a esta ciudad no ha sido todo lo fulgurante que se planeó en un inicio, a la prensa internacional y a los estrategas de otros países, nos ha parecido que ha sido un ataque relámpago, fulgurante. Primeramente, bombardeó desde posiciones lejanas y con misiles, a los suburbios de esta urbe; y posteriormente lanzó sus helicópteros contra los edificios de la que fue una atractiva Capital europea.

            Cuando redactamos esta crónica, la infantería rusa se apresta para entrar en Kiev donde le esperan combates cuerpo a cuerpo con unidades de élite del ejército ucraniano. Quienes creyeron en Ucrania y en la OTAN que esta se iba a tratar de una guerra de dos ejércitos sobre el terreno, frente a frente, les ha quedado claro que los rusos no combaten de esa manera y el Estado Islámico (ISIS), borrado de la faz de la Tierra en Siria e Irak por la aviación de Putin, supo lo que era combatir contra un enemigo inalcanzable que los atacó con misiles desde el Mar Negro, desde destructores anclados en esas aguas, y por medio de helicópteros y aviones bombarderos. Hoy está sucediendo lo mismo en Ucrania: los soldados defensores del país se han quedado esperando a sus iguales rusos en campo abierto y trincheras, como si se tratara de las tácticas bélicas de la Primera y Segunda Guerras Mundiales. Pero nó… así no ha sido y pocos soldados rusos mueren con una estrategia de esas características, mientras que los muertos los ponen los ucranianos con sus civiles, quienes han fallecido en cantidades importantes, y sus soldados que reciben los misiles sobre sus cabezas.

 

Un auténtico “tigre de papel”

 

              Eso es exactamente el gobierno de los Estados Unidos y su famoso Pentágono: un “tigre de papel” pegado en uno de los muros de la mansión en Washington. Estamos seguros de que un nuevo ataque terrorista, semejante al del World Trade Center ("torres gemelas"), en el 2001, podría efectuarse tan solo con la decisión suicida de las facciones radicales musulmanas. “El tigre de papel” que es el Pentágono estadounidense y la Casa Blanca, ha quedado demostrado nuevamente con el ataque criminal de Rusia a Ucrania...

 

             Los inútiles norteamericanos y los advenedizos europeos solo atinan a imponer "sanciones económicas" que solo afectan a algunos ciudadanos comunes y nunca a los líderes y multimillonarios (con fortunas en paraísos fiscales). Así es que... la masacre ha comenzado y continuará sin que ninguna potencia de occidente mueva un solo dedo a favor de Ucrania. Hoy se les podría decir a los líderes occidentales lo mismo que en su momento le dijo el parlamentario Leo Amery, en 1930, al entonces Primer Ministro inglés, Sir Neville Chamberlain, cuando regresó a Londres de la Cumbre de Munich con Daladier, Hitler y Mussolini, en la cual entregaron parte de Checoslovaquia a los nazis: "lleva usted sentado ahí demasiado tiempo para las pocas cosas buenas que ha hecho… ¡En nombre de Dios, váyase!’” Y, hoy en día, son muchos los Chamberlain en la NATO y en la Casa Blanca que se deberían ir, empezando por Biden. ¡Pobre Ucrania con tanta sangre que ha comenzado a derramarse!

 

            Y estas son las sanciones económicas que la Unión Europea y los Estados Unidos acordaron imponer a Vladimir Putin, el dictador ruso, sus ministros e inversionistas y millonarios rusos que se encuentran en el área financiera occidental: 

 

          Los bienes en Europa del dictador ruso y de su ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, serán congelados, según acuerdo alcanzado por los líderes de la Unión Europea o los 27 países que la conforman. La ronda de sanciones incluye el bloqueo del 70 por ciento del sistema bancario y empresas Estatales rusas al mercado de capitales. Ello le provocará al gobierno de Rusia un aumento de la inflación y lastrará el crecimiento económico de esta nación euro-asiática. Esas sanciones atacarán igualmente a los depósitos de las élites rusas (los millonarios que componen a la oligarquía post-soviética), y a la transferencia de tecnología para refinar petróleo y provocará un golpe importante en un sector que obtuvo US$24 mil millones en exportaciones a favor de Rusia, en el 2019. Así mismo, las operaciones de ciertas aerolíneas rusas y los visados a empresarios y políticos de aquel país, se verán bloqueados.

 

          El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se refirió de esta manera a las sanciones financieras: “Hoy estoy autorizando fuertes sanciones adicionales y nuevas limitaciones sobre lo que puede exportar Rusia. Esto va a imponer un severo coste a la economía rusa, tanto de forma inmediata como a lo largo del tiempo. Putin eligió la guerra. Ahora, él y su país van a sufrir las consecuencias. Las sanciones de los Estados Unidos van a degradar su industria aeroespacial, incluido su programa espacial.” Por su parte, el Departamento del Tesoro de EE.UU publicó una lista detallada de las nuevas sanciones que afectarán a casi el 80 por ciento de los activos bancarios de Rusia y tendrán un efecto profundo y duradero en su economía y el sistema financiero. 

 

Estas son, en detalle, las sanciones…

 

             1.      Contra múltiples Bancos, entre ellos las dos mayores Instituciones financieras de esa nación: Sberbank y VTB Bank, que ya no podrán beneficiarse de la eficiencia y riqueza superlativa del sistema bancario estadounidense.

 

             2.      Sanciones a Sberbank en materia de cuentas de corresponsalía y cuentas de pago. El Departamento del Tesoro exigió a todas las Instituciones financieras de los Estados Unidos que, “en un plazo de 30 días, cierren cualquier cuenta de corresponsalía o de pago a través de Sberbank y rechacen cualquier transacción futura que implique a Sberbank o a sus filiales de Instituciones financieras extranjeras.”

 

             3.      Los pagos que el Banco ruso intente procesar en dólares para sus clientes, serán interrumpidos y rechazados una vez que el pago llegue a una Institución financiera de los Estados Unidos. Entra en vigor a partir del próximo 26 de marzo.

 

             4.      Bloqueo total a VTB Bank y sus 20 filiales, que incluyen Bancos, sociedades de cartera y otras empresas financieras situadas en Rusia y en otros ocho países.

 

              5.      Bloqueo a otras tres importantes Instituciones financieras rusas, llamadas Otkritie, Novikombank y Sovcombank y sus filiales.

 

             6.      Prohibiciones de deuda y capital contra las principales entidades Estatales y privadas de Rusia. Los Estados Unidos prohíben las transacciones y operaciones por parte de ciudadanos estadounidenses o dentro de USA en la nueva deuda, con un vencimiento superior a 14 días y el nuevo capital de 13 empresas Estatales y privadas rusas, entre ellas Gazprom, Transneft y Rostelecom.

 

            7.      Sanciones contra las “élites” políticas y financieras rusas, específicamente contra el hijo de Serguéi Lavrov, quien es el representante de Vladimir Putin para cuestiones medioambientales, ecológicas y de transporte; contra el hijo de Nikolái Pátrushev, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia; contra el de Igor Sechim, director general de la compañía petrolera Rosneft; así contra Alexander Vediajin, primer vicepresidente del Consejo de Administración de Sberbank, entre otros personajes más de la vida pública rusa.

 

            Boris Johnson, premier inglés, anunció otro paquete de sanciones económicas “el más grande y más severo que Rusia ha visto jamás.” Dijo textualmente. Entre esas determinaciones británicas se contempla el congelamiento de activos de todos los principales Bancos rusos, así como la prohibición a la aerolínea Aeroflot para que aterrice en el Reino Unido.

 

            Nuevamente Biden aseveró que ha coordinado con los gobiernos de Inglaterra, la Unión Europea y Japón “y estamos total y completamente de acuerdo: limitaremos la capacidad de Rusia para hacer negocios en dólares, euros, libras esterlinas y yenes, para ser parte de la economía global.” Así mismo, Washington restringirá la mitad de las importaciones tecnológicas, el comercio de ciertas mercancías, lo cual no permitirá la modernización de la industria rusa, concluyó.

 

          Una noticia reciente, tras la caída de Kiev en las garras del ejército ruso, indica que Vladimir Putin llamó al gobierno ucraniano al diálogo de negociación… ¿Habrán surtido efecto los anuncios de sanciones económicas en el dictador de Rusia? Eso está por verse en los próximos días.


Invasión a Ucrania.

Europa ante una Nueva Guerra

 

BRUSELAS, Bélgica, Cuartel General de la OTAN- Continúa Vladimir Putin, el dictador de Rusia, con sus actitudes agresivas y amenazantes, sin descartar la utilización de un lenguaje rastrero para decir que “las tropas de la OTAN se verán agarradas por el cuello si atacan a los rusos.” Lo que sucede en el fondo, radica en que Rusia no se ha acostumbrado a la idea de que las repúblicas que los comunistas invadieron y sojuzgaron, en los casos de Chechenia, Bielorrusia, Ucrania, Armenia, los países bálticos y demás, se hayan independizado después de que la Unión Soviética fracasara y desapareciera para convertirse en la débil Comunidad de Estados Independientes (CEI). Políticamente, esa razón es la que tiene en vilo a Moscú y desea atraerse nuevamente y de cualquier manera, a esas mismas naciones a “su órbita.”

            Y desde el punto de vista militar, en el caso de que Ucrania ingrese finalmente a la OTAN, ello representaría un presunto peligro para Rusia, pues tendría a un enemigo al lado, fronterizo y capaz de una reacción inmediata en caso de guerra. Putin está convencido de que Rusia no puede darse el lujo de compartir fronteras con gobiernos enemigos y por eso la situación estratégico-política de Bielorrusia, con un Gabinete títere del Kremlin, y es lo que precisamente los rusos necesitan en derredor para no correr ningún riesgo en el futuro. De hecho, en estos días, los ucranianos están firmemente convencidos de que Rusia lanzará el ataque próximamente y se transpira y respira tensión en todas las ciudades ucranianas.

 

Reunión Lavrov-Blinken

 

            Los jefes de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, y el estadounidense Anthony Blinken, se reunieron recientemente en Ginebra, Suiza, para tratar el tenso tema del posible ataque armado de Rusia a Ucrania y los deseos de Putin por apoderarse del extenso país vecino. Desde la partida de las conversaciones, el enviado norteamericano rechazó lo que los rusos llaman “la reivindicación esencial de Rusia”, lo cual significa, dejando de lado el lenguaje eufemístico usado por el kremlin en este caso, que Ucrania es un derecho irrenunciable que tienen los rusos y, por lo tanto, proclive a ser invadida cuando a ellos les parezca.

            El pretexto de dicha invasión se fundamenta, supuestamente, en el enojo de Vladimir Putin porque Ucrania está dispuesta a formar parte de la Alianza del Tratado del Atlántico Norte, conocida sucintamente con el nombre de OTAN o NATO, según sus siglas en inglés. Lo cual representaría, de darse el hecho, tener al enemigo “a las puertas” en caso de una eventual guerra. Por ello está en el aire la determinación del dictador ruso por invadir al país que una vez perteneció a la Unión Soviética, una excusa, a todas luces, débil y que no justifica en nada una matanza de personas inocentes, tal y como pretenden los rusos.

            Dentro del entendimiento que puede dar la diplomacia, Blinken “lanzó sobre la mesa una de las cartas” de negociación, al decirle a su homólogo Seguéi Lavrov: “las puertas de la OTAN seguirán abiertas, estamos dispuestos a estudiar nuestras comunes preocupaciones para garantizar la seguridad y escuchar a Moscú, pero no estamos dispuestos a retractarnos de los principios fundamentales.” La respuesta del representante del Kremlin fue: “Rusia no tiene ninguna intención de invadir a Ucrania.” Y de inmediato la réplica del norteamericano fue: “Si quieren convencer al mundo de que no quieren la invasión, una buena forma sería comenzar a retirar las tropas, dar pasos de desescalada.” Y agregó: “Nosotros no nos movemos por sentimientos, sino por datos y por la historia: Rusia sigue desplegando tropas y ahora mismo Putin tiene la capacidad de atacar a Ucrania desde varios puntos cardinales. Hemos visto planes para desestabilizar a Ucrania y a su gobierno. Rusia invadió ya a Ucrania en el 2014 y forzó un cambio fronterizo, se hizo con el poder de Crimea. Todo eso son datos. Ahora Moscú puede elegir entre dos caminos: el del diálogo o el del conflicto y nosotros estamos preparados para ambos.” Advirtió el enviado de la Casa Blanca, Anthony Blinken.

            En otros términos más claros todavía, los argumentos del Secretario de Estado se pueden interpretar fielmente en el sentido de que ha exigido a los rusos retirar a las tropas, a cambio de frenar una respuesta contundente de la OTAN en el aspecto armado también. De hecho, los soldados europeos han comenzado a desplegarse en el posible teatro de guerra, lo cual deja claro que la OTAN no va a permitir ningún abuso de parte de Rusia. La posición de los Estados Unidos, de acuerdo a lo que ha dejado entrever su enviado especial a Ginebra, señala que no negociará solo y siempre estarán presentes en los diálogos de distensión, tanto Europa Occidental como la misma Ucrania. “Le he dejado muy claro esto a Lavrov: nada sobre Ucrania… sin Ucrania. Nada sobre la OTAN… sin la OTAN. Y nada sobre Europa… sin Europa.”

            En lo que estriba al emisario y máximo representante exterior del Kremlin, Serguéi Lavrov, ha dicho a los periodistas de su país que Anthony Blinken le prometió que, después del encuentro bilateral en Ginebra, los Estados Unidos le presentarán a Moscú, en el lapso de una semana, una respuesta escrita a las propuestas rusas, relacionadas con sus exigencias de garantías de seguridad. “Hemos terminado la reunión –dijo Lavrov-, con un consenso de que vamos a recibir una respuesta por escrito.” Y aseguró en medio de una pose supuestamente sincera, que “Rusia jamás ha amenazado al pueblo ucraniano y mi país no tiene planes de atacar a Ucrania.” No obstante, esto último puede ser solamente un movimiento disuasorio para tranquilizar un poco los ánimos de las naciones que conforman la OTAN y que están dispuestas a dar una respuesta armada a un eventual ataque ruso. Aún sigue siendo extraño, empero, que Lavrov insista en que no piensan atacar a Ucrania, cuando sus blindados acampan pegados a la frontera común y sus hombres no dejan de hacer maniobras militares, mientras los ciudadanos de Kiev y demás urbes ucranianas, siguen ideando posibles escondites para salvaguardarse de las bombas y misiles que lanzarán los rusos en cualquier momento. Es decir… nadie cree en la retórica del Kremlin, mucho menos cuando proviene de un hombre en nada confiable, quien aprieta a diario “las clavijas” de la política interior y exterior de Rusia, en el caso del dictador Vladimir Putin.

            Un reportero le preguntó a Serguéi Lavrov si sería factible una cumbre entre Joe Biden y Vladimir Putin para sellar definitivamente la paz en la región y el titular de la diplomacia rusa contestó: “Paciencia. No nos adelantemos, el presidente Putin siempre está listo para los contactos con el presidente Biden; (pero) está claro que estos contactos deben prepararse seriamente.”

            Finalmente dentro de este capítulo, el Secretario de Estados de EE.UU. manifestó a los periodistas que acordó con su colega ruso que intercambiarán correspondencia escrita en los días siguientes y acordaron que es de suma importancia continuar con el proceso diplomático para evitar el encontronazo militar.

           

La verdadera realidad, contraria a las palabras…

 

            Sin embargo, a pesar de la retórica anterior de ambas partes, sugiriendo de que “todo está bien, todo anda bien y no habrá invasión a Ucrania de parte de los rusos”, la realidad, los hechos recientes, indican todo lo contrario, porque las tropas de la OTAN han sido puestas en máxima alerta y se están enviando, en estos precisos instantes, barcos y aviones al Este de Europa; es decir, al escenario donde se llevaría a cabo, muy posiblemente, la guerra.

            En este momento, el envío de tropas de la OTAN se da en el punto álgido de “la guerra fría” con Rusia, mientras el gobierno de este país ha seguido enviando soldados a la frontera con Ucrania. Simultáneamente, Anthony Blinken ha continuado sus contactos con sus homólogos europeos, quienes están reunidos en Bruselas, sede de la OTAN, y de manera virtual desde la Casa Blanca, tratando de encontrarle una solución al problema. Por su parte, Jens Stoltenberg, hizo circular un comunicado escrito en el que manifiesta: “Celebro que los aliados contribuyan con fuerzas adicionales a la OTAN y seguiremos tomando todas las medidas necesarias para proteger y defender a todos los aliados, incluso reforzando la parte oriental de la Alianza. Siempre responderemos a cualquier deterioro de nuestro entorno de seguridad, incluso reforzando nuestra defensa colectiva.”

            Concretamente, España ha enviado barcos para que se unan a las fuerzas navales de la OTAN y está considerando el envío de aviones de combate a Bulgaria. La fragata Blas de Lezo y el buque de acción marítima, Meteoro, zarparon rumbo al Mar Negro, y tiene previsto enviar a cuatro cazas Eurofighter al mismo sitio geográfico. Por su parte, Dinamarca enviará otra fragata al Mar Báltico y desplegará prontamente a cuatro cazas F-16 en Lituania. Francia mandará tropas a Rumanía y los Países Bajos (Holanda), enviará también aviones de combate F-35 a Bulgaria, más un barco y unidades terrestres a la Fuerza de Respuesta de la OTAN. Los Estados Unidos dejaron claro que aumentarán su presencia militar en la parte oriental de Europa, siempre acorde al momento crítico que se vive en estos instantes.

            Una prueba más de que la tensión ha alcanzado su punto máximo, la han dado las embajadas de los Estados Unidos y del Reino Unido, cuyo personal ha comenzado a abandonar Kiev, la Capital de Ucrania, ante la inminencia del ataque ruso. En lo que respecta a la representación de la Unión Europea (UE), en esta misma ciudad, Josep Borrell, alto representante de la Política Exterior de la UE, ha dicho que “mientras continúen las negociaciones, no creo que debamos salir de Ucrania, aunque estoy a la expectativa de lo que Blinken nos comunique a los europeos (sobre el derrotero de las circunstancias).”

            En Moscú, por su parte, Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, acusó a Occidente por su irresponsabilidad al aumentar el voltaje en la crisis: “la escalada de tensión obedece a las acciones informativas (…) que emprenden Estados Unidos y la OTAN. Se trata de una verdadera histeria informativa.” Aseveró el vocero de Putin.

            En lo que atañe a la embajada de los Estados Unidos, la Casa Blanca ha ordenado el abandono de esa sede al personal “no esencial” que ahí labora y la orden, por supuesto, afecta a los familiares de esas personas, quienes también viven en Ucrania y deberán regresar a USA lo más pronto posible. Dicha directriz se fundamenta en el hecho de que Rusia sigue acantonando, día a día, más y más soldados y vehículos bélicos en la línea fronteriza con Ucrania, un mensaje clarísimo de que la invasión se producirá en cualquier momento. A los estadounidenses, no diplomáticos, que residen en esta nación, Washington les ha recomendado que “consideren la oportunidad de salir de Ucrania, empleando vuelos comerciales u otros medios privados, dado que la embajada no estará en condiciones de prestarles ayuda en caso de un ataque. Hay informaciones –continúa la nota oficial-, que sugieren que Rusia planea una acción militar significativa. Las condiciones de seguridad, particularmente en torno a las fronteras, en la zona de Crimea ocupada por Rusia y en la parte oriental controlada por Moscú, son ahora mismo impredecibles y pueden deteriorarse sin previo aviso.” Puntualiza el comunicado emitido por el Departamento de Estado.

            El temor desatado en Kiev, también lo ha azuzado Anthony Blinken con estas otras palabras: “Si una fuerza rusa más, entra en Ucrania de manera agresiva, Estados Unidos y Europa responderán de forma ágil, severa y unida.” Mientras tanto, el presidente Joe Biden, en una conferencia de prensa, aseguró que cualquier movimiento en falso dado por los rusos, provocará severas sanciones y el presidente (dictador) ruso, se arrepentirá de ello.

            Siempre dentro del marco pre-bélico que envuelve a Rusia con su amenaza, y a Ucrania, al sentirse y verse amenazada, el Reino Unido ha hecho algo parecido a sus amigos estadounidenses; es decir, ha retirado parte de su personal de la embajada inglesa en Kiev “ante la creciente amenaza procedente de Rusia.” Según nota enviada por el gobierno británico con sede en Downing Street. Sin embargo, el comunicado oficial ha hecho hincapié en que “la embajada británica permanecerá abierta y seguirá llevando a cabo tareas esenciales”; aunque se filtró la información de que prácticamente la mitad de los funcionarios de la sede diplomática, ya tienen programado su regreso a Londres.

            Fundamento de lo que sucede en la actualidad en Ucrania, es la acusación que el gobierno inglés ha realizado contra el de Moscú por medio de una nota en la que acusa al Kremlin de estar maniobrando ya, para instalar un gobierno títere en suelo ucraniano, semejante al de Bielorrusia: “Disponemos de información que indica que el gobierno ruso busca instalar a un líder pro-ruso en Kiev, mientras se plantea una invasión para ocupar Ucrania. El ex diputado ucraniano Yevhen Murayev está siendo considerado como potencial candidato (…).” La respuesta de Moscú se centró en acusar a Londres por hacer circular desinformación y volvió a aseverar que “las naciones anglosajonas están intensificando las tensiones sobre Ucrania e instamos al Foreign Office a que deje de difundir tonterías.” Expresó el comunicado emitido por el departamento a cargo del Ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

            Así las cosas, todo puede ocurrir, más aun si está en medio del teatro de operaciones Vladimir Putin y Rusia entera con su arsenal nuclear. Sobre el accionar ruso no tenemos la menor duda; pero sobre el accionar aliado, nos asalta todo tipo de inseguridades, más todavía cuando recordamos el abandono de la OTAN al pueblo afgano hace escasos meses atrás y es muy posible que, en aras de no enfrascarse en una guerra seria y de severos resultados con una potencia militar como lo es Rusia, Europa Occidental y los Estados Unidos podrían sacrificar a los ucranianos, sus libertades esenciales y su identidad como pueblo y nación. Afganistán es el ejemplo más claro: un pueblo entregado al fanatismo criminal de los talibanes que, traducido en el lenguaje actual, podrían ser los ucranianos quienes serían entregados ante las bestialidades militares de los rusos, sin que la OTAN mueva un dedo en su defensa. De eso, justamente, tenemos miedo que suceda.


 Daniel Ortega Apuntala su Dictadura. Hace Pantomima con su “Nuevo”

Gobierno

 

MANAGUA, Nicaragua- El dictador de esta nación, después de haber metido a todos sus adversarios políticos a la cárcel para que le dejaran el camino libre hacia la reelección presidencial (dictatorial, en este caso), convocó a unas elecciones fraudulentas, más falsas que un billete de 5 mil dólares. El mundo lo observaba tranquilamente, sin sorpresa alguna, pues ya conocíamos su manera de actuar y de mentir, de que es el elegido continuamente por su pueblo en comicios libres, transparentes y honestos. Una mentira tan grande como el Lago de Nicaragua.

No contento con lo anterior, con haber ganado las elecciones de manera fraudulenta, Daniel Ortega, con 76 años de edad, junto con su impresentable y horrenda mujer, Rosario Murillo, la co-dictadora y de quien se dice es la que piensa en ese dúo, mientras su compañero solo balbucea incoherencias, invitó a varios personajes tan delincuenciales como él, para recibir “la banda presidencial” en lo que será su aniversario número 15 de mantenerse en el poder ininterrumpidamente.

            Un verdadero AKELARRE (fiesta de brujas y espantajos en honor a Satanás), fue lo que se hizo presente en esta Capital nicaragüense y pudimos ver a los dictadores de Venezuela, Nicolás Maduro; y a su jefe, el otro dictador, pero esta vez de Cuba, Miguel Díaz-Canel. Fuera de esos dos narco-dictadores, ningún otro jefe de Estado latinoamericano, africano, asiático o europeo, se presentó en aquella mentira que fue su traspaso de poder. Es decir, “de Ortega a Ortega.” La continuidad de la dictadura.

 

El tirano se juramenta

 

            Los dos juntos, la Rosario Murillo y el Daniel Ortega, fueron juramentados en una dictadura bicéfala, un maridaje que distribuye en Nicaragua represión, hambre, miseria y falta de oportunidades para el pueblo y fue la primera vez en la historia del subcontinente (América Latina), que una pareja co-gobierna y asume el poder dando la impresión de que el pueblo les ha permitido tal cosa; pero el co-gobierno fue un invento de esta pareja de dictadores, con la finalidad de darle un lugar a la horrenda mujer de Ortega y saliera de los bastidores donde se había mantenido al inicio de la dictadura.

            Otros invitados a esta ceremonia fueron los prófugos de la justicia de El Salvador, los expresidentes comunistas Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, quienes están exiliados en Nicaragua, a sabiendas de que el largo brazo de la policía no los podrá atrapar en este país donde están seguros. También, la China comunista, creadora y dispersora del coronavirus por todo el mundo, envió a su representante, Cao Jianming, vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular, quien se hizo acompañar por una numerosa comitiva que, antes de que Ortega participara en su fanfarria de juramentación, firmaron un tratado para revivir la “ruta de la seda,” el plan expansionista de los chinos para acaparar la mayor cantidad de mercados posibles en el continente americano.

            En este aspecto particular, es importante señalar que la dictadura de Ortega/Murillo entregó a la China comunista todos los bienes que el gobierno de Taiwán tenía en Nicaragua, a raíz del restablecimiento de relaciones con los chinos y el rompimiento simultáneo con los taiwaneses. El régimen de Ortega/Murillo rompió relaciones con Taiwán, después de 31 años de entendimiento y posterior al hecho de que la isla asiática se había convertido en el principal cooperante y uno de los principales socios comerciales de Nicaragua. Empero, tras el estallido social vivido en las calles de las principales ciudades nicaragüenses, ese intercambio comercial bilateral, disminuyó ostensiblemente y sentó las bases para que la dictadura de Ortega y su mujer buscara apoyo en la China comunista, némesis o enemiga de los taiwaneses.

            El rompimiento de relaciones de la tiranía orteguista con Taiwán es idéntica a aquella traición, aquella puñalada por la espalda que dio a los taiwaneses el gobierno de Oscar Arias Sánchez en Costa Rica y su cambio repentino y radical en favor de la China comunista, después de que Taipei hiciera a los costarricenses millonarias donaciones en dinero contante y sonante, así como la construcción de gigantescas obras de ingeniería en beneficio de esta pequeña nación centroamericana. Ortega ha dicho reiteradas ocasiones que su “espejo” donde se mira políticamente, es la figura de Oscar Arias, tanto para efectuar diversos actos deshonestos, como aquellas traiciones a gobiernos amigos.

 

La misma retórica de siempre

 

            Retornando a la ceremonia “de investidura”, el discurso aletargado, lento, cansino, soporífero, con esa voz adormecedora de Daniel Ortega, giró en contra de los Estados Unidos y de la Unión Europea, a los que tildó de “imperialistas” y “colonialistas”; es decir, la misma retórica de los años 50, 60, 70 y 80, cuando hablaban los marxistas-leninistas y se referían a las democracias capitalistas que estaban en las antípodas del comunismo mundial. Los nicaragüenses que le escuchaban se sabían de memoria sus palabras, mucho antes de que las dejara escuchar, pues las redundancias, las repeticiones viciosas y la parquedad de ideas, son características en las intervenciones habladas del dictadorcillo nicaragüense.

            Su enojo contra europeos y estadounidenses se debió a las sanciones económicas que ambos impusieron a funcionarios del gobierno de Ortega y a familiares de este mismo, precisamente por darle continuidad a la dictadura, por obstaculizar y hacer desaparecer la posibilidad de instaurar la democracia en Nicaragua y por la constante y descarada violación a los derechos humanos, incluyendo la detención y encarcelamiento de aquellas personas que quisieron postularse como candidatos a la presidencia de esta nación.

            Dentro de las insensateces que dijo Daniel Ortega en su seudo-discurso, exigió al presidente norteamericano, Joe Biden, que indemnice a los nicaragüenses, supuestamente porque los estadounidenses son los culpables de los daños que fueron ocasionados por la guerra interna de Nicaragua, en los años ochenta. “El presidente Biden –dijo el dictador-, tiene la oportunidad de hacer un giro histórico y valiente, donde indemnice al pueblo nicaragüense. No estamos pidiendo limosnas, es de justicia.” Y en acto seguido, y para simpatizar con sus invitados antillanos, exigió también el final del bloqueo a Cuba y la liberación de Alex Saab, operador político de Nicolás Maduro, el tirano venezolano, quien enfrenta un proceso judicial por numerosos cargos delictivos en los Estados Unidos.

            Para terminar esta fanfarria, le fue colocada la banda presidencial a Daniel Ortega y a su mujer, mientras permanecían en las cárceles del país más de 40 activistas y críticos de su dictadura, incluyendo por supuesto a siete aspirantes a la presidencia en las pasadas elecciones, quienes fueron apresados antes de las votaciones del 7 de noviembre pasado.

            Así, los dictadores Ortega y Murillo dieron inicio a otro período gubernamental, donde el hambre general, la pobreza, la inmigración masiva hacia la vecina Costa Rica y la represión, serán los mismos rasgos que también continuarán y que comenzaron desde que los sandinistas bajaron del poder a Anastasio Debayle en 1979 y subieron ellos al gobierno para darle forma a la peor dictadura que se recuerde en Nicaragua en toda su existencia.