BELIGERANCIA/TERRORISMO


Rusia Invadiría a Ucrania con 175 mil

Soldados, hoy Acantonados en la

Frontera Común

 

MOSCÚ y KIEV- Si repasamos un poco la historia de Rusia y la Unión Soviética (que son lo mismo, aunque la primera, zarista, y la segunda, comunista), veremos que siempre ha tenido una política expansionista con el uso de la fuerza de sus ejércitos, contra las naciones más débiles y fronterizas. A lo largo de los siglos, Rusia fue expandiendo su vasto territorio gracias a invasiones y al sometimiento de los pueblos que yacían cerca de ella. Es por eso que se convirtió en el país más extenso del mundo y esta definición y realidad no cambiaron a pesar de que, tras la desintegración de la dictadura soviética, varias naciones (14 en total), obtuvieron su independencia de “rebote”, tales los casos de las tres repúblicas bálticas, Estonia, Letonia y Lituania; Bielorrusia, Ucrania (a la que Putin le arrebató la península de Crimea, hace pocos años atrás, propiamente en el 2014); Armenia, Georgia, Azerbaiyan, Kazajistán, Kirguistán, Moldavia, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.

            A pesar de lo anterior, los rusos no han podido aceptar “este mandato de la historia” y han procedido a actuar con la fuerza para atraer nuevamente a algunos de estos países a su órbita de influencia y a otros pocos, con la diplomacia. Por ejemplo, Bielorrusia es un Estado títere de Moscú en estos momentos; en el caso de Chechenia, su Capital, Grozni, quedó reducida a cenizas por la intervención del ejército ruso; y, según hemos afirmado anteriormente, arrebató Sebastopol (Crimea), a los ucranianos, causando una profunda y peligrosa crisis con los Estados Unidos y la OTAN.

            Es por todo lo reseñado en las líneas de arriba, que Vladimir Putin no abandona su sueño de que Ucrania entera pase nuevamente a ser dominio de Rusia y por ello tiene acantonados en la frontera común a más de 175 hombres de su ejército, para invadir en cualquier instante al vecino Estado ucraniano. Un reportaje reciente publicado en el influyente diario estadounidense, The Washington Post, indica que el ataque armado se produciría a principios del 2022; es decir, a pocos días, según marca nuestro calendario occidental. El gobierno de Kiev ha aseverado lo mismo, dándole la razón al periódico norteamericano y los ucranianos esperan la ofensiva rusa el año próximo, que está a las puertas de producirse.

            Una prueba de los deseos de Moscú por desestabilizar y anexionarse a Ucrania, es el apoyo que Putin da a los separatistas que luchan contra Kiev, en el Este del país, un conflicto que ya lleva contabilizados a más de 13 mil muertos.

 

Logística militar

 

            Un funcionario del Pentágono, quien pidió el anonimato, explicó al Post: “los planes de Moscú implican un amplio movimiento de grupos tácticos de 100 batallones, con un número estimado de 175 mil personas (soldados), junto con tanques, artillería y equipos.” Añadió que el personal del Departamento de Estado de USA, está “profundamente preocupado por las pruebas de que Rusia ha hecho planes para acciones agresivas contra Ucrania.” Mientras tanto, el teniente coronel Tony Semelroth, portavoz del Pentágono, confirmó que “seguimos apoyando la desescalada en la región y una resolución diplomática del conflicto en el Este de Ucrania.”

            Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, dijo que estaba preparando nuevas medidas para detener cualquier intento ruso de invadir a Ucrania, palabras que dejan entrever que se tratará de más sanciones económicas, de las cuales los comunistas siempre se han burlado, puesto que no afectan directamente al dinero de los dirigentes, que siempre está en paraísos fiscales, pero que condenan a los pueblos a la miseria, tales los casos de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Corea del Norte, para citar solo cuatro ejemplos actuales.

            Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano, manifestó recientemente que conversó con su homólogo ruso sobre esta situación y le participó su honda preocupación por los planes de Rusia “de renovar la agresión contra Ucrania.” Agregó que le advirtió a Moscú de que habrían “graves consecuencias si Rusia decide buscar la confrontación.” Incluso, ambos mandatarios, Biden y Putin, dialogaron mediante videoconferencia, pero no llegaron a ninguna solución concreta y parece que el Kremlin sigue con su propósito de apropiarse de Ucrania con la fuerza de su ejército.

            El Post indicó, así mismo, que los rusos han desplegado 50 grupos tácticos de combate en cuatro puntos, además de tanques y artillería que tienen “como objetivo causar incertidumbre (en la comunidad internacional);” y el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov confirmó que Rusia, efectivamente, tiene más de 100 mil soldados en su frontera, de acuerdo con la publicación aparecida en el diario de la Capital estadounidense.

            En lo que compete a Vladimir Putin, envió un documento a los Altos Mandos de los Estados Unidos y de la OTAN, en el que pide garantías militares de Occidente para poner fin, a cambio, a la tensión que él mismo ha causado en Ucrania. También afirmó Putin, que no ha recibido respuesta de su contraparte aliada y, por el contrario, observa en Europa una actitud cada vez más beligerante y dijo que está perdiendo la paciencia y amenazó directa y claramente con acometer acciones de carácter “técnico y militar.” Sus palabras, difundidas por la prensa rusa, fueron en este sentido: “En caso de que nuestros colegas occidentales mantengan esta postura, evidentemente muy agresiva, adoptaremos medidas apropiadas de carácter militar y técnico. El refuerzo junto a las fronteras de Rusia de contingentes militares de USA y la OTAN, así como la organización de maniobras a gran escala, constituyen una fuente de preocupación. (Y) la culpa de la actual escalada de tensión que tiene a Europa como escenario, la tienen los Estados Unidos, porque, cada paso que dan en esta escalada, obliga a Rusia a responder de alguna manera.” Es decir, a pesar de que las evidencias muestran que Moscú es la que quiere anexionarse por la fuerza a Ucrania, la desfachatez y el cinismo mostrado por Putin, echa las culpas, imaginarias, sobre los Aliados, cuando los 175 mil soldados rusos siguen haciendo maniobras en la línea fronteriza con el territorio ucraniano; incluso, hay quienes aseguran que el número de efectivos ya ha llegado a los 200 mil hombres fuertemente apertrechados.

            La anterior intervención hablada la hizo Putin ante la cúpula del Ministerio de Defensa ruso y, minutos después, el ministro de esa cartera, Serguéi Shoigú, afirmó que “Washington está ampliando su dispositivo militar con un total de unos 8 mil efectivos en los países de Europa del Este.”

 

La causa de la tensión

 

            Además de la tozudez del Kremlin, que nunca ha podido aceptar que Ucrania se independizó, ya que era un territorio considerado “el granero de la Unión Soviética,” debido a su fecunda agricultura, especialmente por sus extensos cultivos de trigo y cebada, Rusia exige, entre otras razones, que los ucranianos no pasen a formar parte de la OTAN, ni que ningún otro Estado limítrofe con los rusos hagan lo mismo. Así mismo, Moscú quiere impedir el emplazamiento de misiles occidentales de alcance medio y armas nucleares que apunten hacia el corazón de su país. Es cuando Vladimir Putin ha dicho nuevamente en torno a este diferendo: “Las garantías verbales (de la OTAN) no son suficientes, tendrían que darse por escrito y no hay todavía ninguna respuesta oficial a las propuestas rusas sobre garantías de seguridad.”

            Por supuesto que “el ajedrez” que los rusos están jugando en estos instantes, exigen que Ucrania quede solitaria, sin pertenecer a la OTAN, que, sin lugar a demoras, estaría bajo “el paraguas” o la protección militar de Europa y de esa manera le sería más fácil al Kremlin anexionársela en cualquier momento, en el futuro. Además, los rusos están olvidando que el Estado ucraniano es independiente y autónomo y puede decidir sobre quiénes serán sus aliados y quiénes nó.

            La respuesta de la OTAN ante las demandas rusas, ha aparecido en el periódico inglés Financial Times, e indica que las exigencias de Putin son “inasumibles” y esta es la esencia de la crónica aparecida en dicho diario: “En conversaciones privadas, los funcionarios occidentales rechazan casi todas las demandas de Moscú como inaceptables y contrarias a los tratados concluidos después de la Segunda Guerra Mundial, que garantizan el derecho de los Estados soberanos a formar su propia política de defensa. Sin embargo, al mismo tiempo coinciden en que cerrar la puerta a propuestas diplomáticas provenientes de Rusia, puede complicar aún más la situación.” Y “remacha” la anterior versión la portavoz de la Casa Blanca, Jennifer Psaki, quien ha advertido a Rusia que “sólo Kiev y la Alianza Atlántica (la OTAN), deben decidir sobre la adhesión de Ucrania (…).” Otra intención, en este caso de Moscú, sería ultrajar la libre autodeterminación del gobierno ucraniano y Rusia no tiene competencia alguna en ello, pues Ucrania es un Estado independiente, libre y autogestionario.

            En opinión del ex embajador norteamericano en Moscú, Michael McFaul, “las propuestas rusas sobre garantías de seguridad, constituyen un ultimátum para los Estados Unidos y la OTAN y no estoy seguro de que el Kremlin quiera conversaciones serias sobre este asunto, ya que persiguen más bien un fin propagandístico a nivel interno en Rusia.” Explicó. Simultáneamente, el gobierno estadounidense ha recomendado a sus ciudadanos no viajar a Ucrania por dos razones: el aumento de la pandemia venida desde China; pero, principalmente, por las crecientes amenazas de Rusia de invadir al país. Es cuando el Departamento de Estado ha comunicado a la población: “Puede producirse una acción militar (rusa) significativa, la situación es impredecible y puede deteriorarse en poco tiempo y tememos de que una evacuación repentina de nuestros ciudadanos en Ucrania, podría no ser viable.”

            Volodimir Zelenski, presidente ucraniano, dejó escuchar sus declaraciones ante los diplomáticos acreditados ante su gobierno, de que quiere desbloquear el proceso de paz en Donbass cuanto antes, pues su intención (y la de todos los ucranianos), es la de recuperar Crimea, adherirse a la Unión Europea (UE) y “aclarar las perspectivas con respecto a la OTAN.” Puntualizó.

            Mientras tanto, en el interior de Rusia la televisión de ese país da la impresión de que está preparando a los ciudadanos psicológicamente para una eventual guerra contra Ucrania: cada noticiario, cada mesa de discusiones y de análisis, tienen tono de justificación y buscan convencer a los ciudadanos comunes de que el conflicto es absolutamente impostergable, necesario y obligatorio para el ejército ruso; de paso, el trasfondo de cada noticia, cada charla y explicación verbal, trata de denigrar a los ucranianos, su estilo de vida y las políticas de su gobierno. Lo mismo hacen con la imagen de la OTAN. Un ejemplo de lo anterior, es el siguiente argumento recién escuchado en un programa en la TV rusa: “Rusia ha colocado a Estados Unidos en un callejón sin salida. O dan un paso atrás voluntariamente o les obligaremos a hacerlo por la fuerza. Y no ofrecemos garantías sobre la soberanía de Ucrania… Talvez realmente estemos al borde de la guerra con la OTAN.”

            El corresponsal en Moscú, Matthew Luxmoore, lo explica al decir que los programas en Rusia suelen estar llenos de retórica belicista contra Occidente, “pero en esta ocasión la cosa va más allá. Y es que alentar una respuesta militar contra la OTAN y hablar de la desaparición de Ucrania como Estado soberano, es dar por hecho que la guerra es inminente e inevitable.” Argumentó.

 

            Empero, Vladimir Putin continúa firme en su reclamación para que Ucrania ni Georgia, ambas ex naciones soviéticas, formen parte de la OTAN, so pena de ser invadidas por el ejército ruso si continúan con su afán de pertenecer a la Alianza Atlántica. Recordemos que países que estuvieron sojuzgados por el sistema soviético, en los casos de Rumanía, Bulgaria, Hungría y la República Checa (antiguamente Checoslovaquia), pasaron a formar parte de la OTAN y han ido rodeando al territorio ruso, situación que ha agravado la tensión ya existente.

            Y es que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN O NATO por sus siglas en inglés), es una alianza de defensa en la cual los Estados miembros se comprometen a actuar, bélicamente, en el tanto uno de sus miembros fuera atacado por un enemigo exógeno; es decir, en el caso concreto de Rusia, si atacase a uno de los 29 miembros componentes de la Alianza, los restantes responderían desde el ángulo militar, incluyendo a los Estados Unidos, que lidera a este grupo de países.

            Dentro de Ucrania, en estos días precisos, se están efectuando preparativos para una eventual y próxima guerra y, según una encuesta reciente, más de un 50 por ciento de los ucranianos resistirán activamente en el caso de que los rusos invadan su territorio; un 33 por ciento dice que opondrá resistencia armada y un 21 por ciento apuesta por la resistencia civil, que comprende huelgas, manifestaciones y boicot a todo lo que signifique proveniente de Rusia. Sin duda alguna, esta será una Navidad distinta para los ucranianos y el principio del año 2022 dirá si la guerra será una dura realidad; pero, por el momento, ninguno de los dos bandos en conflicto parece ceder…        


¿Qué ha Sido de los Hijos de Muammar

el-Gaddafi?

 

TRIPOLI, Libia- Tras el asesinato del dictador libio, quedaron en el aire dos grandes interrogantes: una sobre el destino que iba a seguir este país del norte de África y que, según hemos observado con el paso del tiempo, el caos se ha apoderado de este territorio y sin visos de que vaya a mejorar y mucho menos… estabilizarse; y la otra pregunta se refiere a la familia de Gaddafi, lo que fue de ella, el paradero de los hijos del coronel y la integridad física de cada uno de ellos.

            En lo que se refiere a la primera cuestión, no tenemos ninguna duda de lo que ha sucedido con Libia desde que una turba, ayudada por aviones franceses, acabó con la vida de Muammar el-Gaddafi; lo que quiere decir que el rico país norafricano cayó en una especie de limbo y no ha logrado salir de él y, por el contrario, se ha convertido en un Estado fallido con dos facciones oponentes en disputa abierta, en guerra, y con muy pocas posibilidades de sacar adelante a su pueblo.

            En cuanto a los hijos del dictador, esta es la historia individual que pasamos a narrar de inmediato…

 

Ocho hijos en medio de la tragedia

 

            Sus nombres: Mutassim, Jamis, Saif al-Arab, Saif al-Islam, Saadi, Aisha, Hanibal y Mohamed. Todos ellos pasaron de la opulencia, de ser auténticos príncipes herederos del reino de su padre, al más sórdido exilio, la persecución de la justicia internacional y de los libios, hasta alcanzar la muerte en los casos de algunos de ellos. Ninguno quiere regresar a la Libia actual, excepto Saif al-Islam, quien se ha postulado como candidato para las próximas elecciones en este diciembre del 2021. Una “quijotada mortal”, porque, si algún fiscal del interior del país decide pedir su encarcelamiento, ahí mismo podría acabar su azarosa libertad, de la cual goza en estos momentos.

            Un periodista europeo que los conoció en medio del poder de su padre, Muammar el-Gaddafi, el beduino que se convirtió en dueño de toda una nación árabe, los describió de esta manera: “Los ocho hijos que ocupaban sus vidas en asuntos tan dispares como ser jefe de seguridad, embajadora de buena voluntad de la ONU o playboy, se ganaron, durante los años, una reputación por su comportamiento extravagante y extraño, que casi igualaba a la de su padre.” Eran “los niños de su papito”, el poderoso amo y señor de los libios y por ello se comportaban caprichosamente, haciendo alarde de su poder y de los millones de dólares obtenidos, merced al saqueo de las arcas del Estado y de la venta de petróleo.

            Se cree que tres de ellos han muerto; cuatro viven en el exilio y otro continúa fugitivo de las leyes internacionales; pero lo que sí es seguro, es que sus vidas de excesos, matonismo, ostentación y delirio, se acabaron cuando el régimen de su padre cayó en desgracia, después de 42 años de férrea e inamovible dictadura.

            Los que fallecieron fueron Mutassim, Jamis y Saif al-Arab. El primero, quien fue asesor de seguridad nacional, falleció cerca de la ciudad de Sirte, cuna de su padre Muammar, donde fue capturado por la turba que le ultrajó y asesinó. Mutassim fue capturado con vida, según se puede ver en un video difundido, pero también fue asesinado por los rebeldes. Su cadáver fue exhibido en Misrata y un médico que examinó sus restos, dijo que murió poco tiempo después de su padre.

            Jamis fue comandante de la 32 brigada, una de las unidades mejor equipadas del país y su desempeño durante la revuelta que derrocó a su familia, fue decidido y no se anduvo con rodeos cuando se trató de repeler a los alzados en armas. En 1986, cuando el entonces presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, ordenó un ataque aéreo a Trípoli, en respuesta por el atentado terrorista que ordenó Gaddafi y que derribó a un avión comercial en Escocia, Jamis era apenas un niño y resultó herido en el mencionado raid. Murió en combate en el sureste de la Capital libia, defendiendo al gobierno de su ancestro.

            Finalmente, Saif al-Arab fue ultimado por los aviones franceses de la OTAN, cuando bombardearon Trípoli para derrocar a Gaddafi. También resultó herido en aquel raid ordenado por Reagan en 1986. Era el hijo consentido de Muammar, quien le permitía todos sus desmanes. Estudió en Alemania y un pasaje de su vida se recuerda con claridad en Munich, en el sur alemán, cuando se enzarzó en una pelea en un club nocturno, con un guardia de seguridad, cuando éste trato de expulsar del lugar a la compañera de Saif, porque aquella comenzaba a desnudarse. El servicio secreto estadounidense lo calificaba de ser “un individuo al que le gustaba andar de fiesta en fiesta, ebrio, acompañado por bellas mujeres y dilapidando el dinero que su padre le regalaba a manos llenas.”

            Un dato que se manejaba en aquel tiempo, cuando esta familia gobernaba en Libia, decía que las relaciones intrafamiliares no eran las mejores y que la codicia, la ambición desmedida y el poder acumulado, habían desquebrajado el afecto; sin embargo, cuando estalló el conflicto a nivel nacional, los siete hijos varones y Aisha, la única hija de Gaddafi, cerraron filas alrededor de su padre y abandonaron negocios y vidas hechas en países alejados de Libia, especialmente en Europa. Es decir, retornaron para defender a Muammar.

 

El exilio y la persecución judicial

 

            Los demás hijos del ex dictador parece que están a salvo en naciones vecinas, cuyos gobiernos eran afines al de Gaddafi; por ejemplo, Saadi huyó a Níger y recibió apoyo del Estado nigeriano, que respondió varias veces que “si no existía la posibilidad de que recibiera un juicio justo o corriera el peligro de ser condenado a muerte, no sería entregado por Nigeria en ningún momento.”

            En el pasado, Saadi intentó ser una estrella rutilante del futbol mundial, cuando se enroló en varios equipos italianos; pero no brilló según era su deseo. Incluso fue el capitán de la selección nacional de Libia, pero, en una ocasión, el entrenador no lo seleccionó y éste fue destituido por el dictador sin mucho miramiento. En Italia, Saadi era impulsado y recomendado por Silvio Berlusconi, ex premier italiano, gran amigo de Muammar el-Gaddafi y cuando los rebeldes se apoderaron de Trípolí durante la revolución que derrocó a su padre, Saadi trató de negociar con ellos, pero fue infructuoso el “malabarismo” que intentó realizar.

            Aisha, la única hija de Gaddafi, vive en Argelia, país que les abrió los brazos a ella, a la esposa de Muammar (la matrona), y a sus otros dos hijos, Hanibal y Mohamed. Están en esta nación árabe del norte de África, gozando de relativa tranquilidad y con la seguridad y protección que les da el gobierno argelino.

            Aisha es una mujer culta, de modales, con una elegancia a la europea, glamourosa; estudió leyes en Francia. Algunos periodistas y miembros del “jet set” le comenzaron a llamar “la Claudia Schiffer del norte de África”, tal la distinción, el estilo y el porte que desarrolló esta dama libia. Es abogada de profesión y formó parte del grupo de jurisprudentes que defendió a Saddam Hussein, durante el juicio que se le siguió en Bagdad y que culminó con la muerte en la horca del ex dictador iraquí. Su padre la había nombrado embajadora de buena voluntad ante las Naciones Unidas, pero duró poco tiempo en ese puesto, debido al estallido del levantamiento popular que derrocó a su familia del poder. En unas dos ocasiones, el editor de este periódico, The City, dialogó con Aisha, vía chat, y ella le pidió que intercediera ante los Bancos ingleses para que liberaran sus cuentas congeladas, a causa de la revolución en Libia.

            En el caso de Mohamed, es el hijo mayor de Gaddafi y dirigía al Comité Olímpico libio; estaba a cargo también, de la red telefónica del país, misma que usaba para espiar a los activistas contrarios al régimen. De esa manera, lograba meterlos a prisión.

            De Hanibal se recuerda un altercado que tuvo en un hotel de Ginebra, Suiza, y que causó un incidente diplomático incluso. Así mismo, fue detenido en el 2008 por la policía helvética, junto a su mujer embarazada, acusados de maltratar a dos empleados del servicio doméstico; fueron liberados y retirados los cargos, pero, a los pocos días, el gobierno libio retiró millones de dólares de las cuentas que tenía en los Bancos suizos y suspendió las exportaciones de petróleo a Suiza. Es decir, lo familiar estaba indisolublemente mezclado con lo gubernamental en la realidad de esta nación norafricana, según hemos podido comprobar.

            Finalmente, Saif al-Islam es el hijo más conocido del clan Gaddafi, es el más “politizado” y por lo tanto, el más versado en cuestiones gubernamentales. Fue capturado durante la revuelta, en las inmediaciones de la ciudad de Misrata, fue llevado a Trípoli donde fue encarcelado y torturado; sin embargo fue puesto en libertad por parte de uno de los dos gobiernos que actualmente dividen a Libia y a los libios.

            Al-Islam era considerado “la cara amable del régimen”; empero, es reclamado por la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, Holanda, acusado por crímenes contra la humanidad. Estudió en la London School of Economics y se le consideraba el heredero de la dictadura de su padre, debido a su manejo de la cuestión pública. Es un buen orador y su retórica muchas ocasiones hizo pensar a los analistas que se trataba de un reformador, en el caso de que alcanzara el poder. Hoy en día ha presentado su nombre a las próximas elecciones a efectuarse en toda Libia y hay quienes aseguran que… podría resultar vencedor y acabar con el caos permanente que se ha apoderado de la nación.   


La Dictadura se Eterniza en Nicaragua

 

MANAGUA-Solo en la cabeza torcida de un dictador (y tiranuelo), cabe la idea de realizar unas elecciones de fantasía, totalmente desvinculadas con la realidad, después de haber encarcelado a cuanto candidato anunciaba que se le oponía y postulaba a la presidencia del país; y anunciaba, desde el inicio, que la “victoria” iba a ser inobjetable a favor de Daniel Ortega y su horrenda mujer (si es que a ese ser indefinible se le puede llamar “mujer”, pues, más bien, parece un ser sacado del averno).

            Los grandes dictadores de la historia, simplemente asumieron que eran dictadores y punto. Nunca se anduvieron con espectáculos como el que acaba de montar el nicaragüense Daniel Ortega, para “legitimar” algo que todos sabemos que es ilegítimo, que no se puede legitimar de modo alguno y que se refiere a su dictadura del hambre, falta de plazas laborales y libertades. A Stalin, el ruso/georgiano; a Hitler, el austríaco; y a Mussolini, el italiano, se les vio nunca organizando elecciones para obligar al pueblo a votar por ellos, sabiendo, de antemano, que esos votos eran tan ficticios como los resultados mismos de unas elecciones también ficticias. Esos tiranos no perdieron el tiempo en esa clase de “shows”, como los que montaba en su momento Fidel Castro, Hugo Chávez y el que ahora acaba de realizar Daniel Ortega.

            La comunidad internacional está enfadada con los dictadores nicaragüenses (aunque del enojo pasará y pronto se olvidará el feo carnaval que acabamos de presenciar en Nicaragua); y habla de sanciones (económicas), que, empero, no harán mella en las fortunas de los Ortega/Murillo, porque tienen su dinero en cuentas en paraísos fiscales y por lo tanto, son intocables, resistentes a los bloqueos bancarios e inembargables.

            Pero todavía no atinamos a entender el porqué de esos comicios en Nicaragua, aunque sospechamos que fue para darle publicidad a la pésima imagen de Daniel Ortega, un analfabeto, cuya manera de hablar es soporífera y como tal, adormece a quienes le escuchan; además de insustancial, incoherente y con las mismas palabrejas de la retórica comunista de los años 50, 60, 70 y 80, en contra de las naciones libres de occidente. La verdad es que alguien debería decirle al oído a Ortega que no salga en público, que no intente hacer discurso (pues solo en el intento se queda), que se quede callado en su casa, porque, mientras más habla, más se da cuenta el mundo entero de que en su cerebro solo hay una neurona y, con los años, se ha desgastado demasiado y cuesta que le funcione más o menos aceptablemente. Da pena ajena escucharlo, verlo y gesticulando, en una imitación bastante burda del burdo Fidel Castro, en Cuba.

 

Reacción hemisférica

 

            El des-gobierno encabezado por Daniel Ortega y su abominable esposa, Rosario Murillo, dicen que obtuvieron en las votaciones del primer domingo de noviembre, un apoyo del 75 por ciento de los sufragantes; pero la verdad se fundamenta en que el país amaneció el lunes siguiente, más dividido que nunca y con el sentimiento de que se han burlado de él en la cara. El nicaragüense medio siente que ha sido utilizado para publicitar más la imagen de los dictadores y que su voto vale y sirve tanto, semejante a la economía del país; es decir, no tiene validez alguna. Lo cierto indica que gran parte de los ciudadanos se quedaron en sus casas y no perdieron el tiempo para ir a los sitios de votación y prestarse a la gran farsa, al gran “show” montado por la pareja de dictadores, so pena de ser sancionados, a la semana siguiente, en sus centros de trabajo, pues tiene que mostrar el dedo pulgar de la mano derecha, manchado de tinta indeleble, un indicio de que fueron a sufragar. De hecho, la organización Urnas Abiertas, por medio de sus 1,450 observadores en toda Nicaragua, develó que hubo una abstención del 81,5 por ciento de los nicaragüenses, lo cual señala que fue un fracaso dicha convocatoria. Las calles, avenidas, plazas, colegios y escuelas, que eran los lugares para votar, estaban vacíos; así pudimos observar en los medios de comunicación independientes, los que no están bajo el dominio de los hijos de los Ortega/Murillo, quienes controlan a la mayoría de canales y estaciones de radio nicaragüenses. Ese fue el gesto de desprecio que el ciudadano común demostró hacia la pareja dictatorial.

            De inmediato, las reacciones internacionales a esta gran mentira electoral, se hicieron notorias, especialmente en el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quien calificó a los dos sátrapas nicaragüenses de “autócratas” y añadió: “Estados Unidos, en estrecha coordinación con otros miembros de la comunidad internacional, utilizará todas las herramientas diplomáticas y económicas a nuestro alcance, para apoyar al pueblo de Nicaragua y exigir responsabilidades al gobierno de Ortega/Murillo y a quienes facilitan sus abusos. Cerraron los medios de comunicación independientes, encerraron a periodistas y miembros del sector privado y amedrentaron a las organizaciones de la sociedad civil, para que cerraran sus puertas.” Manifestó el mandatario norteamericano.

            En otro aparte de sus declaraciones, Biden dijo: “Han orquestado una pantomima de elección, que no fue ni libre ni justa y, sobre todo, no democrática. Han encarcelado (previamente), a cerca de 40 líderes opositores desde el mes de mayo -incluidos siete posibles candidatos a la presidencia-, y el veto a la participación de otros partidos; además de los abusos a los miembros de la prensa y hacia activistas de la sociedad civil. Todo ello amañó el resultado desde mucho antes de la cita electoral y (por lo tanto) Ortega y Murillo no tienen mandato democrático y gobiernan el país como autócratas, sin diferencia respecto a la familia Somoza, contra la que el propio Ortega y los sandinistas pelearon hace cuatro décadas.” De inmediato, en un significativo comunicado oficial despachado por la Casa Blanca, Joe Biden puntualizó: “Exijo al dictador de Nicaragua que dé los pasos para restaurar la democracia y libere a todos los encarcelados de forma injusta (…).”

            En el caso de que el mandatario estadounidense ejecute su amenaza, podría ser nefasto para Nicaragua y su economía, porque caería sobre el régimen de Managua un paquete se sanciones que la Casa Blanca está preparando en estos momentos precisos y que, desde ahora mismo, se le conoce con el nombre de Ley Renacer, misma que permite “torpedear” los préstamos a las Instituciones financieras y revisar el Tratado de Libre Comercio (CAFTA). En este último renglón, recordemos que Nicaragua exporta a los Estados Unidos el 62 por ciento de sus productos e importa, a precios preferenciales, el 30 por ciento de lo que consume, por lo que una posible cancelación del CAFTA, colocaría al país centroamericano al borde del caos, del colapso, por causa del desabastecimiento. “Una aplicación estricta de las sanciones económicas, agudizaría la situación del segundo país más pobre del continente americano, después de Haití, y provocaría un aumento de la emigración y las caravanas hacia Estados Unidos (y hacia la vecina Costa Rica, al sur), que es otro de los grandes temores de la Casa Blanca.” Cita Marco Antonio Cordero, periodista costarricense y observador de esta gran farsa de votaciones.

            Ante este inminente peligro de las sanciones económicas, Daniel Ortega también se ha prestado para insultar a los gobiernos de las naciones que conforman a la Unión Europea, que, dicho sea de paso, ya está preparando más sanciones económicas contra el régimen tiránico de Nicaragua, al llamarlos “fascistas y nazis”. Así mismo, ha arreciado sus insultos contra los Estados Unidos, poniendo en riesgo la susceptible y quebradiza situación financiera de los nicaragüenses.

            Por otra parte, hay que subrayar que estos falsos comicios se efectuaron sin la entrada de observadores internacionales y los reporteros enviados por periódicos como The Wall Street Journal, The Washington Post, de los Estados Unidos; Le Monde, de Francia; la BBC de Londres; y TVE de España, tuvieron que mantenerse en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, porque las autoridades aduaneras nicaragüenses no les dejaron ingresar a su país, por órdenes de la dictadura. El Centro Carter, fundado por el ex presidente Jimmy Carter, el mismo que propició la caída de Anastasio Somoza y la subida al poder del sandinismo (con Ortega en medio), indicó que “la elección no reunió los requisitos mínimos para considerarse como tal.”  Bueno, así lo quiso Jimmy Carter, quien apoyó abierta y decididamente a los sandinistas en 1978/79, y aplaudió la salida de Somoza y al nuevo gobierno comunista que se instauró en Managua, hace 40 años atrás, con Daniel Ortega liderando a un grupo de inconformes con el somocismo y que, con el paso del tiempo, fueron apartados de la esfera del poder, hasta dejar solo al actual dictador.

 

Tres ex Presidentes exigen aislar al tirano

 

            Ricardo Lagos, de Chile; Juan Manuel Santos, de Colombia; y Fernando Henrique Cardoso, de Brasil, han propuesto (y exigido), a los gobiernos actuales de América Latina, aislar a la dictadura de Daniel Ortega y su mujer; también suspender a Nicaragua de la OEA. Los tres ex mandatarios consideran que los comicios nicaragüenses carecen de legitimidad y llaman a suspender el financiamiento que organismos internacionales otorgan al des-gobierno de Ortega y así lo han dado a conocer en este comunicado difundido por todo el hemisferio y firmado por los tres ex gobernantes: “Este 7 de noviembre se ha registrado en Nicaragua una jornada electoral marcada por la violación de los derechos ciudadanos, para elegir de manera libre y democrática a sus autoridades. Lo ocurrido es grave, tanto para el futuro del pueblo nicaragüense, como para el resto de América Latina, porque allí se aplicó rigurosamente el itinerario mediante el cual una democracia se convierte en una autocracia. Estos comicios tuvieron lugar en un contexto de fuerte represión, con todos los espacios de oposición democráticos cerrados, carente de las garantías básicas de integridad electoral y sin la presencia de observadores internacionales confiables. El resultado fue el esperado: la reelección ilegítima de Daniel Ortega para un cuarto mandato y su intención de perpetuarse de manera indefinida en el poder.” Concluyen Lagos, Cardoso y Santos en su mensaje.

            Agregaron que exigen el desconocimiento de los resultados por parte de todos los gobiernos de continente (exigencia que, con toda seguridad, será rechazada por los gobiernos de Cuba, Perú y Venezuela, de clara orientación marxista-leninista), que se trate como prioritaria la crisis de Nicaragua en la próxima Asamblea General de la OEA, que se realizará en Guatemala, entre el 10 y el 11 de noviembre; y profundizar el aislamiento internacional del régimen orteguista, incluyendo la suspensión de Nicaragua de la OEA y suspender todos los programas y negociaciones de las Instituciones financieras internacionales con Nicaragua, “en tanto las condiciones mínimas de la institucionalidad democrática, no retornen al país centroamericano”, citan textualmente los tres ex presidentes.           

            Finalmente, Lagos, Santos y Cardoso dijeron: “Hace cuatro décadas, el pueblo de Nicaragua emprendió un camino de rescate de la democracia, tras largos años bajo una dictadura opresiva extrema (la de Anastasio Somoza). Hoy, aquellos sueños están sofocados por un mandatario (Daniel Ortega), que, instalado en el poder, asumió el mismo camino (el de Somoza) e impide a su pueblo elegir con plena libertad el devenir de su futuro. Ante ello, los pueblos y gobiernos de la América Latina no pueden ser indiferentes.”

            En los casos de que las amenazas de Joe Biden, las sanciones de la Unión Europea se cristalicen y las exigencias de los tres ex presidentes sean acatadas por los demás gobiernos hemisféricos, la debacle será para el pueblo nicaragüense, que tendrá que emprender su huida hacia la sureña Costa Rica, para vivir de la misma manera que en Nicaragua; es decir, dentro de la más abyecta miseria, pues en suelo costarricense las cosas no cambian mucho, debido a que el nicaragüense es visto como un ciudadano de quinta o sexta categoría, por carecer de estudios y cultura mínima. Entonces, el espectro del hambre sobrevolará a Nicaragua y se estacionará en su realidad diaria; sin embargo, como escribimos al principio de este reportaje, ello no hará mella en el capital personal de la familia Ortega/Murillo, pues seguirá enriqueciéndose mediante la expoliación a las finanzas del gobierno (favor leer otro reportaje en este mismo periódico, referido al nepotismo de esta familia), y gracias a las empresas que ellos controlan subrepticia y abiertamente también.

Recordemos que los Ortega tienen sus millones de dólares en los paraísos fiscales, donde la mano de la justicia internacional no puede alcanzarlos y eso es lo único que les importa a ellos. Lo demás, el hambre de sus coterráneos, es un asunto que a los Ortega/Murillo no les quita el sueño por las noches, ni les preocupa en mínima instancia y esa es la única verdad. Algo así como los dictadores Duvalier en Haití, quienes dejaron a un pueblo sedente, una vez que se bajaron de sus sillas dictatoriales. Ortega… es lo mismo y quizás, peor.


La Libia Post-Gadafy, el más Fallido de todos

los Estados Fallidos

 

TRÍPOLI- El derrocamiento de Muammar el-Gadafy, ex gobernante libio, se debió más a un capricho de Hillary Clinton, la ex Secretaria de Estado de la administración de Barack Obama, que a la necesidad urgente de deshacerse del dictador de esta nación del norte de África. En otras palabras, fue un arrebato de “niña mimada” en el seno de la Casa Blanca, lo que impulsó al entonces presidente Obama a deshacerse de aquel líder y cuyo final ha sido solo comparable con el de Benito Mussolini, muchos años antes, cuando fue derrocado en Italia, en plena II Guerra Mundial.

            Sin embargo, no vamos a recordar ese momento cuando Gadafy fue capturado por sus enemigos, ultrajado, humillado hasta la misma muerte y traído a esta Capital para pasearlo por las principales calles y avenidas como si se tratara de un trofeo de guerra. La Clinton, quien vio las imágenes dantescas por la televisión internacional, no profirió una sola opinión al respecto; empero, seguramente, su corazón de mujer caprichosa, se extasió al ver la culminación de su obra contra el ex líder libio.

            Aunque sí vamos a hacer énfasis en el resultado de ese asesinato, pues Libia no ha vuelto a ser lo que fue durante la dictadura de Gadafy y, es más, no ha llegado a ser siquiera un país mínimamente funcional, porque se trata del Estado más fallido de cuantos componen la geografía política mundial. Incluso, hace escasos cinco años, estuvo en peligro de caer en manos del Daesh, el terrorista Estado Islámico que quería conquistar al mundo musulmán, con base en la sharia o los asesinatos supuestamente fundamentados en la religión.

 

La realidad libia actual

 

            Sin Muammar el-Gadafy, el líder originario de una tribu de beduinos, los eternos viajeros por el desierto del Sáhara, la nación parece más desorientada que nunca, pues se muestra inestable, permanentemente en caos y violencia y en medio de divisiones internas entre las distintas facciones militares y políticas que se debaten en su vida nacional. En palabras claras… no hay quien unifique, quien ordene el peligroso desorden existente, ni sea capaz de mostrarle el camino racional, civilizado y mucho menos, democrático, a este pueblo. Además, otros gobiernos externos pujan porque se mantenga el caos y no sabemos cuál es la razón de ese deseo extremo.

            Cuando, en octubre del 2020, se llegó a un acuerdo para detener el fuego entre las fuerzas del mariscal Jalifa Haftar, el “hombre fuerte del Este del país”, apoyado por Rusia y Egipto; y el gobierno instaurado en Trípoli, bajo los auspicios de la ONU y de la Unión Europea (UE), la situación parecía que iba bien encaminada a favor de Libia y de su pueblo, ya que en febrero del actual 2021, ambas facciones acordaron la creación de un gobierno de Unidad Nacional (GNU), aunque con carácter transitorio para desembocar en unas elecciones generales, previstas para el 24 de diciembre de este mismo año. Sin embargo, todo se ha complicado, creando mayor incomprensión y sembrando el terreno para que la guerra intestina se intensifique; y en el medio, yace el pueblo que tiene que soportar esta realidad nunca antes sufrida, a pesar de que Gadafy manejaba una férrea dictadura.

            Para Claudia Gazzini, analista senior para Libia del International Crisis Group, “la muerte de Gadafy a manos de grupos armados que luchaban contra su régimen, con el apoyo exterior –especialmente de Francia y los Estados Unidos-, dejó dos legados: por un lado, que es suficiente contar con el apoyo de países extranjeros para conseguir tus objetivos, tanto políticos como militares, como ocurrió hace 10 años con el apoyo de las fuerzas antigadafistas, por parte de USA, Qatar, los países europeos… Ahora, esta tendencia a depender del apoyo exterior, no se ha extinguido. Sigue ahí muy presente y ha hecho que el país se polarice en dos campos. El segundo legado –continuó la analista-, que deja el asesinato de Gadafy, es que no hay necesidad de reconciliarse con el régimen, no se necesita abrir negociaciones para reformar el país, sino que sólo hay que establecer un rumbo de acción y perseguirlo hasta el fin. Es decir, que no hay necesidad de establecer compromisos ni negociar con el enemigo.” Concluye su explicación sobre la realidad actual por la que transcurre Libia.

 

En el día de hoy

 

            Es una nación inestable, altamente volátil, peligrosa, con varias facciones (no solamente dos), que se disputan el poder calle por calle, barrio por barrio, pero que no tienen “hojas de ruta” establecidas, ni objetivos claros y definidos.

            La inestabilidad se palpa por doquier y viene desde hace una década atrás, con el asesinato de Gadafy; de hecho esta prolongada crisis ha sido cincelada por el colapso de la estructura gubernamental de un Estado creado y fortalecido por el mismo Muammar el-Gadafy y por la intervención extranjera. Hay quienes aseguran que Libia, en la actualidad, es el reflejo de una geopolítica cambiante en la región, definida por la tensión entre la coalición de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Egipto, por un lado; y la alianza entre Qatar y Turquía, por el otro. Y en medio de estos dos bloques que ejercen una extraordinaria y fuerte presión en Libia, aparece una línea divisoria trazada por los Hermanos Musulmanes, un grupo radical, sumamente peligroso, que ha convertido a Libia en un campo de batalla.

            De tal manera que, a pesar de la voluntad entre el gobierno en Trípoli y las fuerzas del mariscal Jalifa Haftar, por marcarle el rumbo al país, la tensión continúa latente, principalmente entre el Este y el oeste y los bloques conformados en el exterior y que hemos descrito en las líneas de arriba.

            Con esta panorámica nada halagadora, Ghasan Salame, consejera política del enviado especial de la ONU para Libia, entre 2017 y 2018, hace descansar toda su confianza y optimismo en las próximas elecciones de diciembre; pero no pierde de vista los factores negativos que aquí existen. Es cuando razona de este modo: “Sin elecciones, Libia no puede pasar la página. Aunque reconozco que dichas elecciones entrañan el riesgo de aumentar la inestabilidad, porque Libia reúne todas las razones para no celebrarlas: proliferación de las milicias armadas, polarización, inestabilidad, corrupción” y un largo etcétera de entuertos. Concluye. Pero lo que más llama la atención de sus declaraciones es este lacónico comentario final: lo que sufre actualmente Libia, se debe nada menos que “a la maldición del ‘Rais’” y ese personaje es nada menos que el mismísimo Gadafy, que sobrevuela al país que gobernó durante 40 años y lo hace en forma de espectro, de fantasma sediento de venganza y que reclama lo que considera le pertenece.

            En todo caso, veremos qué sucederá en el cercano mes de diciembre… si habrá elecciones o continúa la incomprensión general. 


ISIS-K (Jorasán) Atacaría a los Estados Unidos

en el Lapso de Seis Meses

 

EL PENTÁGONO, Washington D.C.-La salida de Afganistán, precipitada, atropellada y dando muestras de un gran temor a los talibanes (pánico), de las tropas estadounidenses, fue todo "un discurso" para los terroristas del ISIS (Daesh o Estado Islámico), quienes tienen una de sus bases más importantes en el territorio afgano. Incluso, decidieron despedir a los soldados americanos con tres atentados dinamiteros en el aeropuerto de Kabul, que cobraron las vidas de 14 marines jóvenes y con futuro promisorio cada uno de ellos.

            El mensaje enviado por los asesinos del Daesh fue: “Noten lo que hacemos con ustedes aquí en su despedida de Afganistán… es una muestra apenas de lo que haremos con los Estados Unidos más adelante en el tiempo.” Y la respuesta de Joe Biden (un pacifista a ultranza, peor que Jimmy Carter), y de los Generales del Pentágono, fue la misma… “Un drone acabó con las vidas de los terroristas,” divulgaron a la prensa mundial; pero no mostraron fotos de los asesinos muertos ni cosa alguna que se le pareciera.

 

Talibanes sin comida, sin dinero, ni capacidad logística

 

            De repente, de la noche a la mañana, Afganistán se precipitó al suelo… del progreso sostenido, acorde con el nuevo milenio, a más allá de la Edad Media, con la llegada de los talibanes al poder. Por esa razón, y no solo por causa del pensamiento radical, retrógrado y fundamentalista de estos “barbudos” islámicos, sino porque no tienen la más mínima capacidad para gobernar a un Estado moderno, las naciones vecinas de los afganos, cerraron sus fronteras y detuvieron en seco lo que era un comercio fluido en las aduanas con Irán, India, Turkmenistán, Uzbekistán y otros países un tanto más lejanos, en los casos de Rusia, Japón, Corea del Sur, etcétera. Todos esos gobiernos se cerraron al trato diplomático y comercial con los talibanes, los nuevos gobernantes de Afganistán, y solo China y Pakistán parecen haberles tendido las manos amistosas a los radicales musulmanes, hoy incrustados en Kabul.

            Los terroristas del Daesh lo saben bien y por eso se sienten más libres y confiados que nunca, viviendo, entrenándose y lanzando escaramuzas dentro del territorio afgano. De hecho, saben ciertamente que los talibanes, a pesar de que los estadounidenses y el ejército democrático afgano, les dejaron aviones, vehículos terrestres y armas modernas, no poseen la instrucción militar ni la capacidad para enfrentarse con el ISIS en las zonas donde éste acampa y que son tierras inaccesibles, por sus escarpadas montañas y profundos valles.

            De hecho, la gran crisis humanitaria que los talibanes y la población afgana están experimentando en estos momentos, la presagiaban, no solo los expertos occidentales, sino también los terroristas del ISIS (Daesh), quienes, a no dudar ni un ápice, sacarán ventaja de lo anterior. Ya en Kabul –y aún más en las regiones más lejanas-, se habla de hambrunas, falta de medicinas, lapidaciones y demás lacras que el talibán lleva consigo a cualquier parte donde se dirija y llegue.

            ¿Y por qué hacemos un recuento de las incidencias por las que está atravesando el Afganistán de hoy? Para poner sobre la mesa de discusiones la inminente posibilidad de que los terroristas del ISIS-K (Jorasán), se hagan con el poder en Afganistán, tras derrotar en una eventual guerra a los talibanes. Sería algo así como un grupo fundamentalista (el talibán), contra otro todavía más fundamentalista y criminal (el Estado Islámico, ISIS o Daesh). Semejante a dos bandas de asesinos luchando por el poder y dejando el territorio de combate manchado de sangre por doquier. Y una vez apoderado del Estado de Afganistán, les será más fácil asesinar al atribulado pueblo que ha quedado atrapado en medio y atacar a otras naciones vecinas. Ya lo hicieron con Irak y Siria y sólo la firme determinación de Vladimir Putin, mediante el ejército ruso, pudo acabar con el dominio espeluznante y genocida del Daesh en esas dos naciones y que pretendía abarcar el norte de África y entrar a Europa por al-Ándalus (España).

            En palabras simples, sencillas y directas, Afganistán podría pasar a las garras del terrorista Estado Islámico, que se aprovecharía de la galopante hambruna que se ha posicionado en el pueblo afgano, desde que el mundo le dio la espalda al talibán.

 

Análisis estratégico del Pentágono

 

            Los militares siempre son más realistas y pragmáticos que los políticos; aunque, lamentablemente, estos últimos son los que toman las decisiones cruciales y finales y deciden la suerte de los Altos Mandos del ejército. Sino recordemos a un analfabeto en el caso de Donald Trump, quien siempre tergiversó y llevó la contraria al Pentágono y destituía y ponía a quienes a él les venía en gana y a cada instante; y Joe Biden parece ser igual al pesado, torpe y enorme dinosaurio republicano (Trump), y no hace caso a los consejos y recomendaciones de los militares estadounidenses. De hecho, a Biden le aconsejaron, antes de sacar a las fuerzas destacadas en Afganistán, que dejara a un contingente de unos 2 mil marines, para que resguardara el orden y la democracia en ese país, pero fue algo semejante a un diálogo de mudos y sordos.

            Y ahora mismo, el Pentágono le ha dicho claramente a los congresistas y a Joe Biden que el ISIS-K (Daesh), podría atacar a los Estados Unidos, directamente, como lo hizo al-Qaeda en el 2001, en un lapso de seis meses. Y Joe Biden ha respondido muy a su estilo en estos casos particulares: con el silencio. A esta amenaza latente, hay que añadirle el hecho de que los talibanes le dijeron claramente al mismo Biden, que no cooperarán con él ni los Estados Unidos, en el combate a los terroristas islámicos, con quienes –dicho sea de paso-, les unen más similitudes que diferencias, como la interpretación de El Corán, el fundamentalismo represor, los castigos mortales a los “pecadores,” dentro de lo que ambos grupos llaman la “sharia” y lo más importante… el profundo odio sangriento que sienten por la civilización occidental.

            Lo cierto es que la inteligencia norteamericana ha evaluado que el Estado Islámico (ISIS), en sus bases en suelo afgano, podrá tener capacidad para atacar a los Estados Unidos, en un trecho de seis meses, a partir del conocimiento de este reporte logístico-militar. Los congresistas ya han sido debidamente informados por Colin Kahl, subsecretario de Defensa para la Política, quien visitó la sede del Congreso estadounidense y habló con voz clara y directa, según la naturaleza de los soldados cuando quieren explicar algo. “Tienen la intención de hacerlo (atacar),” agregó Kahl fríamente a la atención petrificada de los congresistas. “Estas declaraciones mías –añadió el militar-, son el último recordatorio de que Afganistán aún podría plantear serias preocupaciones de seguridad nacional, para los Estados Unidos, incluso después de que terminó su guerra de dos décadas, el pasado agosto.” Puntualizó.

            También recordó que los talibanes son enemigos del Estado Islámico y han realizado algunos intentos por imponer la ley y el orden, luego de que los marines se marcharon, pero no ha sido suficiente, porque el Daesh les ha respondido con atentados suicidas y otros ataques mortales que los terroristas han reivindicado. “Esos ataques han sido con bombas contra la secta minoritaria chíi, e, incluso, decapitaron a un miembro de la milicia talibán, por parte del Estado Islámico, en la ciudad oriental de Jalalabad.” Indicó Kahl. Esto solo argumenta una situación: los talibanes están en desventaja en comparación con el Estado Islámico; y debemos sumarle la hambruna que ya recorre a Afganistán desde todos los puntos cardinales del país.

            Para Colin Kahl, durante su alocución ante el Comité de Servicios Armados del Senado, “aún no tenemos claro si los talibán tienen la capacidad (real), de luchar contra ISIS de manera efectiva (…)”, pero lo poco que se ha visto hasta ahora, se ha decantado a favor de los terroristas del Jorasán. Y añadió: “Nuestra evaluación es que los talibán y el ISIS-K son enemigos mortales. Así que los talibán están muy interesados en perseguir al ISIS-K. (Pero) su capacidad para hacerlo, creo, está por determinarse.” Explicó que, todavía, el Estado Islámico en Afganistán tiene apenas unos pocos miles de militantes; pero esa cantidad podría ser incrementada con el paso de los días.

            En el punto álgido de su exposición ante los congresistas, Kahl recordó que al-Qaeda en suelo afgano planteó un problema más complejo para las Fuerzas Armadas estadounidenses, porque los vínculos que aquellos tenían con los talibanes, los hacían prácticamente invencibles. Por ello se efectuó la intervención armada de los Estados Unidos, después de la voladura de las Torres Gemelas, el 11 de septiembre del 2001, precisamente porque los líderes, incluyendo a Osama bin-Laden, vivían a sus anchas en Kabul, protegidos por el primer gobierno talibán, mismo al que Donald Trump permitió regresar al poder, tras los acuerdos de Doha, el año pasado, en los que entregó a la democracia de Afganistán, a la dictadura de los talibanes, una decisión política tan aberrada y demencial como solo a Trump y su grupo de judíos asesores, se les podía ocurrir.

            En el caso concreto de al-Qaeda, Kahl explicó que a este otro grupo terrorista le podría llevar “uno o dos años regenerar la capacidad para llevar a cabo ataques fuera de Afganistán contra los Estados Unidos.” Dijo en forma textual ante la atención de los congresistas de ambos partidos, el Demócrata y el Republicano. “El objetivo (de la CIA y del Pentágono), deberá ser interrumpir a esos grupos, para que el Estado Islámico y al-Qaeda no sean capaces de atacar a los Estados Unidos. Necesitamos estar atentos para interrumpirlos.” Recalcitró. Pero (el gran “pero” obstaculizante), se fundamenta en que se torna muy difícil lo anterior, porque el Pentágono ya no tiene soldados en Afganistán; así mismo, "no tenemos ningún acuerdo con los países vecinos de Afganistán, para albergar tropas nuestras para efectuar los esfuerzos antiterroristas.” Se quejó Khal.

            En otras palabras, los militares norteamericanos tienen las manos amarradas contra el ISIS y al-Qaeda, porque, precisamente, no tienen destacamentos armados en territorio afgano y tampoco han negociado con las naciones limítrofes, para vigilar la actividad terrorista en el interior de Afganistán y ello facilita las libertades a los terroristas y obstaculiza seriamente a la capacidad defensiva del Pentágono en la región centro-asiática.

            Por lo pronto, hay quienes optan por pedirle a Dios para que proteja a la Unión Americana, ya que sus políticos la han puesto en esta crítica situación de indefensión casi total, especialmente Donald Trump y su espantoso des-gobierno, que empezó hace cuatro años atrás.           


Talibanes no Cooperarán con los Estados Unidos en Materia de Terrorismo Internacional

 

DOHA, Qatar- “No hay peor pecado en la humanidad, que la ignorancia.” No inventamos esta máxima nosotros, sino que es del gran Diógenes de Sinope, “el Cínico.” Es un aforismo que acompaña a los hombres de todas las épocas y de todos los lugares, porque la ignorancia, lo mismo que el cáncer en un cuerpo dañado o la corrupción de un gobierno, no es exclusividad de una raza, una religión, una ideología, una filosofía, un pueblo, una clase social, un continente, un país o una nacionalidad, sino que está presta a aparecer en cualquier sitio, en cualquier persona o en el sitio más insospechado. Y nos remitimos al mal ejemplo del penúltimo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien, haciendo “gala” de una gigantesca ignorancia política y filosófico-humanista, cometió errores de bulto que la humanidad y en especial su país, los Estados Unidos, podrían pagar muy lamentablemente en los próximos meses o años.

            Concretamente, el pacto que firmó por medio de su enviado especial en aquella oportunidad, Mike Pompeo, con los talibanes, en la ciudad de Doha –la misma de esta ocasión, en Qatar-, y que permitió a este grupo de criminales islámicos regresar al poder en Afganistán, podría traer consecuencias sumamente graves, de igual o peor magnitud que la voladura de las Torres Gemelas, aquel 11 de noviembre del 2001, por parte de renegados al servicio de Osama bin-Laden y su movimiento terrorista al-Qaeda, hoy más vivo que nunca y siempre en su misma base, en territorio afgano.

            Cuando Donald Trump acató cada punto que los talibanes le impusieron en Doha, desde la salida de las tropas estadounidenses y de la OTAN de suelo afgano, hasta la entrega del gobierno en Kabul, estaba dejando de lado que los musulmanes sueñan –y es uno de sus principales anhelos-, destruir a la civilización occidental a la cual consideran, según sus conceptos retorcidos, “el gran satán” que atenta contra las enseñanzas y el dogma coránico. Por ello, no sabemos cuál fue la motivación que impulsó a Donald Trump para apuñalar por la espalda a todo occidente y en particular al pueblo de Afganistán.

 

Delegaciones reunidas en Qatar

 

            Dos grupos representantes de los talibanes y del gobierno actual de los Estados Unidos, están reunidos en estos momentos en Doha, Capital del Emirato qatarí. El encuentro reviste vital importancia, puesto que es el primero de esta categoría desde que el talibán se hizo con el gobierno afgano, tras la huida desordenada y cobarde de los soldados norteamericanos de esta nación centro-asiática. Un cronista español, de un diario también español, resume a la perfección el ambiente y el escenario donde se reúnen ambos grupos: “Estadounidenses y talibanes –redactó el periodista-, acuden a la reunión –en el mismo escenario donde se fraguó el acuerdo entre los insurgentes y el gobierno de Donald Trump, que precipitó el repliegue estadounidense-, con agendas muy diferentes.”

            En aquel momento en esta modernísima ciudad qatarí, Trump creyó a los talibanes cuando estos le dijeron (y firmaron también en el documento), que romperían todos los vínculos con grupos terroristas y evitarían que Afganistán se volviera a convertir en refugio para aquellos que planeen atacar a los Estados Unidos. De igual manera, los talibanes dijeron que volverían a Afganistán e iban a respetar a las mujeres, que podrían seguir estudiando cuanto quisieran y ocupar cargos gubernamentales; lo mismo con las lapidaciones “a cielo abierto” para castigar a los “pecadores”; pero, con pocos días de estar en el poder, el talibán sigue mostrando su lado más oscuro, a la sombra de su criminal sharia y de paso ha dejado en ridículo al ignorante y prepotente Donald Trump, porque le engañaron fácilmente a él y a su obeso Secretario de Estado, Mike Pompeo. Es decir, los talibanes no van a cumplir absolutamente nada de lo que suscribieron en Doha, en aquel momento. Y lo cierto es que los terroristas se han mostrado más activos desde que los soldados estadounidenses abandonaron Afganistán; incluso, se permitieron asesinar a 16 marines en el propio aeropuerto de Kabul, cuando dos terroristas de al-Qaeda hicieron estallar sus chalecos cargados de explosivos. ¿Qué se podría hacer para que ello no siga ocurriendo? Absolutamente nada. Lo cual significa que el camino para atentar contra los Estados Unidos y Europa, está más despejado que nunca, ahora mismo.

            Recientemente, el Estado Islámico (Isis), mayormente robustecido, atacó a afganos chiíes en una mezquita de la ciudad de Kunduz, asesinando a unas 46 personas que estaban en oración en este preciso instante. Sirva esta incidencia para ejemplarizar lo anterior o el aumento de los ataques terroristas, a partir del instante de la salida de los marines de Afganistán.

            Pero en este punto de crucial importancia, el gobierno talibán ha enviado un mensaje muy claro a la Casa Blanca, al Pentágono y a la CIA, con este argumento: “Somos capaces de contener al Daesh (Estado Islámico o Isis), por nosotros mismos; (aunque) los nuevos regidores de Afganistán no queremos ni ayuda antiterrorista de los Estados Unidos, ni que su ejército ejecute la operación ‘over the horizon (más allá del horizonte)’; es decir, no queremos tropas norteamericanas en el terreno.” Y los talibanes no han escatimado el tiempo para ridiculizar a los militares estadounidenses cada vez que pueden, porque les han recordado que, usando un dron, atacaron a un supuesto objetivo terrorista, pero se equivocaron y dieron muerte a diez civiles afganos, en cuenta a siete niños presentes en un lugar donde no había un solo terrorista del Daesh ni de al-Qaeda.

 

Prioridades de ambos grupos

 

            Para los enviados de Washington a la primera mesa de negociaciones con el talibán, estos puntos son de vital importancia: agilizar la salida de los afganos-estadounidenses y otros extranjeros, que quedaron atrapados en esta nación tras la salida del ejército americano; también, presionar a los talibanes para que respeten los derechos de las mujeres y niñas y formen un gobierno inclusivo. Y en este último punto, ya sabemos cuál será la respuesta de los fanáticos musulmanes, quienes no están dispuestos a ceder en su fanatismo precisamente. Y de acuerdo a las palabras del mismo presidente Biden, esta reunión en Doha “no supone un reconocimiento del régimen talibán” en modo alguno.

            Por lo pronto, los enviados de la Casa Blanca a Qatar ya tienen en sus manos la negativa de Kabul, en el sentido de que no permitirán más soldados estadounidenses en su territorio, para adiestrar en la lucha contra el terrorismo; lo cual deja pensar que los terroristas seguirán impunes y actuando libremente en Afganistán, tal y como lo hacía Osama bin-Laden y su grupo de asesinos.

            Finalmente, los talibanes están urgidos por conseguir ayuda humanitaria (lea el editorial de este mismo periódico en relación con este tema particular), que el hambre, los faltantes esenciales para la vida diaria de su pueblo, no hagan su aparición y así evitar el caos y la rebelión de los ciudadanos afganos. Así mismo, urgen que los Estados Unidos desbloqueen sus reservas monetarias en los Bancos y les donen vacunas contra el Covid chino. Veremos si Joe Biden “da su brazo a torcer” y les hace realidad todas sus exigencias (disfrazadas de peticiones), mientras el talibán no les concede nada a él ni al pueblo norteamericano.

            Es posible que nunca antes, en el devenir de la historia, el gobierno de Washington se haya sentado a dialogar con individuos tan difíciles, precisamente por el primitivismo de su ideología, y con seres tan atrasados en todos los campos imaginables, desde la capacidad para razonar, actuar, aceptar y concebir que el mundo moderno es muy diferente a lo que ellos tienen estereotipado en sus mentes retrógradas y criminales.

            No se espera nada bueno del talibán, ni ahora ni después, porque es algo así como “un callejón sin salida” para los negociadores estadounidenses, quienes conversan con seres anclados muchos siglos atrás en las dunas del desierto imaginario, “una realidad” que solo existe en sus cabezas y maneras de ser. Y eso debería saberlo Biden, a quien se le considera un experto, desde siempre, en temas internacionales, en especial de Oriente Próximo.


El Regreso de Isis, el Terrorista Estado Islámico

 

ORIENTE PRÓXIMO- Surgió de la derrota humillante y el ajusticiamiento de Sadam Hussein. Los oficiales de su ejército juraron vengar su muerte y crear un califato que se extendería desde Irak hasta Marruecos, abarcando todo el norte de África y al-Andalus o España. Y consiguieron, en poquísimo tiempo, en la década pasada, conquistar un territorio de la extensión de Gran Bretaña, con la mitad de Irak y de Siria, mediante ataques relámpagos en los que no encontró sino rendición de parte de los destacamentos del ejército iraquí que, semejantes a lo acontecido últimamente en Afganistán, dejaron abandonado equipo que los estadounidenses les brindaron y que pasaron a manos de los yihadistas.

            Nunca antes las aldeas, pueblos pequeños, ciudades medianas y grandes, habían visto y experimentado tanta crueldad del ser humano convertido en serpiente, en bestia salvaje, asesinando a sus congéneres. Ahorcamientos, fusilamientos, decapitaciones, violaciones de niñas, de esposas delante de sus maridos y secuestros de niños fueron la constante de los asesinos componentes del Isis, que también se llama Estado Islámico o Daesh.

            La decapitación, filmada para el mundo, del fotoperiodista estadounidense James Foley, hizo que el entonces presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, reaccionara y saliera de su adormilada actitud, de su indolente postura ante los informes que los servicios secretos del Pentágono le hacían llegar diariamente, sobre lo que estaba aconteciendo en Irak y Siria, de parte de Isis. Fue cuando decidió aliarse nuevamente con Inglaterra y Francia, para combatir a los yihadistas e inyectarle valentía a los soldados iraquíes, quienes no tuvieron más remedio que regresar al campo de batalla para enfrentar a los asesinos que les habían arrebatado la mitad de su feudo.

 

Luchando en los suburbios de Damasco

 

            Conforme las huestes del Estado Islámico avanzaban sembrando el terror, filmando sus ejecuciones llenas de sadismo y llamando, vía internet, a jóvenes de toda Europa para que se adhirieran a su causa, se apoderaban de los pozos petroleros de Irak y Siria y vendían a bajísimos precios el crudo a Turquía. Los camiones cisterna cruzaban la frontera con Turquía cada noche, para despistar a los aviones aliados, en un desfile interminable de vehículos y regresaban con el dinero suficiente para comprar armas e implementos de utilidad básica.

            Hasta aquel momento, los ejércitos sirios e iraquíes estaban perdiendo la guerra contra Isis y se combatía, incluso, en los barrios periféricos de Damasco. La caída de esta Capital de Siria se iba a concretar en pocas semanas, en el tanto la situación continuara con el ritmo que llevaba. Fue cuando el presidente de Siria, Bashar el-Assad, tomó un avión comercial hacia Moscú, se entrevistó extensamente con Vladimir Putin en el Kremlin y le describió el teatro de guerra que estaba sufriendo su país y en el vecino Irak. Regresó a Damasco con la promesa del líder ruso de brindarle la ayuda necesaria, más aún cuando la Base militar rusa estaba en Latakia, en el Mediterráneo sirio y Rusia no estaba dispuesta a perder ese enclave y mucho menos perder a un aliado, en el caso de el-Assad.

            Dos días más tarde, a lo sumo, la aviación rusa estaba destruyendo los campamentos yihadistas y los buques anclados en el Mar Negro y el Mediterráneo, lanzaban sus misiles con precisión perfecta sobre los asentamientos del Isis. Poco tiempo después el cambio en el curso de la guerra se fue notando; incluso las largas hileras de camiones cisternas que llevaban el crudo a la traidora Turquía de Erdogan, fueron destruidos noche a noche y la chatarra humeante se fue apilando en los caminos rurales fronterizos entre Siria y el territorio turco. La principal fuente de ganancia económica, la venta de petróleo, dejó de existir, gracias a la aviación rusa.

            Y mientras el ejército ruso mostraba una efectividad del 100 por ciento sobre el campo de batalla, los estadounidenses y sus aliados no lograban avances importantes, como un presagio de lo que iba a suceder tiempo después en Afganistán. Solo las tropas kurdas y yazidíes demostraban una ferocidad y valentía en el combate, dignas de ser admiradas por quienes seguíamos con detenimiento la guerra contra el criminal Estado Islámico, de su líder Bakr al-Bagdadi.

            Sin entrar más en detalles, el Daesh, Isis o Estado Islámico fue derrotado definitivamente en Siria e Irak, el año pasado (2020), cuando las últimas bolsas fueron exterminadas por los soldados del ejército sirio. Hoy, en estas naciones, los prisioneros que participaron en la yihad del Isis, permanecen en una especie de “limbo” desde el punto de vista legal/jurídico, pues nadie se preocupa por juzgarlos y en sus países de origen (Inglaterra, España, Alemania, los Balcanes, Francia, Dinamarca, etcétera), no los quieren de regreso en ningún momento y de ningún modo. Permanecen en campamentos, aislados del resto del mundo y sin un futuro halagüeño. Además, el criminal líder del Isis, al-Bagdadi fue dado de baja durante un ataque de un batallón Seal de los Estados Unidos, en el norte de Siria, cuando trataba de escapar por unos túneles que estaban sin terminar en su construcción. Al tratar de abrir una puerta, ésta no cedió, pues no había más pasillo y procedió a la activación de su chaleco con explosivos y su sangrienta historia terminó en mil pedazos, salpicando de sangre el recinto, muy parecida a la sangre que hizo derramar a decenas de víctimas inocentes, cuando ordenó a sus mercenarios asesinos que sembraran el terror acribillando, cercenando cabezas, brazos, piernas y hasta quemando vivos a sus prisioneros de guerra.

 

Isis ha regresado en Afganistán

 

            Con el retiro vergonzoso de los estadounidenses de esta nación centro-asiática y el retorno de los talibanes al poder, se confirman dos cosas: 1. el tigre de papel que son los norteamericanos, quienes no ganan una guerra desde 1945, hechos notorios en Bahía Cochinos, Cuba; Vietnam, Corea, Irak, Siria y por último en Afganistán, donde dejaron también material bélico abandonado y a la población afgana que confió en ellos; y 2. Que el Estado Islámico o Isis sigue vigente por medio de sus células que han permanecido durmientes en las montañas afganas.

            Su aparición la hicieron en el aeropuerto de Kabul, mientras los marines esperaban ser evacuados, al detonar dos bombas con el saldo de unos 60 muertos, la mayoría civiles afganos que huían de los talibanes y más de 140 heridos. Trece soldados estadounidenses perdieron sus vidas en este atentado terrorista perpetrado por Isis. Las agencias de inteligencia de los Estados Unidos identificaron al EI-K, que significa Isis-K. La última letra tiene que ver con la provincia en poder del Estado Islámico, llamada Khorasan, la filial regional del autodenominado Daesh, muy activo en Afganistán y Pakistán en estos momentos.

            Sin embargo, hay que tomar en cuenta que los talibanes son enemigos del Isis, pero socios de al-Qaeda, que es igual de peligroso que los yihadistas del Estado Islámico; y los tres, por separado… son archi-enemigos de los Estados Unidos. La voladura de las Torres Gemelas en el 2001, lo dice con claridad.

            Retornando al Isis-K, Frank Gardner, corresponsal de la BBC de Londres, explica que es el más extremo y violento de todos los grupos militantes de la yihad islámica, que operan actualmente en territorio afgano. Fue creado en enero del 2015, durante el apogeo del Estado Islámico en Siria e Irak, como describimos en la introducción de este reportaje, y antes de que fuera derrotado por los ejércitos sirio, yazidí, kurdo y ruso en el terreno, y en menor grado por la coalición liderada por los Estados Unidos.

            Lo cierto es que el grupo recluta a yihadistas afganos, así como a paquistaníes, especialmente a desertores de los talibanes, quienes ven al movimiento talibán como una organización que no es “lo suficiente extremista.” El Isis-K ha centrado sus ataques terroristas en los últimos cinco años en escuelas de niñas, hospitales y clínicas de maternidad, donde han asesinado a sangre fría a mujeres embarazadas y enfermeras. El objetivo militar de estos criminales es la conquista del mundo y la conformación de un califato con la totalidad de naciones musulmanas dentro de su esfera de influencia y opresión, desde Irak hasta Yemen, pasando por Saudi-Arabia y Kuwait hasta Sudán, el África negra y del Sáhara, hasta alcanzar España, que fue feudo mozárabe durante la Edad Media y estuvo bajo el poder islámico a lo largo de ocho largos siglos. Este es un objetivo que continúa latente e irrenunciable para estos criminales que se niegan a desaparecer y mucho menos, rendirse.

            La existencia del Isis en territorio de Afganistán podría convertirse en un serio dolor de cabeza para el gobierno de los talibanes o quizás causen la guerra intestina que muchos analistas temen que suceda en los próximos dos años, a más tardar. La sede que han elegido estos terroristas es la provincia oriental de Nangarhar, cerca de las rutas que se utilizan para traficar drogas hacia Pakistán. Este grupo llegó a tener más de 3 mil combatientes, una cifra que ha diezmado debido a los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad del anterior gobierno afgano, contra las tropas estadounidenses y los talibanes, con quienes tienen diferencias abismales y por lo tanto, difíciles de superar, fundamentalmente porque Isis acusa al talibán de que ha abandonado a la yihad en el campo de batalla; es decir, no son lo suficientemente beligerantes para enfrentarse “al infiel” que pisa las tierras sagradas del Profeta, esto es… los soldados occidentales (estadounidenses y europeos). Así mismo, les recriminan el acuerdo de paz que los talibanes firmaron con el enviado de Donald Trump, en un hotel elegante de Doha, Qatar, ya que en la mentalidad del Estado Islámico la pacificación no está contemplada en su permanente “guerra santa” contra el infiel y su mundo “de pecado”, propio de Europa y los Estados Unidos. Sin embargo, la enemistad entre ambas facciones islámicas tiene sus excepciones, como la llamada red Haqqani que se entiende perfectamente con el talibán, a tal extremo que el líder de dicha red, Khalil Haqqani, es quien está a cargo de la seguridad de la Capital, Kabul. Empero, el gobierno central en manos talibanas, sigue considerando al Estado Islámico un gran desafío para la seguridad del país y no se fía de ninguna manera de los movimientos que puedan hacer en futuro.

            La posición del General Kenneth MacKenzie, comandante del Comando Central de los Estados Unidos la explica de esta forma: “La amenaza a nuestras fuerzas, particularmente por parte de ISIS-K, es muy real, como hemos visto durante el atentado mortal en el Aeropuerto de Kabul.” Pero aseguró que el EI “no ganará, porque nuestra respuesta siempre será con fuerza y precisión. (…) Creemos saber quiénes son y realizaremos la operación para alcanzarlos dondequiera que estén.” Puntualizó.

            Después de repasar lo anterior, es evidente que “la serpiente todavía está muy vida, se mueve peligrosamente y es capaz de obtener mayor fuerza para atacar.” La verdad, ciento por ciento real, indica que, además de los talibanes, al-Qaeda (el destructor de las Torres Gemelas de Nueva York), e Isis o Estado Islámico, siguen más vigentes que nunca y los tres se asemejan en que son enemigos declarados de occidente y no escatimarán esfuerzos por atentar con ataques directos al alma de estas naciones en cualquier instante. Y eso lo sabemos todos.


Militares Veteranos de los Estados Unidos Deploran lo Hecho por Biden

 

USA- Más sucio e impresentable no puede estar Joe Biden, presidente de esta nación. Su popularidad, su imagen propiamente dicha, anda a rastras y muchos votantes están renegando del por qué le dieron el voto en las elecciones presidenciales pasadas. Entrar en detalles sobre las razones de este odio repentino en los estadounidenses, sería redundar, reiterar cansinamente, porque todos sabemos lo que está ocurriendo en Afganistán, donde, además, han sido asesinados en el aeropuerto internacional de Kabul, una docena de soldados que eran esperados por sus padres, esposas, hijos y demás familiares en su retorno a sus casas, pero ello no ocurrió así, debido a la impericia de un mandatario que parece no estar apto para el alto cargo que se le ha encomendado en la Casa Blanca.

            Pero quienes más resienten lo que está pasando, son los veteranos que estuvieron en el mismo Afganistán y han visto, impávidos, incrédulos y dolidos, las escenas de la chapucera evacuación de los marines en el mismo aeropuerto y a algunos ciudadanos afganos cayendo a tierra desde los fuselajes de los aviones, una vez que han tomado vuelo al despegar de la pista.

            Las imágenes han sido extremadamente duras para estos ex soldados y sienten que todo ha sido en vano, más todavía cuando piensan que los talibanes, aquellos fanáticos a los que ellos combatieron y sacaron del poder… ahora han regresado y hacen de las suyas contra la población afgana. Y el desencanto, la profunda decepción no solo se siente entre los ex militares estadounidenses, sino en los británicos. Por ejemplo, Jack Cummings, quien perdió ambas piernas en combate en Afganistán, escribió en su cuenta personal de Twitter: “¿Valió la pena? Probablemente no. Parece que perdí mis piernas por nada. Que mis compañeros murieron en vano. Estoy enojado, estoy triste, me siento traicionado. Perdí mis piernas por nuestro país y ver lo que está sucediendo en Afganistán es horrible y desgarrador. Me ha dejado totalmente un sinsentido y sé que no soy el único. Hablando con mis compañeros, todos lo sienten y algunos están luchando en este momento.” La BBC de Londres reprodujo “al aire”, sus palabras.

Rueda de prensa en el Pentágono

            El General Mark Milley, jefe del Estado Mayor estadounidense, confrontó a los periodistas, quienes están llenos de preguntas y comentarios mordaces, puesto que lo observado en Afganistán es casi imposible de digerir y mucho menos… aceptar. El alto oficial se dirigió a los veteranos y les hizo escuchar: “Incluso en estos tiempos difíciles, cada soldado, aviador, marine, guardacostas, que combatió o participó en operativos en Afganistán (casi 800 mil), debe tener la cabeza bien alta. Por más de 20 años, hemos evitado un ataque en territorio de Estados Unidos.” Trató de aliviar el error garrafal cometido, primero por Trump, quien firmó el acuerdo de salida de las tropas norteamericanas con los talibanes, en Doha; y después por Biden, quien ha hecho la peor chapuza en la historia del ejército de los Estados Unidos, solo comparada con la traición de John F. Kennedy a los cubanos exiliados durante la invasión de Bahía Cochinos en Cuba; y la derrota de Vietnam, que es una culpa compartida entre Lyndon B. Johnson y Richard Nixon.

            Pero, a pesar de las palabras del General Milley, el sentimiento de dolor, furia y encono, está en las almas de todos los veteranos. Por ejemplo, para Mike Jason, coronel retirado del ejército de los Estados Unidos y quien estuvo en activo por 24 años en suelo afgano, no puede creer la forma cómo los talibanes recuperaron el poder en poquísimo tiempo: “Es frustrante –dijo-, es enloquecedor. La velocidad a la que comenzó a colapsar lo hace muy difícil de entender. Es más rápido que nuestra capacidad para procesar nuestras experiencias de los últimos 20 años. Como idealista que soy, buscaba hacer el bien en Afganistán. Cuando llegamos a aquel país, fue una lección de empatía, trabajar en culturas extranjeras, ver un país hermoso con una rica historia. ¿Valió la pena? ¿Valió la pena mi papel? En ese momento pensé que había hecho algo bueno, pero ahora necesito tiempo para reflexionar.” Puntualizó el coronel.

            Otra opinión dolorosa es la de Janette Binnie, una madre escocesa quien ha dicho que la muerte de su hijo Sean, de apenas 22 años de edad, “hoy parece un sacrificio en vano. Él salió para marcar la diferencia y esa diferencia no se ha conseguido. ¡Estoy tan orgullosa de mi hijo! Hizo lo que debía como soldado británico; pero ahora siento que su memoria está dañada por esto. Todo fue en vano.” Recordó que su muchacho fue ultimado cuando patrullaba en la provincia de Helmand, en mayo del 2009, acompañado por un grupo de compatriotas que se hacía llamar “La Guardia Negra.” La mujer observó por la televisión de Escocia la llegada de los talibanes y la huida del presidente Ashraf Ghani al extranjero. Los hechos los siguió invadida por una gran consternación y profundamente herida en su espíritu, por la traición, primero de Trump; y segundo, por Biden, por la chapuza de este último.

            Otro caso es el del Capitán Jeremy Caskey, quien también luchó en Afganistán e, incluso, perdió a un hermano suyo en combate, en el 2010. Se trató del sargento de infantería de marina, Joseph Caskey. Cuando vio el desparpajo en el aeropuerto de Kabul, por la televisión, dijo: “Ha sido muy difícil. Siempre quieres saber que lo que estás haciendo tiene un propósito y un significado, pero el propósito y el significado no solo vienen con la victoria. Creo que a veces (el significado), viene en el sacrificio y la experiencia. ¿Estamos mejor? ¿Está mejor el país? ¿Están mejor ellos? Es difícil de decir.”

            El recuento de los daños indica que los Estados Unidos perdieron a más de 2 mil soldados en combate, durante las dos décadas que estuvieron presentes en Afganistán, con un saldo de 20 mil heridos; y Gran Bretaña experimentó el deceso de más de 450 oficiales. Todo por nada y para nada…

“Biden dio la espalda a nuestros hijos”

            Más impresionantes aún son los comentarios de los padres de los jóvenes que fueron asesinados por los terroristas del Daesh (Estado Islámico), recientemente en el aeropuerto de Kabul, cuando detonaron dos bombas de altísimo poder destructivo. Uno de esos soldados estaba en Afganistán en su primer despliegue y estaba muy emocionado puesto que esperaba con ansias el nacimiento de su primer hijo en tan solo tres semanas. Cuando nazca el niño no tendrá a nadie a quien decirle papá, con todo el significado que involucra esa palabra. La aberración de Joe Biden, podría decirse… le dejó su padre.

            Una joven describe a su hermano asesinado en el mismo instante en Kabul, con estos términos: “(…) era hermoso, inteligente, al ritmo de su propio tambor, molesto y encantador. Encarnaba los valores de los Estados Unidos: determinación, dedicación, servicio y valor.”

            Lo cierto es que el Pentágono todavía no ha revelado oficialmente los nombres de los oficiales asesinados por la bomba detonada por el terrorista del Issis (Estado Islámico), pero han trascendido ocho de ellos. A saber: Max Soviak, Rylee MacCollum, David Lee Espinoza; Kareem Nokoui, Jared Schmitz, Hunter López, Daegan William-Tyeler Page y Taylor Hoover. Junto a ellos murieron más de 180 personas de nacionalidad afgana, quienes se hallaban en ese momento preciso en el aeródromo, esperando ser evacuados en los aviones extranjeros que llegan constantemente al lugar para repatriar a los soldados de distintas nacionalidades.

            En el caso particular de Steve Nikoui, padre de Kareem Nikoui, dijo a los reporteros que le entrevistaron que pasó todo el día del jueves, después de las detonaciones, observando los telediarios para conocer los nombres de las víctimas, pues algo muy adentro suyo le decía que talvez su hijo estaba dentro de las víctimas. Indicó que Joe Biden lo había decepcionado mucho. “Simplemente Biden le dio la espalda. Eso es todo.” Musitó ante el periodista del Daily Beast. “Enviaron a mi hijo allí como un traficante de papel y luego hicieron que los talibanes afuera brindaran seguridad. Culpo de mis propios líderes militares.” Agregó el compungido padre de familia.

            Lamentablemente no podemos poner un punto final a esta historia sobre la huida de los marines de Afganistán, al seguir las órdenes de un presidente que parece no estar en sus cabales. Además de los soldados asesinados en la rampa del aeropuerto de Kabul, han quedado atrás 20 años de guerra fallida en la que nunca fueron vencidos los fanáticos y criminales talibanes; y el despilfarro de US$822,000 millones en el conflicto y en el entrenamiento de las fuerzas armadas afganas, que, al primer disparo del enemigo, se rindieron y entregaron sus uniformes y cantidad ingente de armas de última generación y que ahora están en poder de los talibanes.

            Más de 800 mil soldados estadounidenses fueron desplegados en el rocoso país centro-asiático y todo ello fue para nada, porque la guerra que lidiaron para sacar a los talibanes lo que hizo fue hacerlos retornar al poder de la manera más inverosímil jamás vista en la historia de las contiendas bélicas. Y así lo describe Michell Dunkley: “Estoy decepcionada por la forma como los Estados Unidos encaró la retirada. Es muy triste. Me siento tan mal por todos los afganos. ¿Hicimos una evaluación completa de las capacidades del ejército afgano? No lo creo. Entrenamos a pilotos de helicópteros, supuestamente entrenamos a sus soldados, pero aparentemente no hicimos un buen trabajo.”

            Y para cerrar este reportaje, Kyle Hanson, ex combatiente del 2006 al 2012 en tierras afganas confirma lo que piensan muchos de sus colegas: “Responsabilizo a los gobiernos de Donald Trump y de Joe Biden por la situación actual. La guerra es una extensión de la política. Nuestro ejército hizo todo lo posible y nuestros políticos nos defraudaron a nosotros y a los afganos. No me sorprende lo rápido que cayó el ejército afgano: se dio a los talibanes mucho tiempo para prepararse y se les dieron fechas casi exactas para trabajar. Se sabía que esto sería lo que sucedería cuando nos fuéramos.”

            Pero el error ha sido echado a andar y ahí tenemos las consecuencias, tan evidentes como el Sol frío que cada mañana se posa sobre esta nación asiática.


Afganistán.

El Oportunismo de Donald Trump

 

WASHINGTON, USA- Ha sido muy evidente y convincente el error cometido por el mandatario de los Estados Unidos, Joe Biden, al ordenar la retirada de las tropas de este país de suelo afgano, provocando la inminente caída del actual gobierno y el paso a las manos de los criminales talibanes, quienes tienen más de la mitad de Afganistán en sus garras y con serias posibilidades de hacerse con la Capital, Kabul, en cuestión de horas apenas.

            Ante esa decisión, que no fue en modo alguno razonada y mucho menos meditada por parte de Biden, a quien posiblemente su avanzada edad le haya jugado una mala pasada, la comunidad mundial está realmente asombrada al observar el desastre del mal entrenado ejército afgano, que huye sin presentar batalla o se entrega a los talibanes en condiciones humillantes de prisioneros. Las embajadas de los países amigos se están quedando vacías, atiborradas de papelería oficial, tal la estampida incontrolada y precipitada de sus funcionarios; lo mismo sucede con los hoteles y misiones internacionales que estaban realizando trabajos de campo en esta agreste nación asiática.

            Mientras el caos ensombrece a los afganos, el hasta entonces silencioso ex presidente estadounidense, Donald Trump, ha salido a la palestra para emitir sus comentarios siempre mordaces, en crítica descarnada contra Biden. Por supuesto que el actual mandatario se merece todo tipo de reconvenciones, pero no hay que olvidar que fue Trump quien dispuso, antes de abandonar su cargo en la Casa Blanca, que las tropas abandonaran Afganistán y él lo pensaba ejecutar si hubiese ganado las elecciones pasadas que perdió contra Biden. Pero ahora Trump no asume su cuota de responsabilidad en este desaguisado y la emprende contra su enemigo político, Joe Biden.

 

Lo que dijo Trump…

 

            El “hipopotácico” ex presidente republicano dijo que “Biden no puso condiciones a la retirada militar de los Estados Unidos de Afganistán y el violento auge de los talibán, es inaceptable. Si yo hubiera seguido siendo el presidente –agregó Trump-, la retirada hubiese sido muy diferente a la actual y mucho más exitosa.”

            Recordemos que fue Donald Trump quien negoció el acuerdo con los talibanes en el 2020, en Doha, Emiratos Árabes, para retirar las tropas estadounidenses en mayo del 2021, a cambio de diversas garantías de seguridad que los talibán se comprometieron a asumir, pero el ingenuo norteamericano no tomó en consideración que los fanáticos islámicos asumen compromisos verbalmente, pero, en la realidad, nunca cumplen nada de lo suscrito y prometido. De tal manera, Donald Trump dejó abierto e indefenso el camino a los fanáticos musulmanes para que se hicieran con el poder en el desértico y rocoso país centro-asiático.

            Esas garantías firmadas por Trump y los líderes talibanes obligaban a estos últimos a sostener conversaciones de paz con los gobernantes instalados en Kabul; también, no atacar a los intereses y tropas de Estados Unidos en esta nación y no apoyar a grupos terroristas como al-Qaeda ni del Daesh, para que pudiesen atacar al suelo norteamericano. Pero nada de ello estaban dispuestos a cumplir los renegados, quienes son apoyados por el gobierno de Pakistán, que, por otro lado, hace el rejuego a la Casa Blanca y finge ser amigo de los estadounidenses. Ni siquiera el primer punto han cumplido los talibanes, ya que comenzaron la guerra abierta apenas notaron el desalojo de las tropas de los Estados Unidos, de Afganistán.

            Es cuando el mismo Trump acaba de ventilar contra el actual presidente: “Cuando Biden asumió el poder (…), retrasó el plazo de retirada y no puso condiciones para ello. Si yo fuera ahora presidente, el mundo vería que nuestra retirada de Afganistán sería una retirada basada en condiciones. Personalmente he mantenido conversaciones con altos dirigentes talibán en las que han comprendido que lo que están haciendo ahora, no habría sido aceptable. (…) Los talibanes lo entendieron mejor que nadie.”

            Y mientras Donald Trump habla la misma basura de siempre y Joe Biden no asume que cometió el peor error de su carrera política al sacar a las tropas de Afganistán, los talibanes avanzan incontenibles y pronto estarán bailando en las calles de Kabul y procederán a mutilar y delimitar al pueblo con su criminal sharia.

            Han sido dos norteamericanos obtusos, Trump y Biden. El primero por acusar fuertes rasgos de esquizofrénica comprobada; y el segundo por su avanzada edad que ya no le permite pensar con lucidez, ni tomar las decisiones adecuadas o asertivas. ¡Qué sea lo que será, en todo caso!


Biden da por Finalizada la Misión Militar de los

 Estados Unidos en Irak

 

WASHINGTON D.C.-El presidente Joe Biden, a pesar del corto espacio de tiempo que ha estado en la Casa Blanca, ya tiene un lugar en los libros de historia, en la gran crónica presidencial de su país, por estas tres razones de peso: 1. Revirtió la desidia y la irresponsabilidad criminal de Donald Trump al no tomar en serio al coronavirus chino y no proceder a la vacunación del pueblo estadounidense; de tal manera que Biden ha sido, si se quiere, “el gran vacunador” en esta guerra contra el virus que los chinos enviaron al mundo. 2. Sacó a las tropas de los Estados Unidos de Afganistán, de la guerra más larga en la que han participado y que significaba un gasto económico “monstruoso” para las finanzas de esta potencia; y 3. Sacará así mismo a los soldados estadounidenses del territorio iraquí, según trascendió recientemente esta información desde la sede del gobierno de Biden. En otros términos, el actual mandatario tomó las tres decisiones de importancia capital, mismas que otros ex presidentes meditaron, les resultó una permanente preocupación, pero no se atrevieron a tomar la decisión definitiva.

            Según la determinación tomada por Biden, “se pasa la página del ataque a las Torres Gemelas”, en lo que se ha dado por llamar “la Era del 11-S” o la venganza contra los talibanes, el grupo terrorista al-Qaeda de Osama bin-Laden, dado de baja en Pakistán por un comando de los Seals norteamericanos, y contra las facciones radicales islámicas que operan en Orak y que no dejan desarrollarse a esta nación de Oriente Próximo.

 

Reunión con Mustafá al-Kadhimi

 

            El anuncio del abandono de Irak por parte de las tropas estadounidenses, la dio a conocer el propio Biden tras haberse reunido en esta sede gubernamental en Washington, con el Primer Ministro iraquí, Mustafá al-Kadhimi, y dentro de poco tiempo veremos salir a las tropas de este territorio, las cuales han estado en esta nación a lo largo de unos 20 años, en lo que se ha denominado “la guerra contra el terrorismo.”

            Será a finales del presente 2021 cuando los 2,500 soldados que quedan en Irak, procederán al éxodo con destino a casa. No obstante, no serán todos los que regresarán, porque quedará un importante número de “marines” en tares de observación y entrenamiento del ejército y la policía iraquí. En opinión de Joe Biden las milicias de Irak “ya pueden valerse por ellas mismas,” debido al entrenamiento que han recibidos de sus amigos estadounidenses.

            Lo que subsiste y persiste en esta nación asiática es la amenaza del Estado Islámico (Daesh), el mismo grupo terrorista que alcanzó a dominar la mitad de Irak y Siria y que fue derrotado por dos coaliciones internacionales; una liderada por los Estados Unidos y la otra por Rusia. Con base en lo anterior, el presidente Biden indicó que los entrenamientos de las tropas iraquíes se han hecho precisamente para capacitarlas para enfrentarse al Daesh o cualquier otra agresión armada. Aun así, el ministro de Asuntos Exteriores de Irak, Fuad Hussein aseveró lo que realmente necesita el ejército de su país: “no urgimos de más combatientes porque ya los tenemos. ¿Qué necesitamos? Necesitamos cooperación en materia de inteligencia, ayuda con entrenamiento y que las tropas nos apoyen desde el aire.”

 

El enemigo ahora viene de más lejos

 

            En su concepto de la geopolítica, para Joe Biden el enemigo ciertamente sigue siendo el terrorismo islámico, más aún después de la “gran cicatriz” que dejaron los ataques del 11 de noviembre del 2001 al World Trade Center de New York y ante quienes no hay que bajar la guardia, pues el Daesh o Estado Islámico sigue reagrupándose en sus escondrijos en Siria e Irak; pero ahora el enemigo de la civilización occidental ha venido desde más lejos: desde el corazón del continente asiático y se trata de la China comunista. Pero para el mandatario de los Estados Unidos ya es hora de darle “el carpetazo” a la Era posterior a los ataques terroristas al territorio estadounidense y centrarse en las amenazas proferidas por los chinos y los ciberataques y así lo ha dicho específicamente: “Estados Unidos necesita luchar las batallas de los siguientes 20 años y no las de los últimos 20 años.”

            En el interior de Irak, el Primer Ministro de esta nación ha insistido en subrayar que no será una transición placentera de las operaciones militares norteamericanas a las iraquíes, debido a la gran cantidad de problemas que existen hoy en día, que se traducen en ataques de distintos grupos armados enemigos al actual gobierno de Bagdad y que han atacado a las propias tropas norteamericanas, hasta la creciente nueva ola de contagios del coronavirus chino, que se ha esparcido por todo el territorio iraquí.

            Otra gran preocupación radica en una situación que fue experimentada en el 2011, cuando los Washington comenzó a traerse a sus soldados a casa y se produjo la invasión de Mosul, por parte del Estado Islámico (Daesh), causando una de las guerras más sangrientas y salvajes que se hayan conocido en la época moderna en la región y costó ingentes esfuerzos y vidas humanas para derrocar a estos terroristas. Fue el ex presidente Barack Obama quien ordenó la retirada de las tropas compuestas por 39 mil hombres y mujeres; pero, repetimos, aquello causó el auge del Daesh con toda su problemática de gran calado.

            La presencia de los estadounidenses en Irak se remonta al 2003 y en el punto más elevado de esta intervención, hubo 170 mil efectivos en esta nación, en la cual perdieron sus vidas más de 4 mil soldados hasta el 2011. Hoy, Irak está muy lejos de ser un país seguro, estable y en el sendero del desarrollo hacia el modernismo, porque su gobierno es endeble, da la impresión de que ningún político quiere hacerse con el cargo por lo difícil y peligroso que resulta ser precisamente, atacado en forma permanente por facciones radicales que quieren hacerse con el poder y construir un califato al mejor estilo de la Edad Media, según eran los planes del Daesh. Da la impresión de que la problemática iraquí es más intrincada, más profunda y tiene que ver con la educación de su población desde la niñez más temprana para que aprendan sobre temas relacionados con libertad, progreso en todos los órdenes, autodefensa y respeto a los derechos humanos. Una misión de carácter cognitivo antes que militar, evidente y convincentemente.


Cubanos se Sublevan en la Isla.

 

¿Presagio de Mayores Levantamientos o Aumento de la Represión?

 

SALA DE REDACCIÓN- (Especial para The City Newspaper) Focos de insurgencia popular se han dado en algunas regiones específicas de Cuba, en contra de la tiranía que gobierna al país desde 1959, cuando el gobernante Fulgencio Batista no quiso presentar batalla a los comunistas liderados por Fidel Castro y abandonó el poder para exiliarse en Isla Madeira, territorio de Portugal frente a África, y finalmente en España, donde falleció.

            Es decir, los cubanos han estado pasando penurias desde que Fidel Castro asaltó al poder y declaró la guerra a la economía de mercado y al sistema democrático, creando un Estado represivo, carcelario y violador sistemático de los derechos humanos, que ha hecho que más de un millón de cubanos se exilien en distintos puntos de América, pero muy especialmente en La Florida (Miami), Estados Unidos. Los que han quedado en la isla han soportado las carencias, humillaciones, temores a ser descubiertos por el aparato represivo por su disconformidad y enojo contra la dictadura comunista.

            Es por esto último que las manifestaciones que comenzaron en San Antonio de Los Baños y en Palma Soriano, en Santiago, y que tuvo eco en todo el país posteriormente, ha sido por la opresión, por el hambre, por no encontrar centros de trabajo, dinero, ni comestibles para llevar a sus casas y alimentar a sus familiares. A esto hay que agregarle la presencia del coronavirus creado y difundido por la China en el mundo, que ha estado matando a centenas de cubanos y porque el gobierno ha sido incapaz de vacunar a la población, mientras alardea al mundo de que han creado dos vacunas y luego harán otras tres, con la intención de impresionar con un logro de la dictadura que no pasa de ser una falacia más, una mentira de gigantescas proporciones: Cuba, en la actualidad, no tiene capacidad siquiera para crear una sola pastilla para el dolor de cabeza y eso es indiscutible y forma parte de la dura realidad de esta nación caribeña, atormentada por el sistema comunista y sumergida en la miseria económica.

 

Interrogantes y preocupación        

 

            Los estudiosos del caso cubano y el pueblo mismo saben que el gobierno de La Habana siempre ha practicado el asesinato, el genocidio abierto o callado, según se den las circunstancias. Es por ello que la rebelión de los ciudadanos trae varias preguntas, pero en especial esta: ¿Cuál será la reacción de la dictadura ante los gritos de “libertad”, “tenemos hambre” y “nos morimos por causa del Covid”? De hecho, el mismo día de los desfiles por las estrechas calles de varias ciudades de la isla, los contingentes policiales y del ejército (y se cree que la otra dictadura de Venezuela, la de Maduro, ha enviado soldados venezolanos en apoyo a Miguel Díaz-Canel), junto a “las brigadas” afectas al régimen, compuestas por civiles que apoyan al comunismo, atacaron a los manifestantes con cinchos, puños, palos y procedieron a entregarlos a la gendarmería. Esa ha sido, y será siempre, la única respuesta que ha tenido y tendrá La Habana para estos casos.

            Tres días después del furor del pueblo en las vías públicas, la ONG Prisoners Defenders, que vela por la libertad y el buen trato a los presos políticos o de consciencia, llevaba contabilizadas 112 detenciones o desapariciones forzosas. Su presidente, Javier Larrondo, explicó que el régimen ha estado utilizando a jóvenes (de manera forzosa), para que se enfrenten a los manifestantes con el uso desmedido de la violencia. En este aspecto en concreto, el Movimiento San Isidro aseguró en su página de Facebook y que actúa dentro de Cuba, que el gobierno de Díaz-Canel ha amenazado a los jóvenes con quitarles sus carreras universitarias, sino prestan sus servicios al partido Comunista enquistado en el poder, atacando a los ciudadanos enardecidos. La consultoría independiente, Cubalex, al poco tiempo de los incidentes primarios, contabilizaba 150 arrestados y desaparecidos, una información que transmitió Radio Martí, con sede en La Florida.

            Por supuesto que la preocupación de los familiares de los encarcelados es grande, pues se sabe sobradamente que las cárceles del sistema forman parte de las más inhumanas de América y pocas personas han podido salir con vida de ellas, para narrar lo que vivieron cuando estuvieron encerradas. Simultáneamente, Miguel Díaz-Canel, el dictador que dejaron los hermanos Castro antes de morir (Fidel Castro), y se retirara (Raúl Castro), por razones de enfermedad, ordenó suspender el internet en todo el país; es cuando Mario J. Pentón, periodista de América Te Ve, aclara que un religioso cubano que vive en La Habana, después de pedirle que no divulgara su rostro ni su nombre, le dijo: “No te puedo compartir videos, porque no hay internet (…). El gobierno ha quitado internet para que no se sepa la verdad. La situación ha sido terrible: ha habido secuestros, la policía le soltó los perros a la gente (y) esto que estoy contando lo he visto yo.” Informó además que, en Camagüey, las fuerzas represivas dejaron más de 2 mil heridos.

            Entre las personas que han sido llevadas a las mazmorras del régimen, destacan los nombres de Luis Manuel Otero Alcántara, fundador del Movimiento San Isidro; activistas como José Daniel Ferrer y su hijo, y varios artistas que decidieron acudir a los grandes desfiles en contra de la dictadura marxista. Según la organización disidente, Cuba Decide, “el balance no oficial (porque en la isla nunca hay cifras oficiales de esto), sería de varios muertos hasta el momento (unos 5 fallecidos) (y) al hospital provincial llegaron más de 20 personas con traumatismos severos. A un anciano le sacaron los sesos a palo. Esto es genocidio. Divúlgalo… que van a matar a miles.” Así según declaraciones de Rosa María Paya, desde Santiago de Cuba, en su cuenta de Twitter. Un texto que logró redactar antes de que la dictadura suspendiera el internet para evitar que los acontecimientos llegaran a conocimiento de la comunidad internacional; sin embargo decenas de cubanos han hallado otras vías -clandestinas-, para transmitir los hechos violentos.

            Pero uno de los casos más preocupantes que ha “salpicado” incluso a los españoles, se ha dado con la detención de Camila Acosta, corresponsal del Diario madrileño ABC; más otras periodistas en Camagüey y Matanzas, llamados Iris Mariño y Orelvis Cabrera, quienes serán procesadas por “delitos contra la seguridad del Estado.”

 

Lo que se espera…

 

            Los cubanos tienen dos opciones claras: seguir con las protestas a sabiendas de que la respuesta de la dictadura será sangrienta, carcelaria y mortal; o volver a la tensa calma, a la tranquilidad ficticia que ha tenido y ha aprendido a mantener desde que se instauró la dictadura en 1959. Si elige la primera opción, la cuota de asesinatos en las calles y avenidas podrá elevarse dramáticamente, pues Miguel Díaz-Canel, dictador suplente de los hermanos Castro, no está dispuesto a entregar el poder ni abrir a Cuba a la democracia y otorgar las prerrogativas que el pueblo le exige en estos momentos. Bajarse de la silla dictatorial significaría para él, su familia y la plana mayor del Partido Comunista Cubano (PCC), entregarse a la justicia interna que sería instituida tras su derrocamiento o que los exiliados en Miami los procesen en los Estados Unidos o en otra Corte Internacional, por crímenes de lesa humanidad; además de perder sus cuentas bancarias en paraísos fiscales, tasadas en millones de millones de dólares y euros y dejar de hacer negocios con el narcotráfico colombiano y venezolano, que tienen en Cuba un punto de llegada para la distribución de la cocaína.

            Retornar al estado anterior, significaría acostarse cada noche con los estómagos vacíos, comer “cualquier cosa que tenga patas y se mueva” (según acostumbran hacer los cubanos para alimentarse de cualquier manera); callarse las iniquidades cometidas por la policía represiva y pensar en la posibilidad de hacerse a la mar en una endeble balsa, hasta llegar a las costas de La Florida y exiliarse el resto de sus vidas.

            Lo cierto es que todo puede suceder en la isla. Y lo peor que le podría pasar a la dictadura es que el pueblo esté decidido a dejar su sangre en las vías públicas en aras de alcanzar la libertad y le pierdan el temor al régimen. Porque una vez que el miedo haya sido erradicado en cada cubano, la dictadura podría caer estrepitosamente y sin dilación. Veremos si el ejército comunista, las “turbas divinas” (conformadas por ciudadanos adeptos al gobierno), y la policía agrupada alrededor del dictador, están dispuestos a asesinar flagrantemente y sin asco a 10 mil personas… 20 mil, 150 mil, medio millón o más. Porque si lo hicieren, la seguridad del sistema podría mantenerse, so pena de una reacción desde el exterior que podría traerse hacia abajo a la dictadura al observar tantos asesinatos en masa.

            De acuerdo a las consignas escuchadas en los desfiles de personas inconformes, consideradas las manifestaciones más grandes de las últimas décadas, el pueblo está harto y hastiado de la falta de libertad, del hambre, la carencia de medicinas, de vacunas para enfrentar al Covid chino y por un sistema económico paupérrimo, golpeado aún más por la ausencia de turistas debido a la misma pandemia. También, las redes sociales, desde el extranjero, han “espoleado” los ánimos de la población y la han convencido a lanzarse a las calles.

            El inicio se dio por los reiterados y prolongados apagones de la electricidad que han afectado a las personas a lo largo y ancho del país y se le juntó a esa desesperación el hecho de que la vacunación contra el coronavirus chino no se ha producido, excepto en el grupo enquistado en el poder, cuyos miembros están vacunados totalmente desde que el virus comenzó a hacer estragos en el mundo. Como hemos dicho, los ciudadanos de San Antonio de los Baños, localidad cercana a la Capital, La Habana, comenzaron sus protestas que luego fueron imitadas en Palma Soriano, en Santiago de Cuba; de ahí… hacia todo el territorio nacional posteriormente. Las consignas que más se han escuchado en gritos generalizados, han sido: “libertad”, “abajo la dictadura”, “no tenemos miedo al comunismo”; y en Cárdenas, al oeste de la isla, hubo saqueos a tiendas del Estado y a vehículos de la policía. Ramón Espinoza, fotógrafo español al servicio de la agencia Associated Press (AP), fue fuertemente agredido por los agentes del orden enviados por el gobierno.

            La reacción del dictador que dejaron los hermanos Castro, de nombre Miguel Díaz-Canel, fue la misma de siempre: dejó escuchar la misma retórica de los comunistas desde 1917 cuando se hicieron con el poder en Rusia y dieron origen a la desaparecida Unión Soviética y acusó que “los disturbios buscan fracturar la unidad del pueblo”, “no permitiremos provocaciones”, y añadió el famoso mantra que Fidel Castro repetía una y otra vez de que “la calle es de los revolucionarios.” Y para no perder su costumbre, acusó a los norteamericanos de causar los levantamientos de ciudadanos y de infiltrar agentes en el pueblo, para desestabilizar y subvertir el orden.

            ¿Qué sucederá en Cuba? Esta es la pregunta capital, sin duda.

De parte del gobierno, de la dictadura, sabemos sobradamente cuál será la respuesta a los opositores, fundamentada en más represión, muerte, encarcelamientos y garrotazos; pero no sabemos cómo va a reaccionar el cubano que compone al grosor del pueblo y que está harto de vivir en la miseria material, ideológica y espiritual desde 1958. Todo puede ocurrir… hasta el retorno a la sufriente calma, soportada a través de las décadas con callado estoicismo.


Afganistán Nuevamente en las Garras

de los Talibanes

 

KABUL- La decisión de sacar a las tropas estadounidenses de este país centro-asiático, la tomó Donald Trump, y como todo lo que hizo ese errático presidente… o estuvo mal absolutamente o presentó ambivalencias, como en el caso de Afganistán, donde fue lo más atinado para los soldados y economía de los Estados Unidos, pero lo peor para el pueblo afgano, que verá llegar a su gobierno, nuevamente, al terror de los talibanes. Con la partida de las tropas alemanas, italianas, inglesas y norteamericanas, los talibanes, socios en el terrorismo de al-Qaeda de Osama bin-Laden y practicante de la sharia o el islamismo más radical y cruento existente, han aprovechado la oportunidad para el asalto final al Palacio gubernamental en esta ciudad Capital.

            No sabemos quién o quiénes aconsejaron a Trump para que terminara con la presencia estadounidense en Afganistán, porque, ciertamente, el ex mandatario era incapaz de una decisión de tal envergadura, debido a su analfabetismo congénito en cuestiones militares y de Estado; pero la verdad es que acabó con una de las guerras más largas y desgastantes en lo moral, psíquico y económico, en las que hayan participado los norteamericanos en toda su historia. Y mientras los grandes aviones de transporte de tropas despegan del aeropuerto internacional de Kabul, llevando en su interior a miles de soldados con rumbo a Norteamérica, las milicias talibanas avanzan incontenibles por todo el país. Esa es la triste y deprimente imagen que presenta esta nación, mientras la indiferencia del Pentágono y de la Casa Blanca es la actitud uniforme del gobierno de Joe Biden, quien ha estado de acuerdo con el obtuso Trump, en terminar un conflicto bélico que solo pérdidas ha contraído para los Estados Unidos.

 

La Base de Bagram

 

            La enorme Base militar construida por el ejército estadounidense, donde en una oportunidad llegaron a vivir más de 10 mil personas, se ha ido quedando desierta paulatinamente. La desocupación se ha producido rápido y discretamente después de los 20 años de continuidad de los norteamericanos en suelo afgano, una guerra que comenzó para derrocar, en primera instancia, a la dictadura de los talibanes; instaurar la democracia en el país, y, principalmente, acabar con los terroristas de al-Qaeda y con su líder Osama bin-Laden, después de las voladuras del World Trade Center (las Torres Gemelas), de Nueva York, aquel 11 de septiembre del 2001, un objetivo que fue logrado cuando bin-Laden fue dado de baja por un comando de los Seals en el vecino Pakistán.

            Otros contingentes de periodistas, médicos, observadores, organizaciones de derechos humanos, analistas, expertos militares y demás, también han ido abandonando al país, que aún no está preparado para librar una guerra “de tú a tú” contra los talibanes que siguen avanzando incontenibles con rumbo a Kabul. Todos los conocedores de la realidad de esta nación rocosa y desértica del Asia central, llegan a la inevitable conclusión de que, sin el apoyo logístico de los Estados Unidos, el ejército afgano, mal entrenado por los USA boys, que no se pulieron en dicho adiestramiento, no podrá controlar al país más allá de la Capital y, si los mismos talibanes decidieran atacar Kabul, ésta caería con relativa facilidad en sus garras, lo cual significaría el regreso del gobierno del islamismo radical. Será entonces cuando los avances en materia de educación (alfabetización), modernismo, inserción del pueblo afgano en el Siglo XXI (pues el atraso que presentaban era de unos dos Siglos retrospectivos cuando los soldados occidentales arribaron), y los derechos de las mujeres se perderán inevitablemente, indican los expertos.

            Por su lado, Michael E. O’Hanlon, director de investigación de la Brookings Institution, ducho en cuestiones de seguridad, indica que “las fuerzas especiales afganas son buenas y la fuerza aérea está mejorando, pero el ejército es, en general, mediocre. Se perderá algo de terreno, tanto territorialmente como en áreas como los derechos de las niñas. La clave ahora es evitar el colapso total, si es posible. Es una situación muy delicada.” Explica sombrío. Despliega, seguidamente, un mapa militar en su escritorio y nos dice que esta misma semana los talibanes lanzaron una ofensiva contra la provincia de Badgis, donde una vez estuvieron desplegadas las tropas españolas; y tomaron en pocas horas a la otra ciudad llamada Qala-i-Naw; un día después capturaron dos ciudades aduaneras de la provincia occidental de Herat, conocidas con los nombres de Islam Qala, en la frontera con Irán; y Turghundi, limítrofe con Turkmenistán.

            Para Féliz Arteada, experto en asuntos militares del Real Instituto Elcano, de Madrid, España, lo que está sucediendo en Afganistán es apenas el principio de la debacle y acentúa: “La desmoralización del ejército afgano es muy importante y se está produciendo. Se ve lo que está pasando en las provincias, fuera de los grandes centros de población, donde las fuerzas afganas y las fuerzas policiales se encuentran aisladas. La percepción general es que el final es inevitable y eso influye en la postura de negociación del gobierno. Me temo que precipitará la caída,” en clara alusión a las pláticas de paz entre el Estado y los líderes talibanes.

 

Salir, huir, evitar la tiranía talibán

 

            De acuerdo con la descripción de un periodista inglés emplazado en Kabul, miles de personas nacionales y extranjeras se agolpan ante las ventanillas de la oficina de pasaportes, con el fin de actualizar u obtener su documento de viaje y abandonar Afganistán antes de que los talibanes lleguen a esta urbe y acaben con lo poco bueno que dejaron los soldados internacionalistas.

            Y es que la realidad del ejército afgano, entre múltiples problemas que enfrentan en su interior, evidencia que muchas ocasiones no tienen agua ni comida en el día a día, debido a que están en puestos de avanzada demasiado alejados de la Capital; incluso, está sucediendo lo peor: se rinden a los talibanes sin combatir, ya sea para salvar sus vidas o a cambio de alimento. Tal la situación por la que atraviesan después del abandono de los destacamentos extranjeros que una vez convirtieron a Afganistán en una plaza fuerte e invencible ante el islamismo radical.

            Un documento técnico y oficial elaborado por Deborah Lyons, enviada especial de la ONU a este país asiático, revela que “todas las tendencias principales –política, seguridad, proceso de paz, economía, emergencia humanitaria y Covid chino-, son negativas o están estancadas. Desde mayo de este 2021, los insurgentes (talibanes), han tomado 50 de los 370 distritos de Afganistán y argumentan ellos mismos que controlan el 85 por ciento del territorio afgano, una cifra inflada por la propaganda, pero que recoge un hecho indudable: más allá de las grandes ciudades, la presencia del Estado es muy débil.” Explicó ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que también sacó a sus tropas de esta nación.

            Por su parte, el jefe del Estado Mayor británico, Nick Carter, cree que “será factible que el Estado afgano se derrumbe sin la presencia militar internacional y se produzca una situación similar a la guerra civil de los años 90, de la que surgieron precisamente los talibanes.”

            ¿Ahora, preguntamos: por qué huir de los talibanes? Simplemente porque traen consigo el atraso en todos los órdenes, la esclavitud de las mujeres y su reducción prácticamente a objetos sexuales solamente; instituirán las leyes coránicas lo más radicalmente posible, que ordenan las flagelaciones, asesinatos y persecuciones de aquellas personas que no se sometan a ellas; y en el plano económico es muy posible que retornen al cultivo de la amapola, planta base del polvo de la heroína y reinicien las exportaciones de esta letal droga por todo el mundo, tal y como lo hacían antes de la invasión de las tropas de la OTAN y de USA. Lo mismo que otras facciones radicales, como al-Qaeda y el mismo Daesh o Estado Islámico (derrotado en Siria e Irak), encontrarán cobijo y protección en el enorme país centro-asiático, con el consentimiento absoluto de los talibanes. La población más vieja de esta nación lo sufrió en carne propia cuando eran los dictadores de Afganistán; es por eso que ahora están tratando de marcharse del país con la mayor celeridad y hacia diversos destinos, cualesquiera… pero nunca de regreso a suelo afgano o quedarse aquí.

            La coyuntura no es un juego, según hemos visto y detallado en este reportaje; pero los altos mandos del Pentágono y la OTAN ya tomaron su decisión: no se puede seguir gastando más millones de dólares y euros en este país y las vidas humanas que han caído, no deben seguir sumando más víctimas en una guerra que parece no tener final visible.       


Fuerzas Armadas de Estados Unidos, Alemania

e Italia, Abandonan Afganistán

 

KABUL- Ha llegado la hora de los talibanes. Cuando los últimos soldados de las tres superpotencias abandonen a este país, los terroristas del talibán podrán reiniciar su sangrienta guerra a gran escala, por la conquista de esta nación y con muchas posibilidades de ganar, pues el ejército nacional, a pesar de los esfuerzos de los estadounidenses por profesionalizarlo, no podría contener otra fuerte arremetida militar de los eternos enemigos de la democracia.

            Cuando el obtuso ex presidente Donald Trump tomó la decisión de retirar las tropas de los Estados Unidos de este país asiático, el gobierno afgano hizo sentir su preocupación por que quedará aislado, indefenso y a “tiro de cañón” de los talibanes, que se han comenzado a reagrupar para el asalto a la Capital. Los analistas militares estadounidenses consideran que la determinación de Trump dañará severamente a Afganistán, cuando el último avión del ejército haya partido del aeropuerto.

 

Desde la Base de Bagram

 

            En el momento justo cuando se estaba celebrando la ceremonia de entrega de esta Base por parte del Alto Mando estadounidense, a las autoridades afganas, los talibanes realizaron una ofensiva importante contra las tropas de este país. El hecho no detuvo el deseo del Pentágono por sacar a sus soldados de una guerra que parece eterna, en la que no ha habido ni vencedores ni vencidos, pero que, ante el vacío que dejarán alemanes, italianos y norteamericanos, es muy probable que los talibanes regresen al gobierno central.

            La Base de Bagram es la más grande que existe aquí y ha estado ocupada durante 20 años por las tropas de los Estados Unidos, desde que el gobierno de Washington decidió intervenir en Afganistán, después de la voladura de las Torres Gemelas (World Trade Center), el 11 de septiembre del 2001, por parte de un grupo de terroristas enviados por el jeque Osama bin-Laden, quien tenía su centro de operaciones en esta nación centroasiática. Desde entonces, y tras haber derrocado a la dictadura talibán, primera exportadora de heroína en el mundo, los soldados norteamericanos y sus aliados de la OTAN, se han mantenido ininterrumpidamente en este suelo.

            Lo cierto es que la Base ha sido entregada oficialmente a las autoridades afganas en una ceremonia solemne, en la que participaron las principales figuras del gobierno nacional y Generales de los Estados Unidos emplazados en la zona. El lugar está ubicado a unos 70 kilómetros al norte de la Capital, Kabul, y ha sido el principal centro de operaciones estadounidenses durante estas dos últimas décadas.

            Lamentablemente y a sabiendas de la retirada de los contingentes extranjeros, los talibanes han intensificado sus ataques y a pesar de que en septiembre pasado, en Doha, Capital de Qatar, iniciaron conversaciones pro-paz con la administración del gobierno de Afganistán. Más de 50 personas han muerto en las provincias de Badajshán y Baghlan, en el norte, por causa de esa insurgencia armada. Es por ello que el presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional de Afganistán, Abdulá Abdulá, advirtió que “la supervivencia del país está en peligro”, al mismo tiempo que instaba a los talibanes para que continúen con el proceso de conversaciones y alcanzar un acuerdo satisfactorio de paz. Y agregó: “Con la retirada de las tropas extranjeras, ha recrudecido la guerra. Desafortunadamente los talibanes se han aprovechado de ello y la retirada de tropas extranjeras ha dejado, de forma natural, un vacío en algunas zonas.” La comunidad internacional piensa igual a este dirigente afgano, pues considera que las tropas del ejército de Afganistán no serán capaces de detener el auge de la guerra y mucho menos vencer a los rebeldes, quienes podrían tomar el poder con las armas, en un tiempo prudencial.

 

Alemanes e italianos también se marchan

 

            En Berlín, desde que comenzó el envío de soldados a la nación asiática, los ciudadanos se han manifestado fuertemente contrariados, ya que los alemanes, después de haber participado en dos Guerras Mundiales y en las cuales salieron derrotados, han renunciado a cualquier conflicto nacional o extranjero. Aun así, la presencia de destacamentos alemanes han formado parte de los soldados de la OTAN que fueron enviados por 36 países a este desértico e irreductible país. De tal manera, Alemania abandona Afganistán después de 20 años en el terreno, junto con otros miembros de la llamada Misión Resolute Support de la OTAN y han salido del campamento de Masar-i-Sharif, en forma definitiva.

            Las tropas alemanas han llegado a territorio alemán cuando la ministra de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer (conocida como AKK), informaba del final de la misión en Asia: “Han salido de Afganistán sanos y salvos. Después de 20 años, nuestra misión más intensa en el extranjero, ha llegado a su fin. Mi gran agradecimiento a los más de 150 mil hombres y mujeres en uniforme que han servido allí desde 2001. Siento un gran orgullo por el compromiso manifestado por los soldados.” Puntualizó. En acto seguido, recordó a aquellos que resultaron heridos o murieron en combate e insistió en decir que “merecen el mayor respeto y agradecimiento.” Alemania, junto a los Estados Unidos, Turquía, Inglaterra e Italia, ha sido el que mayor número de efectivos envió al país musulmán de Asia Central y el 11 de septiembre de este 2021 está previsto para que los últimos soldados abandonen Afganistán, una fecha muy importante para el mundo libre y en específico para los Estados Unidos, pues fue el día cuando los terroristas de bin-Laden causaron la peor masacre bélica en territorio norteamericano, cuando volaron las Torres Gemelas al usar dos aviones comerciales Boing contra las dos estructuras situadas en el corazón de New York.

El caso italiano es ligeramente diferente de los alemanes, puesto que también han abandonado al país, pero esto no implica la desvinculación de Afganistán y seguirán pendientes de cualquier otra decisión que se tome en el futuro inmediato. Así lo ha manifestado el ministro de Defensa italiano, Lorenzo Guerini, quien recibió a las tropas en Roma y les ha hecho escuchar su agradecimiento y recordó con tristeza a los 53 hombres que perdieron la vida en acción, así también a los 723 heridos. Unos 50 mil soldados italianos participaron en la interminable guerra afgana; pero el regreso a Italia no significa que se vayan a olvidar de los afganos, a quienes se les ha prometido que los seguirán apoyando “de otra forma”; aunque no fue explícito en indicar cuál será ese nuevo método, lo que deja pensar que podría ser con la aportación de dinero al gobierno de Kabul, medicinas y desde el ángulo político.

            Lo cierto es que, a partir de este momento, esta nación asiática ha pasado a ser motivo de preocupación, observación y análisis de parte de la comunidad internacional, debido al auge de la guerrilla talibana, una de las más cruentas y feroces conocidas en la región.


Cierran Periódico en Hong Kong

Comunistas Chinos Conocen la Importancia que tiene la Prensa

 

REPÚBLICA POPULAR CHINA- Aquella frase retórica y demagógica de los chinos comunistas cuando Gran Bretaña les entregó el emporio económico de Hong Kong en bandeja y sin ningún costo adicional, de que era “un país con dos sistemas”, el comunista y el capitalista de los honkoneños, y que Beijing se comprometía a respetar hasta el final de los días… no ha sido así, puesto que la represión ha sido diaria y constante en esta ciudad. Durante todo el año se filtran informaciones sobre los abusos del ejército y la policía china contra la población de Hong Kong, porque, simplemente, el gobierno maoísta no tolera, no concibe que exista una parte de su territorio que tiene cierta autonomía, misma que ha ido perdiendo con el tiempo, y que sus habitantes lleven un estilo de vida occidental, cuando deberían plegarse a las costumbres y vida “borrosa” que lleva el resto del país.

            La última noticia sobresaliente y preocupante a la vez, desde la aparición del coronavirus en la ciudad de Wuhan, se refiere al cierre del último periódico pro-democracia que existía todavía en Hong Kong, llamado Apple Daily, por órdenes del gobierno comunista. Además, sus activos quedaron congelados en sus cuentas bancarias y varios de sus dirigentes y reporteros fueron detenidos. La redacción y su editor publicaron en su versión en internet, que el 24 de junio era el último día en el que saldría a la calle una edición en papel de este periódico: “Pondremos final a nuestras actividades a partir de medianoche –escribieron-, (…) dejaremos de actualizar (la página web) a medianoche. Como muy tarde el sábado.” Los analistas llegaron a la conclusión de que el hecho se veía venir en el horizonte, debido a las fuertes críticas de los escritores del periódico, al régimen con sede en Beijing, y por dar el espaldarazo a los movimientos pro-democráticos que se han venido dando en Hong Kong. “El gobierno siempre quiso silenciarnos, delimitarnos y clausurarnos”, explicó uno de sus periodistas, quien solicitó no publicar su nombre por temor a represalias.

 

Cinco ejecutivos apresados

 

            Sin mucho miramiento por parte del gobierno chino, el director del periódico, así como otros cuatro directivos, fueron encarcelados tras un asalto realizado por agentes uniformados de la policía contra la sede del Apple Daily. Esta fue la segunda y última redada sufrida por el periódico fundado por el magnate y crítico, Jimmy Lai. Así, la promesa de que la China iba a respetar el modo de vida de los habitantes de Hong Kong, ha quedado hecha pedazos, porque, en 1997, cuando el Reino Unido devolvió Hong Kong a China, ésta se comprometió a mantener, durante 50 años, los derechos y libertades imperantes en la excolonia británica. Sin embargo, día a día falta a su promesa y dos décadas más tarde, el sistema de esta ciudad se viene abajo paulatinamente. Es decir, los chinos quieren engullir poco a poco al antiguo emporio inglés.

            Los prisioneros, extrabajadores del Apple Daily, han sido acusados de “conspirar con fuerzas extranjeras,” un delito tipificado por el gobierno chino en la Ley de Seguridad Nacional, impuesta el año pasado desde Beijing, para desplazar y anular a la Ley Básica que regulaba al territorio de Hong Kong. Lo cierto es que, en la acción policial contra el periódico, participaron más de 500 oficiales uniformados, quienes se desplazaron por toda la ciudad, a fin de controlar el perimetraje; doscientos de ellos entraron en la sede del diario, apresaron a quienes quisieron y revolcaron toda la redacción, buscando papelería incriminatoria. En agosto del 2020, ya habían realizado un ataque parecido ante el Apple Daily y, en aquel entonces, ese cateo disparó las acciones en la Bolsa en un 350 por ciento, a favor del periódico; pero en esta última ocasión, el gobierno confiscó los activos de la publicación, valorados en US$18 millones, y congeló cualquier eventual cotización.

            La acusación que pesa sobre el periódico, según palabras del Secretario de Seguridad, John Lee Ka-chiu, establece que emplearon “el periodismo como herramienta para llevar a cabo una conspiración que pone en peligro la seguridad nacional” y procedió a enseñar 30 artículos recientes que aparecieron en las páginas del Apple Daily, como prueba y sustento de la misma acusación. “El crimen –agregó-, reside en que estas piezas (los artículos), solicitaban a países extranjeros que impongan sanciones contra Hong Kong y la República Popular China.” Y exigió: “No se asocien con estos criminales o pagarán un alto precio. Distánciense de ellos o se arrepentirán. Hagan su trabajo –aconsejó a los periodistas reunidos frente a él-, con la libertad que quieran (…), siempre que no conspiren o tengan la intención de violar la ley de Hong Kong y, desde luego, tampoco a la Ley de Seguridad Nacional.”

            Por su parte, la respuesta del director del Apple Daily por medio de una carta abierta publicada en las páginas del diario, ha sido en estos términos: “Es el peor de los momentos en Hong Kong; aunque enfrentamos medidas drásticas contra nuestra publicación, en la redacción del Apple Daily nos aferraremos a nuestra labor y empujaremos hasta ver la llegada de un nuevo amanecer.” Así mismo recordó que los periodistas le preguntaron qué deberían hacer si lo detuvieran a él, tal y como aconteció, y les respondió de esta manera: “¿Si me detienen, qué deberían hacer? ¡Hagan periodismo… será una gran noticia!”

            Pero su arresto no fue la última información que sorprendió a los pobladores de la ex colonia británica, sino la detención en el aeropuerto internacional del editorialista del mismo diario, llamado Fung Wai-kong, cuando intentaba abandonar al país. No se conocen, en este momento, los cargos en contra de este escritor; pero quienes conocen las leyes draconianas del sistema comunista chino, creen que podría ser acusado por subversión, terrorismo o confabulación con fuerzas extranjeras y la cadena perpetua podría ser su condena, lo mismo para sus ex compañeros del periódico.

            Este es uno de los tantos rostros represivos del gobierno chino, que está consciente del papel importantísimo de la prensa dentro de cualquier país y se torna demasiado peligrosa si el Estado es criminal y carcelario, como lo es el de China desde que abrazó a la ideología comunista.


Estado Mayor del Ejército del Perú muy Preocupado por Triunfo de Pedro Castillo

 

LIMA- En el devenir de la humanidad y de la política ha habido visionarios, personas que tienen la cualidad de observar y analizar lo que podría suceder en el futuro, sin ser en ningún modo “mentalistas” o cosa que se le parezca, porque simplemente han estudiado a los líderes y han llegado a la conclusión de que son un peligro para el país donde han asaltado al poder. Es por esa causa que muchísimas de estas personas han abandonado casas, empresas y hasta familiares, para exiliarse voluntariamente, antes de que el tirano asuma el mando del gobierno. Muchos venezolanos lo hicieron con la llegada de Hugo Chávez; cubanos, en el caso de Fidel Castro; y ahora los militares de alta graduación y los jubilados, lo están temiendo con el triunfo electoral del marxista Pedro Castillo.

            Todo parece indicar que este maestro rural llevará al Perú a las mismas circunstancias y realidad de Venezuela, porque lo ha dicho claramente; así mismo, se ha declarado admirador de Chávez y su “bolivarismo” y rechaza cualquier tesis económica de plano. Ante tales síntomas, los militares peruanos activos y pensionados, hicieron llegar una carta al presidente de la República interino, Francisco Sagasti, para que evite que proclamen ganador a Castillo. La preocupación es grande en esta nación suramericana, cuyos campesinos e indígenas, afincados en las serranías y selvas, dieron el triunfo en las votaciones generales a un comunista tan radical como el “che” Guevara o Raúl Castro.

 

Cientos de militares

 

            La misiva fue firmada por centenas de militares; pero el mandatario salió ante la opinión pública para rechazar el texto. Fue mediante un discurso de emergencia el que dio Sagasti para tranquilizar los ánimos de la cúpula del ejército. Y es que la carta fue enviada, primero, a la sede del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, por medio de oficiales retirados, y fue un documento que recibió el apoyo moral de los militares activos, quienes la hicieron llegar, a su vez, al actual mandatario del país.

            En concreto, pidieron al Jurado Nacional Electoral (JNE), que no declare ganador a Pedro Castillo, y, en el párrafo más fuerte, piden a los soldados en activo que intervengan y den un golpe de Estado, porque estas elecciones recién finalizadas fueron un fraude, haciéndose eco de las acusaciones vertidas por la otra candidata a la presidencia, la derechista Keiko Fujimori.

            El discurso del actual presidente se televisó a todo el país y en medio de su alocución solicitó a la Ministra de Defensa “coordinar el envío de la carta al Ministerio Público (fiscalía), para que, en el marco de sus competencias y funciones, realice las investigaciones necesarias, para determinar posibles conductas lesivas al orden constitucional." Mencionó el mandatario.

            Y mientras esos hechos se presentan a nivel de gobierno, las marchas de ciudadanos en las principales calles y avenidas de esta Capital, Lima, siguen dándose y las llevan a cabo seguidores del candidato que obtuvo la mayoría de los votos, el izquierdista Pedro Castillo; y de los simpatizantes de Keiko Fujimori. Más de 3 mil policías uniformados vigilan constantemente dichos desfiles, con el afán de que la paz no se quebrante y no interrumpan o interfieran en el proceso de vacunación contra el coronavirus venido desde China.

            Junto a los seguidores de Castillo, aglutinados en el partido “Nuevo Perú”, han desfilado afiliados a sindicatos, organizaciones civiles y sociales, llamadas “Grupo Valentín” y “Perú Puede”, cuyo slogan más reiterativo ha sido: “no al golpe de Estado.” Por su parte, el movimiento de Keiko Fujimori, “Fuerza Popular”, convocó a sus partidarios después de que su líder presentó más de 943 recursos de nulidad contra el resultado de las elecciones, pero que han sido rechazados en su totalidad por los juzgados electorales especiales, que han sido distribuidos a lo largo y ancho del Perú.

            “Cuando la mentira nos ataca, cuando la trampa avanza, cuando la injusticia amenaza, ese es el momento de unirnos y resistir. Unidos lo podemos todo”, ha dejado escuchar Keiko en el momento de convocar a sus seguidores, para que se manifiesten en contra de lo que ellos consideran fue un robo de las elecciones recién finalizadas.

 

            Lo que prevalece, empero, es un silencioso temor por lo que simboliza y representa Pedro Castillo, quien recuerda al espectro que atrapó a Venezuela y ha sumido a esa nación en la opresión dictatorial, el hambre, la miseria, el narcotráfico y la entrega al comunismo tropical cubano.


En Nicaragua, Dictador está Dispuesto a Ganar así… de Cualquier Modo

 

MANAGUA-Daniel Ortega y su impresentable mujer, Rosario Murillo, están en la mejor disposición de continuar en las sillas dictatoriales al precio que sea. Sí, leyeron bien… ¡Al precio que sea!

            Sabedor de que sería derrotado sin apelaciones en unas elecciones limpias y transparentes por cualquier candidato más o menos fuerte, el dictador Ortega no permite la realización de unos comicios con esas características, ni que nadie de esas dimensiones se le enfrente. Es por eso que, en primer término, amaña los procesos electorales, compra jueces, los amenaza, los remueve de sus puestos, los premia según sea el caso y mantiene al Tribunal Electoral en un puño; y en segundo término, envía a sus matones de la policía a capturar y encarcelar a sus opositores, ante una comunidad internacional que solo atina a desencajar sus mandíbulas por el asombro, pero no actúa en consecuencia para debilitar y desestabilizar a Daniel Ortega.

            La primera en experimentar el odio, la persecución y el cinismo del tirano, fue Cristiana Chamorro, quien, además, siendo una niña apenas, los sandinistas, siguiendo órdenes de Fidel Castro, asesinaron a su padre, en 1979, el periodista, director del diario La Prensa, Pedro Joaquín Chamorro, y así encendieron la llama de la guerra intestina en Nicaragua, que desembocó en el final del gobierno dinástico de la familia Somoza. De tal manera, esta mujer ha sido encerrada en su casa de habitación por el único delito de ser un peligro para Ortega en unas eventuales elecciones presidenciales y el mensaje enviado al mundo por el dictadorzuelo nicaragüense es: “Yo no permito ni puedo darme el lujo de tener al frente mío a otros candidatos que podrían derrotarme por medio de los votos.” Es decir, Ortega no se juega ninguna carta, no corre ningún riesgo de ser derrotado en las urnas y por eso “corta el peligro desde su raíz”, ordenando la detención de sus opositores.

 

Otros más detrás de los barrotes 

 

            En menos de 15 días, la policía ha botado las puertas de los posibles candidatos a la presidencia y los ha esposado, sin importar que hayan sido filmados por las cámaras de los telediarios internacionales, ni que la opinión pública mundial hable, con claridad, sobre los desmanes de Ortega y sus esbirros. Es así como después de la detención de Cristiana Chamorro, fue detenido también Arturo Cruz; y pocos días posteriores fueron apresados Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro. Pero la cosa no se detuvo ahí, sino que los gendarmes, con el uso desproporcionado de la fuerza física y psicológica, se lanzaron así mismo contra otros dos dirigentes contrarios al dictador, llamados Violeta Granera y José Aguerri.

            Mientras tanto, la comunidad internacional, semejante al caso venezolano, ante los desplantes de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, está observando lo que sucede en Nicaragua en silencio y sin argumentar palabras de desaprobación, fuertes y contundentes, contra el régimen de Daniel Ortega y su horripilante mujer, la bruja Murillo.

            Félix Maradiaga es uno de los tantos jóvenes que se hicieron a las calles en abril del 2018, para protestar por la falta de libertades y democracia en el país y, por lo tanto, ya estaba en la mira de las autoridades obedientes a la dictadura. Este político, que pertenece a la Unidad Nacional Azul y Blanco, fue llamado a declarar a la Fiscalía y al salir del edificio, fue esposado por los uniformados, acusado por “realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación; incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pedir intervenciones militares, organizarse con financiamiento de potencias extranjeras, para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización; proponer y gestionar bloqueos económicos, comerciales y de operaciones financieras contra el país; demandar, exaltar y aplaudir la imposición de sanciones.” Es decir, ante tales acusaciones, solo le quedan dos caminos al detenido: suicidarse o ser fusilado por alta traición a la patria. Por supuesto que lo anterior es falso en su 90 por ciento y solo se trata de un enemigo acérrimo del dictador y su mujer, al ser considerado, entre otras razones, uno de los gestores de la sublevación popular del 2018. Sobra decir que le han perseguido de manera constante, le han apaleado y hasta han atentado contra su vida, desde entonces. Pero hoy, finalmente, está preso.

            En lo que se refiere a Juan Sebastián Chamorro, a la sazón primo hermano de Cristiana, ya estaba amenazado, todavía más por haber defendido a Maradiaga; y la policía no se anduvo con rodeos, se apersonó en su casa de habitación, lo secuestró y lo llevó a una de las mazmorras del régimen, sin que existiera siquiera una orden de detención emitida por un juez. Nada, el sandinismo actúa según le dicten sus impulsos más salvajes y arbitrarios.

 

Una auténtica cacería humana

 

            Daniel Ortega es un desconocedor de la fineza diplomática y de la sutileza que podría hacerlo actuar solapadamente en ciertos momentos o circunstancias; es por eso que le da lo mismo que se enteren los periodistas o los demás presidentes del hemisferio, de su cacería contra sus enemigos personales y políticos. Y con base en esa arbitrariedad, detiene a plena luz del día a quienes le place. En los ejemplos de Violeta Granera y José Aguirre, permanecen bajo custodia policial; la primera en su vivienda y el segundo fue trasladado a la temida cárcel de El Chipote, donde también está el precandidato Arturo Cruz, semejantes a dos delincuentes peligrosos.

            En el caso de la mujer, fue acusada de “incitar a la inherencia extranjera en los asuntos internos y pedir intervenciones militares contra el gobierno”, que son las mismas acusaciones contra Chamorro y Maradiaga.

            Hay que hacer énfasis en que Cristiana Chamorro permanece secuestrada por las fuerzas sandinistas en su propia casa, incomunicada totalmente y recluida en su habitación, ante las miradas vigilantes de los gendarmes.

            Por supuesto que, ante las elecciones presidenciales a celebrarse en noviembre de este mismo año, los detenidos no tendrán ninguna opción, pues no solo han sufrido una especie de “castración” política y también a sus libertades individuales elementales, sino que están amenazados con la pérdida de sus vidas, si continuaran con sus intenciones de participar dentro de la oposición a la dictadura.

 

Leve reacción internacional

 

            La Casa Blanca, bajo el mando de Joe Biden, anunció sanciones contra la hija de Daniel Ortega y Rosario Murillo, más otros tres funcionarios del régimen nicaragüense actual. Esto, “en respuesta por las detenciones arbitrarias y otras acciones antidemocráticas,” así según un comunicado emitido por el secretario de Estado, Antony Blinken, quien exigió, de paso, a la dictadura de Nicaragua, “liberar de inmediato a los candidatos presidenciales Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro y otros actores de la sociedad civil y líderes de la oposición que fueron detenidos durante la última semana,” reza la nota.   

            Paralelamente, Washington impuso sanciones económicas a varios miembros del régimen de Ortega, “por su complicidad en acciones de dicho régimen,” según sigue citando la nota. Estos castigos han sido dirigidos contra Camila Antonia Ortega Murillo, hija de los dictadores y coordinadora de la Comisión Nacional de Economía Creativa; contra Leonardo Ovidio Reyes Ramírez, presidente del Banco Central de Nicaragua; contra Julio Modesto Rodríguez Balladares, “general” del ejército y director ejecutivo del Fondo de Pensiones en Inversiones de las Fuerzas Militares; y contra Edwin Ramón Castro Rivera, diputado de la Asamblea Nacional.

            El comunicado emitido por la Casa Blanca finaliza con estas palabras: “Como lo demuestran estas sanciones, habrá consecuencias para quienes apoyen o lleven adelante la represión del régimen de Ortega. Estados Unidos seguirá usando todas las herramientas diplomáticas y económicas con las que cuenta, para apoyar los reclamos del pueblo nicaragüense de mayor libertad y rendición de cuentas, así como de elecciones libres y justas.” Desgraciadamente, otras democracias latinoamericanas y europeas, no han acompañado a los estadounidenses en esta respuesta a la dictadura nicaragüense, según suele suceder en el mundo libre.

 


Joe Biden Promete ayudar a la Reconstrucción de la Franja de Gaza, después de la Destrucción causada por Israel

 

WASHINGTON D.C- Fiel a su corazón bondadoso y a su filosofía personal/humanista, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció que se ha comprometido apoyar la paz entre el Estado judío de Israel y el Palestino, después de la salvaje embestida del primero contra la Franja de Gaza y donde mató a cientos de personas inocentes, en lo que se ha calificado como el peor ataque perpetrado en esta última década por los israelíes.

            “Organizaré los esfuerzos para reconstruir Gaza y la única respuesta al conflicto entre estas dos naciones, es la creación de un Estado palestino,” aseguró un lúcido y humanista Biden, ante los periodistas que cubren las conferencias de prensa en la Casa Blanca. “Necesitamos una solución de dos Estados. Es la única solución,” reiteró un convencido mandatario estadounidense, a la vez que pedía a Israel poner fin a las peleas entre comunidades en Jerusalén, “que fueron el origen de los enfrentamientos en los últimos días. No hay ningún cambio en mi compromiso con la seguridad de Israel –siguió diciendo Biden-. Punto. Ningún cambio en absoluto. Sin embargo, no habrá paz hasta que la región reconozca inequívocamente la existencia de Israel. Pero les digo en qué hay un cambio… el cambio es que todavía necesitamos una solución de dos Estados. Es la única respuesta, es la única respuesta,” repitió un esperanzado presidente.

            Amplió su argumentación al señalar que la idea de una solución de dos Estados, con un Estado palestino junto a Israel y con Jerusalén como Capital compartida, “ha sido la piedra angular de décadas de diplomacia internacional, destinada a poner fin al conflicto palestino-israelí.” Explicó.

 

Lo de Trump fue un insulto

 

            Joe Biden, en un sucinto comentario, recordó la seudo-política de su antecesor en la Casa Blanca, Donald Trump, “quien fue descaradamente pro-israelí e ignoró a los palestinos” y ello acrecentó aún más el resentimiento y creó un ambiente tensional que no fue nada edificante en términos de paz y comprensión. Y es que en la Oficina Oval se pasaban junto a Trump, su yerno (judío total), Jared Kushner, y su esposa Ivanka, hija de Donald Trump, convertida al judaísmo, y ambos “hablaban al oído” del obtuso entonces presidente estadounidense.

            De tal manera, el plan de paz para Oriente Próximo, ideado por el propio Kushner, y que fue anunciado como una solución de dos Estados, fue un agravio, una broma pesada para los palestinos y un insulto para este mismo pueblo. Es por esa razón que fue rechazado ad portas por la Autoridad Palestina, porque, entre varios puntos imposibles de aceptar y mucho menos de digerir, preveía un Estado palestino pero con una soberanía muy limitada y cuya seguridad absoluta quedaba en manos de las fuerzas militares israelíes; es decir, la dominación y el sometimiento eran parte de las imposiciones que exigía el yerno de Trump y que iban a favorecer a Israel. Además, acompañaba al susodicho plan con una cuantiosa suma de millones de dólares a los líderes palestinos, para que resultara “irrechazable” el planteamiento, una especie de soborno o compra de voluntades con dinero en metálico. Pero fue rechazada la posición de los Trump/Kushner, por los responsables del destino de Palestina.

            Quienes lo analizan desde otro ángulo, indican que lo que pretendía Jared Kushner era una especie de “pax romana”; es decir, que Palestina estuviera sometida a los caprichos y devaneos de la política bilateral israelí, sin el derecho al reclamo en ninguna circunstancia ni por ningún motivo tampoco, a cambio de no ser atacados por las milicias judías, ni que el pueblo palestino fuera masacrado por lo tanto. Por supuesto que el ofrecimiento del obtuso Kushner iba a ser rechazado sin mucho miramiento por los miembros de la Autoridad Palestina, tal y como ocurrió.

            Regresando a la actualidad, la tarea que le competirá a Joe Biden, después de que se comprometió a reconstruir lo que el ejército israelí destruyó de manera inmisericorde y criminal, será de proporciones “épicas”, en las que tendrá que invertir, además del tiempo y el esfuerzo, millones de dólares, puesto que han quedado en el suelo de la Franja de Gaza, los destrozos de hospitales, escuelas, colegios, oficinas administrativas gubernamentales, clínicas y demás edificios que son de uso imprescindible en la vida diaria de una ciudad y país.

            Aún la reacción del dictador Netanyahu no se ha hecho escuchar en los medios de prensa, pero es muy posible que esté en desacuerdo con Biden, en su deseo de reconstruir a Gaza, porque, sabemos bien de las intenciones del dictador judío, quien quiere la desaparición, el aniquilamiento absoluto del pueblo palestino, sin importarle lo que piense el resto de la humanidad de su anhelo criminal.

            Es posible que en los próximos días deje escuchar lo que piensa en torno a este asunto, el genocida de Tel-Aviv.


El Mundo se Solidariza con Palestina

 

SALA DE REDACCIÓN- A raíz de los intensos y criminales ataques del ejército israelí (judío), contra los habitantes de la Franja de Gaza, con el pretexto de que está en guerra contra la facción armada Hamas, las manifestaciones en muchas ciudades alrededor de la Tierra, se están presentando, en repudio a la política asesina del dictador de Israel, Benjamín Netanyahu.

 

            Veamos:

 

            PARÍS, FRANCIA. Se produjeron fuertes enfrentamientos entre los manifestantes pro-Palestina y las fuerzas de seguridad del gobierno, debido a las restricciones que ha ordenado el Elíseo, por el coronavirus chino. Aun así, miles de personas se congregaron en el corazón de esta ciudad europea, enardecidas contra la altísima criminalidad de los judíos en contra de los habitantes de la Franja de Gaza. La policía lanzó gases lacrimógenos y agua con mangueras, con el propósito de disolver las grandes agrupaciones de gentes; las tiendas fueron cerradas a lo largo del recorrido de la numerosa marcha que partió del barrio de Barbés, hasta desembocar en la famosa Plaza de la Bastilla.

            El presidente de la Asociación Palestina de París, Walid Atallah, indicó que las prohibiciones decretadas por el gobierno solo han servido para aumentar las tensiones civiles: “Si hubiera riesgo de altercados públicos –dijo-, de problemas graves, lo habrían prohibido correctamente, pero lo prohibieron en el último minuto. Es inaceptable.” Aun así, la multitudinaria cita en contra de los crímenes de Israel, siempre se llevó a cabo en la Ciudad Luz.

 

            BERLÍN, LEIPZIG, HAMBURGO, FRANKFURT Y COLONIA, ALEMANIA. Se han efectuado numerosas manifestaciones populares en las principales calles de estas urbes alemanas, en solidaridad con Palestina y los centenares de muertos que ha sufrido. Las mayores agrupaciones de personas se dieron en las ciudades de Renania del Norte y Westfalia, aunque de manera pacífica y siguiendo las reglas impuestas por las autoridades de salud, para no diseminar más el virus venido desde China. La policía siempre estuvo atenta a los acontecimientos, para intervenir si hubiese sido necesario.

            En Colonia, lo que más llamó la atención fue el grito reiterado de “¡Israel, asesino de niños!” Así mismo, se recordó el aniversario de la Nakba, cuando miles de palestinos tuvieron que huir de sus territorios, por motivo de la formación del Estado judío, el 15 de mayo de 1948.

            En Berlín se dejaron escuchar gritos de “¡Golpead y destruid a Tel-Aviv!” Y otros grupos advirtieron y amenazaron a los judíos con la proclama de que “el ejército de Mahoma regresó.” Sin embargo, los mismos organizadores instaron a los manifestantes para que no lanzaran esos insultos, con el fin de que los hechos transcurrieran en paz.

            En Leipzig se enfrentaron dos grandes grupos de personas, unos a favor de la criminalidad de Israel; y los otros, de Palestina.; aunque “la sangre no llegó al río,” porque se abstuvieron de entrar en violencia.

            En Frankfurt del Meno, el ayuntamiento pidió a los tribunales prohibir toda concentración masiva pro-Palestina, pero los jueces no hicieron caso a la petición. Una vez celebrada la manifestación, se escucharon proclamas antisemitas (anti-judías), con quema de banderas de Israel.

            En Bonn, la antigua Capital de la República Federal de Alemania, durante la división del país después de la Segunda Guerra Mundial, los manifestantes apedrearon a la sinagoga de la ciudad y la policía tuvo que intervenir de urgencia, para impedir que los hechos alcanzaran mayor intensidad.

            Casi de inmediato, las asociaciones alemanas de judíos y la embajada de Israel en Alemania, exigieron al gobierno alemán que no permitiera tales actos antisemitas y la respuesta la dio el presidente de esta nación europea, Frank-Walter Steinmeier, quien abogó por “construir puentes hacia nuestros vecinos de otras creencias, buscar el diálogo y combatir decididamente los prejuicios.”

 

            LONDRES, INGLATERRA. En esta ciudad Capital inglesa se dio una marcha de solidaridad con el pueblo palestino, que está sufriendo en estos momentos los ataques con misiles y bombas de parte del ejército israelí (judío), en la Franja de Gaza. Los organizadores han sido los Amigos de Al-Agsa, el Foro Palestino en el Reino Unido, la Coalición Parad la Guerra, la Campaña para el Desarme Nuclear y la Asociación Británica Musulmana.

            Solicitaron al gobierno de Boris Johnson “medidas inmediatas” para que intervenga en Oriente Próximo e intente frenar la espiral de violencia, que está cobrando las vidas de decenas de palestinos inocentes, entre quienes se cuentan mujeres, ancianos y niños, quienes se han mantenido ajenos al conflicto con Israel.

            Durante la multitudinaria marcha, se pudo observar la presencia de Jeremy Corbyn, ex líder del Partido Laborista de Gran Bretaña; y la diputada, también laborista, Diane Abbott, quienes se mostraron solidarios con la causa del pueblo palestino.

 

            BAGDAD, IRAK. Miles de iraquíes se han concentrado en la plaza Tahrir, portando banderas palestinas y coreando consignas contra Israel, por sus ataques criminales. Los actos fueron convocados por el líder chií, Muqtada al Sadr.

 

            NEW YORK, BOSTON, WASHINGTON Y DEARBORN (MICHIGAN), USA. Cientos de miles de simpatizantes con el pueblo palestino, se dieron cita en estas urbes de la Unión Americana, con consignas proferidas contra los abusos y la muerte generalizada que están causando los israelíes en la Franja de Gaza. En la zona de Bay Ridge, en Booklyn, para citar un caso, se escuchaba fuertemente: “Free, free, free Palestine” (“Palestina libre, libre, libre”), y en pancartas se leía: “Fin del apartheid israelí” y “Libertad para Gaza”.

            Un detalle sorprendente y de gran altura humanista, lo demostraron numerosos judíos, quienes portaban letreros muy visibles que decían: “No en mi nombre” y “Solidaridad con Palestina”; así mismo, llevaban pañuelos keffiyeh, en medio de pitoretas de vehículos pesados y motoristas que aceleraban sus aparatos, causando un gran estruendo. Fue cuando el hebreo y estratega empresarial de Manhattan, Emraan Khan, de 35 años, dejó escuchar: “Estoy aquí porque quiero que una vida palestina sea igual a una vida israelí y hoy no lo es…”

            Por su parte, Mashhour Ahmad, un palestino de 73 años, quien vive en New York desde hace 50 años, envió el siguiente mensaje a Joe Biden: “La violencia cometida recientemente por el ejército israelí, es un genocidio y le digo al presidente Biden y a su Gabinete, que dejen de apoyar la matanza. Apoyen a las víctimas, detengan la opresión israelí.”

            En la Capital estadounidense, en los alrededores del Monumento a Washington, las multitudes se apersonaron ahí para exigir el respeto a la vida por parte de los criminales ataques de las milicias judías contra los palestinos. Imágenes semejantes se pudieron observar en Atlanta.

 

            MONTREAL, CANADÁ. Las mismas escenas vistas en Europa, Asia, África y Oceanía contra los desplantes del ejército israelí, se han producido en esta ciudad canadiense, de parte de palestinos que aquí residen y de ciudadanos nativos de este país de América del Norte. Todos quieren el cese de los ataques mortales, que respeten las vidas de los palestinos, quienes están muriendo por centenas día a día; que los colonos israelíes no arrebaten más sus tierras y se le dé el estatus de Estado libre, independiente y soberano a Palestina, de acuerdo a la resolución de la ONU, de 1948.

            El mundo está enfadado con Israel, la humanidad no tolera ni digiere la falta de humanismo de parte de los judíos y lo reta para que frene su ola de violencia, intimidación y crimen.


Erdogan de lleno a Favor de Palestina

 

ANKARA, Turquía-Junto a los dirigentes de China y Rusia, el presidente turco ha mostrado una inusual actitud (por su contundencia verbal), en referencia al tema de la masacre que Israel está efectuando contra el pueblo palestino, al bombardearlo por tierra y aire, sin piedad, asesinando a niños, mujeres y ancianos. Por supuesto que el dictador judío, Benjamín Netanyahu, cada vez que ve su popularidad por los suelos, sube “sus credenciales” atacando a sus enemigos por antonomasia… los palestinos y así el pueblo hebreo vuelve a creer en él y en su supuesto nacionalismo.

            Es por ello que Recep Tayyip Erdogan ha ido más allá de la claridad y la contundencia con sus palabras, para protestar contra la deferencia y la solidaridad que ha mostrado el canciller de Austria, Sebastian Kurz, quien ha ordenado izar la bandera de Israel en varios edificios gubernamentales en Viena. Este apoyo a la masacre israelí en la Franja de Gaza no hace más que explicar lo que sienten muchos austríacos y alemanes –porque Angela Merkel también ha apoyado, sin devaneos, a los crímenes israelíes contra los palestinos-, en relación con los judíos pasados y actuales: el sentimiento de culpa por los crímenes del nazismo es tan grande, que ha atrapado a estas generaciones de gobernantes europeos. Eso es ni más ni menos lo que están enseñando, tanto Kurz como Merkel, al aceptar tácitamente el crimen masivo y monstruoso del ejército judío en Gaza. La sombra de Hitler y sus acólitos sigue proyectándose en las vidas de muchos líderes alemanes y austríacos, a pesar del tiempo transcurrido y eso lo sabemos quienes conocemos a Alemania y Austria, dos Estados hermanos que comparten, no solo el idioma, sino la historia, tradiciones y demás…

 

Erdogan en esto tiene plena razón

 

            El máximo dirigente turco ha maldecido al gobierno austríaco por haber izado la bandera de Israel en pleno corazón de Europa; y por esas duras palabras suyas, el Ministerio del Exterior de Austria ha citado al embajador turco para que dé explicaciones sobre el enojo de Erdogan, quien dijo textualmente, en la sede del gobierno turco en Ankara: “Maldigo al Estado de Austria que ha izado la bandera israelí en la sede del primer ministro. Austria intenta hacer pagar a los musulmanes la factura del genocidio que sufrieron los judíos (a manos de los nazis).” Manifestó Erdogan en un discurso televisado a toda Turquía.

            Aquí debemos hacer hincapié en que la culpa de muchos austríacos por el genocidio perpetrado por el nazismo en los años 40, se agiganta debido a que Adolf Hitler no era alemán de nacimiento, sino austríaco, pues nació en la aldea llamada Braunau am Inn, el 20 de abril de 1889 (y sus padres, Alois y Klara, así como todos sus familiares, nacieron también en Austria), y, poco antes del estallido de la Primera Guerra Mundial (1914), se trasladó a Munich, ciudad donde se alistó en el ejército alemán. Años después, en medio de los avatares de la política, optó por la nacionalidad alemana. Si partimos de esa premisa, notamos que la culpabilidad por los crímenes nazis, a pesar de las décadas transcurridas, sigue carcomiendo las almas y consciencias de los jóvenes dirigentes políticos de Austria, un sin sentido que, como tal… es tan absurdo como él solo.

            El ministro del Exterior austríaco, Alexander Schallenberg, se refirió así a las palabras de Erdogan: “Después de estas declaraciones absurdas del presidente turco, su embajador (en Viena), fue citado esta mañana (…), para que transmitiera claramente la postura de Austria. Las acusaciones del presidente turco se juzgan por sí mismas. La espuma en la boca no resolverá el conflicto de Oriente Medio. Al atacar a los gobiernos como el de Austria –prosiguió el titular de la diplomacia austríaca-, que están hombro con hombro con Israel frente al terrorismo, los políticos están demostrando una vez más su pésima comprensión de la ley. En lugar de echar aceite al fuego, pedimos urgentemente a Turquía que contribuya a la desescalada.” Pero el problema, precisamente radica en que, con el apoyo de potencias como Alemania y el Estado austríaco, a la matanza que están efectuando los judíos contra los palestinos en estos momentos, se da el aval, “la luz verde” para que Netanyahu, el dictador judío, y su ejército, se sientan cómodos y complacidos y continúen de manera inmisericorde contra sus enemigos en Gaza. El apoyo de una nación como Alemania, con una personalidad fortísima en el concierto de los países, fortalece la decisión de Israel por masacrar a los palestinos, una etnia a la que los israelíes consideran indigna de vivir, por ser, supuestamente, inferior a los judíos.

 

“Amigos de los anteriores enemigos

 

            La determinación del canciller Sebastian Kurz de izar la bandera judía en la sede de la Cancillería, en Viena, habla más que mil discursos y pone en alto relieve el altísimo grado de culpabilidad que llevan muchos austríacos en sus consciencias, por las matanzas que ordenó el ciudadano austríaco Hitler, cuando fue dictador de Alemania y Austria al mismo tiempo, países a los que unió en el famoso Anschluss (anexión), el 12 de marzo de 1938. Ese es el mensaje prístino e inequívoco que ha lanzado Kurz a la comunidad internacional y no tiene otra explicación, a pesar de la palabrería de su ministro de Relaciones Exteriores, por defender una postura que es, por sí misma… indefendible.

            A todas luces, Kurz y Merkel desean ser aceptados como amigos por los antiguos enemigos y perseguidos por las políticas racistas del Tercer Reich de Hitler y esa es la base innegable que orienta todas las decisiones, determinaciones y giros de la política austríaca y alemana, con respecto a Israel; es decir, no importa lo erráticos que sean los judíos desde su gobierno en Tel-Aviv, que, ante los ojos de los dos Estados de habla alemana, siempre serán bien vistos y aceptados. De hecho, la venta de armas, material agrícola, médico, químico y automotriz a los israelíes, siempre gozará de prerrogativas y rebajas sustanciales en los precios, para quedar siempre bien con los hebreos, a pesar de las millonarias compensaciones económicas que se les pagan desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Y los judíos se benefician con ello, se complacen y abusan de la vergüenza de ambos Estados germánicos.

            Toda Europa tiene conocimiento de lo anterior, incluyendo a Turquía, por supuesto, y es por eso que Erdogan ha afirmado, al ver las banderas israelíes ondeando en los principales edificios gubernamentales austríacos: “Condenamos a Austria por colgar la bandera del Estado terrorista de Israel; el Estado austríaco parece intentar que sean los musulmanes los que paguen el precio de su holocausto.” Seguidamente se dirigió a la comunidad internacional para pedir que tome medidas ante lo sucedido en la Franja de Gaza, donde han muerto, merced a los misiles israelíes, más de 200 personas en los primeros días de los ataques desproporcionados. Criticó también a los Estados Unidos por la venta de armas a Israel y agregó: “Están escribiendo la historia con sus manos ensangrentadas en este incidente que es un ataque grave y desproporcionado contra Gaza, que está llevando al martirio de cientos de miles de personas. Nos obligaron a decir esto, porque ya no podemos quedarnos en silencio.” Puntualizó un encolerizado Recep Tayyip Erdogan.

            Simultáneas al discurso del Presidente de Turquía, miles de personas han salido a las calles en distintas ciudades del planeta, para manifestar su repudio y rechazo a la política criminal de Israel, que propicia la masacre del pueblo palestino; por ello han sido evidentes y convincentes las multitudes en Londres, Inglaterra; Nueva York, Estados Unidos; Ciudad del Cabo, Suráfrica; Rabat, Marruecos; Beirut, Líbano; Karachi, India; Jartum, Sudán; y muchas otras urbes más. Todas ellas a favor de Palestina, a su derecho por tener un Estado libre, independiente y en paz; y lo más importante… a favor de la existencia de un pueblo al que los judíos desean exterminar a vista y paciencia de la comunidad mundial. Algo imposible de aceptar por ningún motivo.


Israel Ejecuta el Aniquilamiento del

 Pueblo Palestino

 

FRANJA DE GAZA, Palestina-Yared Kushner, el yerno de Donald Trump, el ex presidente demente de los Estados Unidos, propuso un plan para Palestina, que consistía en pagar miles de dólares a los dirigentes de este pueblo, para que se marcharan, en una diáspora no sabemos hacia dónde ni cuándo, y dejaran en manos de Israel esos territorios. Pero el judío Kushner, esposo de Ivanka Trump, a la sazón convertida al judaísmo ortodoxo, se olvidó de algo que al dinero le cuesta comprar… LOS PRINCIPIOS. Por eso la Autoridad Palestina rompió todo contacto con el mal llamado “gobierno Trump” y sus vulgares devaneos.

            Una vez alejado del poder el desquiciado Donald Trump con toda su familia sionista, hubo un tiempo de quietud en la Franja de Gaza y Cisjordania, hasta que, hace pocos días, estalló el odio de los judíos y han procedido a aniquilar, por medio de bombardeos, a estos territorios; pero lo hacen contra blancos civiles y muy pocas veces contra lo que los hebreos llaman “milicias de la facción terrorista Hamas.”

 

Un solo misil sobre Gaza…

 

            Al ser un territorio muy reducido en el que se conglomeran millones de seres humanos, un solo misil que caiga en el corazón de Gaza, puede causar incontables muertos y eso lo sabe el gobierno israelí, pero no le preocupa y, por el contrario, se complace en ello. Nótese que en el primer día de enfrentamientos, murieron 26 palestinos, entre ellos 9 niños, producto de los bombardeos del ejército israelí que ataca indiscriminadamente y no como dijo, en una descarada y enorme mentira, la embajadora de Israel en España: que se trata de “bombardeos muy quirúrgicos,” insultando, con su argumento, a la inteligencia del resto de la humanidad que observa el genocidio del pueblo palestino, en pleno Siglo XXI.

            Henchido de orgullo, el alto mando israelí dio a conocer que ha alcanzado 140 objetivos y el portavoz militar judío, Hidai Zilberman, dijo que “los ataques podrían extenderse durante varios días más”, lo cual significarán más asesinatos de civiles palestinos inocentes y, por supuesto, desarmados. Y una fuente del ejército hebreo hizo hincapié en que no desean una guerra larga… “Obviamente vamos a pagar un precio –dijo-; pero ellos pagarán uno aún mayor.” Por esa razón, podemos esperar una matanza de grandes proporciones, según se ha anunciado en Tel-Aviv, centro de operaciones del ejército judío.

            Pero la táctica de los judíos es muy simple: azuzar, sacar de sus casillas a los palestinos y demás musulmanes, ofreciendo concesiones que para estos son muy importantes, más aún si se trata del tema religioso, y después los judíos no cumplen con lo ofrecido. Por ejemplo, Israel no ha querido retirar sus fuerzas armadas de la Explanada de las Mezquitas ni de Dheikh Jarrah, barrio del Este de Jerusalén, en el que varias familias palestinas serán desalojadas y sus casas destruidas, para que los colonos israelíes construyan sobre lo derruido. Y precisamente en estos hechos radica la explosión última de violencia, cuando el gobierno de Tel-Aviv se negó a hacer caso a las demandas musulmanas y estas han reaccionado con violencia desde el inicio del Ramadán o festividad islámica. El asalto policial judío a la Explanada de las Mezquitas y a la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar sagrado del Islam, caldeó los ánimos hasta alcanzar el grado de descontento que hoy estamos observando, con un ejército hebreo dispuesto a masacrar sobre lo que ya ha destruido anteriormente. Durante la jornada festiva de los judíos, llamada el Día de Jerusalén, la Autoridad Palestina dio un ultimátum a Israel para que retirara a sus policías y soldados de los lugares santos que hemos mencionado y como no acataron la exigencia, cayeron los primeros cohetes sobre territorio israelí. La provocación del gobierno de Netanyahu resultó gananciosa, porque el grupo Hamas “mordió el anzuelo”, cayó en la provocación previamente planeada y la respuesta del ejército israelí ha sido demoledora, según hemos descrito a lo largo de este reportaje, con el saldo de decenas de palestinos inocentes masacrados por los misiles. El propio dictador judío, Benjamín Netanyahu, dijo que la ciudad santa es “una línea roja” y ordenó, de inmediato, la operación “Área de Represalia”.

            Obviamente, Netanyahu necesitaba un motivo, aunque fuera aparente, para comenzar sus ataques a la Franja de Gaza y justificar sus acciones bélicas ante la comunidad internacional, disfrazándolas de “legítima defensa”, según la retórica utilizada siempre por Israel; es decir, ellos provocan, contraatacan y, de paso, se llaman, ante los ojos del resto de la humanidad, “las víctimas del odio islámico.” Mientras tanto, los misiles destruyen escuelas, barrios enteros, hospitales, clínicas y casas de habitación de los palestinos y el resultado aritmético de la ofensiva israelí, arroja a centenas de inocentes masacrados.

            Sin embargo, no todo sale como Netanyahu y su grupo de militares lo planean, porque, en el interior de su país, se ha levantado una aleada de protestas de parte de ciudadanos árabes que viven en Israel y que conforman el 20 por ciento de la población total; o sea… el enemigo co-habita con los judíos en el mismo territorio.     

   

El “Proyecto Trump” caería al vacío

 

            El demente ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dedicó sus últimos cinco meses al acercamiento entre su amado Israel con algunos países árabes, sin duda a instancias de su yerno judío Jared Kushner; pero, en estos momentos, con la situación en su nivel más álgido y peligroso, esta iniciativa amenaza con romperse si continúan los ánimos enardecidos de parte de los musulmanes que viven en territorio israelí. Así, los gobiernos de Teherán (Irán) y Riad (Arabia Saudita), condenaron fuertemente el uso de la fuerza bélica utilizada por el ejército de Israel contra Palestina y su facción armada, Hamas; y por la represión de la policía judía durante las reiteradas protestas islámicas y los incidentes en la mezquita de Al Aqsa.

            Concretamente, la Casa Real Saudí manifestó su total rechazo a “las violaciones de derechos cometidas por Israel contra los palestinos y los planes de evacuación forzada de familias de Jerusalén Este” y añadió a su nota diplomática hecha pública que “el Reino (de Arabia), pide a la comunidad internacional que haga responsable de la escalada, al responsable israelí y ponga fin de inmediato a sus acciones, que atentan contra todas las normas y leyes internacionales.” De tal manera, los llamados Acuerdos de Abraham, suscritos por los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos y Sudán (todos ellos países islámicos), con Israel, y bajo el impulso del gobierno de Trump, parecen tambalearse y anunciar su derogación, ante los hechos que se están dando en Palestina. A esto debemos añadirle la posición de Arabia Saudita ante el Estado judío, en la que insiste en la Iniciativa de Paz del 2002, en la que ofrece a Israel relaciones bilaterales plenas, a cambio de un Estado palestino, en los territorios que los hebreos ocuparon en 1967.

            Por otra parte, en Turquía, todas las partes políticas y sociales han condenado con energía las acciones armadas de Israel, porque, según un comunicado el gobierno turco: “(los israelíes) atacan los derechos fundamentales, los valores humanos y las leyes internacionales acordadas por las organizaciones comunes de la humanidad, (y) deben ser detenidas inmediatamente. De otro modo, a nadie sobre la Tierra le quedará confianza en las organizaciones o normas internacionales.” Así según las opiniones vertidas por el jefe de Estado de Turquía, Recep Tayip Erdogan. También trascendió, siempre desde Ankara, que el mandatario turco está manteniendo conversaciones telefónicas con sus colegas de Rusia, Jordania, Qatar, Kuwait, Argelia, Paquistán y Malasia, lo mismo con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, para conformar un frente común ante los ataques armados de Israel contra la Franja de Gaza, donde mueren ancianos, mujeres y niños ajenos al conflicto armado.

            Finalmente, el Ministerio del Exterior de Turquía está trabajando arduamente en los foros regionales, como la Organización de Cooperación Islámica (OCI), que reúne a los países de mayoría musulmana; y en el Consejo Túrquico, que engloba a varios Estados de Asia Central, Azerbaiyán y la propia Turquía, para formar ese frente que pretende detener los ataques judíos contra Palestina y trabajar conjuntamente en una propuesta a las Naciones Unidas y que este organismo “envíe una fuerza de protección internacional a la región, con el objetivo de proteger a los civiles palestinos.” Anuncia un comunicado desde el seno del gobierno turco.

            Pero la postura más fuerte y agresiva es la que tiene Irán, enemigo declarado de Israel, que ha mencionado abiertamente que “Israel no es un país, es una base terrorista contra los palestinos y el resto de las naciones musulmanas. Combatir a ese régimen despótico, es luchar contra la opresión y el terrorismo.” Así según las palabras del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei.

            Y mientras lo anterior se suscita en las Cancillerías y Palacios de las naciones musulmanas, Israel continúa la masacre de los ciudadanos palestinos, hacinados en el pequeño espacio que es la Franja de Gaza, donde la caída de un misil, puede provocar miles de muertes de personas inocentes y desarmadas, que es, justamente, lo que desea Tel-Aviv: el aniquilamiento de ese pueblo; aunque no lo dice, pero sus acciones diáfanas y criminales, lo demuestran cada vez que arremete con sus armas y de manera desproporcionada, contra un pueblo que solo busca le respeten sus derechos religiosos y la conformación de un Estado (un país), tal y como lo ordenó la ONU en 1948 y que Israel no ha acatado en obedecer.


Violencia Desbordada en Colombia

 

TERRITORIO NACIONAL-Este es el país del excelente café, el buen castellano en el habla de sus gentes, las mujeres bellas y hermosas; pero también de los cárteles de la droga y de la violencia en todos los matices imaginables, lamentablemente.

            Los mismos colombianos se quejan porque la imagen que prevalece en el mundo es la última que enumeramos; es decir, el de la delincuencia y muerte que desborda a los principios, la moral y las buenas costumbres de su pueblo; y para verter más incomprensión al asunto, se ha producido un nuevo estallido de violencia en esta nación sudamericana, en medio de las protestas anti-gobierno, debido a una fallida reforma tributaria que su presidente, Iván Duque, quiso imponer a los colombianos y ante la presión social, desbordada en las principales ciudades, tuvo que retirar “el paquete” de cargas económicas que pretendía llenar las arcas del Estado, pero con el sacrificio de un ciudadano devastado por la pérdida de sus trabajos, la baja del turismo y una nula producción a raíz de la pandemia que los chinos causaron en el planeta entero.

            Cuando miles de personas (quizás millones), se hicieron a las calles de las urbes, el mandatario llamó, desesperadamente, al diálogo a los distintos sectores civiles, siempre con la intención de pasar su paquete tributario, pero con el consenso de los líderes populares… ello encendió más lo volátil de la situación, hasta que Duque comprendió que debía eliminar la carga tributaria que proponía recaudar el 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y así aliviar la deuda externa y mantener la credibilidad de los organismos internacionales, para obtener más créditos en el futuro. Pero el presidente no estuvo solo en esta posición económica, porque los analistas financieros de su país avalaron su decisión, a la que consideraron “ambiciosa y necesaria”, aunque no contaron con la parte más importante del plan: la reacción que iba a desatar en el pueblo.

 

Un auténtico “callejón sin salida”

 

            En una esquina sin salida quedó el ciudadano colombiano, lo mismo que el resto de los pueblos latinoamericanos (y mundiales también), debido al coronavirus originado en China; es decir, sin puestos de trabajo, negocios perdidos, toques de queda, hambre, desesperanza y muerte, mucha muerte por doquier; y, además de lo anterior, un “olímpico” mandatario aparece en la televisión, exultante y sonriente, para anunciar un nuevo conglomerado de impuestos… Por supuesto que el estallido no se hizo esperar y deben pesar en la consciencia de Iván Duque, en estos instantes, las muertes de personas comunes y los policías, debido al alto grado de violencia desatada.

            La pandemia causó, en cifras oficiales, una caída del PIB del 6,8 por ciento, la mayor jamás sufrida en la historia del país; el desempleo llegó a un 15,9 por ciento; y la devaluación de la moneda arribó al 42,5 por ciento. Así según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Ante tal situación en este año previo a las elecciones presidenciales y legislativas del 2022, una encuesta reciente señala que el 82 por ciento de los consultados no votarían por los candidatos que apoyen al incremento de los impuestos.

            Igual a la fiera arrinconada en una esquina y sin salida evidente, el pueblo explotó de la peor manera posible y lo que causó la determinación del presidente de la República, fue un poco menor a una guerra civil, según los visos que han tomado los acontecimientos. “Lo que intentó hacer Duque, fue subir los impuestos para cubrir el hueco fiscal de la pandemia en Colombia. Para hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia, el gobierno colombiano propuso la tercera reforma tributaria desde que Duque asumió la presidencia en el 2018 y la primera en un país latinoamericano, desde que el coronavirus trastocó las agendas políticas y económicas de la región.” Explicó el catedrático Luis del Cid Mesalles, especializado en economía de la Universidad de Bogotá.

            Concretamente, la decisión tomada por el mandatario, de haber tenido éxito entre las clases sociales populares, hubiese gravado con el IVA del 39 al 43 por ciento a la canasta básica; es decir, a los comestibles que los ciudadanos consumen diariamente. Así según un dato aportado por el Ministerio de Hacienda y a la luz de la llamada Ley de Solidaridad Sostenible, que no era ni solidaria y mucho menos sostenible. Esta fue la flama que hizo detonar a la dinamita social. Además, pretendía aumentar, de manera escalonada, la base de contribuyentes que deben pagar renta, incluyendo a las personas que ganan desde los 2,5 millones de pesos colombianos (unos US$700 al mes). Indudablemente estamos tratando de un “coctel” que inflamó los sentimientos y exasperó a un pueblo cansado de los abusos de los distintos gobiernos, que han sido foco de reiterados alzamientos en las calles y de la aparición de los guerrilleros, a través de la historia. Incluso, si recordamos con precisión, muchas de las manifestaciones verbales del narcotraficante -dado de baja-, Pablo Escobar Gaviria, se referían a la injusticia económica que enviaba a los más pobres de Colombia, a lo más bajo del estamento social.

 

Balas, muertos, heridos y… pandemia china

 

            Con la panorámica dantesca causada por el coronavirus chino, en las calles de las principales urbes colombianas, se escuchan los disparos indiscriminados de los policías y militares contra los ciudadanos enardecidos, que claman ponderación, moderación y respeto al gobierno central hacia ellos. La nación transcurre en medio de la tercera ola de la pandemia, eso es lo catastrófico, porque es una mezcla de dos situaciones sumamente graves, que atentan contra las vidas de las personas.

            Lo que se ha percibido en las últimas horas ha sido una escalada de la violencia y enfrentamientos “cuerpo a cuerpo” entre soldados, policías y ciudadanos; y, en lugar de apaciguarse con el paso del tiempo, más bien han tomado impulso y mayor fuerza, con todos los agravantes que son ampliamente conocidos cuando estos hechos se dan. Sin lugar a dudas, la decisión –otro equívoco evidentemente-, del presidente, de sacar a los soldados a las calles, solo ha tratado de detener “el incendio vertiendo más combustible sobre las llamas” y ello ha enojado más al ciudadano, de ahí las muertes que se han producido con el paso de los días. Un periodista extranjero describió así la altísima tensión que aquí se vive: “Duque, entonces, decidió sacar a los militares a la calle en un intento de mostrar que la situación estaba bajo control, pero esa decisión acentuó las tensiones.” Fue cuando algún “ángel” iluminó al presidente y decidió erradicar su determinación de imponer el paquete tributario a los ciudadanos. Fue cuando dijo: “Le solicito al Congreso de la República el retiro del proyecto radicado por el Ministerio de Hacienda y tramitar de manera urgente un nuevo proyecto, fruto de los consensos y así evitar la incertidumbre financiera.” Un día después, el ministro de esa Cartera, Alberto Carrasquilla, presentó su renuncia irrevocable, inconforme porque el proyecto económico que él diseñó y que causó la conmoción social, fue eliminado en definitiva. Recordemos que en la mayoría de los casos, los economistas piensan más con el bolsillo o su billetera y dejan de lado cualquier resquicio de sensibilidad humana o social.

            Y en la Colombia actual, en las calles, parques y plazas, la violencia aparece incontrolable y en su expresión mayor; a tal extremo que la Unión Europea (UE) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), condenaron el uso desproporcionado de la fuerza por parte de las autoridades uniformadas, enviadas por Iván Duque, para repeler a los manifestantes. La presencia de blindados, helicópteros y hasta aviones caza cruzando el cielo, indican que el gobierno no se ha guardado nada, con tal de someter al pueblo colombiano. Tan solo en el segundo día de rebeldía social, aparecieron 19 muertos, 87 desaparecidos y más de 800 heridos en todo el territorio nacional; incluso se están denunciando violaciones sexuales contra las mujeres, por parte de los policías y militares, hechos acaecidos en las comisarías donde han sido llevadas después de ser capturadas en los actos de insubordinación.

            Lógicamente, esta panorámica ensucia mucho más la imagen del gobierno y su presidente, quien aparece en los márgenes más bajos en la opinión general de las gentes y refuerza la imagen internacional que Colombia tiene, de país violento, con grandes atributos humanos y culturales, pero casi siempre sumido en la incomprensión y el caos.


Asesinados dos Periodistas Españoles y un Activista Irlandés, en Burkina Faso, África

 

MADRID, España-En medio de la pandemia china del coronavirus que azota al mundo y por supuesto a España entera, la noticia del asesinato de dos comunicadores de este país, ha conmocionado al medio de prensa y a la población española por completo.

            Se trata de David Beriain, reportero nacido en Navarra, de 44 años; y su acompañante, Roberto Fraile, de 47 años de edad, natural de Baracaldo, quien hacía su labor de “cámara”. Ambos realizaban un reportaje sobre la caza furtiva en Burkina Faso,  nación africana, cuando fueron emboscados y dados de baja por mercenarios de confesión islámica.

 Junto a ellos viajaba un ciudadano irlandés, nacido en Zambia (centro de África), llamado Rory Young, fundador y director de Chengeta Wildlife Foundation, quien estaba encargado de misiones de protección de los espacios naturales y comunidades locales. El paradero de este ciudadano británico fue un misterio después del atentado, lo mismo del soldado burkinés que los acompañaba, pero, posteriormente, fueron hallados también sin vida. Los tres se encontraban en un parque natural, cerca de la frontera entre Burkina Faso y Benín, y la ministra española de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Aranxa González Laya, explicó que se trata de “una zona muy peligrosa, por ser campo de operación habitual de grupos terroristas, de furtivos, de bandidos y de grupos yihadistas.” Explicó textualmente en una intervención filmada, emitida por su Cartera ministerial.

            Los dos comunicadores se hallaban en el sitio rodando el documental que explicaría los esfuerzos que hace el gobierno de Burkina Faso, para proteger a la fauna del lugar; así también sobre la vida de los nativos que habitan en esos contornos selváticos. La Titular González Laya, indicó que ha estado en contacto permanente con la embajada de España, en Mali, que es responsable también de Burkina Faso, con la finalidad de conocer más detalles del suceso. “Es una noticia triste y, desde luego, quiero transmitir el máximo respeto hacia las familias de los fallecidos y hacia vuestra profesión. Una profesión que, como nos recuerda la situación de estos dos periodistas españoles, es una profesión de gran riesgo en tantos lugares de este mundo.” Puntualizó la ministra.

 

Agencia France Press

 

            Las primeras informaciones fueron transmitidas por la agencia francesa AFP y señaló que habían sido asesinados por un grupo terrorista. Desde un inicio se creyó que se trató del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), y conforme pasaron las horas, salió a la luz el verdadero responsable del ataque criminal de los tres europeos, confirmándose que, efectivamente, fue esa facción, que es una filial de al-Qaida con base en el vecino Mali, ya que su portavoz, Iyad Ag Ghali, reivindicó el atentado a través de un audio de voz detalló: “Hemos matado a tres blancos. También tenemos (robadas) dos vehículos con ametralladoras y 12 motocicletas.” El audio fue acompañado con imágenes de los restos mortales de los reporteros españoles, por lo que fue despejada toda duda sobre los autores de los asesinatos.

            Se supo también que, al comenzar el ataque, los dos periodistas habían descendido de un vehículo tipo pick-up, para hacer unas fotografías con un dron, fue cuando sufrieron el ataque cuando varios sujetos dispararon contra los europeos. El hecho ocurrió cerca de Pama, Capital de la provincia. Además de los crímenes, los terroristas robaron armas, equipo de prensa, las 12 motocicletas, 2 camionetas, el dron y receptores de frecuencia.

            Ante los hechos, el presidente de Reporteros sin Fronteras (capítulo de España), Alfonso Armanda, manifestó: “Estos asesinatos se suman a la desaparición de una brillante generación de reporteros españoles, que ha dado muestras de entereza y entrega profesional y que han perdido la vida sobre el terreno, como Ricardo Ortega, José Couso, Julio Fuentes, Miguel Gil o Julio Anguita Parrado. (…) Al tratarse de una zona de difícil acceso, la autoría de los asesinatos también será difícil de cotejar ante un tribunal. Hay países donde matar nunca tiene consecuencias a nivel judicial.” Puntualizó.

Repatriación

      Los cuerpos de los dos periodistas serán llevados de regreso a España en un avión militar C-295, enviado especialmente por el Ministerio de Defensa, y que se mantiene en el aeropuerto internacional de Dakar, esperando órdenes para realizar la tarea encomendada. Las acciones de coordinación del traslado, estarán a cargo de la cónsul de esta nación europea en Mali, quien tiene su residencia en Bamako y se encarga también de las relaciones diplomáticas con Burkina Faso. Solo se espera que el gobierno de esta nación africana dé el permiso para proceder a la repatriación.

            En todo momento, el Servicio del Exterior español ha tenido informadas a las tres familias sobre lo que acontece con sus restos mortales, en especial sobre las gestiones que se están efectuando con el gobierno burkinés. Lo mismo se está haciendo con Irlanda, en lo que respecta a Rory Young, cuya muerte fue confirmada desde la casa de gobierno irlandesa, por medio de estas palabras: “Nuestro compatriota encabezaba una patrulla de protección de la fauna, en el Parque Nacional Arly (…), cuando fueron atacados por terroristas, lo que causó su muerte y las de dos periodistas españoles que estaban capturando sus esfuerzos para proteger la preciosa fauna salvaje.” Indicó el comunicado oficial.

            Con este triste episodio ha quedado confirmada la realidad de varias naciones del África, que tienen en sus territorios la presencia del criminal grupo al-Qaeda, fundado por Osama bin-Laden, ultimado, a su vez, por un comando de los Seal estadounidenses, en las afueras de Islabamad, Capital de Pakistán, el 2 de mayo del 2011. Aunque su presencia física desapareció para siempre, su legado de terror y sangre sigue diseminado por el África árabe y negra, según hemos podido constatar con estos tres crímenes de gente inocente.

            España entera está de luto, junto a los familiares de los dos reporteros; lo mismo que Irlanda, por el deceso de su activista, acontecimientos que se suman a la ya intrincada situación marcada por la pandemia originada en China, que se ha estacionado en la superficie del mundo.

 

Paz a sus restos. 


Opositor a Vladimir Putin Presenta un Estado

de Salud muy Deteriorado

 

MOSCÚ, Rusia- Alexei Navalny, el archienemigo del dictador ruso, Vladimir Putin, después de una huelga de hambre, presenta un lamentable aspecto físico y su salud general bastante desquebrajada; aun así, no cesa en sus palabras confrontativas contra el dirigente del país más extenso del mundo, a quien quiere tirar de la silla del gobierno, a toda costa.

            Navalny ha aparecido ante los medios de prensa, después de infringirse a sí mismo una feroz huelga de hambre que le ha dejado prácticamente en los huesos, se le nota muy demacrado en esta primera aparición pública, después de que el médico de la prisión donde lo envió Putin, le recomendara dejar de lado su protesta de hambre. Se trata de un video bastante borroso, en el que aparece el disidente de 44 años, en un tribunal de esta Capital.

            Afuera, varios de sus compañeros de lucha en la Fundación creada por él, han indicado a la prensa que Navalny enfrenta nuevos cargos penales y se han visto urgidos y obligados en disolver la red de oficinas regionales de campaña (contra el actual gobierno ruso), porque las autoridades intentan prohibirlas, alegando que son “extremistas.”

            En el mismo video, Alexei Navalny informa que lo llevaron a una casa de baños previamente, para que luciera “decente” en la audiencia en los tribunales; su cabeza estaba rapada y en su pecho se podía notar la delgadez en la que se encuentra, después de que fue detenido en el aeropuerto de Moscú, cuando llegó procedente de Alemania, donde le salvaron la vida, luego de que quisieron envenenarle.

El mismo prisionero y muchos de sus colegas, luchan por restituir la democracia en Rusia, acusan al propio Vladimir Putin por haber ordenado su envenenamiento, un método que, en otras ocasiones, han utilizado contra opositores al dictador y les han dado resultados óptimos; es decir, han asesinado a todos aquellos que se han manifestado en contra de la dictadura de Putin; pero esta vez, los médicos alemanes consiguieron salvar y prolongar la vida de Navalny, con el agravante de que éste decidió viajar a Rusia para continuar su combate dialéctico contra su enemigo. Ahí lo esperaba la policía que lo detuvo en el acto y lo llevó a una comisaría para encerrarlo indefinidamente en prisión.

 

Una sombra de lo que fue…

 

            Al conversar con los reporteros, Navalny se describió a sí mismo con estas palabras: “Me miré al espejo… por supuesto, solo soy un esqueleto terrible; peso solo 72 kilogramos, el mismo peso que tenía cuando estaba en la escuela.” Y es que, cuando regresó de Alemania, pesaba 94 kilos, algo que solo es un recuerdo en estos momentos.

            En los tribunales se dio a conocer que el líder opositor se presentó en una audiencia de apelación contra un veredicto de culpabilidad, por un cargo de difamación que interpuso contra él, un veterano de la Segunda Guerra Mundial. El prisionero de Putin, aprovechó su estadía en dicha sala del juzgado, para atacar a Vladimir Putin y al sistema judicial ruso, hechos por los que fue interrumpido por el juez y reprendido. Su argumentación fue la siguiente: “Quiero decirle a la querida corte, que su Rey está desnudo (se refirió a Vladimir Putin, haciendo analogía al famoso cuento del ‘Rey vanidoso’ que desfilaba por las calles sin más ropa que su propia piel, engañado por un sastre que le jugó una broma pesada), (y) millones de personas lo están gritando, porque es obvio… su Corona está colgando y resbalando (la dictadura del mismo Putin).”

            Seguidamente continuó con las acusaciones de corrupción al gobierno dictatorial de Vladimir Putin y volvió a decir usando la misma fábula: “Tu Rey desnudo y ladrón, quiere seguir gobernando hasta el final… Vendrán otros 10 años, vendrá una década robada (en alusión al gobierno de perpetuidad que la Duma o parlamento de Rusia, aprobó a favor de los caprichos de Putin).”

            Este disidente se dio a conocer en todo el país, debido a una campaña de anticorrupción que llevó a cabo por medio de videos que publicó en la red mundial YouTube, en los que acusó que la riqueza de altos funcionarios del Kremlin, proviene de actos corruptos en la función pública. “Son unos estafadores y ladrones”, ha repetido constantemente Navalny, ante el desagrado de su enemigo declarado, Putin.

            La prensa rusa y europea le consideran el rival político más feroz que tiene el dictador de Rusia, mientras los demás partidos opositores aparecen diezmados, debilitados y sus miembros sienten miedo por la persecución constante a la que son sometidos por la policía secreta del Estado. Y mientras estas circunstancias se dan, otro tribunal está considerando la posibilidad de declarar “extremista” a la Fundación Anticorrupción de Navalny (FBK), y a su red de oficinas regionales de campaña. Si obtienen esa posibilidad (lo cual es muy factible en Rusia, puesto que las leyes y los magistrados están plegados a las órdenes del Kremlin), las autoridades podrían encarcelar a todos los activistas que son afines a Navalny y su movimiento y congelar sus cuentas bancarias.

El próximo 17 de mayo, dicho tribunal celebrará una audiencia que será decisiva para la subsistencia y supervivencia de la Fundación Navalny.

            Por su parte, Leonid Volkov, uno de los colaboradores más allegados de Alexei Navalny, colgó otro video en YouTube, en el que manifiesta que “mantener el trabajo de la red de cuarteles generales en su forma actual, es imposible (porque) inmediatamente conduciría a sentencias penales para quienes trabajan en la sede, quienes colaboran con ellos y para quienes les ayudan. Muchas de las oficinas intentarían funcionar como organismos regionales independientes, con sus propios líderes.

            De ese modo, vemos la manera cómo la policía del Estado ruso persigue por todos los flancos posibles a la Fundación Anticorrupción, un hecho que indica que en la Rusia actual es tan peligroso disentir con el gobierno, como lo fue durante la Era soviética, cuando los disidentes eran encarcelados, desaparecidos o asesinados. Recordemos que Vladimir Putin nació, creció y fungió como agente de la temida KGB, dentro de aquel sistema creado por Marx, Engels, Lenin, Stalin y todos los dirigentes soviéticos opresores y criminales. Algo habrá aprendido de todos ellos.


Biden Sacará Tropas de Estados Unidos

de Afganistán

 

WASHINGTON, D.C, USA-(Especial para The City Newspaper) No sabemos hace cuánto tiempo, el hoy presidente de esta nación, Joe Biden, había decidido sacar a los soldados estadounidenses de Afganistán, el fallido país asiático, pero ya anunció, con una categoría que no ha dejado dudas de su determinación que, “¡Saldremos definitivamente de Afganistán!” Y con ello ha causado gran regocijo en las familias norteamericanas que vivían con el quejido y el temor en sus labios, debido a que sus esposos, hermanos, padres e hijos, estaban estacionados en ese horrendo territorio desértico, plagado de amapola (base de la heroína), y terroristas islámicos, en los casos de los muyahidines talibanes y de al-Qaeda.

            Cuando se han cumplido 20 años desde que los suicidas enviados por el jeque Osama bin-Laden, volaron el World Trade Center (Torres Gemelas), de New York, el nuevo mandatario estadounidense ha hecho el anuncio que millones estaban esperando: retirar a las tropas de Afganistán. “No había más manera de salir de allí, que… saliendo. Así no más, sin mayor explicación ni preámbulo.” Dicen los analistas internacionales. Simplemente se trata de un país indómito, donde nunca ninguna potencia –antigua o moderna-, ha podido aplastar a su población alzada en armas, en medio de un desierto tan inhóspito como árido y peligroso. “Es el momento de que las tropas estadounidenses vuelvan a casa”, ha pronunciado un siempre comedido y sereno Joe Biden, ante la prensa en torno suyo. “Seguir ahí, no permitía vislumbrar resultados diferentes y el recuerdo será amargo siempre para nosotros.” Agregó.

 

Problemas internos y chinos

 

            Hoy en día, la situación con la pandemia difundida por la China comunista y la misma competencia comercial e inmoral que plantea China, son los problemas más acuciantes que enfrentan los Estados Unidos y mantener tropas en Afganistán, en una guerra que no decrece y podría representar mayor sufrimiento para los soldados y sus familiares, no tendría ninguna razón plausible o regularmente lógica. Es cuando el mismo mandatario ha vuelto a señalar: “Es el momento de terminar con la guerra más larga” en la que han participado los norteamericanos y con resultados nada halagüeños.

            Recordemos que fue George W. Bush quien ordenó atacar a los talibanes que estaban en ese momento en el poder, en Kabul, quienes auspiciaban en su territorio la presencia de terroristas islámicos, liderados por el jeque árabe Osama bin-Laden. Fue la respuesta al ataque a las Torres Gemelas, ocasionado el 11 de septiembre del 2001, en Nueva York. Y para el próximo 11-S, el gobierno de los Estados Unidos espera completar la salida de sus soldados de Afganistán, en coordinación con el Alto Mando de la OTAN, que, aparentemente continuará con su presencia en el árido y rocoso país musulmán.

            Desgraciadamente, los dos objetivos trazados por el Pentágono cuando invadieron a esta nación, no fueron cumplidos cabalmente, pues el terrorista al-Qaeda sigue vigente, a pesar de que su líder bin-Laden fue dado de baja en Pakistán, durante la segunda administración de Barack Obama, cuando un comando especial del ejército norteamericano lo atacó en las afueras de Islamabad, Capital pakistaní; empero, las hordas terroristas que él dirigía le han sobrevivido y se mantienen en Afganistán, a pesar del inmenso esfuerzo militar y económico en el que ha incurrido el gobierno de los Estados Unidos, por erradicar a esos asesinos. Y es que el abandono de Afganistán es algo que se venía meditando desde la administración del demócrata Barack Obama, lo mismo durante Donald Trump, pero la inestabilidad del territorio les hizo echar atrás sus planes de repatriación de los soldados. “Soy el cuarto presidente de Estados Unidos que tiene tropas en Afganistán. Ha habido dos republicanos y dos demócratas y no le pasaré esta responsabilidad a un quinto. Es el momento de terminar con la guerra más larga, es el momento de que las tropas estadounidenses vuelvan a casa.” Dijo un convencido Joe Biden y agregó finalmente: “No podemos continuar con el ciclo de extender o expandir nuestra presencia militar en Afganistán, con la esperanza de crear las condiciones ideales para nuestra retirada, esperando resultados diferentes.”

            El anuncio lo ha hecho en el Salón de los Tratados, en el mismo recinto donde Bush anunció el comienzo de la invasión a este país asiático, en respuesta a la voladura del Trade World Center, por parte de los criminales bajo las órdenes de Osama bin-Laden. El repliegue de las tropas comenzará el próximo 1 de mayo de este 2021 y será completado antes del simbólico aniversario número 20 del ataque a las Torres Gemelas. En la actualidad, los soldados estadounidenses en Afganistán alcanzan los 2,400 efectivos y los hombres enviados por la OTAN, suman 7 mil.

            Una vez que dejen el territorio afgano, la administración Biden podrá dedicarse de lleno al problema del coronavirus originado en China y a la competencia desleal que practican los mismos chinos a nivel mundial, en su afán por desplazar a los Estados Unidos de su posición hegemónica en el renglón comercial y financiero.

 

¿Es Afganistán una causa perdida?

 

            El país tiene una posición envidiable en la geografía asiática, puesto que no está tan lejos de Europa como hubiésemos deseado muchos y ello le permite trasegar armas, terroristas, insurgencia y heroína, con una facilidad pasmosa, a través de las naciones vecinas, en especial de la Rusia comandada por Vladimir Putin. Es por eso que la presencia aquí, de las tropas de la OTAN, es de vital importancia para detener el influjo de actos guerrilleros y terroristas y el trasiego de droga. Recordemos que Afganistán ha sido, durante mucho tiempo, el principal sembrador de amapola del mundo, una flor que permite la creación de heroína, una de las drogas más potentes y letales que existen.

            En lo que respecta al mismo presidente Biden, ha dicho que seguirá apoyando al gobierno afgano y mantendrá la misión humanitaria dentro de sus fronteras; pero, en el aspecto militar, todo ha terminado. En todo caso, la posición en la que quedará el gobierno de esta nación asiática, será de fragilidad extremis, y se teme que, en cualquier momento, podría caer nuevamente en manos de los talibanes, aliados incondicionales del terrorismo islámico y la principal razón por la que Bush ordenó la invasión en el 2001.

            “Fuimos a Afganistán por un horrible ataque ocurrido hace 20 años, (pero) eso no puede explicar por qué deberíamos seguir aquí en el 2021. Más que volver a la guerra con los talibanes, tenemos que centrarnos en los retos que determinarán nuestra posición y poder en los años venideros.” Dijo el mandatario Biden y agregó en acto seguido: “Algunos insisten en que no es el momento para marcharse; pero ¿Cuándo será un buen momento para irse? ¿En un año más? ¿En dos más? ¿En otros 10 años? ¿Después de 10 mil, 20 mil, 30 mil millones de dólares más?” Se preguntó el presidente ante los periodistas.

            Por su parte, el director del FBI, Christopher Wray, compareció ante el Senado de los Estados Unidos para explicar acerca de la necesidad de concentrarse en el peligro que es China comunista y fue cuando argumentó: “(nuestra agencia) se ve obligada a abrir cada 10 horas una nueva investigación sobre lo que están haciendo los chinos y les puedo asegurar que no es porque no sabemos qué hacer con nuestro tiempo. Tenemos unas 2 mil investigaciones en marcha, vinculadas al gobierno chino. No creo que haya ningún país que represente una amenaza más seria a nuestra innovación, nuestra seguridad económica y nuestras ideas democráticas (que China).” Indicó este alto personero, subrayando que es prioridad para el gobierno estadounidense, dedicarse a la lucha en otros frentes distintos al de Afganistán, un sitio que muchísimos ciudadanos norteamericanos lo sienten muy remoto y donde hay un conflicto enquistado que no avanza a favor de los Estados Unidos y la coalición de países que apoyan esta lucha armada.

            Y es que el costo en vidas humanas y en valor monetario ha sido impresionante para las distintas administraciones en Washington: han muerto 2,400 soldados estadounidenses y se ha gastado alrededor de un billón de dólares, en un enfrentamiento que parece eterno y los talibanes, en lugar de desaparecer, parecen resurgir cada día más entre las rocas de las escarpadas montañas de este agreste país. Sin embargo, las críticas en contra del presidente han arreciado desde varios ángulos de la vida nacional, debido a su decisión de repatriar a todos los soldados. Por ejemplo, el influyente diario The Washington Post escribió: “Biden toma el camino fácil para salir de Afganistán. El resultado probable es un desastre (una vez que las tropas hayan abandonado suelo afgano).” Y agrega el cronista que será un abandono a las esperanzas e ideales del pueblo afgano, que creyó que los estadounidenses les ayudarían a construir un sistema democrático y al logro de la modernidad del país; y, por el contrario, existe el peligro de que vayan a regresar al status quo del 2001, con el retorno de los talibanes al poder, con todas las implicaciones que ello significará para el mundo libre y no solo de Afganistán.

            Por otra parte, los defensores de los derechos humanos también deploran la decisión de Biden, al argumentar que vendrán tiempos muy difíciles para los pobladores de este país y se apoyan en informes oficiales de los servicios de espionaje norteamericanos, que aseguran que los talibanes aprovecharán la salida de los soldados de USA, para expandir su poder y pondrán “en la cuerda floja” al actual gobierno afgano. En todo caso, los resultados de esta determinación que ha tomado Joe Biden, solo podrán ser sopesados en el transcurso del tiempo, especialmente con el comportamiento de las células terroristas islámicas; es decir, si no vuelven a atacar a los Estados Unidos, el mandatario demócrata habrá acertado; pero si se repitiera otro atentado de gran envergadura en el interior de los Estados Unidos, su decisión habrá sido una de las más erróneas de la política exterior de la Casa Blanca.

            Pero lo evidente es que 20 años de guerra en un país inhóspito y salvaje, son más que suficientes, más aún cuando no existe deseo genuino de parte de las facciones en guerra por alcanzar la paz y llevar el progreso a esa nación islámica.

La mayoría estamos con Biden, según tiene que ser. 


¿Qué Queda del Estado Islámico

(Isis o Daesh)?

 

ORIENTE PRÓXIMO- Ante la débil memoria de las personas alrededor del planeta, debemos recordar qué es el Estados Islámico, llamado también Daesh, Isis o yihad islámica, ya que la opinión mundial ubicada en el otro hemisferio, actuó con total indiferencia ante los crímenes que estaba perpetrando el yihadismo en los territorios de Irak y Siria y ante el avance vertiginoso que esos asesinos vestidos de negro, iban efectuando en esas dos naciones a las que partieron por la mitad y se hicieron con una extensión tan grande como las islas británicas. Mientras eso sucedía, la parsimonia del entonces presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, permitía que los terroristas ultra-criminales, siguieran segando las vidas de personas inocentes, raptaran a madres, esposas e hijas y las convirtieran en esclavas sexuales, y la indiferencia de la comunidad mundial proseguía irresponsablemente, dándole la espalda a esos abusos sangrientos que ocurrían todos los días.

            Nunca antes tanta gente había actuado tan indiferentemente ante tanta criminalidad expuesta a la luz del día y de la prensa internacional, ante los prisioneros que decapitaban ante las cámaras de filmación o ante aquellas gentes que quemaban vivas en jaulas, solamente porque no eran confesos seguidores de los terroristas que actuaban bajo las órdenes del supuesto clérigo Abú Bakr al-Bagdadi, muerto por un contingente de soldados estadounidenses el año pasado (2020). Si los nazis fueron “las antípodas” de todo lo bueno del ser humano en la cuarta década del Siglo XX, los yihadistas del Daesh lo fueron en la segunda década del nuevo milenio; pero con la gran diferencia de que todavía se despotrica en contra de los primeros por el genocidio causado en la Europa de la Segunda Guerra Mundial; y los segundos son echados a la indiferencia y el olvido, en épocas cuando los celulares lo captan todo mediante las imágenes en movimiento y las voces de los actores de los sucesos. Es decir, a pesar de que estamos en tiempos de la comunicación más moderna, los crímenes del Estado Islámico no fueron tomados en consideración por el gran público seguidor de las noticias diarias. Algo inconcebible y aterrorizante y cuya única explicación radica en ese sentido de “la indiferencia” a la cual se refirió el Papa Juan Pablo II, como el verdadero mal que afecta a la generación contemporánea.

 

Justos con Vladimir Putin     

                        

            Hemos señalado que el Daesh adquirió una fuerza militar y psicológica extraordinaria, mientras los países occidentales (Estados Unidos, Inglaterra y Francia), no lo combatieron, a pesar de que sus periodistas eran cercenados y subidos a las redes sociales, como Youtube, cuando les cortaban sus cabezas. Incluso, el poderío de los yihadistas no se circunscribió únicamente al militar o terrorista, sino también al económico, porque contó con las donaciones millonarias que provenían de las mismas naciones de Occidente y de la venta del petróleo que extraían de los yacimientos iraquíes y sirios y los compraba a bajos precios el gobierno dictatorial y tiránico de Erdogan, en Turquía. Cada día que pasaba, el Daesh se hacía más fuerte e invencible y solamente el ejército sirio, apoyado por las milicias kurdas, con su natural arrojo y valentía en los campos de batalla, causaban ciertos importantes daños a los miembros del Estado Islámico.

            Ante esa triste realidad, el presidente de Siria, Bashar al-Assad, y mientras los combates se desarrollaban en los barrios periféricos de Damasco, la Capital del país, tuvo la genial idea de viajar a Moscú, Rusia, para solicitar ayuda militar a Vladimir Putin y así combatir con eficacia a los terroristas islámicos. Putin respondió afirmativamente y, desde la base en Latakia, en el Mediterráneo sirio, comenzó los ataques aéreos, y, desde el Mar Negro, sus barcos lanzaban misiles teledirigidos contra las posiciones del Daesh. Así comenzó la derrota del Estado Islámico. Empero, el gobierno de Obama, adormecido en su irresponsabilidad e irrealidad, seguía en su doble juego de combatir tímidamente al Isis, y al mismo tiempo permitirle los abusos que estaban efectuando. Esa actitud inexplicable para los analistas de la geopolítica aún se mantiene y, a la postre, causó la derrota electoral de la candidata demócrata, Hillary Clinton, en las elecciones que se realizaron pocos meses después, porque el votante estadounidense no alcanzaba a explicarse cómo la Casa Blanca permitía que los terroristas cortaran cabezas de sus periodistas, sin que el presidente Obama intentara detenerlos siquiera o asustarlos con el poderío del Pentágono.

            Tenemos que ser enteramente justos con la figura de Vladimir Putin, quien en estos momentos enfrenta fuertes presiones internas en Rusia de parte de sus opositores, porque, sin la participación de las Fuerzas Armadas rusas, la derrota del Daesh hubiese sido una quimera, una imposibilidad de las más nefastas que ahora mismo estaría sufriendo la humanidad, porque los planes de estos terroristas eran apoderarse de toda el África árabe, los Balcanes y Al-Andaluss, o la actual España, que, durante la Edad Media, estuvo en poder de los musulmanes en su casi totalidad. ¡E iban camino de conseguirlo, debido a la cobardía de unos y la debilidad de los otros!

 

Siria herida de muerte

 

            Con millones de ciudadanos exiliados y en franca huida de su territorio, asilados en Europa y Turquía principalmente, y con la infraestructura absolutamente destruida, Siria proclamó la derrota definitiva del Estado Islámico o Daesh, gracias a la ayuda desde Rusia, los kurdos, las milicias iraníes y las yizadíes. Sin embargo es una nación herida de muerte, cuya reconstrucción costará billones de billones de euros y un esfuerzo humano descomunal.

            Del Estado Islámico han quedado varias células repartidas en la misma Siria, Irak, el África negra, Libia y Egipto, muy debilitadas, sin el liderazgo que una vez tuvo sobre ellas, Abú Bakr al-bagdadi, y sin el apoyo económico internacional que le fue propicio cuando gobernaban en gran parte de Oriente Próximo. Sus ataques se circunscriben a secuestros y asesinatos de ciudadanos comunes, colocación de coches-bomba y algunas escaramuzas que no llegan a ser de gran importancia. Frenaron los atentados terroristas en Europa, principalmente en Inglaterra, Francia y Bélgica; y las prisiones sirias e iraquíes, están llenas de excombatientes que se rindieron o fueron capturados por las tropas internacionales y que permanecen en una especie de “limbo” jurídico, pues no hay voluntad ni organización que desee juzgarlos y mucho menos repatriarlos en el caso de los yihadistas que nacieron en Europa y los Estados Unidos, donde son rechazados de plano.

            La última gran noticia que le dio la vuelta al mundo en los medios de prensa, fue la muerte del número 2 del Daesh, el sucesor natural de al-Bagdadi, llamado Abú Yaser al Isaui, quien fue abatido cerca de Kirkuk, Irak, el 27 de enero pasado, cuando la coalición internacional, liderada por los Estados Unidos, lanzó un bombardeo sobre blancos yihadistas que se mantenían en la zona. Junto a este criminal del Daesh, murieron otros 10 miembros del Isis, según informó en su cuenta de Twitter, Wayne Marotto, portavoz de los soldados internacionalistas. “La muerte de Yaser es otro golpe significativo a los esfuerzos del Estado Islámico por resurgir en Irak; nuestra coalición seguirá eliminando a líderes clave del campo de batalla y degradando a la organización terrorista. Nunca vivirán en paz y serán perseguidos hasta los confines de la Tierra,” apuntó el mismo personero estadounidense. Por su parte, el gobierno de Irak manifestó que la operación que dio de baja al nuevo líder del Daesh, fue conjunta y coordinada con las Fuerzas Armadas iraquíes y “fue una respuesta atronadora dada por las fuerzas de seguridad (de Irak), al Estado Islámico”, reza un boletín emitido por Bagdad.

            Al Isaui fue “gobernador” del Daesh en el norte de Irak y había sucedido en el cargo máximo al frente de la organización, a Ahmad Abdul Kader al Jazza, quien fue jefe de operaciones de los terroristas en la Capital iraquí. Así, de esa manera, se le cortó otra cabeza a la serpiente y se espera que muchas más sean cortadas en el futuro, hasta que las células queden completamente aniquiladas del panorama de Oriente Próximo, según han asegurado las fuerzas militares que luchan contra el Daesh.

            Pero de aquella “tormenta de muerte y sangre” que masacró a pueblos y ciudades enteras en los desiertos de Siria e Irak y cuyo nombre fue Daesh o Estado Islámico, solo queda una “débil brizna” que, en el análisis de los expertos militares, pronto será borrada de la faz de la Tierra en su totalidad.


Unión Europea Sanciona a China Comunista, pero no fue por Motivo del Coronavirus

 

BRUSELAS, Bélgica- Finalmente la UE se acordó de lo dañina que es China en el conglomerado de las naciones del mundo y la sancionó recientemente, un hecho que no se producía desde 1989, cuando embargó la compra de armas de parte de los orientales, debido a la matanza de estudiantes que el ejército amarillo perpetró en la Plaza de Tiannamen. Recordemos que esa fue la única y tímida sanción de los europeos contra los chinos criminales, que dejaron manchada la explanada con la sangre de miles de jóvenes que trataban de presionar al gobierno maoísta para que se abriera a la democracia.

            En esta oportunidad, el gobierno de la Unión Europea ha dirigido las medidas contra los altos dirigentes chinos, debido a las repetidas violaciones de los derechos humanos, en especial contra la minoría uigur, en Xinjiang. Los Estados Unidos, Canadá e Inglaterra -recién separada de la UE-, también vieron con buenos ojos las sanciones y formaron un frente común con los europeos.

            En concreto, la UE añadió a cuatro dirigentes y un organismo chinos por esa razón, por atentar contra la dignidad y las vidas de los componentes de la etnia uigur. Por su parte, Beijing, sede del gobierno de la China comunista, advirtió que “la iniciativa de Bruselas socava seriamente las relaciones bilaterales” y anunció, seguidamente, una represalia contra 10 individuos y cuatro entidades de la Unión Europea.

            El mecanismo utilizado por la UE en este caso específico, fue adoptado en el año 2020, tomando como punto de partida el ejemplo dado por la administración del ex presidente Barack Obama, en los Estados Unidos, tras crear la ley Magnitski, que penaliza de manera “quirúrgica y teledirigida” a determinados individuos o Instituciones, y se fundamenta, en parte, en prohibir la entrada a territorio comunitario (europeo), o la congelación de su dinero que yace en Bancos de la UE. Esta acción fue puesta en práctica contra altos funcionarios rusos, por su implicación directa en la persecución y encarcelamiento del líder Alexéi Navalny, opositor a Vladimir Putin, y hoy preso en una cárcel de Rusia. Cuando la Unión Europea tomó esa decisión, siempre lo hizo en coordinación con el gobierno de los Estados Unidos; y fue un acto que se dificultó durante la presencia de Donald Trump en la Casa Blanca y su oposición decidida contra la UE en todo sentido y su amistad con el Kremlin y el dictador ruso, Putin. Trump fue un obstáculo enorme para la política de la UE, en todo momento, desde su llegada al poder en Washington.

 

Mensaje directo, sólido y categórico

 

            Los 27 miembros de la Unión Europea, con esta determinación contra los chinos comunistas, ha enviado un sólido mensaje a ese gobierno del lejano oriente, en el sentido de que está dispuesta a defender los derechos humanos y siempre estará dispuesta a actuar “de manera tangible contra los responsables de violaciones y abusos”, según ha indicado un comunicado emitido por la UE a los medios de prensa que cubren la sede de Bruselas.

            Específicamente, las sanciones han caído sobre Shu Hailun, exsecretario del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, quien, además, es considerado “el arquitecto del programa de vigilancia, detención y adoctrinamiento a gran escala, dirigido contra los uigures y contra personas de otras minorías étnicas musulmanas.” En este punto hay que recordar que más de un millón de miembros de esa minoría, han sido internados en campos “de reeducación” (que son, en realidad, campos de concentración o castigo), según un amplio informe emitido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Así mismo, fue incluido en la lista de sancionados, Wang Junzheng, considerado “el responsable de las detenciones arbitrarias a gran escala y los tratos degradantes infligidos a los uigures y de las violaciones sistemáticas de su libertad de religión”, desde su puesto de secretario del Partido del Cuerpo de Producción y Construcción de Xianjiang.

            Otro de los sancionados por la UE ha sido Wang Mingshan, miembro del Comité Permanente del Partido en Xinjiang, acusado de ser “el responsable del mantenimiento de la seguridad interna y la aplicación de la ley en la región, y, como tal, (tiene) un puesto político clave, encargado de supervisar el programa de vigilancia, detención y adoctrinamiento a gran escala.” Finalmente fue sancionado por la UE, Chen Mingguo, director de la Oficina de Seguridad Pública de Xinjiang, que es el organismo que ha lanzado un programa de big data, utilizado para rastrear a millones de uigures y señalar a los que se consideran “potencialmente amenazantes para enviarlos a campos de detención.”

            La Oficina de Seguridad Pública del Cuerpo de Producción y Construcción de Xianjiang, que es el departamento encargado de aplicar las políticas que han resultado en violaciones de los derechos humanos de la minoría uigur, también ha sido puesta “en la mira” de la UE y sancionada como único organismo chino, hasta el momento.

            La respuesta de China ha sido tan rápida como esperada y anunció que impondrá, a su vez, sanciones contra 10 ciudadanos europeos, entre ellos cinco europarlamentarios, a quienes acusa de “difundir maliciosamente mentiras y desinformación”; y también contra cuatro entidades, dentro de las cuales han incluido al Comité Político y de Seguridad del Consejo de la UE, y, por medio del Ministerio de Asuntos Exteriores, China ha instado a la Unión Europea a “corregir su grave error y mantenerse al margen para no interferir en los asuntos internos chinos.” Seguidamente, Josep Borrell, representante de la política exterior de la UE, manifestó que las determinaciones de China “son lamentables e inaceptables (y), en lugar de cambiar sus políticas y abordar nuestras legítimas preocupaciones, China ha vuelto a hacer ‘la vista gorda’, (y) no cambiará la determinación de la UE de defender los derechos humanos y de responder a las violaciones y abusos graves, independientemente dónde se cometan.” Puntualizó.

 

Otros señalados por la Unión Europea

 

            No solamente China ha sido puesta en “la mira” de los europeos, sino también 11 personas y 4 entidades responsables de la represión en Corea del Norte; ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas en Libia; de tortura y represión contra personas de la comunidad LGBTI y opositores políticos chechenos, en Rusia; y de torturas, ejecuciones y homicidios extrajudiciales, sumarios o arbitrarios en Sudán del Sur y en Eritrea. Lo mismo han hecho contra 11 personas responsables del golpe militar en Myanmar y la posterior represión contra manifestantes pacíficos en ese país asiático.

            Por su parte, los Estados Unidos también han incluido en su “lista negra” a los individuos chinos señalados por la UE, acusados por cometer atrocidades contra las minorías musulmanas, en Xinjiang. Un comunicado emitido por el gobierno de Washington en torno a este asunto, indica: “Los funcionarios chinos han sido castigados bajo la ley Magnitski, con el impedimento de entrar en territorio estadounidense la congelación de los activos que puedan tener en este país. El Tesoro se compromete a que el gobierno chino pague las consecuencias por los abusos contra los derechos humanos, la detención y la tortura contra los uigures y otras minorías étnicas.” Explica el documento.

            Reino Unido y Canadá han manifestado por medio de sus voceros de RR.EE., que en este caso de las sanciones contra China, “la coordinación con los Estados Unidos y la UE, ha sido perfecta, en especial la sincronización de las distintas Capitales” que se han puesto de acuerdo para afectar la política homicida del régimen comunista que domina desde Beijing.

            En palabras sencillas, podemos decir que los países amigos que han castigado a la China comunista, “desenfundaron la fusta” y aplicaron las sanciones precisas a los infractores precisos; aunque muchos consideran que se debió haber tocado el tema del tratamiento de la pandemia por parte de los chinos, que tiene tintes de homicidio global y masivo y no puede estar sujeto al concepto de “accidente”, de ningún modo. Habría que esperar si la UE tocará este asunto en lo sucesivo, porque, hasta el momento, China y su gobierno están quedando impunes ante los millones de muertes que ha causado el Covid-19, aparecido, difundido y contagiado desde la ciudad de Wuhan. 


El Orgullo Fatuo de los Mexicanos en la

Figura de su Presidente

 

RESIDENCIA DE LOS PINOS, México D.F.– ¿Orgullo de qué, para qué y por qué? Esas son las tres preguntas en una, que le formulamos a los mexicanos, siempre orgullosos y nunca sabemos “por qué,” uno de los países con mayores problemas alrededor de la Tierra, quizás en las mismas “ligas” de la India y un poco mejor que Somalia, donde el hambre, la pobreza, la población que crece sin detenerse hasta márgenes insospechados e inconcebibles; la segregación de los indígenas, la discriminación y humillación de la mujer, la riqueza en unas poquísimas manos y dos camarillas que se reparten, se intercambian y se suceden en el poder, es parte del caos infrahumano que sufren los mexicanos, sin tomar en cuenta el “otro poder” que los gobierna a sangre y fuego y que proviene del sicariato, el brazo armado del espantoso narcotráfico que tiene a México por la garganta desde hace décadas. Por eso volvemos a preguntar: ¿Tienen los mexicanos algo por qué sentirse orgullosos?

            Ciertamente tienen un país grande territorialmente (extenso para ser más precisos), pero siempre han sido incapaces de ponerlo a producir, sembrarlo de punta a punta, extraer sus recursos minerales (petróleo y plata), para saciar el hambre de sus habitantes y lo más importante, repartir equitativamente las tierras a los campesinos y aborígenes, quienes tienen que emigrar a las populosas ciudades, detrás de un sueño que nunca llega y se desvanece apenas se topan con los pocos hombres blancos que les cierran las puertas hacia las oportunidades. Eso es México y más, el país de las telenovelas y los cantantes que, al ver que su fama decae (su endeble fama impulsada por TV Azteca y Televisa), optan por llamar la atención declarándose homosexuales (como en el caso de Verónica Castro y demás lesbo-amigas).

            Lo cierto es que, no más llegando al aeropuerto Benito Juárez de esta ciudad, vas observando la enorme desproporcionalidad social que existe en esta nación que, paradójicamente, se siente también orgullosa porque su Capital acusa una cifra record de población, capaz de competir con Brasil, China, la India y otros países a los que sus habitantes se “han disparado” hasta márgenes ingobernables y preocupantes. Y es que nunca jamás, y en ningún caso, la explosión demográfica ha sido positiva, sino más bien ha sido una razón para preocupar a las autoridades, a los sociólogos y demás observadores, por todos los problemas que trae consigo.

            Y no debemos “dejar en el tintero” el hecho de la galopante corrupción del mexicano que comienza en la cabeza, en sus gobernantes, y termina en el pueblo raso y adquiere todas las formas posibles, desde que te roban en el puesto de comidas en las calles, hasta el ex presidente de la República que se ha robado billones de dólares y ahora anda en fuga por el mundo. México es el país de la corrupción, donde “sería oportuno institucionalizarla (o legalizarla)”, según nos comentó en una ocasión un conocido.

            Pero los mexicanos se sienten superiores a todo: llaman a los centroamericanos “changos” (monos), por nuestra apariencia física; empero, no se fijan en ellos mismos y sus fuertes rasgos precolombinos que los asemejan más al hombre primitivo que al moderno; alardean que tienen un territorio capaz de abarcar a toda Europa occidental, pero no ven el hambre que sufren márgenes importantísimos de su pueblo, porque ese territorio no lo hacen producir y, en  su defecto, tampoco lo desarrollan mediante carreteras, alumbrado eléctrico, agua potable, buena hotelería ni otros aspectos que lo hagan comparable ni en mínima instancia con los países más pobres de Europa (si los hubiera). En otros términos, la miseria se da la mano con México y los mexicanos la abrazan y la hacen suya desde que tenemos memoria.

 

Al grano

 

            El anciano (y corrupto para mejores señas), llamado Andrés Manuel López Obrador –pues gusta que lo llaman por su nombre completo-, se niega a colaborar con el nuevo gobierno estadounidense de Joe Biden y ha dado un portazo en las narices a una comitiva oficial que la Casa Blanca ha enviado a Los Pinos para dialogar y poner un coto al difícil problema de la emigración descontrolada que parte desde América Central y de México mismo, hacia los Estados Unidos.

            Llama la atención este desdén –peligrosísimo para las relaciones bilaterales, pues México depende en un 99,9 por ciento de los Estados Unidos, en todo sentido-, porque López era un solícito colaborador del anterior mandatario norteamericano, Donald Trump, y estaba siempre anuente a darle el “sí”, cuando aquel le pedía hasta lo mínimo. Pero, en aquel caso, López Obrador le tenía terror al demente Trump y sabía que habría consecuencias inmediatas negativas, si se le enfrentaba al “yanqui”; pero con Biden ha sacado a relucir su orgullo fatuo (esto es, sin fundamento real alguno), y ha rechazado a la comitiva.

            La prensa internacional lo resume de esta manera, textualmente: “A pesar de haber enviado una delegación de alto nivel a México a tratar de extraerle a los vecinos del sur cooperación para contener la crisis migratoria, Joe Biden se ha topado con una sorpresa inesperada: la acrimonia de Andrés Manuel López Obrador, quien no esconde su desdén por la nueva Casa Blanca.” De manera paralela, ha soltado su verborrea cansina, lenta, adormiladora, según su modo de expresarse, y ha atacado a Washington de la misma forma como lo hace con España, en su habitual conferencia de prensa de los martes y ha dicho el presidente de los mexicanos que “México no es una colonia. No aceptamos visitas de supervisión. Si no somos colonia, no somos protectorado. México es un país independiente y soberano (esto que se lo diga a los narcotraficantes, quienes son los verdaderos dueños de este país). Siempre imaginan –continuó-, que van a venir de Estados Unidos a regañarnos o que nosotros entramos en componendas, negociaciones indignas. Se equivocan.” Puntualizó sin acordarse de que la Casa Blanca se asemeja a la fábula del león con el ratón: le bastará mover el dedo chico de su pata para acabar fácilmente con el roedor, en este caso el gobierno mexicano y su petulancia.

            El grupo negociador enviado por el presidente Biden, está conformado por Roberta Jacobson (craso error haber enviado a una mujer a un país machista en el caso de México, pues ello hubiera humillado a López Obrador al tener que dialogar con un ser inferior, en el ejemplo de la mujer); el encargado de Latinoamérica y el Caribe en el Consejo de Seguridad Nacional, Juan González; y el recién nombrado enviado especial para el Triángulo Norte de Centroamérica (conformado por Honduras, Guatemala y El Salvador), Ricardo Zúñiga. A pesar del rechazo y el infantilismo del anciano López Obrador, se reunieron en Ciudad de México con el canciller Marcelo Ebrard, para analizar la problemática del creciente fenómeno migratorio, al que Trump le encontró “una solución” muy a su estilo: construir un enorme muro intrafronterizo, que nunca pudo concretar. Pero el problema se puede agudizar para México que se ha puesto en la posición del ratón frente al león, alzando sus chillidos tratando de impresionar y asustar al gran felino, sin tomar en cuenta cuál de los dos tiene el verdadero poder, porque la Casa Blanca ha condicionado el envío de 2,5 millones de vacunas de AstraZeneca a México, a cambio de que el gobierno mexicano la ayude en el engorroso tema de la inmigración. Es por eso que “el matonismo” provenido de la fatuidad de su arrogancia, no es nada más que una pose suicida de parte de Obrador, que podría dañar a millones de mexicanos frente a la mortandad que está causando el covid chino.

 

Con Trump, la analogía de la mujer que teme a su compañero violento

 

            Al ver la pose estúpida y engreída de Obrador contra Biden, recordamos su relación con Donald Trump, que, según el psicólogo consultado por este periódico, Robert Zacarías, se asemeja mucho “a la mujer aterrorizada por su compañero (amante o esposo), quien es violento y hace con ella lo que le place y la pobre mujer siempre está anuente a obedecer hasta los mínimos caprichos de su contraparte.” Así era Donald Trump (siempre violento), frente a un López Obrador (en el papel de la pobre mujercilla), que, si no obedecía, le podría caer encima una descomunal golpiza.

            Recordamos que en una visita de Obrador a la Casa Blanca le dijo a Trump, delante de todos los periodistas ahí reunidos: “Usted no nos ha tratado como colonia (el siempre cansador y necio tema  en la boca de López Obrador); al contrario… ha honrado nuestra condición de nación independiente. Por eso estoy aquí, para expresar al pueblo de los Estados Unidos que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto (¿?). Nos ha tratado como lo que somos: un país y un pueblo digno (¿?), libre (¿?), democrático (¿?) y soberano (¿?).” Vemos que todos los adjetivos que utilizó Obrador en esa oportunidad, no pueden endilgárseles a México en modo alguno, pues son imprecisos en la realidad diaria de esa nación.

            Sin embargo, la realidad que prevaleció en esas relaciones presuntamente “amistosas” entre Trump y el mexicano, fue el abuso descarado y grosero de parte del “gringo”, quien le devolvió a Obrador a los inmigrantes “en caliente y sin papeles,” cuando estos esperaban, estacionados en la frontera mutua, que las Cortes de Justicia estadounidenses les permitieran entrar a los Estados Unidos. Y las detenciones llegaron a un número exorbitante de 851,508 centroamericanos, en el 2019, y fue la pandemia enviada desde China la que amainó con ese procedimiento. Así según el prestigioso centro de estudios Pew. Es decir, a Trump le bastaba mirar fijamente a los ojos de Obrador, para que éste se hincara en señal de obediencia y le complaciera hasta en las peticiones más abyectas que a aquel se le ocurrieran, de acuerdo a sus interminables caprichos.

            Pero Manuel López Obrador, actuando como la misma mujer que se acostumbra al maltrato de su compañero agresor y abusivo, no le ha gustado el humanismo del nuevo mandatario estadounidense, Joe Biden, quien se ha dado a la tarea de eliminar varias de las leyes salvajes emitidas por Trump. Por ejemplo, firmó una serie de decretos para deshacer algunas de las medidas migratorias más polémicas creadas por Donald Trump, como la que permitía devolver a los niños “en caliente” y que habían ingresado unos pocos metros en territorio de los Estados Unidos. Ahora se les trata con humanidad y se les proporciona hospedaje y alimentación del lado estadounidense. “Desde entonces, los menores sin acompañar han ido llegando a miles”, han dicho varios congresistas que han visitado los centros de detención ubicados en Texas. Hasta marzo de este 2021, la cifra de estos menores alcanzaba el record de los 17 mil.

            Y es que las leyes que Donald Trump intentó cambiar a la fuerza, indican que “el sistema de asilo de los Estados Unidos permite a quienes lo soliciten que pueden esperar una decisión dentro de USA (y), a los seis meses, pueden trabajar (…).” Al republicano dicha ley le resultaba intolerable y luchó por pisotearla y eliminarla lo más pronto posible.

            Para finalizar, es oportuno destacar que Joe Biden ha ofrecido a los inmigrantes una amnistía, especialmente a quienes hayan ingresado a los Estados Unidos antes del 1 de enero del 2021; y ha repetido incansablemente a las personas centroamericanas que quieran tomar la ruta suicida, a pie, hacia los Estados Unidos, atravesando todo México, que “no lo hagan, porque la frontera sigue cerrada.” El tono actual de la Casa Blanca es humanista, gentil y culto; el de antes era prepotente, crudo y amenazante; pero a López Obrador, igual a la mujer masoquista que se acostumbró a los golpes de su marido, le parece mucho mejor la rudeza de antes que la gentileza de ahora. Cuestión de gustos y del diván de un psiquiatra, donde podría recostarse el mandatario mexicano para que siga entonando su eterna canción de que “México no es una colonia.” Y, ciertamente no lo es, porque ahora pertenece a los cárteles de la droga. Punto final.


Sublevados Campesinos de la India

 

NUEVA DELHI- En parte por la posición irracional del gobierno de este gigantesco país; y en parte por la ancestral miseria de la mayoría de sus habitantes, es por lo que los campesinos de la India se han sublevado contra el orden establecido.

            Tal es la situación, que la cantante estadounidense Rihanna, junto a la activista sueca (adolescente para mayores señas), Greta Thunberg; y la abogada Meena Harris, sobrina de la vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, criticaron con acidez la actitud del gobierno central de la India con respecto al campesinado y apoyaron moral e intelectualmente a los alzamientos de las gentes del campo. La reacción ante los comentarios de las mujeres famosas que hemos citado, se presentó horas después de que aparecieran en Twitter principalmente, y una muchedumbre afecta al gobierno indio, quemó fotografías de la joven Thunberg, en las calles de esta ciudad Capital. Además, un comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la India, contraataca y explica que “la tentación de los hashtags y comentarios sensacionalistas de las redes sociales, especialmente cuando son recurridos por celebridades y otros, no es precisa ni responsable. Antes de apresurarnos a comentar tales asuntos, instamos a que se averigüen los hechos,” dice textualmente el texto de RR.EE.

            “El fuego cruzado” entre unos y otros se ha dado en momentos cuando en la India, la segunda nación más poblada del mundo, después de la China comunista, se está procediendo a la vacunación masiva contra el coronavirus chino, que ha causado casi 11 millones de personas contagiadas y 156 mil muertos. Las autoridades gubernamentales se muestran satisfechas porque la campaña de vacunación va a buen ritmo y, en apenas 15 días, han vacunado a tres millones de ciudadanos. “¡Ningún otro país, en ese margen de tiempo, ha vacunado a tanta gente!” Subraya exultante un portavoz del gobierno.

 

Manifestaciones de los hombres del agro

 

            A pesar del marcado optimismo de parte del gobierno indio, los campesinos se muestran furibundos y han explotado en actos violentos, precisamente porque el Estado ha dado a conocer una serie de leyes que afectan negativamente a las regiones campesinas y apartadas de las grandes ciudades, y que son las que cosechan los productos que alimentan a millones de otras personas en toda la nación. Indican que es un asunto de “supervivencia” general de quienes cultivan las tierras en la India; y por esa causa los alzamientos llevan más de tres meses de observarse en aldeas, ciudades y donde sean necesarios para llamar la atención de los gobernantes.

            Lo anterior se desglosa en contenedores y gran cantidad de neumáticos incendiados, autovías bloqueadas con barricadas hechas con tractores, trenes bloqueados por torres de ladrillos y campamentos que albergan a los mismos campesinos, instalados en las afueras de Nueva Delhi. En esos sitios improvisados, cocinan, pasan sus días y noches y hasta han levantado bibliotecas donde leen y pasan sus largas horas de ocio, mientras sus dirigentes dialogan o discuten con los representantes del Estado. El objetivo de los campesinos persigue erradicar tres leyes aprobadas en septiembre pasado, que acabarían con las ventas de las cosechas en los mercados mayoristas, regulados por el gobierno, y así los grandes comerciantes podrán adquirir los productos del campo en forma directa a los agricultores y serán esos compradores quienes fijarán los precios y no el Estado. Según la versión de los políticos instalados en Nueva Delhi, “las nuevas reglas permiten a los agricultores vender sus productos a cualquier persona por cualquier precio, lo que les da más libertad para vender directamente a los compradores o a otros Estados.” Pero ese argumento es rebatido por los agricultores al señalar que “estas leyes facilitarían que las corporaciones exploten a los trabajadores y ayudarían a las grandes empresas a bajar los precios.” Justamente ese es el quid del asunto, el punto donde se centra la problemática que ha desatado el descontento y la violencia de los sembradores.

            Las gentes que no tienen que ver directamente con los agricultores, ubicadas en el grosor del pueblo de este país, apoyan moralmente a aquellos y no pierden de vista que el sector agrícola emplea a más de la mitad de la población de la India, compuesta por 1,300 millones de personas, y sustenta al 18 por ciento de todo el Producto Interno Bruto (PIB), de esta nación asiática. De tal manera, el gobierno no puede obviar lo que está pasando y al sector desde donde parten las protestas; además, es el 58 por ciento del electorado el que está furioso en las calles contra el Primer Ministro y éste sabe que si las elecciones fueran mañana mismo, no resultaría reelecto al cabo de unos comicios en los que sería arrollado por la oposición. Tal la cólera manifiesta de los agricultores, un conglomerado productivo que es sumamente importante en la India, quizás como no lo es en otra nación circunvecina.

 

Partes irreflexivas e inflexibles

 

            Las reuniones bilaterales van y vienen. Es común observar la manera como los hombres que siembran la tierra llegan a la sede del Gobierno, se introducen allí, pasan largas horas discutiendo los puntos clave y salen con las manos vacías y la furia contenida estalla pocas horas después en las mismas calles y carreteras a lo largo y ancho de la nación. Cuando redactamos esta crónica, se han celebrado más de 30 reuniones entre ambas partes, pero el acuerdo final que calme las ansias y el disgusto de los campesinos, aún no se vislumbra ni lejanamente siquiera.

            No obstante lo anterior, la Corte Suprema, hace escasas tres semanas, emitió una orden para suspender las tres polémicas leyes agrícolas, mientras se formaba un comité de mediación para llegar a acuerdos entre el gobierno y los enardecidos hombres del agro. Empero, estos últimos consideran que esos mediadores no son neutrales y los han  rechazado categóricamente ad portas.

            En medio de su desesperación, pues los paros de las actividades laborales (huelgas) minan ostensiblemente la economía global del país, el Primer Ministro del país, Narendra Modi, ordenó la suspensión del servicio de internet en los distritos ubicados en las afueras de la Capital, donde están las bases de los agricultores (duermen, cocinan, ven a sus familias y planean las estrategias contra el Estado), precisamente para evitar que los manifestantes transmitan las directrices a los demás núcleos de agricultores, repartidos en la geografía de la India y continúen los alzamientos. Es por ello que uno de los líderes ha dicho: “los políticos no quieren que se vean  nuestras protestas pacíficas; en sus canales sólo publican imágenes de fuego y destrucción. El gobierno ha bloqueado internet. Una democracia no hace esas cosas; ahora van por los medios de comunicación que informan con libertad. Son medidas muy antidemocráticas.” Así según las palabras de Samyukta Kisan Morcha, líder de uno de los sindicatos agrícolas más grandes. También se ha sabido que en los Estados de Haryana y Uttar Pradesh, han sido detenidos algunos periodistas por parte de la policía, por el simple hecho de cubrir las protestas, lo cual revela la desesperación del gobierno central, su frustración e impotencia por acallar las voces de los sembradores. “No van a conseguir silenciarnos. Los diferentes grupos y sindicatos, que normalmente estamos enfrentados por competencia y territorios, ahora nos hemos unido para hacer esto una lucha colectiva”, deja escuchar el mismo sindicalista.

            Y es que la coyuntura ha pasado “de castaña a oscura”, debido a que han muerto unos 147 agricultores por diferentes causas, que van desde los suicidios, accidentes de tráfico y enfrentamientos con la policía durante las manifestaciones, un número que no se puede dejar pasar inadvertido y que es el resultado del hermetismo y la tozudez del mismo gobierno que se niega a atender y solucionar las demandas de este importante conglomerado de hombres y mujeres que producen la tierra.

            Por lo pronto, “no hay luz al final del túnel” y mientras no haya alternativa favorable y positiva… el caos seguirá reinando en este inmenso país asiático.


Ese Amor de Algunos Españoles por Cuba…

 

SALA DE REDACCIÓN- Podemos comprender ese cariño de algunos españoles por la isla antillana, cuando recordamos que fue una de las últimas colonias que la Corona retuvo y que, solo después de una cruenta guerra de independencia, logró ser libre; comprendemos también que muchos ciudadanos peninsulares se trasladaron a Cuba porque les encantaban los aires marineros y la alegría de los cubanos; todo eso y más lo podemos entender y hasta aplaudir. Pero donde nuestro entendimiento se nubla es cuando, a pesar de la sangrienta dictadura de los Castro, varios españoles siguen clamando por “suavizar” las sanciones que Washington tiene sobre el oprobioso sistema comunista, sanciones que no se deberían levantar jamás, mientras el pueblo de la isla no obtenga su libertad individual y conjunta y viva dentro de un sistema pleno de garantías civiles, económicas y espirituales. Y esto solo en democracia lo podrían alcanzar.

            De tal forma, el embajador de la Unión Europea (UE), en Cuba, el español Alberto Navarro, fascinado por la tiranía que maneja tras bastidores Raúl Castro, ha solicitado al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, que retire al gobierno cubano de la lista de países que patrocinan al terrorismo a nivel mundial. Y si algo nos pareció siempre bueno en el remedo de política que Donald Trump practicó en los últimos cuatro años, fue precisamente acabar con las dispensas que el gobierno Obama les concedió a los carniceros Castro y Díaz-Canel. En otras palabras, al comunismo antillano –o cualquier otro tipo que exista-, no se le pueden dar prebendas de ninguna clase. Y eso es, justamente, lo que pretende Navarro con la tiranía castrista.

 

Una carta abierta y firmada por 300 testaferros

 

            En un documento extenso, el embajador de la UE le ha pedido a Biden que “alivie” un poco las sanciones contra la tiranía (recordemos que días antes, Josep Borrel, Alto Representante de la UE, solicitó lo mismo al mandatario estadounidense), algo que ha contrariado al Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), porque conoce –y lucha-, precisamente contra el diario atropello a las libertades de los ciudadanos de la isla. Así también, ha acusado a Alberto Navarro de “reiterada parcialidad” a favor de la dictadura, algo que no necesita ninguna explicación, puesto que es muy evidente de parte de este funcionario llegado desde España.

            En dicha misiva, iban las firmas de 300 personas simpatizantes con el régimen comunista de los Castro, y fue entregada a la representación diplomática de los Estados Unidos en Cuba; por supuesto que le recordaron a Biden que fue su amigo y ex presidente, Barack Obama, quien promovió el deshielo con el gobierno cubano al final de su administración; y la actitud de Trump “recrudeció la situación” con las sanciones que impuso. Dichas sanciones –alegaron-, “agravan al más persistente y abarcador bloque/embargo que se haya impuesto a una nación,” según cita la carta en uno de sus párrafos principales e insta a Biden para que “comience a desmantelar el sistema de sanciones que continúa afectando al pueblo cubano y normalice relaciones con Cuba. Esto ayudará a todos los sectores de la sociedad cubana y abrirá oportunidades de inversión para los Estados Unidos en Cuba. Le pedimos a usted personalmente que tome acción ejecutiva y alivie las sanciones para darle al pueblo cubano una verdadera oportunidad en su búsqueda de la felicidad.” Finaliza el documento.

            De inmediato, al leer lo anterior surge gran cantidad de preguntas; pero la más importante quizás sea esta: ¿Verdaderamente a quiénes favorecería un levantamiento de las sanciones de parte de los Estados Unidos: a los ciudadanos comunes de la isla o a la camarilla gobernante, que se enriquecerá aún más con las supuestas inversiones que se establecerán? Porque es una falacia señalar que, en el tanto los norteamericanos eliminen parte de esas barreras, las libertades sociales, políticas y económicas, comenzarán a correr en las vidas de los isleños. Una mentira tan grande como el mismo Mar Caribe, porque lo que busca –y lo ha obtenido desde 1959-, la dictadura, es precisamente la perpetuidad en el poder, sin ceder un solo palmo ante las necesidades del pueblo. Quien crea que, extendiendo la mano a los dictadores, éstos aliviarán la represión… o no sabe nada de política o es un comunista consagrado o no sabe nada de la realidad que asfixia a los cubanos.

            Sin duda, tanto Borrell como Navarro, son dos afectos al presidente español, Pedro Sánchez, y éste a su socio en el gobierno, el marxista Pablo Iglesias Turrión, líder del partido de izquierdas, Podemos, y quien ha trabajado, en el pasado reciente, con la dictadura de Venezuela y ha ganado grandes cantidades de dinero por concepto de esas asesorías brindadas a los hombres de Nicolás Maduro. Es por ello que ven la realidad cubana con una parcialidad irresponsable y peligrosa, sin observar las violaciones (los crímenes), en las que incurren los dictadores en contra del ciudadano sencillo que desea libertades plenas.

 

Reacciones lógicas

 

            El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), mostrando su molestia ante las actitudes de Borrell y Navarro, ha enviado una carta al director del Servicio Europeo de Acción Exterior para las Américas, Mr. Brian Glynn, y a varios eurodiputados, en la que les pregunta si es normal que un embajador, en este caso Alberto Navarro, suscriba una misiva como la que le envió a Joe Biden, abogando por la dictadura castrista, mientras se silencia el verdadero problema que sufren los cubanos, traducido en violaciones masivas a los derechos humanos por parte del gobierno de Díaz-Canel y Raúl Castro; la ausencia de reformas políticas, económicas y sociales en la isla; y explicó que no es el bloqueo estadounidense el que empobrece a la sociedad, sino “el inmovilismo de la élite cubana, la que empobrece cada día a nuestro pueblo.”

            Seguidamente, acusa a Navarro de “reiterada parcialidad hacia la dictadura, quien coincide con los postulados del gobierno cubano, (acto) que dista mucho del papel de un diplomático que debería representar los valores democráticos de la Unión Europea y del cual se espera, como mínimo, cierto recato propio de su carrera.” Puntualiza la misiva en la que se describe fielmente la actitud polarizada hacia la dictadura y riñe con la investidura de un verdadero representante de la diplomacia europea, quien no debería favorecer nunca a un sistema que ataca vil y violentamente a los derechos humanos de una población al completo.

            En lo que respecta a la nueva posición de la Casa Blanca, bajo la dirección política y económica de Joe Biden, debemos recordar que el presidente señaló que estudiará todas las medidas tomadas por Trump, en relación a Cuba. No obstante, la presión externa hacia Biden para que no saque al sistema castrista de la lista de países que patrocinan al terrorismo, es bastante fuerte, especialmente de parte del exilio cubano radicado en los Estados Unidos. Por ejemplo, la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, quien lucha desde hace años contra la tiranía castrista, escribió a Biden en las redes sociales que “con el régimen cubano no se negocia. Y de hacerlo, tiene que haber condicionamientos.” Añadió que, para sentarse a dialogar con los tiranos cubanos, tiene que exigírseles a ellos “la libertad inmediata para todos los presos políticos, el cese de la represión contra los opositores y el pueblo cubano, respeto a los derechos humanos, derecho a las manifestaciones públicas pacíficas, elecciones libres y plurales sin coacción.” El texto lo finaliza Soler con este epitafio: “(…) los negocios no pueden estar por encima del sufrimiento de los cubanos.”

            Otras voces del exilio, esta vez desde el interior de los Estados Unidos, han ratificado la carta que Soler envió al Despacho de Biden, tal el caso de la congresista republicana de origen cubano, María Elvira Salazar, quien se muestra contraria a cualquier “guiño” que se le haga al sistema castrista de la isla; por eso escribió también a Joe Biden: “El régimen de Cuba debe liberar a todos los presos políticos, permitir una prensa libre y justa, legalizar todos los partidos políticos y acordar elecciones libres y justas antes de que se levante cualquier sanción. ¡No podemos negociar con terroristas y matones que están en el negocio del poder!”

            Es así como la misma Salazar, en compañía de Mario Díaz-Balart y Carlos Giménez, congresistas también, presentaron en el Congreso, en Washington, una ley para mantener a Cuba en la lista de patrocinadores del terrorismo y deberá permanecer en esa nómina de naciones “hasta que deje de propagar su malevolencia por todo nuestro hemisferio y ponga fin a su brutal represión,” subrayó Balart ante la posibilidad de que el nuevo presidente de los Estados Unidos derogue lo que Donald Trump había impuesto a la dictadura castrista durante su gobierno.

            Retornando al tema principal, la Unión Europea debería revisar puntillosamente la ideología de quienes envía a Cuba, no sea que vayan a actuar de igual manera como lo han hecho el embajador español, Navarro, y su compatriota Borrel, quienes, prácticamente, se han plegado a las intenciones de la tiranía cubana y han obviado el sufrimiento del pueblo. Ambos parecen ser enemigos de la democracia y hay quienes aseguran que, efectivamente, sus preferencias están precisamente con la izquierda internacional. Sino recordemos la timidez y el candor con los cuales el catalán Josep Borrell abordó el problema de Vladimir Putin con el disidente Alexei Navalny y por esa misma razón, los eurodiputados le están exigiendo la renuncia a su cargo dentro de la UE.

            Aquí, sin dobleces, estamos tratando de dos infiltrados en el seno de la Unión Europea, que tratan de desprestigiarla y dañarla ostensiblemente. Dos españoles plegados al marxismo que propaga el hambre, el encarcelamiento y la muerte en Cuba y donde se pose.   


Birmania Aislada del Mundo

 

SURESTE ASIÁTICO- Este país de la gigantesca Asia, tiene el impacto político, histórico y contemporáneo de otras naciones vecinas, en los casos de la India, China, Japón, las Coreas, Pakistán, la Rusia asiática, Arabia Saudita, Tailandia y Filipinas; es decir, su importancia en este continente no se ha cuestionado en ningún sentido en el devenir de los tiempos. Por esa razón, un golpe de Estado, tal y como sucedió recientemente, por parte de sus Fuerzas Armadas, no ha pasado indiferente entre los gobiernos que le rodean o están relativamente distantes. Es por esta escueta y ligera semblanza que hemos hecho de Birmania, que la noticia del golpe ha dado la vuelta al mundo y ha causado preocupación en los principales líderes del orbe.

            En las calles, según hemos visto, grandes cantidades de personas se han hecho presentes para manifestarse en contra de la asonada, principalmente en Rangún, la urbe más grande y populosa del país, con la respuesta inmediata de las fuerzas represivas de la policía y del mismo ejército. Y es que en Birmania o Myanmar, como también se le llama, había transcurrido el lapso de 10 años viviendo y practicando democracia, hasta que a los militares se les antojó dar el golpe de Estado que ha conmocionado al planeta entero. Las gentes en las calles llevan 7 días allí, clamando por la restitución del sistema político, económico y social que se les acaba de erradicar. “Exigimos democracia”, es el griterío que más se escucha a diario y que va acompañado por pancartas con el rostro de la líder Aung San Suu Kyi y textos en los que exigen la liberación de todos los legisladores y activistas que fueron detenidos cuando los soldados paralizaron al país y tomaron la decisión de cortar al sistema que imperaba.

 

Pulso entre fuerzas civiles y militares

 

            La panorámica que presenta actualmente Birmania es la de “un pulso” entre las partes sociales (el pueblo en las calles), y los golpistas: cada vez más se observan efectivos fuertemente armados y camiones cisterna, que lanzan agua contra los manifestantes con el fin de aplacarlos, dividirlos y hacerlos huir del escenario del conflicto. Lo que se intenta es que la muchedumbre no llegue hasta el corazón de Rangún, donde el caos podría ser peor de lo que ya lo es.

            Paulatinamente, la determinación del ejército ha sido la de aislar a Birmania del resto de la comunidad internacional, con el objetivo de que la influencia y la intervención extranjera no se dé, no “caldee más los ánimos de lo que ya lo están”, aseguró una fuente castrense. Y una de las decisiones últimas ha sido la de bloquear el servicio de internet, de tal manera que los ciudadanos no puedan saber cuáles son las reacciones de los demás países y tampoco convocar por correo electrónico ni redes sociales, a los demás conciudadanos, para protestar contra el golpe de Estado.

            Es natural que en este “pulso” entre las dos facciones en pugna, la parte ganadora la lleve el ejército, que tiene el poder de las armas y controla todos los servicios que podrían ser utilizados, eventualmente, contra la misma Institución militar. Ha sido desde el Ministerio de Transporte y Comunicaciones de Birmania, donde se suspendió el servicio de internet y se han producido apagones a escala nacional, para detener a “la gran marea humana” que se enfrenta sin ningún temor a la soldadesca. La conectividad ha caído al 54 por ciento de los niveles normales y los usuarios han informado que tienen serios problemas para conectarse.

            Dentro de la dura situación que envuelve al país, llama la atención el enojo del pueblo birmano que, en lugar de plegarse a las órdenes del ejército, lo desafía día a día, y en especial al General Min Aung Hlaing, quien ha justificado el golpe al señalar que “era inevitable que el ejército tuviera que tomar el poder, después del fraude en las pasadas elecciones de noviembre.” Sin embargo, ese argumento aparece debilitado ante los analistas, periodistas y los grandes sectores del pueblo, que consideran que la asonada se ha dado precisamente por la ambición de los militares por detentar el poder indefinidamente, según sucedía en épocas trasanteriores. Para ellos, “el gobierno natural es aquel que está regido dentro del marco de una dictadura castrense” y nunca de otra manera o sistema político. “Los soldados son enemigos de la democracia como forma de administrar y vivir en un país,” señaló un corresponsal inglés emplazado en Rangún.

            Desde la óptica de las Fuerzas Armadas, el hecho de que la Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido que lidera Aung San Suu Kyi, haya ganado las elecciones generales y haya alcanzado el 83 por ciento de los escaños en el parlamento, ha sucedido justamente por el fraude en las urnas y nunca por unos comicios honrados y honestos.

 

El papel de Suu Kye

 

            La acción más importante efectuada por los militares, fue arrestar a la líder de la Liga Nacional, quien, antes de ser llevada a las celdas de su prisión, dejó una nota escrita a mano, en la que pedía el levantamiento social que hoy estamos observando en este país, contra el golpe de Estado. Es así como en la primera noche, después de haber sido violentada la democracia, los ciudadanos encendieron velas dentro de sus viviendas y se hicieron a las calles con utensilios de cocina, haciendo sonar las cacerolas en señal de fuerte protesta.

            Al siguiente día, los médicos de más de 100 hospitales en toda la nación, se negaron a trabajar bajo el control de los soldados y dejaron escuchar ante los medios de prensa: “No obedeceremos las órdenes del régimen militar ilegítimo, que demostró no tener ningún respeto por nuestros pobres pacientes.” Este comunicado fue redactado y difundido por el Departamento Médico de la ciudad de Mandalay.

            Posteriormente se fueron sumando a la rebelión, en las principales vías, estudiantes de todo el sistema educativo del país, sus profesores, abogados, colegios de ingenieros y los sindicatos de agricultores; de tal manera que el alzamiento popular ha sido masivo y casi absoluto en contra del poder militar. Fue abierta una página en la red social Facebook, que obtuvo, casi al instante, más de 300 mil seguidores dispuestos a enfrentarse a los golpistas y restaurar la democracia. La reacción de los altos mandos del ejército fue la de bloquear, no solo Facebook, sino también Instagram y WhatsApp, con tal de evitar la comunicación y la libre expresión de los pobladores. “Se ha hecho el bloqueo para garantizar la estabilidad,” comunicó una fuente de las milicias birmanas. Es así como los 53 millones de ciudadanos que componen el tejido social de esta nación, han quedado vedados de utilizar esos canales.

            Por otra parte, la Asociación de Asistencia de Presos Políticos (AAPP), ha difundido a nivel internacional, que han sido arrestadas 147 personas a inicios de este febrero del 2021, en especial legisladores del gobierno de Suu Kyi, activistas políticos y otro tipo de funcionarios, que podrían representar algún escollo contra las intenciones de los golpistas. Así también, la líder Suu Kyi fue acusada oficialmente por violar la Ley de Exportación e Importación, porque, según las autoridades, la policía encontró en su casa de habitación dispositivos de comunicación (walkie/talkies), que presuntamente fueron importados ilegalmente y estaban al servicio de la guardia personal de la mujer. Por ese agravio a las leyes vigentes, ella podría enfrentar tres años de prisión.

            Desde el seno de las Naciones Unidas (ONU), se dio a conocer la posición de esta organización mundial, que ha subrayado “la necesidad de defender a las Instituciones y los procesos democráticos,” pero, en ningún momento, ha condenado la asonada, en principio porque Rusia y China vetaron el uso del mecanismo de condena, lo cual quiere decir que ambos gobiernos, en Moscú y Beijing, están de acuerdo con lo sucedido en Birmania, según es la costumbre de estos dos países, de “estar a favor de los que están en contra y en contra de los que están a favor,” una postura que han esgrimido desde que el comunismo llegó a “enseñorearse” en ambos Estados.

            El nuevo gobierno norteamericano, representado por Joe Biden, instó al ejército birmano a “dimitir” y en el futuro inmediato, la Casa Blanca podría imponer sanciones a la nueva dictadura golpista.

            Así las cosas en esta nación del sudeste asiático, un país influyente y con una fuerte personalidad en el continente asiático.

 


El Sistema Chino sigue siendo el Mismo…

hasta Peor

 

BEIJING, China- Podrían compararse con los felinos cuando hacen sus urgencias; es decir, evacúan sus intestinos y proceden a tapar con sus patas delanteras con la tierra que hay alrededor. Así son los chinos. Tienen uno de los sistemas políticos e ideológicos más aberrados sobre la faz del planeta y todos sus yerros (desapariciones, secuestros, asesinatos, purgas masivas, expulsiones de extranjeros, etc.), los esconden, los tapan con el silencio o la propaganda positivista y engañosa. Pero quieren parecer una gran potencia, competir con las democracias donde el Estado de Derecho prevalece, ampara y cubre a sus ciudadanos con el manto de la justicia; empero, los chinos están muy lejos de alcanzar los avances de los pueblos occidentales, especialmente de los Estados Unidos y Europa. Incluso, podríamos asegurar que la vida civil y militar en China es peor de lo que era durante el medioevo, porque es una auténtica violación a los derechos individuales y conjuntos de las personas, quienes tienen que soportar los desmanes del régimen, de sus líderes dictatoriales y tiránicos y callar, siempre callar, como en el caso del médico llamado Li Wenliang, quien avisó oportunamente sobre la aparición del coronavirus en la ciudad de Wuhan y fue encarcelado y después dejado en abandono hasta el día de su fallecimiento.

 

           Recordemos que ese galeno descubrió con presteza lo que estaba sucediendo en la ciudad, al detectar siete casos de un virus que se parecía al SARS –que después degeneraría en la epidemia mundial tal como la conocemos hoy en día-, envió un mensaje vía chat a sus colegas y lo publicó también en la red social Weibo y cuatro días después de que sus palabras salieron a la luz pública, recibió la visita de funcionarios de la Oficina de Seguridad, quienes le obligaron para que firmara una carta en la que lo acusaban de “hacer comentarios falsos que perturbaron severamente el orden social.” Seguidamente le advirtieron que “(…) si sigue siendo terco e impertinente y continúa con esa actividad ilegal, será llevado ante la justicia. ¿Se entiende?” Le cuestionaba la misiva al finalizar el texto. Y el médico contestó lacónicamente: “Sí, entiendo.”

 

           A partir de ese momento, el coronavirus comenzó su expansión sin retorno, desde el mercado de mariscos de Wuhan y el resto de la historia ya la conocemos todos, porque la estamos sufriendo con los millones de muertos alrededor nuestro, por causa del Covid-19.

 

           Así, Li se convirtió en una de las tantas personas que estaban bajo el ojo vigilante de la seguridad del Estado chino, “por divulgar rumores,” según expresa el documento emitido en su contra por la policía. Diez días más tarde, el gobierno chino no pudo contener la cantidad de contagios y tuvo que admitir que tenía un gravísimo problema de salud pública y lo hacía manifiesto al resto de la humanidad. El galeno falleció por culpa del mismo contagio y los medios de prensa tuvieron que eliminar toda noticia que se refiriera a su deceso, esto por orden del Estado represivo chino. Finalmente, la administración del hospital publicó en la misma red Weibo, lo siguiente y de manera textual: “En la lucha contra la epidemia de la neumonía del nuevo coronavirus, el oftalmólogo de nuestro hospital, Li Wenliang, desafortunadamente resultó infectado. Li murió pese a todos los esfuerzos para reanimarlo. Lamentamos profundamente su fallecimiento.”

 

           Al repasar los hechos anteriores, no queda la menor duda de lo que prevalece en China, lo que domina, asfixia, amenaza y… ¡asesina! El sistema político/ideológico, el mismo de la masacre en la Plaza de Tiannamen, es el que, hoy y ahora, cierne su negra sombra sobre los millones de personas que conviven dentro de sus fronteras. No hay opción, es lo único que tienen y deben hacer silencio para no ser reprimidos, perseguidos, encarcelados y asesinados finalmente. ¿Será la muerte la única vía de escape que los chinos comunes y corrientes tienen en su país?

 

Peor que en 1989

 

           Aquella mañana del 4 de junio de 1989 amaneció distinta a todo lo que se había experimentado y vivido en esta gigantesca nación asiática: los estudiantes se sublevaron contra el régimen comunista y exigían libertad en todo sentido; pero pronto fueron acallados por las orugas de los tanques que pasaban sobre sus cuerpos o caían, semejantes a monigotes, por la acción de las balas de la fusilería del ejército maoísta. La Plaza de Tiannamen se convirtió rápidamente en un charco de sangre de los miles de muchachos que iban cayendo sin vida, mientras el resto del mundo observaba boquiabierto sin hacer nada por defender los derechos alienados y pisoteados por la cúpula en el poder. Un día después, los obreros de la limpieza de las vías públicas, hacían su rutina levantando los cadáveres, con la mayor frialdad, sin expresar una mirada diferente o de agobio siquiera. El régimen había dado un golpe de efecto único, un golpe de autoridad que trascendió hasta lo internacional, porque, de aquel instante en adelante, los demás se lo pensarían antes de volverse a sublevar.

 

           Hoy, en el 2021, muchísimos años posteriores a la masacre de los estudiantes, el último informe anual de Human Rights Watch (HRW), denuncia los intentos del gobierno chino por presionar a los países libres que denuncian, a su vez, las prácticas comunistas que están reñidas con los derechos humanos. El amplio documento señala textualmente en una de sus páginas más reveladoras e importantes que “(las personas) en China viven bajo la presidencia (entiéndase dictadura), de Xi Jinping, su período más oscuro desde la represión del movimiento democrático de Tiannamen en 1989.” Seguidamente argumenta que un millón de uigures y miembros de otras minorías musulmanas, han sido detenidos en la región de Xianjiang, mientras prosigue el ataque a las libertades en Hong Kong y la represión en países invadidos en los casos del Tibet y Mongolia Interior. Y añade: “la buena noticia es que ha habido una reacción sin precedentes contra esa represión, con el surgimiento de coaliciones de gobiernos que se unieron para criticar a China,” así según las palabras de Kenneth Roth, director ejecutivo de HRW. Entre las naciones que han señalado directamente a la criminalidad de Estado que practican los chinos en el poder, aparecen, (liderados por Alemania), 39 países más y esa reacción hizo que aquellos que, en el pasado apoyaban a China en las Naciones Unidas, esta vez le quitaran dicho apoyo en sus intenciones por alcanzar una silla en el Consejo de Seguridad de la ONU.

 

           Y es que la consigna de los líderes chinos es la de ser la primera potencia mundial, no importa el precio que haya que pagar para lograrlo; es por eso que presionan a los sectores productivos para que produzcan más –sin importar los estándares de calidad, pues los artefactos “made in China” tiene fama de ser pésimos-, y para que esas cantidades se den, recurren al terror, los castigos y hasta los asesinatos de obreros en el mayor de los silencios. El potencial productivo chino tiene fundamento en la esclavitud, a todas luces, según se desprende de los acontecimientos y los reportes que así lo evidencian y salen del país de manera clandestina.

 

           Para el mismo Kenneth Roth, el hecho de que varios gobiernos se hayan distanciado de China, “son buenas noticias, porque el gobierno chino está preocupado por su reputación internacional y es la forma de cambiar una China que es grande y poderosa, pero necesita una buena imagen que ahora está perdiendo por la represión.” Puntualizó. En el caso concreto de Australia, sufrió sanciones económicas de Beijing precisamente porque Melbourne denunció las prácticas inhumanas y el hecho de que no permitieron realizar una investigación internacional primera en la ciudad de Wuhan, donde se originó el coronavirus. “Beijing temía que la investigación mostrara que ocultó (al mundo), la transmisión entre humanos (del Covid-19), en diciembre del 2019 y enero del 2020, mientras millones de personas salían de Wuhan y el virus se globalizaba,” afirmó Roth.

 

Personas que se esfuman de un día para otro

 

           Hay un hecho ineludible e irrefutable: desde que Xi Jinping asumió el poder en esta nación, la persecución a disidentes, activistas, abogados y periodistas, no ha cesado y, por el contrario, ha aumentado drásticamente. De esta manera lo narra un ciudadano de quien se omite su nombre por razones obvias: “De repente, te hacen desaparecer. Llegan a tu casa y te detienen sin saber exactamente por qué. Nadie de tu familia se entera. Ni siquiera tú sabes adónde te llevan. Con suerte, días o semanas después, sacan un comunicado anunciando que estás detenido y dan una pequeña explicación sobre el delito del que se te acusa. Si tienes aún más suerte y la acusación no es muy grave, puedes estar libre tras una confesión y una disculpa pública. Da igual que seas inocente o no. Ellos solo quieren una confesión y tú lo que quieres es dejar de estar desaparecido.” Explica.

 

           Lo anterior puede suceder en cualquier ciudad, aldea, oficina, casa de habitación y con cualquier persona, conocida o desconocida. Nadie está a salvo del dedo acusador del Estado; todos lo saben y por eso el silencio es tan importante, el buen comportamiento y evitar comentarios políticos críticos que vayan contra el sistema comunista chino. Obviamente, los desaparecidos y asesinados se pueden contar por miles; pero lo mejor es callar a toda costa y en todo momento.

 

           En lo que estriba a los periodistas, uno de los últimos que sufrió desaparición inexplicable, fue Haze Fan, reportera del medio estadounidense Bloomberg. Este acontecimiento sucedió el pasado 7 de diciembre del 2020, en la Capital china. Finalmente, un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, adujo que “fue detenida porque Fan es sospechosa de participar en actividades que ponen en peligro la seguridad nacional.” Y es que la mujer en cuestión había firmado varios artículos de temática económica, no solo en el medio para el que ella laboraba, sino también para Reuters, CNBC, CBS News y Al Jazeera. Fue cuando el Club de Corresponsales Extranjeros en China (FCCC), expresó en una nota que difundió que “sin el apoyo de personas como ella, sería difícil para los medios extranjeros operar en China” y detalló seguidamente que en este país hay “una creciente animadversión hacia la prensa extranjera por parte de las autoridades (…).”

 

           En lo que lleva transcurrido el presente año, han sido expulsados de China 17 corresponsales extranjeros del New Yok Times, Washington Post y Wall Street Journal. Simplemente no les renovaron sus visas; y en agosto pasado, la seguridad del Estado detuvo a la australiana, de origen chino, Cheng Lei, quien se encargaba de enviar noticias financieras en la cadena Estatal CGTN. En esa eventualidad, el gobierno chino adujo que lo había hecho “por motivos de seguridad nacional.” Otros dos corresponsales australianos tuvieron que salir apresuradamente, cuando escucharon el rumor de que estaban en la lista de “personas non gratas” del gobierno comunista.

 

           Un comunicado de la Unión Europea (UE), sobre este tema particular, publicado en su web, argumenta: “Esperamos que las autoridades chinas le brinden asistencia médica (a Haze Fan), si la necesita, acceso inmediato a un abogado de su elección y contactos con su familia. Otros periodistas o ciudadanos chinos han desaparecido este año o han sido detenidos o acosados. Todos los detenidos en relación con su actividad informativa, deber ser puestos en libertad de inmediato.” Y la respuesta, al instante, de la embajada del país asiático ante la UE, fue en estos términos: “El caso se está investigando actualmente de acuerdo con la ley y los derechos de Fan están plenamente garantizados. Esto es un asunto enteramente interno de China y ningún otro país u organización tiene derecho a interferir.” Nótese el alto grado de arrogancia de parte de la diplomacia china, en la que acentúan que “nada ni nadie” puede inmiscuirse en las decisiones que tome el Estado, el cual puede actuar libremente y sin rendir explicaciones sobre la naturaleza de esas actuaciones contra las personas que hayan sido catalogadas peligrosas contra el sistema.

 

           En una de sus últimas denuncias y haciendo un recuento de los daños y los hechos, la organización Reporteros sin Fronteras, publicó estas cifras en el Balance Anual 2020 de Periodistas Encarcelados, Secuestrados y Desaparecidos: en total, 117 comunicadores fueron detenidos en China a finales del año que concluyó; “el pecado” que cometieron fue informar sobre la pandemia que comenzó en Wuhan, utilizando para ello únicamente la verdad de lo que estaba sucediendo y esa verdad ocasionó preocupación y desconcierto en el gobierno. El caso más llamativo fue el del bloguero Li Zehua, quien retransmitió en las redes sociales y en su canal de Youtube, todo lo que observaba sin omitir absolutamente nada de la realidad circundante. Pero su actividad cesó el 26 de febrero del 2020 cuando la policía llegó a su apartamento, lo detuvo y le obligó a hacer “cuarentena” en la misma Wuhan, bajo vigilancia las 24 horas de cada día, hasta que reapareció a principios de mayo y pudo regresar al seno familiar en su pueblo natal. Otro comunicador desaparecido y del que aún no se sabe nada de él, es Chen Qiushi, quien retransmitió las protestas masivas efectuadas en Hong Kong. El 24 de enero del mismo año, llegó a Wuhan, visitó los hospitales colapsados, entrevistó a los médicos e iba subiendo los videos a su canal de Youtube, hasta que su pista se perdió el 5 de febrero cuando estaba en el hospital Fangcang. Todavía a inicios del 2021, permanece desaparecido ante la angustia de su madre, quien ha hecho llamados desesperados para que la ayuden a encontrar a su hijo. El gobierno, según era de esperar, tampoco se ha referido al asunto por ningún medio.

           Fan Bin, un comerciante de textiles de Wuhan, también desapareció debido a la publicación de sus videos en los que mostraba claramente el desarrollo de la pandemia en esa urbe. Mostró pacientes tirados en el suelo de un hospital y una entrevista cruda, realista y franca a un hombre que había perdido a su padre por causa del coronavirus. La policía arguyó que estaba difundiendo “noticias falsas y estaba recibiendo dinero de organizaciones extranjeras para grabar videos.” Desde el 9 de febrero pasado, no se sabe absolutamente nada de él: dónde estará, habrá sido torturado o, peor aún, asesinado en alguna dependencia del gobierno, encargada de ejercer la represión, indistintamente si son periodistas o personas civiles comunes.

 

           Simon Cheng, de 29 años de edad, también fue capturado por las autoridades comunistas, acusado de ser un espía británico, infiltrado en las protestas sucedidas en Hong Kong. Fue detenido el 8 de agosto del 2019 en la ciudad fronteriza de Shenzhen, y, tras quedar libre, narró: “Estaba encadenado, con los ojos vendados y encapuchado. Ni pude hablar con ningún abogado y me colgaron y ataron a una cruz empinada. Me obligaban a ponerme de cuclillas contra la pared, no me dejaban dormir y me hacían cantar el himno nacional chino, para mantenerme despierto.”

 

           Y los casos arbitrarios se pueden contar por miles y acontecen a diario en la China de Xi Jinping, el mismo dictador que visita Occidente con su cara sonriente y gestos de amistad, especialmente con los países empobrecidos, a los que intenta atraer a su esfera de influencia. La policía represiva se ampara en la Ley de Procedimiento Penal, que permite “la vigilancia residencial en un lugar designado”, que no es otra cosa que un centro especial para interrogatorios, donde se les interroga, se les puede golpear, torturar y si el estado físico del detenido no lo soporta… también se le puede asesinar. Es la omnipotencia del Partido Comunista de la China (PCCH), en el poder desde el final de la Segunda Guerra Mundial y que hoy en día anhela ser la primera potencia e influenciar en todas las naciones posibles, sin importar el costo, el método ni los daños intrínsecos y extrínsecos que ocasionen.


A Donald Trump,

¿Lo Matarán cuando esté Practicando el Golf?

 

MIAMI, FLA. USA-Según recordamos, Donald Trump, en aras de su amistad con el gobierno dictatorial de Benjamín Netanyahu, en Israel, y de su compromiso filial con su hija Ivanka, convertida al judaísmo, y con su yerno, un auténtico judío ortodoxo, llamado Yared Kushner (quien a la postre no se despegaba del expresidente estadounidense en la Oficina Oval de la Casa Blanca, igual a una maligna y nefasta sombra), mandó a asesinar al General iraní, Qasem Soleimani, héroe de la guerra contra el Estado Islámico (Daesh), la facción radical del islamismo asesino que invadió la mitad de Siria e Irak. Pero no había necesidad de asesinarlo, pues Suleimani era un soldado comprometido con las causas nobles y buenas, según demostró en la guerra contra los terroristas. Sin embargo, Trump, escuchando los razonamientos torcidos y fanatizados de su yerno Kushner, ordenó a los destacamentos del ejército estadounidense, acantonados en Bagdad, Irak, que enviaran un dron para acabar con la vida del alto oficial de Irán, quien era amado, respetado y admirado en su país natal.

            Pero fue tal el acto alevoso de Trump, en unión con el Estado de Israel y su yerno Kushner, que en el mismo auto que recibió el impacto del misil, viajaba Abu Mahdi al Mohandes, otro militar de nacionalidad iraquí, vicepresidente de la agrupación de las milicias Unidades de Movilización Popular, comprobado enemigo de los terroristas islámicos. Por tal motivo, un juez de esa ciudad iraquí, dictó orden de captura contra Donald Trump, tras acusarlo de haber actuado de manera “unilateral” y por “violar la soberanía de Irak,” aparte del asesinato en sí, perpetrado contra el soldado. Es así como Trump tiene sobre su cabeza dos aprehensiones judiciales que, en el caso de ser llevadas a cabo, lo sentarían en Tribunales musulmanes, tal y como se lo merece. Lamentablemente, Jared Kushner ha quedado impune y no sabemos por qué razón, porque era el individuo que hablaba a Trump al oído, siempre a favor de los intereses homicidas de Israel. Recordemos que Donald Trump se pasó sus cuatro años enteros en la Casa Blanca, favoreciendo únicamente al gobierno de Tel-Aviv y se olvidó de América Latina, África y rompió relaciones, violentando Tratados y convenios con la OTAN y la Unión Europea (UE). Es decir, y en palabras simples, directas y sencillas… ha sido el des-gobierno más descarado en los Estados Unidos, volcado absolutamente a las necesidades y urgencias del Estado judío. No en balde su Despacho estaba ocupado siempre por su hija Ivanka (convertida al judaísmo), y su yerno Kushner, un semita ultraortodoxo, quien sueña con abatir a todo el mundo árabe de la manera más criminal posible.

 

“Quien a hierro mata, a hierro… muere”

 

            No hace falta asegurar que Trump merece todo el peso de la justicia islámica sobre su cabeza, ya que cometió dos asesinatos en Oriente Próximo y quien asesina a su semejante –más aún sin tener un motivo aparente-, tiene que pagar por sus actos sangrientos. La solución salvadora para Trump podría ser que ambos gobiernos se olviden de las órdenes judiciales y le perdonen, mediante el olvido, su tétrica y demencial vida. Algo que no debería pasar, porque hay que sentar un precedente dirigido a los presidentes de los Estados Unidos, quienes no tienen el derecho de ultimar a personas de otras nacionalidades cuando les place y con los métodos que mejor les parece, solo por el hecho de ser la cabeza de esa potencia mundial. Y en el caso de ejecutarse ambas órdenes, muchas personas alrededor del mundo saludarían eufóricos el hecho de que Donald Trump sea capturado y sentado frente a los dos jueces, sino ajusticiado también como él mismo mandó a asesinar a ambos militares.

            Incluso, por causa de esta misma tesitura, la empresa creadora y dueña de la red social Twitter, suspendió momentáneamente la cuenta del líder supremo de Irán, Alí Jamenei, quien escribió en su cuenta personal que “la venganza (contra Trump) es inevitable.” Acompañó el texto con una imagen de un campo de golf, donde una figura que representa al expresidente norteamericano está a punto de ser atacado por otro dron o avión no tripulado. La sombra del aparato aéreo se cierne sobre el presunto Trump. Los funcionarios de Twitter consideraron la amenaza fuera de contexto, de las normas y regulaciones de esta red social y procedieron a suspenderla indefinidamente y desfavorecer con ello al actual Ayatollah iraní.

            Ante tal amenaza surge la pregunta: ¿Tendremos que esperar un acto contra Trump, según se ha expresado con toda claridad por parte del gobierno de Teherán? Y la respuesta tendría que ser… “si y no”, pues en otro caso considerado muy grave para el mundo islámico, contra el escritor hindú Salman Rushdie, se dictó orden de captura o muerte y nunca se cumplió. Este literato ha vivido la mitad de su vida en Inglaterra protegido por Scotland Yard y nunca se ha perpetrado ni el mínimo por cumplir la orden en su contra. Es muy posible que el caso de Trump no pase de ser parte de la furia momentánea de los líderes musulmanes de Irán e Irak y todo termine en nada. O quizás, para el bien de la humanidad, realmente atenten contra el ex mandatario en consonancia con las dos ordenanzas dictadas por los jueces.

            En el caso del texto de Jamenei que apareció en Twitter, coincidió con la fecha del primer año del asesinato del General Soleimani y como hemos afirmado anteriormente, fue una figura descollante en la guerra contra el criminal Estado Islámico (Daesh), y determinante en la derrota de esa facción terrorista, cuando los soldados estadounidenses se veían impotentes dentro del conflicto armado.

            Pocas horas después de la muerte del alto oficial, el ejército iraní lanzó misiles contra bases de los Estados Unidos emplazadas en Irak, una acción militar en la que resultaron heridos varios soldados, aunque Trump negó que hubiesen hecho daño alguno, una más de sus características mentiras para tergiversar la realidad y la verdad. El gobierno de Teherán anunció que ese ataque fue solo la primera parte de la venganza; y la segunda y definitiva será cuando acaben con la vida de Trump.

            Según se presentan las circunstancias en el interior de Irán, la amenaza prosigue su curso con toda normalidad, puesto que no se olvidan del asesinato del General Suleimani y durante los mismos actos de conmemoración de su muerte, celebrados en la Universidad de Teherán, el jefe de la Justicia iraní, Ebrahim Raisi, señaló que “no hay lugar seguro en la Tierra, para los asesinos”, en referencia a Donald Trump, por haber ultimado a Qasem Suleimani, quien es considerado, además de héroe nacional, un mártir de la nación islámica.

            En lo que atañe a las autoridades policiales estadounidenses, no se han manifestado ni a favor ni en contra de las amenazas de los gobiernos de Irak e Irán y no sabemos si prestarán ayuda a Donald Trump, dado el momento de un eventual ataque mortal. Tampoco el nuevo presidente, Joe Biden, ha mostrado interés en asegurar la vida de su adversario político, Mr. Donald Trump.

 

Semblanza de Qasem Suleimani

 

            Este héroe iraní era algo así como “la punta de lanza” del ejército de su país, una leyenda viva a quien la nación, al unísono, vanagloriaba y admiraba por sus hechos heroicos, valentía y su compromiso con los intereses de Irán y la fe islámica. Fue interesante ver que, a pesar de su poderosa influencia en la realidad de la nación, siempre mantuvo un perfil bajo, quizás para desenvolverse con mayor soltura y alejar de su personalidad el enjambre de periodistas deseosos de saber más de él y arrancarle las inevitables entrevistas. En todo caso, un exoficial de la CIA norteamericana dijo de él que “es el agente más poderoso de Oriente Próximo hoy en día y nadie ha oído hablar de él.” Estas declaraciones suyas aparecieron en la revista The New Yorker, en el 2013. Por supuesto que estaba en la mira del Mossad, la policía secreta israelí, pues Irán es el ultra-enemigo del Estado judío por antonomasia.

            El ascenso de Suleimani comenzó cuando se unió a la Guardia Revolucionaria en 1979, tras la caída del Sha de Persia, Mohamed Reza Pahlevi, en el contexto de la Revolución Islámica, que transformó por completo al país. Posteriormente participó en la guerra entre Irán e Irak, que se prolongó a lo largo de la década de los 80 y desgastó económica, moral y humanamente a ambas naciones; después tomó el control de la Fuerza Quds, la élite de la Guardia Revolucionaria, a inicios de los años 90. Estuvo directamente involucrado en la firma por la paz entre facciones chiítas del Ejército de al-Mahdi y la Armada de Irak, en el 2008, prueba de su decidida influencia en la región.

            De frente al Pentágono, era una persona de temer, un individuo al que se debía vigilar sin perderle jamás el rastro, hasta que Jared Kushner, yerno de Donald Trump, aconsejó a éste asesinarlo y así se hizo cuando salía del aeropuerto de Bagdad. Para el exdirector de la CIA, David Petreaus, el militar ultimado era “un líder importantísimo de las ambiciones iraníes en el Golfo Pérsico” y aseguró que el mismo General iraní le confesó en una oportunidad lo siguiente: “General Petreaus, debe saber que yo, Qasem Suleimani, controlo la política de Irán con respecto a Ikak, Líbano, Gaza y Afganistán.” Fuera verdad o mentira de tales argumentos, la única certeza evidente fue la valentía y el arrojo con los cuales combatió a los criminales terroristas del Daesh, invasores de Siria, y al mencionar su nombre, los renegados temblaban y sabían que enfrentarse a él, a sus tácticas de guerra y contingentes dirigidos, determinaba la derrota sin dilación ni equívoco.

            Tras conocer esta semblanza fugaz de Suleimani, entendemos perfectamente el dolor y rencor que sienten los iraníes después de su asesinato, debido a las órdenes demenciales de Donald Trump, un individuo que tiene que pagar por sus acciones, junto a Jared Kushner (la mente criminal detrás del ex presidente), quien, lamentablemente, se ha escapado del foco de los gobiernos de Irán e Irak… desgraciadamente.


El Detonante Popular en Rusia Podría ser el Castigo al Disidente Alexei Navalny

 

MOSCÚ, Rusia- Suele suceder en algunas dictaduras férreas cuando, por todos los medios convencionales posibles, los tiranos se mantienen firmes ante los clamores y las exigencias de los pueblos para que abandonen el poder. Es entonces cuando se da un hecho inusitado y las masas se levantan con una fuerza indescriptible y sin más armas que sus propias manos y los instrumentos de trabajo… botan al dictador, lo capturan, lo procesan, lo asesinan o éste escapa hacia el exilio. La historia está llena de estos ejemplos… basta que un personaje querido, aceptado y emblema de la libertad de la nación, sea hecho prisionero o asesinado por la seguridad del Estado, para que se geste la caída irremediable de la dictadura. ¿Pasará eso en la Rusia atrapada en las fauces de Vladimir Putin?

 

Putin, alérgico a la crítica y los opositores

 

            La manera como el dictador ruso se ha mantenido en el poder, es todo un caso para el análisis de los politólogos contemporáneos. ¿Cómo un tipo, que sin ser un asesino al estilo de Stalin, un psicópata del talante de Nikita Jrushchov o un represor como Leonid Brézhnev, ha logrado dominar a los rusos, un pueblo esencialmente indómito y con un carácter tan suyo? Pero lo ha conseguido hasta el momento, cuando transcurre el mes de enero del 2021. Y si le agregamos a su personalidad su falta de estudios y de preparación ideológica o política, la explicación se torna todavía más difícil de develar.

            Recordemos que el ciudadano ruso (anteriormente soviético), posee una personalidad esculpida a través de los siglos desde la fundación del imperio por Pedro el Grande y probado a sangre y fuego por la invasión nazi, que arrojó la espeluznante cifra de más de 20 millones de muertos en lo que ellos llaman con toda justicia y precisión “la Gran Guerra Patria.” Es por eso que no comprendemos ni podemos explicar el hecho de que un personaje como Vladimir Putin “haga y deshaga” a placer, ante un pueblo tan valiente, tan resuelto y que siempre ha sido dueño de las peores situaciones que el destino le ha obligado a experimentar. Algunos podrían decir, incluso, que Putin le queda “muy chico”, muy pequeño a esa ciudadanía que tiene un pasado reciente y lejano, tan glorioso.

            Recordemos, así mismo, que los rusos se sacaron de encima al advenedizo Zar (el último de la dinastía), Nikolai II (Romanov); también se cansaron de Josef Stalin y una noche cualquiera le dieron muerte; y cuando se hastiaron del sistema comunista, o soviético, ideado por ellos mismos, se lo quitaron de encima con una frialdad pasmosa y admirable a la vez. ¿Entonces por qué le dan tantas largas a un dictador tan opaco, en la persona de Vladimir Putin o es solo cuestión de tiempo para que sea derrocado? La respuesta podría ser el control férreo que ejerce el dictador sobre la población, por medio de la policía secreta y del ejército y por la manipulación de los medios de prensa más importantes, que ensalzan diariamente su imagen. Hay quienes aseguran que la gestión gubernamental del mismo Putin no ha sido tan engorrosa, ni ha causado graves problemas a los ciudadanos; amén del nuevo encumbramiento militar de Rusia, hasta convertirla en la potencia mundial que había dejado de ser tras la desaparición de la Unión Soviética.

            Sin embargo, a pesar de esas “virtudes” o “política de ventajas” que practica a diario Vladimir Putin, “el talón de Aquiles”, la debilidad –que es sumamente evidente en él-, radica en la intolerancia meridiana que tiene ante los disidentes de su sistema y por la crítica de la prensa que aún se mantiene libre a costas de grandes sacrificios, debido a la persecución a la que se ve sometida de parte del gobierno. Semejante a todos los tiranos que han existido (y existirán en el futuro), Putin se muestra particularmente sensible a lo malo que se pueda decir de él y de su gestión gubernamental; y se siente aun peor, cuando aparece un opositor vociferando consignas en las calles de Moscú, en su contra. Y esas falencias, el ciudadano sencillo lo nota con facilidad, ya que son muy evidentes en el  dictador ruso.

 

Alexei Navalny podría ser ese detonante que los rusos buscan

 

            La acción anti-opositora de Putin ha sido tan clara, que nadie duda en el país de que él mismo ordenó envenenar al abogado Navalny, hace cinco meses atrás, para quitárselo de encima definitivamente y le permitiera ejercer su dictadura con tranquilidad. Los conocedores de la historia de Rusia han dicho, incluso, que ni Josef Stalin fue tan obvio cuando ordenó asesinar a los contrarios y cuando éstos desaparecían, el mismo pueblo quedaba dudando si había sido Stalin el causante de esas desapariciones y muertes; pero Vladimir Putin parece hacerlo todo a plena luz del día, ante los ojos de los periodistas y de la opinión pública mundial. ¡Craso error!

            Si echamos un poco “la máquina del tiempo” hacia atrás, recordaremos que otro contrario a Putin, llamado Boris Nemtsov, fue asesinado en el 2015, principalmente porque éste fundó una ONG anticorrupción, para detectar y castigar a los corruptos enquistados en el Estado y ello incomodó severamente a Putin, quien ordenó acabar con la vida de este político. Es decir, claramente se observa que todo aquel que se enfrente a los movimientos y directrices dictadas por Vladimir Putin, podría ser asesinado tarde o temprano. En el caso de Navalny, fue envenenado y hospitalizado el 20 de agosto del 2020, en un hospital de Berlín, Alemania, donde le salvaron la vida.

            A pesar del episodio anterior, el líder opositor decidió regresar a Rusia y al poner el primer pie en suelo ruso, fue detenido por la seguridad del Estado, siguiendo nuevamente las órdenes del hipersensible dictador. Pero la ordenanza ha sido otro error que podría causar el estallido social que muchos esperan, para tirar finalmente del poder a Vladimir Putin. Incluso, a raíz de esa detención, las manifestaciones que exigen la libertad del disidente no han dejado de producirse en las principales ciudades de Rusia, desde la Capital hasta Vladivostok. Los partes de prensa indican que dichas arengas y desfiles, se han dado en 93 urbes del país y se han escuchado coros que gritan al unísono: “¡Putin es un ladrón!” Y “¡Navalny estamos contigo!” Retos que la dictadura no puede permitirse y tendrá que acallarlos de cualquier manera, ya sea con el poder de la represión armada o por cualquier otro método coercitivo, sangriento y por lo tanto, transitoriamente, efectivo.

            De hecho, los cables que han partido desde esta nación, indican que los detenidos se cuentan por docenas; incluyendo a la esposa de Navalny, llamada Yulia Navalnaia, y con ella a más de 2,500 personas, quienes han ingresado a las cárceles del régimen. Mientras tanto, es notorio el apertrechamiento y vigilancia que hay en las calles adyacentes al Kremlin; pero los manifestantes han logrado llegar hasta la plaza Manezhanaya, junto a la fortaleza donde están las dependencias del gobierno ruso; mientras, en la Plaza Pushkin, otras 5 mil personas canturreaban contra el tirano y a favor del prisionero Navalny. Hay quienes señalan que lo único que está esperando el pueblo es un castigo mayor al líder opositor, de parte de la policía que lo mantiene cautivo, o la misma muerte en su celda, para que se encienda una nueva revolución y haga caer de su silla dictatorial a Putin. La pregunta que surge aquí es: ¿Será tan obtuso el dictador para cometer un error de esa envergadura, al ordenar el asesinato de su adversario? Es posible que su hipersensibilidad a la crítica y a los opositores, le haga caer en dicho error de hecho y de cálculo.

            Lo cierto es que la panorámica que se ha presentado en Moscú, ha sido la de miles de personas huyendo de la policía en los alrededores de la Duma Estatal y del Teatro Bolshoi, en un número que supera a los 10 mil ciudadanos inconformes y disgustados con la detención de Alexei Navalny. Incluso, la agencia francesa de noticias, AFP, indica que la cifra ha alcanzado a los 20 mil manifestantes en las últimas horas. ¿Será el principio del fin de la dictadura de Putin? Y los números se repiten en San Petersburgo, la antigua Capital de los Zares, con gran afluencia en la Plaza Senatskaya, y en otras ciudades, tal y como hemos informado anteriormente.

            La esposa del prisionero político, Yulia Navalnaia, ha dejado escuchar una expresión que suena más bien a amenaza y premonición en la política general del país: “Mi esposo nunca se rinde,” ha dicho; y si Vladimir Putin hace caso a dicho argumento, deberá proceder en consonancia con él y guardarse las espaldas para evitar ser derrocado.

            En conclusión, tanto hoy como en un lejano ayer cuando se dio la Revolución Bolchevique, Europa observa angustiada lo que ocurre en Rusia; por ello, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), el español Josep Borrell, ha criticado “las detenciones masivas y el uso desproporcionado de la fuerza” de parte de los destacamentos afines a Putin y ha reclamado, de paso, la liberación inmediata del disidente.

            Después de lo descrito, nos sentimos más seguros en lo que creemos y en consonancia con los hechos históricos: si Putin da otro paso en falso al asesinar a Navalny o incurre en un castigo físico peor contra él, como la tortura desmedida, y ello llegase a oídos del pueblo, podría ser el final de su gobierno antidemocrático, porque el detonante se activaría y movería a las masas en su contra. Algo que los rusos siempre han hecho a la perfección contra sus déspotas y canallas que han usurpado el poder. Es un pueblo único por su sed de libertad y justicia y nos remitimos a las derrotas de los nazis en su vasto territorio y el final mismo del sistema represor soviético, con todos sus tiranos incluidos. ¿Será el abogado Alexei Navalny ese detonante? Veremos qué sucederá en el transcurso de los días, en este gigantesco país euro-asiático.


¿Debería el Mundo Contener la Respiración

en estos Últimos Días de Trump

en el Poder?

 

WASHINGTON D.C.- Para responder a la pregunta que nos sirve de titular, nos remitimos a una voz autorizada, alguien que conoce a Donald Trump quizás mejor que su esposa Melania, por lo menos en lo que a política se refiere y se trata de la señora Nancy Pelosi, una mujer valiente, quien se declaró abiertamente enemiga del mandatario saliente, desde que éste irrumpió en el escenario político del país. Ella, en solitario, ha estado pidiendo –casi implorando-, que se enjuicie a Trump y se le quite de una vez por todas, su posición de Jefe de Estado.

            Incluso, la presidenta de la Cámara de Representantes indicó que habló recientemente con el presidente del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, para analizar la posibilidad de apartar los códigos de lanzamientos nucleares de las manos de Trump y evitar, de paso, el inicio de cualquier hostilidad militar que pudiese causar, porque, de acuerdo a las palabras de oficiales veteranos retirados, creen que se irá de la Casa Blanca, no sin declararle la guerra a Irán, más aún si tomamos en cuenta que el régimen de Teherán ha ordenado la captura de Donald Trump, por el asesinato del General Qasem Soleimani, y la explosión de un conflicto armado sería la salvación para el demente presidente estadounidense.

            Textualmente, Pelosi dijo a la prensa: “Esta mañana, hablé con el presidente del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, para discutir las precauciones disponibles, para evitar que un presidente inestable (demente en este caso), inicie hostilidades militares o acceda a los códigos de lanzamiento y ordene un ataque nuclear.” Explicó que ella, y el senador Chuck Schumer, llamaron al vicepresidente todavía en ejercicio, Mike Pence, para discutir la invocación de la Enmienda 25, para destituir a Donald Trump de su cargo y enfatizó que están esperando su respuesta en estos días. Se mostró decidida a deshacerse del mandatario por un medio u otro y si Pence no está de acuerdo con aplicar la Enmienda, “el Congreso procederá con la acción legislativa para destituirlo.” Manifestó una categórica Nancy Pelosi.  

            Por tales motivos, es importante que el mundo, la humanidad al completo, no le pierda los movimientos a Donald Trump, pues podría desatar un conflicto interno en los Estados Unidos, como lo hizo azuzando a la canalla a su favor y que ésta atacara e invadiera al mismísimo Congreso. El ataque a Irán podría ser otra posibilidad que estaría urdiendo, pero no sabemos si el Pentágono podría negarse a tal orden militar, provenida de un individuo que no está cuerdo, que no está en sus cabales. Aunque, para satisfacer los anhelos de guerra del dictador de Israel, Benjamín Netanyahu, Trump podría darle curso a esa posible guerra con la nación islámica.

 

Dos Órdenes de Captura desde Oriente Próximo

 

            A raíz del asesinato del General iraní y héroe de ese país, Qasem Soleimani -un auténtico azote para los asesinos del Estado Islámico (Daesh), en la guerra en Siria e Irak-, el gobierno teocrático de Irán ordenó la captura y posterior proceso judicial contra Donald Trump; sin embargo, dicha ordenanza podría no cumplirse según hemos visto a lo largo de la historia en los países islámicos, que olvidan inexplicablemente las determinaciones de sus tribunales; así, Trump podría salvarse de una eventual captura y ajusticiamiento en suelo iraní.

            Aparte de esa eventualidad, otro tribunal, esta vez de Irak, acaba de emitir otra orden de arresto nacional contra el mandatario estadounidense, por hallársele culpable del asesinato de Abu Mahdi al-Muhandis, comandante militar del ejército de Irak, quien lideraba la alianza paramilitar llamada Fuerzas de Movilización Popular. Este alto oficial acompañaba al iraní Soleimani, en el momento cuando Donald Trump ordenó el ataque aéreo con un dron, en el que fallecieron ambos. Este acontecimiento sucedió el 3 de enero del 2020 y fue un hecho del que se mofó Trump al decir públicamente: “Me alegro de haber eliminado a dos (hombres), por el precio de uno.” Según hemos subrayado, en junio siguiente del mismo año, el gobierno de Irán emitió la orden de detención y exigió la emisión de una notificación ante la policía internacional (Interpol), contra el autor intelectual del doble homicidio: el presidente de los Estados Unidos de América.

            Hoy, el tribunal de investigaciones de Rusafa, sector oriental de Bagdad, Irak, emitió esta otra orden de detención contra Trump, en conformidad con el artículo 406 del Código Penal iraquí, según un comunicado emanado de la autoridad judicial. Dicho artículo señala que contempla “la pena de muerte para todo homicidio premeditado;” sin embargo, las autoridades iraquíes siguen realizando más investigaciones para revelar quiénes estuvieron detrás del crimen, además del autor intelectual, Donald Trump, en contubernio con el gobierno de Israel.

            Lo anterior desde el escenario internacional contra el presidente saliente, por sus actos criminales en contra de ciudadanos islámicos; pero, dentro del contexto de la realidad de los Estados Unidos, se esperan varias demandas y querellas contra el mismo Trump y por varios delitos que van desde la no declaración de impuestos de sus propiedades y negocios, hasta destituciones de asesores al margen de la Constitución Nacional, componendas espurias con individuos y organizaciones nada fiables (principalmente racistas), y otros actos vandálicos reñidos con la honestidad y pulcritud que un mandatario de esta potencia debería tener.

            Una vez abandonado el cargo en el gobierno, será posible que Trump contrate a un séquito de guardaespaldas, armados hasta los dientes, para que le sigan iguales a sombras, por donde se desplace; y lo mismo hará con una “batería” de abogados, que tendrán la misión de evitar que lo procesen penalmente y vaya a prisión, según apuntan todas las acusaciones desde los más diversos estratos de la realidad norteamericana.

            Por el momento, cuando redactamos este artículo de prensa, le quedan aproximadamente once días en el poder a Donald Trump, un individuo sumamente violento e impredecible, y todo indica que podría salirse con otro incidente no sabemos dónde, cómo ni cuándo, pero que sería nefasto para este país u otro en el extranjero. Veremos… Esperemos que Dios proteja a la humanidad con un enfermo de estas características y aberradas decisiones.    


Trump se Marcha con Acciones contra Cuba

 

WASHINGTON D.C.-El presidente saliente de los Estados Unidos, Mr. Donald Trump, se irá del poder fiel a su manera de ser (que no es estilo, sino su propia naturaleza, pues Trump no tiene “adornos,” ni decoro en su fuero externo): con mayores sanciones a la dictadura sangrienta de Cuba y la expulsión de la Bolsa de Valores de New York, de tres empresas chinas de telefonía. En ambos casos, no hace falta que expliquemos porqué son plausibles ambas acciones del mandatario, porque la obviedad que ambas poseen habla por sí misma, pero vamos a desglosar uno de los dos actos que nos llenan de satisfacción a quienes no comulgamos con ninguna dictadura y menos si son de corte comunista.

En lo que atañe a la isla antillana, Trump ha golpeado a los canales de inversión extranjera que ven con buenos ojos al desgobierno castrista y le prestan ayuda financiera, aun sabiendo que se trata de una dictadura corrupta y sanguinaria, que viola diariamente los derechos humanos de su pueblo; y, por otra parte, el presidente estadounidense quiere devolver a ese país a la lista de “patrocinadores del terrorismo”, de donde fue sacado irresponsablemente por el ex presidente Obama.

            Es evidente que Donald Trump quiere golpear con mayor dureza a la sedente economía cubana, que, de concretarse en el futuro próximo, le será muy difícil, muy engorroso, al mandatario entrante, Joe Biden, desmontar esas sanciones, tal y como desea hacer, mediante un acercamiento a la isla, según lo ha dicho en días recientes el demócrata. De hecho, Biden aseguró abiertamente que impulsará una política de acercamiento y “deshielo” con la dictadura cubana, siguiendo los pasos que comenzó Barack Obama en los meses finales de su administración. Los analistas afirman que la decisión de Trump es la de dejar a su reciente adversario en las elecciones, un camino lleno de obstáculos que le serán escabrosos para quitarlos fácilmente y que buscan “torpedear” cualquier nexo amistoso con los sátrapas de La Habana.

 

Repaso de las sanciones

 

            Si recordamos apropiadamente, algunas de las numerosas sanciones impuestas por Trump a la dictadura de Raúl Castro, van desde prohibir a ciudadanos estadounidenses alojarse en hoteles que pertenezcan al gobierno cubano, hasta ordenar el cierre de más de 400 oficinas que la empresa de remesas, Western Union, tenía en aquel país antillano. Esta última decisión ocasionó un gran desconcierto y frustración, porque la tiranía dejó de captar los dólares que los exiliados enviaban a sus familiares, gracias a esa compañía financiera.

            Ante tales hechos, la dictadura no se queda nunca callada y en esta oportunidad no ha sido la excepción ante las sanciones decididas por Trump y ha expresado el portavoz de la tiranía castrista que Washington solo ha querido recrudecer el bloqueo comercial, “con el fin de aumentar el cerco financiero y asfixiar al país.” Así mismo, criticó que la Casa Blanca haya incluido a una lista de empresas cubanas, dentro de aquellas con las cuales los estadounidenses no deberían hacer negocios, por el hecho de que “sus operaciones benefician de manera desproporcionada a los militares cubanos, en lugar de los empresarios independientes, fomentando la represión del pueblo cubano y financiando la interferencia de Cuba en Venezuela.” Así según la explicación conferida por Mike Pompeo, Secretario de Estado norteamericano. Es así como un viejo inversionista y hombre de negocios en la isla, señaló, al conocer la determinación de la administración Trump, que “esta medida puede suponer a las empresas y empresarios una gran dificultad, pues algunos Bancos extranjeros con los que operamos, pueden temer ahora ser sancionados por Washington. Lo único bueno es que, a partir del 20 de enero (cuando asuma el poder Biden), todo esto cambiará.” Dijo.           

            Si hacemos un repaso de las decisiones tomadas y llevadas a la práctica por Donald Trump contra la dictadura sangrienta de Cuba, a lo largo de los cuatro años de su gobierno, recordaremos que creó una auténtica maraña de medidas que sancionan a las remesas que envían los exiliados a sus familiares en la isla, la prohibición de los vuelos directos y la visita de cruceros; el cierre del Consulado estadounidense y la eliminación del llamado “People to people”, una modalidad de “enriquecimiento cultural”, usada por muchos norteamericanos para viajar a Cuba. Los entendidos en relaciones bilaterales de estas dos naciones, aducen que muchas de esas sanciones son relativamente fáciles de desmontar; pero otras tardarán mucho tiempo y la administración de Biden tendrá que bregar duro para que desaparezcan, por ejemplo: sacar a varias empresas relacionadas directa e indirectamente con la dictadura de Raúl Castro, de la lista negra que maneja la Casa Blanca.

 

Patrocinadores del terrorismo

 

            Ciertamente y a todas luces, desde que Fidel Castro asaltó al poder en Cuba, el Estado cubano ha sido un solapado patrocinador del terrorismo a nivel mundial; pero el ex presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, basado en sus simpatías con el régimen genocida de los Castro, en el 2025 sacó a Cuba de la lista de naciones que tienen que ver directamente con el terrorismo y se dio a la tarea de restablecer relaciones diplomáticas y comerciales con el gobierno sanguinario de La Habana.

            Sin embargo, el diario New York Times publicó una exclusiva en la que afirma que Mike Pompeo decidirá en los próximos días, antes de que su jefe Donald Trump haga sus maletas y se marche de la Casa Blanca, reinsertar a los cubanos comunistas en dicha lista de la que no debió haber salido nunca, por las evidencias que siempre ha mostrado con sus actos sangrientos en todo el orbe. “La propuesta de devolver a Cuba a la lista, partió de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado y no de su Oficina de Contraterrorismo, que normalmente debería estar involucrada en tal medida (…),” detalla el NY Times. Y una vez que Cuba sea incluida nuevamente, las repercusiones se harán sentir en estos aspectos principalmente: habrá restricciones a la ayuda exterior de los Estados Unidos hacia la isla; una prohibición a las exportaciones y ventas de defensa; controles sobre las exportaciones de artículos y otras de carácter financiero, además de las ya existentes.

            Por supuesto que no han faltado las voces que deploran las determinaciones de Trump y su séquito de asesores, y esas críticas han venido desde las entrañas del Partido Demócrata y de algunos funcionarios de la Unión Europea, quienes ven con simpatía a la dictadura férrea que practica Raúl Castro y que tiene en la máxima pobreza al pueblo cubano. Esos simpatizantes del comunismo isleño han dicho que “crear más sanciones a Cuba, en épocas particularmente peligrosas marcadas por la pandemia, no tiene razón ni sentido de ser.” De igual manera, la falta de libertades individuales, las grandes hambrunas diarias que sufren los ciudadanos de la isla, la persecución por causas ideológicas, el encarcelamiento, la tortura, la desaparición y el asesinato de personas sencillas, por el simple hecho de expresar su descontento contra el régimen, tampoco “tienen razón de ser” y obligan a sancionar con más fuerza a la dictadura castrista, sino derrocarla, que sería lo ideal, un hecho que no sabemos por qué motivo nunca se intentó con determinación de parte de las superpotencias democráticas.

Pero esos actos criminales no los quieren ver, ni los decodifican los críticos acérrimos de Trump y se convierten, de inmediato, en secuaces inmorales de los dictadores enquistados en el poder en Cuba. Individuos de esa calaña, son los que sustentan y dan razón de existir al régimen sangriento y, de paso, engañan a quienes no conocen, ni remotamente, las iniquidades que sufren los cubanos.  


El Racismo, el Talón de Aquiles de los

Estados Unidos

 

WASHINGTON D.C.-Entre el marasmo de datos arrastrados por la historia contemporánea, me encontré una cita del velocista estadounidense, de raza negra para mayores señas, llamado Jesse Owens, que me caló particular y profundamente en mi espíritu: “Cuando llegué a Alemania (para participar en la Olimpiada de 1936, organizada por el gobierno de Hitler), me sorprendió el hecho de que los atletas negros que representábamos a los Estados Unidos, podíamos entrar al hotel donde nos hospedábamos, por la puerta frontal, igual a todos los blancos. Y me llamó la atención porque en los Estados Unidos, a los negros no se nos permite ingresar a los hoteles que son solo para los blancos y si, remotamente lográsemos entrar, tendríamos que hacerlo por una puerta lateral, exclusiva para el servicio.” Esos son los Estados Unidos lamentablemente y lo han sido desde que yo tengo memoria.

            Y lo peor de todo, al margen del altísimo grado de inhumanidad que lleva implícito este detalle, se fundamenta en que es absolutamente evidente, el racismo estadounidense no es algo que hay que desentrañar ni rebuscar en las clases sociales existentes, sino que se puede observar sin mucho esfuerzo y tocar, incluso, con los dedos de nuestras manos. Y el estupor crece cuando vemos que los ciudadanos rubios de esta nación, no hacen nada por mitigar este defecto, ni esconderlo siquiera de la opinión pública mundial. Me nace pensar y compararlo con las pirañas del río Amazonas, en Brasil, o las grandes serpientes pitones de Asia: se sabe que existen, están ahí, pero nadie desea extirpar el peligro, la vergüenza y el temor, porque les dan réditos al final. Aunque pensar en alguna ganancia concedida por el racismo, no se debe plantear siquiera.

            Pero no quiero que se me mal entienda y crean que pretendo ocultar el racismo dominante en la Alemania de 1936, que era mucho peor que el estadounidense, porque, poco tiempo después, serían dictadas las famosas leyes de Nürenberg que perjudicaron a millones de judíos y que sirvieron de base para la “Cita de Wannsee”, que fue el cimiento para que el genocidio (conocido con la palabra hebrea de holocausto), cobrara realidad en los campos de concentración. Sin embargo, he querido rescatar el argumento de Owens, sacarlo de contexto, para poner en alto relieve los sentimientos y acciones racistas que él mismo describió, que se daban en los Estados Unidos.

 

La relación de Owens con ADIDAS

 

            El mito del velocista norteamericano, Jesse Owens, comenzó a gestarse y tomar forma desde que puso sus pies en Alemania, pues fue contactado casi de inmediato por los hermanos Adolf y Rudolf Dassler, quienes eran los dueños y fundadores de la empresa de calzado deportivo, ADIDAS, apenas en fase de experimentación en aquella época, un sueño que tomaría dimensiones impredecibles, mundialmente, con el paso de los años. Adi Dass (diminutivo de Adolf Dassler), contactó al atleta negro en uno de sus entrenamientos y le ofreció su nuevo modelo de calzado para desarrollar mayor elasticidad y velocidad; sin pensarlo mucho, Owens aceptó el regalo y lo utilizó siempre cuando compitió en la Olimpiada, con los resultados que todos sabemos. También hacemos la salvedad de que el éxito del estadounidense no se lo debe al empresario alemán, por supuesto que nó, pero cabe resaltar la amistad, ajena a todo racismo, que nació entre los dos y que las páginas de la historia omiten y no sabemos la causa de dicha omisión.

            Y es que tanto Jesse Owens como el boxeador de peso completo, Joe Louis, son puntos de referencia para vanagloriarnos por sus performances deportivas y por haber sacado a la superficie el innegable e impresionante racismo que se practica en los Estados Unidos desde siempre: en el caso del primero, los millonarios blancos lo llevaban a la Cuba precastrista para verlo compitiendo en las pistas de caballos, contra aquellos animales, y divertirse con el atleta negro retirado desde hacía años; y en el caso de Louis, anduvo deambulando por las calles de Nueva York, después de haberle dado gloria al deporte estadounidense, ante la indiferencia de sus ex promotores blancos y personas que una vez admiraron su poderío. Fue el alemán Max Schmelling, ex contrincante de Joe Louis, quien, al enterarse de su condición de indigencia, comenzó a enviarle un cheque mensual para paliar el hambre y el frío de la ciudad y empezara a llevar una vida digna; incluso, Schmelling pagó los costes de la larga enfermedad que sufrió el ex pugilista negro, cuando se le obstruyó la aorta, después de haber sufrido un colapso en plena calle y ser ingresado a un hospital psiquiátrico en Denver, posteriormente. Así mismo, el ex boxeador alemán pagó el entierro de Joe Louis. Un contraste bastante evidente, que nos empuja a la reflexión sobre el altísimo grado de inhumanidad de la sociedad estadounidense, cuando se ve permeada por el racismo, siempre manifiesto y deleznable sin lugar a dudas.

 

“El defecto mortal del país”

 

            Para el novelista Paul Auster, nacido en Newark, Nueva Jersey, el 3 de febrero de 1947, “todo en la historia de los Estados Unidos vuelve siempre al racismo, es el defecto mortal de este país”, ha dicho recientemente y a la luz (o en “la oscuridad” para ser más precisos, de los últimos acontecimientos cuando han asesinado a ciudadanos de tez negra a manos de la misma policía), y remata con el siguiente argumento: “(…) La esclavitud era legal desde el momento en que empezaron las colonias. Para construir un país, después de la revolución, teníamos 13 colonias. (…) En el sur, por supuesto, la economía dependía del trabajo esclavo y para que estos Estados pudieran incorporarse a la unión y ser parte de los Estados Unidos, pidieron ciertas concesiones del norte, entre ellas que la esclavitud no fuera declarada ilegal y que, aunque tuvieran poblaciones más pequeñas, pudieran tener más representación en el Congreso, contando a los esclavos. Los contaban como tres quintas partes de un ser humano. Fue un compromiso asqueroso. Y hemos estado pagando el precio desde entonces.” Asevera el escritor con toda la sinceridad posible.

            Lamentablemente, la actitud individual y conjunta del hombre blanco de este país, ha sido la de volver el rostro hacia el lado contrario y no ir más allá de las manifestaciones callejeras cuando asesinan a una persona negra por medio del abuso desmedido de la fuerza policial; es decir, se necesita legislación y lo más importante… erradicar profundamente el sentimiento racista que yace en las entrañas del alma estadounidense y en la superficie de la cotidianidad. Es cuando el mismo Paul Aster asevera, siempre poniendo “el dedo en la llaga” del problema: “Hasta que podamos confrontarlo, nuestro país no se podrá curar. En Alemania hay museos del holocausto, no hay banderas nazis. En Estados Unidos (por el contrario), hay banderas confederadas y para mí no es diferente a una esvástica. Representa lo mismo. Por eso estas protestas me inspiran, porque parece la primera vez que la ‘América blanca’, o parte de ella al menos, lo capta. Pero hasta que sea universal, no podremos estar menos divididos de lo que estamos.”

 

            Es así como el racismo forma parte de la idiosincrasia estadounidense, de igual manera como el futbol americano, la celebración del Día de Acción de Gracias o el Día del (soldado) Veterano: es evidente, ineludible, vergonzante y lacerante. Pero lo más impresionante y doloroso radica en que muy pocos ciudadanos nacidos en este país, tienen la voluntad de cambiar las cosas… muy pocos, en comparación con la enorme indiferencia que se extiende de un extremo al otro de su geografía.


Trump se Irá tal como Llegó: Amenazando

e Insultando

 

NEW YORK, USA- “Genio y figura hasta la sepultura”, dice el antiquísimo proverbio que se le adapta a Donald Trump, el presidente saliente de los Estados Unidos, como anillo al dedo. Su cerebro solo le dicta decir barrabasadas, estupideces tan grandes como su propia figura física y que no dejan de sorprender y decepcionar a quienes tenemos que leerlas por estos avatares de la prensa.

            A pocos días de abandonar la Casa Blanca y ante el repunte del covid-19 de manufactura china, y en lugar de sentirse contento porque la casa farmacéutica Pfizer creó la vacuna contra el virus mortal, Donald Trump lanza otra de sus bravuconadas, esta vez contra el gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, quien ha sido un crítico despiadado contra la pésima gestión que ha hecho el corredor de bienes raíces desde que llegó a la cúspide del gobierno estadounidense.

             La amenaza directa y latente contra el alto dignatario neoyorquino, fue, además, una muestra de cobardía y demencia de parte de Trump, pues manifestó que no distribuirá los primeros lotes de la vacuna en esta ciudad, precisamente porque ha sido duramente criticado por el político del partido adversario. Desde luego, si cumple su promesa, los perjudicados serán los ciudadanos, quienes no tienen la culpa de sus problemas interpersonales.

            Las palabras textuales del mandatario han sido estas: “El gobernador Cuomo nos tendrá que decir cuándo está preparado, porque, de otra manera, no podemos entregarla (la vacuna), a un Estado que no se lo dará a su gente inmediatamente. Cuomo no confía de dónde viene la vacuna. Éstas vienen de las mayores compañías del mundo, los mayores laboratorios del mundo, pero no confía en el hecho de que es la Casa Blanca, esta Administración, por lo que no la entregaremos a Nueva York, hasta que tengamos autorización para hacerlo y me duele decir eso.” Tal la situación y su afirmación.

 

El gobernador desmiente

 

            En respuesta, Andrew Cuomo salió ante los medios de prensa para replicar lo expuesto por Trump y dijo: “¡No es cierto. Sorpresa, sorpresa! He sido un oponente franco a muchas de las políticas de Trump, durante los últimos cuatro años.” De paso, recordó que en este mismo Estado, el presidente saliente perdió las elecciones por un amplio margen de votos y está siendo investigado por fraude fiscal. Es cuando agregó el gobernador: “Por tanto, tiene problemas con Nueva York y le gusta apuntar a Nueva York; pero éste es el problema, es su problema de credibilidad, es el temor de que politice el proceso sanitario en esta nación, que es un temor bien fundado.”

            Casi de inmediato, terció la fiscal general de esta ciudad, Leticia James, quien advirtió a Trump que lo demandará si la futura vacuna no se envía a Nueva York, cuando esté disponible para ser aplicada a las personas y manifestó: “Esto no es más que un comportamiento vengativo, de un presidente saliente, que intenta vengarse de quienes se oponen a su política.”

            Resulta evidente, entonces, que “sus ladridos” siguen siendo los mismos, porque Donald Trump abandonará el poder del mismo modo como llegó y lo ejerció: amenazando, humillando, sembrando caos, temor, decepción, desilusión y confrontación con todas las partes y gentes posibles. Y en el caso de que no distribuya la vacuna en esta urbe, la problemática que se le vendría encima, sería colosal, pues lo atacarían desde lo jurídico, con la querella que ha señalado la fiscal general, y desde los estratos de la población, que se sentirían indignados y golpeados moralmente por este atorrante que pronto dejará la Casa Blanca.

 

Posible ataque a Irán

 

            Durante su permanencia en el gobierno, Trump siempre se ufanó porque evitó toda guerra en cualquier parte del mundo e, incluso, sacó a los soldados de Siria y ha ido reduciendo el número de ellos en Irak, con las gravísimas consecuencias de inseguridad que ello ha ocasionado; por ejemplo, traicionó la alianza del ejército y pueblo kurdo con los Estados Unidos y los dejó a merced de Turquía, cuyo gobierno es archienemigo del Kurdistán.

            Pero ahora el New York Times publicó que el presidente saliente trata de empezar una nueva guerra antes de abandonar la Casa Blanca, esta vez contra Irán y nos imaginamos que se debe a la presión que Israel ejerce sobre este monigote que es Trump, un desparpajo que siempre fue manipulado y manejado desde Tel-Aviv. En opinión de los expertos, iniciar otro conflicto en Oriente Próximo “podría hundir a Estados Unidos en otro barrizal”, aseguran de manera textual.

            La publicación del diario neoyorquino relata que “Trump planea un final de presidencia de infarto, si es que él mismo considera que es el final. El perdedor de las elecciones presidenciales planeó con sus asesores la opción de atacar Irán. Sus asesores próximos, entre ellos el vicepresidente Mike Pence y el secretario de Estado, Mike Pompeo, le disuadieron de actuar, subrayando que tamaña acción, podría desembocar en un conflicto mayor en sus últimas semanas en el cargo.” Y es que Donald Trump tomó la errática decisión, como ya hemos dicho, a instancias y presiones de Israel, país que difundió la noticia, cierta o nó, de que Irán almacena 12 veces más uranio del permitido bajo el acuerdo nuclear del que el mismo Trump se retiró en el 2018. Un informe israelí, en manos del mandatario estadounidense, señala que los iraníes tienen el uranio en un almacén no declarado y que desde el 2003, ha perseguido la construcción del arma atómica que todos temen, especialmente los Estados Unidos y el Estado judío. Es por eso que Trump ha estado sopesando la posibilidad de atacar esas instalaciones con un misil, una opción que el maníaco presidente acaricia permanentemente en la Oficina Oval, donde ha tomado la mayoría de sus erróneas decisiones políticas y militares a lo largo de estos últimos cuatro años.

            De tal manera, acorde con su enfermiza naturaleza, Donald Trump podría dejar el cargo creando un nuevo conflicto y a gran escala, dejándosela como legado a su sucesor Joe Biden y respondiendo a su febril demencia y a una venganza personal por haber perdido las elecciones recién celebradas. Todo es posible en este personaje, que más bien parece ser una pésima y pesada broma que le han jugado a la humanidad entera, al colocarlo al frente del gobierno de la mayor potencia mundial.

            Veremos si Trump hará caso a las ordenanzas israelíes y bombardea a Irán, con todas las consecuencias inmediatas que resultarían de dicho ataque; veremos hasta qué punto su esquizofrenia le hace actuar erráticamente otra vez y sume al mundo en el dolor y el derramamiento de sangre. Sería una despedida de un individuo que comenzó y transitó su camino en la política difundiendo el odio y terminará de la misma forma… en medio del caos existencial, porque él no conoce otra alternativa diferente.


Los Musulmanes son una Lacra

 

NIZA, Francia- La importancia de Muammar el-Gadaffy, ex dictador de Libia, entre otras cosas, radicaba en que tenía a su país herméticamente cerrado a los inmigrantes, fueran de donde fueran, del África islámica o del África negra. Nadie podía ingresar al territorio libio para lanzarse, posteriormente, en barcazas, al Mediterráneo y alcanzar las islas y costas europeas. Ese era Gadaffy, quien era amigo de varios estadistas europeos, quienes lo apreciaban y sopesaban su importancia estratégica en el norte africano, especialmente el ex premier italiano, Silvio Berlusconi, quien mantenía una entrañable amistad con el ex gobernante asesinado por una turba que le alcanzó en el desierto, camino a la ciudad de Sirte, y le dio una muerte como solo los musulmanes saben dar: humillante y salvaje.

            Pero Hillary Clinton, la ex secretaria de Estado norteamericana del pésimo gobierno de Barak Obama (pésimo en materia internacional, nos referimos), ejecutó la caída y el asesinato de Gadaffy, ayudada por la Francia colonialista de Nicolás Sarkozy, quien envió a los aviones franceses bajo “el paraguas” de la OTAN, para que bombardearan al ejército libio y alcanzaran también al convoy en el que huía Gadaffy. Toda una mala novela de nuestro tiempo, protagonizada por una mujer quien, dichosamente, perdió las elecciones presidenciales frente a Donald Trump; de lo contrario, hubiese llegado a la Casa Blanca para seguir haciendo más estupideces, tal y como las hizo en la Libia de Gadaffy.

            Después del derrocamiento del dictador libio y su asesinato, este país del norte de África ha sido un caos completo y estuvo a un paso de caer en las garras del criminal Estado Islámico (Daesh), en su delirio por conquistar al mundo islámico y el sur de Europa. Hoy, Libia es una nación devastada, destruida hasta sus cimientos, sin un gobierno definido (sino dos administraciones que han partido al territorio), con una guerra de guerrillas interminable y con Isis (Estado Islámico), concentrado en su frontera Este.

            Es así como, en medio de ese caos que hemos descrito, los miles de inmigrantes del continente negro encuentran una puerta de acceso, abierta de par en par en Libia, atraviesan a este país y al llegar a las costas del Mediterráneo, se lanzan a la mar con la ayuda de inescrupulosos, quienes cobran en dólares o euros sus pasajes para subir a las pateras y otros medios de transporte, con el objetivo único de llegar a España, Francia, Italia, Los Balcanes y demás puertos europeos. La tragedia así comienza y termina de múltiples formas y una de ellas es en el terrorismo que azota al Viejo Continente, según hemos visto recientemente en Niza.

 

Infiltrados radicales

 

            Lo hemos explicado en otros artículos en este mismo periódico: el pecado de Francia ha sido su política colonialista de siglos anteriores (lo mismo podemos decir de Inglaterra y Bélgica), pues los nativos de las naciones colonizadas -y desde hace algunos años, emancipadas-, se sienten con derechos adquiridos para viajar, vivir, trabajar y nacionalizarse franceses, cuando les place. De tal manera, la afluencia de africanos del norte y subsaharianos, es constante en esta nación europea, con todas las ventajas y desventajas que ello involucra… incluyendo al terrorismo. Sino veamos este ejemplo concreto: el terrorista tunecino, Brahim Aouissaoui, nacido en Stax, Túnez, en 1999, asesino de tres personas en la basílica de Notre-Dame de l’Assomption, en el corazón de Niza, hizo una llamada previa a sus familiares, en la cual les dijo que estaba contento porque en Francia había trabajo para quienes quisieran inmigrar. Pero la realidad única, señala que el tunecino formaba parte de una célula yihadista nacida y formada en la Costa Azul francesa. Y otro detalle importante para ser tomado en cuenta y que ha causado una severa crisis política en Italia, país por donde ingresó a Europa el mencionado terrorista, dice que Brahim llegó en una barcaza a la isla de Lampeduza, se le dio estatus de refugiado, con todas las ventajas que ello involucra, y estabilidad en territorio europeo. Pocos meses después, el asesino atentó en Niza, según hemos visto.

            De tal manera, la oposición al actual gobierno italiano, culpa, moral y técnicamente al primer ministro, Giuseppe Conte, por abrir las puertas a esa clase de escoria proveniente de los países musulmanes. La Liga, de Matteo Salvini; Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni; y Forza Italia, de Silvio Berlusconi, han alzado sus voces contra la política migratoria del Poder Ejecutivo actual y han exigido al Premier que cierre los puertos a los inmigrantes. También han exigido la dimisión inmediata de la Ministra del Interior, Luciana Lamorgese, y así lo ha dejado escuchar Matteo Salvini: “Conte y Lamorgese tienen la responsabilidad moral de lo que ha ocurrido en Niza. Deberían pedir perdón al pueblo francés e italiano. Este tipo (el terrorista), no debió haber desembarcado y no debió ser libre de circular por Europa y derramar sangre.” Aseveró el líder opositor.

            No obstante, es muy difícil captar entre “la marejada” humana que arriba a las costas europeas, quién es terrorista y quién no lo es; pero las costumbres de esas gentes son totalmente distintas a los pueblos de Europa y ahí comienza, precisamente, el gran choque cultural. Una política abierta, sin restricciones de ninguna índole para esas personas que huyen del hambre y la guerra en Oriente Próximo y en África, según intenta hacer la Canciller alemana Angela Merkel, simplemente sería un suicidio a gran escala para los ciudadanos europeos y así lo ha interpretado cabalmente el gobierno húngaro que cerró sus fronteras a la inmigración de un tajo y absolutamente, sin excepciones de ninguna clase.

 

La ministra se defiende 

      

            Ante las acusaciones de la oposición italiana, la titular del Interior, Lamorgese, se ha defendido de esta manera: “Este es un ataque a Europa, no hay ninguna responsabilidad por nuestra parte. No olvidemos que Lampedusa es la puerta de Europa (…). Y siempre estuvimos pendientes del recorrido de Brahim Aoussaoui en suelo italiano, hasta que se le perdió la pista (y fue cuando supuestamente viajó a Francia).” Replicó.

            Recordemos que el terrorista tunecino de 21 años, llegó a la isla de Lampedusa, territorio de Italia en el Mediterráneo, el pasado 20 de septiembre, a bordo de una pequeña embarcación, junto a otros inmigrantes de origen islámico. Ese día, arribaron al mismo sitio más de 20 barcazas, todas con tunecinos a bordo. De inmediato se les puso en cuarentena, del mismo modo según se hace con todas las personas que arriban a Italia, para evitar contagios con el coronavirus chino; y posteriormente recibieron atención sanitaria y humanitaria de parte de la Cruz Roja italiana. Es cuando la ministra afirma: “El asesino de Niza no figuraba en ninguna lista de sospechosos, ni de las autoridades de Túnez, ni de los servicios de inteligencia de Italia, por lo que no se adoptó ninguna medida particular.”

            Del barco en el que llegó, Aoussaoui fue trasladado el 8 de octubre, a un centro de acogida en la ciudad de Bari, donde se le realizó una prueba del coronavirus chino. El 9 de octubre se emitió un decreto ordinario de expulsión contra él, que es habitual con los inmigrantes económicos que entran de manera ilegal a Italia y que da un plazo de una semana para abandonar a este país.

            Lo cierto es que la ministra Lamorgese ha pedido “cerrar la polémica” en relación con el terrorista; pero ya está citada, junto al jefe de la Policía, Franco Gabrielli, para que comparezca ante el comité parlamentario para la seguridad de la República, y así aclare todo lo referente a la llegada del tunecino a Italia y su traslado posterior a Francia. De ese interrogatorio no podrá evadirse la funcionaria del actual gobierno italiano.

            Empero, yendo más allá… los atentados terroristas no han terminado con este que ha sucedido en Niza, donde tres personas inocentes fueron apuñaladas por el tunecino inmigrante; porque Europa está condenada a sufrir por mayor tiempo esta pesadilla islamista, hasta que no cierre definitivamente sus fronteras. ¿Lo irán a entender sus políticos? Ahí precisamente radica la dificultad, porque entra en controversia el derecho humanitario de asilo a quienes lo necesiten y la seguridad de Europa.

            Lo que ha quedado de manifiesto con toda claridad, señala que “el gran azote” de los europeos son precisamente los yihadistas, los musulmanes, en un lejano ayer vestidos de invasores turcos, masacrando a los pueblos hasta el corazón mismo del continente; y hoy, en forma de “lobos solitarios” o células criminales, cuyo común denominador es defender la religión arcaica que profesan (el Islám), y matar indiscriminadamente cuando se les ocurre y donde se les ocurre. Un reto de gigantescas dimensiones al que los líderes políticos están llamados a enfrentar y solucionar de tajo, sin contemplaciones.  


La Desgracia de Europa está en

Oriente Próximo

 

PARÍS, Francia-Antes de ayer una discoteca dinamitada; ayer, un periódico satírico teñido con la sangre de sus redactores; hoy, un profesor de secundaria asesinado en plena clase… ¿Y mañana? Esa es la presencia del islam en Francia, un país siempre abierto a los musulmanes y a todo aquel que llegue del exterior, sin importar cuáles sean sus objetivos. El hecho de que Francia se haya apoderado de una mitad del Sahara (e Inglaterra de la otra mitad), solo problemas, a posteriori, le ha causado: Argelia, Marruecos, naciones del África negra y otras cercanas a la península arábiga, han hecho que los antiguos colonizados se sientan ahora con derechos históricos adquiridos, para inmigrar al territorio francés con sus costumbres y religión y hacer lo que se les ocurra, sin importarles las leyes francesas ni la idiosincrasia europea, tan distinta a la islámica.

            De ahí que Jean-Marie Le Pen, el líder de la derecha francesa y el hombre más odiado por los inmigrantes, haya dicho que los extranjeros son la desgracia de Francia. “Nuestro equipo nacional de futbol está lleno de negros que no sienten nada por nuestro país, incluso no cantan el himno francés porque no lo conocen siquiera”, dijo en una oportunidad el anciano dirigente. Y millones de ciudadanos quienes han sufrido los atentados terroristas más salvajes en los últimos cinco años, saben que tiene toda la razón el sabio político.

 

Los judíos, una invasión sui generis  

 

            No es que estén bajo una maldición, “la del judío errante”, a raíz del asesinato de Jesucristo o la herejía contra el templo de Salomón y esas babosadas que se crean constantemente los judíos para ser admirados y venerados por las muchedumbres acéfalas, sino que, el hecho de nacer aquí y allá, beber del agua y comer la comida sueca, noruega, estadounidense, rusa, alemana, francesa, española (esto es: la educación, alimentación, leyes y demás facilidades de cada nación), y levantar sus negocios, que llegan a ser gigantescos emporios con el paso del tiempo, todo ello es parte de una política y comportamiento ancestral que los judíos siguen al pie de la letra, pero sin perder un ápice de vista que, pueden nacer en cualquier sitio del mundo, pero su nacionalidad es, a toda prueba, israelí. Porque esa falacia de ser judío-italiano, judío-turco, judío-croata, judío-suizo, etcétera, solo es eso… un vil engaño para que el pueblo que los alberga, no los discrimine abierta y decididamente. Pero que un judío es israelita… lo es y punto. Solo es eso. Esa es su única nacionalidad.

            Los nazis lo entendieron y lo decodificaron muy bien: el judío está en nuestra tierra para aprovecharse de las ventajas que nuestras leyes, cultura y demás, le pueden dar. Hitler lo dijo en una ocasión mientras se encontraba en medio de un círculo de colaboradores y en actitud relajada: “Si tiras a once judíos en un bosque de Noruega, al mes siguiente se apoderan de todo el país.” Es por eso que la invasión sionista es muy original. Tiene a su favor que no es sanguinaria ni vulgar/delictiva, como sí lo es la islámica: un judío es incapaz de poner una bomba en un estadio de futbol atestado de fanáticos; pero, subrepticiamente y a lo largo de los años, se va apoderando de los estamentos económicos, sociales, políticos y militares del país que los alberga, en una auténtica demostración de sagacidad y si algo les fallara, utilizarán el dinero acumulado para salir de los entuertos. Nótese el colmo: el firmante del armisticio por la parte alemana, el 11 de noviembre de 1918, y que marcó el final de la Primera Guerra Mundial, fue nada menos que un judío… Matthias Erzberger, quien, a la postre fue asesinado por dos militares nacionalistas, inconformes con sus devaneos políticos, el 26 de agosto de 1921. Es decir, los judíos están metidos, en cualquier país estable política, cultural y económicamente, hasta el tuétano. La ventaja que presentan, dichosamente, se fundamenta en que son personas estudiosas, incapaces de hacer uso de la violencia extrema y manifiesta, como la utilizan los trogloditas islámicos cada vez que se sienten heridos o amenazados.

 

¿Turquía, lastre o bendición?

 

            Geográficamente, esta nación musulmana tiene medio cuerpo en Europa y la otra mitad en Asia y eso le da una posición singular y con ciertas ventajas en múltiples aspectos, especialmente en el comercial y militar. Por siglos, los turcos han causado hondos problemas en Europa, fundamentados en invasiones que, incluso, los han llevado hasta las mismísimas puertas de Viena, después de haber dejado un rastro de sangre de miles de europeos que trataron de frenar su beligerancia sanguinaria.

            En la actualidad, empero, Turquía no es bien vista por Europa, debido a sus políticas anti-europeas precisamente: puede mantener relaciones comerciales abiertas y ventajosas con la Unión Europea (UE), pero no despierta confianza suficiente para incluirla dentro de la UE y tampoco en la OTAN, pues sus leyes islámicas, flagrantes violatorias de los derechos humanos, están reñidas con las bases cristianas de occidente.

            Además, su dictador, Recep Tayip Erdogan, en lugar de comprender y aceptar las decisiones del gobierno francés con respecto a los terroristas islámicos, y llamar a la cordura a esas facciones radicales que existen en el corazón de Francia, la ha emprendido contra El Elíseo y se mantiene muy próximo a crear una crisis diplomática sin precedentes. Erdogan no ha soslayado, ni mínimamente siquiera, el brutal asesinato (por decapitación), del profesor de historia, Samuel Paty, a manos de un musulmán, quien se sintió ofendido porque el educador enseñó a sus alumnos unas caricaturas de Mahoma. Las reacciones jurídicas y de seguridad (policiales), tomadas por el gobierno de Emmanuel Macrón, han molestado profundamente al dictador turco. Para colmo de males, la revista satírica, Charlie Hebdo –la misma que sufrió un sanguinario atentado hace pocos años atrás, de una facción islámica-, publicó una caricatura de Erdogan, levantándole el vestido a una mujer musulmana, a quien se le ve el trasero. La revista enfrenta en estos momentos una querella judicial, de parte del Estado turco, a raíz de esa caricatura.

            De inmediato, ante la reacción del Elíseo contra los islamitas, provocó que el gobierno turco se erigiera en el abogado de los musulmanes residentes en Europa: “He detectado reminiscencias históricas –ha dicho Erdogan ante su parlamento títere-: intentan relanzar las Cruzadas. (…) Es una cuestión de honor confrontar a la política francesa, tras la publicación de las caricaturas del Profeta, amparándose en el derecho a la libertad de expresión. (…) Se trata, por el contrario, de un acto de islamofobia. Los países europeos no necesitan siquiera encubrir su odio hacia el Islam nunca más.” Puntualizó el dictador de Turquía. Al paso, llamó también a su pueblo a boicotear a los productos franceses, en respuesta a las decisiones anti-terroristas contra los musulmanes, ordenadas por Macrón.

            El gobierno francés ha emitido oficialmente: “Francia nunca renunciará a sus principios y valores y en particular a la libertad de expresión y a la libertad de difusión.” Aquí es oportuno subrayar que el gobierno galo tiene una confrontación abierta con el de Ankara, en el Magreb y en el África subsahariana, donde Francia tiene intereses económicos y colonialistas aún; y el hecho de que los gobiernos de Alemania y España apoyen al de Francia, ha inflamado todavía más la tensa situación.

            Por todo ello retornamos a la pregunta inicial: ¿Es Turquía un lastre o una bendición para Europa? Quizás sin su actual dictador, sería una bendición, pues los valores turcos son innumerables y dignos de admiración, hoy empañados por un tirano, Erdogan, capaz de ordenar el asesinato de decenas de militares que se le oponen, sin el mínimo cargo de consciencia y sin que le tiemble el pulso.

            La crisis bilateral franco-turca ahí está… El gobierno turco está de acuerdo en la decapitación del profesor Paty; y el francés se mantiene firme en ser garante de la libertad de expresión dentro de sus fronteras, el respeto a la vida de sus ciudadanos y en soslayar las atrocidades cometidas por los fanáticos musulmanes. De tal modo, el joven checheo de 18 años, llamado Abdoullakh Anzorov, está bien ultimado por la policía francesa, al ser identificado homicida del educador, el pasado 16 de octubre. “Ojo por ojo y diente por diente”, así como les gusta a los musulmanes. Muerto igual a un perro rabioso.


Chile tendrá una Nueva Constitución.

El Pueblo Decidió en el Plebiscito

y en las Urnas

 

SANTIAGO DE CHILE- Los chilenos acudieron masivamente a la invitación que les hizo el Gobierno de Sebastián Piñera, para que votaran por una nueva Constitución Política o la rechazaran, acorde con sus deseos. Pero, según era de esperar, los ciudadanos votaron por una nueva Carta Magna que dejará sin funcionamiento a la que fue redactada durante la administración del ex presidente, don Augusto Pinochet Ugarte.

            Recordemos que la violenta situación que ha vivido el país, a partir del alza que se decretó en el metro de esta Capital, provocó que el mandatario Piñera ideara la consulta mediante el plebiscito, para darle un rumbo distinto a Chile y a su pueblo, y se retorne finalmente a la paz social que se quebrantó a mediados del 2019 por medio de una violencia sin precedentes en este país y que aún, a pesar de la peligrosidad del coronavirus chino que ataca a todo el planeta, se mantiene vigente en las principales arterias de las ciudades más populosas de esta nación. 

            No hay duda de que se trata de un punto crucial en la historia de Chile, un punto de no retorno, para enrumbarse hacia una sociedad más justa, más equitativa y donde la riqueza sea repartida en beneficio de los que menos tienen actualmente. Los políticos, los economistas, los periodistas y el ciudadano llano, saben que no hay otro sendero, tampoco hay atajos y lo que Chile reclama es precisamente eso… equidad financiera, para vivir en un país justo y anhelado.

 

La aprobación se comenzó a gestar tempranamente

           

De inmediato, apenas comenzó el conteo de los sufragios –que dicho sea de paso se hizo de manera transparente ante los fiscales de mesas y los periodistas-, se empezó a gestar el triunfo de la aprobación para redactar la nueva Constitución Nacional. Por ejemplo, con un 27 por ciento de las mesas escrutadas, “el Apruebo” se imponía con un 77,6 por ciento, frente a un 22,4 por ciento del “Rechazo”. El diario chileno La Tercera lo resume así: “La convención constitucional, en tanto, recibía un 79,18 por ciento de las preferencias, mientras que la mixta llevaba un 20,82 por ciento.”

Empero, en la Plaza Italia, en el corazón de Santiago, los revoltosos se dieron cita en las primeras horas de la noche, cuando el conteo de los votos apenas iniciaba, y protagonizaron algunos desmanes, para recordarle a los carabineros (policía nacional), que la violencia sigue latente y que solo habían hecho un breve descanso, para darle paso al plebiscito. A tempranas horas del día, ya se habían enfrentado los ciudadanos rebeldes con los agentes de la policía; pero luego se tranquilizaron un poco.

El mismo diario La Tercera, lo resume de esta manera: “Ese era el escenario que se vivía hoy en la histórica jornada del plebiscito constitucional: la tan temida violencia que podría amenazar el correcto desarrollo del histórico proceso eleccionario no fue tal y estuvo, más bien, contenida y aislada, mientras se generaba una masiva concentración en la Plaza Italia cerca de las 21.00 (horas) y millones de chilenos ya habían acudido a las urnas en una jornada que desde temprano daba señales de una altísima participación, especialmente por parte de los jóvenes. Las imágenes de largas filas afuera de los centros de votación alimentaban esa percepción. Y si bien esas escenas estaban influenciadas por las normas sanitarias, que impedían aglomeraciones de personas al interior de los recintos, durante la tarde distintos sectores ya proyectaban una participación que superaría los 8 millones de personas.” Cita el prestigioso y popular periódico chileno.

 

Mensaje presidencial desde La Moneda

 

            Desde el Palacio de Gobierno, el Presidente Sebastián Piñera, conocedor fiel del triunfo del “Apruebo” en la consulta ciudadana, dirigió su discurso improvisado hacia todos los chilenos, quienes lo veían por la televisión (Estatal y privada) o lo escuchaban por las distintas emisoras de radio. Esto fue lo que dijo el mandatario: “Este es un triunfo de todos los chilenos que amamos la democracia, la unidad y la paz. Hago un llamado a la unidad para enfrentar los grandes desafíos del futuro. Y le pido a mis compatriotas que estemos a la altura de este desafío histórico. Hoy ha triunfado la ciudadanía y la democracia. Hoy ha prevalecido la paz sobre la violencia (…). Para que este proceso constituyente dé frutos, todos los hombres de buena voluntad, debemos entregar lo mejor de nosotros, practicar el respeto y la tolerancia, tener voluntad de acuerdos y rechazar la violencia.”

            En acto seguido, pidió a los votantes regresar tranquilamente a sus casas, una vez hubiesen depositado su voto, para preservar la calma en las ciudades y cuidaran su salud ante la presencia del covid chino; así mismo, agradeció a todos los actores involucrados en el proceso electoral.

            Sin embargo, la pregunta que sobrevuela la realidad chilena es: ¿Ahora qué sigue en este país, que sucederá a partir de esta misma noche y del día después del plebiscito? Se puede esperar todo en esta nación que ha estado sumida en el caos y en la violencia extrema, muy parecida a una guerra civil, especialmente cuando las masas de los ciudadanos son azuzadas constantemente desde Venezuela, Cuba y Rusia, por las redes sociales, para caldear los ánimos e impedir que lleguen a puntos de acuerdo con el gobierno. Lo que buscan esas naciones comunistas, es regresar a Chile al período anterior a 1973, antes del Golpe de Estado que dio el General Pinochet contra el comunista Salvador Allende, quien entregó al país a los soviéticos y cubanos. A pesar de que Rusia tiene un sistema heterogéneo, que no es del todo comunista y tampoco capitalista, es una dictadura que tiene sus bases en la dictadura socialista y busca crear confusión y fuego en aquellas naciones que no están bajo su órbita política ni militar.

            Las intenciones de Caracas, de la dictadura de Nicolás Maduro, son claras: crear en el Cono Sur americano “una sucursal” del modelo cubano, que fue el sueño de Salvador Allende y que Pinochet le arrancó de las manos mediante el golpe militar de 1973. Desgraciadamente los comunistas han encontrado un canal muy eficaz en las redes sociales, en las cuales citan a miles de chilenos a las plazas y avenidas de las principales urbes, para partir de esos sitios con violencia y enfrentamientos sangrientos con los carabineros. Se espera que, en el transcurso de estos días posteriores al plebiscito, la violencia continúe y hasta se exacerbe. En síntesis, lo que exigen desde Caracas y La Habana, para comenzar, es la renuncia o la caída de Sebastián Piñera, a quien consideran un representante del capitalismo, al mejor estilo de Pinochet, y de la derecha chilena.

            En otras palabras: detrás de la violencia en Chile, están los marxistas, traficantes de cocaína, atrincherados en Miraflores (Caracas), y en La Habana, Cuba. Incluso los ecos desde el Kremlin ruso, tienen su efecto en la violencia desmesurada de los chilenos en las calles y avenidas de sus ciudades.

 

Chilenos en el exterior

 

            El triunfo del “Apruebo” por parte de los chilenos que viven en el extranjero, es de igual magnitud que en el interior del país; es decir, la mayor parte de los sufragios emitidos en otros países, supera al “Rechazo” en un 90 por ciento. Veamos: con el 33,33 por ciento de las mesas escrutadas en el extranjero, los resultados arrojaron: “Apruebo”, 86,59 por ciento, sobre un escuálido 13,41 por ciento del “Rechazo”.

            Es importante resaltar que muchos chilenos viven en Canadá, los Estados Unidos, Europa (España principalmente), Inglaterra, Irlanda, Australia y Nueva Zelanda.

            A partir del conteo de los votos, Chile habrá ingresado en “una nueva autopista” en su trayectoria como nación y el gobierno está llamado a pilotar y orientar eficazmente a su copiloto, configurado en el pueblo. No habrá reversa, tampoco insuflar los ánimos de la población para no enfrentarse con ella en los campos de batalla urbanos, que son esas imágenes que hemos visto desde el año 2019, entre los ciudadanos contra los carabineros.

            ¿Qué sigue ahora? Allanar el camino para que la justicia social y económica se adueñe de la realidad chilena y traiga la paz perdida a las personas; y, ante cualquier premisa: borrar de la faz del país esa imagen dantesca de los ricos cada vez más ricos con sus fortunas extralimitadas y los pobres haciendo malabarismos diarios para comer, para llevar un mendrugo de pan a sus empobrecidas mesas hogareñas. Chile requiere de justicia verdadera, de democracia real y del humanismo de sus políticos, quienes deberán apartarse de los millonarios para darle la mano, en actitud solidaria, a los necesitados, acantonados en las clases sociales media y baja, quienes son, al fin y al cabo, quienes llenan las plazas, parques y avenidas, todas las fechas, vociferando por comida, medicinas, educación para sus hijos y nuevas y mejores posibilidades de vida. Para ellos fue programado precisamente el plebiscito. Solo para ellos.


La Humanidad comienza a Percatarse de

lo que es China, su Pueblo y su

Sistema Político

 

Ese candoroso pensamiento y sentimiento de lo “lindos, cultos y agradables que son los chinos”, ya no es tan popular entre el resto de la humanidad, que ha comenzado a despertar de su “encanto”. De tal manera que las malas opiniones, los recelos, la desconfianza y hasta el asco, han calado en las mentes y corazones de muchísimas personas alrededor del globo terráqueo.

            La verdad es que ya les hemos aguantado demasiado. Empezando por sus mentiras. Esas falacias de que inventaron esto, aquello y lo otro. Solo les faltó decir a los chinos que le dictaron al oído a Beethoven y a Mozart, las obras musicales maestras que compusieron, porque esa majadería de afirmar que han sido los creadores de la medicina moderna, las armas modernas, el papel, la pólvora, las pastas que según ellos Marco Polo llevó desde China a Italia, y han insistido en afirmar que todo lo que vemos alrededor del ser humano, es creación de ellos, esos individuos amarillos que en realidad comen insectos asquerosos, murciélagos en sopa, perros, gatos y prácticamente todo lo que se mueva, vuele, se arrastre, nade, camine y respire. Y esta sí que es una gran e ineludible verdad. ¡Han tenido dictaduras y dinastías tan corruptas e inhumanas, que aprendieron a comer cuanta porquería se les ponía enfrente, porque, de lo contrario, se morían de hambre! Y hoy, en pleno Siglo XXI, la situación no ha cambiado en nada para ellos, porque viven bajo un sistema comunista férreo, comandado por una camarilla de millonarios apertrechados detrás de un poderoso ejército y el abastecimiento no alcanza para una población que ha crecido a lo salvaje, sin control alguno de la natalidad. Alguien dijo una ocasión que en la Plaza Tiannamen (la misma donde los tanques masacraron a los estudiantes en 1989 ante los ojos del resto del mundo), se congrega un millón de chinos para aplaudir a sus dictadores y se marchan de ahí otros dos millones; es decir, ahí mismo se procrean, se reproducen, iguales a langostas en campos de trigo. No han tenido control de nada y para nada.

                Es así como un estudio hecho por el renombrado Pew Rearch Center, con sede en los Estados Unidos, ha arrojado nuevos datos sobre el pensamiento y sentimiento del resto de la humanidad, en la actualidad, en referencia a China, sus dirigentes, su pueblo y su cultura. “La valoración sobre el gigante asiático ha empeorado notablemente, sobre todo después de la pandemia”, cita textualmente el documento. Muchísimas personas recuerdan que fue en la ciudad de Wuhan, de 11 millones de habitantes, donde surgió este virus mortal que ha cambiado al mundo, forzando a confinamientos masivos y provocando un desplome económico de consecuencias imprevisibles. “Desde entonces, las miradas de suspicacia hacia China no han hecho más que aumentar,” señala el informe.

            El estudio ha confirmado esa impresión de que los chinos no son gratos ante los ojos de millones de seres humanos repartidos alrededor del planeta; ya no es una vaga presunción, sino una realidad latente y firme. Según los datos que ofrece, muchos países contemplan con desagrado a China, “sobre todo después de la irrupción del Covid-19 en las vidas de los ciudadanos”, vuelve a afirmar el documento e insiste: “la mala visión sobre China ha aumentado en varios países con el paso del tiempo. A principios del Siglo XXI, las buenas opiniones solían ser las mayoritarias. Hoy, el escenario es justo el contrario.” Puntualiza.

            Específicamente, dice que el 57 por ciento de los españoles tenía una buena opinión sobre China en el 2002; hoy, el 63 por ciento muestra su desagrado hacia aquel país después de la pandemia. En Australia, en el mismo año, el 52 por ciento sentía simpatía por los chinos y un 40 por ciento los deploraba; y después de meses de tensión por culpa del coronavirus, un 81 por ciento de los australianos opina muy severamente y mal sobre aquel pueblo y sus políticos. Además, el hecho de que el gobierno de Australia solicitara una investigación mundial en China por el surgimiento del virus mortal, hizo que las relaciones diplomáticas cayeran a su punto más bajo y la población de Oceanía cerró filas detrás de su Primer Ministro.

            En Japón, la mala “vibra” contra China se disparó entre el 2003 y el 2004; en Italia, la opinión desfavorable ha sido apabullante, con un 61 por ciento que siente animadversión contra todo lo que provenga de aquel país asiático. Y en la mancomunidad británica el cambio ha sido violento, porque en el 2002 solo un 16 por ciento no quería a los chinos; pero hoy es el 74 por ciento de los ingleses, escoceses, irlandeses canadienses y galeses, que solo quieren mantenerse bien lejos de los individuos amarillos creadores y propagadores del Covid-19.

            A lo anterior hay que abonarle la intencionalidad permanente del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien no deja de recordar adonde surgió el coronavirus y debemos (la humanidad entera), exigir sanciones contra el gobierno de Beijing y hacerle ver el descontento e inconformidad con esa nación.

            En resumidas cuentas, China está cosechando lo que ha sembrado en este 2020: el odio y la distancia del resto del mundo. No podía ser de otra forma.


En Costa Rica Desapareció el Ciudadano Domesticado

 

SAN JOSÉ- El ex presidente de la República, José Figueres Ferrer, fiel a su peculiar manera de hablar, definió el comportamiento y el carácter del habitante de este país, con el adjetivo “domesticado”; es decir, cualquier gobierno de turno podía sobrecargar con impuestos y otras decisiones draconianas a los costarricenses y, por más fuertes que aquellas fueran, nunca iban a levantarse en protesta y mucho menos en actos violentos. De ahí que afirmara y recontra-afirmara que el “tico” era “domesticado.” Sin duda, la definición de Figueres, además de que se ajustaba a la realidad, era ofensiva, por lo menos para quienes no nos considerábamos así.

            Con el paso de los años, la aberrante definición se fue enquistando en el alma y en el ser costarricense, a tal extremo que en el resto de Centroamérica también se le conoció de esa manera y resultaba doblemente injuriante escucharlo de los nicaragüenses, enemigos naturales del “tico”, diciéndole del mismo modo… “domesticados”, pero con la connotación implícita de “cobardes, pusilánimes, afeminados, poco hombres, homosexuales, etc.” Ese fue el daño premeditado que el viejo Figueres le hizo al pueblo que lo eligió cuatro veces presidente y le permitió –por eso el calificativo insultante-, toda clase de gollerías y actos corruptos, en sus administraciones. A él y a los sucesores del Partido Liberación Nacional, el más corrompido de la historia de esta nación.

            Desde entonces, han pasado varias décadas, demasiadas para nuestro gusto, cuando la inacción del ciudadano ha sido nula; ciertamente se ha lanzado a las calles en forma masiva, para protestar contra las medidas de determinados gobiernos, pero un simple piquete de mal encarados y fuertemente armados policías antimotines, han bastado para hacer retornar a sus casas a los manifestantes, semejantes a ovejas próximas a ser trasquiladas (con más impuestos a su diario vivir). ¡De esa manera, era muy fácil gobernar para los politicastros y demagogos baratos que han surgido una y otra vez en la realidad de Costa Rica! Es decir, sin ningún peligro que proviniera de las entrañas de su dócil y amansado pueblo.

 

Además del irrespeto, el ensañamiento brutal de la policía

 

            Lo que hemos observado con el paso del tiempo, ha sido eso precisamente: la mofa, la burla descarada con afanes de humillación contra el costarricense, de parte de sus políticos, específicamente los que pertenecían al PLN, quienes han creído siempre a pies juntillas en la definición rayana que hizo su expresidente Figueres Ferrer, de esta nacionalidad.

            Es así como ex mandatario tras ex mandatario, han enviado a sus “gorilas” uniformados, con bastones para golpear a los manifestantes y lanzarles gases lacrimógenos, sin tomar en cuenta que hayan estado ahí, niños, ancianos y mujeres, pues ninguna técnica persuasiva les asiste en esos momentos. Además de irrespetar al pueblo, la brutalidad de parte de las autoridades ha sido abierta, descarada y violatoria de los derechos humanos. Para muestra “dos botones”, de acuerdo al dicho popular: durante el gobierno de Abel Pacheco (un viejo inepto que llegó a la presidencia con base en sus argumentos de charlatán), recordamos cuando un antimotines rompió con su bastón, la ventana a un conductor de furgón, quien no podía moverse por la presa de camiones en la que estaba atascado. El individuo no sabía siquiera de qué se trataba la huelga y las protestas de los ciudadanos; pero el policía se complacía en romper el bien ajeno. Tal la desventura de esos matones.

            También, durante la administración de Laura Chinchilla, quien estaba casada con un anciano español quien se decía era experto en seguridad, los contingentes supra-armados,   arremetieron contra mujeres indefensas en la famosa Avenida Segunda de la Capital, San José, durante una arenga pública contra el gobierno. Y lo más indignante ha sido saber que esos dos ex presidentes de pacotilla, se han retirado a la vida privada de manera impune y salen a las calles a pasear y nadie les recuerda ni reclama nada. La falta de memoria también ha sido parte de la naturaleza del costarricense.

 

El sistema educativo enfocado en “domesticar” al individuo

           

            José Figueres Ferrer llegó al poder en 1948 después de un tiroteo (mal llamado revolución), y haberse deshecho de su enemigo natural, el ex presidente y líder republicano, Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, a quien obligó a retirarse al exilio en México. No se sabe si alguien le aconsejó a Figueres o nació de él mismo –aunque es posible que fuese de su propia inventiva, pues era un personajillo maquiavélico-, que al ciudadano se le debía adiestrar desde niño en las aulas de las escuelas y colegios, para que fuera un vocacional de la paz durante toda su vida; es decir, “domesticarlo” desde temprana edad, para que fuera siempre dócil, obediente y pasivo, algo enunciado en la psicología freudiana: el macho dominante (en este caso Figueres y su partido PLN), sobre la hembra dominada (el pueblo). Es factible que Figueres haya leído algo del libro Mein Kampf (Mi Lucha), de Adolf Hitler, específicamente el capítulo referido a la oratoria, en el que dice que “las masas son esencialmente femeninas y hay que tratarlas como tales, acariciarlas con la voz, con las palabras; seducirlas, hasta conseguir de ellas lo que se pretende.”

            Lo cierto es que ese adoctrinamiento para la docilidad más abyecta y humillante, se ha estado dando desde temprana edad en los niños en los centros educativos, mediante discursos por las mañanas de sus directores y maestros, con himnos que solo se refieren a la pasividad, obediencia ciega y a la inacción y, al paso que hacían a un ciudadano amaestrado y sin carácter, inducían al país en una auténtica modorra o vida soporífera.

            A todo lo anterior hay que sumarle el papel de los sacerdotes de la Iglesia Católica, quienes, en sus homilías, remachaban permanentemente y domingo a domingo, sobre la pasividad y la inactividad vergonzante del feligrés ante los desmanes de sus gobernantes.

            Es así como fueron pasando por los estamentos del Estado, corruptos y más corruptos, saqueadores del erario público; incluso el mismo José Figueres Ferrer, seguro de que no se tomaría ninguna represalia popular ni judicial en su contra, robó abierta y descaradamente un millón de colones (para citar solo un ejemplo de tantos en los que incurrió), que eran para el patrimonio cultural del país. Cuando un periodista “intrépido y temerario” le preguntó qué había hecho con el dinero, su respuesta fue otro insulto para el pueblo y la inteligencia de todos nosotros: “Me lo comí en confites”, y así terminó con lo que lejanamente se hubiera convertido en un alegato jurídico en los tribunales y en su contra.

            Luego aparecieron “gobernando” (nótese las comillas), pillastros en las figuras de Daniel Oduber (un ladrón de siete suelas); Rodrigo Carazo (el peor demagogo de la historia de esta nación), Oscar Arias (un enfermo mental con problemas severos de megalomanía, quien utilizó el dinero de Costa Rica, del fisco Estatal, para hacerse propaganda a su favor y le dieran el Premio Nobel de la Paz; incluso, en aras de su demagogia por la paz, sacó a los policías de las calles, les quitó sus grados oficiales y dejó al país en manos de la delincuencia común); continuaron Miguel Ángel Rodríguez, Abel Pacheco, Laura Chinchilla, Luis Guillermo Solís y el actual, Carlos Alvarado, un bisoño que parece no saber dónde está parado en cuestiones económicas y políticas.

 

El costarricense cambia de piel

 

            En el 2020 nos cayó “una de las plagas de Egipto” (en este caso particular desde China): el coronavirus. Y las personas caen fulminadas en sus casas de habitación, trabajos y hospitales, a raíz de la pandemia. Se detiene la productividad del país, se cierran tiendas, fábricas, los puertos ya no exportan ni importan, los aeropuertos no reciben turistas, todo es hedor de muerte alrededor. Y ante el embate del virus aparecido en Wuhan, China comunista, la economía general se resiente peligrosamente con índices de hambruna. Esto sucede en todo el mundo. Los desempleados despedidos de sus trabajos se cuentan por miles y el hambre aparece puntual e irremediablemente.

            El presidente actual de Costa Rica, Carlos Alvarado, aparece en los primeros meses de la pandemia igual a un hombre de bien, hasta sugiere haber madurado súbitamente y aconseja al ciudadano que se cuide, apoyado en un eficiente ministro de Salud, llamado Daniel Salas. Los puntos a favor del mandatario se elevan de acuerdo a las encuestas realizadas. El hombre alcanza su apogeo y parece que todos le quieren y aceptan. Atrás quedaron sus yerros y la corrupción de su partido, por medio de su anterior presidente, Luis Guillermo Solís, quien, en contubernio con su ex ministro de Hacienda, Helio Fallas, desaparecieron olímpicamente millones de millones de colones del tesoro nacional y se marcharon al extranjero ante la misma inacción del pueblo y una fiscal general, Emilia Navas, incompetente y asustadiza como ella sola. Nuevamente la “domesticación” del costarricense fue evidente.

            Empero, Carlos Alvarado tenía, no una carta bajo su manga, sino un arma (metafóricamente hablando), que no ha dudado en utilizar y la ha disparado contra el hambre y la estabilidad, ya deteriorada, del ciudadano en general: una negociación espuria con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para adquirir un empréstito más y recargar el pago del mismo en los bolsillos vaciados de las personas corrientes y normales. Mientras tanto, el covid-19 chino ha seguido segando las vidas en calles y casas, contagiando a más de 1,500 personas a diario. La panorámica no podía ser peor en este 2020.

            Sin embargo, el mismo Alvarado no contaba con una situación que nos ha dejado a todos perplejos y asombrados: el costarricense se ha sacudido décadas enteras de inacción, temor y aceptación tácita de los abusos en su contra y se ha lanzado a las carreteras de todo el país para hacer bloqueos, incendios y enfrentarse a la vapuleadora policía, e, incluso, le ha hecho huir en desbandada ante la fuerza y la determinación de los ciudadanos enfurecidos con un mandatario que solo sabe dar “palos de ciego” en medio de la peor crisis sufrida en Costa Rica. Carlos Alvarado y con él todos nosotros también, hemos visto la forma como el costarricense ha cambiado de piel y se ha trocado en un ser combativo, dispuesto a hacerse respetar y luchar contra las iniquidades de sus gobernantes. Lamentablemente, José Figueres hace tiempo murió y no pudo ver ni experimentar este favorable cambio que le ha devuelto la dignidad al pueblo.

 

Un joven envuelto en la tozudez y dos demagogos sedientos de fama 

 

            Carlos Alvarado presidente, pasara a los anales de la historia semejante a un joven tozudo, terco, parapetado en una postura incambiable, absolutamente descifrable en sus movimientos y lejos de la realidad que le está mostrando el costarricense desde las vías públicas, donde manifiesta su violenta contrariedad a las decisiones de este muchacho que atraviesa sus pálidos 40 años apenas.

            Insiste en enviar a sus contingentes de policías desorganizados y acobardados, para que vapuleen a los manifestantes, no sabe pensar otra cosa, su cabeza (grande por fuera, pero con un minúsculo cerebro en sus adentros), le empuja para que continúe en su postura negociadora con el FMI. Lógicamente se desprende de esa terquedad el hecho de que hay personas oscuras detrás de él -incluyendo a su mentor, Ottón Solís-, quienes le dictan lo que debe hacer: conseguir el préstamo millonario del cual esos mismos sátrapas tendrán porciones importantes del dinero cuando el organismo internacional se lo entregue al gobierno de Costa Rica. Alvarado, obvia y simplemente es el peón de un grupúsculo que permanece entre bastidores y le ordena a placer lo que tiene que hacer. El pobre muchacho no tiene iniciativa propia, mucho menos dignidad.

            Sus némesis están en algún lugar del país, en sus casan, en las figuras de dos políticos desgastados, erosionados y olvidados por el pueblo, llamados José Miguel Corrales y Célimo Guido, dos individuos que fueron famosos en las décadas de los 80 y 90 y que luego fueron dejados de lado por el devenir de la política costarricense. Cansados del anonimato en el que fueron lanzados, aparecieron nuevamente instigando a los ciudadanos inconformes, pero el propósito es “reverdecer” viejas épocas en sus vidas y hasta cierto punto lo han logrado. Muchas personas a lo largo y ancho de Costa Rica les han hecho caso y han bloqueado calles y carreteras, causándole a las empresas privadas, principalmente, millonarias pérdidas por no sacar sus productos y hacerlos llegar hasta los puertos para exportarlos. Un caso de estos es el de la compañía bananera que pierde 600 millones de colones al día, al no movilizar sus camiones para transportar la fruta. Tanto uno como el otro de los dos demagogos, señalan que “los bloqueos no se levantarán hasta que el gobierno acceda a sus exigencias.”

            ¿Pero cuáles son los puntos con los que debería cumplir el Poder Ejecutivo para satisfacer dichas exigencias?

 

       Estas son todas las condiciones:

 

·         Que se instale una mesa bilateral entre el Gobierno de la República y el Movimiento Rescate Nacional.

·         Que sea una mesa única, no mesas técnicas.

·         Que se realice en un campo neutral, no en Casa Presidencial, facilitado por la Iglesia Católica.

·         Tiene que abrir la mesa el presidente de la República, Carlos Alvarado.

·         Debe ser una negociación transparente, con presencia de la prensa.

·         Debe ser en horas diurnas, no nocturnas.

·         Los acuerdos a los que se llegue, deben ser conocidos por las bases del movimiento para su aprobación.

·         Debe cesar el desalojo violento de los puntos de manifestaciones.

·         Por no ser necesario en este momento y existir otras alternativas, que se descarte un convenio con el FMI en la presente administración.

·         No se debe contemplar la venta de activos ni más impuestos indirectos.

·         Que no haya procesamientos penales ni sanciones disciplinarias o administrativas para los manifestantes del movimiento.

·         Dadas las circunstancias y gravedad de la situación del país, pedimos que la mesa de negociación se instale el día miércoles 7 de octubre a las 10 a .m.

·         Que un representante de la Iglesia católica participe en calidad de garante y vigilante en la ejecución de los acuerdos en la negociación.

·         El movimiento, en los puntos de encuentro ciudadano, se levantará hasta que se firmen los acuerdos de la negociación.

·         El Poder Ejecutivo facilite la colaboración de los demás poderes de la República para la construcción y ejecución de los acuerdos. Para tal efecto, el presidente de la República invite a los presidentes de los supremos poderes.

 

            Hasta el momento, el gobierno no ha aceptado ninguno de los puntos anteriores y no se ha referido a ninguno de ellos en específico y tampoco globalmente siquiera; por lo tanto, las revueltas y bloqueos en las vías públicas han continuado ininterrumpidamente. Según notamos, la inflexibilidad y el punto frontal de choque, dificultan que den inicio los diálogos y se establezca la paz social que, de acuerdo a las palabras de los mismos ministros de Estado, es lo que más ansían que suceda.

            Tal es la situación y “el hoyo negro” en el que ha caído Costa Rica, cuando las partes confrontadas no ceden y la violencia aplicada por los ciudadanos y la policía antimotines, es la tónica de cada fecha que transcurre.

            ¿Qué sucederá? La respuesta es incierta y tampoco nos atrevemos a dar un vaticinio. Solamente hay que esperar y observar detenidamente cada incidencia que se presente.


De Rusia con Amor… ¡y Veneno!

 

La manera de morir de los líderes soviéticos (rusos) y también los detractores u opositores del régimen, raya en el terror. Desde Stalin, el asesino dictador georgiano, quien supuestamente falleció debido a un ataque cerebrocardiovascular, hasta los civiles que hoy en día se enfrentan a los distintos gobernantes, los verdugos de esta enorme nación euroasiática, han echado mano a un indiscutible e incambiable aliado: el veneno.

            No obstante, en el pasado, los políticos y los ciudadanos tuvieron que soportar décadas enteras a un auténtico carnicero, en la figura de Josef Stalin, para deshacerse de él finalmente; pero ahora, en pleno Siglo XXI, no escatiman esfuerzos ni tiempo y los aniquilan casi al instante… usando veneno. “De Rusia con amor –según el largometraje de James Bond-, pero con veneno invariablemente, en los casos que son considerados por el Kremlin, urgentemente necesarios.

            Si echamos un vistazo retrospectivo en la historia de este inmenso país, recordamos que la noche de la muerte de Stalin, éste despidió a sus invitados después de ver una película y se quedó conversando solo con Lázar Kaganóvich y Voroshilov; dicho diálogo no fue muy tranquilo que digamos, aunque los temas se desconocen porque nunca trascendieron de parte de los circunstantes, hasta la opinión pública. Posiblemente la KGB supo más al respecto, a pesar de que, al derrumbarse el sistema soviético, y tras la apertura de los más recónditos archivos secretos, tampoco este caso vio la luz.

            Al día siguiente, Stalin no salió de su habitación y no llamó a sus criados, ni guardias; pero al filo de las 10 de la mañana, su mayordomo forzó la puerta y lo encontró tendido en el suelo, vestido aún con la ropa que llevaba la noche anterior. Supuestamente y de acuerdo al parte médico, había sufrido un ataque cerebrovascular que le hizo entrar en agonía unos pocos días, hasta que murió el 5 de marzo de 1953. De inmediato, comenzaron a tejerse y destejerse interminables teorías sobre su deceso, que iban desde el mismo ataque cerebral, hasta la conspiración de subalternos suyos para asesinarle. ¿Habrá sido el veneno en este caso el agente clave en dicha muerte? Es muy posible que así fuera.

            Recordemos así mismo el odio y el terror que Stalin causaba en la mayoría de los rusos, a tal extremo que fue considerado “el genocida más sangriento de la historia”, superando al propio Hitler en la cantidad de asesinatos, así también por los métodos usados. Incluso, el mismo Lenin, antes de fallecer, ordenó “frenar al brusco Stalin;” sin embargo no le hicieron caso y, a las pocas horas de haber subido al poder absoluto de la Unión Soviética, el verdugo sacó su hacha y comenzó con las depuraciones sangrientas de todo aquel a quien creía su opositor. El mismo Hitler manifestó a sus Generales que el ataque a Rusia estaba en su mejor momento para iniciarlo, debido a que Stalin había mandado a matar a la mayoría de sus altos oficiales y el ejército ruso estaba totalmente “descabezado”. Fueron millones los asesinados que pesaban en la pésima consciencia de Josef Stalin y la historia da cuenta de ellos de manera fidedigna.

            Y aquí nace la duda: una vez descubierto al dictador tendido en el suelo de su cuarto, su hombre más fiel entre los fieles, Lavrenti Beria, llegó para asistirle, pero se tomó todo el tiempo del Universo, actuaba con suma parsimonia, lento, igual a un elefante viejo y convocó a los médicos hasta 24 horas después del ataque cardiocerebral de su jefe. Fue cuando la Academia de Ciencias Médicas se reunió con la mayor celeridad posible, para asistir al tirano e intentar salvarle la vida, pero todo fue inútil. Algunas interrogantes que surgen son: ¿Por qué se demoró tanto Beria en llamar a los galenos? ¿Cuál fue el tema que trató Stalin con sus colaboradores, la noche anterior? ¿Uno de los dos hombres que se quedaron solos con el dictador, vació veneno en la copa o vaso del déspota? No lo sabemos, cualquier respuesta roza la conjetura y solo la KGB (la agencia secreta de espionaje), conoce la verdad y dudamos que aquellos espías estén vivos a estas alturas de las épocas; pero algún legajo, algún documento, puede estar traspapelado en la antigua casa de alguno de ellos, y describe la verdad. O quizás, muy al estilo soviético, quienes conocían esa verdad, fueron brutal y silenciosamente asesinados, depurados, para acallarlos por siempre.

            Dejando a Stalin atrás, en el pasado, retornamos al tiempo actual con el caso del opositor político del presidente ruso, Vladimir Putin; nos referimos a Alexei Navalny, quien se ha recuperado en un hospital de la Capital de Alemania, después de que lo quisieron envenenar en su Rusia natal. “Ya puede respirar sin ayuda de ningún aparato y muestra una clara mejoría”, han escrito sus médicos en el reporte oficial. Aquí es preciso señalar que Navalny fue gravemente intoxicado en Siberia, en agosto pasado, y fue trasladado de emergencia en avión, hasta Berlín. Fue envenenado con un agente nervioso, llamado Novichok. Los profesionales que lo han estado curando, llegaron a esa conclusión; es decir, fue un atentado contra la vida del opositor, quien busca el final del gobierno de Putin, en su país.

            Sentado en su cama de hospital, la víctima de envenenamiento habló con el fiscal alemán y dice que planea regresar a Rusia, no pedir asilo político en Alemania y quiere “continuar con su misión,” cual es restaurar la democracia y las libertades civiles. Los médicos rusos aseguran que, en su momento, Navalny pudo haber sufrido un desequilibrio metabólico por culpa de un bajón de azúcar; y el gobierno de Moscú sigue negando cualquier implicación, directa o indirecta, en este asunto. “Son acusaciones infundadas”, reiteran incansablemente en el Kremlin, mientras Vladimir Putin evita referirse al tema. Lógica y naturalmente, se esperaba una reacción así de parte de los rusos, quienes jamás se iban a inculpar por tal situación. “Nunca nadie asume sus culpas”, según el comportamiento humano a lo largo de las centurias de su existencia.

            Empero, el método de envenenar a la gente, es característico, tiene “el sello made in Russia”, y para asegurar lo anterior, nos remitimos al ex espía Serguei V. Skripal, quien fue asesinado en Gran Bretaña, supuestamente por revelar secretos de Estado a la República Checa y a Estonia y que comprometían decididamente al gobierno ruso.

            Otro caso que es bueno traer al presente, fue el de Alexander Litvinenko (escritor, periodista, militar y espía), dado de baja por las autoridades rusas cuando se encontraba en Londres, Inglaterra, mediante el uso de un isótopo radiactivo, llamado Polonio 210. Este ex agente se refugió en la Capital inglesa, donde escribió dos libros altamente reveladores contra el servicio secreto de su país, conocidos con los nombres de Blowing Up Russia: Terror from Within (Explorando Rusia: terror desde adentro); y Lubyanka Criminal Group (Grupo Criminal Lubyanka), en los que señaló claramente que sus ex compañeros rusos colocaron bombas en apartamentos de opositores al gobierno y de otros actos terroristas ordenados por el propio Putin, incluyendo el asesinato de la periodista Anna Politkóvskaya, en octubre del 2006, una comunicadora sumamente incómoda para los intereses del Kremlin, especialmente en la guerra contra Chechenia, de la cual dio a conocer detalles sobre el alto grado de barbarie en las actuaciones del ejército ruso en esa región del Cáucaso.

            En todos los trances anteriores, notamos la presencia y el uso del veneno, “la especialidad” rusa para acallar a los opositores y a quienes se consideran “traidores a la Madre Rusia”. Los médicos y fiscales alemanes acaban de señalar directamente que Navalny sufrió un atentado por envenenamiento en Siberia y no cabe una sola duda al respecto, creando con ello una nueva tensión entre los dos gobiernos; incluso, el Ministro del Exterior ruso, Sergei Lavrov, suspendió una visita a Alemania que iba a realizar recientemente, por causa de estas revelaciones.

            Después de este recuento de los hechos, notamos con claridad la utilidad del agente usado por el espionaje ruso para acabar con las vidas de los enemigos del sistema y de la estabilidad de Vladimir Putin en el poder. Por supuesto que la negación de los mismos hechos, por parte de Moscú, no tiene asidero alguno ante lo diáfano de las pruebas.

Son cosas de la vida en Rusia, aunque, para ser más exactos, cosas de la muerte de los rusos.


 La Fuerza de Netanyahu Reside en Washington

 

*El dictador judío está a punto de causar una de las peores guerras en Oriente Próximo, en el caso de que se anexione a Cisjordania

 

Por: José Angel Lagos Jiménez –periodista/Editor del periódico The City-(thecitynewspaper.mozello.com)

 

TEL-AVIV Y WASHINGTON D.C.- Benjamín Netanyahu es el dictador de Israel, así como se lee, con todas sus letras: dic-ta-dor; no hay otro adjetivo calificativo para describirle; si le aplicáramos otro, simplemente caeríamos en la inexactitud y en la mentira… es un dictador, sino busquemos la definición de tal concepto político en cualquier diccionario y apliquémoslo de inmediato a su quehacer al frente del gobierno israelí. Y es tan vergonzoso que, si David Ben-Gurión resucitara de su féretro, volvería a caer desplomado por el síncope cardíaco, aún más él, quien luchó por la fundación de un Estado judío democrático, lejano de las dictaduras ultras, de izquierdas y derechas, que tanto daño le hicieron, en el devenir de la historia, a la etnia judía, especialmente en Europa.

            Pero la inmensa problemática que los mismos israelíes no saben sacarse de encima, no solo radica en la continuidad perpetua y perpetuada de Netanyahu, un individuo corrupto, prepotente, tiránico, inhumano, manipulador y guerrerista, sino en su axioma constante en contra de los intereses de unos y de otros, porque su “anti-política” perjudica por igual a judíos como a palestinos, quienes son sus enemigos declarados, mayormente acérrimos, más aún que los mismos nazis que masacraron a los judíos europeos en los años 40. La última “carta escondida de su baraja maldita”, la ha enfilado, como ha sido su nefasta costumbre desde que arribó al poder, contra el pueblo palestino, al que desea quitarle de una vez por todas, a Cisjordania. Lo ha dicho abiertamente y ha causado el revuelo esperado en el mundo árabe, que deplora tal intención.

            Recordemos que la desaparición de Palestina planeada y ejecutada paulatinamente por Netanyahu, comenzó con la construcción de asentamientos judíos en tierras precisamente palestinas, prohibidas por naturaleza misma, por mandato de las Naciones Unidas y avaladas por la comunidad internacional; luego ordenó la construcción del gigantesco muro que “encajonó” a millones de esos ciudadanos, en Gaza; y ahora anuncia que prontamente procederá a borrar del mapa a Cisjordania, sin importar las consecuencias derivadas de esa acción coercitiva y draconiana. Lo anterior lo ha podido ejecutar Netanyahu, apoyado por el ejército israelí que, como todos sabemos, está armado hasta los dientes y es el único que se mantiene alerta y en guerra permanente, los 365 días de todos los años. Las masacres desde el aire y tierra, por medio de los aviones-caza y la infantería mecanizada israelí, han cobrado miles de vidas inocentes de niños, mujeres, ancianos y hombres palestinos, abierta e indiscriminadamente, de cara al mundo exterior, que muy poco ha sancionado tales actos de barbarie y sadismo criminal. Es decir, Netanyahu, usando el brazo armado de su política con respecto a Palestina, ha sido tan criminal, como lo fueron los nazis con los judíos en las décadas de los 30 y 40. No es mucha la diferencia. Son hechos comprobables gracias a los adelantos de estas épocas, mediante el internet, los drones, los celulares que filman y fotografían y a la inmediatez de la noticia, capaz de darle la vuelta al planeta en cuestión de décimas de segundo. En resumen, la política de Benjamín Netanyahu ha sido tan genocida, como la de cualquier dictador sanguinario que usted recuerde.

              ¿Pero dónde reside la confianza en sí mismo y el poder de este sujeto para manifestarse de tal modo, con tanta violencia y ese grado de criminalidad contra un pueblo indefenso, en el caso de los palestinos? Netanyahu oscila en medio de tres vértices o fundamentos, para poner en práctica sus ordenanzas militares y políticas. Veamos: 1. En el poderío del ejército de Israel, plagado de armas de última generación (misiles y con la bomba atómica, incluso); 2. en la supuesta fuerza moral en la que los judíos creen a pies juntillas y que, supuestamente, les ha dado el haber sido víctimas de la Alemania Nazi, o lo que ellos llaman “holocausto” (para darle fuerza religiosa y demagógica al acontecimiento histórico), cuyo nombre real y verdadero es “solución final”; y con base en esos hechos, responden con la mayor mansalva y criminalidad a todo aquel que se oponga a sus políticas de expansión y dominio territorial y económico y, según los judíos mismos, el mundo tiene que callar y volver el rostro hacia el lado contrario, porque sus axiomas –cualesquiera que esos sean-, están y estarán siempre regidos por un principio inagotable, cuasi-eterno, de justicia terrenal ¡Y hasta Divina! Según aseguran sus rabinos ultra-ortodoxos. Y el punto número 3 en el que se apoya Netanyahu para violar una y otra vez al derecho internacional, descansa en los Estados Unidos; es decir, los judíos se guarecen bajo la sombra protectora de la Casa Blanca. Es por eso que a los dirigentes de Tel-Aviv no les preocupa las reacciones que se puedan dar en París, Londres, Berlín, Roma o Ryad, ante sus actos terroristas de Estado, siempre y cuando Washington los favorezca emocional y moralmente, tal y como ocurre en estos días precisos cuando Donald Trump, el esquizoide por antonomasia, se cataloga a sí mismo “judío mesiánico”, protector de todos los intereses que emanen desde el corazón de Israel. Recordemos además que al demente Trump le hablan a sus oídos, su hija Ivanka, casada con un judío, Jared Kushner, y convertida a esa fe; y su mismo yerno, quien no sale del Despacho Oval y siempre está presente en todo momento delante y frente a Trump.

            Basado en los tres aspectos anteriores, Netanyahu desestabiliza a la precaria paz de Oriente Próximo, especialmente cuando amenaza con desaparecer a Cisjordania y también cuando interna sus aviones en territorios del Líbano y Siria, y bombardea a mansalva a pueblos que, de todas maneras, tienen sus propios y desgarradores conflictos bélicos contra el Estado Islámico y las guerrillas varias que ahí operan.

  

Lo que se espera próximamente

 

Ante el anuncio del dictador israelí de que se anexionará Cisjordania, los mismos judíos racionalistas, realistas y sensatos, saben (y han dicho), que será un error de incalculables y peligrosísimas consecuencias; lo mismo opinan la mayoría de los líderes europeos y occidentales, junto a los musulmanes, repartidos en naciones como Egipto, Pakistán, Arabia Saudita, Irán, Siria, los Emiratos Árabes y demás... Vendrá una intifada mayor, serán atacados los intereses judíos alrededor del mundo (recordemos la detonación de una bomba en el Centro Israelita de Buenos Aires, Argentina), sin importar el riesgo logístico que esos actos impliquen, ni la lejanía geográfica. Correrá la sangre de palestinos y de los mercenarios de la facción armada Hamas; así como la sangre de muchos ciudadanos israelíes, ajenos a la problemática que Netanyahu quiere causar; porque no todos los judíos son guerreristas, no todos tienen sed de venganza contra el resto de la humanidad y una inmensa mayoría de ellos anhelan vivir en un entorno en paz, progresar en paz y ver a sus familias interactuando en medio de la paz. Pero nunca una “pax romana” como propone Mike Pompeo, la cabeza visible de Washington en política exterior y el mismo Trump, quienes se hacen eco de los desvaríos de Netanyahu; sino una paz justa, humana, equitativa, sólida, permanente e inquebrantable. Eso quieren los israelíes sensatos, cansados de tantas muertes, persecución e ignominia, contra ellos mismos y contra otros pueblos vecinos.

            Es así como la fuerza de Benjamín Netanyahu reside en el apoyo que le dé Washington en todo momento; un hálito que no percibió ni recibió de Barack Obama, el expresidente musulmán estadounidense; y que sí recibe a manos llenas del demente Donald Trump, en estos tiempos enrarecidos por tantos líderes enfermos, propicios para ser llevados a sanatorios de trastornados.

            Finalmente diremos que… las arenas del Sahara y del Néguev llevan consigo aires de guerra y más dolor a la región convulsa de Oriente Próximo. Y aquí se cumplirá una vez más aquello de que las guerras parten de los corazones oscuros y de las mentes atrofiadas, de los dirigentes sin alma; y siempre son los inocentes quienes pagan con sus vidas, tanta criminalidad inacabable.


Muere Edén Pastora,

 el Vagabundo que Oscilaba entre lo Teatral

y la Traición

 

AMÉRICA CENTRAL-Este nicaragüense, quien acaba de morir en Managua, Nicaragua, presuntamente de un ataque al corazón, de acuerdo a la versión de uno de sus hijos, aunque es fácil deducir que fue por causa del coronavirus que está haciendo estragos en ese país, ha sido uno de los “personajes” más caóticos y anti-carismáticos de la región centroamericana. Salió de la nada, pasó por ser un famoso combatiente en la década de los 80s, para desembocar nuevamente en la nada. Se hacía llamar a sí mismo “pescador”, cuando lo atacaban esos alardes de humildad, tan extraños en el ser nicaragüense, pero le encantaba que le llamaran “comandante cero”, el mismo que atacó al Palacio Nacional, en 1978, y que dio inicio al levantamiento que derrocó a Anastasio Somoza. Aparte de los resultados de ese asalto a la sede de los legisladores, Edén Pastora, obediente a sus deseos de figuración, lo que quiso fue eso precisamente: que la gente lo conociera, que lo admirara, que lo sacara del anonimato y lo convirtiera en el héroe a la altura de Sandino.

            Posterior a ese acontecimiento que, efectivamente, le dio la fama esperada, Pastora cayó una y otra vez en contradicciones, especialmente cuando no le dieron el lugar que creía le pertenecía dentro de la cúpula del gobierno en manos del Frente Sandinista y más bien lo relegaron a un oscuro plano. Para salirse de ese olvido obligado, el díscolo Pastora se internó en las montañas de su país y asumió la revuelta “contra-revolucionaria” contra los nueve comandantes liderados por Daniel Ortega, el analfabeto que hoy está al frente de Nicaragua junto a su horrenda mujer, Rosario Murillo. Aún resulta extraño, con el tiempo transcurrido y la calma que da para reflexionar, el por qué no fue dado de baja (asesinado), por el ejército sandinista, atestado hasta los dientes del armamento que le daban soviéticos y cubanos y que era ultramoderno, más el entrenamiento que los asesores del bloque comunista europeo, le otorgaban constantemente. Muy extraño, porque los sandinistas tenían todas las posibilidades logísticas para acabar relativamente fácil con el rebelde Pastora y aun así nunca lo hicieron.

            Decíamos que se internó en las selvas de Nicaragua y comenzó a engatusar a la opinión pública mundial, especialmente a la centroamericana, de que era un adalid contra el comunismo de los sandinistas, mismos que él había impulsado para que llegaran al poder en su país natal; fue cuando la Casa Blanca comenzó a hacerle llegar millones de dólares para respaldar su supuesta lucha armada, una contrarrevolución que no lograba nada en resultados militares y el avance era nulo prácticamente. El arribo a Managua por parte de los “contra-revolucionarios” se veía tan lejano como la misma Habana o Moscú, auspiciadores del comunismo de los comandantes. Así se iban los años en esa fanfarria propiciada por Edén Pastora y su minúsculo grupo de barbudos internados en la frontera con Costa Rica, una nación en la cual pasaban relajadas vacaciones después de las escasas escaramuzas que hacían contra el ejército nicaragüense. Mientras tanto, los millones de dólares seguían llegando a las manos de Edén Pastora y se esfumaban tanto como las ilusiones de los centroamericanos que soñaban con una Nicaragua democrática y libre.

            Hasta que un día, Pastora, fiel a sus ansias desmedidas de fama y renombre, contactó a los medios de prensa internacionales para efectuar una conferencia el 30 de mayo de 1984, en la finca llamada “La Penca”, en territorio nicaragüense, cerca de Costa Rica. Asistió gran cantidad de periodistas, engatusados por la imagen de Edén Pastora y su falsa postura anti-sandinista. De repente, una detonación fortísima, de una bomba que alguien colocó en la sede de la reunión –y que hoy en día todavía se desconoce la identidad del gestor del atentado-, acabó con la vida de siete periodistas y camarógrafos de prensa escrita y de televisión y dejó gran cantidad de heridos. El mismo Edén Pastora se contó dentro de los heridos y fue trasladado de urgencia a San José de Costa Rica, donde los médicos le salvaron su miserable vida, un hecho que, fiel a su sangre nicaragüense, nunca agradeció y siempre que le vino en gana, arremetió contra los costarricenses, su gobierno, su sistema y su modo de vida. La traición de este fantoche estaba servida en toda su magnitud.

            Mientras tanto, desde la Casa Blanca, el entonces presidente Ronald Reagan y sus asesores militares, notaban que los llamados “contras”, dirigidos por Pastora, no lograban avances en nada, en su lucha contra la dictadura marxista de Managua. Fue cuando decidieron acabar con la ayuda millonaria que les estaban proporcionando, un dinero que desaparecía inexplicablemente cada vez que llegaba a las manos del “comandante cero.”

            Si quisiéramos conocer las opiniones de Pastora con relación al atentado de “La Penca”, leamos sus manifestaciones, concedidas a un periodista costarricense: “(…) el tiempo se encarga de borrar todo. El tiempo es cruel hasta con las efigies de Egipto (nótese el grado de ignorancia de este individuo, que llama “efigies” a la esfinge egipcia). Aquí en Managua no hay ningún acto para recordar eso que pasó; los muertos no fueron nicaragüenses (¡!) (es decir, inferimos en sus palabras que si no fueron de su país los asesinados, entonces no vale la pena recordarlos) y eran tiempos de guerra en esa zona fronteriza. Nadie se acuerda de esto aquí, la historia debe dejarse atrás.” Manifestó el traidor Edén Pastora en esa oportunidad, quitándole toda importancia a las muertes de periodistas costarricenses e internacionales, quienes, por su culpa, por su única y exclusiva culpa, cayeron por causa de la explosión de la bomba. Y para abultar su cinismo, le quitó toda culpa al Frente Sandinista –sus amigos de siempre en el poder-, al insinuar que no fueron ellos quienes atentaron contra las vidas de esas personas, sino otros renegados internacionales. Leamos sus declaraciones al respecto: “Yo nunca pelee contra (Daniel) Ortega, sino por unas ideas que ahora ambos defendemos; Ortega no tuvo ninguna relación con el atentado. Torbiörnsson (un supuesto periodista sueco), era uno de esos locos autores del atentado, junto con el argentino Roberto Vital Gaguine, quien ese día se hizo pasar como periodista, con el nombre de Per Anken Hansen.” Finalizó diciendo un evasivo Pastora.

            Sin embargo el documental “Último Capítulo: good bye Nicaragua”, dirigido por el periodista sueco, Peter Torbiörnsson, superviviente del estallido de la bomba, incluye un testimonio de Luis Carrión, entonces viceministro del Interior y hoy enemigo de Daniel Ortega, quien dijo que la orden de atentar en “La Penca”, fue emitida por su superior inmediato, el ministro Tomás Borge, fallecido en el 2012, quien era un acérrimo comunista y de los “huesos duros” de la dictadura sandinista. Pero las lealtades de Edén Pastora en los últimos años, estaban a favor de Daniel Ortega, el actual dictador de Nicaragua, sinrazón que le hizo defender constantemente a ese tirano ante cualquier acusación que los vinculara a los dos. En todo caso, varios comunicadores costarricenses y extranjeros acudieron ese día a “La Penca”, enviados por sus miopes jefes en sus respectivos periódicos y telediarios, en la creencia de que las declaraciones de Edén Pastora iban a ser importantísimas y dignas de una primera plana, sin tomar en cuenta de que el seudo-guerrillero era tan falso como “la fe cristiana de satanás.” El resultado: hoy es común encontrarnos a periodistas supervivientes de esa circunstancia, que acusan sordera, fuertes y evidentes rasgos de demencia, cojera, falta de miembros superiores, falta de un ojo y algunos murieron sin que supieran nada de la aplicación de la justicia, partiendo del hecho de que Edén Pastora debió haber sido apresado y enjuiciado por ser el causante indirecto de dicha fatalidad.

            Años después de que esos periodistas sufrieran lo que sufrieron y algunos de ellos ofrendaran sus vidas, Edén Pastora regresó al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), se declaró servil y gran amigo de Daniel Ortega y su mujer y consiguió el puesto, el extraño cargo inventado a su medida, de “ministro para el dragado del Río San Juan”; es decir, lo pusieron a quitar piedras del lecho del río y así mantenerlo controlado dentro del gobierno y fiel a su amo como un perro callejero. El resabio que obtenemos de estas situaciones, de estos virajes en el pensamiento analfabeta de Pastora, es que se trataba solamente de un aventurerillo sin principios, ni ideología política, ni definición y sin honor, ni el mínimo honor siquiera, pues se viró sin pensarlo mucho, sin recordar sus discursos virulentos en contra de los sandinistas, contra Daniel Ortega, a quien decía combatir con toda “su valentía y tesón” y terminó siendo un insignificante peón en el corrupto engranaje del desgobierno de Nicaragua. Mientras tanto, las víctimas de La Penca siguen muriendo o sufriendo las secuelas del estallido de la bomba, sin que eso remordiera para nada la pésima consciencia de Pastora.

            Hoy, dichosamente, ha muerto. Se ha ido de este mundo un vagabundo más, un irresponsable y un criminal, quien solo deseaba obtener fama y dinero, no importa cómo ni de dónde viniera. Y le hubiese dado lo mismo favorecer y traicionar a Somoza, dado el caso, como lo hizo con los sandinistas y después, regresar a sus filas sin el menor pudor; porque, repetimos, solo deseaba aparecer en las primeras planas de los periódicos y en las imágenes de la televisión de la época. Otro tema, a él no lo movía, no le importaba. Y, fundamentado en ello, quedaron los cuerpos inertes en las selvas nicaragüenses, de decenas de combatientes de la “contra”, que lo siguieron a él, que creyeron en sus peroratas y que fueron incapaces de dilucidar cuáles eran las verdaderas intenciones de Pastora. El coronavirus se lo llevó, como tenía que ser, porque así mueren los cobardes… sin pena ni gloria.      


La Respuesta que Las Maras Precisan

 

SAN SALVADOR, El Salvador-Todos sabemos de los crímenes que han sucedido últimamente en esta nación y los podemos analizar desde diversos ángulos; pero el más significativo de ellos es la actitud conjunta de los delincuentes que conforman “las maras”; es decir, al notar que en el Palacio de Gobierno hay un presidente joven, resuelto y valiente, han estado probando su carácter de las más diversas formas y en particular con el uso de la fuerza desmedida. A todas luces se trata de un reto para conocer de antemano la reacción del mandatario y la respuesta dada por Bukele, recientemente, fue la más precisa o justa para esta clase de asesinos callejeros: la policía y el ejército les disparará a sus cuerpos para matarlos. ¡Asombroso en el país donde sus gobernantes siempre han cedido irresponsablemente ante los caprichos de “los mareros”! ¡Nunca esperaron una respuesta idónea para la situación e individuos idóneos: la muerte para los “emisarios de la misma muerte”! Por ello, ya saben a qué atenerse esos gamberros.

            Y es que la emergencia sufrida en diferentes puntos geográficos de El Salvador (San Vicente, Santiago de María, Usulután, Chalchuapa, San Salvador, los municipios de Ciudad Delgado, Panchimalco, Mejicanos y Nejapa; también en San José Villanueva, La Libertad y Santa Ana), donde “los mareros” en las calles (unos 60 mil en total), recibieron órdenes de sus líderes desde los centros penales y perpetraron los homicidios registrados en los últimos días; esto hizo que Bukele perdiera la paciencia y cambiara su discurso comprensivo por la respuesta letal que la mayoría de los salvadoreños (y la Casa Blanca), están aplaudiendo efusivamente. Recordemos que el pasado viernes 24 de abril, en medio de la cuarentena por causa del Coronavirus, se produjeron los asesinatos de 24 personas, por la acción violenta de “los mareros”, quienes actuaron después de recibir las órdenes de los reclusos. La respuesta verbal de Bukele fue la siguiente: “Director Osiris Luna Meza, ordene emergencia máxima en todos los Centros Penales de pandilleros, por información de inteligencias de órdenes de homicidios emitidas desde ahí. (Exijo) encierro absoluto, 24 horas al día, durante todos los días, mientras se realizan los operativos policiales. Los cabecillas irán a aislamiento solitario.” La sorpresa fue absoluta de parte de los líderes de “las maras”, porque no pudieron salir de sus calabozos en ningún momento, tampoco ducharse a diario, ni movilizarse por los patios, una prerrogativa que tenían hasta que llegaba la noche. En ese preciso instante se dieron cuenta de que Bukele no estaba jugando, ni era un pusilánime, como muchos de esos delincuentes creían.

Y las palabras textuales del presidente fueron más allá al dejar escuchar lo siguiente: “El uso de la fuerza letal está autorizado para defensa propia o para defensa de la vida de los salvadoreños. El gobierno se encargará de la defensa legal de quienes sean injustamente acusados por defender las vidas de la gente honrada e insto a la Fiscalía a procesar a los aliados de las pandillas, por asociaciones terroristas y apología del terrorismo (…).” El recuento de las muertes de los últimos días, además de las 24 que ya habíamos señalado, reporta un total de 51 homicidios, hechos que empujan a los salvadoreños (junto a guatemaltecos y hondureños), a la inmigración desordenada hacia los Estados Unidos. “Unas 500 mil personas abandonan el Triángulo Norte de Centroamérica, debido a la inseguridad y violencia que provocan ‘las maras’”, afirma un comunicado de la organización Médicos sin Fronteras, una realidad que todos conocemos. Después de lo anterior y, a partir de este momento, podremos observar la reacción distinta de las fuerzas del orden salvadoreñas ante la criminalidad y el salvajismo expreso de “las maras.” Por supuesto que muchos estamos de acuerdo con esa decisión, porque hay que preservar las vidas de las personas buenas, con el costo mínimo por aquellas otras perversas que se eliminan. Conclusión: al mal hay que combatirlo siempre, allí donde aparezca y actúe. ¡Siempre!


La Primera Gran Crisis de Bukele

 

SAN SALVADOR, El Salvador- El inmenso problema que tiene sobre sí Nayib Bukele, presidente salvadoreño, se fundamenta en que no tiene mayoría diputadil en el Congreso; o dicho de mejor manera… su bancada de congresistas es minoría, con 10 legisladores a favor, contra una oposición compuesta por el comunista FMLN, la derechista ARENA, los demócratas cristianos y otro partido de minorías, que, juntos, suman 72 de los 84 asientos que hay en el parlamento. Así es muy difícil gobernar, sin el apoyo de los diputados, y hay que convencer y concertar con una habilidad fuera de toda imaginación, lo cual exige una extraordinaria paciencia que parece que el mandatario Bukele la perdió recientemente. Aunque lo comprendemos quienes le vemos desde afuera y le damos toda la razón, porque él quiere la aprobación en el seno del Congreso de US$109 millones para financiar la lucha contra las pandillas, un dinero que saldría del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). La excitativa de Bukele es asistida por toda la lógica y la razón de la humanidad entera, si la sometiera a consenso; pero sus oponentes políticos han actuado con irresponsabilidad inaudita al no concederle ese dinero; es por ello que el presidente optó por una actitud que era impensada e inesperada: se presentó en el edificio de la Asamblea Legislativa comandando a un grupo de militares, dando inicio así… a la primera gran crisis de su gestión gubernamental.

            Una vez frente a los diputados irresponsables a quienes les importa un comino los crímenes de los asesinos de “las maras” (o quizás les importan demasiado que esos gamberros existan, pues podrían tener intereses y componendas oscuras con los mismos delincuentes, como ya ha sido comprobado en políticos del pasado reciente), el mandatario les dio a conocer un ultimátum para que aprueben el acuerdo por la cantidad del dinero mencionada. Dicho proyecto para obtener el empréstito del BCIE, fue enviado por Bukele al parlamento en noviembre pasado y los diputados “le han dado largas al asunto”, haciendo presuponer tantas cosas negativas.

Lo que se ha dado en el Congreso salvadoreño es lo que Séneca, el senador del Imperio Romano durante Nerón, describió de manera tan precisa al exclamar que, “¡Del Senado a la barbarie… solo hay un paso!” Y en este país centroamericano, la parsimonia, la irresponsabilidad, los intereses creados y la simple obstrucción legislativa de los enemigos del presidente, para no aprobar el préstamo millonario, lo sacaron de quicio y lo hicieron proceder del modo como lo hizo. No obstante, el presidente de la Asamblea, Mario Ponce, convocó a una sesión extraordinaria de los diputados, “para evaluar la posible autorización del préstamo”, según sus propias palabras.

 Y es que el gobierno dirigido por Nayib Bukele necesita con urgencia esos dólares, para financiar la fase III del llamado Plan de Control Territorial, cuyo objetivo es combatir a las bandas criminales, como hemos reseñado anteriormente. Con esos fondos, el Ejecutivo pretende comprar material para equipar mejor a sus policías y soldados en su lucha contra las pandillas; y lo bueno de toda esta coyuntura por la que está atravesando El Salvador, estriba en que las Fuerzas Armadas apoyan irrestrictamente a Bukele, están de su lado, porque saben que la cordura está de parte del mandatario y nunca de los diputados que posiblemente están comprometidos con los propios “mareros.” Sea como sea y se decanten los acontecimientos de la forma como se decanten… esta es la primera gran crisis que sufre Bukele; aunque con la razón de su lado. En cuando a los militares ahí presentes, el Presidente ha respondido: “(…) Alguien que no conoce El Salvador, ve la foto de los militares en el Congreso y dice: ‘¡Qué barbaridad!’ ¿Pero qué es más grave, una foto de unos militares donde no se agredió a nadie (…) o saber que hubo diputados (de gobiernos anteriores), que negociaron con pandilleros. Lo de los militares solo fue un acto de presencia (…).” Explicó. Y esa es la verdad de los hechos.


“¡Usen sin Miedo sus Armas!”

 

CIUDAD DE GUATEMALA-Los primeros días en el poder de Alejandro Giammattei, el nuevo presidente guatemalteco, se han caracterizado por la voluntad de poner orden, corregir errores pasados y acabar con el temor a los delincuentes. Se trata del noveno mandatario electo democráticamente desde el final de las dictaduras militares, en 1985; algo loable en esta nación centroamericana; es decir, el sistema democrático ha seguido su curso sin interrupciones. Se trata de un hombre de 63 años de edad y ha fijado como metas de su gobierno tres aspectos principales: acabar con la desnutrición infantil que alcanza niveles sorprendentes e impresionantes; terminar con la corrupción en la función pública, el mal de casi todos los regímenes latinoamericanos; y declarar a los pandilleros de “las maras”… terroristas, con el propósito de combatirlos con las mismas armas que ellos utilizan para crear el caos y el temor general en la población. No en balde, Giammattei es médico de profesión y por lo tanto, se muestra realmente preocupado porque en Guatemala, uno de cada dos niños, sufre desnutrición crónica. “Esta será mi cruzada personal, (porque) se trata del gran fracaso de Guatemala”, al perder la guerra contra la falta de alimentación efectiva en los pequeños, más aún en los que viven en las regiones muy apartadas y que pertenecen a las etnias indígenas, que son mayoría en este país. En lo que atañe a los corruptos, ha dicho que la puesta en vigencia de la Comisión Presidencial contra la Corrupción, a la que ha ordenado actuar con cero tolerancia ante los funcionarios que sean encontrados culpables de delitos contra el Estado, limpiará de una vez y por todas a ese flagelo de la vida de los guatemaltecos. “Estoy pidiendo asesoría y ayuda técnica a los países amigos, porque a los corruptos se les acabó la fiesta”, dijo el nuevo presidente de la República. “Yo les obligaré a devolver el dinero hurtado”, sentenció.

            En lo que estriba a los pandilleros asesinos que pululan por las calles de las principales ciudades guatemaltecas, Alejandro Giamamattei ha presentado un proyecto de ley al Congreso, con el fin de obtener los instrumentos legales para erradicar a esos delincuentes, previa declaración como terroristas, y ha pedido a los mandatarios de El Salvador y Honduras, quienes forman, junto al guatemalteco, el Triángulo Norte de América Central, ponerle un final definitivo al “reinado de terror” de las pandillas juveniles. Paralelamente, está trabajando en nuevos programas de educación y empleo y eliminar así la falta de oportunidades para esos jóvenes, que es la causa que hace posible el nacimiento de los grupos delincuenciales. “Ha llegado el momento de que haya paz para nuestro pueblo y que el Estado enfrente con firmeza a esta lacra que asesina y extorsiona y que no nos deja a los emprendedores desarrollarnos con toda nuestra energía”, recalcó el mandatario en referencia a “las maras” que operan en Guatemala.

            Y en mensaje directo y claro a los policías, les dijo: “Estoy impulsando la regulación de las actuaciones de las fuerzas de seguridad del Estado, con el propósito de que puedan hacer su trabajo con todo nuestro respaldo. Hoy, un policía tiene miedo a usar su arma y ustedes tienen que defendernos, porque el Estado los va a defender a ustedes. ¡No tengan miedo de usar sus armas, porque ‘el gatillo fácil’, en mi gobierno, no tendrá ninguna sanción penal.” Aseveró el presidente, quien fue director del Sistema Penitenciario entre el 2005 y el 2007, durante la administración presidencial de Oscar Berger. Aquí, es preciso enfatizar que Giammattei estuvo preso durante 10 meses en el 2010, acusado de quitar la vida, extrajudicialmente, a siete reclusos que tomaron un centro penitenciario. En ese lapso escribió el libro “Relato de una Injusticia”, en el que enfatiza su deseo por acabar con los pandilleros con todo el peso de la ley. “Los declararé terroristas, porque eso es lo que son… Y a partir de ahí, los podré combatir mejor y limpiar a Guatemala de ese mal (…).” Aseguró. Dios lo permita, le decimos nosotros, porque ya basta de tanto derramamiento de sangre de personas inocentes.


Honduras Recibe al 2020 con Problemas Carcelarios

 

TEGUCIGALPA-Como si no hubiera sido suficiente toda la problemática general que vivieron los hondureños durante el 2019, que podríamos resumir en dos vértices únicamente (dejando de lado otros problemas sustanciales): la inmigración masiva hacia los Estados Unidos de gran parte de su población y el juicio al hermano del presidente de la República, en la misma Unión Americana, el gobierno y la ciudadanía de esta nación reciben al nuevo año con otra situación caótica, generada en varios presidios del territorio nacional. Concretamente, unos 37 pandilleros de “las maras” murieron en enfrentamientos en el interior de las cárceles, mientras que el ejército y la policía tratan de retomar el control en medio de una panorámica “dantesca” de sangre y muerte. La gravedad de los hechos ha sido tanta, que el mandatario, Juan Orlando Hernández, declaró estado de emergencia en los 27 centros penales más importantes, con el propósito de contener la violencia.

El desglose de los actos criminales es el siguiente: en la cárcel de El Porvenir, a 60 kilómetros al norte de esta Capital, 19 internos murieron después de una reyerta entre bandas oponentes que utilizaron armas punzocortantes y de fuego. Así según informe emitido por el portavoz de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (FUSINA), subteniente José Coello. En el penal caribeño del puerto de Tela, a 200 kilómetros al noroeste de Tegucigalpa, otros 18 convictos fueron masacrados en circunstancias parecidas a las anteriormente narradas. Mientras que en la penitenciaría de máxima seguridad de La Tolva, a 40 kilómetros al Este de la Capital, cinco miembros más de la “mara salvatrucha (MS-13)”, fueron dados de baja; y en la principal cárcel del país, llamada El Pozo, en Santa Bárbara, al oeste, fue asesinado a balazos el director de ese penal, Pedro Ildefonso Armas, quien, dicho sea de paso, estaba suspendido por haber presenciado pasivamente a unos reos cuando mataban al convicto Magdaleno Meza, ex socio narcotraficante del hermano del Presidente de la República, el exdiputado Juan Antonio “Tony” Hernández, hoy preso en los Estados Unidos. Es decir, da la impresión de que el fallecido director carcelario no quiso detener el crimen de Meza, por alguna razón específica y todavía no aclarada por la policía judicial hondureña. Empero, el abogado de este narcotraficante, Carlos Chajtur, manifestó a la prensa que el gobierno fue el que ordenó el crimen, en represalia por haber colaborado con la justicia estadounidense en el juicio que se le siguió al hermano del Presidente, en el que posteriormente resultó con una dura sentencia carcelaria, como todos sabemos. Recordemos que el juez norteamericano tomó como base de su sentencia unas libretas que le fueron encontradas a Meza, con registros del tráfico de cocaína y que inculpaban abierta y directamente a “Tony” Hernández. Por supuesto, el primer mandatario de la República ha negado tales acusaciones hechas por el abogado del delincuente criminalizado.

Así las cosas, la FUSINA, por orden del Presidente, desplegó a unos 1,200 soldados y policías en 18 de las 27 cárceles de toda Honduras, donde están purgando penas más de 21 mil reos y ha explicado a la opinión pública que los alzamientos de los reclusos se deben a que “ellos tratan de evitar que FUSINA imponga los controles necesarios en los centros penales del país.” Por su parte, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas de los Derechos Humanos en Honduras (OACNUDH), dijo observar “con alarma la violencia dentro de los centros penitenciarios” e instó “a garantizar la vida y respeto a los derechos humanos a los privados de libertad y proceder a una investigación pronta, eficaz y transparente.” En respuesta, Luis Suazo, Viceministro de Seguridad, dijo que “los ataques sistemáticos orquestados y bien planificados del crimen organizado, son para exponer a Honduras a nivel internacional y llamar la atención (…).” Otros hechos se dieron en el 2008 en La Ceiba; en el 2012 en Comayagua; y en el 2014 en San Pedro Sula, con incendios y muertes en las cárceles, consideradas en Honduras “academias del crimen.” No es nada nuevo; pero tampoco pasa desapercibido para nadie.


Gran Operativo por Navidad contra

“las maras”

 

SAN SALVADOR, El Salvador- Como si de un regalo navideño se tratara, el gobierno salvadoreño ha arremetido con fuerza inusitada contra los delincuentes que han tenido postrado a este país por décadas enteras. La fiscalía emitió órdenes de captura contra 266 pandilleros por su implicación en 52 homicidios; y, en el momento cuando redactamos esta columna, 130 miembros de la “mara salvatrucha (MS-13)”, han sido apresados en un macro-operativo efectuado en la zona oriental, específicamente en los Departamentos (provincias), de San Miguel, La Unión, Usulután y Morazán; incluso, las mismas autoridades actuaron en varios centros penales, donde los pandilleros actuaban con ardides en contra de la población civil. Rafael Franco, fiscal de esta zona, explicó que aquellos que están siendo perseguidos forman parte de siete células de la MS-13 e integran el llamado “Programa Nueva York” de la banda criminal, que perpetra sus crímenes en el Oriente de El Salvador. “El objetivo de este operativo es desarticularlas”, dijo el alto funcionario judicial.

 Pero lo que sí es evidente es la determinación del presidente de la República, Nayib Bukele, por no “darles cuartel” y enfrentarse en cualquier campo donde se muevan. “Yo no negocio con las maras… lidio con las comunidades donde viven sus familias.” Ha dicho el mandatario que tiene encantada a la mayoría de salvadoreños con sus decisiones positivas. En su concepción de seguridad del país, este joven presidente de origen palestino (su familia emigró a El Salvador a finales del Siglo XIX), “las maras” son un verdadero problema de seguridad nacional y actúan como un poder paralelo al Estado. “Las pandillas han sustituido al gobierno porque éste ha estado ausente. No se trata de un problema de delincuencia o del número de homicidios… (sino que) es un problema como consecuencia de la emigración: ‘las maras’ no nacieron en El Salvador, nacieron en los Estados Unidos y después fueron deportadas. Las familias están rotas en El Salvador, donde niños de 12 años son cabezas de familia… y el Estado no hace nada.” Criticó Bukele. En su opinión, la solución a este problema tiene su basamento en tres ejes: la prevención, “porque no sirve de nada capturar a 40 pandilleros, porque ese día van a reclutar a otros 100; (…) hay que darles oportunidades a través de la educación, de becas, alternativas como el deporte y también tenemos que reconocer la contracultura de los jóvenes. El Estado tiene que competir con las pandillas para ganarse a sus miembros.” Explica. Y añade que otro aspecto es el combate directo, “que consiste en equipar a los agentes de seguridad, para permitirles así mayores detenciones (…)”. El tercer eje de su política anti-“maras”, radica en la reinserción, algo utópico hasta este momento, debido a que los anteriores gobiernos han empleado métodos represivos en los centros penitenciarios: “tenemos celdas para cuatro personas, ocupadas por 50. Muchas de ellas duermen de pie (…). En lugar de convertirse en centros de reinserción, se están convirtiendo en ‘Universidades’ del crimen.” Amplía el mandatario.

En lo que atañe a negociar con los “mareros”, Bukele contesta: “No soy partidario de negociar con las pandillas; pero es un poder fáctico con el que tienes que lidiar. Una cosa es negociar y otra cosa es lidiar. San Salvador está asediada por pandillas, es la ciudad más peligrosa del país; cuando quisimos recuperar el centro histórico hubo que negociar con los vendedores, unos 39 mil, que no querían cambiar de zona porque significaba que los iban a matar. Cuando los pandilleros me intentaron extorsionar, me pidieron US$100 mil para inaugurar el mercado o sino habría muertos. (…) (Entonces) fuimos a las comunidades donde vivían los familiares de los pandilleros e invertimos en ellas, generamos beneficios: nosotros no les íbamos a dar dinero, íbamos a generar beneficio social para la comunidad” y eso lo entendieron los delincuentes y dejaron trabajar al gobierno. Explicó el presidente, mientras el pueblo entero siente que algo importante está cambiando tras el arribo de Bukele al poder.


Las Razones Emocionales del Caos Social

 

AMÉRICA CENTRAL-Detrás del levantamiento de los pueblos, del enojo colectivo de los ciudadanos, hay motivos emocionales que, obviamente, los han hecho explotar; no obstante, en estos días precisos se están produciendo manifestaciones ciudadanas fortísimas en varios puntos del planeta; pero unos difieren de otros, especialmente cuando analizamos los de Hong Kong y Cataluña, en comparación con los de México, Costa Rica, Nicaragua, Bolivia y Chile. En Asia, el pueblo de la ex colonia británica simplemente no quiere que “el gran gigante” que es China, absorba completamente a esta ciudad semi-autónoma; por eso se ha lanzado a las calles en claro enfrentamiento con las fuerzas del orden; en Cataluña, un grupúsculo de vividores liderado por el prófugo de la ley, Carles Puigdemont (refugiado en Bélgica), quieren que esa autonomía se separe del resto de España, sin tomar en consideración que, entre más fragmentación del territorio nacional… mayor debilidad contraerá a los nuevos países; por ejemplo, lo que sucedió con la antigua Yugoslavia, fragmentada en varios pedazos territoriales (Bosnia-Herzegovina, Macedonia, Serbia, Croacia, etc.), consiguió que la debilidad económica, productiva y monetaria, se apoderara de esas nuevas y pequeñas naciones. Lo mismo con la ex Checoslovaquia, partida en la República Checa y la República Eslovaca. Dos remedos de países, nada funcionales.

            En América, el caso de México es de otra tonalidad: los cárteles en su guerra criminal contra el Estado mexicano y en medio los ciudadanos decentes que caen bajo el fragor de las balas y del armamento pesado que los narcos utilizan hoy en día; en Bolivia, la situación es simple en su origen, aunque complicada en la solución: el dictador Evo Morales se ha robado nuevamente las elecciones nacionales (así denunciado por los observadores internacionales), y ello ha causado el caos social en todo país. El caso típico del dictadorzuelo latinoamericano de izquierdas, adueñado perennemente del poder.

 

Aunque lo sucedido en Chile nos invita a la reflexión, nos exige buscar respuestas y soluciones, especialmente a las naciones centroamericanas; porque Chile es muy parecido a la problemática que se vive en Panamá, por ejemplo, donde la riqueza solo llega a unas pocas manos (un trabajo que estoy preparando para este mismo periódico); en Costa Rica, con un grupo numeroso de diputados que se recetan a sí mismos escandalosos salarios y dietas y tienen automóviles y combustible subvencionados por el Estado; las pensiones son “de hambre”, así como los salarios-base y los precios de los productos para el consumo diario que suben más y más. Las situaciones de Honduras y Guatemala, que empujan a sus ciudadanos a emigrar hacia los Estados Unidos, son sobradamente conocidas por nosotros y que se han dado en lugar de la implosión social en las calles; es decir, el hondureño y el guatemalteco prefieren abandonar a sus respectivas naciones, antes que derramar su sangre combatiendo en las ciudades. Lo de Nicaragua es idéntico a lo de Bolivia, con la única diferencia de que el boliviano parece absolutamente decidido a sacarse de encima al dictador. Pero la principal razón del caos social es la indiferencia (en Chile, incluso un político llegó a burlarse del pueblo), y la incapacidad de los gobernantes por favorecer a los pueblos. Son absolutos desconocedores de todo, en especial de las lecciones que da la historia; en este sentido, recordamos el pasaje vivido por la Reina de Francia, María Antonieta de Absburgo y Lorena, cuando una muchedumbre le golpeó los cristales de su carruaje y le gritaba que sufría hambre. Esa misma tarde, acostada en su diván en el Trianón, el palacete privado que su esposo, Luis XVI, le mandó construir, ella le comentó a sus damas de compañía: “Yo no sé por qué el pueblo tiene hambre, si hay pasteles y otros postres deliciosos que podría comer.” Ya sabemos cuál fue el final de esa mujer frívola y desinteresada por los problemas del pueblo; y eso es justamente lo que sucede con nuestros políticos, quienes son los principales impulsores de las desgracias de la sociedad.


Bukele Arremete contra “las Maras”

 

SAN SALVADOR, El Salvador- Lo que han sido tímidas respuestas de parte de los anteriores gobiernos, hoy da la impresión de que será una acción contundente y efectiva contra los delincuentes de “las maras”, que han desolado, llenado de sangre y causado la inmigración de las personas buenas hacia los Estados Unidos. El nuevo presidente, Nayib Bukele, ha ordenado reclutar a 3 mil nuevos policías para combatir a esos gamberros y eliminarlos de la faz de la tierra, al parecer de manera radical y sin contemplaciones. Además, cientos de soldados patrullan, fuertemente armados, el centro de esta Capital, con la orden de no escatimar esfuerzos contra los criminales tatuados que se fueron apoderando paulatinamente (y durante años), de casi todo el país.

            Hoy, es común observar en las inmediaciones de la Catedral y del Palacio Nacional, a parejas de militares con sus rostros cubiertos con “pasamontañas,” dispuestos a recuperar las zonas que han llegado a ser propiedad, literalmente, de esos asesinos, quienes han sembrado el caos y la muerte solo para complacer sus delirios demenciales. Es evidente observar los rifles de asalto que portan cada uno de esos soldados y sus miradas decididas a hacerse respetar y también hacer respetar la legalidad, la decencia y el orden, en una nación atemorizada durante décadas por esos seres indefinibles, que se han dado a conocer mundialmente con el nombre de “maras o mareros.”

            Por otra parte, en paredes y postes del alumbrado público, así mismo en periódicos, el gobierno envía estos mensajes a la juventud todavía no corrompida por la droga ni la delincuencia: “No perdás tu vida en las pandillas. Es fácil entrar, pero las únicas salidas son la cárcel o la muerte.” Esta ofensiva gubernamental pertenece al llamado Plan Control Territorial, anunciado por el propio Bukele el 20 de junio pasado, quien está dispuesto a asfixiar a las pandillas hasta hacerlas desaparecer. El lapso de tiempo que utilizará en ese cometido será de tres o cuatro años, según ha dicho a la prensa. Recordemos que “las maras” se originaron en Los Angeles, California, a principios de los años 90, cuando jóvenes salvadoreños, quienes habían emigrado ilegales a los Estados Unidos, se corrompieron de esa manera. Posteriormente, cuando fueron deportados, implantaron su régimen de terror callejero en las principales ciudades salvadoreñas, hasta la actualidad.

 

            A pesar del panorama esperanzador que Nayib Bukele ha creado en el país, su ministro de Defensa, René Merino, es más cauteloso en sus afirmaciones y ha declarado: “No les puedo decir que ya no habrán pandillas en cuatro años; pero, al menos, ya debería estar debilitada la fortaleza que tienen. (…) Vamos a controlar territorios que antes no estaban controlados, como los centros históricos de las ciudades más importantes; vamos a hacer valer al Estado, donde el Estado debe estar (…).” En lo que atañe a la inversión económica que el gobierno tiene para dicho esfuerzo, cuenta con un presupuesto de US$31,4 millones y servirán para militarizar las calles con más de 7 mil soldados y aumentar la presencia policial con 2,500 agentes más en 12 municipios donde los pandilleros ejercen sus leyes de terror, sangre y muerte. En lo que estriba a las 28 penitenciarías existentes, Bukele ha ordenado aislar a los pandilleros, ha prohibido las visitas familiares, las salidas de sus celdas para ducharse y les ha cortado toda clase de comunicación y evitar así que envíen órdenes de asesinar o extorsionar. Hay que resaltar que las noticias en ese sentido, han sido recibidas con mesurada alegría por parte del pueblo y los comentarios que gravitan al respecto son de crítica a los gobiernos anteriores que nada hicieron por solucionar el gravísimo problema y de complacencia a las decisiones tomadas por Bukele. Habrá que darle tiempo al tiempo para ver los resultados que todos esperamos sean los óptimos, porque parece que El Salvador experimenta un cambio positivo en estos momentos.


Desde un Balcón en San Pedro Sula

 

HONDURAS-No hay mejor sitio para conocer la realidad hondureña que dentro de su misma realidad; es decir, adentrarse en las entrañas sociales y económicas del país y analizar lo que aparezca ante nuestros ojos. A pesar de las grandes y profundas dificultades que presenta esta nación, traducidas en pobreza extrema, falta de oportunidades laborales, delincuencia peligrosísima y concentración de la riqueza en pocas manos, no hay aquí una guerrilla salvaje, demagógica y desestabilizadora de izquierdas como si la hubo en su momento en El Salvador, Nicaragua (hoy enquistada en el poder en forma de dictadura), y Guatemala. Sin embargo, hubo aquí un gobierno títere de La Habana y Caracas, de Manuel Zelaya, que fue derrocado a tiempo, cuando todos los indicios decían que Honduras iba hacia la dictadura al mejor estilo de Cuba y Venezuela. “El cáncer” ideológico fue extirpado por una asonada del ejército, tal y como debió ser.

            ¿Pero cómo es San Pedro Sula, la segunda ciudad en importancia del país? Es la sede de las grandes fortunas del país, de empresarios/magnates de origen sirio y libanés; aunque, en contraste muy evidente, existen aquí los barrios más peligrosos de todo el continente americano. De tal modo, la violencia aparece a la orden del día a día junto a los desatinos socio/económicos que enumeramos en las líneas de arriba. Ello crea otro problema que “se ha puesto de moda”: la inmigración masiva y a pie hacia los Estados Unidos. Esos ciudadanos de Sula solo quieren la seguridad, la paz y el alimento para sus familias, no importa que tengan que cruzar Guatemala y México en una caminata realmente suicida. Si se conversa con alguna persona oriunda de esta ciudad del Caribe hondureño, nos dirá también que, en alguna ocasión futura, emigrará tras la conquista de su sueño.

            Y retornamos al aspecto positivo de Honduras. Llama profundamente la atención el hecho de que esta nación haya sido una de las dos más pacíficas del istmo centroamericano (la otra es Costa Rica), porque, cuando sus vecinos ardían en medio del fragor de la guerra, aquí se respiraba paz en las décadas de los 70s y 80s y ello elevó de manera impresionante la imagen de los hondureños a nivel mundial; no obstante, la problemática de hoy se centra en los márgenes de criminalidad a los que incansablemente nos hemos referido y a la incapacidad (o falta de interés), de los sucesivos gobiernos por erradicar a dichos delincuentes de la cotidianidad de estas ciudades. Hay conocedores de la realidad hondureña que ya están hablando de una “Honduras rota”, a raíz de tanto inconveniente socio/económico, aderezado con la inmigración.

 

            En la concepción del actual presidente, Juan Orlando Hernández, las caravanas de viajeros a pie hacia los Estados Unidos fueron organizadas desde las redes sociales por políticos de izquierdas “que quieren desestabilizar a mi gobierno”, ha repetido en los distintos lobbies en la gran potencia del norte, donde ha estado presente el mandatario. “Bartolo Fuentes es el individuo y exdiputado del partido de (Mel) Zelaya, que organizó por Facebook la marcha que puso a caminar hacia el norte a más de 7 mil personas. La policía se movilizó y el exdiputado fue detenido a los tres días de que ésta arrancara (…)” Argumentó el Jefe de Estado. Por supuesto que, además de la demagogia de Fuentes, el realismo nefasto que sufre el hondureño es el detonante directo de dichas caminatas. Según la iglesia de este país, “durante el último año salen diariamente del país 300 personas; la diferencia es que antes lo hacían a oscuras y de forma clandestina y ahora juntos y a plena luz del día.” No olvidemos que 6 de cada 10 personas son pobres y 4 viven en extrema pobreza, aspectos que notamos desde este “balcón” en San Pedro Sula, una ciudad bella que, no obstante, se escucha gemir quedamente cuando todos duermen. Nosotros queremos lo mejor para esta patria de Francisco Morazán, porque ya le basta tanto sufrimiento.


En Caso de una Invasión Estadounidense a Venezuela, ¿Cuánto Tiempo podrán

Resistir las Fuerzas Armadas

Venezolanas?

 

Quien afirme que el ejército venezolano o cualquier otro de América Latina están capacitados para enfrentarse a los Estados Unidos, Inglaterra, Francia u otra potencia, le diremos que es un maniático que está alucinando o está bajo los efectos de una fuerte droga. Si los seudo-militares del tercer mundo (de Irán, Venezuela, Cuba, etc.), tuviesen los pies sobre la Tierra, optarían por el silencio y no dejar escuchar opiniones suicidas como las que ha reproducido el diario El Universal, de Caracas, dichas por el Canciller de facto de la dictadura de Nicolás Maduro, el irresponsable e iluso Jorge Arreaza, cuyas palabras retomaremos luego.

            Me viene a la memoria en estos instantes la Guerra de las Malvinas entre Argentina e Inglaterra, en 1982, que se constituyó en el mejor ejemplo de lo que puede suceder cuando se enfrenta una nación subdesarrollada, en el caso de los argentinos, con otra poseedora de un inmenso poder, como lo son los ingleses. La derrota no solamente fue rápida, sino aplastante y humillante, de parte de los europeos. Además, el conflicto fue provocado por la criminal Junta Militar que gobernaba en Buenos Aires, para engañar a su propio pueblo con un nacionalismo que en realidad no era tal, sino que lo subyacente era el deseo de desviar la atención hacia un conflicto mayor a nivel internacional y no se fijasen en el desparpajo y los asesinatos que cometían a nivel interno los uniformados bajo el mando de Leopoldo Galtieri. Es decir, en palabras francas y directas… los ejércitos latinoamericanos están constituidos solamente para combatir al narcotráfico y enfrentarse de país a país, al mejor estilo de la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay y punto. Otra acción armada, simplemente sería una “quijotada mortal.”

            Ahora, las manifestaciones del ministro de facto del exterior de la dictadura madurista, Jorge Arreaza, llaman la atención por el altísimo grado de demencia e inmadurez en lo sustancial. Veamos: “Venezuela está lista (¡!) para resistir en caso de una intervención militar estadounidense (…), El territorio venezolano ha creado una gran potencialidad para la defensa, a partir de tecnología rusa (…). Si optasen por la vía militar… tenemos una fuerza armada, un pueblo, una milicia nacional, que estarían en capacidad no solo de resistir y de dar la batalla, sino incluso de vencer y de derrotar a cualquier ejército por poderoso que sea. Ojalá que ese escenario nunca ocurra y si ocurre, estamos listos.” Indudablemente el individuo anda gastando el dinero del pueblo venezolano, supuestamente en misiones diplomáticas, hablando insensateces propias de un drogadicto de grueso calibre.

            Por eso le advertimos: Arreaza… el ejército cubano no está en capacidad de enfrentarse con los Estados Unidos; ni el iraní, ni el turco tampoco, que son los gobiernos que comulgan y aplauden la debacle que la dictadura de Nicolás Maduro ha creado en Venezuela. Ninguna de esas Fuerzas Armadas tiene el poder ni la capacidad tecnológica para soportar una guerra convencional con los Estados Unidos. ¡Ninguna!

            Y la impericia, el “cacareo” irracional, demencial, desconocedor e irresponsable del canciller de facto Jorge Arreaza, más la ignorancia de todo lo que atañe a las grandes guerras que ha librado el hombre, se nota cuando utiliza el infinitivo “resistir” dentro de su perorata demagógica y estúpida. Y es que las guerras más que de disparos, se componen de dinero, de manutención del conflicto… Tiene que haber un soporte, un cimiento, una base fuerte en lo monetario, para que un ejército se mueva y pueda resistir verdaderamente semanas, meses y años, en medio de una conflagración. Por eso preguntamos, ¿Tiene Venezuela la capacidad económica para enfrentar una simple guerra con Ecuador o Colombia, para citar dos ejemplos y no tocar a los Estados Unidos? Definitivamente nó. La capacidad del fisco venezolano para una aventura armada, podría alcanzar solamente unos 15 días en el tablero bélico, si somos muy optimistas con el alcance del tiempo. A ello debemos sumarle el hecho de que tampoco tienen combustible los mercenarios venezolanos, disfrazados de militares de lujo. Porque el petróleo que se produce en Maracaibo, no es refinado en Venezuela, sino que es exportado en crudo y devuelto en forma de hidrocarburos y el bloqueo de los norteamericanos en ese sentido, está ahí… asfixiando a los sátrapas de la dictadura bolivariana.

            Sin embargo, el peligro real para los soldados estadounidenses podrían ser las brigadas de matones que recorren las calles de las ciudades venezolanas, en motos y armados con machetes y revólveres, disparando a mansalva a todo lo que se mueva y que consideren enemigos del régimen. Aunque ya los marines deben haber pensado en esa posibilidad y cómo solucionarla, del mismo modo como hicieron en Afganistán e Irak, con los vándalos callejeros. Por lo demás… no debe existir gran preocupación.

            Antes de cerrar el presente artículo, debo traer al presente dos pasajes de la Segunda Guerra Mundial, específicamente en el caso del Japón y sus Kamikazes: el supuesto arrojo y fanatismo del que hablan tanto los historiadores al precipitar sus aviones contra los buques estadounidenses no lo fue tanto… simplemente se lanzaban de manera suicida, porque sus aviones no tenían combustible para retornar a sus bases en las islas, tampoco pertrechos para disparar. Lo mismo sucedió cuando miles de japoneses se rindieron a los soviéticos en la misma guerra, porque no tenían municiones ni alimentos para resistir. ¿Los soldaditos de juguete venezolanos tienen alimento y combustible para aguantar a los norteamericanos? Obviamente nó. Será una guerra de horas. Más que una guerra, será una escaramuza antes de que los mismos soldaditos se decidan por la rendición.

            Y en el caso de los seudo-asesores cubanos que están en Venezuela (que más bien tienen la tarea de vigilar a la camarilla de la narco-dictadura de Maduro, para que no se desvíe de las órdenes dictadas desde La Habana), sucederá con ellos lo mismo que aconteció con Salvador Allende, en Chile, en 1973, cuando atestaban con su presencia los pasillos del Palacio de La Moneda, en Santiago: con el sobrevuelo de los aviones de Pinochet, los cubanos corrieron en desbandada y abandonaron al dictador hasta que éste decidió pegarse un tiro con la ametralladora Skorpio que le regaló Fidel Castro. No hay otro camino para los acontecimientos actuales en Venezuela… si Nicolás Maduro y sus secuaces tienen un único destello de lucidez, abandonarían el poder ¡Ya!, sin devaneos de ninguna clase. De lo contrario un final como el de Manuel Antonio Noriega, Saddam Hussein, Gadafy el libio u Osama bin-Laden, será el de los narcotraficantes incrustados en el Palacio de Miraflores, en Caracas. Aunque, si juzgamos por la naturaleza de Donald Trump, posiblemente una invasión estadounidense nunca se lleve a cabo en Venezuela y esa es la esperanza callada de los mismos narco-dictadores para perpetuarse en el poder, como hizo Castro en Cuba y Ortega en Nicaragua. Pero eso es otro tema… Por lo pronto Arreaza: deja de hablar incoherencias y estupideces, que el manicomio podría ser tu casa.


Dictador Turco se “Retrata de Cuerpo Entero” durante las Crisis Internacionales

 

Antes de desarrollar cualquier idea o argumento al respecto, tenemos que definir qué es Recep Tayyip Erdogan en Turquía: ¡Es el dictador de ese país! No es su presidente. La presidencia de una nación es otra cosa; en principio, porque se ampara y sostiene gracias a la democracia y la Turquía actual está muy lejos de tener un sistema democrático. Muy lejos.

En específico, la prueba de lo que afirmamos de este personaje fue su actitud y órdenes giradas durante y después del alzamiento de grupos militares el 15 de julio del 2016, en las que manifestó una inusual violencia en un mandatario y que solo es característica de los tiranos dictatoriales. “Insto a nuestra gente –dijo por la TV Erdogan-, a todo el mundo, a que llene las plazas y las calles del país para darles (a los golpistas), la respuesta necesaria”. Y esa respuesta fue evidentemente cruel con golpizas de parte de los ciudadanos a los sublevados, humillaciones, insultos y, posteriormente, Erdogan ordenó perseguir a quienes abandonaron Turquía, ahí donde se refugiaran, especialmente en Grecia. Con toda precisión así fuimos conociendo la personalidad hasta ese momento oculta del dictador turco.

            El resultado final de dicha persecución fue la detención de 754 militares, incluyendo a oficiales de alto rango; y otros 25 mil detenidos en las siguientes semanas. Después ordenó la persecución y captura del clérigo musulmán Fethullah Gülen, exiliado en los Estados Unidos, y considerado por el dictador turco como el líder de la revuelta que lo quiso tirar del poder en Ankara. Con verdadera e impresionante obsesión, Erdogan no dejaba día alguno en que no repitiera que quería eliminar a su némesis, el religioso residente en Norteamérica.

            La imagen que dejaba el dictador en la comunidad y opinión pública mundial, era que se trataba de un individuo temible y de sumo cuidado en el caso de granjearse su enemistad. Sus aliados europeos, políticos y militares de la OTAN, estaban recibiendo un claro mensaje y advertencia de los sentimientos vengativos y sanguinarios de Tayyip Erdogan.

            Pero, además de sus ansias frenéticas y fanáticas de venganza, el autócrata tiene uno de los peores anti-principios: la traición. Fue durante el advenimiento del asesino Estado Islámico (Daesh o Issis), que, al apoderarse de gran parte de Siria e Irak, Erdogan estuvo de acuerdo con esas acciones criminales y compraba el petróleo que los yihadistas robaban a los pozos sirios e iraquíes. Así conseguían financiar gran parte de la conquista bélica de aquellos dos países. Y mientras Tayyip Erdogan actuaba de esa manera, sonreía hipócritamente a su colega ruso, Vladimir Putin; a los mandatarios europeos y al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Un doble juego que nos mostraba otro aspecto de su personalidad psicopática y nada confiable. Incluso hacía “oídos sordos” después de los atentados que el Daesh perpetraba en las populosas ciudades turcas de Estambul y Ankara, matando a decenas de turistas y alejando a otros miles de Turquía. Erdogan nunca emitió un comunicado en el que sancionaba, deploraba y condenaba las acciones sangrientas de los yihadistas en las entrañas de Turquía. ¡Nunca! Fue muchos meses posteriores cuando el mismo Vladimir Putin le convenció para que dejara de apoyar al Daesh y no les comprara más petróleo robado en Siria a los asesinos que mataban sin compasión a los civiles en los dos países invadidos. Pero ya la traición al mundo libre y civilizado había sido consumada por parte del dictador turco. No había “cambio de hoja.”

            Finalmente, “el último golpe de pincel sobre el lienzo” para darle forma definitiva a la pésima figura de Erdogan, la ha dado la crisis de Venezuela, porque, mientras el mundo libre sanciona moral y económicamente a la narcodictadura de Nicolás Maduro y sus secuaces, Tayyip Erdogan la apoya irrestrictamente, aún en contra de sus socios la Unión Europea y los Estados Unidos, y en detrimento del sojuzgado y hambriento pueblo venezolano. Aquí calza a la perfección aquel viejo adagio popular que reza: “con amigos así… ¡Quién necesita enemigos!” En palabras simples, Recep Tayyip Erdogan es una tabla falsa en la que no se debe apoyar ninguno que se considere su socio, compatriota, aliado o vecino. Sino que lo digan los pobres kurdos y yazzidíes, a quienes Erdogan considera infrahumanos molestos para la convivencia regional y de todos los turcos.

            Ya ha habido europeos que han pedido la expulsión de Turquía de la OTAN y con justa razón, y se le reintegre hasta que Erdogan sea alejado del poder; y tampoco se le permita su entrada a la Unión Europea, por la misma causa que hemos apuntado.

            Así las cosas, en cada crisis político-militar internacional, el dictador de Turquía evidencia sus falencias, sus equívocos y su torcedumbre de personalidad, quien es un hombre que otorga una amistad falsa, endeble y digna de cuidado, nada confiable para aquellos que tienen sentimientos humanistas y que son la gran mayoría de los líderes actuales alrededor del orbe.


La Liberación de Venezuela como Exigencia

Humanista y Moral

 

AMÉRICA CENTRAL-Debemos partir del principio de que en el mundo todos los pueblos somos hermanos y por eso no se puede aceptar que nadie, individual o colectivamente, pase necesidades como la falta de medicinas, alimentos, trabajo, dinero y comodidades varias, premisas que dan al hombre su dignidad como tal. Es un hecho irrefutable que nacemos y vivimos en este planeta para ser dignos y felices con lo que la misma vida nos puede dar y con aquello que obtenemos mediante el trabajo o el esfuerzo diario. Otra cuestión distinta es inaceptable desde todo punto de vista. Y los venezolanos, desde que Hugo Chávez robó el poder y lo sostuvo con argucias y fuerza, hasta crear la oprobiosa dictadura, han carecido de todo lo fundamental que hemos enumerado anteriormente. El mundo es indigno para el venezolano actual y que deviene desde hace 20 años cuando la tiranía echó sus raíces en su patria.

            Regresando al concepto de que todos somos hermanos y estamos en la urgencia de asistir al necesitado, sin importar distancias, color de piel ni creencias cualesquiera que estas sean, nos obliga a buscar soluciones inmediatas para Venezuela, su sistema criminal de gobierno, que es una narco-dictadura, manejada por tres individuos que tienen que comparecer ante la justicia Universal, llamados Diosdado Cabello (el peor de los tres), Nicolás Maduro (la cara visible del régimen); y Vladimir Padrino López (quien es el que manipula los hilos de las fuerzas armadas y de los grupos paramilitares que operan en todo el país). Es un principio profundamente moral salir al encuentro del pueblo venezolano y liberarlo de la peor dictadura que ha habido en la historia de América Latina, junto al Castro-comunismo de Cuba.

            Y se torna incomprensible cuando recordamos que la OTAN bajó del poder a Muamar el-Gadafi, en Libia, sin mucho miramiento; los Estados Unidos hicieron lo mismo con Noriega en Panamá; Saddam Hussein, en Irak; y últimamente un Tribunal de las Naciones Unidas sentenció a cadena perpetua a Radovan Karadzic, el serbobosnio que cometió crímenes de lesa humanidad durante la guerra en Los Balcanes. ¿Por qué con estos genocidas sí y con los genocidas que se mantienen usurpando el poder en el Palacio de Miraflores, en Caracas, no actúan con la misma determinación? Repito, es un deber altamente moral y humanista alejar del poder, con la vía militar, a los tres narco-dictadores venezolanos y devolver al pueblo de Venezuela la libertad que le fue arrancada de sus corazones hace 20 años. Es por todo ello que el documento final emitido por la Cumbre del Grupo de Lima, compuesto por las naciones del continente americano (exceptuando a México y Uruguay), el pasado 4 de febrero, no aporta ninguna solución viable con respecto a la dictadura de Nicolás Maduro, al descartar la acción militar, porque la salida diplomática, civilizada, concertada o negociada, no está en el vocabulario ni en la acción de los comunistas. Dicho documento, en lugar de hacer tambalear a los narco-dictadores, más bien los apuntala, los llena de confianza y los insta a seguir con la usurpación.

 

Posterior a esa reunión multilateral en Colombia, Maduro mandó a quemar un camión lleno de alimentos y medicinas en un puente intrafronterizo; ordenó el asesinato de indígenas cerca de Brasil; lanzó a sus matones callejeros para que golpearan al pueblo que se manifestaba; y últimamente apresó a Roberto Marrero, asesor de Guaidó; y lo más indignante… vetó al mismísimo Guaidó de los cargos públicos por un lapso de 15 años. ¿A qué espera Donald Trump para ordenar al Pentágono la liberación de Venezuela ante tales hechos criminales? No lo sabemos. Y no saberlo nos entristece, nos enfurece y nos roba las esperanzas. ¡Dios salve a Venezuela y a su sufrido y humillado pueblo! 


Perdonen, pero he ido Perdiendo el Optimismo y

 la Esperanza

 

EN ALGÚN LUGAR DE AMÉRICA- Después de la última reunión del Grupo de Lima (compuesto por casi todos los países latinoamericanos), creí que se iba a resolver la situación vergonzosa e inhumana de Venezuela; pero cuál fue mi sorpresa… que el documento emitido, posterior a la cita de cancilleres, afirmó que la solución militar no estaba dentro de los planes de los presidentes del continente y le daban paso solo a la transición pacífica de la dictadura de Nicolás Maduro a la democracia de Juan Guaidó. En ese punto específico fue cuando se me cayó la venda de los ojos y me dije… “la tiranía comunista de Caracas seguirá a través del tiempo e indefinidamente.”

            Me imaginé la reacción de los dictadores venezolanos, Diosdado Cabello, Nicolás Maduro y Padrino López, exultantes, felices y confiados, porque eso precisamente era lo que estaban esperando al cabo de dicha reunión… que la opción armada internacional quedara descartada en contra de Venezuela. Era el momento justo para enquistarse en el poder por muchos años más y continuar con las arbitrariedades que incluyen las violaciones constantes y flagrantes de los derechos humanos.

            ¿Pero qué sucede con estos presidentes pusilánimes de América entera, incluyendo al supuesto “super-macho” estadounidense, Donald Trump? Francamente nos han dejado anonadados. En palabras simples y sencillas, ha sido “muchas cáscaras y muy pocas nueces,” según reza el dicho popular. Y con ello han dado un plazo valiosísimo a los dictadores para que se incrusten con mayor profundidad en medio del régimen dictatorial. Es decir, las experiencias vividas en la isla de Granada, en el Panamá de Noriega o el Irak de Saddam Hussein, fueron hechos fortuitos imposibles de repetir en Venezuela, aunque día a día la prensa honesta y transparente informe de asesinatos, secuestros, hambrunas, muertes de pacientes en los hospitales por falta de medicamentos y demás lacras inhumanas que suceden en la patria de Simón Bolívar. Esos líderes de las democracias latinoamericanas no quieren comprender que Nicolás Maduro y su narco-grupo de secuaces, no dejarán el poder tan solo al escuchar buenas razones, ni principios humanitarios, ni cosa que se les parezca. ¡Ninguna dictadura comunista jamás ha hecho algo parecido en el devenir de la historia contemporánea! ¡Desengáñense!

            Incluso la postura antibelicista con respecto a Venezuela del presidente brasileño, Jair Bolosonaro, ha sido la más sorprendente de todas, por encima, incluso, a la de su colega colombiano, Iván Duque, quien sabe, con toda certeza, que los carteles de la droga que ensucian la imagen de Colombia y delinquen en ese país, se afincan en la Venezuela  de Maduro; lo mismo hacen los guerrilleros de izquierdas que operan en contra del gobierno de Bogotá. Reitero: la narco-camarilla izquierdista de Caracas jamás dejará el poder por una razón distinta a la militar. Eso está más claro que el agua y muchísimos analistas, politólogos y periodistas que seguimos la tensa situación venezolana, lo sabemos mejor que los mismos gobernantes del continente.

            De tal manera, el tiempo transcurre y protege de paso a los tiranos; más las premisas que se van dando en estos momentos en Europa y en los Estados Unidos, con los “chalecos amarillos” en Francia; las elecciones presidenciales en España, los juicios a los separatistas catalanes; las acusaciones en Washington D.C. contra Donald Trump de parte de su ex abogado por el pago a sus supuestas amantes, etcétera, etcétera, etcétera… es decir, el derrotero del mundo ha seguido su curso en cada nación y va dejando al margen la crisis permanente que sufre el pueblo venezolano.

 

            Finalmente, en un intento de síntesis, el hecho preciso del secuestro de Roberto Marrero, el asesor de Juan Guaidó, de parte de las fuerzas represivas de Nicolás Maduro, no ha servido de “pretexto” para que la Casa Blanca y el Pentágono hablen de invasión militar a Venezuela; tampoco ello ha ocurrido en Brasilia ni en Bogotá. Es decir, a los narco-tiranos de Caracas parece que todo, lo sacro y lo diabólico, les está permitido; mientras que, a las democracias legítimas del continente, ninguna acción coercitiva y justa les viene bien. De mi parte, en mi caso personalísimo, no puedo sentir más que decepción, desilusión y desesperanza, al ver que la tiranía prosigue, a la vez que mata de hambre a todo un pueblo inocente y cautivo en las garras del narco-comunismo.


Venezuela. Donald Trump tiene la Palabra

 

DESDE ALGÚN LUGAR DE AMÉRICA-Ojalá que, una vez que este artículo que escribo esta noche salga a la luz, ya los Estados Unidos hayan intervenido directa o indirectamente en Venezuela, contra la dictadura tiránica de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y los militares bolivarianos, porque lo que hemos visto en las fronteras con Colombia y Brasil, ha sido desesperante, decepcionante y digno de una decisión de parte de las Naciones Unidas, la OEA o de la Casa Blanca y el Pentágono. Recapitulemos: indígenas masacrados por el ejército de Maduro en la frontera brasileña, cuando fueron a recoger las cajas con comida y medicinas de la ayuda humanitaria; y en los puentes sobre el río Táchira al lado de Colombia, cuando las turbas bolivarianas, adiestradas por cubanos, quemaron tres camiones repletos con esas mismas cajas a las que hicimos referencia. Hubo heridos, gaseados por la soldadesca y la frustración por no poder ingresar los paquetes a suelo venezolano y hacerlos llegar a las personas necesitadas del pueblo.

            Es decir, un dictador –en este caso Nicolás Maduro, quien no es más que un títere de la criminal dictadura cubana-, que no permite que se cure y se alimente a su pueblo, es un genocida y merece ser bajado del poder de manera inmediata y sin apelaciones; sin que las ONG que velan por los derechos humanos, que no son otra cosa que oficinas tolerantes con los tiranos y sus tiranías, argumenten absolutamente nada. Si repasamos un poco la historia reciente, por menos atropellos sucedidos en Panamá, George W. Bush sacó del Palacio de gobierno a Manuel Antonio Noriega; es por ello que invitamos a Mr. Trump para que tome la palabra, asesorado por los Generales del Pentágono y acabe para siempre con Nicolás Maduro y la camarilla de narcotraficantes enquistados en la cúpula del ejército bolivariano y su séquito de seudo-políticos que le acompañan en esa aventura de denigrar y hacer morir de hambre poco a poco a los ciudadanos de Venezuela.

            Las razones para una intervención militar están a la mano, sin dilación ni pretextos, provenga de donde provenga; ya sea de una fuerza conjunta de los países vecinos de Venezuela (los llamados a esta acción podrían ser Brasil y Colombia); de una decisión del Consejo de Seguridad de la ONU –aunque sería casi imposible debido al derecho al veto que tienen China y Rusia en ese foro-, o del Pentágono estadounidense. Recordemos que  la derrota de Noriega, lo mismo que la de Hussein en Irak, no fue tan engorrosa como todos pudieran creer: en un eventual ataque de tropas estadounidenses, ningún venezolano, ya sea turba callejera organizada o “soldaditos de plomo uniformados,” se atreverían a disparar contra los marines. La cobardía y el deseo de libertad de la mayoría de los militares venezolanos, es, por otra parte, tan ansioso como el del mismo pueblo enajenado y oprimido por la dictadura.

            Por otra parte, la economía sedente, miserable, escasísima o casi nula, que maneja la dictadura de Caracas, le permitiría una guerra frontal contra una superpotencia, como lo son los Estados Unidos, por espacio de unas dos semanas solamente. El esfuerzo bélico va de la mano con una economía boyante, sólida, que le permita alargarse en el tiempo, desplazar sus unidades de acción y surtirlas de combustible; y Venezuela no podrá hacer ni una cosa ni la otra. Sería una derrota declarada, aún sin haber disparado una sola bala, para el Alto Mando castrense, dirigido por el General narcotraficante, Vladimir Padrino López. Una vez destrozada hasta los cimientos la oprobiosa dictadura de Maduro, tendría que hacer acto de presencia la DEA, para capturar a los militares narcotraficantes y procesarlos en inevitables juicios en los mismos Estados Unidos. Porque las toneladas de cocaína que han trasegado estos delincuentes uniformados de soldados, ha sido inconmensurable, haciendo escalas en Nicaragua y Cuba, con destino final en la juventud norteamericana y europea. Recordemos que es por este motivo que Padrino y sus subalternos continúan fieles a Maduro y Cabello, porque saben que, si se rindieran a los estadounidenses, les esperarían largos procesos judiciales y la cárcel.

            Desde el punto de vista político, el presidente Donald Trump, quien parece haber superado la etapa de acomodo en la Casa Blanca y se muestra más sólido y experimentado como mandatario, tiene una oportunidad de oro para “echarse al bolsillo” (ganarse las simpatías), de los votantes de su país, de cara a la reelección presidencial que aparece cercana. Sacar a Maduro y a sus criminales del poder, le daría a Trump los réditos suficientes para ser admirado y bien votado por sus conciudadanos en las próximas elecciones presidenciales. Además, de cara a los latinoamericanos –de quienes ha estado sumamente distante desde que llegó a Washington-, también haría “valer mucho más sus acciones”, que se dispararían al infinito, porque en América Latina muy pocos tienen aprecio por Nicolás Maduro y sus acólitos. No sé si Mr. Trump ha meditado sobre todas estas posibilidades. Y si lo ha hecho –o alguno de sus asesores político/proselitistas-, que no las deje pasar, que saque al tiranuelo de Miraflores y restituya la democracia en Venezuela como todos anhelamos.

            Desde el ángulo logístico, no hace falta una tropa estadounidense de 2 mil hombres para acabar con la dictadura; simplemente sería efectivo anclar frente a Maracaibo a un solo portaaviones y atacar los puntos neurálgicos del ejército venezolano: bases, aeródromos, cuarteles y al mismo Palacio de Miraflores, sede de la dictadura. Lo que los conocedores en materia militar llaman “ataques quirúrgicos”, evitando, de paso, la muerte de civiles y de cientos de soldados de la misma Venezuela. Usted tiene la palabra Mr. Trump. Es el momento propicio para que demuestre ser el presidente contundente que dice ser; porque, hombres con menos temple, como George W. Bush o Bill Clinton, en sus respectivos momentos históricos, fueron  decididos y determinantes con los dictadores de sus épocas.

            En otras palabras directas y claras: es el instante histórico preciso, para que Donald Trump intervenga en Venezuela, porque esa intervención militar, no solo la avalamos los latinoamericanos, sino que la pedimos con carácter de urgencia, antes de que mueran más venezolanos inocentes, según sea el grado de criminalidad practicado por Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y su narco-ejército bolivariano.

            Le vuelvo a recordar… tiene usted la palabra Mr. Trump. Es su momento, es su oportunidad militar y política; es el lapso para que toda América y el mundo libre se rinda a sus pies. No lo deseche. ¡Actúe ya! Acabe con la tiranía venezolana.


La Proverbial Paciencia de los Estadounidenses

 

ALGÚN LUGAR DE AMÉRICA LATINA-“¿Pero qué les pasa a los gringos que no actúan, qué diablos esperan, no ven lo que está pasando con ese tirano?” Son algunas de las preguntas que se lanzan cada cierto período las personas sencillas en los cafés de Tegucigalpa, Honduras; Quito, Ecuador; San José, Costa Rica; o Montevideo, Uruguay; por citar a algunas Capitales donde se repiten las mismas interrogantes de los enfadados contertulios, quienes se reúnen todas las tardes alrededor de una mesa  para dialogar y discutir, con sólido conocimiento de causa, sobre lo que está sucediendo con determinado tirano o dictador que causa desolación, pobreza, hambre, diáspora y muerte en su pueblo.

            Hoy, ese fulano tiene rostro y figura y se llama Nicolás Maduro y oprime al pueblo venezolano. En todo el continente no se deja de hablar de él y de su grupo de militares que le acuerpan incondicionalmente, seguramente  para no caer en manos de la DEA en el caso de que dejen el poder, porque son tan narcotraficantes como el mismísimo “chapo” Guzmán, el mexicano hoy preso en los Estados Unidos. Un 99,9 por ciento de los latinoamericanos queremos que caiga el tirano de Venezuela y sea juzgado como lo fue en su momento Manuel Antonio Noriega, no menos dictador que Maduro y su secuaz, Diosdado Cabello.

            Sin embargo, los únicos que pueden sacarlos del poder, de ese poder usurpado por ellos y su camarilla militar, son los estadounidenses, del mismo modo como se hizo con Saddam Hussein, en Irak; y Noriega, en Panamá. Pero la Casa Blanca parece embrollarse en la retórica de su presidente actual, quien ha comenzado su campaña política para ser reelecto y parece que el caso deprimente de Venezuela tendrá que esperar. Mientras tanto, Juan Guaidó, el joven valiente que se le ha enfrentado a la dictadura y a la oficialía, sigue clamando porque estos últimos le den la espalda a Maduro y a Cabello; pero lo hace con llamados a la conciencia, con discursos conciliadores en los que les ofrece amnistía, una vez que ambos criminales abandonen el Palacio de Miraflores, sede de la dictadura en Caracas. Empero, ello no basta; porque los “gorilas” uniformados de soldados, saben que la DEA norteamericana está esperándolos para capturarlos por haber enviado toneladas de cocaína a los Estados Unidos, con escala en Managua, Nicaragua y en La Habana, Cuba. Una vez que Maduro y Diosdado sean bajados del poder… los militares tendrán que pegarse un tiro o sino, serán aprehendidos por los agentes antinarcóticos from USA.

            Mientras tanto, en los cafés de toda América Latina, la pregunta sigue revoloteando y dejándose escuchar de labios de los contertulios: “¿A qué esperan los gringos para echarle el guante a los déspotas de Venezuela? ¿A qué esperan?” Y es que la historia internacional de los Estados Unidos habla por sí sola y parece que da la respuesta: los estadounidenses llegaron tarde a las dos Guerras Mundiales; pero las ganaron con sus esfuerzos bélicos, según hemos analizado hasta la saciedad. En los casos de Hussein, en Irak; y Noriega, en Panamá, de igual manera los marines enviados por el Pentágono, se involucraron tarde, especialmente cuando vieron por los telediarios como los ciudadanos eran agredidos por las fuerzas leales a los dictadores, a plena luz del día; fue cuando George Bush no pudo más con esas escenas inhumanas y ordenó ambas invasiones, que acabaron con las dictaduras criminales de los dos países.

            Según se deja ver, las palabras diplomáticas y humanistas de Juan Guaidó, el presidente interino de Venezuela, no calarán nunca en las decisiones de los militares; es decir, nunca le darán la espalda a Nicolás Maduro y a su séquito de asesinos; eso es lo que demuestran los acontecimientos diarios en la patria de Simón Bolívar. La única manera podría ser que los paramilitares, policías, soldados o turbas leales a los dictadores, agredan ante las cámaras de la televisión internacional, a los ciudadanos comunes, cuando éstos se manifiesten en las calles de las grandes ciudades venezolanas. Quizás el hecho de no dejar entrar la ayuda humanitaria enviada desde las naciones libres, podría desencadenar el enojo de Donald Trump y ordene a sus Generales atacar al blandengue ejército bolivariano que cierra filas alrededor de los tiranos. Talvez, es probable que así ocurra, posiblemente, quizá. Mientras tanto, seguiremos criticando con acritud la proverbial paciencia de los estadounidenses, siempre llegando tarde a los principales escenarios mundiales y ante la impaciencia de la humanidad  entera que les pide actuar en beneficio de la cordura, la sensatez, la libertad y la democracia.

 

            En todo caso, yo, personalmente, creo que los marines intervendrán en Venezuela tarde o temprano  ante el enquistamiento de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello en el poder que están usurpando y que, desde luego, no les corresponde. Y, ante los primeros sobrevuelos de los cazas estadounidenses en el cielo de Caracas, los soldaditos de mentiras del ejército bolivariano, bajarán sus rifles sin disparar una sola salva; porque así son de farsantes y cobardes. Y es posible que, otra vez, los estadounidenses encuentren a Maduro y a Cabello, metidos en un hoyo, como lo hizo en su momento Saddam Hussein, listos para ser entregados a la justicia verdadera, de los hombres buenos. Porque “siempre que ocurre igual… sucede lo mismo.” La historia internacional de los Estados Unidos me lo demuestra y no me da espacio para equivocarme. Ya lo verán.


Respaldo del Ejército Venezolano a Maduro,

es Sospechoso

 

CARACAS, Venezuela- Cuando escuchamos hablar a uno de los altos militares de esta nación, dirigiéndose al pueblo, ineludiblemente notamos que se trata de un hombre inteligente e instruido y lo mismo podemos pensar de los otros oficiales que le acompañaron en ese momento y que todos vimos gracias a las tomas de la televisión internacional. Entonces surge la pregunta obligada que no alcanzamos a respondernos a nosotros mismos, ¿Si esos soldados son tan brillantes en el plano intelectual, que manejan la retórica de manera tan coherente y convincente, porqué continúan apoyando al “orangután” llamado Nicolás Maduro y que se apertrecha en el Palacio de Miraflores, sede de la dictadura?

            Es indudable que esos mismos militares observan día a día las falencias del pueblo venezolano que, sino emigra hacia el exterior en verdaderas “ríadas humanas”, busca cómo alimentarse con lo poquísimo que hay, dentro del país; lo mismo sucede con las medicinas, asistencia médica y otras situaciones perentorias para las partes sociales, que se ven estrujadas más allá del límite. Y nos volvemos a preguntar, ¿Por qué si esos soldados ven lo que hemos descrito, continúan apoyando al “orangután” Maduro, ante la posibilidad de abrir un mundo mejor en Venezuela? Es decir, las actitudes de estos hombres de la armada venezolana, no son congruentes con lo que la dictadura ha destruido a lo largo de los 20 años de usurpar el poder. Un hombre, un grupo de hombres inteligentes e instruidos, no pueden cerrar filas por ninguna razón honesta, transparente y justa, en torno al dictador; sin embargo, los militares venezolanos se empecinan en hacerlo.

            Sabemos que los cubanos que están controlando a este país, suman cerca de 60 mil y últimamente han arribado también rusos, enviados por Vladimir Putin, el amigo más reciente logrado por el dictador Nicolás Maduro; y es posible que ello sea el atenuante para que los soldados venezolanos continúen fieles a la dictadura chavista, quizás. En todo caso, podría haber otras razones que no son evidentes y una de ellas podría ser el narcotráfico del cual se sustentan económicamente los altos mandos venezolanos. Más aún si tomamos en cuenta que en Bolivia, el primer productor de la hoja de coca en el mundo, hay otra dictadura de izquierda semejante a la venezolana y que surte con facilidad, prontitud y eficacia a los productores de cocaína, para que procedan a efectuar el negocio millonario del narco. A esto debemos sumarle las situaciones geográficas de Nicaragua y Cuba, aliados también del régimen carcelario de Maduro y que podrían actuar como puertos de llegada de la droga que parte desde Caracas. Algo que, en su momento, el mismísimo Pablo Escobar Gaviria planeó y ejecutó con la anuencia de los sandinistas nicaragüenses y los hermanos Castro en La Habana.

            Ciertamente, Juan Guaidó, el presidente legítimo de Venezuela ha reiterado que, sobre los militares de su país, habrá amnistía; pero, aún así, los soldados no confían en dicha ley, posiblemente porque sus actuaciones en el narcotráfico son tan convincentes y claras para la DEA estadounidense que saben que, si la dictadura cayera, ellos estarían perdidos con eventuales extradiciones hacia los Estados Unidos, semejante a lo que le sucedió a Manuel Noriega cuando fue bajado del poder en Panamá. Es indudable que la DEA tiene los perfiles de esos militares venezolanos y está deseosa de “echarles el guante” cuando les sea permitido.

            Que la soldadesca de esta nación suramericana vive mejor que el pueblo, que tiene acceso a medicina de alto nivel y a comestibles que son impensables para el ciudadano normal… es del todo cierto; pero no solo ese es el acicate para apoyar a Maduro y su estéril dictadura; sino que hay algo más de fondo y que la oficialía sabe que si suelta las riendas, estarán perdidos, irremediablemente perdidos ante la justicia internacional.

 

            Juan Guaidó no la tiene fácil y con él, tampoco la tiene fácil el mundo entero que deplora la existencia del desgobierno de Maduro y su reducido grupo sostenido por Cuba. En todo caso, todo pende de un hilo en Venezuela, un delgado y susceptible hilo para que todo se precipite hacia el vacío.


Justicia por Mano Propia 

 

TERRITORIO NACIONAL, El Salvador-Un grupo de cinco jóvenes con rostros desagradables y agresivos y los cuerpos totalmente tatuados, tocan a la puerta de una humilde familia en un barrio de San Salvador, la Capital; el papá abre y se encuentra con aquellos individuos que parecen entresacados de una pésima película de terror. Aún así, logra mantener la compostura y balbucea una nerviosa pregunta: “¿En qué puedo ayudarlos?” El cabecilla del grupo, un individuo que no supera los 25 años, le contesta: “Es que hemos visto a su hijita de 15 años y la chavala está bastante linda y la queremos para nosotros…” El padre apenas consigue sostenerse en pie, porque sabe que aquello no es una broma, es algo repetitivo en su país cuando “las maras”, los abominables y criminales pandilleros van más allá de exigir dinero y desean al tesoro más preciado de las familias decentes… ¡A sus niñas que apenas despuntan a la adolescencia!

            No es una broma ni una horrenda historia de ficción policíaca o de sucesos de prensa; es algo cotidiano, deleznable por el alto voltaje de depravación que ello conlleva; es por eso que decenas de familias salvadoreñas deciden emigrar hacia los Estados Unidos, el último caso en caravana, a pie, en medio de una decisión “quijotesca”; o venden sus humildes casas y se mudan de barrio o ciudad; aunque se ha sabido de muchos casos cuando las jovencitas han caído en las garras de esa gentuza que causa muerte y desolación en este país. Pero la respuesta de las personas honestas no se ha hecho esperar y han determinado por crear grupos de respuesta armada contra los pandilleros. “Sangre por sangre” ante la ineptitud y el miedo de los presidentes de la República, los jueces, el ejército y la policía regular. “Si las leyes no se cumplen por el terror a ‘las maras’, nosotros tomaremos la justicia en nuestras manos”, dice un ciudadano que trabaja en una oficina y está cansado de la inacabable ola de violencia que sacude a El Salvador. Una violencia a la que ninguna autoridad tiene la voluntad de revertir y eliminar por completo.

            Un ejemplo de lo que afirmamos, se dio en el cantón Barahona, de san Pedro Masahuat (La Paz), donde los vecinos dijeron a los periodistas que “si las autoridades no hacen nada, tomaremos la justicia en nuestras manos.” Añadieron que tienen identificados a los delincuentes y las casas donde se refugian y la primera medida que tomarían sería el envío de un documento a los pandilleros en el que les hacen ver el tajante rechazo a sus acciones, con la amenaza de que serán respondidas sin contemplaciones por parte de las gentes de la comunidad. “Queremos un cantón tranquilo y libre de violencia (…). Ya no más crímenes, amenazas a muerte, extorsiones, asaltos a templos católicos e iglesias de otras sectas religiosas, viviendas, negocios, violaciones de mujeres y menores de edad, entre otros delitos.” Ampliaron a la prensa.

 

No obstante, lo anterior es apenas el inicio, porque en otros lugares del país ya actúan grupos de vecinos armados y han respondido a “los mareros” con igual e inusual fuerza de combate y con armas de grueso calibre. Lo cierto es que las personas buenas están cansadas y han pasado del miedo a la terminante decisión  por acabar con el mal y sus perpetradores. La respuesta de la policía ha sido como se esperaba: “No toleraremos (…) que grupos (…) tomen la justicia y maten a personas (¡?) que puedan haber participado en hechos delictivos, pandilleros, etc. Eso no lo podemos tolerar ni ver bien, lo debemos investigar porque es un delito (…).” Así dijo el Comisionado Howard Cotto, director de la Policía Nacional Civil (PNC) y es muy posible que esas declaraciones hayan sido aplaudidas por “los mareros”, quienes podrán seguir actuando con total impunidad dado el caso. Pero lo cierto es que el salvadoreño culto y decente montó en cólera y está decidido a hacerse respetar… como debe ser, ante la falta de valentía y voluntad gubernamental.


Daniel Ortega pierde la Razón

 

MANAGUA, Nicaragua-Lo que antes se hacía de manera sutil, apenas perceptible, como fusilar a jóvenes campesinos opositores en las selvas y montañas, para evitarles juicios en la Capital y así no darle publicidad a los disidentes, ahora se hace de manera abierta y con el uso de fuerza inusitada, sin importar si las cámaras de la televisión y de los fotógrafos están presentes y lo registran todo para el mundo. Por eso decimos que el dictador cuasi-analfabeto, Daniel Ortega, ha perdido la poca capacidad para razonar que tenía por naturaleza y nos remitimos a los últimos hechos cuando la policía del régimen irrumpió y asaltó al diario digital el Confidencial, dirigido por Carlos Fernando Chamorro, causó destrozos, hurtó material de prensa y computadores.

La casualidad histórica se ha dado porque el periodista es hijo de aquel otro comunicador llamado Pedro Joaquín Chamorro, asesinado por los sandinistas el 10 de enero de 1978, un acontecimiento que sirvió para levantar a la población contra el entonces mandatario nicaragüense Anastasio Somoza. Aún los sandino-comunistas siguen jurando a pies juntillas que Somoza Portocarrero, hijo de Anastasio, fue quien ejecutó dicho magnicidio. Sin embargo, el curso de los años ha demostrado que fueron los seguidores de Daniel Ortega los que masacraron al comunicador en Managua, con el propósito de encender el movimiento armado contra el gobierno establecido en aquel entonces. Hoy, Daniel Ortega vuelve a encontrarse con otro Chamorro… esta vez, el director del Confidencial, diario que ha sido ultrajado violentamente por las hordas leales al sandinismo actual. Lo cierto es que los esbirros de Ortega, usando una fuerza desproporcionada, destrozaron las puertas de la redacción, rompieron cristales, vociferaron, insultaron a los periodistas ahí presentes, desconectaron computadores y los secuestraron sin el menor aviso previo ni explicación sobre el destino de ese material. Así acabaron de “un tirón” con el periódico digital de Chamorro y sus empleados. Pero ese no fue un hecho aislado, porque Ortega y sus acólitos ya venían atacando a otras organizaciones nacionales e internacionales a lo largo de los últimos tres meses; las ONG también sintieron “la mano represiva” del dictador comunista porque canceló la personalidad jurídica del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), una entidad realmente incómoda para Ortega, ya que divulgaba al planeta entero los excesos y los crímenes del gobierno represor de Nicaragua. Según este organismo, “el tándem Ortega-Murillo  es el responsable de la política de exterminio contra la población” del país, una denuncia que los dictadores no estaban en condiciones de permitir de ningún modo. En acto seguido, ordenaron el cierre de otras cuatro organizaciones consideradas nefastas para el tirano y sus intereses.

 

            Finalmente, el tiranuelo ordenó la expulsión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), adscrita a la OEA, porque ha venido denunciando las graves violaciones de parte del régimen a los manifestantes del 18 de abril pasado, quienes exigieron su renuncia tras 11 años como dictador de Nicaragua; así mismo expulsó al Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI), cuyo informe revelaría más abusos de parte de la dictadura orteguista. Y mientras todo ello sucede, los empresarios, en una sola voz, les dijeron al dictador y su mujer que “la economía no resiste, que retome la mesa de diálogo, adelante las elecciones nacionales, libere a los presos políticos y cese la represión, porque, de lo contrario, el país retrocederá a los ínfimos niveles de los años 80.” La respuesta de la dictadura ha sido el silencio y los vejámenes que hemos descrito contra periódicos y ONG. El método ha sido virulento, despótico y sin ocultar nada. Da la impresión de que Daniel Ortega quiere sostener el poder de cualquier manera, sin importarle las consecuencias resultantes y mucho menos la opinión pública mundial. 


La Garra Tenebrosa de Rosario Murillo

 

MANAGUA, Nicaragua-El secreto a voces en este país, que repiten una y otra vez los nicaragüenses, se refiere al poder detrás del dictador que ejerce su mujer, llamada Rosario Murillo. “Es ella la que gobierna”, nos dice un ciudadano que declina a darnos su nombre; “es quien piensa, porque Daniel Ortega no tiene cerebro para eso…”, comenta otro. Y así se pasan los días entre crítica y crítica, decepción y decepción, contra la pareja dictatorial que tiene a Nicaragua “por el cuello” y no la deja avanzar en ningún aspecto.

            Para corroborar lo anterior, Ligia Gómez, ex alta funcionaria del Banco Central de esta nación, afirmó ante el Congreso de los Estados Unidos que la vicepresidenta Rosario Murillo fue quien ordenó responder “con todo”, “con todos los medios lícitos e ilícitos” a las protestas callejeras contra la dictadura de su esposo, que dieron inicio el 18 de abril del presente 2018.  El puesto que ostentaba Gómez era el de gerente de Investigaciones Económicas y secretaria política del Frente Sandinista, el partido al que pertenece Daniel Ortega. La ex funcionaria compareció ante la Comisión de Derechos Humanos “Tom Lantos”, del Congreso estadounidense, en una audiencia denominada “Evolución de la Crisis de los Derechos Humanos en Nicaragua.”

            Las confesiones de esta mujer son análogas a las situaciones que vivieron los manifestantes en las calles de las principales ciudades de este país; es decir, la policía, las turbas sandinistas, los agentes encubiertos de la dictadura y los efectivos del ejército, arremetieron con fuerza inusitada, aplicando métodos reñidos con la civilidad, con la ley y la cordura. En síntesis, fueron ataques desproporcionados e inhumanos contra el pueblo. Y las órdenes partieron del Despacho de Rosario Murillo, a través de Fidel Moreno, uno de sus subalternos. Estas son las palabras textuales de Ligia Moreno: “El 19 de abril, todos los secretarios políticos, los coordinadores de la Juventud Sandinista y los secretarios de los sindicatos, fuimos convocados en el auditorio del parque japonés (en Managua). En la entrada, los funcionarios escanearon las identificaciones de todos los participantes y Fidel Moreno prohibió que las personas grabaran la reunión, todos guardamos los teléfonos celulares. El propósito de la reunión fue organizar la respuesta a las protestas callejeras. Moreno tenía un mensaje claro: ‘debemos defender la revolución, vamos con todo, no les permitiremos que nos roben la revolución’. Eso significaba que todas las formas de represión serían implementadas.” Puntualizó la nicaragüense en el Congreso de los Estados Unidos.

            Añadió que “el problema es que vivimos bajo una dictadura que mata, encarcela y exilia a quienes se manifiestan en contra (…).” Y justificó su participación ante los congresistas porque “mi testimonio es relevante, porque, al haber sido empleada del gobierno y por haber tenido un cargo político, puedo explicar cómo funciona el aparato del gobierno para perpetuar al régimen de Ortega.” Dichos relatos nos dan una idea de la mentalidad de Rosario Murillo, quien se comporta y dicta órdenes draconianas, violentas y fuera de todo registro contra su propio pueblo, sin importarle las consecuencias.      Es por eso que el presidente Donald Trump acaba de firmar una orden ejecutiva para sancionar a las autoridades nicaragüenses, por participar en abusos contra los derechos humanos, en el retroceso democrático y constituirse en una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos. Además, las sanciones contra Rosario Murillo y otros leales a ella, bloquean todos sus bienes y activos que pudieren tener en suelo estadounidense e impiden a personas y entidades norteamericanas, hacer negocios con dichos dictadores. De tal modo, ha quedado claro en Nicaragua quien es la que fomenta la violencia, la administra y la aplica a rajatabla. Una mujer deleznable desde todo punto de vista, sin duda alguna.


Costa Rica Paralizada por Prolongada Huelga

 

TERRITORIO NACIONAL- “La fórmula” empleada por los economistas costarricenses (y con ellos los latinoamericanos también), es muy simple: recargar el saqueo diario del fisco Estatal en las espaldas del pueblo; es decir, cuando hay faltantes de dinero en las arcas del gobierno central, los arrogantes “genios” de la economía tercermundista solo piensan en los ciudadanos para que estos paguen el déficit mediante impuestos y otras gollerías. Eso justamente está sucediendo en Costa Rica. El anterior gobierno del mismo Partido Acción Ciudadana (PAC), reelegido en el poder, dejó un gran “hoyo” presupuestario, semejante a un profundo abismo que amenaza con tragarse a toda la nación, si no se toman medidas urgentes para solucionarlo.

            Es cuando el anterior presidente de la República, Luis Guillermo Solís, un individuo sumamente permisivo con actos corruptos que sucedieron a su alrededor y con el mal manejo de la economía por parte de su entonces ministro de Hacienda, envió un proyecto de ley a la Asamblea Legislativa para que fuera aprobado por los diputados y que tiene que ver con la creación de una cantidad impresionante de cargas impositivas sobre la resistencia, ya de por sí desgastada, del pueblo costarricense. Es así como el nuevo mandatario, Carlos Alvarado, sería el ejecutor de dicho plan financiero, cuyo único “tecnicismo” ha sido molestar a la paciencia popular y nada más. Es cuando los sindicatos de todas las actividades nacionales, llamaron a una huelga multitudinaria que se ha extendido por los cuatro puntos cardinales del país y ha afectado a la educación en todos sus niveles, al sistema hospitalario, los hidrocarburos y a los servicios varios. Por ello es común observar en las carreteras a los taxistas transitando con lentitud; en las ciudades a enormes “gusanos” humanos que transitan por las principales avenidas, exigiendo al gobierno y, principalmente al presidente Alvarado, que saque de la corriente legislativa al paquete de impuestos que pretende solamente empobrecer aún más a las clases media y baja de la sociedad.

 

             No obstante, la postura de Carlos Alvarado ha sido de total “autismo” (si el término cabe), porque se ha desvinculado de la realidad circundante y repite sin cesar que “el paquete impositivo” sigue para ser votado por los diputados. Es decir, hace caso omiso a las exigencias del pueblo que, mayoritariamente, votó por él y le confió la presidencia de la República, a pesar de ser un individuo sin experiencia alguna en la actividad política, y que ahora está demostrando su total impericia en el manejo y la relación que debería ser cordial y de entendimiento con el grosor del pueblo que le está pidiendo no lo empobrezca más con las nuevas medidas draconianas. El paquete que está en manos de los legisladores contempla alzas en los servicios de electricidad a los hogares y comercios pequeños; en los servicios de agua y alcantarillados; en los pasajes de los autobuses y trenes; de los productos de consumo básico, como la comida, medicamentos y otros que son para la subsistencia diaria de las personas comunes y sencillas que componen a la nacionalidad costarricense. Se han suscitado incidentes en la Universidad de Costa Rica, cuando la policía ingresó a la fuerza y causó destrozos; también con el asesinato de un adolescente en la ciudad de Limón, el puerto frente al Caribe, quien recibió un balazo de parte de un oficial de la policía y cuya identidad el gobierno se niega a divulgar y mantiene en total mutismo. Hasta en eso notamos la confrontación abierta y recalcitrante del actual gabinete contra el pueblo que lo llevó al poder por segunda ocasión. No hay duda, la democracia permite esta clase de equivocaciones en los electores. Es así como el hermetismo del mandatario no permite llegar a acuerdos y eso lo resiente el país por entero y en todos los órdenes imaginables, desde la economía hasta el alma conjunta de la nación.


Objetivo: Reducir la Criminalidad

 

TEGUCIGALPA, Honduras-Con toda tristeza debemos recordarlo: este país es uno de los más peligrosos del mundo por el altísimo grado de delincuencia que hay en las calles de sus principales ciudades y que los distintos gobiernos no han sabido (ni querido), solucionar. Sin embargo, desde hace pocos meses se ha estado reestructurando el modelo carcelario, tomando como ejemplo al estadounidense; esto para reunir a los presos más peligrosos, darles un tratamiento diferente al tradicional y abrir un nuevo frente contra las “maras”, las pandillas juveniles que ya todos sabemos quiénes son.

             El caso del presidio llamado “La Tolva”, es el más gráfico. Ahí han llevado a los líderes pandilleros, a los altos mandos y a los “lugartenientes” de éstos. Se trata de una de las dos nuevas prisiones de alta seguridad que se han construido en Honduras por orden del presidente Juan Orlando Hernández. “Tratamos de cambiar las vidas de estas personas (los “mareros”), de manera contundente y radical”, ha dicho el mandatario. Está considerado un auténtico “infierno” por quienes lo han descrito y está a prueba de los mensajes que los reclusos pudiesen enviar a sus secuaces que aún se mantienen libres en las calles. “Lo que intentamos es que los líderes no manden más órdenes a sus subalternos para que sigan asesinando, extorsionando y controlando el tráfico de drogas, cuando están tras los barrotes de la cárcel”, agregó el Jefe de Estado. Y su objetivo ha sido cumplido; es decir, la Operación Arpía III llegó a su final con éxito por orden suya y así ejecutar la reorganización carcelaria, cual fue trasladar a los 2 mil convictos más peligrosos del país a las dos nuevas prisiones, “El Pozo” y “La Tolva”.

            Fueron tres etapas conocidas como Arpía I, II y III, en las que participaron más de 3 mil policías y militares, vehículos pesados, helicópteros y el uso de armas de asalto modernas. Los ciudadanos comunes no están muy convencidos del efecto positivo que ello vaya a tener con el paso del tiempo; los analistas, supuestamente más versados en el asunto técnico, se mantienen a la espera de que suceda algo constructivo; mientras tanto el Presidente Orlando Hernández insiste al decir que, en San Pedro Sula, la ciudad más peligrosa del país (y la segunda del mundo después de Caracas, Venezuela), ha habido un descenso de un 40 por ciento de las extorsiones que partían desde las cárceles corrientes. Esto luego del traslado de más de 700 “mareros” hacia “El Pozo”.

             Es cuando el mismo mandatario ha dicho: “se acabaron los patios masificados, la venta de droga, los grandes equipos de televisión, los celulares y las prostitutas. Hay que averiguar por qué los presidentes anteriores no se preocuparon por las cárceles. Deberían ser castigados.” Recordemos también, y a favor del mismo Juan Orlando Hernández, que, tras su llegada al poder, ordenó la militarización de  la seguridad ciudadana  para sustituir a una policía corrupta; incluso, según datos fieles, los homicidios se redujeron en un 30 por ciento entre el 2011 y el 2016.

 

            En todo caso, hay quienes señalan que estos nuevos modelos carcelarios no serán la solución definitiva que todos los hondureños esperan; es cuando el abogado penalista Félix Ávila manifiesta: “Hay que aclarar que la altísima criminalidad en Honduras no depende de las órdenes emanadas de las prisiones, sino de otros factores. La reducción de la criminalidad podría ser una realidad, pero no en porcentajes considerables.” Sin embargo, en la Universidad  Nacional Autónoma aducen que la criminalidad ha descendido considerablemente en todo el país, desde que funcionan las dos nuevas prisiones. Por ello la consigna sigue siendo, “tiempo al tiempo” para conocer mayores y mejores resultados.  


Arde Nicaragua

 

TERRITORIO NACIONAL-El error de Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, la co-dictadora, fue creer que todo en su país estaba bajo control y que el aparato represivo y de engaño, funcionaba a las mil maravillas. De ahí que se hayan confiado hasta que la situación ha detonado en forma de levantamiento social… el levantamiento que todos esperábamos y que aún, empero, no se ha producido con todo su poderío. Ante los hechos que se están dando día tras día, a la pareja dictatorial nicaragüense le queda solamente el camino de aplicar mayor represión por medio de las fuerzas paramilitares, el ejército (en el tanto les sea leal), y la policía. Más represión, más sangre en las calles, más ánimos caldeados de los pobladores, eso es lo que se vislumbra en el futuro inmediato.

            Sin ir más lejos, la semana pasada, en esta Capital y en los principales municipios del país, se dio un paro general que fue convocado por estudiantes, empresarios y organizaciones sociales, agrupados en la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia. De tal manera, toda la nación quedó paralizada, mientras el dictador Daniel Ortega amenazaba de una y otra manera, y se veía ostensiblemente desesperado ante los medios de prensa, tratando de demostrar que tiene la situación bajo control. Pero la verdad dice que está en medio de la peor crisis de descontento popular desde 1979, cuando los sandino-comunistas asaltaron al poder en Nicaragua. El mismo jueves anterior, muchedumbres de ciudadanos se hicieron a las calles en una marcha que llamaron “Somos un volcán”, porque, “(…) queremos paz con justicia y libertad por los muertos, por los que están todavía desaparecidos y por los que están siendo torturados.” Dijo una de las líderes que participó en la manifestación.

              Y es que el 70 por ciento de los nicaragüenses desean y exigen la salida del dictador Ortega y su mujer, y lo han demostrado paralizando al país, al cerrar comercios, centros turísticos, detención del transporte urbano y las calles vacías. El tiranuelo comunista ha respondido con mayor uso de la violencia, asesinando a mansalva, entre quienes ya se cuentan más de 350 personas muertas a manos de las turbas, los disparos indiscriminados de los militares, policías y paramilitares, y todo por orden de quienes detentan de facto el poder en Nicaragua. La Iglesia Católica, preocupada por la escalada de violencia, dejó escuchar el siguiente comunicado: “Exhorto a toda la población de Managua a resguardarse y volver a sus casas. Eviten correr riesgos, no se dejen provocar. Es peligroso andar fuera esta noche.” Advirtió por medio de Monseñor Silvio José Báez, integrante de la Conferencia Episcopal, que participa como mediador y testigo en la Mesa del Diálogo entre la dictadura orteguista, los estudiantes, empresarios y la sociedad civil.

 

            Para formarnos una idea lo más precisa posible, la imagen que ofrece esta Capital, es una mezcla de terror e indignación tras el ataque de turbas paramilitares contra la gigantesca marcha pacífica, el Día de la Madre en Nicaragua. Durante ese recorrido multitudinario, cayeron muertos 15 jóvenes y un número indeterminado de heridos en la zona universitaria de Managua. La panorámica es dantesca, altamente riesgosa o peligrosa en las principales ciudades nicaragüenses; salir a caminar por ahí o manifestarse, es sumamente aventurado, algo así como tentar a la muerte, pues las fuerzas leales a la dictadura tienen la orden secreta de disparar a matar a todo lo que se les enfrente; una orden que han cumplido con precisión, según se ha visto en las manifestaciones masivas en contra del régimen. En resumen, la postura de los dictadores Ortega/Murillo, es la de no entregar nunca el poder; y la del resto de las fuerzas vivas del país, es la de derrocarlos cueste lo que cueste. Algo que se nota con ahínco día tras día y con la sangre de inocentes derramada por las principales calles y avenidas.


Estados Unidos Contrató a Experto

en Maras

 

SAN SALVADOR, El Salvador-Delegados de la policía de Long Island, Maryland y Baltimore, junto al fiscal del condado de Suffolk, Tim Sini, visitaron a este país centroamericano con la clara misión de contratar a un experto salvadoreño, para llevarlo a los Estados Unidos y ayude al combate efectivo contra las maras (pandillas juveniles), que operan en la gran potencia del norte. “Este viaje tuvo una meta particular, que fue establecer una forma para compartir información con las fuerzas de seguridad de El Salvador, para desarrollar estrategias a largo plazo y para erradicar a la MS 13 en el condado de Suffolk.” Dijo el fiscal estadounidense Douglas Meléndez.

            Seguidamente añadió a su disertación: “Ya existen relaciones de este tipo entre El Salvador y los Estados Unidos y mi objetivo fue traer un activo para el condado y por supuesto… no solo se trata de establecer formas de trabajo.” De una nómina de unos diez agentes especializados en combate callejero, fue elegido uno de ellos, cuyo nombre no trascendió a la prensa; pero que, según Tim Sini, es una persona entrenada en el pasado en los Estados Unidos y ha trabajado estrechamente en El Salvador con la Unidad Antipandillas. El misterioso personaje habría colaborado en el territorio salvadoreño, para realizar “un mapeo” de pandilleros registrados por la policía; así como de las zonas donde se concentran las pandillas y sus colaboradores. Es evidente que la colaboración entre estas dos naciones es muy estrecha y desde hace muchos años, con la única intención de acabar con los delincuentes juveniles que asesinan a inocentes en las calles, tanto de las ciudades de los Estados Unidos, como del propio El Salvador; quienes también trafican con drogas, extorsionan, secuestran y causan otras serias inconveniencias en ambos países. Es así como, desde el 2007, funciona en territorio salvadoreño el Centro Antipandillas Transnacional (CAT), que fue montado y supervisado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI); y por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.

            Cuando dio inicio el CAT en El Salvador, estaba conformado por 25 personas, entre fiscales especializados, agentes de policía y agentes del FBI; en el 2009, fue nombrado director de dicho organismo, Douglas Omar García Funes, pero fue removido de su cargo en el 2011, por estar ligado a varios casos de corrupción, sustituido de inmediato por Juan Carlos Arévalo Olinares. Sin divagar mucho sobre la estructura de este Centro, hemos de decir que la mayoría de los agentes, tanto del FBI como de la PNC, trabajan encubiertos en El Salvador y en los Estados Unidos, en operaciones locales y transnacionales, recolectando información de las pandillas y sus miembros. Rara vez se revelan los nombres de los agentes relacionados a grupos de inteligencia, que trabajan contra los pandilleros; esto por razones obvias. De tal manera que, el salvadoreño que llegará a Long Island, es un clásico secreto de Estado

            Funcionarios de ambas naciones manifestaron que, “la visita (de los estadounidenses a El Salvador), como los resultados, son parte de las relaciones bilaterales (…), que permanecen más fuertes que nunca; así como los lazos culturales y sociales que comparte este país con los Estados Unidos, para avanzar en el compromiso mutuo de cooperación.” En el momento cuando los periodistas quisieron saber la identidad del agente salvadoreño que asesorará a los norteamericanos, de inmediato se insistió en el anonimato y se afirmó que “el nombre solo se maneja entre las altas esferas (…), como un secreto Institucional. De hecho, en los mandos medios, se desconoce el tema.” Puntualizaron. Es así como el FBI valora en alto grado la experiencia y la capacidad de los agentes salvadoreños y esta visita de alto nivel a la nación centroamericana, así lo confirma.


Luces y Sombras de Donald Trump

 

AMÉRICA CENTRAL-Todos sabemos que ser presidente de los Estados Unidos no se circunscribe solamente a esa gran nación; es decir, el mandatario del momento, lo es también de todo el orbe. En palabras más gráficas y concretas… ser presidente de la Unión Americana, equivale a serlo del mundo  también. Y parece que Donald Trump, de las pocas cosas que él sabía antes de ser elegido a la Casa Blanca, era precisamente eso… que iba a gobernar al planeta entero. Para describir la personalidad de este caballero, cuya “armadura no es brillante precisamente”, hay que hacerlo desde dos ángulos: el interno estadounidense; y el externo o internacional. Y es que Mr. Trump tiene esas dos semblanzas claramente definidas. Comencemos por la segunda: si lo situamos en el contexto centroamericano, el actual gobernante norteamericano es tan aborrecido como temido, especialmente por las familias de los inmigrantes, ya sean legales o ilegales. Sus directrices políticas en relación con el aspecto migratorio, no han sido felices para los hondureños, salvadoreños y guatemaltecos, que son las nacionalidades que mayormente parten hacia los Estados Unidos.

            Trump, para estos ciudadanos que han marchado hacia la gran potencia del norte, es algo así como el “antihéroe”, la antítesis del sueño americano, el personaje capaz de sumirlos en la peor pesadilla de las deportaciones. Sin embargo, recordemos que las dos administraciones del demócrata Barack Obama, fueron las que más centroamericanos expulsaron de ese país. Y lo extraño se fundamentó en que no desató el delirio de persecución que ha desatado Mr. Trump en la actualidad, quien no ha deportado ni un tercio de todo lo que hizo Obama en aquel entonces. Empero, siempre dentro del ámbito internacional y en otras latitudes, en Asia y Oriente Próximo, la imagen de Donald Trump cambia radicalmente: los judíos lo adoran, especialmente por su postura firme contra los regímenes de Siria e Irán; también por el traslado de la embajada de los Estados Unidos a Jerusalén, un espaldarazo a esta ciudad por su simbolismo dentro del contexto religioso.

            En lo que respecta a Corea del Norte, la presión de Trump desde que llegó al poder y su enfrentamiento retórico con el dictador Kim Jong-un, ha hecho que este minúsculo país repleto de misiles atómicos, dé un paso atrás y hable en estos momentos de reducción de sus arsenales nucleares y buscara el diálogo con su archienemiga Corea del Sur. La presión del señor Trump ha sido proverbial en este sentido.

 

Y, un poco en serio y un poco en broma, se está hablando de otorgarle el Premio Nobel de la Paz, algo que, a todas luces, parece incoherente e incongruente en relación con la personalidad del actual presidente estadounidense. De cara al interior de su país, el norteamericano blanco, anglo, le quiere, le admira, le aplaude y estaría gustoso de reelegirlo en la presidencia; así según versiones que hemos leído en la prensa de los Estados Unidos, de parte de muchos votantes. La política antiinmigratoria, su enfrentamiento decidido contra el fundamentalismo musulmán, su deseo de expulsar a los indocumentados y construir tramos importantes del muro fronterizo sur, le han deparado millones de simpatías de los electores. De tal manera, no debería llamarnos a sorpresa si Mr. Trump logra ser reelegido para otro mandato en la casa Blanca. Y lo que parece ser a lo lejos un contrasentido, un auténtico desorden gubernamental bajo su dirección, es lo que muchos estadounidenses han estado esperando desde hace décadas y que obtuvieron con Ronald Reagan; es decir, recobrar el respeto de los Estados Unidos  y un gobernante que piense primero en la Unión Americana por encima de otra premisa. Luces y sombras de un hombre de nuestro tiempo, Donald Trump, un personaje/noticia cada vez que habla o toma alguna decisión; el dueño de la polémica y la calma, según esté su humor ese día particular.


La Madre que Desafía a Daniel Ortega

 

MANAGUA, Nicaragua-No era famosa, era desconocida antes de su “osadía” contra el indignante dictador comunista; es una madre sencilla, humilde, del común del pueblo, campesina, de una comunidad alejada del Caribe nicaragüense. Su nombre… Elea Valle. Aún hoy, a pesar de haber adquirido fama, se saben pocos datos de ella. Quizás es analfabeta, pero lo que no conoce de los libros de estudio, lo tiene en valentía y en agallas. Hace pocas semanas atrás, el ejército sandinista, la horda que le cubre las espaldas y los abusos a Daniel Ortega, perpetró una masacre de gente inocente, en la que fueron asesinados también dos hijos de esta mujer. Los chicos apenas tenían 12 y 16 años de edad. Eso hizo que saltara a la luz pública Elea, para pedir justicia contra quienes cometieron los homicidios, para que termine la impunidad de los seudo-militares que asesinan en Nicaragua donde quieren, a quienes quieren y el número de personas que quieren. La respuesta del gobierno, de la dictadura sangrienta orteguista, ha sido el silencio, el desdén y la burla. Pero los medios de comunicación, la prensa de este país, sí se ha hecho eco del sufrimiento y los reclamos de esta madre.

            Ante las exigencias de Elea Valle, la fiscalía no la ha recibido siquiera en el Despacho en la Capital, mucho menos los dirigentes de la policía nacional, ni del ejército sandino-comunista. Un silencio vergonzoso. Catalogado así por quienes han seguido el ritmo de los acontecimientos en Nicaragua. La masacre sucedió en la comunidad de La Cruz de Río Grande, en el Caribe. La única explicación que se dio escuetamente de parte de los seudo-militares bajo las órdenes del dictador Ortega, argumenta que “se trata de una tierra de nadie, en la que se mueven grupos de delincuentes que roban ganado, extorsionan y siembran el pánico entre los agricultores.” Empero, analistas internacionales contradicen esas vagas e insuficientes explicaciones al decir que no son delincuentes comunes, sino grupos armados que se oponen al gobierno enquistado de Daniel Ortega y quieren acabar con la dictadura. “Son razones políticas las que mueven a esos hombres”, comentó un diplomático extranjero que pidió mantenerlo en anonimato.

 

            Durante dicho operativo, asesinaron a seis personas. Marvin Paniagua, jefe de lo que los sandinistas llaman ampulosamente el Sexto Comando Militar Regional, dijo que en el combate cayó muerto  el jefe de la banda delincuencial, a quien identificó como Rafael Dávila Pérez; pero no dio los nombres de los otros fallecidos. Hasta aquí, la situación parecía controlada por los verdugos al servicio de Daniel Ortega y su estrafalaria mujer. Pero no contaron con Elea Valle, la mujer sencilla que hoy alza su voz ante la prensa y sus vecinos. Ella afirma que, en el mismo sitio, su esposo, Francisco Pérez, y sus dos hijos, fueron torturados, asesinados y enterrados en fosas comunes, con ese método de los comunistas, para no dejar rastro de sus masacres. Algunos testigos tomaron fotos de los cadáveres con sus celulares y las enviaron a las redacciones de los periódicos en Managua; incluso, las hicieron circular por las redes sociales. Por supuesto que la indignación ha sido general en todo el país y la solidaridad con la mujer, la madre de familia humillada y destrozada emocionalmente, se ha producido sin dilación. “(Las víctimas) no iban armadas. Esas matanzas son parte de la guerra silenciosa que el ejército tiene en esta región”, dijo la valiente Elea. Por su parte, Roberto Cajina, experto en seguridad y defensa, explica que los soldados prefieren matar a esa gente ahí, en las montañas, antes que llevarlos a juicio “y proporcionarles un escenario para que ellos manifiesten su rechazo a la dictadura y el pueblo simpatice con ellos.” Finalmente, Elea dice, “Daniel Ortega es un asesino, no lo queremos aquí, que se vaya ese sinvergüenza, ladrón.” Lo deja escuchar durante una marcha de mujeres por las calles de esta Capital. 


El Extraño Mundo de la Delincuencia

 

SAN SALVADOR, El Salvador-Podrían decir muchas personas que la delincuencia es fácil de definir, que es un problema sociológico que parte de un hecho preciso y que se retroalimenta de otros factores muy negativos, etcétera, etcétera, etcétera. Lo que usted quiera decir y explicar. Pero lo que resulta extraño y hasta insólito, es el viraje que toman ciertos acontecimientos en el mundillo de los delincuentes. Y en este país centroamericano ha sucedido.

            Una pandilla igualmente violenta a la peor de las pandillas, le ha declarado la guerra a “la mara salvatrucha”, en los días finales del 2017. De hecho, hubo una partición y resultaron dos grupos de una misma raíz. De tal manera, se conocen a la perfección y saben precisamente las ventajas de unos y los yerros de los otros. La que ha declarado la guerra a “la salvatrucha”, se llama “MS-13, MS-503 o Programa 503”. Surgió porque no estuvo de acuerdo en la división de poderes y el reparto de dinero y bienes que se habían acumulado dentro del grupo. Recordemos que el gobierno del expresidente Mauricio Funes, en el 2012, concertó una tregua con los pandilleros, mejoró las condiciones de los delincuentes encarcelados, les dio, incluso, privilegios (uso de celulares en las cárceles y fiestas con prostitutas); y millones de dólares, a cambio de que redujeran la violencia en las ciudades salvadoreñas.

            ¡Craso error! Fatal apreciación y peor la práctica del gobierno de Funes en dichas circunstancias; porque todo ello le dio mayor poder a los pandilleros y pudieron adquirir prostíbulos, bares, discotecas, drogas, armas y un largo etcétera de aberraciones que los hizo más peligrosos de cara a la realidad de El Salvador. El brazo disidente, la “MS-503”, nunca estuvo a favor de esa tregua; incluso, en un comunicado que leyeron recientemente ante los periodistas congregados en torno de unos tres delincuentes, señalaron textualmente que, “un ganster, después de negociar con el gobierno, pasa a ser una rata.” Entonces, “la salvatrucha” es eso… “una rata”, porque se rebajó a concertar con el Estado.

            Pero lo más llamativo del caso, finca en que la pandilla disidente está en contra de atacar a la población civil, a los salvadoreños decentes, trabajadores e inocentes, y meterlos en esas controversias. En la misma comparecencia ante la prensa, dijeron ser contrarios a las extorsiones, violaciones y secuestros. “Hemos decidido desvincularnos de todo acto de vandalismo (…), que están llevando a cabo en contra del gobierno y de la población civil. También estamos en contra de los asesinatos que la “MS-Tregua” (o “salvatrucha”), está causando a ancianos, niños, estudiantes y demás población civil, ya que la pandilla no es una guerrilla, ni tampoco es un grupo terrorista.” Señaló el vocero de la “MS-503”, llamado Carlos Humberto Rodríguez Burgos, un “marero” ampliamente conocido en El Salvador.

 

            Ahora, la pregunta que surge es, ¿Estamos ante un caso de una “mara buena”, la “503”, que se enfrenta a la “mala”, la “salvatrucha”? La respuesta nos lleva a pensar que ningún grupo violento es bueno y mucho menos si actúa al margen de la ley y de las buenas costumbres del ser humano; pero resulta sorprendente saber que está en contra del ataque a los pobladores salvadoreños. Ello es positivo. Por supuesto que todos quisiéramos que esas dos facciones desaparezcan del panorama delictivo salvadoreño y del centroamericano en general; pero habrá que trabajar mucho para que eso suceda. Por lo pronto, “la mara salvatrucha” ya tiene su némesis que está dispuesta a pelearle con las mismas tácticas y armas. Un fenómeno delincuencial nada común pero real de nuestros días y que no es para sentirnos confortados, porque el problema, en vez de solucionarse, parece agravarse. Aquí y en esto, tienen la palabra las autoridades de la policía y el gobierno salvadoreño en su totalidad.  


Tan Perversos Como los Yihadistas

 

SAN SALVADOR, El Salvador-Una de las peores pesadillas que puede tener un centroamericano, específicamente un salvadoreño en este caso, es caminar por una calle de la Capital y encontrarse con un grupo de pandilleros de “las maras.” Es un riesgo que no se debe permitir ni en broma. Esos gamberros, como todos sabemos, son tan criminales y sádicos en el uso de la violencia, como los terroristas que conforman al llamado Estado Islámico o Daesh. ¡La vida, las circunstancias no lo permitan jamás! Incluso nos atrevemos a asegurar que, sin esa lacra antisocial, El Salvador sería un país perfecto para ir de compras y vacacionar, porque, fuera de ese lumpen, es una nación muy bonita, paisajística y de gentes cordiales y amables.

            Dichosamente, hace pocos días, en una acción coordinada entre la fiscalía general de la República y la policía, se ejecutó un mega-operativo en diferentes partes de El Salvador, que permitió el arresto de cientos de pandilleros. Fueron encerrados en las celdas unos 593 sujetos y faltaron muchos más, quienes quedaron en franca huída por los callejones oscuros de las ciudades. La misma fiscalía detalló que “la mayoría de los arrestados serán procesados por los delitos de homicidio agravado y extorsión (…), con base en sólidas pruebas recopiladas (…).” Otros delitos que han cometido, han sido estafas, violaciones, robos, pertenencia a organizaciones terroristas y agrupaciones ilícitas, según detalla el comunicado emitido por el Poder Judicial salvadoreño. Además, se les incautaron objetos militares, armas de fuego, celulares y dinero en efectivo. Los lugares donde se dieron los hechos contra los delincuentes fueron, Cojutepeque (Este del país); San Vicente (centro), Ilobasco (noroeste), Chalatenango (norte), Santa Tecla (nordeste), San marcos (sur) y San Salvador, la ciudad Capital. Aquí es oportuno que recordemos que El Salvador es asediado por las pandillas mara salvatrucha (MS13), barrio 18 y otras menores; la cuales poseen más de 600 células en todo el territorio nacional y han hecho de El Salvador uno de los países más violentos del mundo por sus tasas de 81,7 homicidios por cada 100 mil habitantes.

 

            Y, mientras eso sucedía en suelo salvadoreño, en Los Angeles, California, la policía detenía a 21 miembros de la mara salvatrucha, en su versión estadounidense. Se trata de jóvenes salvadoreños que han emigrado a los Estados Unidos y han pasado a engrosar las filas de esos delincuentes asesinos. En la operación actuaron conjuntamente cuatro agencias de seguridad, el FBI, la DEA, el Sheriff del Estado y la Policía. En el operativo se detuvieron unas 12 personas que fungían como los cabecillas de las organizaciones delictivas transnacionales. Para las autoridades norteamericanas, esta clase de acciones contra “las maras”, son de máxima prioridad y la fiscal del Estado interina en esta ciudad, Sandra Brown, manifestó que “la operación fue un golpe fundamental a la cabeza de la organización”, surgida en esta misma urbe californiana en los años 80 y que se extendió luego por Guatemala, El Salvador y Honduras, con una peligrosidad inaudita de la que todos tenemos amplia referencia. No obstante, el otro problema paralelo que se presenta en El Salvador, es la falta de cárceles para esos sujetos, debido al hacinamiento que existe en las penitenciarías, un tema que es motivo de discusiones diarias en el seno del gobierno salvadoreño. También, un grosor de la población aboga por la implantación de la pena de muerte para los criminales, una posibilidad que observamos nada descartable por supuesto.


 Hospitales de Guatemala Bajo Protección

 

CIUDAD DE GUATEMALA-Lo inconcebible… centros hospitalarios de este país están bajo vigilancia estricta de los militares, quienes patrullan permanentemente en los alrededores y con armas de grueso calibre. ¿Pero qué está sucediendo en los hospitales? Está pasando lo que se temía: los secuaces de los presos que permanecen aliviándose de distintas dolencias, amenazan con entrar y liberar a sus compañeros de fechorías, utilizando para ello todos los medios coercitivos que les sean posibles. Son “las maras” guatemaltecas. No podían ser otros. En las distintas reyertas contra la policía, muchos de esos delincuentes caen presos en situaciones físicas lamentables, debido a los intercambios de balas o enfrentamientos cuerpo a cuerpo. Es cuando tienen que ser llevados a los centros médicos en condición de prisioneros, como es lógico. Es el momento cuando se producen las amenazas proferidas por  “sus colegas”, quienes permanecen en las afueras, escondidos y apertrechados.

            Por esa razón, las patrullas motorizadas vigilan todo lo que se mueva o deje de moverse y, dentro de la Institución, la vigilancia también es extrema, aunque sin el beneplácito de los doctores y enfermeras, quienes no se acostumbran a las armas y uniformados ahí en los salones, aún si es en beneficio de los que ahí trabajan o son atendidos. Junto a las puertas de cada salón, permanecen agentes del sistema penitenciario guatemalteco, vigilando a esos presos a los que hacemos referencia. Nada puede quedar al azar, nada. Ni el más leve movimiento de una sombra en las afueras o interior del centro médico, porque la idea, el plan, es evitar una tragedia, una sangría, en la que podrían fallecer personas inocentes y ajenas a las luchas callejeras entre la policía y los gamberros.

 

            No se puede negar que la situación es delicada, preocupante. La “mara salvatrucha” y la “barrio 18”, han extendido su guerra hasta los hospitales en un hecho sin precedentes en el devenir de la historia delictiva guatemalteca. Otro  matiz de la tensión que se sufre, obedece a los ataques a los internados que están recibiendo las atenciones médicas, ya que pueden ser cabecillas de las bandas enemigas y los rivales quieren entrar al edificio para acabar con esos jefes. Ello aumenta el nerviosismo, el temor del personal hospitalario, que, una vez terminada su jornada profesional diaria, tiene que regresar a sus casas jugándose literalmente sus vidas, ante los delincuentes que están apostados en las calles circunvecinas. Es por eso que los trabajadores de los hospitales San Juan de Dios y Roosevelt, no entran ni salen vestidos con las clásicas batas que los identifican como lo que efectivamente son… profesionales de la medicina. Algo inusitado, impensable, en la Guatemala de hace unas décadas atrás. También han borrado sus nombres bordados en los trajes, para evitar ser reconocidos en el exterior. Y es que el pasado 10 de septiembre del 2016, “los mareros” amenazaron a los doctores con asesinarlos. El slogan criminal que usaron fue, “doctor de blanco visto, doctor de blanco muerto.” La amenaza está servida desde entonces. Sin ir muy lejos en el tiempo, ese mismo día mataron a balazos a Ana Leonor Guevara Olmedo, asistente de Comunicación Social del  hospital San Juan de Dios. Todos tienen miedo antes y durante sus llegadas a los centros médicos, algo inaguantable en un país de derecho y cuyos habitantes aman la paz y la tranquilidad como el que más. Y las historias tristes se han venido produciendo una tras otra, lapsos de  una guerra en la que el pueblo no pidió estar involucrado y aún así, es la principal víctima del terror creado por estos delincuentes.


La Yihad en Centroamérica

 

AMÉRICA CENTRAL-Esta parece ser la noticia en el istmo, la llegada de los yihadistas islámicos a estas tierras tan lejanas del Medio Oriente musulmán. Sin embargo, ello era posible debido a la “pequeñez” del mundo actual, reducido por el internet, los teléfonos satelitales y otros adelantos en las comunicaciones al que tienen acceso los asesinos que cortan cabezas y queman vivos a  inocentes en los países árabes y en nombre de su torcida religión.

            Hace algunos años atrás, el mismísimo Osama bin-Laden estuvo en América del Sur visitando a una comunidad sunita en la frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay, propiamente en Foz do Iguasu; pocos días después se produjo la explosión contra el centro judío en Buenos Aires, Argentina, el mayor ataque terrorista en esa nación del Cono Sur, donde murieron decenas de personas. De ese sitio, el criminal Sheik fundador de al-Qaeda, viajó a la Nicaragua de Daniel Ortega, en el corazón de América Central, para negociar armas y sepa usted qué otras cosas más. Lo cierto es que esta región no es desconocida para los genocidas yihadistas, quienes se han estado moviendo libremente con la anuencia de los gobiernos enemigos de Washington. Y en el caso que nos ocupa hoy día, ha sido detectada una red para la circulación de extremistas islámicos, desde Brasil hasta América Central, pasando por Venezuela, con el beneplácito de la dictadura de Nicolás Maduro. El paso por esa nación atrapada en las fauces del chavismo neo-comunista, ha quedado debida y estrictamente documentado por INTERPOL. Dichos terroristas llegan a los aeropuertos internacionales de Brasil, después se desplazan hacia la frontera con Venezuela, país al que atraviesan con rumbo hacia América Central. Obviamente, el destino final son los Estados Unidos, donde el plan consiste en crear el terror entre sus ciudadanos.

 

            Por supuesto que en el istmo centroamericano los yihadistas tienen “el caldo de cultivo” para aprovecharse de él y enrolar en sus filas a más criminales y nos referimos a las “maras” que operan en Guatemala, El Salvador y Honduras, jóvenes sedientos de sangre, según sabemos hasta la saciedad. En Nicaragua, los ex combatientes en los distintos choques armados, así como la juventud sin oportunidades de trabajo, son excelentes elementos para engrosar las filas asesinas de los islamistas radicales. Empero, basados en los reportes policiales que han llegado desde América del Sur, la prioridad de los fundamentalistas árabes es alcanzar la frontera con los Estados Unidos y, quizás, obtener armamento de los gobiernos que simpatizan con la causa terrorista, en este caso el de Nicaragua. La primera denuncia sobre la presencia de los yihadistas en nuestro continente, la hizo Gyoris Guzmán, quien era el jefe de la Oficina Nacional Contra la Delincuencia Organizada en Venezuela, en el 2014, y que hoy está asilado en España. En aquel entonces, el gobierno chavista desestimó la alerta. Es oportuno recordar aquí, que el actual vicepresidente de la dictadura en Venezuela, Tareck el Aissami, de ascendencia musulmana, tenía, por aquel entonces, injerencia en las decisiones de envergadura, como en este caso particular. En estos tiempos, la ruta ya se ha asentado y se mantiene activa, muy activa. No cabe duda que estamos frente a un aspecto más de la globalización, pero de la globalización sangrienta, que practican los distintos movimientos islámicos donde consideran que es oportuno. Y América Central parece no haber escapado de la angustiante realidad.


Los Muertos de Merkel

 

BERLÍN, Alemania-Lo ocurrido en esta Capital alemana, quieta desde 1945 cuando los rusos entraron masacrando y violando mujeres, es culpa de alguien y ese alguien tiene nombre y apellidos, además de una figura rolliza y con los hombros casi pegados a la nuca. Se trata de la Canciller Angela Merkel.

            Y es que los alemanes, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, se esfuerzan por aparecer como buenas personas, diferentes a los nazis y sus campos de concentración. Eso es válido; pero no hasta llegar a la estupidez y Angela Merkel es un coctel en los que se revuelven la estupidez a la que hemos hecho referencia, su nacimiento y educación por parte de  padres Pastores luteranos y el hecho de ser mujer. Es por eso que decidió abrir las puertas de par en par a los sirios, afganos y a cuanto musulmán entró por las fronteras alemanas. ¡Craso error! Una actitud errática que hoy se está pagando con la sangre y la muerte de 12 personas inocentes que se encontraban disfrutando de la Navidad en uno de esos mercaditos tan característicos de Alemania. Y no hablemos de los casi 50 heridos que permanecen en los hospitales berlineses.

            Pero ahí no termina todo  porque se ha dado una manifestación de ciudadanos en la que rechazan de plano la xenofobia y apoyan las políticas criminales de la Merkel. Evidentemente los alemanes no escarmientan. El problema de los refugiados debió solucionarse prontamente cuando llegaron a las costas europeas, pero se hizo con una lentitud pasmosa y no ha sido resuelto aún. Quizás hubiera sido apropiado enviarlos hacia naciones árabes que están en paz, como Arabia Saudita, que tiene la obligación, religiosa por demás, de abrir las puertas a sus hermanos de confesión islámica; empero, los saudíes no quieren problemas y prefieren seguir con su ritmo de vida lujoso y ver los acontecimientos desde sus yates y palacios. Lo cierto es que Europa no es para esos millones de inmigrantes por muchas razones.

            En todo caso, Angela Merkel cometió un error de grandes proporciones que le están costando caro a los alemanes. La Noche Vieja del 2015 violaron a una cantidad impresionante de mujeres alemanas los mismos musulmanes y ahora ha ocurrido este atentado terrorista. ¿A qué espera la díscola Canciller? Por supuesto las tragedias no han terminado, se van a producir más a pesar de la férrea vigilancia policial a la que ha sido sometido todo el país. Eso lo juro con la mano en alto.

            Atentados sangrientos en París, Bélgica, Alemania, Turquía –una nación que ya perdió la cuenta de esos hechos y sus muertos por la gran cantidad que se han producido-, también en los Estados Unidos. ¿A qué esperan los dirigentes políticos, si lo único que saben es hacer política barata e irresponsable cuando alcanzan el poder?

            Merkel, con el descaro que le es propio, presentó hace poco su candidatura a la reelección a la Cancillería y no me extrañaría que la reelijan, porque así son los alemanes de estos tiempos. A esta mujer hay que desterrarla a su casa o, aún mejor, enjuiciarla y llevarla a la cárcel por ser la responsable directa de las violaciones de mujeres y los muertos de Berlín  hace pocos días, más lo que vendrá en estos meses. Pero será reelecta. Ello ni tergiversarlo siquiera a los alemanes y al futuro inmediato.

            Y es que los yihadistas, después de sus contundentes derrotas en Palmira, Alepo y Mosul, han cambiado su estrategia, adoctrinando por internet a jóvenes en Europa o enviando a los europeos que regresan al Viejo Continente. Son los llamados “lobos solitarios”; es decir, a las cucarachas se dificulta matarlas. Terminas con unas cuantas, pero vuelven a salir otras más no sabemos de dónde demonios. Tampoco con la muerte o captura del líder del Daesh (Estado Islámico), Abu backar al-bagdadi –según se ha hecho nombrar a sí mismo-, el terrorismo islámico va a desaparecer, porque una cucaracha de estas que se extermine, suben a la directriz a otra nueva. Así funcionan en procura de matar porque sí, porque odian a occidente y a todo lo que se mueva en occidente, sea humano, extraterrestre o animal irracional.

            ¿E Israel? La postura de la nación judía es prudente. Hasta el momento –hasta donde sabemos- solo se ha involucrado en el conflicto contra el terrorismo yihadista, por medio de asesores militares y armamento de bajo calibre, pero en proporciones muy escasas. Y es que los hebreos no quieren que los dementes islámicos les destrocen a base de atentados dinamiteros y suicidas, su paz, sus ciudades y ciudadanos. Lo mismo está sucediendo con China, país al que se le consideró firme aliada de Siria y Rusia, en un inicio de las hostilidades. Empero, sabemos que los israelíes, su ejército, es el único preparado para las guerras en el desierto y en las urbes del Oriente Próximo. Los yihadistas de al-bagdadi lo saben y les temen a los comandos israelíes, según han manifestado ellos mismos.

            Retomando el tema de Alemania, Merkel es la culpable de lo que está aconteciendo en su patria –reiteramos-, nadie más que ella; y son sus secuaces aquellos alemanes que aprueban su política suicida de abrir las puertas de par en par a los musulmanes desplazados de sus tierras. Merkel tiene que terminar su reinado del terror y del error, tiene que irse a los tribunales donde deberá ser enjuiciada por crímenes contra la paz, la humanidad y su pueblo.

 

            Para finalizar, el perfil de los musulmanes en Europa, además de los atentados terroristas, señala que quieren que los europeos se adapten a ellos, a sus costumbres, religión y defectos y no al revés; es decir, los europeos deberán convertirse al islám, no comer cerdo, orar no sabemos cuántas veces al día en dirección a La Meca, tapar a las mujeres con esas túnicas que les dan apariencia de bolsas para basura, denigrarlas, utilizarlas para que les den solamente hijos y les cocinen y matarlas tan solo con mirar accidentalmente a otro hombre. Están locos, absolutamente enfermos de la cabeza con su fanatismo. Ojalá Bashar al-Assad, con el apoyo de los rusos e iraníes, acaben con el Daesh, reconstruya sus ciudades y haga regresar a los inmigrantes a sus hogares. Pero, por lo pronto, esperemos más atentados terroristas en Alemania, porque así “está escrito en el libro de la muerte” que leen y practican a diario los islamistas. ¡Raus Frau Merkel! ¡Fuera de la Cancillería!


Se Acerca el Fin del Califato

 

IRAK Y SIRIA- Los estadounidenses, después de la derrota de Saddam Hussein y su entrada victoriosa en Bagdad, cometieron una grave equivocación, además de invadir a un país extraño al suyo y prometerles a sus habitantes una vida confortable que nunca les hizo realidad, ese equívoco fue maltratar y humillar a los prisioneros de guerra, fotografiándolos en situaciones penosas y difundiendo las gráficas por todo el mundo, amén de las golpizas y flagelaciones en el interior de los calabozos y mazmorras. Muchos de los presos se juraron a ellos mismos que iban a vengar ese sufrimiento. Resultó evidente que los oficiales y soldados norteamericanos se saltaron las convenciones militares a las que esa potencia está suscrita y bajaron a los mismos niveles de sus enemigos rapaces, torturadores y criminales.

            Esos mismos soldados de Saddam Hussein son quienes han comandado estos largos meses al Daesh o Estado Islámico que tantos sufrimientos han causado en Libia, Egipto, Siria, Irak y en Europa con sus atentados terroristas. El cabecilla de ellos se llama Ibrahim bin Awad bin Badri al Radawi al Husseini al Sammarrai, quien cambió después su nombre verdadero al de Abu Bakr al Baghdadi y se autonombró califa, algo así como un ungido por Aláh y el profesa Mahoma. Invadió la segunda ciudad de Irak, Mosul, tras la huída cobarde del ejército iraquí, y la convirtió en la Capital de su Estado de muerte y destrucción. Sin embargo, su sueño y el de muchos de sus seguidores, nunca se cumplió, cual era enfrentarse al ejército estadounidense en el terreno, con la infantería. Tal era la sed de venganza que albergaban en ese momento y que todavía mantienen a pesar de las derrotas consecutivas y las muertes por los bombardeos, de sus líderes.

            Por esa razón, las convenciones militares se crearon y firmaron por los países signatarios, para “humanizar” las guerras –si el término es el propicio-, y tratar humanamente a los prisioneros. Pero los norteamericanos, repetimos, infringieron esos Tratados. De ahí que el surgimiento del Daesh o ISIS, ha sido de lo peor que hemos visto en el nuevo milenio con sus asesinatos sumarios, sus fosas comunes, la quema de presos vivos, las decapitaciones por cualquier motivo en plazas públicas y ante conglomerados de gentes observando las masacres a plena luz del día.

            Otro de los grandes errores de Washington, fue involucrarse en la guerra contra el Daesh, demasiado tarde. Barack Obama dejó que corriera la sangre de inocentes, quizás basado en que eran iraquíes y sirios y no norteamericanos quienes eran destrozados por la serpiente que se tragaba poco a poco a las dos naciones del Oriente Próximo. Fue después de que Vladimir Putin decidiera actuar de lleno en Siria con su aviación y asesores, que la Casa Blanca decidió también hacer algo en suelo iraquí. Es decir, la competencia por la hegemonía armada mundial, se trasladaba otra vez a la región.

            En lo que atañe al Estado Islámico, nos ha presentado muy poco logísticamente hablando. Comenzaron la guerra sin armamento apenas, y, conforme iban huyendo los soldados iraquíes, los terroristas se iban apertrechando con misiles, tanques y otros blindados que les hemos visto en su infinidad de material gráfico y fílmico que han colgado en internet. Además, los grupos armados y entrenados por los Estados Unidos para dirigir la guerra contra el presidente sirio Bashar al-Assad, les han cedido gratuitamente esas mismas armas a los hombres del Daesh, hasta hacerlos más fuertes. Decíamos logísticamente, porque a pesar de ser ex militares del ejército de Hussein, sus tácticas en el campo de batalla han sido deplorables y más que deplorables… cobardes. Una combatiente canadiense lo dijo tempranamente y con toda exactitud: “el Daesh no combate, apenas nos ven llegar (a los Peshmergas), huyen atemorizados.” Recordemos en la Guerra del Golfo cuando los mismos soldados de Saddam Hussein se arrodillaban ante las tropas Aliadas, demostrando auto-humillación y ninguna hombría en el escenario bélico.

            Han sido terroristas; pero con la población civil iraquí, siria y libia. Han infundido el terror en esos pueblos y en nadie más. No han ganado ninguna batalla, porque sus enemigos huyeron como hemos dicho y les dejaron las ciudades libres para que se asentaran ahí; incluso, para efectuar los atentados en París, han tenido que drogarse, porque estando sobrios la valentía no les alcanza. Huyen cada vez que tienen la oportunidad, se cortan sus barbas, se visten con túnicas de colores sobre sus raídos uniformes negros y se confunden entre los ciudadanos comunes, a fin de despistar a los enemigos. Son largas las columnas de desertores que enseñan, orgullosos empero, sus credenciales del Daesh a los periodistas que les encuentran y entrevistan. Se les nota drogados, con sonrisas que no son sanas o normales, producto de las drogas que han consumido a diario.

            Según hemos visto, los ejércitos de Siria e Irak, en el contraataque han ido venciendo al Daesh con relativa facilidad, arrebatándoles y liberando ciudad tras ciudad, pueblo tras pueblo, tomando prisioneros y observando las atrocidades que van dejando mientras huyen. Los túneles, la quema de petróleo, la destrucción de los pozos del crudo, los autos-bomba manejados por suicidas y los francotiradores, son las únicas “tácticas” de los terroristas del ISIS. Mientras Rusia, el ejército iraní, los Pershmerga kurdos, los Aliados occidentales y el renovado ejército iraquí, se manejan en el campo de batalla acordes con las tácticas militares tradicionales o convencionales.

            Evidentemente el Daesh está moribundo. Está dando sus últimos coletazos en Mosul, la ciudad que creían intocable por parte del enemigo; perdieron Dabiq, la urbe del “Apocalipsis” que tanto pregonaron los terroristas; así mismo la histórica Palmira les fue arrebatada y pueblo tras pueblo, fácilmente, como quien le arrebata objetos que sostienen los drogadictos en sus manos.

            ¿Qué sucederá cuándo el Estado Islámico quede reducido a una banda ridículamente pequeña, según vamos observando en estos acontecimientos? Morirá. Ya no tendrá la misma fuerza ni la misma voluntad ni intenciones. Y será peor para ellos cuando caiga muerto o preso su líder Abú Bakr al Baghdadi. Duraron poco esos asesinos drogados, sus líderes y organizadores fueron cayendo fulminados por los bombardeos, poco a poco y uno detrás del otro. Y su debilidad comenzó en el momento cuando la aviación rusa les destruyó los camiones cisterna que traficaban con petróleo vendiéndolo a la traidora Turquía. De igual modo, la diplomacia y el Alto Mando ruso alertó a Occidente sobre el juego traidor de los turcos y solamente así, se logró frenar el comercio y los millones de dólares que los terroristas ganaban con el trasiego del crudo.

            Desgraciadamente, el precio que tuvieron que pagar naciones como Francia y los mismos Estados Unidos, fue muy alto con los atentados terroristas; de otra manera, no se hubieran involucrado en el conflicto en Oriente Próximo, tal y como lo han hecho.

            La suerte está echada para el Daesh. Sus cobardes miembros huyen y los que no corren atemorizados, asesinan a los que ellos consideran traidores; es decir, se están aniquilando entre ellos mismos. Los combatientes internacionales, los jovencitos desorientados que viajaron desde América y Europa para unirse a los batallones de estos terroristas, han ido regresando desengañados a sus respectivos países, más aún cuando se dieron cuenta de que eran utilizados por el Estado Islámico, únicamente para manejar los camiones-bomba en los actos suicidas. Al regresar, han tenido que enfrentar a la justicia de sus países de origen por cargos tan serios como traición a la Patria, genocidio, terrorismo y crímenes contra la paz.

 

            ISIS encendió a Oriente Próximo. Ello ha sido evidente, muy evidente. Pero ese fuego destructor de vidas humanas inocentes, está siendo sofocado dichosamente. Con la caída de Mosul, la historia toma un giro distinto. Después de su total liberación habrá que ir detrás de los cabecillas, entregarlos a las autoridades iraquíes y sirias para ser ahorcados sin contemplaciones. Una vez extirpada la serpiente, volverá la quietud que todos anhelamos para estos pueblos y para el mundo entero.


Cuando el Comité Nobel Acierta

 

AMÉRICA CENTRAL-He de confesar que al conocer la noticia de que el Premio Nobel de la Paz 2016 había sido otorgado al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, además de la sorpresa, me sentí muy complacido por el hecho. No en balde he seguido los pormenores de la historia contemporánea de ese país suramericano y hasta he conocido a algunos de los líderes de las FARC durante una visita relámpago que hicieron varios de ellos a Costa Rica, al final de la década de los 90s. Unos tres de esos delincuentes ya están muertos, según los casos de los alias “Mono Jojoy”, “Alfonso Cano” y “Raúl Reyes”. En aquella oportunidad arribaron a suelo costarricense para conversar con el ex presidente Oscar Arias, en la casa de éste. Una noticia y una charla que nunca trascendieron a la prensa, tal fue la confidencialidad. Cuatro periodistas tuvimos que esperar que los colombianos renegados salieran de aquel lugar, para ingresar luego nosotros a realizar nuestro trabajo. Adentro, nos encontramos a un Oscar Arias “enamorado” de las FARC, hablando maravillas de los guerrilleros, mostrándonos que le habían embaucado también a él con aquella retórica belicista que siempre han manejado los narco-guerrilleros.

            Pero ese no es el tema, no es la madeja de mi columna de esta semana, sino la premiación al mandatario Juan Manuel Santos. Las voces críticas que no aceptan el Nobel de la Paz para él, argumentan una y mil razones para rechazar tal distinción. Ciertamente el Tratado que se firmó en La Habana, Cuba, con los renegados en armas, estuvo lleno de vicios, de errores y entuertos que a más de la mitad de los colombianos no les gustó y por ello votaron “NÓ” en el referéndum reciente. Por ejemplo, dejarles pasar por alto los secuestros, violaciones, masacres, robos, lavado de dinero y narcotráfico a los guerrilleros, es una aberración del tamaño de una Catedral. Sin embargo, lo mismo se hizo en otros Tratados por la Paz firmados en El Salvador y Guatemala durante la década de los 80s. Es decir, si no se hacían esas concesiones, era muy difícil que los renegados firmaran como lo hicieron. Ninguno de ellos, si usamos la lógica, iba a rubricar un documento donde se dijera que, posteriormente, ingresarían a una cárcel para purgar sus crímenes.

            En esto y en otros yerros, los pueblos que han sido víctimas de las sanguinarias guerrillas marxistas de América Latina, han tenido que “tragarse” los profundos deseos de justicia o venganza, en aras de alcanzar la paz. Es muy posible que en la mayoría de las familias salvadoreñas se haya experimentado la muerte de alguna persona por culpa de la acción del FMLN, hoy convertido en partido político y en el poder, que es lo más preocupante. Pero así son las cosas que se deben permitir para alcanzar los acuerdos, aunque a muchos nos disgusten.

 

            Por su parte, un gesto que nos ha gustado del presidente Santos, fue cuando dijo que el Nobel se lo dedica a las víctimas del conflicto, a las miles de personas que fueron “carne de cañón” de la guerrilla más vieja, insensata, criminal e incapaz de lograr la victoria. En lo personal, me parece que el galardón da un nuevo impulso a la voluntad por negociar y no se deje de lado el anhelo por alcanzar la paz. No discrepo que se lo hayan dado a Santos, como sí me dolió el que no se lo hubieran otorgado a José Napoleón Duarte en 1987, quien fue el verdadero pacificador de la guerra en El Salvador. Uno de los grandes fallos del Comité Nobel y que hoy sí ha sido asertivo con el mandatario colombiano.


El Tesoro de las FARC

 

AMÉRICA CENTRAL-Este titular recuerda a esas leyendas que abundan relacionadas con galeones españoles hundidos por los piratas en tiempos de la Colonia; trenes nazis escondidos entre la espesa vegetación de los bosques de Europa oriental o al mismo Conde de Montecristo cuando encontró el tesoro que el Abad Faria (ex compañero suyo de prisión en la Isla de If, Francia), le confesó que existía en otra isla del Mediterráneo. Pues las Fuerzas Revolucionarias de Colombia tienen su tesoro en millones de dólares, producto del narcotráfico, la extorsión y el secuestro, que han practicado desde que aparecieron a la luz (o mejor dicho, a la oscuridad), de la realidad colombiana.

            Y es que esta América Central con sus dictaduras de izquierdas y gobernantes simpatizantes con los guerrilleros, se ha convertido en algo así como el remanso donde los mercenarios han depositado en Bancos, en cuentas personales de amigos y en inversiones que no han sido otra cosa que lavaderos de dinero sucio, los grandes caudales que han ido expoliando a los pueblitos selva adentro en Colombia y por la venta del polvo blanco conocido como cocaína. Se sabe hasta la saciedad que los viajes de descanso hacia los hoteles y mansiones de los sandinistas de Nicaragua, eran la constante de los cabecillas de las FARC. Largas temporadas pasaban en ese país, gozando de la hospitalidad del dictador Daniel Ortega. En Costa Rica, a principios de la década actual, se descubrió en la casa de un ex profesor universitario de izquierdas y de su esposa, también marxista, parte de un botín perteneciente a las FARC. La prensa lo halló, lo divulgó y la policía costarricense lo “sepultó” en el olvido, archivó las evidencias y a otra cosa… mostrándonos  las incongruencias de esta democracia tan llena de fisuras y entuertos. Tampoco hubo cárcel para el matrimonio que guardaba esa enorme cantidad de dólares ilegales.

            Centroamérica siempre ha estado con las puertas abiertas para los codiciosos líderes de las FARC. No obstante, hay algo que nos ha gustado de  las palabras del presidente Juan Manuel Santos, quien, a pesar de que hizo grandes concesiones en los tratados por la paz, se ha mostrado firme con este tema: “Perseguiré la fortuna ilícita de los guerrilleros; y, si la encuentro, la utilizaré para indemnizar a las víctimas del conflicto armado,” dijo. Sería muy agradable que diera con ese botín que puede estar repartido entre El Salvador del Frente Farabundo Martí (FMLN) y la Nicaragua de Ortega y su mujer. Además del apoyo irrestricto que siempre les ha prodigado el dictador de  Ecuador, Rafael Correa. Es decir, el Banco “a la vuelta de la esquina.” Ahí cerquita.

 

            Por su parte, el ex mandatario de Colombia, Andrés Pastrana, un exigente crítico del tratado de paz con las FARC (igual que el otro ex presidente Alvaro Uribe), ha dicho que no tiene ninguna duda en que la guerrilla pasará a ser de una organización criminal armada a un cártel de la droga, que de hecho ya lo ha sido paralelamente a la insurgencia contra el Estado.  “Los Papeles de Panamá” (o Panamá Papers), esa oscura y tenebrosa organización dedicada a la evasión de impuestos y al lavado de fortunas para quienes lo quisieren alrededor del planeta, es otro punto de escondite para la enorme fortuna de los terroristas de las FARC. Con el tiempo se irá descubriendo la gran verdad, pero que existe ese dinero… existe. Y algunos Bancos de América Central están fuertemente permeados y confabulados con los marxistas que acaban de deponer las armas en Colombia. Juan Manuel Santos no imagina duendes. Lo dicho por él es real, muy real.


Guatemala, El Salvador y Honduras se Unen

 

ISTMO CENTROAMERICANO-Nuestro titular no significa que las tres naciones han roto sus fronteras físicas y han formado un solo y único Estado. Esa acción es de las pocas cosas imposibles que hay en este mundo; sin embargo, la unión que han pactado es de suma importancia para la seguridad de los tres países, porque tienen un gran problema en común y que deben resolver también en forma conjunta. Ese inconveniente se llama “maras”.

            Es la problemática más significativa que agobia a estos gobiernos que forman el Triángulo Norte, por la sangre que hacen correr de personas decentes y trabajadoras, por los secuestros, el consumo de drogas, el trasiego de las mismas drogas y la inseguridad general que causan entre la población. Es un problema gravísimo que viene manifestándose desde hace bastante tiempo, como todos sabemos y hemos seguido en forma casi permanente por los medios de comunicación masiva. Es así como los ministros de Seguridad y Defensa de El Salvador, Honduras y Guatemala, formalizaron la integración de un Grupo de Alto Nivel en Seguridad, con el fin de impulsar planes antidelicuenciales contra las pandillas que hemos mencionado. Y no es para menos porque las estadísticas señalan que las tasas de homicidios oscilan entre 70 y 100 por cada 100 mil habitantes, con fuerte tendencia a aumentar con el paso de los meses.

            El memorando firmado por los tres ministros indica que “se llevarán a cabo patrullajes fronterizos, controles migratorios e intercambio de planes y buenas prácticas en el combate de la criminalidad”, según reza la esencia del documento. Quienes suscribieron fueron el ministro Mauricio Ramírez Landaverde y el de Defensa David Munguía, por El Salvador; el ministro de Gobernación Francisco Manuel Rivas Lara y el de Defensa William Mancía Fernández, por Guatemala; y el secretario de Estado por el despacho de Seguridad, Julián Pacheco Tinoco y el representante del despacho de Defensa, Samuel Armando Reyes, por Honduras. La reunión se llevó a cabo en San Salvador, Capital salvadoreña.

 

            La idea de esta unión fue concebida por el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, quien la hizo partícipe a sus colegas salvadoreño y guatemalteco, en lo que se ha dado por llamar, después de las firmas, “Grupo Élite de Seguridad”. Los acuerdos alcanzados han sido presentados ante los tres mandatarios para que ellos les otorguen el “ejecútense” y se pongan en funcionamiento en la vida diaria de los tres países. El tema principal impulsa a combatir a las estructuras del crimen organizado que se dedica al narcotráfico, tráfico ilegal de armas, trata de personas, extorsión y secuestro. El intercambio de información entre los ministerios de Seguridad y Defensa, tiene como objetivo que “las acciones se realicen de la mejor manera posible para obtener resultados positivos,” dijo el ministro de Gobernación de Guatemala, Francisco Rivas. El financiamiento del plan ha sido el idóneo; es decir, cada gobierno de las naciones involucradas ha destinado los recursos económicos necesarios para el accionar de las medidas contempladas en el documento acordado en San Salvador. Hay que tener presente que el Triángulo Norte es una de las zonas del mundo más violentas, pese a que no se desarrolla ninguna guerra convencional; pero los índices delictivos sobrepasan cualquier cifra anterior en la historia de la región. Esperemos resultados cuando se pase del papel firmado a la acción real.


Mujeres Contra el Odio y la Tiranía

 

LITORAL CARIBE, Nicaragua-La historia está llena de mujeres valientes y valerosas quienes han sido registradas en los libros para la posteridad; y otras no tan dichosas, que han pasado en el más lamentable anonimato, desdeñadas por los escritores. Si abrimos bien los ojos, en cada gran epopeya de redención de un pueblo, está  la figura de una mujer que ha tomado las armas de la palabra hablada o la espada, para aportar a la causa. Son parte de la epopeya, de esa épica que ellas mismas han construido en beneficio de sus países. La Revolución Francesa, por ejemplo, nos presenta a la joven aristócrata Charlotte Corday, quien decidió en solitario, acabar con la vida del virulento Marat, editor del rabioso periódico Journal de la République Francaise, desde el que incitaba a la más abyecta rebelión y a no dejar a ningún enemigo con cabeza; aunque, a pesar de la cotidiana sangría en las calles, muchos franceses estaban en desacuerdo con el odio destilado por Jean Paul Marat.

            En ese ir y venir por el París pre-revolucionario, Marat tuvo que esconderse y correr por las cloacas de la ciudad, para no ser atrapado y procesado por la Monarquía; debido a esto, adquirió una enfermedad en la piel que iba aumentando con el paso de los días; y, por ello, pasaba gran parte del tiempo sumergido en una bañera, desde donde escribía sus inflamadas incitaciones a la venganza y al asesinato. Su poder de convencimiento era casi absoluto por medio de la tinta de su pluma, hasta que llegó a visitarle la bella Charlotte Corday. Le dijo que llevaba una lista de contrarrevolucionarios y quería entregársela. Marat rebosaba de satisfacción y al acercarse la joven a su bañera, sacó un puñal y se lo clavó en el pecho. Así acabó con la vida de un hombre que murió igual a un perro rabioso, siempre ladrando de ira y odio. La heroína fue apresada por el populacho y guillotinada el 17 de julio de 1793. Esta es la corta crónica de una mujer tan grandiosa como el mismo valor que tiene el ser humano.

 

            Valga la anterior narración para centrarnos en el caso de otra mujer de nuestro tiempo, esta vez en Nicaragua. Se llama Francisca Ramírez, conocida en todo el país como “doña Chica.” Quienes pronuncian su apelativo lo hacen con entrañable cariño, pues ella se lo ha ganado. Es el símbolo de la lucha de los agricultores y ambientalistas que se oponen a la construcción del Canal interoceánico que el dictador Daniel Ortega quiere erigir con capital y maquinaria de la China comunista. Esas tierras que ella labra y cosecha a lo largo del año, las siente suyas, son suyas y las ha cuidado como suyas. “Nací en una familia pobre. Toda mi niñez fue pobre. Cuando crecí y tuve mis hijos, luché y trabajé para que  ellos no pasaran por lo que yo pasé, para que tuvieran tierras donde trabajar y vivir.” Y agrega, “esa es la lucha que he emprendido hoy, porque me ha sorprendido que este gobierno haga una ley quitándonos lo que tenemos, lo que hemos logrado con tanto esfuerzo. Quiere expropiarnos sin tomarnos en cuenta. ¿Cuál va a ser nuestro futuro? Nos tiran a la suerte.” Es evidente que Francisca no dejará tan fácilmente que los chinos acaben con las tierras de los labradores para comenzar las obras del Canal. En otros términos, la campesina Ramírez se está enfrentando a una potencia asiática; y a un dictador que aprieta con fuerza a la libertad y los estómagos de la mayoría de los nicaragüenses. Esta rústica mujer sin estudios es el símbolo de la aldea La Fonseca, en el Caribe de Nicaragua y está decidida a vender cara la riqueza natural de la zona, un elevadísimo precio que ni el mismo tirano Ortega es capaz de calcular… y ese precio es el del honor de quienes no se dejan mancillar.


Los Negros de los Estados Unidos están Hartos

 

Sin temor a equivocarnos, cada 5 meses –o quizás menos-, la policía estadounidense, conformada por hombres blancos en su inmensa mayoría, asesina a mansalva a ciudadanos negros también norteamericanos. La primera vez, se tiende a creer que fue un error, incluso la segunda ocasión también; pero notamos que las escenas se repiten una vez más y las víctimas no cambian desde el punto de vista racial, pues siempre son negros los ultimados. Esa clase de policías, a todas luces racistas portadores de un inmenso odio hacia los negros, están sumiendo a los Estados Unidos en una enorme tensión social o ciudadana, en la que los hombres y mujeres de color ya no soportan la persecución de la que son objeto de manera abierta y descarada. Y es que a la policía de los diferentes Estados de la Unión Americana, no les preocupa en nada lo que el mundo y la opinión pública interna del país, pueda pensar de ellos; tampoco les importa que la justicia los persiga, encarcele y los juzgue. Ante tal panorama de violencia y homicidios, tendemos a pensar que una cúpula compuesta por varios agentes policiales de alto rango, son quienes dirigen y propulsan esos crímenes. Son quienes ordenan desde las comisarías para que maten aquí y allá a los negros indefensos.

            Si queremos partir de una premisa histórica, los negros nunca quisieron emigrar a los Estados Unidos –y tampoco a las islas del Caribe-; es más, nunca emigraron, sino que llegaron exigidos por las circunstancias, por la piratería inglesa y francesa que los raptaba del África, para ser vendidos en los mercados de esclavos ubicados en Jamaica y Haití; y de ahí, hasta las plantaciones de maíz y algodón en suelo estadounidense. La emancipación posterior fue dolorosa, sangrienta y divisoria de todo un país a raíz de una guerra de liberación y abolición de la esclavitud. Incluso se cobró la vida de un presidente al que todos conocemos por las referencias históricas, llamado Abraham Lincoln, quien fue asesinado en un teatro por uno de los tantos racistas y esclavizadores que siempre han abundado en esta enorme nación.

            Si tomamos en cuenta la anterior reseña, caeremos en la cuenta de que los negros están en los Estados Unidos, no por accidente, sino por la decisión de los desalmados piratas que surcaban los océanos cometiendo sus tropelías y fomentando la esclavitud de estos seres humanos, tan humanos como usted o como quien suscribe este artículo de prensa. De tal manera, los negros nunca inmigraron voluntariamente y mucho menos en oleadas; tampoco llegaron a quitar fuentes de empleo a los norteamericanos, ni a ejercer la delincuencia ni movimientos revolucionarios armados. Es así como, después de la emancipación, la adaptación a la vida normal estadounidense ha sido, en el transcurso del tiempo, difícil… tan difícil, que hasta la fecha no han logrado sentirse totalmente adaptados a esa idiosincrasia.

            La raza negra ha dado a los Estados Unidos los mejores atletas, los mejores artistas musicales y han colaborado a la grandeza de esta nación, sin ninguna mezquindad ni sesgo de odio en sus corazones. Pero los blancos les han pagado mal. Recordamos al velocista Jesse Owens, el mismo de las Olimpiadas de Berlín en 1936, durante el gobierno nazi de Alemania, quien se dejó decir durante su estadía en Berlín: “En los Estados Unidos yo no puedo entrar a ningún hotel por la puerta principal, como lo estoy haciendo ahora en esta ciudad alemana; tampoco puedo viajar en los autobuses ni en los taxis, como sí lo estoy haciendo aquí.” Tampoco se tome a manera de exculpación al régimen de Hitler en lo que atañe al racismo virulento, propio de su naturaleza ideológica; pero las palabras de Owens en aquellos momentos fueron sumamente gráficas para dar a conocer la amarga realidad de los negros en la Unión Americana. Y el final de Jesse fue de lo peor, puesto que tuvo que complacer a los millonarios blancos corriendo en hipódromos de la Cuba pre-castrista, compitiendo con caballos de velocidad  para el deleite de esos potentados que viajaban a Cuba para divertirse a sus anchas y así Owens pudo sobrevivir a su miseria material.            Algo parecido sucedió con el “Bombardero de Detroit”, el boxeador de los pesos completos, Joe Louis, quien, si hubiese sido por la decisión de los hombres blancos de los Estados Unidos, hubiera muerto en el abandono absoluto en uno de los tantos desagües de cualquier ciudad del país. Fue gracias al contrincante de Louis, el alemán Max Schmeling, quien le hacía llegar un significativo cheque mes a mes, al ex boxeador negro, y así pudo llevar una vida digna tras ser abandonado por los blancos estadounidenses, después de haberles dado gloria a todos mediante el boxeo. Y los ejemplos como los anteriores se apilan unos con otros en la larga historia norteamericana y siempre en contra del ciudadano negro, quien es igual al rubio que suele mirarlo con desdén, desconfianza y odio, desde sus lujosos autos.

            La anterior recapitulación que hemos hecho se suma a los actos racistas de los últimos días en Luisiana, Minnesota y Dallas, con el asesinato de dos jóvenes negros a manos de la policía; y de cinco agentes uniformados por la acción de dos francotiradores parapetados en edificios de la última ciudad que hemos citado. Ya los negros están hartos de una persecución que no se disimula el mínimo siquiera; de que no les reconozcan sus valores que tienen como personas, profesionales, artistas y deportistas; de que no se les tomen en cuenta sus hazañas y sus grandes logros internacionales a favor de los Estados Unidos y de los mismos blancos. Y todos sabemos que esos dos francotiradores están enviando un mensaje muy claro a la parte blanca de la sociedad y que dice más o menos así, “estamos hartos de sus atropellos, de sus crímenes de hoy, de ayer y de los que provocarán con toda seguridad mañana. Aquí estamos contestando al fuego de ustedes con nuestro fuego y no estamos dispuestos  a tolerar sus abusos racistas ahora y nunca más.”

 

            El corazón negro y bueno de los Estados Unidos está herido. El racismo está en plena ebullición y el mundo entero observa los hechos, asqueado de tanto odio sin sentido –si es que alguna vez el odio tuvo algún sentido-, y deseoso de que el hombre negro sea respetado, valorado, querido y elevado al sitial que le han negado hasta estos aciagos tiempos que están sobrellevando con sangre y dolor.


La Infinita Paciencia de Guatemala

 

FRONTERA CON BELICE-“Una vez, otra vez y otra también”; esa es la actitud del gobierno beliceño por medio de sus guardias fronterizos en contra de los civiles guatemaltecos. Los disparos se escuchan entre los árboles de la selva, mientras una bandada de pájaros surca el cielo, asustada por las detonaciones de los rifles de los soldados de Belice. Es una imagen repetitiva que hace que las autoridades en Ciudad de Guatemala tengan una oficina especial para que esté atenta a los desmanes de las autoridades del país vecino. Saben que en cualquier momento los beliceños “tirarán de la cuerda que tensará las relaciones bilaterales”, desquebrajadas de por sí, desde hace mucho tiempo atrás.

            Recordemos que el incidente más reciente se dio el 20 de abril de este mismo año, cuando los guardias fronterizos de Belice mataron al menor de 13 años, llamado Julio Alvarado, quien recibió 8 balazos, cuatro de ellos por la espalda. Su hermano de 11 años, y su padre, de 48, resultaron heridos en la desigual refriega. Actualmente, la OEA, por medio de una misión en la zona, investiga todos los pormenores del incidente y determinar después las responsabilidades. Antes de ese vil asesinato a mansalva, murió, también víctima de las balas de las Fuerzas de Defensa de Belice, el 29 de abril del 2014, el guatemalteco Tomás Ramírez, de San Marcos, Poptún, Petén. Sus familiares se han armado de paciencia en la espera de  justicia. El occiso y su hermano Feliciano, estaban en las faenas del campo, limpiando un terreno de su pertenencia para sembrar maíz, siempre dentro de Guatemala. Les dispararon ocho soldados y 13 guardaparques. Tomás murió por las cinco balas que le perforaron los pulmones.

            En resumen, en los últimos 17 años, Belice ha acabado con la existencia de 10 campesinos guatemaltecos, cuyo único “pecado” era ser precisamente guatemaltecos, porque no se trató nunca de una invasión armada, ni una escaramuza, y tampoco narcotraficantes que trataban de cruzar por ese lugar. Eran humildes campesinos que luchaban por sobrevivir con los cultivos y en una región inhóspita, agreste y de clima inclemente.

 

            Lógicamente, las reacciones en toda Guatemala han sido de ira, los ciudadanos no encuentran explicación a la repetida criminalidad beliceña; y la prensa ha llenado páginas de los diarios tratando de hallar también una respuesta justa, que apacigüe los caldeados ánimos. Al final, los guatemaltecos han encontrado una paz pasajera en la paciencia. “Si no nos armamos de paciencia, ya hubiéramos ido a la guerra por lo infames que han sido nuestros vecinos,” dijo un poblador cercano a la frontera. En otra variable de la misma situación, las viudas de esos hombres asesinados han sido engañadas por la OEA, al prometerles resarcimiento. Una mujer aclaró: “Fui a la oficina de la OEA y me dijeron que a los ocho meses me iban a ayudar; ya van dos años y no ha habido nada. Me ha costado mucho mantener a mis hijos (…). Me da cólera lo que hicieron (los beliceños); mi esposo estaba luchando por alimentar a sus niños (cuando lo mataron).” Es posible creer que, si otro pueblo estuviera en el lugar de los guatemaltecos, ya hubiese ido a la guerra con Belice por tanta provocación y daño que ha hecho a los campesinos de la zona. Solo la ancestral y sabia paciencia de los primeros ha cimentado la paz, aunque sea una paz manchada con sangre de inocentes.


Hace 71 Años, el Lado Oscuro del Hombre

 

AMÉRICA CENTRAL-Fue en mayo de 1945 cuando las naciones Aliadas vencieron al Imperio japonés y al Reich alemán, dejando tras de sí un cúmulo de ruinas y traumas en los sobrevivientes, imposibles de superar. Valga la pena poner en relieve que, desde 1976, soy asiduo lector del tema de la Segunda Guerra Mundial y este conocimiento es la única riqueza con la que cuento, a pesar de que es intangible y en América Latina lo tengo que degustar en soledad, pues a muy pocos  les interesa la historia bélica. Retornando al quid del asunto, los hechos del pasado no hay que verlos en función de “lo que fueron”, sino de “lo que enseñan” y “lo que podríamos evitar a posteriori.”

Y las enseñanzas que nos dio la II Guerra Mundial son muchas; por ejemplo, la naturaleza del fascismo, del comunismo, la necesidad de la unión fraternal entre los países, que el mal siempre actúa como una sombra que aparece y desaparece por períodos en el derrotero de la humanidad (hoy en forma de yihadistas asesinos); pero, la principal lección que nos dejó la conflagración sucedida en Europa de 1939 a 1945, fue la develación de las profundidades del alma humana, dio a conocer esa parte oscura de las interioridades del hombre y de las cuales solo se tenían  ligeras nociones hasta antes de  la guerra.

            Hitler fue el gran receptor de todo lo malo que se fraguaba en la Viena de finales del Siglo XIX y principios del XX (él era austríaco). Una Capital de Austria invadida por los profesores e ideólogos racistas, por libros y revistas del mismo corte, que se vendían en los kioscos de la ciudad “por la libre” y la idea siempre pululante del “super-hombre” ario. El futuro Führer (Adolf Hitler), estaba suscrito a la revista “Ostara”, publicada por el racista Jörg Lanz von Liebenfels. En una oportunidad quiso obtener dos números que le hacían falta, y tuvo que viajar hasta el castillo donde vivía el Editor. “Fue cuando vi ondear por primera vez en mi vida, la bandera con la cruz gamada (svástica), en una de las torretas de aquel lugar.” Comentaría años después Hitler a su único amigo, el polaco August Kubicek.

 

            Las gentes leían al Conde francés Gobinau, las teorías de Spencer y Darwin, la filosofía de Nietzsche, de Schopenhauer y escuchaban la música de Richard Wagner, un decidido antisemita, a quien Hitler admiró hasta el día de su suicidio en el bunker de la Cancillería en Berlín. Todos esos hombres, esos filósofos, catedráticos y artistas, influyeron notoria y convincentemente en el joven que después, siendo adulto, desencadenaría la peor guerra que iba a conocer la humanidad. Decíamos anteriormente que la II Guerra Mundial “desnudó” el lado oscuro del hombre, porque, si alguien creía que el ser más inteligente de la Creación era totalmente bueno, se equivocó. Al paso que el conflicto avanzaba, la maldad inherente y auténtica del soldado y del civil, iba saliendo a la superficie, nos iba mostrando lo que yo llamo “el lado oscuro de la Luna”, la faz que nunca nos deja ver.

Dos datos para ejemplarizar: las deportaciones masivas y el exterminio de seres humanos practicado por los nazis; y las cerca de 900 mil alemanas violadas por los Aliados occidentales y rusos, cuando entraron en invasión a Alemania. ¿Hace falta citar más acontecimientos de ese tipo? Nó, definitivamente nó. Tampoco esconderlos, mucho menos negarlos, pues, así como llevamos la bondad en nuestros corazones, también cargamos con esa tenebrosa sombra que comienza a manifestarse con la palabra “odio.” Hace 71 años nos quedó claro hasta dónde podemos llegar cuando la inyectiva es la maldad. Por ello, hay que procurar hacer el bien… el bien siempre, siempre, siempre, sin desfallecer y a quien lo necesite. 


Una Sabia Decisión ante la Guerra

 

CIUDAD DE GUATEMALA Y BELMOPÁN- Entre beliceños y guatemaltecos existe un viejo odio a nivel de gobiernos y fuerzas armadas, que las incidencias que molestan a unos y otros, se dan con cierta frecuencia. Pero, por una u otra razón, nunca llegan a enfrentarse en el campo de batalla, lo cual es un aliciente para ambos pueblos que tendrían que sostener, eventualmente, el costo económico de una guerra bilateral. Al fin y al cabo, en una guerra, antes que la soldadesca, prevalece lo económico para paliar el esfuerzo bélico y quien tenga una precaria economía… está destinado a ser derrotado.

Lo cierto es que Guatemala siempre ha considerado que el territorio de Belice les pertenece; y este último país quiere continuar su camino de manera independiente y soberana. Este es el meollo del conflicto. Sin embargo, como hemos dicho, las escaramuzas se dan con regularidad o los asesinatos de personas inocentes. El último de ellos se ha dado recientemente cuando un joven guatemalteco murió por culpa de los disparos de la policía beliceña en la frontera común. Fue cuando el ministro de Defensa de Guatemala, William Mansilla, ordenó el despliegue de 3 mil soldados en clara advertencia a Belice por su culpabilidad. El menor se llamaba Julio René A.R.,  de 13 años; por su parte, su hermano de 11, y su padre de 48 años, resultaron heridos. “Son medidas disuasorias para evitar estos hechos lamentables.” Manifestó el mismo ministro.

 En caso de enfrentamiento armado, los beliceños hubiesen llevado la peor parte, pues los 3 mil hombres destacados en la zona, por parte de Guatemala, son kaibiles, soldados de élite de Poptún, marines nacionales de Puerto Barrios y personal de la Brigada de Santa Elena, que son las tropas mejor adiestradas de este país. Es por ello que, quizás, el gobierno de Belmopán, en Belice, se anda con “pies de plomo” antes de atacar a los guatemaltecos.

            A pesar de la muerte del joven, el nuevo presidente de Guatemala, Jimmy Morales, ha actuado con seriedad de Estadista y decidió, sabiamente, bajar la tensión con el Primer Ministro beliceño, Dean Barrow. Ambos se encontraron en New York, en la sede de las Naciones Unidas, dialogaron civilizadamente y acordaron manejar el conflicto con toda la caballerosidad de la que son capaces. Un hecho digno de aplaudir. Barrow recomendó a Morales pedir ayuda al gobierno de los Estados Unidos para que hagan los estudios forenses al joven y ayude a la investigación del incidente. En estos momentos, una misión especial de la OEA trabaja esclareciendo el hecho. El gobierno de Belice se ha encerrado en su versión al decir que “la patrulla de sus fuerzas de seguridad, fue atacada (¿?) y solo respondió en defensa propia.” ¿Atacada por dos niños y su padre? Preguntamos nosotros. Hay que ser bastante desfasado para creer tal situación.

En todo caso, ellos se han agarrado a ese argumento y lo defienden a pies juntillas. Pero, a pesar del enojo de los guatemaltecos, la indignación justificada de casi todos sus sectores sociales y políticos, la actitud de su mandatario, Jimmy Morales, nos ha dejado positivamente sorprendidos por su acertada, sabia e inteligente decisión de aminorar la tensión bilateral. Ello ha contribuido a evitar un enfrentamiento armado y ha sido encomiable. El manejo que ha hecho de las circunstancias ha sido una obra de arte política, propia de un hombre experimentado y no de un cómico aventurero entronizado de repente en el poder. Ojalá y nos siga sorprendiendo así este caballero.


Ankara, El Sinaí, Beirut, París y Nigeria


Esos son los sitios geográficos que ha atacado el Daesh (Estado Islámico), en menos de tres meses y que nos han hecho buscar mapas para ubicar con certeza adónde sus “kamikazes” o suicidas, causaron gran cantidad de asesinatos y dolor por doquier. De Turquía a Egipto, de regreso al Líbano, después en el corazón de Europa y posteriormente en la lejana Africa. Ese ha sido el periplo de sangre que estos mal-nacidos dementes han recorrido en los últimos días. Por supuesto que, después de una mala experiencia, se sacan valiosas conclusiones, aunque duela aceptar la terrible realidad; y el resabio que se puede entresacar de todo esto que ha sucedido, lo hemos venido pregonando a los cuatro vientos: hay que atacar al Daesh en sus madrigueras de Irak y Siria –y últimamente en Libia también-, extirparlos de la faz de la Tierra, antes de que ellos sigan degollando a cientos de miles de inocentes, según su macabra práctica. Pero los líderes de Inglaterra, Francia, España, Turquía y los Estados Unidos han hecho caso omiso a las voces altamente preocupadas que les han urgido para que “metan mano” en esas naciones de Oriente Próximo donde se ha gestado y crecido esta serpiente que conocemos con los nombres de Isis, Daesh o Estado Islámico. No quiero referirme a Barack Obama, porque no deseo despotricar más de lo que ya lo he hecho. Solamente repetiré que debe irse del poder y de la política general de los Estados Unidos y que es un fantoche, de los más grandes que ha tenido la Casa Blanca como ocupante. Nada más, porque no quiero amargarme la vida indicando lo fallido, lo insulso, lo irresponsable, lo inmaduro y lo evasivo que ha sido este último mandatario estadounidense.

            Decíamos de la enseñanza que nos han aleccionado los atentados terroristas del Daesh en las naciones que hemos mencionado; y más que una enseñanza… el tiempo es el que nos ha dado la razón. “Solamente un atentado de gran magnitud en Londres, París, Washington, New York o Madrid, podrá azuzar a esos gobiernos para atacar a los terroristas islámicos”, dijimos en varias oportunidades. Aún con las muertes de civiles en Líbano y Ankara, en Turquía, la OTAN no reaccionó, muy a pesar de que los turcos pertenecen a esta organización del Atlántico Norte y los Estados Unidos tienen bases militares en su territorio. Mucho menos hubo reacción militar después de los asesinatos de los libaneses en su Capital. Parece que esas vidas para los aliados occidentales no tienen ningún significado, más aún si las comparamos con las víctimas francesas. En otros términos, un atentado terrorista no es tan impactante en otras Capitales mundiales como sí lo sería en cualquier otra ciudad europea. Así de frívola es la realidad de la geopolítica actual. De tal manera, los franceses decidieron bombardear Raqqa, el feudo del Daesh en Siria, después de que sus civiles fueron exterminados durante el último atentado terrorista en la sala de fiestas Bataclan; antes de ello, a los franceses en El Elíseo, les importaba un comino las crucifixiones, los degollamientos y las quemas de personas vivas por parte de los yihadistas. Tampoco les importó a los canadienses, quienes decidieron retirar a sus dos avioncitos del teatro bélico de Irak. Es decir, antes de Bataclan, lo que ocurría en Siria e Irak no era asunto de europeos y norteamericanos. Ahora sí lo es. Y lo es… porque le “han tocado el nido al águila y les han removido sus polluelos”, han penetrado hasta lo más sagrado de la geografía y la sociedad de esa Europa glacial e indiferente con lo que sucede en otras latitudes del mundo. Por su parte, el líder ruso, gracias a la pericia de la política del presidente de Siria, Bashar al-Assad, quien le pidió ayuda tangible e inmediata al Kremlin, se ha hecho presente en los cielos sirios para bombardear ininterrumpidamente a los sádicos asesinos del Daesh. Además, Vladimir Putin ha venido denunciando la doble moral de muchas naciones europeas y de Oriente Próximo, que se han manifestado públicamente enemigas de los yihadistas y por otro lado hacen negocios con ellos comprándoles el petróleo a bajos precios; un petróleo que usurpan los criminales de los pozos iraquíes y sirios. Y Putin sigue hablando claro, bastante diáfano, mientras sus aviones pulverizan los campamentos de las bestias sanguinarias.

            Llama poderosamente la atención el hecho de que los terroristas no llegan siquiera a 500 mil efectivos, a pesar de la constante inyectiva de europeos que emigran hacia sus filas, y aún así la OTAN se niega a una invasión terrestre tal y como se hizo en Afganistán con los buenos resultados que se dieron al derrotar a los talibanes. En unas dos semanas a lo sumo, una fuerza de infantería u hombres “en tierra”, acabarían relativamente fácil con el Daesh, cuyas principales armas son los fusiles de asalto Kalashnikof, las ametralladoras empotradas en los pick-up que la empresa Toyota les vende en cantidades industriales –y que no ha recibido el castigo debido por ello-; minas terrestres y los famosos suicidas que explotan frente al enemigo. No tienen otras armas, mucho menos ojivas nucleares o químicas, a pesar de que los rusos han encontrado fábricas insipientes donde se empezaban a elaborar esas armas bacteriológicas. Es evidente entonces que la OTAN tiene miedo, pavor, de poner hombres en tierra, algo que aceleraría la derrota de los terroristas y se podría efectuar sin dilación la reconstrucción de Siria e Irak al cabo de la guerra.

De esa manera ha sido la reacción francesa. Antes de los atentados en París, la famosa “coalición” de naciones árabes y occidentales que supuestamente atacaban al Daesh, era una mentira. De hecho, esos ataques se hacían esporádicamente por parte de los Estados Unidos; incluso se sabe certeramente que hubo una pausa durante todo octubre en la que ningún avión estadounidense molestó a las columnas de autos Toyota de los terroristas y mucho menos a las grandes cisternas que transportaban el crudo para venderlo al extranjero. Y los aviones árabes dejaron al Daesh en paz desde principios de septiembre. Así, la mentira se acrecentó desdibujando nuestro optimismo, ya muy precario de todas formas a medida que el conflicto lo iba ganando el grupo terrorista. Rusia, tanto como en la Segunda Guerra Mundial, ha puesto la nota diferente “en este concierto” bélico, con sus ataques verdaderos, intensos y sucesivos contra el Daesh criminal, mientras el ejército de al-Assad avanza reconquistando ciudades y territorios que estaban en poder de los asesinos.

            En conclusión: ¿Será necesario un atentado a gran escala y muy significativo en los Estados Unidos, para que el indolente e incapaz Barack Obama reaccione? Quizás sí. En todo caso, el Daesh ya ha amenazado con ello; lo mismo que al Vaticano; y todos sabemos que lo harán, que atentarán y que, muy posiblemente, ello empuje a las potencias a combatirlo de verdad. El punto de partida es muy duro, el precio es muy alto; pero de otro modo… simplemente seguirán con los brazos cruzados observando las decapitaciones y los demás excesos criminales del yihadismo, como si el problema no fuera con occidente.


La Geopolítica Extraviada de Obama


AMÉRICA CENTRAL-Una inmensa mayoría de los habitantes de este planeta estamos inconformes con el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama; y más que inconformes, estamos disgustados. Su anti-política, sus paños tibios (peligrosísimos) en referencia al Daesh o Estado Islámico, nos han decepcionado a todos alrededor del mundo, a tal extremo que deseamos que termine su gestión presidencial cuanto antes, que los meses corran raudos y se elija al nuevo mandatario estadounidense. Pero Obama tiene que irse del gobierno. Si se pudiera pronto, muy pronto… mejor.

            Es cuando tomamos como ejemplo la reprimenda que le dio la periodista Tomi Lahren al mismo Barack Obama, en su espacio de televisión llamado “One America News Network’s On Point with Tomi Lahren”, al decirle, “las prioridades en su programa, señor Obama, han sido equivocadas: desde el cambio climático y la desigualdad salarial, hasta la lucha contra el racismo blanco y otros. (…) El islamismo radical se está convirtiendo en una norma, dejando de ser una excepción: los moderados de ayer se convierten en los terroristas de hoy.” Le espetó la bella joven y agregó para finalizar, “(…) lo he recibido como la estrategia del fracaso: esta mentalidad de mitad de camino, semi-cocida, andando de puntillas, la de no ofender a yihadistas, está impulsada por esta Administración,” señaló en referencia al gobierno liderado por Obama.

            Y es que, en otros tiempos, los presidentes de los Estados Unidos, cuando secuestraban, asesinaban o atentaban contra ciudadanos o bienes del país, actuaban en consecuencia; pero en el caso de Obama, a pesar de que los terroristas del Daesh o ISSIS decapitaron al periodista James Foley, la respuesta fue pusilánime, extraña y reñida con el ser histórico y natural del estadounidense. La imagen de la gran potencia mundial de frente a la opinión pública global, luce débil, “sin cabeza”, como si hubiese sido decapitada también moralmente por los terroristas del Daesh; impresiona saber que en la Casa Blanca no hay un presidente capaz de hacer respetar a su país por asesinos más débiles, mucho más inseguros de lo que presuponen ser. Es por eso que la humanidad, en cantidades superlativas, deseamos que se produzca ese cambio de gobernante en Washington y ojalá tenga un carisma parecido al de Ronald Reagan, a quien le correspondió también levantar la honra, el honor y el valor moral de los Estados Unidos en su momento, después de la guasa llamada Jimmy Carter.

            Solamente para formarnos una idea, los reportes que nos han llegado desde Siria advierten que las fuerzas estadounidenses y sus más de 60 aliados (¿?), que no sabemos dónde están ni qué están haciendo en contra del Daesh, no han lanzado un ataque contra los terroristas corta-cabezas desde principios de este octubre que acaba de finalizar. Eso preocupa… y preocupa grandemente, porque estamos hablando de la seguridad de la humanidad entera, incluso de los ciudadanos norteamericanos en su propio territorio. Notemos sino que los “lobos solitarios” ya han actuado en los Estados Unidos siguiendo las órdenes del Daesh desde Siria y la respuesta de Obama ha sido tan endeble como la peor.  Y si tuviéramos que mencionar la influencia china en América Latina, el apuntalamiento de las dictaduras de Ortega en Nicaragua y de los hermanos Castro en Cuba, los desmanes de la tiranía de Maduro en Venezuela, la perpetuidad en el poder de Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia, nuestra decepción se acrecienta ante una política de Washington que más bien es una anti-política. Es por ello que no nos cansamos de decir que anhelamos que corra veloz el tiempo y haya presidente nuevo en la Casa Blanca, antes de que este “al revés” se torne más insoportable todavía.


Los Aviones de Papel de Obama


DAMASCO, Siria-Tres aspectos relevantes apenas iniciamos nuestro artículo: desde que Barack Obama, el presidente de los Estados Unidos amante de los selfies en su oficina, ordenó los supuestos ataques aéreos contra el Daesh, los terroristas ultra-asesinos, éstos han crecido en número y en poder, dueños incluso de los famosos misiles tierra-aire Stinger de fabricación estadounidense. Segundo tema, el gobierno de Canadá acaba de avisar a la coalición de naciones que supuestamente lucha contra el criminal Daesh, que se retira y se lleva sus aviones caza que, dicho sea de paso, nunca vimos en acción ni supimos dónde estaban emplazados ni cuáles eran sus objetivos precisos. Y por último, el hecho de que Obama haya amenazado al presidente de Irak de retirarle toda “ayuda” (¿?), si le solicita a Putin que intervenga en suelo iraquí contra el Daesh, aclara aún más la duda que tenemos acerca de dónde están los sentimientos

del primer presidente negro de los Estados Unidos. Se deduce entonces que, si no permite que los rusos ataquen con su habitual y evidente eficacia al Daesh criminal en Irak, es porque no quiere que los terroristas sean barridos literalmente como lo está haciendo la aviación rusa en Siria en estos momentos. La pregunta obligada es, ¿Es que Obama patrocina, alimenta y apertrecha al Daesh, que se opone a su destrucción? Parece que así es y cada vez la situación está más clara aún.

            ¿Pero qué interés tiene el mandatario norteamericano por la existencia del terrorismo islamita, a tal extremo que ha permitido que decapite a periodistas occidentales y específicamente a estadounidenses? La respuesta parece fácil: Obama quiere el caos total en Siria, que esa “espina en la pata del león” que significa ser Bashar al-Assad, sea asesinado igual a Gaddafy en Libia, y con ello desaparezca la influencia rusa en Oriente Próximo. Con al-Assad, la llamada eufemísticamente “primavera árabe”, cuando las dictaduras de la región se fueron precipitando una tras otra como las piezas de dominó, se detuvieron en su caída a raíz de la fortaleza del gobernante sirio y del apoyo político-militar que Rusia le ha dado desde siempre. Eso volcó los planes de los Estados Unidos por dominar absolutamente al área. Y es que en ninguna mente más o menos pensante cabe la idea de que una coalición de más de 60 naciones equipadas con lo último de la tecnología bélica y liderada por la supuesta mayor potencia del planeta, no puede destruir ni un 10 por ciento de la infraestructura del Daesh. Eran evidentes las caravanas de terroristas en sus pick-up Toyota, cada vez más nuevos –algo que la empresa automovilística japonesa no ha explicado cómo se debe-, desplazándose por las carreteras asfaltadas de Siria e Irak con total confianza de que no serían molestadas por los aviones de la numerosísima coalición… una coalición de inútiles o existente solamente en teoría, en las noticias que los medios de prensa occidentales se han encargado de difundir sin pasión ni interés alguno.

            Los dos países árabes son ampliamente desérticos, grandes llanuras que han empujado a los terroristas a ocultar sus pertrechos en túneles que han construido bajo las rocas y la tierra; aún así, en territorios sin bosques que sirvieran de camuflaje, el Daesh o Estado Islámico iba creciendo en poderío, adueñándose de los pozos petroleros y decapitando y quemando a personas vivas con total impunidad y a vista y paciencia de la indiferencia criminal de Barack Obama y de los líderes de Francia e Inglaterra que también, retóricamente, han repetido que iban a comenzar a atacar al Daesh. ¿Pero no era que ya lo venían haciendo o era parte de sus mentiras diarias?

            Por otro lado, la multimillonaria Arabia Saudita y sus Emiratos no han ofrecido ni un Euro siquiera para ayudar a sus hermanos de fe y sangre, en su huída de los territorios en conflicto. Los saudíes no han abierto ni un resquicio de sus fronteras para recibir a los inmigrantes, quienes tienen que caminar hasta una racista y difícil Europa, con el fin de sobrevivir. Y Turquía, sabiendo que los kurdos son la única fuerza capaz de derrotar al Daesh sobre el terreno, los comenzó a bombardear y a los terroristas de ISIS los ha dejado en paz, incluso después de los atentados en Ankara en los que murieron decenas de turcos civiles e inocentes. Toda esta desgracia, todo este engaño de gobiernos de países traidores a la naturaleza misma del ser humano, decepciona, enfurece y nos impulsa a apresurar la salida de un fanfarrón y mentiroso del poder, en el caso de Obama, un individuo que luce totalmente relajado, desinteresado por ayudar a las personas en problemas en el caso de los sirios, afganos e iraquíes.

Es oportuno aquí, en este punto, recordar la monumental mentira de Obama al pueblo norteamericano de que iba a retirar todos los soldados de Afganistán, palabras que le valieron incluso el Premio Nobel de la Paz –en todo caso ese premio se lo conceden a cualquiera que simplemente haga uso de la palabra “paz” y no se necesita gran cosa para obtenerlo, según hemos visto a lo largo de los años-; pero no lo hizo, no sacó a los militares de ese país. Después de que aviones estadounidenses atacaran y asesinaran flagrantemente a médicos, enfermeros y pacientes de un hospital en Kunduz, Afganistán, sabiendo previamente que ahí no se refugiaban talibanes, la opinión pública mundial y en especial la norteamericana, nos percatamos de que los gringos aún estaban en esa nación y por miles. Luego Obama no tuvo más remedio que decir que se quedarán ahí más de 5 mil efectivos hasta tal año. Lo triste y preocupante de esta historia es que la OTAN, la alianza de países europeos que siguen a los Estados Unidos, tiene que “bailar” con esa falsa política, barata, de mentiras infantiles y por lo tanto mal dichas, mal estructuradas y fácilmente descubribles. Los europeos se ven arrastrados por esa corriente irresponsable que la Casa Blanca y el Pentágono hace correr por los gobiernos de la Unión Europea.

            Dichosamente el Daesh está siendo barrido por los rusos, sirios, kurdos, iraníes y las milicias de Hezbollah, en Siria. Los milicianos supra-criminales huyen de los bombardeos como lo cobardes que son. Los antiguos soldados de Saddam  Hussein ya habían demostrado esa cobardía en la Guerra del Golfo arrodillándose ante las tropas occidentales; hoy hacen lo mismo ante los rusos. Se rapan sus feas y hediondas barbas, se disfrazan con los burkas de las mujeres y buscan la frontera con Turquía. Extraño que sea hacia Turquía y no hacia otro país. Sus pick-up armados con frágiles cañones de alcance medio, quedan abandonados y se mezclan entre las multitudes de sirios civiles para confundirse entre ellos. Las caravanas de autos de la marca Toyota, la empresa que le ha estado facilitando esos automóviles a bajos precios, ya no se ven por el desierto sirio y lo mejor… se están decapitando entre ellos, acusándose de desertores. Todo eso y más gracias al embate de la aviación rusa que se ha tomado el problema con toda la seriedad que amerita; mientras el irresponsable e incapaz Obama sigue con sus sonrisas histriónicas y sus jueguitos en familia en la Casa Blanca. Pero lo peor para la humanidad actual sería que llegara a la presidencia la Hillary Clinton “Lewinski”, que sería algo así como seguir atascados en el fétido pantano de los demócratas estadounidenses. Finalmente… estamos a la espera que el ejército chino entre en combate en Siria, para que le den el golpe de gracia a los satánicos asesinos del Daeshy se limpie de toda esa basura al mundo moderno.


Le Creo Más a los Israelíes

 

ORIENTE PRÓXIMO-Desgraciadamente Israel no puede involucrarse de lleno en la guerra contra los ultra-asesinos del Estado Islámico (EI), pues ya hubiesen acabado con ellos en un abrir y cerrar de ojos. Y no pueden entrar decididamente, porque la coalición de países árabes se volcaría en contra de Tel-Aviv y la situación podría degenerar en una guerra de funestas consecuencias, mientras los terroristas del ISIS aprovecharían para fortalecer sus líneas y apertrecharse más.

            Por otra parte, cada vez que leemos en los diarios internacionales que Putin quiere unir al mundo árabe y que Rusia encabece una coalición de verdad contra el yihadismo; y que Turquía ha entrado en la guerra contra el EI; y que los motociclistas alemanes y holandeses han viajado hasta Siria para luchar contra los ultra-asesinos; y que el gobierno de Irán ha enviado a su mejor General con 25 mil soldados de élite para las mismas tareas, no podemos contener la alegría y la esperanza de que, finalmente, los terroristas serán exterminados para siempre. Pero nó, continúan igual en las ciudades que tomaron en Siria e Irak; incluso han llegado a Libia y atacan en Túnez, en la misma Arabia Saudita y en Omán. ¿Qué sucede en realidad? No es entendible ¿Qué hay detrás de toda esta fanfarria? Y no podemos creer a los Estados Unidos ni a sus socios de la OTAN con sus bombardeos contra el Estado Islámico, después de que sacaron a Gaddafy sin mucho esfuerzo de su dictadura en Libia. Y nos quedamos sin respuestas cuando recordamos que esa misma coalición de naciones derrotó a un ejército verdadero como el nazi, en la primea mitad de la década de los años 40. ¿A qué juega el Pentágono y Bruselas? ¿Cuál es la verdad que manejan los países árabes con respecto al ISIS? ¿Por qué permiten que sigan decapitando e incendiando a inocentes; violando mujeres y asesinando niños, en una cantidad que suma ahora mismo más de 4 mil personas?

            Los terroristas ultra-asesinos no llegan siquiera a los 80 mil individuos psicópatas, por más que se le unen europeos dementes, con fuertes problemas emocionales y de drogadicción; no tienen artillería pesada, ni misiles, ni barcos, ni aviones de combate, ni gran cantidad de tanques; tampoco son más poderosos que los ejércitos de Jordania, Arabia, Irak, etc. ¿Por qué no los pueden derrotar? Incluso las tácticas bélicas que utilizan estos asesinos no son las de una guerra convencional, ni las que establecen los estrategas profesionales. Son un grupo de fanáticos sedientos de sangre, quienes han amilanado, llenado de miedo, a los aliados occidentales y del Oriente Próximo, evitando que se les acerquen y les derroten. Y lo que es menos comprensible radica en que el ISIS está compuesto mayoritariamente por los mismos soldados de Saddam Hussein, los mismos cobardes que perdieron la guerra en Kuwait y se arrodillaban pidiendo clemencia a los militares estadounidenses  y europeos. ¿Por qué en aquella oportunidad fueron literalmente barridos del campo de batalla y hoy no se puede contra ellos? Algo similar ocurre en el Africa negra en la que los ultra-asesinos del Boko Haram, una filial del ISIS, no pueden ser vencidos por una coalición de cinco naciones. Las preguntas se suceden unas detrás de otra. No son poderosos, no obedecen a verdaderas tácticas bélicas, no son siquiera inteligentes, son dementes armados con armas ligeras y aún así, hacen lo que les viene en gana contra la humanidad en la región de la Mesopotamia.

            Y decíamos al principio de este comentario que los israelíes, curtidos en los derroteros de la guerra, podrían acabar con los ultra-asesinos del ISIS con pasmosa facilidad, porque sabemos la capacidad que los judíos tienen, también conocemos la fortaleza y la valentía de su ejército que, hasta la fecha, no ha perdido una sola guerra en Oriente Próximo. Pero no puede inmiscuirse. Sería disparar a los musulmanes en contra del Estado israelí y ello no es lo que se pretende al fin de cuentas. Hace pocos días leímos en la prensa internacional que un ex ministro judío manifestó que a los terroristas el ejército de Israel los puede vencer en dos días; y le creemos. Más aún cuando es una fuerza armada entrenada y capacitada para estas lides anti-terroristas. La destreza y el profesionalismo de los soldados israelíes no se ponen siquiera en discusión. Ya han demostrado con creces la madera de la cual están hechos. Es por eso que los ultra-criminales del Estado Islámico no se atreven a atacar a Israel ni asesinar a ciudadanos y periodistas judíos; quieren evitar a toda costa que Judea entre en la guerra contra ellos.

            Y mientras esto sucede, en los Estados Unidos la panorámica política se pone a favor de la demócrata Hillary Clinton, amante de las directrices marcadas por Barack Obama, de hacer una guerra “light”, desde el aire nada más, sin enviar a la infantería, contra el EI. Ello llena de satisfacción al ISIS, porque una eventual victoria de los demócratas en las urnas de votación, blandengues desde siempre en la historia y la actualidad, evitaría que los republicanos lleven la guerra total a Siria, Libia e Irak.

            En este desencanto que nos conceden los occidentales y musulmanes, aparece la luz del pueblo y milicias kurdas que apalean literalmente a los ultra-asesinos. Son los únicos que no simulan en la confrontación; y todavía no estamos seguros si esa actitud le satisface a los Estados Unidos, a la OTAN y a Ryad, que parece no gustarles que los terroristas sean aniquilados como lo hacen los kurdos.

            Esta guerra es muy extraña, más aún cuando las cartas no son puestas sobre la mesa, cuando parece que se oculta algo muy serio al mundo civilizado en referencia a la derrota de los yihadistas demenciales. ¿Cuál objetivo persiguen las “potencias” para no aniquilarlos; cuál es el objeto de la existencia de esos asesinos; porqué a los nazís sí y a estos sanguinarios del ISIS, nó? Son preguntas sin respuestas que solamente el negligente e incapaz Obama y sus socios europeos podrán responder y que, con toda seguridad, no lo harán para no decepcionar a los pueblos humanizados del mundo. No obstante, la solución está en Judea. Una vez que los israelíes entren en el conflicto, se acabará el Estado Islámico; y lo sabemos y afirmamos con todo el conocimiento de causa. Dios quiera que así ocurra, por el bien de los pueblos del Oriente Próximo.

 



¡Hey Abdel… Eres Hombre Muerto!


La verdad es que no esperé que la justicia Divina actuara tan rápido, pues siempre me he apegado a aquel aforismo bíblico de que “los molinos de Dios muelen lento; pero muy fino.” Es  por eso que nunca creí que el caos personal del ex yihadista y asesino corta-cabezas, Abdel Bary, el rapero que nació en Londres de padres musulmanes y que emigró a Siria para combatir al lado del Estado Islámico, le llegara tan pronto. Ha desertado de ISIS y está oculto en alguna parte de Turquía. Es por ello que le digo los cuatro vientos, ¡Abdel eres hombre muerto y bien muerto!

            Los servicios de inteligencia británicos, que fueron los que difundieron la noticia al periódico Daily Telegraph, de que andaban tras su captura, efectivamente están en tierras turcas tras las pistas de dicho asesino.

            No hace mucho apareció en aquel video difundido por los mismos terroristas donde el rapero cortaba la cabeza del periodista estadounidense James Foley y que hizo que Barack Obama anunciara los bombardeos aéreos contra ISIS, una decisión tan errática de parte del mandatario norteamericano que ha permitido que los terroristas de Estado Islámico (EI), en lugar de decrecer en número, esté aumentando, se haya expandido por Libia y esté derrotando a los ejércitos de Siria e Irak con pasmosa facilidad.

            Como buen seudo-artista que se dice ser, Abdel no se resistió al encanto de la fama que dan las cámaras de filmación y fotográficas, para posar detrás de Foley con cuchillo en mano y amenazando al Pentágono y a Obama en particular. Su voz de fuerte acento inglés, fue el rasgo que lo descubrió a los ojos de Scotland Yard. Luego vendría lo previsible; es decir, la deserción de este equivocado musulmán al unirse al EI: simplemente no hay alma y mente humana que se habitúe a degollar a tantas personas a lo largo de un mes, un trimestre o un año, como lo tienen que hacer los europeos traumados que emigran hacia Oriente Próximo para unirse a los terroristas. Según datos fidedignos de la inteligencia británica, en lo que transcurre del mes de julio, han desertado más de 50 jóvenes de Europa de las filas del Estado Islámico, contando por supuesto a nuestro personaje. Todos ellos quieren regresar a sus casas de donde partieron un día más dementes que nunca; pero serán recibidos por la policía y los tribunales de justicia, para meterlos en prisión, sino son alcanzados primero por el largo brazo de ISIS y asesinarlos por haber abandonado sus hordas. Un detalle característico de los terroristas de asesinar a quienes desertan.

            Y Abdel Bary (o Mohamed Emwazi, según se “rebautizó” al llegar a Siria), le esperan ambas circunstancias: ser asesinado por sus mismos ex compañeros de ISIS o ser atrapado por Scotland Yard, deportado hacia los Estados Unidos para que pague con la pena de muerte o cadena perpetua, por haber degollado al periodista James Foley. Por ello le repito, ¡Abdel, eres hombre muerto! Adicional a ello, si la policía turca decide colaborar con los ingleses en su captura, serán tres fuerzas que le estarán buscando.

            En toda esta macabra historia del Estado Islámico, se nota la impericia de estos terroristas, quienes ordenan  a los europeos que se les han sumado, a conducir coches-bomba, se suiciden contra los enemigos, cortar cabezas a diario, quemar a personas vivas o ahogarlas en jaulas en ríos cercanos. La impericia se fundamenta en que los muchachos llegados de Europa no van convencidos al suicidio y quienes quedan vivos, al ver aquellas muertes sin sentido, se desencantan y desertan casi de inmediato. Con tanto asesinato con sus propias manos de prisioneros inocentes, mujeres, soldados, niños y ancianos, en las tierras conquistadas por el EI, los yihadistas se trauman severamente y llega el momento en que sus sonrisas sádicas al ver a sus víctimas degolladas, se transforman en miradas de horror, pues eso no está intrísecamente en sus códigos de vida ni de respeto a la vida ajena.

            Ciertamente se trata de jóvenes drogadictos, enfermos emocionales y marginados socialmente en los países europeos; pero esos estados patológicos no les convencen para que cometan tantos asesinatos sin razón alguna. Y es que ISIS no va a ninguna parte, no va salir de los desiertos de Africa del Norte ni de Siria e Irak; más aún si se da el cambio que todos esperamos en el gobierno de Washington y gana las elecciones el Partido Republicano y, certeramente, envíe tropas de infantería a la caza de  los terroristas, que es lo que está haciendo falta para aniquilar por completo a los asesinos. Además, en cuanto intenten cruzar el Mediterráneo Sur, caerán abatidos por los ejércitos de la OTAN que no les permitirán poner un solo pie en el Viejo Continente. Es posible que el rapero Abdel Bary haya meditado todo esto y haya concluido que él tampoco iba a ninguna parte con el Estado Islámico.

            Y le volvemos a decir, ¡Abdel, eres hombre muerto! Cercado por la inteligencia británica y los yihadistas asesinos que quieren acabar contigo en un evidente caso de “muerte por muerte”, al asesino con sus propias armas y su mismo quehacer. No nos imaginamos otra imagen del rapero sosteniendo en sus manos su propia cabeza degollada por los terroristas que fueron sus amigos. ¡Eres una cucaracha muerta Abdel! Y no nos complace saber que tu muerte no será tan dolorosa como la que le propinaste a Foley y a una docena más de inocentes en Siria. Debe estar parapetado en estos momentos en una govacha sucia y maloliente de algún barrio bajo de Estambul o Ankara, orando a su dios criminal para que no lo encuentren quienes le buscan. Sus días están contados, ¡Eres una rata más que pronto estará muerta! Y esa noticia me hará inmensamente dichoso, igual a los militares estadounidenses del Pentágono y a los sufrientes familiares de Foley quienes han clamado por justicia desde que este rapero asesino cortó la cabeza del reportero ante las cámaras de ISIS.

            Es una lástima que yo no vaya a estar personalmente cuando caiga abatido por los cuchillos yihadistas o las balas inglesas, para escupir gozoso sobre su inmundo cadáver. ¡Eres una cucaracha muerta por más que quieras evadirte entre los resquicios de tu casucha vieja en Turquía! Eso te lo aseguro Abdel.



La Dictadura sobre las Ruinas de la Guerra


Siempre me ha llamado la atención todos los dictadores que han caído en plenitud de su mandato y se han aferrado fuertemente a sus sillas dictatoriales, como no creyendo lo que les ha pasado. La historia está  llena de esos ejemplos. En épocas modernas, desde Benito Mussolini hasta Muammar el-Gaddafi. Mayoritariamente los que se dicen ser entendidos en la materia, le llaman “el erotismo del poder”; es posible que así sea; pero que es una atracción demencial lo es, puesto que resisten solitarios, abandonados por todos, hasta que caen prisioneros y sufren espantosas muertes. Seguimos recordando en este renglón a Saddam Hussein y al mismo Gaddafi hace pocas fechas en Libia.

            El próximo de ellos parece que será Bashar al-Assad, dictador de Siria; o mejor dicho, dictador únicamente de su palacio y de su vida familiar; pues Siria a manera de país soberano ya no existe, pues está sumido en una terrible guerra y tomado por la mitad por el asesino Estado Islámico. Al-Assad está parapetado únicamente en su palacio de gobierno, exponiendo, de paso, a su familia, a la que debería salvar si él no quiere mantenerse vivo, según nos dejan ver sus demenciales actitudes. Esta situación, ante los ojos del mundo, es penosa, muy penosa. Assad se mantenía con un poco de esperanza debido a la ayuda iraní en el plano militar; pero se ha ido cortando en las últimas fechas, debido al pacto que el gobierno de Teherán ha firmado con los Estados Unidos.

            Y es aquí donde Obama ha metido nuevamente la pata hasta el fondo. Con toda seguridad ha obligado a los iraníes a abandonar a Siria, como parte de los acuerdos antinucleares que firmó con Irán. Y al obligar a ello, la Casa Blanca ha permitido que el Estado Islámico, los rebeldes sirios, hoy unidos a al-Qaeda, pronto derroquen y maten a al-Assad, según el derrotero del conflicto en este país. Pero lo peor no sería la muerte el dictador, sino la caída de toda Siria en manos de los yihadistas fanáticos y asesinos. Entonces, el primer objetivo del Estado Islámico en su conquista del Oriente Próximo y el sur de Europa, será alcanzado  mediante la victoria en esta nación. Nuevamente los Estados Unidos cambiando la fisonomía del mundo en detrimento de la humanidad entera. Recordemos que el advenimiento de Hitler fue culpa de los aliados liderados  por los Estados Unidos;  más cercana aún en el tiempo, la fundación de la República Islámica de Irán por parte del Ayatolláh Komeini; el caos que sufren Irak, Afganistán  y Libia, también son culpa de los norteamericanos y sus aliados británicos, que expulsan a los dictadores y dejan a esos países sumidos en el peor de los caos. Aquí es donde nos damos la mano la líder francesa, Marine Le-Pen y yo, pues coincidimos en esa apreciación a plenitud. Y nos damos la mano derecha, por cierto.

En conclusión, era mejor la dictadura de Gaddafi a lo que nos muestra Libia hoy día, otra nación cercana a caer en las garras sangrientas del Estado Islámico.

            ¿Qué debería hacer Bashar al-Assad? Y lo debió haber hecho desde que comenzaron las revueltas de los rebeldes en contra de su gobierno… marcharse a un exilio dorado, como debieron haber resuelto también Gaddafi y Hussein, amparados por sus millones de petrodólares. En el caso del dictador sirio, no sé a qué demonios juega su esposa en este libreto, pues debería persuadirle de salvar su vida a favor de los tres niños que tienen en común. Sería traumático para esos pequeños ver la forma como los yihadistas le cortan la cabeza a su padre, lo cual es inminente que suceda si no toma cuanto antes un avión hacia Rusia u otra nación amiga, para comenzar su tranquilo exilio. El final de este individuo no es posible imaginarlo de otra manera y lo peor radica en que arrastrará a toda su familia y ayudantes cercanos a esa carnicería que el Estado Islámico hará con ellos.

            Las últimas informaciones que nos han llegado desde Siria, dicen que los rebeldes se han unido con la facción de al-Qaeda en ese país, que, al conquistar un territorio, se lo ceden de inmediato al Estado Islámico. En otras palabras, los independentistas sirios se han unido al diablo configurado en los seguidores de Osama bin-Laden. Han tomado la ciudad de Jisr el Shugur, uno de los últimos bastiones del régimen en la provincia de Idlib. Es evidente entonces que al-Assad ya no gobierna, ya no dicta en nada, ni sobre nada; ya no tiene país. Solamente le siguen algunos soldados que se niegan a ver la inminente derrota y la posible decapitación de ellos por parte de los yihadistas del EI.

            Los siguientes objetivos militares, según se desprende de las declaraciones de los líderes rebeldes, serán Latakia, en la costa occidental, considerado el feudo de la familia Assad; posteriormente se desplazarán hasta Alepo, la segunda ciudad en importancia de Siria, después de la Capital, Damasco. Assad lo que atina hacer en estos últimos “retorcijones” del régimen, es cambiar de posiciones a su ejército; es decir, lo desplaza de una zona donde han sido derrotados, hacia otra donde el peligro es mayor. Sin duda, salen derrotados de ahí también. Es cuando volvemos a preguntar, ¿Y los Estados Unidos, Inglaterra y la OTAN, qué hacen? No se escuchan siquiera, no se refieren al asunto, no les  importa, mientras que a Israel la situación no le es indiferente, pues en el muy posible caso de que Siria caiga en manos del Estado Islámico, tendrá a un enemigo más fuerte y más peligroso que la guerrilla de Hezbolá. Entonces, el desatino de los aliados habrá sido completo al entregarle gran parte de la región a las garras del demonio.

            Por lo pronto Sr. al-Assad, tome un avión, un lujoso avión personal, y salve a su familia, deje en libertad de  acción, de desertar o huir, a su pobre ejército y salve a sus leales del palacio. Después, si usted quiere, regrese solo y muera como el demente que parece ser. Este es nuestro sabio consejo. Otro camino, sería tan criminal como las miles de víctimas inocentes que han muerto en esta endiablada guerra.



La Panorámica en Oriente Próximo


Tratemos de “desenredar” el conflicto con sus múltiples tentáculos en esta región del mundo. Una vez hecho lo anterior, tratemos de entender lo que está sucediendo.

            Ante el abandono de Irak por las tropas de los Estados Unidos, el Estado Islámico (EI), se apoderó de la ciudad de Mosul, el arsenal de Irak, y se armó hasta “los dientes”; y ante la guerra civil en Siria, los yihadistas aprovecharon y se hicieron dueños de la mitad de esta nación y de la otra mitad de Irak. Fue cuando su líder, Abubakar al Bagdadi, difundió que sus propósitos eran convertir a todo el Oriente Próximo, el Levante y el Norte de Africa, en un califato; luego… el dominio mundial. Los portaviones de los Estados Unidos anclaron cerca del Canal de Suez y comenzaron los ataques desde esos buques y la aviación contra el EI.

            Arabia, junto a otras naciones y Emiratos del Golfo Pérsico, se unieron a la aviación de la OTAN y comenzaron los bombardeos contra los asesinos del Estado Islámico, cuya pasión criminal ha sido decapitar a personas inocentes o quemarlos vivos en jaulas, según hemos visto aterrorizados. La táctica de estos criminales se resume en sus actos de terror contra personas y pueblos indefensos en Irak y Siria; pero ante los bombardeos y ejércitos regulares, se rinden cobardemente o huyen. También utilizan las redes sociales y sitios de videos, para difundir su propaganda fílmica y revistas digitales hechas por un portugués y un alemán, quienes se han unido demencialmente al EI.

            Por otra parte, el gobierno dictatorial  de Bashar al-Assad, en Siria, se mantiene en el poder gracias a la lealtad de las tropas oficialistas que, aunque no ganan la guerra, comenten diariamente actos de genocidio contra la población civil, cuyos muertos se cuentan cercanos al medio millón y otro millón de desplazados y refugiados en el Líbano, principalmente.

            El Estado Islámico se fortalece con la venta clandestina de petróleo que extrae de los pozos iraquíes que controla desde que el ejército de ese país huyó y dejó desprotegido el norte de Irak. También, los asesinos del EI reciben donaciones misteriosas de gentes con dinero que simpatizan con “su causa – sin causa” y les depositan en cuentas bancarias no detectadas en los Bancos, sumas extraordinarias para que continúen con sus actos de barbarie. La muerte del piloto jordano, Muaz al-Kasasbeh, quemado vivo en una jaula y filmado para difundirlo al planeta entero, hizo que Jordania hiciera raids sobre Irak y bombardeara posiciones de los yihadistas del EI, acabando con varios de sus terroristas.

            En Egipto, Túnez, Libia, Argelia y Marruecos, en el norte de Africa, hay células del Estado Islámico que actúan siguiendo órdenes de al Bagdadi –el autonombrado califa y ex soldado de Saddam Hussein-; y han hecho atentados principalmente en Túnez donde mataron a varios turistas que yacían en ese momento en ese país. Libia, una vez depuesto su dictador Muammar el-Gaddafi, se ha convertido en un territorio de caos, donde la guerrilla antigubernamental y los terroristas del EI intentan tomar el poder. Las naciones del sur de Europa se han mostrado preocupadas, pues los islamitas han llegado muy cerca de sus fronteras, separados únicamente por el Mediterráneo. Es evidente entonces que el Estado Islámico no cuenta con naciones amigas, que, por el contrario, luchan para aniquilar a estos criminales. La República Islámica de Irán, no aliada con ningún otro país, bombardea asiduamente al EI y ha enviado a uno de sus más brillantes generales, Qasem Soleimani, para entrenar a las tropas iraquíes contra los yihadistas. Al Bagdadi ha puesto precio a su cabeza y ha recibido como respuesta un contraataque del los iraquíes, quienes han recuperado la ciudad de Tikrit.

            El papel de los kurdos, un pueblo valiente que lucha por lograr la conformación de su patria, el Kurdistán, por medio de tropas compuestas por mujeres y los valerosos peshmergas (soldados debidamente entrenados), ha dado palizas proverbiales a los yihadistas en batallas consecutivas. Turquía, a pesar de ser aliada de la OTAN, ha puesto sus blindados en la frontera con Siria, pero se ha mantenido de “brazos cruzados” en la espera de que el Estado Islámico acabe con los kurdos, quienes reclaman una gran porción del territorio turco para crear su Estado nacional. Los turcos no han acatado las órdenes del alto mando de la OTAN y se han negado atacar a los asesinos del Estado Islámico. Aún sin su ayuda, los peshmergas han propinado a los criminales soberanas palizas según hemos descrito anteriormente.

            El presidente de los Estados Unidos se ha negado enviar tropas de infantería; pues no desea verse envuelto en otra guerra terrestre en Oriente Próximo; aunque sí ha enviado asesores para entrenar a los kurdos y a los iraquíes; paralelamente la diplomacia estadounidense ha sido profusa, intensa…

            La decapitación de egipcios cristianos coptos por parte de los asesinos del EI, hizo que la aviación egipcia bombardeara también a esta chusma enloquecida, para vengar la muerte de sus ciudadanos. El gobierno de El Cairo ha solicitado a la ONU que legalice su entrada en la guerra para eso precisamente… para que tengan legitimidad sus ataques. Más abajo, al sur, en la frontera y territorio de Nigeria, el grupo terrorista islámico Boko Haram, ha jurado fidelidad al califa al Bagdadi y sostiene batallas sangrientas contra las fuerzas conjuntas de Nigeria, Chad y Mali, que se han apuntado importantes victorias.

            En los últimos días –regresando a la Península Arábiga-, la Liga Arabe que engloba a las principales naciones del Golfo Pérsico, decidió unirse para acabar contra los insurgentes chiítas, apoyados por Irán, y que quieren apoderarse del Estado más pobre de la región, cual es Yemen, cuyo presidente fue depuesto por estos alzados en armas. Irán, cuya posición, según hemos visto, frente al Estado Islámico, es la misma de la Liga Árabe; es decir, combatirlos hasta acabarlos, se enfrenta paradójicamente en territorio yemení contra los  árabes del Golfo Pérsico. El gobierno de Teherán ha advertido a la Liga Árabe que es muy peligrosa la intervención militar de ellos en Yemén, contra los chiíes Huthi. De tal manera, lo que observamos en el Oriente Próximo es un rompecabezas bélico, cuyas piezas están diseminadas y combatiendo multilateralmente unas contra otras.

            Mientras tanto, los terroristas de al-Qaeda han aminorado sus acciones, ensombrecidos un poco por la actividad del Estado Islámico, con el que rompió al no estar de acuerdo con las decapitaciones y quema de personas vivas. No obstante, los seguidores de Osama bin-Laden acabaron con gran parte del personal de la revista francesa Charlie Hebdo, en el corazón de París, por su línea blasfema contra el poeta Mahoma. La presencia de al Qaeda en Yemen, es más que notoria, dominando amplias zonas de ese país.

            ¿Y qué sucede con Israel? ¿Por qué se mantiene alejado de la guerra? Los judíos hacen escaramuzas contra el brazo armado de Hezbolá en el Líbano principalmente; pero no se mete de lleno en el conflicto contra el Estado Islámico y es muy seguro que no lo hace porque está siguiendo directrices de Washington, pues una intervención israelí podría desunir a las naciones árabes que luchan contra el Estado Islámico, precisamente por las diferencias que estos países musulmanes tienen con Tel Aviv. Sin embargo, en el caso de que los yihadistas llegasen a las alturas del Golán, los judíos actuarían con su ejército en defensa propia y a no dudar, la calidad y capacidad de las fuerzas de Israel acabarían con relativa facilidad con los grupos terroristas del EI. Los judíos están “curtidos” en el dominio de las dunas del desierto y en las guerras contra el terrorismo del Oriente Próximo. En otras palabras, una intervención israelita en el conflicto contra el  Estado Islámico, sería una carta segura de triunfo, como todos sabemos. Pero, por lo pronto, el gobierno de Tel Aviv sigue las recomendaciones de la Casa Blanca de mantenerse al margen de la guerra antiyihadista.

            Finalmente, las facciones armadas de Hezbolá también combaten al EI de manera cruenta y decidida, en tierras sirias.

            Debemos recordar que el Estado Islámico es una fuerza paramilitar y terrorista conformada por sunitas, de igual modo  son los árabes sauditas y los Emiratos. Con la gran diferencia de  que el EI es un grupo asesino que comete sus crímenes en nombre del Profeta Mahoma y de Aláh. El pueblo de Irán es chiíta en su mayoría y los chiítas en Irak están demostrando verdadero arrojo de valentía contra el Estado Islámico y han sido determinantes en la toma de Tikrit junto a las tropas del gobierno de Bagdad.

            Más al norte, Afganistán es el campo de entrenamiento del Estado Islámico, que tiene a su servicio guerrilleros musulmanes venidos de Chechenia, quienes adiestran en la guerra terrorista a los miembros criminales de la yihad. Pakistán se mantiene alerta por la presencia de terroristas afganos, los tristemente famosos talibanes, que se concentran en la frontera entre ambos países. Los talibanes son adeptos al Estado Islámico.

            Finalmente, en un intento de síntesis, tenemos que recordar que europeos jóvenes, principalmente enfermos emocionales, drogadictos y marginados sociales, viajan diariamente por la ruta turca, con destino a Siria y se enrolan en el Estado Islámico. Tampoco los turcos hacen nada por contener a esos individuos cuando ponen sus pies en el aeropuerto internacional de Estambul.

            Esa es la panorámica que se presenta actualmente en el Oriente Próximo, una vasta región que se mantiene igual a “una caldera hirviendo”, donde el enemigo a vencer es el Estado Islámico, sin dejar de lado que el gobierno iraní tampoco es afecto a la mayoría de naciones árabes, como hemos visto.

            En estos días las reuniones entre las potencias europeas con los emisarios de Irán, se realizan en Viena, Austria, con el fin de persuadir a Teherán de que desista en su deseo de crear la primera bomba atómica. Todos los ojos de la prensa y los analistas, se mantienen sobre esta mesa de negociaciones, que en oportunidades conceden esperanzas a occidente y en otras, la posición iraní deja ver algo totalmente distinto.

            Ahora que hemos resumido lo que sucede en el Oriente Próximo, podemos partir de estas premisas y formarnos un concepto un poco más claro de lo que aquí sucede, que, justamente, no es “un juego de niños”, debido a los miles de muertos que este monstruo de varias cabezas está causando semana a semana y mes a mes.

 


¡No Tomen Prisioneros!

 

¡Bueno! Los hombres de Bagdad, de Irak entero, les deben una buena imagen al mundo después de haber incurrido en actos de extrema cobardía militar. Primero, en la Guerra del Golfo era común y sorprendente ver la forma como los soldados iraquíes tiraban sus modernas armas soviéticas, se hincaban ante los Aliados, juntaban las manos en señal de súplica y se dejaban llevar mansamente al cautiverio. Segundo, el abandono de la ciudad de Mosul de cientos de militares iraquíes ante la llegada de un reducido número de criminales del Estado Islámico (EI), ha sido otro de los actos cobardes de estos individuos que no han tenido los suficientes "cojones” para defender a su patria ni los valores espirituales de su presente y su pasado. A raíz de esa cobardía última, quedaron, nada menos, en manos de los yihadistas, vehículos blindados, misiles tierra-tierra, fusilería automática y una enorme y variada cantidad de armas que los estadounidenses habían entregado al gobierno de Bagdad para que se defendiera en el futuro de sus enemigos. Es decir, Mosul era el arsenal del ejército iraquí donde estaba el grosor del potencial bélico del gobierno. Con esos pertrechos de guerra, el Estado Islámico se hizo prácticamente invencible, se armó hasta "los dientes”…

            Hoy, los mismos iraquíes que han huido una y otra vez, están demostrando estar hechos de "otra materia” y se han lanzado a la ciudad de Tikrit con verdadero arrojo y valor.  Parece que les hubiesen inyectado "una droga” extraña, pero son otros soldados, muy diferentes a lo que les hemos visto en el pasado reciente. También hemos observado gran cantidad de pequeños buses atestados de gentes, carros particulares corrientes, motocicletas y hasta personas a pie, todos iraquíes, gentes del pueblo comunes y corrientes, que se han dirigido a las afueras de Tikrit, porque quieren despedazar con sus propias manos a los asesinos del EI.

            Ahora son estos criminales los que salen de entre las ruinas de la bombardeada ciudad, con las manos en alto, rendidos cobardemente después de que cortaran cabezas, quemaran a personas vivas y despeñaran desde altos edificios a homosexuales. Esa es la verdad de los yihadistas del Estado Islámico, una cantidad de cobardes que ante la primera refriega de un ejército formal, caen como lo que realmente son: cucarachas que balbucean palabras ridículas dirigidas a Aláh una vez que han matado a alguien indefenso. 

 

            Pero lo cierto es que los soldados iraquíes, con el apoyo de los civiles valientes que se les unen en grandes grupos y de las milicias chiítas, están acabando con el ISIS que sólo atina a dejar en las azoteas a francotiradores que caen con una facilidad pasmosa ante el avance de las tropas libertadoras; también dejan el suelo sembrado de minas antipersonales y lanzan a los famosos suicidas en autos, una característica muy común en estos enloquecidos y enfermos tipos del Estado Islámico.

            Cuando redacto este artículo, los cables noticiosos indican que más del 70 por ciento de Tikrit está en manos del ejército iraquí. Una noticia que nos invita a brindar con el mejor champagne que encontremos. Luego, según los planes de Bagdad, una vez que haya caído Tikrit, el objetivo será Mosul, el arsenal de Irak, según hemos explicado anteriormente.

            De los kurdos solamente tenemos palabras de admiración, pues siempre han demostrado esa valentía, ese arrojo que los mismos turcos, valga la pena nombrarles, no han tenido en las últimas décadas. Ante tal situación, la OTAN debería estudiar la permanencia de Turquía en esta organización, más aún si repasamos el hecho de que no quisieron ayudar a la alianza de naciones en esta guerra contra el ISIS, algo que va en contra del espíritu de la Alianza del Tratado del Atlántico Norte, que señala que "si un país miembro se ve atacado o entra en una guerra, el resto de naciones está en el deber de acuerparlo.” Algo que el gobierno turco no ha hecho ni en esta guerra, ni en otras del pretérito. Y lo peor… ha servido de puente para que los jóvenes dementes europeos lleguen al aeropuerto de Ankara o de Estambul, para luego marchar hacia las filas del Estado Islámico en Siria. Entonces, ¿De qué lado está Turquía en este conflicto contra el satanismo yihadista? Todo parece indicar que con los Estados Unidos y sus aliados árabes y occidentales, los turcos no están ni remotamente.

            Regresando a los kurdos, después, cuando se haya aniquilado por completo a la plaga del  Estado Islámico, se podría discutir con toda seriedad la conformación de una patria que desde hace muchas décadas se llama el Kurdistán y que se adentra en gran parte del territorio de Turquía. Los kurdos merecen tener su propio país. Algo que los turcos les han negado siempre. ¿Será por eso que Ankara anhela calladamente que el ISIS aniquile a los kurdos? El presidente Erdogan tiene la respuesta en este caso.

            Pero nos hemos alejado mucho de nuestro titular. Hemos dicho que los satánicos del ISIS se rinden fácilmente a las tropas de Bagdad y posteriormente aparecen tranquilos (¡!) -lo que es más sorprendente e insultante-, en el cautiverio al que les someten los iraquíes. ¿Y luego, cuando la justicia occidental e iraquí decidan soltarles, pasar por alto todas las decapitaciones y el terror que han causado en Siria e Irak… qué sucederá con estos asesinos congénitos? Es por eso que decimos, "¡Nó a la toma de prisioneros!” Y si se hace, que la justicia sea realmente justa y les den el merecido preciso… cual es, la tortura, la pena de muerte o la esclavitud reconstruyendo ambos países con sus propias manos; o sino la cadena perpetua aprovechando siempre sus fuerzas físicas en trabajos ordinarios en beneficio de las naciones vencedoras. De lo contrario… ¡No se tomen prisioneros, que mueran ahí mismo donde se han rendido! Es mucho el daño que han hecho, desde la violación y esclavitud de mujeres, enrolar chicos europeos desquiciados, desorientados en grado sumo; decapitaciones de cristianos coptos egipcios, quema de personas vivas, tal el caso del piloto jordano, hasta el satanismo más abyecto que hayamos podido observar en este mundo moderno.

            En resumen, el ISIS, el Estado Islámico, tiene que ser aniquilado como se extirpa el miembro del cuerpo invadido y carcomido por la gangrena. Ninguno de ellos deberá quedar vivo y mucho menos en libertad. Y no se trata de un acto criminal que pregono, sino una determinación por hacer valer la verdadera justicia humana y… hasta Divina.



Muaz al-Kasasbeh


ORIENTE PRÓXIMO-Los héroes todavía existen. Es más, el mundo está lleno de ellos y de sus actos heroicos y sólo están a la espera de que se susciten los acontecimientos para darse a conocer y colocarse por encima del común de las gentes. En cada país de la Tierra por lo menos hay un héroe y en otras naciones tienen la dicha de tener cientos. Entrando de lleno en el tema de esta semana, no tenemos otra alternativa que rendir tributo a un joven teniente de 27 años, de nacionalidad jordana, piloto de caza bombardero, llamado Muaz al-Kasasbeh. Desgraciadamente para él y para todos los que estamos siguiendo detenidamente los acontecimientos en el Oriente Próximo, su avión se estrelló en la provincia siria de Al Raqa y casi de inmediato fue hecho prisionero por los asesinos del Estado Islámico (EI). Cuando sucedió el hecho, nos quedamos pasmados por la inquietud, pues sabíamos que ya no había salida positiva para el valiente joven, porque una vez que alguien cae en manos de los enloquecidos yihadistas del EI, la muerte es la única opción que le dan.

            El Estado Islámico es "único” en su originalidad en estas épocas modernas. Nos recuerda mucho las invasiones árabes a España y las turcas hasta llegar a Viena, Capital de Austria; y nos las recuerda por el grado de brutalidad con el que llevan a cabo los asesinatos, las decapitaciones, la matanza de niños, las violaciones de mujeres y las incineraciones de prisioneros vivos, según hemos visto lo ocurrido al valiente piloto jordano. De hecho, los componentes del EI quieren regresar, literalmente, a aquellas épocas y para empezar, han prohibido la existencia de televisores, periódicos, celulares, radios, la práctica del futbol y de todo aquello que huela a occidental y moderno. A no dudar,  son retrógrados asesinos peores que al-Qaeda, el  movimiento terrorista que dio vida al Estado Islámico.

            Una definición de lo que es el EI, la dio hace poco el rey Abdalá II de Jordania dentro de sus palabras permeadas por el dolor y la ira al conocer el final del piloto de su país: "Esto es un acto terrorista cobarde por un grupo de criminales que no tiene relación con el Islam (…). Es deber de todos los ciudadanos permanecer unidos.” Y es que precisamente eso no es el Islam. Quienes hemos leído El Corán, nos damos cuenta de que exige y pide a los fieles la práctica de la justicia sana, el amor filial, el camino de la rectitud y el respeto a la vida de las personas y animales. Y el Estado Islámico es un movimiento terrorista cuya mejor definición la encontramos en la página digital www.mundoarabe.org, que los ha llamado "nihilistas.” Porque eso son… y además de nihilistas, son criminales de grueso cuño. Recordemos que el nihilismo es la corriente filosófica que tiene como base la negación de la vida y sostiene que la vida carece de significado objetivo, propósito o algún valor intrínseco. Es por ello que los criminales del EI, valoran tanto  la vida como "la cáscara de un cacahuate.” Es decir, les da lo mismo estar vivos o muertos.

 Retornando al piloto jordano Muaz al-Kasasbeh, nos impactó verlo en el video producido por el mismo Estado Islámico, cuando, antes de ser incinerado, puso sus manos a la altura de su cintura y elevó plegarias a Aláh. Y después de ello, ni un quejido en su boca, ni una lágrima, ni una súplica por su vida, ni una sola solicitud de perdón… Y es que así justamente mueren los héroes, las personas valientes. A partir de ese momento, Jordania comenzó a palpar la grandeza personificada en un joven de 27 años que ofrendó su vida por su país, su familia, la bondad  y la decencia que debería mostrar la humanidad. Paz a su espíritu. Su ejemplo ha sido de un altruismo pocas veces visto.


Quimeras en Oriente Próximo


Si esto no es una Guerra Mundial, entonces no sabríamos de qué manera llamarla. Veamos: participan los Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Arabia Saudita, Líbano, Turquía, Irán, Canadá, soldados kurdos y de la OTAN. Es una gigantesca coalición de países y ejércitos que luchan contra el terrorismo del ISIS o Estado Islámico. Desde la segunda Guerra Mundial, no habíamos visto un frente de naciones tan diverso para combatir a un enemigo que utiliza malas artes, reñidas contra toda convención de guerra.

            Las pretensiones del ISIS no son pocas, no son insignificantes, pues quieren formar un solo territorio que se extendería  desde Filipinas, pasando por India, Pakistán, Afganistán, el levante (Líbano,Turquía, Israel, Palestina), Egipto, todo el norte de Africa, los Balcanes y Andalus (España). Nos recuerda a los grandes conquistadores del pasado, a Gengis Khan, Atila, Napoleón e Hitler. Pero las tácticas psicológicas y sangrientas de estos terroristas  (porque no son soldados regulares), impresionan por su grado de crueldad y por su manifiesto odio hacia occidente. La decapitación  y la filmación de dichos asesinatos de turistas, enviados de la ONU y periodistas, es la tónica de este grupo de trogloditas, en su mayoría iraquíes del antiguo ejército de Saddam Hussein. Y en esto precisamente la televisión árabe, al-Arabiya, descubrió a los cabecillas del ISIS… la mayoría pertenecían a las milicias de Hussein, especialmente el líder, Abu Bakr Al Baghdadi, quien fue prisionero durante mucho tiempo de los norteamericanos estacionados en Irak. Una vez libre, se juró combatir a los americanos y europeos, tal y como lo estamos observando hoy día.

            Y es que la quimera, según la mitología griega, tiene tres cabezas; y en este caso, tiene más de tres; pero el fuego que escupe por sus fauces ha puesto en máxima alerta a España, Francia, Inglaterra, Alemania, Canadá y los mismos Estados Unidos, ya que los servicios de inteligencia de Bagdad han informado que uno de los planes del ISIS es volar edificios y monumentos en las Capitales de estas naciones. En lo que atañe a Siria, a su criminal gobierno  dirigido por Bashar al-Assad, a pesar de que ha permitido que los ejércitos de la coalición vuelen por su espacio aéreo, se opone a que los turcos hagan lo mismo o que crucen sus territorios con los blindados, pues al parecer el ejército enviado por Ankara, hará la guerra al Estado Islámico con la infantería y tanques. Pero la voz de al-Assad, es la voz de un hombre vencido y muerto. Su país está tomado por el norte por el mismo Estado Islámico, que le ha arrebatado el 60 por ciento de sus pozos petroleros y con ello estrangula a la economía siria. Además, está siendo atacado por los combatientes sirios que quieren la democracia. Es así como la quimera presenta muchas cabezas en este conflicto.

 

            El ISIS será derrotado, de eso no cabe la menor duda. No tiene aviación, no tiene misiles de largo alcance, ni sus hombres han sido entrenados en academias militares. No obstante, llama la atención el hecho de que más de 2 mil jóvenes europeos, de los cuales la mitad son franceses, se han unido a estos aventureros. Incluso, el yihadista que asesinó al periodista James Foley, es un joven inglés identificado por la inteligencia británica. Y mientras la quimera se mueve amenazante, el Kremlin calla, inexplicablemente permanece en silencio. ¿Será que simpatiza con el Estado Islámico? De ser así, nada nos sorprendería al saberlo.


Los Entiendo, Pero no los Apruebo


NASSAU, Bahamas- Por supuesto que los entiendo y conmigo los entienden también millones de millones de ciudadanos alrededor del mundo. Simplemente musulmanes y judíos, árabes e israelíes, no se quieren, se odian a muerte, tal y como hemos visto día a día la forma como se matan. Juro que, en lo personal, entiendo lo que sucede en la Franja de Gaza, la reducida porción de arena del desierto donde viven hacinados más de un millón de palestinos y que cada vez se estrecha más y más por el estrujamiento al que los someten los israelíes con su ejército. La facción armada de Hamás siempre pierde la guerra real, la de los obuses y misiles; pero gana la más importante: la de la propaganda, la del desgaste de la credibilidad mundial en los judíos. Un ejemplo claro de ello es el hecho deque la opinión mundial no se fija en los túneles que usan los guerrilleros de Hamás, debajo de Gaza, y que hacen que los soldados israelíes disparen contra ellos, arrasando, de paso, a miles de civiles, entre quienes se cuentan mujeres, ancianos y niños inocentes. Las miradas de los observadores, políticos y personas en general, se dirigen hacia la barbarie, hacia la matanza indiscriminada a la que son sometidos los palestinos. Aquí radica el triunfo de Hamás. Radica en que la humanidad actual se forme la opinión de lo sanguinarios que son los judíos, sin importarles lo que suceda en la superficie, encima de sus túneles, donde mueren esas madres y niños que hemos señalado.

            Los guerrilleros y terroristas islámicos no tienen sentimientos. Si los tuvieran no serían ni guerrilleros ni terroristas y es posible que ya hubiesen sido degollados por miembros de este movimiento que lucha por la independencia y el Estado palestino. Es por esa falta de sensibilidad que no les importa los miles de civiles que los judíos están matando. Lo que realmente importa es lo que piense y sienta la comunidad mundial en contra de Israel.

            Las facciones en guerra están claras, tan claras como el agua de una fuente. Son los mercenarios de Hamás y el ejército hebreo, cuyo comandante en jefe, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu, es un criminal consumado, a quien no le tiembla el pulso para ordenar el holocausto de los palestinos. Este líder es lo que necesita precisamente el Estado judío para no perder el tiempo en negociaciones inútiles con los árabes; porque la línea dura de este país lo que pide es el exterminio total y absoluto, en campos de concentración en el Sinaí, de los palestinos y dejar las tierras de Gaza a los colonos llegados de Tel Aviv y otras ciudades israelíes. Netanyahu no negocia; es más… tampoco amenaza. Él envía a sus tropas a "localizar, matar y destruir”, según  la consigna de la guerra total.

            Y como genocida evidente y comprobado que es, Netanyahu  merece que se le aprehenda y se le lleve a un Tribunal Internacional que lo ajusticie.

            Bueno, muchos de mis lectores estarán  pensando que la reacción armada de Israel es justa debido a los ataques de Hamás a territorio judío. Precisamente aquí se centra la polémica. ¡Por supuesto que tiene derecho a la legítima defensa de su pueblo y nación! Pero para ello debió y debe abstenerse de aniquilar flagrantemente a la población palestina, tal y como lo ha hecho en estos últimos tres meses. El ejército israelí tiene unidades especializadas entrenadas en Inglaterra y los Estados Unidos, dotadas de la mejor tecnología y armamento, para entrar en Gaza e ir acabando con los terroristas de Hamás en los túneles. Los entendidos en guerras modernas y urbanas señalan que los judíos no lo hacen porque tienen miedo a la respuesta de Hamás cuando hayan entrado a los túneles o pretendido entrar siquiera. Notemos sino que la invasión terrestre ha sido nula de parte de Israel. Los ataques a la Franja han sido por medio de misiles teledirigidos y bombardeos aéreos. Netanyahu, para lavar su consciencia y sus manos manchadas de sangre inocente, ha explicado que los ataques han sido sobre blancos específicos y nunca contra la población civil. Y si ello fuera cierto, en una zona como lo es Gaza, donde viven hacinados tantos palestinos, ningún objetivo específico sería "tan específico” para matar solamente a mercenarios y nunca a los civiles. En Gaza, en la sobrepoblada Gaza, una sola bala puede causar la muerte de tres personasen un solo disparo, dada la densidad que existe en la devastada ciudad.

            No hace falta esperar que esta guerra termine para sacar una conclusión acertada de lo que ha ocurrido. Simplemente son tan provocadores y asesinos los guerrilleros de Hamás, quienes ponen en medio a la población civil de Gaza para ser masacrada mientras ellos están a salvo en los túneles; y son tan asesinos los israelíes, con Netanyahu a la cabeza, que no echan mano a otros métodos menos sangrientos para acabar con Hamás específicamente. Es indudable que al premier judío le encanta ver la sangre derramada de palestinos, de esos musulmanes que los sionistas no observan ni en forma de seres humanos siquiera.

            Los periódicos del mundo se han llenado estos últimos meses de fotografías sangrientas, unas más perturbadoras que otras, de las gentes masacradas por el ejército israelí. Se trata de una acción exactamente igual a la que perpetraron los nazis en el ghetto de Varsovia, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando dispararon contra los judíos encerrados en aquel barrio amurallado. Hoy son los palestinos quienes pagan a los hebreos aquel acto de lesa humanidad, porque lo que sucede en Gaza, convertida en ghetto, es exactamente lo que pasó en la década de los 40 en Polonia. Los judíos han pasado "la factura” a los musulmanes actuales.

            ¿Un punto final? Es ineludible e impostergable  que Netanyahu sea llevado preso ante una Corte de Justicia Internacional junto con todos sus secuaces por el genocidio causado; y los milicianos de Gaza perseguidos y procesados también por tropas internacionales. El problema radica en que ni a la ONU ni a la Liga Árabe les importa mucho lo que aquí suceda y eso es lo que han dejado observar a lo largo de estos acontecimientos. Mientras tanto… la carnicería continúa…

El Estado Islámico y América Central


ISTMO-No hace falta ser muy inteligente para saber que la yihad del Estado Islámico no va a conquistar la porción del mundo que se propone; es decir, India, Pakistán, el Levante (Turquía, Palestina, Israel, Líbano…); Irán, Irak, Siria, el norte y centro de Africa, sumándale a ello Andalus (España entera). Si no lo lograron la Unión Soviética ni el nazismo con todo el arsenal y organización política que tenían, menos lo harán estos terroristas islámicos que no tienen siquiera ejército regular, formal, adiestrado debidamente en academias militares. Francia, Inglaterra y los Estados Unidos han comenzado los bombardeos a sus puntos neurálgicos; mientras el resto de la OTAN pronto entrará en acción. Y aquí viene el quid del asunto: el gobierno francés siente cierto grado de cargo de consciencia al saber que mil franceses se han enrolado en las filas de estos terroristas, donde también podemos encontrar españoles, alemanes, balcánicos e ingleses, jóvenes, muy jovencitos, que creen en esta aventura suicida de los yihadistas. Son un poco más de 2000 europeos quienes se cubren sus rostros y asesinan periodistas a placer, con el fin de intimidar a occidente, según hemos visto. En el bombardeo de los aviones franceses morirán sin contemplación alguna, gran parte de esos mil mercenarios galos. Eso desvela al Palacio del Elíseo.

            ¿Pero qué tiene que ver el yihadismo asesino con América Central? Mucho, tiene que ver mucho. Aproximadamente dos años atrás, en Honduras, se detectaron cuentas bancarias de al-Qaeda, abiertas por dos musulmanes que entraban y salían de esta nación con toda la tranquilidad del caso. Recordemos además que el Estado Islámico se nutre de esas personas que se sienten "acabadas por la vida”, que han perdido las esperanzas y a quienes solamente les queda un hálito de aventura en sus almas. Es por ello que, uno a uno, si analizamos las existencias de cada europeo de esos 2000 que se han unido a la yihad, veremos que se trata de artistas frustrados, ex convictos, drogadictos, individuos a los que la vida parece haberles puesto "un muro de contención” y no les ha permitido ir más allá en pos de sus sueños de realización. Lo mismo ocurre con la debilitada al-Qaeda que está siendo absorbida por estos islamistas.

            América Central, una zona donde campea la pobreza, la falta de oportunidades y las limitaciones para la población joven, podría ser "caldo de cultivo”, tierra fértil, para esa banda de criminales que tienen el sueño absurdo de conquistar medio planeta por medio de su guerra "santa.” El Estado Islámico, con base en la venta de petróleo en el mercado negro, obtiene más de un millón de dólares por día en ganancias netas, que mal podrían servir para fascinar a los jóvenes centroamericanos con alguna instrucción militar (o sin ella).

Recordemos así mismo que Osama bin-Laden estuvo, en persona, comprando armas al ejército sandinista nicaragüense a inicios del presente milenio. Los terroristas no conocen límites geográficos, evidentemente. El llamado a las armas contra el orden occidental establecido, por medio del internet, es constante; la propaganda de los islamistas no deja de ser atractiva para los aventureros, quienes, en lugar de tomar "el tren de la muerte” hacia la frontera con los Estados Unidos, podrían subir a los aviones con destino a las bases terroristas del Estado Islámico en Siria e Irak. Todo pende un hilo. Solo esperemos que ese presagio no se concrete.

El Pasado y el Presente del Nazismo

 

EUROPA-¿Podemos hablar y escribir mucho acerca del pasado del nazismo? Por supuesto que sí. Tiene mucho pasado. Tanto, que le dio un giro absoluto al derrotero que llevaba el mundo, le dio un vuelco de 190 grados, como ningún otro acontecimiento en la historia de la humanidad. Pero… ¿Podemos hablar y escribir del nazismo de hoy? Sí, un irrefutable sí. Pero no con la intensidad que podríamos hacerlo acerca de su ayer; sin embargo es un movimiento vivo, latente, aunque muchos no lo crean ni quieran creerlo por temor o por las náuseas que les causa; pero está aquí, ahora y ya.

            Los jóvenes de la Alemania actual, en su inmensa mayoría, han sido educados en los colegios y Universidades para que conozcan las atrocidades de la guerra anterior y del impulso que le dio Hitler y su partido nazi a la confrontación armada y a sus abuelos que no deseaban ninguna guerra, porque las personas inteligentes, cuerdas, desprecian la guerra. Evaden el tema, no les gusta, fue doloroso para su patria y se perdieron millones de vidas. Empero, en otras naciones como Dinamarca, los países Bálticos (después de años bajo la dominación soviética, se han volcado hacia la ultraderecha); en España, donde es sorprendente la forma como las "cabezas rapadas” se adueñan de graderíos enteros en los estadios de fútbol y atacan en las calles a latinoamericanos y negros que han inmigrado a la península Ibérica; es un nazismo de gamberros,quienes no conocen absolutamente nada de la historia, mucho menos la han vivido. Hoy no hay líderes con la capacidad del mismo Hitler para arengar y engatusar a las masas; tampoco un Heinrich Himmler, el señor y amo de los campos de concentración, que vaya a comandar a las SS; mucho menos un Herman Goering, capaz de conformar otra Luftwaffe ( aviación alemana). Esto hace que los gamberros de las calles se dediquen a apalear a quienes se les cruzan en el camino, sin ninguna dirección o norte en sus acciones. Porque el nazismo puro, tal y como lo fundó Hitler, tenía objetivos definidos, utópicos… pero eran objetivos al fin y al cabo: la dominación racial aria, heredar a los futuros alemanes el vasto territorio ruso, crear el Reich de los mil años, etc. etc. Hoy, solamente son delincuentes a los que la policía persigue sin compasión, encarcela y les mete varios años de prisión.

            Regresemos entonces a los alemanes actuales. Mantienen intactos los campos de concentración, han creado museos del holocausto en recuerdo de las víctimas judías, rusas y gitanas; en Berlín hay un enorme monumento dedicado a estas mismas víctimas y se imparte Nacionalsocialismo (nazismo), en la escuela secundaria y en las Universidades. Todo deplora al nazismo, todo lo delimita y lo convierte en una negra pesadilla que no se debe repetir y los muchachosmentienden perfectamente el mensaje. ¿Y los nazis viejos, los que huyeron, los que podrían hacer renacer al movimiento? Pues han ido muriendo, unos encarcelados por la justicia de naciones europeas y otros en un exilio clandestino en países del Oriente Próximo y en América del Sur. Klaus Barbie fue capturado en Bolivia y muerto en Francia; Walther Rauff  falleció en Chile; Josef  Mengele, murió ahogado después de un ataque de apoplejía en las aguas del  Atlántico en las costas del Brasil; y hace poco falleció Erich Priebke, capturado en la Argentina y extraditado a Italia.Todos ancianos, quienes, incluso, han visto en las comodidades innegables delas cárceles europeas un tiempo de relax, un buen descanso después de sus temores por ser capturados por la justicia internacional, sabiendo que pronto morirán y podrían ser venerados por los neonazis que existen en todo el continente.

            Un caso aparte es el de Rudolf  Hess, el solitario preso de la fortaleza de Spandau en Berlín. Fue el lugarteniente de Hitler, el que supuestamente desertó en medio de la guerra pilotando un bombardero hacia Inglaterra, para proponer la paz a Sir Winston Churchill; pero fue encarcelado y enjuiciado en 1946 en el Juicio de Nürenberg, con el veredicto de cadena perpetua. Poco a poco se fue quedando solo en Spandau, puesto que sus compañeros de prisión fueron liberados según cumplían sus condenas. Hess parecía eterno, rebozaba de salud a pesar de su edad avanzada y el hecho de haber nacido en Alejandría, Egipto, de padres alemanes, le hizo conocedor de las técnicas de relajación y de control mental de los beduinos que se preparaban para las larguísimas travesías en caravanas por el desierto del Sahara. Pero los británicos le mataron en prisión. Ya era demasiado para ellos. Era una figura histórica y actual de inconmensurable valor; Hess era la leyenda viva del nazismo en plenitud de los años 2000, algo inconcebible para el orgullo y el temor inglés, porque podía convertirse en el epicentro del resurgimiento y fortaleza del nazismo actual. De hecho, su hijo organizaba desfiles por las calles de Berlín exigiendo la liberación de su padre. Incluso, se le considera el "nazi de la paz”, por su vuelo hasta Inglaterra para proponerla al gobierno de Londres. Era un peligro viviente para los Aliados. Hoy, su tumba dice claramente quien está enterrado en ella, al contrario de los demás líderes del nazismo, cuyas cenizas fueron esparcidas en algún lugar de Alemania, para evitar las peregrinaciones de sus simpatizante shasta los sitios de sepultura.

 

            El nazismo, según hemos visto, solamente es un remedo de lo que fue. No obstante, no se puede bajar la guardia. Quizás el líder que los pueda unir en un movimiento sólido, ande entre sus filas o se mantenga aún sin descubrir. Jörg Heider, ex alcalde de Carintia, Austria, prometía ser "esa pieza de engranaje”que podría unir a estos gamberros en un partido sólido, como antes lo fue. No hay que dejar de estar atentos. Los viejos nazis, han ido falleciendo uno tras otro. Tampoco ellos querían embarcarse en otra aventura como la del Tercer Reich. Sólo deseaban vivir en paz. Incluso, el cazador judío de nazis, Simón Wiesenthal, murió hace pocos años. Pero la solución radica en no olvidar y de eso se encarga el pueblo alemán actual; no se debe olvidar para no repetir el trauma, el insoportable trauma.