PANDEMIA


Vacuna Universal Podría ser Creada en los Próximos Meses

 

MAGUNCIA, Alemania- El Instituto BioNTech, con sede en este país europeo, está trabajando arduamente en la creación de lo que han llamado sus científicos “la vacuna universal”, que sería única (versión única) y la utilizarían para atacar a todas las variantes del coronavirus originado en China y dispersado por el planeta entero. Hasta el momento, las vacunas que aquí se han producido, han detenido oportunamente la invasión del coronavirus y millones de muertes en los seres humanos; pero ha llegado el momento de hacer una única vacuna que ataque a todas las variantes del Covid-19.

            Los especialistas alemanes (y turcos por supuesto), se han percatado de que con la aparición de la variante Delta y aún más con la conocida como ómicron, las vacunas hasta ahora usadas, no han tenido la fuerza necesaria para combatirlas y erradicarlas. Así lo han dado a conocer a la prensa internacional en esta sede central: “(la vacuna distribuida por Pfeizer) ha funcionado muy bien para evitar enfermedades graves o la muerte en la mayoría de los casos, evitando grandes sufrimientos. Sin embargo, antes de la llegada de la variante Delta, pero especialmente con ómicron, la efectividad de la vacuna disminuyó significativamente, tanto que fue necesario introducir un refuerzo. De hecho, las vacunas están diseñadas para reconocer partes de la proteína espiga original del Sars-CoV-2, pero las variantes que tienen más mutaciones en esa proteína, como ómicron, son más capaces de evadir la protección, manteniendo una alta eficacia contra muertes y las formas graves de la enfermedad.”

 

En la etapa de ensayos

 

            Actualmente en Alemania, varios grupos de trabajo están estudiando al fármaco que sería único, porque protegería a las personas contra todas las variantes del Covid surgido en China y sería tan efectiva que acabaría con futuros coronavirus que podrían aparecer amenazadores a la especie humana. Incluso se está pensando en una vacuna que sería aplicada por la nariz; es decir, las vacunas nasales podrían ser la solución definitiva para bloquear la infección y la transmisión del virus. “La vacuna universal está cada vez más cerca,” han afirmado optimistas los investigadores del Instituto BioNTech, con sede en Alemania.

            En estos instantes la etapa en la que están los científicos es la de los primeros ensayos clínicos del medicamento y la preocupación principal se centra en la rápida reproducción del virus, el cual muta aceleradamente y se teme que, para cuando se distribuya la vacuna, ya habrá aparecido otra cepa, talvez más violenta o fuerte que las anteriores. Lo que sí se tiene claro radica en que el virus seguirá evolucionando como lo ha hecho hasta ahora y de ahí la urgencia, la imperiosa necesidad de crear la vacuna universal para que detenga a este mal de una vez por todas. Esta vacuna sería capaz de ofrecer no solo protección contra el Sars CoV-2, sino también contra todos los coronavirus que atacan al ser humano, conocidos hasta el momento, incluyendo a los cuatro que causan los resfriados comunes.

            Ante esta nueva realidad, Anthony Fauci, inmunológico director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos y asesor de la Casa Blanca para la pandemia, ha asegurado que “tomará años desarrollar estas vacunas, pero se necesitan enfoques innovadores para inducir una protección amplia y duradera contra los coronavirus conocidos y aún desconocidos.” Por otra parte, Pamela Björkman, bióloga estructural del Instituto de Tecnología de California, está desarrollando otra vacuna universal para combatir a algunos virus similares al Sars y las está probando en ratones; la idea de esta científica es estimular, con el medicamento nuevo, la formación de anticuerpos al bloquear las infecciones causadas por varios virus muy parecidos al Sars. Así mismo, gracias al sistema inmunológico de los animales utilizados como “conejillos de indias” (experimentos con ellos), se ha aprendido a reconocer las características comunes de los coronavirus. De tal modo que las pruebas en seres humanos comenzarán prontamente, anunció la Dra. Björkman.

            En explicación breve y lo mayormente clara posible, diremos que el sistema inmunitario estimulado por esta clase de vacunas universales, desarrolla anticuerpos neutralizantes, capaces de contrarrestar a las diferentes variantes del coronavirus y las que puedan surgir más adelante en el tiempo. Es por eso que los científicos de varias partes del mundo creen que la vacuna podrá conferir una protección más amplia que las vacunas que circulan actualmente. Y así lo ha explicado Kayvon Modjarrad, uno de los científicos que trabajan en el proyecto: “La presencia de múltiples proteínas pico de coronavirus, en una nanopartícula multifacética, puede estimular la inmunidad, de tal manera que crea una protección mucho más amplia.”

            Lo más positivo del asunto estriba en que las pruebas in vitro y las preclínicas en animales, han logrado excelentes resultados, lo cual significa –en palabras científicas-, que la preparación de nanopartículas SpFN, basada en una plataforma de ferritina, induce respuestas de anticuerpos infectados altamente potentes y ampliamente neutralizantes contra las principales variantes preocupantes del SARS-CoV-2, incluido el virus SARS-CoV-1, que surgió en el 2002.

            La Fase 1 experimental de esta vacuna universal, comenzó en abril pasado y tomó en consideración a 72 adultos entre los 18 y los 55 años y los resultados fueron “prometedores”, según indicó una fuente oficial en nombre de los laboratorios alemanes. Por supuesto que se espera que los ensayos de fase 2 y 3, con más personas participando, comiencen prontamente y así confirmar la seguridad y la eficacia del nuevo medicamento contra el virus venido desde China.

            La vacuna de nanopartículas SpFN se prueba en la actualidad con una dosis doble después de 28 días de haber inyectada la primera dosis; y un refuerzo después de haber transcurrido seis meses. Se puede almacenar en el refrigerador a temperaturas entre 2º y 8º durante seis meses y a temperatura ambiente también, hasta por seis meses.

  

Vacunas nasales

 

            La noticia que no ha dejado de sorprender a “tirios y troyanos”, es la que dice que habrá una vacuna “en spray” y que podrá inducir inmunidad en las membranas mucosas del sistema respiratorio, al bloquear la infección en su puerto de nacimiento y evitar así que el virus inicie su viaje hacia los pulmones. Es lo que los científicos que investigan este novedoso método, han llamado “inmunidad esterilizante” o la condición en la que la persona no se infecta y no infecta a los demás que pudieren estar cerca o enfrente suyo.

            Es por ello que la inmunóloga Akiko Iwasaki, coordinadora de la investigación de este nuevo fármaco, ha dicho que “la mejor defensa inmunológica ocurre en las rutas de entrada del virus. La belleza de esta vacuna –agregó-, es que no solo brinda una protección importante, sino que la inmunidad es duradera y las células T y B permanecen en la superficie de la mucosa.” Hasta este instante se ha probado en ratones y se esperan pruebas en seres humanos en los próximos meses.

            Para quienes se muestran ansiosos por este aerosol nasal, les diremos que apenas está en la fase 1 de experimentación, pero tiene una gran aceptación dentro de la comunidad científica que conoce de su creación; incluso se han imaginado a las personas del futuro (no muy lejano), en medio de grandes ciudades como New York, Londres, Berlín, Roma o Tokio, caminando por las aceras hacia sus trabajos y, al sentir una molestia en sus narices, meterán una de sus manos en los sobretodo (abrigo) y sacarán un pequeño artefacto, lo pondrán cerca de sus fosas nasales, apretarán su mecanismo y se inmunizarán de inmediato. Toda una ensoñación en estos duros tiempos de pandemia.

            El precio que tendría todavía es muy prematuro imaginarlo siquiera, pero tendría que estar al alcance de los gobiernos y ciudadanos, precisamente para crear la llamada “inmunidad de rebaño” y solo un precio racional y asequible podrá ayudar a la humanidad.

 

            Por el momento, todo es experimental y como tal… esperanzador.


Colin Powell, “el Titán de Ébano,” fue Vencido

por el Coronavirus Venido

desde China

 

MARYLAND, USA- Quien fue el primer Secretario de Estado de raza negra dentro de un gobierno de los Estados Unidos en toda su historia, acaba de fallecer víctima del Covid-19, aparecido en la ciudad china de Wuhan y repartido por todo el mundo. También se ha informado que el General había sido diagnosticado con mieloma múltiple, una especie de cáncer sin cura posible.

 En el momento de su deceso, Powell tenía 84 años y su figura adusta que siempre le caracterizó, todavía mostraba rasgos de su antigua vigorosidad y fortaleza cuando ocupó los altísimos cargos de Consejero de Seguridad Nacional, en la administración de Ronald Reagan; Jefe del Estado Mayor, con George Bush (padre); y Secretario de Estado, durante el gobierno de Bush hijo.

            Nació en Nueva York, en el famoso barrio de Harlem y se crió en el no menos famoso del Bronx; era hijo de inmigrantes venidos desde la isla de Jamaica, en el Caribe; estudió en la Universidad City College y se alistó en el ROTC, programa de las Fuerzas Armadas para universitarios y así obtuvo que el Pentágono le pagara la matrícula universitaria por medio de una beca y, al graduarse, tuvo que compensar dicho gasto a costas del Estado, sirviendo como militar. De tal manera, al concluir sus estudios en 1958, Colin Powell tuvo que permanecer en el Ejército de Tierra estadounidense, por tres años más. De acuerdo a sus propias palabras, la experiencia como soldado le cambió la vida; años después escribió sus memorias, en las que amplió lo que vivió en aquel período: “Yo era un negro joven (…). (Y) para un negro, ninguna otra avenida en Estados Unidos ofrecía tantas oportunidades como las Fuerzas Armadas.

 

Rumbo a Vietnam

 

            Colin Powell perteneció y creció en esa generación de jóvenes marcados por la equivocada y sangrienta guerra de Vietnam, ya que el 24 de diciembre de 1962 fue enviado a Saigón, Capital de Vietnam del Sur, para engrosar al número de soldados enviados por John F. Kennedy y que ya sumaban 3 mil efectivos. Recuerda Powell que le correspondió trabajar de asesor militar de un batallón de sur-vietnamitas, quienes tenían que patrullar la frontera con Laos, para detener la infiltración de combatientes comunistas desde Vietnam del Norte.

            Una vez sucedido el desastre de Vietnam con la derrota de los Estados Unidos en la contienda, nuestro personaje fue trasladado a Corea del Sur y después a las Bases en Alemania y de regreso en USA. Simultáneamente iba ascendiendo en el escalafón del ejército y su prestigio como experto en materia militar no se detuvo, hasta que recaló en la Casa Blanca, durante el gobierno de Richard Nixon, aunque en posiciones de perfil bajo todavía. Fue hasta 1987 cuando fue llamado por el presidente Ronald Reagan, quien lo nombró Consejero de Seguridad Nacional, en plenitud de la “guerra fría” contra la Unión Soviética.

            Finalizada la administración Reagan, el nuevo mandatario, George Bush (padre), lo llamó para que ocupara el cargo de Jefe del Estado Mayor y le concedió el honor de ser General de Cuatro Estrellas. Ya su prestigio y su esfera de influencia habían alcanzado su mayor nivel en el interior de su país y por supuesto, en lo geopolítico. La prensa hablaba y escribía de Powell con verdadero respeto y le dedicaba todo el reconocimiento del que era acreedor. Empero, la decisión de invadir Panamá y sacar del poder al narcotraficante Manuel Antonio Noriega, quien, en unión con la camarilla comunista de Cuba (los hermanos Fidel y Raúl Castro), lo mismo que el narco colombiano Pablo Escobar Gaviria, enviaban constantemente cargamentos de cocaína hacia los Estados Unidos. Ello propició la invasión al suelo panameño por parte de las tropas norteamericanos y fue Colin Powell quien dirigió dicha acción militar, en 1989. 

            Pero ahí no acabó su determinación, porque en 1991 dirigió también la guerra en Irak, que terminó con la dictadura sangrienta de Sadam Hussein. En este axioma estuvo al frente de una coalición de más de 40 países dispuestos a acabar con el “reinado” del tirano Hussein y cambiar el rumbo de Irak, hacia otra forma de gobierno. Cabe destacar que ante ambas decisiones, tanto en Panamá como en Irak, Powell recibió fuertes críticas de parte de los movimientos pacifistas y, principalmente, de los líderes de las naciones alineadas con el comunismo y la Unión Soviética, potencia que no tardaría en caer vencida en Afganistán y terminar sus días para convertirse en la actual Rusia, lejos del marxismo-leninismo.

            Sin embargo, el punto discordante en la carrera política y militar de Colin Powell, se presentó en 1993, cuando Bush hijo intentó “poner orden” en la caótica situación de Somalia, en el Cuerno de África, una nación asediada por guerrilleros y la hambruna de su pueblo. Desgraciadamente, murieron unos 24 soldados estadounidenses durante las labores de ayuda humanitaria, en Mogadiscio, la Capital somalí.

 

“La Doctrina Powell”

 

            Con ese nombre se conoce en los círculos del Pentágono y de la Casa Blanca, a la filosofía en la que creía y practicaba el General de Cuatro Estrellas y se basaba en las enseñanzas adquiridas en Vietnam en 1962, cuando tenía penas 24 años de edad. En parte, esa doctrina se basaba en la idea de que las tropas de los Estados Unidos participarían en acciones de guerra, solamente cuando los objetivos políticos estaban claros y muy definidos y, solo entonces, usaría una superioridad armada abrumadora, ahí donde se presentara el conflicto. Hay quienes dicen, especialmente amigos suyos, que en su mesa de noche, junto a su cama, estaba siempre el libro clásico sobre estrategia en la guerra moderna, del filósofo bélico alemán, Carl von Clausewitz.

            En todo caso, y pese a lo que se diga, Colin Powell fue uno de los pocos líderes estadounidenses, a cargo de la Defensa del país, con experiencia real en el combate y era, a su vez, el máximo ejemplo del “General/político”, capaz de dominar a la opinión pública en su mayor parte y las decisiones militares a ser tomadas en Washington; aunque, en ocasiones, su “doctrina” y sus consejos no fueron tomados en cuenta por sus superiores, en especial cuando estuvo en desacuerdo con la guerra de Irak, que se extendiera demasiado, hasta llegar a los días actuales. Powell, como buen seguidor de las teorías y tesis de von Clausewitz, no creía en los conflictos largos, pero la realidad ha mostrado a la comunidad mundial que no se siguieron sus recomendaciones, muy a pesar suyo, y la presencia de los “marines” en territorio iraquí, se ha convertido en algo interminable.

            Gracias a su fuerte personalidad y conocimiento adquirido a lo largo de su vida en lo político y militar, se decía de él que podría optar por la presidencia de los Estados Unidos y hay quienes aseguran que pudo haber sido el primer afroamericano en alcanzar la máxima representación de ese país, antes que Barack Obama. También se corrió el rumor de que Powell hubiera sido el único capaz de derrocar a Bill Clinton, en el caso de que se hubiera postulado a la presidencia en las elecciones de 1996.

            Ya en 1993, Colin Powell había dejado su cargo en el Alto Estado Mayor y se dedicó a actividades personales en la vida privada; pero retornó al gobierno al ser llamado por George W. Bush, en el 2001. Sin embargo, en esta ocasión, su permanencia en la Casa Blanca no fue feliz según muchos esperaban de él, ya que fue marginado por el entonces vicepresidente, Dick Cheney, y el Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, quienes lo relegaron a segundas y hasta terceras posiciones en la nomenclatura del Estado. Incluso, el surgimiento de otras figuras políticas dentro del Gabinete (y sin ninguna experiencia), se encargaron de difamarlo y desprestigiarlo, en los casos de los mismos Cheney, Rumsfeld, Paul Wolfowitz y Eliot Cohen, quienes, simultáneamente, se auto-nombraron “los halcones” del partido Republicano; y cada vez que podían decían de Powell que era “ultraconservador en materia militar e incapaz de asumir los riesgos que la guerra contra el terrorista al-Qaeda, implicaban.” Fue cuando el General Colin Powell fue convertido en un administrativo más, detrás de un escritorio y sacado de “los focos y cámaras” que lo habían prestigiado años atrás.

            Su reacción ante la marginación sufrida en su propio partido, lo hizo “aterrizar” en el movimiento contrario… el Demócrata, y en el 2008 pidió al electorado sus votos por Barack Obama, en contra de su ex compañero de armas en Vietnam, John McCain. No volvería nunca más a las filas republicanas, de donde fue prácticamente echado y ninguneado por una nueva generación de políticos, quienes tampoco lograron brillar en el interior de los Estados Unidos y cosecharon extraordinarios fracasos en el exterior.

            Es así como Colin Powell, con su fallecimiento, se lleva consigo toda una época de esta superpotencia y, sin duda, se trató de un personaje que labró parte de la historia contemporánea, cuyo único misterio -nunca aclarado-, fue por qué no optó por la presidencia de la nación, pues tenía virtudes y facultades idóneas innegables e incuestionables para alcanzar la victoria y ser un buen mandatario. En eso, no sentimos la menor inseguridad cuando lo afirmamos. 


Pakistán en Orfandad por Muerte de su

Inspirador Nuclear

 

ISLAMABAD- Uno de los pocos héroes que tiene este país, ha fallecido y la población, mayoritaria y abrumadoramente musulmana, le ha dado una despedida de héroe, precisamente. Si se lo mereció o nó, es un asunto que se desprende de este tema que hoy estamos tratando, pero lo que sí es seguro del todo es el respeto, por medio de las armas -de la bomba atómica para ser más exacto-, que le dio a su patria en una zona geográfica donde puede explotar una guerra a gran escala en cualquier instante.

            Nos referimos al físico nuclear Abdul Qadir Khan, quien acaba de fenecer en este país del centro de Asia, limítrofe con India, nación con la que sostiene una disputa ancestral concentrada en la región de Cachemira, un foco de tensiones realmente impredecible y preocupante. También limita con Afganistán, cuyo gobierno actual, después de la salida de las tropas norteamericanas, le debe a los pakistaníes el apoyo que siempre le ha dado a movimientos terroristas y en este caso preciso a los talibanes, quienes llegaron a Pakistán siendo niños, a raíz de la invasión de las tropas occidentales hace 20 años atrás; fueron acogidos por los pakistaníes y se instruyeron en la fe de los talibanes, para retornar después a suelo afgano, convertidos en adultos, guerrilleros y fanáticos islámicos, practicantes de la sharia o castigos contra los opositores e infractores de las leyes coránicas.

            Así mismo, limita con Irán y al otro extremo, con la China comunista. Es decir, Pakistán tiene suficientes motivos para estar “a la defensiva” en una región particularmente tensional por naturaleza; y la enemistad con la India es proverbial, país que también posee la bomba atómica y está dispuesta a hacerse respetar de igual forma.

 

Amigo de Irán, Corea del Norte y Libia

 

            Nació en Bhopal, India, el 1 de abril de 1936; estudió ingeniería en la Universidad de Karachi, Pakistán, y se doctoró por la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica. Tuvo la nacionalidad hindú de 1950 a 1952; y la pakistaní, de 1952 al 2021, fecha de su fallecimiento.

            Su hoja profesional dice de él que era físico, ingeniero, académico (profesor), metalúrgico, físico teórico y físico nuclear. Se trataba de un hombre de elevada estatura física, puesto que medía 1,98 cms. y se expresaba casi siempre en su lengua natal, el urdu. Se le conocía habitualmente en Pakistán como “Dr. A. Q.” y su muerte ha sorprendido a la población entera, haciendo, de paso, un llamado alarmante para extremar los cuidados ante el virus que surgió en Wuhan, China, llamado Covid-19, y que fue el causante del deceso de este personaje.

            Ciertamente Qadir Khan es un héroe en su patria; pero ante los ojos de los enemigos de los musulmanes, estaba considerado un hombre sumamente peligroso por su formación islámica, por su fe o religión y por el enorme conocimiento del tema nuclear, no en balde fue el creador de la bomba atómica pakistaní y que le convirtió en el primer país musulmán en tener dicha arma de destrucción masiva. Un dato que se debe tener siempre en cuenta.

            Hay conocedores de su vida que consideran que su reputación quedó manchada a raíz de su amistad con gobiernos que, para occidente, son un lastre y un peligro bélico, en los casos de los iraníes, coreanos del norte y libios, estos últimos bajo la dictadura de Muammar el Gadafi en ese entonces. Según los servicios de inteligencia de occidente, Khan pasó información muy sensible a esas naciones y lo mismo hizo con tecnología de punta, lo cual puso en alerta a las potencias europeas y a los mismos Estados Unidos, que le seguían muy de cerca los pasos a este físico-nuclear pakistaní. De hecho, fue puesto bajo arresto domiciliario por el gobierno pakistaní, a raíz de esos acontecimientos y su residencia estaba permanentemente vigilada por la policía. Esto en el año 2004. No obstante, en el 2009, un tribunal puso fin a esa situación personal y legal y pudo salir en libertad, pero siguió sometido a una vigilancia muy estricta y fue obligado a informar al Estado sobre cada uno de sus movimientos.

            A pesar de lo anterior, el cariño y el respeto ganados entre el pueblo y los científicos pakistaníes, no sufrió deterioro alguno; de ahí el calificativo de “héroe de Pakistán” con el que fue homenajeado, tratado, apreciado y que quedará inalterable por siempre, aún después de su muerte.

            Un detalle importante en su existencia se dio en el 2012, cuando formó su propio partido e intentó llegar a la presidencia, pero fue derrotado; y un año posterior, lo volvió a intentar para ingresar al Congreso en calidad de legislador, pero también fue derrotado y decidió disolver su agrupación y no probar más suerte dentro de la política.

            La muerte le sobrevino a los 85 años de edad, luego de haber sido trasladado a un hospital KRL de esta Capital, por problemas en sus pulmones, de acuerdo a los telediarios de la televisora Estatal PTV. En un primer momento, nuestro personaje había ingresado al nosocomio por causa del covid chino, pero fue dado de alta; sin embargo, poco tiempo posterior, fue reingresado debido a que su estado de salud empeoró, hasta que falleció y sumió a su país en el luto nacional.

            El presidente de Pakistán, Arif Alvi, redactó una breve nota en la red social Twitter en la que expresó sentirse “profundamente entristecido por su muerte, (ya que) nos ayudó a desarrollar la disuasión nuclear, salvadora para la nación y la nación nunca olvidará sus servicios.” Puntualizó. Y es que Qadir Khan “niveló la balanza” con respecto a la India, en 1998, cuando convirtió a Pakistán en potencia nuclear, pocos días después de que los hindúes lo consiguieron. De tal manera, otorgó igualdad de condiciones con la bomba atómica y lanzó un fortísimo mensaje a la comunidad internacional, especialmente a sus enemigos, de que Pakistán era una nueva potencia nuclear y deberían “andarse con pies de plomo,” a partir de ese momento.

 

            En conclusión, el cariño, la admiración y el respeto que este personaje despertó en gran parte de Asia, le acompañaron hasta el final de su vida; admiración aun en aquellos enemigos declarados y no declarados que vieron en él a un peligro viviente, por conceder el arma nuclear a una nación del tercer mundo subdesarrollado. Y, quiérase o nó, la bomba atómica pakistaní ha sido, en efecto, un aspecto disuasivo y ha evitado la guerra en la región, que es altamente volátil.


Shi Zhengli, la Científica que Sabe más que

Nadie sobre el Coronavirus

 

(Parte 2 y final)

 

WUHAN, China- En esta segunda parte de nuestro reportaje sobre la científica china, admirada por muchos y temida –precisamente por lo mucho que conoce del tema-, por el gobierno comunista de Beijing, conoceremos datos más profundos de su lucha, a veces desesperada y rozando el derrotismo, en ese país que negaba a toda costa la difícil y complicada situación provocada por el coronavirus.

             El 6 de enero del 2019, Shi tenía una desesperanzadora noticia que ella misma no hubiera querido dar a conocer al mundo, ni la humanidad hubiera deseado escucharla jamás: un nuevo coronavirus había aparecido al pasar de los animales a las personas y, aun hoy en día, existen incrédulos que siguen buscando los eslabones perdidos de la enfermedad, pues no consideran que el origen haya sido el que la científica china mencionó; aunque ella sigue pensando (y creyendo), que hay una alta probabilidad de que la transferencia fue directa desde los murciélagos (una idea aceptada por la mitad de la comunidad científica, dicho sea de paso), hacia el hombre. Un importante grupo de especialistas en virus, cree que existió en el proceso un animal intermedio, en este caso los pangolines, que son unos mamíferos asiáticos de los que se utilizan sus escamas a manera de medicina tradicional y su carne, en China y otras naciones del continente, es considerada una delicia en el arte culinario.

             Por supuesto que el mercado de Wuhan, siempre atestado de animales para el consumo humano, pero la mayoría de ellos extraños para la dieta de los occidentales, se convirtió en el epicentro de las sospechas sobre el origen del Covid-19 y por lo tanto, fue lo primero que las autoridades chinas intervinieron, primero cerrándolo al acceso de los mercaderes y compradores; y después, para investigarlo minuciosamente.

            La populosa ciudad se había convertido, de repente, “en el ojo del huracán”, y su nombre sinónimo de muertes masivas alrededor del planeta. Adquirió una triste y espeluznante fama, a la vez que el odio de casi todas las personas alrededor del orbe. Sin embargo, para Shi “el comercio y el consumo de la vida silvestre son solo una parte del problema, porque animales de granja, en el caso de los cerdos, ya habían experimentado transmisiones de enfermedades hacia los seres humanos, en numerosas ocasiones en el pasado.” Argumentó en más de una oportunidad la científica.

 

Echar mano a los testeos

 

            Mientras el coronavirus se expandía por los cuatro puntos cardinales, Shi utilizó los testeos que comenzaron a adquirir tanta fama como el mortal virus. La mujer en cuestión utilizó la técnica de reacción en cadena de la polimerasa, que puede detectar un virus, amplificando su material genético y confirmó que en el virus de cinco de siete infectados, era posible detectar secuencias genéticas comunes a todos los coronavirus. Fue cuando ordenó repetir las pruebas y destinó muestras a otra división del laboratorio, con el fin de obtener la secuenciación completa de los genomas virales.

            En una entrevista concedida, la científica confesó que aquella etapa de su trabajo se convirtió en una verdadera obsesión, en específico cuando tuvo que chequear los circuitos de seguridad del propio laboratorio, sus materiales experimentales, los registros de descartes y los resultados de esas labores las explicó de esta manera: “Fue un alivio detectar que ninguna de las secuencias que surgían de los pacientes infectados, coincidía con las de los virus que habíamos tomado de las cuevas de los murciélagos. Eso realmente me quitó una carga de la cabeza. No había pegado un ojo durante días.” Puntualizó.

            Después de su trabajo intenso y concienzudo, y a la luz del reconocimiento mundial que estaba logrando, Shi Zhengli “desapareció de la escena…” Fue silenciada o ella misma se avocó al silencio, según suele suceder en China con las personas que no son afines a la dictadura del partido comunista o resultan peligrosas para los intereses políticos de los líderes, quienes siempre ven las cosas, sean de la naturaleza que sean (científicas, médicas, tecnológicas, etc.), en función de sus intereses partidistas e ideológicos. Lo cierto es que, después de ser la vocera diaria de los progresos frente al Covid-19, Shi salió silenciosa y misteriosamente de la escena pública, sin que nadie supiera nada de su paradero. Hay quienes dicen que fue vista fuera de China, refugiada y escondida, con la finalidad de proteger su vida. Es decir, “ella sabe mucho, más de lo que a los dirigentes comunistas les sirve que sepa sobre el origen del coronavirus.”

            Es en este punto exacto, al descubrir que los murciélagos, a pesar de que seguían siendo los principales sospechosos y todo el asunto del mercado de animales de Wuhan, Shi argumentó que el Covid-19 probablemente tuvo otro surgimiento y es donde muchos elucubran que podría ser un virus de laboratorio militar, creado por los soldados para futuras guerras en las que China podría participar. Es posible que por esa teórica posibilidad, había que callar a la científica cuanto antes.

            No obstante, otra versión especulativa señala que “pudo ser abducida por el propio sistema político del país”, para prepararla mediáticamente ante el furor mundial que sobrevendría; o sea, que ella podría trabajar en favor de China, comunicando con mejor eficacia que nadie, sobre los orígenes, expansión y todo lo concerniente a la pandemia que ya se había salido de control alrededor del planeta. El sistema la utilizaría a manera de voz oficial, con su indiscutible jerarquía y conocimiento… Fue así como, algunos meses significativos después, reapareció “naturalmente” y fue protagonista de los informes oficiales (del gobierno), que partían desde su laboratorio y que aseguraban que el virus de Wuhan no tenía absolutamente nada que ver con el desarrollo de armas o de una fuga de bioseguridad… los murciélagos seguirían, por lo tanto, en la creencia de millones de personas como los causantes únicos de la pandemia que desolaba a la humanidad.

 

Frente a la OMS

 

            El gobierno comunista chino no encontró a nadie mejor que Shi, para que recibiera al equipo internacional que envió la Organización Mundial de la Salud (OMS), a China, a comienzos del 2021, doce meses después del caso “cero” y de que, finalmente y posterior a muchos intentos por ingresar a China, se les permitió arribar a Wuhan. Fue así como los 14 científicos internacionales (de varias nacionalidades y seleccionados por la OMS), se hicieron acompañar por colegas chinos, encabezados por Shi, durante cuatro semanas, durante las labores de investigación y análisis.

            Fue inevitable que la política china no se entrometiera en la misión, además de la intensa vigilancia por el aparato secreto del régimen, que los seguía y espiaba ahí donde fueran y les prohibían entrar a ciertos lugares y tocar ciertas muestras que los agentes del espionaje consideraban iban afectar la imagen de su país. En conclusión, los dos grupos –el visitante y el chino-, redactaron un documento conjunto que le dio la vuelta al mundo, gracias a una conferencia de prensa que convocaron, en el que se dijo que “los especialistas habían descartado, por considerarla extremadamente improbable, la teoría de que el patógeno pudo haber salido de un laboratorio (militar), de Wuhan. Además, hemos corroborado que se produjo el paso del coronavirus de un animal al ser humano, a través de una tercera especie y que es la hipótesis más probable. El mercado de mariscos de Wuhan, Huanan, ha sido considerado el origen de la enfermedad, aunque no lo tenemos (los especialistas visitantes), totalmente claro.”

            Tiempo posterior y por su lado, Shi Zhengli confrontó ella sola a los periodistas e indicó: “No tenemos nada que ocultar.” Una expresión que más bien pareció “un cliché” muy usado por los países comunistas en situaciones cuando el prestigio de sus gobiernos y ejércitos permanecen muy debatibles en la opinión pública mundial. Pero, a pesar de las conclusiones oficiales de los enviados de la OMS y de la misma científica Shi, la gran duda permanece flotando en el aire, a tal extremo que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, hace pocas fechas ordenó realizar una investigación a la CIA para encontrar y desentrañar la verdad sobe las causas del coronavirus. Además, cada día se publican decenas de artículos de prensa y documentos especializados en los que la incertidumbre, la falta de seguridad definitiva, hace pensar que nada está claro acerca del tema y que el gobierno chino esconde las verdaderas razones, algo así como “un Chernóbil” que por más que la Unión Soviética trató de tapar con su aparato de propaganda, siempre salió a la luz internacional.

            Empero, aún faltaba una incidencia más en la que iba a participar Shi Zhengli, quien, seguramente atormentada por su propia consciencia, redactó y procesó un informe que luego fue emitido por la Academia de Ciencias de la Universidad de China y publicado para su revisión en el medio especializado BioRxiv, en el que da pie a la posibilidad de que la aparición del Covid-19 se debió a una posible fuga de bioseguridad y así lo razonó en dicho documento: “Estos virus pueden haber experimentado eventos de selección o recombinación en los hospedadores animales y producir adaptación viral a un nuevo hospedador y luego propagase a la nueva especie, antes de saltar a los humanos.” Y su argumentación siguiente sería todavía más preocupante cuando dejó escuchar: “La misión debe continuar (la investigación). Lo que hemos descubierto es apenas la punta del iceberg. (…) El brote de Wuhan es una llamada de atención. Los coronavirus transmitidos por murciélagos, causarán más brotes. Debemos encontrarlos antes de que ellos nos encuentren a nosotros.”

            Esto último solo indica dos cosas: 1. Que no hay nada claro sobre el origen de la pandemia; y 2. Que no se descarta su partida desde los hábitats de los murciélagos asiáticos, ni de los laboratorios que crean armas químicas, con fines militares. Y esta tesis es la que menos quieren que sea confirmada en el seno del gobierno chino, que no desea aparecer como el genocida que todos sospechamos que realmente es y ha sido a lo largo de su historia.       


Shi Zhengli, la Científica que Sabe más que Nadie sobre el Coronavirus

 

(Parte 1)

 

WUHAN, China- Esta mujer de contextura menuda y de baja estatura se ha convertido, desde antes de la aparición del Covid-19 en la superficie y la realidad de la Tierra, en una extraordinaria autoridad sobre el tema… el mortal tema que ha tenido arrinconada a la humanidad, debatiéndose entre el miedo la impotencia y la muerte. Y lo que es mejor para los investigadores, científicos y periodistas, radica en que es una amplísima y profunda conocedora de los murciélagos, el animal considerado el origen del germen que dio origen a la pandemia que ha cobrado las vidas de millones de personas alrededor del orbe.

Seguida de una notoria popularidad que ella nunca buscó, tiene que soportar esta situación mientras dirige el área de virología del Laboratorio de Wuhan, la ciudad donde surgió a la superficie el coronavirus; de hecho, entró en el ranking de las 100 personas más influyentes del 2020, elaborado por la famosísima y prestigiosa revista estadounidense Time.

            No obstante lo anterior, colegas suyos en China afirman que Shi ya era famosa antes de que el virus apareciera: era citada en más de 19,000 artículos científicos en revistas especializadas, de los cuales en 130 fue autora o co-autora de esos trabajos periodísticos. Desde un inicio, Shi se especializó en epidemiología en el mismo laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan y se dio a la tarea de investigar sobre los nuevos virus procedentes de animales silvestres, especialmente roedores y murciélagos. “Me llamaba mucho la atención conocer la forma cómo esos virus pueden saltar de los animales a los seres humanos,” dijo en una oportunidad a un reportero occidental. De tal manera, tiene más de 20 años trabajando en el tema, lo cual, sin lugar a dudas, la han convertido en una autoridad indiscutible a nivel mundial.

 

Visitante asidua de las cavernas

 

            En el 2004, llegó a su país un grupo de investigadores extranjeros, deseosos de visitar las cuevas de Nanning y Shi pidió que la llevasen con ellos, pues su curiosidad rebasaba su normalidad cotidiana. Observó detenidamente las colonias de murciélagos en el interior de las montañas y ella lo recuerda como una aventura inolvidable: “Fueron unas vacaciones asombrosas –dijo a la prensa-; era una primavera ventosa, pero el Sol acompañaba la escalada. Fue fascinante. (Pude ver) estalactitas de color blanco lechoso que colgaban del techo como carámbanos, relucientes de humedad. Era una cueva de acceso simple, espacioso, con columnas de templo en piedra caliza (…). Las colonias más prolíficas (de murciélagos), que buscábamos, se guarecían en las profundidades y teníamos que caminar largas horas para encontrarlas. Nos íbamos introduciendo en las grietas de las montañas, donde apenas podíamos pasar estirándonos igual a bailarines. La desazón fue contínua, pero seguíamos encaramados en las rocas con intenciones de capturar alguna muestra. Llevábamos 7 días en los que nos volvimos más delgados para penetrar en las grietas de tres decenas de cuevas. Hallamos apenas 12 murciélagos y en la última jornada ya no había presupuesto económico ni demasiado ánimo.” Narró ampliamente Shi Zhengli. Empero, cuando pensaban abandonar el trabajo, invadidos por un absoluto desaliento, pudieron encontrar una muestra que permitiría, tiempo después, explicar el origen del brote del SARS.

            Fue en el 2002 cuando aparecieron 66 contagiados en Foshan, provincia de Guangdong; luego fueron más de 500 portadores del virus en el mercado de animales de la misma ciudad y ese fue el primer momento cuando el SARS hizo acto de presencia entre los seres humanos, transmitido por mamíferos originarios de Asia y África tropical y subtropical. La científica china ya había observado otros dos casos de transmisión animal, cuando una serie de caballos, en 1994, pasaron el virus a las personas que interactuaban con los equinos; y el segundo caso se trató del virus de Nipah, que pasó de los cerdos a sus cuidadores; pero lo sorprendente en los dos ejemplos aquí citados y según palabras de la misma Shi, ambos animales –caballo y cerdo-, habían servido únicamente como huéspedes intermediarios, después de haber sido mordidos y contagiados por murciélagos, con el virus.

            En aquel entonces, debido a la forma del SARS, se le dio el nombre de “coronavirus” por su similitud con una corona, al ser observado en el microscopio. “Por esas fechas –agregó Shi-, apenas causaba resfríos.” En los meses siguientes, la científica creó un método para introducirse su equipo y ella, en las cavernas situadas en las montañas y consistió en que, antes de que cayera la noche, cerraban el ingreso de las cuevas con redes que permitían atrapar al murciélago que iba a salir a alimentarse y antes de dejarlo en libertad, le tomaban muestras de sangre, excremento y saliva. Pero, desgraciadamente, esas pruebas no documentaron, ni levemente siquiera, que el virus partiera de los murciélagos. “Ocho meses de arduo trabajo, parecían haberse perdido por completo. Pensamos que tal vez los murciélagos no tenían nada que ver con el SARS,” recordó la mujer.

            En todo caso, la duda seguía tirando de ella, seguía latente en su fuero interno y decidió ser más perseverante de lo común y seguir con las investigaciones: “Habíamos terminado una investigación y estábamos a punto de tirar al cesto de la basura unos kits de diagnóstico que nos habían dado unos colegas y, antes de hacerlo, localizamos muestras de tres especies de murciélagos, todas ellas con anticuerpos de SARS. Fue un punto de inflexión para el proyecto.” Rememora Shi. Indicó que siguieron la ruta del SARS y develó el proceso para buscar secuencias genómicas virales, a partir de ese momento preciso. Posteriormente, el coronavirus comenzó a darse a conocer ante los ojos de los científicos de manera abierta y sin secreto alguno, mientras el laboratorio de Wuhan se convertía en el epicentro mundial especializado en la materia.

Se detectaron, seguidamente, cientos de variantes que el murciélago puede portar, con una diversidad genética que se convirtió en un desafío. Es cuando Shi explica: “La mayoría de ellos son inofensivos, pero lo confirmado en pruebas de laboratorio señala que pueden infectar las células humanas de los pulmones.” Con base en lo anterior, la fama de Shi Zhengli se agigantó y se le puso el sobrenombre de Batwoman, semejante a la amiga de Batman, que lucha contra el crimen en Ciudad Gótica. Esto por su trabajo denodado con los murciélagos y sus investigaciones científicas. Ella solo atina a sonreír cuando le mencionan su apodo, talvez porque sabe que no se trata solo de una tira cómica y que el tema es demasiado serio para tomarlo a guasa.

 

Cómo es y qué significa Wuhan

 

            Esta urbe del centro de China, desde hace tres años tiene un sitio ganado en las páginas de la historia, de las enciclopedias para ser más precisos, ya que es el origen del coronavirus, desde donde partió para infectar al resto de la humanidad con los hechos y las consecuencias que todos hemos podido presenciar, traducidos en millones de infectados y muertos alrededor del planeta.

            Es la capital de la provincia de Hubei y la ciudad más poblada del centro del país, con más de 10 millones de habitantes; es un conglomerado político, económico, financiero, cultural, educativo y de transporte de la geografía central de China. De acuerdo con la historia, fue aquí donde sucedió el levantamiento popular, liderado por Sun Yat-Sen, que desencadenó la Revolución Xinhai, que se extendió por toda la nación y produjo el derrocamiento de la última dinastía china, la Qing, y la formación de la República de China, en 1911.

            En diciembre del 2019, mientras Shi Zhengli se hallaba lejos de la ciudad, en un ciclo de conferencias, comenzaron a llegar pacientes a los hospitales públicos de Wuhan para ser testados, ya que padecían extraños síntomas, hasta ahora nunca vistos por los médicos. Se trataba de un virus extraño y no había posibilidad alguna de clasificar los síntomas y los resultados de los análisis clínicos. Fue cuando los galenos decidieron enviar las muestras al Instituto de Virología de Wuhan, para que fueran analizadas con mayor detenimiento y profundidad.

            Antes de la conferencia que debía dictar, el celular de Shi no dejaba de vibrar y cuando atendió finalmente, la emergencia había tomado dimensiones inesperadas e impresionantes. Decidió tomar un tren y regresar a Wuhan apresuradamente, mientras se agolpaban las ideas en su cabeza, entrelazadas con la mayor preocupación: “Nunca me hubiera imaginado que sucedería este tipo de cosas en el centro de China: que no tengan la misma secuencia genética de las que tenemos en el laboratorio.” Mientras tanto, los periodistas y espías occidentales tejían las más variadas hipótesis cuando ya no se pudo ocultar más la emergencia; por ejemplo, acuñaron el argumento y la creencia de que el virus se había escapado de un laboratorio militar, una idea que todavía se mantiene flotando con fuerza de un extremo a otro en el planeta.

            Una llamada desde el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, le indicó a Shi que dos de los pacientes ingresados a los hospitales, fueron diagnosticados con una neumonía anómala y habían dado positivo para un nuevo tipo de coronavirus. La instaban a apresurarse, que “volara” urgentemente, para que comenzara una investigación más profunda. Sin embargo, 12 años atrás, Shi Zhengli había dicho que en las zonas subtropicales de China, conocidas como Guangxi y Yunnan, eran los sitios de probable transmisión de animales a humanos de este nuevo tipo de virus, específicamente de los murciélagos. Doce años después, su teoría había dejado de serlo, para convertirse en una tenebrosa realidad de la que aún no hemos podido desprendernos ni salvarnos.

            La misma científica resume con sus propias palabras lo que fue aquel aciago momento del descubrimiento del coronavirus: “Fue un año tormentoso. Fueron los tiempos más estresantes de mi vida profesional. A mi llegada a Wuhan, sin escalas personales, me interné en el laboratorio junto a las muestras misteriosas. Convoqué a todo mi equipo en el más estricto silencio (…).” Y el resto de la historia la podemos narrar todos los seres humanos que hemos sufrido la enfermedad o la hemos visto actuar de lleno en familiares, amigos o conocidos… muchos de ellos sepultados después de una larga e infructuosa lucha contra el mortal virus.

            Continuará…


La CIA Norteamericana Espiará en Wuhan, China, para Determinar la Verdad sobre el Origen del Coronavirus

 

WASHINGTON, USA-Ciertamente la Organización Mundial de la Salud (OMS), adscrita a las Naciones Unidas (ONU), estuvo de visita por primera vez en la ciudad de Wuhan, desde la aparición del virus que causó la pandemia mundial, para analizar profundamente las causas del Covid-19. Pudieron ingresar a China después de múltiples negativas de parte del gobierno comunista de ese país; pero, al cabo de su permanencia en la ciudad origen del coronavirus, el informe que elaboraron los enviados de la ONU más parece un documento de la más exquisita diplomacia, en el que no se acusa ni señala a nadie, sino que parece que ensalza al deprimente sistema político que impera sobre los millones de habitantes de esa nación asiática.

            En otras palabras, el documento elaborado por la OMS es insatisfactorio y deja más dudas que respuestas, porque, en principio, no cumplió con su cometido. Es por ello que el actual gobierno estadounidense del demócrata Joe Biden, intentará hacer lo que el supuesto beligerante Donald Trump no intentó siquiera: enviar agentes a espiar a los chinos y esclarecer, finalmente, las razones y el punto de partida del mortal virus que ha diezmado cantidades impresionantes de la población mundial.

Datos genéticos

            En estos precisos instantes, agentes de la CIA analizan datos genéticos obtenidos en el laboratorio de Wuhan y se trata de una importante cantidad de planos de muestras de virus, mismos que podrían ser clave para descubrir cómo, dónde y por qué se originó el coronavirus, tan pronto sean descifrados por los científicos estadounidenses que trabajan en los laboratorios de la Central de Inteligencia Americana.

            En todo caso, los expertos creen que no hay duda del sitio donde se gestó esta problemática en forma de pandemia; pero lo que sigue llamando la atención es la forma cómo los agentes de la CIA obtuvieron ese banco de datos genético, mientras una fuente confiable del Departamento de Estado en Washington, indicó que enviará más personal encubierto a China para que logre más material en Wuhan para estudiarlo y salir de una vez por todas de cualquier situación de duda hoy existente. Por supuesto que no precisó de quiénes se tratan, cuándo partirán hacia la nación asiática, ni cuánto tiempo estarán ahí, pero se deduce que será una misión extremadamente riesgosa, dado el peligro de ser descubiertos por la contra-inteligencia asiática.

            En una explicación no oficial, la CIA ha dicho brevemente que “la maquinaria involucrada en la creación y el procesamiento de este tipo de datos genéticos, a partir de virus, generalmente está conectada a servidores externos radicados en la nube, lo que deja abierta la posibilidad de que hayan sido pirateados (incluyendo a los agentes de la Central de Inteligencia, por supuesto).”

            Por otra parte, el vocero de la CIA, que se mantiene lógicamente en el anonimato, mencionó que la agencia de espionaje norteamericana no solo necesita científicos gubernamentales suficientemente capacitados para interpretar datos complejos de secuenciación genética y que tengan la autorización de seguridad adecuada, sino que deben hablar mandarín también, de manera segura y fluida, porque toda la información al respecto, relacionada con el coronavirus, está escrita en chino y con un vocabulario especializado. Hasta el momento, en este apartado específico, los espías no han tenido ningún inconveniente, puesto que la información ha sido decodificada apropiadamente y con precisión idiomática.

 

Orden presidencial

 

            Espiar a China, a los laboratorios de Wuhan, para conocer con certeza por qué, dónde y el motivo de la aparición del virus base del Covid-19, fue una orden que partió desde la Casa Blanca, desde la Oficina Oval y de la inquietud del presidente Biden, en mayo anterior. “Necesito que me entreguen un informe detallado sobre el origen de la pandemia de coronavirus, en un plazo de 90 días,” fueron sus palabras exactas. Desde entonces, la CIA ha estado trabajando denodadamente en dicho cometido.

            Joe Biden se mostró preocupado e interesado ante la gran cantidad de especulaciones que se han generado sobre la aparición de la mortal enfermedad y después de que un informe de la Inteligencia estadounidense indicó que varios investigadores del Instituto de Virología de Wuhan, enfermaron en noviembre del 2019 y tuvieron que ser hospitalizados, dando así inicio a la pandemia que se esparció por casi todos los rincones de la Tierra. Así según una crónica publicada en el prestigioso diario The Wall Street Journal.

            Tanto los norteamericanos como millones de personas alrededor del planeta, nos planteamos la duda sobre el origen de esta problemática, porque “develar este misterio es esencial para determinar en última instancia si el Covid-19 se filtró del laboratorio (si fue elaborado con fines militares), o se transmitió a los humanos desde los animales (en este caso el famoso murciélago que se dice consumen los chinos en uno de sus platillos preferidos).” Así afirmaciones de personeros de la CIA.

            Actualmente los investigadores norteamericanos siguen buscando datos genéticos de 22 mil muestras de virus que se estaban estudiando en el Instituto de Virología de Wuhan, aunque los funcionarios chinos eliminaron datos de internet en septiembre del 2019 y, desde entonces, China se ha negado a entregar a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a los Estados Unidos, toda información al respecto, sin procesar, sobre los primeros casos de coronavirus. Evidentemente el hermetismo en este particular, es la barrera más alta con la que han topado los interesados en dilucidar el todavía misterioso origen del Covid-19.

Por lo pronto, a espaldas de los chinos que esconden información con todo ahínco, los espías estadounidenses han comenzado su peligroso trabajo y, de lograr los objetivos trazados, la humanidad sabrá qué tanto hay de mentira de parte del gobierno de China y qué otro obedece a la verdad.


El Fracaso de la Vacuna Rusa, cuya Única Razón fue hacer Propaganda al Régimen

de Putín

 

MOSCÚ, Rusia- Los dirigentes rusos actuales tienen una enorme frustración que cada día se les agiganta más y se fundamenta en que ya no son una potencia, como se suponía que era la extinta Unión Soviética. Y decimos “suponía” porque lo era en cierto modo: solo desde el ángulo militar con un portentoso ejército basado en glorias del pasado, de su victoria contra la Alemania Nazi en su guerra de liberación de su territorio, y casi nulos triunfos después de aquella conflagración (Segunda Guerra Mundial). Era un arma militar atestada de misiles, submarinos nucleares, satélites circundando la atmósfera terrestre, que espiaban a sus enemigos de occidente; empero, en el plano económico, científico, literario (cultural) y social, la antigua Unión Soviética simplemente era un país destartalado, lleno de carencias materiales y espirituales y al borde del colapso psíquico, filosófico, doctrinario, ideológico y sociológico, tal y como sucedió una vez que fueron expulsados de Afganistán por los irreductibles muyahidines y por la caída del Muro de Berlín.

            A la mencionada frustración que hemos explicado, cimentada en su desigual competición con los Estados Unidos, principalmente, y luego con Alemania, Japón, Francia y el Reino Unido, debemos agregarle sus carencias en múltiples campos, específicamente en la ciencia, lo económico y lo social. Y esos faltantes tratan de suplirlos por medio de creaciones o inventos tecnológicos que son ventilados a la opinión pública como si fueran verdaderos prodigios emanados de mentes superdotadas de científicos rusos. Concretamente, cuando la pandemia del Covid-19 de creación china, comenzó a hacer estragos en el planeta entero, los rusos, a instancias de Vladimir Putin, produjeron la primera vacuna que, supuestamente, iba a erradicar al virus. La llamaron Sputnik V, en recuerdo del primer satélite no tripulado que los soviéticos lanzaron al espacio sideral (recordemos que también hubo una revista llamada Sputnik en la Era soviética y hoy en día, una página web noticiosa, cuyo nombre es igual; es decir, Mundo Sputnik, en una tendencia de los rusos por nombrar a todo lo que inventan con ese apelativo).  

            Por supuesto que el bullicio internacional que el Kremlin hizo de esta primera y única vacuna que sorprendió hasta a los más incrédulos en occidente, representó momentáneamente un triunfo del sistema ruso actual y de sus científicos; pero…

 

Con Estados Unidos y Occidente en la retina

 

            En aras de esa competencia desproporcionada y desmedida que los rusos tienen con los estadounidenses y europeos occidentales y en su deseo incontenible por hacer creer que son una potencia que “tiene que ser tratada de igual a igual,” fue que lanzaron “al aire” su flamante vacuna Sputnik V. Nuevamente los rusos adelantaban a su némesis (enemigos norteamericanos), tal y como lo hicieron en la década de los 50 con aquel satélite que parecía una bola de acero con antenas por todos los flancos.

 Pero había que verlo para creerlo…

            Ese mismo 11 de agosto del 2020, el dictador Vladimir Putin se llenó la boca alardeándole a la humanidad entera que sus científicos habían creado la primera vacuna y que estaban listos para ayudar al combate contra el coronavirus chino. “El Estado ruso lo vendió como una gran victoria para la ciencia, la innovación y la diplomacia rusas. Sin embargo, un año después, la opacidad en los datos sobre la propia vacuna, la desconfianza, la escasez de dosis, los problemas de suministro y la corrupción… ponen en entredicho el éxito ruso, en mitad de una nueva ola de contagios que azota a su territorio”, indica en una reflexión, dentro de su artículo de prensa, el periodista español Raúl Alcalá, radicado en Moscú.

            En medio de una permanente recesión económica en toda Rusia, con un Estado limitado y sin logística para producir y exportar la susodicha vacuna, aun así… los rusos la lanzaron al mundo y lo peor estaba por venir cuando los gobiernos simpatizantes con Moscú, especialmente en América Latina, se precipitaron a comprarle la ya famosa inyección, en especial Venezuela y la siempre díscola Argentina, dos naciones que se han quedado esperando la llegada de nuevas dosis, que, después de la primera, no se han producido más.

            Tal ha sido el fracaso, las ansias de igualar a los occidentales y “capitalistas”, que los mismos ciudadanos rusos se muestran entre los más escépticos del mundo con este fármaco y expresan severas críticas contra el mismo. En la actualidad, solo el 19 por ciento de los rusos ha recibido la pauta completa contra el Covid chino; y poco más del 7 por ciento tiene al menos una dosis. La gran mayoría de los rusos saben cabal y certeramente que la creación de la Sputnik V fue para competir y adelantarse a los Estados Unidos y a los alemanes –extraordinarios en cuestiones farmacéuticas-, y que al gobierno de Vladimir Putin no le importó que, poco tiempo después, la farsa se le fuera a pique. Y lo que es peor, la aventura de enviarla al mundo se dio cuando no se había verificado todavía su eficacia y seguridad desde el punto de vista clínico, a tal extremo que no habían comenzado siquiera los ensayos de la fase III. Tal el despropósito de la dictadura de Putin.

 

Contagios disparados en la propia Rusia

 

            A la sombra de la supuesta vacuna rusa -que es lo mismo que las dos cubanas y las tres o cinco hechas en China-, el gigantesco país euro-asiático se debate en medio de un aumento de los contagios y de las muertes de sus ciudadanos. Los datos oficiales citan que unos 164 mil rusos han fallecidos a causa del Covid chino; aunque nunca es posible creer lo que emiten o anuncian las dictaduras y la rusa no es la excepción; de tal manera que se calcula que los muertos podrían triplicar la anterior cifra, en la vida real.

            Mientras tanto, de cara a la comunidad internacional y ante la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Sputnik V no ha sido aprobada en modo alguno, ni validada por este organismo que vela por la salud de la humanidad, lo cual le quita rigor científico y la envuelve en un halo de desconfianza, como todo lo que se produce en dictaduras herméticas, en los casos de Cuba, China y Rusia.

            La supuesta vacuna salió de los laboratorios del Instituto de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, de Moscú, y un grupo de científicos internacionales cuestiona altamente la inmunización rusa, principalmente por la falta de transparencia y de datos que la avalen y respalden. Incluso, naciones amigas de los rusos, en los casos de Brasil y Suráfrica, han comenzado a perder la confianza primera sobre su seguridad y eficacia y que mostraron cuando se dio a conocer al mundo su creación. Lo preocupante de todo esto yace en el hecho de que más de 70 países han autorizado el uso y distribución de la Sputnik V, entre ellos Argentina y Venezuela –anteriormente mencionados-, y la India y México (este último siempre confrontado con los Estados Unidos en todo sentido).

            La verdad radica en que poner al servicio de los pueblos la vacuna rusa, las chinas y las cubanas, que no protegen absolutamente nada contra la pandemia de origen chino, significa poner a las gentes en el filo de la muerte inevitable y de la manera más criminal posible.

            Por otra parte, el gobierno con sede en Moscú renunció a hacer contribuciones al programa COVAX, una iniciativa de la OMS para suministrar vacunas a países pobres y con economías emergentes, ya sea a través de contribuciones financieras o de dosis de la Sputnik V. La decisión del Kremlin obedece a los problemas que han tenido sus fabricantes en el sentido de que solo han producido 33 millones de dosis, frente a los 800 millones que habían prometido y han dejado a naciones receptoras y dependientes de su vacuna, a la espera y sin dosis suficientes, especialmente en África y América Latina. Por ejemplo, en Argentina se ha suscitado un intenso y arduo debate en los medios de comunicación, porque grandes sectores de sus ciudadanos se han quedado esperando la segunda vacunación con Sputnik y jamás previeron los problemas de fabricación y suministro de parte de Rusia, un país que finge ser potencia mundial sin serlo y que no tiene los recursos económicos para continuar la producción del fármaco y tampoco los medios para distribuirlo. El gobierno argentino, a pesar de la admiración que siente por todo lo ruso (o mejor dicho, con lo antinorteamericano), envió una carta a Moscú, en la cual amenaza a los subalternos de Putin con revocar el contrato suscrito entre ambos países, en relación con la vacuna.

            De esta manera los rusos parecen haber entendido que no basta con hablar sin cansancio de un logro, en este caso de la Sputnik V, sino demostrarlo con hechos, con las exportaciones que prometieron al inicio y con la producción masiva del fármaco, algo que Rusia está muy lejos de lograr dentro de una economía interna sedente y una corrupción rampante a nivel gubernamental. La realidad de esta nación indica que pertenece al tercer mundo, lo mismo que Pakistán e India, tres países atestados de misiles y bombas atómicas, pero con un subdesarrollo impresionante y nada halagador (con la pobreza “que sale por los desagües”). Es decir, no basta vestirse como lo hacen los Príncipes, si no tienes ni “un quinto” en los bolsillos. No es cuestión de apariencias, sino de logros reales y de ser una potencia en el amplio sentido de la palabra. 


Comenzaron los Juegos Olímpicos más Extraños

de la Historia, en Medio del Coronavirus

creado por China

 

TOKYO, Japón- Han dado inicio los Juegos Olímpicos en este país asiático, considerado uno de los más modernos del mundo; sin embargo, sus impresionantes estadios están vacíos debido al Covid-19 que desataron los chinos comunistas por todo el planeta y que ha segado las vidas de millones de personas.

            Otras Olimpiadas que se salieron “del común”, fueron las de Berlín, Alemania, en 1936, organizadas por el gobierno nazi de Adolf Hitler y usadas como instrumento de propaganda del régimen; también las de Munich, también en Alemania, en 1972, cuando un comando de terroristas palestinos asesinaron a 11 atletas de Israel; y, por último, las de Moscú, en la antigua Unión Soviética (hoy Rusia), cuando los Estados Unidos encabezaron un boicot contra esas justas, por la invasión del ejército soviético a Afganistán. Muy pocos países asistieron para competir, especialmente los que estaban en la órbita del comunismo.

            Esta vez, en Tokyo, con las gradas de los estadios vacías, es otra Olimpiada sui géneris, completamente diferente a todo lo que se ha visto en el pasado, entre otras razones porque el Comité Organizador japonés teme una cadena de contagios con el mortal virus chino y por esa razón ha extremado medidas para proteger a su población y a los atletas participantes. Lo anterior se traduce en que los jueces, competidores y periodistas no podrán salir de los hoteles donde se hospedan, ni de la villa olímpica, según un correo electrónico que el mismo Comité envió a todos los participantes, so pena de ser sancionados si rompieran sus respectivas “burbujas.” “Los japoneses estaremos muy atentos a cada uno de tus pasos y, en el improbable caso de que incumplas las reglas –argumenta el correo-, podrías ser fotografiado y denunciado en las redes sociales,” cita el texto en su parte medular.

 

Juegos del miedo

 

            En un principio se creyó que estas Olimpiadas serían para celebrar la victoria de la humanidad actual frente al coronavirus venido desde China, pero ha sido todo lo contrario, porque el sentimiento, la sensación y la emoción predominantes ha sido la de auténtico terror porque la pandemia china se dispare y comiencen los contagios entre los atletas y demás personal.

            Inherente a la competencia, al acontecimiento deportivo, Japón está experimentando grandes pérdidas económicas por la ausencia de visitantes y espectadores en los estadios; pero los nipones entienden la gravedad de los hechos. Aun así, la incidencia de casos en Japón es baja, ya que la tasa de contagios ronda 25 casos por cada 100 mil habitantes, justamente porque el gobierno de esta nación se ha tomado con total seriedad la erradicación del virus en las islas que componen al país, por encima de la vacunación que ha conseguido inmunizar apenas al 22 por ciento de la población.

            A pesar de todo, el medallero prosigue llenando sus marcas y los atletas siguen concentrados en sus tareas, porque el espectáculo debe continuar…


Joe Biden se siente Victorioso ante el Coronavirus venido desde la China Comunista

 

WASHINGTON D.C.- El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se siente particularmente seguro y victorioso ante la pandemia causada por el Covid-19, diseminado por todo el planeta desde su aparición por primera vez en la ciudad china de Wuhan.

            Biden celebró la heroica campaña de inmunización hecha en los Estados Unidos y que ha conseguido inocular al 67 por ciento de las personas adultas y manifestó exultante: “¡El Covid ya no controla las vidas de los ciudadanos, ni paraliza a la nación! Estamos saliendo de los años más oscuros, un año de pandemia y aislamiento, un año de dolo, miedo y pérdidas desgarradoras.” Dijo en su discurso con motivo de la celebración de un año más de Independencia de la Unión Americana. Añadió que, a pesar de lo anterior, “el Covid no ha sido vencido y la variante Delta, y otras, aún son una amenaza para los Estados Unidos y el resto del mundo. La propia sociedad es la que tiene el poder para asegurarse de que el virus nunca más vuelva a dominar nuestras vidas.” Reafirmó.

            Insistió en la necesidad de que las personas se vacunen, porque es la mejor defensa contra las variantes del virus chino y “es el gesto más patriótico que pueden hacer. Si no se han vacunado –pidió el presidente-, háganlo… háganlo ahora. Háganlo por ustedes mismos, por sus seres queridos, por sus comunidades y por su país. Piensen dónde estaba esta nación hace un año; piensen dónde estaban ustedes hace un año y piensen en lo largo que hemos llegado.” Dijo Biden en las líneas más importantes de su discurso, que fue escuchado por unos mil asistentes en el jardín sur de la Casa Blanca, en esta ciudad Capital.

 

No pasan del 70 por ciento

 

            Aun así, a pesar del optimismo mostrado por Joe Biden, los vacunados en este país no llegan todavía al 70 por ciento, lo cual es visto como un revés por los detractores de los demócratas en el poder, ya que el gobierno tenía previsto llegar a ese porcentaje antes del 4 de julio anterior. Pero el mandatario insistió en que la campaña ha sido realmente “heroica al inocular, al menos con una dosis, al 67 por ciento de los adultos estadounidenses.” Es por ello que los encargados de la salud siguen preocupados, porque el virus podría causar más problemas en una parte importante de la población y, por supuesto, en la economía de la nación.

            Uno de los mayores inconvenientes con los que se han encontrado en el gobierno central, ha sido la desaceleración de la vacunación, pues los jóvenes de los Estados más conservadores, rechazan inmunizarse en momentos cuando la variante Delta toca a las puertas del país y se expande rápidamente en otras regiones del mundo. Es por esta razón que las autoridades sanitarias tratan de acelerar la vacunación, para alcanzar al 75 por ciento que se había impuesto como meta, en la primera mitad del 2021.

            En todo caso, y en comparación con los esfuerzos casi nulos de la administración de Donald Trump, quien no tomó en serio al virus chino y provocó la gran cantidad de muertes registradas en la documentación, aun más que en la Guerra de Vietnam incluso, el gobierno Biden ha recobrado el camino y el tiempo perdido y no solo ha detenido el avance del Covid-19, sino que ha dado un nuevo impulso a la economía estadounidense y ha sembrado la confianza en los corazones de su pueblo. En otras palabras, Trump se convirtió en sinónimo de abandono y muerte; mientras Joe Biden es el símbolo de la esperanza y la cordura en el mismo renglón sanitario.


Científica China Exiliada Asegura que el Covid-19 es un Virus de Laboratorio

 

ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA- La viróloga Li-Meng Tan, originaria de Hong kong, la ex colonia británica y ahora en poder de la China comunista, ha dicho que el coronavirus que sus compatriotas han esparcido por todo el mundo, fue creado en un laboratorio y ha desechado la teoría de que se escapó del mercado de la ciudad de Wuhan, de las jaulas de los animales que tenían ahí cautivos.

            Li trabajaba en la Universidad de Salud Pública de esta ex colonia, antes de huir hacia los Estados Unidos y exiliarse, debido al temor de ser arrestada por las autoridades chinas, precisamente por el conocimiento profundo que tiene acerca del virus mortal. Es una viróloga, quien ha ratificado una y otra vez sus afirmaciones de que el Covid-19 fue hecho, a propósito, bajo un programa militar de la China comunista y esa circunstancia ocurrió en un laboratorio, nunca “por accidente”, según han insistido en decir los políticos. Indicó que teme por su vida; incluso teme que su esposo la vaya a perseguir, pues se encuentra también en esta nación norteamericana, un tema que trataremos más adelante en este mismo artículo.

 

Proyecto militar

 

            La científica ha asegurado varias veces que “el virus vino de un laboratorio de Wuhan y fue hecho por los militares en base a virus modificado de murciélagos y luego difundidos, tras ser modificados.” Así lo hizo saber a la cadena estadounidense Fox News, que la entrevistó en “un directo” a todo el país. Y agregó en otro pasaje de la conversación con el periodista que “en diciembre del 2019 fui incorporada en secreto por mi supervisor, el virólogo Leo Poon, que trabaja con la Organización Mundial de la Salud (OMS), para esta investigación secreta sobre la neumonía de Wuhan. Pronto, mi trabajo involucraba a médicos chinos, investigadores (…), también civiles que reunían información combinada con mi conocimiento. Descubrí finalmente que este virus es de un laboratorio.”

            Criticó al gobierno de su país porque no informó oportunamente sobre los primeros casos de contagios de ciudadanos, debido, en parte, al hermetismo que existe en la China, que es, en la actualidad, el Estado más grande que profesa y practica el comunismo en el mundo. Fue cuando la científica agregó: “Mi laboratorio tiene la referencia de la OMS: significa que tiene que vigilar este tipo de emergencias en el área. Cuando sale un brote, tienen que informar. Hong Kong y la OMS necesitaban buscar información y no podían conseguirla de fuentes oficiales y yo soy la investigadora enviada por ellos, para hacer esa investigación.” Explicó.

            A manera de réplica, la OMS negó conocer a Yan ni a Poon y se defendió al argumentar que “mucha gente trabaja para nosotros en condición de consultores”; y negaron categóricamente que Li-Meng Yan trabajara para el laboratorio ubicado en Wuhan, especializado en virus y pandemias.

            En un trazo de la entrevista con la cadena Fox News, la joven indicó que siente un gran temor por su vida, a pesar de estar viviendo exiliada en los Estados Unidos. “Temo represalias de parte del gobierno chino –dijo-; mi supervisor me advirtió que tuviera mucho cuidado, que no tocara ‘las líneas rojas.’ Eso significa… los principios invisibles. Sino sería irresponsable.” Puntualizó.

            Una y otra ocasión repitió que “el virus vino de un laboratorio y fue hecho por militares”; y denunció que su esposo podría estar persiguiéndola, porque, en principio, trató de obstaculizar su salida de China, porque él trabaja para el Partido Comunista y parte de sus labores es “desaparecer” la información que ella divulgó. Y el término “desaparecer” la incluye a ella misma, según conocemos de la metodología utilizada por los chinos en estos casos específicos. Li es un elemento nocivo y peligroso para los intereses y la seguridad de China y se debe eliminar. Eso está claro.

 

Canadiense ratifica palabras de la viróloga

 

            La argumentación de Li-Meng Yan fue reforzada por la del biólogo canadiense, Derrick Rossi, quien señaló que “es improbable que el virus haya pasado de forma natural a los humanos. Estoy convencido de que el virus salió de un laboratorio de Wuhan.” Rossi es cofundador de la vacuna Moderna, que ha adquirido difusión y fama en todo el mundo, debido al combate del coronavirus.

            Aunque, en contraparte, la australiana Danielle Anderson, la última científica extranjera que trabajó en el mismo laboratorio en Wuhan, desmiente a su colega china y dice que “es muy poco probable que el virus haya sido creado de manera intencionada” por el ejército comunista. Esta mujer laboró en ese centro de investigación hasta diciembre del 2019 y sigue insistiendo al afirmar que “no creo que el virus haya sido creado de manera artificial. Yo creo que es de origen natural; pero es necesario descubrir cuál fue su origen”, pues ni ella misma tiene claro de dónde provino el coronavirus que ha causado más de 4 millones de muertes alrededor del mundo.

            A pesar de las palabras de la australiana, cada vez más virólogos apoyan la tesis de Li-Meng Yan, de que fue hecho con fines militares, con el propósito de desestabilizar a las potencias con las cuales compite China, deteriorar a la economía global y causar el caos, mientras los chinos repuntan y tratan de alcanzar el grado de adelanto de occidente.

 

            Lo único que se puede confirmar hasta este momento, es el temor que siente Li, un miedo que, sin duda, ha alcanzado los niveles de una bien fundamentada paranoia, porque los chinos proceden a eliminar a sus enemigos de cualquier modo y la científica de Hong Kong ha hablado más de la cuenta, según consta en los registros secretos que maneja Beijing.


Cuba, un País de Miserias Humanas, Ideológicas y Económicas, se Atreve a Producir una Supuesta Vacuna contra el Virus Chino

 

Los cubanos se parecen a los chinos -aparte de su inservible ideología comunista-, en que quieren equipararse a las grandes potencias occidentales, así, a la brava, de cualquier manera, y por ello crean artefactos, supuestos adelantos científicos para esto, aquello y lo otro, pero que, en la realidad, no sirven absolutamente para nada. Ya lo vimos con un cohete espacial made in China, que andaba dando vueltas alrededor de la Tierra sin control y que llegó a todas partes, menos a su destino prefijado por los chinos.

            En concreto, la vacuna hecha supuestamente por los chinos para combatir y repeler al virus que ellos mismos diseminaron por el mundo, el Covid-19, cuando es introducida en el organismo humano solo tiene eficacia en un 50 por ciento o talvez menos. ¡Para qué queremos una vacuna así, que no sirve para nada! Pero los chinos dicen que inventaron esto, aquello y lo otro y en realidad lo que crean no sirve ni para entretener a un niño por espacio de cinco minutos, porque su calidad es ínfima, absurda, ridícula.

            Los cubanos son peores, porque tienen a la miseria espiritual, ideológica y material a la vista; es decir, quien quiera saber y conocer cómo viven los cubanos de verdad, solo tiene que pagarse un pasaje a la isla y darse cuenta que viven en un país paupérrimo, de extrema pobreza, que está en el mismo renglón de Haití, Nicaragua, Venezuela, Bolivia y Honduras; pero le achacan la culpa a los Estados Unidos por el famoso “bloqueo” comercial. Pero la solución la tienen los cubanos mismos; es decir, cuando liberen a todos los presos de consciencia que llenan sus cárceles, cuando abran el sistema para celebrar elecciones libres entre candidatos reales y comprometidos con la libertad y la economía de mercado, cuando se entreguen sus dictadores, torturadores, carceleros y verdugos a la justicia internacional para ser juzgados, entonces el “bloqueo” se irá como por arte de magia. Porque quienes dan vida al “bloqueo” son los mismos que reparten la muerte en el territorio de la isla por medio de la persecución, la falta de libertades totales, el hambre, la represión y un sistema que nunca ha funcionado más allá de denigrar al ser humano que está atrapado en esa nación antillana.

 

“Los cubanos no tenemos más ambición que irnos de aquí”

 

            El gran mito –que no pasa de ser un mito, una idea ampliamente difundida por América Latina-, insiste en “vendernos” la imagen y el concepto de que los médicos y maestros (profesores), cubanos son lo mejor que produce el régimen castrista y no es cierto. Mario Pino de Armas, ingeniero químico cubano, nos lo explica mejor: “Cuando nos graduamos (en cualquier profesión) en la isla, comenzamos a trabajar y al poco tiempo nos damos cuenta de que nuestros salarios son de hambre, uniformes con todos los demás, así sean profesionales u obreros, y lo peor… no tenemos la posibilidad de escalar, de alcanzar mayores y mejores logros y se produce un estancamiento que es general. Es cuando llegamos a la conclusión de que es mejor cumplir apenas con nuestras obligaciones (para no ser despedidos), sin gran entusiasmo, porque sabemos que el futuro no cambiará y continuaremos en la misma situación: sin ascensos profesionales ni mejores remuneraciones en nuestros sueldos y por eso la calidad del profesional en Cuba se estanca también y se presenta la mediocridad.”

            “Generalizadamente” es el adverbio que utilizó el Ing. Pino de Armas para describir mejor la amplísima decepción que invade día a día a los trabajadores cubanos; entonces la conclusión a la que llegamos es: ¡Con esa misma desidia, se atrevieron a crear una vacuna contra el coronavirus; además de no poseer los insumos, el dinero, ni la capacidad en la producción para crear millones de vacunas, tanto hacia lo interno como al extranjero!

            Aun así, la dictadura de La Habana ha pedido a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que certifique ¡No una vacuna… sino dos, hechas en supuestos laboratorios cubanos! Laboratorios donde no hay siquiera detergentes para limpiar y mucho menos utensilios adecuados para trabajar con productos farmacéuticos, pues la pobreza, la miseria de los cubanos es proverbial e impresionante. En la seriedad de la OMS descansa la responsabilidad de rechazar esa charlatanería que el régimen comunista de la isla llama pomposamente “vacunas.” Por supuesto que son menos competitivas en comparación con la alemana de Pfizer/BioNTech y la inglesa AstraZeneca, sin tomar en consideración la bajísima o casi nula capacidad de los cubanos para masificar la producción de sus presuntas dos medicamentos anti-covid chino.

            Empero, hay que ser justos con los comunistas cubanos, quienes han aclarado que sus vacunas llamadas “Soberana 02” y “Abdala”, tienen apenas una eficacia del 62 por ciento –parecida a la elaborada en China, con nombre Sinovac-; y en el caso de “Abdala”, para que la efectividad sea del 92 por ciento contra el virus de Wuhan, hay que inyectar a los pacientes en tres ocasiones. Tal el fraude de estas dos pseudo-vacunas.

            Por otro lado, en un alarde de orgullo en medio de la miseria material, ideológica y espiritual en la que viven los cubanos -excepto sus líderes que rebozan en millones de dólares-, el gobierno marxista ha prohibido, desde la aparición de la pandemia en el mundo, que otras vacunas (reales y verdaderas), ingresen a su territorio, de ahí las 1,270 muertes que se saben con certeza que han ocurrido en la isla, aunque la camarilla en el poder oculte estos datos por miedo al desprestigio internacional, aunque mayor desprestigio del que ya se tiene no es posible, pues todos sabemos de la inoperancia y lo inútil del comunismo, ahí donde ejerza su dominio.

 

¡Otras tres vacunas!

 

            El gobierno comunista cubano ha descartado la producción masiva y por supuesto también la exportación de “Soberana 02” y “Abdala”, porque, como hemos dicho, no tiene los medios económicos ni tecnológicos para tales fines y, si lo analizamos mejor, tampoco podrá inyectar a toda su población con esos dos líquidos, supuestamente salvadores contra el virus creado por los chinos. Aun así, con esas penurias, y como si se tratase de algo tan fácil, después de que a las superpotencias (Alemania, Estados Unidos e Inglaterra), les costara una barbaridad crear las vacunas reales y serias, los cubanos han anunciado que ¡crearán otras tres! Es decir, la charlatanería se salió de contexto, de registro y perdió todas sus perspectivas… si se trata de un chiste cubano, tampoco hace gracia, pues este virus repartido por el mundo no es para “cuentos de camino.”

            Lo cierto es que, así como las vacunas hechas en Rusia y China, no han pasado de ser simple retórica política, las cubanas no alcanzan siquiera para convertirse en una broma leve o un mal “cuento” de cafetería. En otros términos, las vacunas mencionadas no tienen ninguna efectividad médica, pues sus fundamentos científicos prácticamente son nulos, aunque sus fundamentos políticos son extraordinariamente fuertes. Un ejemplo de lo anterior lo han dado los argentinos que, como buenos enemigos de los Estados Unidos y occidente, apostaron por la vacuna rusa “Sputnik V”, vacunaron a una cantidad limitada de personas y se acabó la susodicha dosis; solicitaron a Moscú el envío de más cantidades, pero el silencio del gobierno ruso ha sido elocuente, porque no tienen capacidad ni dinero para seguir produciendo su remedo de medicamento. Así, muchísimos argentinos que cifraron sus esperanzas en el producto ruso, se han quedado en la estacada esperando algo que quizás no volverán a ver nunca más en sus vidas. Por otra parte, las reinfecciones con el coronavirus chino se han estado produciendo en esas naciones que compraron las mencionadas vacunas, razón por la cual Costa Rica rechazó de plano la compra de Sinovac, producida en China.

            Volviendo al caso de las pseudo-vacunas cubanas, las dictaduras de Venezuela (que también adquirió la rusa), Argentina, México, Vietnam e Irán, han mostrado cierto interés en ellas, lo cual no deja de ser un aliciente para los cubanos, quienes podrán sentirse contentos porque hay otros gobiernos que creen en sus limitados intentos de producción médica; aunque sean los mismos gobiernos de siempre, los que están permanentemente confrontados con los Estados Unidos y el mundo occidental.

            Si hacemos un repaso del proceso de vacunación contra el Covid chino en América Latina, estos son los últimos datos dados a conocer por la OMS: Chile ha vacunado al 65 por ciento de su población (en la XII Región, en Magallanes, se alcanzó incluso la inmunidad de rebaño); en Uruguay hay un 63 por ciento de vacunación; República Dominicana muestra un avance significativo y ejemplar en este proceso, con 44 por ciento de sus ciudadanos vacunados; Argentina, 34 por ciento; Brasil, 32,1 por ciento; Costa Rica, 30 por ciento: El Salvador, 24,5 por ciento; México, 23,2 por ciento; Panamá, 22,3 por ciento; Cuba, 19 por ciento (aunque esta cifra no es creíble, de acuerdo a la desvirtualidad de la realidad que practica el régimen comunista); y con menos de un 5 por cuento de vacunados aparecen Honduras, Venezuela, Nicaragua y Guatemala.

            En todo caso, las personas residentes en las naciones libres, democráticas y con sistemas capitalistas u occidentales, deploran a todo producto que se elabore en Rusia, China y Cuba; por esa razón aseguran que nunca se vacunarían con líquidos extraños hechos en esos tres países y siguen prefiriendo a las conocidas (y reconocidas), Pfizer/BioNTech, Johnson &Johnson, AstraZeneca y Moderna. En otras palabras: apuestan a lo seguro y confiable, porque saben que ante la muerte… la charlatanería o lo poco serio, no puede tener cabida. 


Copa América cae del Cielo a Jair Bolsonaro

en Brasil

 

BRASILIA-Todos sabemos lo que significa el futbol para el brasileño: supera a toda pasión y se ubica, podríamos decirlo, más allá de la importancia que tiene la familia o el trabajo para estas personas. No en balde es el país más exitoso, a nivel mundial, en la práctica de este deporte, al haber alcanzado cinco Copas del Mundo, más que ninguna otra nación. Hay gentes que, al nombrarles “Brasil”, de inmediato piensan en playas, carnaval, café, sol y… futbol. Tal la magnitud de esta disciplina en tierras brasileñas.

            Desdichadamente para este pueblo, lo mismo que para los estadounidenses e hindúes, el coronavirus que los chinos han esparcido por la Tierra, les ha causado mucho dolor, primeramente por el pésimo trato y dedicación que el actual gobierno de Jair Bolsonaro dio en un principio, al restarle importancia y considerarlo, según sus palabras textuales, de “simple gripecita”, cuando el virus es capaz de acabar con un barrio entero en un solo día, algo que ha sucedido en Brasil en estos últimos meses. Es por ese motivo que la reelección presidencial para el ex militar Bolsonaro, solo era vista dentro del contexto de la derrota, más aún con la liberación del demagogo de izquierdas, Lula Da Silva, por un juez amigo suyo, quien le indultó de toda corrupción que le llevó a prisión anteriormente. De tal manera, Lula se convirtió en un serio adversario para Bolsonaro y hay quienes afirman que le ganaría en una futura elección.

            Es por eso que se asegura que el rechazo a la organización de la Copa América de futbol por parte de Colombia, por causa de sus desórdenes sociales en las calles; y de Argentina, por razón de la misma pandemia china, le ha “caído a Jair Bolsonaro del mismísimo cielo” y es posible que alguno de sus asesores, agudo y diestro en tácticas políticas, le aconsejó al oído que aceptara la celebración de ese certamen suramericano en tierras brasileñas, para simpatizar a su pueblo empobrecido, desempleado, enfadado con su presidente y atemorizado por los miles de muertes por el Covid-19 y de esa forma… “subir sus acciones” ante los votantes.

 

Para un político en desgracia y descrédito…

 

            Son incontables las veces, a través de la historia, cuando la organización y celebración de unas justas deportivas, ha ayudado a dictadores y pésimos mandatarios democráticos, para que el ciudadano común le perdone sus crasos errores y continúe en la silla del gobierno con relativa normalidad y calma. Es decir, es el deporte en función y al servicio de la política. Y en el caso de Brasil, Jair Bolsonaro, “el Trump suramericano”, después de sus fenomenales desaciertos en muchos campos, podrá lustrar un poco su imagen y hacer que le quieran un poquito, quienes le han maldecido y vilipendiado. 

            Los analistas de la realidad de este país consideran que la Copa América “sirve de cortina de humo en un momento en que (Bolsonaro) tiene que enfrentar protestas sociales, cuando la vacunación contra la Covid-19 está retrasada, sus aliados se ven obligados a declarar en una comisión parlamentaria de investigación sobre la gestión de la pandemia y su popularidad ha disminuido ostensiblemente, mientras que la de sus posibles opositores en las elecciones del 2022, se ha fortalecido. La cortina de humo es hacer un evento absolutamente inoportuno en un momento en el que el gobierno está acorralado. Bolsonaro está en campaña electoral y jugará con todo lo que tiene para mantener su popularidad y es natural que utilice políticamente el deporte más popular del país.” Así según publicaciones que han aparecido en la prensa brasileña, a partir del instante cuando se dio a conocer la noticia de que el actual Gabinete gubernamental dio “luz verde” a la celebración de la famosísima Copa América en este territorio.

            Pero la situación de Jair Bolsonaro, frente al pueblo, no puede ser peor. Veamos algunos datos abrumadores y deprimentes que empañan a su gestión presidencial: la comisión parlamentaria que le investiga, ha señalado posibles delitos cometidos por el Ejecutivo, del cual Bolsonaro es la cabeza, en la lucha contra la pandemia de origen chino; incluso los científicos han indicado que llevar a cabo el certamen futbolístico en Brasil, es altamente peligroso, debido al repunte del virus en los últimos días en el país y cuando los hospitales están desbordados con los pacientes en estado crítico. Lógicamente, la pasión que causará este deporte, ayudará extraordinariamente para que el pueblo se olvide de las falencias y errores de su mandatario.

            En otro estado de cosas, la Copa América distraería del posible impeachment al mismo Bolsonaro, que el Senado quiere aplicarle por sus yerros, en especial con base en las investigaciones efectuadas por la Policía Federal contra su ministro de Medio Ambiente, por presunto contrabando ilegal de madera.

 

El futbol como paliativo y escape

 

            El 13 de junio dará inicio la Copa América y tendrá como ciudades sedes de los partidos a la Capital, Brasilia, Cuiabá, Goiania y Río de Janeiro; pero la ilusión de otras épocas, ahora aparece contenida y matizada con el temor por la presencia del coronavirus en la vida (y muerte) de los brasileños. Incluso, el mismo entrenador del equipo carioca, Adenor Leonardo Bacchi, alias Tite, no está de acuerdo en la celebración en su país. Igual a él, los alcaldes y gobernadores de las ciudades/sede están temerosos porque los contagios podrían aumentar en los aficionados y población en general y defienden la adopción de estrictos protocolos de seguridad. Y un dato para tener en cuenta es el de Emanuel Pinheiro, alcalde de Cuiabá, quien está en total desacuerdo con la celebración del campeonato en su ciudad. Es por eso que ha dicho: “Vivimos una pandemia y el momento no es el adecuado, por respeto a los miles de muertos y casos confirmados.” Estas palabras las dejó escuchar una vez que se enteró de que la Copa América iba a ser en Brasil.

            Lo que sí es una realidad es el oportunismo de Jair Bolsonaro, quien aprovecha cualquier evento relacionado con el futbol, para aparecer en él y así amainar un poco el descontento que el pueblo siente por su impopularidad personal, política y sus decisiones nada asertivas. Por ejemplo, se pone encima camisetas de los equipos que disputan el campeonato interno del Brasil; también, en junio del 2019, invitó al ex juez Sergio Moro a presenciar un partido que se llevó a cabo en la Capital, Brasilia. Un mes después, el mismo Bolsonaro fue al gigantesco estadio Maracaná y posó con los jugadores de la Selección Nacional, que acababan de ganar esa edición de la Copa América y eran tiempos cuando el presidente recibía silbatinas ahí donde iba. Esa imagen ya la había dejado observar un año antes cuando el Club Palmeiras campeonizó en la liga brasileña. Es decir, el mandatario aparece igual a un fantasma donde cree que habrá alegría desbordada, trofeos, música, cánticos y, principalmente, donde se le recibirá sin rencor alguno en medio de la algarabía; es decir, se aprovecha del momento emotivo para sacar réditos a su favor.

            En defensa del gobierno por su decisión de celebrar la Copa América, el ministro Luiz Eduardo Ramos, ha dicho: “La decisión es coherente, más aún porque hay otros torneos de futbol que se están jugando. Estamos en plena pandemia, pero se está jugando la liga brasileña, en la que participan 20 equipos de la primera división y 20 de la segunda. No sé por qué la gente está en contra del evento, si se juegan los partidos de la liga nacional, las estatales, la Libertadores y la Suramericana.” Pero los periodistas de la emisora Globo sostienen que no es el momento oportuno para tal acontecimiento deportivo; en especial Galvao Bueno, su narrador estrella y la figura más popular de la prensa deportiva del Brasil, quien pidió que “alguien con sentido común detenga a esta locura para que no ocurra.” Explicó que se trata de unas justas que son de dimensiones continentales, en un momento cuando el país está viviendo una nueva escalada de contagios de Covid-19 y con más de 460 mil fallecidos por esa causa y va camino a una tercera ola. Sin embargo, todas esas argumentaciones, críticas y desencuentros, no hacen mella en el ánimo de Jair Bolsonaro, quien está decidido a celebrar el campeonato inter-selecciones que, sin dudarlo ni un instante, repercutirá positivamente en su desprestigiada y alicaída imagen.

            La Copa América pronto dará inicio, mientras los oponentes, por las razones que ya hemos expuesto, siguen luchando porque el gobierno eche marcha atrás; es por eso que el magistrado del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowski, tras recibir peticiones de varios diputados y dirigentes de partidos políticos para que impida el acontecimiento, ha solicitado, a su vez, a la Presidencia del país que dé explicaciones convincentes sobre su determinación de llevar la Copa a Brasil. Hay quienes aseguran que, pese a la explicación que dé el Gabinete de Bolsonaro, el evento se realizará de cualquier manera, con todos los agravantes contra la salud del pueblo y las ventajas para un mandatario urgido de que le quieran y acepten.


Biden Ordena al Servicio Secreto que Investigue con Mayor

Profundidad el Origen del Coronavirus

 

WASHINGTON D.C. USA- Según los indicios, desde que Joe Biden asumió el poder en esta potencia mundial, su política hacia China no iba a ser más fuerte y dura que la de su demente predecesor en el cargo, Donald Trump; pero ha sido todo lo contrario… no ha sido dura, sino durísima e inesperada para los orientales. Un ejemplo de lo anterior ha sido evidente cuando ha ordenado al servicio secreto estadounidense que descubra cómo surgió el Covid-19, porque, precisamente, Biden no cree en los reportes que la Organización Mundial de la Salud ha redactado y difundido, después de que la única misión que los chinos ha permitido que ingrese a su país, regresó a New York, con más teorías que certezas.

            Biden ha tomado en serio un reporte basado en una investigación reciente, que indica que subsiste el temor de que el Covid-19 haya salido de un centro de investigación con sede en la ciudad de Wuhan, donde, justamente, apareció esta maldición en forma de virus y que ha estado matando a miles, cada día, alrededor de la Tierra.

            “Redoblen los esfuerzos para localizar y analizar información que pueda acercarnos a una conclusión definitiva, acerca de cómo surgió el Covid-19,” ha ordenado el presidente de los Estados Unidos a los servicios de inteligencia de su país, considerados los más eficaces del mundo en sus trabajos de espionaje, especialmente en países tan herméticos como los comunistas y la China continental es uno de los más cerrados, junto a Corea del Norte, de cuantos han abrazado la ideología marxista. Además, el mandatario ha fijado un plazo de 90 días para que se alcance el objetivo de investigación y se le envíe un informe lo más completo posible, sobre los orígenes de la mortal enfermedad que apareció en Wuhan, en diciembre del 2019 y que ha infectado a 168 millones de seres humanos y causado la muerte de 3,5 millones alrededor del planeta; aunque la Universidad Johns Hopkins considera que la cifra de decesos es mucho mayor que la estipulada anteriormente. Así también, la pandemia originada en China ha causado la peor recesión económica mundial, desde la Gran Depresión sucedida hace 90 años atrás.

 

Un temor que empuja a la búsqueda de la verdad

 

            El miedo, con total fundamento, que albergan muchos estadounidenses de que el virus se escapó de un laboratorio chino y reproducido por el diario The Wall Street Journal, ha impulsado a la actual administración norteamericana a investigar profundamente la razón y el origen del Covid-19. En concreto, los estadounidenses creen que el virus salió del Instituto de Virología de Wuhan        y es muy posible que hacia ese lugar se dirijan las investigaciones del espionaje de los Estados Unidos, de acuerdo a la orden girada por Biden. El periódico asevera que los servicios de inteligencia consideran que el virus no fue dejado escapar premeditadamente, según lo que se entiende entre líneas, sino que fue un accidente el hecho de que se les escapara de las manos a los chinos.

            El presidente Biden, mostrando una actitud mucho más dura y crítica contra los dirigentes de la China, recordó que éstos impidieron, varias veces, el acceso de los investigadores extranjeros a Wuhan, en los primeros meses de la tragedia. Y es que, desde el punto de vista político, muchos analistas creían que, con el arribo de Joe Biden a la Casa Blanca, la altísima tensión que provocó y manejó Donald Trump, iba a descender, tomando en cuenta la inteligencia, experiencia y sabiduría del actual mandatario; pero ha sido todo lo contrario, porque el giro tensional ha sido mucho mayor con Biden que con su antecesor. Algo que, indudablemente, los chinos no contaban ni sospechaban ligeramente. Es por eso que el mismo tabloide norteamericano, The Wall Street Journal, escribe: “Su orden (de investigar el origen del Covid-19), sin duda va a tensar todavía más las relaciones entre Estados Unidos y China, que llevan deteriorándose desde la llegada al poder de Donald Trump, en el 2017 y han experimentado un indudable giro a peor con Biden, que asumió la presidencia en enero.”

 

Los chinos defienden lo indefendible

 

            Según lo que hemos visto a través de las épocas (y hemos conocido por las historietas que los chinos han difundido a través de los siglos), ellos han credo todos los inventos extraordinarios: el telescopio, el microscopio, el radar, los cohetes espaciales, la imprenta, el papel, la medicina moderna, etcétera, etcétera. Según ellos, son el non plus ultra de la humanidad y la han dotado de todas esas herramientas que a los occidentales ni por la cabeza les pasó ni en mínima instancia; es decir, ellos son extraordinariamente inteligentes y todos los demás, vamos arrastrados por esa capacidad que ostentan y somos unos inútiles y descerebrados. Pero la verdad es que la realidad es al revés: “occidente es la civilización más inteligente que jamás ha existido, pero la menos sabia”, según dijo en una oportunidad el filósofo hindú Krishnamurti. Es el mundo occidental el creador de todo lo que los chinos se endilgan a ellos mismos y punto. Nos remitimos a los créditos históricos.

            Con respecto al coronavirus, un sector de ellos insiste en decir que pasó de un animal (un murciélago), a un ser humano; y otro grupo de chinos fanatizados por el partido comunista, y portadores de un nacionalismo exacerbado en sus espíritus, señala que el virus vino desde el extranjero, que llegó a China en productos alimenticios y otro grupo más pequeño se ha encargado de difundir la mentira de que fueron unos espías estadounidenses quienes lo llevaron encapsulado a Wuhan y ahí lo soltaron para causar daño a la “rampante e incontenible economía china, que estaba haciendo añicos a la de los Estados Unidos y Europa.” Falacias de un pueblo y políticos que no quieren aceptar la verdad, por vergüenza y temor a ser señalados por el resto de la humanidad, por su evidente y clarísima culpabilidad. “Lo cierto es que, a pesar de que el Covid-19 apareció en China, ese país ha eludido todas las responsabilidades sobre la gestión de la pandemia,” resalta el prestigioso diario español ABC.

            Los dirigentes chinos han respondido a los estadounidenses al decir que “a los norteamericanos no les importa la verdad y lo que hacen es usar la pandemia para estigmatizar a China, su gobierno, su pueblo y científicos.” Aunque las evidencias son tan grandes, tal prístinas, que no se pueden ocultar y están a la vista de millones de personas que saben dónde se originó el virus, quiénes han impedido realizar las investigaciones y quiénes tienen costumbres insalubres en sus dietas diarias y, por ello, son capaces de dar inicio a cualquier pandemia y diseminarla por el planeta, tal y como lo han hecho.

            Lo cierto es que, en el interior de los Estados Unidos, y en el estamento gubernamental de Washington, la teoría de un accidente en el laboratorio de Wuhan, ha cobrado una fuerza inusitada y es por esa causa que Biden ha ordenado las acciones de espionaje, debido, en parte, a “los paños tibios” de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que, en su primer y último reporte, después de haber viajado a Wuhan, dio a leer un texto que más parece un documento de la más fina diplomacia, que un legajo científico, tal y como se esperaba de un organismo que, supuestamente, es el más serio y profesional que hay en la Tierra.

            La comunidad científica mundial, lo mismo que el presidente Biden, espera, al cabo de los 90 días que ha impuesto el mismo mandatario al servicio secreto, los resultados de la investigación y, de esa manera, salir de dudas definitivamente sobre el surgimiento del Covid-19. Y los únicos que no querrán saberlo serán los mismos chinos, siempre “tan brillantes”, especialmente cuando de hacer el mal se trata.


Boris Johnson, Premier Inglés, en Medio de una Tormenta de Acusaciones

 

LONDRES, Inglaterra-De repente, aparecieron alrededor del mundo unos cuantos descentrados, desequilibrados y potenciales pacientes de hospitales psiquiátricos, que se hicieron con sus respectivos gobiernos y han causado más daño que otra situación. Veamos: en Estados Unidos, el peor de todos, Donald Trump, quien minimizó la peligrosidad del Covid venido desde China e incluso dijo textualmente en una conferencia de prensa y en presencia de prestigiosos científicos que, “si el desinfectante mata sobre las superficies al virus, podría ser ingerido (bebido), por las personas y así quedarían inmunizadas contra el coronavirus;” una médico que lo observaba no creía lo que estaba escuchando y con esa manera de pensar y actuar sumió a su país en millones de muertes por culpa de su negligencia y locura. En Brasil, Jair Bolsonaro catalogó al Covid chino de “gripecita” y tampoco tomó las medidas desde el seno del Estado, desde el Departamento de Salubridad, para proteger a la sociedad brasileña. Conclusión: Brasil ha sido de los peores países atacado por la pandemia china. Y, por último, para resumir este recuento de los daños y sus causantes, a Inglaterra le cayó encima otro desequilibrado en la persona de su premier, Boris Johnson, a quien, un ex asesor suyo, le ha  “desnudado” frente a la opinión pública británica desde el aspecto moral y le ha descubierto sus fallos que llevaron a esta nación a miles de muertes humanas, por culpa del virus creado por los chinos comunistas.

 

Se trata de Dominic Cummings

 

            Ese es el nombre del actual “némesis” de Boris Johnson, quien le acusa de dejar “desprotegidos a los más vulnerables durante la primera oleada de la pandemia del coronavirus.” Y ha asegurado con toda categoría: “El Gobierno falló cuando más lo necesitábamos”, manifestó ante los miembros del comité parlamentario que investiga la estrategia ante la pandemia, que ha causado la muerte de más de 250 mil personas en el Reino Unido. “El Primer Ministro se tomó dos semanas de vacaciones en febrero del 2020, se ausentó de los Gabinetes de emergencia ‘Cobra’ y no se tomó seriamente la amenaza. Dejó desprotegidos a los más vulnerables y no tuvo un plan para los mayores en las residencias, donde murieron más del 40 por ciento de las 20 mil víctimas mortales en el momento más crítico de la primera oleada.” Acusó directamente, Cummings.

            Añadió que las instrucciones que giró Johnson fue “buscar la inmunidad de grupo”; pero no le resultó útil y no tuvo más opción que escuchar el consejo de los científicos, quienes le indujeron al confinamiento, más aún cuando ya habían fallecido más de 250 mil personas. Indicó que el premier todo lo tomaba a “guasa”, se burlaba y hacía chiste de la situación, mientras que los ingleses caían fulminados por el coronavirus. “Yo traté de convencer a Johnson de la gravedad del momento –agregó el ex asesor-, pero él estaba muy ocupado escribiendo su biografía de Shakespeare, para poder costear su divorcio de Marina Wheeler; y entonces la pandemia no ocupaba la prioridad en su quehacer como Primer Ministro.”

            Presionado por el ex secretario de Salud, Jeremy Hunt, quien lo interrogaba, Cummings reconoció que “fue un error por mi parte, no haber apretado antes el botón de pánico y quedó claro que el plan (de la inmunidad de grupo), estaba equivocado y la presión sobre el premier para implantar el confinamiento tocó techo el 14 de marzo y teníamos (pocos) días para actuar o el sistema de salud se vería devastado en cuestión de semanas.”

            Aquí es oportuno recordar que Dominic Cummings fue el estratega de Boris Johnson y el artífice de la victoria del Brexit (salida de Gran Bretaña de la Unión Europea), pero salió por “la puerta de atrás” de la residencia del gobierno inglés, de Downing Street, en noviembre pasado, tras un distanciamiento creciente con el Primer Ministro y con la novia de éste, Carrie Symonds.

            Lo cierto es que, con base en las declaraciones de Cummings, el Partido Laborista ha solicitado la apertura inmediata de una investigación sobre la estrategia que se siguió para proteger a los ingleses del Covid chino, que fue demorada por Johnson hasta el 2021.

 

“Siempre a la luz de los datos científicos”

 

            Por su parte y al escuchar las manifestaciones de su ex ayudante en el Gabinete, Boris Johnson se defendió de las acusaciones e indicó que siempre actuó “a la luz de los datos científicos” y es del todo falso que sobre su consciencia pesen “las decenas de miles de víctimas innecesarias” causadas por su fallida estrategia ante el coronavirus y “por mi resistencia por ordenar los confinamientos. (De hecho), hemos tomado una serie de decisiones increíblemente difíciles y ninguna ha sido tomada a la ligera.” Puntualizó el premier ante los periodistas, durante una visita que hizo a un hospital de Essex.

            Y agregó en su defensa: “No he provocado miles de muertes. No ha sido así. Los confinamientos han sido una cosa muy dolorosa y traumática, con el trasfondo de la epidemia y siempre he actuado, en cada momento, a la luz de los datos científicos.” Reiteró.

            Para colmo de males, en su intervención ante los parlamentarios, Cummings aseguró que Boris Johnson no es apto para el cargo de Primer Ministro, principalmente por su respuesta errática ante el Covid chino. De paso, acusó también al secretario de salud, Matt Hancock, a quien llamó “mentiroso” e informó que solicitó varias veces su destitución por su ineficacia y negligencia en el puesto que se le encomendó en el gobierno británico. Este se defendió al decir, ante el mismo Parlamento inglés, que “he sido sincero y directo con los británicos (…). Nos encontramos con dificultades sin precedentes, que tuvimos que superar trabajando juntos y con un espíritu positivo de colaboración. Y hemos tenido gran éxito en la campaña de vacunación, con 60 millones de dosis administradas y más de 22 millones de británicos doblemente vacunados contra el Covid (chino).” Se defendió Hancock ante los ataques del ex asesor de Johnson en el 10 de Downing Street.


Existe un Virus Peor que el Covid-19,

Aseguran.

 

REPÚBLICA POPULAR CHINA-(Especial para The City Newspaper) Se trata del virus que causa la gripe H5N8, según manifiestan dos científicos de este país, llamados George Fu Gao y Weifeng Shi, quienes dieron sus opiniones colegiadas a la revista Ciencias. Ellos mismos fueron los que advirtieron de la presencia y del peligro del Covid-19, que ha ensombrecido y traído la muerte a la humanidad en los últimos tres años.

            Dijeron que, después del coronavirus, podría llegar otra pandemia, en parte porque así ha sucedido en la Tierra a través de los milenios y tendría su origen en las aves y se trataría de la gripe aviar H5N8. “Es un viejo conocido –dijeron ambos-, circula en Europa desde el 2014 y ha provocado brotes que han afectado a millones de aves silvestres y avícolas.” Lo mismo ha asegurado la agencia europea ECDC, dedicada al control de enfermedades infecciosas. Añadió que el 20 de febrero del 2021, los rusos advirtieron que el virus mencionado había afectado a los seres humanos por primera vez, cuando siete trabajadores de una gigantesca granja con 900 mil gallinas ponedoras, en la región de Astracán, en el sur de Rusia, fueron infectados y ninguna de estas personas presentó síntomas.

En España

            Los entendidos en la materia, los virólogos que están siguiendo el rastro de este patógeno, aseguraron que también está presente en la Península Ibérica y el Ministerio de Agricultura español ha declarado tres focos de aves silvestres en los últimos tres meses, cuando apareció en noviembre pasado un halcón peregrino que murió en Cantabria; luego descubrieron a tres cigüeñas, en enero, y un ganso muerto en las Marismas de Ampurdán, en Girona; así mismo, los restos de otro ganso, en la Laguna Grande de Villafáfila, en Zamora. Empero, el mismo ente ministerial envió un mensaje para tranquilizar a la población, en febrero anterior, en el que dijo: “La detección de este caso, no implica un riesgo para la salud pública, ya que los estudios genéticos basados en el análisis de las secuencias completas del virus, demuestran que es un virus aviar sin afinidad específica por el ser humano.”

            No obstante el optimismo reflejado por los españoles, los chinos Fu Gao y Shi no lo son tanto como sus colegas e insisten en que ese virus es mortal en el hombre y pueden causar “pandemias desastrosas,” según sus propias palabras. Recordemos que George Fu Gao es el director general del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades; y Weifeng Shi es el director del Laboratorio de Referencia para Enfermedades Infecciosas, en las Universidades de Shandong. Los dos participaron en la identificación del Covid-19 cuando apareció en la ciudad de Wuhan y han continuado sus estudios relacionados con esta pandemia.

            Retornando al tema del virus H5N8, unos 46 países europeos, asiáticos y africanos, han informado sobre muertes en aves, tras ser contagiadas con el flagelo; y los mismos chinos indican que, en el caso de los siete trabajadores rusos de la granja avícola, el virus que los atacó pertenecía al subgrupo 2.3.4.4b, “con algunas mutaciones preocupantes que parecen aumentar su afinidad por las células humanas.” Dijeron. Esta misma variante del virus ha matado a más de 20 millones de aves en Corea del Sur y Japón, señalaron los dos científicos chinos y aconsejaron: “Es imperativo que no se ignore la propagación mundial y el riesgo potencial del virus de la influenza aviar H5N8 para las aves de corral, las aves silvestres y la salud pública mundial.”

            A pesar de lo anterior, la española, doctora en veterinaria, Elisa Pérez, argumentó que le sorprenden las afirmaciones hechas por los dos expertos chinos y recordó que, en el Centro de Investigación en Sanidad Animal, de Valdeolmos, Madrid, la agencia europea EDDC hizo una evaluación de los riesgos y concluyó que dichos riesgos “eran bajos para los trabajadores del sector avícola y muy bajo para la población en general.” Recordó también que, en los trabajos con aves, en los que han estado involucradas personas, específicamente en el tratamiento de animales sacrificados, en siete países europeos, “no se detectó ningún caso en seres humanos.” De acuerdo a un reporte fidedigno, relacionado con el comportamiento de la carga viral.

            En todo caso, la misma veterinaria Pérez advierte que “en granjas como la de Rusia, con casi un millón de pollos en el mismo lugar, el riesgo de mutación es muy alto (por lo tanto), si el virus entra en una granja de macros (de gran cantidad de aves), no habrá nadie que lo detenga. Es una bomba de tiempo.” Subrayó.

Optimismo, a pesar de todo…

            Ambos científicos de nacionalidad china, no pierden el optimismo a pesar de las advertencias que ellos mismos han lanzado al mundo y consideran que “las estrictas medidas de bioseguridad (en las granjas), ayudarán a reducir el riesgo de que el virus pase de las aves a los seres humanos.” Es decir, el aseo meticuloso, así como la observación del comportamiento de los animales, podrá marcar la diferencia entre la expansión del virus o su detención a tiempo, según desprendemos de las palabras de ambos colegiados.

            En conclusión, hemos de explicar que el virus de la influenza tiene dos proteínas en su superficie, llamadas hemaglutinina (H), y neuraminidasa (N), con diferentes subtipos numerados. Por ello, la viróloga española, María Montoya, explica que “(si aparecieran) mutaciones que dan transmisibilidad entre humanos, podría tratarse de una nueva pandemia y para afrontarla, necesitamos el apoyo para grupos de investigación sobre estos temas que son estratégicos.”

            Por el momento, todo parece bajo control y se espera que continúe así, para que no hayan más y peores sorpresas de las que nos ha dado Wuhan, en China, con la aparición del coronavirus. Las alarmas han sido activadas y ahora solo queda actuar en consecuencia y de la manera más responsable posible.


Crisis del Coronavirus en la India, debilita a la Imagen de su Primer Ministro

 

NUEVA DELHI- No es para menos, puesto que los ciudadanos de este multitudinario país, están muriendo con una facilidad pasmosa, terrorífica, y sucede todos los días de una manera que asombra y hace pensar lo peor a la humanidad entera.

            Es por esa horrorosa razón, mientras los cuerpos de los hindúes se queman en piras improvisadas en plazas y calles de casi todas las ciudades, que la imagen de su Primer Ministro, Narendra Modi, se está desquebrajando de igual manera que la población: vertiginosamente y sin detenerse ni un instante. Le achacan el exceso de confianza al permitir que las personas se reunieran para celebrar diferentes actos y festividades religiosas, mientras una variante más virulenta del Covid chino se deslizaba calladamente entre los millones de hindúes y, en pocos días, hizo colapsar al sistema sanitario con más de 400 mil contagios y más de 4 mil muertes diarias. Suficiente para formarse una idea negativa de sus gobernantes y en específico de su Primer Ministro.

            Es así como su partido nacionalista hindú, llamado Bharatiya Janata (BJP), y él mismo como líder, están experimentando y sufriendo un deterioro sin precedentes, según se informa en los periódicos y telediarios del país. No hay oxígeno en los hospitales y tampoco camas en esta segunda oleada pandémica, cuando las personas lloran e incineran a sus familiares, sin derecho ni tiempo para organizar una despedida según se merecen los fallecidos. El coronavirus que se originó en la ciudad china de Wuhan, tiene en “jaque” a la India, mientras las autoridades observan los acontecimientos sin responder en absoluto ante la tenebrosa realidad que se ha suscitado en todos los puntos cardinales de esta populosa nación de Asia.

 

Reunión de diplomáticos

 

            Hace pocos días, el Ministerio del Exterior realizó una reunión urgente con todos los embajadores de la India, repartidos en todo el mundo, con el fin de pedirles que presenten “una imagen apropiada de los esfuerzos que hace el gobierno para combatir a la pandemia.” Esta ordenanza se debió al hecho de que varias agencias internacionales de noticias han divulgado la supuesta “irresponsabilidad del Gabinete de Modi” en el combate del letal virus chino y han puesto en relieve el haber permitido la celebración de actos masivos, como el Festival Holi, que marca el inicio de la primavera; y la campaña, también multitudinaria, en las elecciones locales efectuadas en cuatro Estados.

            En muchos casos, los diplomáticos se tomaron la ardua tarea de contestar, uno por uno, los reportajes y crónicas aparecidas en varios periódicos alrededor del mundo; por ejemplo, The Australian, al que el Ministerio de Relaciones Exteriores hindú acusó de “querer manchar la reputación de la India, con informaciones publicadas en forma sesgada y malintencionada.” Sin embargo y a pesar de los esfuerzos, no pudieron evitar la publicación de las fotografías que muestran las piras ardiendo y convirtiendo en cenizas a miles de cadáveres, en las calles de las ciudades del país. Imágenes que superan a cualquier palabra o supuesta “desinformación” que quisiera acallar el gobierno de Modi.

            Pero, no solo por motivo de las festividades se ha reunido masivamente la gente en la India, sino también por razones políticas y económicas, como en el mismo 2019, año de la aparición de la pandemia en China, cuando los campesinos protestaron contra la privatización del sector agrario; así mismo, los grupos de derechos humanos y musulmanes, quienes estuvieron en desacuerdo en conceder la nacionalidad hindú, exclusivamente a los refugiados que no fueran islámicos. Y cuando todo esto se daba cita en los cuatro puntos cardinales, el coronavirus se esparcía hasta llegar a los márgenes que hoy estamos presenciando, con las consecuencias mortales e impresionantes.

            Al observar los nefastos acontecimientos a raíz del Covid, varios tribunales diseminados en todo el país, han censurado al gobierno por no cumplir con sus compromisos de suministrar vacunas, medicamentos, equipamiento y oxígeno a los hospitales y clínicas, de aquí la desproporcionada crisis que se ha dado. Así, el Tribunal Superior de Nueva Delhi, la Capital, ordenó al Poder Ejecutivo y a su máximo representante, Narendra Modi, que suministrara 700 toneladas de oxígeno a los pacientes infectados con el maldito virus creado por los chinos, específicamente en la región metropolitana de esta ciudad; y al no haber respuesta del gobierno, el mismo tribunal le inició un proceso por desacato. Estas situaciones han ido minando y erosionando la imagen personal y política del Premier Modi, sin que éste haya tenido la facilidad para levantar su imagen o repeler las críticas y múltiples acusaciones de negligencia administrativa.

            Empero, la lucha más aguerrida parece que la está librando Modi contra la prensa de su propio país, que le ha criticado fuertemente y casi sin respirar; por ejemplo, el medio digital Pratidhvani, con sede en Bangalore, al sur de la India, le ha dicho que “todos los grandes conglomerados de medios, tanto las empresas de televisión como los periódicos, se han vuelto, de pronto, en contra de él, hasta las publicaciones más radicales de derechas, que hasta ahora hacían un trabajo parecido al de un portavoz del gobierno, se han vuelto en su contra.” Incluso, cada vez toma más fuerza el deseo de que Narendra Modi renuncie a su alto cargo, tal es el descontento que genera mientras los cadáveres se van sumando y se van incinerando entre el terror y la tristeza profunda de sus familiares. En las redes sociales, las etiquetas piden la dimisión del Primer Ministro y son una tendencia en todo el país; la respuesta del gobierno ha sido tenue e insuficiente al tratar de bloquear el contenido de algunas cuentas que le critican con acritud. “Hemos decidido bloquear algunas cuentas (en Facebook y Twitter), en vista del uso indebido de las plataformas de redes sociales, por parte de ciertos usuarios, para difundir información falsa y engañosa.” Así según un comunicado emitido por el Ministerio de Información Tecnológica.     

 

¿Es el final de Modi?

 

            Los hechos, tanto en el fragor de la pandemia, como posteriores a las elecciones efectuadas en varios Estados, donde los resultados no fueron positivos para el premier, quien obtuvo solamente una victoria en el Estado de Assam, tras haber perdido en Bengala Occidental, Tamil Nadu y Kerala, indican que el final del gobierno de Narendra Modi está por llegar, que su ocaso parece irreversible e inevitable. Anteriormente gobernaba en 19 de los 29 Estados que componen a la India; pero hoy… solo manda en 11 de ellos, tal el bajonazo de su popularidad y se cree que seguirá decayendo cada mes, más y más, de acuerdo a la aceptación de los votantes. Incluso, la empresa estadounidense de datos, Morning Consult, que trabaja para el líder hindú desde el 2019, ha revelado que el índice de aprobación del Primer Ministro ha caído del 74 por ciento en marzo, al 65 por ciento en mayo; y el porcentaje de personas que desaprueban su labor, ha pasado del 20 al 29 por ciento.

            Por su parte, el investigador de posdoctorado en la Kennedy School, de Harvard, Suraj Yengde, indica que hay una “marea de indignación contra el premier Modi y su mano derecha, Amit Shah, en todos los sectores.” En su libro llamado Caste Matters, un verdadero best seller de ventas en el extranjero, señala lo siguiente, para que nos demos una imagen todavía más fiel de lo que está sucediendo en la India en estos momentos y en su máximo dirigente político: "Antes, las víctimas de sus políticas derechistas eran grupos marginados en la sociedad, como los musulmanes y los dalits (casta de los intocables); pero los errores cometidos en la gestión del Covid (chino), han afectado a todos los hindúes.” Asevera el autor.

            Deepa Kurup, otra analista, economista y profesora de Oxford, ha dejado escuchar su opinión en relación con el premier Modi: “No creo que la pandemia sea el único aspecto en el que ha fracasado este gobierno –afirma-, (porque) la economía de la India estaba sufriendo una desaceleración ya antes de que estallara. El nuevo régimen fiscal, la desmonetización de la divisa, las leyes agrarias… la gente se opuso a estas medidas y se manifestaron millones de personas.” Concluyó.

            Por todo lo anterior reiteramos la pregunta: ¿Es el final de Narendra Modi desde el punto de vista político; terminó su gestión al frente del gobierno central de la India? Muchos conocedores profundos de la realidad de esta nación, creen que no repetirá gobierno por culpa de los errores que hemos desglosado a lo largo de este reportaje; sin embargo, algunos periodistas consideran que su erosión no es tanta y podría repuntar si las cosas mejoraran; pero la situación no está para que la población hindú se concentre en la política electoral, porque la prioridad es sobrevivir a la pandemia china que los está matando y también… sepultar a sus seres queridos, suficientes razones para olvidarse de todo lo demás.


El Coronavirus Chino ataca con Fiereza

a Costa Rica

 

SAN JOSÉ-Mostrando una inusual preocupación que no le habíamos observado anteriormente, ni en el inicio, ni en lo peor de la pandemia siquiera, el ministro de Salud de este país centroamericano, Daniel Salas Peraza, confrontó a la población para hacerle un llamado a la consciencia colectiva e individual, para que no salga de sus casas (únicamente para lo esencial), aplique el protocolo para cuidarse del coronavirus que los chinos han “regalado” a la humanidad y atiendan las indicaciones que el gobierno le manifiesta a diario.

            Dijo, dentro de su alocución concientizadora, que nunca antes los casos de pacientes infectados se había “disparado” tanto, elevando la curva de los contagios más allá de lo usual y que los hospitales del Estado ya no pueden hacer frente a otros casos que podrían presentarse, como los infartos, accidentes de carreteras o de otra índole, “porque no hay camas disponibles ni respiradores, a raíz del aumento de los pacientes hospitalizados por covid-19.” El titular de Salud ha ido más allá de la claridad de las palabras; su tono no ha sido amenazante (nunca lo ha sido), sino que ha utilizado la expresión verbal en forma de disertación tranquila, pero descarnada, sincera y basándose en las estadísticas reales: el país parece estar cediendo ante el empuje del virus chino y éste está derrotando a todos los esfuerzos que, con tanto acierto, habían aminorado los efectos pandémicos.

 

Una población que parece tener coeficiente

intelectual mínimo

 

            En palabras directas, sencillas y claras, muchos ciudadanos costarricenses parece que no entienden el castellano simple y simplista, porque se les explica que el covid-19 mata, es fulminante y es extraordinariamente contagioso, y da la impresión de que se le está hablando en otro idioma que no puede decodificar o interpretar adecuadamente. Por ese motivo, sigue reuniéndose masivamente, hace fiestas en casas de gente con dinero, sin mascarillas, sin lavarse las manos, ni mantener el distanciamiento social. Bailan, se aglomeran, se abrazan, beben licor hasta perder la cordura y hacen alarde de que ninguno de ellos se va a contagiar. Pocos días después, las estadísticas revelan todo lo contrario y es cuando las ambulancias, autos particulares y taxis, se detienen ante las puertas de urgencias de los centros hospitalarios, con nuevos individuos infectados con el virus que los chinos despertaron y transmitieron de un animal al ser humano.

            La problemática es intrincada, porque esos nuevos contagios podrían contagiar a otras personas más, quienes no participaron en sus fiestas o celebraciones… ese es el problema preciso que causa el coronavirus chino. Porque, en el caso de que los nuevos infectados se quedaran ahí, sin mayores inconvenientes, no habría lío alguno y podríamos pensar los que sí somos responsables, que el fulano es “un suicida solitario” que quiere morir en pocos días; pero nó… así no acontece, porque la transmisión se produce y afecta a gran cantidad de personas inocentes.

            El covid chino no es como el SIDA, porque, quien lo adquiere, lo ha hecho bajo su única e individual irresponsabilidad y el contagio no es fácil de adquirir si actuamos con voluntad y decisión propia responsable; pero el coronavirus es de fácil contagio, según nos ha quedado demostrado desde que apareció en nuestros barrios y ciudades.

            El papel de la prensa costarricense ha sido de vital importancia, porque los periodistas han enfocado con sus cámaras a los desfiles de caballos que se han realizado en pueblos rurales, en la provincia de Guanacaste, al noroeste del país, actuando de espaldas a las directrices emitidas por el gobierno central y la municipalidad competente. Porque, justamente, el atraso cultural es tanto en algunas regiones remotas, que siguen creyendo que eso es diversión… un desfile desteñido de caballos famélicos, que no dignifica a esa comunidad y mucho menos a las tradiciones que supuestamente aducen representar.

            En este caso y en otros de igual talante, el resultado que se adquiere, es nada menos que la muerte de quienes participaron en esos actos irresponsables y de las otras personas que, después, entraron en contacto con los infectados.

 

Uno de los gobiernos más responsables

y serios de Costa Rica

 

            Mientras países gigantescos como los Estados Unidos y Brasil se hunden en medio de la pandemia, en parte porque sus mandatarios han sido personas obtusas, enfermas del cerebro y con actitudes agresivas y descentradas, la centroamericana Costa Rica ha presentado a un presidente joven que ha demostrado ser muy maduro en el peliagudo caso de la pandemia china. Se trata de Carlos Alvarado, quien, sin duda alguna, pasará a la historia por habar sido el mandatario que enfrentó con valentía a la pandemia del coronavirus y quien se preocupó porque su pueblo no fuera diezmado mediante muertes masivas.

            El nombramiento que hizo antes de que asumiera el cargo como presidente de la República, del ministro de Salud, Daniel Salas Peraza, fue un acierto extraordinario, porque este funcionario ha sido el baluarte durante la crisis. De igual manera, el presidente de la Comisión de Emergencias del Gobierno de Costa Rica, Alexander Solís Delgado, quien ha cerrado filas en esta “guerra sin cuartel” que ha planteado el coronavirus y ha hecho una dupla de inmenso valor y eficiencia con el ministro Salas, siempre a favor del pueblo costarricense. Sin duda, la elección que hizo el mandatario Alvarado de estos dos puntales sólidos, fue un entero acierto por donde quiera que se le analice.

            A ello debemos sumarle la adquisición de las vacunas, priorizando a la estadounidense/alemana Pfizer, para inmunizar a la población –con el agravante de la compra de la AstraZeneca, su único error-, en una demostración tácita de su seriedad frente a la gran crisis sanitaria que estamos sufriendo.

            Es por esta semblanza que hemos hecho del actual gobierno de Costa Rica, que no cayó en las mismas situaciones mortales de los estadounidenses y brasileños; y tampoco de los nicaragüenses, ecuatorianos y panameños, quienes experimentaron los golpes del virus con una intensidad inusitada y tuvieron que depositar los cadáveres de las personas en las aceras y calles, ante la incapacidad de las autoridades para levantarlos y darles santa sepultura. En Costa Rica, esas imágenes dantescas no se han visto, gracias a la seriedad de sus dirigentes gubernamentales.

 

            No obstante, hoy, esta república transita en medio de la tercera ola de contagios, lo cual representa el mismo reto de la primera oleada, pero duplicado, y estamos observando la misma responsabilidad y madurez de sus autoridades de salud, sin caer en la política rayana ni en la demagogia que podría enturbiar el combate contra el mal que nos vino desde la China comunista.


El Coronavirus Chino causa un Infierno

en la India

 

NUEVA DELHI- En parte por las creencias que albergan los hindúes en sus corazones y razonamiento, que les dictan a cada cual que la muerte pierde todo sentido ante la posibilidad de la reencarnación y otras doctrinas más que profesan y practican en este multitudinario pueblo asiático; y en parte también por las posibilidades materiales tan limitadas de esta nación, donde la pobreza es la que dicta las pautas de vida, en la mayoría de las personas componentes de su población… es por esos dos motivos, principalmente, que la pandemia surgida y diseminada por China, está haciendo estragos en la India, verdaderos estragos, de parecida magnitud a los que sufre Brasil en estos momentos aciagos o los mismos Estados Unidos, dos países gobernados por dos enormes ineptos y dementes, en los casos de Jair Bolsonaro y Donald Trump, respectivamente, quienes minimizaron al Covid-19 y no tomaron las prevenciones pertinentes, para evitar la enorme matanza que hoy observamos en las dos gigantescas naciones americanas.

 

Cifras Impresionantes       

       

            La India está experimentando la tenebrosa cifra de 295,041 víctimas mortales diarias, en medio de un inevitable e insalvable colapso sanitario. Esta es la cruda realidad, donde muchísimas personas viven por debajo de la línea de la miseria, en las calles, y deambulan pidiendo limosna, sin ninguna protección contra un virus mortífero. “Esta vez, la infección se está propagando tan rápido, que las personas no tienen tiempo para obtener medicamentos. Mucha gente está muriendo antes de que podamos obtener un informe de prueba”, narra el médico SK Pandey, quien es uno de los tantos héroes anónimos que lucha en primera línea contra la pandemia venida desde la China.

            Y es que la segunda ola pandémica está devorando, día a día, al segundo país más poblado del planeta, después de los chinos. Los hospitales están desbordados, no hay oxígeno, ni camas disponibles; faltan ventiladores y las unidades de cuidados intensivos están más allá del límite. Los muertos se amontonan en morgues y crematorios y la imagen reiterativa en este país, otorga ante los ojos incrédulos de los extranjeros que no han podido abandonar este lugar, a decenas de personas enterrando en fosas individuales y comunes a otras personas desconocidas, sin ninguna liturgia ni ceremonia religiosa que los despida de esta vida. Así mismo, las piras hechas con maderos, creman a otros cientos de víctimas del Covid que nos han regalado los chinos.

            En el caso del doctor SK Pandey, trabaja en el Instituto de Ciencias Médicas Ram Manohar Lohia, en Lucknow, Capital del Estado norteño de Ittar Pradesh, el más poblado de la India, con 240 millones de habitantes, un número que supera cualquier intento imaginativo, pues estamos tratando de una nación extraordinariamente populosa, donde los seres humanos suelen nacer sin ningún control de la natalidad, con los agravantes que hoy estamos observando, a raíz de la matanza que está causando el coronavirus. Lógicamente, esta provincia es una de las más afectadas con la pandemia y ha reportado un total de 851,620 casos de contagios. “Las personas contagiadas se desploman en las puertas de los hospitales, porque adentro no hay camas ni médicos disponibles para atenderlas,” relata un periodista originario de este lugar.

 

Panorámica dantesca en Delhi

 

            En la Capital la situación es igual de grave que en Ittar Pradesh, pues no hay tanques con oxígeno; los hospitales regentados por el gobierno anunciaron desesperadamente en las redes sociales, que tenían suministros solo para aguantar entre 8 y 24 horas; y los centros médicos privados anunciaron que tenían solo para cubrir 4 ó 5 horas. Las piras con madera, en las plazas, calles y otros sitios abiertos, están ayudando a los crematorios tradicionales, en lo que parece ser una película dantesca, de las peores de ese género creadas en el cine de Hollywood; pero es la realidad que aquí se sufre fecha a fecha, ante las mandíbulas desencajadas de los visitantes extranjeros, quienes no creen lo que sus desorbitados ojos observan. La muerte supera a la vida en la India y esta es una verdad sin cortapisas, que hay que ver para creer y asimilar a duras penas. Nunca la humanidad estuvo en tan grave peligro, más que en aquellos años de la Segunda Guerra Mundial y ante un enemigo invisible y sumamente poderoso y letal… el coronavirus chino.

            El gobierno hindú impuso un cierre total de toda actividad social y comercial, hasta el 26 del presente mes de abril; lo mismo ha sucedido en el resto del país, en el Estado de Mahahashtra, donde está localizada la Capital financiera de la India, la famosa Bombay. Aquí se han endurecido las restricciones y se han cerrado centros comerciales, cines, bares, restaurantes y lugares de culto. Esto último ha sido difícil de digerir para la mayoría de los ciudadanos, pues estamos tratando de una nación donde han más de mil dioses y cada cual arrastra a millones de fieles devotos, quienes acostumbran a vivir con el pensamiento más en el más allá, que en la realidad diaria. Además, en esta provincia, los 125 millones de habitantes deberán quedarse confinados en sus casas, con la única posibilidad de salir para comprar alimentos o medicinas. La policía permanece vigilante de la actividad de la población y no permite concesiones de ningún tipo, que no sean las estipuladas por el gobierno central.

            La India huele a muerte, evidencia muerte y “convive” con la muerte.

            El Primer Ministro indio, Narendra Modi, igual al resto de sus colegas alrededor del mundo, permanece con el alma en vilo, pues le ha correspondido gobernar en medio de la peor pandemia que haya registrado la humanidad jamás y fundamenta sus leves esperanzas de vencer al virus chino, en los cierres en todo el territorio nacional; es por ello que ha pedido a los gobiernos locales que planteen el cierre absoluto como último recurso. El confinamiento anterior, durante la primera ola, fue el más grande registrado en el mundo, ya que mantuvo en sus hogares a 1,300 millones de personas y logró frenar la propagación del coronavirus, pero hundió a millones de trabajadores ambulantes, quienes subsisten de lo que logran vender en las calles. “La situación era manejable hasta hace unas semanas –dijo Modi en un discurso televisado-; (pero) la segunda ola de infecciones ha llegado como una tormenta.” Seguidamente, instó a los ciudadanos para que se queden en sus casas de habitación y no entren en pánico.

            A principios de febrero del presente 2021, la India daba la impresión de que tenía al virus bajo control; los casos de infecciones, por día, no superaban a las 10 mil personas, un número relativamente bajo si tomamos en consideración la densidad poblacional de este país. A pesar de las estadísticas médicas, los hindúes seguían celebrando sus festividades religiosas a las que hicimos referencia al inicio de este reportaje, y las efectuaban sin restricciones, con altísimas concentraciones de personas, muy juntas unas de otras. Tales los casos en la ciudad de Haridwar, durante el festival de Kumh Mela, que convocó nada menos que a 25 millones de gentes. Y la política tampoco observó ninguna restricción, porque cinco regiones se dieron a la tarea de elegir a sus gobiernos, en medio de mítines multitudinarios y con 190 millones de votantes, quienes acudieron a los recintos de votación.

            Por esas razones, el coronavirus se fue esparciendo por toda la geografía nacional, hasta alcanzar, a mediados de marzo, más allá de los 100 mil contagios al día; de tal manera, la India superó a Brasil en su posición como el segundo país con más contagios, después de los Estados Unidos. Actualmente, esta nación de los más de 1000 dioses, acumula 15,616,130 casos positivos con el coronavirus chino.

 

El colmo: surgió una variante india del virus      

 

            Tal ha sido la crisis sanitaria, que la India ha visto surgir en sus entrañas a una extraña variante del Covid chino, llamada “doble mutante,” presuntamente surgida de los mismos cadáveres apilados en casas, calles, plazas, hospitales y aceras.

            Ante esta terrorífica realidad, el Primer Ministro, Narendra Modi, invitó a los ciudadanos a participar en lo que él denominó “festival de vacunación”, para inmunizar a cualquier persona mayor de 18 años, a partir del próximo 1 de mayo. El objetivo es vacunar cuanto antes a 900 millones de personas, además de los más de 100 millones de dosis que han sido aplicados a un grupo importante de la población. Empero, las autoridades sanitarias han anunciado que tienen problemas de suministros, porque les quedaban menos de 27 millones de dosis. De tal manera, el propio premier Modi ha solicitado a los fabricantes de la vacuna llamada COVAXIN, que es originaria de los laboratorios hindúes, que no exporten grandes cantidades, porque el pueblo la necesita para el consumo interno y ante la crisis desproporcionada que hoy se está sufriendo aquí.

            Según hemos descrito, la situación en esta nación asiática es de las más contrariantes y preocupantes de cuantas existen alrededor del mundo; una lucha que están peleando solos, sin la ayuda de ninguna superpotencia que podría asistirlos en este momento preciso, en parte porque cada país pelea su propia “guerra” contra la pandemia y no tiene ojos para mirar más allá de sus fronteras. Mientras tanto… los cadáveres se siguen apilando en cualquier lugar de la India y no es una película espeluznante de Hollywood, ni tampoco es una pesadilla que usted haya tenido la noche de anoche, sino que es una realidad tan dantesca, como la peor de todas.     


Vacuna de AstraZeneca Causa Profunda Desconfianza donde se le ha Adquirido para Combatir a la Pandemia

China

 

Los médicos y especialistas en pandemias (virólogos e infectólogos), insisten, fecha tras fecha, en que las reacciones en los vacunados con la ampolleta de origen británico y de la marca AstraZeneca, no son para temer de ninguna manera; sin embargo, la simple duda, por mínima que esta sea, hace que se le mire con reticencia de parte de quienes tienen que ser vacunados y así obtengan defensas contra el coronavirus que se originó en China.

            De hecho, una mañana de estas abrimos nuestros ojos y leímos en la mayoría de los periódicos españoles, que el gobierno (irresponsable por demás), de Pedro Sánchez, dejaba en manos de los jueces la aplicación de las dosis en la población de este país; es decir, en un característico “lavado de manos”, Sánchez se deslindó de esa responsabilidad, porque, si el número de muertos por causa de esta vacuna se da en España, que no sea por culpa suya, sino de los magistrados. Típico en este individuo que no sabemos por qué razón los españoles tienen que aguantárselo en el poder, en la Moncloa, sede del gobierno de este país.

            Lo cierto es que esa determinación de los españoles en relación con la vacuna de AstraZeneca, también fortalece la desconfianza en las demás naciones que la han adquirido y es por ese motivo que los epidemiólogos han comenzado una campaña exhaustiva, principalmente en América Latina, para convencer a los pueblos de que dichas dosis no les causarán daño alguno una vez sean inyectadas. Pero la desconfianza ya está arraigada en el pensamiento generalizado y cuando se trata de estos casos, erradicar ese temor es casi imposible, según hemos visto a lo largo del tiempo.

 

Otros gobiernos han suspendido vacunación

 

            Alemania, Francia, Italia, Holanda, Irlanda, Dinamarca, Noruega, Islandia y Eslovenia, en Europa, suspendieron la aplicación de la vacuna de AstraZeneca; y fuera del Viejo Continente, la República Democrática del Congo, en África; e Indonesia, en Asia, han hecho lo mismo con sus ciudadanos.

            Sin embargo, tenemos que ser enteramente honestos y señalar que la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como la Agencia Europea de los Medicamentos (AEM), insistieron al decir que “no hay evidencia que vincule a esta vacuna con la aparición de coágulos de sangre (…) (y) no tiene relación directa con los casos de tromboembolismo detectados en algunos países de Europa.” Por esa razón, ambos organismos consideran que “es seguro seguir usando la vacuna en las campañas de inmunización contra la covid-19.” De inmediato, la directora ejecutiva de la AEM, Emer Cooke, adujo que “los expertos llegaron a una clara conclusión científica de que esta vacuna está beneficiando y protegiendo a los ciudadanos contra la covi-19 y no está asociada con el crecimiento de casos de trombosis.” Pero (el gran “pero” en este caso), la misma AEM decidió incluir una advertencia en la información del producto, para que los médicos estén alerta al revisar el prospecto de la vacuna y vigilen cualquier caso que pueda estar relacionado. Es decir, íbamos bastante bien con las declaraciones emitidas por los personeros de la OMS y la AEM, hasta que decidieron “advertir sobre el producto,” un hecho que llama poderosamente la atención y refuerza las dudas que ya se venían dando en torno a la vacuna de AstraZeneca. Ese “pero” se convertirá en un gran signo de interrogación y hará que más países y ciudadanos por vacunar, se echen atrás en la utilización del fármaco inglés.

            Paralela a esta incertidumbre, a esta disyuntiva planteada, la investigación sobre los coágulos sanguíneos, su aparición y las personas que han sufrido la experiencia, continuará hasta que se tenga una explicación diáfana y convincente.

            Un cálculo reciente arroja el dato de que unos 17 millones de personas en el Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales y parte de Irlanda), han sido vacunadas con AstraZeneca y se han reportado menos de 40 casos de coágulos, un hecho que es para preocupar, así fuesen solamente 5 los pacientes reportados con tromboembolismo. Ante tales incidencias médicas, el Instituto Paul Ehrlich, de Alemania, que es la máxima autoridad de esa nación en cuestión de vacunas, giró la instrucción al Ministerio de Salud alemán, para que dejara de vacunar a los ciudadanos con la AstraZeneca. Fue cuando el ministro de esa Cartera, Jens Spahn, argumentó: “Esto se debe a la información de casos de trombosis cerebral, conectados con la vacunación (…). No es una decisión política. Todos somos conscientes de las consecuencias de esta decisión y no la tomamos a la ligera.” Nótese en las últimas seis palabras de su alocución que se refieren a que fue una acción meditada, estudiada, profundamente analizada, como suelen hacer los alemanes en todos los aspectos de sus vidas, y determinaron que la vacuna británica no es conveniente para el ser humano, por lo menos en el caso específico de la nacionalidad alemana.

            El presidente de Francia, Emmanuel Macron, casi al instante de la decisión del gobierno alemán, tomó la misma ruta y dijo que los franceses también suspendían el uso de la vacuna de AstraZeneca y lo explicó con estas palabras: “Tenemos una guía muy simple: que la ciencia y las autoridades competentes de salud nos informen y actuar como parte de una estrategia europea.”

 

Cautela en Gobiernos europeos

 

            Desde un inicio, algunos Ministerios de Salud del continente pusieron trabas y limitaciones al uso de esta vacuna inglesa; por ejemplo, en un principio la recomendaron solo para mayores de 65 años; pero el mismo presidente francés, Macrón, dijo que a esa edad era “totalmente inefectiva,” y en estos momentos sucede lo que hemos resumido anteriormente en este reportaje: la suspensión indefinida del uso de las ampolletas.

            Lo cierto es que Alemania y Francia tienen en sus bodegas enormes cantidades de AstraZeneca y por su no utilización podrían perderse prontamente, porque han usado menos de la mitad de las recibidas hasta ahora y ello los ha hecho dependientes de la vacuna de Pfizer, con el agravante de que esta multinacional farmacéutica tiene problemas para distribuirla oportunamente entre sus compradores; es por eso que el gobierno alemán negocia, en la actualidad, con el ruso, para comprar la vacuna Sputnik V y reanudar la vacunación de sus ciudadanos, un hecho que no estaba previsto de parte de los administradores de la salud alemanes.

            Esta es la realidad que se observa en Europa, donde las opiniones están divididas con respecto a este fármaco: los británicos defienden a ultranza su vacuna y “el continente” lo rechaza, más aún cuando la Agencia Europea de los Medicamentos (AEM), ha dicho que es remoto afirmar que la AstraZeneca causa trombosis en quienes la adquieren, pero es pertinente poner una recomendación en el prospecto, para alertar a los médicos que la suministren y se mantengan vigilantes de cualquier situación anómala en los vacunados. Un consejo que causa más preocupación, a pesar del optimismo de los miembros de la AEM.

 

            Lógicamente, con el desecho de esta vacuna también se pierden millones de euros que se han pagado en su compra y quienes recibieron la primera dosis, se quedarán “en el limbo” sin la segunda, algo inconcebible desde el punto de vista médico; por esta razón, en América Latina, los gobiernos que la han adquirido a altísimos precios, urgen el uso para que la inversión no caiga “en saco roto” o se convierta en una contrainversión o pérdida alarmante de dinero.

 

          Evidentemente es una crisis dentro de la crisis del coronavirus chino, un imponderable nada efectivo que se ha presentado en el momento menos oportuno, cuando han brotado nuevas cepas del virus, mayormente poderosas, y la tercera oleada de la pandemia amenaza con arrasar con más vidas humanas.

 

           Lamentable… muy lamentable.


Brasil en Medio del Caos Pandémico

 

El hecho de tener a un personaje, cabeza del gobierno, fuera de sus cabales y siempre en medio del delirio dictatorial y militar, es lo que está haciendo pagar caro a este país gigantesco de América del Sur. La cuantificación de las muertes por causa del coronavirus chino, se debe, fundamentalmente, a la nula gestión primero, y posteriormente a la suicida gestión de la pandemia que ha hecho su presidente, Jair Bolsonaro, una especie de Donald Trump, pero esta vez en el cono sur del continente.

            Tal es la situación, que la prensa internacional así la ha descrito en uno de sus cables noticiosos: “El brutal aumento de muertes por coronavirus en Brasil, pronto excederá a lo peor de una ola record en enero en Estados Unidos, superando por mucho el promedio de 3 mil fallecidos diarios, según proyecciones de científicos, debido a que los contagios con nuevas variantes, abruman a los hospitales.”

            En otras palabras, simples y directas, la cifra total de muertes por causa del virus originado en China, es la segunda más alta del mundo, con 340,776 fallecimientos, de acuerdo a los datos emitidos por el Ministerio de Salud de Brasil, comparables con los más de 555 mil muertos en los Estados Unidos. Incluso, hay quienes describen este caos como “un Fukushima biológico”, que hace recordar la tragedia en la planta atómica de dicha ciudad japonesa, después de que un tsunami la destruyera el 11 de marzo del 2011 y dejara escapar enorme cantidad de material radioactivo.

Es por eso que el médico brasileño y profesor de la Universidad de Duke, Miguel Nicolelis, dijo: “(la crisis pandémica en el país) es un reactor nuclear que ha desencadenado una reacción en cadena y está fuera de control.” Y es que este facultativo sigue paso a paso la propagación del virus entre la densa población del Brasil y tiene motivos suficientes y fuertes, para sentirse preocupado por la escalada de muertes diarias, que ha llegado a los 4,195 pacientes que han dejado de vivir, en hospitales y clínicas totalmente colapsados y un gobierno a la deriva que no sabe cómo enfrentar el caos o que toma decisiones erráticas o no las toma en absoluto, permitiendo que la situación empeore.

 

Un presidente embrutecido y fuera de la realidad

 

            Aunque no es el momento propicio para tratar el sórdido tema de la política, si las elecciones nacionales fueran mañana mismo, Jair Bolsonaro irremediablemente las perdería ante un electorado que está plenamente convencido de que no es un individuo en sus cabales y que ha pasado de un discurso violento y suicida a una actitud en consonancia con sus palabras erróneas. Y para el país es mejor que no sea reelecto y se le procese judicialmente como uno de los causantes principales de la gran crisis sanitaria que sufre actualmente su población.

            Su última decisión absurda fue rechazar el uso de mascarillas que le han sugerido los médicos, lo mismo que los confinamientos que los expertos consideran oportunos; y es que el gobierno de Brasil restó importancia al coronavirus chino y lo tachó de “gripecita”, cuando en el cercano Ecuador, en el puerto de Guayaquil, caían los pobladores fulminados por el covid chino. “El país no se apresuró en buscar vacunas, mientras que el resto del mundo lo hacía, lo que ralentizó su programa nacional de inmunización. Ahora ya es tarde, pues el virus se ha posesionado en las vidas y muertes de los brasileños”, destacó un analista de la actualidad médica de esta nación suramericana.

            Las poquísimas e irresponsables medidas que se han tomado por parte del Ministerio de Salud, después de que Bolsonaro hubo despedido uno tras otro a sus ministros por llevarle la contraria, han causado que los casos de muertes se estén acumulando más rápido que nunca y, en opinión de Nicolelis y de Christoyam Barcellos, investigador del Instituto Médico brasileño Fiocruz, de manera independiente consideran que, en lo que atañe a los decesos, Brasil podría superar a los Estados Unidos, específicamente en el record de muertes promedio por día. Recordemos que en suelo estadounidense el máximo de fallecimientos diarios, se produjo en enero pasado, con un máximo de 3,285 personas y Brasil podría superar esa cifra al llegar a los 563,000 decesos.

            El Estado más castigado por el coronavirus chino ha sido Sao Pablo, a la postre el más densamente poblado de esta nación, que ha registrado 1,389 muertes en un solo día. En otras palabras, el covid chino “anda por la libre” en este gigantesco país, que no ha tenido otro camino que irse acostumbrando a observar los vehículos tipo pick-up cargando cuerpos inertes, de las personas fulminadas por la pandemia china, dirigiéndose sin dilación a los cementerios ubicados en las periferias de las urbes.

            Hay que hacer algo pronto, “sobre el ya”. Talvez una intervención internacional, si se dispararan las muertes hasta márgenes inconcebibles, nunca antes observados por la humanidad; aunque la gran pregunta será: ¿Permitirá Bolsonaro que ingrese a Brasil un contingente de médicos especializados, protegidos por soldados internacionalistas, enviados por la ONU? Buena pregunta, ¿Verdad? Porque estamos tratando con un individuo fuertemente perturbado en su razonamiento, que los votantes convirtieron en presidente de este país.


Las Oscuras y Criminales Intenciones de Israel hacia Palestina

 

TEL-AVIV- Al observar el mapa de Palestina, vemos que casi no queda nada de territorio en Gaza ni en Cisjordania. En pocos metros cuadrados se amontona más de un millón de personas, que mal viven por culpa del arrinconamiento al que se ven sometidas por parte del ejército judío. La única verdad que casi todos conocemos, dice que Israel no estará conforme hasta que el último palestino se marche de su reducido país y éste deje de existir de cara a la comunidad internacional. Y para que ello suceda, el gobierno israelí hará todo lo posible, lo que esté a su alcance, por acabar con los últimos vestigios de lo que un día fue la gran Palestina.

            Tanto es así, que lo último que se le ocurrió a Benjamín Netanyahu y su grupo de criminales en el gobierno, fue retener las vacunas contra el Covid-19, que Rusia envió a los palestinos. Aparte queda el tema de, si las Sputnik V son efectivas contra el coronavirus o lo contrario. Ese es problema de los científicos rusos y no de este articulista. Pero lo que llama profundamente la atención es el altísimo grado de odio y criminalidad (como resultado de éste), de los hebreos hacia los palestinos, al retenerles el medicamento en momentos cruciales cuando el virus chino está matando a millones de personas alrededor del mundo. Fueron 2 mil dosis de la vacuna las que fueron retenidas en un puesto de control fronterizo y un portavoz militar judío indicó que el permiso para permitir el libre tránsito del medicamento, estuvo supeditado a “una decisión política.”

            Las vacunas iban hacia Cisjordania y de ahí, hacia Gaza, por lo que tenían que atravesar casi todo el territorio de Israel, hasta que fueron retenidas en la frontera. De inmediato, la Autoridad Palestina, el gobierno de esta nación, elevó su protesta contra el gobierno judío, en parte porque la población palestina que reside en Gaza y que tiene a sus espaldas el Mar Mediterráneo, está en peligro de adquirir con mayor facilidad el virus chino que ha desolado al mundo entero.

            Finalmente se supo que la retención vino de una orden girada por el propio dictador de Israel, Benjamín Netanyahu, declarado enemigo de los palestinos y del mundo árabe en general. De tal modo, fue una decisión absolutamente política, con el propósito de crear inseguridad y desconcierto entre la población de este país.

 

No es la primera vez que los judíos retienen medicamentos

 

            Posterior a estos acontecimientos y a los asesinatos masivos perpetrados por las fuerzas militares de Israel contra la población civil palestina, la queja permanente por el llamado “holocausto” nazi contra los judíos, en Europa, pierde toda validez, todo peso moral, pues las víctimas de ayer, se han convertido en los victimarios de hoy. De tal manera que no ha sido la primera oportunidad cuando los israelíes han retenido medicamentos que pertenecen y van dirigidos hacia los palestinos, porque, al comienzo de la pandemia, los soldados judíos detuvieron y confiscaron respiradores y otros objetos de protección contra el Covid-19. Ahora son las vacunas. Lo cual indica el alto grado de deshumanización y de odio que profesan los judíos a los palestinos, que no les importa el daño que causan.

            Aparte de lo anterior, la Franja de Gaza presenta un grave estado de precariedad, a raíz de los constantes bombardeos que efectúan los israelíes cada vez que les place, asesinando a ancianos, mujeres embarazadas, madres de familia y niños. Todos ellos desarmados. Es una guerra muy desigual, en la que un ejército armado hasta los dientes, arrasa a un pueblo cuyas únicas “armas” son las piedras y los griteríos contra la barbarie ocasionada por los hebreos.

            En la actualidad, el adjetivo que mejor se aplica para describir lo que es Gaza, es “semiarrasado.” Es un enclave en el que viven apretujados dos millones de personas, confinadas aquí desde hace 13 años atrás, en un espacio reducido de apenas 375 kilómetros cuadrados. Además, han tenido que vérselas prácticamente solos contra el coronavirus, ya que la ayuda exterior es casi nula de parte de las naciones que simpatizan con la causa palestina y también porque el gobierno de Netanyahu pone trabas constantemente al tránsito de esa ayuda médica.

            Específicamente, la doctora palestina Mai al kaila ha explicado a la prensa internacional que “las dosis retenidas van dirigidas al personal sanitario que trabaja en las unidades de cuidados intensivos, para pacientes con Covid-19 de Gaza y en servicios de urgencias.” Indicó que, tanto la Franja de Gaza como Cisjordania han presentado más de 53 mil casos con el virus pandémico y 538 víctimas mortales, desde el inicio de la gran crisis mundial que estamos viviendo. Por su parte, un funcionario del Ministerio de Salud de Gaza señaló que “las primeras dosis (de la vacuna rusa), serán para pacientes con trasplante de órganos o que padecen fallos renales. (Y) no hay suficientes vacunas ahora para el personal médico.”

            Otra opinión que se ha escuchado en torno a este delicado asunto, la dejó escuchar el portavoz del Grupo Hamas, llamado Hazem Qasem, quien lucha por la creación de un Estado o patria palestina, y denunció que “el bloqueo de las vacunas es un crimen que viola el derecho humanitario internacional.” Las autoridades israelíes callan ante la validez y la veracidad de tal argumento.

 

Los mismos médicos y ONG judías critican a Netanyahu

 

            La ONG israelí Gisha y Médicos por los Derechos Humanos, también pertenecientes a Israel, responsabilizaron al gobierno de Benjamín Netanyahu, “por imponer un castigo colectivo a la población civil gazatí (de Gaza), que viola la Convención de Ginebra sobre el Derecho Humanitario de Guerra. Es decir, estas personas observan con claridad el trasfondo humano de la retención de los medicamentos y se muestran disconformes con tal medida.

            Pero varios diputados afectos a la dictadura de Netanyahu, han dejado escuchar sus voces en el parlamento judío (Kneset), y justifican el bloqueo de la vacuna rusa con el argumento de que “se podría desviar para inmunizar a los jefes políticos y militares de Hamas,” que según los líderes israelíes, gobierna de facto en la franja de Gaza, desde el 2007.

            Por otra parte, llama poderosamente la atención el hecho de que los israelíes odian profundamente a los alemanes por lo acontecido durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis asesinaron a más de 6 millones de judíos que vivían en Europa, y han dedicado, desde el final de ese conflicto en 1945, todos sus esfuerzos en aparecer como las víctimas desarmadas en dicho genocidio (cosa que es cierta), y, con ello, desprestigiar a lo que provenga de los alemanes, sea bueno o malo, pero ahora usan las vacunas de Pfizer, empresa farmacéutica que se unió con los laboratorios alemanes BioNTech y estos fueron los que crearon la excelente vacuna que los judíos utilizan a placer y se han convertido en los más eficientes en el proceso de vacunación a nivel mundial. Es decir: “odiamos a los alemanes, pero adoramos lo que ellos producen en todos los campos científicos, tecnológicos y hasta militares.” Ese es el axioma de los israelíes desde que crearon su Estado, en 1948.

            Tal ha sido la paradoja, que, al usar la vacuna alemana distribuida por Pfizer, los israelíes se han convertido en los líderes globales de las vacunaciones per cápita y han inmunizado contra el covid chino a cerca del 30 por ciento de sus 9,2 millones de habitantes dentro del territorio de Israel. A finales de marzo del presente año, los judíos esperan superar al 50 por ciento de los vacunados, dentro de sus ciudadanos.

            Es algo para agradecer a los alemanes por parte de los hebreos. ¿No les parece? Porque esencial y fundamentalmente, esa es la realidad verdadera.


Estados Unidos

Vacunación contra el Covid Chino, saca a

flote el Racismo

 

UNIÓN AMERICANA-El racismo es el sentimiento que aparece en la superficie de la sociedad estadounidense, toma vuelos impresionantes cuando la violencia se exacerba y desciende súbitamente, se aplaca, y todas las gentes parecen olvidarse de lo que ha sucedido y de la misma segregación manifiesta días u horas antes. Este fenómeno sociológico se presenta en forma de ciclos en una nación que posee márgenes de racismo verdaderamente impresionantes, que son superiores, incluso, a los sufridos en Suráfrica durante lo más duro del Apartheid.

            ¿Pero de qué manera el coronavirus que nos vino desde China, hace aparecer el racismo en este país del norte de América? La respuesta se desprende del proceso de vacunación impulsado por la nueva administración de Joe Biden; sin embargo, hacemos la salvedad de que el nuevo presidente no lo está fomentando, sino que el sistema de vacunación es el que le da prioridad a las personas de tez blanca, antes que a los negros y latinos.

            En porcentajes, se ha informado fehacientemente que el 60,4 por ciento de los vacunados, son blancos; y solo un lejano 5,4 por ciento, corresponde a los afroamericanos, algo escandaloso a simple vista y pesa todavía más, cuando escuchamos una y otra vez que los Estados Unidos es la democracia o “el país de las oportunidades” por antonomasia. Pero la verdad es que el racismo que aquí se palpa “en el aire”, es un sentimiento y axioma reprochable y sancionable en todo momento cuando se manifiesta.

            La situación toma mayor auge y preocupación, cuando vemos que los grupos sociales y raciales más golpeados por la pandemia china, son precisamente los negros, latinos e indígenas, nativos de estas tierras. Es cuando la Casa Blanca ha informado oportunamente, “para sacar las castañas del fuego” que podrían incriminar a este nuevo gobierno, que está realizando esfuerzos ingentes para revertir la situación y ha comenzado a colocar centros de vacunación en barrios de alto riesgo, donde habitan estas personas segregadas y también va a invertir en clínicas móviles con la cantidad de dosis requeridas.

 

Horrorosa brecha racial    

 

            Desglosadamente, el Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés), cita que el 60,4 por ciento de los vacunados son blancos; el 11,5 por ciento, hispanos; el 6 por ciento, asiáticos; y el 5,4 por ciento, han sido afroamericanos. El resto pertenece a otras etnias no especificadas. Por lo tanto, la brecha entre los primeros en la lista y los negros, es abismal, asombrosa y ratifica el sentimiento negativo hacia los afroamericanos y el desdén que se traduce en olvido y abierta discriminación hacia ellos.

            Las estadísticas de las incidencias causadas por el Covid-19 de manufactura china, nos señalan lo siguiente: “En Estados Unidos, el virus se ha cebado con las minorías. Afroamericanos, hispanos y nativos, mueren por coronavirus a una tasa tres veces mayor que los blancos y los hospitalizados son cuatro veces más”, según los datos vertidos por el CDC. Es cuando Thomas La Veist, copresidente del grupo de trabajo para la equidad ante el covid-19, explica que las minorías tienen una desconfianza muy marcada ante el gobierno (más aún ante un presidente del calibre de Donald Trump, considerado un racista declarado y frontal), y justifica su afirmación en el hecho de que, al principio de la pandemia, no hacían los test en los vecindarios de la gente que no era de color blanco. “Ellos querían saber si tenían el virus en sus cuerpos, pero no podían (…).” Aquello fue un acto de segregación en el amplio sentido de la palabra.

            Este personero, para erradicar la situación que hemos descrito, se ha dado a la tarea de contactar a los líderes afroamericanos y latinos, para que lleven la información a sus comunidades y les convenzan de la urgencia y la necesidad que significa vacunarse, que la misma segregación racial, no los arrincone en sus casas y los haga renunciar a un derecho que, como seres humanos, les pertenece per se.

            Así mismo, otra de las razones por las cuales la discriminación se ha disparado, se fundamenta en el uso del internet para informar a estos grupos de personas, quienes, rara vez, tienen acceso a los computadores, que sí son de fácil manejo en las gentes blancas. Es por ello, por carecer de estos aparatos, que los negros y latinos han permanecido ajenos e ignorantes de las políticas de salud implementadas por el gobierno. “No tienen acceso al internet,” recalcitra la Kaiser Family Foundation, en un documento dado a conocer recientemente en el que se toca este tema de manera abierta, honesta y transparente y amplía: “(…) (el problema se basa en) el acceso deficiente a las vacunas en los barrios negros y una disparidad digital que dificulta el acceso a la información, (porque) la mayoría de los registros para conseguir la vacuna, se hace a través de internet.”

 

La Casa Blanca corrige…

 

            Marcella Nuñez-Smith, jefa del Grupo de Trabajo sobre la Equidad y el Covid-19, de la sede del gobierno de los Estados Unidos, acaba de urgir a todos los Estados de la Unión Americana, para que incorporen cuanto antes la equidad en sus planes de vacunación; esto es… que toda persona de color negro o de otra etnia no blanca, sea vacunada con el mismo interés, rapidez y eficiencia, como se hace en otros casos. Añadió a sus palabras el compromiso del gobierno que ella representa, para aumentar la información en aquellas zonas que han sido relegadas u olvidadas y aseguró que están trabajando arduamente para que el transporte de las vacunas sea fluido y expedito, con rumbo a los vecindarios y barrios marginados. Lo mismo en los casos cuando los afroamericanos, asiáticos y latinos necesiten viajar a los hospitales y clínicas, que ese trasporte sea gratuito para ellos.

            Aparte de lo anterior, la Casa Blanca ha anunciado que, para construir la confianza perdida en relación con la comunidad afroamericana de los Estados Unidos, estudia en estos momentos asociarse con líderes comunitarios, pastores y otros miembros representativos de las minorías, para que transmitan la información sobre el proceso de vacunación y la necesidad de recibir tratamiento en los distintos centros hospitalarios.

            El tema, además del racismo que lleva implícito según hemos detallado en las líneas de arriba, representa una gravísima preocupación para el sistema de salud estadounidense, debido a los 90 mil fallecimientos que hubo en el país, solamente en el mes de enero de este 2021, el más alto sufrido por población alguna desde que apareció el coronavirus creado por los chinos en la ciudad de Wuhan. En total, han sucumbido ante el Covid, 441 mil ciudadanos estadounidenses y existen 26 millones de personas contagiadas, sin control alguno a lo largo y ancho de los Estados Unidos.

            Veamos algunos datos actualizados y finales sobre las cifras de discriminación hacia los afroamericanos:

 

            En Pensilvania, los blancos han sido vacunados cuatro veces más que las personas de tez oscura.

            En Mississippi, los negros solo han recibido el 15 por ciento de las vacunas y conforman el 42 por ciento de los fallecidos en todo el Estado.

            En Texas, donde el 39,7 por ciento son hispanos, solo el 15 por ciento ha sido vacunado; y es la gente que mayormente ha muerto, casi la mitad de todos los decesos ocurridos por coronavirus.

            En Nueva York, 300 mil residentes han sido vacunados contra el covid chino: 48 por ciento son blancos, 15 por ciento, latinos; 15 por ciento, asiáticos y apenas el 11 por ciento, afroamericanos.

 

            Es cuando el alcalde de esta ciudad, Bill de Blasio, ha dicho: “Claramente, vemos una profunda disparidad que debe abordarse de manera agresiva y creativa. (…) Y la mejor cura para el problema de la brecha social, es aumentar el suministro de dosis.” Por su parte, el defensor público del Ayuntamiento de Nueva York, Jumaane Williams; y el supervisor de las cuentas públicas de esta misma urbe, Scott Stringer, calificaron al plan de distribución de las vacunas de “casi criminal”, “vergüenza nacional” y de “fracaso moral y administrativo del más alto nivel.” Según dijeron textualmente los dos altos funcionarios.

            Esta es la realidad en estos instantes en la gran potencia del norte y, de acuerdo con lo que hemos analizado, siempre en contra de las minorías raciales y en pleno segundo milenio, cuando se supone que la humanidad hubo superado esas incongruencias con base en las luchas feroces y humanistas, libradas en el pasado. Pero no ha sido así, lamentablemente.


Chinos Asesinos

 

La OMS encontró en Wuhan lo que Sospechaba: los Laboratorios donde surgió el Coronavirus

 

WUHAN, China-Por ello el secretismo y los obstáculos impuestos por el gobierno comunista de este país asiático contra los periodistas, gente común y aún más contra los científicos internacionales; en este caso de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para que no investigaran el origen del Covid-19 que ha matado a millones de personas alrededor del mundo.

            Sin embargo, la mentira, en cualquiera de sus innumerables variables, siempre sale a flote, siempre es vencida por la realidad y la verdad de las cosas y en este caso particular, parece que en esta urbe china no hubo un animal “equis” que alguien se comió, según acostumbran los chinos a comer todo aquello que se arrastre, camine o vuele, y de ahí se desató el virus mortal. Concretamente, el zoólogo inglés, Peter Daszak, miembro de la delegación de la OMS que hace averiguaciones en Wuhan, ha manifestado a Sky News que están recabando datos en el epicentro del Covid-19, “que nadie ha visto antes y que realmente están llegando a alguna parte” (algún punto específico y aclarativo de “la génesis” del causante de tantísimas muertes humanas).

            Midiendo sus palabras, dentro del ámbito de la diplomacia, el científico británico no ha acusado directamente a los políticos chinos de crear a propósito el virus para diseminarlo a lo largo y ancho de la Tierra, sino que dejó entrever que “posiblemente se escapó de un laboratorio.” Y agregó a su conversación con el medio de prense señalado que “estamos viendo nueva y valiosa información que está comenzando a ayudarnos a buscar en las direcciones correctas.” Y mientras los enviados de la ONU trabajan meticulosamente, las miradas atentas del espionaje del Estado chino, están siempre sobre ellos y sus movimientos, pues, según es costumbre en estas naciones dominadas por férreas dictaduras, el temor de que se escape algo o que alguien argumente algo… siempre está latente en sus condiciones paranoicas. No obstante, Daszak, en relación con el comportamiento del gobierno chino, ha añadido a sus palabras: “Creo que China está abierta y dispuesta a trabajar con nosotros y lo vemos todos los días. Están compartiendo datos con nosotros que no hemos visto antes. Están hablando con nosotros abiertamente sobre todos los caminos posibles. Realmente estamos llegando a alguna parte y creo que todos los miembros del equipo dirían eso.”

 

Queda por dilucidar la intencionalidad de los chinos

 

            Nadie crea un mortal virus solo porque sí. Porque en algo tan peligroso, tiene que existir una intención de fondo y en el caso de esta nación que está armada hasta los dientes, es muy probable que haya sido con fines bélicos, tal y como sucedió con el virus del ébola, que fue diseminado por Africa, a mediados de la década de los 80s.

            El científico inglés, en tal sentido, no descarta que el coronavirus se haya “escapado” –nótense las comillas, pues el verbo a usar podría ser más preciso de nuestra parte y decir mejor “esparcido con premeditación”-, tras una fuga de un laboratorio ubicado en las cercanías o dentro de Wuhan, la populosa ciudad donde comenzaron a morir sus habitantes a mediados del año anterior. “No hemos descartado esa posibilidad y ahora mismo estamos estudiando puntos críticos en el desarrollo de la transmisión en esta ciudad. Todos somos conscientes de las hipótesis sobre la posible participación de un laboratorio y vamos a hacer preguntas sobre todos los aspectos clave del Instituto de Virología de Wuhan. Si hay datos que apuntan a alguna hipótesis, seguiremos los datos, seguiremos la evidencia hasta donde nos lleve. Si nos lleva a una granja, iremos allí. Si nos lleva a un laboratorio, iremos allí. Todo está sobre la mesa y mantenemos la mente abierta.” Indicó.

            Hay que tener presente que, del mismo modo como las armas químicas aparecieron durante la Primera Guerra Mundial, inventadas por los mismos británicos, los virus, para diezmar a los enemigos en el campo de batalla y en este caso concreto, en tiempos de paz, según lo han diseminado los chinos por el planeta, el coronavirus ha estado cumpliendo una misión bélico/económica, cual es la de detener el avance tecnológico, comercial, económico y militar de los europeos y estadounidenses, en una carrera en esos aspectos que China ha desatado y cuya intencionalidad es la de convertirse en la primera potencia del orbe. Es decir, debilitando a los enemigos, China puede saltar al primer lugar entre las potencias mundiales. La finalidad es única, muy simple y sencilla de entender; pero el método es criminal, provenido de un gobierno y gentes así mismo criminales.

            Retornando a Peter Daszak, este científico de la OMS ha señalado que “se han hecho preguntas clave (en el Instituto de Virología de Wuhan), y han sido debidamente respondidas. (Y) al final de esta misión, elaboraremos un informe que tendrá algunas indicaciones de cuáles son los escenarios más probables; aunque, debido a las variantes, el virus se vuelve endémico en los seres humanos, por lo que estará con nosotros para siempre.”

 

Dentro del laboratorio

 

            Los enviados de la ONU que conforman el grupo investigador de la Organización Mundial de la Salud (OMS), han estado de visita en el Instituto de Virología de Wuhan y cada vez se convencen más de que el origen del virus endémico sucedió dentro de las paredes de ese lugar, lo cual descartaría la tesis tan difundida de que alguien engulló a un murciélago de Tailandia y resultó contagiada con el SARS. Lo cierto es que, en las primeras explicaciones brindadas a la prensa internacional, reunida en torno a estos enviados, “el laboratorio que han visitado es de alta seguridad y los investigadores trabajan con peligrosos coronavirus (no solamente el que tenemos sobre nuestras cabezas, pues hay muchísimos más, según desprendemos de las afirmaciones de los científicos de la OMS), y esta es una de las etapas más esperadas por nosotros, dentro de esta misión.” Explicaron los investigadores.

            No obstante, han tomado en cuenta un aspecto relevante: el gobierno chino prohibió la entrada de periodistas y enviados de la ONU, durante un año, y este grupo, en específico, tuvo que aguardar en su hotel, en Beijing, 14 días de cuarentena, antes de emprender el viaje hacia Wuhan. Tiempo valioso para que las autoridades chinas cambiaran todo lo que consideraron menester cambiar, para evitar futuras acusaciones. “Con semejante demora, muchos analistas dudan de que los expertos internacionales hallen indicios reveladores del comienzo de la epidemia.” Dejó escuchar un enviado de la agencia de noticias France Press.

            Hasta el momento, a pesar del entusiasmo, positivismo y optimismo mostrado por los diez enviados de la OMS, “en estas fechas no hay respuestas definitivas”, han aclarado.

            Los expertos estuvieron cuatro horas en el Instituto de Virología, provistos de toda la indumentaria para protegerse en aquel lugar altamente peligroso, quizás tanto o más que la planta nuclear de Chernóbil, en Ucrania, plena de radioactividad en el núcleo del desastre y a cientos de kilómetros a la redonda. Al retirarse, se abstuvieron de hablar con la prensa, por órdenes explícitas del mismo gobierno chino, pues continúa el temor en ellos de que algo pueda filtrarse hacia los medios de comunicación e información. Fue el instante cuando policías con uniformes negros y mascarillas en sus rostros, se ubicaron en las calles para separar a la multitud de reporteros, de los autos que iban a trasladar a los científicos investigadores.

            Se supo también que los enviados de la OMS visitaron el laboratorio P4, el primero de máxima seguridad en Asia, equipado para manipular agentes biológicos de tipo 4, como el ébola, que son decididamente mortales por su alto riesgo de contagio entre los seres humanos.

            Y es que los chinos, dentro de la cúpula dictatorial, no olvidan que el ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y su ex secretario de Estado, Mike Pompeo, manejaban datos fidedignos investigados por la CIA, infiltrada en China, de que en el instituto señalado fue donde se trabajó, se inventó y se dejó “escapar” el coronavirus asesino. En su momento, Pompeo afirmó: “hay evidencia significativa de que el virus salió de ese laboratorio.” Y la palabra clave en sus declaraciones es… “evidencia.” Y si la hay, tal como se asegura, señalar a China como la causante de este grave problema es lo que procede y se afianza en la verdad de lo ocurrido. Por su parte, el gobierno de esta nación ha negado lo anterior con fuerza y ha dicho que “el virus pudo haber sido importado.” Aunque es extraño que en el país donde se originó supuestamente, según la acusación de los chinos, nunca hubo un caso primero ahí, sino que el primero de ellos apareció en Wuhan y nunca en otro lugar del mundo. Lo cual tira por la borda el señalamiento de Beijing.

 

Otras visitas

 

            Los expertos también estuvieron recorriendo y analizando aspectos de importancia en el mercado de Wuhan, donde se cree comenzó esta horrenda tragedia viral; incluso, se reunieron con Shi Zhengli, una de las mayores conocedoras en toda esta nación sobre el tema de coronavirus de murciélagos, quien es, a su vez, vicerrectora del laboratorio de esa misma ciudad.

            Recordemos que esta mujer, en una entrevista para una revista científica estadounidense, el año pasado, aseguró que “estuve preocupada en un principio por la posibilidad de que el virus hubiese escapado del laboratorio. (…) No he pegado ojo por varias noches (sin dormir).” Añadió.

Empero, pocos días después, muy posiblemente presionada por la seguridad del Estado, cambió su versión y dijo: “(Viéndolo bien) basada en inspecciones posteriores, revelaron que ninguna de las secuencias de genes, coincidía con los virus almacenados en el instituto. Apuesto con mi vida a que el nuevo coronavirus no tiene que ver nada con el laboratorio.” Estas últimas declaraciones suyas fueron ampliamente difundidas por los medios de prensa chinos, controlados por el gobierno, pues, obviamente, fortalecen el argumento oficial de que China no tiene culpa en lo que ha sucedido. Aunque llama poderosamente la atención el hecho de que Shi cambiara su posición y argumento, “más rápida que un rayo.” Por supuesto que es notoria la sombra de la dictadura detrás suyo, en una nación donde hablar demasiado es contraproducente desde todo punto de vista.

            Se espera que en los días subsiguientes los enviados de la OMS den más y mejores declaraciones sobre la aparición del SARS o Covid-19 y es muy probable que este país asiático tendrá que asumir la culpa por sus actos, sin dilación ni escapatoria alguna.


Johnson & Johnson Regresa con Potente

Vacuna

 

ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA- Después de que fracasara en su primer intento por crear la vacuna anti-covid-19 o chino, la famosa empresa farmacéutica ha regresado a la competencia en épocas particularmente riesgosas, por causa de la presencia del virus originado en China.

            El anuncio ni ha dejado indiferente a nadie, porque se trata de una vacuna distinta en el sentido de que necesita únicamente una dosis para inmunizar a la persona a quien vacunan. La llaman la vacuna de Janssen y genera inmunidad a lo largo de 71 días, según estudios realizados recientemente y tampoco depende su eficacia de las variables de las cepas del coronavirus; es decir, servirá siempre contra cualquier cambio que haga el virus chino. Quienes confían en esta casa farmacéutica, están de plácemes y deseosos por obtenerla, una vez que se difunda entre los países que quieran obtenerla.

            La administración de Medicamentos y Alimentos de Johnson & Johnson está a la expectativa de lo que los científicos le indiquen, para someterla al gran público que lucha en contra del coronavirus; y ese permiso lo podría obtener en el próximo mes de marzo.

            Lo que llama la atención y suena suficientemente atractivo, es el hecho de que esa vacuna podría erradicar la pandemia con una rapidez inusitada e inesperada, algo que se necesita con prontitud para que la humanidad recobre la normalidad perdida. Los mismos científicos que han trabajado en ella, afirman que la vacuna por ellos creada, tiene una eficacia del 66 por ciento para prevenir la enfermedad, en un estadio de moderado a grave y es una inyección “muy segura”, aclararon.

            Johnson & Johnson probó el medicamento de dosis única, en 44 mil personas residentes en los Estados Unidos, y los resultados fueron satisfactorios, ya que los pacientes que la tomaron, no mostraron hospitalizaciones ni muertes, a partir de 28 días después de la vacunación.

            Es así como, además de las dosis de Pfizer y otras más creadas en occidente, la de Johnson & Johnson se suma al cada vez más amplio espectro de vacunas, con las que la humanidad podrá contar para luchar, combatir y vencer al covid-19, único invento de los chinos que ha sido resistente y duradero, pero para hacer daño y nunca el bien. Y, si la intención era dañar al ser humano no chino, con la difusión del coronavirus, pues resulta muy evidente que todas las naciones con mayoría de pobladores infectados, han venido a la baja, los chinos, por el contrario, se han mostrado más complacidos, optimistas y en plena carrera por desplazar a las potencias occidentales de la delantera, aprovechando que están ocupadas en el combate al virus mortal. Una táctica sucia y criminal utilizada por los chinos, para ganar el sitial de privilegio que todavía, a pesar de los pesares para Beijing, lo mantienen Inglaterra, Estados Unidos, Japón, Francia y Alemania y será muy difícil, sino imposible, de que los chinos logren desplazarlos de ese primerísimo lugar en economía, productividad, cultura, salud, modo de vida, modernidad y adelantos generales.

            China ha vuelto a perder en su insulsa competencia contra occidente, y lo mismo le ocurre en el plano militar, por supuesto.

            Retornando al tema, grata noticia nos ha dado Johnson & Johnson, apenas para fortalecer nuestro optimismo y renacidas esperanzas por vencer a la muerte que nos vino desde Wuhan. 


La Organización Mundial de la Salud (OMS), logra entrar en Wuhan, China, donde se Originó el Coronavirus

 

REPÚBLICA  POPULAR CHINA- Finalmente, después de “un estira y encoge” realmente desgastante, la OMS logró el permiso para viajar a Wuhan e investigar dónde y por qué el covid-19 se originó allí y su expansión por el resto del planeta. Recordemos que el dictador chino, Xi Jinping, aceptó a regañadientes la creación de esta misión investigadora; aunque se han presentado incidentes que, de todas maneras, estaban previstos que ocurrirían; por ejemplo, dos miembros de ese cuerpo colegiado no pudieron ingresar a China, luego de que se les hicieran pruebas serológicas en Singapur, antes de partir hacia el foco de la pandemia. Las dos personas mostraron la presencia de anticuerpos que determinaron que ambos habían sufrido la enfermedad en cuestión.

            Una vez arribados a Wuhan, los 10 expertos de la OMS que lograron ingresar al país, fueron sometidos a una estricta cuarentena en un determinado hotel; sin embargo, indicaron que no será tiempo perdido, ya que irán avanzando los trabajos investigativos, principalmente en videoconferencias, con la colaboración de personal chino. La permanencia de este personal en la nación asiática, origen del coronavirus que ha matado a millones alrededor de la Tierra, se extenderá por espacio de un mes y estudiarán, entre otros factores, las muestras tomadas en el mercado de mariscos de Huanan, donde tuvieron contacto dos tercios de los primeros casos detectados al inicio de la pandemia y del que se sospechó, al principio, que era el origen del mortal virus. Del mismo modo, los científicos de la OMS entrevistarán a médicos (quienes estarán vigilados en todo momento por la seguridad del Estado chino, quienes calibrarán sus argumentos, previamente dictados por la policía para no comprometer al gobierno); también conversarán con comerciantes de ese mismo mercado, para obtener de una fuente primaria los datos que les podrían servir para elaborar el informe final.

 

El principal sospechoso… el murciélago

 

            Muchos de los cuestionamientos se harán en torno del famoso roedor alado, del que, supuestamente, partió el germen que causó el coronavirus y que los chinos comen con gran deleite, según hemos visto en fotografías y videos hechos en las mismas ciudades de este país. Pero la interrogante fundamental girará en torno a saber cómo pasó de ese animal a un ser humano y de ahí causara la propagación que ha cobrado enorme cantidad de vidas. Ciertamente, la versión difundida del murciélago que forma parte de la dieta de los chinos, es la más creíble; sin embargo, los científicos recién llegados a China, quieren constatar en “el terreno” la veracidad de dicha afirmación y darle un basamento acorde con la ciencia y los cálculos de medición que se utilizan en estos casos. Pero lo que se persigue con este viaje “al corazón de la pandemia,” además de conocer detalles del origen del covid-19, es encontrar métodos eficaces para evitar, en el futuro, que situaciones así vuelvan a ocurrir. Es cuando Mike Ryan, director del programa de emergencias de la OMS, afirma: “Buscamos las respuestas que nos puedan salvar en el futuro (y no buscamos) ni culpables ni gente a quien responsabilizar.” Por su parte, el científico vietnamita, Hung Nguyen, experto en riesgos alimentarios en mercados, argumentó: “Personalmente no espero que todo se aclare después de este viaje; pero es de verdad… un paso necesario.”

            La Organización Mundial de la Salud, adscrita a las Naciones Unidas (ONU), luchó desesperadamente, sin éxito al principio, por abrir las pesadas puertas de la dictadura china y entrar a ese país en el verano pasado, pero la polémica en grandes dimensiones, se presentó hasta hace pocos días, debido a la opacidad de los chinos y a ese querer ocultar todo lo que ellos consideran podría ser un desprestigio para el sistema comunista que los cobija; sin embargo, entre más negativas daban, más se volcaba contra ellos la opinión pública mundial, que los señalaba los causantes únicos de la pandemia y por ser un pueblo y gobierno sin alma, sin sentimientos ni solidaridad con el resto de la humanidad. A pesar de que ya la misión ha entrado en China, la semana anterior los dirigentes chinos trataron de “dinamitar” la visita con un último intento, al no emitir los permisos necesarios para que el personal pudiera arribar. Fue cuando Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director general de la OMS, se mostró “muy decepcionado”, según sus propias palabras; pero al poco tiempo, China aseguró que se trataba solamente de “un malentendido” y procedió a extender los permisos de ingreso.

 

Ante el gobierno Trump  

   

            De las poquísimas cosas buenas que hizo Donald Trump a lo largo de los cuatro años que estuvo en el poder de los Estados Unidos, fue señalar a los chinos como los culpables únicos de la aparición del coronavirus e infectar a las personas de los demás países, de manera criminal e indiscriminada. Y con fundamento en esa posición, Donald Trump exigió siempre y reiteradamente que los chinos permitieran a la OMS ingresar para investigar las causas de la problemática viral.

            Ante esa presión internacional y por causa de las sanciones económicas que estableció el mismo gobierno de Trump, los chinos permitieron que otras dos misiones de científicos ingresaran al país, pero, una vez adentro, sometieron a los investigadores a prohibiciones propias de la dictadura férrea que tienen sobre sus cabezas los chinos; es decir, llegaron hasta Wuhan, pero solo pudieron observar lo que los agentes de la seguridad del Estado les permitieron ver; y la segunda misión no pudo salir siquiera de la Capital, Beijing. Tales los obstáculos a los que se vieron sometidos los visitantes de la OMS.

            Y mientras ello sucedía, los chinos, con su aparato de propaganda, difundían la falsedad de que la pandemia, aunque apareció por vez primera en Wuhan, “era muy probable que el virus circulara entre las personas (dejando entrever que fue un extranjero quien la llevó a China).” No obstante, los expertos han rebatido y desechado contundentemente esa versión, que huele más a cinismo de la dictadura de Beijing, que a la verdad propiamente dicha. Otro argumento falso que los chinos han querido difundir, dice que fue en Italia donde apareció el coronavirus, debido a la gran cantidad de muertos que se dieron en la primera oleada en esa nación. Finalmente, los asiáticos han asegurado que el patógeno en Europa, en meses previos al estallido de la crisis en Wuhan, fue detectado en el embalaje de productos congelados, que llegaron desde el extranjero a esta urbe china de 11 millones de habitantes. Reiteramos, ese es el cinismo que China ha empleado a lo largo de los Siglos, fantaseando y mintiendo que han sido los creadores de los mejores inventos de los que ha gozado la humanidad y negando todo lo negativo que ellos realmente han hecho nacer y propagado. Es decir, todo lo bueno ha nacido en China y lo malo… es culpa de los occidentales, según la falsa y canallesca manera de mentirle al mundo que han tenido desde siempre. Lo cierto es que la población multitudinaria de esta nación, regida y oprimida por el comunismo maoísta, tiene que echar mano a animales extraños, no comestibles por naturaleza, para saciar el hambre a la que los tiene sometidos el régimen dictatorial… “comer todo lo que camine o vuele”, esa es la consigna de este pueblo, de ahí que el murciélago haya sido el propagador del virus entre los hombres y mujeres de Wuhan y de ahí… al resto del mundo.

            Actualmente se han detectado nuevos contagios con el covid-19 en la provincia de Hebei, que rodea a Beijing; y también, con mucha fuerza, en otra provincia llamada Heilongjiang, en la frontera con Rusia. Pero los chinos insisten en que apareció en occidente, que no es otra cosa que el descaro en su máxima expresión.


Pfizer llena al Mundo de Esperanza

 

En los días posteriores a la Navidad hemos visto, no el trineo de Santa Claus, sino a los aviones de la empresa DHL (de capital estadounidense, alemán y japonés), descargando en aeropuertos de América Latina y de los Estados Unidos, grandes cajas portadoras de las vacunas hechas por la multinacional farmacéutica Pfizer, en sociedad con la alemana BioNTech. Recordemos que estos laboratorios fueron los verdaderos y únicos creadores de la inyección que ha asegurado tener una efectividad del 95 por ciento, contra el coronavirus hecho y difundido por los chinos.

            Decíamos que no se trató del trineo del gordo vestido de rojo y siempre simpático Papá Noel, sino que se ha tratado de aviones de color amarillo y con las enormes letras  DHL, los que han estado concediendo felicidad, esperanza, fe y el deseo de que el mortal virus que apareció en la ciudad china de Wuhan, no cause más muertes de personas inocentes alrededor del planeta. Después, cuando todo haya recobrado la normalidad perdida y las economías del mundo libre hayan retomado su cauce, veremos hasta dónde se le castigará a los chinos por su criminal trabajo en contra de la humanidad.

            En particular, el hecho de que haya sido Pfizer la casa que haya avalado y trabajado en esta vacuna, le da un espaldarazo que no la tienen otras vacunas que, más bien, parecen ser mentira, como la elaborada en Rusia, la “Sputnik” (los rusos a todos su inventos le ponen este nombre de su satélite espacial), o en la mismísima china, que ni los prisioneros de la peor penitenciaría del mundo querrán ponérsela. Todos conocemos y sabemos qué es Pfizer y por eso ciframos las esperanzas en ellos.

 

La Vacuna, a pesar de Trump

 

            El estrafalario presidente saliente de los Estados Unidos, a raíz de la presión de su pueblo, ha aceptado que el covid-19 chino es tan mortal (o más), como aquellas otras enfermedades que han diezmado las vidas de los seres humanos a lo largo de la historia. Es por eso que permitió que la vacuna ingresara a ese país, a pesar de que también amenazó con no cedérsela a los neoyorkinos, por sus diferencias con el actual alcalde de esta ciudad. Cosas de Trump, cosas de su pensamiento y sentimientos esquizofrénicos, de los que hizo “gala” durante los cuatro años de su pésima administración.

            En todo caso, los norteamericanos se han estado vacunando a lo largo y ancho del territorio de la Unión Americana y cifran sus esperanzas también en este medicamento. Recordemos que los muertos por motivo del virus chino, han sido miles en los Estados Unidos, muertes impresionantes e inaceptables desde todo punto de vista y que los chinos se niegan a aceptar como culpa suya y según es parte de esa raza habituada a la cultura del asesinato masivo, sin que les moleste en lo más mínimo sus consciencias.

            Aparte de esta gran nación del norte de América, Costa Rica, la pequeña democracia centroamericana, recibió la carga de los aviones de la empresa DHL y procedió a vacunar a los primeros adultos mayores (ancianos), quienes han depositado su fe en el trabajo de Pfizer y BioNTech; sin embargo, según sucede en toda actividad humana en la vida, en las redes sociales han aparecido comentarios tendientes a soslayar la eficacia de la vacuna y han señalado que las personas que la adquirieron, sufrieron quebrantos de salud y “sus familias están bajo amenaza del gobierno” costarricense. Un rumor que no ha tenido eco en los medios de prensa y tampoco tiene asidero real ni valedero por lo tanto.

            Finalmente, fue el gobierno de Chile, presidido por Sebastián Piñera, el que vio aterrizar los aviones de la empresa DHL y descargar las cajas pletóricas de la vacuna salvadora. Casi de inmediato, el Ministerio de Salud chileno procedió a aplicarla en los ciudadanos, siguiendo ese orden estricto en el que primero se vacunarán los ancianos, luego los trabajadores de la salud (médicos y enfermeras) y, posteriormente, el grosor del pueblo. En otras palabras, la guerra contra la maldad de los chinos se ha declarado y se busca acabar definitivamente con el poderío del coronavirus creado en Wuhan.

 

Terror en Alemania

 

            Los alemanes, amantes de la puntualidad y de ser ellos los que están siempre en la vanguardia, inexplicablemente el proceso de vacunación ha sido lento y tardío. A pesar de que los laboratorios de BioNTech están ubicados en esta nación y su director jefe es Ugur Sahin, el creador de la vacuna que ahora mismo está siendo aplicada en otros países más lejanos, los alemanes no tuvieron la ventaja de recibir el fármaco con prontitud. Y ante esa incomprensible situación, han visto morir a más de mil personas por día, por culpa del virus y de los chinos causantes.

            Algo semejante ha sucedido en España, donde los españoles, fieles a su naturaleza distendida, latina y espontánea, han desobedecido una y otra vez las indicaciones de su gobierno y han ocasionado fiestas, reuniones masivas y una total desobediencia que ha redundado en cientos de contagios que solo los han perjudicado a ellos mismos… a los españoles y a nadie más.

            En Inglaterra, según hemos informado, apareció una cepa derivada de la original del coronavirus y los ingleses sufrieron el “cerrojazo” de la Unión Europea, para evitar la diseminación de la nueva maldición en forma de covid.

            Por el momento, los gobiernos que han atendido a la vacuna de Pfizer han atinado en su decisión, mientras que otros, catalogados “rebeldes” y manejados por gobernantes esquizoides, como el de Venezuela y Brasil, han apostado mal al comprar la mal llamada vacuna elaborada en China. Es decir, los chinos, sin escrúpulos desde que sabemos de su existencia como pueblo, le están sacando réditos económicos a la pandemia que ellos crearon, vendiendo ahora su remedo de vacuna. Brasil ha sido la nación más golpeada por el coronavirus chino y cuando redactamos este artículo, absolutamente ningún brasileño se ha vacunado, una tardanza que redundará en más muertes, sin duda alguna.

            En Nicaragua, otra dictadura oprobiosa a cargo de la pareja del analfabeto Daniel Ortega y su horrenda mujer, Rosario Murillo, las reuniones masivas de sus ciudadanos se siguen produciendo, sin el uso de caretas, cubre-bocas u otros aditamentos para frenar un poco los contagios.

            Esta es la panorámica que presenta el mundo frente a la situación pandémica que ha destruido economías, ha segado vidas de personas y solo ha llenado de satisfacción a los chinos, tan inhumanos como siempre y tan descarados con aquellos problemas que les han proporcionado al resto de la humanidad desde que les conocemos y sabemos de su desprecio por todo lo que les supere.

            Pero, ante la oscuridad de nuestra realidad, la vacuna de Pfizer y BioNTech se alza igual a una estrella en lo alto del firmamento y nos recuerda que, mientras el bien exista, el mal siempre será derrotado con base en la fe, la esperanza y los corazones bondadosos de los hombres de buena voluntad.


Lo Inesperado… el Coronavirus Muta en otro Virus Nuevo

 

LONDRES, Inglaterra- Cuando la gran mayoría de los seres humanos albergábamos la esperanza de que la vacuna producida por la casa farmacéutica Pfizer. en unión con la alemana BioNTech, iba a frenar al covid creado por los chinos irresponsables y asesinos e íbamos a vivir un año nuevo en el 2021 con mayor tranquilidad, nos damos cuenta de que en el Reino Unido, el país donde se ha estado vacunando a las personas primero que en ninguna otra parte del mundo, ha surgido una nueva cepa del maldito y mortal virus. Ello ha causado el terror literal en el Viejo Continente y han cerrado todas las puertas, de golpe, a los vuelos que llevan y traen visitantes británicos.

            Es un hecho conocido por la humanidad entera que los productos elaborados por los chinos son de pésima calidad, cualquier cosa que compremos (un automóvil, un tren, un artefacto eléctrico o un juguete), se despedaza a los pocos días de manipularla; pero lo único resistente, pero resistente mortalmente, ha sido el coronavirus en el mercado de Wuhan –aunque la propaganda del gobierno de Beijing trate de ocultar y tergiversar los hechos-, y para colmo de males y para suerte de los mismos chinos… está mutando.

            La cepa ha aparecido en el sur de Inglaterra y ha incluido, por supuesto, a Londres, la sobrepoblada Capital. De inmediato, al difundirse la noticia, los gobiernos de Holanda, Bélgica, Alemania, Italia, España y Francia, han cerrado sus fronteras a todo lo que provenga de las islas británicas. El terror cunde de un extremo al otro en Europa. En España fue detectado un individuo inglés que portaba la nueva variedad de coronavirus y fue puesto de inmediato en aislamiento. Mientras tanto, las reuniones de los países que componen a la Unión Europea (UE), se están produciendo con celeridad y con carácter de urgencia para definir estrategias ante el nuevo problema que ya está presente. Por el momento, la prohibición de vuelos procedentes de Inglaterra, ha sido la primera directriz fijada; mientras el gobierno de Inglaterra trata de manejar la situación de la mejor manera, sin desatar el pánico en la población, algo sumamente difícil desde todo punto de vista.

            En ese sentido, el ministro de sanidad británico, Matt Hancock, ha tratado de bajarle intensidad a la problemática y ha recordado que el virus ha mutado varias veces desde que apareció en Inglaterra y ha señalado que la situación, empero, “está fuera de control y (por eso), nos hemos visto obligados a actuar de forma rápida y con decisión.” Añadió que la nueva variante del coronavirus ya había aparecido en septiembre pasado, entre Londres y Kent, y también fue detectada en Holanda, Dinamarca y Australia. Pero la panorámica que presenta el Reino Unido es una de las peores e inesperadas, pues el eurotúnel, que lo comunica con el resto de Europa, ha sido cerrado y varios países han clausurado sus aeropuertos a la llegada de los vuelos que parten desde Inglaterra. 

 

La respuesta de Downing Street

 

            Desde la mansión del gobierno inglés, en la Calle Downing, el premier Boris Johnson determinó que los planes trazados antes y durante la Navidad, siguen adelante; esto quiere decir que los 16,4 millones de personas seguirán limitadas en su accionar diario y estarán dentro del confinamiento más duro desde que la pandemia apareció en las islas. Se trata de la fase 4 y podría prolongarse durante muchos meses, sin una fecha de caducidad establecida ni remotamente por los epidemiólogos. Lo que tiene en mente Johnson es vacunar a toda la población en riesgo; es decir, a unos 30 millones de personas y después se tomarán las decisiones que se deban tomar.

            Sin duda, esta desgracia creada por los chinos –aún no sabemos si lo hicieron intencionalmente o por accidente-, está golpeando severamente a la economía de Inglaterra y a aquellos países con los que Londres tiene un contacto comercial importante; por ejemplo, los turistas británicos que estaban de vacaciones en España (un poco más de 50 mil), han tenido que regresar precipitadamente a Britania, con las pérdidas monetarias que ello ha implicado para la economía española, un país que depende fundamentalmente del turismo.

            País por país, estas han sido las decisiones tomadas con respecto a Gran Bretaña y el surgimiento de la nueva cepa: el gobierno de Holanda prohibió el tráfico aéreo con Londres, esto durante unos 10 días, “tanto como sea posible, para limitar la introducción de esta nueva cepa del virus en nuestro territorio,” se ha dicho desde la sede del gobierno. En Austria, del mismo modo se han prohibido los vuelos procedentes de Inglaterra, “para evitar por todos los medios que nos sea introducida esta peligrosa mutación del virus”, advirtió el ministro de Relaciones Exteriores austríaco, Alexander Schallenberg, y añadió que su gobierno ha impuesto una cuarentena de 10 días a quienes arriben desde países de riesgo. Por su parte, Luigi Di Maio, ministro del Exterior italiano, informó que su gobierno ha resuelto algo parecido a los austriacos y explicó a Londres que, “como gobierno tenemos el deber de proteger a los italianos y por esa razón, tras haber avisado al gobierno inglés, estamos a punto de firmar una medida con el ministro de Sanidad, para suspender los vuelos con Gran Bretaña. (Porque) nuestra prioridad es proteger a Italia y a nuestros connacionales.” En el caso de Grecia, ha impuesto una cuarentena de 7 días a todos los viajeros que lleguen desde el Reino Unido y la presentación de una prueba PCR negativa, realizada a las personas 72 horas antes de abordar los aviones.

            Francia también tomó sus determinaciones al respecto frente a Inglaterra, mismas que afectarán a los viajeros y al transporte de mercaderías provenidas desde las islas británicas, ya sea por vía aérea, marítima o ferroviaria. Por su parte, los alemanes han ordenado la suspensión de los vuelos desde Inglaterra; Bulgaria ha decidido exactamente lo mismo, una orden que se extenderá hasta el 31 de enero del próximo año; y algunas naciones de Oriente Próximo han decretado esas medidas extremas.

            Evidentemente, esta será una Navidad diferente para los ingleses, quienes han reaccionado de diferentes maneras ante el surgimiento del nuevo covid chino: unos lo han hecho con ferocidad contra los chinos causantes de este grave problema; otros con marcado temor y la mayoría con prudencia y con la determinación de acatar las ordenanzas de los Ministerios de Salud, pues, si lo vemos bien, no hay otra puerta de salida ante la mortal pandemia que se resiste a desaparecer, a pesar de la enconada lucha que se le ha presentado alrededor del mundo.

            Muchas explicaciones y disculpas tienen que ofrecer los chinos y su dictadura, a la humanidad entera, además de bregar por enmendar este craso error; pero, hasta el momento, la negación de su equivocación y las mentiras, han sido las constantes. La verdad, no podíamos esperar otra cosa de un pueblo sin alma y autoengañado de que es superior al resto de los humanos. La lucha continúa.


El Coronavirus Chino no nos Arrancará

la Navidad

 

Siempre he sentido una atracción mística y por lo tanto, inexplicable, por la Navidad. La antítesis es la Semana Santa que no tolero y mis cinco sentidos se cierran cuando las buenas personas, quienes dialogan conmigo sobre ese tema, quieren convencerme de la importancia de la Semana Mayor y por más tiempo que dilapidan en mí, explicándome sobre la Pasión de Nuestro Señor, yo les concedo mi silencio y sigo pensando que en esa época, lo mejor es recluirme en mi casa, en mi oficina y dedicarme a cosas y actividades ajenas. Pero la Navidad me arroba, me seduce, me envuelve y me transporta hacia no sé cuáles lugares, ni cómo, ni por qué. Desde niño he sido ferviente seguidor del Niño Jesús recién nacido, he sido su fan más resuelto, seguro y leal.

            Mi padre, un católico más que convencido, pues era un teólogo extraordinario, me explicaba la Historia Sagrada, el Nuevo Testamento (que es en lo único en lo que yo creo de la Biblia, el resto no lo toco y se lo dejo a la ficción judaica), y me sobrecogía la persecución y matanzas de Herodes y desde mis tempranos 2 ó 3 años, el romano era mi enemigo por antonomasia. Yo odiaba a Herodes a pesar de tener un corazón puro que estaba invadido por el amor a mis hermanas, mis sobrinos y por supuesto, mi padre (mi madre había fallecido de mi parto). Pero la figura extraordinariamente colosal, enorme y del tamaño del Faro de Alejandría o del Coloso de Rodas, era el Niño Jesús. Me partía el alma ver a San José y su esposa, sentada en aquel burrico, buscando un sitio donde hospedarse para dar a luz. Pero nó… no había lugar en Belén y tuvo que acostarse sobre la dura paja de un establo, rodeada de animales mansos de labranza, pero animales al fin. ¡Peligroso un virus! Ahora que los chinos han puesto de moda a los virus y que nos han hecho ver la mortalidad que son capaces de causar.

            ¡Y nació el Redentor! Ya la magia estaba asegurada. Me detenía sobre aquella postal de la Virgen María con el Niño en brazos, rodeados de pastores y ángeles suspendidos del techo de aquel vetusto e insalubre lugar. En mi concepto infantil, aquello era más que un simple nacimiento… era la apoteosis misma, el amor personificado en una pequeña familia, humilde, sensata, centrada en medio de la crueldad de la dominación romana a Judea y consciente de que, en sus brazos, estaba el personaje más importante de la historia de la humanidad… Jesús, el recién nacido.

            La Navidad es mágica, es una conmemoración única, la mejor posible para cerrar cada año, y en especial este 2020 cuando los chinos han demostrado todas sus malas intenciones contra el mundo que es diferente a ellos. Valga la pena abrir un paréntesis en mi narrativa para relatar este suceso: una mujer china, contagiada hasta la médula con el covid-19, toma un avión en la ciudad de Shanghái, apenas lleva equipaje en una de sus manos, no le toman la temperatura ni le preguntan absolutamente nada y viaja de esa urbe hasta Munich, Alemania. A la mañana siguiente, toma otro vuelo de regreso a China y se pierde entre el marasmo de los millones de chinos que son y viven (o malviven en ese país). Desapareció “del radar de nuestras vidas”, pero dejó a decenas de contagiados en Europa. Esos son los actos imperdonables que hacen descender al ser humano hasta la mínima expresión.

            Empero, a pesar de esos hechos de cobardía y premeditación, la Navidad deberá continuar con su paso, ilusionando los corazones y transformando los rostros marcados por la preocupación, el dolor por haber perdido a algún familiar, arrebatado por la pandemia, y por la inmensa decepción por la falta de trabajo, el salario reducido y las esperanzas rotas, semejantes a las alas de un ave gigantesca, lanzada por el fuerte viento contra los farallones que bordean al mar. Porque esta Navidad, más que invitarnos, nos exige para que redoblemos nuestro espíritu combativo, que no nos dejemos vencer por la vida a la que otros nos han empujado a vivir y recordemos que el optimismo existe, que nos podemos asir a él, para continuar en el sendero de nuestra existencia.

            Ese es el mensaje callado y único, de este final del 2020.

 

La noche de noches. La imagen valiente y valerosa de San José, quien debe inspirarnos

 

            Con la misma determinación y valentía demostrada por José, el esposo de María, la noche que un ángel le dijo que debería tomar a su familia y llevársela lejos de Judea, así tenemos que enfrentar estos tiempos dificilísimos, cuando hoy, más que nunca, es una situación de “vencer o morir… renovarnos o morir… reinventarnos o morir.”

Sin dudarlo un ápice, aquella noche de noches, despertó a la madre y al niño y se marcharon (a pie), cruzando el desierto, hasta Egipto, donde Jesús iba a crecer y pasar sus primeros años de infancia. Esa imagen de hombre (hombre de verdad), protector, salvador, fiel, leal, solidario y arropado con una valentía sin igual, hacen de San José un modelo a seguir, el arquetipo por excelencia para que crucemos este “desierto” lleno de peligros e inconvenientes, donde se ha puesto en juego nuestra salud, nuestras propias vidas, nuestros salarios, nuestros puestos de trabajo y lo más importante… nuestra fe, que es el motor que nos enciende, nos impulsa y nos lleva lejos, muy lejos, en busca del éxito en todos los aspectos deseados.

Es por todo lo expuesto anteriormente, que el coronavirus venido desde China, una nación absolutamente diferente a nosotros, partiendo del hecho de que nuestro Jesús, no es siquiera cercanamente el Mesías de ellos, no nos robará la Navidad y más bien nos ha empujado a celebrar estas fechas con mayor devoción, en medio del núcleo inmediato de nuestras familias y sumidos en una profunda plegaria al Altísimo, para que hoy, más que nunca, nos ayude y socorra a la humanidad entera, que la haga entrar en razón de que el mal paga con el mal y que el amor… con amor se paga.

 

Esta Navidad será diferente. Se los aseguro. Quizás con los Arcángeles desenfundando sus espadas de fuego; talvez con el amor blindado y fortalecido más que nunca hacia los nuestros y con la firme esperanza de que, de todo este marasmo de odio, resurgirá el amor, más fuerte, más sensato y siempre con más amor.  


Mientras los Chinos Infectan al Mundo, los Alemanes luchan por Limpiarlo

 

BERLÍN, ALEMANIA- Según ha sido su costumbre siempre, desde los años más alejados, en retrospectiva, en la historia, los chinos fanfarronean una y otra vez, pues ahora dicen a grandes voces que Europa no ha podido quitarse de encima al coronavirus, mientras, en las ciudades chinas, ya no existe el mortal virus. Además de fanfarrones, los chinos son descarados, insensibles, criminales y olvidadizos adrede, porque ellos fueron los que crearon el covid-19 y lo difundieron por todo el planeta, causando las muertes de millones de seres humanos en todos los países y razas que aquí existimos; también, se han paseado en la economía global e individual de las naciones, la han tirado al cesto de la basura. Así que, lo menos que podrían hacer, ya que presumen de ser un Estado multimillonario y poderoso –argumento ciento por ciento debatible-, sería prestar ayuda desinteresada y humanitaria a los pueblos pobres y quitarles de arriba al coronavirus inventado en la ciudad de Wuhan. Pero nada de eso harán ni hacen, porque los chinos nunca han tenido sentimientos y así como son capaces de matarse entre ellos mismos –recordemos la matanza de estudiantes en la Plaza Tiannamen-, pueden acabar con cantidades enormes de la población mundial, de la manera que a ellos se les ocurra y cuando se les venga en gana.

 

Doble pecado… doble error

 

            Los chinos han tropezado dos veces con la misma piedra, si queremos observarlo de esa manera: pasaron el coronavirus de un vampiro que alguien se comió en sopa en el mercado de Wuhan, a la humanidad entera y posteriormente escondieron sus cabezas en la arena, cuando veían que el mundo estaba sufriendo con los embates del covid-19. Es decir, hicieron el daño, bien hecho, pero nunca trataron de solucionarlo ni en mínima instancia.

            Y ante la indolencia, el despiste y la cobardía del gobierno de la China, y con él… su pueblo entero, la empresa Johnson & Johnson inventó una vacuna para confrontar al virus, pero uno de los pacientes que se prestó para realizar la prueba, dio muestras de que funcionaba mal; entonces optaron por descartarla definitivamente. En forma paralela, la empresa alemana BioNTech, en colaboración con Pfizer, inventó la vacuna que parece que ha dado resultados positivos y prontamente será distribuida en toda la Tierra.

            En entrevista con el periódico británico, The Guardian, Ugur Sahin, director ejecutivo de la compañía alemana, anunció que han desarrollado dicha vacuna contra el virus chino, con una efectividad del 90 por ciento, una noticia que nos llena de alegría y de esperanza, porque podría detenerse la pandemia definitivamente, que es lo que deseamos las personas sensatas que habitamos este planeta y que estamos muy lejos de parecernos en nada a los chinos, dicho sea de paso.

            En otros términos, mientras los chinos infestan al mundo y provocan las muertes de millones de personas, los alemanes luchan denodadamente por encontrar una solución radical al problema de desaseo y mortalidad, practicado por las gentes de la China continental.

            “Si la pregunta es… si podemos detener la pandemia con esta vacuna, entonces mi respuesta es… sí, porque creo que, incluso, la protección solo contra infecciones sintomáticas tendrá un efecto dramático”, explicó al diario inglés el científico alemán de origen turco. Y anunció lo que todos estamos esperando en cualquier latitud del mundo: “(…) la vuelta a la vida normal (será) a mediados del próximo año;” pero hace la siguiente salvedad: “(aunque) antes de esta situación habrá ‘un invierno difícil’, porque, aunque se empiece a administrar dosis de la vacuna a principios de diciembre, la situación no cambiará drásticamente, sino que empeorará antes de mejorar.” Y afirma de manera contundente para tranquilidad nuestra: “Ahora sabemos que las vacunas pueden vencer a este virus.”

            Podríamos afirmar incluso que, con esta noticia, Pfizer y BioNTech, nos han dado un feliz regalo por Navidad, cual es la esperanza de retornar a nuestra vida anterior de manera segura, tras haber vencido a la porquería que los chinos diseminaron.

 

Trabajo contra reloj y almanaque

           

Las dos empresas científicas laboraron sin quitarle sus miradas al curso del reloj ni al calendario, que apremiaban por una solución radical y expedita al coronavirus chino; y la experiencia de Pfizer en la fabricación masiva de vacunas, ayudó a reducir en el tiempo este proceso, a tan solo 10 meses, en lugar de los años que, por lo general, requiere el procedimiento para hallar un antídoto contra una mortal enfermedad. Fue en tiempo record y Sahin lo explica de esta manera tan gráfica y sencilla: “Prácticamente no hubo tiempo de espera. Imagina que quieres ir de un extremo de Londres a otro y hay atascos por todas partes. Necesitarías medio día. Para nuestro proyecto, las calles estaban vacías”, explicó el caballero turco/germano.

            Detalló, en su explicación sobre el funcionamiento de la vacuna, que impide que el Covid-19 obtenga acceso a nuestras células; pero, incluso, si el virus lograra entrar, las células T lo golpearán en la cabeza y lo eliminarán. Hemos entrenado muy bien el sistema inmunológico, para perfeccionar estos dos movimientos defensivos. Ahora sabemos que el virus no puede defenderse contra estos mecanismos.” Ante la consulta sobre el lapso que defenderá la vacuna a la persona, Ugur Sahin indicó que “podríamos estar a salvo durante al menos un año.” Es decir, el escudo creado por la vacuna, nos defenderá por 365 días, después de haberla introducido en nuestro cuerpo. Algo alentador y plausible, sin duda.

            La prensa estadounidense, específicamente The New York Times, ha recordado las palabras proféticas y llenas de optimismo dichas por el mismo Sahin, en octubre del 2018, en Berlín, en el marco de una conferencia científica y ante la concurrencia de decenas de expertos en enfermedades infecciosas, que la empresa que él representa “puede ser capaz de utilizar la tecnología ARN mensajero, para desarrollar rápidamente una vacuna, en caso de una pandemia mundial.” Dos años han pasado desde que el turco/alemán dijera esas agradables palabras, que hoy son una promisoria y feliz realidad. La esperanza está latente, del mismo modo que la ilusión por la continuidad de la vida, en medio de la salud, el higiene y la seguridad


¿Debemos tener Fe ante la Vacuna de

Johnson & Johnson?

 

Esa es una de las preguntas claves que surgen en estas épocas de dolor, angustia y temor, cuando el coronavirus chino no se detiene y sigue segando vidas humanas alrededor del mundo… ¿Debemos tener fe y esperanza cuando hay tanto charlatán que observa la creación de la vacuna salvadora, en el contexto de la competencia política? Para comenzar, observemos la casa farmacéutica: se trata nada menos que la prestigiosa Johnson & Johnson (J&J) (y este no es un artículo promocional de dicha firma empresarial, aclaramos); por lo tanto, el temor y la charlatanería seudo-política quedan descartadas. La empresa se está jugando el prestigio mundial y todos sabemos de qué se trata esa imagen, en estos tiempos tan competitivos en todos los campos. Segundo, y siempre dentro de la seriedad de esta Compañía, nunca han jugado con la salud de los seres humanos y por esa causa han producido fármacos de impresionante calidad desde su fundación.

            Estamos tratando de una multinacional estadounidense, de las mejores en el mercado, cuya fundación se remite al muy lejano 1886; tiene su sede en New Brunswick, Nueva Jersey, USA, y está conformada por unas 230 empresas filiales que operan en 57 países, cuyos productos, que van desde los médicos hasta los cosméticos, se venden en más de 175 naciones. Y con esta ficha profesional y comercial, que describe sucintamente sus éxitos y alcances científicos, es impensable creer, aunque sea ligeramente, que no van a alcanzar el éxito en la creación de la vacuna anti covid-19 (chino). Entonces, la respuesta es: Sí, si debemos tener fe, fortalecerla y convertirla en inminente esperanza de que producirán la vacuna anti coronavirus chino y lo que es más importante… salvarán a la humanidad de esta maldición que crearon en Asia y propagaron los chinos comunistas.

            Por lo demás, las supuestas vacunas hechas por los rusos, los chinos (menos creíbles aún), y la anunciada constantemente por Donald Trump, sin asidero y sin sustento comercial de una casa prestigiosa, son charlatanería pura, retórica barata e irresponsable de las potencias que sueñan con su creación y compiten entre ellas de igual modo como lo han venido haciendo con la carrera armamentística. La verdad es que no tienen nada, no han hecho nada y si lo hicieran, se estrellarían con la ineptitud y el fracaso, porque lo que siempre se ha realizado –excepto las armas de destrucción masiva-, con premura y en obediencia a la competición entre naciones, siempre ha estado condenado a no tener éxito. La vacuna anti covid chino no es un juego, no se presta para competiciones entre países enemigos, porque es un asunto serio, de los más serios que pueda enfrentar el ser humano, en momentos cuando el mortal virus diezma a miles de personas día tras día.

            Concretamente, la vacuna anti-coronavirus chino tiene el respaldo, el prestigio y el aval de la casa farmacéutica Johnson & Johnson y con eso lo decimos todo; es suficiente para sembrar esperanzas y un optimismo bien cimentado. Actualmente, la vacuna de dosis única, se está probando a través de la filial Janssen y ha producido una fuerte respuesta inmune contra el virus, según han publicado desde esa sede. Por supuesto que transita por su fase preliminar, dentro del ensayo clínico llamado fase I/IIa; y, reiteramos, los resultados preliminares han sido muy positivos. Se le conoce con el nombre Ad26.COV2.S y ha sido tolerada perfectamente en sus dos dosis distintas; se trata de una inyección única que se le pondría a la persona, con tal de prevenir el contagio del virus maligno que nos regalaron los chinos. Simultáneamente, las casas Moderna y Pfizer, prueban otras dos vacunas, pero todavía se desconocen los resultados posteriores a las pruebas.

            En lo que respecta a Johnson & Johnson, que es el tema que hoy nos ocupa, los ensayos fueron publicados en el sitio médico medRxiv, aunque no han sido revisados por otros investigadores que podrían reforzar los criterios de efectividad de la vacuna. En todo caso, J&J inició un nuevo ensayo en fase III, en 60 mil personas y que, según los expertos, podría acelerar su aprobación en los meses siguientes y podríamos ver el medicamento en el mercado internacional a finales del presente año o principios del 2021. En un inicio, los experimentos se efectuaron en simios y la eficacia en estos animales fue de un 100 por ciento; posteriormente, y con el permiso del gobierno de los Estados Unidos, la vacuna se probó en 1000 (mil) adultos sanos y, según hemos visto, la eficacia fue total, realmente impresionante. El punto de choque o duda para los científicos de J&J, estriba en la población mayor, los ancianos, que es la que corre más peligro con el virus chino y se cuestionan en esta casa si resultará protegida en el mismo grado que la población joven. Esperemos también que la respuesta sea positiva en este sentido.

            Concretamente, los investigadores de Janssen aseguran que el 98 por ciento de las personas que fueron inyectadas con la nueva vacuna, 29 días después generaron anticuerpos neutralizantes que defienden a las células ante los embates del covid-19, de creación y expansión china. En lo que atañe a los efectos secundarios, en las personas de mayor edad, después de haber probado la vacuna, sintieron fatiga y dolor muscular en el 36 por ciento de ellos. En declaraciones a la prensa, el doctor Barry Bloom, profesor en la Escuela de Salud Pública de Harvard, todavía faltan pruebas en grupos más amplios, para conocer acerca de los efectos secundarios y ha mencionado textualmente: “La vacuna se ha comportado según lo esperado si vas a pasar a ensayos en fase III.” Esperemos que todo resulte como debiera, por el bien de la humanidad entera; y ante el marasmo de charlatanería de los chinos creadores del coronavirus y los rusos obligados por el ambicioso Vladimir Putin (siempre con afanes políticos para fortalecer su imagen personal primero y de Rusia después), debemos tener la lucidez y el discernimiento cabal para entresacar la verdad, el profesionalismo y la seriedad, en relación con la vacuna… debemos saber quién dice la verdad y quién fantasea y lo hace con propósitos lejanos a lo científico y a la eficacia, por tanto. Por lo anterior, reiteramos: si tiene el respaldo de una empresa tan sólida y prestigiosa, en el ejemplo de Johnson & Johnson, pues tenemos que esperar con fe, paciencia y renovadas esperanzas.


El Coronavirus a lo Largo de

América Central

 

ISTMO CENTROAMERICANO-La región centroamericana no ha quedado al margen ante la llegada de la pandemia mundial; de tal manera, el Coronavirus está en esta parte de las Américas con toda la problemática implícita que presenta. Veamos… En Guatemala, el presidente Alejandro Giammattei, (médico de profesión), prohibió la entrada de europeos, coreanos e iraníes, a suelo guatemalteco, con la finalidad de evitar la propagación del coronavirus. “(…) Queda prohibida la entrada a todo ciudadano europeo a Guatemala”, reafirmó categóricamente el ministro de Salud, Hugo Monroy. Y agregó que los guatemaltecos que regresen de Europa, sí podrán ingresar; pero “automáticamente serán confinados en cuarentena con un mínimo de siete días; primero en sus casas de habitación y, si los síntomas fueren fuertes, serán recluidos en un hospital.” Manifestó el alto funcionario. Los chinos también, por supuesto, tienen prohibición de entrada en Guatemala.

En El Salvador, el mandatario Nayib Bukele también ordenó que ningún extranjero podrá ingresar a esta nación, por espacio de 21 días, como medida de prevención contra la pandemia. Así lo hizo saber mediante una cadena nacional por la radio y televisión. Añadió que los salvadoreños que provengan de países que registran casos de COVID-19, tendrán que cumplir con un período de cuarentena de 30 días, para descartar que están contagiados. Así mismo, Bukele anunció la suspensión por 21 días, de las lecciones en los centros educativos de todo El Salvador; de igual manera, fueron suspendidos conciertos y eventos deportivos donde se iban a congregar más de 500 personas. Y resume la situación de esta manera: “Ante el coronavirus, ningún país está preparado para detenerlo (…). La gente dice que estamos preparados; pero no podemos estar preparados para algo que no conocemos.” Concluyó. En Honduras, el gobierno ha dicho que mantiene vigilancia epidemiológica activa en todos los puestos fronterizos terrestres, puertos marítimos y aeropuertos, como medida preventiva. Mientras tanto, en el Congreso de los diputados, éstos presentaron una moción para que no se permita el ingreso de personas que pudiesen llegar desde China, Japón, Corea del Sur e Irán, con el mismo propósito: detener la pandemia de la manera más efectiva posible. En Nicaragua llama la atención el silencio inexplicable y reprochable de la dictadura ante el arribo del coronavirus a esta nación; igualmente, no ha hecho ninguna campaña informativa dirigida a los ciudadanos, con tal de instruirlos y enseñarles a prevenir al COVID-19. ¡Nada! La dictadura de Ortega y su mujer hacen “mutis;” y ante ese grado de irresponsabilidad, el epidemiólogo Leonel Argüello ha dicho: “El estado de inercia de las autoridades sanitarias, puede causar más daño que la enfermedad. (…) Si no se informa a la población, entonces la gente entrará en histeria, en pánico, comenzará a gastar dinero, comenzará a crear escasez y la gente que hace negocios, se aprovechará de ello.” Aseveró.

En Costa Rica las calles están vacías y se comenta persistentemente, de parte de los costarricenses, acerca del coronavirus; hay conferencias de prensa diarias del presidente Carlos Alvarado y su ministro de Salud; y en las farmacias de todo el territorio nacional, el alcohol se ha agotado, ante el temor de los ciudadanos. El costarricense vive hoy día una tensa calma, mientras se recluye en su casa, evita multitudes y el contacto afectivo con sus semejantes. Finalmente, en Panamá, el presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, aseguró que se han tomado las precauciones y medidas precisas para abastecer de insumos médicos, materias primas y otros bienes necesarios, para prevenir, contener y tratar a los casos que presente la pandemia. En acto seguido, declaró a Panamá en estado de emergencia nacional y anunció que tomará las decisiones y acciones necesarias, por muy contundentes que parezcan, para frenar el número de contagios. Así es la realidad del istmo, de sus gentes que se debaten entre el miedo y la esperanza de que el COVID-19 se marche del mismo modo como llegó… es decir: rápido y para no regresar nunca más.


Bram Stoker Estaría Fascinado

 

MANAGUA, Nicaragua-El famosísimo escritor irlandés, autor del célebre “Drácula”, estaría más que encantado con la situación que actualmente se vive en casi toda Nicaragua, con los muertos cobrados por el coronavirus, la maldita plaga que nos vino desde la China comunista. Y afirmamos esto porque Stoker, desde muy joven, era asiduo visitante del cementerio de la localidad: le complacía estar entre las tumbas, ver los entierros y deleitarse imaginariamente con espectros y cadáveres venidos del más allá. Sin lugar a dudas, era un necrófilo, de esos que nos definió una vez el psicoanalista Erich Fromm. Recordemos que la biofilia es el amor por la vida; y su némesis, su contraparte, es la necrofilia, o sea… el amor por la muerte.

            Hacemos esta breve introducción para “aterrizar” sobre el tema que nos compete: los desastres que está causando el covid-19, la pandemia creada por los chinos (con o sin alevosía), para exportar al mundo entero, y que está matando como moscas a miles de nicaragüenses, quienes, como piara irracional, siguieron los consejos de sus dos amos, los dictadores Daniel Ortega y su horrenda mujer, Rosario Murillo, los mismos dos que tienen sumido a ese país en una pobreza impresionante, debajo de la línea de la miseria. Es decir, los nativos de esta nación se reunieron en multitudes, alabaron en arengas multitudinarias al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el partido al que pertenecen los dos dictadores, de corte marxista-leninista; asistieron a juegos de baseball y football y siguieron sus vidas como si el coronavirus nunca los iba a alcanzar y no sabemos por qué extraña razón, nunca iba a meterse con Nicaragua y su pueblo. El resultado final es el siguiente: la gente se cae en las calles cuando va en bicicletas, motos, caballos o simplemente a pie, diezmados brutalmente por el coronavirus, que hace estragos en su sistema respiratorio.

            Los dictadores analfabetos de este país, Ortega y su horrorosa mujer, quien además practica las artes oscuras de la hechicería, se rieron del covid-19 y convencieron al pueblo para que comenzara a suicidarse paulatina y masivamente, tal y como ha venido haciendo día tras día. El Diario La Prensa, enemigo declarado y acérrimo del desgobierno de estos dos, ha publicado en su última edición, que el nuevo cementerio de Managua, la Capital, ya no da abasto, por la gran cantidad de muertos que llevan todas las madrugadas, a hurtadillas, para que los demás no se enteren de la gran matanza que aquí ocurre. De tal manera, dicho tabloide dice textualmente: “Apenas en el mes de febrero fue abierto al público el cementerio ‘Caminos del Cielo’, ubicado en Barrio Laureles Sur de Managua, y ya una parte significativa de los terrenos ha sido ocupada, esto ante constantes entierros en el sitio y que de acuerdo con los pobladores de los alrededores, la mayoría se realizan en horas de la noche y madrugada para evitar grabaciones y fotografías al tratarse de covid-19.” Finaliza el cronista del diario.

            En palabras simples, sencillas y directas, los muertos son tantos por causa de la pandemia, que ya escasean las tumbas para enterrarlos; lo cual significa que, al igual que Jair Bolsonaro y Donald Trump, la pareja de dictadores nicaragüenses han enviado a sus respectivos pueblos a suicidios masivos, ante los ojos asombrados de los espectadores ocasionales, quienes quedan impávidos cuando caen fulminados en calles y aceras, por la acción del coronavirus.

En otro estado de cosas, el analfabeta Daniel Ortega está gestionando un préstamo millonario en dólares, con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), porque ahora sí está convencido de que sus pésimos consejos de lanzar al pueblo a las calles, como si fuera inmune natural ante la pandemia, solo han servido para matarlos igual a una plaga de moscas y sin defensa alguna desde el punto de vista médico o científico. El problema radica en que, si el BCIE le otorga ese dinero al dictadorzuelo centroamericano, tendremos que cuestionar: ¿Estará seguro ese préstamo en las garras de Daniel Ortega y su mujer? Lo dudamos. Muy probablemente se perderá como ha ocurrido con tantos y tantos empréstitos que la Banca internacional les ha dado y que fueron desviados hacia las cuentas personales de ambos, fuera de Nicaragua. Por lo pronto, sabemos certeramente que Bram Stoker hubiese tenido material suficiente para escribir una nueva novela de terror, talvez más exitosa que la mismísima Drácula. Requiem para un pueblo tan analfabeto como sus dos líderes en el poder dictatorial.


La Débil Reacción del Papa Francisco ante

 la Pandemia China

 

CIUDAD DEL VATICANO- La actitud del Sumo Pontífice ha oscilado entre débil y nula, de cara al coronavirus que los chinos crearon y expandieron por el orbe; esto en parte porque el argentino nombrado Papa, y llamado Jorge Bergoglio, es de reacciones tímidas, aperezadas e intrascendentes. Su papado ha estado inmerso en la mediocridad y ensombrecido por la inteligencia de su predecesor, el alemán Benedicto XVI (Joseph Ratzinger, autor de múltiples libros y Tratados teológicos), y la incomparable majestuosidad de Juan Pablo II (el polaco Karol Wojtyla). Ante esos dos monumentales jefes de la Iglesia Católica, Francisco se difumina igual a una sombra ante la llegada de los primeros rayos del Sol. El argentino no ha dado la talla.

            Concretamente, sus mensajes ante el covid-19 de creación china, que deberían ser constantes, abundantes y profundos, solo han permitido leer en algún periódico latinoamericano lo siguiente: “La vacuna contra el virus debería ser para toda la humanidad.” La obviedad de tal afirmación exaspera. Por supuesto que la vacuna contra la pandemia china deberá ser para el género humano al completo. Pero esa expresión fue la única que se le ocurrió a Jorge Mario en sus interminables horas de solaz que disfruta encerrado en el Vaticano. Es increíble, realmente sorprendente la poca luminosidad de quien se supone es uno de los líderes más importantes del mundo y que debería llenar, a diario, de esperanza y fortaleza a los millones de fieles católicos, repartidos por toda la geografía de la Tierra. Pero nó… parece que al argentino le da modorra pensar. No lo hace, no lo intenta siquiera y mucho menos dar la cara a los medios de prensa para que los periodistas internacionales difundan, encantados, sus palabras plenas de fe.

            En otro estado de cosas y en el alrevés e inmoralidad practicada por una parte de la nomenklatura eclesiástica, Francisco I tampoco ha tenido respuestas satisfactorias, especialmente en los abusos sexuales cometidos y en desprestigio al dogma cristiano que, de hecho, debieron defender a ultranza y por siempre los ministros católicos y, por el contrario, han ensuciado una y mil veces más. Bergoglio se ha limitado a pedir la renuncia a los cardenales de su entorno más próximo y que, sin que él lo supiera, eran pederastas consumados y se dio cuenta tarde de ello, tal el adormecimiento y el letargo en el que se sume el actual Papa. En sus propias narices sus asesores abusaban de muchachitos y Francisco I no se dignaba a investigar siquiera.

            Ha habido casos incluso, en distintos sitios donde la Iglesia Católica predomina, cuando, con la anuencia del mismo Papa, se han escondido sacerdotes pedófilos y se les ha defendido de hecho y con el silencio de la Santa Sede. Muchos de esos párrocos han podido liberarse de condenas judiciales y se han difuminado también entre las capas de la sociedad, utilizando el camuflaje del anonimato y la impunidad. El Sumo Pontífice no solo lo ha sabido, sino que lo ha aceptado y hasta debe haberlo planeado con sus asistentes.

 

            Ni una nota de dolor, de disculpa y mucho menos una compensación económica ha enviado el Papa a las familias de las víctimas de abusos sexuales… nada, absolutamente nada. Este Pontífice es peor que “un fósil incrustado en una roca” y casi borrado por el paso de los años y de los acontecimientos suscitados alrededor. Y la presencia del coronavirus en la península itálica, le ha dado la posibilidad de permanecer más ocioso y enclaustrarse en las profundidades del Vaticano, en sus capillas, habitaciones y palacetes. Definitivamente, al argentino Bergoglio le fascina no hacer nada a favor de nadie.

            En cuanto a sus expresiones suelen ser pocas y notorias por su grado de obviedad, son manifestaciones que cualquier ser normal y pensante diría en su cotidianidad sin esforzarse mucho. Por ejemplo estas afirmaciones del Papa, reproducidas por el periódico L’Osservatore Romano en una de sus últimas ediciones: “De una crisis salimos, o más fuertes o más debilitados.” Obviamente así ha sido siempre en el devenir de la humanidad; pero el Pontífice se caracteriza por esa falta de brillantez, cultura e intelectualidad, tan evidente y propia de los anteriores Papas europeos.

            Tampoco ha ordenado al Clero repartido alrededor del mundo, las directrices a seguir con respecto a los fieles en épocas particularmente difíciles con la pandemia china y lo notamos cuando muy pocos clérigos han expresado sus opiniones o han actuado de lleno con la caridad cristiana, recogiendo alimentos y medicinas para distribuirlas entre los necesitados o en la atención directa de los contagiados. Lo mismo las monjas o religiosas, a quienes no se ven por ninguna parte en misiones de apoyo médico. Nada, ni un simple mensaje, menos un consejo alentador a la gran población católica.

 

            A la lista de yerros que hemos desglosado a lo largo de este artículo de prensa, debemos agregarle el silencio complicente del Papa Francisco ante la ferocidad de la dictadura de Nicolás Maduro, en Venezuela; o la represión y el hambre en la Cuba comunista de Raúl Castro; lo mismo en la Nicaragua empobrecida y analfabeta de Daniel Ortega y su horrorosa mujer ocultista. Nada, nuevamente la inmensa nada, que lo abarca todo en el corazón, mente y axiomas de Jorge Mario Bergoglio, un Pontífice de quien se esperaba mucho, talvez un poco menos que Juan Pablo II, pero que lo hiciera recordar por su protagonismo humanista y su compromiso con los débiles de la Tierra. Nada, este Papa es el nihilismo en persona; y ello, más que sorprender a la feligresía mundial… nos decepciona profundamente a todos.


“El Pueblo Elegido” Atacado por el

Coronavirus Chino

 

Lo de “pueblo elegido” es un cuento chino; pero lo de la pandemia china no es cuento, sino una historia muy real, que está diezmando mortalmente a la humanidad y en todos los confines del globo.

            Lo cierto es que los judíos, Israel entero, busca su segundo confinamiento a raíz de la presencia del covid-19, la maldita mortandad viral que los chinos crearon (consciente o inconscientemente), en la ciudad de Wuhan, y que extendieron por las naciones de la Tierra. Y el coronavirus es tan fuerte, que no respeta el hecho (el supuesto hecho) de que los israelíes son “el pueblo elegido de Dios” y lo han atacado lo mismo que a los brasileños, estadounidenses, salvadoreños y otras etnias “no elegidas”, totalmente “plebeyas” a las que Dios seguramente ni vuelve a ver con el rabillo del ojo izquierdo siquiera. Pero ya ven… de nada les ha servido a los hebreos ser “elegidos”, si los golpes de la existencia, la naturaleza y los chinos que comen animales incestuosos y asquerosos, los tocan igualmente a ellos, de la misma manera como hacen con los mortales simples y corrientes; es decir, con todos nosotros, quienes habitamos mayoritaria y sórdidamente (por el número de millones de millones de personas), a la Tierra. Es una paradoja, porque “los no elegidos” somos muchos más que los judíos, abrumadoramente más, pero no le simpatizamos a Dios Nuestro Creador, de la manera que lo hacen los judíos. Da la sensación de que Dios no es un papá muy bueno, pues tiene preferencias, no es lo equitativo que quisiéramos.

            De acuerdo a las informaciones que nos han llegado vía satélite, ese país de 9 millones de habitantes (dentro de los cofines de Israel, porque andan diseminados por el mundo más de 50 millones, viviendo dentro de otros pueblos “no elegidos”), alcanzó una de las tasas de infección más altas y se cree que el re-confinamieno durará por lo menos tres semanas más y echa por la borda la celebración de festividades judías muy importantes para ellos. Han sido 5,238 nuevos casos con el covid chino las que han aparecido dentro de sus fronteras, en momentos especiales y colaterales cuando los palestinos se muestran muy enfadados con la nueva amistad de los judíos con las pequeñísimas monarquías árabes del Golfo Pérsico. Es decir, tienen al coronavirus chino en su interior y el enojo de sus archienemigos palestinos, también, ahí cerquita.

            Los 5 mil contagios y resto se produjeron en un solo día y eso alarmó a las autoridades sanitarias, porque el número de enfermos graves en los hospitales, sigue creciendo; y de los casi 1,200 pacientes ingresados, 577 son críticos y 153 se encuentran conectados a respiradores. Se les han borrado las sonrisas a los israelíes, después del recuento de los casos y el temor de que en el futuro inmediato sean más, muchos más.

            Las tres festividades judías que tendrán que celebrar con distanciamiento entre personas y con mascarillas, serán: Rosh Hashaná (el año nuevo hebreo); Yom Kipur (día del perdón); y Sucot (los tabernáculos). La orden gubernamental que pretende detener al virus chino, se decanta en limitar el funcionamiento de hoteles, centros comerciales, bares y restaurantes, que solo podrán vender sus productos y servicios “de puerta en puerta”; es decir, a domicilio. Mientras que los supermercados, tiendas de comestibles, farmacias y productos tecnológicos, funcionarán con normalidad, pero, supuestamente, con las reglas impuestas por el Ministerio de Salud. Así también, el ingreso a las sinagogas está permitido, con las ordenanzas antes mencionadas. Hasta el día de hoy, 1,169 israelitas han muerto por causa de la pandemia china, algo tan inusitado en ese país del Oriente Próximo, como en el resto del mundo. El número de contagios ha llegado a los 177 mil, tomando en cuenta que Israel es un país de inmigrantes y visitantes (ya sean turistas, migrantes o familiares que llegan desde otras naciones), lo cual aumenta la peligrosidad de los contagios.

            Ante esta situación tan difícil en esa nación “tan llevada y traída” por “los bibliómanos” (manoseadores de la Biblia judeo-cristiana), lo que llama la atención son dos cosas: una extraterrenal o metafísica, que indica que el Dios que los mira a ellos con predilección, no los ha salvaguardado del covid chino (tampoco lo hizo en los años 30 y 40 contra los nazis, ni durante a sefarade española, ni contra los Zares rusos, más atrás en el tiempo); y tampoco sus cacareados “científicos” han hecho nada por crear la vacuna salvadora de su pueblo y que, eventualmente, podrían vender al contado o “a plazos” a la gran clientela mundial que se desataría para adquirirla.

            Lo único realista y cierto en todo esto por lo que están pasando los judíos en su país (arrebatado a los palestinos, primero por los colonialistas ingleses y luego por los hebreos), es que los mitos se difuminan solos, no precisan de mucha explicación para que desaparezcan en el aire, igual que las pompas de jabón. Así, el cuenterete de que son “el pueblo elegido”, con esto del coronavirus chino, queda en eso solamente… en “un cuento más fantasioso que la hidra que envolvía al castillo de la Bella Durmiente.”

            Aun así, deseamos que erradiquen al covid chino y se curen todos los judíos en Israel y finalmente… pongan sus pies en la tierra, que buena falta les hace.


Las Espeluznantes Noches de Nicaragua

 

TERRITORIO NACIONAL-Hoy, más que nunca, hace falta que una fuerza militar multinacional e interventora, entre a este país y salve a su población del covid-19 y de la dictadura que lo tiene atenazado desde hace décadas y esparce dentro de sus fronteras el hambre, la miseria, la falta de oportunidades y ahora… la pandemia que nos llegó desde la China comunista, desde Wuham, para ser exactos. ¿Y por qué afirmo la anterior de manera tan categórica? Leamos la respuesta que nos da la agencia española EFE, testigo directo de lo que está sucediendo en estas fechas en Nicaragua: “Al principio eran rumores, después aparecían en videos furtivos grabados de noche con teléfonos celulares, pero pronto estaban ahí, de día y de noche, los llamados  ‘entierros express’, féretros trasladados directamente del hospital al cementerio, y que, en medio de la pandemia del covid-19, han causado temor en Nicaragua.” Y pensar que este despacho de prensa que acabamos de leer, le ha dado la vuelta al planeta entero.

            “Entierros express”; es decir, lo que comenzó como un pequeño y corto rumor de aldea, hoy en día son hechos harto conocidos por la mayoría de los nicaragüenses; o sea, sus compatriotas mueren como moscas por culpa de una dictadura que ha ayudado a expandir el coronavirus, como ningún otro gobierno lo ha hecho alrededor de la Tierra (quizás el de Bolsonaro, en Brasil, se asemeje mucho al de Ortega y su mujer). Y los testigos vuelven a describir las escenas dantestas, de esta manera: “Los ‘entierros express,’ sin registros previos a la pandemia en Nicaragua, son caravanas compuestas generalmente por una camioneta del Ministerio de Salud (MINSA), que carga un ataúd, custodiada por una patrulla policial y civiles armados en motocicletas (de las ‘turbas divinas’ afectas al régimen), que evitan fotos o grabaciones, y que salen de los hospitales a los cementerios, donde el féretro es enterrado en sigilo, por hombres vestidos con trajes impermeables blancos.” Así según cita de un periodista español. Esa es la realidad en este país, actualmente.

            Daniel Ortega y su “infalible” consejera, su mujer Rosario Murillo, han creído que es más fácil para su desgobierno, enterrar a los ciudadanos, víctimas potenciales y fáciles del covid-19, que gastar millones dólares (que permanecen en sus arcas privadas fuera de Nicaragua); y, del mismo modo, no mostrar al mundo que los pocos hospitales que aquí existen, dan pena, por su falta de capacidad técnica y humana, para atender a los contagiados con el virus chino. Sino leamos estas otras declaraciones de una vecina de la ciudad de Granada, quien solicitó permanecer en el anonimato: “Ayer vi pasar por mi casa a un muerto en una bolsa, por mi calle, en una Hilux del MINSA. ¡Qué cosa más espantosa! No es el primero en pasar, de madrugada también. O sea, mi calle es corredor de muertos por covid-19.” Por su lado, los miembros del Comité Científico Interdisciplinario, creado “al vuelo” en este país, para orientar la escasa información que el régimen permite que circule, han advertido que los “entierros express” causan preocupación e incertidumbre, porque se combina el vacío que deja un ser querido, con el choque cultural que causa un féretro sin dolientes.”

            ¿Pero cuál ha sido la respuesta dada por alguno de los dos dictadores? Quien ha salido al paso ha sido la mismísima Rosario Murillo, que dijo lo siguiente al pueblo y a los periodistas de la prensa internacional, y, que a todas luces, es un insulto a la inteligencia de las personas. Leamos: “pretenden crear, seguir creando, realidades falsas y usando videos de otros países, pretendiendo hacer creer que son videos de Nicaragua. Esos entierros que dicen son en Managua y Chinandega, no son aquí, sino en New York, o fotos que corresponden a París. No hay que alarmarse, esas imágenes son de Europa.” Sin comentarios de nuestra parte. Ese es el espíritu de la dictadura que tiene por el cuello a los nicaragüenses, mientras los ataúdes siguen transportándose “express” en las espeluznantes noches de Nicaragua.


El Coronavirus se Hace Sentir en Guatemala

 

TERRITORIO NACIONAL-Ya lo habíamos anticipado en otra columna que publicamos en este mismo periódico… que el mortal virus iba a crear mayor calamidad en Guatemala, debido a su cuantiosa población, las distancias pronunciadas entre los distintos pueblos y ciudades y el deficiente sistema médico que no tiene suficientes medios para ayudar a los guatemaltecos. A esto hay que sumarle el hambre, “la compañera inseparable” a lo largo de las décadas, del 60 por ciento de la población que la sufre en pobreza extrema y que ningún gobierno ha podido paliar ni en grado mínimo. En otras palabras, el Covid-19 parece haberse aliado con el hambre para empañar la buena gestión que el presidente Giammattei y su equipo están haciendo.

            Para citar un ejemplo en estas épocas inusuales de pandemia y temor, las mujeres de este país ondean banderas blancas, tal y como se hace en otras latitudes del continente, para dar a conocer a las demás gentes que padecen hambre en sus hogares. Esta particular manera se está dando en Santa Elena, Barillas, a 40 kilómetros de la Capital, en unos asentamientos de personas ubicadas por debajo de la línea de la pobreza y en barrancos donde el aseo y la previsión ante el Covid-19, son apenas lejanos murmullos que les llegan desde Ciudad de Guatemala, de parte de las autoridades. Sacan sus banderas y las hacen notar a los conductores de autos y motocicletas que cruzan el puente El Naranjo y cuando aquellos se detienen, les dicen con tono de voz en el que se nota la impotencia y la escasez que, “somos del asentamiento ‘Dios es Fiel.’ ¡Ayúdanos!” Algunos sacan de sus bolsillos unos pocos Quetzales (moneda nacional); pero otros bajan sus cabezas al no poder darles nada, quizás porque su situación es semejante a la de estas personas abandonadas a la suerte del coronavirus y del vacío en sus estómagos. Y es que las medidas impuestas, de modo responsable y concientizador, por el gobierno, aquí no surten efecto, debido a que miles de familias se han quedado sin sus trabajos y tienen que salir a diario para ver cómo “resuelven” sus precarias circunstancias. El toque de queda impuesto de las 6 de la tarde hasta las 4 de la mañana del día siguiente, más la suspensión del transporte público urbano y extraurbano, ha afectado, sobre todo, a aquellos que venden productos y comestibles en las calles y que conforman al 70 por ciento de la economía del país, aunque de manera informal.

            El Presidente de la República, Alejandro Giammattei, quien es médico de profesión y por lo tanto sabe de lo que está hablando cabalmente, no se cansa de recordar a los guatemaltecos que tienen que quedarse en casa; pero “no podemos darnos ese lujo”, señala Jessica Arreaga, quien tiene que mantener a sus padres y a dos hijos pequeños. “Tengo que levantarme temprano para vender periódicos y lavar carros en la Zona 2 (un barrio de gente con dinero), en la Capital. (Porque) si nos quedamos en casa, no tendremos dinero y de qué vamos a vivir; ya que, aunque vendiendo en la calle ganemos (solamente) cinco Quetzales, tenemos que comprar un Quetzal de tortilla y una libra de sal y así salimos adelante.” Explica la muchacha, que asegura que le tiene más miedo al hambre que al Coronavirus que avanza poco a poco por la geografía de Guatemala. Y esa es la realidad de miles de familias a lo largo y ancho de esta nación, proverbial por su ancestral pobreza, tan fuerte como la indolencia de los sucesivos gobernantes, a quienes parece que nunca les importó ese padecimiento de su pueblo y por ello nunca lucharon por amainar un tanto siquiera, ese sufrimiento. En todo caso, el mandatario Giammattei, consciente de lo anterior, prometió ayudar a 2 millones de guatemaltecos con 1,000 Quetzales por mes, durante tres meses, y que tengan un consumo de energía eléctrica menor a los 200 kwh.; aunque esa ayuda semeja ser como “una gota de agua en el desierto”, pues las necesidades son muchas y urgentes, que es lo único que abunda en Guatemala junto al hambre, mientras el Covid-19 actúa sin miramientos desde que arribó a este país, el más poblado del istmo.


Los Transportistas: Hito Histórico y Drama Humano

 

AMÉRICA CENTRAL-En las fronteras entre Nicaragua y Costa Rica y de este último país con Panamá, se ha dado un verdadero problema con los conductores de grandes camiones de carga (furgones), que transitan por el istmo centroamericano con mercancías que son vitales para el comercio de esta parte del continente. El caso no tiene igual en la historia de la región y ha marcado un hito de enormes proporciones. Los enormes vehículos se han estacionado en las últimas semanas en los límites fronterizos con Costa Rica, tanto en el norte como en el sur, debido a las restricciones sanitarias que ha impuesto el Ministerio de Salud costarricense; es decir, ningún aparato de estos puede ingresar a esta nación, sin que su chofer se haya hecho las pruebas anti-pandémicas, en los puestos instalados para ese fin. De tal manera, más de 60 conductores nicaragüenses fueron rechazados y reenviados a su Nicaragua natal, porque dieron positivos con el covid-19. Evidentemente, las autoridades costarricenses no se juegan ninguna carta que podría ser mortal si contagiaran a grandes cantidades de personas. El dictador nicaragüense, Daniel Ortega, en represalia, ordenó cerrar la misma frontera, hasta que Costa Rica permita pasar a sus choferes, “sin importar si tienen coronavirus o no.” Ha dicho. Y con esa argumentación, Ortega sigue demostrando lo que tiene dentro de su cabeza…

            Panamá también cerró su demarcación fronteriza en respuesta a las medidas establecidas por el gobierno costarricense; pero cedió después de un fructífero diálogo binacional y retornó a la normalidad. Los panameños no estuvieron de acuerdo con el hecho de que los cuerpos policiales (civil y tránsito), de Costa Rica, escolten a la enorme fila de furgones cuando pasan por el territorio costarricense y que se prolonga por más de 10 horas de viaje, y se les permita hacer solamente una parada técnica en todo ese recorrido. En este punto hay que destacar que esas imágenes de los camiones custodiados por las patrullas, rodando por las carreteras interiores costarricenses, han sido impresionantes, pues componen filas interminables de camiones de carga, con destino hacia territorio panameño. La mejor definición que se le puede dar a la gran cantidad de furgones detenidos en ambas fronteras, podría ser “bucle”, un verdadero y auténtico “bucle”, porque ahí han tenido que permanecer sus ocupantes (guatemaltecos, salvadoreños, hondureños, nicaragüenses, costarricenses y panameños), por más de tres semanas, sin que se puedan mover hacia ningún lado. El drama humano se ha presentado cuando no han podido bañarse, tomar agua potable, cambiarse de ropas, comer apropiada y decentemente y tampoco hacer sus necesidades básicas, como todo ser humano en su cotidianidad normal. Con respecto a la sed y al hambre, el gobierno de Costa Rica, por medio de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), ha estado asistiendo a esos conductores con alimentos, utensilios de higiene y medicinas; aunque fueron los ciudadanos costarricenses que viven en ambas zonas, quienes comenzaron a prestarles colaboración; mientras que, en suelo nicaragüense, se les venden a los mismos transportistas las comidas y el agua. De un lado gratuito; pero del otro…muy al estilo sandinista: con el dinero por delante. He ahí el contraste entre las dos acciones. Para hacer más engorroso y precario el caso de los choferes de furgones y la mercadería que llevan en sus contenedores, el gobierno de Honduras ordenó también el cierre de la frontera para aquellos que tengan matrícula costarricense, en represalia por las directrices fijadas por Costa Rica y dio un corto plazo para que los transportistas “ticos” abandonen territorio hondureño. Es evidente el enojo de muchos centroamericanos. Finalmente, el gobierno costarricense ha tratado de encontrar puntos de acuerdo, pero con la salvedad de seguir con las pruebas a los conductores de los camiones. La situación ha sido muy tensa, la inconformidad se palpa en el aire; algo inédito en la historia del istmo centroamericano y todo por culpa del covid-19, el virus que nos llegó de China.


Millones de Guatemaltecos…

 

TERRITORIO NACIONAL, Guatemala-Es preocupante pensar en esta nación, la más al norte de América Central; y lo es porque estamos transitando por épocas particularmente peligrosas con la pandemia del Coronavirus. Veamos las razones: según uno de los últimos censos, este país tiene una población de 16,301,286 habitantes, con una densidad de 150 personas por kilómetro cuadrado; es decir, es el mayor número de todo el istmo, seguido por Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Panamá y Belice, en ese estricto orden. Lo cual significa que, en caso de contagios, el Covid-19 haría estragos; más aún si los capitalinos no hacen caso a las advertencias que el gobierno les ha estado haciendo, para evitar una catástrofe viral.

           Hay que aseverar, con mayor categoría de la acostumbrada, que el sistema sanitario guatemalteco tampoco funciona al 100 por ciento, del mismo modo como sucede en la mayoría de las naciones latinoamericanas, debido a las características del subdesarrollo que tenemos en estas latitudes geográficas. Es por ello que Guatemala y sus habitantes preocupan. Y quienes hemos vivido en este país (yo lo hice durante dos años), sabemos que los mensajes difundidos por las autoridades Estatales no llegan, como debería ser, a Departamentos alejados, a pequeños pueblitos donde, incluso, el castellano no se habla, sino lenguas aborígenes derivadas del Maya y del Náhualt, entre otros códigos idiomáticos que se conocen. Por esa causa, Guatemala preocupa.

           Por otra parte, el guatemalteco, especialmente en la ciudad Capital, no ha hecho consciencia de la gravedad que significa la pandemia del Covid-19, puesto que, a pesar del toque de queda ordenado por el gobierno, sigue infringiendo la normativa; tal es el caso de las detenciones que ha hecho la policía de más de 3 mil personas, quienes irrespetaron el señalamiento. Siguen saliendo por las noches mientras el coronavirus se extiende por toda la geografía guatemalteca. En lo que estriba al gobierno, éste está actuando de manera responsable al difundir una campaña diaria, constante y muy sensible sobre la problemática del virus. No hay crítica al respecto, sino, más bien, admiración y aplauso. Es así como la Policía Nacional Civil (PNC), ha capturado a miles de personas que no creen en la fuerza mortal de la pandemia.

 

          También, durante las horas del día, en la Capital, los guatemaltecos salen sin ninguna preocupación evidente, se aglomeran, hacen largas filas en los Bancos, comercios y crean embotellamientos vehiculares sin ninguna protección, como las mascarillas (tapa-bocas), o el alcohol en gel para lavarse las manos y antebrazos. Almícar Montejo, director de Comunicación de la Entidad Metropolitana Reguladora del Tránsito (EMETRA), manifestó que el número de automóviles y motocicletas que circulan por la ciudad, es “realmente impresionante” en épocas que son particularmente peligrosas. “Aunque gran parte de los citadinos obedece la restricción de no andar en las calles de 4 p.m. a 4 a.m., por la mañana salen (…).” Dice el alto funcionario. Añadió que ha visto un aumento diario de peatones, quienes salen a hacer ejercicio. “Esto va en contra de la medida de salir a la calle. Esto no se debe hacer. Los que trabajan, se entiende que van a sus empresas (…). ¡Pero haciendo ejercicio…! Hoy, en un mercado de la Zona 3, tenemos el reporte de que llegó una señora con sus tres niños a comprar y sin mascarilla.” Puntualizó Montejo. Por su parte, Dalia Santos, portavoz de la Policía Municipal de Tránsito de Villa Nueva, agregó: “¡Es increíble! La gente pareciera que creen que están de vacaciones o descanso; piensan que están en cuarentena pero solo del trabajo. ¡Es preocupante! Después de las 10 de la mañana ya hay filas de vehículos y personas en Bancos, cajeros, mercados y supermercados.” Mientras en San Pedro Sacatepéquez, a unos 22,5 kms de la Capital, los casos de infectados han ido en crecimiento. Esos son los motivos de nuestras preocupaciones en este país densamente poblado y cuyos habitantes parece que no escuchan ni entienden la gravedad del asunto.

 


La Historia del Barco Fantasma Frente

a Panamá

 

ZONA DEL CANAL- La pandemia del Coronavirus golpea de manera distinta en diversos puntos del planeta; aunque siempre de modo impresionante. Precisamente, en aguas territoriales panameñas se dio una situación que nos recordó las películas que se han filmado en Hollywood sobre buques fantasmas que recorren los océanos y que no pueden anclar en ningún puerto porque sufren una maldición, mientras sus pasajeros mueren misteriosamente. Las crónicas de la prensa de este país así lo han hecho saber a sus lectores en el momento cuando un crucero de lujo holandés, el Zaabdam, se detuvo en el Pacífico panameño sin obtener permiso para que su tripulación bajara a tierra y por llevar a bordo el Covid-19. De hecho, la enorme embarcación fue rechazada en varios puertos a lo largo de su travesía por América del Sur. No obstante, el gobierno de Panamá autorizó asistirlo en lo posible, mientras permanecía anclado frente a sus costas.

            Y no es para menos, pues la empresa dueña del crucero, “Holland America Line”, confirmó que cuatro viajeros ancianos murieron por causa del coronavirus. Los pasajeros del Zaabdam eran unos 1,800 y había varios con síntomas gripales. También hay que subrayar que el Rotterdam, otro buque de la misma empresa, partió desde San Diego, California, con suministros, personal y kits de prueba, para ayudar al “barco fantasma” mientras estaba estacionado frente a Panamá. Del mismo modo, la Compañía naviera notificó que los pasajeros saludables iban a ser trasladados al otro barco auxiliar. Por su parte, el gobierno panameño negó categóricamente la posibilidad de atracar al Zaandam y bajar a sus ocupantes “por razones de salubridad”, según expresó Ricaurte Vásquez, administrador del Canal interoceánico. Este crucero zarpó el 7 de marzo pasado de Buenos Aires, Argentina, hacia San Antonio, en la costa central de Chile; pero debió alterar su recorrido ante las medidas drásticas que tomaron los gobiernos suramericanos por la expansión del Covid-19. Intentó atracar en varios puertos, pero todos los países de América del Sur no se lo permitieron; tenía la intención de atravesar el Canal de Panamá, para seguir hasta Fort Lauderdale, Florida, con la esperanza de desembarcar a todos sus pasajeros, mientras, en el interior del buque, el terror de sus ocupantes se expandía más rápido que el mismo coronavirus.

            En sus entrañas, los tripulantes estaban confinados en sus camarotes por orden del Capitán y recibían la comida en bandejas depositadas junto a sus puertas, con el fin de que el contagio no se produjese. Un hombre de 35 años, quien viajaba en ese buque y que se negó a dar su nombre, manifestó muy enfadado que, “si hubieran dejado bajar a los pasajeros, esta sería una historia diferente. Hubo gente que siguía enfermándose y en ningún puerto nos quisieron dejar desembarcar. Yo no recuerdo haber vivido nada similar en mis 5 años que tengo de trabajar en esta clase de barcos.” Lo cierto es que, además de los cuatro fallecidos, otros 138 pasajeros presentaron síntomas del Covid-19. La historia concluye precisamente cuando 400 viajeros sin síntomas fueron trasladados al Rotterdam y ambos barcos partieron hacia los Estados Unidos, cruzando finalmente el Canal de Panamá, cuando se giró el permiso para ello por razones humanitarias. En una nota de prensa, el administrador de esta vía, Ricaurte Vásquez, manifestó: “En una operación sin precedente, cada barco transitó con el apoyo de un práctico del Canal, sin la utilización de remolcadores ni pasacables, para asegurar la protección del personal que labora en el Canal.” Si esto no se parece a una película de Hollywood, entonces no sabríamos cómo catalogarla. Los panameños que han sido testigos distantes de la pesadumbre sufrida por los pasajeros del Zaandam, saben ciertamente que fue un hecho único en la historia naval de Panamá y de la vía que une a los dos océanos. Un buque rechazado en todos los puertos donde pretendió atracar, con cadáveres adentro, y un estado de terror controlado en su numerosa tripulación. Algo para narrar y crear pánico.


Ciudades Fantasmagóricas Imposibles

de Imaginar

 

AMÉRICA lATINA- Antes de la invasión del virus mortal que nos regalaron los chinos comunistas, este era un mundo vibrante, dinámico, que daba la impresión de que, con tanto vértigo al girar, iba a despedazarse a sí mismo en cualquier momento. La guerra retórica de Donald Trump contra los líderes marxistas cubanos, contra “cara de niño”, Kim Jong-un, el tirano dictador de Corea del Norte, y contra los abusos comerciales de la misma China continental, eran “la información nuestra de cada día.” Simultáneamente, el vértigo de nuestras ciudades seguía siendo impresionante: las masas de personas desplazándose por las aceras de Sao Paulo, en Brasil; las manifestaciones salvajes en las calles de Santiago de Chile; o los asesinatos perpetrados por los sicarios del narco, en México, eran las imágenes constantes en todos esos sitios urbanos. Y no solo lo malo, las situaciones nefastas de nuestra sociedad, eran lo que nos llamaban la atención, sino el simple hecho de observar la locomoción normal, los autos, tranvías, trenes, autobuses y a las personas yendo y viniendo, era lo que también nos daba esa sensación de compañía, aunque fuese ajena a nuestras vidas inmediatas, y que solo las ciudades pueden dar. Yo, en particular, echo de menos todo ello, me siento solo y desolado al ver las arterias principales en la más absoluta depresión y que, antes del coronavirus chino, eran síntomas alegres de normalidad y de vibrante cotidianidad.

            En esto debo ser totalmente honesto y señalar que entiendo, aunque con algo de duda incluida, las actitudes, palabras, intentos y decisiones de mandatarios, en los casos de Jair Bolsonaro, en Brasil; y Donald Trump, en los Estados Unidos, quienes han querido convencer al ciudadano común de que la rutina tiene que seguir a pesar de la pandemia; y a esta han querido minimizarla, dominarla en su imaginación, pero no en la realidad científica, para que el ser humano no pierda la esperanza, el progreso y la generación de riqueza; sin embargo, las muertes diarias les han puesto los pies en la tierra a ambos líderes y les han dicho: “el covid-19 no es una mentira, no es un invento cinematográfico, sino que es una realidad auténtica, no tangible, pero determinantemente mortal.” Y lo es tanto, que el Primer Ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, y recientemente la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, han sido contagiados con el virus, y ha puesto sus vidas pendiendo de un hilo. Lo anterior significa que no bastan las intenciones desesperadas que ellos gritan a las gentes comunes, diciéndoles: “¡Regresen a las calles, retornen a sus trabajos, aquí no pasa nada!” Porque el coronavirus está ahí, resiste entre nosotros y algunos dicen, en cuenta yo mismo, “se burla de nosotros calladamente.”

            Pero las ciudades mueren, las gentes se recluyen en sus casas, los autos no circulan, los aeropuertos son grandes antesalas vacías, los aviones gigantescos permanecen inmóviles a un lado de las pistas de aterrizaje, las grandes tiendas están cerradas y la economía se resiente profunda y peligrosamente alrededor del mundo, todavía más en los países pobres en África, Asia y América Latina. Ya nada es igual. Nuestros conocidos llevan caretas plásticas y cubre/bocas de tela en sus rostros y quienes no las llevan, pasan por ser “suicidas” delirantes en medio de su irresponsabilidad personal. La panorámica real es fantasmagórica, se le escapó a la mente más fantasiosa y tétrica del cine estadounidense, algo inconcebible que hace a las personas exclamar: “¡Nunca me hubiera imaginado vivir algo así!” En el caso personal, yo no exclamaba, pero siempre lancé esta pregunta más o menos parecida: “¿Qué me faltará por vivir aún?”

            Anoche, mientras caminaba al lado de mi hijo con autismo, pues su condición especial exige que lo saque a pasear por los alrededores para combatir su stress natural, nos encontramos tres furgones (trailers), uno detrás del otro, veloces, parecían apurados por algo o alguien; se detuvieron ante la luz roja del semáforo en una de las esquinas y recordé mi última columna de prensa en uno de los periódicos estadounidenses para los que escribí por espacio de 25 años, en la que toqué el tema de esos enormes camiones que circulan por todo el istmo centroamericano, transportando las mercaderías indispensables para subsistir en estas naciones: se les inspecciona en las fronteras, se les toma la temperatura corporal en las aduanas a los conductores y si tuvieren el covid, simplemente son devueltos a sus lugares de origen. Los que pueden continuar, tienen como exigencia sanitaria y de seguridad, rodar por cada uno de estos países sin detenerse, parecidos a “camiones sellados”, que solo pueden ser abiertos en su estación de destino. El estruendo de los tres potentes motores le dio más ambiente de terror a lo que estábamos presenciando mi hijo y yo. Fue impresionante. Algo así como si los choferes huyeran de algo mortal que los venía persiguiendo desde su punto de partida en Panamá.

            Y no es para menos que esos transportistas sientan temor, pues los panameños están sufriendo miles de víctimas producto de la pandemia; en Nicaragua la situación es peor, con una dictadura de izquierdas que lanzó a su pueblo al suicidio (genocidio), masivo; en El Salvador, los casos de víctimas por el coronavirus han ido en crecimiento y los pacientes mueren en los pasillos de los hospitales que no dan abasto; en Honduras y Guatemala, el hambre y la quiebra de los negocios grandes, medianos y pequeños, son la constante desde que los gobiernos ordenaron el cierre de la actividad pública. En ese preciso instante, anoche, los tres conductores de los furgones rodaban por una Costa Rica aún no muy contaminada, pero iban veloces, talvez hacia el encuentro con la misma muerte en los territorios vecinos.

            A toda hora, en la enorme extensión de América Latina, las ciudades permanecen silenciosas, desiertas, frías por el viento invernal y otras bajo la fuerte lluvia que cae para entristecer más la escena pandémica. En cada casa no se habla de otra cosa, de la protección física que se debe tener, de no bajar la guardia ante el virus que los chinos crearon y esparcieron por toda la Tierra y, esencialmente… sobrevivir. Esa es la palabra precisa: “sobrevivencia”, cuando el futuro es más incierto que nunca. Y las noticias que nos llegan del resto del mundo nos dicen que, ni el dinero, ni el poder, ni las ideologías, ni los arsenales nucleares de los ejércitos de las superpotencias, pueden salvar al hombre… el virus gobierna, implanta su ley mortal por encima de millonarios, presidentes, dictadores, militares, mujeres hermosas, niños buenos y hombres de bien y de mal. Las ciudades languidecen vacías y las imágenes fantasmagóricas parecen huir unas de otras, los pocos fantasmas son apenas visibles en medio de la brisa, la pertinaz lluvia y la tristeza atemorizada de la humanidad. 


Panamá el País más Golpeado por el Covid-19

 

CIUDAD DE PANAMÁ-Tomamos nación por nación en el istmo centroamericano, revisamos con detalle las cifras de personas infectadas y fallecidas por causa del coronavirus y notamos con tristeza que los panameños están en la punta de las cifras, para preocupación propia y de los demás habitantes de la región. Aunque en este punto debemos hacer la salvedad en Nicaragua, cuyas autoridades disfrazan a la pandemia con el falso nombre de “neumonía” y parece que no llevan ningún tipo de estadística clínica ni numérica de los casos contagiados y tampoco de las defunciones. En todo caso, Panamá inquieta por las reproducciones del virus que está experimentado su pueblo y preocupa específicamente en las provincias de Chiriquí, Colón y la ciudad Capital. Según el epidemiólogo, Rodrigo DeAntonio, esas zonas geográficas mencionadas están por encima del número recomendado. Cita que la problemática se ha agudizado porque los pobladores han desatendido las medidas de la cuarentena; mientras que en Darién, por el contrario, se consiguió bajar el número de infectados con el virus mortal.

            En lo que se refiere al Canal interoceánico, se trabaja con el personal reducido; es decir, con apenas 3,600 empleados de los 10 mil que hay en la nómina básica; esto para atenuar los riesgos por el coronavirus. Así lo informó a la prensa el administrador de la vía acuática, Ricaurte Vásquez, a través de una videoconferencia. Añadió que dichas medidas son temporales y que, en el momento cuando todo regrese a la normalidad, serán reincorporadas esas personas que hoy están resguardadas en sus casas de habitación. Y no es para menos, pues el 26 de marzo anterior se confirmaron los primeros siete casos positivos entre los trabajadores, “por lo que se han aplicado planes extremos en las operaciones de la ruta”, confirmó el mismo alto funcionario. Así mismo indicó que hay 300 personas en aislamiento voluntario y otras 600 obligadas por el Ministerio de Salud a guardar cuarentena en sus hogares, debido a contactos con familiares o cónyuges con Covid-19. Con esas decisiones in extremis, lo que se pretende es evitar que el Canal se convierta en un foco de contagio y se mantienen conversaciones entre la administración y los trabajadores, para hacer modificaciones en la rotación de los turnos, con el objetivo de que hayan menos personas expuestas cada vez que se realiza el tránsito de los barcos.

Esta vía interoceánica atiende en la actualidad a 144 rutas marítimas y 160 países son usuarios del Canal, de allí lo importante de extremar las medidas de seguridad para seguir garantizando su servicio al mundo, en tiempos de tanta fragilidad económica y de crisis humanitaria. Precisamente por ese tránsito ininterrumpido de barcos y gentes de otros países, Panamá está sufriendo, en parte, los embates de la pandemia mundial; recordemos que se trata de una nación extraordinariamente cosmopolita, abierta desde siempre al resto del orbe, ya sea por el mismo canal interoceánico o por ser sede de importantes Bancos y de un sistema financiero transnacional poderoso y confiable para los economistas e inversionistas. Su naturaleza como nación frontal hacia el exterior, más que hacia lo interno, es lo que, en estas épocas particularmente peligrosas en lo que respecta a la salud pública, tiene a Panamá en el primer lugar con los casos de contagio con el Covid-19. También, como dato llamativo, en esta temporada de cruceros de lujo, los funcionarios del Canal estimaban que iba a ser la mejor de los últimos años, con un aumento del 10 por ciento en el número de exclusajes; pero el coronavirus terminó con esas proyecciones. De tal manera, ya se refleja la cancelación del paso de varios de esos enormes buques, con todas las consecuencias que de ello se desprenden, en especial en el rubro financiero, mientras la pandemia se extiende por la geografía panameña y la preocupación general se acrecienta. Aun así, la respuesta del gobierno sigue siendo responsable y seria y la esperanza subsiste en que las cosas volverán a la normalidad.