MUY PERSONAL II


Breve Biografía de Aleksei Navalni

 

 El activista ruso recién asesinado por órdenes del dictador de Rusia, Vladímir Putin, había adquirido extraordinaria resonancia a nivel internacional y un gran cariño y admiración por millones de compatriotas suyos, quienes le veían como el sucesor natural e indiscutido, en tiempos futuros de democracia, cuando una vez fuera derribada la dictadura actual y erradicada definitivamente del poder en el Kremlin.

            Su nombre completo era Aleséi Anatólievich Navalni; nació el 4 de junio de 1976 en Odintsovoi, óblast de Moscú, antigua Unión Soviética, hoy Rusia; y fue asesinado recientemente, el 16 de febrero del 2024, en Yamalia, Nenetsia, en la prisión de IK-3 de Jarp, “un centro correccional conocido con el nombre de Lobo Polar,” ubicado en el Círculo Polar Ártico.

            Casado con Yulia Navalnaya, llamada hoy “la Primera Dama de la oposición (a Putin)”, una mujer licenciada en Relaciones Internacionales y ex funcionaria bancaria; tuvo con ella dos hijos, Dasha Nalvanaya y Zahar Navalni, ambos adolescentes en estos momentos. Su madre, Lyudmila Navalnaya, también forma parte de “este clan” familiar y ha cobrado protagonismo en los últimos días, ya que exigió a la dictadura de Putin que le devolviera el cadáver de su hijo, una exigencia que fue desoída por el dictador y sus subalternos. De tal manera, la señora hizo el largo viaje hasta la penitenciaría IK-3, para recobrar sus restos mortales, pero su periplo ha sido infructuoso hasta estos momentos.

 

Estudios y primeros pasos en la política   

 

            Alekséi Navalni fue un abogado que obtuvo su título en la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos, en 1998; y entre 1999 y 2001, se especializó en finanzas y crédito en la Universidad de Finanzas. Esto bajo el régimen de la nueva Federación Rusa, después del colapso de la Unión Soviética. También se le concedió, en el 2010, una beca del programa “Yale World Fellows,”de la Universidad de Yale, cuyo propósito es crear una red global de líderes emergentes y facilitar el entendimiento internacional.

            Entre los años 1999 y 2007, Navalni estuvo en las filas del partido liberal Yábloko, mismo que abandonó por incompatibilidad de criterios con las metodologías utilizadas en la lucha por el poder. En el 2011, la BBC de Londres, la empresa noticiosa más importante de Inglaterra y con un prestigio mundial incomparable, lo describió de esta manera: “Posiblemente Navalni sea la única figura opositora de peso que ha emergido en Rusia en los últimos cinco años.” Y la revista estadounidense Time, le apodó el “Erin Brockovich” ruso y fue nombrado “Personaje del Año 2009”, por el diario ruso Védomosti.

            Una vez concluidas las elecciones legislativas en Rusia, el 4 de diciembre del 2011, Navalni llamó, desde su cuenta en Twitter, a la ciudadanía para ejercer protestas por las presuntas irregularidades en dichas elecciones. Unas cinco mil personas acudieron a las manifestaciones en las calles y avenidas de Moscú. Una situación intolerable para el dictador Vladímir Putin, quien ordenó inmediatamente el arresto de Navalni, quien fue sentenciado a 15 días de prisión. Salió de la penitenciaría el 20 de diciembre de ese mismo año.

            Por esas fechas, fundó la ONG, Fundación Anticorrupción, para investigar precisamente los actos corruptos de los burócratas del gobierno; es decir, de los funcionarios, autoridades y empresas rusas que están controladas por el Estado. Pronto comenzó a tocar temas considerados “tabúes” y que tenían que ver con el gobierno de Putin y que, en ningún sentido, eran ventilados por los fiscales y mucho menos por una prensa atemorizada –salvo contados casos excepcionales-, mientras el índice de corrupción colocaba a Rusia en el puesto 138 entre 180 países analizados alrededor del mundo. Y en el 2018, Rusia descendió al puesto 141 del mencionado índice. Es decir, la corrupción se hacía imparable.

            En el 2013 se celebraron elecciones por la alcaldía de la Capital, Navalni se postuló para el cargo y obtuvo el 27,24 por ciento de los votos; también comenzó a escribir para medios de prensa rusos independientes y muy especialmente para la edición en idioma ruso y para Rusia, de la revista Forbes. Ya era un personaje hartamente conocido en el interior de su país y estaba “en la retina” del dictador Vladímir Putin, quien ordenó a su servicio secreto seguirle de cerca por donde fuera y se moviera. La carrera hacia su encarcelamiento y asesinato, comenzaba a darse en la existencia de Alexsei Navalni.

 

Malestares físicos y hospitalizaciones

 

            El 20 de agosto del 2020, fue ingresado inconsciente y grave al hospital de Omsk, en Siberia, la región más oriental de Rusia, en lo profundo del continente asiático. Su portavoz en la Fundación informó a la prensa que había sido envenenado. La “ruleta de la muerte” había comenzado a girar y la impulsaba la mano siniestra de Putin desde las entrañas del Kremlin. Un avión alemán medicalizado partió desde Alemania hasta Omsk, para trasladar a Navlani hasta Berlín. En un principio, los médicos rusos se negaron a facultar el viaje, temerosos de que en Occidente se llegara a saber la verdad sobre su padecimiento, del veneno que le habían hecho ingerir. Sin embargo, al final se autorizó el viaje del paciente y el avión llegó a la Capital alemana el sábado 22 de agosto, a las 9 de la mañana. Al lunes siguiente, un vocero del Hospital Charité de Berlín, confirmó lo que los médicos rusos no querían que se supiera cabalmente: “Navalni presenta la evidencia clínica de una intoxicación por una sustancia que pertenece al grupo de los inhibidores de la colinesterasa. Su estado era grave, pero no potencialmente mortal.” Reza el comunicado oficial del centro médico.

            El 27 de agosto, la fiscalía rusa se afanó en argumentar, con gran cantidad de periodistas internacionales alrededor de los fiscales, que “no vemos ninguna prueba de actos criminales.” Así intentó el Estado ruso “lavarse las manos” y hacer creer en una presunta inocencia del Estado en este caso en concreto; no obstante, el 2 de septiembre siguiente, el Gobierno de Alemania confirmó que las pruebas de toxicología, efectuadas por un laboratorio especializado del Ejército alemán, eran “inequívocas respecto al envenenamiento con el agente nervioso Novichok.” El 7 de septiembre el hospital berlinés informó que Navalni había salido del coma inducido y respondía a estímulos verbales. Prontamente se le unieron su esposa e hijos en una agradable y esperanzadora visita y el 23 del mismo mes, fue dado de alta, debido a su total recuperación.

            Pero Alexsei Navalni tomaría la decisión que le llevaría directamente a la muerte: “regresaré a Rusia para combatir a Putin, su dictadura y su profunda corrupción.” Dijo palabras más, palabras menos; y después de haber permanecido cinco meses en Alemania después de su envenenamiento, tocó tierra del aeropuerto internacional de Moscú, aquel 17 de enero del 2021. Los temores de sus simpatizantes, politólogos y periodistas, se cumplieron: fue arrestado nomás al cruzar el control de pasaportes, acusado “de incumplir las condiciones de una condena previa por corrupción.” Una falacia que el gobierno de Putin “se sacaba de una de sus mangas” y totalmente ficticia, inexistente en la realidad, pero necesitaban un pretexto para no permitirle al disidente hablar con sus seguidores y el pueblo ruso. Sus palabras eran consideradas hartamente “peligrosas” a los intereses del dictador y su Estado represivo y autoritario. El juzgado del distrito de Jimki le dio prisión provisional hasta el 15 de febrero.

            Putin y sus serviles necesitaban “un acicate” para fundirlo en prisión y la misma Fundación Anticorrupción dirigida por Navalni, les dio esa posibilidad, porque publicó en la red social YouTube el reportaje que contiene la investigación sobre un palacete que el tirano se construyó, con fondos públicos, en Gelendzhik, a orillas del Mar Negro. El largometraje, descrito palmo a palmo por el propio Navalni, lo tituló “El Palacio de Putin: historia del mayor soborno.” Apenas fue colgado en el sitio fue visto por más de 12 millones de personas, a las 9 horas de su aparición en la red; y el 1 de febrero, el video había sido visto por 106 millones de visitantes. Para ese entonces, Putin ardía en cólera y estaba dispuesto a deshacerse de aquel enemigo a quien había intentado envenenar, pero que los médicos alemanes volvieron a la vida.

            Y el 22 de marzo del 2022, un tribunal afecto al dictador, lo declaró culpable y condenado a una pena de 9 años de prisión por supuesto “fraude y desacato a los tribunales rusos.” Un juicio falso, de un juzgado falso y con una querella o delito falso. Eso fue precisamente lo que se pensó en la mayoría de democracias que observaron con detenimiento el ardid o la maniobra deshonesta de Vladímir Putin, en contra del disidente enemigo suyo. De inmediato, estallaron decenas de protestas en toda Rusia, con miles de personas que pedían la liberación de Aleksei Navalni. En Moscú, llegaron a reunirse más de 100,000 personas con la misma finalidad, ante el asombro y el enojo de Putin. Fue “un baño de realidad” el que le dieron al dictador, en el que le hicieron ver la fuerza de Navalni, de la verdad, la honestidad y las libertades cercenadas por el tirano enquistado en el Kremlin.

            En julio del 2013, el prisionero fue juzgado nuevamente y hallado culpable (ficticiamente, desde luego), por malversación de fondos y condenado nuevamente; esta vez a cinco años de prisión. La Unión Europea (UE) y los Estados Unidos, protestaron por este fallo y señalaron que fue un proceso “influido por intereses políticos.”

            A partir de ese momento, el recorrido de prisión en prisión de parte de Navalni fue la constante; el 28 de febrero del 2021 fue llevado a la Colonia Colectiva Número 2, en Pokrov (Óblast de Vladímir). Aquí mismo comenzaron las torturas de carácter psicológico; por ejemplo: no lo dejaban dormir por las noches y los guardas le hacían levantarse varias veces para que declarara ante una cámara de televisión por circuito cerrado, que se hallaba con vida. Navalni comenzó a presentar problemas de salud, como un severo dolor de espalda, mientras se le negaba atención médica. Por esa causa, el 31 de marzo del 2021, Navalni dio inicio a una huelga de hambre para protestar por la negativa de la administración del centro penal de concederle atención médica. Su abogado denunció abiertamente que su cliente se encontraba “gravemente enfermo, tiene fiebre y tos, además de haber perdido la sensibilidad en manos y piernas.”

            Finalmente -pues lo que continúa es la historia conocida por todos y que desembocó en su asesinato-, el 11 de diciembre del 2023, los colaboradores de Navalni en la Fundación Anticorrupción, denunciaron que habían perdido el escaso contacto que tenían con él porque lo habían trasladado de penal, sin saber hacia dónde lo habían llevado. Hasta el 25 de diciembre se supo con precisión que estaba recluido en una colonia carcelaria en Jarp, un pueblo que pertenece a la región de Yamalia-Nenetsia, a unos 1,900 kilómetros al noreste de Moscú. Luego sobrevino su asesinato, cumpliéndose las órdenes emitidas desde el Kremlin, “desde el Despacho del Sr. Presidente del país, Honorable Vladímir Vladimirovich Putin.” Posiblemente así lo comunicó el director de la prisión “Lobo Ártico,” al verdugo que se encargó de quitarle la vida a Navalni.

            A grandes rasgos, esa ha sido la vida de este disidente, a quien le concedieron el Premio Sájarov a la Libertad de Consciencia, el 15 de diciembre del 2021, y que le fue entregado en la sede del Parlamento Europeo. Hoy, son millones de rusos los que le lloran por su deceso, aunque lo hacen en silencio, porque las detenciones masivas ordenadas por Putin se producen cada vez que la policía observa a seguidores rindiendo honores al valiente personaje criminalizado.


Popularidad de Kamala Harris

“en Caída Libre”

 

Kamala Harris, la Vicepresidenta de los Estados Unidos, Pasó de Ser una Esperanza en Múltiples Aspectos, a la Nula Figuración, a la Casi Total Desaparición del Gabinete de Estado y de la Comparecencia ante los Ciudadanos

 

WASHINGTON, D.C.-Cuando Joe Biden, entonces candidato del Partido Demócrata a la presidencia de esta nación, anunció que su compañera de fórmula iba a ser Kamala Harris, una inteligente mujer mitad afro-americana y mitad hindú, muchísimos votantes aplaudieron dicha nominación; pero, con el paso de los meses, quien se perfilaba como una brillante promesa dentro del panorama político estadounidense, ha caído en un declive imparable hasta llegar prácticamente al nihilismo, la nada, el ausentismo y el olvido, a pesar de que se mantiene en su puesto de vicepresidenta. ¿A qué se ha debido tal fracaso personal de esta inteligente mujer, quien posee un innegable y evidentísimo carisma y se pensó en ella, incluso, para que fuera candidata demócrata en tiempos venideros? Estudiemos su caso…

 

La primera en su puesto…

 

            Las circunstancias en las que apareció en la vida pública norteamericana, le favorecían en grado sumo, ya que partió con el hándicap al ser la primera mujer vicepresidenta de los Estados Unidos en toda su historia como país; a ello hay que sumarle que era la primera mujer negra en conseguir tan altísimo honor; pero estas ventajas personales se han ido disipando conforme pasan las fechas, los meses y los años de la administración Biden.

 

            De acuerdo con las versiones de los analistas que pululan en los corrillos de la casa Blanca, “el sesgo machista, el desgaste de la gestión migratoria en la frontera sur y las expectativas creadas, que fueron muy elevadas, ayudan a explicar la crisis de imagen que sufre la vicepresidenta (…).” Aseguran los entendidos en temas de Washington. Otros aducen que “el desgaste del gobierno actual ha pasado más factura a Harris que al presidente Joe Biden”, y se basan al decirlo en los sondeos hechos por las casas encuestadoras, que insisten en la tremenda erosión de la imagen de Kamala.

 

            Los artículos en los periódicos, ciertamente se han aplacado bastante con respecto a la vicepresidenta; es decir, ya no publican tanto acerca de ella, una prueba inequívoca, empero, de que ha caído prácticamente en la nulidad, en la nada y en el olvido; pero en los últimos reportajes que se hicieron acerca del tema suyo, se habla de frustración de su equipo por la falta de protagonismo; incluso su portavoz, Symone Sanders, hace algunas fechas atrás llegó a decir con toda claridad que Kamala Harris estaba dispuesta a renunciar y salir “por la puerta de atrás” de la política nacional. Su directora de comunicación, Ashley Etienne, tuvo que salir a la luz pública para contrarrestar un reportaje hecho por la cadena CNN, en el que se aseguró que Kamala tenía serios problemas con Biden. La misma Harris concedió entrevistas en las que apareció con su infalible sonrisa, desmintiendo los rumores.

 

            Para Julian Zelizer, profesor de Políticas Públicas de la Universidad de Princeton, la baja popularidad del presidente Joe Biden, también la han arrastrado a ella, “además –enfatiza el experto-, no ha estado especialmente visible en los últimos meses y, en un momento en el que los ratios de aprobación caen para el presidente, tiene sentido que el vicepresidente, que ya normalmente no suele ver reconocidos sus logros, acabe en un lugar peor.” Acentúa.

 

            En lo que atañe al siempre polémico e incómodo tema del machismo, es uno de los factores que está golpeando fuertemente la imagen de Kamala Harris: ella causa descontento en los hombres estadounidenses, por más que traten de negarlo u ocultarlo. Y es que el peor rechazo a la vicepresidenta proviene precisamente de los hombres, y es atacada constantemente por ellos en las redes sociales y en los programas conservadores de televisión, con mayor inquina al comienzo de “la Era Biden” que en estos meses por los que transcurre el 2023. Por ejemplo, el presentador de Newsmax Grant Stinchfield presentó en una de las emisiones a Kamala Harris riendo abiertamente y la asemejó a “las brujas malvadas del oeste.” Así también le recuerdan cada vez que pueden, con supuestos romances pasados, insinuando en todos ellos promiscuidad.

 

            Una pregunta que se le formuló a Larry Sabato, director del Centro de Políticas de la Universidad de Virginia, tocó el tema si existe un sesgo racista o contra el género femenino en los ataques a la vicepresidenta y que han redundado en la bajísima popularidad de ésta y responde: “¿Es el Papa argentino? (Lo que sucede se fundamenta en) aquellas que son pioneras en algo, ‘que rompen algún techo de cristal’, cargan con el peso especial de demostrar que valen para el cargo, lo cual es injusto, pero ¿hay algo justo en la política? Además, a la vicepresidenta le han asignado tareas muy difíciles, como la inmigración, y no hay nada que ganar con ese tema (porque) todos los bandos van a encontrar cosas que criticar en cada momento.” Explicó.

 

            En este último punto, Joe Biden encargó a Kamala Harris que resolviera el intrincado problema de la inmigración que se agolpa en la frontera con México, “una corona de espinas” que nadie quiere ponerse alrededor de su cabeza y mucho menos una mujer que es la vicepresidenta de la primera potencia mundial. En otras palabras, en relación con los inmigrantes hay muchísimo que perder desde todo aspecto y casi nada por ganar: si dejas pasar a los inmigrantes, desatas una tormenta entre los estadounidenses que no los quieren, que no soportan más latinos que ingresan por la parte sur del país; y si los rechazas, tendrás a la comunidad internacional en tu contra. No hay por dónde ganar. Harris ha tratado de hacer lo mejor posible y en medio de su atractiva sonrisa de mujer mestiza; pero ha sido motivo de burlas y ataques de unos y de otros. Sino recordemos sus visitas a México y Guatemala cuando, en un alarde de sinceridad, dijo a ambos pueblos por la televisión: “No vengan a Estados Unidos.” Fue algo así como ponerse un círculo en el pecho para que todos los que la detestan, tiraran “al blanco” hasta hacerla sangrar. Todo lo anterior ha erosionado su imagen, tal y como la percibimos en estos días.

 

El cargo de la vicepresidencia

 

            Ser vicepresidente de los Estados Unidos y quizás de cualquier otro país democrático, equivale a meterse “al limbo”: no sabes si sirves para algo, si aquello es un trabajo o solo una posición decorativa, si vale la pena o nó. El mismo Joe Biden le definió de esta manera: “se encuentra a un peldaño de la oficina más poderosa del mundo (la Oval de la Casa Blanca) y, al mismo tiempo, salvo una fatalidad, sus funciones parecen meramente cosméticas de puertas afuera, aunque acabe siendo la persona a la que más consulte el presidente.” Tales sus palabras para describir a este puesto, ya que él fue el vicepresidente de Barack Obama. O sino esta otra definición, esta vez de Benjamín Franklin, quien propuso llamarle al vicepresidente “su superflua excelencia.” En el caso de Nelson Rockefeller, quien fue vicepresidente de Gerald Ford, de 1974 a 1977, dijo de este cargo: “Voy a funerales, voy a terremotos.” Mientras los periodistas que le escuchaban no sabían si esbozar una sonrisa socarrona o quedarse impávidos ante tal situación. Y por último, Thomas Mashall, vicepresidente de Woodrow Wilson (1913-1921), dijo que se trataba de un puesto “cataléptico: no se puede hablar, no puede moverse, no siente dolor, es perfectamente consciente de todo lo que pasa, pero no participa en ello.” Después de haber leído lo anterior, huelgan otras palabras.

 

            Aunque en el caso de Kamala Harris es un poco distinto, en el sentido de que, desde un inicio, esta mujer desató elucubraciones en referencia a su jefe, Joe Biden, con 79 años de edad. Es decir, una enorme cantidad de analistas y periodistas le han dado por muerto en medio de su administración y quien le sucedería como presidente del país, es nada menos que Harris. De ahí que su posición sea un tanto diferente en comparación con los vicepresidentes que aquí hemos reseñado. También, el precario estado de salud del mandatario y su avanzada edad, hacen pensar que será Kamala quien se enfrentará al “ácido” Trump en las elecciones del 2024. Sin embargo, ya Biden anunció que será él quien recoja el guante y se enfrente al republicano. Otro dato interesante, indica, retrospectivamente, que George H.W. Bush y Richard Nixon, fueron vicepresidentes antes de alcanzar la presidencia; aunque la señora Harris está muy lejos de parecerse a estos dos caballeros en lo que respecta a su popularidad actual; es decir, la señora no es bien vista por los votantes.

 

            De acuerdo a los números fríos, esta es la ubicación real de Kamala en el gusto de los electores que siguen los avatares del gobierno día a día: según Real Clear Politics, tiene un 40 por ciento de apoyo, dos puntos abajo de Joe Biden, con 42 por ciento. El diario Los Angeles Times indica que Kamala presenta una situación peor que Biden, Al Gore (gobierno Bill Clinton), y Dick Cheney (Gabinete de George W. Bush), cuando todos ellos fueron vicepresidentes.

 

            Para Patti Solís Doyle, la estratega que condujo la campaña de Hillary Clinton en el 2008, “las mujeres sufren doble rasero en la política, es así como el simple hecho de aspirar a un puesto de poder, erosiona su imagen. Antes de anunciar su candidatura –asevera-, cuando Clinton era Secretaria de Estado, su apoyo rondaba el 70 por ciento y cuando dio el paso… cayó en picado.” Añade que el escaso tiempo que lleva Kamala Harris en el puesto, todavía no le ha permitido definir su papel; por ejemplo, “al vicepresidente Al Gore le llevó unos años ser identificado con su lucha a favor del clima; Joe Biden se convirtió en la persona a la que Obama le consultaba todo; y Mike Pence, con Donald Trump, acabó como ‘zar’ contra la pandemia, pero eso fue al final.” Insiste la estratega política.

 

            Esa es parte de la realidad que vive (o sufre), Kamala Harris. Usted lo sabe, los analistas lo saben, los periodistas también y yo lo sé, peroooooo la pregunta ineludible es: ¿Lo sabrá también Mrs. Harris? Porque es importante, imprescindible, que ella lo sepa, que lo descubra, para enderezar el rumbo que lleva su torcida (e invisible) gestión en la Casa Blanca.


Novio de la Primera Ministra Italiana Enciende

la Polémica en Torno a la Violación

de Jovencitas

 

ROMA, Italia-Cuando no se miden las palabras, cuando no se piensan antes de decirlas, más aún si se trata de una persona pública, la polémica que se puede causar podría ser de proporciones inimaginables. Eso es precisamente lo que ha sucedido en esta nación que está gobernada actualmente por la Primera Ministra Giorgia Meloni.

 

            El simple hecho de ocupar un cargo tan alto y tan complicado dentro de un gobierno, más todavía si se trata de un país europeo, ya es un peso descomunal que hay que saber sobrellevar, soportar y tolerar y eso es precisamente lo que ha venido haciendo con sapiencia la joven gobernante italiana; pero, como si ese peso no bastara por sí solo, su novio, el periodista Andrea Giambruno, un individuo con apariencia de “granuja”, ha sobrecargado el peso del gobierno, de la tensión que Meloni lleva sobre sus espaldas, al soltar unas cuantas palabras que han ofendido a una porción importante de la población, que es aquella que ha sufrido algún tipo de violación alguna vez en su vida.

 

            Fue en el programa “Diario del Giorno”, transmitido en directo los días lunes en Rete4, televisora que pertenece al grupo Mediaset, precisamente de la famosa familia Berlusconi, y que es dirigido por el propio periodista de 42 años de edad y que es el compañero sentimental de Giorgia Meloni, quien tiene 46 años. Además, es uno de los mayores canales privados que existe en Italia. Es un programa de gran audiencia y que trata programas de actualidad. Fue ahí justamente donde Giambruno, con su aspecto desaliñado, con una barba de 4 ó 5 días de no afeitar y una facha de “malandrín”, cuando soltó su perorata que ha causado indignación en todo el país.

 

“No te emborraches…”

 

            Tomado el tema a guasa, Andrea Giambruno resumió lo que significa una violación en una mujer: echó la culpa a la embriaguez, al licor y recomendó a estas no beber para evitar ser violadas por un solo hombre o por “una jauría” de gamberros, tal y como se estiliza en estos momentos en Europa. Y es que este tema ha sacudido a Italia en los últimos días cuando una joven de 19 años de edad sufrió una violación por un grupo, en la ciudad de Palermo. La policía detuvo a siete muchachos entre los 17 y 22 años, quienes abusaron de la joven por turnos. Giambruno participaba en la conversación junto a otros panelistas invitados, en su triple posición como hombre adulto, novio de la gobernante del país y por ser periodista también.

 

            El debate también giró en torno de dos primas, de 10 y 12 años de edad, quienes sufrieron violencia sexual durante meses, en el barrio Parque Verde de Caivano, un municipio próximo a Nápoles. En este caso están implicados unos doce adolescentes.

 

Sus palabras, inapropiadas, inesperadas y detonantes, le han causado menudo dolor de cabeza a su novia, Giorgia Meloni, y él ha recibido cantidades “industriales” de críticas desde todos los rincones de Italia. La joven violada por el grupo de individuos en Palermo, dijo, en otra entrevista, que sus agresores la obligaron a tomar licor antes de forzarla sexualmente. Incluso, cámaras de video-vigilancia dejan ver el estado en el que iba la muchacha cuando los violadores la sacaron del sitio donde había ingerido licor: se tambaleaba de un lado hacia el otro y era incapaz de controlar sus movimientos por ella misma. Fue cuando Giambruno dijo con aire socarrón: “Si vas a bailar, tienes todo el derecho a emborracharte. Aquí no debe haber malentendidos ni reservas. Pero si evitas emborracharte y desmayarte, probablemente también evitas ciertos problemas y el riesgo, de hecho, de lanzarte a la boca del lobo.” Expresó textualmente.

 

            De su argumento se desprende que gran parte de la culpa por haber sido violada en grupo, la tuvo la joven, al abusar del licor, según puede inferirse entre las palabras dichas por el periodista. En resumen: si bebes corres el riesgo de ser violada; pero si no lo haces, disminuyes dicho peligro. Es lo que dijo, palabras más, palabras menos, Andrea Giambruno. Casi de inmediato, los líderes políticos que conforman la oposición a la Primera Ministra, alzaron sus voces contra el argumento esgrimido por su novio; fue cuando Elly Schlein, secretaria nacional del Partido Demócrata italiano (de izquierdas), dijo: “Expreso mi solidaridad con la víctima de violación de Palermo, que no puede, además de lo que ha vivido, sufrir los infames insultos de quienes hacen sentir culpables a las víctimas.” Porque el argumento de Giambruno eso fue lo que precisamente dio a entender, que “si te emborrachas (es culpa tuya, se puede interpretar entre líneas), para que te violen después.”

 

            El periodista caído en desgracia debido a lo desacertado de sus palabras, retomó la polémica para defenderse y denunció que lo que se estaba haciendo en su contra era “una polémica surrealista” y “la instrumentalización de mis declaraciones.” Recordó a sus críticos que, tanto él como sus invitados, habían condenado repetidamente a los autores de “los abominables hechos” a los que calificó, reiteradamente, de “animales.”

 

            Por otra parte, el también periodista Enrico Mentana, jefe de los informativos de la cadena privada LA7, arremetió contra Giambruno en su cuenta de Instagram, al decirle: “Si sales de compras con la cartera y te la roban, te lo tienes merecido. Si eres mujer y sales por la noche en minifalda y sin sujetador, si sigues fuera después de medianoche, o si te tomas una copa de más, no te sorprendas si te atracan.”

 

            La polémica ha ido in crescendo, sin visos de atenuarse ni siquiera levemente en la realidad diaria italiana; es por ello que el periodista ha salido a los demás medios para justificarse y justificar su posición en relación con el tema: “Dado que en las últimas horas se ha desatado una polémica completamente surrealista, es mi deber señalar que nadie en el programa justificó el hecho; se utilizaron términos muy precisos como ‘abominable’ en referencia a la violación y los autores fueron definidos como ‘bestias’. Así que todos los que han tergiversado la realidad de lo que dije, lo hacen o bien de mala fe o porque tienen serios problemas de comprensión.” Se defendió y en lo que atañe a su novia, la Primera Ministra, añadió al periódico Corriere della Sera: “Meloni nunca se tomó la libertad de decirme qué debo decir. No justifiqué la violación y no pido disculpas.” Aseveró.

 

            Otros periódicos del país hacen hincapié en que el periodista Andrea Giambruno está sufriendo una transformación, especialmente en su imagen, porque “de ser un periodista compañero invisible de Giorgia Meloni, ha pasado a convertirse en un presentador de televisión protagonista, ya de varias meteduras de pata.” Recalcan que en el 2016, él mismo había asegurado “si ninguno me ve, mejor. Ella (Meloni) es la que está en escena. Yo detrás. No me gusta ser el centro de atención. Aparecer no es mi trabajo. En el gran mundo de la televisión, me quedo detrás de la escena, imaginando lo que sucede delante.” Pero, según se deja observar en estas fechas, al novio de la premier le está gustando meterse “en el ojo del huracán” y con ello sobrepasar en popularidad a la misma jefa del gobierno italiano.

 

            El Movimiento 5 Estrellas ha pedido, para citar otro ejemplo, que Giorgia Meloni se desmarque de las palabras de su compañero; y la Alianza Verdi e Sinistra, le ha pedido al comunicador: “estudia antes de hablar.” En las redes sociales las cosas también “arden” o “están candentes” en contra del periodista y le achacan que su intención velada fue la de hacer creer a la teleaudiencia que ante la violación de Palermo, la chica “se la ha buscado” al tomar licor antes y salir con un grupo de adolescentes deseosos de propasarse con ella.

 

            La cantante Fiorella Mannoia, quien lideró un movimiento de lucha contra la violencia contra las mujeres en toda Italia, invitó a Giambruno para que su exhortación “la dirija no a las mujeres, sino a los violadores, al ogro de turno. ¡Ya basta!” Le exigió al novio de la premier.

 

Giorgia Meloni visita el sitio de los ultrajes

 

            La Primera Ministra, visiblemente conmovida, hizo acto de presencia en el lugar donde dos menores de edad fueron violadas repetidamente por una docena de adolescentes, algunos de ellos pertenecientes a la mafia, a la camorra. “Ha sido un crimen infame”, expresó Meloni.

 

            Se trata de un centro deportivo abandonado desde hace muchos años atrás y donde fueron llevadas las dos niñas por sus violadores, una auténtica manada de adolescentes. El hecho sacudió a los italianos de un extremo al otro del país.

 

            “Estamos aquí para expresar solidaridad con las víctimas de un crimen infame. Aquí se produjo el fracaso del Estado, este territorio será radicalmente recuperado.” Expresó la Primera Ministra. Antes de su llegada todo era tenso en los alrededores, hubo imponentes medidas de seguridad policial en el barrio Parque Verde del municipio de Caivano, que cuenta con unos 37,790 habitantes, cercano al puerto de Nápoles. Se trata de un territorio de miseria y violencia, sin servicios (clínicas, hospitales y demás), y al que el presidente de la región de Campania, Vincenzo De Luca, definió en su momento como “el infierno en la tierra.” Tal la situación.

 

            Parque Verde también es considerado la mayor zona de Europa para el tráfico de drogas, controlado por la mafiosa camorra y donde, durante muchos meses, las dos primas de 10 y 12 años de edad, fueron reiterada y sexualmente ultrajadas por una docena de menores y dos jóvenes más de 18 y 19 años, hijos de camorristas. En su recorrido fue acompañada la Primera Ministra por el párroco de la comunidad, Maurizio Patriciello, quien fue el que la invitó a visitar el lugar. Antes de su arribo, los mafiosos habían proferido amenazas de muerte contra la alta funcionaria y el sacerdote; por ello, las medidas de seguridad fueron extremas en todo momento.

 

            Giorgia Meloni se paseó por el barrio, inspeccionó con detalle el sitio de los ultrajes a las dos niñas, el centro deportivo en completo abandono; y después fue al templo católico donde se reunió con el Padre Patricello. Afuera, un nutrido grupo de ciudadanos le gritaba a la mujer: “¡Giorgia, Giorgia!” Complacidos por su presencia en la comunidad. Otros le gritaban: “¡Queremos trabajar, danos un trabajo honesto!”

 

            En la reunión con el cura párroco, que se extendió por 40 minutos, éste se mostró satisfecho con la premier italiana: “El encuentro resultó muy bien. Mejor, imposible. La Primera Ministra nos dio una fecha: dijo que para la primavera del 2024, el centro deportivo volverá a ser un polideportivo.” En una variable sobre el mismo tema, Patricello explicó a la prensa reunida frente a él que “muchos adolescentes hacen lo que ven en la pornografía; y yo le dije a Meloni que es necesario bloquear las webs pornográficas.”

 

            De la parroquia, la premier partió hacia el Instituto Francesco Morano, donde presidió una reunión del Comité Provincial de Seguridad y dijo a los periodistas que la seguían: “Expreso mi solidaridad a las víctimas inocentes de un acto inhumano, la violación es un crimen infame, me temo que hay otros episodios como estos que no salen a la luz. Si estamos aquí hoy para condenar un episodio bárbaro, significa que aquí se ha producido un fracaso por parte del Estado, a pesar de los esfuerzos que se han hecho. El Estado justo tiene ante todo, el deber de defender a los más débiles y principalmente a los menores.” Seguidamente, anunció medidas de seguridad para fortalecer las estructuras escolares y al territorio mismo: “A partir de este territorio –explicó-, que hoy es conocido por sus problemas, el objetivo es que mañana sea un modelo: de ser un problema a ser un ejemplo. Se verán pronto los resultados del plan de mi gobierno, basado en la firmeza del Estado contra la ilegalidad, las drogas y la criminalidad. Advierto a los criminales que actúan a sus anchas en territorios donde está ausente la presencia del Estado. El parque Verde de Caivano no es el único territorio en estas condiciones: hay muchos territorios que se encuentran en las mismas condiciones. En Italia no puede haber zonas francas. Y este mensaje está dirigido a los muchos Caivano de Italia.” Concluyó.

 

             Al finalizar esta visita, el ambiente enrarecido con el cual fue recibida la premier, fue cambiando paulatinamente, conforme ella se dirigía a sus oyentes; en un principio y por las redes sociales, las amenazas contra Meloni eran muchas y de variada especie. Por ejemplo, se instaba a ser recibida por los pobladores de este barrio con “tomates podridos”; y otra persona escribió en su cuenta de Facebook: “Esperemos que se quede muerta en Caivano.” Sin embargo, también pudo leer en las mismas redes, mensajes transversales de parte de compañeros suyos en el Gabinete de Estado y de la oposición incluso. Los sindicalistas aplaudieron su decisión de visitar el polémico barrio napolitano.

 

            Vale la pena resaltar a la figura del sacerdote de esta comunidad, el Padre Patricello, quien ha plantado cara a los mafiosos durante años enteros. Arriesga su vida al denunciar la “omertá”, (la famosa ley del silencio impuesta por la mafia italiana), y lucha constantemente porque los jóvenes no caigan en las garras de la camorra. Y a aquellos que ya pertenecen a este grupo mafioso, el religioso los describe de esta manera: “Sólo el rostro imberbe delata su edad. De hecho, razonan sobre armas, prisión y drogas como los traficantes más experimentados. Lo saben todo. Saben los riesgos que corren y el dinero que ganarán. Son chicos muy valiosos para los criminales. Mano de obra esencial, Guardan, esconden y portan armas. El asesino solo las tendrá cuando sea el momento adecuado. No puede correr el riesgo de que la policía descubra que las lleva encima. Tienen poco más de quince años. La edad en la que deberías pasar tus días leyendo libros para aprender el arte de vivir y esperar, soñar y planificar. En cambio, están ahí. Disponibles para el jefe. Están esperando que se les ordene.” Así lo escribió en su libro “Evangelio de la Tierra de los Fuegos.” Una obra literaria que publicó hace 10 años atrás, pero que, hoy en día, tiene tanta o más vigencia que antes.

 

           Quienes le conocen en Italia no se limitan en los halagos hacia este sacerdote católico. Ello incluye a la mismísima Primera Ministra, Giorgia Meloni.


El Papa Francisco Enoja a los Ucranianos con

sus Alabanzas Dichas a los Rusos

 

CIUDAD DEL VATICANO Y KIEV, Ucrania- Fiel a su manera de ser, que oscila entre la pereza (indolencia) y desatinos al hablar, el Pontífice argentino, Jorge Mario Bergoglio, ha enojado a los ucranianos con unas manifestaciones dichas por él, que no han sentado nada bien en esta Capital ucraniana. Y es que este Papa se ha caracterizado, desde que asumió el mando de la Iglesia Católica, por sus afirmaciones nada halagüeñas y que, más bien, han desatado fuertes polémicas, incluso entre aquellos feligreses de definida confesión e irrenunciable permanencia en la Iglesia.

 

            Evidentemente, Francisco I está muy distante de parecerse a Juan Pablo II, el mejor Pontífice en la historia recorrida por el Vaticano; y muy lejos también del alemán Benedicto XVI, el Papa Ratzinger, una lumbrera impresionante, que iluminó por décadas enteras a la cúpula vaticana, gracias a su esclarecida inteligencia y a su profundísima intelectualidad. Pero Bergoglio, el argentino, no tiene ni lo uno ni lo otro y su participación en los asuntos vitales que requieren del Sumo Pontífice, ha sido diluida e imperceptible, a tal extremo que los feligreses alrededor del mundo se preguntan “si tenemos Papa o qué es lo que sucede en Roma.”

 

            Pero lo peor llega cuando habla, cuando emite sus opiniones que pretenden ser máximas dogmáticas de la Iglesia y que, por el contrario, desatan “huracanes o vendavales” de inconformidad. En el caso concreto de la invasión rusa a Ucrania, Francisco solo emitió una débil opinión cuando todo el mundo libre esperaba una tajante y categórica condena, y se refirió solo generalizadamente a la situación y trató de no tocar a su amigo Vladímir Putin, en ninguno de los aspectos. Los ucranianos, primero que nadie, percibieron esta reacción del Papa y le han tenido en la lista de los enemigos de esta nación que ha sufrido los desmanes y la criminalidad de los rusos.

 

            Últimamente, para no perder su antagónica costumbre que no es otra cosa que parquedad de entendimiento y poca capacidad intelectual en él, el Sumo Pontífice enojó todavía más a los ucranianos, debido a unos halagos nada velados, dirigidos hacia los rusos y su supuesta cultura, que no es otra cosa que la práctica del expansionismo desde tiempos inmemoriales.

 

Mensaje a “la gran Rusia”

 

            Con este título, Francisco I, el argentino, ha “echado más sal a la herida” en el alma de los ucranianos, al decir que los rusos jóvenes son los herederos hoy en día, de la herencia de “la gran Rusia.” Estas fueron sus palabras que aparecen en un video difundido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, en la red YouTube: “Son hijos de la gran Rusia, de grandes santos, de reyes, de Pedro el Grande, de Catalina II, de un pueblo ruso de gran cultura y de gran humanidad. No olviden nunca este gran legado. Son herederos de la gran Madre Rusia, sigan adelante con ello.” Los jóvenes le veían y escuchaban simultáneamente en un templo de San Petersburgo, la antigua Capital zarista, por medio de una videoconferencia emitida por el Papa desde la Santa Sede, en el Vaticano. Pero el desatino no pudo ser mayor cuando lo que menos se esperaban los ucranianos eran palabras halagadoras de una Rusia y hacia una Rusia, que, en honor a la verdad, muy pocas veces ha sido grande, mucho menos “de gran humanidad,” según dijo Francisco textualmente, cuando en estos momentos los misiles lanzados cobardemente por los militares rusos, caen y despedazan ciudades y vidas civiles de mujeres, ancianos y niños en Ucrania. El desatino ha sido de grandes proporciones y ha significado una auténtica y gran bofetada a Ucrania, su pueblo, sus soldados, su pueblo y sobre todo, a sus mártires, que han sido asesinados flagrantemente por la soldadesca rusa invasora. Lo que debió hacer el Papa en este caso particular, era no participar en la videoconferencia y guardarse sus lisonjas para el momento cuando la guerra hubiere terminado.

 

            Es por lo anterior, que el portavoz del Ministerio del Exterior de Ucrania, dijo al respecto: “el lenguaje del Papa ha sido muy desafortunado.” Así según Oleg Nikolenko, quien no ocultó su enfado y su humillación, y el asunto adquirió mayores ribetes cuando el Kremlin se mostró complacido por el mal e inoportuno discurso papal. Fue cuando salió “a su encuentro” el portavoz del gobierno ruso, Dmitri Peskov, quien dijo: “El Pontífice –a la postre muy amigo de Putin-, conoce la historia de Rusia y eso está muy bien; y es que el hecho de que el Pontífice esté en sintonía con estos esfuerzos (¿?), es muy, pero muy gratificante.” Evidentemente, los rusos tienen que sentirse agradecidos, más todavía en medio de una guerra genocida que están llevando a efecto en suelo ucraniano, por los conceptos tan altisonantes que dejó escuchar el argentino en favor de los rusos y lo que han sido a través de la historia, según él.

 

            Desde todo ángulo que se observe este desaguisado, Francisco el argentino no debió siquiera tocar este espinoso tema, y, por el contrario, hacer verdaderos y profundos esfuerzos vaticanos, por alcanzar la paz en la región en guerra y convencer a su amigo Vladímir Putin, de devolverse hacia Moscú con sus tropas invasoras, estancadas en las trincheras y expulsadas paulatinamente por el valiente ejército de Ucrania.

 

            La reacción de la Nunciatura Apostólica en Kiev, Ucrania, mediante un comunicado, fue en estos términos: “tras el encuentro telemático con estos jóvenes (rusos), surgieron algunas interpretaciones, según las cuales, el Papa Francisco habría animado a los jóvenes católicos rusos a tomar el ejemplo de algunos personajes históricos rusos, conocidos por sus ideas y acciones imperialistas y expansionistas, llevadas a cabo en detrimento de los pueblos vecinos, incluido el ucraniano. Si bien la Nunciatura defiende que el Papa Francisco nunca ha fomentado las ideas imperialistas y rechaza firmemente estas interpretaciones, ya que el Papa Francisco nunca ha fomentado las ideas imperialistas. Por el contrario, es un acérrimo opositor y crítico de cualquier forma de imperialismo o colonialismo, en todos los pueblos y situaciones. En esta misma clave deben interpretarse también las palabras del Romano Pontífice, pronunciadas el pasado 25 de agosto.” Así, intentó explicar y poner fuera “del foco” al polémico actual jefe de la Iglesia Católica.

 

            Lo que procedía, antes de esta amarga coyuntura, nada feliz ni constructiva, era no participar en el videoconferencia, guardarse sus halagos, reales o fingidos, a los jóvenes rusos, quienes, en cualquier momento, serán llamados a filas por Putin para que vayan a combatir a Ucrania, y/o exteriorizarlos por otros canales o hasta el final de la guerra, si tanto le urgía congraciarse con la dictadura que tiene oprimido al pueblo ruso y cuyo líder y principal garante, es su amigo Vladímir Putin, un personaje de nuestro tiempo que tiene sus manos manchadas de sangre y es requerido por la justicia internacional por crímenes de lesa humanidad en el territorio que él ordenó invadir en Ucrania.

 

Reacción vaticana

 

            Ante el comprensible enojo del gobierno de Kiev, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, ha tratado de apaciguar los ánimos de los líderes ucranianos: “El Vaticano –comenzó diciendo en un comunicado oficial-, no alentó ideas imperialistas durante la conexión telemática que mantuvo con los jóvenes católicos de la Federación rusa (…). En sus palabras de saludo, dirigidas en días pasados a algunos jóvenes católicos rusos, como se desprende del contexto en el que las pronunció, el Papa pretendía animar a los jóvenes a conservar y promover lo que hay de positivo en el gran patrimonio cultural y espiritual de Rusia, y ciertamente no exaltar lógicas imperialistas y personalidades gubernamentales, citadas para señalar determinados períodos históricos de referencia.” Puntualizó.

 

            Y es que, dentro de ese devenir histórico que citó el Papa, según él de talante “glorioso de la Madre Rusia”, el pueblo ucraniano sufrió indeciblemente los desmanes de dictadores tan criminales o más, que el actual que gobierna desde el Kremlin. Sino, recordemos la hambruna a la que fue sometida Ucrania durante la tiranía de Josef Stalin, que acabó con millones de ucranianos, merced al hambre al que fue sometido este país que sufría el yugo de la Unión Soviética, cuando las ansias de independencia y libertad eran las que privaban en aquel instante preciso. Hay mucho porque resentir a los rusos y muy poco para agradecer, pero eso parece haberlo obviado Su Santidad el argentino o, simplemente, es desconocedor de la historia real y verdadera de Rusia y su relación con las naciones vecinas, en este caso Ucrania.

 

            Aparte de este tema en particular, las alocuciones de Francisco I han sido una y otra vez extraordinariamente comprometedoras y hasta peligrosas para la misma Iglesia Católica; basta recordar el enojo que causó en los dictadores de Nicaragua, Daniel Ortega y su mujer (practicante de la hechicería y de la magia negra, por demás), cuando comparó a su tiranía con el nazismo. Posterior a esas desafortunadas palabras del Pontífice, se desató en Nicaragua una cacería sin parangón de monjas, obispos y sacerdotes, que terminó con la expulsión de decenas de ellos, la confiscación de sus bienes en Bancos y otras entidades financieras, el cierre y expoliación de templos católicos y el encarcelamiento de varios de esos ministros de la Iglesia.

 

            Tampoco se ha manifestado acerca de los golpes de Estado sucedidos en naciones africanas y da la impresión de que está ajeno, conscientemente, de esas situaciones o simplemente no les importan. Aparte de este tema, su enviado a Rusia y Ucrania para detener el conflicto armado, fue un rotundo fracaso y con la misma celeridad con la que partió hacia Kiev y Moscú, con la misma celeridad Francisco el argentino se ha olvidado del sufrimiento del pueblo de Ucrania, atacado diariamente por el salvajismo de “la cultura rusa”, de la cual se ha manifestado en su favor, en forma tan grandilocuente.

 

            A todo lo anterior, a esos desaciertos tan penosos de parte del Papa actual, hay que sumarle su inacción, su evidente y convincente pereza por salirle de frente a los problemas mundiales, detenerlos o por lo menos, atenuarlos; pero parece que la comodidad en los aposentos del Vaticano le ha llenado su cabeza de insensatez y a su espíritu de inacción, de indolencia y de ausencia, en momentos cuando el mundo reclama por una voz espiritual fuerte y definitoria.

 

            Por todo lo visto, lo mejor sería que diera un paso al costado… su renuncia le haría mucho bien a la Iglesia, a la humanidad y a la cordura. Aunque, ante tal posibilidad de marcharse, tampoco está preparado Francisco el argentino, talvez porque su moral o su inteligencia, no le dan para “tanto.”


Los Años Finales de don Juan Carlos de Borbón,

el Rey Emérito Español, son

de Auténtico Terror

 

MADRID, España-Se debe partir de la base que don Juan Carlos no tuvo niñez. Se la arrebataron. Nació en Roma, Italia, el 5 de enero de 1938, y al poco tiempo, lo metieron en un mundo no propicio para un menor de edad, en la que fue indoctrinado por su tutor, quien era nada menos que el dictador de este país, el Generalísimo Francisco Franco Bahamonde. Este personaje que, dicho sea de paso, marcó a España con el fierro rojo, candente por el fuego de la historia, “en toda su piel”, pidió a don Juan de Borbón -quien debió ser el Rey español pero fue hecho a un lado por el mismo Franco-, que le entregara a su hijo para criarlo y prepararlo en todo lo concerniente al manejo del poder cuando él muriera. Tal y como aconteció.

 

            Así comenzó “la Odisea” de este chico, quien tenía que observar y cumplir el reglamento, la etiqueta y el protocolo del gobierno al que debía servir cuando el caudillo muriese. Nada de niñez, muy poco de juegos con amigos, mucho de labores pre-gubernamentales y, en la adolescencia, cumplir con el servicio militar.

 

            Dando un salto en el tiempo, arribamos a la muerte del Generalísimo, el 20 de noviembre de 1975. Fue cuando Juan Carlos I se convirtió en Rey de España, con la colosal tarea de avenir a las partes, a los amigos del franquismo y a los enemigos que se contaban por millones y que estaban, en su gran mayoría, en el exilio. A partir de su ingreso a la patria, tenían que observar a sus némesis ideológicos, los ultraderechistas acuñados y aglomerados bajo el ala franquista, como sus hermanos de nacionalidad y Juan Carlos tendría que “mostrarles el camino…”

 

            A partir de su ascenso al poder, don Juan Carlos I fue modelo, no solo para la sociedad española, sino para la europea en general; incluso, su monarquía llegó a opacar en decencia y decoro, a la mismísima inglesa y los comentarios y el cariño que generaba el Palacio de la Zarzuela, sede de los Reyes, eran apoteósicos, venerables, admirables y extraordinarios. Sin duda alguna, lo estaba haciendo muy bien el joven Rey.

 

Ansias de libertad

 

            Hay que tomar en consideración que las tareas intrínsecas de la Casa Real fueron cumplidas a cabalidad, en especial aquellas tres que urgían se dieran en el país; a saber: la preservación y consolidación de la democracia, la curación de la herida en el alma nacional surgida después de la guerra civil en la que resultó ganador Francisco Franco y dio inicio su prolongada dictadura y la obtención del respeto entre todas las facciones y grupos antagónicos desde el aspecto político-ideológico, de tal manera que en España llegaron a coexistir marxistas ateos con falangistas católicos y los demócratas en una posición centrista y en ningún modo despreciable ni indiferente.

 

            Así fueron transcurriendo los años desde aquel 22 de noviembre de 1975 cuando asumió el poder de la nación don Juan Carlos, hasta el 18 de junio del 2014, cuando abdicó a favor de su hijo, quien se convirtió por derecho propio en Felipe VI. Otro personaje que tampoco tuvo niñez, debido a las tareas monárquicas que, como Príncipe de Asturias, tuvo que asumir desde muy temprana edad. Y, a partir de su alejamiento del Trono, comenzaron los entuertos, “las pifias”, los escándalos, la supuesta corrupción, la persecución de la prensa siempre ávida de informaciones sensacionalistas y, a cada error en el que incurría (o le hacían incurrir), su prestigio de hombre centrado, culto, sabio, del Rey amado por su pueblo, iba cayendo “en picado”, hasta el día de hoy cuando transita por su ancianidad y en su papel de Rey Emérito.

 

            A grandes rasgos, se pueden citar sus amoríos, sus affaires con una y otra mujer, quienes no siempre pertenecieron a la realeza en modo alguno, mientras un sector del ala feminista española le atacaba por “el sufrimiento que estaba causando a la Reina Emérita, doña Sofía, su esposa.” Últimamente está envuelto, en una edad en la que todo hombre debería estar tranquilo en su sillón de lectura, cómodamente sentado, con sus obras literarias preferidas y con una taza de té al lado, en un embrollo que una danesa caza-fortunas, llamada Corina Larsen, muchísimo más joven que don Juan Carlos, le ha metido, tratando de sacarle hasta el último “penique” que el Emérito supuestamente tiene en los Bancos suizos y saudíes. De hecho, don Juan Carlos tuvo que abandonar España, “para no enturbiar el buen desarrollo de la gestión monárquica de mi hijo, Felipe VI.” Fue a parar a Abú Dabi, donde se le trata con los honores propios de un Rey en el retiro.

 

            Así mismo, se le ha acusado de despilfarrar el dinero cuando el pueblo español vivía estrujado por la crisis económica mundial, de irse de caza a Botswana, donde apareció junto a un elefante muerto, dándoselas de extraordinario cazador. A su regreso a España fue insultado, más odiado y rechazado por aquel pueblo que le llegó a admirar y querer incondicionalmente, cuando estuvo en la cúspide de su reinado.

 

            Hay quienes dicen que todos esos deslices de don Juan Carlos se deben “al tiempo invertido” que ahora está viviendo; es decir, inconscientemente ha tratado de vivir los años mozos que la preparación para ejercer el gobierno, le arrancó de su alma infantil y de adolescente… Don Juan Carlos está viviendo lo que no pudo vivir bajo la sombra de Francisco Franco y sus ministros de Estado. Es posible. Habría que escuchar, en tal sentido, las voces de los expertos en psicología, para saber qué dicen ellos al respecto. Empero, la realidad suya, vista con simpleza, nos indica, con base en las evidencias que se dan casi a diario y que la prensa reproduce, que sale de un lío para meterse en otro, algo no recomendable para un hombre de su edad, a sus 85 años, que tiene en este momento cuando redactamos el presente reportaje. Y “para muestra un botón:” hace unos meses retornó a España para participar en una regata, a bordo de su yate “El Bribón”. Su presencia, a pesar de caminar ayudado por un irrenunciable bastón, desató “huracanes y tornados” de todos los colores e intensidad y hubo, incluso, quien pidió que le retuvieran y encarcelaran por los supuestos actos de corrupción en los que posiblemente está inmerso don Juan Carlos. Al final le dejaron ir tranquilo y hasta anunció su retorno próximo…

 

El horrendo rumor de un asesinato

 

            En las fechas últimas, para tirar más “estiércol” sobre la personalidad y vida de don Juan Carlos, ha salido a la palestra el Príncipe italiano Víctor Manuel de Saboya, hijo del último Rey de Italia y, a la sazón, primo del Emérito, con el argumento de que don Juan Carlos fue el que mató a su hermano cuando ambos eran niños. Una acusación descarnada, cruel y mal intencionada, capaz de acabar con la salud y la poquísima alegría que podría haber en el alma del Rey español. “Mató a su hermano. Yo estaba allí.” Recalcitró el de Saboya, recientemente y a la prensa de su país. Y es que ambos tuvieron una relación amistosa y familiar muy cercana, cuando las dos familias estuvieron en el exilio. “Fue allí donde yo conocí secretos sobre el Rey Juan Carlos que no puedo revelar.” Aseveró el frustrado Príncipe italiano que nunca pudo ascender al Trono de Italia, por tratarse de una nación que abolió la monarquía y vive dentro de un régimen presidencialista y democrático. Y añadió sobre don Juan Carlos: “Era muy poco educado con mi mujer y conmigo cuando teníamos desencuentros; y no sé por qué, porque siempre fuimos muy amables y él lo sabía. Yo estaba allí. Estábamos en el exilio y solíamos dispararles a tarros y botellas en la playa de Cascais. Tengo muchas cosas que contar, pero no puedo. Cosas sobre Juan Carlos.” Insistió el primo traidor, dando a entender a los periodistas que, si insistían un poco más, le harían hablar semejante a una catarata de confesiones, recuerdos prohibidos y apuñalamientos al alma del Rey Emérito español.

 

            Pero en lo que sí hizo hincapié fue en el relato del  fatídico día cuando don Juan Carlos asesinó a su hermano, Alfonso de Borbón, quien contaba apenas con 14 años de edad en aquel momento. Lo enunció para Netflix, para el documental que se estaba rodando apenas, llamado “El Príncipe que nunca reinó.” Y esta es la descripción que Víctor Manuel de Saboya hizo a los documentalistas: “Fue en uno de esos días, en el otoño de 1950, cuando en un festivo, el Rey Juan Carlos subió al segundo piso conmigo y su hermano Alfonso. Allí, jugando con un arma, el Rey le disparó a su hermano y lo mató. Se llamaba Alfonsito. No le disparó directamente, sino a través de un armario. Yo estaba allí. Fue un accidente al cien por cien. Escondí mi arma inmediatamente. Si no, me habrían vuelto a culpar.” Esta otra sombra, más negra que todos los yerros que hemos citado sucintamente en este reportaje, es semejante “a la espina en la pata del león” y un tema al que siempre los Borbones españoles han eludido y se han negado siquiera a comentar levemente y en privado.

 

            El mismo Víctor Manuel de Saboya narró en el mismo documental, que mató, no intencionalmente, a un joven noruego de 19 años de edad, a quien había acusado de robo. El muchacho falleció al instante en 1978, durante un verano en Córcega, Francia. Su nombre era Dirk Hammer y, supuestamente, había robado un bote inflable marca zodiac, del yate del Príncipe italiano. Víctor Manuel fue hallado culpable por un tribunal francés y condenado a prisión en 1987; pero, en 1991, resultó absuelto de dicho cargo.

 

            Retornando al caso de don Juan Carlos y la muerte de su hermano menor, don Alfonso de Borbón, la prensa española no ha dejado de elucubrar, especular, suponer, asegurar y hasta culpar al Rey Emérito de aquella trágica situación que segó la vida del jovencito de su misma sangre. Es así como uno de los diarios de mayor tiraje en la península Ibérica, relata lo que supuestamente fue el asesinato de don Alfonso en 29 de marzo de 1956, en Estoril, Portugal, donde la familia Real se encontraba exiliada, lo mismo que la Casa de Saboya: “Estando el infante don Alfonso de Borbón limpiando una pistola de salón con su hermano, la pistola se disparó (¿!), alcanzándole en la región frontal, falleciendo a los pocos minutos. El accidente sucedió a las 20:20 horas, al regresar de los oficios de Jueves Santo, donde había recibido la sagrada comunión.” De hecho, este fue el comunicado redactado y difundido por don Juan de Borbón, Conde de Barcelona, padre de los dos muchachos. Aunque el periodista insiste en escribir que don Juan Carlos “nunca ha hablado públicamente de lo que realmente sucedió aquella tarde en Estoril.” No obstante, en un documental emitido recientemente por la TV francesa, don Juan Carlos tocó el tema tabú ante la periodista Laurence Debray. Fue cuando dijo en referencia a su hermano fallecido: “Le echo mucho de menos –pronunció con la voz entrecortada y los ojos humedecidos por el llanto-, era muy simpático. Le quería mucho, le quería mucho. Echo de menos no tenerlo al lado, el no poder hablar con él, el no poder discutir con él.”

 

            Quienes conocieron al pequeño Alfonso, como en su día el periodista Juan Balansó, lo describen de esta manera: “(…) era un niño muy travieso y despierto, simpatiquísimo, que alegraba la vida a quienes le conocían.” Otras personas que le vieron, no dudan en señalar que, a pesar de ser el más pequeño de los cuatro hijos de don Juan de Borbón y María de las Mercedes, “Alfonsito despuntaba (de todos ellos), por su cabeza (inteligencia) privilegiada.”

 

            Aunque un pasaje, narrado por la misma doña María de las Mercedes, en su libro de Memorias, aseguró que “el día que murió Alfonso, se me paró la vida.” Y su esposo, el Conde de Barcelona, don Juan, y su hijo mayor, Juan Carlos, acentuaron la distancia que ya existía entre ambos. “Tras el disparo accidental y el fallecimiento de Alfonso, mi esposo cogió al entonces joven Juan Carlos, nuestro otro hijo, por el cuello y le gritó enfurecido: ‘¡Júrame que no lo has hecho a propósito!’” Ese día, ese desgraciado día, se encontraba la familia Real en Villa Giralda. Doña María estaba charlando “frivolidades” con unas amigas que estaban de visita en casa; y don Juan en su despacho, leyendo. De repente, en la segunda planta de la residencia, se escuchó un disparo, y, seguidamente, los gritos desaforados y desesperados de Juan Carlos llamando a su padre. Cuando el papá ingresó a la habitación, encontró a Alfonsito en medio de un charco de sangre que emanaba de su cabeza, por causa del disparo. La versión oficial que ha circulado a través de los años, asegura que el arma se disparó accidentalmente en la cara del niño; incluso, el día anterior, habían estado ambos, disparando a las farolas con la misma pistola. Estaban aburridos durante sus vacaciones de Semana Santa, narró posteriormente el propio Rey Emérito, en reminiscencia de lo que ocurrió. Don Juan les había prohibido a los dos jugar con tan peligroso artefacto, pero no le obedecieron hasta que sucedió el percance, el peor trauma de la familia Real española y a temprana edad. El niño de 14 años fue sepultado en Estoril; pero en 1992, sus restos fueron trasladados al panteón de El Escorial.

 

            En el libro “El Precio del Trono”, escrito por Pilar Urbano, publicado por la Editorial Planeta, de España (reconocida mundialmente), se da otra versión sobre lo acaecido en aquella oportunidad. Veamos: “Es Jueves Santo. Juan Carlos ha acudido ese día a una misa, en la iglesia de San Antonio de Estoril junto a su padre, Juan de Borbón, su madre, María de las Mercedes de Borbón, su hermano Alfonso, de 15 años de edad, y sus hermanas Pilar y Margarita. La familia había ido a misa por la mañana. Después, doña María y Alfonsito pasaron por la modista para recoger unos trajes que ella tenía encargados allí. Comieron pronto porque a las 15:00 Alfonsito jugaba el torneo de golf Visconde de Pereira Machado. Después del torneo, al que toda la familia va a jalear a Alfonso, todos regresan a casa sobre las 19:00. El personal de la casa libra ese día. Están allí Anne Diky, institutriz de Alfonsito; José Garrido, preceptor del infante Juan Carlos; don Juan, que se queda en la planta segunda escribiendo cartas en su despacho, y en frente, con la puerta de la salita abierta, doña María acompañada por una amiga, María Arnús. Juan Carlos y Alfonso suben a la planta tercera, donde están los dormitorios. Son las 20:00 de la tarde. Un disparo resuena en la casa. Juan de Borbón acude, corriendo, al cuarto donde juegan sus hijos. Al abrir la puerta, se encuentra a Alfonsito, como lo llamaba de manera cariñosa, tumbado en el suelo y con un tiro en el rostro. Muere prácticamente en el acto.” Describe la autora en su obra literaria.

 

            Desde luego que hay versiones en toda España en torno a este asunto, como hay periodistas y escritores y cada uno, así parece, tiene su propia versión. Lo cierto es que todas confluyen en una sola conclusión: el disparo fue hecho por Juan Carlos, pero fue accidental, nunca intencional. Solo el Príncipe italiano, quizás en su afán de ganar un poco de notoriedad, ahora que casi nadie se acuerda de él, ha querido enlodar la imagen de don Juan Carlos, ahora que es Rey Emérito y que la edad le ha envuelto por completo y casi no le deja vivir. Pero siempre será oportuno recordar lo que sucedió en el interior de la residencia después del entierro de Alfonso, el niño mártir de la familia de los Borbones españoles. Fue sepultado en la más estricta intimidad en Estoril, como ya hemos dicho. Varios nobles españoles ahí presentes, llevaron bolsas con tierra recogida en España y la esparcieron encima de la sepultura. En 1992 fue exhumado y nuevamente sepultado, pero esta vez en el panteón familiar en Madrid. Pero repasemos lo que aconteció aquella tarde al regresar del sepelio, entre el padre, don Juan de Borbón y su hijo Juan Carlos: “Inmediatamente, después del entierro -cita la escritora Pilar Urbano-, al llegar a casa, Juan de Borbón le dice a su hijo que no se quite el uniforme, que no se queda en casa y que se vuelve a la Academia. Allí regresó, como un zombi, hundido, melancólico, sin ganas de bromas, de conversación ni de juerga. Sus compañeros lo veían. Su amigo Travesedo confirmó que le temblaban las manos a don Juan Carlos la primera vez que volvió a coger el mosquetón en la Academia.” Y la misma autora afirma que el Rey Emérito pensó quitarse del medio, de renunciar a todos sus derechos sucesorios y encerrarse en un monasterio. Tal la pesadumbre, la depresión y el trauma que se cernía sobre su espíritu.

 

            Todo lo narrado es historia. Trágica, pero historia al fin y al cabo. La policía lusitana, por aquel entonces, realizó su trabajo rutinario de manera profunda y cerró el caso tildándolo de lo que fue… “un accidente.” Aunque haya personas –no tan personas-, como Víctor Manuel de Saboya, que insisten en abrir la gran cicatriz en el alma de los Borbones y vaciar cardos en esa herida que talvez nunca sanó a pesar de las especulaciones generales.


Putin al Contraataque. Lo que Hallaron en la

Casa de Prigozhin, el Golpista

 

SAN PETERSBURGO, Rusia- Con esa frialdad que le caracteriza, el dictador ruso, Vladímir Putin, observó el desarrollo y desenlace del golpe de Estado que iba a propinar el mercenario y renegado judío Yevgueny Prigozhin, quien se atrevió a llegar, liderando un convoy de varios camiones militares, a 200 kilómetros de Moscú. Con mucho tiempo de anticipación, este criminal líder del Grupo Wagner, compuesto por presidiarios y demás lumpen social de Rusia, había avisado su descontento con la cúpula política y militar de su país y su deseo de derrocarlos. Putin simplemente lo esperó y es muy posible, dentro de los márgenes de la especulación, que se haya comunicado vía telefónica con su lacayo, el dictador de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, para que convenciera al golpista y le hiciera desistir de su ataque al Kremlin. Frialdad, cálculo y el momento propicio para dar el zarpazo a Prigozhin, es lo que ideó Vladímir Putin y es lo que estamos viendo en este momento en Rusia.

            El dictador ruso no cambió su compostura, no se exasperó y dejó escuchar a la prensa y al mundo entero, que ofrecía al Grupo Wagner la posibilidad de marcharse a Bielorrusia, que sus combatientes se introdujeran en las filas del ejército ruso y terminaran sus vidas de manera tranquila. Ello iba dirigido también a Prigozhin, quien, después de muchos años de amistad y complicidad con Putin en sus aventuras bélicas más allá de las fronteras de Europa, sabía de lo que estaba hablando y no podía confiarse en modo alguno. Una de las características de la mente de Putin es precisamente el “no olvido”, siempre retiene en su subconsciente los nombres y figuras de sus enemigos y Prigozhin osó amenazarle con bajarle del poder y apoderarse de todo el país. Era demasiado para perdonar de parte de un individuo que no conoce lo que es el perdón.

 

Primeras acciones de respuesta

 

            Lukashenko insiste en decir que el renegado no está en Bielorrusia, a pesar del acuerdo entre ambos de que se establecería en esta nación satélite del gobierno ruso; y así lo ha explicado en conferencia de prensa celebrada en su palacio de Minsk: “En cuanto a Prigozhin, está en San Petersburgo. ¿Dónde está esta mañana? Puede haber partido a Moscú o a otro lado, pero no está en territorio bielorruso. Sé con certeza que está en libertad. Es un hombre libre.” Recordó que el mismo Prigozhin le aseguró que “seguiré trabajando por el bien de Rusia”; y agregó Lukashenko: “¿Qué pasara con él después? Bueno, en la vida puede pasar cualquier cosa (¿?), pero si creen que Putin es tan malvado y vengativo que lo machacará en algún lugar… nó, eso no sucederá.” Defendió a su amigo y jefe instalado en el Kremlin. Añadió que fue él quien intercedió a favor de la vida del golpista ante el dictador ruso, para que no diera la orden de liquidarlo: “Le dije a Putin: se le puede matar, no es un problema. Ya sea al primer intento o en el segundo, pero le aconsejé que no lo haga.” Aunque una inmensa mayoría de analistas, politólogos y conocedores de la personalidad de Vladímir Putin, creen que el asesinato, producto de la venganza, se producirá en un espacio de tiempo prudencial y, muy posiblemente, ese día ya esté marcado en la agenda personal del dictador ruso y señalado con evidente color rojo. Todo es cuestión de tiempo y esperar…

En cuanto a los mercenarios del Grupo Wagner ingresados en Bielorrusia y que participaron en el motín, Lukashenko insistió en decir que desde el territorio de su país no se atacará a Ucrania: “Nunca hemos atacado a nadie. Ya lo he dicho más de una vez. No vamos a tacar. Y nadie atacará nuestro territorio. El Grupo Wagner, al igual que el ejército bielorruso, protegerán nuestros intereses.” Sin embargo, estas afirmaciones no corresponden a la verdad ni a la realidad de los hechos, ya que el dictador permitió el emplazamiento de armas nucleares rusas hace pocos meses, en arsenales en algún lugar de Bielorrusia; y desde sus regiones adyacentes, permitió que varios ataques contra Ucrania se perpetraran al inicio de la invasión y de parte de destacamentos rusos.

            En lo que atañe a Dimitri Peskov, portavoz del Kremlin, al ser consultado por los periodistas sobre este mismo tema, indicó: “No vigilamos sus movimientos. No tenemos ni la posibilidad ni el deseo de hacerlo.” Una falacia enorme, monumental, de parte del vocero del Kremlin, quien, sin dudarlo un ápice, ha dicho sus palabras a manera de eco del pensamiento y la estrategia sigilosa de Putin. El gobierno ruso, simplemente, no puede perder de vista a un sujeto que ha ido más lejos que ninguno, todavía más que los disidentes que llenan las cárceles de Rusia, porque intentó hacerse con el poder mediante un alzamiento armado. Pero la verdad sobre las intenciones del Kremlin salió a la luz pocas horas después, cuando la policía ingresó a la casa de Prigozhin en San Petersburgo, la allanó abiertamente, apoyándose en la fuerza desmedida y en compañía de una nube de periodistas afectos y adictos al Kremlin, quienes han narrado las incidencias tal y como Putin lo anhelaba. De hecho, la televisión Estatal iba transmitiendo el acontecimiento en forma directa, de tal manera que los rusos comunes se iban enterando fielmente de lo que estaba sucediendo en la guarida del renegado y asesino golpista.

            Los analistas extranjeros consideran que la acción persiguió dos cometidos: 1. vengar la osadía de levantarse contra Putin; y 2, ensuciar la imagen –de todas maneras sucia-, del renegado y hacerle ver como un demente capaz de efectuar cualquier crimen en cualquier momento y lugar.

            Las imágenes captadas y difundidas por la cadena Estatal Rossiya, no dejan dudas acerca de los gustos del judío nacido en Rusia, Yevgueny Prigozhin, que rozan el peor de los patetismos; es decir, compraba demasiados objetos, los acumulaba, semejante a un “museo del horror”, únicamente con el propósito de sentirse bien entre tanto materialismo. El periodista que iba narrando las incidencias cuando la policía buscaba dentro de la residencia, manifestó: “la mansión de Prigozhin en San Petersburgo guarda cierto parecido con la imagen estereotipada de la casa de los horrores, pues está decorada con mal gusto y con un notable punto ‘kitsch’ (que significa estética pretenciosa, pasada de moda y considerada de mal gusto), que a menudo se vuelve inquietante.”

            Poco a poco, los oficiales fueron encontrando aquí y allá, fajos de billetes en dólares y rublos; alijos de armas, un mazo con la inscripción “para negociaciones importantes” (un arma simbólica para los combatientes de Wagner, con la que cometieron múltiples torturas y crímenes), lingotes de oro, una colección de pelucas (¡?) en un armario, pasaportes falsos con sus nombres también falsos y una fotografía que muestra cabezas cortadas de seres humanos, no se sabe en qué lugar ni cuándo fue perpetrado tal horror. Posiblemente durante una de las tantas guerras en las que ha participado el Grupo Wagner, liderado precisamente por este individuo de apellido Prigozhin. Un periodista occidental, acreditado en Rusia, así le ha descrito: “(…) es uno de esos personajes pícaros, mafiosos y oscuros que hizo fortuna tras el hundimiento de la Unión Soviética (URSS). Su caída en desgracia, inevitable después de darse la vuelta y aceptar el exilio en Bielorrusia, le ha marcado para siempre, pues Putin le acusó de ‘apuñalar’ a Rusia por la espalda. Desde luego, las imágenes retransmitidas (…), en la televisión rusa, parecen evidenciar que la memoria del personaje va a ser tan desprestigiada como sea posible.” Y es que todas esas imágenes han sido reproducidas por jerarcas rusos en sus respectivas cuentas en las redes sociales; así mismo, el diario inglés The Telegraph ha mostrado fotografías de Prigozhin usando sus pelucas “en lo que no queda claro si era material para una delicada operación en la que tenía que pasar desapercibido o para una fiesta de disfraces de gusto dudoso. Si el objetivo de Moscú es desacreditar al mercenario, los servicios secretos rusos están demostrando que nada es más destructivo para el poder, que la burla y el ridículo.” Cita el tabloide.

 

Amenazas del delincuente en fuga

 

            Desde algún lugar de Bielorrusia o de Rusia misma, el ex líder de Wagner, Yevgueni Prigozhin, difundió comentarios en las redes sociales después del alzamiento contra el poder central en Rusia. Criticó una vez más a la cúpula rusa, aseguró que fue el grupo que él dirigía, el que neutralizó casi toda la resistencia de las tropas rusas cuando se dirigía a Moscú y que recibió el calor, los aplausos y la complacencia de las distintas poblaciones, que parecían estar de acuerdo con su levantamiento armado. “Dimos una clase magistral. Nuestra marcha de la justicia –dijo textualmente Prigozhin-, tenía como objetivo combatir a los traidores y movilizar a nuestra sociedad. Y creo que mucho de esto lo hemos logrado. En un futuro cercano, estoy seguro de que verán nuestras próximas victorias en el frente (sin especificar a cuál frente se refería).” Pero, a pesar de su discurso triunfalista, el Grupo Wagner ha sido desmantelado paulatinamente después de su ingreso en Bielorrusia, a no dudar parte del plan concebido por Putin y ejecutado por Lukashenko y lo que podría sobrevenir próximamente, podría ser el encarcelamiento de los combatientes de Wagner, su desaparición o su utilización en los regimientos de vanguardia en Ucrania, donde caerán fácilmente bajo las balas del ejército ucraniano. Pero que quedarán impunes… eso nadie se lo cree.

            Retornando a Prigozhin, ha dicho que su finalidad era la destitución del ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, quien se refirió así al intento de golpe de Estado: “Sus planes fracasaron principalmente porque los miembros de las Fuerzas Armadas rusas demostraron lealtad a su juramento y al deber. El levantamiento fue un intento de desestabilizar a Rusia, pero no afectó al trabajo de nuestras tropas en Ucrania”, donde, en honor a la verdad, cada día son más y más los muertos y los blindados destruidos a manos de los ucranianos, quienes, en este momento, poseen más tanques en el terreno que los mismos rusos, quienes han perdido miles de esos aparatos.

            En otra arista de la crisis, ha salido a la luz pública otro personaje de la Rusia actual, apodado “el General Armagedón”, cuyo verdadero nombre es Sergey Surovikin, quien se desempeñó como subcomandante de las operaciones militares rusas en Ucrania, hasta que fue destituido por Shoigu. Según The New York Times, parafraseando a agentes del servicio secreto estadounidense, el alto oficial tuvo conocimiento previo de que el mercenario Prigozhin estaba planeando una rebelión contra la dictadura “empotrada” en Moscú. Incluso, “flota en el aire” la sospecha de que este militar degradado, quien tenía suficientes motivos para estar enfadado con la cúpula militar rusa, habría ayudado a planificar el ataque contra el Kremlin. “Ayudó a planificar las acciones de Prigozhin el fin de semana pasado”, cita textualmente el periódico neoyorquino. Agrega que otros altos militares rusos participaron en el “putsch” (golpe), pero permanecen ahora en las sombras, en el más absoluto silencio y con el perfil bajo, tratando de evitar ser descubiertos por la cacería que ha desatado el espionaje ruso en las altas esferas militares del país.

            Surovikin también es conocido con el mote de “el carnicero de Siria” debido a las tácticas feroces que puso en el campo de batalla contra el también criminal Estado Islámico, Isis o Daesh; y es por esa ferocidad que fue puesto al frente de las operaciones en Ucrania por parte de la cúpula militar de Moscú. No obstante, tras las consecutivas derrotas a manos de los ucranianos, en enero del presente año, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, lo desplazó de ese importante cargo y nombró al Jefe del Estado Mayor, General Valery Gerasimov, para supervisar la fallida campaña; y Surovikin permaneció como su adjunto. Suficiente para sentir rencor y deseos de venganza contra Shoigu y por ello se decantó por favorecer a Prigozhin, del Grupo Wagner, antes y durante el alzamiento en armas.

            En lo que respecta al futuro inmediato o lejano del Grupo Wagner y su ex líder, Yevgueni Prigozhin, los temores, las especulaciones y las dudas van y vienen. Y el primer paso que dio el Kremlin, después de fingir que no había pasado nada después de la intentona de asonada, fue clausurar la página comercial de Wagner en Vkontakte, la plataforma por antonomasia de redes sociales rusas. Luego, cerró varios centros de reclutamiento de ese grupo en todo el país; y ha obligado a las tropas de Wagner a firmar contratos con el poder central en Moscú y se pongan bajo el mando del ejército ruso; aunque este último punto es uno de los más controversiales, de acuerdo a una publicación hecha por el medio ruso Meduza, donde varios miembros de este grupo de renegados dan sus puntos de vista. Por ejemplo, han dicho: “el ejército se ha convertido en una bomba para drenar constantemente los fondos del presupuesto, que no llegan a los soldados.” O sino este otro: “Actualmente, las únicas personas que tienen una opinión positiva del ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, son las que están al mando de los flujos de efectivo. Todos los demás, piensan muy mal de él.” Incluso reclaman porque, entre mayo del 2022 y mayo del 2023, Vladímir Putin dio al Grupo Wagner la friolera de US$1,000 millones, que no llegaron nunca a su destinatario y en la actualidad se desconoce el punto de llegada de ese caudal de dinero.

            Otros mercenarios consideran que Prigozhin “perdió la cabeza y es como si tuviera un boleto gratis para un circo de mierda.” Por otro lado, el periódico inglés The Guardian, ha publicado las declaraciones de un ex comandante de Wagner, en las que confiesa que “es muy poco probable que muchos soldados se unan al ejército regular ruso (en parte porque) Prigozhin es extremadamente popular entre sus tropas y se dice que muchos combatientes le son leales. ¡Es Wagner o nada!” Puntualiza.

            Otro rotativo inglés, en este caso The Telegraph, indica que agencias de inteligencia rusas amenazaron a líderes de Wagner con hacerles daño a sus familiares en el momento cuando se dirigían hacia Moscú y que ello incidió para que Prigozhin y sus hombres se echaran atrás y abortaran su plan de llegar hasta la Capital de Rusia. Así mismo, ha salido a la luz el vocabulario nada diplomático que habría utilizado Lukashenko, dictador de Bielorrusia, en su conversación con el judío renegado, cuando le advirtió que si no deponía las armas “lo aplastaremos como a un insecto” y que era mejor que se alojaran en las bases militares que Bielorrusia ponía a su disposición. Aseguró de paso, que “Wagner no custodiará ningún arma nuclear desplegada en Bielorrusia.” Es decir, todo lo anterior se puede resumir en una famosa frase mundialmente reconocida: “se les ha atado de pies y manos a estos mercenarios, de parte del Kremlin.”

            En otro lugar del planeta, esta vez en la Base Aérea Khmeimim, en Siria, fue detenido un jefe de una unidad del Grupo Wagner y tres comandantes más de alto rango. Así según el periódico ruso Kommersant, cuyo propietario es el jeque árabe Al-Hadath. Mientras tanto, en la Duma, el parlamento títere de Putin, se discutirá el proyecto de ley para brindar estatus legal a las compañías militares privadas que se forman, desarrollan y actúan en Rusia.

            No obstante, para el jefe del Comité de Defensa de la Duma estatal rusa, Andrey Kartapolov, en un artículo en el periódico Vedomosti, “los combatientes de Wagner no hicieron nada reprensible, porque simplemente se limitaban a seguir las órdenes de sus comandantes. Todas las preguntas deben dirigirse al jefe de Wagner. Josef Stalin dijo que los niños no responden por sus padres. El que inició la rebelión debería ser el responsable. (Además) Wagner es la unidad militar más efectiva en Rusia y disolverla sería un regalo para la OTAN y Ucrania.” Aseveró.

            En un intento de síntesis, solo queda afirmar que Putin es quien tiene la última palabra y, por lo general y de acuerdo a lo observado en otros casos mucho más leves dentro del concepto de “la traición” que maneja el líder y dictador ruso, los culpables tienen que pagar; y es aquí donde vemos que las formas de pagar son variadas, de acuerdo “al catálogo” de Putin y van desde el envenenamiento en el extranjero, pasando por la cárcel, los trabajos forzados, la cadena perpetua, hasta el asesinato con el mayor sufrimiento y dolor posibles. Repetimos: solo es cuestión de tiempo para los mercenarios del Grupo Wagner y su ex líder, Prigozhin, un sujeto que “apretó el botón” equivocado y ahora se mantiene en fuga. Solo es cuestión de tiempo, reiteramos incasablemente. Y se ha comenzado por el allanamiento a su fea residencia. Lo demás, está por venir…


Italia de Luto:

Fallece el Incorregible Silvio Berlusconi

 

MILÁN-Desde Benito Miussolini, “il Duce”, no se veía en esta nación del sur europeo un personaje tan carismático y controversial al mismo tiempo. Amado tanto como odiado, levantó pasiones encontradas allí adonde fuera y estuviera. Su nombre… Silvio Berlusconi, un personaje con tantas facetas, como de impredecible comportamiento. El menos político de cuantos hubo en su época, pero tan llamativo y figurativo como el que más; y la verdad sobre lo que fue Belusconi, lo dicen las miles de italianos que se agolparon a la entrada de la Catedral de Milán, donde ingresaron sus restos mortales para recibir las honras de parte de la Iglesia Católica. Hubo 2,000 invitados, una cifra record que hubiesen deseado los anteriores presidentes y primeros ministros italianos, incluyendo al mismísimo dictador Benito Mussolini, colgado de los pies, junto a su amante, Clara Petacci, en una gasolinera de Milán, atrapado cuando iba de huida de Italia.

            Ha sido un funeral de Estado que surgió espontáneamente cuando se supo la noticia de su fallecimiento y ha contado con la presencia de las más altas autoridades del país, excepto del ex mandatario Giuseppe Conte, quien tomó la decisión de no asistir al sepelio. En todo caso, se le rindió homenaje con honores militares, luego de haber sido velado en Villa San Martino, una de sus mansiones, situada en las afueras de su ciudad natal, Milán. En esa oportunidad, solo los más cercanos estuvieron presentes en la vela, obedeciendo a la más estricta intimidad, así solicitada por el mismo Berlusconi, antes de morir.

 

Un cariño popular, realmente impresionante

 

            Conocido en Italia con el mote de “Il Cavaliere” (“el caballero”), tuvo un verdadero baño de masas cuando sus restos mortales abandonaron su residencia, rumbo a la Catedral milanesa: miles de simpatizantes se apostaron a ambos lados del camino, de las calles, y con aplausos iban despidiendo al coche fúnebre. Sus voces dejaban escuchar de manera audible y en coro: “¡Buen viaje, presidente!”

            Su ataúd de caoba, adornado con rosas blancas y rojas, ingresó al templo, seguido de sus familiares, mientras miles de italianos seguían las exequias por medio de pantallas gigantescas, colocadas para que nadie se perdiera la ceremonia religiosa y el último adiós a Silvio Berlusconi, el empresario millonario, el magnate de los medios de comunicación, el dueño de equipos “di calcio”, el político, el incansable conquistador de mujeres, el participante en los famosos bacanales en algunas de sus mansiones, el amigo del ex dictador libio, Muammar el Gadaffi, del genocida ruso Vladímir Putin y el amigo de la mafia, de la “cosa nostra” y de otros clanes familiares de oscura procedencia y peores actividades delictivas.

            Dentro del desarrollo de la misa en su honor, el arzobispo de Milán, Mario Delpini, no se anduvo con delicadezas y destacó abiertamente la vida que gustaba a Berlusconi: “(fue) un hombre al que le hacían feliz las cosas buenas, bonitas, los aplausos de la gente, gozar de la compañía. (Y) cuando un hombre es político, busca ganar. Tiene partidarios y opositores. Algunos lo llevan a lo más alto, otros no lo soportan. Era un hombre y ahora se encuentra con Dios.” De inmediato “una salva” de aplausos se dejó escuchar en la Catedral, de parte de las gentes emocionadas al escuchar la homilía de Monseñor Delpini.

            En calidad de escuchas, sentados en la primera fila del templo, estaban sus cinco hijos: su primogénita, Marina, presidenta de la sociedad de cartera familiar, FININVEST; y su hermano pequeño, Pier Silvio, responsable actualmente del emporio televisivo MADIASET, propiedad de su padre. Estos dos nacieron de su primer matrimonio con Carla Dall’Oglio. También estuvieron presentes los otros tres hijos, Bárbara, Eleonora y Luigi, que tuvo con la actriz Verónica Lario. Por supuesto, no pudo faltar su última novia, de las decenas que tuvo a lo largo de su fecunda vida como conquistador y amante del género femenino (sus correrías han sido famosísimas en ese estado), la diputada Marta Fascina, nada menos que 53 años menor que él.

            Otras personalidades presentes en la Catedral para despedir a Silvio Berlusconi, fueron Mario Draghi, ex premier italiano; también el actual mandatario húngaro, Viktor Orban; el presidente de Irak, Abdel Latif Rachid, el emir de Qatar, Al Thani, el magnate Flavio Briatore y el empresario y presidente del equipo de futbol, el Torino, Urbano Cairo.

            Su deceso ocurrió a sus 86 años de edad, por causa de la leucemia, cuando millones de italianos consideran que pudo haber vivido mucho más, pues, a pesar de ser un hombre entrado en años, “no es la edad propicia para que un hombre tan valioso deje de existir.” Su muerte fue repentina e inesperada; y hay quienes aseguran que con su partida al más allá, termina toda una época de la historia de Italia, desde que apareció en la escena política en 1994. Fue tres veces primer ministro, fue un acaudalado empresario de la televisión, que construyó un imperio mediático y supo comunicarse efectiva y eficazmente con la gente. Hay quienes dicen también que cambió las reglas del juego en la política del país. “Hay un antes y un después en Italia y Berlusconi fue el eje que cambió las actitudes políticas entre los partidos italianos.” Aseveran.

            Al frente de su partido “Forza Italia”, se adentró en el alma de su pueblo y se ganó su confianza; por lo cual, miles de italianos se sienten agradecidos con él y se identifican fácilmente con su legado: “el italiano medio encontró en él, cosas que sintió propias: desde la desconfianza hacia la izquierda, el Estado, las autoridades fiscales, el Poder Judicial… hasta los partidos.” Indica un conocedor de su figura, en una crónica reciente y añade: “También, Berlusconi representó la inquietud, la energía, la impaciencia con las reglas, la capacidad de convertirse en emprendedores. Supo transmitir que con él todo era posible. Y así, marcó profundamente la sociedad y la cultura.”

            Es del todo cierto que Berlusconi cambió lo que había antes de su aparición en la política italiana; es decir, los votantes tuvieron delante de ellos una nueva alternativa llamada “Forza Italia,” además de los consabidos Democracia Cristiana (DC), el Partido Comunista Italiano (PCI), el Partido Socialista Italiano (PSI), los republicanos y los liberales; y con su incursión, su movimiento se convirtió en una expresión directa, que era gobernada como si fuese una empresa. Empero, con su deceso, el partido que fundó se ha quedado sin su líder supremo y no se ve en el horizonte nadie que lo pueda sustituir, porque, en parte, ninguna personalidad italiana ha dejado una huella tan profunda en los últimos 40 años.

 

Al margen de la política      

 

            De acuerdo con lo que se ha visto en este reportaje sobre la vida y muerte de Silvio Berlusconi, hay otra faceta que muchos medios de prensa se han encargado de resaltar o poner en alto relieve: la privada, la escandalosa vida que desató fuertes críticas y sanciones morales retóricas que todavía se escuchan semejantes a ecos lejanos. Por ejemplo, Villa San Martino fue una de las tantas mansiones de Berlusconi y posiblemente la más importante de todas o… por lo menos, la más reconocida y emblemática, por todo lo que se dice que ocurrió en sus adentros. Se le considera por muchos, “un templo” de poder, lujo y lujuria, donde, precisamente, fue sepultado en el mausoleo familiar “il cavaliere.” Se trata de una tumba inspirada en la del faraón egipcio Tutankamón.

            Ciertamente fueron de su propiedad decenas de palacetes a lo largo y ancho de Italia, pero esta villa en Arcore fue su mayor logro arquitectónico, plagado de lujo y majestuosidad, como ningún otro que fuera de su pertenencia. Se trata de una lujosa construcción que data del Siglo XVIII, ubicada justamente en el municipio de Arcore, al norte del país, asentado en un terreno de 90 hectáreas y con 72 habitaciones distribuidas en tres plantas. En las afueras se halla el mausoleo donde está el sarcófago de mármol de Carrara. Esta cripta se encuentra en medio de los jardines de la mansión y consta de 37 nichos que Berlusconi mandó a construir para sus familiares y amigos más queridos. Así mismo, el ostentoso complejo residencial tiene un parque con establos, una reserva de caza, dos piscinas, un campo para la práctica del tenis, una capilla, una pinacoteca y una biblioteca con más de 10,000 libros antiguos.

            Originalmente, la mansión fue un monasterio benedictino que fue modificado por la familia de los marqueses Casati Stampa, en una villa señorial. Fue la morada del marqués Camillo y su segunda esposa, la actriz Anna Fallarino, de quienes circula una leyenda negra de lujuria y asesinato y que dice que al marqués le gustaba observar a su esposa haciendo el amor con otros hombres, hasta que ella se enamoró perdidamente de uno de sus amantes o “invitados de cama” y los mató a ambos y después se suicidó el noble que se sintió engañado en lo más profundo. Todo ello sucedió en esta mansión que pasó a ser propiedad de Silvio Berlusconi. Sea como fuere, es un sitio por donde corrió la sangre y fue heredado a la hija de Camillo, llamada Annamaria, quien, al cumplir los 21 años de edad, decidió mudarse a Brasil y puso en venta esta propiedad y otras más. Fue cuando Berlusconi pagó por ella más de 500 millones de liras. Corría el año 1974 cuando adquirió Villa San Marino y la convirtió en el epicentro de sus operaciones comerciales, bursátiles y finalmente, políticas, sin dejar de lado sus prácticas lujuriosas, famosas en todo el mundo.

            Sus fiestas privadas, con decenas de invitados, quienes debían estar dispuestos a todas las prácticas sexuales que Berlusconi ordenaba, las llamó “bunga-bunga,” en uno de los salones principales del palacete, donde hay varias obras de arte colgadas en sus paredes. Evidentemente, tuvo una existencia fructífera en el campo de los negocios y extremadamente desenfrenada en el tema del sexo y no cabe la menor duda de que era un “sexópata” en el amplio sentido de la palabra, actividad que compaginaba con cenas ostentosas, donde abundaba el caviar, el champagne y los más diversos platillos de lujo y exquisitos manjares.

            El famoso “bunga-bunga” no era otra cosa que los ritos sexuales, pornográficos y degenerados en ese sentido, tal y como los llamaba Berlusconi con tono relajado. Incluso, dicen algunos de sus antiguos invitados que por el Palacio Grazioli, en Roma, un regalo de su entrañable amigo Vladímir Putin, el mismo que masacra actualmente a Ucrania, y por su mansión Villa Certosa, en la isla de la Cerdeña, pasaron decenas de jóvenes a las que desfloró y muchas prostitutas con los mejores cuerpos de toda Italia. Justamente, en esas fiestas, verdaderos bacanales al mejor estilo de los patricios y emperadores romanos, estuvo la joven de 17 años de edad, Karima El Mahroug, nacida en Marruecos y fue el último escándalo de enorme magnitud que sufrió Berlusconi y por el cual fue llevado a juicio por “delitos de prostitución de menores y abuso del poder.” Pero la joven negó haberse acostado con él y el personaje de esta historia resultó absuelto, después de asegurar que “no era consciente de la edad de la muchacha.”

            En más de una ocasión, Berlusconi respondió a la prensa que lo seguía y quería sorprenderlo in fraganti en uno de esos bacanales, que los escándalos no lo afectaban y “me siento orgulloso por mi estilo de vida: soy un anfitrión único, yo diría que irrepetible, alegre, lleno de vida… amo la vida y las mujeres. (Empero) tengo una vida terrible, con horarios inhumanos y de vez en cuando tengo la necesidad de una velada distendida, como terapia mental para limpiar el cerebro de todas las preocupaciones.” Aseguró.

            De todo ello, la prensa italiana y europea, informó profusamente a lo largo de la existencia de Berlusconi; pero ahora, aquellos deslices no han hecho mella en el sentimiento de los italianos que lo han despedido en sus últimos momentos. Las banderas, a lo largo del país, ondean a media asta y el gobierno de Giorgia Meloni ha declarado el día de sus funerales, “luto nacional,” mientras la crítica de los partidos opositores se ha dejado sentir por dedicar un funeral de Estado sin precedentes al líder de Forza Italia, su socio en el gobierno de coalición. Incluso, la primera ministra se sentó en primera fila en la Catedral de Milán, junto al presidente italiano Sergio Mattarella, no sin antes haber escrito en su cuenta de Twitter: “Gracias Silvio, no te olvidaremos.”

            Al finalizar, el féretro salió de la Catedral, fue depositado en el coche fúnebre mientras los espectadores, apostados en ambas aceras, aplaudían y gritaban, especialmente en la Plaza del Duomo: “¡Un presidente, sólo hay un presidente” y “¡Berlusconi, uno de los nuestros!” Sus restos fueron cremados y sus cenizas fueron depositadas en la capilla de su mansión, tal y como se ha explicado en los párrafos anteriores de este reportaje. Hay quienes piden que alguna de las grandes productoras actuales, produzca una serie acerca de su vida, porque nadie pone en tela de juicio que sería un extraordinario éxito en la pantalla.


Julio Iglesias sale al Paso de los Rumores

acerca de su Salud

 

MADRID, España- El mundialmente famoso baladista español, Julio Iglesias, se ha mostrado contrariado y muy enojado a raíz de una serie de rumores que circulan en las redes sociales, principalmente, y en algunas publicaciones web, en revistas y periódicos alrededor del orbe. Por lo general, el astro de la canción no desmiente ni confirma ninguna noticia, sea falsa o verdadera, pues nunca ha sido su política hacerlo; pero esta vez no tuvo más remedio y utilizó su espacio en Instagram para mostrar su descontento.

            La prensa ha publicado que está verdaderamente mal don Julio José Iglesias de la Cueva, que es su nombre completo, pero en ningún momento esa publicación obedece a la verdad.

 

Preocupación en los millones de seguidores

 

            Iglesias es el cantante hispano más exitoso en la historia de la música popular y quien ha vendido más discos, junto a otros artistas como Michael Jackson y The Beatles. Nadie, en Hispanoamérica u otro continente, podría alcanzar su record de ventas, que, dicho sea de paso, ha aparecido constantemente en la revista Guinness de records cada año, desde que este madrileño irrumpió en el universo de la música. Es por esa razón que se le conoce desde Escandinavia hasta Suráfrica y desde Siberia hasta Punta Arenas, en la zona Austral chilena.

            Ha grabado sus canciones, muchas de ellas compuestas por él mismo, en varios idiomas: alemán, francés, japonés, chino (mandarín), portugués, italiano, inglés y otros, sucesos que le han permitido llegar a muchas personas de diversas culturas, alrededor del planeta. Gracias a esa universalidad que el cantante ha buscado desde que irrumpió en la música, a finales de los años 60s., se le conoce de polo a polo y de hemisferio a hemisferio. Por eso, la preocupación de las gentes que le siguen y admiran, tenía que ser también “universal.” Y hoy, aquí, estamos escribiendo de una verdadera le-yen-da, con todas sus letras y acepciones en el idioma castellano.

            ¿Pero, en este caso, dónde y cuándo comenzó el rumor… el feo rumor de que ya no podía caminar incluso y se desplazaba siempre por medio de una silla de ruedas? Antes de contestar a esta interrogante, hay que hacer énfasis en que Iglesias se alejó de los escenarios cuando el coronavirus de origen chino se expandió por todo el mundo. Fue un impasse obligado y el artista se refugió en sus casas de República Dominicana, Miami y España, principalmente en esta última, donde se protegieron también su esposa Miranda y sus hijos todavía “pequeñajos”, como suele decir Julio de los niños (quienes en estos momentos son adolescentes con visos de triunfadores también, en los distintos campos que han elegido).

            En este punto específico, debemos recordar que, a mediados de los años 80s. Julio dijo que “el día que me retiré, saldré de los escenarios haciendo mutis, sin dar explicaciones a nadie (…),” y al notar su prolongada ausencia, que ya se prolonga por más de 4 años, creímos que se trataba de aquella máxima que pareció una advertencia. Ciertamente, Julio, igual que toda persona humana, libre y autónoma, tiene el derecho de hacer con su vida lo que mejor crea conveniente; o, según dicen en España, “lo que le venga en gana.” Creímos que había sido consecuente con aquella declaración dicha a la prensa, cuando “el mundo aparecía a sus pies”, totalmente rendido a la calidad de su espectáculo musical.

            En concreto y acerca del rumor que se acaba de esparcir, todo comenzó cuando el conductor argentino, Alberto Mateyko, hizo ver, por medio de una publicación por la prensa, que estaba profundamente preocupado por la salud de Julio Iglesias. Textualmente, estas fueron sus palabras: “¿Qué anda pasando Julito? ¿Por qué tanto silencio? Por eso tantas conjeturas. Jorge Rial dijo que el puma (José Luis) Rodríguez, al salir de tu casa (la casa de Julio en Miami), afirmó que te vio en silla de ruedas. (Fue cuando) salió Daniel Scioli a desmentir al puma Rodríguez, pero eso salió en todos los medios de comunicación. Amigo –dijo Mateyko refiriéndose a Julio-, te sugiero que salgas a dar la cara, la gente me pregunta, sabiendo de nuestra amistad, y yo digo: ‘no sé nada… qué anda pasando Julito.’” El argentino añadió a su anterior perorata, que Julio Iglesias había perdido la movilidad y estaba en silla de ruedas. Esto lo publicó en una red social, pero decidió borrarlo a los pocos minutos de haberlo escrito.  

            Posteriormente, para hacer más grande “el chisme farandulero”, el periodista Luis Ventura, del programa “A la tarde”, que se transmite por América TV, narró que sostuvo una conversación privada con el argentino Mateyko y éste le confirmó (a pesar de ser solo una especulación), que Julio Iglesias estaba delicado de salud y que no quiso salir al aire porque estaba molesto por todo lo que sucedió después de que el rumor se desató, por todo lo que se había dicho en los últimos días acerca de la salud del astro.

            Otros medios de prensa latinoamericanos han asegurado que lo expresado suena más a un “argentinismo”, un argumento propio de los argentinos, a quienes les gusta escandalizar las situaciones y hacer un verdadero “espectáculo” improvisado y espontáneo ahí donde hayan dos o tres de ellos reunidos y no importa si es en medio de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, como en medio de un funeral masivo en la mismísima Ucrania. Posiblemente Mateyko ha querido “actualizar su imagen” a costa de la fama de Iglesias: ya sabemos cómo manejan y manipulan algunos comunicadores a sus escuchas, televidentes o lectores; y, en este caso particular, la figura que eligió el argentino fue nada menos que a Julio Iglesias y lo sacó de su “invernal” descanso y retiro. Lo cierto es que este chisme no gustó al cantante para nada. Por lo menos… así lo ha hecho ver y leer a sus fans de Instagram.  En otras palabras… “si quieres seguir siendo famoso, aunque no te lo merezcas, agárrate de la fama de quien, en realidad, si es famoso”, parece ser la consigna usada por el argentino y que a muchos les ha dado resultados en diferentes circunstancias anteriores.

Lo cierto es que el artista tuvo que salir de “su reclusión voluntaria”, de su descanso después de muchísimos años de arduo trabajo, para quitar de en medio las habladurías y lo hizo bastante molesto, según corresponde al carácter natural de los españoles. La publicación la hizo en Instagram, la red social usada preferentemente por el cantante y tuvo que hacerlo porque la prensa internacional, haciéndose eco del argentino (locuaz como lo son todos ellos), aseguró que Iglesias tenía la salud bastante deteriorada (“comprometida” fue el adjetivo que usaron), que, incluso, “ya ni siquiera podía caminar.” Un tema que ampliaremos en las líneas posteriores en este mismo reportaje; y Julio tuvo que dejar de lado “el pequeño tiempo de soledad”, según lo ha llamado él textualmente, para salir al paso del rumor que estaba cobrando inusitada fuerza. Las alarmas se habían encendido en “el mundo” particular y muy personal del cantante y esto fue lo que dijo en su defensa: “Estoy muy preocupado por todo lo que causa el haber elegido un pequeño tiempo de soledad. De una manera maleducada para aquellos que han hecho dudar de mi salud, les diría que estoy DPM (‘de puta madre’, según se utiliza en la jerga española común), pero para las gentes que me quieren de verdad por tantos años, decirles que nunca he tenido mi mente más clara, escribiendo mis Memorias y les agradezco con toda mi alma, su cariño de siempre.” Acompañó al texto con la última foto que se tomó, en la que aparece con un insipiente bigote (increíble para su imagen de ‘eterno dandy’), y de la que asegura se parece cada vez más a su padre, el Dr. Julio Iglesias Puga, quien falleció algunos años atrás.

            En otras palabras, el artista había decidido mantenerse alejado de los medios de comunicación por un espacio indefinido de tiempo, para escribir sus Memorias, una noticia que, dicho sea de paso, ha calado profundo por el interés que suscita un nuevo libro de él y más aún, si es escrito por él mismo. Pero Julio no se quedó en el argumento anterior y reforzó lo dicho anteriormente, con estas palabras: “No puedo creerme tanta especulación por no querer hacer entrevistas en estos momentos (él había avisado unos 7 años antes que no concedería más entrevistas en lo que le restaba de carrera). Vuelvo a leer por todos los sitios que estoy en una silla de ruedas, con la mente perdida y que ni siquiera recuerdo mis canciones, cómo se puede ser tan mal intencionado y acumular tanta maldad…” Finalmente, agradeció la preocupación generalizada que suscitó “el chisme” creado y difundido por “el loro” argentino, Alberto Mateyko, aunque ya sabemos y conocemos lo ágiles y necios que son los argentinos con un micrófono en la mano o escriben en un computador, para crear “mitos con pies de barro”, fantasías que solo en el mundillo argentino pueden existir, como en los casos de Maradona y Messi, que no pasan de ser “bullicio exagerado y carente de realidad,” pero que el gran público “les compra”, en parte debido a la necesidad que tiene el vulgo de “ídolos” aunque estén fuera de todo registro y consistencia real.

 

La verdad sobre la salud de Julio Iglesias

 

            Desde que comenzó su carrera artística, allá por 1967/68, Julio llamó siempre la atención de los espectadores por el escaso movimiento físico, cuando otros cantantes pecaban de exagerados (y hasta ridículos), con sus bailes que, más bien, los fueron desgastando y terminaron sus carreras de cantantes de manera prematura. Sino recordemos el caso del argentino Sandro con sus bailes serpenteantes e hiper-exagerados y otros más que fueron consumidos por el cáncer de esófago y pulmones pues, además de aquella actividad en los escenarios, fumaban en su privacidad o abusaban de las bebidas alcohólicas (el mexicano José José). Pero Julio Iglesias apenas tenía movimiento ante las cámaras de la televisión y ante grandes multitudes que acudían a observarlo y escuchar sus canciones ciento por ciento melodiosas y románticas. ¿La razón de su casi inamovilidad? El accidente carretero que tuvo cuando era una brillante promesa del futbol y jugaba en la portería de las ligas menores del Real Madrid. Ese percance lo mantuvo durante dos años entre la vida y la muerte, paralítico en una cama de hospital, hasta que, con base en su portentosa voluntad y la ayuda de su padre, el Dr. Iglesias Puga, Julio recobró parte de su normalidad.

            Podrán preguntar de manera crítica los lectores, qué tiene que ver un accidente que sucedió hace años, con el no moverse libremente por los escenarios y la respuesta, dicha de la manera más simple, señala que las ondas cerebrales de Julio no llegan, después del accidente, con la naturalidad con la que se desplazan en las personas normales. No llegan de manera apropiada a las extremidades inferiores (las piernas) del cantante y sus movimientos, si los vemos con detenimiento, son inseguros y dan la impresión de que en cualquier momento se puede caer cuando da los pasos más insignificantes, incluso.

            En su libro autobiográfico, “Voluntad de Hierro”, el Dr. Iglesias Puga lo explica de esta forma: “Hay tres cosas que han marcado mi vida: la guerra, mi secuestro y la grave enfermedad de uno de mis hijos (…). Es lo peor que le puede suceder a un padre y lo sé porque yo, como médico, he visto a padres que han perdido a sus hijos y no lo han superado nunca (…).”

            Lo cierto es que aquel accidente ocurrió cuando Julio, a principios del verano de 1962, regresaba a Madrid desde Majadahonda; venía acompañado de sus amigos, Enrique Clemente Criado, Tito Arroyo y Pedro Luis Iglesias, cerca de las dos de la madrugada. Habían visto los encierros del pueblo (parte de la fiesta taurina en los pueblos españoles), y se habían quedado en el baile hasta altas horas de la noche. Ninguno de ellos había ingerido licor, pues se trataba de tres muchachos sanos, de buenas costumbres, mucho menos porque al día siguiente tenían que jugar un partido de futbol. Julio conducía el coche y, aunque la velocidad no era mucha, la grava, la piedrilla suelta en la carretera hizo que las llantas resbalaran y se salieron de una curva a la altura de El Plantío. El auto dio varias vueltas sobre su eje, hasta que quedó a la vera del camino con las ruedas hacia arriba, “viendo al cielo.” Julio lo narra así en su primera autobiografía, publicada a principios de los años 80s.: “El coche se había quedado allí, entre la inmensa polvareda (…). No me dolía nada; si acaso levemente el pecho. Muy cerca también iba apareciendo el coche, con la radio puesta (…), mi pequeño automóvil rojo, como partido en dos, destrozado, encendidas las luces de situación, las puertas, las cuatro, de par en par…

            “Era la madrugada. Pronto, un día próximo, cumpliría los veinte años (…) El dauphine (la marca del auto), iba apareciendo cada vez más nítidamente entre tanto polvo levantado. Se veía perfectamente el derrape que había hecho antes de precipitarse en la cuneta. Estaban tronchados, rotos, sacados de cuajo, uno, dos, tres, mojones de piedra de los que se llama ‘quitamiedos’ y que señalizaban de alguna forma la curva, aquella curva que ya llamaban antes ‘de la muerte’, pero que yo no conocía del todo.

            “(…) Veía acercarse a mis amigos, rotas las ropas; estaban llenos de tierra sucia, alguno sangraba (…). Mi cabeza daba vueltas pero me sentía más tranquilo, asustado (…).

            “Cuando íbamos llegando a Majadahonda al Plantío, por aquella carretera entonces de grava pequeña, de piedra menuda y suelta, era bonito ver la gran humareda de gravilla que ibas dejando atrás con el coche a cierta velocidad. No teníamos veinte años, íbamos tranquilos, felices… hasta que llegó la curva.

            “Tito Arroyo me dijo:

            “¡Cuidado Julio!, frena un poco, no aceleres, que ésa es una curva peligrosa.

            “(…) Hay que tomarla con mucha clase Julito.

            “¡No te preocupes!, verán la curva que vamos a tomar (…)

            “Aceleré. De cuarenta a cincuenta que íbamos, pongo el coche a cien y cuando me encuentro en plena curva… ¡veo que, más que un giro en la carretera, era casi como una herradura, tiro, tiro del volante y el volante se me escapa de las manos… recuerdo perfectamente, también  lo escucho en este momento, cómo-íbamos-rompiendo-los-mojones-de-la-carretera, las piedras de cemento blancas que indicaban la peligrosidad del giro.

            “Tac-tac-tac… como una ametralladora… Las ruedas traseras se agarrotaron. Gritábamos todos dentro del automóvil… y de pronto, después de aquellos tumbos tremendos, el coche se detuvo. Yo estaba agarrado al volante como una fiera, el silencio sepulcral, los grillos, y las luces del coche encendidas…

            “(…) Yo creo que ninguno se había quedado dentro del coche cuando el dauphine se detuvo por fin violentamente. Se quedó clavado en la tierra, partido en dos grandes pedazos. Todos habían salido por los costados, menos yo, que en el fondo, en el mareo, no debía sentir nada. (…) uno tenía una herida en la cara de la que manaba alguna sangre; otro en una pierna… Pero yo no tenía sangre. Ni hematomas visibles, al menos en aquel momento (…).

            “Dejamos el coche allí. En silencio, nos fuimos caminando todos hasta el primer teléfono público que había en aquel bar cercano, en una esquina del pueblo.”

            Lógicamente, en casa, en Madrid, los papás de Julio los esperaban sumamente preocupados, el Dr. Iglesias y su esposa, doña Rosario de la Cueva. Cuando Julio abrió la puerta, lucía con la ropa empolvada, asustado, despeinado y comenzó a relatar lo acaecido. Su padre, fiel a su carácter gallego (nació en Galicia), alzó la voz para decirle: “¡Eres un inconsciente, te podrías haber matado!” Aparentemente no le había pasado nada, pero con el paso del tiempo, Julio se quejaba con regularidad de dolores en la columna vertebral, hasta que un día de tantos, en Peñíscola, la playa donde veraneaban los Iglesias, Julio acudió a su padre para decirle: “Papá, no sé lo que me ha pasado. Me ha dado un tirón en la espalda jugando (y) al pasar la pelota y me ha dolido. He tenido un dolor fortísimo. (…) Muy intenso, pero me ha vuelto a repetir.” Con el paso del tiempo, el dolor seguía presentándose, hasta convertirse en algo realmente insoportable; según el Dr. Iglesias Puga, su hijo gritaba y lloraba sin descanso, hasta que los médicos optaron por darle calmantes. Tenía incluso dificultad para orinar, mientras el papá buscaba soluciones aquí y allá, se entrevistaba con médicos colegas, preguntaba, insistía en que Julio no estaba bien, que algo oculto permanecía en su cuerpo y no era detectado, hasta que se reunió con los doctores Urquiza, Vaquero, Ricardo Franco, Cifuentes y otros, de lo mejor que había en España en medicina en aquel entonces, hasta que decidieron internarle con urgencia porque existía una compresión medular, todavía sin localizarle. Llegó al hospital casi parapléjico y no orinaba sino era por medio de una sonda. El cuadro clínico era “bloqueo”, según se dejó leer.

            En acto seguido, le hicieron una punción en la nuca para inyectarle líquido a través del comienzo del canal raquídeo y se pudo observar que la compresión estaba al nivel de la sexta vértebra dorsal. Fue operado, consecuentemente, por el mejor neurocirujano del país y uno de los mejores de Europa, el Dr. Pedro Urquiza, en la clínica Eloy Gonzalo. Requirió varias transfusiones de sangre, le tuvieron que atar a la camilla y la operación duró varias horas debido a la delicadeza del estado de Julio. Lo que tenía era una compresión en las vértebras sexta y séptima dorsales, producida “por algo” que no se dejaba ver bien en los múltiples exámenes que se le hacían casi a diario. El médico conversó con don Julio Iglesias Puga, padre de Julito, y le dijo que la operación había resultado bien, “le hemos limpiado y quitado todo”; aunque, al día siguiente, le dijo al papá que había que empezar “a radiarle.”

            Así inició “otro periplo” de un hospital a otro para utilizar la máquina de cobalto recién traída desde los Estados Unidos; se le radiaba en la zona donde se le había extirpado el tumor; pero, cuando llevaba dos sesiones, el Dr. Iglesias notó que con aquel aparato podían causarle un daño mayor a su hijo y decidió cortar aquellas sesiones de radioterapia, porque, entre otras razones, podían quemarle la médula y dejarle paralítico el resto de su vida. El papá no se quedó en aquella situación, sino que su lucha en pos de la salud de Julio continuó sin desmayo y consultó a otros especialistas; incluso envió muestras a laboratorios en los Estados Unidos y Suecia. Hasta que, finalmente, el doctor De Castro diagnosticó un osteoblastoma, un tumor de células gigantes del hueso. Era benigno, pero había que operarle de tal manera que no quedara ningún residuo en su cuerpo. “Ese fue el diagnóstico correcto," recordó el Dr. Iglesias Puga, quien narra así, en primera persona, aquella etapa en la vida de su hijo: “A pesar de haber salvado la vida, a Julio le quedaba un largo y difícil camino por recorrer hasta su completa recuperación. Fueron tiempos duros, porque la convalecencia se presentaba muy larga. Me dediqué a él en cuerpo y alma. Dejé de trabajar, de hacer deporte. Durante veinte noches que pasó en el hospital no salí de la habitación. No consentí que nadie me sacara de allí porque mi mayor placer era ver comer a mi hijo y estar a su lado constantemente.”

            Para hacer una síntesis de lo que sucedió después con Julio Iglesias, hemos de resaltar que él, junto a su padre y los médicos que le veían en aquellos aciagos momentos, inició y prosiguió el largo camino de la recuperación: tenía que aprender a caminar nuevamente, hasta que lo consiguió. “Cuando le dieron el alta –narró su padre-, nos fuimos a casa y pusimos una cama de hospital en su habitación, cerca de la nuestra, para tenerle vigilado las veinticuatro horas. Todo el día junto a él, mañana, tarde y noche. Éramos uña y carne.” Hasta que un día cualquiera, Eladio Magdaleno, un practicante del sanatorio de Alienza, preguntó al papá: “Julio, ¿puedo llevarle una guitarra que tengo en casa a tu hijo para que se entretenga mientras está en la cama? El padre asintió y le llevó aquel instrumento musical: “(…) Y poco a poco comenzó a tocar de oído. Tenía muy buen humor y un carácter estupendo.” Contó don Julio Iglesias Puga, uno de los gestores importantísimos de que su hijo, quien algunos años después iba a ser el gran Julio Iglesias, el artista arrasador de las emociones y corazones de millones de personas alrededor del mundo. “Tenía muy buen oído el ‘jodido’,” Manifestó también el papá, cuando recordó que le habían regalado una armónica para que pasara las horas en aquella cama, antes de que se produjera el prodigio de la recuperación de la salud, de que pudiera volver a valerse por sí mismo.

            Esta historia, Julio la ha narrado miles de veces en entrevistas que le han hecho desde Japón hasta California y desde Ottawa hasta Magallanes, en Chile, alrededor del planeta, aunque lo ha hecho sintetizadamente. De ahí, las especulaciones que algunos irresponsables hayan hecho circular en torno a su estado actual, que es bueno y que le permite movilizarse solo y que nos dice que habrá Julio Iglesias para rato… Mientras tanto, continúa escribiendo sus Memorias, un libro que esperamos llegue pronto a las librerías para comprarlo. Por lo pronto… ¡Larga vida al astro español de la canción!


No hay Duda: Lula da Silva, Presidente de

Brasil, debió seguir Preso

 

BRASILIA- Cada vez que abre su boca no nos deja la menor duda de que la liberación de Lula da Silva fue un daño enorme que le hicieron a la democracia y propiamente a su país, Brasil. Entre más pasan los años sobre él, más marxista se confiesa, amigo de sus amigos narco-comunistas de la región y contrario a las libertades. Pero, en otro estado de cosas, vive “a cuerpo de Rey” en sus casas de lujo financiadas con dinero espurio, girado por las constructoras corruptas de esta misma nación y por los que tuvo que ingresar a prisión.

            Para empezar, durante la visita de su entrañable amigo Nicolás Maduro, narco-dictador de Venezuela, Lula, el anfitrión de aquella reunión, despotricó contra Juan Guaidó, quien fue el presidente encargado de los venezolanos, e insistió, demagógicamente, que el destino político y social de los venezolanos solo les compete a ellos mediante elecciones libres y democráticas (¿?), como si Maduro fuera a permitir que se dieran esos procesos y si se dieran, tampoco garantizaría que serían limpios…

            Desde un inicio, dio la bienvenida a Maduro con honores de Estado, con motivo de la Cumbre suramericana que fue convocada por el presidente brasileño; y después sostuvieron una reunión privada en el Despacho de Lula, en la que participaron también algunos ministros de ambos países.

 

Ataque descarnado contra Guaidó

 

            Posterior a la reunión citada, Lula y Maduro comparecieron ante los periodistas y el primero atacó descarnadamente a Juan Guaidó, quien, en ningún modo, varió la realidad venezolana, no pudo cambiar el estado caótico de las cosas que se dan en aquel país. Da Silva recordó a la prensa que se peleó en el pasado con los líderes socialdemócratas europeos y estadounidenses, porque reconocieron, en su momento, a Guaidó como mandatario de Venezuela: “A los europeos les decía que no comprendía que un continente que ejercía la democracia tan plena como Europa, pudiese apoyar la idea de que el impostor fuera presidente,” dijo Lula refiriéndose a Guaidó.

            Seguidamente llenó de halagos al dictador Nicolás Maduro, causante directo de la miseria que sufre Venezuela en la actualidad y del éxodo de millones de venezolanos, a pie, hacia los Estados Unidos y otros países, en clara huida del hambre y la miseria creadas por el régimen narco-comunista que encabeza precisamente Maduro. Lula dijo que esta visita “es histórica” y que estaría de acuerdo en que Venezuela pase a integrar el foro BRICS, en el que Brasil es miembro junto a Rusia, China, India y Suráfrica. Añadió a su perorata marxista que exigirá a los Estados Unidos que levante las sanciones económicas contra el gobierno de Venezuela y estudiará la posibilidad de retomar la interconexión eléctrica entre ambos países y que fue suspendida hace más de cuatro años por el gobierno de Jair Bolsonaro, enemigo acérrimo de la dictadura de Nicolás Maduro.

            “El cariño” de Lula hacia el dictador venezolano continuó cuando argumentó que “sobre Venezuela hay muchos prejuicios” y que el dirigente comunista que le visitaba era “víctima de una campaña feroz (y que se manifiesta en las) 900 sanciones lanzadas como misiles.” Pero en ningún trazo de su discurso de bienvenida habló de las reiteradas violaciones a los derechos humanos que a diario se dan en las cárceles venezolanas y por órdenes del mismo Maduro y sus secuaces; y volvió a decir da Silva: “la crisis político-económica-humanitaria de los últimos años en Venezuela (se debe) a una narrativa que decía que el gobierno de Maduro era antidemocrático y autoritario y animo a mi amigo para que construya su propia narrativa y Venezuela vuelva a ser un país soberano, donde solo su pueblo, a través de una votación libre, diga quién debe gobernar. Y entonces nuestros adversarios tendrán que pedir disculpas por el estrago que han hecho.”

            En todo caso, Lula da Silva ha sido consecuente con su manera de pensar y con su práctica “burguesa del comunismo”, porque, apenas asumió el poder, restableció relaciones con el régimen de Caracas y ordenó reabrir la embajada brasileña en esa misma ciudad. Todo esto hecho con una diligencia y premura impresionantes, como si le urgiera al brasileño entablar relaciones con uno de los peores violadores de los derechos humanos de América del Sur. Es bueno recordar en este punto que Jair Bolsonaro rompió relaciones con la dictadura venezolana y prohibió la entrada del dictador a Brasil.

            Y mientras el brasileño se deshacía en elogios al tirano, un informe del Instituto Casla ratificó los crímenes de lesa humanidad llevados a cabo en suelo venezolano y así lo hizo ver Tamara Suju, directora ejecutiva de esa organización: “¿Qué le pasa al mundo que no llama al dictador por su nombre? –Se preguntó- No solo es la Corte Penal Internacional la que investiga a Nicolás Maduro. Me siento indignada (por el blanqueamiento que se quiere hacer de la imagen de Maduro en la región).” A sus palabras agregó las indagaciones hechas por el Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Volker Türk, y de Michelle Bachelet, la chilena que antecedió al actual funcionario en ese mismo cargo. Añadió también los pronunciamientos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y de la Misión de Determinación de Hechos de la ONU. El expresidente español, Felipe González, apareció acompañándola en la presentación de su informe y se declaró también contrario al “blanqueamiento” que comenzó el presidente de Colombia, el ex guerrillero izquierdista urbano, Gustavo Petro. “Maduro es responsable de crímenes de lesa humanidad. Nunca apoyaré la operación de blanqueo”, aseguró Felipe González, quien es contrario a lo que hace su colega y paisano, el también exmandatario español José Luis Rodríguez Zapatero, el principal aliado del dictador venezolano en Europa.

            De hecho, los testimonios que el Instituto Casla aportó, reflejan con toda claridad las torturas que se aplican sistemáticamente en las sedes de la Dirección General de Contrainteligencia Criminal (DGCIM), en el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), y en los centros clandestinos de detención, esparcidos por toda Venezuela y que actúan arbitrariamente a favor del régimen chavista. Hay muchas torturas documentadas en lo que se ha dado por llamar “el museo del horror de la revolución bolivariana” y que van desde las descargas eléctricas por todo el cuerpo, principalmente en las zonas genitales, hasta la extracción de piezas dentales, cortaduras en los pies mientras las víctimas están boca abajo, fracturas en las caras, ahogamiento con bolsas en las cabezas en depósitos con agua, entre otras técnicas salvajes. El Despacho del abogado y ex juez español, Baltasar Garzón, es el encargado en Europa de defender al régimen de Venezuela y por esa razón acusó a Tamara Suju, recientemente, de injurias y calumnias. Con ello se puede apreciar con claridad que hasta los asesinos tienen fieles que sacan sus rostros por ellos y les defienden en forma manifiesta y decidida. El ejemplo que da Garzón señala que siempre ha defendido a los criminales de izquierdas y ha atacado a los derechistas, un sentimiento que viene desde sus ancestros, basado en el odio de su familia contra el régimen franquista.

 

Habla Felipe González

 

            El ex presidente de España se ha mostrado radical y contundente en contra de la dictadura sangrienta de Nicolás Maduro y se muestra contrario a defender, aunque sea en mínima instancia, a ese sistema deshumanizado y carcelario que data desde su fundación por el coronel Hugo Chávez Frías, de ingrata memoria para millones de venezolanos perseguidos, encarcelados, torturados y asesinados. Sus palabras en relación con el tema han sido las siguientes: “Estoy en contra de blanquear lo que no se puede blanquear: Maduro es responsable de crímenes de lesa humanidad. El régimen de Maduro sigue robando, torturando, reprimiendo, mientras se produce un canto de alabanza de que hay que recuperar la comunicación. ¿Alguien piensa que Maduro va a pactar elecciones limpias, con garantías, después de la construcción de estructuras de represión que ha hecho?” Lo anterior lo manifestó cuando sostenía en sus manos el informe del Instituto Casla, en el que se detallan los nombres de las víctimas y los victimarios con una claridad impresionante en la historia de Venezuela.

            Vaticinó que los comicios convocados para el 2024 por el gobierno chavista “serán unas elecciones, como las que ya perpetró, en las que elegirá cuál será el candidato de la oposición al que va a vencer. Ya lo hizo antes y yo no quiero participar en eso. A esas alturas de la película –insistió Felipe González-, algunos de los que han sufrido torturas y represión, están dispuestos a pactar que no se siga la vía de la justicia en la Corte Penal Internacional. De esa manera, se perpetuará a Maduro en el poder, ahora con la patina de que ha ido a elecciones. Nunca apoyaré la operación de blanqueo de la ‘robolución’ (término que viene del sustantivo robo) de Maduro. –reiteró-. Ayer dolía lo de Lula, recibiendo a Maduro, que es quien está poniendo las condiciones y por eso se siente fuerte.” Recordó, seguidamente, que en la actualidad hay dentro de las cárceles venezolanas más de 250 presos políticos y centenas de personas torturadas. “Este informe está lleno de lágrimas y de dolor de las víctimas que quieren tener justicia.” Reafirmó González en referencia al documento emitido por Casla.  

            En lo que atañe a la cadena de mando, el mismo informe detalla que está encabezada por Nicolás Maduro, heredero político de Hugo Chávez; el vicepresidente del partido oficialista PSUV (el único que existe en este país), Diosdado Cabello; el ministro de Defensa, Vladímir Padrino; el director del DGCIM, Iván Hernández; y el fiscal general de la República, Tarek William Saab, entre otros perpetradores contra los derechos humanos y las libertades generales de la población. Todos ellos nutren sus abultadas cuentas bancarias en paraísos fiscales, gracias a los aportes del narcotráfico que proviene de los cárteles colombianos de la droga y a la venta de las grandes reservas del petróleo de Maracaibo, mientras el pueblo sufre situaciones de verdadera miseria extrema.

            En una variable sobre el mismo tema, la organización internacional Human Right Watch (HRW), que vela por los derechos humanos alrededor del mundo, salió al paso de las palabras dichas por Lula da Silva a favor del tirano de Venezuela, Nicolás Maduro, en especial cuando el brasileño dijo que “la democracia está prosperando en Venezuela”. Fue cuando HRW hizo ver que “fue frustrante verlo adulando a un gobernante tan autoritario. No es un secreto que Maduro tomó el control del Poder Legislativo en Venezuela y puso bajo su mando al Judicial; tampoco las elecciones en las que ha participado han sido transparentes; disparó la desnutrición en el país e hizo que colapsara el sistema de salud. Human Rights Watch y organizaciones venezolanas han documentado la represión contra manifestantes, tortura de detenidos y procesamiento penal de civiles en tribunales militares. El fiscal de la Corte Penal Internacional, incluso abrió una investigación por esos crímenes. Es probable que el presidente Lula esté al tanto de todo esto.” Aseveró el documento emitido por esta ONG.

            Otro aspecto en el que hizo énfasis fue el hecho de que el gobierno actual de Maduro “ha desatado una de las más grandes crisis migratorias del mundo, en la que más de 7,2 millones de venezolanos han huido hacia otras naciones, la mayoría de ellos hacia países latinoamericanos, incluido Brasil. El presidente Lula –prosiguió el informe- debe aprovechar todas las oportunidades para restaurar el liderazgo que sus comentarios imprudentes han socavado y cumplir su promesa de ser un líder en la defensa y promoción de los derechos humanos en todo el mundo.” A Human Rights Watch se unieron los presidentes de Chile, Gabriel Boric; y de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quienes refutaron vehementemente que la situación de los derechos humanos en Venezuela obedece solamente a una “construcción narrativa”, según aseguró Lula da Silva, restándole (y negando de paso), las violaciones constantes a los derechos de la persona que ocurren a diario en esta nación suramericana. “No es una construcción narrativa, es una realidad, es grave y yo tuve la oportunidad de ver, vi el horror de los venezolanos”, dijo Boric a los periodistas en torno suyo.

            Ese es Inacio Lula da Silva, el presidente brasileño que apoya irrestrictamente al régimen de Venezuela, calla sus excesos inhumanos y trata de exhibir sus virtudes, aunque tenga que inventarlas, pues en la vida real no existen; pero el culpable de toda esta triste situación la tiene aquel juez que dejó a Lula en libertad para que dijera las insensateces que ahora está diciendo, cuando debió cumplir su período carcelario por los actos corruptos que fueron ampliamente comprobados, cuando las constructoras del Brasil le dieron dinero sucio a cambio de favores con las licitaciones publicadas durante el primer gobierno de da Silva. Esa liberación irresponsable, ha hecho que dictaduras criminales como la venezolana, sean alabadas por un mandatario brasileño que no cumplió su condena carcelaria, tal y como lo exigían las leyes y ahora sea la opinión pública la que tiene que escuchar y leer su retórica torcida y del más exacerbado narco-comunismo.