POLÍTICA II


Ex- Presidente Español, José Luis Rodríguez Zapatero, no Sale de Venezuela. Le Gusta

el Narco-Régimen y lo Avala

 Abiertamente

 

MADRID, España-(Especial para The City Newspaper) Muchos recordamos cuando el Rey Juan Carlos I regañó al entonces dictador de Venezuela, Hugo Chávez, porque, en una Cumbre de líderes hispanoamericanos, aquel no dejaba de hablar mal del ex mandatario español José María Aznar. Recordamos también que Rodríguez Zapatero estaba junto al ex monarca y defendió de la misma manera a su colega Aznar, contra los improperios que no dejaba de proferir el ex dictador ya fallecido. Nos pareció muy loable, tanto de parte del Rey Emérito, como del ex presidente Rodríguez Zapatero y aquella famosa expresión de don Juan Carlos, “¿Por qué no te calles? ¿Por qué no te callas?” Dirigida a Chávez Frías, le dio la vuelta al planeta entero, por aquella época.

            Pero lo que nunca fuimos capaces de imaginar sería que, después de la muerte de Chávez y del ascenso al rango de dictador de Nicolás Maduro, Rodríguez Zapatero iba a cambiar su postura democrática y se iba a “regalar” fácilmente al régimen oprobioso que tiene por el cuello a Venezuela. Hoy, el ex mandatario ibero es un esbirro más de la dictadura enclavada en Caracas y un defensor a ultranza de lo indefendible: el hambre de los venezolanos, la tiranía, la violación constante de los derechos humanos y todo lo que sufren en la actualidad los ciudadanos de esa nación que ha sido arrastrada a la miseria por la narco-dictadura que tiene sobre su cabeza.

 

Así le define y describe Guaidó

 

            Por supuesto que la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero en Venezuela, que es constante (hay quienes dicen que tiene casa propia en aquel país), no pasa desapercibida, porque es el único ex presidente que visita y se codea con la dictadura, habla bellezas de la tiranía y avala abiertamente la altísima y permanente criminalidad que comete Maduro y sus secuaces, todos ellos narcotraficantes en unión con la camarilla que tiene a Cuba en la miseria material y humana.

            El presidente interino de esta nación, Juan Guaidó, ha salido a la luz pública para denunciar al español y decir de él que la dictadura de Nicolás Maduro financia al ex presidente español, de igual manera como lo hace con el partido “Podemos”, de la ultra-izquierda de España. La apreciación de Guaidó se debió a la presencia de Rodríguez Zapatero y de Juan Carlos Monedero, co-fundador de Podemos, invitados de honor del régimen chavista en las recién acontecidas elecciones venezolanas, por las gobernaciones en todo el país, fraudulentas por supuesto.

            “Zapatero es un ‘lobista’ y agente de Maduro ante los partidos naciones (españoles) e internacionales; y Juan Carlos Monedero fue contratado para hacer propaganda a favor de la dictadura venezolana –increpó Guaidó-; pero si lo que busca Zapatero es blanquear a la dictadura (de Venezuela), déjenme decirles que no lo va a lograr y tampoco tengo la intención de reunirme con ese señor, durante su estadía en Caracas”, puntualizó un contrariado y tajante Juan Guaidó.

            Varios sectores de la política venezolana han criticado la presencia del ex presidente español en el Palacio de Miraflores, sede de la dictadura que fundó el coronel fallecido, Hugo Chávez Frías, y aducen que “su visita a Caracas es para cobrar lo suyo. Maduro le paga con pepitas de oro –según hacían los caciques indígenas a los conquistadores iberos-; y Monedero también ha venido a cobrar la defensa del régimen. No viene gratis.” Han acusado.

            Por su parte, Monedero señaló: “He visto el prestigio y el equilibrio del órgano electoral (venezolano), que debe ser tomado como ejemplo por los demás países”, un argumento plagado de cinismo que ni el mismo Monedero se lo cree. Como todos sabemos, las recién finalizadas "elecciones” (nótense las comillas), por las gobernaciones, fueron pautadas para hacer una fanfarria más a favor de la dictadura y fueron diseñadas para tratar de engañar a la comunidad internacional de que la dictadura de Maduro y sus secuaces no es tal, que es una democracia y que su “presidente” (nótense nuevamente las comillas), es reelecto una y otra vez, ininterrumpidamente, por el pueblo que lo aprecia y avala. Toda una farsa de gigantescas proporciones, igual a la que se dio en Nicaragua con la “re-elección” de Daniel Ortega y su espantosa mujer y en la Cuba de Raúl Castro y Díaz-Cannel.

            Rodríguez Zapatero, ciertamente, fue recibido con todo el agasajo y honores en el palacio de gobierno venezolano y ahí se dejó decir que elogiaba a las elecciones de Venezuela, porque “ha sido un proceso normal y no violento.” Monedero se hizo eco de esas mismas palabras de su compatriota, el ex mandatario socialista. Sin embargo, dentro de esas mismas elecciones calificadas de “pacíficas”, bandas armadas y seguidoras del chavismo, mataron a balazos a un joven votante, llamado Antonio Urdaneta, en un centro electoral ubicado en San Francisco, en el Estado Zulia, en contraste con las opiniones de ambos visitantes llegados de España.

            En las anteriores visitas a Venezuela, Zapatero, de 61 años de edad y miembro de Partido Socialista Obrero Español (PSOE), siempre se hospedó en la sede de la embajada de España, pero en esta oportunidad lo hizo en un hotel caraqueño y le acompañó siempre Timoteo Zambrano, un miembro de los llamados “alacranes” del régimen de Nicolás Maduro.

            En declaraciones a la prensa concentrada alrededor suyo, Rodríguez Zapatero dijo: “Siempre he creído, a pesar de las dificultades, que era posible el diálogo. Cualquier modelo de conversación abre nuevas oportunidades al país y abogo por que cualquier disputa de los resultados del domingo, sean arbitradas a través de los procedimientos establecidos (que en realidad son draconianos y violentos). Lo que hay que hacer es ayudar a Venezuela.” Afirmó el amigo de la dictadura que sojuzga a los venezolanos.

 

Lo que piensa y externa María Corina Machado

 

            Este mujer siempre ha sido una firme adversaria de la dictadura chavista y es algo así como “la piedra en el zapato” que la tiranía querría aniquilar para siempre, pero no ha podido, porque teme que, con su asesinato, se levante el pueblo en una reacción violenta contra el sistema narco-comunista que encabeza Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y el militar Vladimir Padrino López.

            La opinión de esta dirigente en relación con la permanente presencia de Rodríguez Zapatero en Venezuela, es la siguiente: “todos los venezolanos tenemos muy claro que el señor Zapatero es un agente del régimen de Maduro, que insistentemente ha buscado darle estabilidad y prolongar su permanencia en el poder, lo cual ha traído sufrimiento y agonía a la sociedad venezolana. El hecho de que, ante una farsa como la ocurrida el domingo, se presente en Venezuela, es la demostración de que hay intereses externos activamente operando para lavarle la cara al régimen. Al estar ya tan claramente identificado como parte de este tejido e intereses internacionales, lejos de legitimar a Maduro, lo que recuerda y constata es la gravedad de estos vínculos, que no solo se han esparcido en América, sino que también tienen operaciones en Europa.” Concluyó.

            Henrique Capriles, otro de los opositores aguerridos contra la dictadura de Maduro, ha catalogado también a Zapatero como “agente de la tiranía” y cuestionó sus más de 40 visitas al país; es decir, el ex mandatario español vive más tiempo en Venezuela que en su patria. “En sus discursos –añadió Capriles-, (Zapatero) deja ver sus costuras chavistas. Ha trabajado como mediador en procesos de negociación con la oposición y también ha sido un íntimo amigo de Jorge (el presidente del parlamento), y Delcy Rodríguez (la vicepresidenta y una de las feroces perras del narco-sistema), los hermanos que forman parte del círculo de confianza de Maduro.”

            La verdad es que las elecciones sucedidas el domingo 21 de noviembre anterior, han dejado con mayor firmeza a Nicolás Maduro en la cúspide de la dictadura y a sus gobernadores, ayudados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), un órgano creado por Hugo Chávez en su momento, con la finalidad de perpetuar al régimen en la realidad de esta nación suramericana. Es así como los resultados arrojaron que 18 gobernaciones quedaran en manos del chavismo, tres para la oposición y dos aun disputándose. Los analistas internacionales han afirmado que los dictadores lo que buscan es que las superpotencias democráticas (los Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea), levanten las sanciones económicas que pesan sobre Venezuela y continuar en el poder después de las elecciones presidenciales que se darán en el 2024.

            En síntesis, Rodríguez Zapatero, cada vez que puede, ensalza al sistema narco que gobierna y oprime a Venezuela y su pueblo y sigue diciendo que “la oposición venezolana ahora es más plural, hay que confiar y apoyar a Venezuela, confiar en todas las organizaciones políticas, para que mañana haya paz y diálogo. Gane quien gane –añade-, hay que levantar las sanciones (¡!). Hay que dar mayor oportunidad económica a Venezuela. Si las cosas no se consiguen con sanciones, cuando se trata de política y el diálogo, se consiguen entonces con estímulos positivos.” Justamente eso es lo que desea Zapatero; es decir, darle todas las prerrogativas a la tiranía para que tenga en su poder el dinero que han bloqueado los Bancos internacionales y con ese poderío, sustentar a los narco-chavistas en el seno del gobierno ilegítimo, de manera indefinida en el tiempo. Conocedores de lo anterior, la Unión Europea ha ratificado por un año más las sanciones contra 55 altos cargos del régimen chavista; y la Casa Blanca aseguró que mantendrá las sanciones hasta que se garanticen y realicen elecciones libres y democráticas en esta nación suramericana.

            Y a pesar de los argumentos zonzos y vacíos de Rodríguez Zapatero, el sistema electoral venezolano, que ha permitido recientemente el triunfo de la dictadura en los comicios por las gobernaciones en todo el país, sigue demostrando claramente que es fraudulento, injusto, plegado a los narco-dictadores; tampoco es transparente y no permite ningún tipo de garantías electorales.

 

            Desdichadamente, la única verdad real que subsiste y persiste en Venezuela y que Zapatero se niega a enunciar y denunciar, es el altísimo grado de miseria en el que está sumido su pueblo, la falta de libertades generales, la persecución carcelaria y el asesinato a los opositores y el único negocio que está consolidado en esta dictadura es el narcotráfico de su Estado, en contubernio con los cárteles de la droga colombianos, una actividad que tiene en la mira a los mercados de consumidores europeos y estadounidenses y que brinda a los narco-dictadores de Venezuela, sustantivas y sustanciales ganancias, traducidas en millones de dólares espurios y delictivos.


El Inseguro Perú.

Quieren Destituir al Nuevo Presidente

 

LIMA- En este país suramericano, los presidentes duran lo que tarda la hoja de un árbol cuando llega el otoño; es decir… nada y lo afirmamos porque el recién estrenado mandatario de los peruanos, Pedro Castillo, a quien creíamos que iba a perpetuarse en el poder y hacer del Perú una segunda Venezuela, resulta ahora que el mismo partido que lo llevó al gobierno, de ideología de ultraizquierda, llamado Perú Libre, lo quiere destituir a pocos meses de haber asumido el mando de la nación.

            Se trata del ala radical de dicho movimiento que, increíblemente, se ha unido con el bloque derechista y fujimorista, el mismo partido de Keiko Fujimori, para apoyar la destitución constitucional del nuevo presidente. En otras palabras, Pedro Castillo está siendo atacado desde dos flancos: el derechista y el izquierdista del propio movimiento que lo catapultó al poder y estas han sido sus respuestas ante la posible destitución: “A mí no me preocupan los ruidos políticos, porque a mí me ha elegido el pueblo, no me han elegido las mafias, no me han elegido los corruptos. Estoy convencido de que el pedido de vacancia, tramitado el pasado jueves por el Congreso, no saldrá adelante. No tengo motivos para estar preocupado.” Puntualizó.

 

Los amigos de ayer… son los enemigos de hoy

 

            Lamentablemente para Pedro Castillo, el actual presidente peruano, están en su contra quienes lo apoyaron irrestrictamente cuando postuló su nombre para competir contra Keiko Fujimori, en las elecciones generales recientes; tal es la situación, que Waldemar Cerrón, el portavoz del sector radical del partido Perú Libre, indicó que era muy posible que se unieran con los derechistas y con las gentes de Fujimori, para destituir a Castillo, a tan solo cuatro meses de haber llegado al Palacio de Gobierno, en calidad de mandatario de todos los ciudadanos del Perú.

            Se le acusa de “incapacidad moral permanente,” porque, según la diputada de la derechista Avanza País, Patricia Chirinos, Castillo ha hecho uso ilegal de fondos públicos del gobierno regional de Junín, a favor de la campaña de Perú Libre y ha nombrado a altos funcionarios con vínculos con el criminal movimiento terrorista Sendero Luminoso; a ello, se le suman otros actos erróneos cometidos por Castillo, como sus relaciones con el gobierno de Venezuela, la dictadura de Nicolás Maduro, ciertos ascensos en el seno de las fuerzas armadas del Perú que han creado severa polémica en el interior del ejército, la inestabilidad del gobierno, el maltrato a los medios de prensa y lo permisible que se ha mostrado en cuanto al tema de la violencia contra la mujer.

            La parlamentaria, hasta el momento, ha contado con el apoyo de 26 diputados, de los 130 que componen a esta cámara legislativa y cuenta con su propio grupo de congresistas, más los fujimoristas acantonados en el grupo Fuerza Popular (FP), y los ultraderechistas de Renovación Popular (RP).

            Además de los anteriores errores, deben sumarse otros que se veían venir cuando asumió el poder y que son propios de la extrema izquierda mundial; ejemplo de lo anterior ha sido su defensa al criminal grupo terrorista Sendero Luminoso, un grupúsculo que causó mucho dolor en familias comunes y normales del Perú, en las últimas décadas del siglo pasado.

Por otra parte, y de manera paradójica, el canciller Oscar Maúrtua ha encabezado la censura a las falsas elecciones acaecidas recientemente en Nicaragua y que arrojaron el triunfo espurio de Daniel Ortega, quien ha sido confirmado en su sillón dictatorial. Esta posición ha enfadado al partido que lo llevó al poder y a su propietario, el ultra-comunista Vladimir Cerrón, quien se ha ido distanciado rápidamente del actual gobernante y su renovado Gabinete.

¿Pero qué dice el pueblo con respecto a Pedro Castillo? De acuerdo a la última encuesta de IPSOS, el 58 por ciento de los peruanos no confían en su presidente, ante el 37 por ciento que sí lo apoya; y la queja más audible de los votantes se fundamenta en que no les gustan los nombramientos que hizo el mandatario en su grupo de ministros, cuando anunció la nómina de su Gabinete al saberse ganador de los comicios; por ejemplo, el de Guido Bellido –sustituido recientemente-, un individuo que se manifestó en contra de la mujer peruana y apoyó la violencia intrafamiliar abiertamente; también hizo patente su odio contra la comunidad LGTB y aquello sentó bastante mal en la mayoría de los ciudadanos de esta nación. Bellido fue sustituido por la activista de derechos humanos, Mirtha Vásquez, quien preside también al actual Gabinete ministerial.

Otro desacierto que le cobran a Pedro Castillo, fue el nombramiento de Bruno Pacheco, en la secretaría general del Palacio de Gobierno, a quien la fiscalía le encontró un sobre con US$20 mil en el baño de su Despacho. Es por todo lo reseñado que el analista Juan Luis Dammert, ha descrito: “El gobierno de Castillo es hasta ahora caótico y con muchos errores. Está bien criticarlo, esperemos que mejore. Pero es un gobierno constitucional, democráticamente elegido. La ‘vacancia’ es para casos excepcionales. Quebrar el mandato popular es algo muy peligroso.”

 

Un Congreso con una herramienta poderosa

 

            Los estudiosos de la realidad e Instituciones peruanas, coinciden en que el Congreso de su país posee una herramienta que es casi imposible de encontrar en otras naciones, precisamente porque es desproporcionada y se puede aplicar con ella la destitución, relativamente fácil –hay quienes dicen que es “vía exprés”, tal su poderío-, de aquellos presidentes que no dan la talla en el ejercicio de su gestión o están dando auténticos “palos de ciego”, según parece ocurre con Pedro Castillo en estos días.

            En el argot político de este país se le conoce como “vacancia”; es decir, dejar al poder libre, vacante, para que otro mandatario lo asuma y le dé continuidad. Hace algunos meses atrás cayeron, debido a esa misma aplicación de la ley, los ex presidentes Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra y Manuel Merino, entre otros más. Algo inédito, asombroso e inaudito que no sucede ni existe en otras naciones alrededor del mundo.

            En todo caso, la situación actual y real de Pedro Castillo al frente del gobierno peruano, es delicada, aunque él insiste en que no es así, ya que 38 diputados están apoyando e impulsando en el Congreso la aplicación de la ley de “vacancia” y solo necesitan adherir 14 votos más en esa cámara, para alcanzar los 52 sufragios que se necesitan para elevar la moción a debate y forzar al mismo Castillo a apersonarse en el Congreso, para que ejerza su propia defensa. Con 130 votos totales, el presidente caería en desgracia y tendría que abandonar el poder y someterse a la justicia común, lo cual podría implicar la cárcel, inevitablemente.

            En una especie de venganza política –y muy posiblemente personal, debido a que Castillo no ha querido indultar al expresidente preso, Alberto Fujimori-, el partido de Keiko Fujimori se ha dedicado, con una fuerza inusitada, a promover y empujar para que la ley de “vacancia” se ejecute contra el actual mandatario. Pesa también el hecho de que Keiko se encuentra en la fase final de un juicio que, en el tanto lo pierda, podría sancionarla con 30 años de prisión, por supuesto lavado de activos en los que se dice, incurrió. Por esa razón, ella ha lanzado con, toda su fuerza disponible, a sus partidarios contra Pedro Castillo y así caiga también en desgracia.

            Y en lo que atañe al Partido Perú Libre, que sirvió a Pedro Castillo de “catapulta” para llegar al gobierno, el destituido Guido Bellido, uno de los más recalcitrantes comunistas de este país, advirtió al presidente: “(…) Señor presidente, no siga nombrando ministros de derecha. Confié usted en el pueblo que lo eligió, en sus hijos profesionales.”

            Mientras los políticos “se desgarran las vestiduras en el parlamento y en los estamentos del poder”, afuera, en las calles, se enfrentan violentamente, en escaramuzas espontáneas, los partidarios de que se proceda con la “vacancia” y quienes la objetan; y lo cierto es que el movimiento anti-Castillo, llamado “Salvemos al Perú”, cobra más fuerza conforme pasan las horas.

Veremos qué sucederá en este país donde la estabilidad de sus presidentes es tan fuerte como un ave en medio de la tempestad. 


Hijo Preferido de Gadafy Participará

 en Elecciones Libias

 

TRIPOLI, Libia- No se sabe, ni remotamente, cuál es la motivación que persigue este hombre llamado Saif Al Islam (nombre que traducido al español significa “espada del Islam”), el hijo predilecto del ex dictador libio, Muammar el Gadafy, al postularse como candidato en las próximas elecciones generales que se efectuarán en este país, por primera vez desde hace muchísimos años. Hay quienes dicen que el afán de venganza es lo que ha movido a Al Islam para presentar su nombre al favor de los votantes; otros indican que la desazón por haber perdido el poder, lo ha empujado para recuperarlo y podría ser otro dictador, de igual modo como lo fue su padre.

            Los comicios se darán en toda Libia este 24 de diciembre próximo, en el tanto respondan positivamente a la hoja de ruta diseñada y enmarcada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Para empezar, Al Islam registró su candidatura en la oficina electoral de Sabha, al sur del país, y, ante un verdadero maremágnum de periodistas reunidos en torno suyo, quienes no dejaban de apretar los interruptores de sus cámaras fotográficas, el hoy candidato solamente pronunció un versículo de El Corán: “Dios siempre prevalece en su propósito, incluso si los no creyentes le odian.”

            En esta comparecencia ante los medios periodísticos, el hijo de Muammar el Gadafy vestía idéntico a su amado padre, con quien le unía un fortísimo amor y devoción, ya que eran muy unidos y, como hemos dicho, era el preferido del ex dictador asesinado por insurgentes ayudados por la aviación francesa, que ejecutaba bombardeos contra los soldados del ex líder libio. Saif tiene en la actualidad 49 años de edad, lleva barba cerrada y usa un turbante marrón, a juego con la túnica… es decir, los mismos colores y estilo que portaba su amado padre.

            Recordemos que, tras la caída del régimen de su antecesor, Saif al Islam fue apresado y encarcelado por las milicias de Zintán, en las montañas de Nafusa y se negaron entregarlo al gobierno provisional de Trípoli en aquel momento coyuntural por el que estaba pasando el país. Estando preso, fue juzgado in absentia y condenado a muerte por un tribunal popular, por el cargo de haber efectuado crímenes de guerra durante la revolución, apoyada por Francia, en el 2011, y que desembocó con el asesinato de Muammar el Gadafy. Sin embargo, con el paso del tiempo, después de aquella sentencia, el Tribunal Supremo de Trípoli canceló el fallo y en el 2016, lo dejaron en libertad, gracias a una amnistía general que se dio en toda Libia.  

            Hay que hacer énfasis en que este personaje, heredero del poder según tenía previsto su padre, fue torturado y sus imágenes mientras sufría los severos castigos físicos, fueron difundidas por las redes sociales, especialmente en Youtube. Aun así, pudo sobrevivir y presentar su nombre en los próximos comicios.

En una entrevista retrospectiva, Al Islam había anunciado su deseo de postularse democráticamente en las primeras elecciones en su país y que pretendía alcanzar el poder que le fue arrebatado a su padre, mediante los votos de los ciudadanos. Lo dijo en un interview que concedió al diario estadounidense, The New York Times. Textualmente, estas fueron las palabras dichas por el hijo del caudillo libio: “Ha llegado el momento de volver al pasado. El país está de rodillas, no hay dinero, ni seguridad, ni vida. Espero contar con el respaldo de los nostálgicos de la Libia anterior al 2011.” Manifestó.

 

Alegría en la ciudad natal de Gadafy

 

            Cuando se supo de su candidatura en Sirte, la ciudad donde nació su padre, Gadafy, la noticia fue recibida con suma alegría por parte de las gentes, quienes se hicieron a las calles y avenidas de la urbe, portando fotos de Saif y banderas verdes de la Gran Yamahiriya Árabe Popular y Socialista, según el nombre que se le daba a Libia durante el extensísimo gobierno de Muammar el Gadafy. De acuerdo a la opinión de varios analistas de la realidad libia, sus opciones son serias y deberán ser tomadas con todo el rigor que ameritan, pues es un candidato con altas posibilidades de triunfo.

            Quienes le recuerdan no dudan en afirmar que era “la cara amable del régimen” y la persona que podía llevar a buen término reformas del sistema, pero la llamada “primavera árabe” que tiró por la borda a varios gobiernos islámicos en Oriente Próximo y el Norte de África, puso un alto al derrotero que llevaba el gobierno encabezado por su padre. Cuando Gadafy se percató de que podían tirarlo del poder, al calor de los movimientos internacionales que se estaban dando, “apretó las clavijas” a su pueblo (aumentó la represión) y ello desencadenó la gran revuelta que fue apoyada por la OTAN, incluyendo al gobierno de Barack Obama, en los Estados Unidos.

            Si no hubiera sido por el levantamiento popular que derrocó a su padre en el 2011 y que cortó 42 años de dictadura, Al Islam hubiese sido el sucesor directo del poder, según tenía planeado Muammar el Gadafy, quien se preocupó por tener siempre a su lado a este hijo y enseñarle hasta los más intrínsecos secretos del arte de gobernar.

            Desde entonces, Libia ha sufrido la presencia de dos gobiernos, antagónicos entre ellos y sometida a la ley de las milicias.

            En lo que respecta a su personalidad y formación, Saif es un hombre culto, profesional, quien llevó estudios en la London School of Economics, en Inglaterra, y es apodado en Libia, “el ingeniero”, precisamente por su preparación académica. Actualmente, es requerido por la justicia extranjera, específicamente por el Tribunal Penal Internacional (TPI), bajo los cargos de crímenes contra la humanidad, cometidos durante el levantamiento revolucionario contra su padre. Fadi al Abdulá, portavoz del TPI, ha dicho recientemente que la orden de arresto sigue vigente, pero ello no frustra a Saif en su postulación en las próximas elecciones generales y la ley solo impide presentar su nombre en las votaciones, a quienes han sido condenados con un veredicto final.

 

            Los contendores de Saif al Islam serán el mariscal Khalifa Haftar, el actual primer ministro, Abdul Hamid Dbeibah, y el portavoz del actual parlamento libio, Aguila Saleh. Todos esperan que los comicios se efectúen y quien sea el ganador, que pueda unir al pueblo, al país fraccionado con dos gobiernos e inserte a Libia en el conglomerado de naciones, del que ha estado ausente desde el derrocamiento y asesinato de Muammar el Gadafy.


Chile, la Nación Indómita, Acude a las

Urnas de Votación

 

SANTIAGO- Después del fortísimo e impresionante estallido social vivido en este país de singular geografía (extensísimo y angosto de una punta a la otra), en octubre del 2019, la Constitución Política ha llamado a todos sus pobladores habilitados para el ejercicio democrático, para que acudan a los centros de votación para elegir al próximo presidente de la República.

            Llaman poderosamente la atención dos aspectos: el abstencionismo, un detalle que muestra la apatía de los chilenos por la política doméstica y por ello se ausenta de las urnas; y la polarización del país en los dos extremos ideológicos que tanto dolor han causado en su historia reciente, con el allendismo y el pinochetismo. Es así como José Antonio Kast, descendiente de alemanes emigrados a Chile; y Gabriel Boric, representan a la derecha e izquierda chilena, respectivamente, una reminiscencia de las épocas apenas idas, cuando los dos extremos se enfrentaron de manera frontal y causaron derramamiento de sangre, decantándose con el suicidio de Salvador Allende, el presidente comunista, en el Palacio de la Moneda, sede del gobierno.

 

Siete candidatos

 

            Esta es la nómina que se ha presentado al electorado chileno. Veamos: Gabriel Boric, de quien ya hablamos en las líneas anteriores, es el representante del partido comunista y del pacto Apruebo Dignidad (formado por el Frente Amplio y los marxistas tradicionales, “los de siempre”); Sebastián Sichel, del Partido Chile Podemos Más, del oficialismo hoy en el poder; Franco Parisi, del Partido de la Gente; José Antonio Kast, del Partido Republicano, considerado la ultraderecha; Eduardo Artés, del Unión Patriótica; Yasna Provoste, de Unidad Constituyente y actual presidenta del Senado; y Marco Enríquez-Ominami, del Partido País Progresista.       

            Llama la atención así mismo, el estilo reposado y el tono no violento que ha utilizado durante toda la campaña, Antonio Kast, el preferido de las mayorías. Su discurso apunta directamente a los problemas sustanciales que aquejan a Chile; por ello, ha lanzado estas interrogantes a la consciencia de los electores: “¿Qué le pasa a Chile? ¿Por qué hemos  abandonado nuestras poblaciones a la dictadura del narcotráfico? ¿Por qué hemos dejado que la delincuencia avance sin control? ¿Por qué hemos permitido al populismo penetrar en la política? Hoy los chilenos –continuó Kast-, no tienen libertad, porque los únicos que andan impunes por las calles son los delincuentes, son los vándalos, son los terroristas.” Retrató lo que es la realidad chilena en estos angustiosos momentos, cuando la policía de Carabineros, famosa por su profesionalismo en toda América, parece haber naufragado en su misión de mantener a Chile seguro y confiado. El discurso anterior de Kast fue pronunciado en un parque del municipio de Las Condes, en una zona adinerada de Santiago, la Capital, ante unas 3,500 personas. Un observador reparó en que no solo llegaron familias acaudaladas o de las corrientes ultra-católicas a las cuales representa también este candidato, sino también  personas de distintas edades, de las zonas humildes, inmigrantes, mujeres a favor del aborto (aunque Kast no está de acuerdo con esa práctica); y nostálgicos pinochetistas. Por supuesto que los simpatizantes tradicionales de la extrema derecha, ahí estaban apoyando con sus aplausos y vítores a José Antonio Kast.

            Vale la pena resaltar el comentario de un hombre de 58 años, quien era dueño de un almacén de abarrotes y que le fue incendiado por las turbas aquel octubre del 2019, cuando estallaron las revueltas en todo el país y que ahora subsiste con bonos que le otorga el gobierno de Piñera y de algún trabajo esporádico que surge: “Lo quemaron y perdimos todo y ¿Para qué levantarlo si lo volverán a destruir? –Se preguntó-. Tenemos una esperanza con Kast y su proyecto: progresar, trabajar, emprender.”

            Finalmente, en su cierre de campaña, Kast habló de su rival, el izquierdista Boric: “Este domingo, Chile enfrenta dos modelos de país: uno, el nuestro, que defiende la libertad y la justicia; y, otro, el del Partido Comunista que lidera Gabriel Boric, que es nuestro pasaje seguro al caos, el hambre y la violencia.” Puntualizó, mientras estaba acompañado por su esposa y sus nueve hijos.

 

El regreso del marxismo

 

            Los herederos del comunismo al mejor estilo de los años 70s, se aglutinan alrededor de Gabriel Boric, el candidato con apellido croata, quien cerró su campaña a 80 kilómetros de distancia de Kast, su archirrival, en Casablanca, una zona de viñedos en la carretera que lleva hasta Valparaíso. Es oportuno enfatizar que este político es la cabeza electoral de una alianza, de un pacto de partidos heterogéneos de izquierda. Le escucharon unas 400 personas en la plaza de armas del pueblo, ante quienes reivindicó su pasado cuando fue dirigente estudiantil y se proclamó heredero de las demandas de los jóvenes durante el estallido social del 2019. En su discurso, anunció que acabaría con el sistema privado de pensiones para hacerlo más justo y prometió educación gratuita y de calidad, “que es el principal reclamo de los jóvenes, que hoy deben endeudarse de por vida para pagar la Universidad.” Aseveró.

            No existe la menor duda de que Boric representa al marxismo que estranguló a Chile a principios de la década de los 70s, en el Siglo pasado, y todos aquellos, hoy ancianos en su mayoría, quienes simpatizaron con Allende y vivieron los aciagos años a los que hacemos referencia, cierran filas a su alrededor.

            Por su parte, la única candidata mujer, Yasna Provoste, de la Democracia Cristiana, se califica a sí misma la representante de los valores de la Concertación de centroizquierda que lideró la transición democrática, tras la salida del poder del General Augusto Pinochet, en 1990. Su cierre de campaña lo realizó en Concepción, a 500 kilómetros al sur de Santiago, donde su discurso giró alrededor de su deseo de “reconstruir Chile, después del peor gobierno que ha experimentado el país”, en una clara crítica a la actual administración de Sebastián Piñera, quien, dicho sea de paso, no irá a juicio político para ser destituido de su cargo, debido a que los interesados en destituirle no alcanzaron la mayoría necesaria en el Senado, para tal fin.

            A pesar de que Kast y Boric lideran las preferencias de los votantes, nadie asegura en Chile cuál de los dos saldrá victorioso y la sombra de la segunda ronda se cierne sobre este pueblo y su sistema electoral. Gracias a estas elecciones, será renovada buena parte del Congreso, los 155 diputados y 27 de los 50 senadores; además del Poder Ejecutivo, el presidente de la República y su Gabinete de Estado. Empero, este domingo, 21 de noviembre del 2021 era totalmente imposible arrojar un inminente ganador antes del cierre de las urnas de votación y del conteo de los sufragios, ya que ninguno de los siete candidatos sobrepasaba el 30 por ciento de los votantes, mientras un 23 por ciento de los electores se mostraba indeciso, en el mediodía de la fecha indicada.

            Los profundos conocedores de la realidad chilena, describen que lo que se juega en estas elecciones tiene sus cimientos ideológicos claramente definidos (la izquierda y la derecha); empero, se está dando una lucha generacional entre los jóvenes y los mayores de 60 años: así, Boric cuenta con el apoyo de los menores de 30 años de edad; mientras que Kast, tiene su fortaleza en los mayores de 60. Los entendidos señalan que los comicios se dan en un momento crucial en Chile, con una situación económica compleja que oprime a la mayoría de los ciudadanos y con una inflación que podría llegar al 7 por ciento en el cierre del presente 2021. Recordemos que esa coyuntura financiera fue lo que provocó el violentísimo estallido social que estuvo a un paso de destruir a todo el país, en el 2019. Es por eso que todos los analistas coinciden en que el nuevo gobierno que resultará de estas votaciones, tendrá que “controlar las calles, implementar la nueva Constitución que será aprobada en un plebiscito en el segundo semestre del 2022; y, sobre todo, manejar el tensionado escenario político chileno, con un Congreso sin grandes mayorías.” Explican.

            José Antonio Kast, quien no pertenece, ni por asomo, al oficialismo de Piñera, es considerado un legatario del gobierno de Augusto Pinochet y ofrece el orden y la estabilidad perdida en las revueltas sociales. Aunque, la única verdad que prevalece, y de acuerdo a la apatía de los chilenos en estas elecciones generales, es la que señala que se irá a una segunda ronda el próximo 19 de diciembre, un balotaje que nunca, en ningún país democrático, sienta bien. Pero Kast sigue siendo la figura a quien los politólogos y sociólogos ven en La Moneda, dirigiendo al país el año próximo. Otra posibilidad, en el caso de que el marxista Boric alcanzara el poder, sería improcedente desde todo punto de vista y un alto riesgo para Chile y los chilenos. El retroceso a los años de Allende, sería algo así como un viaje al Jurásico que a nadie conviene.


Un Año Después de las Elecciones, Joe Biden

en “el Subsuelo” con su Errática

Administración

 

WASHINGTON D.C., USA- Gran culpa –y en un gran porcentaje-, de lo fallido que está siendo este gobierno de Joe Biden, la tiene Donald Trump, pues el actual presidente llegó a reconstruir (esta es la palabra exacta), lo que había destruido Trump, desde la economía, pasando por asuntos de migración y conflictos bélicos, hasta la ruptura de múltiples relaciones diplomáticas con naciones de los cinco continentes, que el supuesto “republicano” (pues Trump no tiene ideología alguna y tampoco partido político), había roto salvajemente, de acuerdo a su naturaleza.

            Por otra parte, el caos y la desilusión que presenta Biden actualmente, también pudo atenuarlo, contenerlo, esquivarlo y evitarlo en gran medida, pero le faltó visión, fortaleza, decisión, voluntad de ánimo y de carácter, al anciano mandatario de los estadounidenses. Y no nos referimos solamente al desparpajo de la salida de Afganistán, sino a otras incidencias previas y posteriores a la huida cobarde de aquel país centro-asiático. Da la impresión de que Joe Biden no aprendió absolutamente nada de su amigo Barack Obama, cuando fue su vicepresidente a lo largo de los ocho años de su gobierno.

            El periódico español ABC, lo describe de esta manera: “Ganó Biden (las elecciones) y parte de EE.UU y del mundo respiró. El candidato demócrata prometió salvar ‘el alma de América,’ dejar atrás las turbulencias de Trump, coger el timón de un país atrapado en la crisis sanitaria y económica de la pandemia, reconducir las relaciones con los socios internacionales y sofocar la polarización extrema que descose al país. Biden, sin embargo, lleva diez meses a los mandos y el rumbo de su presidencia está perdido.”

 

Los problemas lo están consumiendo

 

            Ciertamente, Donald Trump le dejó un país totalmente desprotegido, pues el troglodita ex presidente no creía en la existencia del Covid chino y mucho menos en las vacunas; y por esa razón, los habitantes de los Estados Unidos caían fulminados como moscas, cuando el mortal virus se apoderaba de sus cuerpos, de sus sistemas respiratorios. Ese fue el panorama con el que tuvo que liarse Biden desde que asumió el poder. Paralelamente, se ha encontrado con un bloqueo más que engorroso de su agenda legislativa, en el Congreso, deteniendo proyectos urgentes y vitales para el país; así mismo, el aumento de la violencia en las calles de muchos Estados y niveles record de inmigrantes que ingresan a este territorio. Todo ello ha colocado a Joe Biden y su gestión presidencial, no en el suelo de la Casa Blanca, sino más abajo… en “el subsuelo.”

            En un principio, pensamos que poco a poco iría acomodando “las piezas” que Trump descolocó y destruyó a nivel nacional e internacional y por un instante, observamos que todo iba por buen camino con un ambicioso plan de rescate que envió a los congresistas, con acuerdos y reinserción en aquellos organismos internacionales a los que Trump “torpedeó” salvaje e irresponsablemente, con una enorme dosis de demencia, y nos referimos a la Organización Mundial de la salud (OMS), y al Acuerdo de París. Pero apareció, de repente, el gravísimo error de la salida de las tropas estadounidenses de Afganistán, obedeciendo a un convenio que Donald Trump había pactado y firmado con los talibanes, por medio de Mike Pompeo, el obeso y servil Secretario de Estado de la administración Trump. Pero, al igual que sus ataques retóricos a la China comunista, Biden no tuvo la sapiencia, el equilibrio, la sabiduría ni supo echar “marcha atrás” para defender la integridad del pueblo afgano ni sus Instituciones, efectuando una retirada de este país más allá de lo vergonzante, peor que aquella que se hizo de Vietnam en su momento histórico. Esa fue la estocada definitiva para que el actual gobernante de los Estados Unidos se precipitara al vacío, en las encuestas recientes.

            De tal manera, los hechos, en sus primeros seis meses, comenzaron a “flaquear”, a torcerse, desde la oficina Oval de la Casa Blanca; así por ejemplo, los US$6 billones que necesitaba para concretar su proyecto que contemplaba gasto social, clima e infraestructuras, se difuminó en el aire cuando los republicanos “torpedearon”, junto a unos moderados demócratas, sus anhelos en el seno del Congreso. También, sus objetivos de vacunación, especialmente aquel cuando dijo que el 4 de julio pasado los estadounidenses celebrarían la fiesta patria en total normalidad, se vio truncado, decepcionando a unos y a otros. De inmediato, apareció la variante delta del virus chino, que hizo retroceder los esfuerzos anteriores hasta el punto de partida que Biden celebró bulliciosamente ante la prensa. Los hospitales en todo el país volvieron a llenarse en forma alarmante y altamente preocupante.

 

No esconde sus sedentes emociones

 

            Nadie duda de la calidad humana del actual presidente de los Estados Unidos y, sin duda, por esa misma condición, fue votado y elegido mandatario, pero los errores primeros que hemos enumerado, son los que le están hundiendo irremediablemente.

            Por supuesto que existe una diferencia abismal con respecto a Donald Trump, quien, aunque supiera que había cometido una garrafal e imprudente situación, nunca lo aceptaba; en su lugar, Biden es capaz de guardar silencio, demostrando que se equivocó, ante la pregunta de un incisivo periodista. Es por ello que le hemos visto sedente, callado, derrotado y humanamente avergonzado, ante cientos de periodistas que le fotografíaban en la sala de prensa de la Casa Blanca, cuando Trump se revolvía en su fango al defender que su error no era tal, sino de quienes lo objetaban y criticaban.

            Es así como Joe Biden, en la última Cumbre del G-20, al encontrarse con Emmanuel Macrón, presidente de Francia, se disculpó y le dijo que el acuerdo Aukus, entre Australia, los Estados Unidos y el Reino Unido, que dejó fuera a los franceses, fue una pieza poco elegante, salida de una determinación equivocada. Por esa razón, hay muchas personas alrededor del mundo que desean que Biden pueda resarcirse y tomar las riendas de su administración y llevarla a “buen puerto”, como todo presuponía que iba a suceder cuando asumió el poder en Washington.

            Pero la verdad es que las últimas encuestas hechas en los Estados Unidos, siguen siendo duras con el mandatario; de tal modo que, en el pasado octubre, solo el 42 por ciento de los norteamericanos le aprobaron al frente del gobierno. Así según Gallup. Otra encuesta, esta vez de la NBC, señala que los ciudadanos consideran que “el país no va por buen camino”; y lo que es peor… es la opinión de la mitad de los votantes que pertenecen al Partido Demócrata, el mismo de Biden.

            En el Congreso yace uno de los peores problemas que tienen “en dique seco” al presidente, cuando congresistas de su propio partido, especialmente en la Cámara de Representantes y en el Senado, rechazan aprobarle leyes a su propio compañero demócrata. Es así como dos senadores moderados, Joe Manchin y Krysten Sinema, han tirado por los suelos reformas que Biden les ha enviado para su aprobación, como la ley de infraestructuras, para citar solo un ejemplo; y los analistas culpan al presidente por no zanjar esa fractura interna de su partido… “es incapaz de cerrar esa división”, aducen los que siguen sus movimientos con atención, en Washington. Y lo describen de esta manera: “(…) Biden se muestra en todo momento incapaz de meter en cintura a los legisladores díscolos y no ha conseguido ninguna gran victoria que ofrecer a sus votantes. En aquella noche en Wilmington (de celebración de la victoria electoral), el presidente electo prometió sanar y unir al país. Para su desgracia, la pandemia no se ha ido y ni siquiera ha sido capaz de poner de acuerdo a su propio partido. Un panorama preocupante de cara a las elecciones legislativas del año que viene, en las que los demócratas van camino de perder, al menos, el Senado.” Describe Bill Sayer, analista político independiente.

            Lo más indignante para quienes votaron por Biden y habían cifrado sus expectativas en él, se da cuando observan que los demócratas controlan la Casa Blanca y las dos cámaras en el Congreso, pero, aun así, parece maniatado, impotente, frustrado, como si los republicanos fuesen quienes son la mayoría aplastante. No puede impulsar su agenda legislativa y la fractura entre los demócratas izquierdistas y los moderados, sigue pronunciándose más y más, sin que el mandatario pueda subsanar el conflicto. Es decir, parece que los enemigos de Biden están en su propio partido y no en el Republicano. ¡Increíble!

            Hacia el sur, cuando Joe Biden prometió tratar mejor a los inmigrantes e indocumentados, mucho mejor que el salvajismo ejercido por Trump, esas palabras produjeron “un efecto llamada,” que se convirtió en algo así como una avalancha de personas provenientes desde México. Paralelamente, mientras sus congresistas pedían recortes al presupuesto general de la policía, se dispararon hacia arriba los índices de criminalidad, demostrando que este no ha sido el año de Joe Biden, en ningún sentido.

            Finalmente, si el mandatario todavía no estaba seguro de la pérdida de credibilidad entre el electorado que lo llevó a la presidencia, todavía faltaba por suceder lo de Virginia, uno de los dos Estados que recientemente celebraron elecciones para gobernador y congresistas y la derrota de los demócratas fue clara, humillante y aplastante. Esta derrota ha significado un serio golpe psicológico para el presidente y hay quienes dicen que es un presagio de lo que podría ocurrir más adelante, cuando los demócratas soliciten los votos de los ciudadanos, quienes están decepcionados de la actual administración, que, en lugar de superar la crisis, el atascadero en el que se ha metido parece que la ha lanzado en caída libre, sin nada que la detenga.

            En síntesis, así está la panorámica en la que se debate Joe Biden y su Gabinete: la inflación sigue creciendo y amenazando el poder adquisitivo de los estadounidenses, la recuperación económica se ha detenido en seco, la agenda legislativa atorada en el Congreso y sus proyectos estáticos, la lucha contra el coronavirus llegado desde China, no ha continuado y los vacunados parecen menos que aquellos que no lo están (el país está muy lejos de decir que superó la pandemia), y la popularidad del mandatario está en el 42,8 por ciento favorable, contra un 53 por ciento que lo rechaza tajantemente y critican su ineficiencia.

            Es por ello que el sitio web “FiveThirtyEight” ha publicado: “Al día de hoy, Joe Biden y Donald Trump están en una carrera por ver quién es más impopular y quién despierta más rechazo entre la población.” A tal extremo ha llegado el actual presidente, pero con la posibilidad de resarcirse en los siguientes tres años y elevar la eficiencia de su gobierno. Todo depende de él mismo y su grupo de colaboradores, quienes tendrán que delinear una nueva “hoja de ruta” que los lleve por el buen camino que todos esperan.

 

            El mundo sigue a la espera de que se produzca el cambio anhelado…


Dictador de Nicaragua se Descara aún Más

y Nombra Abiertamente a su Mujer

“Co-Presidenta” (o co-Dictadora)

 

MANAGUA- Daniel Ortega, el dictador que lleva un poco más de 30 años en el poder de este país centroamericano, se prepara para participar en un proceso electoral amañado, en noviembre próximo, diseñado a su medida, en el que nadie cree y que, con toda seguridad, ganará con facilidad. Incluso los nicaragüenses más humildes, los que entienden poco o nada de política, dicen: “para qué ir a votar si sabemos que Ortega va a ganar con engaño (entiéndase fraude).”

            Y lo que resulta peor se fundamenta en que él se siente cómodo, sabe que puede hacer lo que le plazca y que podrá quedarse en el gobierno dictatorial hasta bien entrada la vejez, igual que su amigo muerto, Fidel Castro, quien falleció impune, sin responder a la justicia por la cantidad enorme de crímenes de lesa humanidad que cometió a lo largo de su tiranía, porque ningún país democrático, ni la justicia internacional, se esmeraron por capturarlo y llevarlo a juicio.

            Ortega sabe que los Estados Unidos se han desentendido por completo de Nicaragua, que prefieren atacar verbalmente a Buckele, en El Salvador, que a su dictadura oprobiosa y sangrienta. Por eso transgrede lo poco que queda por transgredir y lo hace abiertamente, sin importarle el desparpajo que cause, ni la desvergüenza que provoca con lo que dice. Es por esa razón que acaba de nombrar, ante los ojos sorprendidos de quienes lo vieron y escucharon, a Rosario Murillo, su mujer, “co-presidenta” de Nicaragua.

 

Cargo inexistente

 

            La “co-presidenta” es un cargo que no existe en la vejada y vuelta a violar Constitución nicaragüense; pero que en la práctica así ha sido concebido y ejecutado desde hace algunos años atrás; y el pueblo sabe que Rosario Murillo tiene un poder significativo, talvez mayor que el de su esposo, Daniel Ortega. En principio, porque ella es más inteligente; o mejor dicho… ella es inteligente y él nó; y muchas decisiones que han sido tomadas desde la casa de gobierno, ha sido notorio que las ha tomado ella y no Ortega; incluso, el grosor de los ciudadanos ha acuñado la expresión: “la Chayo es quien gobierna y Daniel es un figurón nada más.”

            Fuere como fuere, el dictador presidió, hace pocas fechas, un acto en el que se entregaron varios autobuses de manufactura rusa, por parte del embajador de aquel país europeo, Alexander Khokhólikov, con la presencia de otros dignatarios enviados por Moscú. Fue cuando Ortega manifestó en medio de su palabrería entrecortada (es pésimo orador), cansina y que demuestra su congénito analfabetismo: “Aquí en Nicaragua tenemos dos presidentes, porque respetamos el principio de 50-50; o sea, aquí tenemos una co-presidenta con la compañera Rosario (su mujer). Todos los días (ella) se está comunicando con nuestro pueblo, dando a conocer todo lo que se está haciendo en beneficio de las familias nicaragüenses (¡!), sin hacer diferencias políticas, sin hacer diferencias ideológicas, allí van las obras multiplicándose todos los días en nuestro país (¡!).” Concluyó, mientras tocaba el hombro de Rosario Murillo, quien esbozó la sonrisa de rigor, convencida de que es verdad lo que dijo su marido, porque ella co-gobierna desde hace más de 10 años en Nicaragua.

            Los funcionarios de la televisión nicaragüense que cubrían el acto, solaparon el descaro, la desfachatez de Ortega, argumentando que el dictador pronunció ese discurso, ese mensaje a favor de su mujer, porque hizo referencia al “modelo de equidad de género en los cargos públicos”; una falacia que nadie cree, puesto que Daniel Ortega no respeta dicha equidad, como tampoco respeta nada de lo que tenga relación con lo que está fuera de su círculo familiar, en el que sus hijos (as), tienen puestos de poder, especialmente en los medios de comunicación (radio y TV), y se enriquecen a manos llenas, de paso.

            La verdad, que tampoco es un misterio para nadie en esta nación, indica que Rosario Murillo es la primera en la línea de sucesión constitucional; es decir, si Ortega muriera mañana, ella quedaría ejerciendo la dictadura antes que cualquier otra persona; además, según hemos resaltado anteriormente, ella está presente en todas las decisiones importantes que se toman a nivel de gobierno y en la cúpula del partido sandinista; y por supuesto que la Murillo gobierna al lado de su marido, de facto, pues su cargo de “co-presidenta” no está estipulado en la Constitución nicaragüense; pero se debe aceptar, so pena de ser encarcelado si hubiese oposición abierta contra esa desfachatez de la pareja dictatorial.

 

Por encima de todos

 

            La presencia de Rosario Murillo en el seno del poder en Nicaragua, data del 2016, cuando su marido la inscribió en su fórmula “presidencial” en aquellas elecciones también fraudulentas, en las que Daniel Ortega arrasó a sus contrincantes políticos. De tal manera, ella pasó de ser Primera Dama de la República a Vicepresidenta; pero ahora es… co-presidenta. Por eso, a esta dictadura se le ha llamado “bicéfala”, pues presenta dos cabezas; y hay quienes dicen que tiene solo una y es la de Rosario Murillo, quien es la que gobierna y no su compañero de vida.

            En aquel año, la decisión de nombrar a la Murillo vicepresidenta, enfadó a muchos correligionarios del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), especialmente de “la vieja guardia”, porque se vieron apartados de plano, rechazados y enviados al “cesto de la basura.” Empero, desde el 2007, Rosario Murillo ya ejercía su poder en la casa de gobierno, aunque no era muy visible todavía; era algo así como una “super-ministra” sin cartera ministerial; y hay quienes dicen que Daniel Ortega ha ido delegando poder en su mujer, a raíz de la acusación que hizo de él su hijastra Zoilamérica Narváez, de haber sido abusada sexualmente por su padrastro Daniel. Desde entonces, para evitar un escándalo de angustiantes proporciones y que, talvez, le hubiera costado el cargo de dictador al propio Ortega, ha ido cediendo a favor de la Murillo, con el propósito de mantenerla siempre fiel a su lado y no ventile los hechos contra la entonces niña e hija de una primera unión que sostuvo Rosario Murillo antes de involucrarse con Daniel Ortega.

            Los analistas de la realidad nicaragüense también señalan que lo que existe hoy en día en Nicaragua es “una dictadura familiar y un régimen de partido único, en el que la disidencia se paga con prisión, donde los opositores son perseguidos y pagan su inconformidad con la cárcel.” Es una tiranía en el amplio sentido de la palabra, incluso peor que la dinastía de los Somoza y a la que Daniel Ortega y sus ex compañeros del Frente Sandinista combatieron y bajaron del poder en 1979, mediante una revolución armada en la que murieron cientos de combatientes, muchos de ellos anhelando una democracia funcional, plena de libertades y no esto que ahora se está sufriendo en el país. Es decir, para todos está claro, incluyendo a la “vieja guardia” del sandinismo, que Ortega apuñaló por la espalda a los ideales revolucionarios y se apoderó de un gobierno que no le pertenece.

            Para Oscar René Vargas, disidente del sandinismo, “este nombramiento (co-presidenta), tiene la intención de consolidar a la dictadura familiar (nepotismo); pero también revela el temor que Ortega tiene de su propia desaparición por edad o afectaciones en su salud. Está preparando el escenario político para que Murillo pueda sucederlo sin fractura y sin protesta al interior del orteguismo, porque ha habido demasiada manifestación de que ella no goza del apoyo de la base del orteguismo. Es como reforzar la sucesión; aunque ya la garantizó al nombrarla vicepresidenta y ahora trata de que la base social que lo escucha, acepte que Murillo es la sucesora.”

            Quienes conocen fielmente la realidad de la Nicaragua actual, afirman que esta mujer siempre ha tenido aspiraciones presidenciales (dictatoriales, para ser más precisos); pero su imagen en lo interno del país y hacia el exterior, está muy deteriorada y se le acusa de cometer graves violaciones contra los derechos humanos, de ser responsable del desmantelamiento de las Instituciones democráticas y de actos de corrupción. “Todo ello ha conjurado en su contra para entorpecer su sueño presidencial”, aseveran algunos miembros del FSLN, quienes pidieron quedar en el anonimato, preocupados por ser detenidos y encarcelados, si la dictadura se enterara quiénes dijeron lo anterior. Para citar un deplorable ejemplo que lo ilustre lo escrito en las líneas de arriba, durante la crisis del 2018 ella lideró la respuesta del gobierno, de la policía, del aparato represivo y del ejército contra los manifestantes y la famosa frase “vamos con todo” fue inspiración suya y sirvió para que los manifestantes recibieran azotes, apaleadas, balas, gases lacrimógenos, desapariciones y cárcel de parte de las fuerzas leales a la dictadura. Así se supo después de que unos correos electrónicos enviados por ella con carácter confidencial, se filtraron a la prensa nacional y extranjera.

            Para el mismo disidente Vargas, “Ortega está tratando de darle este beneplácito a Murillo, porque no pudo ofrecerle ser la candidata a la presidencia. Ella aspiraba a la candidatura este año y entonces Ortega salió con la solución salomónica de nombrarla ‘co-presidenta’, sin tener la capacidad legal para que sea efectivo.” Explicó.

            Según vemos, la presentación de Daniel Ortega a su mujer en calidad de “co-presidenta”, no fue un trazo retórico dentro del discurso que pronunció ante el embajador ruso, sino que lo dijo muy en serio, de ahí que ella se sintió halagada con el nombramiento, porque eso fue lo que anunció… su co-dictadura. En resumen, hay quienes dicen que Rosario Murillo es la encargada de la parte administrativa del gobierno, mientras que Daniel Ortega es el que toma las grandes decisiones políticas; pero lo cierto es que el gran obstáculo para las aspiraciones de gobernar en solitario para Rosario Murillo, es la existencia de su propio marido, porque, mientras esté vivo o con salud y ejerciendo el poder, ella no tendrá más opción que permanecer en “las sombras” y el tiempo dirá si continúa en su posición de co-dictadora -que es lo que realmente es-, o un repentino alejamiento de Daniel Ortega la posicionará como dictadora en solitario, porque, la verdad, este nepotismo abierto, descarado y represor, se extenderá indefinidamente ante la omisión y la complacencia de los organismos internacionales (OEA y ONU), y de los Estados Unidos, más interesados en Oriente Próximo, que en aquello que sucede en su traspatio latinoamericano.             


Joe Biden sigue Mal en las Encuestas después del

 Fiasco de Afganistán

 

WASHINGTON D.C, USA-El recién estrenado presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, después del enorme equívoco cometido al sacar la totalidad de las tropas estadounidenses de Afganistán y la muerte de 14 jóvenes soldados en el aeropuerto de Kabul, en un atentado terrorista perpetrado por al-Qaeda, sigue muy mal en la apreciación de los ciudadanos norteamericanos que tienen muy frescas las imágenes de los talibanes entrando en la Capital afgana, casi sin disparar un tiro. Y los estadounidenses más viejos recuerdan que fue otro demócrata en el poder, en la figura de John F. Kennedy, quien traicionó a los cubanos exiliados en La Florida, a quienes lanzó a una aventura mortal contra la dictadura de Fidel Castro en la invasión de Bahía Cochinos, en 1961, y les negó el apoyo aéreo que les había prometido horas antes en la Casa Blanca; lo cual quiere decir que los ejemplos se han repetido, los fiascos y la deshonra de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, ante enemigos infinitamente inferiores y casi sin respuesta de fuego.

            En el caso de la salida abrupta y precipitada de Afganistán, Biden ha echado las culpas a la herencia de su antecesor en el poder, el republicano Donald Trump, por el pacto que firmó con los talibanes en Doha, en el que, prácticamente, les devolvía el gobierno después de que las tropas estadounidenses se partieron las almas durante 20 años en suelo afgano; y también Biden arremetió contra los soldados afganos, a quienes calificó de “ineficientes.” Pero el gran electorado norteamericano tiene en la retina todavía la salida del personal diplomático de la embajada en Afganistán, del mismo modo como lo hicieron en Saigón, Vietnam, por los techos y abordando un helicóptero que tenía prisa por elevarse cuanto antes; así mismo el caos violento en el aeropuerto de Kabul, cuando los afganos se asían al fuselaje de los enormes aviones militares y caían desde las alturas, precipitándose mortalmente hacia la pista de aterrizaje; también el avance incontenible de los talibanes, quienes tomaban con facilidad pasmosa ciudad tras ciudad a lo largo y ancho del país; más la traición al dejar abandonados a aquellos afganos que trabajaron para y por los norteamericanos, después de haberles prometido que los iban a sacar de Afganistán.

            Joe Biden ha tratado de “maquillar” y desvirtuar lo que millones de personas observaron por las pantallas de sus televisores, noticias que fueron transmitidas in situ y en vivo por las cadenas estadounidenses y que dejaron muy mal parado a Mr. Biden, a pocos días de haberse hecho con el poder, en Washington.

 

Esquivar la responsabilidad

 

            Ciertamente fue Donald Trump, quien, en su frenética búsqueda del Premio Nobel de la Paz, que a la postre le hubiera facilitado la reelección presidencial, firmó un tratado con el talibán, en el que se comprometió a dejarles a Afganistán en sus garras y sacar a los soldados americanos de su territorio; pero Biden pudo haber retrasado la salida o erradicar esa orden por completo o hacer caso a los Generales del Pentágono, quienes le aconsejaron dejar a unos 2,000 efectivos resguardando a la débil democracia de la nación asiática. Pero nada de eso importó al nuevo mandatario y ejecutó una de las salidas más cobardes, jamás practicada por ejército alguno en el devenir de la historia.

            Con su discurso dirigido al país, Joe Biden ha recordado a aquella otra alocución de Kennedy, después de su fiasco en Bahía Cochinos, Cuba, cuando dijo fríamente y tratando de limpiar su nombre y axioma, que “la victoria tiene cien padres, pero que la derrota es huérfana.” Y lo que sucedió en aquella playa cubana no fue una derrota, sino una traición a los exiliados cubanos que se iban a enfrentar a las milicias castristas y prácticamente los entregó a la muerte segura y a las celdas de la dictadura comunista. Aparte del fortalecimiento de la imagen internacional que obtuvo Fidel Castro, a expensas de la cobardía de JFK.

            En este caso de Biden, los votantes tienen totalmente claro que “el padre de la desgracia en Afganistán se llama Joe Biden y ocupa un asiento en la Oficina Oval de la Casa Blanca y está al frente de la supuesta nación más poderosa del orbe.” De eso no tienen la menor duda los norteamericanos y lo hicieron saber en una encuesta reciente elaborada por Reuters/Ipsos, que muestra que la aprobación a Biden y su gobierno, se desplomó hasta lo más bajo y en las preferencias del electorado. En otras palabras, cuando los talibanes apenas se acercaban a Kabul, mal armados, mal dormidos, mal preparados para el combate y mal equipados, los votantes le daban el apoyo a Biden en un 53 por ciento; pero con el talibán en el poder, la embajada de los Estados Unidos evacuada a la carrera y las imágenes del caos en el aeropuerto de Kabul, el presidente y sus decisiones últimas, cayó al 46 por ciento y desde entonces, el despeñadero ha ido cuesta abajo sin detenerse.

            Los entendidos en la materia, en el arte de la consulta popular por medio de la encuesta, citan que habrá que medir el impacto a mediano y largo plazo, de la decisión de Biden con respecto a la salida de los soldados de Afganistán; es decir, el impacto político de este episodio histórico en la presidencia de Joe Biden, podría depender de lo que ocurra en las próximas semanas y meses con la evacuación realizada atolondradamente en Kabul y si la administración Biden la reconduce de una manera positiva y, lo más importante, si evita que un Afganistán bajo el control talibán –y según temen muchos analistas-, no se convierta en una base de ataques terroristas dirigidos hacia los Estados Unidos, semejantes o parecidos al del 11 de septiembre del 2001, perpetrado desde suelo afgano por el saudí Osama bin-Laden.

            A lo anterior hay que añadirle el asesinato de 14 infantes de marina, extremadamente jóvenes, cuando un suicida de la misma organización al-Qaeda hizo explotar su chaleco en el aeropuerto internacional de Kabul. Los estadounidenses citan que nada de eso hubiera sucedido, si Biden hubiese tomado otras decisiones más congruentes con la situación real y sin demostrar el pánico que se apoderó de los regimientos que en ese momento se amontonaban en la pista de aterrizaje, deseosos de huir a toda costa. Cargos demasiado graves, como para ser olvidados al poco tiempo por la ciudadanía que esperaba a un presidente sabio, dueño de decisiones cabales y capaz de conducir “a la nave del gobierno por mares seguros.”

 

El acuerdo de Doha entre Pompeo (emisario de Trump) y el talibán

 

            Ciertamente, en los últimos seis meses de la administración Trump, éste encontró a un individuo que actuó como a Donald Trump le satisfacía en materia exterior; es decir, Mike Pompeo asumió la Secretaría de Estado y se reunió con Abdul Ghani Baradar, representante del talibán, en Doha, en el 2020. De tal manera que la toma de Kabul por parte de los talibanes, se gestó mucho antes de que se hiciera efectiva ante el estupor del mundo civilizado y fue Trump, por medio de Pompeo, quien delineó las pautas para que tal hecho se hiciera realidad.

            Fue en Qatar donde quedó fijo el calendario para la retirada definitiva de las tropas estadounidenses de Afganistán y sus aliados europeos y el arribo de los talibanes al poder, con la condición de que estos no permitieran que el territorio afgano fuese utilizado por facciones terroristas islámicas, para atacar a los Estados Unidos. Al documento se le llamó Acuerdo para Traer la Paz a Afganistán y hasta el momento, en la opinión de los observadores internacionales, lo único en lo que han cumplido los talibanes ha sido en la caída del anterior gobierno de Kabul y el ascenso de ellos al poder y lo que ha quedado flotando en el aire ha sido un gran signo de interrogación, que hace dudar si los nuevos gobernantes de Afganistán irán a cumplir su palabra de no atacar a la Unión Americana.

            Es por ello que Hussain Haqqani, director para Asia Central y Meridional del Instituto Hudson, y ex embajador de Pakistán en los Estados Unidos, dijo que el Acuerdo de Doha "no fue un acuerdo de paz, sino una rendición en todo el sentido de la palabra.” Además, Trump pactó que los ejércitos occidentales abandonarían Afganistán 14 meses después de suscrito el documento; y la Casa Blanca se comprometía a levantar las sanciones que había impuesto a los líderes talibanes. Estos últimos incluyeron una cláusula -que más que un punto negociado, parece una imposición a Washington-, en la que exigen la liberación de 5 mil prisioneros talibanes y 1,000 funcionarios del gobierno afgano trasanterior, que estaban presos y pertenecían al talibán.

            Finalmente, para Laurel Miller, diplomática estadounidense retirada y directora del Programa de Asia del International Crisis Group, un centro de análisis político: “nada de lo que está pasando es sorprendente,” puesto que fue concedido por Trump prácticamente a cambio de nada de parte de los talibanes, acostumbrados a traicionar y mentir en cualquier caso y situación. Es cuando Haqqani reafirma que “lo único que acordaron los talibanes fue una retirada estadounidense. Dijeron: ‘de acuerdo, comenzaremos un diálogo con el gobierno afgano’, pero nunca se lo tomaron en serio (y nunca lo llevaron a cabo de ningún modo).”

            Hay gobernantes que ejercen en la actualidad, que han dicho que si estuvieran en una circunstancia parecida, agradecerían a los Estados Unidos no entrometerse en sus asuntos internos ni externos, “pues a manera de aliados, es más el daño que pueden causar, que las ventajas políticas y militares que permitirían obtener.” No es un “socio” muy fiable que digamos, en la opinión de casi todos los líderes de este momento.           


Cristina y Alberto Fernández, Dos Pésimos Comediantes en un País de Mentira

 

BUENOS AIRES, Argentina-Ya de todas maneras decir “Argentina” es imaginarse a una nación de espejismo, irreal, que se ha mantenido existente y las razones de ello no las tenemos claras todavía. Siempre con una paupérrima economía y con una población que le huye abiertamente al esfuerzo fuerte y conjunto por el trabajo, ha podido subsistir gracias a la benevolencia de los organismos internacionales que le prestan billones tras billones cada cierto período y esa es la única explicación válida cuando nos cuestionamos por qué un país que casi no produce absolutamente nada o muy poco, sigue vigente en el concierto mundial.

            Y este “ilusionismo”, esta “fantasía” que nos dice que la Argentina y los argentinos no pueden ser verdad, que es una comedia plena de rotundo histrionismo, lo notamos desde las capas sociales más bajas, subiendo, hasta llegar a los sucesivos gobiernos, matizados entre juntas militares criminales imitadoras de los fascistas italianos o los nacionalsocialistas alemanes, y Gabinetes que parecen una auténtica burla a la política pura, tal como se le conoce desde siempre, con payasos del corte de Carlos Saúl Menen o la pareja de esposos Kirchner, quienes han hecho con los argentinos lo que les ha venido en gana y sobre un pueblo que se supone es “indómito”; pero que les ha obedecido a ambos con la mayor e impresionante ceguera.

 

El títere se rebela contra la titiritera

 

            En una breve retrospectiva, el esposo de Cristina Fernández, el también ex presidente Néstor Kirchner, implantó una dictadura personalista –como lo han sido todas en esta nación-, ante la pasividad casi general del pueblo y la sorpresa de unos pocos. Así acabó lo que los argentinos mismos habían llamado su “flamante democracia”, que fue inaugurada con Raúl Alfonsín cuando los militares (pseudo-militares para ser más precisos), se bajaron del poder después de la paliza que les dio Gran Bretaña en la guerra por las islas Folkland. Y fue tan sutil el Kirchner que se hizo dictador y muy pocos argentinos se dieron cuenta de ello y para colmo de males, murió y dejó en la cresta de la dictadura a su esposa Cristina, una mujer absolutamente descentrada y de quien aseguran los psiquiatras, sería una excelente paciente en el diván de cualquier consultorio de Buenos Aires. Es evidente que estamos refiriéndonos a una mujer que no está bien de la cabeza, que está profundamente enferma, pero aun así… gobierna a placer a su pueblo que la acepta de igual forma como lo hizo con Eva Perón en su tiempo.

            Y ha sido tan sagaz dentro de su marcada esquizofrenia, que la corrupción ha sido su bandera durante su incursión y desarrollo en la política, que ha evitado todos los procesos judiciales que se le han abierto o han querido abrirle. Por el contrario, más bien ha seguido usurpando a las Instituciones nacionales y la han hecho senadora (con inmunidad incluida, por supuesto), y ella misma, al no poder postularse nuevamente, seguro por inseguridad personal, empujó a su amigo Alberto Fernández y le pidió para ella la vicepresidenta y desde ese cargo, desde la Casa Rosada, desde su Despacho, ha seguido des-gobernando a este pueblo de dóciles y plegado totalmente a los caprichos de la díscola mujer.

            Pero el títere se le ha rebelado a la titiretera, la marioneta que es Alberto Fernández, un individuo con poca capacidad intelectual y cultural, que siempre yerra cuando hace discurso o monólogo, ha dejado con las mandíbulas desencajadas a los argentinos, quienes ya estaban acostumbrados a la docilidad, a la obediencia desvergonzada del presidente de la nación, ante su ama Cristina. De repente, de un pronto a otro, todos los ministros y altos cargos que también eran adictos y manipulados por la dictadora Fernández de Kirchner, renunciaron como una prueba inequívoca de que la lealtad de uno hacia la otra, se había roto irreparablemente.

            En unos mensajes extensos publicados en su cuenta de Twitter, Alberto Fernández “sacó pecho”, parecido a un gallo gordo de corral para decir: “La gestión (presidencial) seguirá desarrollándose como yo estime conveniente. Yo soy quien toma las decisiones y no es tiempo de plantear disputas.” Evidentemente el “mandatario” (nótense las comillas), se ha sentido, durante todo este lapso de tiempo, manejado descaradamente por su “amiga” y aprovechó la coyuntura para dejar sentado que él no es títere de nadie y que él es quien lleva “al barco por los siete mares” y nunca lo ha hecho Cristina Fernández. Entonces, la mujer no escatimó el momento para recordarle en una carta pública a su marioneta fuera de sus cabales o con los hilos rotos que, “Yo fui quien lo postuló para presidente en el 2019, solo le pido que honre aquella decisión.” Es decir, resulta convincente que él llegó al gobierno catapultado, subido en andas por la mujer y con el convenio de que acataría todas las órdenes, señalamientos y directrices que ella le iba a plantear siempre, por eso le exigió en la misiva: “(…) solo le pido que honre aquella decisión”, de ser leal, obediente, vasallo, servil, alfombra y plegado a lo que ella le impusiera en cualquier instante que se le ocurriera, tal y como venía sucediendo desde que arrancó este pseudo-gobierno en la Argentina.

 

Las primarias deterioraron al peronismo

 

            Primero, hemos de señalar que Cristina de Kirchner, lo mismo que su esposo muerto, siempre se han catalogado herederos del peronismo, aquel movimiento político que se extinguió en el momento justo cuando Eva y Juan Domingo Perón fallecieron, pues no dejaron testamento político ni cosa que se le pareciera, que garantizara su ideología –si es que una vez la tuvo-, más allá de la sepultura de ambos. Y con esa “etiqueta” de peronistas, se les ha hecho más fácil gobernar a un pueblo siempre nostálgico por el ex dictador Perón y su extrovertida mujer, Eva. Pero, en las últimas elecciones primarias se dio lo que los analistas han llamado “debacle”, cuando los precandidatos del kircherismo (que es mejor llamarlo de ese modo, antes que peronismo), perdieron en 18 de los 24 distritos que componen al entramado administrativo del país, específicamente en la Capital, Buenos Aires, considerada desde siempre un bastión sólido, inquebrantable e inderrotable de los Kircher.

            Quienes han venido sufriendo la larga crisis económica, la dictadura corrupta de los Kirchner, sus desprecios y devaneos con la democracia (y las democracias), sus simpatías con las dictaduras más aberradas de América Latina (la cubana, nicaragüense, boliviana y venezolana); sus roces con Washington y las sandeces reiteradas de Alberto Fernández cuando ha hecho discurso, y de las cuales ha tenido que pedir disculpas públicas constantemente, fue lo que decidió que los ciudadanos no les dieran los votos al actual gobierno, en un despertar que nadie esperaba de parte del pueblo.

Con la derrota azuzando la depresión personal, Alberto Fernández volvió su mirada a su ama, Cristina Kirchner y le recordó su “altisonancia y prepotencia” y añadió: “seguiré garantizando la unidad del Frente de Todos, a partir del respeto que nos debemos.” La respuesta de Cristina fue casi inmediata y en estos términos: “Al día siguiente de semejante catástrofe política, uno escuchaba a algunos funcionarios y parecía que en este país no había pasado nada, fingiendo normalidad y, sobre todo, atornillándose a los sillones. ¿En serio creen que no es necesario, después de semejante derrota, presentar públicamente las renuncias y facilitarle al presidente la reorganización de su gobierno. No soy yo la que jaquea al presidente, es el resultado electoral.” Argumentó la mujer. Y al leer y juzgar sus palabras, nos damos cuenta de que estamos ante una diestra demagoga que sabe utilizar perfectamente las palabras, con el fin de obtener sus caprichos, en este caso… la renuncia de todo el Gabinete o parte de él. Una exigencia que le concedieron los ministros kircheristas, según dijimos anteriormente.

            Pocas horas después, “tiraron las toallas al ring” (dimitieron): el ministro de Economía, Martín Guzmán, considerado el principal culpable de la situación financiera por la que atraviesa el país y por causa de ello, los votantes decidieron no apoyar al actual gobierno en las elecciones primarias; también renunció el titular del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, el preferido de Cristina y considerado “los ojos y oídos” de esta mujer dentro del Gabinete; el jefe de ministros, Santiago Cafiero; el de Justicia, Martín Soria; el de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza; el de Medio Ambiente, Juan Cabandié; y el de Cultura, Tristán Bauer. Así mismo, renunciaron la titular del Programa de Atención Médica Integral (PAMI), Luana Volnovich; la de Seguridad Social (ANSES), Fernanda Raventa; y la Secretaria de Comercio, Paula Español. Las dos primeras oficinas consideradas de vital importancia, pues tienen que ver directamente con la salud de la ciudadanía y, desde donde, se cree que partieron las erráticas decisiones en relación con la pandemia originada en China y diseminada por el mundo.

El problema se asienta en que Alberto Fernández siempre ha estado supeditado a Cristina de Kirchner, desde que ésta lo nombró jefe de Gabinete en un lapso de su ya larga dictadura y ella no ha visto en él al presidente de la Argentina, sino siempre a su vasallo en la Casa de Gobierno y cuando lo llamó a su Despacho para ofrecerle la candidatura por su partido, le subrayó tajantemente que ella iba a ser la que iba a gobernar y aquel aceptó siempre obediente, fiel “al papel que le había encomendado la vida.” Sin duda estamos frente a un hombre sin carácter y sin personalidad en el caso del actual “mandatario” de los argentinos. Sin embargo, Alberto se ha venido saliendo del libreto previamente escrito por su ama y la debacle electoral reciente, este 12 de septiembre anterior, para elegir a los candidatos que disputarían un escaño en el Congreso el 14 de noviembre venidero, sacó a la superficie la disputa por el poder que existe en la Casa Rosada, sede del gobierno argentino. Es posible que Alberto Fernández sintiera vergüenza y conmiseración ante él mismo y de ahí su rebeldía contra su ama, Cristina de Kircher.

            ¿Pero qué piensan y dicen del binomio Fernández-Fernández, aquellos que están observando desde afuera los acontecimientos? Por ejemplo, la diputada ultrakirchenerista; Fernanda Vallejos, calificó al presidente de la República con estos calificativos (casi todos epítetos, pues son fieles a la personalidad de Alberto): “okupa, enfermo, mequetrefe, ciego, sordo, payaso” y a sus ministros: “manga de inútiles.” Y añadió: “Este señor no tiene ningún mérito, está gracias a Cristina, que es la representación de la voz del pueblo argentino”, y de paso le tiró “un dulce” a su también ama, la dictadora Kirchner. Pero todos están claros en lo que es la figura de Alberto Fernández… un soquete de enormes proporciones, quien es manipulado, mandado, exigido y ninguneado de parte de la mujer que los argentinos consideran la más poderosa del país, incluso más que Eva Perón en su momento histórico. Cosas que no entendemos en algunos pueblos que se pliegan totalmente y sin explicación alguna, con una mansedumbre que impresiona, a personajillos que, en otras latitudes no serían, en realidad, nada ni nadie.

            Mientras esto sucede en el seno del Estado (Estado fallido, dicho con precisión), han muerto por causa del Covid chino, 114 mil ciudadanos, en parte culpa de la mala gestión sanitaria del actual gobierno (de las dos oficinas conocidas con las siglas PAMI Y ANSES), que compró vacunas a Rusia, sin tomar en cuenta si los rusos tenían la posibilidad de producirlas en masa y de exportarlas y es así como vacunaron a unos pocos argentinos con la primera dosis, pero la segunda jamás pudo ser adquirida. Un fallo de gigantescas dimensiones en el que incurrió este remedo de gobierno.

Aparte de ello, la inflación anual acumulada que sufre el fisco de este país, es superior al 50 por ciento y una tasa de pobreza que ronda el 45 por ciento. No obstante lo anterior, los argentinos siguen en sus fantasías de que son europeos, no son indígenas, son seres superiores a todo lo que se encuentren en el camino y, mientras Brasil, México, Perú y demás naciones descienden de los negros y pueblos originarios, ellos… “descienden de los barcos, que son europeos, que vinieron desde Europa” y ese hecho lo convierte en “seres únicos, extraordinarios e imposibles de igualar y superar.” Fábula que acarician en sus pobres cabecitas desde que los conocemos y hacen crecer con el paso de las décadas, en detrimento de ellos mismos, por supuesto.

Finalmente hemos de decir que los Fernández en el poder de esta nación, solo son dos payasos aptos, precisos, para un país de mentira, que de tanto que se creen superiores… la verdad es que son nada, la real y absoluta nada. 


Pakistán se Quita la Careta y Redefine su

Política Antinorteamericana

 

ISLAMABAD, Pakistán-Hay que ser muy obtuso para creer que una potencia amiga de la India, lo puede ser también de Pakistán, a sabiendas de que ambas naciones son archienemigas y siempre están al borde de una guerra nuclear. Y lo peor se fundamenta en que los Estados Unidos, que es la potencia que nos ocupa en esta oportunidad, han creído en esa lealtad de los pakistaníes, a pesar de las demostraciones de mala fe que les han dado a los estadounidenses casi todos los días.

            El simple hecho de saber que el terrorista saudita, Osama bin-Laden, vivía en Pakistán, a pocos kilómetros de una Base militar del ejército de ese país, decía mucho hacia donde se inclinaban las lealtades de parte de este país absolutamente musulmán. Lo mismo del albergue y cobijo que le dieron a los líderes talibanes y sus escuelas formativas (o deformativas en este caso), fronteras adentro en suelo paquistaní, para luego lanzarlos a la ofensiva y recuperar el control de Afganistán tras la salida de las tropas de los Estados Unidos, según vimos recientemente con el abandono precipitado y aparatoso de los marines.

            Es decir, y en otros términos, el gobierno paquistaní siempre ha practicado un doble juego con Washington, al fingirse su aliado en Asia, obteniendo armamento y tecnología de punta made in USA; pero, por otro lado, aceptando, patrocinando, escondiendo y protegiendo a facciones terroristas, que han usado a ese territorio para planear y proyectar su sombra sangrienta hacia occidente.

            Pero hoy, el discurso de Islamabad ha cambiado en el sentido de que se ha descubierto a sí mismo y con una transparencia inaudita e inesperada, le ha dicho a la Casa Blanca lo que piensa sobre algunos asuntos particulares y que antes permanecían opacos para los norteamericanos.

 

Afganistán y los talibanes

 

            El gobierno paquistaní no solo ha dicho algunas verdades a la cara de Washington, sino que ha tomado distancia por primera vez en muchos años, específicamente en el tema de los talibanes y Afganistán.

            La decisión de Pakistán es la de apuntalar al nuevo gobierno de los talibanes –no en balde fueron sus protectores durante estos últimos 20 años-, y garantizar que las potencias europeas y los Estados Unidos no intervengan más en el plano militar, que no ejerzan ningún control externo, ni exijan derechos para las mujeres. Así según petición hecha por el primer ministro paquistaní, Imran Khan. Es decir, un país eminentemente musulmán, aboga por otro que quiere reiniciar su camino dentro de las normas y leyes coránicas.

            A pocos días de la caída del gobierno de Kabul y dado paso al advenimiento de los talibanes, el premier Imran Khan criticó con dureza a la gestión armada que los estadounidenses llevaron a cabo en Afganistán y aseguró que nunca se hubiera embarcado en una guerra al lado de los Estados Unidos y que espera que finalmente haya paz en la región, después de 40 largos años de conflicto. En cuanto a la injerencia externa, reclamó el apoyo de las naciones vecinas y de Europa, para que el talibán logre la legitimidad que necesita y pueda afrontar la crisis humanitaria por la que atraviesa hoy en día. “Afganistán no puede estar controlado desde afuera. Tienen una historia. Ningún gobierno marioneta en Afganistán cuenta con el apoyo de la gente. En lugar de controlarlos, deberíamos incentivarlos, darles el apoyo necesario desde la comunidad internacional, para que el país pueda salir de la crisis.” Pidió ante las cámaras de la televisión estadounidense que lo entrevistaba en ese momento.

            En una respuesta que dio al reportero, develó hacia dónde van sus simpatías: “en estos días he hablado con el presidente ruso, Vladimir Putin, pero no he tenido contacto con Joe Biden,” dijo, demostrando de quien y de cual potencia se siente más cercano y confiado y esa, indudablemente, es Rusia. Indicó que acordó con Putin, vía telefónica, abrir canales de cooperación para estabilizar a Afganistán; aunque, un día antes, Antony Blinken, jefe de la diplomacia norteamericana, pidió a Islamabad que no reconociera al nuevo gobierno talibán en Kabul y que no satisfaga lo que la comunidad internacional le exige en estos momentos particulares.

            Cuando se le cuestionó por qué no había conversado con Biden, evadió su respuesta al decir que el mandatario estadounidense es “un hombre muy ocupado” y que no había hablado con él desde la caída de Kabul en manos talibanas. De paso, acusó al Pentágono de haber realizado 480 ataques con aviones no tripulados (drones), en territorio paquistaní, desde que Biden asumió el gobierno de los Estados Unidos. “Pese a todo, queremos unas relaciones normales con Estados Unidos,” afirmó Khan, un hombre que llegó al poder en esta nación musulmana, en el 2018.

            Al preguntársele por qué no hubiera asistido a una guerra al lado de los estadounidenses, el Primer Ministro paquistaní respondió: “Pakistán nunca se hubiera embarcado hace veinte años en la guerra de la mano de Washington, si yo hubiera sido primer ministro, porque el precio que hemos pagado es tener ahora 50 grupos militantes atacándonos.”

 

Mujeres afganas y refugiados

 

            En lo que estriba a las mujeres de Afganistán, Imran Khan señaló: “Es un error pensar que alguien va a llevar desde afuera los derechos de las mujeres afganas. Ellas son fuertes. Vamos a darles tiempo y obtendrán esos derechos. Los talibanes han dicho que quieren derechos, en su contexto, para las mujeres.” Puntualizó.

            Por otra parte, uno de los problemas viscerales de la crisis en Afganistán, son las muchedumbres de ciudadanos que huyen y se agolpan en los puestos fronterizos con Pakistán. “En cuanto a una posible llegada masiva de refugiados, Islamabad no puede acoger más. Sin embargo, hay un goteo diario de personas que logran salir por los pasos fronterizos en pequeños grupos. Muchos se hallan en diferentes zonas del país y temen ser localizados por las autoridades y ser devueltos al otro lado. Los llegados en las últimas semanas, se suman a los que se han ido instalando en las cuatro últimas décadas en las que Afganistán no ha conocido la estabilidad.” Explicó Khan.

            Y en las estadísticas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), se confirma que en Pakistán hay, actualmente, 1,4 millones de refugiados afganos y muchos son ya de segunda y tercera generación, indica el informe. Pero el primer ministro paquistaní robustece esa cifra al decir que hay muchos más de esos ciudadanos, sin documentación que oficialice su estatus, un número que puede llegar, incluso, hasta los 3 millones de afganos, viviendo en territorio de Pakistán.

            Para finalizar, se desprende de sus respuestas que el gobierno de Islamabad está firmemente dispuesto a reconocer a los talibanes en el poder de Afganistán, sin importarle las reglas draconianas y criminales que están imponiendo a la población, si al fin y al cabo Pakistán también es un estado islámico; además, repudia la injerencia extranjera en Kabul y sus pretensiones y pide tiempo para que el Estado afgano se asiente y comience a gobernar según las pautas administrativas necesarias (acordes con la sharia).

            En resumen, Washington no podrá contar con los paquistaníes en cualquier otra aventura que piense en el futuro en contra del talibán y sus amigos terroristas de al-Qaeda, residentes en tierras afganas, quienes se mantienen ahí con el beneplácito y la complicidad de Kabul.


Panorama Político de Costa Rica.

“Fauna” Variada

 

TERRITORIO NACIONAL- Las elecciones generales en esta nación centroamericana están “a la vuelta de la esquina” y las piezas han ido surgiendo y acomodándose en los distintos y variados partidos. El común denominador de los candidatos, empero, es la inexperiencia en la función pública, excepto José María Figueres Olsen, quien ya fue presidente de esta República con 5 millones de habitantes y 50,900 kilómetros cuadrados de superficie terrestre. También es evidente la falta de capacidad en todos ellos, contando incluso a Figueres quien ya fue probado al frente del gobierno y su gestión puede catalogarse entre regular e ineficiente, según los logros y alcances de su trabajo y el de sus ministros de entonces.

            El Partido Acción Ciudadana (PAC), después de sus primeras dos administraciones (de Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado), luce completamente erosionado, desgastado hasta la médula y con un votante absolutamente desconfiado con todo lo que le ofrece el PAC. Precisamente porque el gobierno de Solís estuvo opacado por actos corruptos, la ausencia de logros a favor del pueblo –solamente se recuerda el hecho positivo del arreglo de la famosa “platina” en un puente en una concurrida autopista-, y por la pérdida “misteriosa” de millones de millones de colones (moneda nacional), que los mismos subalternos de Solís llamaron despectivamente “el hueco fiscal.” Ante el posible hurto de esa millonada, la Corte Suprema de Justicia, por medio de su fiscalía, hizo oídos sordos y “se lavó las manos” como si nada hubiera ocurrido. Es decir, los delincuentes en el Ministerio de Hacienda y que sustrajeron el dinero, en estos instantes gozan de una total impunidad donde quiera que se encuentren.

 

Pandemia y aumento de la pobreza

 

            Siempre dentro del tema del desprestigio y desplome del Partido Acción Ciudadana (PAC), su segundo mandato consecutivo le ha correspondido al desconocido político Carlos Alvarado, quien se ha puesto los rimbombantes títulos de “periodista” y “escritor”, pero en la actividad de la prensa nunca le vimos y tampoco conocemos ningún libro suyo que haya sido publicado. Su ascenso en la política no fue meteórico… sino súbito, puesto que apareció de repente, se postuló a la presidencia de la República y a los pocos meses ya había sido elegido por un votante sin memoria, que había olvidado la opacidad del anterior gobierno y los actos corruptos en los que incurrió.

            La gestión de la pandemia del Covid-19 de creación china, ha sido extraordinaria. Hay que reconocerle los logros a esta administración, especialmente a los personeros encargados del combate del mortal virus que surgió en la ciudad de Wuhan y se expandió por todo el planeta. Su ministro de Salud, Daniel Salas Peraza; y el Jefe de la Comisión de Emergencias, Alexander Solís, han sido los dos bastiones que han salvado –literalmente-, a la gestión de Alvarado. Las órdenes, organización de la lucha científica y social y la compra de vacunas a distintas empresas transnacionales de la medicina, simplemente ha sido acertada y eficaz, haciendo de Costa Rica una de las naciones con más baja mortalidad por causa del virus chino.

            No obstante, y de manera paralela, el presidente Alvarado ha sido particularmente violento con la población empobrecida al perder sus trabajos por causa del encierro ordenado para combatir a la pandemia, ya que ha ido aumentando los impuestos y los precios de los productos de consumo básico, especialmente los alimentos, y servicios imprescindibles como el gas, la gasolina, el agua, electricidad y otros a los que el ciudadano no puede renunciar por ser parte de su actividad hogareña diaria. En esto, el mandatario costarricense ha abusado flagrantemente.

            Siempre con fundamento en el coronavirus originado en China, la crisis económica y social se le ha venido encima al Gabinete de Alvarado, que, dicho sea de paso, solamente han descollado los dos personajes que hemos nombrado en las líneas anteriores: Salas, en Salud; y Solís en la Comisión de Emergencias. El resto de altos funcionarios ni se escuchan y si una vez aparecieron ante la opinión pública nacional, desaparecieron igual hasta no saberse absolutamente nada de ellos. Y esto ha afectado la comunicación del actual gobierno con el pueblo y los medios de prensa, especialmente en un Ministerio tan vital y sensible como lo es el de Información, cuyo jerarca, Agustín Castro Solano, ha sido reacio, inculto y confrontativo con los medios informativos. Es decir, se trata de un ministro, quien supuestamente es periodista, que parece no tiene vocación ni voluntad para informar y esto ha redundado perjudicialmente en la imagen frontal del Estado en relación con la ciudadanía.

            El mismo vacío se percibe en política Exterior, cuyo canciller o ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Rodolfo Solano Quirós, se supo de él por un caso de sobre-pagos, de incentivos económicos millonarios que recibe al margen de su sueldo de funcionario público. Después de eso… nada, la patética y nihilista nada. Y, por supuesto, se trata de un ente de capital importancia, puesto que es algo así como “la ventana” del país hacia a comunidad internacional y el vacío por el que está transitando, afecta sensiblemente a Costa Rica.

            En síntesis, al lado del combate valiente y decidido al coronavirus chino, la pobreza del costarricense ha aumentado visiblemente. Un tema que servirá de acicate y decisión por tomar a los votantes, quienes, en la convención (primarias), interna del PAC, solo asistieron a los centros de votación cerca de 3 mil personas, no más que eso. Una prueba inequívoca de que el costarricense está desencantado y decepcionado del actual partido en el poder, cuyos triunfos electorales fueron tan contundentes, de igual manera como lo ha sido su proceso de erosión… rápido y deteriorante.

 

Movimientos tradicionales

 

            La Unidad Socialcristiana (PUSC), que ejerció el gobierno en varias oportunidades, ha tenido una lenta y prolongada agonía, después de que dos ex presidentes (Rafael Ángel Calderón Fournier y Miguel Ángel Rodríguez Echeverría), fueron encarcelados y procesados por supuestos actos corruptos. Gracias a la verborreíca participación de su ex candidato Rodolfo Piza, un político con estilo de la “vieja guardia”, el PUSC ha podido sobrevivir ante una minúscula porción del electorado que se ha mantenido fiel.  

            Su reciente convención interna arrojó como ganadora a Lineth Saborío, cuyas facultades políticas son motivo de debate y duda, debido a su poquísima destreza. En otras palabras, la candidata oficial de este movimiento no llena las expectativas de los votantes en ningún modo.

            Por su lado, el partido comunista, Frente Amplio, con su único diputado, el siempre demagógico José María Villalta, con su estilo trasnochado de los marxistas del siglo pasado, tampoco tiene opciones reales, más aún con los pésimos ejemplos que da la vecina Nicaragua con su dictadura “bicéfala” (con Ortega y su mujer); y la Venezuela secuestrada por la narco-dictadura de Nicolás Maduro y su camarilla.

            En síntesis, el votante costarricense se muestra “golpeado” en su psiquis colectiva y en su moral, principalmente por hechos recientes que tienen que ver con la corrupción en dos Instituciones que se creían eran probas y dignas, en los casos del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y su dependiente Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI), permeadas por una corrupción gigantesca y descarada, única en el devenir de esta nación centroamericana, que siempre ha presumido de ser “la democracia más vieja y sólida de América Latina.”

 

            Según la encuesta más reciente, José María Figueres (fuertemente cuestionado también por presuntos actos corruptos), se mantiene adelante en el favor del votante; pero los números todavía no le alcanzan para llegar a la Presidencia, empero. Una prueba inequívoca de que el ciudadano está hastiado de tanta delincuencia dentro del tinglado gubernamental.


Héctor Béjar, el Lacayo de La Habana, Forzado a Renunciar al Nuevo Gobierno del Perú

 

LIMA, Perú- La pieza más obediente a la dictadura narco-comunista de Cuba, el ahora ex ministro Héctor Béjar, no tuvo más remedio que renunciar a su alto puesto –de gran y comprobada influencia-, dentro del nuevo Gabinete que el presidente de la Republica recién electo, Pedro Castillo, de ideología marxista, presentó ante el país después de su apretado triunfo ante su adversaria Keiko Fujimori.

            Desde el preciso instante cuando el mandatario dio a conocer su nombre dentro del grupo de ministros, las reacciones entre los periodistas, el pueblo peruano y diversos sectores de la vida nacional, comenzaron a hacerse sentir incómodas y molestas, más aun cuando se le dio bajo su cargo nada menos que el Ministerio de Relaciones Exteriores, una dependencia gubernamental de las más sensibles que hay en todo Gabinete.

            Pronto sacó a “relucir” su furibundo marxismo, su obediencia desmedida hacia La Habana, específicamente ante las órdenes de Raúl Castro, a quien le considera poco menos que “un dios materializado”, según se ha desprendido de sus actitudes a lo largo de su actividad política.

            Empero, en una entrevista reciente Béjar arremetió sin medida contra la Armada del Perú, a la que consideró “uno de los primeros grupos terroristas del país, tras haber sido entrenada por la CÏA norteamericana.” Fueron opiniones muy desacertadas, más todavía por tratarse del nuevo ministro del Exterior, quien, se supone, debía “tender puentes de entendimiento entre todas las partes” y, por el contrario, con esos argumentos se convirtió de inmediato en un “dinamitador” de la concordia y la paz en el interior del Perú.

            Desde su nombramiento, pocas horas después, el anciano ex ministro, considerado uno de los más recalcitrantes marxistas que todavía existen en América Latina, había llamado la atención de la prensa por medio de twitt, indescifrable por demás, en el que decía textualmente que “prometo cambios para la marcha del país.” Quienes le conocen interpretaron sus palabras como “un giro a la izquierda,” que es lo que en verdad se espera que haga el nuevo gobierno comunista que ha ganado las elecciones en esta nación suramericana.

 

Solo 18 días en el cargo

 

            Desde el momento cuando se dio a conocer su nombre en calidad de Canciller de la República, el gran público comenzó con su incomodidad, pues el lastre político y guerrillero que Héctor Béjar arrastra desde su juventud, es harto conocido en el Perú y a la mayoría de los electores no les gustó esta designación en ningún sentido.

            No obstante, se precipitó hacia el suelo tan solo a 18 días de haber sido nombrado por el presidente Castillo y quien “mueve los hilos” entre bastidores, el también acérrimo comunista Vladimiro Cerrón, quien, según los conocedores de la política de esta nación, es quien gobierna en verdad entre las sombras. Lo cierto es que el pasado terrorista de Béjar ha sido demasiado comprometedor en su presente, en especial por haber defendido a criminales como Abimael Guzmán, el sanguinario líder de la banda terrorista peruana, conocida como Sendero Luminoso, y que tantas muertes perpetró en las décadas de los 60, 70 y 80 en las selvas amazónicas y en las serranías peruanas. Lo mismo que su abierta defensa a la narco-dictadura de Cuba, de la que nadie duda que Béjar es su lacayo incondicional y servil. Incluso la prensa española lo llamó con más elegancia, “el alfil” de Raúl Castro dentro del nuevo gobierno de Pedro Castillo.

            En otras palabras, los peruanos lo conocen detallada y minuciosamente y saben cabalmente que se trata de un individuo que siempre ha recibido dinero de La Habana, que le ha pagado puntualmente para que intentara infiltrar el marxismo en el Perú. Desde los años 60 ha sido un peón de Cuba, al otro lado de Los Andes, después de haber sido entrenado por los terroristas al servicio de Fidel y Raúl Castro y de ser nombrado jefe de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Es decir, se trata de un hombre que toda su vida ha atentado contra la paz y la Institucionalidad peruanas y sobre él pesan, sin ninguna duda, decenas de muertes de campesinos, policías, soldados y ciudadanos inocentes de este país.

            En síntesis, Héctor Béjar era el puente más adecuado para los intereses del comunismo transandino, porque permitía absoluta y perfecta fluidez en las relaciones con las narco-dictaduras de Venezuela y Cuba, así también con los terroristas del Sendero Luminoso, un grupo criminal proscrito por la justicia de esta nación. Dichosamente, los peruanos normales, sencillos y componentes del grosor del pueblo, no lo han olvidado, y tras sus desacertadas declaraciones en contra de las Fuerzas Armadas, los ciudadanos se hicieron a las calles de Lima para pedir su renuncia o destitución y fueron cientos de personas las que se manifestaron enardecidas, fuertemente golpeadas en su dignidad, por la presencia de Béjar en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Se agolparon ante el Palacio de Torre Tagle, sede de la Cancillería peruana, vociferando y exigiendo su dimisión, misma que se produjo pocas horas después, para tranquilidad del conglomerado peruano y de la comunidad internacional, ya que se trata de un individuo que debería estar preso, purgando cadena perpetua, por atentar contra las Instituciones democráticas de esta nación y por las muertes de inocentes que pesan en su consciencia.

 

¿Quién es este delincuente?

 

            Héctor Béjar Rivera nació el 2 de septiembre de 1935 en Huarochirí, provincia que forma parte del Departamento de Lima. Se hace llamar a él mismo “escritor”, aunque sus supuestas obras nunca han trascendido y por supuesto, nunca las hemos encontrado en ninguna librería a lo largo y ancho de Iberoamérica. En la década de los 60s perteneció, como hemos reseñado anteriormente, al Ejército de Liberación Nacional (ELN), en condición de guerrillero entrenado en Cuba, específicamente en 1962. Fue conocido del otro bandolero y asesino argentino, Ernesto “che” Guevara, de quien siempre ha hablado maravillas a través del tiempo y de quien se ha declarado su más ferviente admirador (seguramente por sus dotes de criminal y “fusilador” de inocentes en la Sierra Maestra, primero, y después en La Habana, cuando los marxistas asaltaron al poder). La instrucción subversiva la obtuvo del cubano Manuel Piñeiro, conocido en Cuba con el sobrenombre de “comandante Barbarroja.”

            Una vez regresado al Perú, participó activamente en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR); y después fundó el ELN. Luego partió hacia la vecina Bolivia donde organizó la guerrilla llamada “Javier Heraud”, cuya única misión era la de subvertir el orden y deponer al gobierno existente en esa nación y en aquel momento su seudónimo de guerrillero era “Calixto.” Pero sus intenciones por derrocar al gobierno boliviano no se vieron compensados con el triunfo y tuvo que regresar a La Habana, donde recibió más entrenamiento guerrillero con vistas a hacerse con el poder en el Perú posteriormente. Retornó a su país natal e implementó la estrategia del ELN para desangrar a los peruanos en lo que iba a ser una feroz ofensiva mercenaria.

            Corría 1965 cuando se convirtió, por órdenes de Fidel Castro, en el máximo dirigente del grupo “Ayacucho” y su mayor golpe lo dio el 25 de septiembre de ese mismo año, cuando ingresó a la hacienda “Chapi”, asesinó a los tres propietarios de la localidad, les robaron su dinero y el ganado vacuno y lo repartieron entre los campesinos, quienes, de inmediato, se apoderaron de aquellas tierras. A raíz de este acto vandálico, fue detenido por la policía en febrero de 1966 y encarcelado bajo el cargo de sedición, en el penal de la isla El Frontón.

            Su curriculum vitae estaba tan manchado de sangre y sucio por los hechos vandálicos, que se le tenía prevista la pena de muerte sin consideraciones de indulto ni otras prerrogativas; pero un grupo de intelectuales franceses, simpatizantes con la izquierda soviética repartida por el orbe, pidieron en una extensa misiva enviada al entonces presidente peruano, Fernando Belaúnde Terry, que juzgaran a Béjar por medio de un procedimiento ordinario. Entre los firmantes de la carta estaba nada menos que Jean-Paul Sartre (izquierdista reconocido), entre otros 9 intelectuales galos.

            Fue sino hasta diciembre de 1979 cuando Héctor Béjar fue liberado gracias a una amnistía general, otorgada por el General Juan Velasco Alvarado.

            En conclusión… la vida de este ex guerrillero, ahora anciano, ha sido más persecutora de la utopía de los viejos marxistas latinoamericanos por lograr un subcontinente regido por el marxismo-leninismo, que caracterizada por el éxito concreto y apegado a la realidad. Nunca pasó de viajar entre Cuba, Perú y últimamente a la Caracas desvencijada y expoliada por la dictadura de Hugo Chávez, primero, y de Nicolás Maduro, después, sin pasar de ser “un figurón”, un fulano sin más pasado que el asesinato de campesinos inocentes y policías y un presente de ancianidad estéril en el ámbito político e ideológico.

            Una vez que el nuevo presidente de este país, Pedro Castillo, lo sacó y desempolvó de su féretro y cripta política, se le abrió la oportunidad de trabajar frontalmente por el comunismo peruano, desde su posición de ministro del Exterior, pero desaprovechó la gran oportunidad al tildar a la Armada de ser el “primer grupo terrorista” del país y con ello se volvió a sepultar en el sitio de donde nunca debió haber salido en los años 60 y mucho menos en este nuevo milenio que exige cambios trascendentales y no el retorno a un narco-comunismo trasnochado, ineficaz y criminal.


Pedro Castillo no Podrá Gobernar a sus

 Anchas en Perú

 

LIMA - El nuevo presidente de este país suramericano, Pedro Castillo, acaba de ser juramentado para que comience un nuevo período gubernamental y tiene que estar muy atento, muy centrado en sus decisiones, porque es bueno y oportuno recordarle al nuevo mandatario que los últimos cinco colegas suyos, o están en prisión o en franca huida en el extranjero, por sus malas artes durante el ejercicio del poder, según han explicado las autoridades de la justicia peruana. Es por ello que se desprende la interrogante de cuánto tiempo estará Castillo al frente del gobierno o si podrá terminar perfectamente su mandato.

            Aunque dicen que “el hábito no hace al monje”, el nuevo gobernante asumió el cargo vestido de acuerdo a “la última tendencia de la moda” en los países andinos; es decir, lo más estrafalario posible, con un enorme sombrero que no se despojó en ningún momento durante la campaña electoral en la que derrotó a su oponente Keiko Fujimori, quien parecía la menos histriónica (payasa), de los dos. Recordemos la forma como aparecía vestido Evo Morales, el indígena boliviano, o la ex presidenta (y actual dictadora argentina entre bastidores), Cristina Fernández de Kirschner, embarrada exagerada y completamente en su rostro con maquillaje. Y a Pedro Castillo solo le faltó el enorme lápiz del que tampoco se desprendió durante el proceso electoral. Pero la realidad del país no se presta para estos “juegos” extravagantes, debido a los grandes compromisos y las crisis en las que está sumergido su pueblo, en lo económico y social, principalmente.

 

Garante de la utopía izquierdista

 

            Quienes han escuchado con atención sus discursos, quienes lo han analizado profundamente, aseguran que Castillo es dueño de posturas que son “inviables” o impracticables, muy cercanas a la utopía y totalmente alejadas de la realidad. Pero lo que es cierto se fundamenta en que no podrá “hacer y deshacer” de acuerdo a sus caprichos o de la gente que le acompaña y que responde al más visceral comunismo posible en América del Sur. Según los expertos en política del Perú, la minoría diputadil que respaldará a Castillo, así como la crisis financiera por la que atraviesa el país, le amenazan con hacer “disfuncional” su gestión presidencial y hay quienes definen esta situación semejante a “una camisa de fuerza”, porque no podrá realizar todo lo que desea su partido de extrema izquierda. Tampoco se conocen sus planes inmediatos y mucho menos a largo plazo, si los tuviere.

            Hasta el momento, Pedro Castillo, el maestro de escuelas primarias tiene delante de sí un enorme reto que los conocedores creen que no podrá confrontar y mucho menos, solucionar. Afirman que los sectores pobres, que son altísima mayoría, “difícilmente verán satisfechas sus expectativas”, entre otras razones porque una cosa son las palabras, la retórica fácil de las campañas políticas y otra muy distinta, la realidad cruda, descarnada y harto difícil, que presentan los pueblos suramericanos. “Eso posiblemente pondrá nervioso a su partido (“Perú Libre”), del cual él no es el jefe (…)”, cita un periodista en su crónica política aparecida en el diario El Comercio de esta Capital. Además, el coronavirus venido desde China, que ya ha matado a 200 mil peruanos desde su llegada a este territorio, será el otro enorme reto con el tendrá que lidiar Castillo. Recordemos en este punto, que Perú es uno de los países con mayor mortalidad del mundo.

            En lo que atañe a su posible viraje a la izquierda, al mejor estilo de Hugo Chávez y Evo Morales –un “golpe de timón” no es aconsejable en Perú, debido a lo indómito de su pueblo y jueces-, es probable que lo quiera practicar y encausar a la nación por un camino que, aunque se sospechaba, no se cree que lo quiera seguir, en contra de la voluntad del partido de Castillo y sus demás dirigentes que pertenecen al marxismo más rudimentario (primitivo, si cabe el término), y fundamentalista. Sin embargo, Pedro Castillo ha insistido en los últimos meses en que le deben quitar las etiquetas de “comunista,” “chavista” y “terrorista” y se manifiesta contrario a la redacción de una nueva Constitución Política, algo que los dirigentes de su partido quieren hacer a toda costa. Ante tal situación, el nuevo mandatario podría encontrar serios problemas, no solo en el resto del país, sino dentro del movimiento que lo catapultó o le sirvió de base para convertirlo en presidente de la República.

 

Otros ejemplos del pasado

 

            El temor más marcado en los inversionistas y capitalistas peruanos, al conocer sobre la postulación de Pedro Castillo y su ideología marxista-leninista, ha encontrado cierta tranquilidad en algunos hechos del pasado; especialmente en el ex presidente Ollanta Humala, gran amigo del dictador y tirano venezolano, Hugo Chávez, de ingrata memoria, quien recibió dinero de aquel militar ya fallecido; pero, una vez en el poder en Lima, Humala renegó del comunismo y abrazó al modelo económico que rige al Perú desde las reformas que le imprimió el ex mandatario Alberto Fujimori, hoy en prisión acusado de actos corruptos. El ex presidente Humala, un líder indígena reconocido, abjuró al marxismo cuando arribó al poder en el año 2011, al vencer en las elecciones también a Keiko Fujimori.

            Citan  los analistas económicos de la realidad del Perú que lo que encontrará Castillo tiene que ver con la recuperación financiera, con la reactivación de un sistema tirado por tierra, en parte por la pandemia venida desde China, y, de tal manera, el imperativo del impulso económico “no le dejará mucho margen de maniobra” al nuevo presidente de los peruanos; incluso él mismo ha dicho que sus dos prioridades serán el crecimiento de la producción y la lucha contra el coronavirus chino. Pero el recibimiento que le acaban de dar en el Cuzco, por ejemplo, no ha sido el mejor, ya que los ciudadanos de esta región se están manifestando contra el alza de los precios provocado por la depreciación de la moneda; y es muy posible que entras zonas del país le suceda lo mismo, cuando le recuerden que “la borrachera” del triunfo electoral ya ha terminado y deberá avocarse a gobernar apegado a la realidad que, en este caso, no es muy halagüeña en sentido alguno.

            Lo peor para Castillo será el cumplimiento de sus promesas, porque fue muy fácil decir que le va a dar el 10 por ciento del presupuesto del gobierno a la educación; pero, en la vida real, las cifras macroeconómicas no se lo permitirán y ahí, justamente, será cuando entrará en conflicto con el pueblo que le demandará, sin demora, el porqué de su retórica vacía y su no cumplimiento. Las cifras que estrujan y complican a esta nación son las siguientes y para eso Pedro Castillo tendrá que usar el gigantesco lápiz de campaña, para sumar y restar y pobre de él si no saca adelante sus ecuaciones aritméticas: el Producto Interno Bruto (PIB), cayó un 11 por ciento en el 2020 (el peor de América del Sur); la deuda externa requiere del pago del 35 por ciento del PIB, aumentada por causa de la pandemia venida de China; y todo ello ha redundado en el empobrecimiento sustancial del pueblo que votó por él, precisamente para que cumpliera sus promesas dichas en sus discursos de corte populista y “redentorista.”

            Finalmente, Pedro Castillo estará maniatado de aquí hasta la conclusión de su mandato, debido a que el Congreso está en manos de la derecha, con tan solo 37 diputados a favor suyo, confrontados contra 80 congresistas opositores representantes de la derecha, quienes no dudarán en echar por la borda sus proyectos de ley, de la tonalidad que sean, y pueden bloquear fácilmente sus propuestas. Pero le irá peor si se empeña en mantener a Alberto Fujimori en prisión, que es la carta con la que juega su hija Keiko, a la postre la candidata perdedora en los pasados comicios. Es decir, si Pedro Castillo se empecina en no favorecer a la situación de los Fujimori, es muy probable que estos no pacten ni le ayuden a gobernar desde la cámara de diputados. También en esto, la historia reciente del Perú es muy gráfica y explicativa, porque el anterior presidente, Pedro Pablo Kuczynski comenzó a debilitarse precisamente en el Congreso, donde los parlamentarios de Keiko Fujimori le hicieron la vida imposible.

            La misma naturaleza humana y política de Castillo es un agravante, pues se trata de un maestro sencillo entresacado de ese “Perú profundo,” pletórico de comunidades indígenas alejadas, ubicadas en el centro, norte, Este y sur del territorio nacional, en las selvas y las serranías, y quien del arte de gobernar tiene en entredicho. Fue elevado a la categoría de candidato presidencial por el partido Perú Libre, justamente porque su dueño, Vladimir Cerrón, un comunista a ultranza y radical, no pudo postularse porque pesa sobre él la condena por corrupción cuando fue gobernador de Junín. Hay quienes aseguran que este individuo, junto a su hermano Waldemar, son los que dominan en dicho partido y podrían meterse en el Palacio del Gobierno, en Lima, para manipular y molestar a Pedro Castillo, un neófito en el tema de la gobernanza. Ambos marxistas-leninistas acarician el sueño de un Perú al estilo Cuba y Venezuela y por ello buscan la manera de cambiar a la actual Constitución Política para llevar a cabo su revolución de izquierdas.

            Es por lo anterior que los politólogos y periodistas peruanos están a la expectativa para observar cuál será el sistema de trabajo de Castillo: si estará plegado a las demandas e imposiciones de los hermanos Cerrón o se distanciará de ellos, con todos los agravantes que podría contraer.

            Hasta el momento y a pesar de que ya subió al estrado presidencial, Pedro Castillo sigue siendo una incógnita, un misterio que se irá clarificando conforme el paso de los meses.


Catalanes Indultados por el Gobierno Central, Amenazan al decir que no Dejarán de Luchar

por la Independencia de Cataluña

 

MADRID y BARCELONA, España- El malquerido presidente socialista español, Pedro Sánchez, acaba de dejar en libertad a los sediciosos catalanes que trataron de independizar con la fuerza a Cataluña, del resto de España. Una decisión, de por sí, harto polémica que confronta a la mayoría del pueblo español, que no quería que los indultos se dieran.

            Lo cierto es que ya están fuera de la cárcel los líderes de ese movimiento, quienes cayeron en manos de la policía después de ejecutar el referéndum ilegal del 1-O. Se trata de Carme Forcadell, quien obtuvo su libertad en la Ciudad Condal, Barcelona; posteriormente lo hicieron sus compañeros varones, quienes se encontraban presos en Lledoners, también en Barcelona. Fueron recibidos cordialmente y con mucho entusiasmo por el presidente de la Generalitat (gobierno catalán), Pere Aragonés, que encabezó a una nutrida comitiva.

            Los nombres de los golpistas son: Oriol Junqueras (el obeso, quien se ufanó una vez de la superioridad racial del catalán en comparación con el resto de los españoles); los “Jordis” y los ex consejeros Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn y Raül Romeva. Una vez fuera del centro penitenciario, desplegaron una pancarta con la leyenda en inglés: “Freedom for Catalonia”, lo mismo que una bandera estelada (de Cataluña). Unas cien personas les esperaban en la acera adyacente, aparecieron muy sonrientes y gritaban en tono amenazador y retador al gobierno central que les acaba de dar los indultos: “¡Lo volveremos a hacer!” Y “1-O, ni olvido ni perdón.”

 

Otros más en libertad

 

            Así también fueron liberados gracias al beneplácito y simpatía que siente Pedro Sánchez por el independentismo catalán: Carme Forcadell, ex presidenta del Parlament catalán, de la cárcel de Wad-Ras, en Barcelona, quien fue recibida, a su vez, por la actual presidenta de esa cámara diputadil, Laura Borrás; y los consejeros de Interior y Economía del Govern, Joan Ignasi Elena y Jaume Giró.

Cuando estuvo frente a los periodistas, soltó estas palabras la Forcadell: “Usemos esta pequeña victoria de los indultos, para el objetivo último: la amnistía, autodeterminación y república catalana. Hoy es un día de alegría, pero la alegría no es completa porque lo que queremos es el fin de la represión.” Es importante resaltar que, con este perdón o indulto, Forcadell ha evitado pasar tras las rejas otros 8 años y 4 meses, según la sentencia que sobre ella pesaba.

            Las imágenes en Lledoners no eran muy diferentes, puesto que los indultados hablaron displicentemente con la prensa, repartieron abrazos y besos entre sus familiares y se hicieron numerosos selfies. Por su parte, Cuixart manifestó: “Hoy no es un día de renuncia, es un día en que los catalanes nos reafirmaremos, la represión no nos ha vencido ni nos vencerá. No existe el indulto que hará callar al pueblo de Cataluña. No callaremos nunca.” De inmediato lanzó vítores hacia el prófugo de la justicia española, exiliado en Bélgica, Carles Puigdemont, a quien llamó “presidente en el destierro.”

            En lo que estriba a Jordi Sánchez, dirigente de Junts, dijo exultante: “El Estado no nos ha podido aguantar más días en prisión, por la presión de Europa y de los catalanes. No callaremos nunca y siempre seguiremos adelante. No nos echaremos atrás, no aceptaremos ningún silencio a cambio de ningún indulto. Los presos han salido de prisión unidos. Lo haremos, lo haremos juntos, ganaremos. El Estado no ha aceptado lo que dicen los tribunales europeos. Estamos conjurados a una victoria inmediata, que el Estado español sea condenado en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.” Exigió.

            Lo que ha quedado claro y que el gobierno de España no deberá pasar por alto –por supuesto que nos referimos a otro Gabinete que no sea el presidido por Pedro Sánchez, sino por un político y líder verdadero-, ha sido el reto reiterado que han lanzado los ex presidiarios catalanes, cuando han amenazado con tomar nuevamente las calles de Barcelona, para exigir y proclamar la independencia del resto del país. Todos ellos han reivindicado su compromiso con la independencia de Cataluña y han asegurado que las protestas retornarán, los enfrentamientos con los mossos d’esquadra (gendarmería catalana), seguirán, y la sangre volverá a verterse en las esquinas, edificios, paredes, avenidas, plazas y en todo lugar donde se grite la consigna independentista.

De tal manera, “el guante ha sido lanzado al suelo”. Ahora le corresponde al Estado español recogerlo, patearlo o pisotearlo, según sea el gobierno que esté en ese momento en La Moncloa y el presidente que dirija los destinos de España.


La Primera Cumbre Biden/Putin sin Grandes Avances ni Logros

 

GINEBRA, Suiza- La primera salida de Joe Biden, en su papel de presidente estadounidense, y su primera Cumbre con “el enemigo natural” de los Estados Unidos, el ruso Vladimir Putin, despertó mucha ansiedad, esperanzas y hasta temor en quienes estamos conscientes de la creciente tensión que se vive entre estas dos potencias: una económica y la otra militar.

            En el caso de Putin, llegó precedido de una serie de acusaciones de parte de su colega Biden, por los recientes ciberataques que la Central de Inteligencia norteamericana (CIA), descubrió que partieron desde Moscú, de “hackers” rusos; y Joe Biden arribó a Suiza con el conocimiento cabal de quiénes son los rusos y cómo es, en realidad, la política que practica el Kremlin con respecto a los Estados Unidos y las potencias de occidente. No en balde Biden fue el vicepresidente inamovible durante los ocho años de la administración de su amigo Barack Obama. De tal manera, ambos son viejos conocidos y saben perfectamente “las cartas a las que juegan, las que ponen en el tablero y las que podrían esconder en este póker de la política bilateral.”

Ambiente previo

            La reunión entre los dos líderes se llevó a cabo en la Villa La Grange, en Ginebra, Suiza, y, como es característico en estos encuentros, la seguridad normal se convierte en hiper-seguridad, debido a la distribución, en lugares estratégicos, como en un adyacente parque, de unos 5 mil agentes encubiertos o vestidos de “paisano,” que pertenecen al Estado suizo, más los otros vigilantes y guardaespaldas que cada uno de los gobernantes traen consigo en la numerosa comitiva.

            La conversación estaba prevista para que se extendiera a lo largo de unas cuatro o cinco horas; aunque no se tejieron grandes expectativas en cuanto a los resultados, debido al alto grado de desconfianza que existe, principalmente de parte de los norteamericanos. Es evidente que Biden no es lo mismo que su obtuso antecesor en el puesto, Donald Trump, quien se plegó siempre a los caprichos y manipuleos de Putin, cuando a éste le vino en gana. Biden es un profesional de la política… Trump era un don nadie en estos avatares y por ello lo manipuló a placer Vladimir Putin.

            El encuentro ha sido catalogado por los analistas internacionales “de alto riesgo por el momento extremadamente bajo en el que se encuentran las relaciones entre los dos países” y se estimaba que el diálogo giraría en torno al control del armamento nuclear (que es la única razón por la cual se le llama a Rusia “potencia” y no por otro motivo); y Putin, se estimaba que le iba a pedir a su homólogo estadounidense que le reconociera un papel diplomático más activo a nivel mundial; pero la realidad actual indica que el dirigente ruso es tan débil en ese campo, que no puede rebajar la tensión donde hay conflictos bélicos, debido al hecho de que su influencia es casi nula, como sucede en Libia, Israel/Palestina, India y Pakistán por la región de Cachemira, etcétera, etcétera. Sitios donde “el brazo de la diplomacia rusa no alcanza y por lo tanto es inexistente e ineficaz, consecuentemente.”

            La actitud previa del mandatario de los Estados Unidos fue la siguiente, según informó un asesor suyo a su llegada a Suiza: “Deberíamos decidir dónde está nuestro interés mutuo, en el interés del mundo, cooperar y ver si podemos hacerlo. Hay esperanzas de encontrar pequeñas áreas de acuerdo. No se han hecho compromisos en las conversaciones previas, pero hay esperanzas de que al menos regresen los embajadores a sus respectivos puestos después de la reunión.” Recordemos que ambos gobiernos se expulsaron mutuamente a sus delegaciones diplomáticas hace pocos meses, después de acusaciones en las dos direcciones, de espionaje y ciberataques. Pero el grupo de Biden afirmó que marcaría “las líneas rojas” a los rusos, para que no las transgredan en el presente ni en el futuro.

            En lo que atañe a las perspectivas del Kremlin dentro de la reunión, Yuri Ushakov, asesor de Vladimir Putin, dijo que la agenda estaban incluidos “prácticamente todos los temas que nos preocupan a nosotros y a la parte estadounidense, entre ellos la estabilidad estratégica y seguridad informática, posibles medidas para la lucha contra la ciberdelincuencia, asuntos de cooperación económica, el clima, la situación del Ártico y la pandemia global, diseminada por China. Los dos presidentes irán tratando estos asuntos en ese mismo orden –siguió explicando Ushakov-, aunque pueden modificarlos y abordar otros puntos que surjan y para ‘el postre’ se han dejado los problemas regionales en Oriente Próximo, Siria, Libia, la situación en torno al programa nuclear iraní, el arreglo en Afganistán, en la península coreana, en Nagorno Karabaj y, evidentemente, Ucrania.” Informó.

 

Un tema “tabú” y por consiguiente… intratable…

 

            A juzgar por los temas agendados, se podía hablar de cualquier cosa, menos de uno de ellos y eso lo dejó claramente pre-establecido Vladimir Putin: el caso del disidente Alexéi Navalni, hoy preso en las celdas del régimen ruso. Así lo confirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, antes de la Cumbre bilateral. Recordemos que a este opositor, considerado por Putin de alta peligrosidad para sus intenciones de perpetuidad en el poder, fue condenado a cumplir dos años y cinco meses de cárcel, por un supuesto fraude “amañado y politizado.” Empero, para Joe Biden era de capital importancia referirse a este líder opositor de Putin, a quien trataron de envenenar el año pasado cuando se encontraba de viaje por Siberia y fue salvado en un hospital de Alemania. El presidente de los Estados Unidos se ha mostrado urgido por dialogar con su homólogo ruso sobre los derechos humanos en ese país euro-asiático y, en particular, la situación médica y política de Navalni, a quien un Tribunal Municipal de Moscú ha declarado “extremista”, lo mismo a su organización que no podrá presentar, en lo sucesivo, candidatos a ninguna clase de comicios en Rusia, como las próximas legislativas, en septiembre de este 2021.

            A pesar de las declaraciones de Putin en el sentido de que a Navalni se le trata igual que a “un preso común y nadie ha querido acabar con su vida”, Joe Biden advirtió, antes de partir de Bruselas donde se reunió con el Alto Mando de la OTAN, que “si el opositor ruso muriera en la cárcel, sería una tragedia (…) (y) eso dañaría las relaciones de Rusia con el resto del mundo y conmigo. Su muerte sería una señal más de que el Kremlin no piensa respetar los más mínimos derechos fundamentales.”

            En resumen, la actitud de Joe Biden, antes y durante la Cumbre, fue la de un hombre conciliador, pero con firmeza donde hubo que hacerla sentir: “No busco un conflicto con Rusia –dijo el presidente-, pero responderemos si Rusia continúa con sus actividades dañinas; y dejo claramente establecido que nuestros aliados de la OTAN continuarán apoyando la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. Le diré a Putin que hay áreas en las que podemos trabajar juntos, si él quiere, pero si se comporta como la ha hecho en el pasado en lo que respecta a la ciberseguridad y otras actividades (sensibles) (…), le responderemos de la misma forma.” Aseveró un Joe Biden, quien, evidentemente, no es nada parecido a Trump en estos asuntos.

 

Ambiente glacial, muy “nórdico”, muy ruso

 

            Las incidencias recientes causadas por el gobierno de Rusia, sentaron los cimientos de esta cita entre Biden y Putin; es decir, no podía ser de otra manera el intercambio de conceptos que se ha dado en Ginebra. Los cronistas europeos la califican de “Cumbre sin expectativas y sin resultados.” Y hay quienes la tildan de “fracaso.” El resultado, empero, era obvio, según lo actuado por los “hackers” al servicio del Kremlin, al meterse en los programas informáticos estadounidenses y causar el caos que hemos visto.

            En específico, al cabo del diálogo, ambos líderes se comprometieron -en dos horas menos de lo que se tenía previsto-, buscar “la estabilidad estratégica” en futuros encuentros de esta índole, en el que estará siempre presente el tema de la reducción de los arsenales nucleares y la lucha contra los ataques online, a los que nos hemos referido arriba. “Solo se avanzó en lo mínimo y en el terreno más fácil –escribió un periodista español -: (…) que los embajadores de los dos países vuelvan a ocupar sus puestos en Moscú y Washington, después de la crisis diplomática desatada en marzo, cuando el presidente estadounidense llamó ‘asesino’ al ruso (…).”  Y el mismo Biden sintetizó así lo vivido en la entrevista con su colega: “Solo hablamos de cosas básicas, fundamentales. No hubo amenazas. Solo le hice saber a Putin cuáles son mis posiciones.” Y la respuesta de Vladimir Putin fue: “Podemos alcanzar un acuerdo en todo; hay muchas cosas que resolver” y recalcó que “no hubo hostilidad alguna” de uno ni de otro.

            Cara a cara, el trato fue formalmente cortés; pero alrededor, en el salón del encuentro bilateral, reinaba un ambiente glacial, muy frío, sin sonrisas, ni expresiones verbales entusiastas, tal y como era previsible. Al finalizar, y ante los periodistas, el gobernante de Rusia atacó a la prensa al decir que siempre practican “una cobertura sesgada” en torno al caso del disidente preso, Alexéi Navalny; criticó, de paso, a los Estados Unidos por apoyar a “las organizaciones opositoras en Rusia, que ayudan a implementar las políticas de Washington en nuestro territorio” y fue categórico al decir que, ante personajes como el prisionero, los rusos “siempre aplicaremos la ley” vigente.

            Y por la insistencia de Joe Biden por el respeto a los derechos humanos, Putin respondió que “el presidente de los Estados Unidos tocó el tema de los derechos humanos y nosotros le escuchamos; (pero) Guantánamo sigue existiendo y también las cárceles secretas de la CIA por todo el mundo. ¿Así se defienden los derechos humanos?” Lanzó la pregunta retórica y pasó a tocar el tema de la posible entrada de Ucrania a la OTAN: “No hay nada que discutir”, recalcó visiblemente molesto; “pero Kiev ha violado un acuerdo de paz para detener un conflicto entre las fuerzas gubernamentales ucranianas y los separatistas pro-rusos, en el Este de Ucrania.”

 

            En resumen, lo alcanzado indica que los embajadores expulsados mutuamente, volverán a sus cargos y se abrirán consultas en los dos Ministerios de Relaciones Exteriores, sobre ciberseguridad y Putin siguió insistiendo en que “Rusia no se encuentra entre los países que son fuente clave de ciberataques y que, si analizamos los ciberataques que se sufren en Rusia, la mayor parte de ellos proceden de Estados Unidos.” A pesar de lo anterior, reiteró que fue “una reunión muy constructiva (en la que hubo) muchos puntos divergentes, pero la voluntad sincera de ambas partes de entendimiento. No ha habido hostilidad por parte de ninguno de nosotros. He quedado satisfecho con la conversación acerca de la estabilidad estratégica nuclear y, si hay que hacer un rápido balance, esta Cumbre quedó ‘en tablas’, pero con las vías de comunicación reabiertas entre los dos países y varios canales de colaboración en ciernes, lo cual es una buena noticia a escala global.” Concluyó el premier ruso. 


Perú tendrá Gobierno Marxista-Leninista. El Pueblo lo ha Querido Así

 

LIMA- Después de las elecciones nacionales, en su segunda ronda, entre Keiko Fujimori y Pedro Castillo, y de acuerdo a los resultados, este país se suma al grupo de naciones comunistas de América Latina, junto a Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia y la advenediza Argentina, que es izquierdista, pero sus gobernantes no lo dicen abiertamente, seguro para no perder los favores de Washington en materia económica.

            Durante un lapso del conteo de los votos, al cabo del cierre de las urnas, Keiko Fujimori, representante de los demócratas y plutócratas peruanos, aventajó a su adversario marxista y muchísimas gentes a lo largo de este continente, cerramos los ojos y apretamos los labios esperanzados de que ella fuera la ganadora; sin embargo, los indígenas y campesinos, repartidos en las zonas rurales y las selvas, prefirieron el populismo de poco cuño y el discurso demagógico del maestro Castillo, con un lápiz gigante en su mano derecha (y aún no atinamos a ver el porqué de ese raro instrumento), y un sombrero enorme (para llamar la atención de los humildes), fue el que hizo volcarse a su favor a ese electorado que oscila entre la ignorancia política y el fácil engaño de quienes usan la palabra hablada para convencerles. Pedro Catillo sabía que, si apostaba por las montañas y las selvas, como lo hizo en su momento Fidel Castro, podría resultar vencedor, tal como ocurrió.

 

Con la verdad por delante

 

            Si revisamos la historia reciente de América Latina, de los dictadores comunistas, desde el primero de ellos, llamado Fidel Castro Ruz, hasta el último, en la figura del venezolano Nicolás Maduro, notaremos que siempre utilizaron el subterfugio de la mentira, del engaño generalizado, para ganarse las voluntades de sus respectivos pueblos. ¡Ninguno utilizó la verdad, la franqueza, para decirles a los ciudadanos que llevaban en el alma y en el pensamiento a la doctrina izquierdista del marxismo! ¡Ninguno! ¡Ni el chileno Salvador Allende! A quien insisten en elevar a la figura de mártir, “asesinado por las balas del imperialismo y del fascismo,” según han vendido el “cliché” por décadas enteras, de ese político que se quitó la vida con la ametralladora Skorpio que su jefe, Fidel Castro, le regaló durante su penosa y larguísima estadía de meses enteros en Chile, cuando le visitó.

            Todos ellos –y otros que no hemos mencionado-, llegaron al poder con engaños, simulando un discurso democrático y prometiendo una “tierra de promisión” que nunca iba a aparecer y, por el contrario, sumieron a sus respectivos pueblos en la miseria, la dictadura de izquierdas, la deshumanización, el ateísmo y las demás lacras que sabemos le son inherentes al comunismo. Pero el caso de Pedro Castillo ha sido diferente en el sentido de que les ha dicho la verdad a los peruanos, no les ha ocultado nada, por lo menos en la travesía hasta llegar al proselitismo antes de las votaciones: “soy marxista, soy comunista y aquí estoy para que voten por mí o me desechen,” parece haberles dicho a los sufragantes… y ellos lo han aceptado, por lo visto, y le han convertido en el nuevo presidente (o dictador), del Perú, con la voluntad generalizada y el complacencia de sus votos. Lo que siga del momento cuando asuma el poder, en adelante, si es malo, si es perjudicial para el sistema político peruano, será solo culpa única de los votantes que le llevaron a la silla dictatorial. Es por esa tesitura que el ciudadano de este país no tendrá la moral, ni el derecho, de quejarse ante la comunidad internacional, cuando el hambre, la paupérrima economía per cápita y global, le esté conduciendo a los infiernos, como sucedió en Cuba y Venezuela. Y, en el tanto la misma comunidad internacional no atienda sus súplicas, será con base en la misma culpabilidad del peruano, quien eligió a un gobierno de izquierdas.

            No obstante lo anterior, los analistas consideraron, antes de los comicios, a los dos candidatos no aptos para gobernar al Perú; sino leamos estas palabras aparecidas en el diario El Comercio del mismo país: “(…) Los dos candidatos a presidir el país durante los próximos cinco años, son percibidos por parte de la sociedad como un peligro para el inestable sistema político peruano. (…) Ahora toca elegir entre Keiko Fujimori, la hija del autócrata Alberto Fujimori, una política conservadora y populista, cuyo partido y ella misma están involucrados en corruptelas; y un profesor radical de izquierdas, Pedro Castillo, conservador en lo social e imprevisible en lo demás. Llegan empatados en las encuestas, después de una campaña áspera y agresiva.” El comentarista hace hincapié en que la lucha retórica entre los dos contendores, dividió a la sociedad de esta nación andina y el vencedor tendrá la urgencia de homogenizarla nuevamente, para gobernar con tranquilidad.

            Fuere como fuere, el gran electorado solo tenía esas dos únicas opciones, y, en opinión de los conocedores de la realidad del Perú, cualquiera de los dos no está capacitado para ejercer un cargo en el que los anteriores mandatarios han sido bajados y encarcelados por razones de corrupción comprobada.

 

El panorama político/económico

 

            La pobreza de este país es proverbial: un poco mejor que la boliviana, pero peor que la ecuatoriana. La monera nacional, el Sol, ha sufrido depreciaciones recientes en los últimos tiempos, hasta llegar a 3,86 soles por unidad de dólar estadounidense, un máximo del tipo de cambio que ha sido histórico, según dicen los expertos. Y la economía bajó al 11 por ciento el año pasado, causando un aumento de 10 puntos porcentuales de pobreza, con respecto al 2019. En la actualidad, casi 10 millones de personas no pueden cubrir sus necesidades esenciales; es decir, equivale al 30 por ciento de la población. Ante tal realidad, podemos explicarnos un poco el motivo de la derrota de Keiko Fujimori, quien, de algún modo, representa la continuidad del desastre económico que se ha vivido hasta el momento y la interrogante que surge aquí, en este aspecto específico, es… ¿Esas personas en necesidad económica, fueron  las que le dieron el triunfo final al candidato marxista, creyendo que la ideología comunista será la panacea que los sacará de sus desgracias? Es muy posible que así haya sido.

            Por otra parte, las elecciones se desarrollaron en medio de la pandemia del coronavirus chino, cuando el Perú ha experimentado más de 185 mil muertos, convirtiéndolo en el país con más fallecidos per cápita del mundo; además, la mortandad ha puesto de manifiesto los fallos del sistema de salud gubernamental, que no ha podido confrontar la gran crisis como debió hacerlo. Es decir, muchas personas murieron sin ninguna supervisión médica, en medio de un caótico desorden, sin tanques de oxígeno, y muchos recurrieron al endeudamiento con los Bancos para pagarse la atención en clínicas y hospitales privados, adquiriendo deudas que son para siempre o interminables. Incluso, ha habido casos en que los peruanos no han ido a recoger los cadáveres de sus familiares, porque no pueden afrontar los gastos de la clínica, que ascendieron hasta los US$300 mil.

            Ante tales hechos generales y particulares, el discurso del educador de primaria, Pedro Castillo, parece haber calado en esas personas urgidas de ayuda monetaria y médica, porque dirigió “la mira” hacia la desigualdad histórica que siempre ha habido en el Perú, entre ricos y miserables, contra las oligarquías empresariales y el sistema de “castas” e hizo hincapié en su oposición al matrimonio homosexual y el aborto, temas que fueron bien recibidos por una sociedad que, en muchísimos aspectos, sigue siendo profundamente conservadora y no dispuesta al cambio de los patrones de conducta de las personas “diferentes.” Incluso, en un instante y en un sitio determinado, llegó a decir que implantaría la pena de muerte y aunque fue sonoramente aplaudido, algún asesor suyo de campaña le aconsejó que rectificara esa idea y tema.

            Si hacemos una síntesis de lo sucedido hace pocos días en el Perú, antes, durante y después de las elecciones nacionales, hemos de decir que el establishment peruano se decantó a favor de Keiko Fujimori, debido a la confianza que ella misma y su ideología han transmitido a través de los años, a los poderosos, los empresarios, inversionistas locales y extranjeros y a quienes no gustan de los extremos. Es por ello que, en las grandes ciudades, fue común observar enormes pancartas alertando acerca de la llegada del comunismo o de un Perú chavista en el futuro inmediato. “Nos encontramos a las puertas de ver a peruanos huyendo en balsa, según sucede en Cuba”, ha repetido incansablemente Keiko, cuya prioridad al postularse a la presidencia, ha sido la de sacar a su anciano y enfermo padre, Alberto, de la prisión donde parece que dejará sus huesos cualquier día de estos, ante la inflexibilidad del sistema judicial del país. Uno de sus principales slogans de campaña fue: “En la libertad, en la inversión y contra el comunismo.” Una expresión que caló fácilmente en las mentes de los acaudalados y pequeños burgueses del Perú, no así en las gentes de las sierras, selvas y plantaciones.

            En lo que atañe al candidato ganador, Pedro Castillo, no concedió muchas entrevistas a la prensa nacional ni extranjera tampoco. Su discurso ha intentado acercarlo a las tesis y comportamiento del populista uruguayo José Mujica, ante la intensa campaña de Keiko por presentarlo como “el Maduro peruano”; pero, para muchos, especialmente en el exterior, este maestro de primaria, con un extraño lápiz gigantesco en su mano y un sombrero que parece tapar toda su minúscula humanidad (su cuerpo), sigue siendo un misterio, hasta que le veamos en el ejercicio de su gobierno. Ganó a Keiko Fujimori por escaso margen de votos y casi se produce el empate técnico entre ambos. Ella fue la representante del Perú moderno, de los empresarios siempre temerosos del comunismo, más aún con el ejemplo cercano de la que fuera la próspera y envidiable Venezuela, hoy convertida en poco menos que “chatarra” social, política y todavía más en lo económico y financiero; mientras que Castillo ha sido el representante de los oprimidos, de quienes no pueden hacer sus tres comidas diarias, de los desempleados, de los campesinos explotados por el jornal y de los indígenas de la Amazonía peruana, siempre olvidados y tomados solo en cuenta cuando de folklore se intenta hablar. La polarización alcanzó al Perú, ya que una es símbolo del “capitalismo salvaje” y el otro, del aberrante y aberrado comunismo, del cual abjuró la mismísima Unión Soviética, hasta desaparecerse a ella misma.

            Pero la derrota duele más a Keiko, ya que es la tercera consecutiva, porque, en el 2011 fracasó en su intención de convertirse en presidenta ante Ollanta Humala, quien le superó con un pírrico 2,90 por ciento de los votos; y en el 2016, contra Pedro Pablo Kuzcynski, por un escaso 0,24 por ciento. Sin embargo, ambos ex mandatarios fueron fuertemente cuestionados por su falta de honradez y decencia y tuvieron que vérselas con la justicia.

            Finalmente, los politólogos, para explicarse el fenómeno de Pedro Castillo, le describen de esta manera: “(…) se ha consolidado como el candidato del Perú profundo, entre el sur y Los Andes, que se siente ignorado por Lima y que considera que no ha resultado beneficiado por el crecimiento macroeconómico en lo que va del Siglo, con una pujante clase media golpeada por la pandemia. (Y) El antifujimorismo, enraizado en buena parte del país, también es otro de sus grandes apoyos.” Lo cierto es que, el día después de las elecciones, los grandes comerciantes e inversionistas han despertado con un extraño “hormigueo” que les recorre las espaldas, producto del nerviosismo que les ha causado el triunfo de Castillo y por la incertidumbre de lo que habrá de ser del Perú… ¿Una nueva Venezuela chavista o el Uruguay de Mujica? Solo el paso de los días irá aclarando la niebla que se ha posado sobre la geografía de este país y veremos el material del que está hecho el maestro rural que hoy es el nuevo presidente de los peruanos.


La Unión Europea Analiza Sanciones contra

Dictador de Bielorrusia

 

LISBOA, Portugal- Posterior al secuestro de un avión comercial que se dirigía a una de las Repúblicas bálticas, y de hacer descender a su tripulación y pasajeros para capturar a un periodista y a cuatro personas más, de la manera más arbitraria jamás vista en Europa, los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE), reunidos en esta ciudad Capital portuguesa, pusieron sobre la mesa de discusiones una serie de planteamientos que buscan sancionar al régimen dictatorial de Bielorrusia, que encabeza Alexandr Lukashenko, con el apoyo de su similar ruso, Vladimir Putin.

            En el caso de ser puestas en práctica las sanciones, éstas afectarían al comercio energético con ese país que formó parte de la extinta Unión Soviética y ahora presume de cierta autonomía de Moscú. Es importante recordar en este apartado, que la principal fuente de ingresos económicos de Bielorrusia descansa en la venta de energía a algunas naciones que conforman a la Unión Europea. Y en ese rubro preciso recaerían las sanciones, según ha trascendido en Lisboa, en la reunión realizada en el Centro Cultural Belém.

            Pero no solamente el gas fue motivo de conversación entre los titulares de Exteriores de la UE, sino también las exportaciones bielorrusas de petróleo y potasio, aspectos que forman un triángulo económico y que, en el caso de ser sancionados, podrían dar al traste con las finanzas de ese país. “Se haría daño a los cimientos financieros de la república ex soviética,” manifestó un participante en la reunión.

 

Hecho inédito en la realidad europea

 

            El avión secuestrado por órdenes de Alexandr Lukashenko, pertenece a la empresa Ryanair, y volaba el territorio de Bielorrusia, después de haber despegado del aeropuerto internacional de Atenas, Grecia, con destino a Vilnus, Capital de Lituania, a orillas del Mar Báltico. Un caza-bombardero bielorruso escoltó, amenazó y obligó al piloto del avión comercial a aterrizar en Minsk, sin dar mayores explicaciones de la acción militar que estaba efectuando. Una vez en la pista de aterrizaje, soldados del ejército obligaron al pasaje a descender, tiraron las maletas de cada quien en la explanada, dando a entender que buscaban algún artefacto explosivo y procedieron a esposar al periodista Roman Protasevich, enemigo declarado de la dictadura que ejerce Lukashenko, con la protección de Rusia. Junto a él, fueron detenidas otras cuatro personas que hoy mantienen encarceladas sin acusación oficial alguna y solo con el argumento de ser contrarios al régimen que gobierna de Bielorrusia.

            Simultáneamente, despachos del Palacio gubernamental de esta nación, dejaban leer que el avión fue obligado a tomar tierra, “debido a una bomba colocada en él, por la organización terrorista palestina, Hamás.” Casi de inmediato, esta facción armada que lucha contra Israel por la conformación de un Estado palestino, negó tal afirmación del Estado bielorruso y manifestó que estaba siendo usada como “tapadera” para llevar a cabo un secuestro de un periodista, únicamente. Horas después, el avión despegó de Minsk, pero sin el comunicador Protasevich y sus otros cuatro compañeros.

            El acto del secuestro ha sido considerado como un caso único en la historia de Europa y por esa razón, el alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, el español Josep Borrell, dejó escuchar: “El secuestro del avión comercial y la detención de los pasajeros es totalmente inaceptable.” Agregó que se trató de una absoluta arbitrariedad de parte del régimen de Minsk, “que evidencia un constante cariz de tiranía, que va en contra de los valores que sustentan a la Unión Europea.”

 

Lukashenco “en la mira”…

 

            De todas maneras, Alexandr Lukashenko no ha hecho otra cosa que reafirmar el sentimiento de disconformidad, inseguridad y desconfianza que reina en el seno de la Unión Europea con respecto a él, desde que se sostuvo en el poder mediante unas elecciones generales consideradas fraudulentas por casi toda la comunidad internacional. Y con este dictador, el descontento se ha extendido hacia su amigo personal y aliado político, Vladimir Putin, quien acepta y aplaude las acciones terroristas del dictador bielorruso. Un tema que, con toda seguridad, será tocado en la Cumbre que se realizará en pocos días en Ginebra, Suiza, entre Joe Biden, mandatario estadounidense, y el mismo Putin.

            En todo caso, hay que subrayar que la cita de ministros de Exteriores, recientemente realizada en Lisboa, fue informal y, por ello, “las conclusiones (en relación con Bielorrusia), no son realmente operativas”; es decir, no obedecen al marco de decisiones en firme que se van a tomar en contra del secuestro del avión; aunque se ha interpretado como un paso importante del que partirán las sanciones que, indudablemente, van a causar mucho daño a la economía de Bielorrusia, además de que asegura la permanencia de este país en “la lista negra” de la UE.

            Empero, lo que más ha indignado al seno de la UE ha sido la captura del periodista Roman Protasevich, a quien se le perseguía dentro y fuera de Bielorrusia, por oponerse a la dictadura de Lukasehnko y haber participado en las manifestaciones en las calles de la Capital, enfadado por el robo de las elecciones nacionales que permitió que el dictador siguiera en su puesto. Además, este joven subió a su canal de internet, imágenes que él mismo tomó de los mencionados actos, lo cual fue considerado por la dictadura como un gesto de rebeldía contra el sistema establecido en el país.

            En todo caso, prontamente se dará a conocer, en firme, “el paquete” de sanciones que afectarán al gobierno de Bielorrusia y que, sin ninguna duda, afectarán severamente a su estabilidad económica, casi de manera inmediata cuando entren en vigor.

 


Se Complica Situación Política Interna del Dictador de Israel, Benjamín

Netanyahu

 

TEL-AVIV- Quienes creyeron que, con el bombardeo criminal e indiscriminado de la Franja de Gaza, ordenado por Benjamín Netanyahu, le iba a dar a éste réditos para su permanencia en el poder, se equivocaron, dichosamente. Es decir, el dictador judío siempre ha apostado por asesinar con sus bombas y misiles a sus enemigos, los palestinos, y de esa manera granjearse las simpatías de su pueblo y su apoyo en las elecciones o cualquier otra consulta que se le ocurra, de carácter popular. Siempre han sido votos a su favor, pero manchados con la sangre de personas (mujeres, ancianos y niños), que Netanyahu ha ordenado masacrar en Cisjordania o Gaza, días antes de que las decisiones de los israelíes se produzcan.

            Y es que el panorama político de este país es complicado y se ha complicado en los últimos cinco años, entre otras cosas por la erosión inevitable que siempre sucede en los avatares de la política, específicamente en sus líderes y Netanyahu está convincentemente desgastado ante los ojos de los ciudadanos que una vez le apoyaron.

Es cuando la prensa internacional reproduce las palabras del conservador Naftali Bennett, quien describe así lo que ocurre en el interior del país: “La crisis política en Israel no tiene precedentes a nivel mundial. Podemos ir a quintas, sextas y décimas elecciones y desmantelar las paredes del Estado hasta que nuestra casa se caiga encima nuestro o podemos asumir responsabilidades y frenar la locura.” Este comentario lo hizo en un programa por la televisión israelí y fue difundido a toda la nación.

 En las siguientes líneas vemos la forma como arremetió contra la figura de Netanyahu: “(Se ha encargado de) difundir odio y mentir cuando dice que tiene posibilidades de formar una coalición conservadora. (Y) nadie cree ya que cumplirá sus promesas. El señor Netanyahu no intenta formar un gobierno de derechas, sino de arrastrar a todo el país a su Masada (suicidio), privada. Por eso, hoy anuncio mi intención de actuar con toda mi fuerza para formar un gobierno de unidad nacional con mi amigo Yair Lapid, que ha demostrado gran liderazgo, para que saquemos juntos al país del vértigo."

 

Enemigos al acecho

 

            De acuerdo a la comparecencia de Bennett en la televisión israelí, la tranquilidad, la estabilidad y el equilibrio político de Netanyahu en el gobierno de Tel-Aviv, parecen que se tambalean y amenazan con llegar a su final.

Según el anuncio hecho a toda la nación, Bennett va a pactar con Yair Lapid para conformar una coalición de partidos de centro y de izquierdas y de esa manera sacar al dictador Benjamín Netanyahu de un poder en el que se ha perpetuado, en detrimento de Israel y sus vecinos, especialmente los palestinos, quienes son los preferidos del carnicero que actualmente ostenta el mando, para masacrarlos a placer y cuando le apetece.

            Retornando a los opositores, el pacto de Bennett lo convertiría en Primer Ministro, a pesar de tener en contra al poderoso partido de Netanyahu y poseer en el Likud (parlamento judío), únicamente a seis diputados. El pacto contempla también que Bennett sea premier solo por dos años y los otros dos se los dejaría a su socio, Lapid, quien lo relevaría en el cargo.

            Al enterarse de los planes de Bennett, al sentir los “pasos de animal grande” que lo podría tirar del gobierno, Benjamín Netanyahu corrió a ofrecer a su adversario y a otro líder llamado Gideon Saar, una triple rotación en la jefatura del gobierno. La respuesta que recibió fue una negativa contundente y estas palabras: “Nadie cree ya que cumplirá sus promesas.” Mientras tanto, Lapid tiene poco tiempo para conformar su Gabinete gubernamental y echar a Netanyahu del poder, después de 12 años consecutivos de estar entronizado en ese puesto.

            Y mientras Netanyahu hace “malabares” para quedarse en su silla dictatorial, en la Franja de Gaza lloran a sus muertos, una cifra que alcanzó a los 254 palestinos asesinados, entre ellos 66 niños, y 1,900 heridos, en medio de una destrucción parcial y completa de miles de casas y edificios de importancia capital para el desarrollo de la ciudad, en una de las peores escaladas de violencia perpetradas por el ejército judío, enviado por Netanyahu.

 

Aniquilamiento de Irán

 

            En una variable sobre el mismo tema, Yossi Cohen, director saliente de los servicios secretos de Israel, el Mossad, pidió combatir a Irán hasta eliminar a ese país, borrarlo del mapa mundial y acabar con su pueblo, en recuerdo de la política nazi de Adolf Hitler, contra el mismo pueblo judío. Esto significa que el genocidio que promulgó y propició Hitler con los hebreos, ahora éstos lo quieren para sus enemigos palestinos, árabes y persas.

            Cohen fungió en el cargo 30 años y se encargó, la mayor parte del tiempo, de la división dedicada al reclutamiento de agentes.

Fue el periódico The Times of Israel el que reprodujo las afirmaciones del ex director, quien insistió en el aniquilamiento de todo aquello que “huela a Irán y suponga ser iraní.” Es evidente que el concepto y la práctica efectiva del genocidio, habita en la mente de muchísimos judíos, quienes se creen con el derecho de criminalizar a sus enemigos, solo porque a ellos les complace y ello ha sido también evidente en las palabras del ex jefe del Mossad.

En todo caso, Cohen pasa al retiro definitivo y para que el aniquilamiento de los iraníes se lleve a cabo, podrían pasar muchísimos siglos antes de que ello ocurra… si es que ocurre en esa nación milenaria.

Será sustituido por David Barnea, considerado reformista, abierto a cambios estructurales, organizativos y profesionales y posiblemente no se trate de un genocida como Cohen, según ha publicado el diario judío Haaretz.

Por “los aires que soplan”, una secuencia de cambios se avecinan en el interior de Israel, incluyendo a Benjamín Netanyahu, un individuo que solo daño ha hecho a la imagen mundial del judío actual y mucho más daño ha causado al pueblo palestino, que ha sufrido sus ataques misilísticos cada vez que ha necesitado que los votantes le favorezcan a él con sus preferencias en las distintas elecciones israelíes.

Pedir que se le aprehenda, se le encierre en prisión y se le juzgue por sus crímenes de lesa humanidad, sería muy utópico de nuestra parte, en un pueblo como el judío que siempre ha estado de acuerdo con su política de “sangre y fuego” contra Palestina; y mucho menos solicitarlo a la comunidad internacional que teme a Israel y se anda con “guantes de seda”, temiendo caer en una política parecida a la del nazismo, y por esa razón jamás exigiría enjuiciar a Netanyahu, como si lo hizo con los líderes serbios, bosnios y croatas, posterior a la guerra de Los Balcanes. Pero que Netanyahu merece la horca y el desprecio universal… lo merece sin apelaciones ni actitudes dubitativas. 


Dictador de Bielorrusia desata Crisis

Internacional

 

BRUSELAS, Bélgica; y MINSK, Bielorrusia- Su nombre es Alexandr Lukashenko y es el dictador de este país que formó parte de la Unión Soviética y adquirió cierta autonomía cuando aquella potencia militar dejó de ser la URSS, para convertirse simplemente en Rusia. Y decimos “cierta autonomía”, porque la verdad es que Bielorrusia nunca ha dejado de pertenecer a la órbita enmarcada y delimitada por los rusos; de tal manera que es Vladimir Putin, a la sazón el otro autócrata en Moscú, quien gobierna en Bielorrusia y su servil Lukashenko es quien obedece las pautas dictadas desde el Kremlin. Es decir, todo movimiento que haga el dictador bielorruso, ha tenido el consentimiento o la ordenanza previa de Putin, quien, además, lo sostiene en el poder con el arsenal militar de Rusia.

            Sin duda es del mismo corte de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, en Venezuela; Fidel Castro y su hermano Raúl, en Cuba; o Ceaucescu, en Rumanía, fieles, leales hasta el tuétano y capaces de cumplir cualquier capricho que al Kremilin se le ocurra en cualquier momento. Son seres despersonalizados, sin decisión propia, quienes tampoco tienen autonomía de movimientos, porque están siempre atentos a las llamadas telefónicas que se les hagan desde Rusia, para actuar con presteza y servilismo.

            Es por ello que la última acción de Alexandr Lukashenko de secuestrar un avión comercial, para capturar a un periodista que le incomodaba a él y a su régimen, forma parte de esas directrices que le ordena Moscú y, a la postre, lo que ha causado una seria crisis internacional con la Unión Europea (UE) y en la que Bielorrusia saldrá perdiendo indudablemente.

La aeronave continuó su viaje, pero sin los disidentes…

            Siempre se ha sabido que los comunistas entran a las casas de los opositores durante lo avanzado de las noches, para que los vecinos no se enteren de esas detenciones; los llevan a las comisarías, los interrogan, torturan, encarcelan y desaparecen, sin que nadie sepa adónde los han llevado; aunque todos saben que fue la policía política del Estado la que los secuestró; empero nunca se había visto que un dictador mandara a secuestrar a un avión comercial, para bajar de él a varios disidentes y meterlos tras los barrotes de la prisión. Pues eso precisamente fue lo que hizo Lukashenko, con un avión  de la empresa Ryanair, que se dirigía a Lituania, en el Mar Báltico, cuando sobrevolaba el espacio aéreo de Bielorrusia.

            La intención del dictador era capturar al bloguero opositor a su gobierno, Roman Protasevich, quien, efectivamente, fue hecho prisionero una vez que el transporte fue bajado en el aeropuerto internacional de esta Capital, Minsk. Sobre este personaje pesaba una orden de captura emitida por el dictador, por haber participado en las multitudinarias protestas callejeras del año pasado (2020), debido al descontento que generó el triunfo fraudulento de Lukashenko en las elecciones nacionales. Nadie creyó en ese resultado electoral que, sin lugar a dudas, fue amañado, con el fin de perpetuar al dictador en el Palacio de Gobierno. Ese fraude fue denunciado una y otra vez por los disidentes bielorrusos, entre quienes se cuenta al propio Protasevich, quien permanece en una celda en estos momentos, en su país de origen. Es por ello que la cadena noticiosa Nexta Live señala que “(el capturado) se expone a la pena de muerte en Bielorrusia.”

            La aeronave secuestrada y obligada a aterrizar en Minsk, venía desde Atenas, Grecia, con destino a Vilna, Capital de Lituania. La sede Estatal de Bielorrusia informó que se le “aconsejó” el aterrizaje al avión debido a que “traía explosivos a bordo” y se hizo para desactivarlos y proteger así al pasaje. Pero la verdad es que la policía entró en el aparato, buscó a los hombres que quería apresar, los bajó y los trasladó a las celdas del gobierno, donde fueron golpeados e interrogados. Por supuesto que la patraña de la bomba a bordo era eso justamente… una mentira de grandes proporciones, para encubrir la realidad, cual era la captura de los disidentes a la dictadura. Una voz autorizada de la presidencia de Lituania, dijo que “la operación para forzar al avión a tomar tierra, parece preparada y Bielorrusia sabía quién estaba a bordo.”

            Una vez que los hombres fueron hechos prisioneros, se autorizó el despegue del avión, hasta su destino final en el Báltico. Y es que se sabe certeramente que los periodistas, así como los candidatos que se enfrentaron al dictador en las últimas elecciones, tienen que salir en abierta huida del país, exiliarse, o sufrir cárcel si se quedaran en Bielorrusia. “En las prisiones, las torturas han sido frecuentes”, confirma un testigo que pidió omitieran su identidad.

 

Roman Protasevich, un hombre incomodante

 

            Para el dictador de esta nación, el detenido es un personaje “peligroso e incomodante,” quien tiene una gran influencia en el pensamiento, sentimientos y opiniones de los ciudadanos comunes de Bielorrusia. Se trata nada menos del co-fundador, junto a unos amigos suyos, del portal Nexta Live, un canal que tiene a unos 1,8 millones de seguidores y quienes quieren fuera del poder al tirano Lukashenko, enquistado en el poder desde 1998.  

            En el aeródromo de Minsk, además de Protasevich, fueron capturadas otras cinco personas, consideradas enemigas del régimen. Un secuestro en toda la amplitud del concepto. Eso fue lo que sucedió en esta nación obediente a Moscú.

            Casi de inmediato, la presidenta de la Comisión Europea (CE), la alemana Ursula von der Leyen, dio sus opiniones oficiales ante el hecho: “Es absolutamente inadmisible hacer aterrizar en Minsk, a un avión que se dirigía de Atenas a Vilna. Todos los pasajeros deben tener la posibilidad de continuar su viaje con garantías de seguridad. Cualquier violación de las reglas internacionales sobre transporte aéreo, debe tener consecuencias.”

            Otros comentarios de personas calificadas de la política europea, se dejaron escuchar y leer; por ejemplo, del Presidente del Consejo Europeo (CE), Charles Michel, quien dijo que el hecho debería ser investigado; y la líder de la oposición Bielorrusia, Svetlana Tijanovskaya, solicitó, así mismo, una investigación de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), por el suceso acaecido. Londres habló de que sobrevendrán “graves consecuencias por el desvío del avión”; y el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, el español Josep Borrell, manifestó que “hacemos responsable al Gobierno de Bielorrusia de la seguridad de todos los pasajeros y del avión (…).”

            Pero no todo han sido críticas ni regaños para el dictador bielorruso, porque la jefa del canal de noticias ruso RT, Margarita Simonian, se mostró satisfecha por la captura del periodista opositor a la dictadura de Minsk y señaló: “Nunca pensé que envidiaría a Bielorrusia; pero ahora, de alguna manera, les envidio. El viejo Lukashenko ha actuado estupendamente." Apostilló. Es así como nos damos cuenta hacia dónde se mueven los apoyos y solidaridad de Rusia y no es precisamente hacia la disidencia, a la que consideran una “espina en la pata de la fiera” que no le permite caminar ni proceder libremente en contra de las leyes y del humanismo que debería darse en todo país.

            Ya el portal RT había ayudado a Lukashenko durante las protestas masivas del 2020 que lo tildaban de “presidente de facto”, fraudulento, y amenazaban con tirarle del poder. Fue cuando RT permitió que las emisoras de radio y televisoras bielorrusas y afines al régimen, continuaran transmitiendo, debido a una huelga de sus periodistas y funcionarios, enfadados por las elecciones que robó el tirano. Entonces la empresa rusa RT, proporcionó al personal para que continuaran las emisiones en “la nación amiga.”

 

Confesión mediante torturas

 

            Luego de la partida del avión comercial hacia su destino final en Vilna, Lituania, el disidente arrestado, apareció en un video filmado por la seguridad del Estado bielorruso, en el que confesó que él “organizó los disturbios del año pasado”; pero sus compañeros de lucha consideran que dijo lo anterior, porque, con toda seguridad, fue torturado (y hasta drogado), para que dijera tales palabras.

            Casi al mismo tiempo, el dictador Alexandr Lukashenko firmó una nueva ley que prohíbe a los periodistas de su país, cubrir manifestaciones en directo “sino han sido previamente autorizadas por el gobierno.” Y eso precisamente fue lo que hizo Roman Protasevich y subió las imágenes al canal Nexta, poniendo en evidencia el altísimo grado de terror que se vive en esta nación.

            La reacción de la Unión Europea será la de crear sanciones contra Bielorrusia y, casi de inmediato, cortaron toda comunicación con el gobierno de facto que subsiste en Minsk. En los próximos días se conocerán las disposiciones de la UE que, sin duda, irán a resentir fuertemente a la precaria economía bielorrusa, que tiene en los europeos a los socios indispensables, pero que en estos instantes se muestran enfadados por este caso de piratería aérea y persecución de la prensa, más el encarcelamiento arbitrario de quienes han informado sobre los yerros de la dictadura.

            Por el momento Protasevich sigue encarcelado, con serias posibilidades de que le quiten la vida…


La Dictadura de los Assad Continúa

en Siria

 

DAMASCO- Bashar Al-Assad, dictador de este destruido y sufrido país, acaba de ganar unas eleciones con más del 90 por ciento de los votos a su favor. El apoyo recibido podría ser verdad en un pueblo sirio agradecido por su actuación a la cabeza del gobierno, en momentos cuando el criminal y sádico Estado Islámico (Daesh), cortaba cabezas y vidas de los sirios, solo por no pertenecer a esa organización terrorista; pero en una dictadura resultará siempre sospechoso tal triunfo electoral, pues no hay ninguna Institución que garantice la honestidad de las votaciones y por ello… “la verdad” prácticamente no existe.

            Pero lo cierto es que habrá Assad por mucho tiempo más, lo quieran sus amigos o lo deploren sus enemigos, entre los que se cuentan los israelíes, quienes hubieran estado gustosos de que el Daesh hubiera destrozado a Siria y la desapareciera para siempre.

 

Un héroe cuestionado

 

            En lo que estriba a la personalidad del líder sirio, Bashar Al-Assad, hay muchas cosas buenas a su favor, a pesar de que es un autócrata y sus opositores lo definen como un tirano a quien no le tiemblan los labios cuando ordena deshacerse de un adversario por medio del asesinato o la cárcel. En todo caso, no huyó de Siria cuando el Estado Islámico se apoderó de más de la mitad del territorio de este país y se combatía en los suburbios de Damasco, la legendaria Capital. Se mantuvo firme, acompañado por su esposa e hijos, aunque los terroristas vestidos de negro y sedientos de sangre, prácticamente le susurraban al oído que el próximo asesinado sería él y sus parientes. Siempre se mostró firme, sólido y dispuesto a defender a Siria.

            Cuando notó que su ejército no podría contra el poderoso Daesh, que ya tenía en sus garras los pozos petroleros, la base de la economía siria, no dudó en tomar un avión y viajar a Moscú para pedirle a su amigo, Vladimir Putin, ayuda militar y aquel aceptó, haciendo honor al valor de la amistad y la solidaridad. Más aún que la base rusa de Latakia, en el Mediterráneo, peligraba, y hubiese sido un auténtico problema si aquel arsenal hubiera caído en manos de los terroristas islámicos.

            A partir de esa visita, la aviación y marina rusa comenzó los bombardeos al Daesh desde las aguas marítimas adyacentes y desde los cielos sirios y detuvo, especialmente, los convoyes de camiones cisterna, cargados de petróleo en crudo, que el dictador de Turquía compraba a los terroristas a bajísimos precios. Una vez destruida esa arteria comercial, el Estado Islámico comenzó a sentir el peso de la guerra y de una economía en crisis, pues ya no podía vender el “oro negro” con la facilidad de antes, a los turcos. Fue cuando la situación de guerra fue cambiando paulatinamente y las derrotas de los sádicos islamistas fueron produciéndose vertiginosamente.

            Simultáneamente, los asesores militares rusos adiestraban a los soldados sirios en el arte de la guerra, para que fueran más consistentes y eficaces contra el Daesh y el cambio se comenzó a notar ostensiblemente a los pocos meses: Rusia entregó a un ejército sirio provisto de mayor valentía, arrojo y profesionalismo. El resto de la historia ya lo conocemos cuando los últimos vestigios del criminal Daesh fueron extirpados de la geografía de Siria e Irak, a principios del 2020 y su líder, Abú Bakr al-Bagdadi fue dado de baja por un comando especial de los Estados Unidos. Con ese descabezamiento del grupo terrorista, la guerra quedó prácticamente sentenciada a favor del bien.

            Mientras se desarrollaba el sangriento conflicto en el que los soldados iraquíes huían y dejaban abandonado el material bélico que los Estados Unidos les habían dado, y los asesinos del Daesh quemaban en jaulas a prisioneros jordanos y decapitaban a periodistas estadounidenses, Al-Assad seguía manteniéndose firme, junto a su familia, en Damasco, mientras sus soldados se batían en los barrios de esta ciudad Capital y en el desierto. Un acto encomiable que los sirios no olvidan, a pesar de que, hoy en día, la economía del país está totalmente destruida y la población viven en medio de las ruinas que el conflicto les dejó.

            Sin embargo, por ser un dictador, lo mismo que su padre, de quien heredó el poder, Bashar Al-Assad no es bien visto ni aceptado, pero no dudamos que el grosor del pueblo le quiere, le respeta y… le admira.

 

Adversarios políticos y el desarrollo de la consulta popular

 

            En esta oportunidad, los sirios tuvieron la opción de elegir a su gobernante entre tres candidatos: Abdulá Salum Abdulá, del Partido Socialista Unionista (SUP); Mahmud Ahmad Marai, de la Unión Democrática Árabe Socialista (DASU); y el mismo Al-Assad. No obstante, la comunidad internacional ha insistido en llamar al proceso electoral en Siria… “farsa”; aunque las filas de votantes fueron extensas en las afueras de los recintos, se trató de personas que creyeron en el llamado proselitista. Pero la propaganda realizada por el aparato del partido de Al-Assad fue apabullante, ya que colocaron fotografías suyas en lugares estratégicos, como en la Universidad de Damasco, y los estudiantes, en cantidades masivas, no dejaban de gritar el día de las votaciones: “¡Por nuestra alma, por nuestra sangre, nos sacrificamos por ti, Bashar!” Y es que la guerra, como resumimos en la introducción de este reportaje, fue la más cruenta que haya vivido jamás Siria, un conflicto no solo de soberanía nacional, sino de lucha contra el posible aniquilamiento de la población del país, contra los verdugos de un ejército compuesto por islamistas fanáticos, drogados y supra-criminales, quienes utilizaban las técnicas de asesinato más sádicas e inimaginables.

            La guerra está aún muy cercana en el pasado reciente y Al-Assad fue quien dirigió la defensa de Siria, en persona y sin claudicar.

            La verdad es que, cuando pasen estos nuevos siete años, Assad habrá cumplido 28 años al frente del país y llegará solo a un año de alcanzar en el tiempo dictatorial, a su propio padre, Hafez, un hombre que fue indudablemente cruel con sus opositores, pero generoso con el pueblo, al llevar el progreso en todos los aspectos a los sirios.

            Un detalle que no se debería pasar por alto sobre la legitimidad de estas votaciones, indica que las urnas solo se abrieron en las zonas leales al gobierno y fueron 12 mil los centros para sufragar; 18 millones de sirios fueron los convocados a estos comicios y se hizo hincapié en que “todo candidato debe haber vivido en Siria los últimos 10 años, no puede tener doble nacionalidad y en caso de estar casado, su cónyuge debe ser siria.” Así estipulado en las leyes electorales de esta nación.

            La panorámica de Siria que albergó a las elecciones, mostró a un país fragmentado por la guerra, con millones de personas que huyeron al exilio, especialmente a la vecina Turquía; con las regiones autónomas kurdas que no participaron en las votaciones; y tampoco aquellas zonas donde todavía los terroristas se muestran combatiendo, esto es en el noroeste, en Idlib, donde viven unos tres millones de personas. En lo que atañe a la economía, la moneda siria presenta una devaluación histórica, así como una inflación impresionante y más del 80 por ciento de la población subsistiendo en medio de la pobreza; y no es para menos, puesto que la guerra costó a este pueblo y gobierno, US$1,2 billones (poco más de 1 billón de euros). Es por esa razón que la propaganda de Bashar Al-Assad insistió en presentarle como “el hombre de la reconstrucción” (luego de haber ganado batallas cruciales contra el feroz Estado Islámico, con la ayuda de Rusia y su leal aliado Irán). Además, Bashar decretó una amnistía para miles de presos que estaban en las cárceles sirias; esto al calor de las elecciones nacionales.

 

Arrasó, tal como se esperaba

 

            La comunidad internacional y los observadores internos sirios no se hicieron falsas ilusiones con una eventual derrota del líder del país, quien, efectivamente, ganó con facilidad su tercera reelección, en la que participó el 78,6 por ciento de los ciudadanos y obtuvo a su favor un arrasador 95,1 por ciento de los sufragios. Estas fueron las segundas elecciones celebradas en Siria desde el inicio de la guerra; y los resultados concretos fueron: 13,540,869 votos a favor del Rais, Bashar Al-Assad, así según anuncio oficial que dejó escuchar por los medios de prensa, el portavoz de la Asamblea Popular, Hammouda Sabbagh.

            Una vez conocidos los resultados, las fiestas espontáneas surgieron en las ciudades de Damasco, Homs, Tartus y Latakia (donde está la Base militar rusa), con disparos al aire, fuegos de artificio y con cánticos de las multitudes de “¡Dios, Siria y Bashar, con nuestra alma, con nuestra sangre, te defenderemos!”

            Es así como se celebró una votación más en la sedente Siria, una sombra dantesca del país que fue antes de la irrupción del sanguinario Estado Islámico y sus ejecuciones llenas de sadismo y terror. Al-Assad, con 55 años, está en el poder desde el año 2000, cuando falleció su padre Hafez, quien gobernó durante tres décadas exactas, y sus palabras de agradecimiento fueran estas, dirigidas al electorado que le favoreció: “Gracias a todos los sirios por su alto sentido del nacionalismo y su notable participación; por el futuro de los niños y jóvenes de Siria. Comencemos mañana nuestra campaña para construir esperanza y a Siria.”

            Una de las tareas que esperan solución de parte de este líder, es la franja norte del país, que se mantiene fuera de control del gobierno central y está en manos de los kurdos (fieros combatientes contra el Daesh), y de milicias extremistas proclives a Turquía. Unos ocho millones de desplazados sirios viven en estas zonas. Así mismo tiene sobre sí las sanciones económicas impuestas por el des-gobierno de Donald Trump, en los Estados Unidos, y de la Unión  Europea (UE), que quisieron estrangular a esta nación, de todas maneras destruida por las acciones de la guerra, penas traducidas en obstáculos a las transferencias económicas y al comercio. Decisiones, ambas, que atentan no solo contra el gobierno sirio, sino contra su pueblo que se debate, oscilante, entre la pobreza y la miseria. Temas, materias aún pendientes, con las que tendrá que lidiar Al-Assad, ahora que le esperan siete años más al frente de esta nación árabe.  


Chile Esquiva a Partidos de Centro-Izquierda

y de Extrema Derecha

 

SANTIAGO- En el marco histórico de la redacción de una nueva Carta Constitutiva que desplace y erradique a la actual, los chilenos han elegido a varias personalidades del quehacer político nacional, totalmente diferentes y distantes de quienes se han hecho con el poder desde que la dictadura del General Pinochet abrió paso a la democracia. Es por esa razón que los candidatos independientes serán los que van a liderar el proceso de cambio que el pueblo ha exigido con los levantamientos masivos en las calles de las principales ciudades de este país.

            Los independientes de los partidos tradicionales de la izquierda y la derecha, han conseguido 48 escaños, de los 155 existentes, dentro de la Asamblea que reformará a la Constitución; y, en el análisis de los conocedores de la realidad chilena, lo que fue el estallido social, violento por demás, en octubre del 2019, antes de la pandemia china, ahora, de manera pacífica, le ha dicho a los tradicionales que el pueblo ya no los quiere, no les necesita, no les cree, no confía en ellos y precisamente es por ser incapaces e inútiles y por causar daño a los mismos ciudadanos, mediante la carestía de la vida, por la corrupción rampante que han practicado con la connivencia de un aparato judicial permisivo e igualmente corrupto y por enriquecerse solamente ellos, por encima de las necesidades profundas del pueblo.

            Es lo que los politólogos han llamado “traducción política”, lo que ha emanado de aquel estallido de la sociedad y se interpreta de esta manera: “los partidos de siempre ya no responden a las demandas de la ciudadanía, que optó por castigarlos y premiar a los candidatos independientes, para constituir la Asamblea que debe redactar la nueva Constitución del país.” Incluso, el mismo presidente de la República, Sebastián Piñera, no se ha andado por las ramas y ha sido concreto al interpretar la decisión de los chilenos en esta oportunidad: “La ciudadanía nos ha enviado un fuerte y claro mensaje –dijo-: que no estamos sintonizando adecuadamente con las demandas y anhelos de la ciudadanía. Y estamos siendo interpelados por nuevas ideas y nuevos liderazgos. Debemos escuchar con humildad y con atención el nuevo mensaje de la gente.” Así, según mensaje televisado que dirigió a todo Chile, cerca de las 11 de la noche, y acompañado por todo su Gabinete de Estado, en un patio interior del Palacio de la Moneda, sede del gobierno chileno.

 

Resultados reveladores

 

            Al término de las votaciones para elegir a los encargados de elaborar la nueva Carta Magna, se produjeron resultados realmente reveladores y sorprendentes, que se desglosaron de esta manera: la coalición de centro-derecha, llamada “Chile Vamos”, que es la que está gobernando a la nación en estos instantes, obtuvo solo 38 de los 155 escaños de la Asamblea; el centro-izquierdismo conocido con el nombre de “Concertación”, alcanzó solamente 25 asientos, dos menos que la izquierda del Partido Comunista tradicional (el mismo de Salvador Allende). Una cantidad de votos que indica que las izquierdas chilenas “no caminan bien” en el panorama político.

            Por el contrario, los 83 partidos que pertenecen a los candidatos independientes, no comprometidos con los mismos de siempre; es decir, con los derechistas ni izquierdistas, lograron 48 escaños, lo cual ha sorprendido aún más a los analistas, periodistas y observadores del derrotero proselitista de Chile. Debemos hacer hincapié también que hay 17 escaños reservados e inalterables, que son para los pueblos originarios (indígenas).

            Con esta panorámica que estamos describiendo, quienes se creían invencibles en las urnas de votación, han tenido que encerrarse en las sedes de sus respetivos movimientos de masas, para reflexionar y arribar a conclusiones que dicen que “algo (o mucho) han estado haciendo mal cuando han ostentado el poder o han ejercido de gobernantes.” Así, Evelyn Matthei, del centro-derechista “Chile Vamos,” explicó lo que siente la cúpula de dicho movimiento: “Llama la atención el mal resultado que hemos tenido los políticos tradicionales. Aquí ha habido abusos, escándalos, aprovechamientos, esto es así. Muchas veces no sucede nada a nivel judicial, pero la ciudadanía lo nota y lo castiga.” Dijo esta dirigente en un clarísimo “mea culpa”, en el que subraya que los actos corruptos, ante los ojos del pueblo, “pasan factura” posteriormente y quienes los cometieron son castigados en las urnas de votación.

            Estas elecciones constituyentes se celebraron en todo el país y en forma simultánea en cada una de las doce Regiones que componen la geografía política/administrativa chilena. De tal manera, se han sentado las bases para que comience la redacción de la nueva Carta Magna, en sustitución de la que dejó Augusto Pinochet y que, en la segunda década del nuevo milenio, ha resultado obsoleta, nada funcional y propicia para que se den levantamientos sociales en las calles de las ciudades de Chile, en claro descontento con el ritmo que lleva la realidad de la nación.

 

Opiniones colegiadas

 

            Nada mejor que los comentarios de las personas que conocen perfectamente la realidad de Chile, para que expliquen el fenómeno que se ha dado; es por eso que Gonzalo Müller, profesor de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, ha aseverado: “Esto es una reconfirmación total del escenario político chileno, un voto de castigo muy fuerte a los partidos. La abstención ha sido muy fuerte, eso habla de una clase media que se desmoviliza y castiga, que deja de votar a los partidos de centro-derecha, como hacía tradicionalmente.”

            Por su parte, Karina Oliva, candidata independiente, quien luchará por gobernar a la región Metropolitana de Santiago, manifestó a la prensa: “La gente dijo basta a los mismos de siempre. Ganó la gente y ganaron las mujeres. Esto es otro ciclo político, la transición se acabó. Son 30 años de gobernar para los ricos.”

            Gabriel Boric, precandidato presidencial de la izquierda, dijo al respecto: “Esto es un Chile libre, un Chile justo, un Chile feminista. Hoy enterramos a la Constitución del 80.”

            Para finalizar, el ex presidente de la República, Ricardo Lagos, del partido socialdemócrata, solicitó a los chilenos que la Asamblea “no sea la madre de todas las batallas, sino la madre de todos los acuerdos.” Sin embargo, nada garantiza que el trabajo constituyente será fácil, por las evidencias que el pueblo ha brindado al mundo, de disconformidad, descontento, violencia, enojo superlativo y en una nación que reabre sus heridas del pasado con cierta facilidad y culpa a los dos extremos –izquierdas y derechas-, por los pésimos gobiernos que han hecho en detrimento de los mismos ciudadanos.

 En todo caso, Chile y los chilenos han sentado los cimientos de lo que será un cambio radical de la realidad del país y lo que busca es equidad, justicia, repartición equilibrada de la riqueza y, esencialmente, que las capas sociales media y baja, puedan vivir decentemente y sientan que la nación les pertenece a ellos también y no solo a la clase poderosa, tal y como ha venido sucediendo desde el final de la dictadura.


Escocia Persigue su Viejo Sueño de Separarse de Gran Bretaña

 

GLASGOW- Siempre hemos dicho que en casi todas las regiones europeas, si se les diera permiso, se independizarían unas de otras sin mayor reparo, creando, finalmente, decenas (talvez centenas), de minúsculos países como desean hacer los catalanes y han hecho los checos con los eslovacos, quienes acabaron con la fuerte Checoslovaquia; o, aún peor, en Los Balcanes, con la partición de Yugoslavia en una cantidad impresionante de Estados minúsculos, en los casos de Serbia, Bosnia, Croacia, etcétera, etcétera, países pequeños, sin fuerza, debilitados e incapacitados para convertirse en potencias en el futuro inmediato o lejano. Son los nacionalismos tan evidentes en Europa, que están por encima de aquel adagio popular que dice, “la unión hace la fuerza.” Sino que lo diga Ucrania, Azerbaiyán o Georgia, que buscaron el camino en soledad, desprendidos de Rusia.

            En lo que atañe a Escocia, ese sueño sigue latente; y lo mismo sienten y piensan porciones significativas de las poblaciones de Gales e Irlanda, que no quieren pertenecer a la mancomunidad británica. De hecho, hace pocos días, se celebraron votaciones entre los escoceses, con el afán de elegir a los nuevos componentes del parlamento, quienes, después, votarán por provocar otro referéndum en el que se decida la separación definitiva de Inglaterra y de la Corona inglesa o lo contrario… la permanencia. Serán los legisladores quienes digan si se ejecuta dicha consulta popular y con ella, que Escocia continúe su camino sola, hacia el infinito… o siga de la mano de los otros Estados.

            La ministra principal, tal y como se le llama en este país a la mandataria, Nicola Sturgeon, abrigaba la esperanza de que sus diputados, del Partido Nacional Escocés (SNP), superaran el número de los 65 y, eventualmente, convoquen al referéndum de independencia.

 

Londres observa nervioso

 

            Desde la casa de gobierno del Primer Ministro, Boris Johnson, se siguió con sumo detenimiento y detalle el proceso de votación en Escocia, pues nadie más que Londres no quiere la separación de Escocia de Gran Bretaña. Lo mismo sucedió en el Palacio de Buckinham, donde la Reina Isabel II (quien recientemente enviudó), siguió con atención los comicios parlamentarios escoceses, con el mismo propósito y aferrada a una esperanza, para que no se produzca la secesión que tanto ansían sus rivales, lejos de Inglaterra.

            Inusitadamente, Boris Johnson renunció a hacer campaña en Escocia, pero confió sus esperanzas en el líder del Partido Conservador escocés, Douglas Ross, quien instó y trató de convencer a Sturgeon para que dejara sus anhelos de independizarse y, en su defecto, se centrara en la recuperación post-covid chino. Y en la opinión del “premier” inglés, no es tiempo para que los escoceses piensen en la desvinculación de Gran Bretaña y así lo hizo saber a un periodista que le consultó: “Creo que la mayoría de la gente –dijo-, en Escocia y en el resto del Reino Unido, piensa que este no es el momento para celebrar un temerario e irresponsable segundo referéndum.” Sin embargo, sus palabras han caído “en saco roto”, pues la mayoría de escoceses, al parecer y a juzgar por el ambiente que se vive en este país, quieren la independencia, un sentimiento tan viejo como las mismas islas británicas.

            Y es que las fuerzas independentistas ya tienen una “supermayoría” que asusta, ya que cuentan con el apoyo del Partido Verde (ecologista), dirigido por sus dos líderes, Patrick Harvie y Lorna Slater, con la posibilidad de convertirse, con sus 13 diputados recién electos, en la tercera fuerza política de Escocia, detrás del Partido Conservador.

            Retornando al tema del referéndum, Nicola Sturgeon no tiene definida una fecha para la realización de dicha consulta, pero la mayoría cree que se dará en el 2023, nueve años después del referéndum del 2014, en el que los escoceses de entonces, votaron por permanecer en el Reino Unido, con un sufragio del 55 por ciento, sobre el 45 por ciento. No obstante, por causa del Brexit (salida de Gran Bretaña de la Unión Europea), y de la pandemia china, los deseos por independizarse en Escocia, aumentaron considerablemente y los opositores a que dicho evento se dé, ven el futuro de la unión con Inglaterra, Irlanda y Gales, como un acontecimiento que se producirá de todas formas y Escocia resultará finalmente independiente.

            Aunque todavía es temprano para “lanzar las campanas al vuelo” y la situación actual podría cambiar con el paso de los meses y los escoceses decidan por otra situación inesperada. En todo caso, Escocia sigue llamando la atención de los analistas políticos, quienes permanecen observando el derrotero de los acontecimientos.


Kamala Harris y su Difícil Diálogo con el

Mexicano López Obrador

 

WASHINGTON D.C.USA-Debemos partir de la base de que el presidente mexicano, Andrés López Obrador, es un fan, un fanático admirador de Donald Trump. No sabemos exactamente qué le dio aquel al azteca, qué le prometió o le dijo, pero la verdad es que se “lo echó al bolsillo” con una facilidad pasmosa, a tal extremo que Obrador nunca ha felicitado a Joe Biden por haber asumido la presidencia de los Estados Unidos, un acto diplomático tradicional entre países que se suponen son amigos y aún más cuando medie una frontera entre ambos, que es tan problemática y susceptible desde todo punto de vista.

            Incluso, hace pocos días, Biden envió una delegación de altísimo nivel a México, para conversar con Obrador sobre el espinoso tema de la inmigración desbocada que parte desde América Central y del mismo México y el adormilador mandatario mexicano salió con una perorata fuera de todo texto y contexto, en la que dijo que “ninguna potencia iba a tratar a México como una colonia” y no le dio la gana recibir a los estadounidenses. Pero, con Trump, López Obrador acudía al llamado del demente ex presidente de los Estados Unidos, parecido a un perro faldero, moviendo la cola y dando saltos de alegría y en esos momentos no pasaba por su estrecha cabeza el asunto del “coloniaje” ni de la superpotencia que intenta ponerle el pie encima a su vecino más pobre y más atrasado cultural y étnicamente, como lo es México. Su entrega a los mínimos caprichos de Trump, era peor que el de una prostituta a su cliente ocasional que le acaba de pagar por el servicio. En ese entonces, Obrador no recordaba el significado de dignidad, honor o trato en igualdad de condiciones.

 

Una dama de verdad, ante un anciano que adormece con su pobre y trillado discurso

 

            El presidente Biden ha apelado a la simpatía, al carisma inevitable que posee por naturaleza su vicepresidenta, Kamala Harris, para que dialogue con el anciano y enclenque Andrés Obrador, para que colabore en el aberrado asunto de la inmigración centroamericana, que cruza todo el territorio mexicano, se nutre con más mexicanos, y se estaciona en la frontera con los Estados Unidos, para intentar saltar el muro intrafronterizo, burlar a la policía que vigila a la extensa zona y adentrarse en la gran potencia, para buscar trabajo y sobrevivir.

            De hecho, los analistas y periodistas que cubren esta inusitada y dolorosa realidad de los inmigrantes guatemaltecos, mexicanos, hondureños y salvadoreños, coinciden cuando dicen y escriben que “convencer a Obrador para que ayude a los Estados Unidos con los inmigrantes, es un reto de incalculables proporciones” y eso le ha correspondido solucionar a la agradable mujer que hoy ocupa el cargo de vicepresidenta. Incluso, un cronista español lo ha descrito de esta manera: “(…) se le ha encomendado una misión que (…) se parece a un terremoto permanente: la gestión de la crisis migratoria con México. El reto resulta tan complejo que, incluso, llamarlo crisis, trae consigo un debate (…), causa dolor, mucho dolor de cabeza, al político encargado de lidiar con la cuestión.” Así según crónica aparecida en la prensa española en estos últimos días.

            La conversación se ha dado por videoconferencia desde la Casa Blanca, desde el despacho de Kamala Harris, conectado con el de López Obrador, en la Residencia de Los Pinos, sede del gobierno mexicano. El entorno del diálogo se dio en momentos cruciales cuando se agolpan en la valla intrafronteriza miles de centroamericanos y solo en el mes de marzo, fueron devueltos 172,331 indocumentados, más del doble que en el pasado enero, siendo, a la vez, la mayor cifra desde el 2001. Además, cerca del 11 por ciento eran menores de edad no acompañados, una variable del mismo tema que causa profunda preocupación entre los gobiernos involucrados, especialmente en el de Washington D.C.

            La charla con Obrador no ha sido fácil, pues se trata de esos mexicanos que sienten que su país es el centro del Universo y todo lo que existe gravita alrededor de México y murmura constantemente, “como México no hay dos (gracias a Dios, decimos nosotros).” Ante el hablar cansino, lento, redundante y lleno de puntos suspensivos agotadores, ha comparecido la sonrisa siempre bella y radiante de Kamala Harris, la vicepresidenta hija de hombre negro de Jamaica y mujer hindú, plena de cultura y sabiduría, como son las gentes que nacen y pueblan la India. Y el 6 y 8 de junio, Harris hará las maletas para viajar a México y Guatemala, lo que será su primera salida al exterior en su papel de representante del gobierno los Estados Unidos.

 

Yendo al sitio-origen

 

            La Casa Blanca ha asegurado a los reporteros que cubren su actividad diaria, que la política del presidente Biden no se centra únicamente en la problemática que sucede en la frontera sur, sino en los motivos que producen la inmigración desde América Central; es por esa razón que tratará de coordinar acciones con los gobiernos involucrados y que pertenecen a México, El Salvador, Honduras y Guatemala. Concretamente, el mandatario de los Estados Unidos ha dicho que planea invertir unos US$4 mil millones, para reactivar al istmo centroamericano con la creación de fuentes de empleo y, de paso, brindar seguridad a esos pueblos que son azotados con la presencia de “las maras” (delincuentes juveniles o pandilleros), que motivan la huida en desbandada hacia la potencia del norte. Kamala Harris sabe lo delicada que es la misión, pero no frunce el ceño y está dispuesta a hacerle frente al enorme reto que su jefe, Joe Biden, le ha encomendado.

            En lo que atañe a la conversación propiamente dicha con Obrador, hemos de señalar que no se concretó absolutamente nada todavía, fue solo una aproximación y se dio a entender que lo pretendido fue limar asperezas, luego de que el mexicano hablara más de la cuenta en contra de la administración estadounidense, al tildarla de “colonialista”, en una retórica completamente absurda y trasnochada. Sin embargo, la señora Harris indicó que hubo “sintonía” entre ambos interlocutores, quienes se comunicaron vía videoconferencia, desde sus respectivas oficinas; y el 8 de junio, Kamala Harris hará su viaje hasta ciudad de México, para encontrarse con el mismo López Obrador. Indicó también la vicepresidenta, que encontró a un Obrador abierto a la comprensión y muy dispuesto a colaborar con un plan conjunto, para “dar respuesta a la crisis migratoria que ha desencadenado el mayor número de entradas ilegales a los Estados Unidos, en 15 años.”

            No obstante, todo está sujeto a los cambios de humor del presidente mexicano, quien sigue sumido en los años de la Conquista y Colonia española y se lo endilga a los estadounidenses en un discurso que cansa, agobia y no tiene absolutamente nada que ver con la realidad actual. Kamala Harris confía en que el humor del anciano mandatario mexicano no varíe con el transcurso del tiempo y afirmó que es urgente que ambos gobiernos combatan juntos a la violencia y la corrupción, porque son “lacras en la génesis de las situaciones de miseria que empujan a miles de migrantes, sin documentos, a la frontera que comparten ambos países. La mayor parte de la gente no quiere dejar sus hogares y cuando lo hace, es porque están forzados por algo, porque no hay oportunidades en su país de origen,” resaltó una convencida vicepresidenta de los Estados Unidos.

            En las manos de la señora Harris, reposa el encargo que le ha asignado el presidente Biden, de ocuparse de las relaciones diplomáticas con el llamado Triángulo Norte, compuesto por las tres naciones centroamericanas que más inmigrantes envían a Norteamérica y por supuesto con México. Ella misma ha dicho que existe una gran voluntad de parte del nuevo gobierno estadounidense por trabajar de manera bilateral con los mexicanos y multilateral con los otros gobiernos de América Central, para tratar de solucionar los motivos que originan la migración masiva e impresionante, que se concentra en la frontera mexicano-estadounidense.

            Además, cree que la inyección de capital, de los US$4 mil millones que hará su gobierno, ayudará sobremanera en esta problemática; pero enfatizó que están supeditados a la lucha contra la corrupción en esas naciones y el mismo plan contempla aportaciones directas a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), con el propósito de que no se desvíen esos recursos financieros.

 Así vemos que la labor de Kamala Harris es descomunal, de gran envergadura y muy propensa a fracasar si alguna de “las piezas” no coordinara o no calzara bien; es por ello que deberán ajustarse al rol de las negociaciones y planes trazados y los resultados, lógicamente, los iremos observando con el paso del tiempo. 


Comunista Pablo Iglesias Derrotado Contundentemente en Elecciones Madrileñas

 

MADRID, España-“El coleta”, como se le conoce despectiva y peyorativamente a este político español, por su sucio y largo cabello, acumulado y arrollado en una cola atrás, sobre su espalda, y su barba descuidada, con su arete en una de sus orejas y sus dientes amarillos y torcidos, sigue con su inacabable “cantaleta” en la que anuncia todos los días y a la hora que le place, que se va a retirar de la política. De hecho, un periódico de gran aceptación entre el público lector de este país, escribió un titular que dice: “La inacabable despedida de Pablo Iglesias.” Da la impresión de que el fulano no deja de despedirse porque, cada vez que lo hace, desata sentimientos de nostalgia y dolor en sus correligionarios, acuñados en las filas de “Unidas Podemos”, la coalición de partidos de ultraizquierda que lucha por alcanzar el poder en España y convertir a esta nación en otra Cuba, Nicaragua o Venezuela: aislada del mundo exterior, sometida a una dictadura de tiranos, opresores e impresentables, y con su enorme población, o en el exilio una gran parte o hambrientos en su interior.

 El ciudadano español no es tonto, pues lo ha visto de cerca en la europea Unión Soviética y el bloque de naciones ex comunistas: Bulgaria, Rumanía, Hungría, Alemania Oriental, Checoslovaquia, Albania, Yugoslavia y Polonia. Es por ello que el discurso marxista de Pablo Iglesias y sus acólitos, no prosperó dentro del electorado y por esa razón, acaba de perder las elecciones por la alcaldía de Madrid.

 

Dimite de todos su cargos

 

            Según la prensa española, esto sucede con Pablo Iglesias Turrión, luego de conocer los resultados de los comicios madrileños en los que quedó en quinto lugar: “Punto final. La plaza que vio nacer a Pablo Iglesias –han escrito-, hoy le deja caer. El ex vicepresidente recoge el mensaje de manera inmediata y decide huir, adelantándose al paso que hoy pedirá a su sector crítico. Ya no contribuye, ni suma, así que dimite de todos sus cargos políticos; es decir, de ex secretario general, que era el único cargo que ostentaba tras su salida de Moncloa (sede del gobierno español, donde era vicepresidente).”

            En opinión de los mismos periodistas que le conocen, los resultados electorales son “un fracaso sin posibilidad de disculpas” y achaca la estruendosa derrota al desgaste que viene sufriendo desde hace cinco años, en los que su mensaje político, social y económico, así como su reciente trabajo en el gobierno de Pedro Sánchez, han develado a un individuo estéril, sin ideas, ocioso, irresponsable y con una imagen personal que ya repugna, tanto por su presentación personal descuidada y hasta desaseada, como por no ser representativo de lo que son los españoles realmente: bien presentados, dignos en su apariencia y aseados. En otras palabras, la figura callejera y de hippie trasnochado, ya no seduce ni a los mismos indigentes que pueblan las calles solitarias de la Capital por las noches.

            Además, el hecho de ser un marxista-leninista que recuerda a los españoles los crímenes de los soviéticos en el devenir de la historia contemporánea y por ser España un destino obligado de miles de exiliados cubanos, venezolanos y de otras nacionalidades azotadas por las dictaduras comunistas, ha creado “un cóctel” sumamente negativo para este individuo al que despedazan, dialécticamente, cada vez que aparece en los paneles de discusión, en la televisión española. Por ejemplo, es la comidilla apetecible por el partido de la extrema derecha, llamado Vox, y de varios periodistas de peso, que le necesitan para saciar su voraz deseo de despedazarlo cuando les place y donde les place.

            El pobre “chorra” no arrastra ni los pies, le han dicho por la prensa; y será Yolanda Díaz quien deberá levantar “la bandera” que dejó caer Iglesias, pues no soportó el peso de la responsabilidad y porque ser comunista en estos días, está tan en desuso como ser nazi o cavernícola. Ni el mismo líder de Rusia, Vladimir Putin, se siente identificado con el comunismo que le vio nacer y le albergó la mitad de su vida. El marxismo-leninismo, como forma de hacer la política y de gobernar, es tan estéril como la peor de las imposibilidades que existan. Por eso, Yolanda Díaz tiene la monumental tarea de revivir al comunismo después de estas elecciones madrileñas, fortalecerlo por medio de un discurso convincente (y con obras tangibles), y después catapultarlo… si pudiese, algo que dudamos.

            En otras palabras, Pablo Iglesias ha sido el sepulturero, muy a su pesar, de “Unidas Podemos,” y ha convertido a este partido en algo así como un “zombie devorados de cerebros humanos,” tan inseguro y vulnerable como él solo.

 

Se acabó… ¡Gracias a Dios!

 

            Si alguna vez, alguien creyó que Pablo Iglesias representaba un peligro para la democracia española, el tiempo se encargó de demostrar que el impresentable politicastro de izquierdas, no era nadie en realidad.

            Después de conocer los resultados de las votaciones por la alcaldía de Madrid, que le lanzaron al quinto lugar en el favor y gusto de los votantes, compareció ante los periodistas y simpatizantes suyos, cuando el reloj acercaba sus manecillas a las 12 medianoche. Fue cuando dijo: “Cuando uno no es útil, tiene que saber retirarse. (Ya) no soy una figura política que pueda contribuir a sumar.” Pero aprovechó el momento de su discurso para colocarse en una posición de víctima; fue cuando manifestó: “Soy un chivo expiatorio que movilizó lo afectos más oscuros, más contrarios a la democracia y las bases materiales de las mismas.” Según su apreciación de las cosas, y en medio de una confesión inusitada por su precisión y realismo, señaló: “Yo movilizo a los que odian a la democracia y no al electorado de izquierdas,” que, al fin y al cabo, es lo mismo sin dar muchos rodeos, porque ser comunista es aborrecer y perseguir a la democracia hasta extinguirla.

            Pero la derrota ha sido tan estruendosa, que no logró movilizar a los barrios del sur ni de la periferia de la Capital, ya que Villaverde, Getafe, Leganés, Usera, Vallecas, Alcorcón, Móstoles y Vicálvaro, el partido de sus amores no logró superar a los  adversarios. En todo perdió. Es evidente que el español no quiere nada con el comunismo, venga de donde venga y lo ofrezca quien lo ofrezca.

            Es por todo eso que Pablo Iglesias Turrión se acabó. Se marcha no sabemos para dónde y tampoco nos interesa; se irá con el dinero (en grandes cantidades), que la dictadura sangrienta de Venezuela le pagó por las asesorías que le brindó en un momento dado; lo mismo que el gobierno dictatorial de Irán, por la misma razón. Se marcha con su imagen descuidada, con su pelo y barba sucia y con su “coleta” que ha dado más asco que aceptación a quienes le conocieron de cerca o por sus incesantes intervenciones en la televisión española.

 

            ¡Se va… Gracias a Dios!


Estados Unidos Veta al Muro Intrafronterizo

con México

 

WASHINGTON, USA-El soñado muro que Donald Trump pensaba construir en la frontera sur con México, para detener al multitudinario flujo de refugiados centroamericanos, ha quedado sepultado debido a una decisión recientemente tomada por el nuevo gobierno en el que está al mando el demócrata, Joe Biden. Además, la Casa Blanca anunció que no solo cancelará dicha construcción, a todas luces inhumana, racista y segregacionista, sino que atenderá los problemas causados a las comunidades, con  la construcción en la línea fronteriza.

            El comunicado oficial que ha sido dado a conocer, señala: “El Departamento de Defensa ha suspendido los proyectos de la valla fronteriza, pagados con fondos originalmente destinados a otras misiones y funciones militares”, así explicó en el documento el portavoz adjunto del Pentágono, Jamal Brown. Es decir, Trump tomó dinero del Pentágono, afectando a otras misiones, con tal de hacer realidad su sueño patológico de levantar el valladar y así frustrar a los miles de centroamericanos que parten desde Honduras, El Salvador y Guatemala, junto a los mexicanos, en búsqueda de trabajo y realizar sus vidas en los Estados Unidos.

            También se informó que, dentro de las obras anunciadas, se contempla construir escuelas y otros proyectos en países amigos de los estadounidenses, donde urgen diversas obras de carácter humanitario (clínicas y hospitales) y de infraestructura vial (puentes, carreteras, etc.). “Esos fondos militares habían sido desviados durante el gobierno de Trump para erigir la valla, en su intento por contener la inmigración irregular”, cita textualmente la nota del gobierno de los Estados Unidos.

 

El delirio enfermizo de Trump

 

            Desde que estaba en campaña contra la demócrata Hillary Clinton, el demente ex presidente, Donald Trump, prometió erigir un muro intrafronterizo y con él, acabar con la llegada masiva de “personas de razas inferiores” (como las catalogaba él), originarias de América Latina, específicamente del istmo centroamericano.

            A pesar de la oposición del Pentágono, Trump logró desviar US$15 millones, y así comenzar su delirante muro que se iba a extender por 727 kilómetros (452 millas), de frontera, una cuarta parte de los 3,145 kilómetros (1,954 millas), que separan a esta nación de su vecino México, al sur. Obviamente, la construcción dañó a las comunidades cercanas, ya que algunas tuvieron que desplazarse a mayor distancia de ese punto geográfico, tras demoler sus casas, calles y centros de servicios varios. Es por ello que la administración de Joe Biden se abocará a atender esos problemas causados a las comunidades, que realmente son graves en casi todos los casos, pues hay muchas personas que se han visto, de repente, en medio de grandes necesidades materiales. En específico, los trabajos estarán dirigidos a evitar inundaciones en la región del Valle del Río Grande, en el Estado de Texas, y remediar así mismo, la erosión en San Diego, California, entre otros males.

            Y es que el mismísimo presidente Biden, ordenó detener la onerosa construcción del muro, el mismo día cuando se sentó frente a su escritorio en la Oficina Oval, de la Casa Blanca. Actualmente, ingenieros estadounidenses revisan los extensos problemas creados en la susodicha construcción y en el ejemplo del Valle del Río Grande, “se hicieron grandes agujeros en la barrera que protegía de las inundaciones a las regiones bajas del condado de Hidalgo, donde se encuentra la ciudad de McAllen, vecina de la mexicana Reynosa.” Hasta ese extremo ha llegado el daño ocasionado por el delirante Donald Trump.

            Otro aspecto que deberán solucionar los ingenieros norteamericanos, será el relleno en San Diego, donde se detectó una peligrosa erosión, “a causa de la compactación inadecuada del suelo y los materiales de construcción usados para erigir la valla fronteriza; hasta ese estado de calamidad han llegado las cosas en la línea limítrofe entre los Estados Unidos y México, cuando un retorcido ex presidente Trump causó desastres ecológicos en los lugares que hemos citado.

            Además, el congresista de Texas, Vicente González, envió, con carácter de urgencia, una carta al presidente Biden, para que ordene se detengan las expropiaciones de tierras que han seguido dándose, al calor de la construcción del famoso muro; es decir, a pesar de que fue suspendida la construcción, la gente que vive en la zona ha seguido perdiendo sus propiedades, muchas de ellas ancestrales, heredadas de sus padres y abuelos. Nótese lo que ha ocasionado ese delirio angustiante de un individuo como Trump, racista, segregacionista y dilapidador del dinero que no le pertenecía y que era del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.       


Nayib Bukele Desata Fuertes Reacciones y Emociones en su País y en el Exterior

 

SAN SALVADOR, El Salvador-Quizás el mejor titular para esta crónica hubiera sido: “Bukele causa una Severa Conmoción en el Mundo Político Americano”, porque su decisión última, de arremeter contra la Corte Suprema Salvadoreña, ha conmovido a los mismísimos cimientos de la Casa Blanca, en Washington, y el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha salido a la opinión pública y a la diplomacia del continente, pidiendo cordura al joven mandatario de esta pequeña república centroamericana.

            Y es que Nayib Bukele, el hombre a quien hemos venido alabando por sus firmes y atinadas decisiones, esta vez ha puesto a su propia gestión “en la cuerda floja”, debido a su arremetida contra los magistrados, a quienes arrancó de sus puestos. Pero, si lo observamos en su verdadera dimensión, los jueces en América Latina son una verdadera “piedra en el zapato” que frustran el libre caminar de las democracias; es por ello que Bukele ha justificado su determinación al acusar al Poder Judicial por haber limitado, a través de sus sentencias erráticas, a varias funciones determinantes y muy necesarias del gobierno central (Poder Ejecutivo), durante el gravísimo y difícil manejo de la pandemia del coronavirus creado por los chinos comunistas, en Asia.

            En el otro sector, frontal al presidente salvadoreño, se dice que éste ya no tiene ningún “contrapoder” que limite su mandato; es decir, dan a entender que Nayib Bukele, desde el instante cuando mandó a sus casas a los magistrados, podrá actual lo mismo que un dictador y muchos periódicos del continente así lo han calificado en sus grandes titulares en portadas.

 

El pueblo le ha dado el aval

 

            Es posible que la decisión y acción llevada a cabo por Bukele, de destituir a los inútiles magistrados, haya sido un movimiento reñido con la democracia. Es posible. Pero no todo, en el transcurso de su gestión gubernamental, han sido decisiones imperativas, dictatoriales o al margen de las leyes, porque el control que posee actualmente en el parlamento o Asamblea Legislativa, se lo debe a los votos de los ciudadanos, quienes, en las elecciones celebradas a finales de febrero pasado, dieron forma a la bancada de diputados afines al presidente, a su partido político y, por supuesto, al Estado.

            Además, la destitución de los magistrados –quienes, a lo largo del subcontinente son una verdadera lacra, frustrantes con sus decisiones sesgadas y su permanente y abierta corrupción-, fue una determinación tomada en el seno del Congreso, una atribución que le es propia y legal a los parlamentarios o congresistas. De tal manera, estuvo apegada a la Constitución del país y, quienes conocen a la perfección al sistema político salvadoreño, aducen que dicha medida fue necesaria. Es así como los magistrados de la Sala de los Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de El Salvador, ya están en sus casas, haciendo lo que no debieron haber hecho cuando ostentaron un enorme poder en sus cargos. También el Fiscal General de la República fue echado sin miramiento alguno.

            Antes de estos movimientos de Bukele, solo controlaba al Poder Ejecutivo (al gobierno y sus ministros); pero, gracias a las votaciones que le favorecieron, comenzó a controlar al Congreso y ahora lo hará con la Corte Suprema de Justicia; es decir, los tres poderes en una democracia (el ejecutivo, legislativo y judicial), están en su bolsillo, lo cual, lógicamente, le permitirá una maniobrabilidad política absoluta, que a unos satisface, a otros llena de temor y a otros les hace desesperarse y gritarle que “se ha convertido en dictador.”

            Los analistas de la realidad salvadoreña aún no salen de su asombro, debido a que el mandatario tiene el apoyo de 64 de los 84 diputados que conforman al Congreso y tiene el respaldo de los Partidos llamados GANA (el suyo propio); el Demócrata Cristiano y el Concertación Nacional; y gracias a esa panorámica parlamentaria, logró destituir a José Armando Pineda, ex presidente de la Sala de lo Constitucional y de la CSJ, junto a cuatro magistrados titulares y cinco suplentes.

 

No fue idea de Bukele

 

            Pero hay algo que sus detractores en el exterior, que lo llaman “dictador”, no han tomado en cuenta: que la idea de las destituciones de los magistrados, no fue del presidente, sino de la primera vicepresidenta del Congreso, Suecy Callejas, quien dijo que era altamente necesario y urgente separar de sus cargos a esos funcionarios, “por haber cometido fraude a la Constitución y violar la separación de poderes; por haber limitado, a través de sus sentencias, las funciones del gobierno, durante el manejo de la pandemia del coronavirus.” También acusó a los destituidos de “tener una arrogante intromisión y una interferencia abusiva con esos fallos.”

            Para concretar, una “piedra de choque” entre el Ejecutivo y el Judicial se presentó cuando la Sala de lo Constitucional de la CSJ rechazó la medida que impuso el gobierno a quienes quisieran ingresar a El Salvador, de hacerse, obligatoriamente, una prueba de PCR negativa de coronavirus, 72 horas antes de haber iniciado el viaje a esta nación centroamericana. Evidentemente, Bukele y su ministro de Salud, lo que trataron fue de evitar más contagios con el virus chino, que no ingresara al país por sus fronteras y aeropuertos. Fue por esa razón que el Poder Ejecutivo notificó la decisión tomada a las aerolíneas, por medio de una circular, el 11 de septiembre del 2020. De inmediato, los magistrados revocaron la orden emitida por la presidencia de la República, hecho que causó el estallido de ira de Nayib Bukele, que se hizo sentir en el Palacio de Gobierno y acusó seguida y públicamente a los magistrados de “intentar desmantelar al gobierno, de pretender que se deba buscar legislación por cada acción del gobierno y solo intentan negar la existencia del mismo gobierno e imposibilitar su trabajo y eficacia, dejando a la sociedad sin control Estatal; es decir… una sociedad en caos.”

            Pero el asunto fue a mayores, cuando los mismos magistrados, actuando de manera frustrante en contra de las directrices del mandatario, se opusieron a que la policía detuviera a las personas que violaran la cuarentena y fueran enviadas a los centros de contención, donde estarían aisladas dos semanas, en prevención del contagio del coronavirus creado en China comunista. Así mismo y para hacer la crisis mucho más grande, la Corte Suprema declaró inconstitucional el decreto emitido por Bukele, que contemplaba extender la cuarentena hasta el 15 de junio del año pasado, junto al encierro obligatorio para quienes incumpliesen esa ordenanza. No conformes con lo anterior, los mismos magistrados obstaculizantes, también declararon inconstitucionales a una decena de decretos ejecutivos, con los que Bukele quería controlar a la epidemia. La explicación que dieron los jueces fue que “el presidente no puede gobernar libremente, a su antojo…”

 

Reacción Exterior

 

            El eco internacional que han alcanzado las decisiones del mandatario salvadoreño, ha sido superlativo, como hemos escrito al inicio de este reportaje; de tal manera, el mismo Bukele se ha defendido en su página de Twitter, al escribir: “El pueblo salvadoreño, a través de sus representantes (los diputados), dijo: ¡DESTITUIDOS! (…) Si (yo) fuera de verdad un dictador, hubiera fusilado a todos los magistrados de la Sala. (Lo que intento es) salvar a mil vidas, a cambio de cinco; pero no soy un dictador.” Expresó.

            Los magistrados enviados a sus casas, por obstaculizantes, inútiles e incompetentes, han vuelto a acusar al gobierno, al decir que “la decisión de la Asamblea Legislativa viola la forma de gobierno republicana, democrática y representativa y al sistema político pluralista, establecido en el artículo 85 de la Constitución, con una marcada intención de suprimir los controles efectivos hacia el Órgano Ejecutivo y Legislativo, (que) incide negativamente en el control del ejercicio del poder que efectúa la Sala, el cual resulta necesario para asegurar una democracia representativa, compatible con la Constitución.” En otras palabras, la Corte Suprema de Justicia salvadoreña se estaba arrogando el derecho de dirimir y erradicar todas las formas y ordenanzas emitidas por el gobierno y la oposición  que no ejerce el Congreso (porque Bukele tiene mayoría aplastante en esa Cámara), la iban a asumir y ejercer ellos… los magistrados. De tal manera, dieron la sensación de que estaban ocupando el sitio del parlamento e iban a frenar cualquier intención, sin importar si era buena o mala, que emanara del seno del Estado. Obviamente, eran funciones totalmente alejadas del Poder Judicial, en clara confrontación con el presidente y los diputados, solo porque a ellos se les antojó. Ello no iba a fortalecer a la democracia, sino que iba a poner en grave riesgo a los salvadoreños, con el contagio del virus venido desde China.

            En los Estados Unidos, el Secretario de Estado, Antony Blinken, llamó, vía telefónica, a Bukele y le manifestó sus “serias preocupaciones por la destitución de los magistrados, ya que supone socavar al más alto tribunal de El Salvador (y) la gobernabilidad democrática requiere respetar la separación de poderes, por el bien de todos los salvadoreños.” Desde la Organización de los Estados Americanos (OEA), ese ente totalmente estéril en el contexto político y militar del continente, también le hicieron conocer al mandatario Nayib Bukele que “no se deben eliminar los pesos y contrapesos en el marco Institucional, porque se altera le esencia del funcionamiento del mismo”, le comunicaron de manera textual.

            Al cabo de tanta reacción, interna y externa, el presidente de El Salvador ha dicho que se siente satisfecho y “falta mucho por cambiar en nuestro país, pero está claro que no pueden hacerlo todo en un día (…).” Sin embargo, hay una realidad en América Latina que no se puede obviar, disfrazar o esconder: el Poder Judicial en muchos países es un dechado de incapacidad, corrupción, inutilidad, inacción e incumplimiento de las leyes como resultado de lo anterior. Jueces que no actúan contra el hampa, que permiten la existencia de los corruptos y juegan el juego de “los intocables”, aquellos politicastros que todo lo controlan y mueven con base en sus influencias y capitales mal habidos; y ellos mismos, los magistrados, son quienes sangran al fisco Estatal, devengando altísimos salarios, (millonarios), que contrastan con su reconocida inutilidad.

Por eso, la pregunta que sobrevuela a América Latina es: ¿Cuántos Bukele hacen falta en cada una de estas naciones, para que limpien de tanto inútil y corruptos a las Cortes Supremas existentes?


Fuerte Ataque de Joe Biden a la

China Comunista

 

WASHINGTON D.C. USA-El presidente de esta nación, Joe Biden, acaba de dejar ir “una descarga” de palabras descarnadas y duras contra la China continental, que han sacudido fuertemente las estructuras dictatoriales de aquella nación asiática, que sufre una de las tiranías más férreas, desde que el comunismo se apoderó de ella después de la Segunda Guerra Mundial.

            Y nadie con más moral que el primer mandatario estadounidense, para decirle a los dictadores chinos lo que ellos son en verdad y lo que significa su sistema opresor, en el que nadie tiene absolutamente nada material y la individualidad de la persona, también le pertenece a un Estado omnipresente y todopoderoso.

            Al calor de los primeros 100 días de gobierno en los Estados Unidos, Joe Biden, en un emotivo discurso ante el Congreso, colocó a la China en el centro del “eje del mal”, un concepto acuñado durante la Guerra Fría, contra aquellos países que tenían dictaduras y eran enemigos declarados de los estadounidenses y de la democracia universal. En palabras simples, Biden no tiene la menor duda de que el sistema chino y su ejército, son un peligro latente y diario contra las naciones más pequeñas y cuyos gobiernos no están fuertemente arraigados en el alma y el pensamiento global de sus pueblos. De hecho, los chinos compran las voluntades, principalmente en el Tercer Mundo subdesarrollado, por medio de empréstitos multimillonarios que después suelen cobrarse de manera inusitada: co-gobernando en esos países, influyendo en sus decisiones más importantes, quitándoles parte de la producción y del presupuesto anual y aumentando la presencia de sus agregados militares y diplomáticos, con el fin de influenciar con mayor determinación en las vidas de esas naciones.

            Ejemplo de lo anterior, después de haber creado y diseminado al mortal coronavirus, los chinos propusieron a los gobiernos de Brasil y Paraguay, venderles (¡!) (nunca donarles, sino venderles tal y como hemos escrito), su insegura (y ficticia) vacuna, a cambio de que les den a los orientales mayores áreas de influencia en ambos gobiernos suramericanos y les den la espalda a Taiwán, una isla/país que necesita del reconocimiento internacional para lograr su autonomía absoluta de la China comunista. Es decir, los chinos utilizan el chantaje vulgar, tal y como se le ha conocido siempre, y a nivel de gobiernos, para influenciar y aumentar su presencia en todos los continentes.

 Los australianos, al notar esa pretensión china, causaron un revuelo, un choque a nivel de cancillerías, que todavía tiene resentidos a los gobernantes “amarillos” de Beijing, muy dolidos con la sacudida que los australianos se dieron a ellos mismos, para desenmascarar a la política errática y peligrosa que practica China en relación con el mundo libre.

 

Discurso, si se quiere… incendiario

 

            En su intervención ante los congresistas, Joe Biden sorprendió con el tono y el fondo de su discurso, porque fue más allá de lo normal y la tonalidad fue muy dura, según quienes analizaron la forma y fondo de su disertación. Y fue más sorpresivo todavía, porque la Casa Blanca, por medio de su Departamento de Prensa, hizo llegar a los periodistas que cubren las informaciones en esa sede gubernamental y en el Congreso, una versión un tanto diferente de lo que iba a ser el discurso del presidente, también la colgaron en la página oficial, en internet, del gobierno de los Estados Unidos; pero Biden se salió “del libreto”, apartó un poco los papeles que tenía frente a sí y comenzó su ataque descarnado contra una nación, como lo es China, que se ha dedicado a hacer daño a la humanidad, por medio de las armas, una política internacional mal intencionada, el chantaje y últimamente por medio de un virus que ha causado la muerte a millones de personas alrededor del planeta.

            Y sus partes argumentales no solo atacaron al sistema, sustentado en un ejército sin alma y capaz de invadir a cualquier nación vecina sin ningún escrúpulo ni consideración, sino que se centraron en largos lapsos en atacar al dictador chino, Xi Jimping y fue cuando dijo: “Él y otros autócratas creen que la democracia no funciona en el Siglo XXI, porque se tarda mucho en llegar a los consensos (…). Yo conozco muy bien a Jimping desde que era vicepresidente de la administración de Barack Obama, y es alguien que está completamente lanzado a convertir a China en la nación más importante del mundo. (Es por eso) que le he dicho a Xi que mantenemos una fuerte presencia militar en el Indo-Pacífico, por la misma razón que en Europa: no para empezar un conflicto, sino para evitarlo.”

Y sus palabras se han dejado escuchar, apenas dos semanas después de que la Armada de los Estados Unidos obligó a 200 barcos chinos a retirarse del arrecife de Julián Felipe, en el Mar del Sur de China, cerca de Filipinas, y que no ha sido reclamado por ningún país hasta el momento. Además, aviones cazas chinos han estado sobrevolando con mucha frecuencia el espacio aéreo de Taiwán, una isla que los comunistas reclaman como territorio insular suyo.

Sin rodeos de ninguna especie, Biden definió a Jimping con el concepto verdadero y preciso: es un dictador que, además, como otros autócratas del pasado, quiere apoderarse del mundo de una u otra manera, ya sea por medio de la influencia económica, militar o política. De paso, también le hizo ver que los Estados Unidos estarán siempre vigilantes en aquellos sitios geográficos donde los chinos dirijan sus intenciones y en el caso concreto de Taiwán, los estadounidenses son seguros y leales vigilantes de la seguridad de la isla.

Más claro no pudo ser el mandatario norteamericano y más claro no le pudo haber quedado al dictador del país del coronavirus.         


Comunista Pablo Iglesias se Alejará de la

Política Española

 

ROMA, Italia-El periódico italiano, Corriere della Sera ha publicado una amplia entrevista con el político de izquierdas de España, Pablo Iglesias Turrión, quien se sinceró inusualmente ante el periodista y el público lector y dice que siente un ostensible “desgaste y la necesidad de dar un paso hacia atrás” en el escenario político español en los próximos meses.

            El líder del Partido Unidas Podemos, de ultraizquierda, una reminiscencia del marxismo-leninismo del siglo anterior, cuando la Unión Soviética (hoy Rusia), ejercía un dominio aplastante en varias regiones del mundo, con base en la fuerza militar, ha asegurado que prepara su adiós de la política y negocia liderar un proyecto televisivo, un secreto a voces que ya se ha estado manejando en la prensa española desde hace unos días hasta el presente.

            En un alarde de megalomanía (enfermedad por el poder), y egolatría (amor desmedido por sí mismo), el individuo de la coleta en su larga cabellera descuidada (y hasta sucia), se explayó a lo largo de la entrevista en este importante diario italiano al argumentar: “ni siquiera el líder del mayor partido comunista de occidente, Enrico Berlinguer (el líder del Partido Comunista Italiano), había logrado llegar donde he llegado yo: un marxista en un gobierno de la Alianza Atlántica (OTAN). Y eso que Berlinguer ganó las elecciones europeas, había hablado al Corriere del ‘tranquilizador paraguas de la OTAN.’ Desde el punto de vista histórico, observar lo que he realizado, me produce vértigo.” Menciona acerca de sí mismo un henchido de orgullo Iglesias.

 

Muchos italianos enfadados

 

            Siempre las comparaciones, en cualquier campo, resultan humillantes e improcedentes, más aún entre seres humanos y cuando es notorio que, quien se compara en condiciones de superioridad con la otra persona, falta a la verdad y a la realidad; y es por ello que la figura comparativa adquiere un sabor mucho más desagradable. Eso precisamente le sucedió a Pablo Iglesias en Italia, cuando los contemporáneos de Berlinguer leyeron sus palabras mediante las cuales el bisoño español se coloca más arriba del ex líder del comunismo italiano.

            Y es que Enrico Berlinguer es nada menos que una figura histórica en su país, a pesar de que siempre estuvo mal ubicado políticamente, al estar dentro del partido marxista-leninista. Ante muchísimos italianos de la época, se trata de una figura de primerísimo nivel, cuya herencia, a pesar de provenir de un comunista declarado y beligerante, es muy elogiada y apreciada en este país transalpino y también en otras naciones del Viejo Continente. Pero Pablo Iglesias se ha comparado durante la entrevista en el Corriere della Sera, sin ningún “empacho” ni temor por ser fuertemente reprendido por los conocedores de la carrera política y los logros alcanzados por Berlinguer. Incluso, uno de los comentarios más escuchados en estos días, una vez que el interviú salió a la luz pública, señala que “es tal la osadía de Pablo Iglesias (al compararse), que ha hecho que Berlinguer se revuelque en su tumba.” Así han comentado varios italianos al enterarse de las argumentaciones desmedidas del español.

            Uno de los politólogos más renombrados de Italia, tergiversó a Iglesias al decir que “el líder del comunismo italiano contribuyó decididamente        a la estabilidad en Italia, en un período de fuerte tensión por los conflictos sociales y por el terrorismo de ‘los años de plomo’, en las décadas de los 70 y 80, con grupos terroristas (…), como las Brigadas Rojas (que eran de extrema izquierda). Además, Berlinguer fue un patriota que abogó siempre por la unidad nacional, rompió lazos con el Partido Comunista de la Unión Soviética y, teniendo en cuenta el contexto italiano e internacional en plena Guerra Fría, situó a su partido en una línea moderada de cooperación con la Democracia Cristiana.”

            Hay que agregarle que Berlinguer fue el principal impulsor del eurocomunismo, seguido después por el líder del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, y posteriormente por el de Francia, liderado por Georges Marchais, con un modelo comunista como alternativa al socialismo, alejado de Moscú. Y Pablo Iglesias, por supuesto que no ha realizado ni “una pizca” comparable con lo alcanzado por el político italiano ya fallecido.

            Dicha comparación ha sentado muy mal a los italianos, tanto de la izquierda como del centro, quienes conocieron sobrada y claramente a Berlinguer y, sin mediar ninguna pasión, le reconocen sus grandes virtudes y su amor por Italia, algo que Pablo Iglesias está muy lejano de poseer y por lo tanto… de comprender.

 

El futuro de Iglesias

 

            Luego de haberse puesto más alto que nadie en el panorama político europeo, el periodista del Corriere della Sera le cuestiona al izquierdista ibero sobre lo que podría darse en el futuro en su vida como persona y dirigente de ideología comunista y esta fue la respuesta que obtuvo: “Mi papel es el de meterme a las órdenes de Yolanda (Díaz, vicepresidenta tercera del gobierno actual de España). En baloncesto, el pívot es el que pone más balones en la canasta; para mí está claro que Yolanda aporta más votos que yo, a nuestro proyecto. La política corre rápido y mi figura ya está gastada. Es necesario comprender cuándo dar un paso adelante para guiar y cuándo hacia atrás para estar en posición más modesta (…).” Explicó Pablo Iglesias.

            ¿Pero a qué se debe la erosión que sufre actualmente Iglesias en su propio país? Son varios los factores que entran en juego en su caso personal e individual, tales como su participación desteñida dentro del gobierno del PSOE, de Pedro Sánchez, cuando sus acciones y logros fueron ínfimos y demostró una indolencia absoluta para insertarse en el derrotero de la política española de hoy en día. En palabras sencillas, Iglesias Turrión no rindió lo que sus votantes y observadores esperaban de él. Fueron “pocas nueces y demasiadas cáscaras”, según el decir popular.

            Así mismo, su retórica, sus conceptos verbales para explicar su proyecto político dentro de la ultraizquierda española, luce reiterativa, redundante y ampliamente conocida por la mayoría de los votantes y ha sido evidente que “las ideas parecen gastadas” en la mentalidad estacionada de Pablo Iglesias. A ello debemos sumarle la irrupción de Vox, el partido de extrema derecha, que le ha atacado ferozmente y con argumentos sólidos que le han hecho ver indiscutiblemente mal en la panorámica proselitista de España.

            Son millones los ciudadanos ibéricos, quienes están complacidos porque este “figurín” trasnochado (por su añoranza del comunismo soviético), vaya a desaparecer del tinglado nacional, porque, la verdad, no ha aportado absolutamente nada en beneficio del país… ni siquiera a su propio movimiento de masas. Algo verdaderamente penoso.           


Joe Biden Cumple 100 Días al frente

del Gobierno

 

WASHINGTON D.C.- El presidente de los Estados Unidos ha llegado a sus 100 días dirigiendo al país desde la Casa Blanca y el mundo entero respira un ambiente de paz, que, para un despistado o desconocedor de la geopolítica, le parecerá una expresión exagerada de nuestra parte; pero así es… Biden ha traído con él y su Gabinete comandado por Kamala Harris, una paz que el globo terráqueo había perdido hace cuatro años con el arribo de Donald Trump al poder y su demencial comportamiento: a estas alturas, ya el republicano había destituido a dos de sus máximos colaboradores, sin tomar en consideración que eran amigos suyos en lo personal; y esa tónica de desprenderse groseramente de las personas, la llevó a cabo a lo largo de todo el período presidencial. Tal la enajenación mental de Mr. Trump, un caso patético e intrincado, justo para un consultorio psiquiátrico. Pero con Joe Biden, la situación es muy diferente en estos momentos… porque más de la mitad de los estadounidenses aprueban su gestión desde la Oficina Oval y en lo único que desaprueban al 46 mandatario de la nación, es al trato al tema de la inmigración centroamericana que se agolpa en la frontera con México, al sur.

 

Encuesta del Washington Post

 

            En unión con la cadena de televisión ABC News, el emblemático periódico capitalino realizó una encuesta para conocer la apreciación de las personas, al cumplirse los 100 días de Biden en la Casa Blanca, en el nuevo gobierno de los Estados Unidos. Y los resultados han sido satisfactorios para los demócratas y el mismo presidente, ya que cuenta con un 52 por ciento de aprobación de parte de los ciudadanos. Esto en lo que respecta a la consulta hecha por el Post. Pero en lo que atañe a la de ABC News, la situación es ligeramente superior a favor del mismo Biden, puesto que le aprueban con un 53 por ciento. Y en otra encuesta preparada y ejecutada por Fox News, le va mucho mejor a Biden, con un 54 por ciento del favor de los votantes.

            No obstante, los politólogos que analizan los números anteriores, manifiestan que se trata de la tercera calificación más baja para un mandatario, desde Harry S. Truman, y, desde entonces, solo el republicano Gerald Ford, salpicado por el caso Watergate de Richard Nixon, obtuvo en el mismo período de los 100 días iniciales, un 47 por ciento en el favor de la apreciación de los ciudadanos. Esto en 1978. Y Donald Trump, un caso patético, digno de un buen nosocomio para desajustados mentales, obtuvo un 47 por ciento en el 2017.

            Desgraciadamente para Joe Biden, asumió el poder de la nación en medio de una altísima tensión política interna y externa, un desencanto extremo por parte de los votantes y desórdenes o subversión azuzada por el lenguaje incendiario de su antecesor, Trump. En otras palabras, tuvo que llegar a la Casa Blanca para poner orden, desde “un insignificante alfiler, hasta la gestión de la pandemia china”, a la que Trump negó toda importancia y causó, con esa actitud, miles de muertos, según pudimos observar en su momento.

 En este punto específico, los encuestados han vertido opiniones muy favorables hacia Biden y le agradecen el tratamiento que le está dando al coronavirus chino; pero –reiteramos-, los miles de personas estacionadas en la frontera sur con México, los inmigrantes llegados desde Honduras, El Salvador y Guatemala, son los puntos oscuros en lo que lleva transitada la gestión gubernamental de Joe Biden.

            En cifras, obtiene un 65 por ciento de aprobación a su paquete de ayuda ante los embates del Covid-19; un 64 por ciento para su gestión de la crisis sanitaria y un 58 por ciento favorable a su propuesta de subir los impuestos corporativos. La gestión migratoria, obtiene solamente un 37 por ciento positivo; es decir, este es un aspecto medular con el que el presidente choca con el gran electorado, porque a los estadounidenses les molesta saber que hay miles de centroamericanos que desean ingresar a este país, con toda la problemática general que traen consigo: hambre, desempleo, enfermedades (muy posiblemente el virus chino), delincuencia, analfabetismo y un largo etcétera de vicisitudes. Más que molestar a los estadounidenses, les preocupa y se muestran temerosos ante la presencia de esas enormes cantidades de inmigrantes posados ante la valla fronteriza sur.

            Otro tema en el que Biden parece reprobar, se refiere a sus relaciones con los congresistas y líderes del partido republicano, ya que un 60 por ciento de los encuestados cree que debería “tratar de ganar apoyo de esa agrupación política y no confrontarlos de ninguna manera.”

            De todas formas, el país parece haber vuelto a la normalidad que tenía antes de que Donald Trump llegara a la Casa Blanca: se respira confianza, esperanza en que el coronavirus va a ser erradicado finalmente tal y como va el sistema de vacunación y las medidas de higiene decretadas por el gobierno; así mismo, el desencuentro social parece aplacado y el hecho de que los atacantes del Congreso, azuzados por Donald Trump, estén siendo juzgados, ha devuelto gran parte de la tranquilidad perdida. Lo mismo el juicio al ex policía Derek Chauvin, asesino del ciudadano afroamericano George Floyd, recién finalizado, y el resultado del mismo, ha brindado a Joe Biden y a su Gabinete, la posibilidad de luchar contra el racismo en medio de un ambiente de paz que era imposible imaginar en los últimos cuatro años.

            Pero la verdad dice que el nuevo presidente apenas comienza su gestión y de continuar así… muchas cosas buenas les esperan a los estadounidenses en el futuro inmediato.


Alemania Limitará Entrada de Clérigos Musulmanes

 

BERLÍN-Consecuente con el peligro que esos hombres representan para la seguridad de los ciudadanos alemanes, el gobierno federal tomó la importante y necesaria decisión de restringir la entrada al país, de los líderes religiosos islámicos y en específico a los originarios de Turquía. Así lo ha informado el ministro del Interior, Horst Seehofer, y serán aquellos que no hablen el idioma alemán y difunden una doctrina radical y rayana con el yihadismo. Esto dentro del marco europeo de la lucha contra el terrorismo, en especial con aquel que proviene de Oriente Próximo.

            El anuncio lo dio a conocer por medio de video-conferencia, con la participación del premier austríaco, Sebastian Kurz, la Canciller Angela Merkel, el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El mandatario francés aprovechó la reunión para instar a la UE a adoptar “una respuesta coordinada y rápida contra el terrorismo” con el fin de detectar y evitar, lo mayormente posible, los ataques de la yihad islámica contra blancos en Europa. Indicó que es imprescindible la conformación de una base de datos comunes y el refuerzo de las políticas penales ya existentes, porque, en su opinión, “en nuestros países asistimos a un desvío del derecho de asilo, que es utilizado por traficantes, por redes o personas provenientes de países que no están en guerra.” Afirmó.

 

Alemania formará a imanes

 

            El gobierno de Berlín ha ido más allá, al afirmar que se encargará de la formación de los líderes religiosos musulmanes, de manera que la doctrina islámica siga practicándose en esa nación europea, sin depender de la financiación desde el extranjero, que lo que persigue realmente y el subterfugio, es la radicalización que posteriormente lleva al terrorismo.

            En acto seguido, el ministro del Interior anunció que dicha formación de los imanes comenzará en el 2022, en la ciudad de Osnabrück, y la intención es la extenderla progresivamente a otros lugares de Alemania. Fue cuando aseguró: “La situación actual, en que los imanes que ejercen en Alemania, proceden preferentemente de Turquía y comunidades no identificadas con el islam más liberal, favorece la extensión del radicalismo islámico. Además, estrecharemos la cooperación con otros socios como Francia y Holanda, para afianzar la formación religiosa en territorio europeo, (porque) si Europa debe reconocerse como patria para los musulmanes, es preciso evitar influencias e inherencias de corrientes radicales extremas.” Insistió el titular del Interior, Horst Seehofer.

            La formación espiritual y pedagógica de los futuros líderes islámicos correrá a cargo de esa cartera ministerial y el mismo ministro ha dejado claro que “(será) dinero bien gastado para la cohesión social” y de paso elogió la labor del centro de enseñanza inaugurado en Alemania por la organización turca Ditib, el año anterior, cuya finalidad es idéntica a la sugerida por Seehofer, cual es enseñar la doctrina musulmana en su esencia más pura, libre de radicalismos, odios y muerte, muy distante y diferente a la que se instruye en varias naciones de Oriente Próximo, con el propósito de hacer correr la sangre en los países no islámico.        


Erdogan o los Modales Extraviados

del Dictador

 

ANKARA, Turquía-Recep Tayip Erdogan es uno de los últimos dictadores a la vieja usanza, cuyas actitudes personalistas, alejadas de toda ideología, demuestran su petulancia, arrogancia y grosería, además de su inconformidad con la Unión Europea (UE), que no le tolera sus desplantes contra el propio pueblo turco y mucho menos contra los disidentes, a quienes persigue ahí donde se exilien, los asesina o encarcela, siempre de acuerdo con su personalidad autocrática y tiránica, pues se trata de un dictador en el amplio sentido de la palabra, resguardado y apoyado por un ejército que le teme y obedece a pies juntillas.

             Hace pocos días, en la reunión que se llevó a cabo en esta ciudad Capital de Turquía, con los líderes de la UE, el tirano demostró que los modales no son su fuerte, que la mujer, según sucede siempre en el mundo musulmán, no vale absolutamente nada y que no está dispuesto a sonreírle a los europeos de ninguna manera y por ningún motivo. Antes de comenzar las conversaciones, Erdogan y el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, entraron en el salón, tomaron asiento y atrás quedó, de pie, la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, visiblemente incómoda y avergonzada. Paseó su mirada por la estancia y notó que no había un sillón especial para ella y tuvo que acomodarse, como pudo, en un sofá común y corriente. Evidentemente fue relegada a un segundo plano por el dictador de Turquía, quien tiene tanto respeto por la mujer, como por sus enemigos declarados y ocultos, a quienes persigue sin descanso.

            Un día después, Europa exigió explicaciones y una disculpa a los responsables de protocolo de Turquía, por el desaire a su máxima representante en la delegación, la alemana Von der Leyen. De paso, exigió que esa situación no se vuelva a repetir, si los turcos desean congeniar y llegar a acuerdos con la Unión Europea.

            La reunión se prolongó por espacio de tres horas y se abordaron varios temas, como la salida de Turquía del Convenio de Estambul, un Tratado que combate la violencia machista, aspecto que disgustó, por lo demás, a Von der Leyen, quien, al final de la reunión manifestó: “Creemos que la retirada no es el gesto correcto en este momento. Es un tema en el que nunca nos cansaremos de insistir, porque obstaculiza el progreso y deseamos una actitud diferente. No hemos podido convencer, pero instamos a Turquía a reconsiderar su postura.” Pero, a pesar de las quejas de los europeos por el maltrato a su máxima representante, el encuentro prosiguió siempre, mostrando el mismo desaire a la alemana y un vocero narró a la prensa: “Se siguió el protocolo estándar durante la visita. (Pero) La presidenta de la Comisión Europea (Von der Leyen), no recibió un trato diferente.”

            Los analistas indican que, indudablemente, se trató de una reacción anti-femenina de parte del dictador turco, Erdogan, porque, en otros tiempos, cuando el representante de la UE era el luxemburgués Jean-Claude Juncker, Ankara le brindaba un trato cordial, igualitario y respetuoso. Lo mismo sucedía con Donald Tusk, quien fue también jefe del Consejo Europeo.

 

Von der Leyen probó lo mismo que millones de mujeres en el mundo musulmán

 

            Ante esta muestra del machismo represor, discriminante y degradante que se practica en todas las esferas de las sociedades de los países musulmanes, la presidenta europea estaba notoriamente sorprendida, pero decidió darle más importancia a la esencia de la reunión que a los desprecios del protocolo, cuando las autoridades turcas y anfitrionas del encuentro, ubicaron a Von der Leyen en el mismo nivel de los ministros de Erdogan, presentes en el mismo recinto.

            El gobierno turco se ha defendido al explicar que el jefe de protocolo del Palacio Presidencial es un funcionario del Ministerio del Exterior y tiene experiencia más que comprobada en estos asuntos, “está versado en los protocolos de los diferentes países y organizaciones internacionales. El problema, quizás, se debe a que el escenario de estas reuniones en Palacio, está siempre preparado para encuentros bilaterales o reuniones con jefes de Estado y de gobierno, acompañados por un ministro –de rango protocolario menor- En cambio, no ha habido anteriores ocasiones en que los dos representantes de la UE fuesen recibidos allí por Erdogan (…).” Han explicado los responsables turcos; sin embargo, tampoco tuvieron la delicadeza de rectificar sobre la marcha y dejaron a la alta dignataria europea “en la estacada”, hasta el final del encuentro.

            Y las repercusiones de la grosería han seguido escuchándose y leyéndose en las redes sociales y programas de noticias del Viejo Continente, en medio de una gran indignación. Así, el Partido Popular Europeo ha denunciado a través de su cuenta en Twitter que, “alguien debería avergonzarse por la falta de un asiento adecuado para Von der Leyen. La UE dio muestras de abrirse al diálogo, pero nos mantenemos firmes en nuestros valores. Las mujeres merecen el mismo reconocimiento que sus colegas masculinos. Primero, se retiran del Convenio de Estambul y ahora dejan sin asiento a la presidenta de la Comisión Europea en visita oficial. Vergonzoso.” Así según las declaraciones de la líder de los socialdemócratas en la Eurocámara, Iratxe García.

            Por su parte, la holandesa Sophie in’t Velt denunció que ese hecho fue deliberado por parte de Erdogan y su grupo y, de paso, le recriminó a Von der Leyen por haberlo permitido y haber permanecido en silencio. El diputado Ernst Urtasun, del Partido de Los Verdes, manifestó por la misma red social: “Vergonzoso, Juncker nunca sufrió esa degradación en el protocolo en las reuniones con Turquía. Se podría haber esperado una reacción diferente de Michel,” el presidente del Consejo Europeo, quien, al ver el desparpajo y la humillación a Von der Leyen, no movió un dedo siquiera por exigirle a los turcos que le dispensaran a la alemana el sitio que le correspondía en la reunión. La respuesta de éste fue en el sentido de que “lamentaba la torpeza de los encargados del protocolo turco que causaron una situación angustiosa con el trato diferenciado, incluso reducido, a la presidenta de la Comisión Europea. (Y) las pocas imágenes que se mostraron, dieron la impresión de que yo hubiera sido insensible a esta situación. ¡Nada más lejos de la realidad! Cuando me percaté de la situación tan lamentable, decidí por no agravarla con un incidente público y primar el contenido, que pudo haber quedado eclipsado por la torpeza del protocolo.” Explicó Charles Michel.

 

“Erdogan es un dictador,” así, con todas sus letras

 

            El Primer Ministro italiano, Mario Draghi, al enterarse de la humillación a Von der Leyen, en Ankara, no escatimó palabras para señalar a Recep Tayip Erdogan como un auténtico dictador. “La dejó sin silla (especial) y tuvo que sentarse en un sillón cualquiera,” manifestó a la prensa el titular del gobierno de Italia. Seguidamente, criticó también al presidente de la UE, Michel, quien, ante la evidente ofensa, se limitó a tomar asiento junto a Erdogan, sin expresar su inconformidad por lo que estaba sucediendo.

            Sus palabras textuales, que han sido escuchadas por el mismo Erdogan, indican: “No estoy absolutamente de acuerdo con el comportamiento de Erdogan hacia la presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen. Creo que no fue apropiado. Lamenté mucho la humillación que tuvo que sufrir. La consideración que se debe hacer con estos dictadores (¡!), con los que, sin embargo, tienes necesidad de colaborar, o más bien cooperar, es que uno ha de ser franco al expresar la diferencia de puntos de vista, comportamientos, visiones, pero dispuesto a cooperar por los intereses del propio país. Es necesario encontrar el equilibrio justo.”

            Ante el calificativo de “dictador” usado por el premier italiano, al referirse a Erdogan, la reacción de Ankara no se hizo esperar y el ministro de Relaciones Exteriores turco, Meylut Cavusoglu, condenó enérgicamente el uso de dicho epíteto (entiéndase este adjetivo en su acepción única y precisa que señala “una condición natural del sustantivo, invariable e incambiable en su naturaleza”). No obstante, el cruce de palabras entre Turquía e Italia no ha pasado a más y parece que “las aguas han retornado a su nivel;” pero que el machismo y la grosería son habituales al dictador turco… lo son. De eso no ha quedado duda al respecto y está dispuesto a aplicarlos a cualquier mujer, sin importar su rango, procedencia o pertenencia. Así es Erdogan… el dictador de Turquía.


El Mar de Sargazos que Supone ser el Perú

 

LIMA, Perú-Entendiendo la definición “mar de Sargazos” por aquella región marítima que dificulta la navegación por la densidad de algas y plancton y donde no hay costas cercanas o visibles, así, precisamente es el sistema político que existe en esta nación suramericana: enmarañado, con la imposibilidad de transitar fluidamente por él y sin perspectivas claras para alcanzar los objetivos finales (eso, en el caso de nuestra analogía, vendrían a ser “las costas”). Y es que el país que fue territorio de los Incas no camina hacia ningún lado, la democracia tan anhelada por su pueblo, permanece entrabada y sus políticos, valientes por demás –un adjetivo que iremos a explicar más adelante en este artículo-, no convencen en absoluto a los millones de votantes, quienes están cansados de ver a sus presidentes salir esposados hacia las celdas y observar la silla presidencial vacía y sumidos en medio de la peor decepción electoral y emocional.

 

A segunda ronda

 

De acuerdo a los últimos comicios en los que ninguno de sus postulantes alcanzó la mayoría básica para llegar a la presidencia de la República, será hasta el 28 de julio próximo cuando este país tendrá a un nuevo mandatario, entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori, la hija del ex mandatario de origen japonés, quien está preso por varios cargos, entre ellos: asesinato, crimen contra la humanidad, cohecho, secuestro y desfalco a las finanzas públicas.      

            Decíamos que los políticos peruanos son “valientes”, justamente porque en esta nación los presidentes no acaban sus períodos constitucionales y son sacados, a punta de pistola, del Palacio Presidencial y conducidos hasta las penitenciarías para ser juzgados posteriormente, por diversas razones, aunque los actos corruptos son los que motivan mayormente dichas acciones policiales contra ellos. De tal manera, cuando llegan el primer día a la sede del gobierno, los latinoamericanos, conocedores de la realidad peruana, se preguntan, ¿Cuánto tiempo permanecerán sentados en esa silla gubernamental, al frente del Estado? ¿O cuándo se los llevará la policía, esposados y en medio del aullar de las radio-patrullas, que recorren las calles de Lima, avisando que un mandatario nuevo ha sido hecho prisionero? Y parece que lo único seguro en el Perú, es precisamente eso… la cárcel para sus gobernantes.

            En lo que estriba a los dos contendientes actuales, Keiko Fujimori y el educador Pedro Castillo, tienen en común, empero, que son conservadores, pues rechazan la igualdad de género, al matrimonio homosexual y al aborto. En estos tres temas, coinciden plenamente y se dan la mano. Aunque Keiko es de extrema derecha y su oponente es un radical de izquierdas; y el Congreso tendrá, por vez primera, una bancada de diputados de ultraderecha católica.

            Los resultados en los comicios recién finalizados, arrojaron estos datos: con el 98 por ciento de las mesas electorales contabilizadas, Castillo (educador y sindicalista rural, de 51 años de edad), obtuvo el 19 por ciento de los votos; mientras Keiko Fujimori (de 45 años), alcanzó el 13 por ciento; y el 12 por ciento de los votantes dejó su papeleta en blanco, con un 28 por ciento de absentismo, pese a que el voto en el Perú es obligatorio. Con esa panorámica fundamental, les espera la segunda ronda, que definirá a la persona que tratará de mantenerse intachable en el Palacio de gobierno, sin ser molestado por los jueces, la prensa y mucho menos por la policía, porque en esta nación lo menos seguro es mantenerse en la posición de mandatario de la República, pues la mayoría han sido metidos a la cárcel, otros se mantienen de huida en el extranjero y alguno que otro se ha pegado un balazo en la cabeza, antes de ser aprehendido por los uniformados.

 

“Quién es quién”

 

            El educador Pedro Castillo se mueve “en aguas radicales de izquierda”, cree en “las bondades y ventajas” que supuestamente concede la ideología marxista-leninista y haría “migas” perfectas con la dictadura de Venezuela, en el caso de resultar vencedor en la segunda vuelta electoral. Cree en el Estado fuerte, el fin de los monopolios privados y en el final de la explotación laboral; además, se muestra rotundamente intransigente ante los avances sociales. Se dio a conocer en el 2017 durante una huelga de docentes, que se prolongó por dos meses, en la que se pidieron mejores salarios y condiciones laborales. De tal manera, los peruanos tendrían a un personaje de la izquierda latinoamericana, rigiendo los destinos de su país, con fuertes lazos con La Habana, Cuba; y con la Caracas de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Detalles que habría que tomar en consideración antes de elegirlo presidente.

            Por su parte, Keiko Fujimori, es la hija del ex dictador Aberto Fujimori, y este ha sido su tercer intento por convertirse en la titular del país; en su programa de gobierno ha prometido mano dura contra la delincuencia y parece que el objetivo primero de su postulación, es el de sacar a su padre de la prisión donde lo llevaron los jueces, un propósito que ella no oculta cada vez que le preguntan sobre el tema. Desdichadamente para ella, un fiscal solicitó 30 años de prisión y la disolución de su partido, posterior a una investigación que inició en el 2018 por lavado de activos y por recibir, supuestamente, aportes millonarios de parte de la constructora (y corruptora) brasileña, Odebrecht y de un grupo financiero peruano, durante sus anteriores campañas presidenciales del 2011 y el 2016. Esta petición del fiscal, por supuesto que resta votantes a la mujer de origen japonés, quien se mantiene en el segundo lugar en el favor de las encuestas.

            La situación del Perú, según hemos descrito a lo largo de este artículo, no es la mejor desde hace mucho tiempo, pues se trata de un escenario de crisis, matizado por la inestabilidad Institucional y la ingobernabilidad casi absoluta; con la Corte Suprema de Justicia siempre atenta para deponer a los presidentes de turno y conducirlos a prisión, lo cual no deja de ser frustrante, porque interrumpe el libre desempeño de la gestión democrática y resta credibilidad en los votantes, en el pueblo llano que mira con desconfianza y escepticismo a los que desean llegar al Palacio de Gobierno.

            En lo que respecta a la conformación del Congreso, el partido de Pedro Castillo, llamado Perú Libre, tendría la mayoría de los escaños, con unos 35 diputados; seguido por el movimiento de Keiko Fujimori, llamado Fuerza Popular, con una bancada de 24 congresistas. Recordemos que el parlamento peruano tiene en total, 130 legisladores. Y el tercer partido con mayor representación, sería Acción Popular, del ex candidato Yonhy Lescano, con 14 parlamentarios. Pero no hay que perder de vista que el grupo fundamentalista radical, Renovación Popular, del empresario Rafael López Aliaga, ultraderechista y miembro del Opus Dei, también ha alcanzado representación parlamentaria, con 13 escaños a su favor.

 

            Con esa panorámica electoral, se enrumba el Perú a la segunda ronda y todo parece indicar que habrá comunista en el poder, pues Keiko Fujimori tendrá que hacer un gran esfuerzo para desplazar a su adversario del gusto de los votantes. De lo contrario, habrá otro gobierno de izquierdas en América del Sur, algo no recomendable, después de lo que estos partidos han demostrado a lo largo de los años en los países donde ha conseguido gobernar (o des-gobernar, para ser más exactos). Hay que esperar la fecha señalada y también cuando el nuevo mandatario asuma el poder… si lo dejarán administrar o lo llevarán también a una celda o al exilio. En Perú, la política es impredecible.


Presentamos a la Abogada a Quien Putin

Teme más que a Nadie

 

MOSCÚ, Rusia - Se ha perdido el conteo del número de veces cuando la policía moscovita la ha apresado en manifestaciones en las principales calles de esta Capital y en contra del dictador Vladimir Putin. Ella conoce tanto la cárcel, como el odio y el temor que le profesa el eterno ocupante del Kremlin, pero esos sentimientos parece que no la perturban y sigue adelante, empecinada en derrocar al ex espía de la KGB, que se considera el dueño de Rusia y ha perpetuado su estadía en el poder.

            Su nombre es Liubov Sobol, de 33 años de edad, es abogada de profesión y, como hemos reseñado, es una activista de las más peligrosas para el gobierno sin alma que practica Putin y por ello dice a los periodistas que la entrevistan y que están siempre deseosos de una exclusiva para publicar en sus medios informativos: “No puedo llevar la cuenta de las ocasiones en las que me han detenido; pero, aun así, no cesaré la movilización hasta que obtenga la libertad de mi amigo y compañero de lucha, Alexéi Navalni,” quien acaba de empezar una huelga de hambre para que le traten con algo de humanidad en las celdas del régimen.

            Una de las últimas detenciones en su contra sucedió cuando varios agentes uniformados, de la policía enviada por el Ministerio de Interior, irrumpió sorpresiva y violentamente en su casa de habitación por “violar (supuestamente), las normas sanitarias y epidemiológicas de la pandemia del coronavirus”; pero dicha irrupción se efectuó pocos días después de que esta joven abogada participó (y encabezó) una multitudinaria manifestación en la que se exigió la libertad de su amigo Navalni. Los agentes policiales encontraron indicios de que, en las próximas fechas, Sobol iba a estar presente en otras marchas por el corazón de Moscú, con el mismo propósito, cual es la liberación de Alexéi Navalni, el enemigo número 1 de Vladimir Putin.

 

¿Qué siente Putin?

 

            Es evidente que el dirigente ruso siente una animadversión declarada y abierta contra Liubov Sobol, a quien considera tan influyente como Navalni y con la destreza suficiente para levantar “oleadas” de personas en su contra en las principales vías públicas. Es por eso que la abogada comentó a la televisión rusa, recientemente: “Esta persecución muestra el miedo y la debilidad de un hombre que no es el líder de nuestro país. Putin tiene pánico a Navalni, porque le ve como un rival con posibilidades reales de alcanzar la presidencia.” Pocas horas después de esta entrevista, la joven fue detenida nuevamente por órdenes de Putin y llevada a una de las comisarías de esta ciudad.

            Pero, en cada una de estas detenciones por el simple hecho de expresar sus opiniones, además de demostrar que la libertad de expresión en Rusia es una farsa, enseña que el dictador está dispuesto a terminar con la disidencia de cualquier manera, así tenga que recurrir al asesinato o el encarcelamiento a plena luz del día y ante los testigos que hayan en esos momentos. Vladimir Putin no tiene la delicadeza del eufemismo en sus palabras y actos, ni el deseo de hacer las cosas con opacidad, según ejecutan otros dictadores en otras latitudes.

            Liubov Sobol obtuvo su licenciatura en Derecho en la Universidad Estatal de Moscú, la más prestigiosa casa de enseñanza superior de Rusia; posteriormente se empleó como secretaria en un tribunal de Moscú y su anhelo más preciado era trabajar en una gran firma de abogados, pero, en medio de su trayectoria se cruzó, en el 2011, la Fundación Anticorrupción de Alexéi Nalvani, y pudo más que sus intenciones profesionales. Sin duda tocó una de sus fibras más sensibles y decidió luchar contra la manifiesta y clara corrupción que practica Putin y su Gabinete desde que subió al poder en Rusia. Una vez que se adhirió “en cuerpo y alma” a dicha Fundación, la aguerrida jurisprudente ha participado en investigaciones sobre la élite política y económica que ostenta el poder en su país y uno de los casos recientes ha sido para denunciar el palacio multimillonario de Vladimir Putin, a orillas del Mar Negro, y del cual este mismo periódico, The City, publicó un extenso y detallado reportaje. Otras situaciones coyunturales en la que ha actuado de lleno Sobol, se dieron en el 2019, en las manifestaciones masivas en Moscú, en las que los rusos exigieron elecciones limpias y estuvo en huelga de hambre durante 32 días, porque el gobierno no le permitió ser candidata en esos mismos comicios, junto a otros compañeros suyos.

            La posición actual de Liubov Sobol en su patria es la de segunda en la disidencia, después de Navalni, y es quien permanece “en el ojo avizor” del aparato represivo de Vladimir Putin y ahí donde vaya, se mueva o diga, estará en la retina del Kremlin y su policía. En lo que se refiere a la persecución de la que ha sido objeto, la rubia abogada detalla que las autoridades, por orden superior del Estado, se han llevado de su oficina, las pocas computadoras, la fotocopiadora y hasta la máquina para hacer café. “Las amenazas no son solo judiciales -revela la joven-, porque, en el 2016, un hombre atacó a mi esposo con una jeringuilla con un fármaco anestésico de uso veterinario, después de que Navalni y yo publicamos un informe sobre Yevgeni Progozin, un oscuro oligarca del sector de la restauración, conocido como el chef de Putin, por sus vínculos con el Kremlin. (Sé que) me arrestarán, me juzgarán y puede que incluso me encarcelen, pero no tengo miedo y tampoco siento pánico tras el envenenamiento de Navalni el verano pasado en Siberia, en la que estuvo implicada de lleno la mano del Kremlin,” señala la activista.

 

No claudicará

 

            A pesar de que Vladimir Putin y sus hombres la tienen vigilada y acorralada, que la siguen adonde vaya, la licenciada en Derecho asegura que se mantendrá firme en la movilización para liberar al opositor del gobierno, su amigo y compañero de lucha, Alexéi Navalni., quien, como todos sabemos, a su regreso de Alemania -donde le salvaron la vida después de que Putin ordenara su envenenamiento-, fue arrestado y hoy se encuentra en una penitenciaría, donde se mantiene en huelga de hambre para que se le respeten sus derechos que como ser humano tiene y le han sido vedados.

            Es cuando Sobol insiste al decir: “daré la batalla para participar como candidata en las elecciones parlamentarias, previstas para septiembre y que tan nervioso tienen la Kremlin.” En la actualidad, el dictador ruso atraviesa por una de sus crisis de popularidad más peliagudas, debido a la recesión económica, ahondada por la pandemia del coronavirus chino y el hartazgo de la desigualdad social que sufren las capas más bajas de la sociedad rusa.

            En torno a su postulación, Sobol señala que está segura de que “me vetarán en las papeletas electorales; pero eso no significa que tenga que quedarme de brazos cruzados. Las elecciones en Rusia están dañadas por la corrupción y el fraude, pero eso no supone que no deba usar ese instrumento; aunque no es el único camino correcto para lograr el cambio democrático y un Estado de Derecho. También lo son nuestras investigaciones y mensajes de video, las demandas, las protestas callejeras. Estamos luchando para cambiar todo el sistema.” Amplía la ultra-enemiga de Vladimir Putin.

            En lo que estriba al mismo dictador ruso, Sobol argumenta: “(…) el creciente descontento podría dar ahora un espaldarazo a la disidencia y convertirse en una bola de nieve, difícil de esquivar para el Kremlin. Son muchas las personas que se oponen a Putin, cada vez más. Y no todos son partidarios de Navalni, sino que tienen puntos de vista distintos; pero la gente que ha salido a la calle ya no puede tolerar lo que está pasando en Rusia. Es difícil para alguien con consciencia, ver cómo envenenan o encarcelan a un hombre inocente.”

            Y mientras esto sucede en el interior del país, “la onda expansiva” sobrevuela toda Europa occidental y la UE ha procedido a sancionar a los oligarcas que están repartidos en el poder, ya sea al bloquear sus cuentas bancarias individuales o sus yates anclados en puertos de las naciones que conforman a la Unión Europea.

            En estos meses primeros del 2021, la situación de esta abogada no es la mejor, pues está imputada por varios cargos que le atribuye el gobierno y es considerada por el Kremlin una “espía al servicio de Europa” y como tal, tiene que ser vigilada estrechamente y en cualquier momento podría ser llevada a otra celda, según se ha hecho en el pasado reciente; aunque por un máximo de 48 horas, porque las leyes rusas prohíben encarcelar a mujeres que tienen hijos menores de 14 años y Sobol es madre de una niña de 6 años de edad. Ello es un pasaporte a la libertad; pero una condena penal severa no la libraría de entrar en prisión por tiempo indefinido. Es por esa razón que esta amante de la justicia, la democracia y la libertad, dice al cerrar este reportaje: “Mis cuentas tienen un saldo de menos de 34 millones de rublos (372 mil euros); nunca he mantenido una propiedad inmobiliaria y vivo en el apartamento de mi esposo. Hace un par de años vendimos el coche y ahora vivo bajo la amenaza de que alguien venga a mi casa y se lleve mi lavadora o el piano electrónico en el que toca mi hija.” Y ella sabe que en cualquier instante lo anterior podría presentarse, por eso su existencia transita por la delgada línea que divide a la libertad de la cárcel; pero puede más su anhelo por cambiar lo que anda mal en Rusia, así entrañe el sufrimiento personal y el de su familia.


Angela Merkel dirá Adiós al Finalizar

el 2021

 

BERLÍN, Alemania-La poderosa Canciller alemana, Angela Merkel llegará al final de su carrera política cuando el presente año también se despida y la última hoja del calendario sea arrancada. Se trata de una mujer única en el devenir de la humanidad, debido a su temple, su carácter conciliatorio y por haber orientado a Europa (y con este continente… al mundo al completo), por caminos de cordura y entendimiento. A no dudar, es la persona más importante del orbe y de quien se hablará y escribirá durante mucho tiempo después de que abandone el poder y la vida pública o política.

            Su biografía posee datos que son totalmente distintos a los demás Cancilleres que ha tenido la República Federal de Alemania, ya que esta mujer de 51 años de edad y con casi 16 de permanecer en el más alto cargo de su país, se crió bajo el alero del régimen comunista de “la otra” Alemania, que era el satélite más importante de la extinta Unión Soviética. Desde luego, esa experiencia suya en la niñez y adolescencia, atemperó el carácter y el conocimiento certero de lo que fue la ideología marxista. Por esa razón, en una de las tantas Cumbres mundiales en las que participó, desdeñó el saludo del ex dictador cubano Raúl Castro, cuando se le acercó y quiso entablar conversación con ella en el lobby del recinto donde se efectuó la reunión cimera. Es decir, Frau Merkel sabe, tanto como el mejor, lo que son los regímenes comunistas y, por supuesto, el que asfixia y estrangula a Cuba no es recomendable para nadie.

            La señora Merkel es una doctora en química cuántica, especializada en física, a quien la política la sedujo y se metió de lleno en ese mundo hasta alcanzar el máximo cargo en la Alemania unida. Por supuesto que, durante su gestión, no la ha tenido fácil, puesto que ha tenido que confrontar una crisis detrás de otra; por ejemplo, el colapso del sistema financiero mundial en el 2008, las amenazas reiterativas de disolución de la Unión Europea (UE), la gran ola migratoria hacia Europa, desde Irak, Afganistán y Siria, tres naciones castigadas profunda y mortalmente por la guerra del Isis, Daesh o Estado Islámico. Incluso, recordamos un pasaje tenebroso en el que ella estuvo inmersa, cuando un terrorista del Daesh la saludó en medio de varios refugiados sirios que habían llegado hacía poco a Alemania. Pocos meses después, los Servicios de Inteligencia lo identificaron y dieron el aviso para que lo capturaran. Era el tiempo cuando el Estado Islámico llenaba de explosiones y muerte a las naciones europeas, principalmente a Francia.

            La última gran prueba que resistió la Canciller fue la pandemia originada en China y que, en primera instancia, las autoridades sanitarias alemanas controlaron perfectamente; pero que, en la segunda oleada del virus, las muertes se dispararon en esta nación. Hoy confrontan el tercer ataque del coronavirus chino, con una Sra. Merkel dispuesta siempre a sacrificar su esfuerzo a favor de su pueblo.

 

El adiós definitivo

 

            Dieciséis años al frente del país más poderoso de Europa, “la locomotora” que tira de los vagones que suelen ser las demás naciones del continente, es demasiado tiempo para una mujer que lo ha dado todo, lo mejor de sí, en beneficio no solo de los alemanes, sino de la Unión Europea. Es por ese desgaste natural, “esa erosión” política que siempre pasa factura a los dirigentes mundiales, que Frau Merkel anunció que no buscará una quinta elección y gobernar allende el 2021. Y, a raíz de esa determinación, la Unión Demócrata Cristiana indicó que escogió a su nuevo líder para luchar por el cupo vacante que dejará la señora Canciller Federal. Se trata del centrista Armin Laschet, un apasionado de la Unión Europea y con capacidad de entendimiento con los inmigrantes que han llegado desde Oriente Próximo.

            No obstante, la destreza de Merkel siempre será importante y necesaria en el contexto político de Europa; es cuando la consultora Eurasia concluye en forma textual: “Sin las habilidades políticas de Angela Merkel, la UE se habría enfrentado a una división interna sin precedentes, con Polonia y Hungría por un lado, y los otros 25 Estados miembros… por el otro. También estuvo en riesgo la unidad de Francia y Alemania con sus puntos de vista opuestos sobre el futuro de Europa. La recuperación económica del continente también se hubiera suspendido con mucha mayor presión sobre el Banco Central Europeo.” Concluye el análisis.

            En otro ángulo de su figura política y humana, se ha observado con sumo detenimiento su personalidad y ha llamado profundamente la atención su contundente éxito dentro de los avatares de la política alemana. Los conocedores enfatizan en que “su postura sobria y predecible ha sido prácticamente constante durante los últimos 16 años, lo que ayudó a navegar las negociaciones laberínticas en un bloque heterogéneo como la Unión Europea.” También hay quienes señalan  que Frau Merkel no posee carisma; pero que esa característica le ha ayudado más bien, porque alimentó el desinterés de los votantes alemanes, quienes han preferido quedarse en casa y no acudir a los centros de votación y ello facilitó el triunfo electoral de la Canciller. Así mismo se le critica su forma discursiva de hablarle al pueblo: soporífera, rotundamente aburrida… Es cuando Ursula Münch, profesora de la Universidad de Munich y directora de la Academia de Educación Política en Tutzing, Baviera, sur de Alemania, suelta: “La gente bromea diciendo que estaba haciendo que los votantes se durmieran y eso puede ser una gran ventaja (para ella), de hecho.”

            Es decir, la personalidad de Angela Merkel no molesta a sus contrarios políticos y tampoco emociona a sus acólitos; por esa causa, muchos alemanes comentaron en su momento: “no estaría tan mal que volviera a ganar,” como efectivamente ha ocurrido reiteradamente. Para el recordado sociólogo Ulrich Beck, fallecido en el 2015, el estilo menos conflictivo de la Canciller, la ayudó a la posición de máxima líder de Europa.

 En resumen, la Gran Dama alemana siempre ha preferido hacer política con moderación, sin demostraciones innecesarias de fuerza y mucho menos con conflictos directos; pero que siempre le han concedido el logro de sus objetivos. Es cuando retornamos a la opinión de Ursula Münch, quien añade: “La gente confía en ella y eso marca una gran diferencia” y recordó un pasaje de la campaña del 2013, cuando al final de un debate televisado contra su oponente de ese momento, Peer Steinbrück, el moderador le preguntó a Frau Merkel si quería decir unas palabras finales y ella miró directamente al foco de la cámara y dijo escuetamente al gran público: “Ya me conoces.”

 

“Mutti o mami Merkel”

 

            En los últimos años, los alemanes, especialmente los hombres, le impusieron a Frau Merkel el cariñoso y llamativo sobrenombre “Mutti” o “mami”, en español, debido a la familiaridad con la cual es vista la Canciller. Desde luego, para unos está bien por el cariño con el cual se le dice; pero para muchos, Angela Merkel va más allá de la “Mutti”, porque se trata de una líder extremadamente exitosa y alguien que ha hecho historia de la buena en Alemania y Europa.

            No obstante lo positivo que le hemos resaltado, se ve un tanto ensombrecida por la penumbra del coronavirus chino que se está cerniendo sobre Alemania en estos precisos momentos, cuando el año 2021 apenas despunta. Se le nota cansada, con evidentes rasgos de preocupación y depresión y hasta se le ha visto durmiéndose en algunas comparecencias suyas ante los parlamentarios y los periodistas. No hay duda… se acerca al crepúsculo de su carrera política y de su papel de dirigente de todo un continente. Atrás quedarán el sinnúmero de éxitos logrados gracias a su personalidad meditativa, reposada y racional; es cuando Andrea Römmele, profesora de Ciencias Políticas de la Escuela de Gobernanza Hertie, de Belín, argumenta sobre la Canciller Merkel: “Lo cierto es que el estilo único de ella, le ha permitido abordar temas delicados para cualquier político, sin dañar necesariamente su figura pública. Es muy hábil a la hora de adaptar sus políticas a las de sus socios de coalición (en tres de los cuatro mandatos el partido de Angela Merkel no obtuvo la mayoría en el Parlamento y tuvo que gobernar con una gran coalición), cambiando a menudo su perspectiva en relación con ciertos asuntos.”

            En referencia a la última línea de las palabras de Römmele, la Canciller alemana, en el 2011, después del tsunami que atacó al Japón y causara el desastre en la planta atómica de Fukushima, dio un paso al costado en relación con las 17 plantas de energía nuclear que ya existían en Alemania y decidió erradicarlas por completo, un programa que se completará en el 2022, cuando el país dejará ese peligro atrás definitivamente. De paso, dio luz verde para echar mano a otros tipos de energía, en especial la solar y la eólica; es así como el país ha batido records en el uso de energías renovables y en el 2020 representaron el 46 por ciento de la energía utilizada.

            En lo que atañe a la inmigración llegada desde Oriente Próximo por causa de las guerras contra el criminal y terrorista Estado Islámico (Daesh), Alemania fue una de las naciones europeas que recibió todo el peso del arribo de esas personas urgidas de techo, comida y seguridad, junto a Turquía e Italia. Más de un millón de inmigrantes invadieron a Europa, provenidos de Siria, Afganistán e Irak, de acuerdo a un reporte emitido por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). La respuesta de la Canciller en aquel instante fue, si se quiere, inesperada y abrupta, puesto que tomó decisiones rápidas y sin consulta previa a los conocedores de la materia migratoria y Alemania abrió sus puertas de par en par, mientras la mayoría de países de la Unión Europea subían los alambres de espino de sus fronteras, para impedir el paso a los migrantes (recordemos aquella camarógrafa de la TV húngara, que le hizo una zancadilla a un papá sirio, con su pequeño en brazos, y rodaba por el suelo). Así, Alemania fue el país del Viejo Continente que recibió el mayor número de personas, con 476 mil solicitudes de asilo en el 2015, el 36,6 por ciento de un total de 1,3 millones. Por aquel entonces, una frase suya en su alemán natal, sintetizaba lo que sentía y pensaba Angela Merkel al respecto: “wir schaffen Das”, que bien podría traducirse… “Nosotros podemos hacerlo”, en referencia a su política humanitaria de asilo. Lo cierto es que su actitud sin resquemores frente a los necesitados de Oriente Próximo, le valió ser nombrada por la prestigiosa revista Time, “la persona del año”; pero en el interior de su patria recibió las más crudas, agrias y soslayantes críticas jamás recibidas por ella desde que asumió su puesto a la cabeza del gobierno alemán. Los analistas consideran que esa postura suya impulsó y catapultó a los partidos de extrema derecha, fuertemente abrazados a la ideología nazi que han proliferado en los últimos 15 años en Alemania; por ejemplo, Alternativ für Deutschland (Alternativa por Alemania), obtuvo el 12,6 por ciento de los votos en las elecciones del 2017 y tuvo más representantes en el Bundestag (Parlamento alemán), al pasar de 94 a 709 escaños. Del mismo modo, la señora Merkel tuvo que enfrentar una fuerte oposición dentro de su propio partido, que entró en crisis con su movimiento hermano, la Unión Social Cristiana (CSU). “La alianza CDU/CSU casi se rompió”, indica Ursula Münch.

            Y la verdad es que, al paso, cuando muchos alemanes aplaudían la nobleza de corazón de la Canciller al abrir las puertas de su país a los necesitados, otro sector muy numeroso se preocupó por las consecuencias de dicha decisión. Es cuando la profesora y politóloga Andrea Römmele vuelve a decir en torno a la figura de Merkel: “(…) Corrió riesgos en el 2015, algo bastante inusual en su carrera política. Enmarcó la crisis de los refugiados como una crisis humanitaria, que realmente fue, y tuvo que lidiar con todos los malentendidos en ese sentido. La narrativa de que había abierto las fronteras… (la verdad es que) ella no abrió las fronteras, ya que se trataba de una crisis humanitaria.” En agosto del 2020 se le preguntó a la Canciller si lamentaba las decisiones que tomó con respecto a los refugiados y contestó con un  tajante y seguro: “lo volvería a hacer.”

            Empero, al finalizar el presente 2021, Angela Merkel dirá su definitivo auf wiedersehen! (¡Adiós!) y pasará a formar parte de las principales enciclopedias en el capítulo de grandes personajes de la humanidad, un sitial que se ha ganado con creces, en especial por mantener a Alemania en el sendero de la paz (la no intervención militar a gran escala en las zonas de guerra en el orbe) y el progreso económico y social, sin molestar a muchos ni hacer grandes sacrificios que golpearan a los sectores débiles de la población, aspectos que aplicó también en la Unión Europea. Es posible que esos hayan sido los secretos de su éxito.

            Y en la “galería” de grandes hombres y mujeres de la política alemana, estará su retrato junto a Konrad Adenauer, el fundador de la nueva Alemania de post-guerra; Willy Brandt, el hombre que tuvo que contener las oleadas de amenazas de los soviéticos y la construcción del Muro de Berlín; Helmut Schmidt, el Canciller de la Ostpolitik o entendimiento con la Unión Soviética y la distención con el bloque comunista; y Helmut Kohl, el hombre de la Reunificación Alemana. Su dilatado mandato, extrañamente en lugar de debilitarla y desprestigiarla, más bien ha fortalecido su figura mundial y solo excelentes comentarios se escuchan de ella, cuando lo usual, en los casos anteriores con otros personajes de la política, han sido las críticas amargas y decepcionadas de quienes votaron por ellos. Con Angela Merkel esa actitud reiterada en otras ocasiones y con otras personas, no se observa, un indicador de que es querida, admirada, respetada, aceptada y ovacionada, aun cuando su astro se opaca en el cenit.  


Cisma en las Relaciones Estados Unidos/Rusia

 

WASHINGTON, USA-¡Increíble! El nuevo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha utilizado un adjetivo calificativo que se salió de todo contexto, para llamar y describir al mandatario ruso, Vladimir Putin, y, por supuesto, ha sorprendido a la humanidad entera, que no se esperaba tal exabrupto de parte del comedido y civilizado Biden. Es decir, era esperable de una persona como Donald Trump, quien, sin embargo, nunca utilizó una palabra tan dura para atacar a sus enemigos; pero jamás se esperaba del nuevo dirigente del gobierno estadounidense.

            ¿Qué le dijo a Putin? “Es usted un asesino y pagará las consecuencias por haber intentado interferir en las elecciones presidenciales de noviembre, para beneficiar a Donald Trump.” Así de directo, sin dobleces ni titubeos y mucho menos sin que le temblara la voz, fue Biden contra uno de sus mayores oponentes en la política internacional, junto al chino Xi Jinping, otro asesino, sin duda, y que ejerce una dictadura todavía más férrea en China, que la de Putin en Rusia.

            De inmediato se “encendieron las alarmas” entre los dos gobiernos, el de Washington y el de Moscú, y los rusos mandaron a llamar a consultas a su embajador en la Capital norteamericana. ¿Pero por qué un hombre tan centrado y humano en el caso de Joe Biden, explotó de esa manera tan violenta y nada cuidadosa contra el máximo dirigente de otra potencia? La situación surgió después de que Biden leyó un informe elaborado por la inteligencia estadounidense que acusa directamente a Vladimir Putin por haber autorizado una campaña de injerencias digitales en las elecciones recién pasadas, con la finalidad de perjudicar a Biden y propiciar la reelección de Trump, a la postre un hombre que no molestó para nada a los rusos en su re-juego geopolítico, durante los cuatro años que habitó la casa Blanca.

 

No es más que “un asesino”

 

            Ciertamente Vladimir Putin, desde su irrupción en el Kremlin, ha tratado de recobrar el poder que anteriormente tuvo su país cuando era la Unión Soviética y que quedó en escombros durante los últimos gobiernos comunistas de Yury Andropov, Andrei Chernenko y Mijail Gorvachev, y este último fue el que dio “el tiro de gracia” al sistema marxista-leninista y procedió a liberar a las naciones que estaban en poder de los soviéticos en Europa del Este (Alemania Oriental, Bulgaria, Rumania, Polonia, Checoslovaquia y Hungría). Muchos ex soviéticos, contando al mismo Putin, no pudieron asimilar el hecho de que el país “némesis” de Occidente, ya no existiera y hubiera desaparecido en medio de una sórdida crisis económica y de nula funcionalidad ideológica. A Vladimir Putin, en su papel de espía de la policía secreta, la KGB, aquel fracaso del sistema le golpeó doblemente y se juró hacer algo por restablecer la imagen, el respeto mundial y la categoría de potencia recién perdida en aquel entonces.

            De inmediato, tras su llegada al poder, procedió a remozar al ejército y a lanzar ofensivas diplomáticas en todo el mundo, con el fin de recuperar las áreas de influencia ahí donde una vez estuvieron y que después desaparecieron con el golpe asestado a la Unión Soviética. Así mismo, fortaleció alianzas con regímenes evidentemente contrarios a los intereses y la naturaleza de los Estados Unidos, y se acercó a Irán, Siria, Cuba, Nicaragua, Venezuela, China comunista, Vietnam, Corea del Norte y naciones como Ecuador, Brasil, Argentina y Bolivia, cuyos mandatarios y dictadores eran afines al pensamiento marxista. Aunque, posterior a estos giros geopolíticos, ciertamente Rusia no ha alcanzado los estándares o niveles de superpotencia, pero ha recobrado un sitial en el mundo que había perdido con la desaparición de la Unión Soviética. Y, a partir de ese momento, Putin decidió que los estadounidenses y los europeos no le olvidarían tan fácilmente ni sería indiferente a estos mismos dirigentes y pueblos. Fue cuando se convirtió en una auténtica “piedra en el zapato” para esos gobernantes; más todavía cuando se ha demostrado que se metió de lleno –y sin permiso, desde luego-, en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos y le permitió, en gran medida, a Donald Trump vencer a la su oponente primera, Hillary Clinton; no obstante, Putin intentó hacer lo mismo, según ha descubierto la CIA, con Joe Biden en los últimos comicios, pero fracasó debido a la decisión apabullante de los votantes norteamericanos a favor del candidato ganador. Putin ha utilizado a los servicios secretos rusos, a los que conoce a la perfección gracias a su experiencia cuando fue agente secreto de la KGB, estacionado en la Alemania comunista, y sus ataques han sido informáticos, tal y como son las guerras en la actualidad, desde computadoras y a larga distancia.

            Decíamos que una vez que la Central de Inteligencia le hizo llegar lo datos sobre la injerencia rusa en la vida electoral estadounidense, Biden explotó, un hecho que aprovecharon los periodistas para desentrañar el tema del disidente Alexei Navalny, preso en las mazmorras de Vladimir Putin, en Moscú. Le cuestionaron a Biden si él creía que Putin era un asesino por lo que hacía con sus opositores y contestó indefectible y directamente que “sí (lo creía).” De inmediato, los corresponsales de prensa acreditados en Washington difundieron la lacónica respuesta del presidente de los Estados Unidos y “la onda expansiva” alcanzó a la Capital rusa, causando un total desasosiego, confusión y profundo malestar en los altos mandos de este país euro-asiático. Es por eso que el presidente de la Cámara Baja del Parlamento ruso (Duma), Viacheslav Volodin, afecto e incondicional a Putin, reaccionó al decir que las palabras del Presidente estadounidense son “un insulto a todos los ciudadanos de Rusia y esos conceptos de Biden son histeria ante la impotencia. Putin es nuestro presidente y un ataque contra él, es un ataque contra nuestro país.”

            Por supuesto que el comentario de este sujeto no obedece a la verdad, pues se trata de un pueblo totalmente dividido y muchos ciudadanos rusos estarían encantados de que Vladimir Putin se alejara definitivamente del poder y lo pudimos observar hace poco durante las manifestaciones que se dieron en toda la nación, a raíz de la detención del disidente Navalny, en las que se exigió la dimisión de Putin, a quien consideran que no representa a la democracia que debería existir en Rusia. Además, es del todo cierto que aquella persona que emita un simple comentario contra el dictador ruso, se expone a ser encarcelado, torturado, asesinado o desaparecido. Una verdad tan prístina como solo en Rusia suele presentarse.

 

Anatoli Antónov llamado a consultas

 

            La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, la famosísima María Zajárova, también extraordinariamente fiel a Vladimir Putin, hizo circular entre las agencias de prensa acreditadas en este país, que el embajador ruso en Washington, Anatoli Antónov, fue llamado a Moscú, al Kremlin, para realizar consultas “encaminadas a analizar cómo actuar y hacia dónde movernos en el actual contexto de las relaciones con los Estados Unidos”, reza el mensaje enviado a los periodistas. Añadió que “en Rusia estamos interesados en prevenir una degradación irreversible de nuestras relaciones, si los estadounidenses son conscientes de los riesgos asociados que conlleva. Todo esto es lo que se discutirá con el embajador ruso en Washington, durante las consultas en este Ministerio y en otros estamentos relevantes.” Puntualizó Zajárova, “la Zarina” que controla toda la información, a nivel Estatal, y que se desprenda del gobierno que ella representa.

            Lo que sí ha quedado claro con las manifestaciones de Joe Biden, es que en la Casa Blanca, Trump y su pseudo-política, se han marchado definitivamente y la amistad, la connivencia y la tolerancia con los desmanes del Kremlin, se fueron con él. Es por ello que Putin y sus asesores deberán tomar en cuenta esta cruda realidad y así mismo el hecho de que fueron desenmascarados en su reiterada interferencia en las elecciones que se han dado en los Estados Unidos en los últimos años. Una revisión profunda y detallada de las relaciones bilaterales, es lo que está llamado a hacer el dictador ruso para saber por dónde caminar y hacia dónde dirigirse con respecto al tablero mundial y de frente a los norteamericanos. La utopía de Donald Trump -uno de los mandatarios más apolíticos de cuantos han asumido las riendas del gobierno estadounidense, quizás el más ignorante en temas políticos de cuantos han existido-, de que los rusos pueden ser amigos confiables de los americanos, no era más que eso… un espejismo, una falacia, una mentira del tamaño de las murallas del Kremlin y que las cosas no han cambiado mucho desde que la Unión Soviética dejó de existir como forma de gobierno en el enorme país euro-asiático.

            Retornando al informe emitido por la CIA, el gobierno ruso autorizó una campaña digital para influir sobre el entorno de Trump y los republicanos, porque a Putin le resultaban más favorables los republicanos que los demócratas, más aún después de los largos ocho años de Barack Obama al frente de la Casa Blanca.

            “Los esfuerzos de Rusia fueron muy sofisticados y se centraron en influir sobre personas cercanas al ex presidente Trump,” indica el documento. Mientras que la prensa estadounidense asevera, de manera profusa, que las reuniones de agentes rusos con personeros cercanos a Trump, eran “el pan de cada día”, en especial con el abogado personal del ex mandatario y ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani. En síntesis, Moscú quería beneficiar a la postulación de Trump, del mismo modo como lo hizo en el 2016, y perjudicar a Joe Biden de igual manera como se perjudicó a Hillary Clinton. Es cuando el informe, de 10 páginas de extensión, afirma que “creemos que el presidente Putin autorizó, y un abanico de agencias rusas acometió, una serie de operaciones de injerencia, destinadas a denigrar la candidatura del presidente Biden y al Partido Demócrata, apoyando al expresidente Trump, mermando la confianza pública en el proceso electoral y exacerbando las divisiones sociopolíticas en los Estados Unidos.”

            Luego de la situación ocurrida en el 2016 cuando los rusos intervinieron en las elecciones presidenciales estadounidenses, la inteligencia norteamericana ha reforzado sus investigaciones en las plataformas digitales y ha elaborado una enorme cantidad de informes de seguimiento; de tal manera que las alertas están encendidas, ya se sabe de dónde y quiénes estuvieron detrás de los hechos ilícitos, han sido señalados sin margen de equivocación y de ahora en adelante… la seguridad de las elecciones estará garantizada para evitar feas sorpresas como la sufrida, debido a la amistad espuria entre Trump y Putin.

            ¿Pero qué dijo el líder ruso del epíteto que usó Biden en su contra… “asesino”? Esta fue su evasiva respuesta: “Mantente saludable. Te deseo buena salud. Siempre vemos nuestros propios rasgos en las otras personas, como si nos miráramos en un espejo.” Un mensaje “encriptado” entre la retórica manifestada y que, en verdad, quiere decir: “estás muy viejo Joe, ojalá no te venza la edad y te mueras pronto; y que tengas una salud fuerte en el momento cuando las crisis golpeen a tu puerta y Despacho, porque la presidencia de una potencia no es para ancianos como tú.”

Aseguró también que “Rusia seguirá trabajando en sus relaciones con Washington, pero protegiendo nuestros intereses. (Porque) nosotros, aunque ellos piensan que somos iguales, no lo somos. Somos diferentes, tenemos un código genético, cultural y moral diferente. Pero sabemos defender nuestros propios intereses y vamos a trabajar con ellos, pero en aquellas áreas que nos interesan y en condiciones que consideremos beneficiosas y tendrán que tenerlo en cuenta.”  Seguidamente, invitó a Biden a mantener con él una conversación “franca y abierta y lo antes posible; (yo) no lo dejaría en segundo plano (…).” Así fueron sus manifestaciones durante una comparecencia suya en el Canal de televisión Rusia-24, tras participar en un concierto multitudinario en el Estadio Luzhniki, de Moscú, para conmemorar la anexión de Crimea.

            Por lo pronto, las relaciones bilaterales USA/Rusia están desquebrajadas y se espera que el paso del tiempo vaya colocando las piezas dislocadas en su verdadera y óptima posición y que no las alejen unas de otras e intensifiquen este mal período. Eso lo veremos con el paso de los meses venideros…


¿Era Necesaria la Visita del Papa a Irak?

 

BAGDAD- No faltará alguien quien nos diga que la presencia de una figura de gran espiritualidad siempre será necesaria ahí donde llegue. De acuerdo; pero es extraño que este Papa, en específico y de repente, haya decidido un viaje que “huele” más a propaganda que a misión redentora o evangelista. Sino veamos las características de este peligrosísimo, sino suicida, periplo a esa nación secuestrada por la guerra desde antes de la caída de su dictador, Saddam Hussein.

            Nos estamos refiriendo a un país de apabullante mayoría musulmana, donde un católico es algo así como “un ave cruzando solitaria el desierto más impresionante del mundo”, y, según datos recientes y fidedignos, apenas sobreviven aquí entre 300 y 400 mil cristianos y no todos profesan el catolicismo. ¿Valía la pena dicha visita a suelo iraquí? Volvemos a cuestionar con base en los números. Y es más el altísimo peligro de sufrir un atentado, que los logros desde el punto de vista dogmático y espiritual que vaya a obtener.

            Ahora, en otro aspecto de la situación, no debemos obviar que la imagen de Francisco, el Pontífice argentino, ha venido en descenso en los últimos dos años, a raíz, en parte, por su “tibieza” y silencio ante los casos de pederastia en muchos de sus sacerdotes, incluyendo a Cardenales que eran asesores muy cercanos al mismísimo Papa. Cuando fue nombrado Jefe de la Iglesia Católica mundial, este argentino dio muestras de que iba a luchar contra toda esa inmundicia incrustada en los cuadros bajos y en la nomenclatura eclesiástica; pero, al caso de los años, su esfuerzo ha sido mínimo. Lo mismo que su trabajo a favor del catolicismo alrededor de la Tierra, de los pobres, los enfermos o los trabajadores explotados por sus patronos; en síntesis, su voz ha permanecido callada en momentos cuando era necesaria. Incluso, en otro reportaje aparecido en este mismo periódico, al inicio y durante la pandemia china, no se le ha escuchado ni leído gran cosa. Ha permanecido indiferente, sumido en su mundo personal y esa actitud, en la figura de un Pontífice, cala profundamente en las almas y pensamientos de los analistas, periodistas y feligreses. Se ha notado su inamovilidad, su inacción y su desinterés en estos últimos dos años.

 

La mejor diplomacia del mundo

 

            Recordemos que la diplomacia Vaticana es la más eficiente del planeta entero y, muy probablemente, uno de los sacerdotes especializados en negociaciones, le aconsejó que hiciera “una proeza” que fascinara y despertara a la gran comunidad católica, hasta hoy adormecida ante la figura de Francisco I. Es muy posible que, a partir de ese planteamiento que no busca otra cosa que revitalizar la figura del Papa, se haya planeado el viaje a la estéril –en términos cristianos y de paz-, Irak, un país que es un montón de ruinas, que sigue luchando contra el sectarismo y el Daesh o el criminal Estado Islámico, que una vez se hizo con la mitad de su territorio.

            Es así como “el golpe de efecto” que el Papa ha dado con este periplo a suelo iraquí, ya está plenamente consumado; y, para mejores señas, va acompañado en el avión de la compañía Alitalia, por 75 periodistas de todas las agencias noticiosas que existen. Así, cualquier movimiento suyo, mirada o bostezo, será consignado en “un cable” informativo que será reproducido inmediatamente por los medios de prensa en todo el orbe. Este viaje ha sido planeado y organizado meticulosamente, según acostumbra hacer la cancillería del Vaticano, para encumbrar a sus más altos dignatarios. Nada ha quedado al azar.

            Para hacer más dramática la visita a Irak, el Boing italiano sobrevoló zonas donde todavía subsisten células terroristas que pertenecen a la peor organización yihadista, y, con toda seguridad, el mismo Pontífice se acercó a una de las ventanillas para señalarlas con su dedo índice a los reporteros. Francisco I necesita, urgentemente, “elevar sus acciones” vaticanas, que la comunidad católica (y no católica), repartida por todo el planeta, vuelva a creer en él y, básicamente, recordarle, porque él se ha prestado para que le olviden en los últimos tiempos.

            A bordo del enorme avión blanco, con ribetes rojos y verdes de la bandera de Italia, el Papa manifestó: “Estoy feliz de reanudar los viajes, después de 15 meses sin viajar. Y este viaje emblemático es un deber hacia una tierra que ha sido mártir durante tantos años. Soy un peregrino de la paz y para mí era un deber venir a Irak y tender la mano al Islam.” Por supuesto que su presencia en esta nación ha puesto “los pelos de punta” a las autoridades de seguridad iraquíes y muchos no hubiesen querido que ese vuelo se produjera con tan incomodante visitante, puesto que han tenido que abrir doblemente los ojos para detectar a los posibles asesinos que quieren acabar con la vida del Pontífice. A todas luces, se trata de una visita tensional, altamente riesgosa, suicida, como aquella que una vez realizó la ex Primera Ministra de Pakistán, Benazir Butho, a Islabamad, donde la asesinaron apenas apareció su figura en el aeropuerto de aquella Capital. Porque hay líderes oscurecidos y olvidados, quienes desean ponerse nuevamente en relieve por medio de un acto suicida. Algo así como “muerto, pero otra vez famoso.”

 

Entrevistas, reuniones y otros giros personales

 

            Para comenzar, Francisco se reunió con la máxima autoridad del mundo chií, el Ayatola Ali Sistami, en Nayaf, al sur de Bagdad, y trataron asuntos en los que posiblemente coinciden ambas doctrinas: la cristiana y la musulmana, más la seguridad de los católicos en esa nación. Y cuando decimos “seguridad”, no solo nos referimos a la segregación que esa minoría sufre en un país de mayorías islámicas y donde los misiles caen a diario en las zonas más insospechadas, especialmente donde están acantonados soldados de la OTAN y hay misiones occidentales de diversa índole, sino también a la presencia de la pandemia china, pues en Irak hay, actualmente, 5 mil contagios diarios, y las muertes por causa del Covid-19 se han disparado de manera inquietante. Sin embargo, en su caso, el Papa ha llegado a esta nación, vacunado previamente y se ha dedicado a saludar sin apretar manos y mucho menos permitir que le besen el anillo, según es costumbre en quienes están en su derredor.

            En su primer día de permanencia en Irak, le hicieron un regalo “típico” de este país y decimos “típico” porque no hay aquí algo más representativo que grafique más su realidad, que lo que se le ha obsequiado: una réplica de la lista de precios, establecida por el Daesh (el criminal Estado Islámico), con los precios de compra y venta de las jovencitas (cristianas y yazidíes), que eran secuestradas por los terroristas y usadas como esclavas sexuales. Un regalo tétrico e inhumano, que refleja hasta qué índice puede llegar la maldad del hombre, con sus ansias de poder, dominio y por ver correr la sangre de sus enemigos. También recibió una copia del libro escrito por la Premio Nobel de Literatura, de la misma etnia yazidí, Nadia Murad, intitulado “Yo seré la última.” Recordemos que esta joven sufrió las vejaciones y ultrajes que le confirió el Daesh, cuando cayó prisionera de estos criminales.

            Francisco I fue recibido en el aeropuerto de esta ciudad por el Primer Ministro iraquí, Mustafá al-Kazemi, mientras dos niños vestidos con atuendos tradicionales, le ofrecieron flores. Junto al Sumo Pontífice de nacionalidad argentina, viajaron también el Secretario de Estado de El Vaticano, el cardenal Pietro Parolin; el Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, el cardenal (también argentino), Leonardo Sandri; y el cardenal español, Miguel Angel Ayuso, a la cabeza del Pontificio Consejo para el Diálogo Religioso, entre otras figuras prominentes de la Santa Sede.

            También se reunió con el presidente del país, el kurdo Barham Saleh; y se desplazó al sur, a la ciudad de Ur, de los Caldeos; así mismo fue a Mosul y Qaraqosh, donde habita la comunidad cristiana que fue reducida a más de la mitad, debido a los asesinatos perpetrados por el Daesh. Igual hizo al visitar Erbil, la Capital del Kurdistán, donde iban a refugiarse los perseguidos por los terroristas islámicos que se habían apoderado de la mitad de Irak y Siria y fueron vencidos por el ejército sirio, apoyado por la aviación rusa enviada por Vladimir Putin.

            Sin lugar a dudas, este riesgoso viaje elevará la imagen personal de Francisco el argentino, algo que le hacía falta desde hace años, pues “venía a la baja” de manera ostensible y preocupante. De hecho, un diplomático iraquí resaltó su presencia al manifestar que se trata de “un viaje histórico por su fuerte carga simbólica y alabo la valentía del Pontífice por desafiar los peligros, aventurándose durante tres días tras las huellas de Abraham (el patriarca bíblico, adorado por musulmanes, lo mismo por judíos y cristianos).

            Es muy posible que la diplomacia vaticana le aconseje viajar posteriormente a Yemén (en estado de guerra), la frontera entre India y Pakistán (también en tensión bélica) y la mismísima ciudad de Wuhan, en China, donde se originó la pandemia del coronavirus. Esas tres visitas harían explotar “el termómetro” que marca el destello o la oscuridad del Papa. Veremos qué otras acciones se les ocurren a los asesores del Pontífice. Por lo pronto, están teniendo éxito en el derruido Irak.


Muchos no Quieren a Bukele…

Nosotros sí…

 

SAN SALVADOR, El Salvador- Uno de los peores “virus” de nuestra época es el llamado comúnmente “politiquerismo,” que se sitúa al lado de la corrupción rampante de América Latina y del coronavirus venido desde China. “El politiquero” es un individuo corriente, entresacado del grueso del pueblo, pero que tiene ciertos atributos como el dominio de los demás (la manipulación populachera), no le teme confrontarse con nadie –sin importarle tamaño, color ni poder económico-, y, sobre todo, le gusta figurar, hablar en público, darse a conocer, aunque tenga que decir más barrabasadas que nadie, y creerse el gran político, de la talla de Adenauer o De Gaulle. Pero sigue siendo un demagogo pequeño, de los más minúsculos que hay, lleno de vicios personales, intrínsecos, imposibles de ser eliminados en su existencia, traducidos en alcoholismo, juergas, el uso de las mujeres para fines sexuales, jugarretas de diversa especie con el dinero ajeno (estafas, préstamos nunca pagados, etc.), porque, precisamente, su escasa o nula cultura no le permiten salir de esas prácticas; pero consigue introducirse en los partidos políticos, el periodismo, los sindicatos (donde se siente como “en casa”), y en todo lugar y ambiente que le permita descollar y que la gente le conozca, pero que “no le reconozca”, que es otro aspecto de las cosas.

            La anterior descripción psíquica y laboral del “politiquero” la hemos hecho para explicar en parte lo que está haciendo en su país Nayib Bukele, presidente salvadoreño, quien, ante los “politiqueros” y periodistas que gustan de la demagogia barata, no significan para nada esos logros. Pero el simple y ostensible hecho de bajar primero, y erradicar después, el número de delincuentes callejeros de las principales urbes de El Salvador, es un logro para admirar y aplaudirle al mandatario.

            Y es que “las maras” no son delincuentes simples y corrientes que te quitan la billetera, te dice unos cinco insultos, y sale corriendo hasta perderse al doblar la esquina. No, todo lo contrario, porque no solo roban, sino que amenazan, crean estados tensionales en las comunidades o barrios, secuestran a las niñas, las violan, piden altísimos rescates por ellas; trafican cocaína, “crack”, heroína y exigen “derechos para el libre tránsito” a dueños de empresas de autobuses y a los ciudadanos comunes, aparte del asesinato en el que siempre han estado inmersos, la lucha entre pandillas y las torturas físicas y mentales a las que someten a sus prisioneros.

Y son tan poderosas que se han expandido por todo El Salvador, Honduras y Guatemala, causando que los ciudadanos decentes y trabajadores abandonen sus pueblos y ciudades y se marchen, a pie, por todo México, hasta encontrar la valla fronteriza con los Estados Unidos, porque el terror lo ha invadido en sus respectivas naciones. Quien obvie lo anterior para criticar por el simple hecho de criticar a Bukele, no merece siquiera una línea de nuestra parte. Recordemos que El Salvador, según los organismos internacionales, en cuenta la ONU, está considerado el país más peligroso del mundo, sin estar en una guerra declarada y a gran escala.

 

Reducción a cifras inimaginables

 

            Si alguien nos hubiera hablado de esta realidad salvadoreña hace escasos 5 años atrás, le hubiéramos contestado: “deje de drogarse o beber licor, pues está diciendo insensateces”; pero “el milagro” ha sido conseguido, pues los asesinatos de las MS-13, Barrio 18 Sureños y Barrio 18 Revolucionarios, que son los nombres que se dan los pandilleros a ellos mismos, han reducido de manera impresionante y muy positiva ese caudal de muertes de personas normales y buenas en El Salvador. De hecho, en las recientes elecciones por congresistas, las votaciones se efectuaron, por vez primera, sin extorsiones, secuestros, amenazas, ni sangre derramada en las calles. Pero, aun así, con esa agradable panorámica de seguridad, los “politiquerillos” y periodistas de pacotilla, insisten en afirmar que Bukele, con los resultados alcanzados, que le han deparado mayoría absoluta en el Congreso, será el próximo dictador del país, dejando de lado que el hombre está solucionando el principal problema que aqueja a su patria, cual es la presencia y el terror creado por “los mareros.” Solo por ese hecho, merece nuestro respeto, aclamación o nuestro silencio.

            El periódico español, El País, lo describe de esta manera: “Por primera vez en mucho tiempo, los candidatos que este domingo estarán en la boleta electoral de El Salvador, no proponen fórmulas milagrosas para terminar con la violencia de las pandillas. Si bien es cierto que son elecciones legislativas y no presidenciales, esta vez los partidos no exigen la pena de muerte, el toque de queda, la mano dura o la ‘supermano dura’, como llegó a proponer un candidato años atrás. Simplemente, el tema de la violencia ha desaparecido del debate.” Y agrega el cronista de planta del rotativo: “Después de décadas de sangrienta violencia de las pandillas, las tasas de homicidios se han desplomado en El Salvador durante el gobierno de Nayib Bukele, quien llegó al poder en junio de 2019. En estos 20 meses de gestión, El Salvador pasó de ser el país más violento del mundo, sin una guerra declarada, a tener las tasas más bajas de la región.” Obviamente, cualquier comentario de nuestra parte en este punto… huelga. Sale sobrando.

            En palabras explicativas del mismo Bukele, la reducción de los hechos delictivos se ha debido a su plan de seguridad, al desplegar a 5 mil soldados, lo cual ha causado que bajen los 20 asesinatos diarios que hace poco se daban, a 4 únicamente. El cambio es muy evidente y esperanzador, para llegar a cero homicidios y la erradicación absoluta de esos gamberros. Y las estadísticas continúan de modo optimista, porque El Salvador tenía una tasa de 103 muertos por cada 100 mil habitantes y hoy ronda los 19. Y es que las pandillas que hemos mencionado, suman en total a más de 60 mil miembros, un verdadero ejército sin reglas de combate, al que le da lo mismo asesinar a un anciano, como a una mujer o niño que se les cruce en el camino. Es cuando un señor abordado en una de las calles de esta Capital, dice: “si la situación continúa así, podremos tomar el autobús sin temor, mirar nuestro celular en la vía pública o tomar un taxi en la noche, sin miedo a ser secuestrado, asesinado o extorsionado.” Es indudable que el aire que se siente en la ciudadanía es de un moderado optimismo, que bien podría convertirse en alegría en los próximos meses, cuando los índices de muertes desciendan hasta la nulidad.

            Es cuando el mandatario Nayib Bukele retoma la palabra para volver a explicar que el “agradable fenómeno” de la reducción de los crímenes, se debe, entre otras medidas, a que la policía y el ejército han doblado su presencia en los 22 municipios con mayores tasas de violencia y “porque hemos endurecido las medidas de confinamiento en las cárceles, en un intento por cortar las comunicaciones entre los líderes recluidos y la calle.” Recordemos que, en los anteriores gobiernos, aunque se hacía “algo” por encarcelar a “los mareros”, se les permitía gozar de privilegios en las penitenciarías, tales como introducir celulares con los cuales se comunicaban con sus secuaces y redoblaban así las fechorías en las calles; “estaban presos, pero libres a su manera”, según dijo alguien en una oportunidad para describir la situación.

            “La mano blanda” de los anteriores presidentes de la República y hasta los acuerdos secretos y espurios con “las maras”, era lo que fortalecía a los delincuentes; incluso se llegó a pensar que los criminales eran quienes gobernaban realmente el país y ordenaban al mandatario de turno lo que debía o no hacer. Hoy, por el contrario, Bukele se muestra inflexible y con “cero tolerancia” ante los asesinos componentes de las pandillas. Es cuando otro cronista de un diario salvadoreño recuerda: “En abril del 2020, cuando varios asesinatos dejaron más de 80 muertos en un lapso de cinco días, Bukele autorizó a la policía a disparar a matar para someter a las pandillas. (Y) desde su cuenta de Twitter distribuyó imágenes del interior de las cárceles de alta seguridad de El Salvador, que mostraban a reclusos de distintas pandillas forzados a compartir celdas sin ver el sol (…).” De paso, rearmó “hasta los dientes” a la policía y al ejército, les ordenó salir a las calles y a no tener compasión con quienes tampoco tienen compasión cuando matan a personas normales y buenas.

            Para concluir en este tema, el rector de la Universidad Centroamericana (UCA), José María Tojeira, lo argumenta con mayor claridad: “El descenso de la violencia es innegable. Es algo que se puede ver en la calle y esto da un respiro a la población que vive sometida a la violencia diaria y de no poder ir a la tienda de la esquina, a la escuela o simplemente desplazarse en la ciudad.”

            Por supuesto que a muchos enemigos de Bukele, los números que hemos transcrito, les molestan y quisieran verlo fracasado, porque “el bien común, en este caso, no le alegra a quien desea que los ríos de sangre continúen en perjuicio único del mandatario.” Es la actitud del demagogo barato, del “politiquero” que describimos al principio, quien antepone sus intereses también de bajo precio, a los de la población enajenada y atemorizada por el terror sembrado por los delincuentes. Es la baja política en función de la misma política pueril.

 

Bukele y su partido… arrasan

 

            En las recién finalizadas elecciones nacionales por el Congreso, alcaldías y 20 diputados para el Parlamento Centroamericano (PARLACEN), fueron convocados más de 5,3 millones de salvadoreños (recordemos la enorme densidad poblacional que siempre ha tenido este pequeño país del istmo), quienes tuvieron la oportunidad de votar en las 8,451 mesas electorales que fueron dispuestas en todo la geografía salvadoreña.

            El ambiente previo lucía enrarecido, debido a que se difundió que la oposición a Bukele, que controlaba al Tribunal Electoral, iba a cometer fraude con el fin de sacar al presidente actual del poder. Mientras tanto, se dieron cita en esta nación, 3,200 observadores nacionales e internacionales, quienes serían garantes de que el acontecimiento transcurriera con normalidad y civismo. Tal y como sucedió realmente.

            Los resultados han sido apabullantes a favor de Nayib Bikele y su partido Nuevas Ideas, los cuales arrasaron, literalmente, al cabo del conteo oficial de los votos, una prueba fehaciente y concreta de que el pueblo está conforme con su gestión desde el Palacio de Gobierno. “Ha sido una victoria nunca antes vista en el país desde la llegada de la democracia, en 1992”, comentó un periodista salvadoreño después de conocer las cifras definitivas. Así, el mandatario alcanzó el 65 por ciento de los sufragios y, en el futuro inmediato, no necesitará a los partidos pequeños para aprobar mociones, ya que los 56 escaños parlamentarios le otorgan la mayoría absoluta en la Cámara de los diputados. Ante esta realidad electoral, se desprende la otra situación de los partidos políticos tradicionales, el comunista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), la antigua guerrilla que desangró a El Salvador al causar la guerra civil que se extendió de 1980 hasta 1992; y la derechista Alianza Nacional Republicana (ARENA), que prácticamente “han sido borrados del mapa”, en opinión de un observador de los comicios.

            Y la victoria adquiere dimensiones “épicas” debido a que Nayib Bukele se trata de un hombre joven, de apenas 39 años, más todavía si lo confrontamos a los otros ex presidentes, algunos de ellos en fuga de la justicia y refugiados en naciones vecinas, quienes ostentaron el poder en sus respectivas administraciones y no hicieron algo distinto a los actos corruptos y la evidente inutilidad para resolver los problemas más apremiantes de El Salvador. Recordemos que, salvo el ex mandatario Salvador Sánchez Cerén, los tres anteriores a él, fueron encarcelados o huyeron debido al saqueo continuado de las cuentas públicas. Los analistas políticos explican que Bukele “es el resultado de la putrefacción política y el desencanto colectivo”, de ahí su arraigo en la realidad salvadoreña y en las mentes de sus pobladores. Y añaden: “Sobre estos escombros, Nayib Bukele ha construido un modelo político que carece de manual previo. Un movimiento desprovisto de ideología y de un líder que no sea Bukele. Un fenómeno que le habla a los jóvenes e ignora los conceptos de izquierda y derecha, porque prefiere hablar de ‘eficacia’. Un tsunami azul-celeste que desprecia el pasado al calificar los Acuerdos de Paz tras la guerra (1992), de ‘farsa’ y al que le sobra gran parte de la paquidérmica burocracia Estatal porque al mandatario le basta un teléfono móvil para ordenar, aplaudir o cesar ministros públicamente en las redes sociales. Se trata de una telecracia moderna que mide emociones de la ciudadanía en tiempo real, para responder a lo que demanda y que propone sin pudor, servicios públicos del primer mundo.” Cita el analista de nacionalidad española.

            En todo caso, la personalidad de Nayib Bukele, su estilo de hacer y decir las cosas, es lo que ha gustado y ha seducido positivamente a los votantes; además, ese decir que va de la mano con la concreción de las obras, es lo que impresiona, lo cual indica que las palabras no se quedan en simples argumentos, sino que los hechos sirven de complemento. Por ejemplo, el haber levantado un hospital en San Salvador con más Unidades de Cuidados Intensivos de las que ya existían en todo el país (sumando a los centros médicos privados también), es lo que el ciudadano observa, analiza, aprecia y valora en un presidente.

            Hay quienes afirman que ha devuelto “la ilusión” y “la esperanza” al pueblo, términos y sentimientos que habían desaparecido de las entrañas de todos los centroamericanos desde hace décadas, debido al saqueo del Estado, la sórdida y evidente corrupción diaria de sus políticos, confabulados con una prensa displicente y el re-juego arcaico entre las izquierdas y las derechas en obediencia ciega a los dictados desde Caracas y La Habana, mientras olvidaban la situación de El Salvador que exigía trabajo para sus pobladores, seguridad en la calles, erradicación de “las maras” y una lucha denodada por beneficiar a las personas, antes que enfrascarse en un pasado estéril y beligerante.

            Nayib Bukele, hasta el momento, es una agradable realidad. La mayoría le quiere, le tiene afecto manifiesto; y quienes no le aceptan… son voces lejanas apenas audibles en la enorme distancia.


Democracia Española: Pablo Iglesias,

el Excremento Fétido en

la Suela del Zapato

 

MADRID, España-Simplemente aborrecible, detestable, insufrible y nada agradable para la vista de cualquier persona decente… Así es el comunista español Pablo Iglesias Turrión. Desde su presentación personal, contrapuesta absolutamente con la elegancia, a pesar de ser el segundo vicepresidente del gobierno español, hasta sus actitudes políticas, es de lo peor que le ha sucedido a España en los últimos 50 años. Estamos seguros que nadie en toda Europa, se esperaba a un fantoche tan indigerible, desde Hitler, Mussolini, Stalin y otros incendiarios que se dieron en las primeras décadas del Siglo XX. Pablo Iglesias es para recluirlo en una cárcel por todas las fechorías que ha hecho o, más leve aún, enviarlo al fondo del olvido. En síntesis, es una vergüenza para España.

            Nadie se olvida de sus “asesorías” –en las que ganó miles de euros-, a los regímenes de Irán y Venezuela, incluso, en esta última nación vivió largos meses y siempre al servicio de la dictadura de Hugo Chávez. A su regreso a España, disfrutó de sus ganancias económicas a lo grande, igual a todo un capitalista que ha hecho el negocio de su vida, lejos de su tierra natal. Y cada vez que alguien le acusa de lucrar con el sufrimiento del pueblo venezolano, “el coleta” –según se le conoce en España por su sucio y horrendo pelo-, amenaza con llevar a los tribunales a quienes le señalan directamente por sus fraudulentos y espurios negocios con el régimen narco-comunista de aquella nación suramericana.

 

Gobierno “bicéfalo

 

            Pablo Iglesias logró en poco tiempo lo que deseaba: subir al gobierno español, así, de cualquier manera y lo logró, gracias al advenedizo de Pedro Sánchez, quien, a pesar de que es un individuo sin carácter, le pone en relieve una ambición que le sobrepasa e Iglesias se aprovechó de ese rasgo de su personalidad, para manipularlo y sacarle la vicepresidencia a su favor. Sin embargo, en España, nadie que tenga tres dedos de frente (un poco de inteligencia), duda de que Pablo Iglesias co-gobierna al lado de Sánchez. Por eso, los pedidos de extradición al separatista catalán, Puigdemont, se acallaron, y los golpistas por ese mismo motivo del separatismo, están prestos a salir en libertad próximamente. Recordemos que Pablo Iglesias, como buen comunista que es (aunque con los bolsillos llenos de euros), desea el mal para España, sin importarle que sea su patria, lo mismo que las camarillas que gobiernan en Cuba y Venezuela, a las que no les importan las carencias y vicisitudes del grosor de ambos pueblos. De tal manera, entre más daño se le infrinja a España, desde cualquier ángulo de su realidad nacional, Iglesias lo apoyará y hasta lo impulsará. Y así lo está haciendo en estos momentos precisos, con las protestas callejeras en Madrid y Barcelona, ocasionadas por la detención del rapero Pablo Hasél, en las que ha habido policías heridos, incendios, negocios saqueados y toda la tropelía que se da siempre en estos casos; pero Iglesias y el argentino tullido, Pablo Echenique, (un feo personaje en silla de ruedas, quien llegó desde ultramar a instigar a la violencia en España y los mismos españoles se han dejado azuzar por ese siniestro individuo), han estado inflamando los ánimos para crear el enorme caos que estamos observando en estos días.

            Si hacemos un paréntesis obligado, el rapero Pablo Hasél, de 32 años, es un catalán que ha estado atacando a las autoridades policiales españolas y a la monarquía, desde su cuenta en Twitter, con el apoyo moral del cantante Joan Manuel Serrat, el cineasta Pedro Almodóvar y el actor Javier Bardem. Tanto las letras de sus canciones, como las manifestaciones suyas en la red social, caldearon la paciencia de las autoridades judiciales y le han apresado, ante el descontento popular, insuflado por el argentino comunista Echenique desde su silla de ruedas y por el mismísimo Pablo Iglesias, desde la Moncloa, sede del gobierno español.

            La reacción pueril y advenediza del presidente Pedro Sánchez, fue la de argumentar que buscará reformar el código penal, “para que los excesos de los artistas en el uso de la libertad de expresión, no conlleven penas de cárcel.”

            Concretamente, Hasél fue condenado a 9 meses de prisión, 6 años de inhabilitación para ejercer ningún cargo público y al pago de casi 30 mil euros de multa por delitos de “enaltecimiento del terrorismo e injurias contra la Corona y las Instituciones del Estado español.” La fiscalía destacó en su acusación contra el rapero, un total de 64 tuits en los que el seudo-cantante se refirió al Rey Emérito, Juan Carlos I de Borbón y a la familia de éste, con calificativos de “parásitos”, “mafiosos”, “ladrones”, “mafiosa y medieval monarquía” y “banda criminal.” De ahí la condena que estamos describiendo en este preciso instante.

 

Amordazar a la libertad de prensa

 

            En el día más aciago para España y su democracia, si Pablo Iglesias Turrión llegase a ser gobernante absoluto, lo segundo que haría, después de encarcelar y perseguir a sus enemigos (quienes se cuentan por millones, dentro y fuera de este país), será vetar a la libertad de expresión mediante la prensa. Y eso es lo que está intentando, ahora mismo, desde su puesto de segundo vicepresidente, desde su maloliente oficina en La Moncloa: que los periódicos, telediarios y noticieros radiofónicos, acallen sus voces y no le ataquen a él, principalmente, y tampoco a su grupúsculo entre quienes se encuentran delincuentes de la talla de Monedero y el mismo argentino Echenique.

            Es por eso que el periódico La Razón ha titulado su editorial: “Iglesias no nos amordazará” y cita seguidamente en el subtítulo: “El problema surge cuando Pablo Iglesias, un miembro del Gobierno, (es) quien promueve la censura.” Y es que el impresentable Iglesias lo dijo claro desde el Congreso de los diputados, cuando argumentó que los medios periodísticos de España están al servicio de los intereses de los millonarios, los banqueros y de los “fondos buitre.” En acto seguido, lamentó de que en su país no haya “ningún tipo de elemento de control democrático” (recordemos que los comunistas utilizan el término “democracia” de la misma manera como el demonio habla de Dios), sobre los medios de comunicación, como los hay con los Poderes del Estado (judicial, ejecutivo y legislativo). Y lanzó la pregunta retadora y retórica: “¿Cuáles son los dispositivos de control de un poder tan inmenso?” Y añadió que el papel de los medios es muy cuestionado, porque “es un poder empresarial concentrado en pocas manos, fundamentalmente Bancos, grandes empresas y fondos buitre.” Y agregó a su demagógico discurso: “Ustedes dirán que es plena normalidad democrática, pero que los poderes mediáticos no puedan ser contrapoderes, sino más bien brazos mediáticos de poderes económicos, yo creo que merece una cierta reflexión.”

            En respuesta inmediata, el diputado de Ciudadanos, Guillermo Díaz, dijo a Iglesias que “el único control sobre los medios lo hacen las personas, quienes compran, escuchan o leen lo que estimen oportuno desde su libre elección para elegir.” Y le manifestó al vicepresidente comunista que “su afán es el de controlar a los medios” y le lanzó la pregunta: “¿Usted cree que lo tenemos que controlar desde aquí (el Congreso) o desde el Gobierno?” Al final le espetó: “Esa es la diferencia entre un partido liberal y un profundamente iliberal (el de Iglesias, que es absolutamente represivo, pues es marxista).”

Esta polémica se originó, debido a la defensa de Pablo Iglesias a la página web afín a su pensamiento, llamada La Última Hora, en la que se difaman diariamente a jueces, políticos opositores a su partido comunista Podemos, y a periodistas. El movimiento democrático Ciudadanos, por medio de sus diputados, aseveró que el portal es “el brazo armado” de los marxistas y “una herramienta de intoxicación”. Está dirigida por Dina Bousselham, miembro del equipo más cercano del segundo vicepresidente del país, Pablo Iglesias. De ahí que las críticas malsanas e infundadas contra el resto de la prensa española, se hayan suscitado de parte del “coleta” y que hemos informado en este periódico.

Así las cosas, Pablo Iglesias y su grupúsculo de comunistas maltrechos, malformados e impresentables, son la hez, el excremento fétido en la suela del zapato que posee la democracia española, un individuo que debería estar exiliado, preso o inhabilitado para ejercer la política, no solo en España, sino en el resto del mundo también. Denle poder y verán lo que hace con él y todo aquello que se mueva a su alrededor. Sino repasen lo que hizo Fidel Castro en Cuba y Josef Stalin en la desaparecida Unión Soviética, con los ríos de sangre humana que provocaron. Pablo Iglesias no sería distinto.


 Biden Habla con Dictador Chino y saca sus

Propias Conclusiones

 

WASHINGTON D.C- Muy pronto, el nuevo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se enfrentó con el peor enemigo de su país, el dictador de la China comunista, Xi Jinping, lo conoció y sacó información sobre él, de primera mano, esto es… sin que la prensa le sirviera de intermediaria para saber de las intenciones y naturaleza del tirano del lejano oriente.

            La conversación se dio vía telefónica –no fuera que Biden resultara contagiado con el Covid-19, si se hubiera entrevistado con el chino de manera presencial-, y el norteamericano aprovechó la oportunidad para mostrarle su preocupación por la situación político/social/policial que se está presentando en Hong Kong y también por la suerte de la minoría musulmana de los uigures. Le reclamó al chino, así mismo, sobre “las prácticas económicas injustas y coercitivas de Pekín” y de las violaciones de los derechos humanos en Xinjiang. Otros temas que tocaron en la plática se refirieron al cambio climático y a la expansión mortal del coronavirus, por el mundo, una pandemia que se originó en la propia China, por más que el régimen de esa nación quiera negarlo.

            Sin que le temblara el pulso ni la voz, Biden emplazó a Jinping acerca de los campos donde mantienen recluidos a más de un millón de miembros de la minoría uigures, de confesión islámica; y en la respuesta del dictador oriental, negó que se traten de campos de concentración, sino, por el contrario, son “centros de formación profesional, destinados a brindar un empleo a la población y mantener a raya al extremismo religioso.” Por supuesto que el chino le dio un viraje al concepto de internamiento de esas personas que el régimen que él encabeza, considera enemigas del sistema comunista, y lo llamó de otra manera con un eufemismo que a nadie engaña, porque en China hay campos de reclusión para todos aquellos que no están de acuerdo con la dictadura.

 

¿Continuidad del enfrentamiento de Trump con China?

 

            Si en algún punto específico Joe Biden está de acuerdo con Donald Trump, su antecesor en la Casa Blanca, es en la realidad de la China comunista. Los analistas internacionales consideran que se darán muy pocos cambios de un presidente al otro, en relación con este tema. Es así como la prensa estadounidense analiza lo que podría suceder entre los chinos y la nueva administración demócrata: “Y aunque Biden ha mostrado claramente su voluntad de distanciarse de la política exterior de Donald Trump, el de China es uno de los pocos asuntos en los que podría promover cierta continuidad con respecto a su predecesor.” Escribió un articulista en el Washington Post de esta semana. Es decir, los chinos comunistas despiertan tanta desconfianza en Biden, como lo hicieron también con Trump y más atrás con Barack Obama.

            Incluso, el mismo Biden manifestó ante un canal de televisión de su país que “la rivalidad entre China y los Estados Unidos se transformará en una extrema competencia; pero quiero evitar cualquier conflicto entre las dos naciones,” aseveró.

            En cuanto a la personalidad de Xi Jinping, el presidente estadounidense dijo esto: “No tiene, y no lo digo como una crítica, sino que es una realidad, un solo hueso democrático en su cuerpo.” Por supuesto que se ha remitido no solo a la conversación que sostuvo con el dictador chino, sino a una retrospectiva de la política que aquel ha practicado en China, donde las represiones, persecuciones, encarcelamiento masivo y la violación diaria, constante y flagrante de los derechos humanos, se les ha salido de las manos a los chinos comunistas, muy a pesar suyo, porque lo que intentan es ocultar la realidad interna de esa nación del lejano oriente.

            Fue un primer intercambio de impresiones entre los dos mandatarios: Biden, en representación de la democracia más poderosa del mundo; y Jinping, de la dictadura más anacrónica e inhumana que hoy existe, junto a los regímenes tiránicos de Corea del Norte, Cuba, Nicaragua y Venezuela. Y no se equivocó el presidente de los Estados Unidos en sus conclusiones sobre su interlocutor. Algo que ya todos conocíamos sobradamente.


 Alemania, Polonia y Suecia en Crisis Diplomática con Rusia

 

BERLÍN, Alemania- El famoso proverbio popular español que dice: “que hablen de uno aunque sea mal”, es lo que, convincentemente, le gusta a Vladimir Putin: que se hable de él y de su país –que está muy lejos de ser una potencia mundial en ningún plano, ni militar y mucho menos económico-, y lo está consiguiendo, pues ha puesto a Rusia en las primeras planas de los periódicos y en las pantallas de los telediarios, casi de igual manera como hacían los viejos dinosaurios del Kremlin, con la fracasada y extinta Unión Soviética. “Que hablen de Rusia, aunque sea mal,” es el irónico grito de guerra (diplomática), que deja escuchar el dictador ruso desde su Despacho en Moscú.

            La problemática a nivel de Ministerios de Relaciones Exteriores de los tres países que pertenecen a la Unión Europea (UE), con Rusia, se gestó porque el Kremlin expulsó a representantes de las tres naciones occidentales, durante la visita del titular de la diplomacia del Viejo Continente, el español Josep Borrell, quien viajó a esta enorme nación euro-asiática para discutir sobre la detención de Alexei Navalny, opositor de Putin. Casi de inmediato, la respuesta de alemanes, suecos y polacos fue de igual talante; es decir, expulsar a dignatarios rusos de sus respectivas delegaciones en Varsovia, Estocolmo y Berlín. Las palabras que ventilaron desde el Ministerio del Exterior ruso señalaron que las acciones y decisiones tomadas por los tres países, fueron “injustificadas y hostiles”, marcando así el inicio de una crisis diplomática que no se veía desde el final de “la guerra fría”, contra la Unión Soviética.

 

Génesis de una crisis en ciernes

 

            Todo dio inicio cuando el gobierno de Vladimir Putin acusó a los tres diplomáticos (sueco, alemán y polaco), de intervenir en las protestas en apoyo al opositor Navalny, mientras Josep Borrell sostenía conversaciones con su homólogo ruso, Serguei Lavrov. Lógicamente, según ocurre siempre en Rusia, cada vez que se expulsa a un dignatario extranjero, no se aportan pruebas del porqué de la acción, sino que los rusos actúan comúnmente movidos por especulaciones o tendientes a crear crisis, en busca de otros resultados que obedecen al cálculo político. En este caso, el Kremlin trató de acallar las palabras de Borrell, haciendo parecer injerencistas a los tres diplomáticos expulsados. Una acción “de farol” (pantomima), de parte de los rusos, para encontrar un pretexto para acusar a occidente de provocar, impulsar y apoyar la crisis de Navalny.

            De hecho, Heiko Maas, ministro del Exterior de Alemania, había adelantado que “el desaire de los rusos no quedaría sin respuesta” y esa misma tarde de sus manifestaciones, y de manera simultánea, Polonia, Alemania y Suecia decidieron y procedieron a las expulsiones de los funcionarios de las embajadas de Rusia en los tres países de la Unión Europea. Según se estiliza en esos avatares de la diplomacia, fueron declarados “personas non gratas” y tuvieron que abandonar a las respectivas legaciones con destino a Moscú.

            En el caso alemán, el gobierno hizo circular un lacónico comunicado de prensa en el que afirmó que fundamentaba su determinación de expulsar al funcionario extranjero, en el artículo # 9 de la Convención de Viena, sobre Relaciones Diplomáticas, de 1961, en el que menciona que “un Estado tiene derecho de comunicar a otro los motivos de su decisión” e insistió en argumentar que el dignatario que representaba a Alemania en Moscú, estaba observando los acontecimientos en contra de Navalny, apegado a normas legales y nunca como señaló el gobierno ruso para proceder a esa expulsión primera, que generó la respuesta de Berlín.

 

Mano dura versus mano blanda

 

            En el contexto de las relaciones con Rusia, la Unión Europea ha estado dividida en los últimos años; por ejemplo, Hungría apoya irrestrictamente a las políticas del Kremlin; pero Polonia y las naciones Bálticas (Estonia, Letonia y Lituania), son partidarios de unas relaciones matizadas y caracterizadas por la dureza en el trato bilateral. En este punto, no debemos perder de vista que existe un profundo y muy arraigado resentimiento histórico de parte de estos cuatro países, debido a que fueron invadidos por la Unión Soviética, el imperio comunista que les quitó la libertad en todos los órdenes, desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial, hasta el final de la Guerra Fría, a principios de la década de los 90. Las heridas nacionales y nacionalistas, están muy frescas todavía y se transpira un convincente y tangible odio contra lo que provenga de Rusia.

            En el caso de Alemania, su líder, la canciller Angela Merkel, construye una sana relación con los rusos, debido a su interés en un gasoducto que pasaría por la región báltica, que se llamaría Nord Stream 2, y que surtiría a los alemanes de gas provenido desde Rusia; sin embargo, la Casa Blanca, en Washington, siempre ha creído –y así se lo ha hecho saber a Berlín-, que dicho gasoducto convertiría a Alemania en un rehén de Rusia; es decir, los rusos podrían aplicar aquella coacción de “ponte de acuerdo con nosotros, de lo contrario te cerraremos la llave del gas.” Y eso es precisamente lo que teme el gobierno de los Estados Unidos, el principal aliado de Alemania en lo militar y comercial.

            Esta posición de la canciller alemana, explica por qué en las crisis de Ucrania y ahora con el disidente Alexei Navalny, Berlín no ha esgrimido una postura firme y sancionante contra los desmanes de Rusia; justamente porque el gasoducto es de suma importancia para los intereses alemanes, según se desprende de los mismos discursos de la señora Merkel.

             Retornando al tema de las expulsiones de los diplomáticos rusos, en lo que atañe a Suecia, su ministra de Relaciones Exteriores, Ann Linde, explicó el método usado por su gobierno para deshacerse de los funcionarios extranjeros: “Hemos informado al embajador ruso de que una persona de la embajada debe abandonar Suecia. Esta es una clara respuesta a la decisión inaceptable de expulsar a un diplomático sueco que solo cumplía con su deber.” Esto significa que la expulsión decretada por los suecos fue en respuesta o reciprocidad por la actitud rusa, en contra del dignatario sueco que estaba agregado en la embajada en Moscú. Por su parte, el gobierno polaco publicó el siguiente comunicado de prensa en torno a este asunto: “(…) a pesar de las presiones de las autoridades rusas, los diplomáticos polacos seguirán desarrollando sus funciones oficiales en la Federación Rusa, a las que tienen derecho según la Convención de Viena.”

            Con base en lo observado en esta crisis diplomática, el Kremlin considera que la Unión Europea se ha entrometido “más que suficiente” en el caso Navalny y tilda dichos movimientos, supuestamente provenidos de las tres embajadas mencionadas, de “provocación” y una “clara intromisión en los asuntos internos de Rusia.”

             Finalmente, se ha desprendido otra situación de esta crisis y tiene su asidero en la posición del español Josep Borrell, al frente de la diplomacia de la UE, quien, tras su fracaso en su viaje a Moscú para tratar el tema de Alexei Navalny y obtener su liberación, -algo que no sucedió según se ha observado-, los 50 eurodiputados enviaron una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, exigiendo la renuncia inmediata de Borrell a su cargo. Por su parte, éste publicó en su sitio web que ve “con profunda preocupación las perspectivas de evolución de la sociedad rusa y las elecciones geoestratégicas de Rusia. Parece que Rusia se desconecta progresivamente de Europa y ve los valores democráticos como una amenaza existencial.” Aseveró. Seguidamente insinuó que la Unión Europea debería planear y ejecutar más sanciones contra el gobierno de Moscú, mientras el grosor de los eurodiputados están de acuerdo en que esas sanciones se produzcan en el menor plazo posible y en solidaridad con las movimientos realizados por Alemania, las naciones bálticas y Polonia.

             Por el momento, las relaciones con Rusia han caído en un punto muerto y solo queda esperar, de parte del Kremlin, algún giro en reacción contra Europa y una actitud positiva, por ahora, es casi imposible que se dé, porque la tensión está en su punto más álgido.


Ecuatorianos Postergan Elección del Presidente

hasta Abril Próximo

 

QUITO, Ecuador- La negra y lánguida sombra del exdictador de este país, Rafael Correa –hoy con captura judicial y en fuga internacional-, sigue proyectándose sobre los millones de votantes ecuatorianos (8,982,198 facultados para ejercer el derecho del sufragio, dentro de una población total de 17,480,180), y es por eso que ha empujado a una segunda ronda en la que participarán su hombre, su “punta de lanza” en el interior de esta nación, Andrés Araúz Galarza, quien alcanzó la delantera según el número de votos a su favor, quien tendrá que disputar el balotaje con el líder indígena, Yakú Pérez Guartambel, quien sacó una leve ventaja sobre el tercer candidato, de acuerdo al escrutinio de los sufragios, el banquero Guillermo Lasso Mendoza. Es decir, en primer lugar, pero si alcanzar el “número mágico” para convertirse en presidente de la República, “el correísta” Araúz (con 32,20 por ciento de los votos), por la coalición de los partidos Centro Democrático y Fuerza Compromiso Social; en segundo puesto, Pérez (19,87 por ciento), representante del Movimiento Unidad Plurinacional Pachakutik; y por muy poco margen y en tercer lugar, Lasso (con el 19,59 por ciento), de la Alianza conformada por el Movimiento CREO (Creando Oportunidades) y el Partido Social Cristiano, de un total de 16 candidatos, una cantidad sorprendente en esta nación suramericana.

            El fenómeno que se ha presentado, según observamos, es muy parecido (o idéntico), al de Bolivia, donde el candidato impulsado y protegido por el ex dictador Evo Morales, en ese momento en el exilio en Argentina, fue llevado, por medio del clamor y la decisión popular, a la primera magistratura. Es así como en Ecuador, Andrés Araúz, es el gran amigo del tránsfuga Rafael Correa, quien sigue evadiendo la orden de apremio dictada por los tribunales de justicia del Ecuador y se mantiene a salvo, aún, en Europa, específicamente en Bélgica. Desde ahí, desde su escondrijo, ha movido los hilos en su país natal, tal y como hemos visto en el caso de su candidato a la presidencia, quien, probablemente, será el vencedor en la segunda ronda que se celebrará el próximo 11 de abril del año en curso.

            Por supuesto que el triunfo de Araúz sería la salvación jurídica de Correa, porque, igual que lo sucedido a Evo Morales, quien no podía ingresar a Bolivia y era requerido por los jueces, este político ecuatoriano sería sobreseído como por arte de magia; es decir, un caso de corrupción rampante y descarada a vistas del mundo entero.

  

El perfil del primer lugar

 

            Hay muchas preguntas alrededor de los resultados que hemos visto en el Ecuador; pero la principal de ellas cuestiona: ¿Por qué el votante se decantó nuevamente por la alternativa que puso ante sí un individuo corrupto y requerido por la justicia, en el caso de Rafael Correa; por qué ha insistido en retornar a ese partido al seno del gobierno? De aquí hasta abril, esa pregunta medular será debatida en todos los medios de comunicación del país, sin duda alguna, pues es inevitable no formularla; aunque, a primera instancia se dice que el ciudadano votó nuevamente por la opción “correísta”, precisamente por la mala gestión presidencial que ha realizado el actual mandatario, Lenín Moreno, a la postre… archienemigo de Correa. Dicho margen de votos que ha puesto a ese candidato en la delantera, podría interpretarse como “un castigo” a la poca destreza de Moreno desde el Palacio gubernamental. Aunque no se sabe con certeza, todavía, las razones de ese voto masivo que le ha favorecido, no sin cierta sorpresa.

            En cuanto a la personalidad del candidato vencedor, aunque no todavía presidente, Andrés David Araúz Galarza, hemos de decir de él que nació en la Capital, Quito, el 6 de febrero de 1985; es economista y fue ministro coordinador de Conocimiento y Talento Humano, durante la administración de Correa. Nótese, entonces, el fuerte ligamen político que hay entre los dos; incluso, en su sitio web personal y político, se puede ver un video en el que aparece junto a Rafael Correa y éste hace un llamado al pueblo para que apoyen a su amigo en las votaciones recién finalizadas. Esto quiere decir que, a pesar de los desmanes de corrupción practicados por Correa y que le han ocasionado ser un perseguido de la justicia de su país, esa relación amistosa se ventila abiertamente y sin esconder absolutamente nada, de cara al elector nacional. Es por eso que se asegura que, en un eventual triunfo de Araúz, el mismo Correa volvería a gobernar a pesar de estar en el exilio y siempre entre bastidores, en las sombras e influyendo decididamente en el nuevo mandatario.

 

Sobornos y huida al exterior

 

            Concretamente, Rafael Correa Delgado, ex presidente del Ecuador (gran amigo y socio político del dictador venezolano fallecido, Hugo Chávez), se vio envuelto en un sórdido caso de sobornos, junto a otros 24 acusados por la jueza Daniela Camacho, por los delitos de cohecho, tráfico de influencias, delincuencia organizada y lavado de activos. Correa y los colaboradores suyos inmersos en la trama, fueron declarados culpables en primera instancia, ratificada dicha sentencia en las instancias de apelación y casación, que determinaron la inhabilitación de todas esas personas, en las elecciones recién acontecidas en el país, según lo dictan los artículos 113 y 233, de la Constitución del Ecuador.

            ¿Pero en qué consistió este agravio conocido judicialmente con el nombre de Caso Sobornos 2012-2016? Al principio se le llamó “Caso Arroz Verde”, “Trama Arroz Verde” y “Receta Arroz Verde 502” y salió a la luz pública tras conocer una publicación que apareció en los portales en internet llamados Mil Hojas y La Fuente, en los que se reveló un correo electrónico recibido por la exasesora de Rafael Correa, Pamela Martínez, con un documento adjunto titulado “Receta de Arroz Verde 502”, con información sobre aportes económicos “de alto voltaje” (millonarios), de parte de varias empresas multinacionales, en cuenta la corrupta y corruptora brasileña Odebrecht, que ha corrompido a gran cantidad de políticos en toda América Latina, con sus pagos ilegales, para obtener concesiones de los gobiernos de turno. En el caso del Ecuador, ese dinero sucio fue conferido al movimiento Alianza País (el partido de Rafael Correa), entre noviembre del 2013 y febrero del 2014.

            Debemos enfatizar que el correo electrónico mencionado, que recibió Pamela Martínez, fue redactado y enviado por Geraldo Luiz Pereira de Souza, un brasileño encargado de la administración y finanzas de la constructora Odebrecht, en territorio ecuatoriano. En ese eMail se detallan los aportes monetarios conferidos al movimiento Alianza País (que implicaban a otras empresas conocidas con los nombres de SK Engineering & Construction, Sinohydro Corporation, Grupo Azul, Telconet y China International Water & Electric Corp-CWE).

            La suma de dinero otorgada al partido político de Rafael Correa fue de US$11,6 millones, aunque la proyección total pudo haber sido de US$14,1 millones. La intención de “los donantes” del dinero era apoyar financieramente a la campaña proselitista en la que estaba postulado el binomio Correa-Glas (el exvicepresidente Jorge Glas). Por supuesto que “no hay donación gratuita” y en el caso de Correa y sus asesores, el dinero fue repartido en el entendido de que, una vez ganadas las elecciones nacionales, la nueva administración gubernamental apoyaría a las empresas donantes en todos los proyectos de infraestructura que se iban a construir en Ecuador, con prioridad ante cualquier otra empresa que llegase a competir por las licitaciones. De inmediato, Rafael Correa estuvo de acuerdo y con esa finalidad se llenó los bolsillos previamente.

            Ante la claridad de los delitos, Correa cifró sus esperanzas en el nuevo mandatario de la nación, Lenín Moreno, quien llevó en su papeleta electoral al mismo Jorge Glass, pero, por la seriedad de las acusaciones, ambos decidieron tomar distancia de aquel y le dejaron solo, enfrentado ante la fiscalía y el juez a cargo del caso. Fue cuando Correa decidió abandonar Ecuador y radicar en Bruselas, Bélgica, donde reside desde que se dio a conocer el sórdido caso en el que se ha visto procesado, en calidad de “autor mediato por instigación,” según consta en el sumario judicial.

            Finalmente el 27 de abril del 2020, los jueces Iván León, Iván Saquicela y Marco Rodríguez, en representación de la Corte Nacional de Justicia, determinaron que “existió una estructura de corrupción y contratistas del Estado entregaron aportes ilegales para financiar actividades políticas de Alianza País,” y dictaron sentencia de 8 años de prisión contra Rafael Correa Delgado, expresidente de la República, reiterando que hubo una estructura delincuencial organizada e integrada por funcionarios públicos; y el procurador, Íñigo Salvador, señaló en la acusación que el exmandatario fue quien institucionalizó esa estructura de corrupción, debido a que era dirigida y diseñada desde el Palacio de Gobierno. Consecuentemente, se le quitaron sus derechos políticos por espacio de ocho años y la inhabilitación definitiva de postularse a futuras elecciones presidenciales. En acto seguido, se dictó orden de captura en su contra, función que cayó en manos de la Policía Internacional (INTERPOL), pero que, hasta el día de hoy, no ha sido posible ejecutar, en parte porque las leyes belgas no han actuado en consonancia con los deseos de la justicia ecuatoriana. De ese modo, Rafael Correa continúa prófugo; pero, según hemos dicho anteriormente, cifra sus esperanzas de sobreseimiento en el eventual triunfo, en la segunda ronda de abril, del candidato que él impulsa desde Europa y que es su amigo leal, el candidato Andrés Araúz Galarza.

            Esa es la realidad política que presenta esta nación suramericana, cuyo pueblo ha postergado la decisión electoral hasta la fecha señalada.

 


 La Manzana de la Discordia: El Palacio de Vladimir Putin

 

MOSCÚ, Rusia- Uno de los grandes temas que incomodan al dictador ruso, es precisamente el de su supuesto palacio denunciado por su archienemigo político, Alexei Navalny, a quien apresó apenas puso sus pies en el aeropuerto del inmenso país. De acuerdo a las palabras de este abogado, Putin posee una lujosa propiedad a orillas del Mar Negro, muy cerca de la ciudad turística de Gelendzhik, rodeada de jardines exquisitamente cuidados, piscina decorada con frescos, fuentes y con estructura rectangular, color gris, estilo clásico, puerta principal con adornos dorados, paredes y pisos de mármol. Por supuesto que, con base en la imagen que Putin quiere proyectar al pueblo, ese palacete está reñido con lo que presuntamente es él y le pertenece; pero, a las palabras acusatorias de Navalny, se han unido las del activista y ecologista Dmitri Shevchenko, quien, según sus relatos, estuvo dentro de la enorme mansión en el año 2011.

            Explicó a la prensa rusa que estuvo de visita en el palacio, para investigar los daños ambientales que esta causaba en el sitio donde se haya enclavada. “Tiene una fuente extravagante, que es parte de una discoteca acuática (…),” explicó quien ahora acusa al dictador de suntuoso y gastar en lujos el dinero de los rusos. “Todo aquello destilaba la palabra dinero (…).” Añadió Shevchenko, en entrevista telefónica desde la región de Krasnodar.

            Por supuesto que fue detenido por la seguridad que trabaja para Putin y puesto tras las rejas, pero pudo salvar las fotografías que sacó del sitio y que no dejan dudas de que, tanto él como Navalny, están diciendo la verdad, palabras que están causando un verdadero revuelo en toda Rusia. Aquí, es bueno recordar que este activista fue fundador y lidera un equipo del Fondo Anticorrupción, que se ha dedicado en los últimos 15 años a la investigación del comportamiento y la figura de Vladimir Putin, quien tiene como objetico primario, fallecer ostentando el poder en esta inmensa nación euro-asiática y que podría ser la dictadura más prolongada, superando incluso a la de Josef Stalin, recordada por los crímenes que se cometieron en ese período contra el pueblo soviético y muchos de sus militares y políticos.

 

Millones de Euros

 

            La versión de Alexei Navalny señala que el palacio y la quinta donde se ubica, tienen un costo global de 1,200 millones de euros y aquí viene el quid del asunto que incomoda a los rusos y a los opositores del dictador Putin: supuestamente la compra de los acres y la construcción de la mansión, se pagaron con fondos públicos que estaban a nombre de oligarcas del entorno del Kremlin, calificados los testaferros en este caso. Vladimir Putin sigue negando absolutamente todo y responde con más persecución y cárcel a quienes se prestan para actuar de eco de tales argumentos.

            De repente, cuando Navalny sufre prisión y nulas posibilidades de defenderse legalmente, y su esposa y su hermano también han sido arrestados por la seguridad del Estado, frente a las miradas de los airados ciudadanos de toda Rusia, el empresario y multimillonario Arkadi Ritenberg ha salido a los medios de prensa para asegurar que el palacio le pertenece. “Es mío”, ha dicho categóricamente ante la incredulidad de quienes han leído y escuchado sus manifestaciones; aunque muy pocos le creen. Este amigo incondicional de Putin y tradicional compañero en las prácticas de judo, ha hecho parte de su fortuna con los hidrocarburos y se ha apoderado de numerosas y jugosas licitaciones públicas; de tal manera, muy pocos se sienten complacidos con la explicación que ha dado y, por el contrario, las consideran una falacia más para proteger a su amigo enquistado en el poder de Rusia.

            En relación con este palacio, Alexei Navalny ha venido denunciándolo desde “la noche de los tiempos;” incluso confeccionó un video que subió a la red Youtube hace pocos días y que consta de 113 minutos de duración y acumula más de 100 millones de visitas de sus seguidores dentro del país y fuera de él también, especialmente en Europa, de parte de las personas que han seguido su periplo en contra de la corrupción de Vladimir Putin y su séquito. Así mismo, Navalny escribió un profuso y detallado artículo de prensa que ha movido las entrañas del pueblo ruso en contra de su archienemigo, quien le quiso envenenar el año pasado para deshacerse definitivamente de él. Recordemos que el servicio secreto ruso, por órdenes de Putin, utilizó una neurotoxina de uso militar que casi mata a Navalny y tuvo que ser ingresado en un hospital de Berlín, Alemania, donde le salvaron la vida.

 

“La espina en la pata del león.

 

            El caso del palacete que supuestamente pertenece a Putin, se asemeja a una “espina en la pata de un gran felino”, en este caso la de un león, que no le deja caminar bien, no le permite moverse con su habitual habilidad y soltura y le amarga los días. “Es el símbolo de la desigualdad económica de Rusia, un país seriamente tocado por la crisis económica y que ha inflamado aún más el ánimo de las protestas en las calles.” Cita un artículo aparecido en un periódico ruso de gran tiraje y visitación por internet.

            Y es que las descripciones y acusaciones dichas por Navalny son convincentes, máxime que han sido respaldadas por planos de la construcción de la mansión, fotografías y otros detalles. En su poder tiene planos aéreos en los que se muestran los terrenos adyacentes, sus viñedos, jardines y una porción de la costa del Mar Negro. El opositor y disidente explicó a los periodistas que obtuvo esos planos hace una década atrás, cuando un constructor de la misma obra se los facilitó. Por aquel entonces, fueron la primera gran revelación del secreto de Putin y sirven para crear modelos interactivos y tridimensionales del interior del palacio. Incluso, Navalny bromea al decir que los empleados del dictador Putin, luchan por acabar con la humedad y el moho, que parecen ser permanentes en una región hostil con su naturaleza y que obedece también a la pésima calidad de la construcción. “Es muy lujosa –advierte con sorna Navalny-; pero a la vez… de escasa calidad.”

            Para colmo del sufrimiento y la incomodidad de Vladimir Putin, el Fondo Anticorrupción publicó, hace pocos días, detalles de esta enorme casa y de la cual describe que cuenta con una sala de cine personal en la planta baja, un spa, una bodega, área libre con la piscina/discoteca, zona de casino, sala de narguile con escenario, barra de pole dance y un teatro. En las afueras posee un templo –recordemos que Putin practica el culto cristiano ortodoxo-; una pista subterránea para hockey sobre hielo, un puente de 80 metros que lleva a una casa para el té y un túnel que conduce hasta la orilla del mar. El informe lo describe así textualmente: “El palacio y casi 50 kilómetros cuadrados, están controlados y protegidos por el Servicio Federal de Inteligencia ruso (FSB, sucesor de la temida KGB soviética), y con espacio aéreo restringido. Las embarcaciones tampoco pueden acercarse a menos de casi dos kilómetros de la zona costera cercana.” Putin sigue negando absolutamente todo y amenaza con más detenciones, además de las 5 mil personas que yacen en las celdas del gobierno y que fueron detenidas el fin de semana anterior, por su apoyo a Navalny.

            Cuando un periodista preguntó a Dmitri Shevchenko por qué se interesó en esa edificación, éste contestó que le llamó la atención el hecho de que era muy difícil construir en esa zona boscosa y olvidada por el mismo Dios y de repente escuchó el rumor de que alguien iba a construir ahí precisamente. “El problema fundamental que presentaba el sitio, radicaba en que no había nada de nada, había que comenzar de cero; aunque no era un terreno especialmente protegido, pero no era edificable, según las leyes de este país.” Explicó el activista y añade: “Queríamos saber cómo llegó un pedazo de bosque, terreno público, a manos privadas. Y ahí empezamos a tirar del hilo.” Putin sigue negando absolutamente todo desde su lujosa oficina en el Kremlin.

            Y Shevchenko se arrellana en su sillón ante los periodistas y parece que se siente complacido al detallar más sobre el tema: “(…) Un poco más tarde –amplía-, a finales del 2005, apareció colgada en la valla una señal de que se estaba construyendo un campamento infantil. Después… solo silencio. Hasta que en el 2010 empezaron a aflorar las revelaciones de un conocido empresario constructor, llamado Serguéi Kolésnikov, quien salió del país y filtró los planos, contratos y otros documentos sobre la obra y detalló que, tras la pantalla de otro empresario, se hallaba en realidad Vladimir Putin.” Aclara.

            No conforme con toda esa documentación informativa, Shevchenko, en compañía de su amigo Surén Gazarián, de la ONG Vigilancia Ecológica del Cáucaso Norte, localizaron a Kolésnikov, le entrevistaron y se empaparon aún más sobre la misteriosa construcción; y según era de esperar, éste les soltó toda la información que deseaban conocer. “Fue cuando decidimos ir a evaluar el daño ambiental,” dice el opositor a la dictadura de Putin. Y en febrero del 2011 se dirigieron al lugar donde se levantaba la magnífica obra, llegaron hasta “las mismas barbas del gigante”, hasta las paredes que apenas tomaban forma, pues no había vigilancia en aquel entonces, y pudieron conocer las opulentas piscinas y jardines. De pronto, apareció de la nada un grupo de agentes del Servicio de Protección Federal (FSO), la agencia que protege a Putin y altos funcionarios del gobierno, más guardias fronterizos y la seguridad privada y aquel enorme destacamento de hombres armados y con lentes oscuros, estilo James Bond, les arrebataron las cámaras a los intrusos y les trasladaron a una estación cercana de la policía; pero Shevchenko escondió la tarjeta de memoria y salvó las fotografías. “En aquella comisaría rural todo fue surrealista –recordó el activista-. No lograron presentar una denuncia por mis pertenencias que requisaron, pero tampoco fuimos apercibidos por estar junto al palacio. No querían papeles de por medio y tampoco interrogatorios. Simplemente hicieron como si todo aquello nunca hubiera sucedido. Aquello encendió aún más nuestro interés en el fabuloso y misterioso proyecto que se estaba construyendo, hasta que obtuvimos la verdad.” Concluye Dmitri.

            Mientras tanto, detrás de su enorme escritorio y frente a sus computadoras mediante las cuales conversa con sus subalternos en toda Rusia, Putin sigue negando todo. “El palacio no es mío,” repite, repite y repite sin cansancio. Afuera y en todo el país, las manifestaciones masivas piden su cabeza y la liberación de Navalny. ¿Lo irá a conceder? Pero las incidencias y la naturaleza fría de Putin, apuntan a que el opositor purgará una larga estadía detrás de los barrotes carcelarios.


El Mundo tiene Nuevo Presidente

 

WASHINGTON D.C. – Partiendo de la premisa de que el mandatario de los Estados Unidos es lo mismo que ser el presidente del planeta entero, aseguramos entonces que, con la asunción de Joe Biden a la silla presidencial, al poder de esta nación, ahora tenemos todos quien nos gobierne y nos enrumbe por los caminos de los cuales nunca debieron habernos desviado. Y también podemos afirmar que ¡Ahora sí tenemos presidente! Porque la fanfarria de los últimos cuatro años se marchó para La Florida, donde tendrá que esperar, carcomido por la impaciencia, los procesos judiciales que se le tienen prometidos.

            La ceremonia de investidura la vimos casi todos alrededor de la Tierra y fue algo inusual en el derrotero tradicional de esta nación, porque se celebró sin público, atestada de guardias y soldados por doquier, y con grupos racistas diseminados a varios metros de distancia, gritando consignas plenas de odio y de sinrazones contra las minorías raciales de los Estados Unidos; por supuesto que son los mismos que Donald Trump maneja a placer, iguales a marionetas irracionales e instintivas. 

            Las personalidades, por otro lado, no dejaron de aparecer, tales los casos del ex presidente Barack Obama y su esposa, el ex mandatario republicano George Bush, el innombrable Bill Clinton, quien, extrañamente no iba acompañado de su esposa Hillary (¿?); y otras figuras que han sido relevantes en las últimas dos décadas en la Unión Americana. La nueva vicepresidenta, Kamala Harris, brilló con luz propia, con ese carisma tan particular que suele arrancar admiración y suspiros contenidos entre quienes la vemos; y el nuevo presidente, Joe Biden, atrae y gusta con su aura de padre bondadoso y de hombre sabio que arrastra tras de sí un pasado lleno de duras pruebas, con la muerte de un hijo suyo por causa del cáncer y otras penalidades que asoman en su rostro curtido por los años y la dureza de una vida que suele ensañarse con algunos seres humanos, de la manera más cruel e inesperada. El halo que se desprende del alma de Biden es la de un hombre bueno, excelente persona, centrado e incapaz de cometer felonías y provocar desencuentros a nivel individual y mucho menos de carácter político o bélico. Por lo tanto, se espera mucho, muchísimo de él, principalmente para que recomponga la realidad circundante que su antecesor destruyó sin compasión ni miramiento alguno.

 

Desde su buró de trabajo

 

            Desde su escritorio, en la Oficina Oval en la Casa Blanca, Biden firmó varios decretos que dan a entender claramente que quiere equilibrar lo que ha estado desequilibrado desde hace cuatro años y destorcer lo que otro torció adrede y con alevosía. Poco tiempo después de haber levantado su brazo derecho y haber jurado sobre la Biblia –en la que él cree a pies juntillas, pues es un católico devoto-, firmó ordenanzas que el pueblo estadounidense tendrá que cumplir quiera o nó, como usar el tapa-bocas indistinta y obligatoriamente, ahí donde los ciudadanos se desplacen en sus rutinas diarias. También deberán practicar el distanciamiento social, aspectos tan simples y tan practicados en otros países de menor talante y que, sin embargo, fueron todo un problema para el terco Donald Trump, quien creyó siempre que el coronavirus chino era una fábula creada por gente imaginativa, para causar miedo y desajustar a la economía mundial, según dejó escuchar en más de una oportunidad. También Biden ordenó que los Estados Unidos regresen al Acuerdo de París, el pacto mundial contra el cambio climático, del que el mismo Trump sacó al país en el 2017. Otro decreto que firmó el nuevo mandatario, fue para apoyar a las comunidades marginadas y reducir la desigualdad en el acceso a la salud, en medio de la pandemia que se ha cobrado las vidas de más de 400 mil personas en toda la nación y que alcanza, en la actualidad, a 24,4 millones de contagiados.

            “Con el estado de la nación, no hay tiempo que perder y hay que ponerse a trabajar de inmediato,” aseguró un categórico nuevo presidente; y con respecto al Covid chino, indicó que existe la necesidad de atacar la agravante crisis que ha causado esta pandemia venida desde China continental; lo mismo deberá buscarle soluciones a la crisis económica por la que atraviesa el país. “Necesitaré del apoyo del Congreso para pasar legislación que me permita conseguir mis objetivos,” dijo a la prensa reunida en su derredor.

            En otro estado de cosas, el Senado juramentó a tres nuevos legisladores demócratas y con ello se aseguró el control del partido de Joe Biden en el órgano legislativo, con un empate 50-50 en los escaños, con los republicanos; empero, la vicepresidenta Kamala Harris tendrá a su favor el voto definitivo que podrá usar cuando sea estrictamente necesario. Así según la misma Constitución de los Estados Unidos de América.

 

El fondo de su discurso

 

            “Este es el día de la democracia”, expresó el nuevo mandatario estadounidense, una vez que fue juramentado ante la mirada satisfecha de la mayoría de las personas que deseábamos un cambio radical y sustancial en el país más poderoso de la Tierra. Y se fundamentó para indicar lo anterior en el episodio cuando se atacó al Capitolio por parte de la turba azuzada y enviada expresamente a causar destrozos, por el expresidente Trump. Fue cuando Biden recordó: “La democracia prevaleció (…). No lo lograron, nunca lo lograrán, ni hoy ni nunca. Nos unimos como nación guiada por Dios e indivisible para celebrar una transición pacífica de poderes, como hemos hecho durante más de doscientos años.”

            Aseguró seguidamente que hereda una gravedad nacional, traducida en cifras de muertes de ciudadanos y desempleo, “nunca antes vistas,” debido al impacto de la pandemia enviada por la China; y con una población dividida por culpa de quien les metió en las cabezas y espíritus que hubo un fraude electoral, la sinrazón de los argumentos de Trump a lo largo de su caótica administración. Por ese motivo Biden señaló en las líneas de su discurso: “Los últimos meses nos han enseñado una valiosa lección, (porque) están la verdad y las mentiras… mentiras dichas por poder y beneficio económico.” Por supuesto que se estaba refiriendo a su derrotado contrincante en las pasadas elecciones, Mr Donald Trump. Seguidamente pidió a los estadounidenses “respeto y tolerancia” y los instó a comportarse como vecinos y nunca en el papel de adversarios, “(porque) nos podemos tratar los unos a los otros con respeto y dignidad; (porque) este es un momento histórico de crisis y retos y la unidad es el único camino a seguir. Debemos encarar estos momentos como los Estados Unidos de América.”

            Siempre de manera textual, Joe Biden mencionó en su discurso que “harán falta mucho más que palabras para sacar adelante a un país que debe hacer frente a los momentos más duros de la pandemia y a la crisis económica; pero también al racismo sistémico y al cambio climático. Sé que hablar de unidad –aseveró-, puede parecer una tonta fantasía hoy en día; sé que las fuerzas que nos dividen son profundas y reales, pero también sé que no son nuevas, (porque) nuestra nación ha estado siempre en constante lucha entre el ideal estadounidense de que todos somos creados iguales y la dura realidad del racismo.” Y en ese lapso de su discurso indicó que su compañera de fórmula electoral y ahora su vicepresidenta, kamala Harris, es el vivo ejemplo de que en los Estados Unidos el racismo se puede derrotar. Fue cuando volvió su mirada hacia Kamala y dijo: “No me digan que el cambio no es posible,” en clara referencia a una mujer de tez oscura, de madre hindú, y padre jamaiquino, de raza negra.  

            “La historia estadounidense no depende de ninguno de nosotros, no de algunos de nosotros, sino de todos nosotros. Nosotros, como nosotros, el pueblo busca una unión más perfecta. Esta es una gran nación, somos buena gente.” Concluyó su alocución un nuevo mandatario de los Estados Unidos, quien no solo ha llenado de esperanza a sus conciudadanos, sino también a los pueblos que sufrieron, alrededor de la Tierra, el desprecio, el racismo, la arrogancia, la indiferencia y hasta la burla de Donald Trump, quien solo se dedicó a favorecer a Israel y a defenestrar a todo aquel que fuera diferente a sus intereses, ambiciones y que pensara distinto a su caótica filosofía de destrucción.

            Con Biden aparece un cielo nuevo, más azul y calmo, apto para reconstruir, unir y forjar senderos positivos que llevarán a un futuro mejor. Hoy ha sido un gran día para la humanidad, sin duda alguna.


Unos Tiran para Allá… y otros para Acá

 

La prueba de que en el gobierno de Costa Rica no saben nada, pero nada, de política, lo acaban de demostrar al enviar felicitaciones a la dictadura sangrienta que sufren los cubanos desde 1959, cuando Fulgencio Batista abandonó el poder y se lo cedió a la peor dictadura que haya experimentado nación alguna en América Latina… la de Fidel Castro y su hermano Raúl.

            Demostrando que en la Cancillería o Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, hay cada individuo que da pena, procedieron a enviar a La Habana una sonora felicitación por cumplir 62 años de represión contra una población que come lo que encuentre en la calle, así como suena… ¡Lo que encuentre! Desde pobres gatos perdidos, hasta insectos que puedan paliar un poco la voraz hambruna a la que están sometidos los cubanos, por culpa de sus dictadores que, por supuesto, comen caviar ruso y langostas sacadas del ubérrimo Mar Caribe que los rodea. Pero que el pueblo tiene que ver cómo “resuelve” a diario… es un hecho evidente, incluso para aquellos comunistas que viven en las democracias cómodamente y se niegan aceptar la realidad de la isla.

            Felicitar a los déspotas que ostentan el poder en Cuba por haber prolongado su régimen a lo largo de seis décadas, es igual que felicitar a algún capo de la droga por las matanzas, por medio del sicariato, que ha cometido a lo largo de su existencia. No hay gran diferencia entre unos delincuentes y el otro, porque en los dos casos juegan con las vidas ajenas y las destruyen a placer, demostrando que el sadismo puede existir solamente en función del mismo sadismo. Y eso es lo que ha pasado en Cuba desde que Fidel Castro y su camarilla de asesinos se hicieron con el poder.

            El gobierno de Carlos Alvarado, un híbrido imposible de descifrar, compuesto por fulanos que vienen de diferentes partidos -todos ellos resentidos-, no tiene pies ni cabeza y de políticos poseen solamente las ambiciones individuales que los identifican muy superficialmente. Por esa razón, no saben nada de política. Sino contesten a esta pregunta: ¿Cómo se les ocurre felicitar a un régimen asesino, el peor de todos, desde la plataforma de la democracia más vieja de América Latina, en el caso de Costa Rica, y que no hayan medido las consecuencias de tal despropósito, de tal desatino, de tal imprecisión y falta de sentido común? Porque eso es lo que realmente faltó… “el sentido común” en la cancillería al enviar dicho mensaje a los delincuentes que tienen secuestrado a ese pueblo desde hace 62 años. Y nuevamente el silencio del presidente Alvarado, aparece. Aquí lo que llama la atención es la ausencia de presencia y la ausencia de opinión de parte del mandatario, que lo único que hace es engordar su barriga fecha tras fecha. Hace mutis ante tal incoherencia de su canciller, a quien, dicho sea de paso, no sabemos ni su nombre, ni de dónde salió, adónde iba, ni el metal de su voz siquiera, si es que tiene voz. Es decir, el ministro de Relaciones Exteriores va por un lado, “tira hacia allá,” y el presidente de la República y su heterogéneo Gabinete, se dirige hacia el sentido opuesto y “tira para acá.” La incongruencia es absoluta entre todas estas personas. Incluso, tildarlos de “comunistas” es tan desacertado como el mismo hecho de la felicitación al sanguinario Raúl Castro, pues les estaríamos dando a estos seudo-políticos costarricenses la virtud de la definición ideológica, cosa que no tienen desde ningún ángulo visible.

            Es evidente que el canciller de Costa Rica nunca ha leído sobre la historia cubana, sobre los fusilamientos cometidos por los hermanos Castro y el criminal Ernesto “che” Guevara, cuando permanecían escondidos en la Sierra Maestra; mucho menos sabe que, en la década de los años 80, el principal socio en las Antillas Mayores del cartel de Medellín, de Pablo Escobar Gaviria, era el gobierno criminal de Cuba, y lo era por los millones de dólares que los colombianos pagaban a la camarilla castrista y por la satisfacción que aquella ilegalidad les concedía al ver a los Estados Unidos inundados con la cocaína trasegada desde Colombia. Quien conozca esos mínimos detalles, entre otros miles que han dejado conocer los comunistas cubanos, no estaría tentado nunca en felicitar a la oprobiosa dictadura por su aniversario en el poder. Una persona que se digne de apreciar al ser humano, jamás podría enviar una felicitación a tales sátrapas, que han causado el hambre perenne de su pueblo, las desapariciones de disidentes, el encarcelamiento también y los fusilamientos sin juicios previos. En otras palabras, la dictadura cubana es una vergüenza para el mundo entero y aún no nos explicamos por qué razón las potencias occidentales nunca se plantearon acabar con ella, de igual manera como lo hicieron con la Saddam Hussein, Muammar Gaddafi y otros detestables asesinos entronizados en el seno del Estado.

            Repetimos: el hecho de haber felicitado a la dictadura de Cuba por su 62 aniversario de autocracia, solo demuestra que el desteñido ministro del Exterior de Costa Rica, de política y de historia reciente de América Latina, conoce tanto, como “un marrano de física nuclear”; es decir… ¡Nada! ¡La vergonzante nada! El texto que dicho personaje de la seudo-diplomacia costarricense publicó en la red social Twitter, dice así, de manera textual: “Costa Rica envía sus mejores deseos y felicitaciones a Cuba en el 62 aniversario en el #DíaDeLaLiberación.” ¿Pero cuál liberación sucedió en Cuba en 1959, por Dios santo? ¿No será más exacto escribir “en el día cuando ustedes los marxistas comenzaron la opresión del pueblo cubano”? La bestialidad en su máxima expresión y en pocas palabras, es lo que notamos en este “tuit” que parece haber sido redactado por un sujeto ebrio, hasta el gañote de aguardiente. Y los mismos diputados costarricenses nos dan la razón, cuando argumentan: “Hay una total ausencia de política exterior” que represente al país; aunque es más preciso decir que la ignorancia de quien lleva las riendas de la diplomacia de Costa Rica, es más que convincente, porque solo un acéfalo es capaz de decir tal barrabasada a favor del gobierno sanguinario de Cuba. Y es evidente también que la época de los buenos cancilleres costarricenses, hace mucho quedó atrás, porque hombres de la talla de Rodrigo Madrigal Nieto o Gonzalo Facio Segreda, ambos fallecidos, nunca más aparecerán en el panorama político de este país y, por el contrario, los energúmenos son quienes nombran en esos mismos puestos.

            La realidad cubana en algunas cifras rápidas es la siguiente: de acuerdo con el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), el 21 por ciento de las familias de la isla, vive con menos de US$20 al mes; el 24 por ciento, con unos US$30 mensuales; y el 19 por ciento, con unos US$100. Así mismo hay que considerar que en cada casa hay unas tres personas; y el 64 por ciento de los cubanos subsisten con US$1,11 por día. Si hay que felicitarlos por esas cantidades de dinero que rara vez perciben… entonces que proceda el saludo de nuestro descerebrado canciller. Pero lo que debería hacer el ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica, es solicitar y promover la creación de un movimiento fuerte y dispuesto a terminar con la dictadura de Raúl Castro y su títere Díaz-Canel, y devolverle al pueblo cubano la libertad que desde hace 62 años perdió cuando Fulgencio Batista no quiso enfrentarse a los mercenarios criminales que estaban escondidos en la Sierra Maestra; porque hay una verdad histórica que debe ser considerada: Castro no triunfó en el tiroteo, mal llamado revolución cubana, sino que el dictador anterior se fue para Isla Madeira para disfrutar de su fortuna y pasar sus últimos años en un paraíso tropical, sin importarle las manos en las que dejaba a Cuba.

            Al final, lo que se nota en la cancillería de Costa Rica, además del analfabetismo político, es la improvisación en los nombramientos de sus ministros, quienes llegan a esos puestos catapultados no sabemos con cuáles criterios y por eso se dan las dicotomías que estamos observando, las situaciones vergonzantes que no son otra cosa que la muestra fehaciente de que en política internacional saben tanto… “como un burro de música clásica."


Mayor Protagonismo para Alemania

 

BERLÍN- En una intervención ante el Parlamento alemán (Bundestag), el Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), el portugués Antonio Guterres, pidió un mayor protagonismo de Alemania en el mundo. Pero la petición ha sido vista con reticencia por parte de varios sectores y analistas de la realidad alemana y en especial por los historiadores del pasado reciente de esta potencia europea.

            El caso es que Alemania ya ha tenido un papel, no solo protagónico en el orbe, en los años comprendidos entre 1914 y 1945, sino de profunda culpabilidad por los hechos que se le acusaron (y acusan todavía), y no ha sido grato para este pueblo que estuvo pronto a desaparecer por la ferocidad de sus adversarios en las dos Guerras Mundiales, que también se le achacan a los alemanes por haberlas gestado supuestamente. Es decir, el ser alemán estuvo a un paso de ser aniquilado tanto físicamente como por su nacionalidad, de acuerdo a la inculpación a la que fue sometido. Es por ese severo trauma que la petición de Guterres tiene que analizarse bajo “la lupa” de lo que ha sucedido desde el final de la gran guerra.

            Con nobleza de corazón y de espíritu, el portugués que está al frente de la ONU, resaltó y dignificó al felicitar abierta y efusivamente la lucha del gobierno alemán, específicamente de su Canciller, Angela Merkel, contra el coronavirus que los chinos han expandido por el mundo para asesinar a grandes cantidades de seres humanos. Guterres hizo énfasis en que le place saber y reconocer que la primera vacuna contra el covid chino, proviene de un laboratorio alemán y señaló la responsabilidad extraordinaria asumida por la Canciller Merkel, tanto en referencia a la pandemia como a la protección del clima y la preservación del multilateralismo.

            “Los estudios demuestran que los trabajos de gestión dirigidos por mujeres, en la lucha contra la pandemia Covid (china), han dado mejores resultados; (y por eso pido) a Alemania un rol más fuerte en el mundo (…).” Dijo en forma textual el Secretario General de la ONU y subrayó seguidamente que la vacuna alemana “debe ser un bien público global.”

 

Más y más halagos

 

            Contrario a los españoles que se dedican a escarbar en el pasado del nazismo de los alemanes (todos los días aparecen crónicas de la guerra en los diarios de España), en clara postura anti-germana, el portugués se explayó en halagos en su discurso ante los parlamentarios alemanes. Es por eso que ha dicho: "Alemania es un poder de paz, una columna del multilateralismo. Como Secretario General de la ONU, soy testigo de cómo trabaja Alemania el día a día, con profunda consciencia histórica y responsabilidad, para asumir progresivamente un papel de liderazgo en el mundo. Veo cómo Alemania afronta los grandes retos de nuestro tiempo (y) es un aliado importante en todo el mundo en nuestra lucha por la paz.”

            Agregó en su discurso los ejemplos que ha dado recientemente Alemania con sus compromisos en Afganistán y en la región del Sahel, y felicitó efusivamente a Merkel por la organización de la Conferencia Internacional de Libia, en enero anterior, en Berlín. En este punto concreto debemos enfatizar que la voluntad del pueblo alemán por enviar tropas a la nación asiática, por exigencia previa del ex presidente estadounidense Barack Obama, fue contraria a esa acción militar, porque en el alma individual y conjunta del ciudadano alemán, la participación, aunque fuere escasa, en cualquier escenario bélico, no es aceptada, ni bien vista de ningún modo. Y el hecho de empujarlos a participar en conflictos armados –más aún si son ajenos-, no es del agrado de esta nación europea tras las experiencias sufridas a raíz de las dos Guerras Mundiales en las que participó como antagonista y que dejaron marcada a su etnia con la criminalidad y la violación salvaje y flagrante de los derechos humanos. En palabras sencillas: ¡El alemán detesta y quiere mantenerse fuera y alejado de cualquier guerra que se presente alrededor de la Tierra! Es su derecho a ejercer esa negativa y es el deber de las demás naciones respetar dicha decisión.

            A pesar de lo anterior, Antonio Guterres pidió en su discurso ante el Bundestag: “Se lo pido a ustedes con urgencia: Alemania deber asumir un papel más fuerte en el mundo en el mantenimiento de la paz y el multilateralismo, en la defensa de los Derechos Humanos, que hoy está conectada directamente con los procesos de digitalización y protección del clima.” Urgió. Sin embargo, explicó lo siguiente: “Hoy la amenaza mayor no son las guerras, sino nuestros propios crímenes contra la naturaleza, (porque) el calentamiento climático es ya un hecho (…).” Aseveró.

            Seguidamente, resaltó el hecho de que Alemania hace en la actualidad una importante aportación al combate del problema con el clima, con sus metas de reducción de emisiones hasta el 2030, con su política de abandono de la energía procedente del carbón y su aporte al Acuerdo de París, “al que contribuye con un gran apoyo a su financiación”, afirmó Guterres.

 

Un país imprescindible

 

            De sus palabras ante los diputados germanos, se desprende que esta nación es imprescindible en el derrotero del mundo, en su evolución y especialmente en el progreso tecnológico y científico (médico), y es cuando resaltamos esta parte concreta de su alocución: “Alemania es necesaria en el trabajo sobre muchos otros retos, como la erosión de las potencias nucleares.” Subrayó el Secretario General de la ONU.

            Comparativamente a las excitativas del entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, y del mismo Barack Obama, quienes pidieron a los alemanes protagonismo en las guerras en las que participaban los Estados Unidos, específicamente en Afganistán e Irak, el discurso de Antonio Guterres se centró en los avances en pro de la humanidad y en los que Alemania ha estado inmersa desde que volvió a ser una potencia mundial, cuando llevaba bastante trecho transcurrido en la reconstrucción después del cataclismo de la Segunda Guerra Mundial, que dejó a un país devastado y sujeto al enjuiciamiento feroz del resto de la población del planeta.

            En todo caso, y superados los oscuros 12 años en los que dominó el nazismo al pueblo alemán, la moral de este país, en conjunto, le permite ejercer un papel protagónico, pero no con la misma intensidad de Francia, Inglaterra y los Estados Unidos, porque, precisamente de ello se cuidan los alemanes… de no estar en la palestra en la que estuvieron antes y durante las dos guerras mundiales. Es mejor un perfil bajo para una nación que ha sido señalada una y mil veces más en su papel de “chivo expiatorio” de la humanidad (con o sin razón de ello). Las nuevas generaciones de teutones no están para esos avatares, ampliamente superados a través de las últimas ocho décadas que han transcurrido desde el final de la gran conflagración que lanzó del poder al nazismo.

            De todos modos, Alemania ha asumido algunas “escaramuzas” diplomáticas contra Rusia y China –dos dictaduras que desean causar daño al mundo entero, según dejan ver sus actitudes militares y pandémicas-, específicamente en el momento cuando el embajador alemán ante la ONU, Christophe Hughes, criticó con acritud las posiciones de esos dos países en el conflicto de Siria, donde complican la entrega de ayuda humanitaria a su población en situación de caos.

            Por otra parte, el gobierno de Berlín acaba de publicar un informe que denuncia la constante violación de los Derechos Humanos en China, Rusia y Turquía y argumenta con suprema claridad en referencia a los chinos que “los derechos individuales están siendo socavados cada vez más (y) esto concierne tanto a los derechos civiles y políticos como a la libertad de prensa y expresión, además de la libertad religiosa.” En cuanto a los rusos, el documento redactado por la diplomacia alemana alerta que en las elecciones del 2019, “la libertad de asamblea ha sido mercada y la Ley de Soberanía de Internet (del mismo año), ha creado un escenario en el que se permite la censura online.” Por supuesto que las acusaciones alemanas no han sentado nada bien en los dictadores de China y Rusia, más aún cuando los rusos siguen respaldando a regímenes genocidas en los casos de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Corea del Norte, rezagos de la “guerra fría” librada desde los años 50. Y en lo que respecta a los chinos, la culpabilidad que cargan a cuestas con la creación y difusión del coronavirus y con los miles de muertos que ha ocasionado, lo mejor que podrían hacer en Beijing es callar y aceptar lo que a ellos compete.

            Antes de despedirse del Bundestag, Antonio Guterres agradeció a Angela Merkel por los 16 años en los que ha estado en el poder en Alemania, por “los servicios prestados en diversos conflictos internaciones,” a los que debemos sumarle el aporte a la ciencia con la vacuna contra el covid chino, creada en laboratorios alemanes, y el respaldo económico a varias naciones del tercer mundo que deben sus miserias materiales y culturales precisamente a las potencias que hoy se hacen a un lado y olvidan sus desmanes colonialistas en África, América y Asia. Ante ese silencio criminal y glacial, los alemanes han asumido la cooperación humanista y lo han hecho sin ningún alarde ni difusión periodística alguna. Para ellos, es mejor “el perfil bajo,” sin duda alguna.


Biden y Harris Portada en Revista Time

 

WASHINGTON D.C.-  Así debió ser. Nadie mejor que ellos se merecía esa portada en la famosísima revista política Time, donde han aparecido desde siempre las grandes personalidades que han marcado el derrotero de la humanidad. El nuevo presidente norteamericano, Joe Biden, y su vicepresidenta, Kamala Harris, han sido nombrados, por consiguiente, personajes del 2020. La explicación de los editores de dicha publicación mundialmente conocida, señala que procedieron a hacer esa elección, por la manera como sucedió el histórico triunfo en noviembre pasado, en las elecciones de los Estados Unidos, dejando “en la cuneta” al actual mandatario, Donald Trump, quien pronto dejará su desastroso gobierno y dará paso a una dupla presidencial que es profesional en estos avatares de la gobernabilidad y nunca improvisados como lo ha sido Trump y su Gabinete de “cuervos,” compuesto por la familia inmediata de este individuo.

            “Biden es el candidato que más votos ha obtenido en una carrera por la presidencia de Estados Unidos (81,2 millones), y Harris es la primera mujer en llegar a la vicepresidencia (también es la número dos en ser nombrada por la revista en condición de personaje del año).” Han explicado los mismos editores de Time. Y agregan: “Por cambiar la historia estadounidense, por mostrar que la fuerza de la empatía es mayor que las furias de la división, por compartir una visión de sanar un mundo en duelo, Joe Biden y Kamala Harris, son la Persona del Año 2020 de Time.” Escribió uno de los editores de la revista, llamado Edward Felsenthal.

 

Los candidatos eran pocos

 

            Desde las oficinas de Time se ha dicho que los candidatos a ser portada y personajes del año, no eran muchos, entre ellos estaban el mismísimo Donald Trump (indudablemente por su fama de errático y destructor y nunca por su brillantez), el movimiento por la justicia racial tras la muerte del afroamericano George Floyd, los trabajadores de la salud pública, quienes se han tenido que ver frente a frente con las muertes causadas por el coronavirus chino, y el médico estadounidense, Anthony Fauci.

            En los casos de Biden y Harris, muy pocos estarán en desacuerdo con la nominación que ha hecho la revista Time, porque, además de ser los ganadores contundentes de las últimas elecciones presidenciales, revisten la esperanza de un país mejor después del desparpajo causado por Trump, considerado un corredor de bienes raíces, con un pasado y un presente espurio, quien se aprovechó de la buena voluntad del Partido Republicano, sin haber sido militante y mucho menos un trabajador dentro de esa agrupación política, y alcanzó la presidencia, un hecho que obedeció más al negativismo y el anti-carisma que emitía su adversaria, Hillary Clinton, que a sus propias facultades y casi nulas virtudes. En síntesis: Trump fue un error de los más colosales que se hayan cometido en los Estados Unidos, solo superado por Jimmy Carter, Richard Nixon y Bill Clinton. Todas esos rasgos fueron tomados en cuenta, indudablemente, por Time, para enaltecer a la pareja política Biden/Harris, por medio de su última portada y nombrarlos “personajes del 2020.”

 

Reacción del nuevo mandatario

 

            Fiel a su manera de ser, Joe Biden, al enterarse de esta noticia, y luego de ser entrevistado por el mismo magazine, se sintió agradecido y se refirió a la colosal tarea que tiene ante sí y que tendrá que lidiar con ella una vez que entre a la Casa Blanca a ejercer su gobierno. Dijo de su vicepresidenta que ese trabajo será arduo para Kamala, porque su misión, entre otras más, será la de “sanar a la democracia” de los Estados Unidos, “después del paso de Trump por la administración del país.”

Por su parte, los editores de la revista reiteraron que no solo tomaron en cuenta el papel y el triunfo de la dupla Biden/Harris durante el año que está pronto a finalizar, sino que atisbaron hacia el futuro inmediato en cuanto a la misión que tendrán en sus manos, al gobernar en una nación infestada por la pandemia china del covid-19, golpeada por el racismo incentivado por Trump y deberán recomponer la política internacional de acuerdos, participación en organizaciones y alianzas que Donald Trump despedazó de manera inmisericorde a lo largo de sus desastrosos cuatro años en el poder. Sin duda, lo que les espera a los dos “personajes del año”, tiene unas dimensiones épicas y no exageramos con este concepto.

            Por otra parte, la nominación es un espaldarazo fuerte y una motivación extra al dúo compuesto por Joe Biden y Kamala Harris, quienes podrán comenzar sus trabajos en Washington D.C., con el apoyo moral y periodístico de una de las publicaciones más importantes del planeta. “A ningún perro le amarga un hueso”, dice el adagio popular español, pero lo que Time le ha concedido a esta pareja política no ha sido propiamente “un hueso”, sino un gran trozo de filet mignón, que muchos personajes alrededor del mundo quisieran para ellos, pues una portada en Time supone tocar el mismo cielo con las manos y quienes han aparecido en ese sitial, ha sido por méritos propios y no precisamente por ser un desconocido o un individuo errático.

            Es así como los Estados Unidos tendrán una dupla presidencial, Biden/Harris, que ya ha sido enaltecida por Time con el título de “personaje del 2020.” Lo que sigue, podría ser muy bueno para esta nación, lo mismo para la humanidad entera. De eso no tenemos la menor duda.


Perú es un Estado Fallido desde Todo

Punto de Vista

 

LIMA, Perú- Partimos de la base de que en este país suramericano ningún presidente de la República alcanza un año de gobierno, porque es depuesto por el Congreso -que parece ser la Institución que gobierna-, o por el ejército o la policía. Lo cierto es que Perú es la respuesta de inestabilidad administrativa y política, a la corrupción de los argentinos en el poder, la camarilla multimillonaria que manda en Chile y la demencia de Bolsonaro y sus militares, en Brasil. América del Sur, al completo, es un fiasco y lo ha sido desde siempre, desde que tenemos uso de razón.

            Incluso, el caos ha llegado a tal extremo, que sus ex presidentes abren “la puerta falsa” y se suicidan, tal el mal ejemplo de Allan García, quien, además, fue uno de los mandatarios más corrompidos que haya tenido esta nación… se disparó en la cabeza cuando la policía tocaba a su puerta, una mañana del 2020.

            La pregunta que surge entonces es: ¿Vale la pena que un político se postule a la presidencia de este país, a sabiendas de que será destituido por cualquier nimiedad, ya sea por actos corruptos comprobados o por otro motivo impensado? Es decir, no hay nada más inseguro en el continente americano, que ser presidente en el Perú, según hemos comprobado a lo largo de esta década, cuando los jefes de Estado, democráticamente elegidos, se suceden unos a otros y son depuestos una y otra vez, con una celeridad que preocupa.

Por supuesto que esas “arenas movedizas” en las que se paran los susodichos presidentes, repercute en la vida nacional en todos sus ángulos, principalmente en la economía que se resiente, en la general de las arcas públicas y en la per cápita, causando el empobrecimiento superlativo de sus ciudadanos, en un país que siempre ha rozado la miseria, de todas maneras.

 

El pueblo siente la inseguridad

           

Lógicamente, la inestabilidad en la administración gubernamental se siente, se palpa a diario en cualquier calle de cualquier ciudad peruana; los ciudadanos saben cabalmente que nada funciona a nivel Estatal y confieren las culpas con precisión, porque aciertan cuando señalan al Congreso de los diputados, donde se gestan los derrocamientos presidenciales. El último mandatario que salió expulsado “por una de las ventanas” del palacio de gobierno, fue Martin Vizcarra, quien fue sustituido por Manuel Merino, a quien el mismo Congreso también le ha pedido que renuncie y ya hizo patente dicha dimisión. Nótese el alto grado de desfachatez y peligrosidad con la cual se conduce esta cámara de parlamentarios. ¡Destituye a todo aquel o aquello que respire o se mueva! Esa parece ser la regla que aplica a quienes llegan a la cúspide del poder.

             Y en las vías públicas, plazas y avenidas, la policía dispersa a los miles de manifestantes con balas reales y de goma, también con gases lacrimógenos, según es la costumbre policial en estas circunstancias. Fue así como el presidente del Congreso culpó al mandatario interino por la muerte de dos estudiantes universitarios, llamados Jack Pintado Sánchez, de 22 años, y Jordan Inti Sotelo Camargo, de 24, quienes fueron dados de baja por la represión policial, precisamente. El levantamiento de los ciudadanos se ha dado después de que el pasado 9 de noviembre, la Cámara de legisladores destituyó a Martín Vizcarra, alegando “incapacidad moral permanente”, porque, supuestamente, recibió sobornos cuando era presidente regional de Moquegua, al sur del Perú. Los partidos políticos que votaron a favor de la destitución del hoy ex presidente, fueron Acción Popular, Alianza por el Progreso, Frente Amplio, Frente Popular Agrícola del Perú, Somos Perú y Unión por el Perú.

            Cuando se dio a conocer la noticia, las personas comenzaron a utilizar las redes sociales para convocar a la enorme congregación que se dio cita en Lima, frente a la sede del gobierno central; pocas horas después llegaron los contingentes de la policía y comenzaron a repartir bastonazos y a disparar. Casi de inmediato, cuando se supo de los asesinatos de los dos jóvenes, se produjo una ola de renuncias de los ministros, de un Gabinete conformado por 18 funcionarios de altísimo rango. Al cierre de esta edición, ya habían presentado su dimisión a sus cargos, 13 de ellos.

 

Impresionante falta de seriedad y estabilidad

 

Según hemos afirmado anteriormente, el Perú presenta una inestabilidad impresionante y es una nación que nadie, en el exterior, se la toma en serio, porque se trata de un Estado fallido desde la noche de los tiempos, entre otras cosas porque aquí la mal llamada democracia no funciona desde ningún ángulo donde se le mire. Aun no nos explicamos de qué manera la economía puede resistir tanta inseguridad política.

Un repaso de los hechos desde el 2016 hasta el presente, nos permite ver que los mandatarios que “fueron enviados a sus casas” (y a prisión también), han sido los siguientes: Alberto Fujimori, quien fue acusado de “incapacidad moral”, al encontrársele videos en los que su cercano colaborador, Vladimiro Montesinos, trataba de sobornar a varios diputados; luego fue botado de su cargo Alejandro Toledo, a quien se le señala judicialmente por haber recibido, presuntamente, US$20 millones de la constructora y corruptora brasileña, Odebrecht, a cambio de permitirle la concesión para construir la carretera interoceánica del sur, que atraviesa Perú, desde el Pacífico hasta la frontera con Brasil; en la actualidad, Toledo se encuentra en fuga y se desconoce su paradero; presuntamente se encuentra en  algún país donde no hay tratado de extradición con el Perú, según se ha dicho. Después subió al poder Allan García, de quien hemos escrito sucintamente al principio de este reportaje, y a quien se le acusó de recibir también dinero de Odebrecht y “lavarlo,” utilizando a una Fundación propia llamada “Rayitos de Sol”, a manera de “tapadera” para canalizar los sobornos que le dio la corruptora brasileña, a la que García concesionó la construcción del metro de la ciudad de Lima, la Capital; recordemos que este ex presidente cometió suicidio para escapar de la cárcel y del proceso judicial que inevitablemente se le iba a seguir. Posteriormente apareció en el panorama político de esta nación, el indígena Ollanta Humala, a quien se le acusa por haber recibido, supuestamente, US$3 millones, para financiar parte de la campaña política que le llevó al poder. Actualmente está en prisión, junto a su esposa Nadine Heredia. Le sucedió en la silla presidencial, Pedro Pablo Kuczynski, quien, así mismo, fue acusado por recibir dinero de los brasileños de Odebrecht, a cambio de concesiones para construir obras públicas; tuvo que renunciar a la presidencia en el 2018, entre otras razones porque indultó al ex mandatario Alberto Fujimori, por presiones de la hija de éste, Keiko; y por el supuesto “lavado de activos” en el que se vio implicado este ex gobernante peruano. Finalmente asumió el poder Martín Vizcarra, de quien ya sabemos cuál ha sido su destino inmediato.

Llámele usted del modo que prefiera: “Estado fallido”, “país de corruptos”, “nación de mentiras, de fantasía…”, “país de gente nada seria” o “gente sin moral ni principios”, porque cualquier definición puede caber a la perfección cuando hablemos del Perú y mientras siga dándose lo anterior, nada podrá funcionar política ni administrativamente.

 

Las consecuencias de estas situaciones se decantan en fuga de capital extranjero, cierre de empresas establecidas en el país, que son propiedad de inversionistas venidos del exterior; nula confianza en el clima político y económico nacional para que arribe más capital foráneo, desempleo, mayor pobreza de sus millones de habitantes y, por supuesto, el temor de que el ejército tome el control definitivo, en forma de dictadura, y los vestigios de democracia que aún quedan, sean erradicados por completo. Muchos analistas aseguran que esa podría ser la solución para el Perú: una dictadura castrense que vendría a dar la estabilidad gubernamental que la democracia no ha logrado asegurar.


¡Joe Biden, Presidente de los Estados Unidos

de América! ¡El Mundo Entero se

lo Agradece!

 

Terminó la locura, el delirio, la improvisación y el discurso fétido del anterior mandatario

 

Desde la sede de la campaña de Donald Trump, se escuchan sus amenazas, sus quejidos grotescos y sus argumentos demenciales. Según era de esperar, el hipopótamo violento

no acepta su derrota

 

ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA-Cuando Joe Biden ingrese a la Casa Blanca para habitarla y gobernar desde ahí, el mundo habrá comenzado a recobrar la tranquilidad que el maniático Donald Trump le quitó a lo largo de estos cuatro años que parecieron interminables. Y junto a Trump saldrá una serie de personajillos oscuros, histriónicos y mal intencionados, con su yerno, Jared Kushner –el cabecilla y el peor de todos ellos-, liderando la fila de expulsados de esa sede del gobierno de los Estados Unidos. Esos serán los espectros visibles que se marcharán dichosamente y se llevarán en sus morrales (nunca maletas ejecutivas), una seudo-política que causó inseguridad e inestabilidad al planeta entero, desde lo militar hasta lo económico.

Con Trump se irá su hija Ivanka, quien se paseó con él en todos sus viajes por el mundo, interrumpiendo a las diplomáticas al meterse en sus conversaciones, sin que la rubia judía, esposa de Kushner, supiera absolutamente nada de los temas que se estaban discutiendo en ese momento y en esos foros. En otras palabras, la misma improvisación que privó en la Casa Blanca durante este cuatrienio, los quiso llevar consigo Ivanka a la sede de la Unión Europea, de la OTAN y ahí donde se hablara de política seria y de altura. La pobre muchacha no sabe nada de nada, más allá de mimar a sus hijos.

            Estas elecciones no han sido fáciles para nadie, han estado llenas de peligros, de riesgos visibles e invisibles, con la amenaza de que se produjeran disturbios en un país cuya gente se ha acostumbrado a protagonizar levantamientos en las calles, con incendios, sangre y locales comerciales destrozados; y por otra parte, con el coronavirus chino flotando en el aire y contagiándose de persona a persona. Además de los resultados en las urnas, los médicos están a la espera por saber el otro resultado: cuántos contagiados resultaron durante y después de las votaciones.

            La espera ha sido tensa, tediosa, cansadora y aún más estresante con los aullidos lastimeros de Donald Trump, quien, con base en su deplorable estado demencial y su arrogancia tan propia, no ha podido superar la derrota a manos de su archienemigo, Joe Biden, quien solo tuvo que esperar que el colegio electoral de Nevada le diera los 6 únicos votos que le faltaban para sacar a Trump de la Casa de Gobierno. El peligro resultante de esa derrota podría ser un colapso mental más profundo en Donald Trump, quien podría ser ingresado a un sanatorio para dementes o que se dispare en la cabeza, de acuerdo a su personalidad maníaco-depresiva. Todo y nada puede suceder en ese “showman” del espectáculo estadounidense, metido a pésimo político.

            Finalmente el resultado salió a la luz y tenemos al presidente de los Estados Unidos y del planeta entero, Joe Biden, debido al hecho de que ser mandatario de esta nación, incluye serlo también del mundo, debido al poder de esta superpotencia y el derrotero que marca en el transcurso del tiempo, desde los estamentos del poder en Washington.

 

Latinos y negros equivocados

 

             Quienes votaron por Donald Trump en estas recientes elecciones y pertenecen a las etnias latina y negra, residentes en los Estados Unidos, se equivocaron de palmo a palmo, porque a Donald Trump no le importan ni los unos ni los otros. Ya lo demostró con su pésimo planteamiento de la política exterior en los casos de Nicaragua, Cuba y Venezuela, países regidos por dictaduras criminales, a los que dejó a un lado, porque el sufrimiento de sus pueblos oprimidos, simplemente no le interesaron nunca. Con Donald Trump, las dictaduras de esas tres naciones se iban a prolongar indefinidamente y con ellas el lavado de dinero y el trasiego de cocaína, iban a continuar libremente.   

            Desde el punto de vista racial, el presidente saliente no se declaró abiertamente racista, pero sus declaraciones y decisiones –justamente cuando movilizó a la policía antidisturbios-, reveló que no es proclive a favorecer a las minorías negras ni latinas. De hecho, su amenaza de construir un muro intrafronterizo con México –promesa que nunca cumplió, precisamente por su desorden mental y existencial-, indicó a las claras que la gente de tez cobriza, nacida más allá de la línea fronteriza sur, no son del agrado de Trump, lo mismo que los afroamericanos, así hayan nacido en las entrañas de los Estados Unidos.

            A raíz del vil asesinato del ciudadano negro, George Floyd, el ex presidente no mostró ninguna conmiseración por esta persona asesinada delante de las cámaras de vigilancia y por medio de un policía racista, Derek Chauvin, y la respuesta de Trump fue atizar aún más el fuego de la violencia con sus declaraciones antidiplomáticas, incendiarias y contrarias a la razón que demostraron siempre los manifestantes. En otros términos, Trump dio el apoyo, el espaldarazo tácito al oficial criminal y lanzó a los antimotines contra la muchedumbre enardecida, “vertiendo más combustible al incendio.”   

          De la misma manera, Trump abandonó a las naciones empobrecidas de América Central y se mantuvo, durante esos cuatro años, basado en amenazas a sus presidentes en el caso de que no detuvieran a los inmigrantes hacia los Estados Unidos: “les quito la ayuda económica, si no contienen a los migrantes.” Y no esperó respuesta el hipopótamo Trump y erradicó el apoyo financiero a estos países.

          Nada tenían que agradecerle los votantes de origen hispano a Trump, sin embargo… permitieron que ganara las elecciones en el Estado de La Florida y no entendemos dicha reacción de los electores, porque en política latinoamericana, Trump fue tan ineficiente, tan negligente, como no veíamos desde Jimmy Carter.

            Frente al futuro inmediato, queda por descifrar y dilucidar cuál será la política internacional de la Casa Blanca, bajo el mando de Joe Biden, en relación con países-problema; esto es: Irán, Ikak, Siria, Libia, Cuba, Rusia, Venezuela y Nicaragua, si habrá acercamiento diplomático pacifista o será de enfrentamiento armado, según sucedió durante la administración Obama, quien ordenó intervenir en naciones de Oriente Próximo y que Trump ha ido eliminando del foco de interés del Pentágono y su intervención armada.

            Joe Biden tendrá que recomponer viejas alianzas que parecían firmes y seguras bajo el mando de los demócratas y algunos presidentes republicanos, quienes eran políticos de verdad; por ejemplo, deberá arreglar el distanciamiento y las rencillas agudas causadas por su antecesor, con la OTAN, la Unión Europea (UE), las Naciones Unidas y los países pobres de América Latina, a los cuales Donald Trump simplemente ignoró y dejó en el peor abandono económico. Pero lo que más llama la atención, es la relación y la actitud del demócrata con las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua, toda una incógnita que se irá despejando a medida que pase el tiempo y se den los giros diplomáticos normales y naturales.

 

Un individuo cuasi analfabeto y un ignorante consumado

 

          Donald Trump solo sabe propasarse con mujeres jóvenes y bellas y del concurso Miss Universo, cuya franquicia compró hace algunos años; aparte de ello, fue una total improvisación en la casa Blanca, pues se trata de un individuo totalmente ignorante de la política interna y externa de los Estados Unidos y de cualquier forma de hacer política en cualquier latitud del mundo. Y lo peor se fundamentó en que tampoco permitió que sus asesores (todos brillantes), le explicaran sobre el arte de gobernar y más bien se deshizo de ellos, expulsándolos, humillándolos y despotricando ante los medios de prensa, de la manera más burda y baja que jamás se hubiera visto en un presidente de esta nación. Por la Oficina Oval pasaron mentes muy capaces, quienes comenzaron a sentir la fusta y la demencia de Trump, desde el primer día cuando ocupó ese Despacho presidencial.

            En cuanto a su analfabetismo y desconocimiento básico sobre muchas cosas de la historia y la geografía, imperdonables en un presidente de los Estados Unidos, sus exasesores coinciden en que da vergüenza ajena hablar con Trump sobre algunos temas precisos. Por ejemplo, en una ocasión preguntó si Finlandia seguía estando bajo la órbita soviética (o rusa), cuando esa nación europea jamás ha estado bajo el poderío del Kremlin, ni antes ni después de la caída del comunismo. Eso demuestra hasta dónde ese individuo no era proclive a investigar en Google, enciclopedias o libros para saber lo que existe a su alrededor.

            Su discurso, siempre incendiario, sin someter sus palabras al “filtro” de la autocensura para no disgustar ni herir susceptibilidades de los demás, también fue demostración, a lo largo de los cuatro años en el poder, de su nula formación intelectual: ha sido el presidente de esta nación, quizás parecido a Carter, con la oratoria más precaria jamás vista. Prepotente, insultante, irrespetuoso y causante de tensiones cada vez que usaba la palabra hablada. Su “arma” o instrumento para llegar al gran público, fue la red social Twitter, la favorita de los políticos alrededor del mundo, y eso lo demostró desde la campaña contra Hillary Clinton, un foro por internet del cual nunca se despegó ni renunció, para atacar, contradecir e insultar a quienes él considerara que se deberían tratar con la fuerza de su carácter y su orgullo desmedido.

            La presencia de Donald Trump en los fatídicos cuatro años en la Casa Blanca, un trauma que la humanidad resistió pacientemente y con estoicismo, se puede justificar solamente con el hecho positivo de que impidió que Hillary Clinton, una mujer nefasta para el mundo entero, ganara los comicios trasanteriores; y con ese triunfo electoral sobre ella, benefició al futuro inmediato de la política nacional norteamericana y también internacional. Otra justificación plausible para el triunfo de Trump en dichas elecciones que lo hicieron presidente, no es posible hallarla ni sopesarla, porque, simplemente, no existe. Es decir, lo único bueno de Trump fue la victoria sobre Hillary Clinton y punto. 

 

Una actitud paternalista, volcada hacia Israel

   

             En el Gabinete de Trump fueron nombrados más de 14 judíos en distintas carteras ministeriales, a quienes, quizás el presidente hoy derrotado en las elecciones, les debía dinero por haberlo invertido en su campaña política que le deparó el triunfo sobre Hillary Clinton. Pero el peor de todos ellos fue su yerno Yared Kushner, el esposo de Ivanka, quien le hablaba a Donald Trump al oído con respecto a la situación explosiva de Oriente Próximo. Y en esa mente retorcida de Kushner se gestó la eliminación de Cisjordania, que, por avatares del contagio del coronavirus chino, Israel no procedió a dicha desaparición de lo poco que queda del territorio palestino. Fue así como Benjamín Netanyahu, el corrupto dictador israelí, siempre estuvo feliz con la presencia de Trump en Washington.

            Así las cosas, muchos analistas de los principales medios de prensa mundiales, aseguraron que el verdadero poder de los Estados Unidos no estaba en Washington, sino en Tel-Aviv, ciudad sede del gobierno judío y desde donde se le enviaban órdenes a Kushner, para que éste, a su vez, se las transmitiera a su suegro Trump. De hecho, el enfrentamiento retórico y cuasi militar directo y peligroso con Irán, fue parte de esas ordenanzas giradas desde el Gabinete de Netanyahu y que fueron acogidas gustosamente por la Oficina Oval. Lo mismo sucedió con el famoso “plan de paz” para Palestina, supuestamente redactado por Kushner, que pretendía comprar la independencia de los exiguos territorios palestinos, con el dinero de los Estados Unidos, para beneficiar directamente al Estado de Israel. Una pretensión que fue rechazada ad portas por el gobierno autónomo palestino, precisamente por su inviabilidad y su sesgo marcado a favor de los judíos, que pretendía la desaparición de Palestina y supeditar a su pueblo al destierro o a la esclavitud dentro del territorio hebreo.

            En palabras sencillas, cada vez que Donald Trump proponía la paz para Oriente Próximo, desataba la reacción contraria: más violencia, desconfianza y enemistad entre las partes. La disensión y el nulo entendimiento, fueron constantes en la Casa Blanca, mientras el hipopótamo mandatario descompuso al mundo desde su Despacho. Peor que Johnson, Nixon, Jimmy Carter y Bill Clinton. De eso no nos cabe la menor duda. Ha sido lo peor que ha llegado a la cúspide del gobierno de los Estados Unidos. Alguien para olvidar y nunca repetir, por el bien de todos.

            Hoy, dichosamente, las cosas han cambiado en los Estados Unidos con el triunfo electoral de Joe Biden y las sombras se marcharán pronto para dar paso a la claridad. Este ha sido un gran día, pero habrá que esperar para que se vayan acomodando las situaciones en sus sitios naturales y acostumbrados y que los nuevos movimientos políticos vayan tranquilizando a la humanidad con la personalidad reposada, sabia, sumamente experimentada y hasta paternal, del nuevo mandatario. El hecho de fondo, lo más importante por el momento, se fundamenta en que el gran electorado estadounidense rectificó su error por haber elegido hace cuatro años atrás, a Donald Trump. Rectificar es de personas inteligentes y los votantes norteamericanos acaban de demostrar que son inteligentes, sin apelación.

 


Sistema Electoral de los Estados Unidos

debería Cambiar

 

WASHINGTON D.C. –Desde difícil de entender, hasta reñido con la lógica y la realidad, así es el sistema electoral estadounidense, algo extraño en el mundo entero. ¡No es posible que el candidato que saca más votos, no alcance la presidencia de la nación, porque un nebuloso y arrevesado proceso, se lo impide! Se supone que la democracia se fundamenta en la decisión de la mayoría, según sucede en el resto de países que tienen esa forma de gobierno y de vida. Es decir, quien obtiene más votos de los ciudadanos, es quien tiene que sentarse en la silla presidencial. Así de simple. No existe “mimo, maroma ni teatro” en algo tan sencillo; pero en los Estados Unidos es un completo dolor de cabeza, especialmente para los periodistas y analistas políticos, quienes tenemos que estudiar, previamente, el funcionamiento de algo tan complicado.

            Sin embargo, ha tenido sus ventajas desde el punto de vista de la geopolítica y, nosotros mismos, quienes hoy lo criticamos, le agradecimos hace cuatro años cuando no permitió que Hillary Clinton, quien sacó más sufragios que Donald Trump, llegara a gobernar a esta potencia. Lo agradable para nosotros, sus detractores, fue que, aun con la mayoría de los votantes a su favor, perdió las elecciones. Porque hubiera sido catastrófico que una mujer con sus atestados, con su pasado reciente, tras causar la problemática profunda en una nación como Libia, en el norte de África, y con sus manos machadas de sangre por el asesinato de Muammar Gaddafi, hubiese llegado a la Casa Blanca en condición de presidenta de la mayor potencia mundial. Trump, en ese preciso instante –y solo en ese preciso momento-, fue importante para que desplazara a la Clinton, aunque el cuatrienio en el que ha estado en la Oficina Oval haya sido una pesadilla para todos, debido a que se trata de un demente que tiene que ser tratado por médicos especializados y medicado profusamente.

 

Frente al futuro

 

            “En la sencillez está el éxito y lo práctico”. Esta es una máxima de vida que se cumple a rajatabla en toda actividad humana; pero en el caso de los Estados Unidos, su sistema electoral no tiene nada de sencillo, porque es difícil de entender, repetimos, y está confrontado abiertamente con la lógica, el raciocinio, la realidad, la verdad, la capacidad del candidato vencedor y hasta con la economía del país y del mundo entero, porque las bolsas bursátiles se desploman o tienen auge, dependiendo de quien haya sido el triunfador y quien, el vencido; o simplemente cuando la tensión invade al día de las elecciones y saber quién es el triunfador, se dificulta un poco.

            Sin más preámbulo, trataremos de explicar con la mayor claridad posible, la manera cómo funciona este extraño proceso: se trata de una elección indirecta; es decir, los votantes estadounidenses no escogen directamente a su candidato, sino que votan por un “compromisario” o electores dentro de cada Estado. Estos serán los que emitirán los votos electorales, en nombre de los votantes (¿?¡!). La pregunta, con un fuerte contenido de crítica, que hacemos en este punto es: ¿Por qué razón no se ahorran tiempo quienes delinean las leyes electorales y eligen ellos mismos a esos “compromisarios,” desde la oficina de algún tribunal electoral competente? Pues no lo hacen y por eso llaman, cada 4 años, a las personas llanas del pueblo, para que sean ellos quienes elijan a los electores.

            Una vez que los “compromisarios” que conforman el Colegio Electoral, que son 538 en total, eligen al candidato ganador, éste sube a la presidencia de los Estados Unidos. Repetimos: el ganador no es quien obtiene la mayoría absoluta de los sufragios, según sucede en la mayoría de las democracias, sino que es aquel que obtiene la mayoría de votos electorales y de parte de los ya nombrados aquí, “compromisarios”. Los Estados de la Unión que más electores tienen, son: California, con 55; Texas, 38; y New York y Florida, los dos, 29. Y los demás Estados decisivos son: Carolina del Norte, con 15 electores; Arizona, 11; Ohio, 18; Georgia, 16; Iowa, 6; Pennsylvania, 20; Wisconsin, 1º; y Michigan, 16. Es por esta razón que los candidatos a la presidencia tratan de dar el máximo de ellos mismos, cuando visitan a esos Estados que tienen que ganar desde cualquier perspectiva, para que les otorguen más “compromisarios”. O sea, tratan de convencer a los votantes del pueblo, para que sean ellos quienes elijan a los electores, quienes, finalmente, darán al vencedor de las presidenciales a nivel nacional.

            El ganador será quien obtenga al menos 270 votos electorales, independientemente si ha obtenido menos votos de parte de los ciudadanos. El ejemplo más reciente se dio en las elecciones en las que triunfó Donald Trump ante Hilary Clinton: el republicano venció a la candidata demócrata con 306 votos electorales a favor, frente a 232, a pesar de que ésta obtuvo un 2 por ciento más de apoyo popular. Pero, en el caso de que se presente un empate técnico, el Congreso será el que elegirá al mandatario, en obediencia a la enmienda # 12, de la Constitución política.

            Después de explicar lo anterior, la otra pregunta que se desprende es: ¿Los estadounidenses tendrán, en el futuro cercano o lejano, la voluntad para cambiar dicho procedimiento que todavía son millones de personas que no lo entienden y no lo logran descifrarlo a pesar de las múltiples explicaciones que se les dan? Posiblemente no lo hagan, porque es una práctica que está vigente desde hace décadas en sus vidas políticas y están acostumbrados a ella; pero que es nada fácil, poco eficiente y muy complicada… lo es, según hemos comentado a lo largo de este artículo.

 

¿Ante tal situación, los Estados Unidos es una democracia químicamente pura?

 

            Todo lo que crea el ser humano es imperfecto, precisamente porque proviene de seres imperfectos y la democracia, tal y como la idearon y pusieron en funcionamiento los griegos clásicos, es imposible que esté en vigencia actualmente en ningún país del orbe; es por eso que hay distintos métodos y formas democráticas y cada nación, que se sobreentiende se desarrolla dentro de una democracia, interpreta a esta forma de vida, a su manera.

            A grandes rasgos, al observar la forma como Trump llegó a la presidencia de los Estados Unidos, nó por medio del clamor de la mayoría de los votantes, sino por la decisión de los colegios electorales, y a pesar de que resultó “vapuleado” con el número de votos que recibió Hillary Clinton, indica que algo no marcha bien en esta democracia. Reiteramos: talvez, si cambiaran el mismo sistema y los ciudadanos decidieran directamente el mismo día de los comicios, esa democracia sería realmente pura, según la imaginó el ideario griego, muchos siglos atrás. Pero, aparentemente, los estadounidenses, quienes manejan las leyes en este país, consideran que lo que hacen cada cuatro años es lo que procede, lo que robustece y asegura a su democracia. Es posible que lo vean de esa manera, lo discutan y lo defiendan. Sin embargo, creemos, para finalizar, que “el poder es del pueblo, reside en el pueblo y es el pueblo el llamado a decidir quiénes pueden administrar sus bienes, Instituciones y leyes, una vez elijan a esa persona y sus diputados o legisladores, mediante el voto personal, secreto, directo e irrenunciable.” No podemos imaginar otro recurso u otra forma de elección, porque, simplemente… no sería democrática al no responder al clamor del ciudadano. ¿O será que los Estados Unidos más bien es una “plutocracia” en el buen sentido de la palabra y la gran mayoría de personas estamos equivocadas al definirla y redefinirla al llamarla “democracia”? Un buen tema para analizar y debatir. ¿No les parece?


El Segundo y Último Debate por la Presidencia de los Estados Unidos, ha sido mucho Mejor

que el Primero de Ellos

 

WASHINGTON- Quienes vimos y escuchamos el último debate por la Casa Blanca, entre Joe Biden, por el partido Demócrata, y el actual presidente, Donald Trump, del Republicano, coincidimos en que fue “civilizado” y adaptado a las normas y al respeto hacia el electorado espectador en esta oportunidad.

            Por ejemplo, la prensa europea lo describe de esta manera: “El mandatario, casi por primera vez, tuvo ocasión de presentarse como un político normal (…).” Y es que Mr. Trump parecía otra persona, posiblemente bien aconsejado por sus asesores de imagen de que era “ahora o nunca” cuando debía impresionar positivamente a los electores y el presidente les hizo caso, por una vez en su vida, según ha dejado ver en el transcurso de estos años que ha estado viviendo en esta casa de gobierno.

            Recordemos que la primera discusión televisada a todo el planeta, estuvo llena de inconsistencias y desorden, especialmente cuando Trump interrumpió a su adversario, Biden, en más de 200 oportunidades; pero en esta ocasión, había que frenar esos ímpetus y los organizadores acordaron cerrar el micrófono de uno y de otro, cuando se hacía uso de la palabra; es decir, cuando hablaba Biden, su contrincante tenía, forzosamente, que callar, porque su micrófono estaba sin volumen. Así, el debate fue una auténtica “delicia” para quienes esperábamos una disertación seria y profunda, de parte de ambos políticos estadounidenses.

 

Resultado final

      

            Según los entendidos, “ambos pasaron la prueba. Trump dejó claro que puede hablar de política, aunque, para qué negarlo, lo suyo es el ataque personal. Y Biden también demostró que sigue teniendo el mal carácter que le caracteriza (…).” En resumen, si deseamos contestar la pregunta de fondo, esa que dice si Trump ha conseguido remontar la desventaja que tenía ante su adversario, la respuesta señala que lo intentó con base en ataques personales, pero Biden no se desajustó, respondió acertadamente y con sobriedad y soportó “la embestida” de ese hipopótamo desaforado que suele ser el presidente. Y es que para Trump era imprescindible triunfar esa noche del segundo debate, pues las encuestas le ubicaban a 8,2 puntos por debajo de Joe Biden, así según el sitio web  FiveThirtyEight. Sin embargo, si recordamos bien, Hillary Clinton le sacó una ventaja porcentual parecida a Trump, en estas instancias del proceso electoral, pero acabó derrotada al final.

 

Temas medulares

 

            Ciertamente, ante la formalidad de este segundo debate, en el que se respetaron las formas y el reglamento, el público presenció algo realmente aburrido y es posible que muchos apagaron sus televisores a la mitad de la discusión.

            En lo que atañe a los temas de fondo, Donald Trump contestó en referencia a la pandemia china, que “estamos aprendiendo a vivir con él” y fue cuando Biden le replicó: “La gente está aprendiendo a morir con él”, en clara alusión a la caótica manera como la actual administración de la Casa Blanca, ha confrontado al covid-19 de creación china.

            En otro punto, Trump atacó a su adversario al decirle que estuvo ocho años dentro de los dos gobiernos de Barack Obama y no solucionó muchos de los problemas de los que ahora acusa a los republicanos y a él en lo personal. Posteriormente, acusó a Biden de recibir US$3,5 millones de parte de Rusia; y la respuesta inmediata del demócrata recordó al presidente que tiene una cuenta bancaria en China, a pesar de que se hace pasar por ser un enemigo de los chinos comunistas. El contraataque de Trump fue en estos términos: “Tengo muchas cuentas en muchos Bancos y esa cuenta en China la cerraron en el 2015, creo.” Seguidamente, Joe Biden atacó al republicano en el tema de los impuestos que supuestamente no ha pagado y no ha dado a conocer a la opinión pública y la respuesta del mandatario fue: “pagué por adelantado mis impuestos y nadie me acusó por ello.”

            La política exterior se tocó apenas superficialmente, a pesar de que es uno de los temas trascendentales siempre, en la agenda de la Casa Blanca y sus presidentes.

Por otro lado, Trump recordó, siempre belicoso, que  Biden apoyó una legislación, hace dos décadas y media, cuando era senador, que a la postre resultó en un masivo encarcelamiento de ciudadanos negros. La réplica de Biden fue débil y hasta evasiva en este punto concreto del debate.

Finalmente, el coronavirus chino, que ha matado a 223,042 estadounidenses, según la Universidad Johns Hopkins, sigue siendo la preocupación de Joe Biden, quien no escatimó palabras ni actitudes, para atacar a la pésima gestión del Gabinete de Trump frente a la pandemia.

A estas alturas de la campaña política de los Estados Unidos, imaginamos que el votante ya tendrá una idea más o menos fiel de quién es quién y a quién dará su voto en el momento preciso; aunque es bueno recordar que ya muchos ciudadanos de este país han votado, pero el recuento final lo sabremos hasta las dos primeras semanas del próximo mes de noviembre, cuando hayan terminado los comicios. El panorama es incierto


Elecciones en Bolivia.

¿Habrá Acertado el Gran Electorado

 con su Decisión?

 

LA PAZ, Bolivia- El resultado de las elecciones nacionales ha arrojado una sorpresa con la victoria de Luis Arce, de quien se dice fue nada menos que “el delfín” de Evo Morales y se comenzó a conjeturar una serie de argumentos, todos apuntando al ex líder indígena y cocalero, exiliado en Argentina. Entre esos rumores se aseguró que, con el triunfo de Arce, le sería fácil regresar a Bolivia para reclamar la silla dictatorial que el ejército le arrebató en el 2019. Sin embargo, la realidad actual parece decantarse por otros rumbos políticos y que señalan que Luis Arce está muy lejos de parecerse a Morales y estar dispuesto a complacerle en sus devaneos y caprichos. Tampoco será ese monigote de Evo Morales, que sus enemigos aseguraron durante la campaña recién finalizada.

            Lo cierto, aparte de tanta conjetura y especulación, es que el nuevo mandatario tiene delante suyo una de las tareas más intrincadas que gobernante alguno pudiere tener, en tiempos particularmente difíciles en lo social y económico; además, debemos recordar que Bolivia es una de las seis naciones más pobres de América, junto a Haití, Nicaragua, Cuba, Venezuela y Honduras, tres de ellas pertenecientes al tristemente célebre ALBA, fundado por Hugo Chávez, ex dictador de Venezuela, y que englobaba a las naciones comunistas de Latinoamérica.

            Retornando al tema: gobernar a Bolivia no será tarea fácil, de igual manera tampoco lo es administrar ningún otro país en el mundo, ahora que el golpeteo de la pandemia china ha hecho entrar al mundo en recesión, hambre, desempleo y retroceso en casi todos los aspectos.

 

Los bolivianos, a pesar de lo expuesto, renuevan las esperanzas

 

            Debemos comenzar por decir que Luis Arce fue ministro de Economía y se le concede el beneficio de haber hecho una excelente gestión financiera cuando estuvo al frente de dicho ministerio. Incluso hay muchos quienes dicen que fue el gestor de un verdadero “milagro económico” en Bolivia, ya que impulsó un alto crecimiento y la reducción de la pobreza. Es por eso que el Movimiento Al Socialismo (MAS), lo llevó a la presidencia del país, al cabo de los recientes comicios. Sin embargo, tal es la magnitud de la crisis por la que atraviesa Bolivia en la actualidad –parecida a la de todas las naciones del subcontinente americano-, que le costará muchísimo al nuevo mandatario, repetir el éxito anterior. Y para muestra, el propio informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha vaticinado una caída de la economía boliviana, por culpa del coronavirus chino, del 7,9 por ciento.

            En lo que estriba al triunfo de Arce, su asesor en la campaña política reciente, Diego von Vacano, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Texas A&M, explica la razón del mismo: “La crisis económica fue un tema central y decisivo en la contienda (…). La gente empezó a darse cuenta de que, en una época de coronavirus, cuando la crisis económica se puso más aguda, sería mejor tener un economista con la mente clara para poder enfrentar esto.” Hay muchísimos bolivianos que cifran sus esperanzas en lo que hizo Arce en el pasado y desean que les depare un futuro promisorio. Aquí es bueno recordar que Bolivia es un país con 11 millones de habitantes, con el 34,6 por ciento debatiéndose en los márgenes de la pobreza y el 12,9 por ciento en pobreza extrema. Ante esta peliaguda realidad, el presidente electo asegura que, gracias a su plan económico, a través del apoyo al sector agropecuario, su gobierno será garante de la seguridad alimentaria de todo el pueblo.

            En todo caso, el momento preciso en el que Luis Arce fue ministro de Economía de la dictadura de Evo Morales, se presentó cuando el mercado de gas del Brasil ya estaba abierto, después de una lucha por más de 20 años para que se abriera y Bolivia pudiera vender en él. En opinión del economista Napoleón Pacheco, “hubo una constelación de factores favorables, sin los cuales Bolivia no hubiera podido aprovechar el boom de precios de materias primas. Esto le dio a Arce recursos extraordinarios para cubrir el crónico sobregasto fiscal del país. Por eso hubo superávits presupuestarios por varios años consecutivos, hasta que los precios de los bienes de exportación volvieron a caer.” Así explicó el momento preciso que supo aprovechar el hoy candidato ganador de las recientes elecciones nacionales. Pero, en estos días, Arce no podrá contar con el mismo panorama. Ni parecido siquiera.

            En lo que atañe al litio (Bolivia cuenta con los recursos más grandes del mundo), el mandatario electo cifra sus esperanzas en este metal blando y sin el cual no se podrían producir las baterías de los celulares, computadoras y los autos eléctricos. Es evidente que en este aspecto el potencial del país es enorme, pero hay que definir la comercialización de este rubro. Por otra parte, según explica von Vacano, Arce buscará asociaciones público-privadas, sin perder la soberanía de Bolivia. “Esto implicaría una importante fuente de ingresos tributarios si se encontraran inversionistas y empresas privadas dispuestas a trabajar las reservas sin privatizarlas.” Aun así sentencia: “La de Arce va a ser una labor difícil, porque esta es una crisis bien seria; pero yo creo que, poco a poco, va a lograr el éxito.”

 

¿Y… dónde ha quedado el ex dictador Evo Morales?

 

            Se ha dado una situación realista insoslayable: Luis Arce, con sus aires de moderación, ha superado en la intención de voto a Evo Morales y esto debe haber molestado al ex líder cocalero que gobernó a Bolivia por espacio de 14 años ininterrumpidos. De tal modo, Arce ha demostrado que Morales no es imprescindible para el país y, por el contrario, es plenamente sustituible y… hasta olvidable por la gran masa de votantes. Es cuando los analistas dicen: “(…) el liderazgo del partido, el Movimiento Al Solidarismo (MAS), Morales lo sigue detentando ciertamente; pero como candidato, Arce ha demostrado que su imagen de moderación alcanza una base social más amplia que la de Morales.”

            Además, la imagen de Evo Morales, hacia el interior del país, ha quedado profundamente erosionada y, tanto opositores como simpatizantes, no lo quieren más en la cúspide del poder. No obstante, las preguntas que siguen “revoloteando” en el aire cuestionan: ¿Volverá Evo a Bolivia, prontamente? ¿Tendría un papel protagónico si regresara al país? ¿Se plegará el nuevo presidente a los devaneos y caprichos de Morales? ¿Tratará el ex dictador de manipular al mandatario electo? ¿Reclamará cuotas de poder que el exiliado cree poseer todavía? Es cuando los observadores aseveran nuevamente: “Arce debía a Morales su nominación como candidato; pero ahora ser presidente se lo debe a los votantes y eso es algo que el ejercicio del poder aclara muy pronto.” Y añaden: “No tiene por qué ocurrir un ‘divorcio’ (político), como el visto en Ecuador, poco después de que Lenín Moreno sustituyera en la presidencia a su mentor Rafael Correa; pero tampoco tiene por qué discurrir todo de un modo públicamente suave, como la relación en Colombia entre Iván Duque y el ex presidente Alvaro Uribe. Las tranquilas declaraciones de Arce, en la noche del recuento electoral y su llamada a la unidad nacional, contrastan con el tono más combativo y con sombra de revanchismo, dejado escapar por Morales.”

            A partir de este momento y cuando asuma el poder el nuevo mandatario de los bolivianos, si desea comenzar “con el pie derecho” su gestión gubernamental, deberá deslindarse o desligarse absolutamente de Evo Morales, quien deberá dejar de proyectar su negra sombra sobre la nación y pensar profundamente si le permite regresar a Bolivia y de permitirlo… deberá ponerlo a la orden de los Tribunales de Justicia, para que excuse sus faltas, gravísimas desde todo punto de vista, partiendo del hecho del fraude electoral que cometió y que le hizo caer del poder. En otras palabras, el simple recuerdo de Evo Morales, podría ser causa de éxito o fracaso en la nueva gestión de Luis Arce; es por eso que no debería “devolverse pisando los mismos pasos” del ex líder cocalero y, por el contrario, crear, en su beneficio y del pueblo entero, un camino propio, personalizado y distante del ex dictador.

            Arce deberá defender a la democracia por encima de su jefe en el partido MAS, quien irrespetó a los principios democráticos con su golpismo, y que por esa misma razón los bolivianos lo sacaron abrupta y decididamente (a Morales) de la Casa de Gobierno y lo enviaron al extranjero. Y hacia el exterior, comprender que las alianzas con Cuba, Nicaragua, Rusia, China y Venezuela, solo problemas y retroceso le traerán; aunque creemos que Luis Arce, con su innegable inteligencia, ya habrá sopesado y decidido el alejamiento satisfactorio de esos países, por el bien único de Bolivia


Carrera por la Casa Blanca entra en

su Fase Final

 

WASHINGTON D.C.- Después de la hospitalización “relámpago” del presidente Donald Trump, supuestamente contagiado con el coronavirus chino, que más bien parece haber sido una estrategia cínica de su parte al jugar y utilizar algo tan delicado como lo es el mencionado virus oriental, se ha abocado a darle punto final a su enfrentamiento con el demócrata Joe Biden, en lo que se conoce con el nombre de etapa final de la campaña por la presidencia de esta nación.

            Antes de analizar los pormenores de este acontecimiento electoral, explicaremos porqué desconfiamos de la honestidad de Trump en relación con su supuesto contagio. Primero, el mandatario no es un individuo de fiar, de él puede desprenderse todo lo deshonesto posible y en cualquier aspecto imaginable; segundo, mientras estuvo en el hospital militar donde supuestamente lo curaron, no dejó de trabajar y el uso de mascarillas, oxígeno y otros medicamentos que regularmente se aplican a los enfermos con el Covid chino, en él no se le vio por ninguna parte; tercero, se le dio de alta al día siguiente de haber ingresado a ese centro médico; cuarto, no guardó reposo prácticamente y se dedicó a sus labores en la Oficina Oval, se fotografió muy sonriente y su doctor habló maravillas de su estado general de salud y que no era proclive a contagiar a nadie más. Y en quinto lugar, ha seguido con sus mítines de campaña, en los que ha bailado, reído, bromeado y parece un renovado Donald Trump, quien nunca tuvo “un encontronazo” con el coronavirus hecho en China.

            Si lo comparamos con Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, lo vivido por Trump no fue absolutamente nada en el hospital: el brasileño quedó débil físicamente, con dolores de cabeza, desconcentración visual y mental y se le notaba en su ánimo bastante deteriorado, golpeado y temeroso; incluso dijo que el virus era “infernal”; y algo parecido manifestó el ex premier italiano, Silvio Berlusconi, quien estuvo a punto de perder la vida por la misma causa. Estas maniobras cínicas, descaradas y tendientes a burlarse del electorado, son las que deploramos de Donald Trump, quien, con tal de alcanzar todos sus propósitos, es capaz de echar mano a trucos reñidos con la moral, el respeto a los demás (y a sí mismo), y contra el orden establecido en la sociedad. Haber fingido ese padecimiento ha sido lo más bajo y vulgar que se le pudo haber ocurrido. Incluso, en sus arengas en La Florida, se ha quitado la mascarilla para demostrar a la multitud que no tiene miedo al coronavirus chino.

 

Joe Biden y compañera de fórmula no son lo que se esperaba de ellos

 

            Los votantes y partidarios demócratas anhelaban a un adversario fuerte contra Trump, que le sacara de la Casa Blanca; pero Biden y su candidata a la vicepresidencia, Kamala Harris, han aparecido ante el pueblo estadounidense demasiado conservadores, tradicionalistas, apegados a un libreto previamente establecido por el comando de su campaña y que más bien le resta fuerza, determinación y contundencia. Su compañera de fórmula, Mrs. Harris, tampoco ha estado a la altura, porque se esperaba de ella que atacara con una inteligencia inusitada a sus contendores y “enamorara” al electorado, pero su figura ha ido de gris a desteñida, se ha escondido “en la trastienda” y ha esgrimido un perfil bajísimo; incluso en las redes sociales (Twitter, que es la preferida de los políticos alrededor del planeta), la señora no escribe gran cosa, apenas unas cuantas palabras que no convencen a nadie. En otras palabras, la apuesta de Biden por Kamala Harris, podríamos decir que ha sido una equivocación de grandes proporciones, porque lo ha dejado solo frente a la maquinaria republicana.

            Los silencios de la postulante a la vicepresidencia en el debate contra el representante de la Casa Blanca, Mike Pence, le indicaron a los televidentes que observaban la discusión, que ella no sabía dar respuesta a varios argumentos de Pence, que su inteligencia no lo era tanto y por eso su cerebro no podía elucubrar ni responder una sola réplica que la sacara del embrollo dialéctico en el que la había metido el republicano. Fue tanta la decepción y su inacción, que catapultó a Mike Pence para que, en su partido, se piense en él como sucesor natural de Trump, una vez deje la presidencia del país. Resumidamente, kamala Harris fue “un bocadillo” exquisito para el actual vicepresidente, quien la devoró elegante y despaciosamente a lo largo del debate.

 

La insolencia de Trump frente a la caballerosidad de Biden

 

            El despropósito, el ataque frontal, vulgar, directo, descarado y descarnado que caracteriza a Donald Trump, es la tónica que no ha dejado de lado este individuo habitante de la Casa Blanca. Él sabe que el votante lo conoce de esa manera, lo acepta así y no está dispuesto, por lo tanto, a cambiar su modo grosero de dirigirse a su oponente. Joe Biden, por el contrario, aparece frente al presidente igual a un Lord inglés, educado, cortés, amable, señorial, racional y acorde con la edad que posee (77 años). Y lo cierto es que Trump necesita a otro hipopótamo parecido a él, con intensidad, ímpetu y que sea capaz de ponerlo en su sitio con la misma agresividad que él muestra cada vez que se enfrenta o habla de Biden y éste no tiene esas condiciones tan desagradables, pero que, a la postre, le podría dar los réditos propagandísticos y de imagen que le son esquivos y ausentes hoy en día.

            En síntesis: Biden es un gentleman con todas sus letras en cualquier idioma; Trump es un sátrapa de los peores que han llegado a la presidencia de los Estados Unidos, y ha superado en esa condición a los mismísimos Richard Nixon y Lyndon Johnson, dos bribones capaces de “incendiar al mundo” ellos solos.

            Por su parte, Trump le ha dicho prácticamente de todo a su contrincante: socialista, comunista amigo de la China creadora del coronavirus, displicente con las dictaduras de los chinos, cubanos, nicaragüenses y venezolanos y representaría un retroceso para la política exterior de Washington, con respecto a esos delincuentes que ostentan el poder en sus respectivos países. Biden tampoco se ha defendido de tales adjetivos y definiciones políticas. Una muestra más de su insolvencia dialéctica en esta campaña del 2020. Tampoco ha atacado a Trump en sus flancos débiles; ciertamente, al principio mencionó el mal manejo de parte del actual presidente de la pandemia venida desde China, que cobró las vidas de muchísimos ciudadanos, pero solo fue un pequeño detalle en el marasmo de insultos y ataques que, por el contrario, Trump le lanza a diario.

 

El cara a cara antes que lo virtual

 

            Fiel a su prepotente carácter, Donald Trump prefiere enfrentarse a cualquier enemigo face to face, antes de hacerlo por medio de las pantallas de los televisores o las computadoras. Incluso sabemos que, en el momento cuando despidió a sus asesores (quienes han sido muchos), Trump no echó mano a una carta o al diálogo explicativo y respetuoso, sino que lo hizo prácticamente a gritos en la Oficina Oval y delante de su hija Ivanka y al omnipresente Jared Kushner, su yerno, y otras personas más, quienes forman parte del gobierno.

            Es por esa razón, por la naturaleza del mandatario, que desdeñó al debate virtual con Joe Biden  y prefiere enfrentarse por segunda ocasión a aquel, frente a frente, para demostrar su fuerza, su ínfimo respeto por la persona humana y su consabida malacrianza que le hacen uno de los hombres más detestados y detestables en el mundo actual.

            Donald Trump está consciente de que el tiempo apremia, prácticamente ya no da espacio para más apariciones públicas ni discursos, más aún si tomamos en consideración al coronavirus chino que ha limitado toda actividad humana en los últimos meses. Sabe que las elecciones serán este próximo martes 3 de noviembre del 2020 y que tiene que lanzar “todos los misiles” que tiene guardados y hacer uso de ese arsenal de la manera más provechosa, hiriente y aplastante posible.

            Finalmente, ante las propuestas y argumentos débiles del demócrata, Donald Trump ha hecho recordar a los votantes que sacó a las tropas de Siria, “derrotó” (según él) al criminal Estado Islámico (Daesh), mató a su líder, Abú Bakr al-Bagdadi; prometió sacar a las últimas tropas de Afganistán, logró la distención con el tirano de Corea del Norte y no se enfrascó en una guerra contra Venezuela. Esos son puntos a favor del disfuncional Trump, ante un Biden que parece no haber entendido que esto, más que una campaña política, es una verdadera guerra contra un individuo prepotente, falto de respeto y lleno de cinismo, quien solo quiere otro período en la Casa Blanca y parece que lo va a lograr, según se están dando los acontecimientos.              


Mike Pence con Aires de Estadista y el Futuro

en sus Manos

 

WASHINGTON, USA- El vicepresidente de Donald Trump, el elegante Mike Pence, dio una lección sobre el comportamiento de un verdadero gentleman y un hombre de Estado que habita en la Casa Blanca, muy distinto a su jefe (Trump), de quien ya conocemos sus actitudes diarias.

            Pence se enfrentó en el único debate entre vicepresidentes que hubo y habrá al calor de la campaña por la elección de un nuevo Gabinete presidencial y lo hizo ante una verdadera dama, la elegida por Joe Biden para acompañarlo en la fórmula presidencial: Kamala Harris. Hemos de decir que el debate no fue fácil para el experimentado Pence, pero actuó acorde a las normas del decoro y con su inteligencia en los temas de la política nacional e internacional. Para la dama fue menos fácil que para su adversario, ya que salió perdedora de esta “contienda” dialéctica frente a las cámaras de la televisión y la mirada de millones de espectadores en toda la nación y diversas partes del mundo.

            Según los analistas, esta discusión entre Pence y Harris “fue más respetuoso y rico en contenido político que el protagonizado por Trump y Biden”, hace pocos días atrás. En lo que atañe a la estrategia de uno y del otro, llamó la atención la pericia y la sagacidad de Pence, quien llevó siempre las riendas de la conversación e introdujo a la senadora en su terreno. “El veterano vicepresidente la llevó a su terreno, tema tras tema, sin apenas excepciones (…),” explica uno de los observadores imparciales, a pesar de que Kamala comenzó furibunda y con “las armas en las manos” al señalar textualmente que, “el pueblo estadounidense ha sido testigo del mayor fracaso de cualquier administración presidencial de nuestra historia”, en clara referencia, por supuesto, de lo que ha sido la gestión gubernamental de Trump. Sin embargo, esa fue su única posibilidad para “enlodar” al actual gobierno, porque Mike Pence, según hemos dicho, la atrajo a sus intereses dialécticos, la maniató intelectualmente y le quitó toda posibilidad de reacción y de maniobra.

            A pesar del desastre que ha sido Donald Trump en las relaciones humanas y del despido frecuente de sus asesores –muchos de ellos fueron sus amigos leales durante varios años-, Mike Pence apareció en el firmamento de la Casa Blanca parecido a una mentira, a un espejismo o una ilusión óptica que se torna difícil de comprender por qué está precisamente ahí, donde reina un hombre obtuso (Trump), violento y vulgar. Es decir, la presencia de un caballero (educado, cortés, de modales), en la personalidad de Mike Pence, contrasta totalmente con la naturaleza virulenta y agresiva del presidente actual. Y con esas cartas de presentación, acudió al debate televisado.

 

Kamala no llenó las expectativas

 

            Es este único debate entre vicepresidentes, se esperaba mucho de la senadora demócrata, nominada en la fórmula presidencial de Joe Biden; no obstante tropezó con la figura de Mike Pence, reiteramos. Y así lo ha descrito la prensa de los Estados Unidos: “En los dos meses desde que Biden la eligió como compañera de ticket (de viaje), la senadora ha mantenido un perfil bajo en la campaña. Esta noche era la hora de Kamala Harris. La semana pasada, en el debate presidencial, las expectativas estaban tan mal para Joe Biden que, a pesar del bronco espectáculo que ambos ofrecieron, pudo salir exhibiendo una victoria. Esta noche, las expectativas estaban muy altas para la candidata demócrata y difícilmente se puede defender que las haya cumplido.” Esto significa que la derrota fue el sello con el cual salió del plató de discusiones Mrs. Harris.

            Concretamente lo que fue el debate puede describirse de esta manera: con más sustancia política que el protagonizado por los dos candidatos a la presidencia; hubo menos interrupciones de uno y de otro, también hubo momentos de tensión, pero Pence evitó a todo trance insultar o descalificar a su adversaria, Kamala Harris, una prueba inequívoca de que se trata de un hombre respetuoso y un caballero a carta cabal. Es posible que Kamala Harris esperaba, minutos antes de la comparecencia, a otro energúmeno parecido al maleducado Trump; pero se encontró de frente con el gentleman que hemos descrito es Pence. “Lejos de las formas agresivas de su jefe, el vicepresidente ha exhibido una educación exquisita desde la primera intervención y eso ha permitido esquivar hábilmente las preguntas que no quería y llevar el debate a su terreno”, cita un columnista, quien analizó certeramente la discusión.

            No obstante lo anterior, el vicepresidente de Trump dejó claro los siguientes tópicos: “la senadora Harris hace política con las vidas de las personas (al mencionar las cifras de los muertos por culpa del coronavirus chino); Biden y Harris apoyan el aborto pagado con fondos públicos hasta el momento mismo del nacimiento; Joe Biden quiere volver a la rendición económica con China.” Pero “la estocada” final para marcar la derrota de la senadora demócrata, la propinó Pence al decir que el presidente “entiende la gravedad de la pandemia y la respuesta de nuestra administración ha sido genial. No pasa un día sin que piense en todos los americanos que han perdido a alguien (por causa del coronavirus chino)”; de paso, mencionó la reciente estadía de Trump en el hospital al resultar infectado con la pandemia china: “(…) el presidente ha dicho que no hay que tener miedo del covid, que es mucho menos letal que la gripe común.” Kamala Harris, al conocer acerca de la experiencia médica que acaba de tener el mandatario, simplemente no tuvo respuesta al argumento de Pence. “No recogió el guante”, han mencionado los analistas del debate en referencia a Mrs. Harris.

            Finalmente, los expertos que vieron el “pugilato” entre los dos vicepresidentes (Kamala, aspirante al puesto), sintetizan así lo ocurrido: “Las técnicas de un astuto Pence para hacerse con el debate han sido variadas, pero destacan dos: una, ignorar educadamente las preguntas de la moderadora y continuar la respuesta a una pregunta anterior en la siguiente, de modo que despojaba a Harris de la posibilidad de responder y le permitía a él decir la última palabra en asuntos de los que, sobre el papel, le convenía huir; y dos, obligar machaconamente a su rival a responder a sus preguntas con un sí o un nó (…). Por varios motivos, el debate de esta noche de los candidatos era más presidencial que nunca. (Porque) el contagio de Trump de covid, ha puesto sobre la mesa la importancia de la vicepresidencia. (…) En esos términos, cabe decir que Mike Pence ha empezado hoy su carrera presidencial para el 2024. Y se ha reivindicado como un activo de los republicanos para apelar a los votantes moderados que se le escapan a Trump. Harris, por su parte, ha desaprovechado su hora.”

            Pero la gran ganadora de la noche fue la política, porque los dos personajes que debatieron, la elevaron a un nivel que hacía muchos años no veíamos, la sacaron del fango al que la han tirado líderes actuales en los nombres de Vladimir Putin, Xi Jinping, Nicolás Maduro, Raúl Castro, Donald Trump, Pedro Sánchez, etcétera, etcétera. La excitativa queda para los estadounidenses comiencen a pensar en Mike Pence y lo lleven a la presidencia de su país en un futuro no muy lejano.


El Primer Debate Biden/Trump

 

Al término del primer encontronazo, a toda la nación estadounidense algo le quedó muy claro: Donald Trump es un patán “de grandes ligas” y Joe Biden, un señor en el amplio sentido de la palabra. También hubo muy poca esencia en los argumentos y réplicas y mucho odio enconado de parte de ambos, que iba y venía en dirección recíproca. Dio la impresión de que Trump quería masacrar a ese “inepto demócrata que se le cruzó en el camino”; y que Biden deseaba sacar, sin dilación, al obtuso presidente del país, antes de que cometa más errores de bulto, según lo ha venido haciendo desde que entró en la Casa Blanca.

            Anthony Zurcher, analista de la inglesa BBC, y a la larga corresponsal británico en Washington, lo describió con estos términos: “El ganador (del debate), fue el hombre que terminó menos cubierto de desechos (basura).” Y agrega: “Biden salió mejor librado, aunque sea solo porque su objetivo principal era demostrar a los estadounidenses que podía resistir la presión (y) que no ha perdido el paso debido a su avanzada edad.”

            Lo cierto es que, en el escenario de discusión, Trump aparecía con su figura pesada (pasada de kilos), parecido a un hipopótamo locuaz (hablantín); y Biden con su fisonomía de hombre sensato, sabio y dispuesto a desbaratar a su adversario con argumentos fiables, sopesables, claros y convincentes. Sin duda, el demócrata es mejor ser humano que el republicano, desde todo punto de vista.

            Ante el temor de Donald Trump por ser despedazado dialécticamente, interrumpió cerca de 75 oportunidades a Biden, cuando éste exponía sus opiniones y esa tónica convirtió al debate en una especie de discusión callejera entre dos hombres que se odian y están dispuestos a cualquier cosa, con tal de acabar el uno con el otro. Simplemente, el mandatario actual arrancaba “desde la raíz esa hidra” que podrían ser las palabras de Biden, que lo podían envolver a lo largo del debate y asfixiar sin contemplaciones.

“Fue un cara a cara caótico –vuelve a describir el británico Zurcher-, en el que Trump cuestionó la inteligencia de Biden y éste llamó a su rival ‘payaso’ y hasta le dijo, ‘¿Quieres callarte hombre?’” Y es que, después de los años que lleva en la Casa Blanca, en medio de una turbulenta gestión presidencial, Donald Trump tiene “una larga cola que le pisen” sus adversarios, que se extiende desde sus arreglos con Corea del Norte y pasa por la negación tácita de la existencia del coronavirus chino, la negativa para usar el cubre/bocas, su inacción ante las dictaduras de América Latina, específicamente en Venezuela y su evidente racismo en los momentos cuando la policía estadounidense asesinó a ciudadanos negros y las posteriores manifestaciones multitudinarias en las calles, por ese mismo motivo.

            Cuando el moderador del debate, Chris Wallace, puso sobre la mesa de discusiones el tema del covid chino, Joe Biden recordó a la teleaudiencia: “Mucha gente murió y muchas más van a morir, a menos que él (Trump), se vuelva mucho más inteligente, que sea más rápido.” Implícitamente le llamó “inepto” y “lento” ante la llegada de la pandemia provenida desde China y que ha segado a miles de vidas de norteamericanos y ante la cual, la inacción del presidente fue altamente preocupante en los primeros tres meses del coronavirus dentro del territorio de los Estados Unidos.

            Otros temas que abordaron, fueron el racismo, la violencia policial, el levantamiento urbano de los ciudadanos y el despiste de Trump, quien ha evadido pagar impuestos; pero en todos esos asuntos, no se profundizó, debido al poco interés del momento que mostró Biden y a la reyerta caótica en la que estaba convertido el primer debate por la presidencia del país.

            Es cuando el mismo analista/corresponsal de la BBC de Londres, Anthony Zurcher, concluye de esta manera lo que observó: “Por otra parte, si el objetivo de Trump era convertir esta campaña en una alharaca desagradable, dejaron a los votantes alienados y con la incertidumbre de si habrá algún tipo de claridad o resolución al final. Bueno, fue un trabajo bien hecho.”

            Sea lo que sea, este fue apenas un mal inicio de ambos contrincantes; lo que debió ser un debate de ideas, se convirtió en un “feroz ring” en el que los adversarios utilizaron solo violencia verbal; un siempre exacerbado Donald Trump, ante un comedido Joe Biden, cuidadoso en no perder su imagen de “Lord inglés”, que, sin duda, ha cultivado a lo largo de su vida. Vendrán más encuentros de este tipo según la tradición estadounidense en sus campañas políticas, y es muy posible que las ideas y conceptos convincentes, fluyan y emerjan hacia la superficie y el votante, en su mayor parte indeciso a estas alturas, podrá sacar conclusiones efectivas y propicias para elegir al mejor.

            Así mismo, lo realmente importante a los ojos del mundo entero, será la inteligencia político/general del ciudadano de los Estados Unidos, porque, dependiendo de quien lleve a la Casa Blanca en estos comicios, así será su coeficiente intelectual y su conocimiento psicológico en relación con las personalidades humanas. Y de eso nos daremos cuenta cabal todos quienes no somos estadounidenses y nos sorprenderemos, nos decepcionaremos o quedaremos gratamente impresionados y volveremos a creer en la decencia del norteamericano individual y en conjunto, por haber votado con inteligencia y sapiencia.

            Por lo pronto, se presentó lo que se esperaba de Donald Trump: su característica incultura, su violencia, su malacrianza, su tozudez, sus mentiras, su torcedumbre de la realidad, su orgullo y prepotencia, ese creerse el millonario a quien todos debemos perdonarle sus caprichos y exabruptos; y de Joe Biden: “el caballero medieval de brillante armadura”, enfocado en hacer caer al contrincante, así, de cualquier manera. Él sabe que no habrá otra oportunidad para alcanzar la presidencia de los Estados Unidos y tendrá que poner “toda la carne en el asador” para derrotar al hipopótamo Trump; y en esa tarea tienen que actuar acertadamente, entre bastidores, sus asesores, analistas y psicólogos contratados para tal finalidad: el triunfo del demócrata sobre el bruto republicano.

            Esto apenas empieza y nosotros acabamos de sentarnos en nuestras butacas para esperar los acontecimientos sucesivos… El espectáculo está servido “Ladies and Gentlemens.”


Esta es la China Comunista que Quiere

Conquistar al Mundo

 

BEIJING, China- Los chinos continentales, bajo el mando de Xi Jinping, el individuo de la cara afable pero de corazón duro, están en una competencia en solitario contra los Estados Unidos, para echarse al bolsillo a aquellos gobiernos que discrepan o están inconformes con las políticas de Washington. Hoy, construyen un estadio de futbol en América Central; mañana un gimnasio en Aruba; pasado mañana un complejo olímpico en República Dominicana. Los ingenieros y los obreros chinos, además de regalar (supuestamente), esas obras arquitectónicas, desean impresionar a los pueblos con el tiempo record en esas tareas. Sus trabajadores –de quienes dudamos que sean remunerados igual que en el mundo occidental-, laboran las 24 horas al día sin derecho a quejarse y mucho menos a sentir cansancio. Pero la gran pregunta que surge es… ¿A cambio de qué los chinos supuestamente obsequian esos “coliseos” deportivos? Ya sabemos que compran las amistades de esa forma, pero… ¿Hay algo más de fondo que ellos sonsacan de los gobiernos de los países débiles y empobrecidos? Este punto todavía permanece en la penumbra, no está nada claro; pero de gratuidad no hay nada, más aún si se trata de la China comunista y su política de dominio y expansionismo.

            Ese es el semblante que muestra la tiranía de Beijing hacia el exterior; pero hacia el interior del país, el hermetismo es la constante y para descubrir la realidad encubierta hay que jugarse prácticamente la vida si se quieren averiguar datos desde las mismas entrañas de su realidad diaria. Resulta impresionante saber que los aproximados 600 millones de habitantes que aquí conviven, no tienen garantizados los derechos humanos esenciales, cuales son la libertad individual, de desplazamiento, de reunión y de hablar. La cúpula del Partido Comunista Chino (PCCH), lo controla absolutamente todo y si no es así, sucede lo que estamos observando actualmente en Hong Kong, donde sus habitantes se resisten a ser absorbidos por el sistema existente en el resto del país.

            Concretamente se conoce que la policía represiva ha construido en los últimos tres años, 380 campos de internamiento en Xianjiang; en otras palabras para que se nos entienda mejor, son “gulag” al estilo soviético, o campos de concentración a la usanza nazi, donde el esclavismo, los malos tratos y el desprecio a la vida humana, son parte de su actividad cotidiana. Así según un reporte del Instituto Australiano de Política Estratégica, que tuvo acceso a imágenes de satélite y que demuestran que las autoridades chinas no han renunciado a sus prácticas llamadas “reeducación”, que no es otra cosa que golpizas, cárcel, hambre y humillación a los opositores del régimen. Por lo tanto, cualquier alejamiento, apenas perceptible o muy evidente, de las directrices emitidas por la cúpula en el gobierno, pueden llevar a esas personas, consideradas “en rebeldía”, a las prisiones a las que hemos hecho referencia.

            La región de Xianjiang es desértica, de acceso casi imposible, menos si no se cuenta con el permiso del Estado; ha sido una zona afectada durante mucho tiempo por sangrientos ataques de parte de la etnia musulmana llamada uigur y la respuesta armada del gobierno de Beijing ha sido firme, también sangrienta y tendiente a terminar con lo que comunistas llaman “terrorismo.” Los 380 campos de concentración chinos, son una red de cárceles para internar a “los terroristas” aprehendidos por el ejército o la policía del Estado; también a otras personas de minorías musulmanas y a todo aquel que esté en desacuerdo con el gobierno. Catorce de esos sitios están todavía en construcción y se trata de inmuebles de vasta extensión, capaces de albergar a un número considerable de personas.

            “La evidencia en esta base de datos, muestra que, a pesar de las afirmaciones de los funcionarios chinos sobre los detenidos que se gradúan de los campos, la inversión significativa en la construcción de nuevos centros de detención, ha continuado durante el 2019 y el 2020”, explicó el investigador australiano, Nathan Ruser. La información recabada se hizo pública y se pueden observar las imágenes del satélite fundamentadas en coordenadas terrestres. Son campamentos individuales y se clasifican en la carpeta bajo el nombre, “Proyecto de Datos de Xinjiang.”

            Resulta inmoral y reñido con los principios fundamentales del ser humano, que democracias, alrededor del mundo, establezcan relaciones diplomáticas y económicas estrechas con un régimen asesino, que viola los derechos humanos cuando le place. Esto sin tomar en consideración la invasión al Tíbet y el proceso callado y paulatino de depuración racial de los tibetanos, quienes han sido eliminados o desplazados de su propio país y suplantados por soldados y colonos traídos desde la China.

Simplemente, un día cualquiera, al gobierno de Beijing se le ocurrió apoderarse del Tíbet, lo invadió, asesinó a sus políticos, persiguió a los monjes budistas, obligó a gran cantidad de personas a huir hacia el exilio (en cuenta el Dalai Lama, refugiado en la India), y se ha mantenido en ese territorio plácidamente, ante las tímidas y escasas quejas de la comunidad internacional.

Este es el rostro que presenta la China creadora del covid-19… la parte visible y la oculta y ambas nos muestran opresión, esclavitud, régimen carcelario (derogación de las libertades civiles y persecución), mentira, imágenes falsas de bienestar y bonanza. Un país y su gobierno para no aceptar dentro de la diplomacia y mucho menos en el intercambio comercial; su arrogancia y desprecio por el ser humano, son los obstáculos para despreciar así mismo a su régimen criminal. 


¿Deberían Votar los Hispanos por

Donald Trump?

 

MIAMI, USA- Si nos ponemos a analizar bien la pregunta que sirve de titular a este artículo de prensa, diríamos que ninguna persona debería depositar su voto por este individuo que ya ha demostrado su impericia para gobernar nada menos que a la primera potencia del mundo; es decir, a los Estados Unidos.

         Empero, nos vamos a circunscribir únicamente a lo que plantea la pregunta. Para esto debemos recordar el pasado reciente, las actitudes, discursos y sentimientos de Donald Trump con respecto a América Latina que se decantan en lo siguiente: rara vez el mandatario ha mencionado nombres de países en los casos de Uruguay, Argentina, Chile, Ecuador o Perú; al principio de su administración hablaba todos los días de América Central, precisamente por las caravanas de guatemaltecos, hondureños y salvadoreños que partían a pie hasta la frontera estadounidense. Lo hacía con convincente molestia y no dejaba de instigar para que construyeran el famoso muro intrafronterizo con México, que acabó en nada, se difuminó igual a la inteligencia que alguna oportunidad tuvo el mismo Trump.

         Dos cosas: es evidente que a él le molesta referirse a América Latina, porque es, en su concepto errático de la situación, sólo el traspatio de los Estados Unidos, solo eso. Incluso México, su vecino inmediato, representa una molestia aún mayor, porque la inmigración mexicana hacia USA es cuantiosa en miles de personas que cruzan ilegalmente la línea fronteriza. ¡Ni el problema del narcotráfico le molesta a Trump! Y son contadas las ocasiones en las que se ha referido a una de las peores problemáticas que atacan a su país. “No certifica ni descertifica” a ninguna nación latinoamericana, con base en su lucha contra el trasiego de drogas, porque a él no le importa ese tema y es posible que no lo haya estudiado en detalle, nunca en su vida. Y el segundo tema se relaciona con Israel. A Donald Trump le tira fuerte el mundo de los judíos, sin duda por la presencia diaria y cercana de su yerno de esa raza, Jared Kushner, esposo de su hija Ivanka, quien abrazó la fe sionista antes de contraer matrimonio con aquel. De hecho, desde la mitad del año pasado (2019), hasta los meses que lleva el actual 2020, el mandatario lo ha dedicado exclusivamente al tema israelí en todas sus variables: reuniéndose constantemente con el dictador judío, Netanyahu; enviando a su representante, Mike Pompeo, a Oriente Próximo; opinando al respecto y de manera insistente, etcétera, etcétera. Su gestión gubernamental –si se le puede llamar así-, apunta solamente al caso de Israel y su relación con sus vecinos árabes; y da la impresión de que la Casa Blanca está ubicada en Tel-Aviv y no en Washington D.C., tal la persistencia con el tema judío.

         ¿Deberían votar los hispanos para reelegir a Donald Trump? Vamos por partes… en el caso de los venezolanos, tajantemente nó. El presidente de los Estados Unidos no ha hecho absolutamente nada por liberar a Venezuela de la dictadura chavista; incluso, en los últimos cinco meses no se ha referido al asunto y en lo que transcurre el presente 2020, no ha mencionado siquiera al líder opositor, Juan Guaidó, a quien abandonó a su suerte, tampoco lo apoya moralmente siquiera y se ha expresado, en privado, de manera socarrona y burlesca de aquel, según el libro publicado recientemente por John Bolton, ex asesor de Trump para asuntos internacionales. Los exiliados venezolanos han visto la débil postura del presidente estadounidense ante el trasiego de cocaína que lleva a cabo la narcodictadura de Nicolás Maduro, en contubernio con los cárteles colombianos y no hace nada por detenerlo; tampoco habla de opciones (diplomáticas o militares), para sacar a los comunistas del poder; es decir, a Trump le importa “un rábano” lo que sucede en Venezuela. El hecho de que haya puesto unos cuantos buques de guerra en el Caribe para atajar a los petroleros iraníes, responde más a su odio por Irán, insuflado por su yerno Kushner, que al deseo de asfixiar con la falta de combustible al gobierno venezolano. Trump ve el problema de Venezuela con el mismo cristal con el cual observa el diferendo Irán-Israel; de lo contrario, ni volvería su mirada hacia la nación suramericana.

         Los centroamericanos y mexicanos que viven, legal o ilegalmente, en los Estados Unidos, tampoco deberían votar por él, debido al altísimo grado de inseguridad que Trump les ha hecho sentir desde que llegó a la Casa Blanca, al amenazarlos con perseguirlos, apresarlos y deportarlos; y, al mismo tiempo, les ha quitado sus beneficios médicos y migratorios, de los que gozaban plenamente. De tal manera, la actitud de los centroamericanos frente a Donald Trump ha sido la de esconderse, igual a los delincuentes. Pensar en el apoyo de este grupo de ciudadanos al actual mandatario, mediante el voto, sería suicida, algo así como permitir al enemigo continuar en el poder para que continúe las persecuciones.

         Los cubanos posiblemente sean quienes más tengan que agradecer al presidente, debido a su férrea política contra la dictadura de Raúl Castro y Díaz-Canel y es muy probable que le favorezcan en estas elecciones, más aún con los rumores que corren en contra del candidato demócrata, Joe Biden, de que es izquierdista y favorecería, eventualmente, si ganara los comicios, a las relaciones bilaterales con Cuba y a su sistema de represión, algo parecido a lo que hizo Obama en su momento. Ese temor generalizado entre el numeroso grupo cubano residente en los Estados Unidos, es lo que empuja a muchos de ellos a repetir el voto por Donald Trump, declarado enemigo de la dictadura cubana. En este sentido, los originarios de la isla y residentes en La Florida, están absolutamente claros en lo que se refiere a la política del actual presidente y eso les satisface.

         Finalmente, y en relación con la pandemia china del covid-19, la postura de Donald Trump gusta a quienes le escuchamos sus acusaciones directas a los chinos, por haber creado y expandido el virus dañino que ha estado matando a miles de personas; sin embargo, el presidente no ha expresado una sola muestra de dolor ni solidaridad con naciones latinoamericanas, en los casos de Ecuador, Brasil y Panamá, para citar únicamente a tres de ellas, en momentos cuando sus pueblos sufren los embates mortales, “las oleadas” y rebrotes que llenan sus hospitales y cementerios. Nada, Trump no dice nada al respecto, mucho menos ha enviado misiones médicas ni medicamentos para ayudar a esos gobiernos y sus sistemas hospitalarios. Y ello es para tomarlo en cuenta en el instante de sufragar en las próximas elecciones de los Estados Unidos, porque, a todas luces, se trata de un individuo insensible, a quien el mal general de los latinoamericanos no le importa un ápice siquiera.

         Pero, según escribió el filósofo español José Ortega y Gasset, “las masas son irracionales y responden al instinto”, a la emoción del momento, y por eso podrían darle sus votos a Donald Trump, a pesar de lo que ellas mismas conocen, han analizado y comentado; de tal manera, podrían  reelegirlo inesperadamente para un segundo período en Washington, al frente de la mayor potencia mundial. Todo es posible. También habrá que esperar el mensaje que transmitirá Joe Biden en torno a estos temas que interesan al subcontinente latinoamericano, si cala hondo en los corazones de las personas o pasa de lejos, semejante a una brisa sin fuerza ni importancia.

Esperaremos la celebración de las votaciones y que lo resultado de ahí, sea lo mejor para todos, en especial para quienes no somos rubios, no vivimos en el norte anglosajón, ni tenemos al inglés de lengua materna.  


Dictadores, Presidentes, Primeros Ministros y Políticos con el Covid Chino

 

La pandemia originada en China y diseminada por todo el planeta, no conoce límites físicos, geográficos, sociales, raciales, administrativos y de ninguna índole. En lo que concierne a lo administrativo o gubernamental, el covid chino o covid-19 (nosotros le llamamos por su verdadero nombre, “covid o coronavirus chino”), ha infectado y lanzado a las camas de hospitales a una cantidad impresionante de líderes, que realmente asombra hasta al más despistado.

            Veamos. Hagamos un repaso de esas personalidades a quienes los chinos han hecho daño con su pandemia:

            Boris Johnson, Premier inglés, quien contrajo la mortal enfermedad y todos alrededor del mundo temimos lo peor, a pesar de que es un hombre errático, de manifestaciones crudas, nunca sujetas al raciocinio ni a la sensatez; pero tampoco era digno para que tal problema le cayera encima. Su política de separación definitiva de la Unión Europea (UE), BREXIT, quedó un tanto detenida en el tiempo, hasta que se repuso al guardar cuarentena y regresó a la mansión del 10 de Downing Street. No se conocen secuelas que haya dejado el coronavirus chino en su estado fisiológico, después de su recuperación.

            Angela Merkel, la Canciller alemana aparentemente resultó contagiada, pero ni la prensa gubernamental (de su Despacho precisamente), ni la de Alemania en general, informaron gran cosa y tampoco le dieron seguimiento a la noticia. Ella ha seguido en su trabajo al frente del gobierno teutón, sin cambios drásticos en su metodología, agenda, proyectos y política interna y externa del país.

            Jair Bolsonaro, el Presidente de Brasil, sin duda alguna, ha sido el caso más peliagudo e impactante de cuantos se han contagiado con la pandemia china, debido a que restó importancia al virus y lo catalogó al principio con las palabras de “leve catarrito”, mientras cientos de brasileños caían fulminados por el covid-19 de manufactura china y él todavía no caía en la cuenta de la gravedad de los hechos. Incluso, su terquedad e ignorancia llegó a tanto, que se negó a usar protector en la boca y nariz o se lo quitaba delante de las demás personas, durante sus giras de trabajo. Restablecido, dijo sentirse débil físicamente, con fallos en la memoria y mareos.

            Diosdado Cabello, el co-dictador de la Venezuela marxista, resultó contagiado con el virus difundido por sus amigos de la China comunista; la prensa de su país informó el mismo día de su reclusión, a mitad de agosto pasado; pero no se ha vuelto a saber absolutamente nada de este individuo, el más violento de la camarilla que ostenta el poder en la dictadura venezolana. No se conoce si sigue mal, si ha muerto o se ha restablecido; tampoco sobre su paradero actual.

            Jeanine Áñez, la Presidenta interina de Bolivia, quien asumió ese cargo después de haber separado al ex dictador Evo Morales de su silla dictatorial, también cayó en las garras de la pandemia china; de inmediato se sumió en la cuarentena y trabajaba desde su casa de habitación, vía internet. Actualmente está fuera de peligro y ha regresado a los avatares del gobierno, hasta que deje el poder una vez que se conozca quién será el nuevo mandatario boliviano, al cabo de las próximas elecciones a nivel nacional.

            Juan Orlando Hernández y su esposa, esta es la pareja presidencial de Honduras, quienes resultaron infectados y la noticia conmocionó al gran público hondureño. Guardaron cuarentena y recibieron los cuidados médicos necesarios y se han recuperado exitosamente, según boletines emitidos por la Casa de Gobierno.

            Príncipe Carlos de Gales, el futuro Rey de Inglaterra dio positivo con el covid chino y se refugió en su castillo en Escocia, bajo cuidados médicos privados. Un parte de la Casa Real informó que había superado la enfermedad y después un video en Twitter, así lo confirmó.    

Silvio Berlusconi, el ex primer ministro italiano, de vida licenciosa y siempre enfrascado en la polémica social y política de su país, tuvo que ser llevado al hospital de San Raffaele, en Milán, en un estado lamentable y preocupante. Al cabo de unos 15 días de internamiento, pudo recuperarse, pero el coronavirus le dejó muy impresionado, porque creyó que en un momento dado iba a morir. Sus declaraciones, vía telefónica, a los periodistas, fueron realmente dramáticas. Esto fue lo que dijo en aquel instante desde su cama en el centro médico: “Estoy luchando para salir de esta enfermedad infernal (¡!). Es muy fea. Aquí en San Raffaele me han hecho miles de exámenes y yo estaba entre los cinco primeros por la fuerza del virus. Estoy haciendo lo mejor que puedo y realmente espero lograrlo y poder volver a la ‘pista’.” Hoy se encuentra en su casa de habitación restableciéndose lo mejor que puede, pues pasa de los 83 años de edad. Su supervivencia es un verdadero logro de la medicina italiana o un milagro de Dios, según quiera vérsele.

Alejandro Giammattei, presidente de Guatemala, ha sido de los últimos en resultar contagiado; recordemos que es médico de profesión, tiene 64 años, y se encuentra en observación en su residencia particular. Ha dicho a los periodistas, vía internet, que padece algunos de los síntomas del coronavirus y cuando resulte vencedor en esta situación, detallará a los guatemaltecos aspectos del covid-19, para que se cuiden de contraerlo.

Por supuesto que otros personajes de la política mundial han resultado infectados con la pandemia china, pero se haría muy extenso escribir sobre todos ellos, entre quienes se cuentan legisladores en Argentina, Rusia, miembros de Casas Reales europeas, senadores estadounidenses y demás.

Empero, el común denominador de las personalidades que hemos descrito anteriormente, radica en el hecho de que recibieron asistencia médica prontamente y de manera muy eficaz, precisamente porque tienen a mano a los mejores especialistas de cada uno de sus países; lógicamente, el pueblo llano no tiene acceso a esos servicios de salud de manera urgente y efectiva, especialmente en las naciones latinoamericanas, asiáticas y africanas, de ahí el altísimo grado de fallecimientos de los que nos enteramos día a día.

Por otra parte, mención expresa merece la pareja de dictadores de Nicaragua, Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, quienes minimizaron ignorantes e irresponsables a la pandemia china y, mientras el pueblo se aglomeraba en actividades políticas y deportivas azuzados por ellos dos, los tiranos se apartaron de la vida pública y se recluyeron en su mansión, temiendo el contagio. Ese fue el doble juego que practicaron: que el pueblo se infectara y muriera; pero ellos dos observaron los lineamientos médicos, para no contraer el covid-19, creado en China. El cinismo no conoce límites ni circunstancias cuando se trata de la gente malvada y malintencionada.

Pueden estar satisfechos los chinos con el daño que han causado a la humanidad entera. Muy satisfechos. Lástima la impunidad de la que también gozan.


 La Ilimitada Criminalidad de la

Dictadura Cubana

 

No les ha bastado lo que han perpetrado desde que asaltaron el poder allá por el lejano 1959, cuando Fulgencio Batista tomó sus maletas y se fue de la isla hacia el exilio, sino que cada día parece que inventan algo nuevo para martirizar primero al pueblo cubano y posteriormente matarlo de hambre.

            Concretamente, con esto de la pandemia que los chinos crearon en la ciudad de Wuhan y han dispersado por todo el planeta (indudablemente con alevosía y premeditación), el exilio cubano en los Estados Unidos se ha solidarizado, según se esperaba, con sus compatriotas aprisionados en la isla, al enviarles cargamentos con ayuda humanitaria; y aquí es donde vuelve a aparecer la incansable e ilimitada criminalidad de los dictadores comunistas, encabezada por Miguel Díaz-Canel, quien no es otra cosa que la marioneta de Raúl Castro Ruz, quien es el que gobierna verdaderamente entre bastidores o en las sombras del poder. De tal manera que el dictador ordenó la retención de dicho cargamento enviado desde la Unión Americana, solo porque proviene del archienemigo de Cuba, que es el exilio en los Estados Unidos.

            En acto seguido, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), condenó la acción de la dictadura, al confiscar los bultos enviados a la población necesitada en la isla. El cargamento forma parte de la iniciativa conocida con el nombre de “Solidaridad entre Hermanos”, cuya finalidad es ayudar a congregaciones religiosas (iglesias), y personas independientes de la sociedad civil; es decir, esa ayuda iba a alcanzar, de no haber sido retenida por las autoridades, a unas 15 mil familias que viven (o mal viven para ser más exactos), en Cuba.

            El mensaje que el sistema castrista está enviando a los exiliados y a los Estados Unidos por entero, señala que “cualquier envío que provenga de la gran potencia, no será bienvenida por el gobierno cubano; y que, a pesar de las inmensas y profundas necesidades y privaciones que sufre la población, serán retenidas en las aduanas, nunca devueltas a su sitio de origen y jamás distribuidas entre quienes configuraban como destino.” La inhumanidad, la demencia y el delirio de un régimen canalla, personificado en la dictadura castrista, han sobrepasado todas las expectativas y esperanzas que se pudieran haber dado antes de esta vileza.

            La ayuda material se encuentra en estos momentos, y desde hace 25 días atrás, estacionada en el Puerto del Mariel, en La Habana, por órdenes del dictador Díaz-Canel; y un comunicado difundido al mundo por la Fundación para la Democracia Panamericana, en colaboración con la ciudad de Miami, Capital del exilio, dice lo siguiente en torno a este asunto: “La ayuda humanitaria debe ser desbloqueada inmediatamente por el gobierno de Miguel Díaz-Canel y puesta en manos de los destinatarios para su urgente distribución. Cuba sufre en estos momentos una grave crisis económica y sanitaria, por lo que cualquier ayuda proveniente del exterior, resulta importante. La conducta actual de las autoridades cubanas, es reprobable desde el punto de vista humanitario.” Puntualiza el comunicado.     

            Así, la dictadura comunista no permite que salga nadie de la isla y tampoco que nada ni nadie ingrese al mismo país; es decir, el sistema carcelario es absoluto y sin ningún resquicio que pueda utilizarse para enviar y recibir ayuda. El hermetismo, “la cerrazón” es total y sin comparación alguna en el hemisferio occidental, solamente con Nicaragua y Venezuela; y en Asia, con el régimen de Corea del Norte, todos  practicantes del marxismo-leninismo inhumano, especializado en matar de hambre a sus respectivos pueblos.

            Una descripción, parte por parte, de lo que sufren los cubanos actualmente, sería en estos términos: hambre, falta de libertad, de trabajo, impedimento para salir de la isla, cero oportunidades profesionales, carencia de servicios médicos, ausencia de ropa nueva o en buen estado siquiera, de zapatos, implementos para el aseo (jabón, desinfectantes, toallas, etc.), la presencia del coronavirus chino por todos lados, miseria individual y general y por último, muerte por causa del hambre y la misma pandemia oriental, por falta de medicamentos y doctores especializados y cercanos a la población. Ahora debemos sumarle el impedimento para que los exiliados les envíen ayuda, pues el gobierno criminal cubano, todo lo bueno lo prohíbe, sin dar una explicación del por qué.

            Indudablemente, el satanismo de ese sistema no conoce límites ni el mínimo rasgo de humanidad.


La Popularidad de Carlitos Alvarado

en Caída Libre

 

Igual a un fardo lanzado desde un avión hacia tierra firme, con la misma velocidad y dramatismo, la popularidad del presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, se precipita hasta tocar el suelo y quizás más allá, donde habitan los roedores que no soportan ver la luz del Sol. La caída del joven mandatario es libre, dura, dolorosa e impensada hasta hace poco tiempo, cuando el pueblo costarricense le había dado el aval, debido al buen manejo de la pandemia china; pero, fundamentado en sus decisiones dubitativas en el plano económico, el mismo ciudadano, esta vez rozando el hambre, la desesperanza y la quiebra económica, lo ha lanzado al vacío como si se tratase del pesado fardo al que hicimos referencia al inicio de este artículo.

            Pero “esos palos de ciego” que Carlos Alvarado ha venido dando al asumir la presidencia del país, no son recientes, porque, al haber colocado en un ministerio tan sensible como lo es el de Hacienda, a una aparente “dulce abuelita,” que resultó más voraz que 10 tiburones con hambre, conforme avanzaba su gestión, le demostró al pueblo que este gobierno no iba a ser todo lo fácil que se dijo durante el proceso electoral que ganó, desgraciadamente y reiterativamente el PAC. Esa “dulce abuelita”, llamada Rocío Aguilar Montoya, sacada por el mismo Alvarado no sabemos de cuál armario olvidado y lleno de telarañas, comenzó a jugar –sí, “jugar”, así como se lee-, con las pensiones de personas más ancianas que ella, quienes vieron corridas la fechas de pago y les dejó más de una semana a esos humildes pensionados, sin alimentos ni medicamentos durante ese lapso. Así de deshumanizada aparecía la sweet grandma; es decir, en esos duros momentos, gran cantidad de pensionados de la tercera edad llegaron a los Bancos para retirar su dinero, ganado después de ingentes y penosos años de trabajo, y se encontraron con la desagradable sorpresa de que la ministra había desplazado la fecha de pago una semana y hasta quince días posteriores. ¡Hay que ser un desalmado para hacer cosas así en esta vida!

            Después de ese deshonroso desencuentro con doña Rocío –reubicada posterior a su renuncia en otro puestazo dentro de la función pública-, siguieron su ministros dando de qué hablar, como aquel fulano que estuvo en la Cartera de Educación y que lo único bueno que hizo fue precisamente “renunciar.” Y la seguidilla de fracasos continuó ante la mirada paciente del pueblo más tranquilo del planeta… el costarricense. Le renunció Rodolfo Piza, quien, igual a un “gato viejo,” vislumbró que vendrían épocas aciagas para Carlitos Alvarado y prefirió “correr que morir en el intento.” Lo sustituyó Víctor Morales, “el señor de los eructos” –porque una imagen de la televisión, del canal 6, le enseñaba lanzando un feo eructo en media conferencia de prensa-, y tampoco dio la talla en ese Gabinete en el que, aparentemente, cuesta que alguien encaje como debería ser. Posterior al señor de los eructos, Alvarado, en un viaje astral al antiguo Egipto, abrió un sarcófago y sacó a una momia política, en la persona del actual ministro de la Presidencia, sustituto de los otros dos, llamado Marcelo Prieto. Fea cosa esa de estar resucitando cadáveres políticos, pues Prieto ya había sido fumigado de la política costarricense desde los años 80, cuando fue embajador en México y diputado de uno de los partidos tradicionales del país. ¿Qué está haciendo don Marcelo en estos instantes? Lo mismo que los alumnos o estudiantes de esta Costa Rica atacada por la pandemia china: ¡Nada! Marcelino no hace nada ahí en la Casa Presidencial de Zapote. Es algo así como el convidado de piedra: no habla, no gestiona, no se mueve, no planea, no proyecta… ¡Nada! Pero sí cobra su jugoso cheque mensual, por supuesto. Ahí es más rápido que el correcaminos de los dibujos animados.

            Pero el caso más engorroso y vergonzante fue el de su flamante Canciller, de raza negra, para mejores señas, doña Epsy Campbell Barr. Tengo que decir en este apartado, que me gustó la idea de que una mujer, y además negra, llegara a ocupar ese elegante puesto en Relaciones Exteriores. Pero la susodicha me defraudó y conmigo, también a usted, a aquel, a ese y a todo el mundo, como la canción de Julio Iglesias. Porque comenzó a montar gente de su preferencia en los puestos más sensibles de la Casa Amarilla: a sus compañeras de colegio, a sus amiguitas del kinder, a una cocinera de Limón, al hijo del washiman de su barrio y se fue a pasear con pasaporte diplomático, junto a su esposito blanquito, y hasta el día de hoy no sabemos si la Cancillería le pagó esos boletos de avión o él lo hizo desde el fondo de su bolsillo (démosle el beneficio de la duda).

            Tanto en los casos de Víctor Morales, de Rocío Aguilar y de Epsy, los tres se comportaron como verdaderos felinos: los tiraron para arriba y cayeron parados, porque el primero volvió a la Asamblea Legislativa en su papel de diputado (gris, pero diputado al fin); la segunda en la Dirección Nacional de Pensiones, para que siga atolondrando a los ancianitos; y la tercera siguió siendo Vicepresidenta de la República. Y es que los gatos son tan gatos, que nunca se golpean al caer. ¡Ojalá este gobierno estuviera regido por felinos de verdad! Así tendría un poco de decencia, al menos.

            De tal manera y ante tales desparpajos, el ciudadano, por mínimo conocimiento que tenga de la política, esos feos actos le han hecho pensar mal de Carlitos Alvarado y su combo/PAC. Eso sin contar a la ex ministra de Información, Nancy Marín, que de informante nunca tuvo nada, quien renunció a su puestazo en Casa Presidencial, para irse al INS con un sueldo que duplicaba al anterior. Así observamos “la voluntad de servicio a la patria” que tienen esos (as) fulanos (as) y nos enfadamos más cuando pensamos en el supuesto amor a la patria que se supone, de antemano, que ellos tienen desde que decidieron meterse en la política. Es decir, ni voluntad de servir a nadie ajeno a ellos mismos y mucho menos, nada de amor por Costa Rica.

 

            Ante este recuento de los hechos, la figura descollante es el pueblo costarricense que aguanta, aguanta y aguanta. Es todo un record Guinness, porque si fuera en otro país, hace tiempo se hubieran apeado a todos los componentes del elenco de Alvarado Boy’s, sin mucho detenimiento ni meditación. Pero estamos en Costa Rica, donde el ciudadano es estafado a diario y solo atina a bajar la cabeza. Triste realidad, digna de ser estudiada en la mejor Universidad de Europa o de los Estados Unidos, en relación con el comportamiento de las masas. Pero Carlitos está en el fondo del barranco, ahí donde las aves de rapiña llegan, comen y, hartados, remontan el vuelo hacia sus nidos. Él lo quiso, él se lo buscó y la última encuesta se lo dio… la caída libre tan aritmética como 1 - 1 = 0. 


La Verdad sobre los Políticos. Mucha Ambición

y Ninguna Vocación de Servicio

 

Aquel que se meta en la política –y voy a hacer mi enfoque desde el ángulo de América Latina solamente-, es por dos razones primordiales: 1. por una ambición que se le sale por los poros; y 2. para obtener ganancias económicas de manera relativamente fácil e infalible. Es una falacia, una mentira del tamaño del Chimborazo en Los Andes, que todos se meten al mundanal político porque tienen ansias humanistas por ayudar y servir a sus semejantes ubicados en “la llanura” del pueblo, como suelen decir ridículamente algunos oradores de poco cuño.

            Es por esa ambición desmedida, por ese deseo incontenible de aparecer bajo los focos de la televisión y ante las cámaras, que casi todos ellos saltan de un puesto a otro y a lo largo de lo que ellos mismos llaman “carrera profesional dentro de la política.” Es en este punto cuando recuerdo al ex embajador de Suiza en Costa Rica, en los años 90, quien se disgustó con un periodista de un medio escrito, porque le estaba atrasando, ya que la televisión lo esperaba para entrevistarlo también. El colega del periódico solo pudo hacerle dos preguntas en una sala aparte, porque aquel viejo europeo se moría de las ganas de aparecer en el telediario del mediodía. Por supuesto que el desconocimiento, esa ignorancia congénita de la mayoría de los políticos, no le hizo ver al seudo-diplomático que la televisión es lo más efímero que hay, que las imágenes son cortadas en el departamento de edición y lo que hoy fue noticia, mañana se archiva o se borra del video-cassette. Por el contrario, el periódico –en aquel momento en papel, pues el internet estaba apenas en sus inicios-, preserva las palabras, las fotografías, puede archivarse cada artículo impreso y la “permanencia” es casi perenne.

            Anécdotas aparte, traigo al presente algunos nombres de politicastros latinoamericanos, quienes siempre se han servido de sus pueblos para satisfacer sus desmedidas ambiciones, en puestos internacionales: el peruano Javier Pérez de Cuéllar, fascinado en su cargo de Secretario General de la ONU; el argentino Alejandro Orfila, en la Organización de Estados Americanos (OEA); la costarricense Elizabeth Odio Benito (creadora e impulsora de la cárcel/carnicería llamada La Reforma en su país), jueza en la Corte Internacional de La Haya, en Holanda; el también costarricense Oscar Arias, desenfrenado buscador del Premio Nobel de la Paz, en los años 80; y ahora Laura Chinchilla, quien está buscando afanosa y desmedidamente la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Todos ellos no soportan quedarse quietos en casa, la ambición les impulsa, les pone nerviosos, porque el objetivo es estar siempre subidos “en la cresta de la ola”, en las primeras planas de los periódicos y en las imágenes de la televisión. El altísimo salario es secundario para ellos, sin embargo.

            El camino que eligen para alcanzar sus objetivos, comienza por pedir “humildemente” a los gobiernos de turno en sus respetivos países, para que los apoyen en su propósito, que muevan a sus embajadores en el exterior, que promuevan la imagen del candidato y posiblemente pidan dinero que pertenece al pueblo y está bajo tutela del Estado. El descaro no tiene parangón en ningún momento. En esto debería darse aquello de que, “si usted tiene un fin, consígalo por sus propios medios;” pero deje al gobierno tranquilo, que ya bastante tiene con la problemática nacional diaria. Una vez alcanzado el propósito, los mismos individuos no sirven en nada a los países donde nacieron, se olvidan de sus procedencias y de las responsabilidades que deberían tener y asumir. Sino veamos el caso del ex Secretario de la ONU, el peruano Javier Pérez de Cuéllar, quien, empujado por su fortísima ambición, se postuló a la presidencia del Perú y resultó derrotado de manera apabullante, pues nadie lo conocía en su patria y tampoco el gran electorado tenía nada por qué agradecerle, pues nunca contribuyó al desarrollo de la nación en ningún sentido. Era un hombre de pésimo discurso, nada emotivo y dueño de un anti-carisma que causaba más incertidumbres que respuestas. Solo si comprendemos y tomamos en cuenta su exagerada ambición personal, podremos explicarnos por qué un individuo tan limitado intelectualmente, alcanzó un puesto tan alto. Tampoco hay que sobre-calificar el papel de la ONU en el mundo, un foro donde se toma más champagne y se come caviar casi todas las noches durante su seguidilla de recepciones, que los efectos positivos a nivel global.

            Algo similar a Pérez de Cuéllar sucede ahora mismo, pero en la OEA, con el actual secretario general, el uruguayo Luis Almagro, un fulano con una escasísima base intelectual y casi nulo asidero cultural (da pena escucharlo cuando habla). Pero ahí está, fundamentado en su inmensa ambición. Tampoco Laura Chinchilla, quien posee un único “don” -si así le pudiéramos llamar-, cual es la verborrea inacabable que suelta en cada oportunidad cuando los periodistas la abordan; pero quién asegura que es la persona idónea para gobernar al Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La única razón esgrimida por ella misma, dice que es la opción distinta a la que plantea el candidato de los Estados Unidos, quien, en el caso de que gane la elección, seguirá las políticas que le dictará Donald Trump. Aparte de ese escasísimo argumento, la señora Chinchilla naufraga en medio de la profunda y anchurosa nada.

            Es así como los ejemplos se suceden unos detrás de otros en esta pobre y expoliada América Latina, en la que los políticos se creen dueños de la inteligencia, la sapiencia y la destreza para dirigirlo todo. Por ello es la inoperancia que presentan esos organismos, una vez que los ambiciosos alcanzan la cúspide.

            El ejemplo de Luis Almagro al frente de la OEA y en la crisis política, militar, carcelario/opresora y de hambre que padece Venezuela desde que Hugo Chávez se hizo con el poder, ha demostrado su esterilidad y su carencia de ideas viables. Una hoja de ruta sería algo así como descubrir la isla de Utopía, buscada con tanto ahínco por los argonautas griegos; y la filosofía del nihilismo, del avestruz, ese “esconder la cabeza en la arena,” es lo que ha ayudado a que la dictadura de Nicolás Maduro aparezca inamovible y poderosa; pero lo importante para el uruguayo radica en que logró la secretaría general y lo que se aparezca después de eso, ya no le interesará a él ni a su grupo, precisamente porque la vocación para servir es nula, inexistente y solo es un término olvidado durante las funciones dentro de la organización hemisférica, pero muy práctico durante las campañas políticas, muy efectista y rara vez abandonado por los demagogos.

            En resumen, la ambición es la fuerza emocional que inhibe a esos grises personajes, incapaces por naturaleza, para pensar en el bien ajeno y mucho menos servirles, según es el postulado esencial y básico de la política verdadera.      


Otón Solís, de la Perorata Cansina de “la ética”…

a la Actitud Silenciosa y Evasiva

 

SAN JOSÉ, Costa Rica–Este político costarricense, en otras épocas flamante fundador del Partido Acción Ciudadana (PAC), es bastante interesante en su comportamiento de cara al gran electorado; sin embargo, ahora luce solamente como el mozo que fue; es decir, montado en su rutilante caballo, desde el cual pregonaba a los cuatro vientos su lucha contra la corrupción y haciendo gala de su incambiable y supuestamente “invencible” escudo de la ética.

            “Ética, ética, ética”, solía repetir don Otón sin descanso alguno, esa era su muletilla verbal, retórica, que usaba cada dos o tres oraciones en sus discursos e intervenciones ante los periodistas. Primeramente, debemos desentrañar qué significa la ética. Veamos: según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), “ética es la disciplina filosófica, fundada por Aristóteles en la Grecia Clásica, que estudia el bien y el mal y sus relaciones con la moral y el comportamiento humano.” Se le conoce también como la “perfección o el máximo alcance logrado por la moral”; por eso, decir “se le exige a fulano de tal un comportamiento ético y de gran moral…” no es más que una repetición viciosa, ya que ética y alta moral es lo mismo.

            ¡Perfecto! Desentrañado el significado del vocablo “ética”, podremos desentrañar la singular personalidad de don Otón Solís, el joven ex ministro de Oscar Arias, quien se dio cuenta cabal de que su exjefe, el mismo Arias, no era ético ni en mínima instancia y tampoco lo eran quienes ostentaban los puestos dirigenciales en el Partido Liberación Nacional (PLN) y por esa razón, Solís –lo mismo que Rodrigo Carazo en su momento-, abandonó al PLN, para darle curso a su idea política, la cual era fundar su propio partido, mismo que después conoceríamos con el tristemente célebre nombre de Acción Ciudadana (PAC), defensor a ultranza, en un primer instante, de la ética; luego de los homosexuales y de todos “los desamparados, renegados, discriminados y ovejas perdidas” a lo largo y ancho del país.

            Pero en una nación tan pequeña territorialmente como lo es Costa Rica y con una población que a duras penas llega a los 5 millones de personas, el PAC no podía optar por gran cantidad de seguidores y había que pensar en algo cuantitativamente productivo para que los seguidores de Liberación y de la Unidad, los dos movimientos mayoritarios, se pasaran o desertaran hacia las filas del nuevo partido de Solís. ¡Y se le hizo el milagro! En esos tiempos aciagos de la política costarricense, llegó al Ministerio Público (Fiscalía General), un individuo con ínfulas de Eliot Ness en el Chicago de los años 30, llamado Francisco Dall’Anesse, quien, como buen “peón” del ajedrez de los hermanos Arias y de Telenoticias de Canal 7, descabezaron a la Unidad al meter a Rafael Ángel Calderón y a Miguel Ángel Rodríguez a prisión, bajo cargos que ambos expresidentes sortearon ante la justicia y demostraron su inocencia sobradamente. Pero el daño ya estaba hecho… Esa jugarreta de Oscar Arias fue para bajar del poder a la Unidad, que parecía invencible en las urnas electorales. Tal fue su maquiavélico éxito, que después de ese “descabezamiento,” el mismo Oscar Arias –hoy acusado por dos damiselas por “tocamientos”-, alcanzó la presidencia de la República por segunda ocasión; y después Laura Chinchilla logró también algo semejante. Liberación se había librado del poder omnímodo de la Unidad, gracias a esa jugarreta que envió a los “dos Ángeles” a la cárcel de La Reforma.

            No obstante, al mismo Arias le falló el cálculo, porque la desbandada posterior de miles de partidarios de la Unidad, se produjo casi simultáneamente y se fueron a engrosar las filas del PAC de Otón Solís. Y el político generaleño, el tipo reiterativo con la palabra “ética”, no cabía en sus pantalones de la felicidad: su movimiento, el PAC, ya era un partido de masas, quizás el segundo o el primero en el número de votantes, en clara disputa con Liberación Nacional, “el nada ético” grupo “argollero” que había des-gobernado a Costa Rica desde 1948. Hasta aquí, vemos a un Otón Solís exultante, ganador, semidiós del Olimpo del PAC, amo y señor de su movimiento de masas y el indiscutible futuro presidente de esta nación.

            “Pero Dios no da todo a nadie” y, aunque el semidiós generaleño sonreía rebosante de alegría, el Todopoderoso le negó la posibilidad de ser presidente en dos oportunidades cuando postuló su rutilante nombre de marquesinas y fulgor hollywoodense. Fue derrotado por el mismo Oscar Arias, a quien Solís había combatido ferozmente desde el punto de vista de la ética y con justa razón, no se la vamos a negar. Después Laura Chinchilla, la locuaz política liberacionista que hoy intenta hacerse con la dirigencia, nada menos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). ¡Menuda petulancia de esta señora!

            Con el pasar de los meses, don Otón se percató de un fenómeno que siempre ocurre con las estampidas políticas: dentro del maremágnum de gentes que huyeron de la Unidad, iba un indeterminado número de corruptos y todos ellos se “acurrucaron” cómodamente bajo el ala del PAC. Una prueba descomunal para el ético Otón Solís y su ética inaplazable e invencible. Y el PAC ganó las últimas dos elecciones. Luis Guillermo Solís –otro resentido que abandonó a Liberación Nacional-; y después Carlitos Alvarado, el presidente de la pandemia, como la historia le llamará, si es que la historia no resulta también contagiada por el coronavirus chino y se muere también. 

            Y con ambos individuos en sus papeles respectivos como mandatarios, vendría la gran prueba para don Otón y para su ética gravitacional: el primero, LGS, dejó un hueco fiscal de millones de millones de colones, que le paró el pelo a todas las calaveras de los cementerios nacionales (y eso que las calaveras no tienen pelo); fue tanto el hurto (alias robo), que suspendieron por unos pocos meses al flamante ex ministro de Hacienda, Elio Fallas, de toda actividad política y este señor desapareció del tinglado del PAC, sin que sepamos de su paradero desde que abandonó el gobierno. En palabras sencillas, directas y claras… Luis Guillermo Solís, de un solo golpe, despedazó la famosa ética de Otón, al desaparecer, al mejor estilo del mago e ilusionista David Copperfield, los millones de colones de las arcas del tesoro nacional y dejar un hoyo negro en las finanzas del país, que hemos comenzado a pagar con sudor, lágrimas y sangre todos los costarricenses.

            En su casa de habitación, sita en San Pedro de Montes de Oca, el ilustre Otón Solís ya se estaba planteando la posibilidad de no mencionar nunca más ese término que gastó hasta la saciedad, llamado “ética”; porque precisamente en su partido, declarado defensor de la homosexualidad, el ateísmo y el nombramiento de familiares en cargos espurios (nepotismo descarado), justamente la ética ahí no tenía cabida, ni uso, ni utilidad ni funcionalidad. De hecho, un periodista le planteó a don Otón sobre el manoseo y la desvaloración de la ética dentro del PAC y la respuesta del “Quijote generaleño” nos dejó a todos boquiabiertos ante las pantallas de los televisores, cuando contestó que “la ética ya no estaba de moda, que había que olvidarse de ese concepto.” En ese instante me di cuenta de que la altísima moral había muerto en la cabecita, en los anhelos y en el corazón de don Otón Solís. Así se produjo el velorio y posterior entierro de la ética, la palabra más desgastada, más prostituida y menos funcional en el devenir de la historia de Costa Rica. Después de esas declaraciones, don Otón Solís se puso su coqueto sombrero cordobés de color negro y desapareció del escenario político del país. El Fantasma de la Ópera pareció un auténtico yigüirro, comparado con don Otón, en su desaparición de este teatro politiquero.

            En todo caso, la moribunda ética, dentro del PAC, ya venía muy debilitada y desprestigiada, con doña Elena Chacón, ex vicepresidenta de LGS, metida en una discoteca gay de San José, celebrando sus victorias a favor de la comunidad LGTB; con la ex canciller Epsy Campbell nombrando a gran cantidad de amigas en el servicio exterior costarricense y viajando a más no poder por varios países alrededor del orbe, junto a su esposo, y nunca aclaró si esos viajes él los pagó de su peculio o lo hizo la misma Cancillería de la República; el caso conocido como “cementazo” (sórdido como él solo), etcétera, etcétera, etcétera. De tal manera, la seguidilla de errores ha continuado ante una ética tendiente a desaparecer del todo en los labios británicos de don Otón Solís. Hasta que dejó de pronunciarla y dejamos de escucharla los costarricenses cansados de su molesta sonoridad y de su prostituido significado.

            ¿Qué aprendió al final el quijotesco generaleño don Otón Solís? 1- que el significado de la ética es un fardo demasiado pesado para aplicarlo a un partido político, más aún como el PAC que es un verdadero “Frankenstein,” aquel monstruo al que le dieron forma y vida en un laboratorio con base en pedazos de otros cadáveres, de la novela de Mary Shelley; 2- que para alcanzar la presidencia de cualquier país democrático, no hay que ser monotemático y hablar siempre de lo mismo, porque los votantes se cansan más rápido de lo que él suponía; 3- que él puede ser muy ético, pero sus correligionarios en el PAC no lo son y no conocen siquiera el significado de ese vocablo; y finalmente… que es mejor aplicar aquel proverbio italiano que dice: “más vale 5 minutos de maricón que toda la vida muerta” (“5 minuti di fagot valgono più di tutta la vita morta”); y así don Otón no solo recordó el dicho, sino que lo aplicó y se marchó del panorama político del país y con él se fue la ética, que en su vida parece haber sido mejor acompañante que la pléyade de novias que indudablemente tuvo este personaje. ¡Cosas de la vida… cosas de don Otón “el ético” Solís!      


Jaque-Mate a Donald Trump

 

WASHINGTON D.C- Mal augurio para un individuo que comenzó mal su trajinar por la presidencia de los Estados Unidos, continuó de mal en peor, y va a finalizar como debería; es decir, derrotado de manera aplastante, según hacen ver los indicios del comportamiento del electorado en las últimas encuestas hechas a nivel nacional.

            En dichos sondeos se le da “el jaque” a este fulano que nunca debió ser presidente de la primera potencia mundial y que le debe su triunfo electoral a su adversaria, Hillary Clinton, a quien los estadounidenses le cobraron lo pésima Secretaria de Estado que fue durante la última administración de Barack Obama; de otra manera, si el candidato adversario hubiera sido otro distinto a la Clinton, el postulante republicano, Trump, jamás hubiese ganado las elecciones. Es decir, los votantes se precipitaron por aquel que fue diferente a la Mrs. Clinton y no por la capacidad, mucho menos la experiencia, ni la inteligencia de Trump. Eso fue así y nunca de otro modo.

            Pero es lamentable que a los votantes se les presenten solo esas dos posibilidades en las que tiene que optar por “el menos malo” o por “el diferente”; aunque salga perdiendo en las dos probabilidades, tal y como ha sucedido en esta ocasión con Donald Trump. Su paso por la Casa Blanca han sido tres años y medio perdidos y cuando falla el mandatario de los Estados Unidos, falla también en el resto del planeta; porque, repito incansablemente, ser presidente de la Unión Americana, supone de igual manera ser el presidente del mundo. Lo malo o bueno que se haga en Washington, repercute ineludiblemente en todas las naciones del orbe. Es así como Donald Trump ha sido su peor enemigo, él mismo ha socavado su propia imagen ante el público votante de su país.

            Desde la primera semana en la Oficina Oval, comenzó a nombrar y deshacerse de asesores con una celeridad pasmosa, demostrando, de paso, que los seres humanos no le importan nada y está siempre dispuesto a pisotearlos y humillarlos; y, después de haber prescindido de ellos, los ha denigrado aún más al hablar mal de esas honorables personas; es por eso que personajes como Michael Wolff y John Bolton, diestros en el manejo de la política de altísimo nivel, escribieron sus libros describiendo los malos tragos que pasaron cuando intentaron –no más intentaron-, trabajar con y para el demente presidente Trump. Porque Donald Trump es solamente eso… un caso declarado de esquizofrenia, digno para un profesional en psiquiatría, que haría bien en atenderlo en su consultorio o clínica en muchísimas sesiones, quizás hasta el día de su muerte. No quiero pensar siquiera lo que deben haber sufrido aquellas personas que han trabajado en la Torre Trump, en el negocio de bienes raíces, y bajo el mando de ese individuo fuera de sus cabales; porque nada es seguro, nada es sólido, nada le satisface ni le hace admirar o respetar a sus semejantes; incluso, al lado de Trump, ni su propia esposa, Melania, la Primera Dama, puede sentirse segura junto a un fulano con esos cambios de humor súbitos, desquiciados y temperamentales.

            Retornando al tema de las encuestas, las más recientes muestran a un mandatario de los Estados Unidos en caída libre en el favor de los votantes; por ejemplo, en Florida, su adversario demócrata, Joe Biden, le aventaja en 13 puntos porcentuales; en Pennsylvania, en 10 puntos más; y en Ohio, Wisconsin, Arizona o Michigan, “la paliza” electoral es total y contundente contra Trump. En Texas, que siempre ha sido un fuerte bastión republicano, tampoco esta vez le favorece al díscolo presidente estadounidense. Es por ello que, sabedor de que la derrota, a menos de 100 días de distancia de las próximas elecciones, es lo único que tiene seguro, y con base en ello ha pedido que los comicios se pospongan y ha argumentado que se podría dar un posible fraude, pero tampoco, como ha sido su nefasta costumbre, ha aportado pruebas fehacientes o leves siquiera, de que será así como denuncia.

            Sus palabras argumentales y textuales han sido: “Con la votación universal por correo (no la votación en ausencia, lo cual es bueno), 2020 será la elección más inactiva y fraudulenta de la historia. Será una vergüenza para los Estados Unidos. (La solución podría ser) retrasar la elección hasta que las personas puedan votar de manera adecuada y segura.” Ha dicho claramente el mandatario. Desgraciadamente para él, nunca, en la historia de los Estados Unidos, se ha retrasado o pospuesto una elección presidencial y no hay posibilidad alguna en nuestro tiempo para que ello suceda, más aún cuando solo el Congreso de la nación puede cambiar la fecha, establecida por ley para que ocurra el día 3 de noviembre y en un período cuando los demócratas son quienes controlan la Cámara Baja.

            Es así como se le ha dado el “jaque” a Donald Trump mediante los resultados emitidos en las encuestas recientes; y “el mate” será cuando se conozcan los números finales, al cabo de dichas votaciones y favorezcan al partido Demócrata, tal y como se perfilan los acontecimientos. Un hecho que tiene que ser impostergable, porque los Estados Unidos merecen -¡Y necesitan con urgencia!-, a un mandatario cuerdo, en sus cinco sentidos y sea capaz de restaurar el orden y la decencia en la Casa Blanca.

            En el caso de que hagamos un recuento de los desvaríos que han mostrado a un Donald Trump altamente nocivo y lesivo para la nación, podemos citar los siguientes:

- su nada cuidadoso lenguaje para referirse a cualquier asunto: así como le llegan las ideas a su cabeza, así las “dispara”, sin importarle las consecuencias negativas resultantes.

- Su maltrato a varias mujeres con las que se hubo rozado en años anteriores.

- Su personalidad carente de espiritualidad, donde el dinero es lo primero, sobre los valores humanos universales existentes.

- Su falta de cultura específica y general: nunca se le ha escuchado hablar de arte, música, filosofía o libros que haya leído. Y en geografía ha demostrado ser un total ignorante, cuando se ha referido a determinado país y pueblo.

- El desprecio por los semejantes, a quienes despide de sus trabajos como si fueran “hojas barridas por el viento”, los “fumiga” con la misma velocidad con la cual los nombró en sus cargos.

- Es incapaz de establecer amistades seguras, sólidas y duraderas. Tampoco relaciones afectivas, en las que, incluso, sus propias hijas (os), no se sienten seguras (os) con el cariño de su padre.

- Practica una “política” (o seudo-política muy propia), en la que solo le importa Israel y Benjamín Netanyahu, sin importarle las acusaciones clarísimas de corrupción que pesan sobre el Primer Ministro judío (o dictador para ser más preciso).

- Trump es creador de tensión en Oriente Próximo, específicamente con Irán, un gobierno que irrespeta al poderío estadounidense cada vez que se le ocurre, a sabiendas de que su presidente es un absoluto “león desdentado y envejecido” que a nadie asusta.

- En el caso venezolano, Trump se contradice constantemente al señalar que Juan Guaidó es “un presidente encargado sin poder alguno” y le ha quitado todo su respaldo moral; tampoco hace nada por acabar con la narcodictadura de Nicolás Maduro, aunque sepa que está llenando de cocaína a los jóvenes de Estados Unidos.

- Su actividad antinarcóticos ha sido prácticamente nula; incluso no se refiere siquiera a ese tema de vibrante actualidad y tan cercano a los norteamericanos, ya que lo tiene a pocos kilómetros en México, en los cárteles de la droga.

- El famoso muro para contener la oleada de inmigrantes latinoamericanos, tampoco lo construyó, ni 25 metros siquiera. Una promesa incumplida, de las pocas que le hizo a quienes votaron por él.

- Durante el coronavirus, sugirió tomar cloro, desinfectantes y otras sustancias que son altamente tóxicas, a los estadounidenses. Incluso, hubo muertes de aquellas personas que ingirieron esos líquidos, por culpa de las demenciales sugerencias de Donald Trump.

- América Latina, el traspatio de los Estados Unidos, para nada interesa a Trump y ha quitado ayuda monetaria a varias de estas naciones pobres.

- Ha entrado en controversia con el Senado, con su propio partido Republicano, con organizaciones internacionales y ha retirado a los Estados Unidos de esos foros, sin mayor explicación alguna, con los daños subsecuentes que han resultado a partir de esas decisiones atolondradas y nunca sujetas a la meditación, el raciocinio, ni al cálculo positivo.

- Abandonó en Siria a los kurdos, aliados en la guerra contra el Daesh (Isis), y prácticamente los entregó a un asesinato masivo, a manos de los turcos de Erdogan.

- Retiró tropas de Afganistán e Irak, con el resultado de una mayor inseguridad en ambas naciones musulmanas, donde la inestabilidad creció y el peligro se tornó mucho más volátil en la región.

- Tampoco es referente para la familia norteamericana, debido a su evidente separación de Melania y su frialdad con su hijo adolescente, Barron; la única que parece cercana a él es Ivanka Trump y su yerno judío, Yared Kushner, quien ejerce una influencia perniciosa en el demente presidente de los Estados Unidos.

- Finalmente, para no hacer más extensa esta lista de desaciertos, Donald Trump acuerpa tácita y rotundamente, la anexión a la fuerza de Cisjordania al territorio de Israel, por parte de Benjamín Netanyahu, sin sopesar las consecuencias de esa acción terrorista y coercitiva a todas luces y que violenta al derecho internacional.

Es evidente que Donald Trump pasará a “la galería” de mandatarios incapaces, corruptos, inmorales y dementes que han elegido los votantes estadounidenses a lo largo de la historia. A saber: Woodrow Wilson, John F. Kennedy, Lyndon B. Johnson, Richard Nixon, Jimmy Carter y Bill Clinton. Todos ellos altamente nocivos a los ciudadanos que estuvieron bajo sus respectivos gobiernos y a la geopolítica que se decantó en guerras, escándalos sexuales, actos corruptos y en la pérdida del honor, la seguridad y el respeto de los Estados Unidos a nivel internacional. 

Por esas razones y por muchas otras más, muchísimas, Donald Trump no puede ser reelecto en su cargo de presidente de los Estados Unidos. Cualquier otro, venga de donde venga y sea como sea… pero nunca más Trump, por el bien de la humanidad entera. Dichosamente Joe Biden es su contrincante en esta lid y será, con grandes posibilidades, su sucesor en el cargo. Por lo más sagrado, así lo pedimos y necesitamos.

 


 Si Yo tengo un Perro Bravo…

 

SAN JOSE, Costa Rica- …que además de morder a mis hijos, les quita la comida y no nos deja vivir tranquilos en nuestra propia casa,” lo que me queda son dos caminos: saco al can definitivamente de nuestras vidas para alcanzar la paz y el progreso que nos ha robado; o lo sacrifico, porque es un animal que perjudica, destruye y no sirve para edificar absolutamente nada bueno. Esta fábula para ejemplificar lo que sucede en Nicaragua desde que llegó la dictadura de Daniel Ortega y su horrenda mujer, Rosario Murillo, y lo que no hacen –o no quieren hacer-, los nicaragüenses, quienes prefieren huir de la pésima vida que les dan los dos dictadores, para llevar otras vidas parecidas en Costa Rica, donde la pobreza y el flagelo que se desprende de ella, tampoco les ayuda en nada.

            Este análisis nos ha resultado obligatorio debido a un amplísimo artículo, aparentemente redactado por nicaragüenses, aparecido en el importante diario español, El País. En el escrito, lleno de verdades a medias, sus autoras, Ana Laura Méndez Araya, cuyo nombre nos hace presumir que es originaria de Nicaragua; y Veena Siddharth, le echan la culpa a los costarricenses de todos los males que sufren los “expatriados” de Ortega; y debatir tales argumentos sería muy extenso, casi eterno, pues tenemos miles de puntos para rebatir las posturas de ambas mujeres. Pero nos vamos a circunscribir a unos pocos solamente.

            Si damos un vistazo retrospectivo, de 1978 hacia atrás, durante la dictadura de la familia Somoza –quizás menos criminal que la actual de Daniel Ortega-, notaremos que la inmigración hacia cualquier país de América Central, era nula prácticamente. En suelo costarricense era muy difícil encontrar a un ciudadano de aquel país y si lo hallabas, era también simpatizante del dictador Anastasio Somoza Debayle y de los ancestros de éste quienes también gobernaron a esa nación; pero, a partir de 1979, con el derrocamiento del último Somoza, principalmente porque la Casa Blanca, mal dirigida por el bisoño y supra-ignorante Jimmy Carter, cuando le quitó toda ayuda a Managua, un hecho que aprovecharon los demagogos de aquella época para hacer sus negocios con la desgracia del autócrata que estaba por caer, dio inicio el inmenso mal binacional que ahora estamos sufriendo.

Estoy realmente cansado de recordar a mis lectores que los culpables de la desgracia inicial, original, de Nicaragua, además del mencionado Carter, la tuvieron demagogos locuaces, parlanchines interminables, llamados Rodrigo Carazo, de Costa Rica; Omar Torrijos, de Panamá; Herrera Campins, de Venezuela; y el gobierno siempre pro-comunista de México. Todos ellos gravitando alrededor de Fidel Castro y anuentes a lo que este déspota caribeño ordenara que se hiciera en el istmo centroamericano, que comenzó a incendiar, no solamente en territorio nicaragüense, sino también en El Salvador y Guatemala. Pero ese es otro tema amplísimo en el que no nos queremos meter por el momento.

            Lo cierto es que la inmigración empobrecida (que es mejor llamarla “miserable,” con más precisión), analfabeta, inculta, violenta, auto-marginada y con el único anhelo de obtener un plato de comida diario, se gestó y aumentó en aquel desgraciado año de 1979. ¡Se acabó la paz y el bienestar de los nicaragüenses, gústele saberlo a quién le guste o a quién no le guste también! En palabras clarísimas, con los Somoza, Nicaragua estaba bien, era un país competitivo en muchos campos: en la educación, economía, nivel de vida general, exportaciones, etcétera, etcétera. Ahora solo miseria hay.

            Tampoco soy somocista, porque no soy nicaragüense; pero observé y analicé profundamente a ambas dictaduras, la de ayer y la de hoy, más el breve período de transición que se resolvió por medio de las armas, en el que estuvieron involucrados mercenarios comunistas llegados de todas las latitudes del orbe. Empero, algunos me podrían decir que hubo también, después de Somoza, tres gobiernos “democráticos” en Nicaragua… Bueno sí; pero era mejor la nada que aquellas malas parodias: primero estuvo en la presidencia, Violeta Barrios Vda. de Chamorro, quien aportó únicamente nada a la destrucción social y material que ya había; luego, Arnoldo Alemán, tan corrupto como el más corrupto que se puedan imaginar; y Enrique Bolaños, quien fue la razón fuerte para que Daniel Ortega retomara el poder y no se alejara nunca más de él. De tal manera que los tres presidentes supuestamente democráticos, fueron peores que la nada y el país prosiguió su marcha hacia el abismo.

            Retomando la fábula del “perro bravo”, ¿Qué se debe hacer en el caso de que tengamos una mascota con esas características, que llena de terror a la familia, a la esposa y a los niños? Pues… sacárnoslo de encima, “sobre el ya”, de inmediato, sin mucha cavilación ni lástima. Y eso justamente es lo que no hacen los nicaragüenses con los dos dictadores que tienen sobre sus espaldas. No lo hacen ni por medios legales, ni en las urnas de votación y mucho menos con la acción armada; y en este último renglón, tuvieron las agallas para acabar con los Somoza, en 1979, pero ahora “aquellos grandes tiburones combativos”, prefieren salir ahuyentados hacia Costa Rica para crear mayor marginación, anillos de pobreza, prostitución de sus mujeres y delincuencia, que resolver el inmenso problema que los devora igual a un cáncer, desde las propias entrañas.

            Las Cámaras de comerciantes, exportadores, banqueros millonarios (con fortunas en paraísos fiscales, la mayoría de ellos); las organizaciones estudiantiles y los partidos políticos que conforman la oposición, son incapaces de unirse, por espacio de dos meses, para redactar una agenda, “una hoja de ruta”, que marque el destino final de la dictadura que los aqueja. Nada, no hacen absolutamente nada. Y solo les nace volver sus miradas hacia el sur, hacia Costa Rica, para emprender la gran huida. Y con esa actitud de desbandada, vienen las exigencias también; sino recordemos la última de ellas, cuando Alvaro Leiva Sánchez, un nicaragüense a quien se le otorgó asilo político en Costa Rica, y que funge como director de la Misión para Centroamérica y los Estados Unidos, del Canadian Human Right International Organization, exigió al presidente Carlos Alvarado, la creación de un “corredor humanitario” en suelo costarricense para meter allí a 15 mil nicas (“para empezar”, según sus propias palabras), y librarlos de la persecución de Daniel Ortega y su mujer. Es decir, formar una colonia en una de las provincias costarricenses y después un pequeño territorio autónomo con el paso del tiempo, tal y como es la naturaleza del nicaragüense, más aún con el encanto que sienten por Costa Rica. El mandatario les dio con un sonoro “nó” en sus narices y por respuesta. ¡Jamás, nunca jamás! Nicaragua no está en guerra ni por asomo. Ellos aceptan a Daniel Ortega y su dictadura e, incluso, están dispuestos a ofrendar sus vidas por los caprichos y estupidez ignorante del tirano, lanzándose a las calles en manifestaciones masivas y en medio del mortal coronavirus. En otras palabras, los nicaragüenses son incapaces de organizarse civil y políticamente contra el tiranuelo y su mujer; y la opción armada la tuvieron a inicios de la década de los años 80, con el apoyo del gobierno de Ronald Reagan, pero todo fue una teatralidad más de Edén Pastora, recién fallecido por el covid-19, quien desapareció, como por arte de magia, los millones de dólares que el ex presidente norteamericano le dio equivocadamente.

            Y así vamos viendo un error detrás del otro en la dictadura de Ortega y el pueblo y sus líderes, acaudalados casi todos, no reaccionan en ninguna dirección ni sentido y lo único que proceden a decir es que los costarricenses tienen la culpa de sus desgracias, porque no les dan casas lujosas, automóviles, ropa de marca, buenos colegios para sus hijos, la mejor medicina y hospitales… En resumen, según ellos, en Costa Rica no atienden a la inmigración masiva nicaragüense como supuestamente ellos deberían ser privilegiados solo porque sí, porque les place pensar de esa manera o porque creen merecerlo (sin merecerlo por supuesto). Es por esa razón que el infundioso artículo aparecido en el diario El País, de España, carece de verdad absoluta y no es de recibo ahora ni nunca jamás; en principio porque los nicaragüenses prefieren tener al perro rabioso (Ortega), que les causa todos los males y abandonar ellos la casa, antes que deshacerse de él, así, de cualquier manera, como a ellos se les tendría que ocurrir, con los medios que deseen, porque de todas maneras se trata de su país, al que desdeñan y prefieren pedir limosna en el extranjero antes que encontrar soluciones.

            Yo al perro lo mato, porque amo lo mío, atesoro mis logros y el bienestar de mi familia. No tengo otra opción.


Si no hay un Trasfondo Humano, no hay Elección entre la Política y la Salud. Deberá Prevalecer siempre el Bienestar General

 

AMÉRICA- Vuelvo otra vez a la carga contra Donald Trump, quien ha emprendido su carrera por la reelección, por encima de las manifestaciones antirraciales que se están dando en todo el país, y de la pandemia que China comunista esparció por todo el mundo. Es decir, en palabras claras y directas: al “hipopótamo miope” que es el actual presidente de los Estados Unidos, solo le preocupa su futuro político inmediato. Y ha tenido suerte (¿O será la protección satánica que dicen que le beneficia?), porque no se ha infectado todavía con el covid-19, en un territorio que está atrapado por el mortal virus.

            Por otra parte, en otra ubicación geográfica de este continente, propiamente en Chile, las manifestaciones orquestadas por los marxistas/allendistas, quienes subsisten en sectores del alma de la nacionalidad chilena, e impulsadas desde Cuba, Venezuela y Rusia, se han tranquilizado momentáneamente ante la enorme cantidad de infectados por la pandemia china. Esto significa que los azuzadores, los incendiarios, han tenido miedo de caer fulminados por causa del coronavirus; y en el caso de que este mal se diluya de Chile, no dudarán en regresar a las calles con la violencia exacerbada que han mostrado al mundo en los últimos meses. La situación de salubridad frenó a las ansias por bajar del poder a Sebastián Piñera, lo cual ha sido positivo si lo vemos con mesurado optimismo.

            En Colombia, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), ha seguido con sus escaramuzas en contra de las Fuerzas Armadas al servicio del gobierno, sin detenerse a pesar de la pandemia china, una irresponsabilidad de esos renegados colombianos al continuar con su estéril guerra que no les dará nunca la victoria y mucho menos, les llevarán al poder jamás. En este ejemplo ha prevalecido “el olor a sangre y pólvora” causado por la guerrilla, antes que la salud del pueblo.

            En Cuba, el asesinato del joven negro, Hanzel Hernández, a manos de la policía, porque supuestamente lo encontraron robando en una parada de autobuses, ha demostrado que, a pesar de la peligrosa atmósfera pandémica, el aparato represivo del régimen sigue persiguiendo y matando a los ciudadanos inocentes que a ellos les parece. Es la tiranía criminal en su máxima expresión, en épocas singulares marcadas por el virus.

            Por último, en México y Costa Rica, la oposición a los presidentes Manuel López Obrador y Carlos Alvarado, respectivamente, siguen viéndoles errores políticos, sin tomar en consideración los ingentes esfuerzos que ambos están haciendo por proteger a los pueblos, del coronavirus chino. Todo lo anterior ejemplifica que la demagogia política, en sus diferentes matices, sigue manifestándose por encima del tema humanista, cuando la salud es lo prioritario para salvaguardar al bienestar general. Ni se diga de la altísima criminalidad de los dictadores de Nicaragua, quienes lanzaron a las gentes a las calles, convencidos de que el covid-19 nunca les iba a infectar y ahí tenemos los resultados: más de 80 mil muertos ante un sistema de salud inexistente, por culpa de la dictadura de dos analfabetas, Daniel Ortega y su horrorosa mujer, Rosario Murillo.

            Son épocas distintas, de las peores que haya enfrentado el mundo; momentos cuando la política de poco cuño deberá guardarse y pensar solamente en erradicar la enfermedad viral, para salvar a los seres humanos. No hay opción. Otra alternativa, mejor no buscarla siquiera.        


  Donald Trump debe Desaparecer del Tinglado Político de los Estados Unidos

 

WASHINGTON, USA- Quien no haya entendido que el presidente de esta potencia, lo es también del mundo entero, y por más que se afane en pensar que existen otras superpotencias de parecido talante e influencia, en los casos de China, Rusia, Alemania, Francia, Japón, Inglaterra y Francia, estará rotundamente equivocado. La presencia y “la sombra” que extienden los Estados Unidos en el planeta entero, es un hecho diario y que no se podrá obviar por más que muchos así lo quieran. Es un poderío para bien o para mal, depende del ángulo y del análisis que se le aplique a tal realidad geopolítica. Los mismos estadounidenses, a muy temprana edad incluso, conocen cabalmente esta verdad y están conscientes de que, al equivocarse en la elección del hombre menos apto para que resida en la Casa Blanca, estarán causando un severo daño al mundo. Por eso no culpamos a los votantes por haber elegido a Donald Trump para la presidencia de los Estados Unidos, cuando la otra opción que tenían ante sí, era Hillary Clinton, probada y contraprobada cuando fue Secretaria de Estado de la administración de Barack Obama, después del inmenso daño que hizo a naciones en los casos de Irak y Libia, hoy dos Estados fallidos y sumidos en una horrenda crisis socio-político-militar. O sea… era Trump o la Clinton y el electorado prefirió votar por lo desconocido…

            También debemos echar la culpa del resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses, al nada claro sistema electoral en el que, si determinado candidato saca mayoría aritmética en los sufragios, no será el ganador a pesar de ello, sino que serán los “colegios electorales” los que decidirán el resultado final. De tal manera, Hillary Clinton, si hacemos un poco de memoria, sacó mayoría de votos frente a Trump, pero el indescifrable sistema electoral de los Estados Unidos, decidió que fuera “el rinoceronte devorador de Big-mac” (Donald Trump), quien condujera los destinos de la nación en los siguientes cuatro años (o para ser más preciso, llevara al país hacia el despeñadero, según nos han dejado ver las incidencias). En todo caso, esa es la historia en resumidas cuentas del por qué esta potencia experimenta a uno de los peores presidentes de toda su historia, solo comparable con el lascivo John F. Kennedy (asesino indiscutible de Marilyn Monroe); Lyndon B. Johnson, quien metió a USA en la guerra contra Vietnam para congraciarse con los fabricantes de armas; Richard Nixon y su devastador “caso Watergate”; Jimmy Carter, un desconocedor absoluto del arte de gobernar y de los aspectos más simples de la política doméstica e internacional; y con Bill Clinton, el fulano que convirtió a la Oficina Oval en un improvisado burdel, junto a su amante becaria, Mónica Levinski, de quien dijo ante la Comisión del Senado que lo investigaba en ese momento, que “nunca tuvo relaciones sexuales con ella y solo le practicó sexo oral”; y después de dicha confesión sin pudor alguno, fue sobreseído por un grupo de senadores tan pornográficos como el mismo Clinton. En síntesis, la presidencia de los Estados Unidos ha estado permeada, en las últimas cinco décadas, por individuos que nunca debieron salir de sus madrigueras y tenían que mantenerse ahí hasta el confín de sus días. Donald Trump, igual que aquellos, debió haberse quedado en su “Torre Trump”, en el corazón de Manhattan, haciendo sus negocios espurios y rara vez inteligentes y dejar que la política pasara de lado, porque, precisamente, él no es un político, no sabe nada de ello y le está ocasionando un grave daño a su país y al mundo, como consecuencia de lo anterior.

            Yendo al grano, algunas razones por las cuales Trump debería caer derrotado en las próximas elecciones generales y desaparecer para siempre del panorama político norteamericano, son las siguientes:  

            . Su equipo de asesores ha mostrado una inestabilidad preocupante desde que asumió el puesto en Washington D.C.: nadie dura más allá de cinco meses en ningún cargo de importancia. Trump los “liquida” semejantes a las moscas en un día caluroso.

            . La sombra que proyecta en el orbe entero, es de inseguridad: los aliados de siempre de los Estados Unidos, hoy son menos aliados y no se fían de sus decisiones actuales y las que tomará en el futuro inmediato; por tal motivo, ha perdido el favor de Alemania, Canadá, Francia, Italia, España, la Unión Europea al completo y de Japón, Australia, Taiwán y Corea del Sur. Este caos no solo se evidencia y se siente en el aspecto económico, sino también en el militar, porque nunca la OTAN estuvo tan desfavorecida y debilitada en su historia, debido a la inseguridad y la falta de lealtad practicada por Trump.

            . La presencia militar de los Estados Unidos en las zonas más conflictivas del planeta, es casi nula: sacó a sus soldados o disminuyó a dicho personal en Afganistán, Irak, Siria, Golfo Pérsico y el Mar de China, por mencionar unos pocos sitios geoestratégicos.

            . Los enemigos mundiales de los Estados Unidos saben cabalmente que Trump solo es “un viejo león desdentado, cuyos rugidos solo hacen recordar a las demás fieras, que una vez, supuestamente, tuvo algún poder.” Es decir, Trump y su política desorientada no asusta a nadie y es por eso que Irán (que, incluso, ha dictado una orden de captura contra el mismo Donald Trump), Venezuela, Nicaragua, Cuba, Corea del Norte y Rusia, entre otras naciones, ya no prestan siquiera atención a las amenazas de este “león desdentado” que ruge penosamente desde la Casa Blanca. Su amenaza a la dictadura de Nicolás Maduro, de que no iba a permitir que los buques iraníes descargaran combustible en los puertos venezolanos, no fue capaz de cumplirla ni en mínimo grado y los barcos de la nación islámica pasaron al lado de los estadounidenses sin mayor problema.

            . No es amigo de nadie, excepto de Israel y su dictador Benjamín Netanyahu. Sino veamos un ejemplo: Juan Guaidó, el “huérfano presidente encargado” de Venezuela lo comprobó cuando Donald Trump le quitó todo apoyo moral y, no conforme con eso, se desligó por completo de la problemática situación de ese país suramericano. Trump ya no quiere saber nada de Venezuela, porque su alcance político es nulo, su visión es borrosa y su razonamiento es caótico en su papel como presidente de los Estados Unidos.

            . El comportamiento de Donald Trump durante el coronavirus ha sido desastroso de hecho y de palabra. Ha dicho cosas que han puesto en evidencia su estado de salud mental, como aquel momento cuando argumentó que los estadounidenses deberían inyectarse desinfectantes, para no caer enfermos durante la pandemia. Paralelamente, los casos de personas fallecidas a lo largo y ancho del país, han revelado que la acción preventiva y de combate real contra el virus, ha sido completamente nula de parte del presidente y su Gabinete, que han optado por guardar silencio o “meter las cabezas en la tierra”, igual que los avestruces, antes que enfrentar la crisis y solucionarla.

            . En el aspecto moral, desde antes de hacerse con la gestión presidencial, el pudor, la decencia, los principios y el buen comportamiento anterior y presente, siempre han sido motivo de fuertes críticas en relación con Donald Trump. Su relación con actrices pornográficas, los litigios de ellas contra el presidente, las acusaciones de acoso y el pago por favores sexuales, lo llevaron, incluso, a correr el riesgo de ser destituido de su alto cargo como mandatario de esta potencia mundial.

            . Ha sido siempre dueño de un discurso incendiario, violento, racista y de odio, que, en lugar de atraer al votante moderado y deseoso de escuchar mensajes positivos y humanistas, lo ha alejado hasta quitarle la poquísima admiración que una vez pudo haber sentido por Trump. Las reacciones multitudinarias a raíz del asesinato del ciudadano afroamericano, George Floyd, por la acción racista de la policía, se exacerbaron durante y después de haber escuchado las palabras insensibles de Donald Trump en referencia a dicha muerte; y podríamos decir que el presidente norteamericano tiene gran culpa de los destrozos materiales y las aprehensiones de manifestantes, quienes fueron a dar a la cárcel después de que Donald Trump los incitara a cometer las acciones en las calles de las principales ciudades del país.

            Sin duda se trata de un personaje enfermo, quien, cada día que sale a la opinión pública, aparece equivocado, errado y sin rumbo fijo en su mal llamada “política-Trump”, de cara a los Estados Unidos y al resto de la humanidad. Cuatro años más, en el caso de que resultara reelecto en los próximos comicios nacionales, sería el acabose de esta nacn en todos los órdenes imaginables (social, económico, bélico, de salubridad, etc.); y la posibilidad de generar una mayor incomprensión e inestabilidad en el planeta, por causa de sus erráticas decisiones. Hoy más que nunca, los estadounidenses tienen en sus manos la posibilidad de corregir el error que los hizo votar por Trump –aunque comprendemos que Hillary Clinton hubiese sido peor-, llevándolo a la derrota ante el demócrata Joe Biden, porque se trata de salvar a los Estados Unidos y con ellos al planeta entero, ahora más que nunca, porque el problema ya no está en Afganistán con los talibanes, en Irak y Siria con el Daesh (o Estado Islámico) o en la Venezuela narco-comunista, sino en el mismísimo epicentro político de los Estados Unidos, en la Casa Blanca, en Washington D.C.

Esa misión tiene un nombre: la desaparición de Trump del tinglado administrativo del país… para siempre.   


Plan Macabro: Extender el Genocidio Viral

hasta Costa Rica

 

SAN JOSÉ-Como si no fuera suficiente con todo lo que estamos sufriendo con el coronavirus que parece que llegó para quedarse por largo tiempo entre nosotros, los burócratas del gobierno costarricense (en las compañías eléctricas y de acueductos), los “pachucos” con sus fiestas degradantes en sus casas de habitación también degradantes, las actitudes de Jair Bolsonaro y Donald Trump, a nivel internacional, y los nicaragüenses que se han metido “a la brava” a vivir ilegalmente entre los costarricenses y son portadores del covid-19, nos llega ahora una noticia tan espeluznante como las figuras de Daniel Ortega y su horrorosa mujer, Rosario Murillo, y trata de lo siguiente: el presidente Carlos Alvarado recibió una carta firmada por el líder centroamericano de los derechos humanos, Alvaro Leiva Sánchez, quien advierte al mandatario de este país que el dictadorzuelo de Nicaragua (Ortega), está de acuerdo en financiar el éxodo de cientos de nicaragüenses hacia Costa Rica (muchos de ellos contagiados con el virus mortal), y exige que sean recibidos aquí “en una zona especial que garantizaría la asistencia médica y defienda los derechos humanos, el desarrollo integral y la asistencia sanitaria a favor de dichos inmigrantes.” El tono de la carta es impositivo, es una orden que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ACNUR), impone al gobierno de Costa Rica, según se desprende del mismo texto.

            Vamos por partes para desmenuzar esta fétida y fatal circunstancia: ¿Quién es Alvaro Leiva Sánchez? Es un nicaragüense, a quien la ex canciller de Costa Rica, la fallida Epsy Campbell, le otorgó el estatus de asilado político en el 2018; según esta mujer, lo hizo porque “la vida de Leiva corría peligro en su natal Nicaragua, al ser perseguido por la dictadura sandinista que desgobierna en esa nación.” En la actualidad, este individuo es el director de la Misión para Centroamérica y los Estados Unidos, del Canadian Human Rights International Organization; y en Nicaragua ostenta los cargos de secretario de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos y Presidente de la Asociación Nicaragüense para la Defensa de los Derechos Humanos. Se desprende de ello, que se trata de un enemigo declarado de la dictadura de los Ortega/Murillo, debido a sus frecuentes críticas y a la redacción de informes que denunciaban la crisis política y humana, causada por ambos tiranos.

            ¿Qué es lo que quiere Leiva que haga Costa Rica a favor de los nicaragüenses enfermos? Este individuo ha exigido en su misiva al presidente costarricense, que construya “una zona especial para garantizar la llegada de la población civil de Nicaragua, que es víctima de violaciones de sus derechos humanos, por parte del Estado nicaragüense.” Sería, según su impositiva visión de la realidad actual, “un corredor humanitario” para proteger a sus compatriotas que están disgustados e inconformes con la tiranía que desgobierna a su país.

            ¿Cuáles otras imposiciones se pueden leer en la carta macabra que recibió el presidente Alvarado? Leiva exige a Costa Rica recibir una primera entrada (oleada), de 13 mil nicas, cantidad que iría creciendo conforme pasen los meses, según deja claramente estipulado el funcionario de la ACNUR. Ese suceso se daría entre julio y septiembre del 2020; y reitera que Costa Rica deberá hacerse cargo de esos grupos masivos, sin observar siquiera ligeramente, cuál es la voluntad del gobierno costarricense en torno a este caso y tampoco la actitud del pueblo de esta nación ante tal incoherencia que plantea y exige Alvaro Leiva.

            ¿Cuáles son los razonamientos que deja conocer el individuo en cuestión y que podrían beneficiar eventualmente a Costa Rica, según su retorcido mecanismo de observar los hechos? Dice este nica irresponsable que la creación del corredor humanitario traería beneficios para este país, porque “permitirá a la población costarricense mayor tranquilidad, en cuanto se elimina o se reduce la posibilidad de contagios, a consecuencia de la migración irregular no controlada, hecho que indiscutiblemente repercutirá en la disminución de expresiones xenofóbicas.” Vamos por partes al analizar este retorcido argumento: 1. La xenofobia aumentaría, pues desde ahora mismo, al conocer esta noticia, el pueblo costarricense ha reaccionado con indignación ante lo descabellado del plan del nicaragüense Leiva. 2. Los ciudadanos de Costa Rica, por el contrario, se sienten más seguros en el tanto no vean deambulando por las calles a los nicaragüenses, quienes son fuertes propulsores de la pandemia. 3. Los contagios aumentarán sin duda alguna, debido a que esos 16 mil o más nicas, podrían escaparse de dicha zona –tal y como han hecho en la zona norte del país-, y agravar más la situación viral. Y 4. La inmigración desde Nicaragua nunca será controlada, con corredor humanitario o sin él, pues el sueño de todo nicaragüense es inmigrar hacia Costa Rica, una actitud generalizada que comenzó en 1979, tras la caída del régimen de Anastasio Somoza.

            La misiva sigue con parecidas argumentaciones en las que subrayan que los nicaragüenses serán algo así como “lo mejor que le podría suceder a los costarricenses”, “la panacea que será la solución a todos los males existentes y por existir”, pues serían mano de obra en el agro; además, “dejarían a este país con una excelente posición a nivel internacional (como si eso importara a los ‘ticos’)”, y esa imagen ante el sector turístico, según el nica de la ACNUR, “proyectará a Costa Rica como una nación que tiene bajo control la problemática conjunta de pandemia e inmigración.” Evidentemente se trata de una retahíla de estupideces esgrimidas por ese personaje, quien, a todas luces, anda mal del razonamiento, de sus facultades mentales para analizar y ver la realidad en toda su dimensión y por ello, la respuesta deberá ser contundente y radical y estos términos irrenunciables e innegociables: ¡No a sus pretensiones suicidas! Busque otras soluciones a sus compatriotas lejos de Costa Rica, aquí no los queremos con pandemia o sin ella; el país ya no aguarda esa carga social y económica y si el dictadorzuelo Ortega quiso el genocidio en Nicaragua, al no prever al coronavirus, ahora que asuma las consecuencias de su locura criminal. Aquí no estamos para soportar dolores ajenos, ni abogar por la imagen humanitaria de Costa Rica, de cara al exterior, eso nos importa un comino. ¡A exigir a los infiernos, que a nosotros no nos gustan las imposiciones absurdas ni demenciales, ni de ninguna otra índole tampoco! Así de categórico deberá ser el mandatario Alvarado; porque, de lo contrario, lo que peligraría, además del covid-19, será su imagen presidencial que ya está muy deteriorada por cierto. Quienes amen a Costa Rica, deberán decir “NÓ” ante esa descabellada idea.

 

 

Una Respuesta Tranquilizadora

 

SAN JOSÉ, Costa Rica- Ante la insistencia de los medios de prensa costarricenses a los personeros del gobierno de esta nación, sobre la posible creación de un corredor humanitario que exigió en una carta al presidente Carlos Alvarado, el nicaragüense de la ACNUR, Alvaro Leiva Sánchez, el mandatario fue tajante al rechazar tal medida y manifestó lo siguiente de manera textual: “El Gobierno de Costa Rica señala que considera inviable e irrealista la propuesta sobre la creación de ‘un corredor humanitario’ para asistir a nicaragüenses que buscan salir de su país (…). Por tanto, eso no está contemplado dentro de futuras acciones en la región.”

            De esa manera, la Casa Presidencial salió al paso de manera clara y contundente ante las ilógicas y demenciales peticiones del individuo llamado Alvaro Leiva, a quien ya se le había dado, años atrás, estatus de refugiado en este país, tal y como ha informado The City Newspaper en crónicas anteriores. Suena descabellado e indigerible la idea de que Costa Rica y la sanidad costarricense, tengan que hacerse cargo de personas de otra nacionalidad, que, de todas maneras, no aportan nada al progreso ni al sistema de seguridad social de este país. No se trata, de ningún modo, de mantener gratuitamente a elementos extranjeros sin ninguna razón firme ni de peso, solo porque a un individuo totalmente desconocido para los costarricenses, se le ocurrió enviar una misiva exigente al presidente Carlos Alvarado.

            El mismo comunicado emitido por la Casa Presidencial de Costa Rica, añade: “El Gobierno (…) lleva adelante dos acciones concretas. La primera es un trabajo coordinado entre distintas Instituciones que se mantienen en el terreno desde meses atrás, como el Ministerio de Salud, el Ministerio de Seguridad Pública, la Dirección General de Migración y Extranjería, la Caja Costarricense de Seguro Social, entre otras, que ha dado una respuesta efectiva, y que a la fecha, ha permitido el rechazo de más de 15,500 personas que pretendían ingresar de manera irregular al país.” Así según las palabras del Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Rodolfo Solano Quirós.

            Y el texto continúa: “La segunda iniciativa es un plan de cooperación sanitaria en el contexto del Covid-19. Con las agencias del Sistema de las Naciones Unidas acreditadas en Costa Rica, y las Instituciones nacionales antes mencionadas, que tienen presencia en la zona norte. Este plan no tiene vinculación alguna con propuestas como la que ya se indicó, que es inviable (la del nica Leiva)”. Y con esa declaratoria oficial, el susodicho Leiva tendrá que buscar a otro país para que acoja, soporte y mantenga a esos nicaragüenses que una vez aclamaron al Frente Sandinista y hoy, enfermos por la pandemia, ya no toleran a los tiranos Ortega/Murillo y a su anti-política inhumana, analfabeta, retrógrada y criminal. ¡A otros sitios con esa amarga e inaudible canción! 


El Ocaso del Dominio Judío en Costa Rica

 

SAN JOSÉ-El sustantivo “judío”, en cualquier idioma que se mencione, siempre será causa de polémica, pues muchos, alrededor del planeta, les quieren y admiran; y otros muchos los aborrecen y critican con acritud. Y, entre los costarricenses, no es diferente el asunto. La mayoría de ellos llegaron a este país huyendo de la feroz y criminal persecución de los nazis, especialmente en la invadida Polonia, en 1939, cuando dio inicio la Segunda Guerra Mundial. Arribaron solamente con una valija grande en sus manos y la idea muy suya de prosperar mediante el comercio. De tal manera, se dieron a la extenuante tarea de vender, casa por casa, cualquier utensilio para el hogar y principalmente prendas de vestir. De inmediato agradaron a los ciudadanos porque les permitían pagar en plazos, esto es… “me paga cuando usted pueda o tenga dinero”, decían los hebreos. Esa modalidad encantó a las clases populares que, de todos modos, carecían de los complejos de discriminación y racismo, tan europeos en aquella época. Hasta que los judíos, siempre consecuentes con su naturaleza, hicieron capital, levantaron sus negocios en el corazón de San José y construyeron sus mansiones. Sus hijos asistieron a colegios y Universidades y se graduaron en economía, derecho y en toda profesión que les catapultara en la vida nacional, posteriormente.

 

            Durante las décadas de los 80 y 90s, el dominio de los judíos en Costa Rica era más que evidente… ¡Era apabullante! Estaban ubicados en los principales puestos de los distintos gobiernos, en los estamentos de la economía (Bancos, financieras, etc.), y eran dueños de medios de comunicación poderosos y de gran influencia en la opinión pública. Personas como el Dr. Herman Weinstock (ex ministro de Salud); el matrimonio de Aida y Luis Fishman (él ministro de Seguridad y ella ministra de Cultura al mismo tiempo); Jaime Darenblum (ex embajador en Washington y prolífero articulista en el principal diario costarricense, La Nación); y Samuel Yankelewitz (empresario, hoy preso en su casa de habitación por desfalco a Hacienda), entre muchos otros. Era fácil verlos repartidos entre el Congreso, ministerios de Estado, embajadas, puestos altos en organismos internacionales, etcétera, etcétera. Los adversarios de esta raza aseguraban que alcanzaban esos sitiales debido a los pagos millonarios que hacían a los partidos políticos a los cuales pertenecían (la Unidad Socialcristiana y Liberación Nacional). El número de ellos, residentes en el país, se calcula entre los 2,500 y 3,000, y mayormente son de la etnia jázaro-askenazi; aunque también hay criptojudíos. Pero esa exitosa brillantez, exhibida en esas décadas, se ha ido opacando a medida que transcurre el nuevo milenio. Los propios errores de los judíos que los han llevado a escandalosos procesos judiciales, fueron quitándoles el poder que habían logrado hasta entonces. El primero de ellos fue el de la ex Primera Dama de la República, Doris Yankelewitz, quien se vio envuelta en un sórdido caso de corrupción en el seno de los Hogares Crea, una Institución ya desaparecida, erigida para ayudar a los jóvenes con adicciones; luego vendrían los casos de la ex vicepresidenta de la República, Rebeca Grinzpan y su esposo, Saúl Weisleder, retirados a la vida privada a raíz de otro escándalo de corrupción; Joyce Zurcher, ex alcaldesa de la ciudad de Alajuela, defenestrada también por corrupción; Walter Reiche, quien provocó el escándalo conocido como “Caja-Fischel;” la pareja Fishman que vio agotadas sus posibilidades políticas, esto a causa de los actos corruptos del partido al que pertenecían, la Unidad Socialcristiana, y que motivó una “enorme estampida” de correligionarios hacia otros movimientos existentes. Finalmente, Samuel Yankelewitz, ex presidente de la Cámara de la Empresa Privada, sigue preso en su propia mansión por evadir sus responsabilidades tributarias con Hacienda. Estas situaciones particulares han hecho que los hebreos “se replieguen” y se alejen del “punto de mira” acusador y con ello evitar que se deteriore aún más la imagen que tienen como colectividad y elemento racial en Costa Rica. De tal manera, presenciamos hoy el ocaso de esta etnia que muchos aplauden y otros deploran abiertamente.  


El Rostro Amable de la Política

 

SAN JOSÉ, Costa Rica-Es un hecho ineludible que todo tiene su lado agradable, aunque a veces nos parezca que no es así y la política lo tiene; en ese sentido, en Costa Rica algo extraño está sucediendo: ¡Ya no son los viejos políticos quienes llevan las riendas y el destino de este país! Por el contrario, ahora se trata de una nueva generación de abogados, médicos, maestros y personas sencillas, quienes han alcanzado los estamentos del gobierno y de la oposición. En lo personal, yo me siento tranquilo por ello. Y me siento sereno y complacido, porque, desde que tengo consciencia de que la política existe; es decir, desde la década de los años 60s, solo he visto a dos camarillas hacerse con el poder… defenestrarlo, hacer modificaciones antojadizas que redundaron en perjuicio de la nación y engañar a los ciudadanos con base en una retórica superflua, insustancial y plena de mentiras. Esto quiere decir que… todo lo malo que Costa Rica arrastra y padece en materia económica, social y política, se les debe a esos politicastros de la segunda mitad del Siglo XX, quienes atraparon a la administración pública y causaron graves daños a la realidad nacional.

Los apellidos, en esas épocas, siempre eran los mismos (el nepotismo en su mayor amplitud y descaro), estaban distribuidos en los dos grandes partidos, la Unidad Socialcristiana y Liberación Nacional, y no permitían que figuras nuevas ascendieran ni se perfilaran hacia nuevas formaciones. De tal manera, Rodrigo Carazo y sus dos hijos; José Figueres y sus cuatro hijos; José Joaquín Trejos y sus hijos; los Altmann, los dos hermanos Oscar y Rodrigo Arias Sánchez, los Calderón Guardia y Fournier (y toda la familia de éstos desparramada en cargos diplomáticos y dentro de los sucesivos gobiernos); los Echeverría, Laura Chinchilla y su padre, el eterno Contralor de la República; los hermanos Araya Monge, etcétera, etcétera, etcétera. Se trataba de unos 100 individuos repartiéndose las cuotas del poder, en un partido político y en el otro. Y cuando no eran ministros, eran diputados, embajadores o seudo-analistas en la televisión costarricense y en los periódicos. Es decir, el ciudadano que no era amigo de ellos o era un trabajador sencillo, no podía acceder nunca a ningún gobierno futuro. Dichosamente eso se acabó. Y terminó por razones que bien podríamos calificar de “naturales”: por fallecimiento de los líderes de esos partidos (ciento por ciento negativos); envejecimiento o porque los políticos jóvenes de hoy, se percataron de lo nefastos que han sido y les cerraron el paso a nuevos cargos dentro de la función pública. Otros de esos viejos políticos se retiraron a gozar de sus pensiones de lujo, que constan de millones de colones por mes, mientras el grosor de costarricenses humildes sufren hambre en su cotidianidad.

 

Y se da el fenómeno psicológico cuando esos anquilosados, desgastados e inútiles ex políticos, son entrevistados, muy de vez en cuando, por los periodistas de la televisión, y demuestran su enfado, su envidia e impotencia, porque han sido relegados al olvido y a los sitios de los cuales nunca debieron haber salido. Es así como Constantino Urcuyo, un fulano que siempre vivió, se alimentó y parasitó dentro del partido Unidad Socialcristiana, lanza críticas venenosas contra los actuales dirigentes, contra los rostros nuevos que están adecentando a la política nacional. Yo, quien suscribo esta columna de prensa, sufrí durante décadas enteras los desaciertos, actos corruptos y la destrucción de las cosas buenas que tenía Costa Rica. Hoy me complace ver en el parlamento a los nuevos diputados (las mujeres mucho más diestras e inteligentes que los hombres); lo mismo en  los distintos ministerios. Se trata de profesionales serios, capaces, comprometidos con la patria, quienes están haciendo sus labores con transparencia y honestidad. Es el rostro amable de la política costarricense; mientras, en sus casas de habitación, los oligarcas de antaño, con toda seguridad, musitan maldiciones contra esta nueva generación que los ha obligado al retiro definitivo. Yo he renovado mis esperanzas y me siento muy tranquilo, seguro y he vuelto a creer en Costa Rica.


 Honduras: La Imagen Actual de un

Gobierno Fallido

 

TEGUCIGALPA-Cuando el actual presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, resultó electo de manera fraudulenta en los últimos comicios, creyó que el pueblo burlado se iba a olvidar del procedimiento ilegal que alteró los resultados; pero los ciudadanos, por sí mismos, no se han olvidado de que tienen un presidente de facto; y tampoco la oposición manejada en gran parte por Manuel “Mel” Zelaya, el ex mandatario depuesto por una asonada militar, ha dejado de atacar a Hernández desde los medios de comunicación y en las calles. Y ante la reciedumbre de las protestas, el jefe de Estado cifra sus esperanzas de estabilidad y aceptación en algunos hechos que podrían darse, como la promesa que le hizo su colega mexicano Andrés Manuel López Obrador, de que dará al gobierno de Honduras US$30 millones para crear 20 mil empleos y así detener la inmigración hacia los Estados Unidos. Pero, mientras esa ayuda no se concrete, las manifestaciones populares, violentas por demás, seguirán produciéndose en las principales ciudades hondureñas.

            El virtual caos de esta nación se retroalimenta en fisuras como la profunda crisis política a la que estamos haciendo referencia; la proverbial pobreza de la mayoría de los habitantes y el crimen organizado; a ello hay que sumarle el hecho de que Honduras es el puente preferido de los narcotraficantes suramericanos, quienes utilizan a este país como una especie de gigantesca “bodega” para almacenar la cocaína, mientras proceden a enviarla a los Estados Unidos, que es el mercado definitivo y final. Tal es la situación social que aquí se sufre, que es el país que más solicitantes de visas humanitarias ha enviado a México, con 20,620 personas beneficiadas con tarjetas de visitante, un 70 por ciento del total de las emitidas en el primer semestre del 2019; así según el Instituto Nacional de Migración de México. Por su parte, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), otorgó el reconocimiento como refugiados a 4,888 hondureños y procesa otras 17 mil solicitudes más. En palabras sencillas, el hondureño no quiere continuar viviendo en su patria ni un día más, pues tiene la sensación realista de que el destino no le puede paliar siquiera sus necesidades más próximas. “¡En Honduras no hay futuro!” Suelen exclamar constantemente.

La coyuntura es tan tensa que algunos observadores han comparado la situación con los meses previos al golpe de Estado que tiró del poder a Manuel Zelaya, quien fuera gran amigo de las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela y llevaba a Honduras por un sendero parecido a esos tres gobiernos fallidos, hasta que el ejército hondureño lo depuso el 28 de junio del 2009 y lo dejaron en pijamas en el principal aeropuerto internacional de Costa Rica. Hoy, a 10 años de aquel acontecimiento, el ciudadano no tolera a su actual presidente y se hace presente en las calles todos los días y de manera violenta, para exigirle su dimisión. De paso, exigen también mejoras sociales, la creación de empleo y el combate efectivo contra la delincuencia en este país que es el segundo con mayor índice de asesinatos del mundo, con 56,52 homicidios por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con estimaciones de las Naciones Unidas. Y en medio de este desasosiego general, Manuel Zelaya aprovecha para caldear los ánimos y empujar al ciudadano contra el gobierno. Recordemos que este político de ultra-izquierda regresó a Honduras y creó el Partido Libertad y Refundación, que en las elecciones del 2017 apoyó al candidato perdedor, Nasralla, en una coalición llamada Alianza de Oposición contra la Dictadura. Actualmente es el principal líder y la voz más expresiva contra el presidente Hernández, quien, a pesar de todo el marasmo en contra suya, ha logrado reducir los índices de criminalidad, de 86,47 homicidios en el 2011, a 56,52 en el actual 2019. Sin embargo, aún falta muchísimo por hacer en esta nación, comenzando por devolver la legalidad en la Presidencia de la República, un punto fuertemente discordante donde el mandatario es el actor principal.


Los Muertos de Medianoche en Nicaragua

 

TERRITORIO NACIONAL-El régimen dictatorial de Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, hace ingentes esfuerzos por hacer creer, primero a su pueblo, luego a los médicos, y posteriormente a la comunidad internacional, que Nicaragua es un país inmune y no sabemos por qué extraño designio el coronavirus no lo toca, no se introduce en su vida cotidiana y es incapaz de matar a ningún nicaragüense. ¿Serán los sortilegios, las aguas coloridas y extrañas que esparce la hechicera vicepresidenta Murillo o que el comunismo centroamericano trae, inherente, el poder contra esta terrorífica pandemia que puede matar a un europeo o a un estadounidense, pero nunca a ningún nativo de Nicaragua? Aunque la única verdad que se palpa en el aire, señala que la irresponsabilidad, la ignorancia, el desamor por su pueblo y el temor porque se enteren de la total incapacidad para enfrentar al Covid-19, son las sinrazones con las que se mantiene estático y errático el dictador ante la peligrosísima y mortal realidad.

            Muchos ciudadanos de las principales ciudades atisban por las ventanas de sus casas al acercarse cada medianoche, para cerciorarse en primera persona de los extraños camiones que trasladan largas cajas que parecen ataúdes, con compatriotas fallecidos por causa de la pandemia, y que el régimen repite una y otra vez que se trata de neumonía. Algunas de las personas curiosas han seguido a esos transportes y han visto a seres fantasmagóricos ataviados con ropas blancas y mascarillas, depositando los féretros en los cementerios de las comunidades, para darles sepultura sin ninguna ceremonia religiosa ni mucho menos. ¿Pero por qué son enterrados a partir de la medianoche? Porque a esa hora los periodistas internacionales duermen y creen que la población común lo hace también. Es la hora precisa para deshacerse de las víctimas del coronavirus y sus estragos en Nicaragua. Daniel Ortega siente miedo. El mismo pánico de Nicolás Maduro y la dictadura de Cuba, que carecen de hospitales, medicamentos, dinero y el respeto de sus pueblos que podrían levantarse furibundos contra ellos, en cualquier momento.

La verdad, la irrefutable verdad, dice que los hospitales nicaragüenses cada día están más saturados con pacientes infectados con el Covid-19; y una crónica publicada en el diario La Prensa, no sometido a la dictadura, dice lo siguiente de manera textual: “los hospitales públicos y privados del país, atienden cada vez más casos del Covid-19, afectando su funcionamiento normal y teniendo que reprogramar citas médicas, suspender cirugías y realizar cambios de consultorios, algunos improvisados, para ampliar otras salas para atender pacientes con síntomas de Covid-19.” Lo cierto es que en las últimas semanas, los médicos están alarmados con el brote de “insuficiencias respiratorias agudas y neumonías atípicas,” frente a la engañosa y aparente despreocupación del desgobierno de Ortega, que repite cansinamente que el sistema de salud, desquebrajado desde que él es dictador, tiene controlado al coronavirus; y su mujer, Rosario Murillo, afirma que se trata de “una especie de favor Divino la supuesta contención del virus” y que Nicaragua es diferente a todas las naciones del mundo y Dios la ve con ojos misericordiosos. Pero el neumólogo Jorge Iván Miranda ha atendido a más de un centenar de pacientes con síntomas; mientras más de 300 médicos han demandado al gobierno sandinista ser transparente con los verdaderos datos de la pandemia y su avance en Nicaragua. En una carta pública exigen usar “estándares epidemiológicos internacionales y lenguaje técnico y claro.” Para el epidemiólogo Leonel Argüello, vienen semanas duras para su país, ya que los fallecidos aumentarán sin control. “En Nicaragua todavía nos faltan muchos muertos que llorar por el coronavirus, (mientras) las autoridades de salud no dan información, lo que hacen es dar números limitados, confusos e incompletos. (…) Tenemos un 33 por ciento de mortalidad, lo que sería una de las más altas del mundo.” Explicó. Por lo pronto, los Ortega siguen incentivando a los festejos y a las reuniones masivas, “porque los nicaragüenses son intocables por cualquier pandemia”, reiteran una y mil veces más.


 Bukele Ofende al Narcisismo de Algunos Costarricenses

 

SAN SALVADOR Y SAN JOSÉ-El hasta ahora admirable presidente salvadoreño, Nayib Bukele, quien ha sido un acierto para ese país (y así lo hemos destacado en esta columna desde que asumió su mandato), no ha ofendido a ningún costarricense. Y cuando digo costarricense, me refiero al ciudadano de a pie, el que toma autobús, taxi o trabaja día a día, porque si no lo hace no llevaría el sustento a su hogar. El que se ha sentido ofendido por sus palabras, ha sido un grupúsculo de seudo-políticos (que quisieron con todas sus fuerzas llegar a tener un mínimo de autenticidad como políticos, pero no les alcanzó ni la destreza, ni la inteligencia, ni las capacidades tan limitadas). Vale la pena enfatizar que ese grupo gris/oscuro, ya está fuera de los avatares de la política de Costa Rica, gracias infinitas a Dios. ¿Pero qué fue lo que argumentó el mandatario salvadoreño que indignó (supuestamente) a “personalidades influyentes”, como las describe generosamente un periódico de El Salvador? Esto fue lo que dijo: “Costa Rica da la percepción de haber aplanado la curva (del coronavirus), pero lo único que están haciendo es que han disminuido el número de pruebas diarias.” Ante “tal despropósito” de Bukele (entiéndase en sentido sarcástico), el Ministro de Exteriores de Costa Rica dijo que iba a llamar a su despacho a la embajadora salvadoreña,  Ana Patricia Pineda, para que le aclarara “los exabruptos” (también léase con sarcasmo). Con ello, es evidente que a muchos costarricenses les gusta “ahogarse en un vaso con agua,” porque las palabras pronunciadas por el carismático presidente de El Salvador, no son para iniciar la Tercera Guerra Mundial con cerbatanas envenenadas, ni mucho menos.

            Ciertamente las autoridades de Costa Rica están trabajando responsable y denodadamente porque la población no se contagie con el peligroso Covid-19 y ha logrado concientizar a la ciudadanía de manera positiva. Aunque es muy común ver a gentes que se acercan unas a otras, que no portan cubre/bocas, que montan festines en sus apartamentos y casas de habitación, que salen en sus automóviles cuando la restricción vehicular no se los permite y van por las calles con una sonrisa burlona, contra quienes sí portamos “mascarillas” protectoras y mantenemos el distanciamiento social. Esos costarricenses son, precisamente, quienes no permiten que la curva de infectados por el coronavirus, no se reduzca como anhelamos todos en el planeta entero. ¿Y cuál fue la respuesta del Canciller de Costa Rica, a Bukele (quien, a todas luces, se equivocó con sus manifestaciones y no le defendemos su errática argumentación)? El ministro Rodolfo Solano, a quien he de confesar que no sabía que existía en esa Cartera, hasta el día de hoy cuando me entero de este desaguisado suyo y de otros expoliticastros, contradijo al mandatario salvadoreño de este modo: “Las declaraciones del Presidente Bukele (…), no tienen ningún fundamento. Los datos manifestados (por él) (…), se alejan de toda realidad.” Punto. Ahí debió terminar el asunto y no ponerse a “cacarear” como grupo de gallinas asustadas por un zorro a mitad de la noche. Obviamente, Nayib Bukele tocó el henchido narcisismo de muchos “ticos”, hoy sacados de la política por su propia ineficiencia, quienes creen que este país es el mejor de América Central, sin tomar en cuenta la riqueza cultural de Guatemala, el avance prodigioso de Panamá en su economía e infraestructura, ni la sempiterna nobleza de corazón de los hondureños y tampoco los valiosísimos alcances de los salvadoreños en materia de pacificación y combate a la delincuencia. Lo que ha sucedido es que esos politicastros costarricenses (Leonardo Garnier, Kevin Casas, Ricardo Benavides y María Luisa Ávila), aprovecharon las palabras de Bukele, para salir de sus madrigueras (oscuras y olvidadas), para robar un poco de espacio en la prensa de Costa Rica, un poco de “vitrina”, después de sus desacertadísimos pasos por los distintos gobiernos. Por lo pronto Sr. Bukele… usted se equivocó en cuanto a la lucha de los costarricenses contra la pandemia; pero eso es poco si comparamos su valentía al estar al frente de los salvadoreños y querer sacarlos adelante, como ningún otro mandatario ha intentado siquiera. Los Grandes, se pueden equivocar también. Nada pasa. ¡Siga adelante!


El Intenso Miedo del Dictador Ortega

 

MANAGUA, Nicaragua-Esta es una pequeña parte de la lista de temores que atacan a diario al dictador nicaragüense Daniel Ortega: que el pueblo se subleve contra él y su mujer y los derroquen, que caiga la dictadura de Venezuela; que le ordenen dejar el poder desde Cuba; que haya una invasión estadounidense, que un francotirador acabe con su vida, que se devuelvan desde Costa Rica los miles y miles de refugiados que hay en ese país vecino y agraven aún más la destruida economía de Nicaragua, etcétera, etcétera, etcétera. Pero a lo que más teme Ortega, en estos momentos, es a la pandemia del coronavirus que está presente en esta nación, se expande y la dictadura disfraza de “neumonía”. También omite hablar de ella. ¿Pero por qué razón el tirano no decreta estado de emergencia y no se refiere al covid-19? Es más… ¿Por qué ha desaparecido en las últimas semanas sin dejar rastro, dando pie a las más variadas especulaciones? Simple: Daniel Ortega tiene terror porque el inexistente sistema de salud quede “al desnudo”, en evidencia, que todos se enteren “en vivo y en directo”, de la clase de indefensión en la que él y su mujer han sumido a Nicaragua en materia de medicina, entre otros aspectos.

            Por el contrario, Rosario Murillo, la impresentable compañera de Daniel Ortega, ha estado fomentando las muchedumbres en reuniones políticas, el arribo de turistas y no referirse al coronavirus por ningún motivo. El delirio, la irresponsabilidad y la locura, son cotidianas en esta nación dejada de la mano de Dios. ¿Pero qué sentido tiene evitar por parte del desgobierno que la población palpe que el sistema de salud nicaragüense no puede responder siquiera por 10 casos de enfermos de covid-19? Porque, en acto seguido vendría la histeria, el terror colectivo, que la gran masa del pueblo se enfurezca, azuzado por el miedo contra la dictadura y encienda la guerra civil, apoyado por la oposición. Porque en Nicaragua hay quizás, en estos instantes, un respirador de oxígeno para un paciente… pero no para dos. Por eso es mejor ocultar la verdad, guardar el secreto sobre la difusión de los casos con coronavirus, aunque el resto del mundo sepa lo que está sucediendo en este país.

 

            Para citar un ejemplo, el telediario de la Deutsche Welle (DW) (de Alemania), tituló así una de sus crónicas referidas a esta nación centroamericana: “Nicaragua indefensa a las puertas de la pandemia”; e introduce la información de esta manera: “Mientras miles han optado por la auto-cuarentena frente a una inminente explosión del coronavirus, el gobierno invita a marchas, carnavales, excursiones a la playa y procesiones religiosas masivas.” Y añade el periodista alemán: “Nicaragua vive el reino del revés. Aunque todos los países ya han cerrado sus fronteras y tomado medidas extremas por el coronavirus, el gobierno de Daniel Ortega maneja con ‘normalidad’ y total hermetismo sus planes frente a la pandemia que ya ha contagiado a más de un millón de personas en el planeta.” Y esta es la gran y única verdad de Nicaragua: según proyecciones, el coronavirus podría enfermar a medio millón de nicaragüenses y matar a otras 48 mil, en el segundo país más empobrecido de América, después de Haití, y donde buena parte de la población no tiene acceso al agua potable. El sistema de salud de Nicaragua es uno de los más frágiles del mundo, hay menos de 6 mil camas repartidas entre los 42 hospitales existentes aquí, que no podrían resistir ni la primera oleada de infectados cuando entre de lleno el coronavirus y comience a causar estragos. “Hay mucha preocupación. Aquí no estamos preparados para este virus que ha hecho colapsar a los mejores sistemas de salud del mundo. Todas las medidas del gobierno van en contra del protocolo de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, comenta el infectólogo Carlos Quant. Mientras tanto, el silencio sigue prevaleciendo en la dictadura y la irresponsabilidad para que el pueblo se reúna como si estuviese en fiestas. Es así como marcha Nicaragua hoy día… entre el suicidio masivo, la desaparición del dictador y la asechanza del virus que, sin duda, ya deambula por las calles de las ciudades. Pero a la dictadura le viene bien callar. De ello depende su subsistencia.


“No hay Peor Pecado que la Ignorancia”

 

MANAGUA, Nicaragua-La máxima que sirve de título a esta columna, es del sabio griego, Diógenes, “padre del cinismo filosófico,” misma que, con el transcurso de los años, hemos podido comprobar en su verdad: los grandes errores (asesinatos, guerras, hambrunas, inventos mortíferos y demás calamidades), han sido creados por el ser humano con el empuje e “inspiración” de la ignorancia. Basta que observemos el derrotero de la historia para convencernos de que así ha sido. En el caso centroamericano, en el amplísimo espectro que suele ser la vida en el istmo, ninguno mejor que Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, para ejemplificar lo que es la ignorancia acuñada y “andante” día tras día. Desde el precario uso del castellano de ambos (peor en Ortega que en ella), pasando por decisiones aberradas (bizarras), hasta la puesta en  peligro de todo el pueblo mediante el hambre y las carencias esenciales y prioritarias, Ortega, su mujer y el concepto “ignorancia,” parecen estar fuertemente fundidos en una aleación que perjudica directamente al ciudadano.

            Yendo al grano, mientras los presidentes legítimos de América Central (recordemos que Ortega es un dictador en toda la extensión de la palabra), ordenan y organizan a sus ciudadanos para que eviten la pandemia del coronavirus o COVID-19, el dictadorzuelo de Nicaragua lanza a sus turbas, en medio de “apretujones,” para que desfilen por las calles de la Capital y proclamen consignas entre demenciales, absurdas y ridículas, en las que se escucha: “plomo (disparos) a los ‘puchitos’ (opositores)”, “les arde que sigamos con Daniel” y “amor en tiempos del Covid-19”. Simultáneamente, la pandemia se extiende por todo el mundo, segando las vidas de miles de seres humanos. Ya sabemos de la criminalidad manifiesta de Daniel Ortega a lo largo de su reinado de hambre, terror, violencia, opresión e ignorancia y es por ello que nos preguntamos: ¿En su mente, mitad ignorante y mitad asesina, no habrá incubado la idea de contagiar al pueblo de Nicaragua, comenzando por sus seguidores, con el virus de la pandemia, y así reducir el crecimiento demográfico, disminuir el desempleo y los faltantes para la vida diaria? Porque, a lo largo de la historia, la mayoría de los dictadores han echado mano a pandemias, campos de concentración, fosas comunes, secuestros y desapariciones de las personas civiles, para acentuar y fortalecer sus regímenes opresores. ¡Es posible que las bestias que subsisten en Ortega y la Murillo, les hayan aconsejado tal criminalidad!

 

            Es así como los sandinistas marcharon por una calle céntrica de Managua, desoyendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y pusieron como nombre a esa suicida arenga: “Amor en tiempos del Coronavirus” (en analogía del título del libro de García Márquez, “El Amor en Tiempos del Cólera”). Pero lo más llamativo de ese desfile fue que estaba previsto para homenajear a Ortega y su mujer y, como era de esperar, ninguno de los dos tiranos se apersonó en el sitio; es decir, ellos sí tomaron las precauciones contra el virus y se quedaron metidos en su mansión (una casa que arrebataron a su dueño en 1979). Lo cierto es que los serviles de Ortega caminaron bajo el Sol abrasador del mediodía, enarbolando banderas del Frente Sandinista y gritando la demencial proclama de que “el Covid-19 no ha alcanzado a Nicaragua, gracias a nuestro comandante Daniel”, como si se tratara de un poderoso dios mitológico que detuvo la pandemia en las fronteras o que su gobierno tomó todas las medidas preventivas y puso “a raya” al coronavirus. Nada de eso ha sido así, mucho menos lo último, porque la dictadura ha hecho caso omiso a las recomendaciones internacionales y ha dejado la defensa sanitaria “al garete”, según se le ocurra a cada nicaragüense para no ser infectado. En la marcha iban ancianos, niños y mujeres (embarazadas y no embarazadas), apretujadas, hablándose cerquita y retando a la muerte  ante el Covid-19. Por eso repetimos: “No hay peor pecado que la ignorancia… la madre de todo acto irresponsable y criminal.”


El Salvador ya no es el Mismo

 

SAN SALVADOR-De todas las naciones centroamericanas, esta ha sido la de más fuerte, traumática y radical metamorfosis… ¿Por qué decimos eso? Porque sus cambios han sido bruscos, inesperados y alucinantes y, lamentablemente, nunca a favor de su pueblo. Veamos: en la década de los 70s, mencionar a El Salvador era referirnos al país más progresista, atractivo turísticamente hablando y “un imán” para los inversionistas internacionales. Su gente, genéticamente trabajadora, había hecho de esta nación un paraíso, agradable desde todo punto de vista. Desdichadamente, los comunistas, armados hasta los dientes por la Unión Soviética, Cuba y Nicaragua, se dieron a la criminal tarea de destruir lo bueno que se había alcanzado antes de la guerra civil; luego se logró una angustiosa paz en medio de un pueblo evidentemente dividido y polarizado y subieron al poder varios presidentes elegidos mediante el voto, de quienes descollaron por su honestidad, patriotismo y compromiso con El Salvador… José Napoleón Duarte, Alfredo Cristiani y Armando Calderón Sol (si omito algún otro, ruego me perdonen). El resto de mandatarios fueron un convincente fiasco, aún más los últimos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), y que le permitieron a los delincuentes de “las maras” aumentar en número y criminalidad en todo el territorio nacional. En resumen, ese ha sido el devenir de esta nación, una de las más bonitas del istmo.

            No obstante, y ante tanto desacierto político y administrativo, el votante salvadoreño llevó al poder a Nayib Bukele, un hombre totalmente distinto a todo lo que se había conocido y experimentado en el sistema del país. Ya le conocemos, ya sabemos que se trata de un joven inteligente y con destellos de brillantez en el manejo de la función pública, que ha dejado “en silencio” a sus enemigos y detractores. Y no solo lo aseguramos nosotros en esta columna de prensa, sino que es vox populi alrededor del mundo. Es así como una crónica aparecida en el diario español El País, señala textualmente: “El Salvador es un país más seguro desde que el presidente Nayib Bukele llegó al poder en junio de 2019. Es un hecho. Es incontestable. Y además habrá que decir que no es un poquito más seguro, sino mucho más, muchísimo más de lo que este periodista llegó a imaginarse posible.” Y agrega: “En lo que va del gobierno Bukele en El Salvador, la tasa de asesinatos ha ido a la baja. La pregunta es cómo se consiguió, cómo se llama el antídoto. Ahí es donde desaparecen los blancos y los negros.” Es decir, para el analista español enviado a esta nación de América Central para elaborar su reportaje, “las cosas mejoraron casi de inmediato, de forma sostenida y cada vez con mayor profundidad (…).” Eso se dice de Bukele en Europa, quien está demostrando que, cuando hay deseo de hacer las cosas bien y se empeña en ello la honestidad y el trabajo fuerte, todo resulta pleno y positivo.

 

            Desde el punto de vista político (si el término “político” cabe en esta oportunidad), los antecesores de Bukele se dedicaron a hacer pactos oscuros con “las maras”, regalándoles espacios territoriales en las ciudades, millones de dólares e impunidad, a cambio de mayor derramamiento de sangre de los salvadoreños decentes, víctimas de esos gamberros. Otro de los matices oscuros fue la huida de miles de personas, a pie, hasta la frontera mexicano-estadounidense, como todos sabemos. Hoy, incluso, dicho éxodo ha disminuido ostensiblemente y detrás se puede ver la sombra de Nayib Bukele, que se yergue salvadora de la situación por la que atraviesa su país. Es una mente clara, joven y esperanzadora, que no desdeña la posibilidad de actuar con “brazo de hierro” cuando “las maras” lo ameritan; por ejemplo, el presidente ordenó que los pandilleros presos “no vean la luz del Sol”, en encierro absoluto en sus celdas, por haber asesinado a un militar. Todo un tratado psicológico, sociológico, criminológico y politológico, para analizar la gestión de Bukele… un hito que deslumbra en la realidad de El Salvador.


La Muerte de Ernesto Cardenal

 

MANAGUA, Nicaragua-Fue un individuo que buscó la fama por medio de una poesía “grisácea”; y la glorificación personal merced al marxismo ateo de los sandinistas que asaltaron al poder en 1979; sin embargo, y a pesar de su lucha encarnizada por quedar en la memoria de miles de iberoamericanos, su muerte, ocurrida hace pocos días y a los 95 años de edad, a raíz de problemas respiratorios, le deparó el repudio de quienes lo conocimos a finales de la década de los 70s, la indiferencia de aquellos que se desengañaron del comunismo en Nicaragua, y el desconocimiento de las nuevas generaciones. De tal manera, su cometido por quedar grabado en las mentes y corazones de quienes él creía eran sus seguidores, se quedó en un intento fallido, porque murió solo, repudiado (insultado y profanado en la homilía de su funeral en la Catedral de Managua), por los mismos sandinistas que lo hicieron a un lado y mirado con desdén por quienes no se preocuparon siquiera por valorarlo aunque fuese solo un poco.

            Y en un subcontinente latinoamericano esencial y mayoritariamente católico, Cardenal era el antípoda del mismo catolicismo, porque fue un sacerdote que traicionó a la Iglesia, se enfrentó a ella (recordemos el regaño fortísimo de Su Santidad, el Papa Juan Pablo II, durante su visita a Nicaragua, el 4 de marzo de 1983), y se ganó el descrédito de los ministros del catolicismo a nivel mundial y de los millones de fieles que supieron de su rebeldía y de su proclamado ateísmo (gritado a los cuatro vientos), para congraciarse con sus otrora compañeros dentro del sandinismo que comenzaba a torturar y despedazar lo poco que había quedado en Nicaragua después de la revolución. Paralelo a toda esa actitud vergonzosa y desvergonzante, Ernesto Cardenal se pasaba larguísimas temporadas vacacionales en la Cuba triturada por los hermanos Fidel y Raúl Castro, vanagloriándose de su abyecto ateísmo. Aun así, no dejaba de vestirse a la usanza de los sacerdotes nicaragüenses, con su cuello sacerdotal, su camisa blanca y una efigie de Cristo en su pecho; y sobre su encanecida cabeza, una boina al estilo Che Guevara. ¡Vaya contradicción de ese fulano que no estaba en sus cabales y reñía con la moral cristiana!

 

            Ha fallecido y muchos, como yo, repudiaremos su paso por el mundo, por atentar contra las libertades de los nicaragüenses, por su mensaje de odio implícito en el marxismo que intentó practicar y por su apuñalamiento a su orden sacerdotal. No en balde, el Papa Juan Pablo II lo expulsó de la Iglesia Católica y Ernesto Cardenal hizo mofa de esa decisión Papal, como si se tratase de un trofeo, porque lo que él vio en ese acto fue el aumento de una fama tan efímera como la peor de todas. Este individuo díscolo, marxista consagrado y con sus manos manchadas de sangre por las muertes de muchísimas gentes que ofrendaron sus vidas a la revolución sandinista y que creyeron en él y en los Ortega, Mercado y otros, nació en Granada el 20 de enero de 1925 y fue nombrado ministro de Cultura (de 1979 a 1987), de la dictadura fiel y obediente a Cuba y a la Unión Soviética. Fue cuando Nicaragua se llenó de asesores “culturales” llegados desde Moscú, Praga, La Habana, Budapest, Sofía, Berlín Este y demás Capitales que estaban bajo el yugo del comunismo. Así, Ernesto Cardenal aportaba su esfuerzo porque los nicaragüenses absorbieran el credo marxista-leninista, blasfemaran contra Dios y alabaran a los Castro, Guevara, Ortega y demás iconos deleznables y criminales del socialismo tropical en América. Cardenal creaba frases (o las copiaba de alguien más), rimbombantes, como estas: “(estoy) alerta a lo que pasa en el planeta (como si a alguien le importara lo que él hiciera), y tratando de defender con mi poesía la justicia y el orden que Dios quiere en el mundo (entiéndase dicho ‘orden’, el dominio del comunismo).” Y para salir de toda duda, este ínfimo poeta acaba de morir reafirmando su marxismo: “(la revolución) significa también crear un mundo para Dios (¡!).” Pero lo más indignante fue saber que el actual Pontífice, Francisco el argentino, le devolvió su ministerio sacerdotal, algo que tampoco tuvo relevancia, porque Ernesto Cardenal no vale un ápice para ser recordado siquiera.


El Ímpetu de la Juventud y... la Desesperación

 

SAN SALVADOR, El Salvador-Nayib Bukele tiene apenas 38 años de edad. ¡Cuántos quisiéramos regresar a esa edad fresca y juvenil que posee el mandatario salvadoreño! Es una edad en la que se le pueden perdonar a cualquier persona algunos desatinos y disfrazarlos de “equivocación” y no faltará alguna dulce anciana que dirá: “¡No importa lo que hizo… porque es tan joven!” Quizás eso mismo se le podría decir al presidente de este país después de que irrumpió, junto a los militares, en el Congreso situado en esta Capital, para intimidar y presionar a los congresistas para que aprueben el préstamo concertado con el Banco Interamericano de Integración Económica (BCIE), para comprar equipos y acondicionar mejor a las fuerzas de seguridad y así puedan realizar un combate más efectivo contra “las maras” que desangran a El Salvador.

            Esa acción, vista con agrado, sorpresa, agradecimiento y cariño por el grosor de la población; y con enfado por los mismos legisladores y jueces, quienes le prohibieron a Bukele, en lo sucesivo, usar a los soldados para tales fines, la comprendemos y tenemos que definirla como producto del ímpetu de la juventud ¡Sí! Pero también como fruto de la desesperación. A raíz del llamado “al orden y la cordura” que los magistrados le hicieron al presidente de la República por medio de la Sala de lo Constitucional, para que “se abstenga de hacer uso de las Fuerzas Armadas en actividades contrarias a los fines constitucionales establecidos y poner en riesgo la forma de gobierno republicano”, el mandatario entró en una especie de éxtasis provocado por su enojo (su razonable y plausible enojo), y sacó a la luz pública expresiones como ésta y que en El Salvador son verdades irrefutables: “Los políticos ahora están protegiendo ya no solo a los pandilleros, sino a los narcotraficantes.” Y agregó que muchos diputados exclamaron abiertamente: “¡para qué el Ejecutivo iba a necesitar ese dinero del préstamo y para qué iba a combatir a los delincuentes callejeros y a los narcos!” Además, se burlaron de los helicópteros y del barco armado que el gobierno planea comprar para dicho combate.

 

            Desde luego comprendemos la inmensa frustración del joven, pero decidido, presidente salvadoreño, quien, de ningún modo, y a pesar de que su acción en el Congreso no ha gustado a muchos, le asiste toda la razón del Universo y nos dice que sus 38 años no están extraviados de ninguna manera, sino que le hacen ir por el camino correcto. Y es que, desde que llegó al poder, Nayib Bukele ha estado llamando, rogando, implorando, tratando de concertar y convencer a los mismos congresistas, de la necesidad de aprobar esos US$109 millones del BCIE y lo que ha recibido han sido burlas, indiferencia y un juego de baja política que solo conduce a beneficiar a los delincuentes que asesinan, extorsionan y trafican en las calles de las principales ciudades del país. La desgracia de Bukele se fundamenta en tener a 72 diputados en su contra; quienes, para colmo de males, son tan irresponsables con la ciudadanía que requiere de seguridad y paz, que obstruyen cualquier plan eficaz que provenga de la Casa de Gobierno. Según InSight Crime del 2019, El Salvador es una de las naciones más peligrosas del planeta, con 36 asesinatos por cada 100 mil habitantes. Mientras que Médicos sin Fronteras señalan de manera textual: “La violencia provocada por ‘las maras’, es una de las principales causas por las que unos 500 mil centroamericanos emigran cada año a Estados Unidos.” Pero lo que más llama la atención y es digno de encomio, es el número de homicidios que ha descendido desde que Bukele asumió el poder; es decir, ha bajado en un 58,8 por ciento desde enero del año pasado hasta la fecha actual. “Ese es el resultado de las políticas implementadas por Bukele”, argumenta un observador internacional instalado en San Salvador. Y todos sabemos que el joven presidente tiene un plan al respecto: “acabar con los vándalos, cueste lo que cueste.”


Si no estás con él… estás Contra él

 

MANAGUA, Nicaragua-Mientras que la oposición presume en estos días de haberse unido contra el dictador, hemos de decir que existen y persisten solo dos clases de nicaragüenses: los que están con la dictadura (que viven “a cuerpo de Rey”); y los que están en contra de la pareja dictatorial, Ortega y su mujer, y que son la inmensa mayoría quienes los tienen que soportar sobre sus espaldas o emigrar hacia Costa Rica a pie, a caballo, en mula, en camiones, en lo que sea… pero emigrar, huyendo del hambre, la opresión, la falta de trabajo, de medicinas y de ilusiones futuras. Pero hay algo todavía más peligroso y se refiere a la política: si eres opositor, te juegas la vida a diario, pendes de un hilo, como sucede en Cuba y Venezuela. Tu nombre estará en una extensa lista que maneja la seguridad del Estado y casi siempre esos opositores terminan mal.

Es por ello que, hace poco tiempo, fue secuestrado y ejecutado de seis disparos, un miembro del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), contrario al dictador, y aparecieron sus restos en un municipio del norte de Nicaragua. Se trata de José Benito López Méndez, de 51 años de edad, quien, así mismo, perteneció a la Resistencia Nicaragüense, otro grupo opositor a Daniel Ortega y su dictadura de hambre. Como es lógico, la policía no ha hecho gran esfuerzo por detener a ninguno de los tres sicarios que ultimaron a López, pues la muerte de un enemigo del régimen, más bien, es una razón para celebrar en las esferas del desgobierno que encabeza el dictador. A esta víctima la secuestraron en su propia casa, frente a su esposa e hijo, quienes escucharon incluso las detonaciones que le dieron muerte. Y es que en Nicaragua este tipo de crímenes se ha vuelvo muy común desde el levantamiento popular en abril del 2018; es decir, la respuesta del tirano ha sido con ataques armados y ejecuciones extrajudiciales, según ha informado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), una cifra que se decanta en 684 víctimas mortales, en los últimos 22 meses. Ese es el precio que tienen que pagar los nicaragüenses por tener durante 13 años a Daniel Ortega en el poder.

 

            En otro aspecto de la crisis, el régimen tiránico de Nicaragua levantó el bloqueo de papel y tinta al diario La Prensa, una situación de crisis que casi lleva al cierre definitivo de ese medio de comunicación escrita. Fueron 500 días los que tuvo que soportar el personal del diario más antiguo del país (fundado en 1926), cuando Ortega giró la orden de retener en las aduanas, la materia prima para el tiraje del único rotativo impreso que queda vigente. Fue cuando su gerente, Ernesto Juárez, dijo: “Estuvimos a punto de desaparecer. Hubiéramos sido el único país en el mundo, que no tendría un periódico impreso.” Tal era la situación. Fue el Nuncio Apostólico, Monseñor Waldemar Sommertag, quien intervino y convenció a la pareja de dictadores para que el embargo aduanero fuera levantado y así continuara con vida el tabloide. Aquí es preciso enfatizar que el prelado ha sido el único interlocutor entre el gobierno, la oposición y la sociedad civil nicaragüense, durante y después de que las negociaciones del 2018 fracasaron y no se le pudo encontrar una salida democrática a Nicaragua. En retrospectiva, hemos de citar que la dictadura ha saqueado y confiscado bienes del periódico El Confidencial y el telediario 100% Noticias, más el apresamiento de los periodistas Miguel Mora y Lucía Pineda Ubau y ha causado el exilio forzoso de casi 70 reporteros, quienes han tenido que abandonar Nicaragua debido a ataques físicos y amenazas sufridas de parte de la policía y las llamadas “turbas divinas”, los grupos de choque organizados por los dirigentes sandinistas, para que ejerzan el terror  contra aquellos que no están de acuerdo con el régimen de Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo. Así marchan las cosas en este país… hechos lamentables contras las personas y sus derechos inalienables. Por eso repetimos: “si no estás con él… estás contra él.”


La Dictadura de Nicaragua frente al 2020

 

MANAGUA-En el des-gobierno de Daniel Ortega y su mujer, no parece que las cosas vayan a cambiar mucho o el mínimo siquiera; más aún si recordamos que la dictadura nicaragüense (lo mismo que la venezolana), no depende de ella misma, sino de las directrices que le llegan desde La Habana y Moscú. No es lo suficientemente autónoma para decidir sobre su presente y su destino, como muchos quisieran en ese país. Dicho estado de inalterabilidad se traduce en lo mismo de siempre: persecución a los disidentes, encarcelamiento, procesos amañados en los juzgados totalmente plegados al dictador y sus caprichos; ejército, policía y turbas secuaces, dispuestas al terror contra la población civil; falta de empleo, hambre y “diáspora” diaria hacia Costa Rica, de quienes no soportan la inutilidad del régimen sandinista. Nada parece haber cambiado en la Nicaragua oprimida por la dictadura de Ortega, su mujer e hijos, de cara al nuevo año 2020. También hay que tomar en cuenta al “factor Trump” en los Estados Unidos, quien es un presidente que no desea intervención armada en ninguna parte del mundo, según los visos que ha dado desde que llegó a la Casa Blanca y esa no-intervención, la conocen y la manejan a su favor los comunistas de América Latina.

            Por otra parte, el año nuevo ha traído a los nicaragüenses la desesperanzadora noticia de que la oposición a Ortega, se ha dividido. La llamada Alianza Cívica, conformada por empresarios, y la Unidad Azul Blanco, han decidido tomar caminos diferentes, tras semanas de diferencias en lo que se refiere a sus estrategias para enfrentar a la dictadura. Dicha unión duró apenas 15 meses y con ello, el régimen ha adquirido mayor tranquilidad y solidez. La idea de los opositores era la de presionar a la dictadura para que retomara el diálogo y lograr un adelanto de las elecciones generales; pero, casi de inmediato, aparecieron las diferencias entre los empresarios y las decenas de organizaciones de la sociedad civil. En principio porque los primeros querían mantener la presión diplomática internacional y así exigir reformas al dictador Ortega; y los segundos, llevar a cabo un paro general, acciones en las calles y mantener la acción discursiva en contra del mismo tirano. A pesar del evidente descontento y la falta de entendimiento entre ambas organizaciones, los dirigentes de los dos grupos han dicho a la prensa que se trata de una “separación amistosa” y que seguirán trabajando para lograr la unidad contra el dictador, “pero cada organismo por su lado”, algo inconcebible desde todo punto de vista y que significa “oxigenar” al des-gobierno comunista.

 

            ¿Pero cómo observan estos acontecimientos los nicaragüenses ubicados en medio de coyuntura? El llamado “ciudadano de a pie”, que es la inmensa mayoría en Nicaragua, harto de dos años de recrudecimiento de la crisis social, siente que esa ruptura de la oposición es una traición y que los integrantes de los dos organismos están interesados únicamente en defender sus propios intereses, atacarse entre sí, antes que trabajar unidos para sacar al dictador de la casa de gobierno. Es así como una de esas personas sencillas manifestó recientemente, pidiendo guardar su identidad: “Solo puedo deducir que el interés de la mayoría de los nicaragüenses es salir del carnicero (Ortega). (Eso) no lo comparten la mayoría de las organizaciones de la Unidad y anteponen sus intereses mezquinos.” Otras opiniones en Twitter, dicen: “Mientras el pueblo sufre, estos opositores se toman su tiempo. (…) El objetivo es único: sacar a la dictadura y buscar cómo forjar un país donde se respeten los derechos de todos los ciudadanos.” Finalmente, un comentario del activista Yaser Morazán, publicado en el medio independiente artículo66.com, manifiesta: “La supuesta separación entre la extinta y fallida Alianza Cívica y la UNAB, no es novedad, siempre existió, que no la hayan querido hacer pública antes… es otra cosa. Cuando no se comparten valores, es natural la incapacidad de unirse.” Escribió. Tal es la situación y tal es la tranquilidad en la que se ha posado el dictador ante los hechos recientes.


Las Acciones Patológicas de Donald Trump

 

Cuando el estrafalario Donald Trump anunció su deseo de postularse como candidato a la presidencia de los Estados Unidos, la pregunta que surgió en las cabezas de millones de personas alrededor del mundo, fue: “¿Qué sabe ese individuo de política?” Porque, en el fondo y en la superficie, el agente inmobiliario que es Trump, no daba señales de conocer absolutamente nada del arte de la política y mucho menos el de gobernar. Aun así, ganó las elecciones gracias a un sistema electoral estadounidense donde, paradójicamente, “el perdedor durante el conteo de votos, resulta ganador al final”, por un extraño sistema que se dificulta entender a quienes no somos norteamericanos; y triunfó también porque su oponente, Hillary Clinton, era tan corrupta y errática como ella sola.

            No he de omitir que tuve fe y esperanzas renovadas en Trump, quizás por ser alguien nuevo en la Casa Blanca y perteneciente al Partido Republicano, el mismo de Gerald Ford, Ronald Reagan y George Bush padre; pero me fui desengañando conforme me fui enterando de la gran cantidad de asesores que Trump iba destituyendo día tras día y en medio de argumentos humillantes. Se trataba de personajes inteligentes, sabios y duchos en política interna y externa de los Estados Unidos, quienes estaban siendo maltratados por un presidente que arrojaba destellos de enfermedad mental pronunciada y preocupante. Sin temor a equivocarme, creo que han pasado por su administración, en los primeros dos años, unos 50 personajes de altísimo rango y extraordinarias condiciones profesionales y que Donald Trump ha despachado como si se tratase de animales nauseabundos. Todos ellos, menos uno… su yerno judío Jared Kushner, y tampoco los otros 15 judíos que componen su Gabinete ministerial, un dato que merece ser tomado en cuenta si queremos entender su arrevesado trajinar por la política estadounidense y mundial. Un tema al que regresaremos más adelante.

            Luego vinieron sus actitudes con respecto a varios países del orbe, evidenciando que la geopolítica –así como la política doméstica-, no era su fuerte, sino, más bien, su escenario errático de cada día: sus relaciones internacionales con América Central, por ejemplo, han estado permeadas por las amenazas cuando ha argumentado: “Te quito la ayuda económica, si no actúas como tercer país para los refugiados (a Guatemala, México y El Salvador)”; “disminuyo mi asistencia financiera si no combates al narcotráfico como yo te ordeno (a Honduras)”; etcétera, etcétera, etcétera. Una especie de terrorismo con base en el poder económico de Washington, por encima de las necesidades humanas de esos países. Al mismo tiempo, desdeñaba la existencia de la dictadura de hambre de Daniel Ortega, en Nicaragua; y renunciaba a emplear la fuerza armada en la Venezuela avasallada por Nicolás Maduro y su séquito de narcotraficantes, a quienes ha aplicado la indiferencia fundamentado en su aplastante arrogancia. Y así se fueron los primeros dos años de la administración de Donald Trump en la Casa Blanca, con infinidad de errores y escasos aciertos.

            No debo ser mezquino con este individuo y tengo que aplaudirle el hecho de haber llevado al mínimo las relaciones con la Cuba comunista de Raúl Castro y haber enmendado el inmenso error de Obama, quien fortaleció a esa dictadura incentivando al turismo y el comercio. Trump rectificó ese paso en falso dado por su antecesor y ello es motivo de admiración de parte de quienes creemos en la libertad y la verdadera democracia. Después de esa decisión, ninguna otra digna de encomio; más bien, por el contrario, la sucesión de errores ha sido impresionante, como el supuesto pacto nuclear con Corea del Norte, que solo ha servido para que los norcoreanos de burlen de Trump y continúen con sus ensayos con misiles en el Pacífico Oriental, creando tensión en japoneses, chinos y demás vecinos en la región. Luego vendrían otras decisiones mayormente caóticas del habitante de la Casa Blanca, como la traición a los kurdos en el norte de Siria, a quienes dejó a expensas de los ataques de las tropas turcas y finalmente el más grande de sus errores, cual ha sido el asesinato del General iraní, Qasem Soleimani, un hecho que podría desencadenar una guerra en Oriente Próximo, consecuente con el enfado del pueblo y el gobierno de esa nación.

            Lo desajustado del razonamiento de Trump se ha dejado ver cuando dijo que mandó a matar al militar, “para evitar una guerra” y, por el contrario, la ha acelerado con circunstancias que nos acercan al enfrentamiento armado, como ataques a bases estadounidenses en África y en Irak, más la petición del gobierno iraquí para que las tropas norteamericanas abandonen a ese país cuanto antes, ocasionando la pérdida de un importantísimo sitio estratégico/militar del Pentágono en esta región. Lo cierto es que la respuesta de los iraníes apenas comienza, mientras Trump ha vuelto a sus amenazas, esta vez al señalar que tiene “x” cantidad de blancos dentro de Irán, que podría destruir y con ellos al país entero. Vuelve a su incoherencia, a su prepotencia habitual que le descubre como el enfermo esquizoide que a todas luces es y que pone al mundo al borde de una guerra a gran escala.

            Mientras esto sucede en el Golfo Pérsico, en la otra mitad del globo, en América del Sur, en Venezuela propiamente, el líder opositor a la dictadura de Caracas, Juan Guaidó, fue alejado de la presidencia de la Asamblea Nacional (congreso), de la manera más fácil y descarada jamás vista en un sistema comunista: simplemente no le dejaron ingresar al edificio el día preciso de las votaciones y eligieron a otro individuo, quien es incapaz de molestar en nada al narco-régimen chavista. Por supuesto que el tirano, Nicolás Maduro y su séquito de rapaces, supieron tener la paciencia necesaria para analizar a Trump y darse cuenta de que se trata de un “león desdentado”, incapaz de invadir a Venezuela y mucho menos… derrocar a la dictadura. Una vez cerciorados de ello, fueron metiendo a la cárcel, paulatinamente, a los opositores, hasta quitarle el mando del parlamento de Juan Guaidó. El siguiente paso será aprehenderlo y ponerlo en una celda, como se estiliza en las tiranías de izquierda. Mientras tanto Trump prosigue entretenido en su re-juego con Irán, de amenazas, drones y matonismo salvaje, tan característico en el enfermo presidente estadounidense.

            Y para quienes están confusos con el actuar de Donald Trump, quien ordena asesinatos en Oriente Próximo y deja intocables a los dictadores latinoamericanos, la única explicación más o menos lógica que les podemos dar, se refiere a Israel, que es el país que realmente domina a la Casa Blanca desde que Trump arribó a ella; es decir, desde Tel-Aviv se le dicta al demente mandatario norteamericano cuándo, contra quién y dónde tiene que mostrarse agresivo y Venezuela, ni Cuba, ni Nicaragua, suponen ser problemas para los judíos, por ninguna razón. En otras palabras, si Israel estuviese ubicado, geográficamente, junto a Venezuela, el Pentágono ya hubiera atacado a los dictadores venezolanos sin demora alguna. Las evidencias permiten deducir que Donald Trump solo responde a las exigencias y necesidades de los judíos (o israelitas) y ninguna otra problemática alrededor del globo terráqueo lo va a sacar de su tranquilidad. Tal es la situación.

            Mientras todos estos acontecimientos se presentan, las dictaduras se cimientan, se apuntalan ahí donde estén, sin el temor de una intervención directa de los Estados Unidos, pues saben certeramente que su presidente es un hombre que acusa fuertes síntomas de enfermedad mental; Oriente Próximo permanece muy pronto al estallido, el muro que prometió en la frontera con México nunca se hizo realidad, para contener las riadas de migrantes centroamericanos, que han continuado sin grandes variaciones y las balaceras de desajustados siguen produciéndose en el interior estadounidense (en Universidades, colegios y demás centros de aglomeración humana). Ese es el caos que ha causado Trump, un mandatario que pelea con Jimmy Carter “el privilegio” de ser el peor presidente de su país, en toda su historia. La experiencia del votante al llevarlo a Washington para que gobierne, ha sido análoga a darle un revólver cargado a un demente: nadie sabe adónde ni a quiénes va a disparar. Así es Trump, un loco de atar a quien el manicomio espera para comenzar su largo tratamiento médico.


La Guatemala que Hereda Giammattei

 

CIUDAD DE GUATEMALA-Este país presenta al nuevo presidente un panorama económico, social y delincuencial que ningún mandatario querría tener al frente. Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que esta es una de las naciones más difíciles para gobernar por los profundos problemas que le aquejan. Y es que Guatemala, desde hace más de una década, ha fracasado en el combate a la desnutrición, el desempleo y la corrupción Estatal; es decir, los esfuerzos hechos en torno a esos problemas, ha sido débil, opaco y mínimo. El pueblo guatemalteco lo sabe y está decepcionado de sus políticos; debido a ello, la segunda vuelta electoral que permitió el triunfo de Giammattei, dejó observar una afluencia mínima de votantes, como nunca había sucedido en Guatemala.

            De tal manera, Giammattei no solo tendrá que gobernar en contra de los problemas de siempre (aunque agudizados), sino también (in abstracto), con el descontento de los ciudadanos, quienes, sin dilación alguna, se lanzan a las calles para protestar vehementemente. Veamos algunas cifras sociales: en los primeros seis meses del 2019, más de 200 mil guatemaltecos, el 1,5 por ciento de la población, salió con rumbo a los Estados Unidos y, quienes se han quedado en el país, ven a sus niños crecer con desnutrición crónica, la tasa más alta de América Latina y que se mantiene sin variar desde hace más de una década.

En lo que se refiere al legado político y administrativo que dejó el presidente saliente, Jimmy Morales, los analistas de la realidad guatemalteca señalan que su gestión estuvo llena de casos de corrupción, decisiones autoritarias, sometimiento total al gobierno de Donald Trump y estancamiento económico. Es decir, el cómico que es Morales, pasó de la comedia… a la tragicomedia: nadie está contento con su gestión administrativa al frente del gobierno. De tal manera, Alejandro Giammattei tendrá que luchar arduo contra el deseo impositivo de Donald Trump por convertir a Guatemala en “tercer país seguro”, obligándole a recibir a miles de refugiados que se han visto frustrados en sus deseos de entrar a los Estados Unidos. En la opinión de Manfredo Marroquín, ex director de Transparencia Internacional: “el legado de Jimmy Morales es siniestro: las grandes decisiones que ha tomado han estado enfocadas en su intento personal por congraciarse con Estados Unidos y garantizarse la inmunidad penal cuando deje el poder. Entre esas polémicas decisiones está el traslado de la sede diplomática de Guatemala en Israel, para obtener el aplauso del gobierno Trump (…).”

 

            Por su parte, el ex canciller Edgar Gutiérrez señala que Jimmy Morales desmanteló los servicios públicos como los de salud, educación e infraestructuras. “La gente está muy molesta por estos cuatro años en los que se ha ido desmantelando lo poco que había de institucionalidad y de capacidad operativa del Estado.” Desde el ángulo económico, Giammattei hereda una economía desacelerada, con un crecimiento apenas del 3 por ciento, mientras el aumento de la población es de los más altos del mundo. Es cuando el economista Erich Coyoy, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, argumenta: “Tenemos una economía desacelerada, cuyo crecimiento no alcanza para satisfacer las necesidades de la población. Se genera poco empleo. A ello se suma una reducción de la inversión tanto pública como privada. Por el lado público existe una crisis endémica en la recaudación tributaria. En lo privado, los empresarios no encuentran un ambiente favorable, por lo que han disminuido el ritmo de sus inversiones (…).” Pero lo que más preocupa son las amenazas de Donald Trump con imponer aranceles a los productos guatemaltecos, sino se acepta convertirse en “tercer país seguro” para los inmigrantes. Esa es la Guatemala que ahora está en las manos del nuevo presidente Alejandro Giammattei: uno de los retos más difíciles para cualquier mandatario. 


Introspectiva al Caos Social que Sufre

Chile Hoy Día

 

Por José Angel Lagos-Jiménez –Periodista-

 

Al ver las imágenes por los canales de la televisión internacional, nos quedamos sorprendidos, anonadados, precisamente porque ese es el Chile oculto, el inesperado, el desconocido por la mayoría de los latinoamericanos y el inaudito desde todo ángulo donde le miremos. Quizás, en un intento de síntesis, podríamos afirmar que la bonanza, el impresionante repunte económico chileno, que data desde la dictadura de Pinochet, se circunscribía únicamente al superávit macroeconómico y nunca al per cápita, que era donde anidaba quedamente el descontento de la sociedad y las carencias más elementales o básicas, que hoy han salido a flote y que toda América ha conocido con los ojos desorbitados por la sorpresa. Es decir, las finanzas gubernamentales y de la clase poderosa económicamente… muy bien; pero el poder adquisitivo del pueblo, es realmente miserable, talvez como el de Bolivia, Perú o América Central. Por eso se ha dado el detonante que hemos observado por la televisión y leído por la prensa escrita. Algo así como “la mansión elegantemente decorada por fuera; pero llena de ratones y materiales endebles, en su interior,” si aplicamos el símil.

            A todas luces, este caos social, traducido en incendios, carabineros heridos, ciudadanos muertos, estaciones despedazadas del metro, comercios vandalizados y furia desatada por doquier, es la prueba más dura que el presidente de la República, Sebastián Piñera, haya podido enfrentar; tanto así… que ha cedido a todas las exigencias, sin poder atenuar un poco siquiera la enorme desconformidad del pueblo; es decir, la violencia continúa imparable. Es por ello que surge la pregunta, ¿La solución estará en la renuncia del mandatario y en la convocatoria a nuevas elecciones? Porque Piñera lo ha intentado absolutamente todo, con resultados ínfimos, casi nulos. La muchedumbre ha respondido con igual o mayor violencia en las calles.

            Veamos: congeló el aumento de los pasajes del metro santiaguino, suspendió el aumento de los costes del servicio de la electricidad para la ciudadanía, propuso un aumento en las pensiones de los miembros de la tercera edad y en los salarios más bajos de los trabajadores de todo el país, entre otras decisiones más; y la última concesión fue reunir a los líderes políticos para acordar la convocatoria posterior a un plebiscito, para que la ciudadanía participe, en abril del 2020, y decida, mediante el voto, si quiere un cambio radical a la Constitución Política que rige a Chile desde el gobierno del General Augusto Pinochet. En este punto último, hay quienes pensamos ligeramente distinto a los gobernantes chilenos, en el sentido de que debieron reunir para tal fin a los actores entresacados del pueblo; es decir a los líderes que están delante y detrás del levantamiento en las calles, para que ellos determinaran la fecha del plebiscito y no fueran los mismos políticos anquilosados e ineficientes de siempre, los que son harto conocidos por los chilenos y que tan pírricos resultados han logrado en el pasado lejano y reciente.

            Sin embargo, en este aspecto crucial, se le dificulta al gobierno Piñera identificar quiénes son las mentes que hay dentro o detrás del alzamiento popular, porque en “ese inmenso monstruo de millones de cabezas” que se mueve por las principales vías de las ciudades chilenas, no aparece siquiera un solo nombre de un líder, por minúsculo que fuere, con quien concertar, reunirse, debatir y discutir sobre el presente y el futuro de Chile. Algunos periodistas han dicho que la gran masa se mueve debido al impulso que recibe por las redes sociales desde los agitadores ubicados en Caracas, Venezuela; la Argentina de Cristina Fernández; y en la Rusia de Putin; y quienes incendian, saquean y agreden a las autoridades uniformadas, son militantes del Partido Comunista, el mismo movimiento que catapultó a Salvador Allende, vivió en el exilio durante la dictadura militar; y regresó durante la transición a la democracia para cobrar venganza contra sus ancestrales enemigos ideológicos de la derecha y del capitalismo y cobrar también la parte de Chile que dice les pertenece y que es… ni más ni menos, todo el país. De hecho, el partido comunista ha estado ausente en todas las conversaciones que ha citado Piñera, simplemente porque los marxistas no creen en la concertación, sino en el fuego de las armas y en el derramamiento de sangre. Otra alternativa, para ellos, simplemente no es viable. En síntesis, “el gran gusano humano que se mueve amenazador por las calles chilenas”, no presenta interlocutores, ni uno solo… Y ese vacío ha sido ocupado, sin dilación ni indolencia alguna, por los viejos políticos (Lagos, Insulsa y otros), y los cabecillas de los partidos de hoy, para arrogarse el derecho de decidir sobre el destino de Chile. Lo cual significa lo mismo de siempre y que dará los resultados de sobra conocidos.

            Recordemos que la Revolución Francesa, la peor y más sangrienta de todas, tuvo durante casi todo el proceso a los demagogos conocidos, quienes la dirigían y manipulaban: Danton, Marat y Roberspierre; y cuando guillotinó a esos falaces… cayó en la llamada “etapa del terror” y que solo el temple de Napoleón Bonaparte pudo domar finalmente. Hoy, los chilenos no tienen a nadie visible; y es muy posible que, hasta su final, no conozcamos a nadie que ejerza el papel de negociador en nombre del pueblo en subversión.

 

            La situación caótica va engullendo las semanas y los meses sin que vislumbremos “la luz al final del túnel”; y ante los esfuerzos conciliadores de Sebastián Piñera, los altos muros que la muchedumbre le presenta, quizás la única salida sea la renuncia de éste y la convocatoria a nuevas votaciones. Y si ello no produjera la calma del pueblo, sería necesario que la comunidad internacional, con fuerte vocación democrática, ingrese a esta nación y pacifique lo que no han podido pacificar los mismos chilenos. Habrá que esperar… Por el momento, la actualidad y el futuro inmediato… lucen sombríos, muy sombríos.


Bukele Rompe con Dictadura de Venezuela

 

SAN SALVADOR, El Salvador-El nuevo presidente salvadoreño, Nayib Bukele, sigue gustando a “tirios y troyanos”, a estadounidenses y centroamericanos por igual. Su estilo juvenil, desenfadado (por ejemplo, al tomarse un selfie con su móvil antes de su discurso ante el pleno de las Naciones Unidas), es una imagen diferente al típico y convencional mandatario de cualquier país. Su cabello engominado, su barba recortada “al milímetro” (esto es… minuciosa y detalladamente), su rechazo tajante a la corbata y su permanente sonrisa, no solo lo convierten en el “sueño” de muchas jovencitas románticas a lo largo y ancho del istmo centroamericano, sino en alguien novedoso en la política interna y externa de El Salvador, precisamente por la toma de decisiones tácitas, sobrias y contundentes.

            Para citar solo dos aspectos que han agradado a Donald Trump, debemos señalar el alto a la inmigración que ha venido trabajando Bukele de manera determinante y valiente; lo mismo su fortísimo enfrentamiento con las hasta entonces irreductibles “maras”, a las que todo ex presidente les había mostrado un evidente temor y hasta sumisión, en detrimento del pueblo. En otras palabras, da la impresión de que el ascenso de Nayib Bukele a la presidencia de El Salvador, es lo que todos estaban esperando en esta nación: alguien decidido, firme, carismático y que convenciera a la gran masa de escépticos de su país, compuesta quizás por el 99,9 por ciento de los ciudadanos. Hasta el momento lo ha venido haciendo bien… y la gran mayoría de centroamericanos que seguimos sus movimientos, le brindamos el merecido reconocimiento.

 

            Pero lo mejor estaba por llegar y ya ha ocurrido: el enfrentamiento, que ya todos conocemos, y de manera directa, con el dictador de Venezuela. Le puso en claro la posición ideológica del gobierno salvadoreño con respecto a la narco-dictadura que encabezan Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y el pseudo militar Padrino López. ¿Cómo lo hizo? Fue simple y se dio de esta manera como todos nos enteramos: Bukele expulsó al cuerpo diplomático venezolano afincado en San Salvador y recalcitró seguidamente: “El Gobierno de El Salvador expulsa al cuerpo diplomático del régimen de Nicolás Maduro, siendo coherente con las reiteradas declaraciones del Presidente Nayib Bukele, en las que no reconoce la legitimidad del Gobierno Maduro.” Y, en 48 horas, a partir de esa declaratoria gubernamental, los ex funcionarios chavistas tuvieron que abandonar a esta nación centroamericana. Fue notorio que al mandatario salvadoreño no le tembló ni un ápice el pulso para deshacerse del grupo gansteril representante de la narco-dictadura. “Esta decisión está en concordancia con el voto de la representante salvadoreña, junto a otros 20 países, en la OEA, el pasado 28 de agosto, cuando se aprobó la resolución que respalda el informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michele Bachelet, que certificó la violación sistemática de los DD.HH contra los venezolanos”, por parte de la tiranía de Maduro y sus acólitos. Indicó el documento oficial emitido por el Estado de El Salvador. Seguidamente, reconoció la legitimidad del presidente encargado, Juan Guaidó, “y esperamos, en un futuro cercano, las credenciales de la nueva representación diplomática de Venezuela.” Apuntala la Casa de Gobierno salvadoreña. En todo este rifirrafe, nótese que en ningún momento el Ministerio del Exterior salvadoreño “invitó” a salir a los secuaces de Maduro instalados en San Salvador, sino que los expulsó categóricamente y sin devaneos, tal y como se merece todo comunista alrededor del planeta. Además, Bukele hizo realidad aquella promesa que dejó escuchar cuando ganó las elecciones presidenciales en marzo pasado, cuando dijo que “Ortega y Maduro se pueden ir olvidando de sus aliados en El Salvador.” Y Maduro ya lo comprobó. Es así como las democracias latinoamericanas pueden estar tranquilas y confiadas con el gobierno de Nayib Bukele, en quien tienen a un aliado determinante, valiente y sin titubeos. ¡Magnífico por él! 


Lo que Queda del Sandinismo después

de 40 Años

 

MANAGUA, Nicaragua-Luego del asesinato del periodista Pedro Joaquín Chamorro, el 10 de enero de 1978, por sicarios del guerrillero Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y dar inicio con ello al levantamiento popular contra Anastasio Somoza Debayle, quien ostentaba el poder en esta nación, la cúpula Sandino/comunista le vendió a todos los nicaragüenses la ilusión de que la libertad, la democracia, la paz y el progreso iban a llegar finalmente. Cuarenta años después de haber asaltado al poder y quedarse con él, ninguna de esas ilusiones se ha hecho realidad y, por el contrario, la opresión, la dictadura, la miseria, la policía y el ejército represivos, son la constante diaria en Nicaragua.

            Tuvieron la destreza de engañar también al resto de mandatarios de América, entre ellos al débil y voluble ex presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, quien quitó la ayuda económica y militar a Somoza y vio con simpatía la guerra de guerrillas planeada en Cuba y ejecutada en las ciudades y montañas nicaragüenses, por parte de los mercenarios marxistas. Hoy, después de 4 décadas transcurridas, la dictadura de Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, aparece inamovible, dominando todos los estamentos del poder y sin esperanzas de que se produzca el cambio anhelado. De aquel grupo que conformaron los famosos “nueve comandantes”, solo Bayardo Arce se mantiene fiel a su jefe Ortega; Carlos Núñez murió en 1990; y Tomás Borge falleció en el 2012; Humberto Ortega (hermano del actual dictador) y Jaime Wheelock permanecen “en las sombras”, indiferentes al acontecer en el país; mientras que Luis Carrión Cruz, Víctor Tirado y Henry Ruiz, mantienen actitudes críticas contra el des-gobierno de Daniel Ortega y su mujer. Todos ellos fueron desplazados paulatina y silenciosamente del FSLN, excepto Arce, a quien le dieron un cargo sin ninguna autoridad política y lejos de toda decisión importante para el destino de Nicaragua. Los ardides, traiciones y amenazas de muerte han sido los instrumentos del dictador para quedarse él solo en el gobierno y consolidar la peor dictadura que ha tenido sobre sí el pueblo nicaragüense.

 

            Para la ex guerrillera y ex ministra de Salud, Dora María Téllez, quien, evidentemente se siente traicionada y engañada, “es un trago amargo al pensar en los 50 mil jóvenes muertos en la revolución y en que, a la vuelta de 40 años, venimos a caer en una dictadura feroz (…).” Un caso aparte es el de Edén Pastora, quien, resentido por haber sido relegado del grupo de los 9 comandantes, se volcó en contra de ellos y se mantuvo un prolongado período combatiéndolos (supuestamente), en las montañas de Nicaragua; sin embargo, en otro giro extraño e inesperado, se reconcilió con Daniel Ortega y fue nombrado “delegado de desarrollo de la cuenca del Río San Juan”, un puesto en el que tampoco tiene ninguna participación de decisión política y da la impresión de que se le mantiene dentro del sandinismo, aunque “controlado” para que no intente acciones contra la dictadura. La periodista Lucydalia Baca, describe con precisión lo que ha sido la dictadura cernida sobre Nicaragua: “La imagen que evoca el triunfo de la revolución es de muerte, destrucción y exilio, de un país destruido y muy polarizado. En los primeros años recuerdo a personas felices; pero eran más las que lloraban a sus muertos y luego a los exiliados. Otro recuerdo que marcó mi vida, es el de los 9 comandantes vestidos de verde, que llenaban de esperanza a los pobres y les prometían el cielo y la tierra, mientras amenazaban a los burgueses ‘vende patria’; pero, en realidad, sus allegados se quedaban con las posesiones de los burgueses. Lo triste es que, después de tanta destrucción y muerte, nuevamente tengamos que luchar por nuestros derechos y muchos nicaragüenses sigan derramando su sangre por la libertad de Nicaragua.” Puntualizó. Y mientras eso sucede en este país, decenas de personas se dirigen a diario a la frontera con Costa Rica, para recuperar un poco de lo mucho que el dictador Daniel Ortega les ha arrebatado.


Reflexiones sobre Francisco Franco

 

Mientras los demás niños estaban hipnotizados viendo la televisión, que apenas había llegado al país en los años 60s, mi padre me hablaba de las crónicas de una vida, como el hundimiento del Titanic, la Guerra Civil Española y otros acontecimientos de capital importancia para la humanidad. Y mientras los niñatos burgueses iban del brazo de sus madres a la misa del sábado por la noche, yo escuchaba atentamente las narraciones de mi anciano y sabio padre, quien nació en la última década del Siglo XIX. Por supuesto que yo conocía de hechos, lugares y citas que el gran común estaba ajeno e ignorante; incluso sabía quién era Francisco Franco, aún dictador de España, y de cuya muerte me enteré, pues falleció en 1975, cuando yo cursaba el tercer año de la secundaria.

            De voz de mi padre supe que Franco mantuvo a España fuera de la Segunda Guerra Mundial, incluso tuvo la sutileza de enviar a la División Azul al combate en la Unión Soviética, pero no en nombre de España, de su gobierno, sino como una intención privada de unos soldados españoles no institucionales; es decir, Franco participaba en la Gran Guerra, pero a la vez… ¡no participaba! Cosas de la genialidad que depara una diplomacia inteligente, curtida y experimentada. Así mismo sabía, siempre por las palabras de mi viejo, que Francisco Franco no permitió el triunfo y las miserias del comunismo en su país, hecho que le valió, posteriormente, el reconocimiento del gobierno estadounidense, a pesar de la anterior amistad de Franco con Hitler y Mussolini. Además, protegió y fortaleció a la Iglesia Católica como nunca nadie antes lo había hecho en España, después de los Reyes Católicos en el Medioevo. Con esos atestados, Francisco Franco se ganaba la admiración y el respeto de muchísimos alrededor del mundo, más todavía cuando “el enorme oso moscovita parecía comerse al planeta pedazo a pedazo y con voracidad inaudita.”

            Ciertamente, creí yo, que al morir el dictador terminaba así una etapa importante en la vida española y pasaba a ser solamente un hecho de la historia; y, a partir de ese momento, lo que quedaba era solamente el futuro de cara a todos los españoles y una inmensa oportunidad para construir cosas buenas, como la reconciliación, la paz, el entendimiento, la democracia, el respeto humanista y de todas las ideologías existentes en su territorio. Y así fue hasta hace pocos años, hasta que aparecieron en el quehacer diario de España unos individuos enfermos, profundamente patológicos, en los casos del actual presidente en funciones, Pedro Sánchez, y del ex juez Baltasar Garzón, del que he escrito algunos comentarios en el pasado por el mismo motivo que hoy trato y que, además de emprenderla contra Augusto Pinochet, a pesar de que nunca el ex juez vivió ni sufrió persecución en Chile, instó también para que exhumaran a una serie de restos mortuorios, incluyendo al del escritor Federico García Lorca, al que, según Garzón, había que identificar debidamente para saber con exactitud dónde yacía su sepultura, pues con la Guerra Civil no quedó claro el sitio preciso. También abogó de manera reiterada y cansina porque se sacara de su tumba al mismísimo Franco. Dos cosas: 1. Baltasar Garzón quería mayor notoriedad para sí en la prensa mundial, que su imagen recuperara los ecos perdidos después de su fracaso por encarcelar a Pinochet; y 2. Puso en relieve su profunda y evidente necrofilia (atracción por la muerte), característica de la personalidad y obras literarias del irlandés Bram Stoker. Un poco con sorna, manifesté en uno de mis artículos que la postura del ex juez se parecía a las gentes de la isla africana de Madagascar, quienes, una vez por año, acuden a los cementerios, desentierran a sus parientes muertos y los pasean por las calles de las ciudades en un rito post-fúnebre deleznable, absolutamente incivilizado, salvaje e inconcebible para el entendimiento de cualquier ser humano en sus cabales. Sin embargo, Baltasar Garzón no fue el único español con esa idea siniestra, porque apareció recientemente el presidente en funciones, Pedro Sánchez, apoyado por sus acólitos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y los comunistas de Unidos Podemos (UP), quienes, como era de esperar, aplaudieron el deseo del aberrado gobernante de exhumar a Francisco Franco. La necrofilia se posaba nuevamente sobre la realidad de España, muy probablemente en forma de “cortinaje de humo” para tapar las falencias del mismo Sánchez, quien ha resultado un pésimo mandatario, un inútil de rompe y rasga, quien lleva a todo el país pendiente abajo.

            Con haber sacado a Franco del Valle de los Caídos, no solamente se ha consumado el sacrilegio en su máxima expresión, sino que coloca a España en una posición única e irrepetible en el mundo –solo comparable con la de Madagascar, como ya he reseñado en las líneas de arriba-; es decir, la España de los grandes escritores laureados, los pintores de la envergadura de Dalí, Velázquez y Picasso, y de otras personalidades monumentales, ha quedado reducida únicamente a “una nación que gusta de pasear a sus cadáveres en helicóptero y de un féretro a otro, cada vez que se les ocurre.” Muchas gentes alrededor del mundo exclamarán hoy día: “¡Aaaahhh sí, España… ese país donde sacan a sus muertos de vez en cuando!” Esa es la tétrica semblanza que Pedro Sánchez y su séquito de obedientes inútiles y buenos-para-nada han concedido al mundo, al ordenar dicho acto necrófilo y reñido con el espíritu sano de la humanidad. Y para no acabar con ello, el mandatario español aseguró que seguirá sacando a cuanto cadáver le venga en gana, del Valle de los Caídos. Así que nos esperamos otras secuencias parecidas a ésta en el futuro inmediato, en España.  

            Lamentable este pasaje de nuestra actualidad. Y más lamentable aun cuando Pedro Sánchez aparece paralizado por el miedo cuando ve las manifestaciones violentas de los separatistas, en Cataluña, y no atina a mover un dedo siquiera, ni ha dicho nada al respecto; pero posa ante las cámaras de los fotógrafos y de la televisión, como si estuviera ganando la Guerra Civil Española ante un enemigo invisible y en una época que no corresponde a la actual. Ha asegurado que espera ahora que la reconciliación, después de haber exhumado a Franco, se produzca de manera total entre su pueblo, sin tomar en cuenta que más bien está reabriendo la enorme cicatriz que parecía ya cerrada y está echándole ácido a la misma, reviviendo los amargos recuerdos.

Para terminar, transcribo el epitafio que le envió el líder de Vox, Santiago Abascal, a Sánchez: “Eres un carroñero quien remueve a los muertos y acabarás pagándolo, como la maldición de Tutankamon.” A partir de este momento hay que ponerle atención al devenir de la vida del seudo-presidente Pedro Sánchez, quien, inevitablemente, va a sufrir los embates y la consumación de dicha maldición proferida, porque esa premonición se va a cumplir inexorablemente.


El Desparpajo de los Comunistas

Costarricenses

 

SAN JOSÉ, Costa Rica-Los marxistas-leninistas siempre han vivido equivocados, con una venda que ellos mismos se ponen en sus ojos para no ver el fracaso de su doctrina… y morirán equivocados. Con ellos no hay remedio. Aun cuando las situaciones de Cuba, Nicaragua y Venezuela, son diáfanas, clarísimas en su portentoso y estrepitoso fracaso, ellos siguen abogando, gesticulando y gritando que el marxismo-leninismo es lo mejor que ha ideado el ser humano. Bueno, para exterminarlo de a poquitos, mediante el hambre y la opresión… indudablemente ha sido todo un éxito.

Sirva lo anterior para narrar un incidente que se dio hace poco en este país centroamericano, cuando, con la anuencia de la Rectoría de la Universidad de Costa Rica (el centro de enseñanza más grande e importante de esta nación), dos grupúsculos de comunistas que se hacen llamar Semillas Ramonenses (de la ciudad occidental de San Ramón), y el Comité de Solidaridad con Cuba, efectuaron una especie de conversatorio, con la asistencia del embajador cubano. Aprovecharon la celebración del Mes de la Paz y la Patria, para hacerse notar ellos también. Aquello era un hervidero de marxistas, que, para ser sincero, yo creía extinguidos después de las evidencias mostradas por el narco-régimen de Venezuela y la sostenida hambruna que se sufre en los territorios cubano y nicaragüense. Pero, lamentablemente, aún quedan muchos seguidores de Lenin en este país, que es la segunda democracia más vieja de América, después de los Estados Unidos.

            Dijo una vez el filósofo alemán Friedrich Nietzche que “el fanatismo es la única fuerza capaz de conducir a los débiles e inseguros”, y eso precisamente se notó en dicha reunión marxista: una serie de fanáticos que hacen uso de la mentira y la fantasía para argumentar que en Cuba hay democracia, libertades y se vive en medio de un paraíso terrenal; así expresado por ellos textualmente. La cita de marxistas parecía que iba dándose con normalidad, cuando Norman del Valle, un caballero cubano de 81 años de edad, exiliado en Costa Rica desde 1961, interrumpió aquel mentidero y comenzó a decirles las verdades tal y como son en Cuba, el fracaso de la revolución, el encarcelamiento y los asesinatos sistemáticos de los disidentes, el hambre, la miseria generalizada, etcétera, etcétera. Fue cuando dos comunistas, de esos que están completamente fanatizados desde que tienen consciencia de que están vivos, lo tomaron por los brazos, empujaron al señor, mientras una mujer llamada Mauren de la Paz, iba atrás gritándole insultos. La policía que observaba el desparpajo, la violencia contra un caballero de la tercera edad, no intentó defenderlo. Incluso, hay un video que ha llegado a los principales periódicos y telediarios costarricenses y que ha causado la indignación de la sociedad.

 

            El Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (CONAPAN), ha tomado nota del caso y ha levantado una investigación para cerciorarse puntualmente de lo ocurrido,  defender al caballero cubano y sentar el precedente legal en contra del atropello que sufrió de parte de los comunistas. Ante las llamadas de la prensa, los líderes marxistas no han dado la cara, como sí la dieron para promocionar el evento… el mutismo siempre ha sido característico en ellos cuando han agredido y transgredido los derechos humanos. Las autoridades de la Universidad de Costa Rica (que fallaron desde un principio por haber permitido la realización de dicho encuentro), ofrecieron disculpas al ofendido. El resultado de todo esto ha sido la indignación del pueblo costarricense, la evidencia de la violencia inherente en los marxistas, quienes irrespetan a quienes no comulgan con sus ideas; y la valentía del señor cubano, quien les dijo directamente las verdades de lo que es el sistema y la ideología comunista en los países donde domina y expolia. Una actitud admirable, poco frecuente en estas naciones latinoamericanas, donde todo se torna en silencio y tolerancia irresponsable.


La Supervivencia del Presidente Hernández

 

TEGUCIGALPA, Honduras-Tal y como se perfilan los acontecimientos en esta nación, no podemos esperar nada bueno para su mandatario, Juan Orlando Hernández (JOH), y la paz social de todo su pueblo. De acuerdo a lo que hemos venido publicando en columnas anteriores en este mismo periódico, la fiscalía que ha acusado (y el jurado lo ha hallado culpable) de narcotráfico a su hermano, Juan Antonio “Tony” Hernández Alvarado, ha involucrado (hasta el momento solo verbalmente) al presidente hondureño y ha causado un ambiente de desasosiego e impopularidad en el interior de este país centroamericano. Es decir, el ciudadano no tolera ni en mínima instancia a su jefe de Estado. Por supuesto que Juan Orlando se ha defendido “con garras y dientes” de esas acusaciones que lo acreditan con el narco y niega su relación con ese tipo de actividades.

Sin embargo, tenemos que recordar que no hay nada más peligroso que un pueblo azuzado por los demagogos, quienes, oportunistas, caldean más los ánimos, con la intención de salir gananciosos de esa situación de crisis violenta. Es por ello que tenemos que traer de la historia a Maximilien de Roberspierre, el gran azuzador de la Revolución Francesa y que tanta sangre se derramó por culpa de sus discursos incendiarios y provocadores en contra de la aristocracia, el clero y el orden establecido hasta ese momento, cuando estallaron los hechos que cambiaron el semblante de Francia y del mundo entero.

            En la Honduras actual esos demagogos no han faltado y están luchando incansablemente porque el mandatario Hernández renuncie a su cargo y sea llevado a prisión incluso. Es cuando han reaparecido las figuras de Manuel Zelaya, el ex presidente izquierdista derrocado por una asonada militar; y el ex candidato presidencial, Salvador Nasralla, a quien, según los entendidos en materia electoral, le fue robado el triunfo en los pasados comicios nacionales. Ambos exigen que el actual presidente se aleje del poder: “Yo no le voy a dar tiempo a Juan Orlando Hernández (JOH) para que rearme sus cuadros. Si Manuel Zelaya quiere darle tiempo para que los rearme, pues que lo haga él… Pero el pueblo de Libre, Liberal y el pueblo independiente, queremos inmediatamente que Juan Orlando Hernández abandone el poder.” Ha dicho Nasralla. Y agregó que “nada tiene que hacer en la presidencia” y su tiempo ya se agotó. Seguidamente hizo un llamado a los hondureños para que se manifiesten en las calles y presionen por la renuncia del primer mandatario.  ¡Por supuesto que es el tiempo de la venganza de Salvador Nasralla contra el hombre que le quitó el triunfo electoral y que gobierna de facto en Honduras! Y lo demuestra provechando la coyuntura que vive JOH en el interior del país y su hermano en Nueva York, cuando el juicio por narcotráfico lo ha encontrado culpable.

 

El panorama socio/político de Honduras no es el mejor. Las manifestaciones en las principales vías de las ciudades ocurren día tras día; miles de personas gritan al unísono, “¡Fuera JOH!” Por ejemplo, unos 10 mil ciudadanos recorrieron el Boulevard Suyapa, en el corazón de Tegucigalpa, donde se enfrentaron con la policía que les lanzó gases lacrimógenos, y cuya única finalidad era exigir la renuncia de Hernández a la casa de gobierno. Esa marcha fue convocada por trabajadores Estatales de Salud y Educación, conjuntamente con los partidos de oposición, a través de las redes sociales. Es así como el dirigente magisterial, Edwin Hernández, señaló a la prensa: “Exigimos la salida del dictador, elegido ilegalmente en un fraude.” Evidentemente la imagen del mandatario está muy deteriorada y solo por medio de una maniobra salvadora, podrá restituir la paz de su pueblo y alcanzar un grado mínimo de confianza; pero, si juzgamos con base en los hechos… podremos decir que la figura del presidente está tambaleante y muy susceptible a ser derrocada en cualquier momento. Todo pende de un hilo.  


Dinero del Narco Mexicano hacia Venezuela se

Lava en Costa Rica

 

SAN JOSÉ-La respuesta a la pregunta por qué la improvisada diplomacia costarricense se abstiene de votar en los foros internacionales, en contra del régimen chavista de Venezuela, mientras el 98 por ciento de las naciones del hemisferio y otras más de Europa soslayan a la dictadura criminal de Diosdado Cabello y Nicolás Maduro, indica que el gobierno de esta nación centroamericana teme que los venezolanos cierren la fábrica de aluminio llamada ALUNASA, ubicada en medio de un pueblo de mala muerte en el Pacífico de este país. Los gobernantes del Partido Acción Ciudadana (ese partido que se asemeja tanto al monstruo de Frankenstein, de la novela de Mary Shelley, hecho con pedazos de otros cadáveres), no quieren que la cúpula chavista en Caracas, se enfade con ellos y deje sin empleo a quienes laboran en esa factoría y el Estado pierda los dólares de ganancia que adquieren mes a mes, al sostener a una empresa de ese calado. Sin embargo, ALUNASA da “más carrete” para argumentar sobre ella, más aun si está involucrada en el trasiego y lavado de dinero que proviene del narcotráfico mexicano. Veamos…

            Según investigaciones del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, la dictadura de Venezuela utiliza cargamentos de alimentos enviados desde México (del programa de bolsas de comida CLAP), para que le hagan llegar dinero en efectivo, camuflado, proveniente de los carteles mexicanos, en pago por los envíos de cocaína realizados por los dirigentes del chavismo. Y es aquí donde entra de lleno el territorio de Costa Rica y la fábrica de aluminio ALUNASA, porque dichas cantidades de dólares sucios arriban a Puerto Limón, en el Caribe costarricense, y personeros de ALUNASA lo depositan en cuentas bancarias en Rusia y a nombre de Diosdado Cabello y Tarek el Aissami. Es así como la empresa venezolana en Costa Rica, sirve de “mampara” para recibir, trasladar y depositar la millonaria cantidad de dinero de los narcos mexicanos, en cuentas privadas de los miembros de la cúpula chavista. Hasta el momento, el gobierno costarricense no ha manifestado absolutamente nada, siempre con base en el temor, para no ganarse un enemigo en la dictadura de Caracas. La pregunta que descuella de esta situación es, ¿Cuántas veces los venezolanos y mexicanos habrán utilizado a la misma fábrica de aluminio para tal propósito del narcotráfico y la tiranía de Maduro?

 

El gran problema de fondo estriba en que, si el gobierno de Costa Rica no se pronuncia al respecto y mucho menos… sino actúa en consecuencia y desde el punto de vista judicial contra esas escalas de los barcos en Puerto Limón y no investiga ni incauta el dinero que el narco mexicano envía, va a ganarse, además de la desconfianza, un serio problema con la Casa Blanca, en épocas especiales cuando Donald Trump está dispuesto a frenar los ilícitos de la dictadura venezolana de manera contundente. Lo cierto es que los barcos con los dólares de los cárteles mexicanos parten desde Veracruz, hacen escala en Puerto Limón, Costa Rica, en vez de navegar directamente hasta La Guaira, en Venezuela. En la ciudad limonense, la factoría ALUNASA dispone de una terminal para el uso propio, y trabajadores de esa empresa han indicado que, en los contenedores con alimentos mexicanos, siempre hay uno donde se halla dinero en efectivo y pasa a manos directas de los directivos de la mencionada empresa. Por otro lado, y según las mismas investigaciones del Tesoro de los Estados Unidos, parte de esos dólares van a las cuentas de los dirigentes chavistas; y otra parte a las FARC, la guerrilla colombiana. Otro aspecto de la investigación señala que, en cuentas de ALUNASA en el Banco Nacional de Costa Rica, se han hecho muchos depósitos de dinero en efectivo, cuando ningún cliente real de esa compañía paga en efectivo; posteriormente se han hecho transferencias millonarias, a través de Panamá, a Cabello y a Tarek el Aissami. Veremos si el gobierno de Costa Rica dice algo o aplica la política del “avestruz”, con la cabeza bajo la tierra y todo el tinglado gubernamental en cruda evidencia.


El Presidente… Persona Non Grata

 

TERRITORIO NACIONAL, Costa Rica-Donde quiera que vaya… primero se despliega un dispositivo de seguridad impresionante, numeroso, entre oficiales de policía uniformados y no uniformados (estos últimos se mezclan entre los ciudadanos comunes para actuar coercitivamente cuando es necesario); luego arriba el presidente de los costarricenses, Carlos Alvarado, pero no puede contener la andanada de abucheos, silbidos e insultos que le lanzan desde las entrañas del pueblo reunido expresamente ahí para hacerle ver el descontento. Eso sucede en todas las ciudades donde tiene que comparecer obligado por sus viajes oficiales dentro del país. Sin duda, Alvarado es un presidente non grato. ¡Y pensar que aún le queda poco menos de tres años en el gobierno para que concluya y se vaya a casa, para no volver nunca más a la política!

            Fue elegido presidente más por los errores, durante la campaña política, de su oponente, un candidato cristiano (pentecostal), que merced a su propia capacidad y sus discursos convincentes; y esa falta de pericia, de capacidad, de experiencia, de personalidad y de inteligencia que mostró en la mencionada campaña, hoy mismo la muestra desde la casa de gobierno, donde Alvarado da “palos de ciego” cuando ejecuta sus tímidos proyectos y de igual manera cuando tampoco hace nada. El muchacho es tan errático despierto en las horas del día, como lo es también cuando está dormido durante las horas nocturnas. Y el pueblo costarricense le tiene la medida justa y le grita “¡Fuera, fuera, fuera!” cuando está frente al pobre bisoño. Este barco (el país), navega sin capitán, es lo que se puede tocar con los dedos en el aire enrarecido que rodea al presidente y a su estrafalario Gabinete. Para citar en concreto uno de sus yerros, de sus desaciertos más evidentes… mientras aprieta al ciudadano con impuestos y permite que el costo de la vida aumente de manera exagerada, contrata la asesoría de una empresa privada especializada en relaciones públicas, para que trabaje en las redes sociales y enaltezca la imagen del mismo mandatario. A dicha empresa le pagará una fabulosa cantidad, cercana a los 800 millones de colones (moneda nacional), en medio de la horrorosa crisis económica que tiene al pueblo contra la pared. Cuando los periodistas le dijeron que explicara ese desatino, Alvarado, quien no es diestro en el uso de la palabra y mucho menos para convencer a nadie, solo sonrió y se escabulló abriendo la puerta de su Despacho.

            El descontento general se siente en todas partes. Por ejemplo, en visitas a la ciudades de Nicoya, en la provincia de Guanacaste (al noroeste de Costa Rica), y Limón (frente al Caribe), a los habitantes de esos lugares no les importó el dispositivo policial y le gritaron al presidente que renunciara a su alto cargo, que se fuera para su casa… le increparon para que “dejara de gobernar para los ricos y se concentrara en los más pobres,” según le dejaron escuchar entre agresividad verbal y silbatinas. Le reclamaron la falta de empleo, el pésimo sistema educativo, la escasez de agua en las provincias y el alto costo de la vida. Carlos Alvarado tampoco tuvo argumentos de réplica ante los manifestantes.

 Por su parte, el Obispo católico, Monseñor Manuel Eugenio Salazar, le hizo ver la necesidad de dialogar y escuchar en profundidad a un pueblo vapuleado por las malas políticas económicas del partido en el poder desde hace dos administraciones consecutivas: “Debemos negociar en un país donde hay pocos ricos cada vez más ricos y muchos pobres cada vez más pobres, donde no hay justicia social y por lo tanto, no podrá haber paz social”, dijo el prelado. Aunque la imagen se repite ahí donde va el presidente de Costa Rica: interrumpen sus discursos soporíferos y le gritan que es “gracias al pueblo que votó por él, como logró llegar a la presidencia” y que “renuncie, que desaparezca” y deje de maltratar a los costarricenses. Es así como Carlos Alvarado es un típico caso de persona non grata, vituperado y despreciado por quienes una vez cifraron sus esperanzas en él.


La Carta de Putin a Daniel Ortega

 

MANAGUA-Para los anteriores soviéticos, los que estaban en la cúpula antes y durante la caída del régimen comunista o el desplome de la Unión Soviética (URSS), fue relativamente fácil cambiar todo el pasado de repente y olvidarse de sus satélites repartidos por todo el planeta. No les importó el hambre en Somalia, en Angola, Sao Tomé (en Africa); y tampoco en Cuba y Nicaragua, que eran sus “sucursales ideológicas” en América (luego aparecería Venezuela con su retorcido “chavismo”, muy posterior a la URSS), y los seguidores de Lenin se convirtieron, como por arte de magia, en los “nuevos” rusos. De tal manera que los dictadores Castro Ruz y Ortega, siguieron sin ninguna variación, sentados en sus sillas dictatoriales, con sus respectivos pueblos aprisionados, debatiéndose entre el hambre y la falta total de libertades.

            Pero Rusia no contaba con el advenimiento de una nueva dictadura, esta vez personalista, sin ideología alguna, alejada del marxismo-leninismo y del capitalismo de estilo occidental… se trató de Vladimir Putin y quien niegue que es dictador, pues no sabría decirle en cuál mundo vive, porque es un autócrata a todas luces (o a todas tinieblas para ser más preciso). Y Putin, el ex agente de la KGB soviética, un individuo acostumbrado a quitarse de encima a sus enemigos a golpe de pistola, continuó con los antiguos amigos de la URSS, los hermanos Castro y Daniel Ortega, el dictador nicaragüense, quien lleva 40 años malgobernando a su sufrido pueblo, expoliándolo y coartándole las poquísimas alegrías que podría tener. Es así como Putin, en un reciente mensaje al inculto dictador nicaragüense, le hizo ver que puede contar con él de aquí hasta el final. Estas fueron algunas de sus palabras: “Nicaragua siempre puede contar con la ayuda de Rusia. (…) En Rusia apreciamos las relaciones con Nicaragua, basadas sobre buenas tradiciones de amistad y respeto mutuo. Es importante que, entre nuestros países, se ha establecido el diálogo constructivo y se desarrolla la cooperación en el ámbito económico-comercial, humanitario y otras esferas.” Y el texto de la carta continúa en medio de una retórica falaz propia de Putin y concluye llamando a Daniel Ortega “mi querido amigo y hermano (¡!).” Calificativos que no dejan de impresionar.

 

            Es así como los buques rusos seguirán atracando en Puerto Corinto para desembarcar armas (pues han llenado al istmo centroamericano y a los narcotraficantes con las famosas y letales AK-47); y retornar a Rusia con las bodegas pletóricas de productos tropicales para el consumo de los rusos. Esa misma historia la vivió el Chile de Allende y ahora mismo la Venezuela de Maduro, porque, en el fondo, los rusos de hoy son los mismos de la oz y el martillo de ayer, dirigidos por Lenin, Stalin, Kruschev y demás dictadores soviéticos. No han cambiado mucho en lo fundamental, aunque quizás algo en lo superficial. Y para que no quedaran cabos sueltos sobre el papel de Rusia con respecto a la dictadura nicaragüense, Putin dejó leer en la misma carta: “(…) el gobierno y pueblo de Nicaragua siempre pueden contar con la ayuda de Rusia en la solución de sus objetivos de desarrollo nacional y la defensa de la soberanía Estatal.” Esto último que se refiere a la defensa de la soberanía se puede interpretar como un claro mensaje a la administración estadounidense, de que “Rusia defenderá siempre al sistema de Nicaragua, especialmente si los Estados Unidos están pensando en una invasión en el futuro.” Tal la injerencia de los rusos en las exóticas tierras centroamericanas, tan distintas en todo sentido a la idiosincrasia y cultura europea. Y mientras Vladimir Putin descargaba en una misiva todo su “romanticismo” dictatorial, en Nicaragua sigue el hambre, la opresión, los muertos, el engaño de la pareja de tiranos (Ortega y su mujer), y el retroceso en materia de derechos humanos. En otras palabras, ¡Con amigos así… quién necesita enemigos! ¡Pobre Nicaragua, atrapada en las garras de su peor dictadura!  


Alejandro Giammattei Gana En Guatemala

 

CIUDAD DE GUATEMALA-El nuevo Presidente de la República ha sido dado a conocer al mundo por los medios de prensa y se trata de Alejandro Eduardo Giammattei Falla, un médico, bombero y político, nacido en esta Capital guatemalteca el 9 de marzo de 1956. Estudió la carrera de medicina en la Universidad de San Carlos y se graduó en 1980; fue director del Sistema Penitenciario nacional entre el 2005 y el 2007; y se postuló a la presidencia del país en los comicios de 2007, 2011, 2015 y 2019. Ha sido consultor de varias empresas privadas desde el año 2000 y se postuló también para el puesto de Alcalde de Ciudad de Guatemala en dos oportunidades en las que salió derrotado. Está casado con Rosana Cáceres desde 1989, y es padre de tres hijos llamados Marcela, Alejandro y Estéfano. Hoy, es el nuevo mandatario de todos los guatemaltecos, al haber derrotado en segunda ronda electoral a su contrincante Sandra Torres.

            Al conocer los resultados de las votaciones manifestó ante los medios de prensa reunidos en torno suyo: “Quiero agradecerles a todos por el trabajo partidario. (…) Mi victoria representa una gran oportunidad para sacar adelante al país (…). Estamos muy emocionados, es lógico; han sido 12 años de lucha, no por llegar a un puesto a lucir una banda… son 12 años esperando la oportunidad de servir a mi país.” Dijo el candidato vencedor en un hotel situado en la zona 10 capitalina, donde esperaba el conteo de los votos junto a sus colaboradores y muchos simpatizantes. Y agregó: “Me llevaron a la cárcel, estuve en el hospital, tantas cosas que me hicieron vivir; sin embargo, el momento de Dios llegó y vamos a luchar por la construcción de esa Guatemala diferente. Es un gran honor para mí ser el presidente de un país al que amo tanto y seré un presidente diferente, más cercano a la gente (…). Agradezco a todos los que creyeron en nosotros.” Con lágrimas en los ojos, embargado por la emoción ante los vítores de sus seguidores, manifestó: “Hay que pedirle a Dios para realizar los planes para un mejor país. ¡Qué Dios bendiga a Guatemala!”

            En otro lapso de su discurso improvisado, Alejandro Giammattei subrayó que él no va a ser solamente el mandatario de los guatemaltecos, sino el amigo de ellos; y pidió que cada quien le dé gracias a Dios para que “derrame mucha sabiduría para ser los gobernantes correctos.” Los partidarios no dejaban de aplaudirlo a sabiendas de que el trabajo que le espera no será fácil. Por otra parte, llama poderosamente la atención el hecho de que unos 4,979,596 millones de personas empadronadas, no fueron a emitir sus votos, lo cual ha revelado el altísimo abstencionismo en esta segunda vuelta electoral; es decir, un 61,10 por ciento de ciudadanos se ausentaron en los recintos de votación, lo cual no deja de preocupar, pues el sustento de la democracia reside precisamente en el voto global del pueblo y en este caso particular, el mensaje que los guatemaltecos están dando, manifiesta que algo no funciona bien a nivel de gobierno y están desencantados y decepcionados de los políticos y sus axiomas.

 

            Los problemas que encontrará el nuevo presidente de Guatemala no le son ajenos, pues los conoce de cerca como político en permanente campaña que ha sido Alejandro Giammattei; y más aún en su condición de médico y su encuentro diario con los pacientes. Los tópicos que atacan a la ciudadanía guatemalteca son: desempleo, pobreza extrema, falta de oportunidades, de acceso a la riqueza, al estudio y al progreso individual en casi todos los órdenes; así como la altísima corrupción Estatal y la creciente inmigración desesperada hacia los Estados Unidos, en momentos cuando las presiones de la Casa Blanca son ostensiblemente incómodas para el Estado de Guatemala. Más que trabajo por hacer, son furibundos retos fundidos con la desesperanza general, los que le esperan al mandatario. Ojalá logre atenuarlos y consiga algo de optimismo para los guatemaltecos.


Los Ortega, una Familia Repartida

en el Poder

 

MANAGUA, Nicaragua-Vamos a observar este problema (su falta de escrúpulos), en su “química pura”, en su más absoluta esencia y en su justa dimensión: el hecho de que el dictador nicaragüense haya repartido a su mujer e hijos por todo el aparato Estatal, no obedece a “un golpe táctico producto de su olfato político” ni mucho menos. Daniel Ortega no tiene olfato político ni capacidad para las grandes maniobras, simplemente porque su naturaleza, su escasísima (o nula) cultura e instrucción académica, no le permitirían jamás pensar, planear y ejecutar el nepotismo (el reparto de familiares en la “nomenklatura” del gobierno). Simplemente otorgó carteras ministeriales y jefaturas de Instituciones a sus consanguíneos, porque su desfachatez y su asalto (robo) diario del Ejecutivo, así se lo han ordenado. Ese nepotismo suyo obedece más a sus impulsos instintivos (o quizás a ordenanzas provenidas desde La Habana, Cuba), que a su inteligencia e intelectualidad, porque nunca ha cursado estudios de nada ni se ha encargado de su propia superación personal.

            Creer que Daniel Ortega leyó a Niccoló di Bernardo dei Machiavelli (Maquiavelo), exactamente el capítulo de su obra cumbre, “El Príncipe”, donde aconseja que un gobernante “tiene que escoger a personas de su entera confianza (o en su defecto a familiares), para que ocupen cargos de importancia en el gobierno y así garanticen la solidez, la invulnerabilidad y la duración del Principado, sin sobresaltos ni traiciones (…),” es tan iluso como afirmar que mañana van a terminar las dictaduras de Cuba y Venezuela, solo “por que sí.” Por eso aseguramos que Ortega colocó a sus hijos en puestos clave de su dictadura para garantizar que el saqueo al Estado fuese minucioso, constante y absoluto, tal y como lo han venido haciendo. Veamos: su mujer, Rosario Murillo, es su vicepresidenta y todopoderosa mano ejecutiva del gobierno; sus ocho hijos (Laureano, Luciana, Rafael, Maurice, Camila, Juan Carlos, Daniel Edmundo y Carlos Enrique), están repartidos en estaciones de radio, televisoras, negocios petroleros, inversiones públicas, “ensueños” interoceánicos y empresas millonarias. Es importante subrayar aquí que esa inescrupulosa repartición del poder político y económico realizada por el dictador Daniel Ortega, se hizo al margen del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y ante el enojo de los viejos compañeros, quienes son marxistas-leninistas recalcitrantes y anhelaron siempre un sistema al mejor estilo soviético para Nicaragua y ahora se encontraron con el descaro del dictadorzuelo y su familia entera. De aquellos 9 comandantes de 1979, sólo Bayardo Arce se mantiene en el Gabinete como “asesor económico (¡!)”; otros dos murieron; tres son críticos del régimen y los dos restantes son “indiferentes.”

 

Pero la gran y única verdad es aquella que dice que, quien gobierna en este país es Rosario Murillo, a raíz del quebranto de salud de Daniel Ortega, aquejado de un mal cardíaco. De tal manera, las decisiones de la Murillo se pueden palpar en todo el territorio nicaragüense. Y una vez que ambos se retiren (o mueran), el sucesor será uno de los hijos: Laureano, quien se ha enriquecido, igual que sus hermanos, gracias a los petrodólares venezolanos, activos en Nicaragua desde hace 11 años. Por su parte, el hijo mayor, Rafael, es el encargado de administrar el crudo que envía Caracas a Managua, mismo que ha bajado de 30 a 10 mil barriles diarios, debido al bloqueo estadounidense. Luciana y Camila, por su lado, están al frente del Canal 13 de televisión, donde controlan todos los telediarios y desvirtúan a placer la realidad del país. Maurice, Carlos Enrique y Daniel Edmundo, dirigen los canales de TV, 4, 6 y 8 y adoctrinan desde ahí a la población; es decir, los Ortega controlan 8 de los 9 canales abiertos existentes en esta nación. Esa es la “cara oculta” del régimen que llena de indignación a “tirios y troyanos”, porque se trata de la dictadura corrupta en su máxima expresión y con sello delincuencial.


Venezuela y el Racismo Semítico de

Donald Trump

 

El vértice de la seudo-política del presidente estadounidense Donald Trump es el siguiente: a) odio contra los inmigrantes latinoamericanos, b) amor y entrega absoluta a las demandas y caprichos de Israel y c) indiferencia criminal ante los excesos también criminales de la dictadura de Nicolás Maduro y sus secuaces en Venezuela. No hay que buscar más puntos de apoyo para explicar el comportamiento y las decisiones de este personaje, a quien el presidente de Irán definió con toda precisión: “es un retrasado mental”, le dijo recientemente Hasan Rohani a Donald Trump. Y justamente Trump es eso… un psicópata, un ignorante de la función pública y de la política en todas sus variables o matices.

            Y así va por la vida, por la geopolítica, causando más desesperanza que optimismo en quienes leemos las crónicas de los diarios; y el sabor que deja en los labios nos hace caer en la realidad de que nada bueno podemos esperar de ese individuo que ocupa la Casa Blanca. En lo personal, hace varios días dejé de esperar que Trump ordenara al Pentágono la liberación de Venezuela; al principio me sentí sumamente defraudado, triste y sin expectativa alguna. Pero hoy, ya no me queda la menor duda de que la dictadura venezolana va a continuar hasta que Maduro y su camarilla quieran, lo mismo sucedió en Cuba, Bolivia y Nicaragua. Amigos míos con quienes he conversado sobre el tema, sienten y piensan lo mismo que yo.

            Aunque quien está muy feliz por el desinterés de Trump en Venezuela, es el mismo dictador Nicolás Maduro, quien, posiblemente, al observar que un portaaviones estadounidense partía hacia el estrecho de Ormuz, para crear crisis contra Irán, respiró tranquilo, sabiendo que la presión contra Venezuela iba a aminorar, tal y como aconteció. A medida que la retórica belicista de Trump subía de tono contra el gobierno iraní, la crisis venezolana iba olvidándose, dejándose de lado, que era lo que deseaban los dictadores del país suramericano. Hoy, el opositor Juan Guaidó, parece un vago recuerdo, la prensa mundial casi no publica nada sobre él, precisamente porque, con toda frialdad hemos de decirlo, “ya Guaidó no interesa a nadie más allá de las fronteras venezolanas” y Donald Trump ayudó para que esa situación se “congelara” con su indiferencia al sufrimiento del pueblo de Venezuela.

 

“Tiempo” la palabra clave de Maduro

 

Por supuesto que las sanciones económicas contra la narco-dictadura comunista de Nicolás Maduro, no dejan de preocuparle, pues son millones de millones de dólares a los que no tendrá acceso él y sus delincuentes compañeros “de viaje”, al frente del gobierno de Venezuela, los famosos Diosdado Cabello y Padrino López. Sin embargo, estos delincuentes –igual a todos los delincuentes de su talla-, siempre encontrarán la manera de escapar de la miseria material y seguir gestionando sus riquezas, ya sea mediante el narcotráfico o vendiendo las reservas de oro del Banco Central venezolano, a los Emiratos Árabes o a la misma China.

            Aunque la palabra clave que lo significa casi todo para Nicolás Maduro y su camarilla es… “tiempo”; a la cual debemos sumarle otra tan importante como esa y es… “distracción.” Que los Estados Unidos se distraigan creando problemas, junto a Israel, en Oriente Próximo, y se olviden de Venezuela; en otras palabras, que Irán sea “el chivo expiatorio” mientras la presunta “normalidad” retorna al pueblo venezolano. Porque es evidentísimo que a Netanyahu, el belicista Primer Ministro israelí, y a su socio en estas aventuras racistas contra el mundo islámico, Donald Trump, les importa un comino el caos en la nación suramericana.

            Y mientras la distracción se lleva a cabo al otro lado del planeta, Maduro va ganando tiempo para consolidarse, para sentirse nuevamente seguro en el Palacio de Miraflores, sede de la narco-dictadura que él encabeza. Y mientras el tiempo a él le da las prerrogativas que necesita… a Guaidó lo borra prácticamente del panorama político del país.

            No debemos perder de vista tampoco que Nicolás Maduro ha sabido actuar con sapiencia a su favor durante lo más peliagudo de la crisis, pues no acometió contra Juan Guaidó, no lo detuvo ni lo encarceló, porque ello hubiese significado el derrocamiento del régimen. Por el contrario, probó las posibles reacciones de  la Casa Blanca y del Pentágono, encarcelando a los asesores más cercanos de Guaidó, y, al notar que la reacción de Trump y sus Generales era neutra, nula, se percató que podría seguir infringiendo los derechos humanos impunemente, sin que corrieran peligro él y sus secuaces. Es por eso que en cualquier momento, y en medio del profundo olvido en el que ha caído Guaidó, lo encarcele hasta que se pudra en prisión. Una triste premonición que se cumplirá ineludiblemente, tarde o temprano.

 

¿Si se atacasen los intereses judíos…?

 

Es de muchos conocido que Benjamín Netanyahu llamó a Donald Trump y le pidió, como socios y hermanos de confesión que son, que le ayudara con el miedo que siente Israel ante el figurado o imaginativo peligro que representa Irán. Y un portaaviones zarpó desde los Estados Unidos rumbo a Oriente Próximo. Así, Venezuela quedaba prendida del olvido y en medio de su propio caos y conflicto.

            Es decir, para Trump los intereses judíos lo son todo, por encima de los latinoamericanos, que son “el patio” de los estadounidenses y desde donde se exportan toneladas de cocaína que se dirigen al mercado compuesto por la juventud norteamericana. De hecho, si la dictadura venezolana cayera, se acabaría el trasiego de la droga que transita por la ruta Colombia-Venezuela-Nicaragua-Cuba-Estados Unidos. Pero para Donald Trump ello no es más importante que ayudar a mitigar los miedos del gobierno de Tel-Aviv. El mensaje que se desprende de esto es: “Yo, Trump, soy tan judío como el que más y el problema de la cocaína en las vidas de los jóvenes estadounidenses, no es más importante que los resquemores que sienten mis amigos judíos.” Y así, con esa filosofía perdida y barata, se suceden las decisiones del presidente de la Unión Americana, tan erráticas como ha sido su propia vida personal.

            Ante tales evidencias, pregunto: ¿Qué hubiera sucedido en el interior de Venezuela, si Nicolás Maduro hubiera atacado a los negocios y al capital judío; si los hebreos nacidos y residentes en esa nación –que son muchos por ciento-, hubieran sido perseguidos y expoliados? ¿Cuáles hubiesen sido las reacciones de Trump y Netanyahu? Sin duda, otro hubiera sido el panorama en el país atrapado por la dictadura criminal y comunista de Maduro.

            Lo subyacente nos indica que, de acuerdo al racismo semítico (de semita o judáico), de Trump, valen más las vidas de los judíos que de los venezolanos quienes son encarcelados, apaleados, condenados al hambre y a las enfermedades. El hecho de que un niño muera de inanición o por una infección en un hospital donde no hay medicamentos para nada, no conmueve a Trump, ni lo hace ordenar un ataque libertador del pueblo venezolano. Esta actitud, esta posición inhumana e inmoral del presidente norteamericano me recuerda al ex presidente de Costa Rica, Abel Pacheco, quien, al comenzar el ataque contra Irak que derrocó a Saddam Hussein, dijo que “valen más las vidas de los niños estadounidenses que las de los iraquíes”. Un comentario que resultó de la boca de un hombre enfermo mentalmente como lo estaba Pacheco. Lo mismo siente Trump, pero no lo deja escuchar, aunque sus decisiones lo “gritan” ante el mundo.

            “Tiempo” y “distracción” es lo que necesita Maduro, más un auténtico papanatas en la Casa Blanca, para que le ayude a consolidar su ignominiosa dictadura y le dejen en paz para seguir exportando cocaína y engrosando sus cuentas bancarias con el dinero sucio, resultado de ese narcotráfico. Por lo pronto, a Donald Trump y a los 11 judíos que están esparcidos en su Gabinete, la problemática de Venezuela les importa tanto como la miseria de Africa; es decir… ¡Nada! Precisamente porque el gobierno en Washington es el brazo armado de Israel… hoy más que nunca. Siempre y solo a las órdenes y al servicio de Israel y de nadie más. Por eso, no esperemos nada en favor de los venezolanos oprimidos, encarcelados y hambrientos, porque nadie, en la Casa Blanca, moverá un dedo para ayudarlos, porque simplemente no son judíos y son solamente híbridos raciales de América del Sur, ciudadanos de quinta categoría del tercer mundo subdesarrollado. Esa es la única verdad tácita e ineludible.


Implosión Social es Cuestión de Tiempo en Honduras

 

TERRITORIO NACIONAL- Ciertamente el actual mandatario hondureño, Juan Orlando Hernández, no es del agrado de muchísimos ciudadanos; incluso diríamos… del grosor del pueblo, principalmente por haber transgredido las reglas del juego democrático en las últimas elecciones y haberse reelegido de manera ilegal. Ese adefesio de triunfo, lógicamente no gustó al votante porque se sintió estafado y engañado. Sin embargo, esa no es la razón primera del desencanto de estas personas, sino que es parte, solamente, del inmenso engranaje que causa la decepción general. Y el descontento es tanto, que ha llegado a las calles de las ciudades más importantes del país. Las manifestaciones populares suceden una semana… y otra también. Son miles de hondureños los que repudian a su presidente, precisamente por su impericia en el manejo y la solución a los gravísimos problemas que golpean al pueblo. De hecho, han llegado a paralizar a las Instituciones y al funcionamiento total de Honduras como nación y como alma de la ciudadanía; es decir, lo poco que se produce para consumo interno y para exportación, está sufriendo severos daños por causa de las huelgas y marchas por las urbes. Ya se cuentan los muertos inocentes una vez que se han enfrentado con la policía y los contingentes del ejército, que Hernández ha enviado a detener a los manifestantes. Desde abril pasado han arreciado dichos clamores de descontento, matizadas con bloqueos en las carreteras y actos variados de vandalismo. Al pueblo llano se le han unido, incluso, los policías disconformes, a quienes les prometieron mejores condiciones laborales y todo ha sido “ceniza en el mar”... nada, la gran y absoluta nada de parte del Estado.

            ¿Pero en qué se fundamenta este marcadísimo desencanto contra Juan Orlando Hernández? En primera instancia, debemos subrayar que detrás de la mayoría de manifestaciones están los comunistas de Manuel “Mel” Zelaya, quienes, demagógicamente, se han apoderado de la situación social, altamente volátil; en segundo término, al hondureño le molesta la manera como Hernández ganó las elecciones, tal y como reseñamos al comienzo de esta columna, y, por ello, le exigen su renuncia irrevocable cada vez que los líderes de las revueltas aparecen ante los medios de prensa. En tercera instancia, la caótica situación socio-económica de cada persona, quien se ve empujada a emigrar a pie hacia los Estados Unidos, como hemos visto hasta el cansancio, y el saber que el gobierno es totalmente inútil en la solución de este hondo problema; y en cuarto lugar, para profundizar aún más la crisis, Juan Orlando Hernández y sus diputados lograron la aprobación de unas controvertidas reformas para reestructurar los sistemas educativo y sanitario, que fueron interpretadas por los maestros y médicos, como la llave para abrir las puertas a despidos masivos en el sector público y proceder luego con privatizaciones. 

 

            Hoy, Honduras está en medio de una aguda crisis social, confrontada directamente con el ejército y la policía; y mañana la situación podría agravarse, hasta desembocar en una “implosión” popular que podría dañar mucho más al funcionamiento de lo poco que funciona. Es cuando reproducimos las palabras del analista Víctor Meza, del Centro de Documentación de Honduras (CEDOH), quien afirma: “El país está viviendo un estado de insubordinación nacional; comenzó como una bola de nieve, pero ahora es una bola de fuego (…). (Y) la decisión del mandatario de desplegar a las Fuerzas Armadas, es una muestra de desesperación y debilidad, (porque) comienza a quedarse solo en un régimen carente de legitimidad y aceptación entre la población.” Y es que esta es una nación en crisis permanente, la gente está harta, impotente frente a la miseria, la delincuencia, la corrupción Estatal y la impunidad. Decir lo contrario… sería falsear la realidad hondureña. 


Elecciones en Guatemala 2019

 

TERRITORIO NACIONAL-En medio de un ambiente “enrarecido,” por la cantidad impresionante de candidatos dispuestos a convertirse en presidentes de la República, Guatemala ha celebrado sus elecciones generales este 16 de junio recién ido. Unos 19 personajes de la vida política guatemalteca se postularon, incluyendo a Thelma Cabrera (del Movimiento de Liberación Nacional, MLN), la única mujer indígena dentro de la numerosa nómina; su lema fue “¡Por la liberación de los pueblos!” Una consigna que, desde que tenemos memoria, han hecho patente los autóctonos en esta nación centroamericana, pues consideran que siempre han estado bajo el dominio y la explotación de las castas poderosas económicamente, comandadas por los hombres blancos.

            Otro de esos aspectos “raros” o exóticos de esta misma campaña, se dio en Miami, cuando Mario Estrada, otro candidato presidencial, fue detenido por la policía estadounidense y encarcelado por haber solicitado, supuestamente, dinero al cartel mexicano de Sinaloa, con la finalidad de que le financiaran la campaña política y a cambio de ayudar a los narcotraficantes, en el caso de que ganara los comicios, con la creación de un corredor libre para el trasiego de la cocaína por el territorio de Guatemala. Según un despacho escrito por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, específicamente de la fiscalía de Manhattan y del fiscal Geoffrey S. Berman, el ex candidato guatemalteco también pidió a los narcos mexicanos que asesinaran a otros candidatos de estas mismas elecciones y así ganar con facilidad. La captura se efectuó el pasado 17 de abril del presente 2019 y compareció ante la corte federal norteamericana, presidida por el juez Jonathan Goodman. “Gracias a la DEA, Estrada no tiene posibilidades de ser elegido en Guatemala, pero (…), enfrenta a la justicia de los Estados Unidos”, concluye la nota dada a conocer por el fiscal Berman.

            Así las cosas, el proceso electoral siguió su curso y como hemos informado y comentado en otra columna, existe una orden de captura contra la ex fiscal Thelma Aldana (quien metió en prisión al ex presidente de la República, Otto Pérez Molina), y ahora es ella quien se mantiene fuera de Guatemala, evadiendo a la justicia. Se le acusa por prácticas corruptas en la Fiscalía General, entre otros cargos que la mantienen en condición de prófuga en estos momentos y, consecuentemente, incapacitada para postularse a cualquier cargo de elección popular, tal y como ella pretendía por la presidencia del país.

 

            En concreto, en lo que estriba a las elecciones del domingo pasado, el conteo de los votos en un país sobrepoblado como lo es Guatemala y con centros urbanos muy distantes y de difícil acceso, ha sido lento, muy lento; sin embargo, la tendencia que se ha hecho notar durante dicho conteo, ha sido el triunfo, aunque no suficiente para subir a la presidencia, de la empresaria Sandra Torres, por el partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), quien, dicho sea de paso, es una gratísima circunstancia, ya que será la primera mujer mandataria en esta nación, en el caso de ganar la segunda ronda electoral que se llevaría a cabo el próximo 11 de agosto. Atrás de ella, en el segundo puesto, está el médico Alejandro Giammattei; y en el tercer lugar, Edmond Mulet, del Partido Humanista de Guatemala (PHG), quien quedaría fuera de la contienda en el balotaje, al dejar solamente a los dos primeros en la disputa por la silla presidencial, así según el Código Electoral. De tal manera, habrá segunda ronda electoral y es muy posible que los guatemaltecos tengan a su primera mujer presidenta. Se dieron algunos incidentes en Zacapa y Esquipulas, pero no tuvieron mayor trascendencia. En todo caso, lo agradable en Guatemala ha sido ver en primer plano, que la democracia continúa y el pueblo entero garantiza esa continuidad con sus votos.   


El Viraje de López Obrador ante

los Inmigrantes

 

MÉXICO Y AMÉRICA CENTRAL-Igual a todo cambio u organización nueva, el ascenso del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, trajo esperanzas para los centroamericanos  (los “viajeros a pie”), pues les dejó escuchar que los ayudaría en su periplo a través de México y hasta les daría trabajo en ese mismo país. Si esas palabras alentaron aún más el número de inmigrantes o nó, eso solo lo saben quiénes llevan las estadísticas en Guatemala, El Salvador y Honduras, naciones desde donde parten las personas hacia los Estados Unidos. Sin embargo, con el paso de unos pocos meses en la presidencia, la decisión extraordinariamente humana de López Obrador, dio un giro de 190 grados, alejándola de su intención primaria. Y los números no mienten, porque el pasado mes de mayo las autoridades policiales mexicanas batieron su propio record al triplicar las deportaciones de migrantes de América Central, pasando de 5,717 expulsiones en diciembre del 2018, a 15,654 en mayo del 2019. Ante esa realidad, los analistas de la situación coinciden en afirmar que “la vuelta de tuerca” ordenada por el mandatario mexicano se debe a las presiones que recibe a diario desde Washington, del gobierno de Donald Trump, quien insiste en decir que “México tiene que ser el dique que contenga el éxodo de Centroamérica, que este año podría alcanzar a las 800 mil personas en tránsito (…)”.

Nadie duda de las buenas y cristianas intenciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien diseñó un plan para ayudar a los centroamericanos y se trata de una estrategia en dos frentes, al que llamó Plan de Desarrollo Integral, que iba a crear proyectos productivos, nuevos empleos y atraer millones de dólares de inversionistas extranjeros. Para ello, López Obrador solicitó recursos económicos a la Casa Blanca para materializarlos y, a cambio, garantizó que iba a contener la masiva inmigración. Mientras tanto, los puestos fronterizos entre México y Guatemala han estado trabajando al doble de su capacidad ante los miles de inmigrantes que se agolpan ante sus puertas. La tragedia de la segunda década del nuevo milenio, sigue mostrando su rostro catastrófico desde el punto de vista humano; es decir, la inmigración sin control que huye del hambre y la delincuencia.

            Sin embargo, la clara postura de López Obrador nunca convenció al intransigente Donald Trump, quien amenazó con imponer aranceles a las exportaciones del país azteca, como castigo por “no hacer mucho por contener a los migrantes de América Central”. Ante tal amenaza, las buenas intenciones de Andrés Manuel López Obrador se disiparon súbitamente y ha ordenado el traslado de 6 mil agentes policiales a la frontera con Guatemala, para contener al tránsito ilegal de esas personas. De inmediato, Trump suspendió la concreción de dichos aranceles, en lo que se ha dado por llamar una victoria de la política bilateral del presidente republicano.

 

En respuesta, el gobierno mexicano reitera que quiere que Washington se comprometa en invertir en el plan integral de migración, que, según López Obrador, es “la única solución que, a mediano plazo, es la más factible para paliar la (aguda) situación.” En todo caso, considera que cualquier acción que ejecute para agradar a Trump, no será satisfactoria, porque “dentro de unas semanas, volverá a emprender una nueva ofensiva contra nosotros”, dijo López. Ante este argumento, el vicepresidente Mike Pence contestó de manera lacónica: “México necesita hacer más.” De tal manera, las expectativas y la realidad de hoy día, han cambiado para “los caminantes” de América Central, quienes se darán de tope con agentes policiales mexicanos, algo que no estaba contemplado dentro de sus cálculos. Esta es la crudeza de las cosas en las que los protagonistas de fondo son los migrantes, actores de una tragedia que nadie quiere vivir.


El Salvador Estrena Presidente

 

SAN SALVAROR-Finalmente subió al poder el joven Nayib Bukele, el vencedor inobjetable de las pasadas elecciones al “aplastar” a los dos partidos políticos que han predominado en las tres últimas décadas en el panorama salvadoreño… la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA); y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Pero la esperanza de la población tiene una base muy sencilla; es decir, así como brilló en la campaña política y convenció a la mayoría de los votantes, así mismo esperan que Bukele maraville a todo el pueblo en la ejecución de las obligaciones que le planteará el gobierno. En lo que estriba a su carisma, nadie en El Salvador duda de que el muchacho electo presidente cae simpático y tiene una imagen fresca, muy distinta a los políticos tradicionales que han construido la historia reciente del país. Es por ello también que las exigencias se tornan más fuertes hacia Bukele, de quien esperan muchas cosas buenas y que solucione entuertos, rectifique equívocos de los gobiernos anteriores e impulse a El Salvador hacia caminos de desarrollo, paz y bonanza. Y es que la esperanza es el terreno más fértil donde nace, germina y se desarrolla la utopía. De hecho, un analista salvadoreño le ha descrito de esta manera: “(…) él (Bukele) antagonista de todo lo viejo, lo viciado, lo corrupto. Él, la mano que pasa la página de la historia. La carrera política de Bukele está llena de épica: arrasó en las elecciones presidenciales de febrero, acumulando más votos que todos los demás partidos juntos. Ganó en los 14 departamentos (provincias), del país. A sus 37 años se inscribió en la historia como el presidente electo más joven. Derrotó al sistema de partidos más sólido de la región; destronó al derechista ARENA y a la exguerrilla FMLN (…).”

 

            ¿Pero, en concreto, cuáles aspectos deberá enmendar Nayib Buckele y que representan los grandes retos que le plantea El Salvador? Veamos: 1. La violencia en las principales ciudades: las tristemente célebres “maras”, famosas en el mundo por el rastro de sangre que dejan entre los salvadoreños buenos y decentes. Hay que recordar que en esta nación se perpetran nueve asesinatos por día y ante esa dura realidad, Bukele se enfrentará a una compleja y enquistada cuestión; porque las pandillas son “omnipresentes” y controlan barrios enteros de manera casi exclusiva. 2. La corrupción: los casos de los expresidentes Mauricio Funes, del fallecido Francisco Flores y de Antonio Saca, explican con toda claridad los alcances de la corrupción a nivel Estatal. Los tres han sido acusados por sus actos corruptos absolutamente claros y vergonzantes. Ante tales circunstancias, Bukele repitió durante la campaña pasada el lema, “el dinero alcanza cuando nadie roba”. Y los votantes le creyeron. 3. Pobreza: El 37,8 por ciento de la población salvadoreña se mantiene en bajísimos índices financieros per cápita; además, las tasas de crecimiento económico del pueblo y la creación de empleo, han sido casi nulas, razones que han causado mayor inmigración hacia los Estados Unidos. En respuesta, Bukele ha dicho que modernizará al sector agrícola de la franja norte del país, donde se concentra el 75 por ciento de la pobreza extrema severa. También ha dicho que planea construir en la zona sur, en la costa frente al Pacífico, un aeropuerto internacional para activar al turismo y un sistema de trenes para pasajeros y mercancías. 4. La falta de inversión: el nuevo mandatario no ha explicado cómo hará realidad sus proyectos arriba mencionados y tampoco cómo hará funcionar a la pésima recaudación fiscal que ha habido en El Salvador desde hace años. 5. Finalmente, Nayib Bukele tendrá al Congreso en contra. ARENA controlará a la Cámara de diputados, todo un obstáculo que el presidente de la República deberá superar por el bien de su administración y sus proyectos. Solo posee 10 congresistas propios de los 84 que componen a la totalidad de la Asamblea. En estos momentos precisos Bukele sigue siendo una esperanza; aunque pronto se va a producir el “choque” con la realidad, conforme avance su gestión.


  1. El Pelmazo que es Donald Trump

 

Recuerdo como si fuera ayer, cuando los políticos opositores a la dictadura de Noriega, en Panamá, Guillermo Ford y Guillermo Endara, eran vapuleados por la policía criminal al servicio del régimen y las cámaras de los telediarios y periódicos registraban las imágenes de los dos hombres ensangrentados. Pocos días después, los “marines” de los Estados Unidos, eran enviados por el entonces presidente George H.W. Bush (padre), quien, en un arranque de determinación, decidió acabar con aquella vergonzante situación en suelo panameño. Y los amantes de la justicia, el humanismo, la democracia y las libertades, lo aplaudimos y le estamos agradecidos al fallecido mandatario estadounidense, cada vez que nos acordamos de él.

            Pero ahora en Venezuela, los niños y ancianos mueren en los hospitales por falta de energía eléctrica y medicamentos; los ciudadanos son apaleados en las calles de las principales ciudades por la policía, por grupos de matones en moto y soldados cobardes enviados por Nicolás Maduro y sus secuaces para amedrentarlos y mantenerse ellos en el poder. Y mientras eso ocurre en el interior del país, en el exterior siguen partiendo los cargamentos de cocaína desde los laboratorios venezolanos, hacen escala en Cuba y se introducen en los Estados Unidos para infestar a los jóvenes de esta nación. Donald Trump no reacciona tampoco ante tales evidencias y el pelmazo de ser humano que es, se agiganta ante nuestras miradas incrédulas.

            Para horrorizar más a la opinión pública mundial, el narcodictador Maduro y su socio criminal, Diosdado Cabello, ordenan encarcelar a dirigentes afines a Juan Guaidó y a diputados de la Asamblea Nacional y tampoco Donald Trump mueve un solo dedo en su Oficina Oval. El pelmazo que es… sigue creciendo ante nuestros ojos.

            Y nos asombramos aún más cuando la Casa Blanca ordena partir hacia el Golfo Pérsico a un portaaviones nuclear para “asustar” al gobierno de Irán, porque, presuntamente, los iraníes son causa de tensión en Oriente Próximo y ¡Representan un peligro para Israel! Sin dilación, sin pensarlo dos veces, el pelmazo Trump dio la orden de zarpar al enorme barco de guerra para proteger a la patria de su yerno, Jared Kushner, el judío infiltrado en el grupo más cercano al presidente de los Estados Unidos. Es evidente que en la óptica geopolítica de Donald Trump tiene más valor un israelí que un venezolano; aunque al primero no le esté sucediendo nada en estos momentos. La dictadura de Venezuela, en tal caso, puede respirar tranquila, pues el Pentágono está más interesado en Irán y su supuesto peligro, que en la criminalidad que practican a diario Maduro y los cobardes que lo rodean. El pelmazo que es Trump, a estas alturas ha logrado una dimensión de inmensas proporciones.

 

            No hay más que agregar en este engorroso y detestable asunto. Solamente pondré este epitafio para cerrar mi comentario: ¡Larga vida a la narcodictadura de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y Vladimir Padrino, en Venezuela! Larga vida, porque en Washington hay un pelmazo, un cobarde y un remedo de político, ignorante e indiferente ante el sufrimiento del oprimido pueblo venezolano. Esa es la única verdad que nos decepciona y enfurece.