POLÍTICA III


Comenzó el Segundo Mandato de Donald Trump. El Mundo a la Expectativa y en Tensión

 

WASHINGTON D.C. USA-La expresión “el mundo a la expectativa y en tensión”, parece exagerada, más todavía cuando sabemos que detrás de todo este embrollo que parece venírsenos encima, está un individuo llamado Donald Trump, un fulano que no toma en sus manos un libro ni para hojearlo siquiera, que no ha escrito nunca absolutamente nada y cuya vida, licenciosa por demás –de escándalo en escándalo y de tribunal en tribunal-, no es un ejemplo para nadie en ningún aspecto. Pero estamos refiriéndonos a un tipo descentrado, convincentemente desequilibrado, que debería estar en una celda, debido a lo delincuente que ha sido en los últimos 10 años (sin tocar aquellos delitos que comenzó a cometer desde joven), o en un sanatorio para esquizofrénicos, que es otro de los males que se le nota a kilómetros de distancia. Además, y colateralmente, maneja el arsenal atómico más poderoso del planeta y es comandante en jefe del ejército más letal del orbe.

            Desde luego, la humanidad entera tiene que sentirse preocupada por el ascenso nuevamente de este individuo que de político tiene muy poco, que de economía de un país conoce lo elemental solamente y cuya cultura personal ha quedado prendida de su analfabetismo, pues, a duras penas, sabe escribir y leer, de acuerdo a lo que le hemos visto en estos últimos ocho años. Y hay países, en los casos de México, Honduras, Guatemala, El Salvador, Colombia, Venezuela, Panamá, Rusia, Ucrania, China y la Unión Europea (UE) al completo, que tienen que estar con “el alma y los nervios pendiendo de un hilo”, pues Trump los tiene a todos ellos en “la mira” de sus ambiciones, caprichos, desafueros y desatinos… y a todos esos gobiernos quiere hacerles daño de una u otra forma. Y en el caso de que una mañana de tantas despierte con su cerebro más trastornado de lo acostumbrado, podría arremeter contra otras naciones que ni en la más febril imaginación estaban todavía presentes.

 

Destruir, siempre destruir; eliminar, siempre eliminar…

 

            A este subtítulo debemos agregarle: amenazar, siempre amenazar…, según la dinámica de este individuo al que los estadounidenses le han conferido un poder enorme y más que enorme… descomunal, y de la manera más irresponsable posible de parte de los votantes. Y es que en los últimos dos años, lo que ha estado en la Casa Blanca ha sido un gobernante carente de salud y lo peor ha sido, de salud mental, en el caso de Joe Biden, de quien se ha sabido que no gobernaba él, no tomaba decisiones, ni por sencillas que fuesen, y que alguien o varios, se hicieron cargo de las delicadísimas funciones que sólo le eran pertinentes a él, en su papel de presidente de los Estados Unidos; y ahora le ha correspondido a Trump ejercer la presidencia, lo cual representa un problema general todavía más peliagudo e intrincado de lo que suponía ser su antecesor enfermo, el demócrata Biden.

            En su disertación el día cuando recibió el poder, Donald Trump repitió en tono coloquial (es pésimo orador o mejor dicho, no sabe ni el mínimo de lo que es la oratoria en un político), las mismas amenazas a Dinamarca, que se va a apoderar de la estratégica isla de Groenlandia por medio de una invasión con el ejército; lo mismo a los panameños, a quienes “les dimos el Canal interoceánico, pero ellos lo han entregado a los chinos y por eso se lo vamos a quitar, lo vamos a recuperar”, dijo el mandatario recién estrenado; añadió sobre los aranceles a varias naciones que exportan hacia los Estados Unidos, en específico a México; y, por supuesto, amenazó con enviar al ejército norteamericano a la frontera sur, para detener a los inmigrantes y proceder, paralelamente, a las deportaciones de los “delincuentes indocumentados que la administración Biden dejó entrar a nuestra nación”, enunció textualmente. Ese fue su discurso molesto, su perorata inicial, el día de su investidura.

           Pocos días después, retiró a USA del Acuerdo de París y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), e indultó a todos los encarcelados que estuvieron involucrados en la invasión a El Capitolio, al seguir precisamente las órdenes de Trump cuando les mintió al decirles que Biden le había robado las elecciones. Pero lo que más ha indignado a los mexicanos, ha sido el haberle quitado el nombre al Golfo de México, una denominación que ha tenido desde el coloniaje español, hasta estos últimos días, cuando Trump lo ha renombrado “Golfo de América” y así le han empezado a decir los estadounidenses, fieles a su estrafalario presidente.

            En lo que respecta a los indultados, a los asaltantes del Congreso, éstos han sido más de 1,500 procesados y ha beneficiado, incluso, a los que tenían sobre ellos penas más graves. El perdón ha sido “total, completo e incondicional”, incluyendo a los más violentos. De inmediato, en una de las prisiones ubicadas en esta ciudad, Washington D.C., la euforia o los arrebatos de júbilo en los reclusos, ha sido evidente, puesta de manifiesto en agradecimiento a su líder, al hombre por el cual tuvieron que purgar cuatro años de prisión; es decir, Donald Trump, quien no se olvidó de ellos y, agradecido por la incondicionalidad de estos facinerosos, los ha soltado nuevamente a las calles. Esta fue una de las primeras medidas que adoptó apenas puso un pie en la Oficina Oval, en la Casa Blanca. Recordemos que esas personas, componentes del lumpen de los Estados Unidos, irrumpieron en violento asalto en el edificio de El Capitolio, sede del Congreso estadounidense, aquel 6 de enero del 2021 y causaron destrozos, se enfrentaron a los guardias del edificio, a la policía federal, buscaron a Mike Pence, el entonces vicepresidente de Trump, para asesinarlo, obedeciendo una orden tácita del saliente mandatario, debido a que éste no detuvo la declaratoria de nuevo presidente a Joe Biden, al haber ganado las elecciones; pero este alto funcionario pudo escapar por uno de los pasillos secretos del inmueble, hasta su auto, aparcado en uno de los sitios aledaños. Hubo muertes voluntarias (asesinatos) e involuntarias de algunas personas, ese mismo día. La prensa ha catalogado el incidente como “una de las jornadas más negras de la historia reciente de la democracia en los Estados Unidos.” 

Dentro de los indultos mencionados, Trump conmutó las penas de 14 reos que causaron crímenes en esa misma oportunidad. “Se trata de un perdón total, completo e incondicional, que pone fin a una grave injusticia nacional, perpetrada contra el pueblo estadounidense durante los últimos cuatro años. Espero que los rehenes (los indultados), salgan esta misma noche.” Dijo Donald Trump, sentado frente al famoso escritorio de la Oficina Oval y rodeado por sus colaboradores. 

El periódico The Washington Post recuerda en un reportaje reciente aparecido en sus páginas, lo que fue aquel día: “Lo que sucedió, en realidad, puede resumirse así: miles de sus seguidores marcharon hacia el Congreso, al final de un mitin del aún presidente, en el que incitó a las masas a la insurrección. Asaltaron por la fuerza a El Capitolio y profanaron la Institución de todas las maneras posibles, en un ataque que duró varias horas, mientras Trump, que les había metido en la cabeza el bulo de que le habían robado las elecciones, lo seguía todo por televisión. La algarada causó la muerte de una manifestante y dejó otros cuatro fallecidos en las horas siguientes al incidente, además de heridas a unos 140 agentes que estaban protegiendo la ceremonia de la transferencia pacífica del poder presidencial. 

“Medio centenar de activistas –continúa la crónica en el citado diario capitalino-, de la comunidad que se ha construido en estos años en defensa de los insurrectos, pasaron el lunes a la puerta de una cárcel del sudeste de Washington, en la que cumplen condena tres decenas de esos reos. La noticia de que Trump los perdonará la esperaban, pero no la generosidad que demostró el presidente, que dejó en libertad a personajes del 6 de enero tan famosos y controvertidos como el líder de la milicia extremista de los Proud Boys, Enrique Tarrio, al que le cayeron 22 años por conspiración sediciosa; o Stewart Rhodes, el cabecilla de otra agrupación ultra, los Oath Keepers, que lleva un par de años entre rejas y le quedaban otros 16, es uno de los 14 cuya pena fue conmutada (…). 

Pero no todo ha sido felicidad en los indultados y en sus familiares, porque hay otras personas que perdieron a sus parientes cercanos a pocas horas del ataque al emblemático edificio del Congreso, como lo fue Craig Sicknick, quien dijo sentirse ofendido con estas conmutaciones que hizo el actual presidente del país: “Mi hermano fue agredido durante los disturbios y murió de múltiples derrames cerebrales al día siguiente. Trump es pura maldad. Mi hermano murió en vano. Todo lo que hizo para tratar de proteger al país, para proteger a El Capitolio ¿Por qué se molestó? Lo que hizo Trump es despreciable y demuestra que Estados Unidos ya no tiene nada que se parezca a un sistema de justicia. El hombre que mató a mi hermano, es ahora presidente.” Expresó este ciudadano quien vio morir a su hermano, quien tuvo que sufrir la estampida de miles de manifestantes enardecidos, quienes creyeron que Donald Trump, efectivamente, había perdido las elecciones debido a un fraude. Una mentira que fue clarificada a las pocas horas de haberse cerrado los centros de votación y que declararon a Joe Biden el inobjetable ganador.

 

Fue así como dos organizaciones compuestas por sujetos callejeros, delincuentes comunes de los Estados Unidos, llamadas Proud Boys, liderada por Enrique Tarrio; y Oath Keepers, por Stewart Rhodes, fueron las que condujeron a los manifestantes fuera de sí, supra-violentos, contra todo lo “que se moviera” dentro del edificio. Una vez que les fue notificada la noticia de que iban a ser liberados, se le permitió a un convicto llamar a Trump por teléfono y los periodistas, dentro de la prisión, escucharon cuando le dijo al mandatario: “¡Muchas gracias señor presidente, al fin volveremos a casa!”

 

Tropas hacia la frontera con México y el tema del Canal de Panamá

 

            Otra de las medidas tomadas por el nuevo mandatario fue derogar 78 órdenes ejecutivas del gobierno Biden; después, “congeló” todas las normas que pudieran emitir las agencias federales; “congeló” las contrataciones de funcionarios, suprimió el teletrabajo para los empleados federales, pidió a las agencias del gobierno trabajar para combatir la inflación, retiró a los Estados Unidos del Acuerdo de París sobre emisiones, restauró la libertad de expresión; y acabó con la persecución de adversarios políticos. En lo que estriba a los decretos, ordenó la salida de su país de la Organización Mundial de la salud (OMS), y la retirada del acuerdo de la OCDE, para establecer un impuesto mínimo del 15 por ciento a las multinacionales. Todo esto se interpreta como pasos en la política nacionalista y aislacionista de Trump, alejada del multilateralismo. Esas decisiones han sido encasilladas y llamadas por el nuevo presidente, “el inicio de una edad de oro y una marea de cambio.” “Hoy firmaré –aseveró Trump-, una serie de órdenes ejecutivas históricas. Con estas acciones comenzaremos la completa restauración de Estados Unidos y la revolución del sentido común. Todo es cuestión de sentido común.”

            Además, proclamó emergencia nacional en la frontera con México y recalcitró su posición para acabar con la inmigración ilegal. Y es que, a lo largo de la campaña política y durante su primer gobierno, había manifestado reiteradas ocasiones que “muchos vienen de las cárceles y los manicomios”; pero la verdad es que esos migrantes vienen de Venezuela, huyendo de la criminal dictadura de Nicolás Maduro y del cártel narco de Los Soles; y también de América Central y Haití, y son, en su inmensa mayoría, familias enteras, con niños pequeños en brazos muchos de ellos, en busca de oportunidades en los Estados Unidos, pero ahora no sólo les han cerrado las puertas de esta potencia, sino que les han echado encima al ejército norteamericano, que tiene órdenes de usar la fuerza sin contemplaciones, en el tanto sean exigidos. “Primero, declararé una emergencia nacional en nuestra frontera sur. Se detendrá inmediatamente toda entrada ilegal y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron. Reinstauraremos mi política de ‘Quédate en México’ (que obliga a los solicitantes de asilo a permanecer al otro lado de la frontera, mientras tramitan sus peticiones). Pondré fin a la práctica de captura y liberación. Y enviaré tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país.” Anunció, antes de las firmas correspondientes de los decretos y, en estos momentos, contingentes de soldados estadounidenses patrullan esa línea fronteriza, mientras el ejército mexicano hace algo parecido en el interior de su país, con las grandes columnas de inmigrantes, en batallas campales desatadas, cuando han respondido con piedras y palos a los militares.

            Otra de las medidas adoptadas por Trump, en una variable sobre el mismo tema de la inmigración, fue ordenar al Departamento de Justicia para que implante la pena de muerte, a manera de castigo apropiado para crímenes, en los que mueran agentes del orden y a los cometidos por “inmigrantes ilegales que mutilan y asesinan a estadounidenses. Ordenaré a nuestro gobierno que utilice todo el inmenso poder de las fuerzas del orden federales y Estatales, para eliminar la presencia de todas las redes criminales de bandas extranjeras, que traen una delincuencia devastadora a suelo estadounidense, incluidas nuestras ciudades y centros urbanos.” Reafirmó un categórico y siempre polémico Donald Trump. Mientras, al otro lado de la frontera sur, en territorio mexicano, se podía ver a las mujeres venezolanas, principalmente, sollozando, y a sus compañeros desesperados y con evidentes rostros marcados por la incertidumbre, sin saber qué hacer a partir de ahora. Por un lado, quedó atrás la dictadura de hambre a la que fueron sometidos por Nicolás Maduro y su grupo de delincuentes en el poder; y al frente, el ejército de los Estados Unidos, cumpliendo las órdenes de detener a los inmigrantes, sin importar si se trata de mujeres y niños, o disparar, en el tanto no obedezcan las indicaciones de devolverse al sitio desde donde partieron. De hecho, una de las noticias más recientes es la que se refiere a las deportaciones que han comenzado en todos los Estados Unidos. La Casa Blanca acaba de divulgar imágenes, fotografías y videos, cuando los deportados bajaban de patrullas de la policía y subían a aviones con destino a sus países de origen. Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, ha anunciado: “Los vuelos de deportación han comenzado. El presidente Donald Trump está enviando un mensaje fuerte y claro al mundo entero: si entras ilegalmente a Estados Unidos, te enfrentarás a graves consecuencias. Así lo ha impostado en la red social X, acompañando al texto con las imágenes de indocumentados esposados y subiendo en fila a un avión militar, en la Base Biggs, en El Paso, Texas. Y una fuente del Departamento de Seguridad Nacional, indicó que en ese vuelo iban entre 75 y 80 guatemaltecos que fueron detenidos previamente por la Patrulla Fronteriza. En sus rostros se podían ver lágrimas causadas por el desencanto, el desengaño y la frustración, pues el “sueño americano” terminó del zarpazo propinado por Trump.

            Otras fuentes mencionaron que “Trump va en serio” y se refiere a otros cuatro vuelos que han despegado de los Estados Unidos, dos C-17 y dos C-30 del ejército estadounidense, desde San Diego, California; y El Paso, Texas, con capacidad para transportar entre 102 y 124 pasajeros respectivamente. Sin embargo, los más optimistas creen que será imposible que sean deportadas más de 11 millones de personas, en los cuatro años de esta nueva administración republicana. Otra crónica aparecida en un periódico digital norteamericano, describe: “Trump parece ir muy en serio con su promesa de deportar a millones de indocumentados, como ya habían advertido organizaciones de defensa de inmigrantes, tras su victoria electoral. La prueba no sólo está en la velocidad con la que parece estar ejecutando las deportaciones, sino en el hecho de recurrir a aviones militares para repatriar a los indocumentados, una práctica poco habitual.” Por su parte, una inmigrante, una mujer de unos 35 años de edad, manifestó al periodista que la entrevistaba en la frontera sur de este país que “se nos han cerrado todas las puertas, pero, seguiremos insistiendo (para ingresar a USA)…” En fundamento a esta política, para llevarla a buen recaudo, Donald Trump necesitará ayuda del Congreso –donde tiene mayoría de congresistas-, para que asigne más fondos económicos al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), y aumentar considerablemente la inversión en los centros de detención. Además, deberá librar ciertas luchas con la dictadura de Venezuela, para que ésta acepte en sus aeropuertos el aterrizaje de los aviones militares estadounidenses, atestados de inmigrantes venezolanos que irán de regreso. Este es uno de los graves y grandes retos para las intenciones e iniciativas del actual nuevo gobierno de los Estados Unidos. En todo caso, Karoline Leavitt sintetizó en su misma cuenta de X el significado de estas labores contra los indocumentados: “La mayor operación masiva de deportación está en marcha. Promesas hechas… promesas cumplidas.” Y los congresistas republicanos dieron luz verde a una ley para ampliar el encarcelamiento preventivo de extranjeros, sospechosos de delitos.

            En contraposición, alcaldes demócratas han amenazado con presentar batalla al gobierno de Trump en cuestiones de deportaciones de inmigrantes; ya que el Departamento de Justicia aseveró que llevará a juicio a los funcionarios que pongan obstáculos a las deportaciones. “Iremos a prisión, si hace falta”, han retado los demócratas a Trump. Para citar un caso que ilustra mejor lo anterior, el alcalde de Denver, Colorado, Mike Johnston, manifestó que no teme ir a la cárcel y aseguró que ocurrirá en los Estados Unidos, “en un momento dado, algo semejante a lo sucedido en la Plaza Tiananmen (en Beijing, China, cuando se alzaron miles de estudiantes chinos, exigiendo libertades democráticas, en 1989), si los funcionarios federales de inmigración intentan hacer lo que les ordenan, algo ilegal, inmoral y antiestadounidense.” En otras palabras, en los pocos Estados que Kamala Harris ganó en las pasadas elecciones nacionales, la oposición a las políticas de Trump será férrea, directa y sin contemplaciones de parte de los demócratas. Allí tendrá el nuevo presidente otra piedra a manera de escollo y que deberá apartar de su camino. 

            Finalmente y con respecto a Panamá, el presidente de esta nación centroamericana, José Raúl Mulino, ha contestado a las amenazas de Trump de arrebatarle el Canal interoceánico, de esta manera: “el Canal es y seguirá siendo de Panamá.” Y en la prensa de este mismo país se ha abierto un enconado y acalorado debate que gira en torno a la soberanía de esa vía marítima. En principio, porque las palabras amenazantes de Trump han calado hondamente en las mentes y espíritus panameños, cuando dijo: “China está operando el Canal de Panamá, pero no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá y lo vamos a recuperar.” Explicó que los administradores cobran tarifas “exorbitantes” a los buques de los Estados Unidos que lo atraviesan y demasiado “blandas” o insignificantes a los chinos y otros países. Añadió que tomará el control de la infraestructura, ya sea con las armas o con medidas económicas.

            “Se gastó más dinero que nunca antes en este proyecto y se perdieron 38,000 vidas (de trabajadores estadounidenses), durante la construcción. Se nos ha tratado muy mal con este tonto regalo que nunca debió hacerse (en 1977, por parte de Jimmy Carter al entonces dictador de Panamá, Omar Torrijos), y se ha roto la promesa que Panamá nos hizo. El propósito de nuestro trato y el espíritu de nuestro tratado han sido totalmente violados. A los barcos estadounidenses se les está cobrando gravemente de más y no se les está tratando justamente de ninguna manera y eso incluye a la Marina de los Estados Unidos.” Aseguró Donald Trump. Sin embargo, acerca de las supuestas muertes de trabajadores en el momento de levantar las obras del Canal de Panamá, los conocedores de la historia aseguran que esa es una mentira y una exageración más de parte del presidente de USA. Es cuando el mandatario panameño volvió a responder al norteamericano en relación con este tenso asunto: “Debo rechazar de manera integral las palabras esbozadas por el presidente Donald Trump, relativas a Panamá y su Canal, que es y seguirá siendo de Panamá y su administración seguirá estando bajo control panameño con respeto a su neutralidad permanente. No hay presencia de ninguna nación del mundo que interfiera con nuestra administración. El Canal no fue una concesión de nadie, sino el resultado de luchas generacionales a lo largo de casi un siglo. Por 25 años, de manera ininterrumpida, lo hemos administrado y expandido con responsabilidad para servirle al mundo y su comercio, incluyendo a los Estados Unidos.” Respondió un visiblemente molesto presidente panameño, antes de asistir al Foro Económico Mundial de Davos.

            Así van las cosas, los hechos, en la administración Trump, en su regreso a la Casa Blanca. Mucho material para la prensa internacional y estadounidense también y hay que tomar en consideración que apenas comienza su gobierno; por lo tanto… hay que estar atentos a lo que sigue, porque, quiérase o no, este presidente de los Estados Unidos es noticioso desde todo ángulo en que se le vea y esto último es irrefutable. Por lo pronto, la tensión alrededor del mundo puede palparse, debido a las palabras, amenazas y actitudes de este individuo que ha subido al poder de la mayor potencia mundial de la actualidad.


Parlamento de Corea del Sur Destituye al Presidente del País, en Medio de la Peor Crisis Política de los Últimos Años

 

SEUL-En apariencia, la grave crisis que causó el depuesto presidente surcoreano, tiende a desaparecer y normalizar las cosas en esta nación del sur-este asiático. Sólo el paso de los días dirá cómo se perfilarán y reacomodarán los hechos y el rumbo que tomará el país de cara al futuro.

            Se llama Yoon Suk-yeol y un error suyo, bastante grave, puso la atención del mundo entero en este pequeño Estado que comparte la península de Corea con su hermano –aunque de confesión comunista-, Corea del Norte. Ese yerro consistió en decretar la Ley Marcial, que, según sus palabras, era para “proteger la democracia liberal de la dictadura parlamentaria de la oposición.” Es decir, con mayor claridad, lo que quiso expresar se fundamenta en que los opositores en el Parlamento querían gobernar al país mediante un gobierno dictatorial y enfatizó por esa razón: “Lucharé hasta el último minuto en defensa de la Ley (Marcial) y no estoy obsesionado con terminar mi mandato y encaro con confianza los intentos que tienen para destituirme (como presidente del país).” Así, de acuerdo a una intervención suya en la televisión nacional surcoreana.

 

Tropas en las calles de la Capital

 

            En la realidad, nadie en la oposición o desde otra posición, intentaba imponer una dictadura en Corea del Sur y la reacción del ahora expresidente pareció más un delirio paranoico, un sentimiento de persecución, que un hecho realista; pero lo cierto es que ese “delirio” momentáneo le costó su puesto al frente del gobierno de Corea del Sur. Envió a los soldados a las calles y ello provocó el enojo de los ciudadanos comunes, quienes, sin pensarlo mucho, se enfrentaron a los tanques de guerra y a los efectivos militares, interponiéndose entre ellos, sus armas y la entrada al Parlamento, donde, supuestamente y en la imaginación del presidente, se estaba fraguando un golpe de Estado y el principio del sistema dictatorial.

            Las imágenes difundidas por la prensa internacional, mostraron a una Capital, Seúl, poblada por contingentes del ejército, mientras las personas “de a pie”, les hacían frente valientemente. Pero en su aparición en la TV surcoreana, Yoon Suk-yeol trató de borrar lo que se acababa de vivir en las principales vías capitalinas: “Solamente se movilizaron escasas tropas y sólo cuerpos de élite para prevenir accidentes. Se está fabricando un delito de insurrección contra mí y diseminando mucha información falsa que, aun así, no evitará (a esos enemigos míos), encarar responsabilidades legales y políticas.”

            Fue el 3 de diciembre pasado cuando el ex mandatario decretó la Ley Marcial que causó la indignación del pueblo al completo; es decir, nadie, en Corea del Sur, estuvo de acuerdo con esa manifestación de fuerza militar que intentó ingresar al Parlamento, supuestamente para detener a los supuestos golpistas que deseaban implantar la dictadura en esta nación asiática. Después del decreto de la susodicha ley, Yoon apareció en la televisión Estatal, dirigiéndose a los ciudadanos, en dos oportunidades. Fue cuando hizo un discurso de unos 10 minutos de duración, acompañando sus palabras con inusual energía y con ademanes y retórica desafiante. Explicó que “decretar la Ley Marcial corresponde a un juicio político por parte del presidente y mi resolución (al enviar los soldados a las calles), fue enormemente calibrada y supuso ser una decisión constitucional y un acto de gobierno y nunca una declaración de guerra civil.” Así mismo, en la segunda aparición en la televisión, Yoon se disculpó por los inconvenientes que causó a la población, pero no por declarar el estado de excepción.

            Por esa determinación arbitraria que puso en alerta a toda la población del país, el ahora depuesto mandatario podría enfrentar en los tribunales ordinarios cadena perpetua o la pena de muerte. En todo caso, antes de ese hecho, ya se le estaba investigando profundamente, y después del decreto de Ley Marcial, cayó en el delito de insurrección que en Corea del Sur es severamente penado. “Si de verdad hubiera querido paralizar la Asamblea Nacional (el Parlamento), habría declarado la Ley Marcial el fin de semana.” Arguyó también en su defensa.

            Una vez depuesto por los diputados, tanto el  ex presidente como el exministro de Defensa, Kim Yong-hyun, se encuentran detenidos en una prisión Estatal. Este último intentó suicidarse pocos días después de que el plan de su jefe fracasara y tuvieran que regresar las tropas a sus cuarteles. A este personaje le dieron las órdenes de vaciar el Parlamento a la fuerza y con ello se pretendía que los diputados no pudieran revocar, con sus votos, el estado de excepción decretado por el presidente. Al final, se desobedeció la orden presidencial gracias a la intervención valiente y decidida de los ciudadanos de Seúl y al hecho de que los soldados decidieron también replegarse y no seguir los requerimientos del mandatario, que consistían en paralizar al Parlamento y detener a sus ocupantes o  diputados.

            Toda esa tensión, esa coyuntura político-militar, sólo sirvió para tomar las decisiones correctivas que fungieron en contra del gobernante y fue desde el seno del Parlamento donde se determinó que Yoon Suk-yeol, empecinado en no dimitir, había que alejarlo del poder, así de cualquier modo, mediante los votos de los parlamentarios.

 

La destitución inevitable

 

            Después del decreto de Ley Marcial que llevó a los militares a las calles de la Capital, la posición del mandatario surcoreano pareció cada día más endeble y proclive a caer de cualquier manera y en cualquier momento. De tal forma que, tanto los diputados compañeros suyos en el partido oficialista, llamado People, como los adversarios acantonados en los partidos contrarios, se unieron para votar en contra del presidente y su permanencia en el poder. Fue el punto final a una prolongada crisis desde que el pueblo encaró a los soldados que pretendían apresar a los parlamentarios, quienes, según Yoon, iban a dar un golpe de Estado e instaurar una dictadura. Un delirio en ningún modo realista.

            Fue así como el Parlamento surcoreano aprobó la destitución del presidente Yoon Suk-yeol, cuando los 300 diputados que componen esta cámara, ejercieron su derecho al voto y con un resultado de 204 votos a favor de la moción presentada por la oposición para destituirlo, 85 en contra, tres abstenciones y 8 papeletas nulas, finalmente se determinó el alejamiento definitivo del poder de este personaje, quien protagonizó una “historieta” gris en la realidad de Corea del Sur. Hay que enfatizar en este punto específico que los partidos de la oposición tienen a su haber 192 escaños en la Asamblea Nacional y por ese motivo, sumando los votos de los oficialistas, alcanzaron los dos tercios que fueron necesarios para destituir al mandatario.

            ¿Qué es lo que corresponde a partir del momento cuando el mandatario fue removido de su cargo? El primer ministro, Han Duck-soo, asumirá de manera interina la presidencia del país, de acuerdo a lo que ordena la Constitución, y se mantendrá en ese puesto hasta que el Tribunal Constitucional declare oficialmente destituido a Yonn Suk-yeol, y para ello tiene un lapso de tiempo a favor en los seis meses siguientes. Una vez que haga esa declaración, podrá convocar elecciones nacionales anticipadas y conoceremos el nombre del próximo presidente de la nación.

            Desde el punto de vista histórico, Yoon fue el segundo mandatario conservador consecutivo, destituido en Corea del Sur, después de que la también conservadora Park Geun-hye, fue alejada de su cargo en el 2017. Ciertamente, “el pecado” del gobernante destituido fue haber sacado de su “modorra” a la población, al manifestar que “fuerzas anti-estatales” tenían que ser erradicadas por los soldados y, de paso, “vencer a los políticos opositores que eran obstruccionistas” con su gobierno. Pero, cuando los soldados comenzaron a poblar las principales calles y avenidas aledañas al Parlamento, en Seúl, las gentes comenzaron también a congregarse en torno a los militares para prohibirles actuar a sus anchas y detener las acciones con las cuales se pretendía ingresar a la Cámara de los Diputados para aprehender a “los enemigos del gobierno.”

            En opinión de los politólogos y los analistas de esta situación, la democracia surcoreana se puso a prueba en esta coyuntura y resultó bien librada, demostró su resistencia a la Ley Marcial decretada o impuesta por el ex mandatario. Para la profesora Hyobin Lee, quien imparte Política y Ética en la Universidad Nacional Chungnam, “los acontecimientos reavivaron la determinación de proteger la democracia por la que tantos surcoreanos murieron en el pasado. La democracia ha prevalecido, aunque por poco…” Describe que “ver soldados armados fue aterrador. No podía creer que tales acontecimientos fueran posibles en 2024. Los momentos más impactantes fueron cuando soldados armados rompieron las ventanas para entrar a la Asamblea Nacional y helicópteros descendieron sobre el recinto. Este gobierno, que castiga sin piedad a quienes se le oponen, es verdaderamente aterrador. Como miembro del profesorado universitario, he participado en recientes debates sobre la situación en los campus. Me di cuenta de que, bajo la Ley Marcial, yo también podría ser encarcelada.” Recordó también que, durante la dictadura militar de Park Chung-hee, en la década de los 60s, “innumerables personas fueron torturadas y asesinadas. En mayo de 1980, la dictadura de Chun Doo-hwan masacró a más de 200 civiles cuando el ejército fue enviado a la ciudad de Gwangju para sofocar las protestas. Estas muertes me vinieron a la mente cuando vi lo que estaba ocurriendo. No podía quedarme de brazos cruzados viendo cómo la democracia surcoreana perecía de esta manera… La gente que me rodeaba también sentía lo mismo.”

            Todo lo anterior intrínsecamente en la realidad de Corea del Sur; pero extrínsecamente, lo que piensan los gobiernos enemigos, ¿De qué manera se decanta? Ciertamente lo sucedido en esta nación del sur-este asiático va más allá de sus fronteras y es muy probable que los dirigentes de Rusia, China y, sobre todo, de Corea del Norte, se sientan complacidos por esos desórdenes; incluso, la cooperación con Japón y los Estados Unidos puede tambalearse y esto último es lo realmente preocupante, ya que estas tres naciones conforman una especie de “escudo” que contrarresta las amenazas nucleares provenidas de Pyonyang. Es decir, las decisiones erráticas y personales de los políticos surcoreanos, no deben, en modo alguno, poner en entredicho la seguridad de todo el país, frente a las amenazas externas. En todo caso, lo que se espera en las fechas próximas, es un regreso a la calma, a la tranquilidad y al equilibrio en el modus vivendi de los surcoreanos. Así, estaría enviando un mensaje a sus socios comerciales y aliados militares, de que todo ha vuelto a la normalidad y lo que es más importante… pueden contar con Corea del Sur en su papel de aliado confiable y eficaz.

            En cuanto al presidente depuesto, era una real necedad que se mantuviera en el poder, “sostenido con alfileres” y asido a un capricho propio, cuando los niveles de apoyo de los ciudadanos estaban por el suelo, muy abajo, y lo que exigían era la destitución de este individuo. Era prioritaria su destitución, recalcaban. Es cuando la profesora Hyobin  Lee pone final a este reportaje sobre Corea del Sur con estas afirmaciones: “(…) Aunque fue una suerte que se cancelara rápidamente la declaración de la Ley Marcial, no podía creer que el presidente fuera un desquiciado así. Con el pueblo dándole la espalda, era muy difícil que pudiera gobernar. Me siento orgullosa de que la democracia surcoreana haya resistido las pruebas a las que se ha visto sometida. La democracia surcoreana se ha afianzado profundamente y los acontecimientos de esta semana, confirman que es muy improbable un retorno al autoritarismo. Esta constatación ofrece un gran consuelo durante la crisis actual.”

            ¿Punto final? El tiempo lo dirá…


Nicaragua Bajo el Control Absoluto de la

Familia Ortega-Murillo

 

MANAGUA-Cuando el pueblo de Nicaragua se levantó airado, violento y en forma de revolución en 1978/79, contra la dinastía de la familia Somoza, nunca imaginó que, con el paso del tiempo, iba a caer en una dictadura peor que aquella que estaba combatiendo, donde iba a faltar, además de las libertades fundamentales, el alimento, la medicina, las fuentes de trabajo digno, la educación y todo aquello que dignifica al ser humano, porque la nueva dictadura, esta vez de la familia Ortega-Murillo, iba a ser algo nunca visto en esta nación centroamericana, precisamente por su inhumanidad y represión general.

            Daniel Ortega, el dictador que en aquellos primeros años se declaró defensor de los intereses del pueblo, ahora ese mismo pueblo sólo tiene importancia para él en el tanto le sirva para sus propósitos y planes políticos. En el transcurso de los años fue deshaciéndose de antiguos camaradas de lucha, los fue expulsando del país, encarcelando y asesinando sistemáticamente, hasta quedar él solo en el centro del poder, de la dictadura en Nicaragua.

            Y mientras aquello sucedía, miles de nicaragüenses iban abandonando al país con destino a los Estados Unidos y España, quienes tenían dinero; y la gran mayoría hacia la vecina Costa Rica, donde se trabajan en las labores que a los costarricenses no les gusta desempeñar, principalmente en la construcción, agricultura, vigilancia de barrios y otros que son expresamente para personas poco o nada instruidas en escuelas y colegios. Hoy, se desconoce el número de esos inmigrantes en su totalidad, pero se sabe que cada día son más y más quienes cruzan la frontera sur de Nicaragua, en decidida huida de la dictadura de Ortega y su mujer, Rosario Murillo.

 

Ayer fueron los Somoza; hoy, los Ortega-Murillo

 

            El pasado, el presente y el destino de Nicaragua se resume en cuestión de dos dinastías, de dos familias que tuvieron y tienen el poder en sus manos: ayer fue la de los Somoza, hoy en el exilio; pero en estos momentos la predominante es la de Daniel Ortega y su mujer. Y para que no quedaran dudas en algunos de los analistas y observadores de lo que ocurre en esta nación, fue aprobado un paquete de leyes, hace pocos días, que incluyó una reforma profunda a la Constitución de este país, que tenía como único objetivo legalizar el poder absoluto del dictador Daniel Ortega, Rosario Murillo y sus descendientes.

            En el parlamento nicaragüense, cuya mayoría pertenece al partido gobernante, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), a su vez dominado completamente por Ortega, se aprobó en una sola sesión y sin ningún debate, el paquete de reformas a la Constitución o Carta Magna, que consolidan el poder de Ortega y su esposa, quien pasará de ser vicepresidenta a “copresidenta”, en una figura política extraña en América Latina, como si se tratara de un animal bicéfalo (con dos cabezas), quienes gobernarán sin límite alguno sobre medios de comunicación y las fuerzas de seguridad, el ejército y la policía.

            Dichas reformas lo que harán será el sometimiento de los demás poderes del Estado al Poder Ejecutivo, cuya cabeza son los dos dictadores, sin que haya “escapatoria” alguna para los jueces, fiscales o parlamentarios. Según algunos diputados sandinistas, lo que se ha hecho ha sido únicamente “modernizar la Constitución,” además de las otras 12 ocasiones en las que ha sido cambiada, desde 1987, siempre acomodándola a los caprichos y necesidades de la dictadura.

            El paquete de reformas fue enviado con carácter de urgencia por parte de Ortega, quien dijo que se trataba solamente de una reforma “parcial” a la Constitución; pero lo cierto es que se trató de una reforma casi total, porque de 198 artículos se cambiaron 148 y se eliminaron 37, alterando de esa manera casi las tres cuartas partes de la Ley Fundamental y borrando, en muchos casos, preceptos de fondo. Según han explicado los analistas de la política y la realidad de Nicaragua.

            Con los nuevos cambios constitucionales, la supresión de los partidos políticos distintos al que encabeza Ortega, de la libertad de expresión (incluida la periodística), de organización, adquiere un estatus diferente; es decir, toda esa represión queda “legalizada” y lo que antes se hacía de espaldas a las leyes y desde el seno del gobierno, ahora se hará con el aval de la Constitución del país. En opinión de Dora María Téllez, la exguerrillera sandinista que fue compañera de Daniel Ortega cuando se opusieron a Anastasio Somoza, y que ahora vive exiliada en los Estados Unidos, “las reformas vienen a convertir en ley el poder absoluto que se adjudicaron Ortega y Murillo, a legalizar todo un sistema represivo fortalecido desde 2018, cuando, tras las protestas sociales, el gobierno desató una feroz persecución contra los opositores, estudiantes, religiosos y periodistas.” Pero, en su opinión, uno de los cambios más importantes fue la creación de un “copresidente y una copresidenta”, la figura “bicéfala”, que fue ideada para resolver el problema de la sucesión presidencial, cuando Daniel Ortega tenga que hacerse a un lado por enfermedad o vejez.

            De tal modo, Rosario Murillo, quien de todas maneras ya tenía un poder extraordinario, quedará con el gobierno en sus manos, cuando ya su marido no quiera o no se sienta en condiciones de seguir gobernando, sin tener que someterse al escrutinio o a una elección por parte del pueblo. La reforma constitucional también permite que la copresidenta nombre a los vicepresidentes de la República y ello les despeja el camino a los hijos de ambos y los ubica en la línea de sucesión y lo más importante: en forma constitucional, apegados a la ley… pero la ley que los Ortega crearon a su medida. En otras palabras, habrá familia Ortega-Murillo por mucho tiempo más, aunque eso les moleste a los nicaragüenses, quienes prefieren abandonar el país, antes que luchar nuevamente en una revolución armada o intentar otra clase de cambio de sistema político.

            Desde hace algunos años atrás, los ocho hijos de esta pareja han venido ejerciendo distintas funciones dentro del gobierno, pero Laureano Ortega es el que ha tenido mayor protagonismo, ya que es asesor presidencial para las inversiones y maneja las relaciones con Rusia y China; mientras su hermana, Camila Ortega, es dueña de una plataforma de modelaje, ya que se considera la “más bella” de la familia y ha vivido siempre obsesionada con su apariencia física más que con ninguna otra cosa. Es la preferida de su madre, Rosario Murillo; mientras que la mayor de las hermanas es hija de una primera relación de Rosario con un periodista nicaragüense antes de entenderse con Daniel Ortega. Ella se llama Zoilamérica Narváez Murillo y tuvo que huir hacia Costa Rica en el 2013, cuando denunció a Daniel, su padrastro, por abuso y violación sexual reiterada. Su madre no quiso creerle y prefirió que se alejara definitivamente de Nicaragua, entre otras razones para no entorpecer los planes políticos del núcleo familiar.

 

Opinan los nicaragüenses en el destierro

 

            El plan a mediano plazo, ya que las edades de ambos dictadores, Daniel Ortega y su mujer Rosario Murillo, contempla que sea Laureano, a la postre quien ha adquirido más experiencia que los demás hermanos en el manejo del poder, quien los sustituya una vez que las edades de ambos y las enfermedades les obliguen a la retirada ineludible. Después de Laureano le seguirá Juan Carlos, que es el siguiente hijo en la sucesión del poder. Según se evidencia, desde hace mucho tiempo, posiblemente desde la caída de Anastasio Somoza, Daniel Ortega consideró que Nicaragua le pertenecía y así lo ha asumido: es un país de su propiedad con todo lo que lleva adentro… familias enteras, historia, presente, futuro, empresas, cultivos, recursos naturales, paisajes, etcétera. Inaudito, pero así hay dictadores que lo sienten, como Fidel Castro, Evo Morales, Nicolás Maduro y su camarilla y la más reciente, Cristina Fernández Vda. de Kirchner en la Argentina, quien está sufriendo lejos del gobierno en el que amasó fortuna y actuó siempre con su prepotencia peculiar.

            En el caso de Nicaragua, la nueva Constitución aprobada por los serviles en el Congreso, siempre anuentes a todo lo que les exijan los dictadores, facilita la perpetuidad de esta familia que, sin duda alguna, durará todo el tiempo que se proponga porque no hay voluntad humana en toda América, para derrocarla. En lo que se refiere a Donald Trump, no le interesa inmiscuirse en una guerra en “el traspatio” de los Estados Unidos, cuando su prioridad es Rusia e Israel y obtener el Premio Nobel de la Paz para equipararse con Obama, su archirrival. Y, si los Estados Unidos toleran y se comportan indiferentes ante los dictadores latinoamericanos, éstos podrán perpetuarse todo el tiempo que deseen. Sino veamos los ejemplos de Stroessner en Paraguay; Fidel y Raúl Castro en Cuba, Omar Torrijos en Panamá y Maduro en Venezuela. Daniel Ortega y su horrenda mujer, pueden estar tranquilos, lo mismo que sus hijos, porque un levantamiento desde adentro, desde el interior de Nicaragua, ni pensarlo… el pueblo está completamente dominado y custodiado por las fuerzas gubernamentales y prefiere salir en diáspora hacia Costa Rica, antes que derramar su sangre por la patria y las libertades cercenadas desde 1979.

             En comparación con la dinastía de los Somoza, la actual dinastía de los Ortega-Murillo es más férrea, más represiva y criminal; incluso, la nueva Constitución permite que los miembros de ese “clan” permanezcan en el poder, una vez ocurridas las sucesiones, de cinco a seis años; es decir, los “copresidentes” podrán gobernar a sus anchas por ese período; y los 91 diputados del Congreso, todos oficialistas, permanecer en sus cargos por el mismo lapso. Una vez que se dieron a conocer las enmiendas a la Carta Magna, el Grupo de Expertos en Derechos Humanos de Naciones Unidas sobre Nicaragua (GHREN), emitió un comunicado en el que pone de manifiesto los peligros a los que se enfrentan los nicaragüenses, a partir del momento cuando los cambios entren a regir: “(serán) nefastas y trascendentales consecuencias del cambio constitucional para los derechos fundamentales del pueblo (…). La reforma otorga un poder ilimitado a Ortega y a Murillo, (Y) al aprobar las restricciones impuestas a los medios de comunicación, el gobierno sandinista, prácticamente ha erradicado el periodismo independiente y ahora elimina el precepto constitucional que prohibía censurar a los medios.” Dice el documento emitido.

            En respuesta y con todo el cinismo de su parte, diputados afines a Ortega han respondido a las críticas, que “el único que tiene el poder en Nicaragua es el pueblo y todo lo demás, es una forma estúpida de hacer oposición.” Lo cual significa que todo síntoma o rasgo de oposición en ese país, es “estúpida”, y como estúpida que es, no tiene sentido hacer oposición, según se desprenden de las anteriores afirmaciones. Porque la dictadura no contempla, no avala, no sopesa ni valora a los movimientos opositores, que son prerrogativa de las democracias, y en Nicaragua sólo los dictadores tienen derechos.

            Yader Morazán, exfuncionario judicial y exiliado, dijo a este medio de prensa que “la reforma es profunda y total, pues cambia la estructura y funcionamiento del Estado” (a favor de la familia Ortega-Murillo, por supuesto).” Después de la aprobación de la reforma, siguió un día posterior una ley que protegerá a los nicaragüenses afectados por sanciones extranjeras, lo cual significa que brindará ayuda a cientos de funcionarios del gobierno y familiares de Daniel Ortega, prioritariamente, lo mismo a los jefes de la policía y del ejército sancionados por los Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea (UE), cuyos gobiernos los han considerado autores de crímenes de lesa humanidad. Pero, al no poder derogar las sanciones externas o internacionales, la ley busca anular el alcance que pudieren tener dentro de Nicaragua, obligando a los Bancos locales y otras Instituciones, a desconocer dichas sanciones; y para quienes no acaten la nueva ley, se procederá con multas, cierres temporales o definitivos y cárcel “por traición a la patria”, un delito que será penado con 8 años de prisión y posiblemente más.

            En opinión de otro exiliado, esta vez del economista Enrique Sáenz, “a esta ley deberíamos llamarla por lo que significa: ley de impunidad de la mafia en el poder; es decir, el círculo más cercano a Ortega y Murillo que busca evadirlas (las sanciones internacionales) a toda costa. Lo grave es que la ley pone a los banqueros entre la espada y la pared: si la cumplen, se arriesgan a caer bajo la órbita de las sanciones o que se cancelen líneas de crédito bancarias o corresponsalías; si no cumplen, se arriesgan a ser castigados por la dictadura bicéfala en una espiral de consecuencias impredecibles.” Puntualizó.

            Y para acabar “de arreglarla” el parlamento aprobará próximamente una reforma a la Ley de Migración, que prohibirá, entre otras cosas, el ingreso al país de nicaragüenses y extranjeros “que puedan menoscabar la soberanía nacional o representen un riesgo social.” Impondrá penas de 2 a 6 años de prisión a quien salga o ingrese a Nicaragua de forma irregular, “con fines de menoscabar la integridad, la independencia, la soberanía y la autodeterminación de la nación, comprometer la paz, alterar el orden constitucional, fomentar o provocar, conspirar o proponer, o inducir a actos terroristas de desestabilización económica y social del país.” Reza el texto que enmarca el espíritu de dicha ley que atenta contra las libertades de aquellos que se han ido del país y de aquellos que deseen ingresar.

            Hasta el momento, lo que se ha estado haciendo en esta nación, ha sido suspender la nacionalidad a cientos de nicaragüenses que han criticado o se han enfrentado en distintas formas a la dictadura y, por supuesto, no pueden regresar a Nicaragua. Al verse erradicados de la nacionalidad, han quedado en una suerte de “limbo migratorio”, con el calificativo de apátridas (sin país natal), y, en su defecto, no pueden renovar sus pasaportes y sus nombres son eliminados para siempre del registro civil de su nación de origen. Una situación pocas veces vista en los anales de la historia de la humanidad, pero en Nicaragua es una realidad, mientras los organismos internacionales y los gobiernos democráticos de las superpotencias, apenas ven “de reojo,” sin darle mucha importancia.

            En un intento de síntesis, lo que el gobierno dictatorial de Ortega y su mujer acaban de hacer, es “blindarse” ellos y sus hijos, para que sea cada vez mayor el esfuerzo de aquellos que intenten bajarlos del poder. Es decir, desde el punto de vista de las leyes recién aprobadas en el Congreso, ambos dictadores aparecen más sólidos, invulnerables y con mayor poder. Solamente mediante una asonada, un golpe de Estado, que tendría que venir desde el seno del ejército, los tiraría del gobierno y por lo pronto… eso ni se discute en Nicaragua.


Donald Trump Nuevamente a la Casa Blanca. Gana de Manera Contundente las Elecciones de los Estados Unidos

 

USA-El tema aquí no es que haya ganado solamente las elecciones norteamericanas, sino la forma como lo hizo: dejando “en la cuneta” y en estado de “shock” a una mujer que millones de observadores y analistas considerábamos una excelente contrincante política, ante el magnate neoyorkino.

            Si usamos los sustantivos “victoria”, “triunfo” o “repunte electoral”, serán imprecisos desde todo punto de vista, porque eso no fue exactamente lo que Donald Trump y su grupo de apoyo han alcanzado en los Estados Unidos, porque fue una auténtica debacle, un tsunami inesperado y mortal para los demócratas, quienes estaban confiados en un apretado triunfo en las urnas, una confianza alimentada día a día por los mentirosos, falsos y estafadores dueños de las encuestadores, quienes suelen llenarse los bolsillos con millones de dólares a lo largo de las campañas, dando estadísticas, números, cálculos y demás subterfugios que no tienen nada que ver con la realidad. Ellos aseguraron que, hasta la última hora, antes del cierre de los centros de votación, Kamala Harris empataba aritméticamente con Trump, y con ese falso optimismo nos fuimos todos a observar los resultados que fueron diametralmente opuestos.

            Fue entonces cuando vimos el mapa de los Estados Unidos, facilitado por el Tribunal Electoral estadounidense, totalmente manchado de rojo… rojo republicano, mientras los demócratas lograban pírricas victorias en Estados pequeños y sin ninguna consecuencia númerico/electoral. Y conforme pasaban las horas, los minutos, los segundos, el golpe traumático a la buena Kamala iba tomando gigantescas dimensiones, hasta dejarla sin aliento, sin palabras y al borde del desquiciamiento. Fue tan duro el “mazazo” electoral, que la ex candidata y vicepresidenta del país, reaccionó hasta dos días después, producto del impacto, para aceptar su derrota y llamar por teléfono a Trump y manifestarle su felicitación. Esta derrota ha sido peor que la infringida a Hillary Clinton y tendrá consecuencias demoledores en el futuro en el Partido Demócrata.

            “El terror” para Kamala Harris, todavía rebosante de esperanza y optimismo, comenzó cuando la noche apenas despuntaba y se podía ver en el enorme mapa del país, la forma como los republicanos iban arrasando paulatinamente. A temprana hora, decíamos, Donald Trump ya iba ganando en cuatro de los siete Estados definitorios de la victoria electoral en esta nación que tiene el sistema electoral más extraño de cuantos puedan existir a nivel global. Es decir, arrasaba en Carolina del Norte, Georgia, Pensilvania y Wisconsin y lideraba los resultados en Arizona, Míchigan y Nevada. La Sra. Harris comenzaba a notar que algo iba mal con su nominación en estos comicios.

 

Estado por Estado favorecía al magnate

 

            Desglosando a cada uno de estos territorios, estos son los votos electorales que deparan y que otorgan el resultado final de las elecciones: Arizona concede 11 votos electorales; Carolina del Norte, 16 votos; Georgia 16; Míchigan 15 votos electorales; Nevada 6; Pensilvania 19; y Wisconsin concede 10 votos electorales, un Estado que fue clave para la victoria de Trump en el 2016. En esta oportunidad también lo ganó inobjetablemente.

            La situación empeoró para la candidata de los demócratas, porque perdió también en el voto popular; es decir, los estadounidenses prefirieron decantarse por Donald Trump de manera masiva y ello quedó registrado en el conteo individual de los sufragios. En aquellas elecciones en las que el republicano se enfrentó a Hillary Clinton, ciertamente la demócrata ganó por varios millones de votantes a su favor, pero perdió en algunos Estados clave que conceden el famoso “voto electoral.” En otras palabras, aritméticamente Trump perdió las elecciones contra Mrs. Clinton, por el número de votantes que favorecieron a la ex Secretaria de Estado de Obama; pero ganó el republicano gracias a este singular sistema electoral que predomina en los Estados Unidos.

            Pero en esta ocasión, la señora Harris no logró siquiera hacer “un simple rasguño” en su oponente, porque lo perdió todo y en todos los aspectos. Incluso, su derrota fue tan traumática que ahondó en las posibles deficiencias del Partido Demócrata y ha hecho a sus dirigentes volver sus miradas hacia el interior de este movimiento para analizarlo y detectar dónde estuvieron los enormes fallos.

            Otra situación que causó contrariedad, porque se basó en la mentira, en el peor de los engaños, fue la que propiciaron los dueños de las agencias de encuestas, esa horrenda fauna que aparece en todas las elecciones democráticas alrededor del mundo y cuyos gerentes y propulsores se enriquecen con los millones de dólares que les pagan los medios de prensa, los partidos políticos y por supuesto, los candidatos. Y a pesar de que los equívocos, los yerros constantes y el desacierto final se presentan, debido a sus pésimas predicciones, les siguen contratando. En este caso específico, en las elecciones de los Estados Unidos, los encuestadores aseguraron una y otra vez que los dos candidatos iban a llegar a la noche del conteo de los votos, aritméticamente empatados, y que iba a ser un final reñido, que, quizás, el resultado concluyente de las elecciones, para conocer al vencedor, se iba a dar una semana después o unos cuantos días posteriores. ¡Todo era falso! Vendieron una realidad que no fue virtual siquiera y Kamala Harris y su grupo les creyeron y lo que fue peor… cifraron su optimismo triunfalista en esas predicciones “sacadas de la manga” de un prestidigitador o de mentirosos consumados. Aptos para ser querellados en las Cortes de Justicia por los demócratas que fueron burlados miserablemente.

            Con base en esas estadísticas numéricas, Cedric Richmond, co-presidente de la campaña de Kamala Harris, luego de observar el mapa electoral de los Estados Unidos y la forma como se decantaban las cosas, caminó por el jardín central de la Universidad de Howard, en Washington, y dijo en voz alta a los correligionarios que también veían el apabullante triunfo del republicano: “Todavía tenemos votos por contar, todavía tenemos Estados en los que no ha sido declarado el vencedor. Seguiremos durante toda la noche para asegurar que cada voto sea escrutado, que cada voz se pronuncie, así que escucharán ustedes a la vicepresidenta hablar esta noche, sino mañana. Mañana estará aquí de nuevo, no sólo para dirigirse a la familia de Howard University y a quienes la apoyaron, sino para dirigirse a la nación (en calidad de triunfadora de los comicios). Así que… gracias. Creemos en ustedes. ¡Qué Dios los bendiga y los guarde! ¡Adelante Universidad de Howard y adelante Harris!” Era el corto discurso de un hombre que quería demostrar a los demás que sus esperanzas seguían intactas, pero que, en el fondo, veía una realidad contraria a sus anhelos: la derrota se cernía sobre los demócratas igual a una negra y densa sombra. Dicen quienes lo vieron, que caminó erguido por la pasarela que fue construida allí para que caminara en el día de la victoria la Sra. Harris, junto a su esposo de raza judía, Doug Emhoff, y fuera ovacionada no sólo por haber alcanzado la presidencia de la Unión Americana, sino por haber sido elegida la primera mujer en esta potencia mundial. Todo presumía que iba a ser una gran fiesta al día siguiente; pero nadie estaba para fiestas con sus caras largas, sus miradas al vacío y un silencio sepulcral que, a pesar de ser un silencio impuesto… “lo decía todo”: “hemos sido barridos, hemos sido aplastados por una gran aplanadora y nos han hecho regresar a la realidad anterior, cuando Donald Trump amenazaba con pulverizar al sedente y acabado Joe Biden, después de aquella fatídica comparecencia de ambos en el debate televisado.”

            Lo cierto es que, lejos de los encuestadores estafadores y mentirosos, quienes estaban allí, en la Universidad de Howard, fundada por negros cuando no se les permitía asistir a las Universidades de los blancos, en el Washington de 1908, y donde Kamala se graduó en 1986, fueron abandonando el recinto, cabizbajos y en medio de un silencio elocuente que sabía a derrota, la peor de las derrotas, porque se les había regalado la imagen de que ellos “iban a despedazar a Donald Trump,” el monigote de los insultos.

            La escena del 8 de noviembre del 2016 ahora se repetía, cuando John Podesta, entonces jefe de la campaña de Hillary Clinton, intentó renovar las esperanzas de los demócratas reunidos en torno suyo y que esperaban el triunfo de la ex Primera Dama. Fue cuando les dijo: “¡Gracias! Gracias por haber estado aquí toda la noche. Ha sido una noche larga y una campaña larga. Pero podemos esperar un poco más. ¿Verdad? Están contando los votos y cada voto debe contar. Hay varios Estados que todavía no tienen ganador, así que esta noche no vamos a decir nada. Escúchenme: todos deberíamos irnos a casa y dormir un poco… mañana tendremos más cosas que decir. También quiero decirles a ustedes y a todas las personas del país que apoyan a Hillary, que sus voces y su entusiasmo significan tanto para ella y para Tim (Caine, su candidato a la vicepresidencia), y para todos nosotros. ¡Estamos orgullosos de ustedes!” Al pasar los años, desde aquella fatídica fecha, la situación pareció repetirse con algunos matices pequeños que las diferenciaron, como el moderado optimismo de Podesta y el rostro sombrío de Richmond; también, el triunfo matemático de Clinton, ante la derrota en todos los campos y frentes, sufrida por Harris. Pero el ambiente con tintes fúnebres, era semejante y la desazón… la misma.

            Lo cierto es que Kamala Harris fue engañada por los encuestadores, reiteramos, igual a aquel niño a quien se le prometió un juguete y cuando su padre dio vuelta a la cerradura, al caer la noche y de regreso a casa, llegó con las manos vacías. Kamala fue tan ingenua, tan crédula, como lo seguirán siendo aquellos que pagarán una y otra vez a los encuestadores por sus engaños, falsedades y estafas.

            El panorama nuevo que se abrió ante los ojos de la Sra. Harris, le mostró que perdió ante los votantes de raza blanca, ante las minorías (latinos, negros y jóvenes), a las que no supo llegarle con un mensaje convincente y más o menos profundo: los mismos negros “no le compraron” la imagen de hija de un jamaiquino negro y de una hindú de tez oscura también. Los trabajadores también le negaron sus votos y las mujeres en quienes se esperaba fueran solidarias con la primera mujer que deseaba llegar a la presidencia del país, simplemente se decantaron por Donald Trump. Kamala Harris no solo había perdido el voto electoral, sino también el voto general o popular, ese que convierte a tantos candidatos en presidentes en otras democracias en el mundo actual.

            Pocos días después de estas elecciones que no fueron todo lo reñidas que divulgaban los encuestadores, sino que fue un triunfo demoledor de Trump, las preguntas que todavía debe hacerse Kamala Harris en su inteligente cabeza son: “¿Por qué perdí las elecciones si recaudé más dinero que Trump; no insulté a nadie, tampoco amenacé con fusilar a nadie, ni con meter a la cárcel a nadie, ni con suspender la Constitución del país o ser ‘dictador por un día’ como Trump? ¿Por qué perdí ante un populista quien, además, ha sido condenado por 34 delitos penales más un caso civil de abusos sexuales?” Tiene, de aquí en adelante, todo el tiempo a favor para encontrar las respuestas y con ella, el resto de los demócratas, si quieren cambiar en algo su manera de hacer la política en los Estados Unidos.

 

Un futuro más sombrío que luminoso. Eso es Donald Trump

 

            Aquel magnate inmobiliario que fue presidente anteriormente al derrotar a la Sra. Clinton, nos ofreció desde la Casa Blanca, a partir del viernes 20 de enero del 2017, estos rasgos únicos de su manera de ser, pensar y actuar: se convirtió en amigo del dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un; estrechó lazos inauditos con el otro dictador, pero esta vez de Rusia, Vladímir Putin, quien, se dice, le ayudó al triunfo por la presidencia de los Estados Unidos, al influir por medio de “trolls” organizados desde el Kremlin; trató de rebajar la imagen de la ex canciller alemana, Angela Merkel, y se peleó con la Alianza Atlántica u OTAN, a la que negó la ayuda y protección de los Estados Unidos; permitió el regreso de los talibanes al poder en Afganistán, país que perdió su democracia debido a un acuerdo firmado por el entonces Secretario de Estado de Trump, Mike Pompeo, quien podría estar nuevamente en su Gabinete, luego de esta victoria electoral; se olvidó de América Latina y no viajó ni un instante a este subcontinente que para Trump no representó absolutamente nada en su política exterior en aquellos instantes; fortaleció las relaciones militares e ideológicas con Israel –nación a la que sí viajó entusiasmado-, y cambió la embajada de USA, que estaba en la Capital judía, Tel Aviv, y la estableció en Jerusalén, en clara provocación al mundo musulmán. Determinó más sanciones económicas al régimen de Irán y le amenazó en más de una ocasión con bombardear sus pozos de petróleo y sus bases militares. También entró en una grotesca competencia comercial con China, país con el que sostuvo, durante esos cuatro años, una relación extremadamente tensa.

            Así mismo, su Gabinete fue una constante de cambios de personal, de asesores, a quienes despidió violentamente a la mayoría de ellos y salieron, además de humillados, profundamente resentidos y la gran mayoría escribió libros en los que narraron sus traumáticas experiencias al lado de Donald Trump. La inestabilidad en ese grupo de funcionarios no dejó de asombrar a aquellos que seguían puntillosamente el transitar del des-gobierno de Trump.

            ¿Visto lo anterior, qué se espera de este otro mandato que comenzará prontamente en los Estados Unidos?

            Hay que partir de algunas razones por las cuales el estadounidense votó masivamente por Trump. Primeramente, su discurso anti-inmigración ilegal, contra esa enorme y creciente cantidad de extranjeros apostados en la frontera entre México y los Estados Unidos, caló profundamente en los votantes, quienes, paralelamente, criticaron la política casi inexistente de Biden con respecto a esos ilegales. Se adujo que, durante el anterior gobierno de Trump, la frontera aparecía segura, lo mismo que el resto del país. Y Kamala Harris no tuvo respuesta ante ese “estribillo” que el republicano repitió incansablemente y en cada mitin.

            En segundo término, aquellos que estaban frustrados con la política tradicional y el sistema al que se apegaron fielmente los demócratas, aceptaron el mensaje de Trump por hacer las cosas siempre de manera distinta a lo tradicional, con un estilo propio, si es que a eso que hace el ganador de las elecciones recién acaecidas, se le puede llamar “estilo.”

            En tercer lugar, el discurso, aunque siempre defectuoso y falto de “aderezo” retórico, de Donald Trump, llegó profundamente al votante latino, que en los Estados Unidos compone al 12 por ciento del electorado. La mayoría de los hombres de ascendencia latina lo favorecieron con sus sufragios, algo que no había sucedido nunca, pues siempre se decantaron por los demócratas en comicios ya en la historia del país. 

            El cuarto aspecto tiene que ver con la dubitativa actitud de Joe Biden, apoyado por su esposa Jill, en el sentido de que deseaba continuar con la candidatura, a pesar de que su estado mental y de salud general era evidente y convincentemente precario, dejó de entusiasmar a miles de votantes. A esto hay que añadirle la entrada tardía de Kamala Harris a la campaña por la Casa Blanca y a la falta de una estrategia contundente que fortaleciera la nominación de la Sra. Harris.

            Finalmente, el recuerdo de que con Donald Trump, cuando era presidente, la economía estaba en niveles más que aceptables, con una inflación baja, la subida de aranceles a las exportaciones provenidas del régimen de China y las inversiones extranjeras en una etapa de gran positivismo, hizo que millones de estadounidenses se decantaran por el mensaje y la esperanza de un futuro promisorio en el aspecto financiero. Y ese fue el mensaje que Trump explotó, a pesar, repetimos, de su discurso maltrecho, disonante y escaso de brillo.

            En esta generalidad que hemos citado acerca del éxito electoral del republicano, se le perdonó, por parte del votante, su difícil personalidad que roza lo vulgar, lo rayano, lo abrasiva que es y el hecho de que siempre le ha costado formar equipo, pues muy pocos coinciden con esa manera grosera y agresiva de ser. Y un detalle que se debe destacar fue que las casas de apuestas de los Estados Unidos, siempre afirmaron que iba a ser un triunfo arrollador de parte de Trump, en clara contraposición con las encuestadoras que suelen confundir lo que “ellas desean, con la realidad” y lo que deseaban era el triunfo de Harris, cuando la realidad iba por otro camino; es decir, el fracaso de la candidata demócrata.

            A muchísimas personas les gustó el lenguaje y las actitudes desenfadadas y descarnadas de Donald Trump, versus el tradicionalismo, la formalidad, “ese sentirse siempre una dama” de Kamala Harris, que obedece a una forma de hacer la política que ya cansa, que no entusiasma y no despierta las emociones que sí despierta el republicano, quien, para colmo de males, suele revertir lo malo que le pasa, como los juicios perdidos o el intento de asesinato, a su favor, positivamente, y ello le confiere “más puntos” a su imagen personal, a su personalidad difícil de pasar indiferente u olvidar por parte del gran público.

            Retornando a lo que el mundo, la humanidad, espera de un segundo gobierno de este sujeto que acaba de ganar, de manera apabullante, las elecciones estadounidenses, presenta más oscuridad que luz, si lo definimos de esa manera. Podrá gobernar –y hay que hacer hincapié en ello-, prácticamente sin obstáculos, ya que el electorado le ha puesto en la sobremesa la mayoría en el Congreso, desde donde podrá hacer cambios sustanciales en el aparato de justicia del país; es decir, colocar jueces y fiscales “a su medida”, quienes, con toda seguridad, terminarán exonerándolo de todo pecado, culpa y desafuero. También controla al Senado, y podrá dominar, por ello, a las dos Cámaras.

Tal ha sido la magnitud de su triunfo arrollador, que superó los 270 votos exigidos por el Colegio Electoral, hasta alcanzar la alucinante cifra de 312 votos electorales, por 226 de la Sra. Harris. Una "paliza” sin precedentes en la historia de esta nación. Además, es el primer candidato que logra, en dos oportunidades distintas, la Casa Blanca: la primera, tras derrotar a Hillary Clinton; luego perdió la reelección presidencial con Joe Biden, pero no dejó que su ambición decayera y regresó a “la arena” política y venció hace pocos días a Kamala Harris de manera inobjetable, arrolladora y dejando al resto del mundo con las quijadas desencajadas por la sorpresa que ha conferido.

            Lo que esperan quienes se agolpan en la frontera sur de este país, y aquellos que han podido superar al desierto de Arizona y hacerse un campo, aunque ilegalmente, en la realidad laboral de los Estados Unidos, es que les agarre “la migra”, los encarcele y los deporte a sus naciones de origen. Eso es lo que ha dicho incansablemente este candidato ganador de las elecciones. No hay reversa, no hay “vuelta de hoja” en este “libreto” que maneja Trump. Incluso, antes de conocer el resultado electoral, el nuevo mandatario amenazó a la presidenta de México con subirle los aranceles a las exportaciones mexicanas, si no controla a los inmigrantes en su paso por ese país vecino. “Vamos a arreglar todo. Tenemos un país que necesita ayuda con urgencia”, dijo en un tracto de su discurso cuando se enteró de que había resultado ganador de las elecciones.

            Por su parte, los europeos son los más preocupados, lo mismo que los iraníes (un caso que desarrollaremos luego). Los primeros porque Trump prometió subir los aranceles a los productos que provengan de Europa (lo mismo a los canadienses); y en materia de Defensa, manifestó que, en los primeros días de su administración, “voy a parar la guerra entre Ucrania y Rusia”, un argumento que se presta para distintas interpretaciones e, incluso, burlas por su exagerado optimismo. En todo caso, Vladímir Putin, dictador ruso, dijo que estaría anuente a restablecer el diálogo con Washington, durante el gobierno Trump; y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, fue uno de los primeros en comunicarse con Trump, después de conocer su apabullante victoria en las elecciones; pero manifestó en Budapest, Hungría, en una de las tantas Cumbres europeas de mandatarios, que tratará de convencer al norteamericano de que una paz justa con Rusia sería loable para Ucrania; esto es… sin entregar un ápice del territorio conquistado por los rusos, en el Donbass. Sin embargo, los estrategas militares europeos creen que, una vez que Trump asuma el puesto en la Casa Blanca, este 20 de enero próximo, los ucranianos comenzarán a sentir la falta de material bélico (aviones, tanques, municiones, misiles, etc.), y tendrá que avocarse a una guerra proclive al poderío ruso, ahora arropado con la intervención directa de Corea del Norte. Y es que, desde la invasión rusa a Ucrania, en el 2022, Washington ha sido un firme aliado del segundo país, dándole millones de dólares en asistencia militar; pero Trump ha dicho reiteradamente que su intención es la de reducir esa ayuda y ha sugerido que la defensa de Ucrania tiene que ser responsabilidad casi exclusiva de Europa y no tanto del Pentágono. Según Bart Svewczyk, analista del German Marshall Fund, el nuevo mandatario de USA podría negociar la paz directamente con Rusia, ignorando al mismísimo gobierno ucraniano y a la UE, “lo que podría fracturar la unidad trasatlántica.” Expresó el experto.

            Si hemos de describir con un sustantivo la sensación que sienten los europeos, es “preocupación”, porque Donald Trump es todo lo contrario a la armonía en las relaciones, comprensión, trato igualitario en el comercio y espacio para fortalecer la defensa de la OTAN. El enfoque del republicano de que “América es primero”, según se sabe, es en detrimento de los bloques comerciales conformados por América Latina, Europa, Asia, Oceanía, África y Asia. Será un gran desafío en las relaciones Unión Europea (UE)/Estados Unidos. Por supuesto, los taiwaneses también están experimentando algo parecido, la desazón que les ha deparado el triunfo del republicano y el alejamiento del poder, por los próximos cuatro años, de los demócratas, amigos confiables de Taiwán ante los intentos de China, al tratar por la fuerza de apoderarse de la isla, que los comunistas consideran “la provincia rebelde.”

            Para concluir, siempre dentro del campo de las hipótesis, se considera que en la conversación que, ineludiblemente, sostendrán Trump y Putin, el primero ofrecerá al ruso, a cambio de la paz, quedarse con el Este de Ucrania y retrasar el ingreso de Ucrania a la OTAN, por 20 años. Así según artículo aparecido en el Wall Street Journal, diario que cita este comentario que iba de boca en boca entre los asesores del nuevo presidente de los Estados Unidos. Putin se frota las manos, complacido ante esas dos posibilidades. De acuerdo al mismo periódico, todavía no está claro quién o quiénes vigilarán la zona desmilitarizada de 1,300 kilómetros; pero otro asistente de Trump aclaró que Washington exigiría a sus socios europeos para que envíen sus tropas y lleven a cabo tal cometido de vigilar la zona.

            Por el momento, todo se mueve dentro del contexto de la especulación. Un panorama que irá cambiando a distintas velocidades, una vez que este individuo que genera tanta tensión en el mundo, ingrese a la Oficina Oval y se siente delante de su escritorio. ¿Habrá cambiado con los años? ¿Sabrá lo que significa la política, después de que llegó por vez primera a la Casa Blanca sin saber nada al respecto? ¿Habrá madurado a pesar de ser el presidente más viejo de esta nación? Por lo pronto, lo que vemos en Trump es la misma prepotencia, la misma vulgaridad al hablar y al hacer y el mismo analfabetismo tan incambiable como su permanente corbata roja.            


USA. Decisión Electoral

Llegó el Momento de Saber Quién será el Próximo Presidente de los Estados Unidos

 

TERRITORIO ESTADOUNIDENSE-A pocos días para que se produzca la fecha indicada, que será este 5 de noviembre, la tensión, el nerviosismo “se puede palpar en el aire” en toda la Unión Americana, desde la lejana Alaska, fronteriza con la Rusia siberiana, hasta los Estados que limitan con la América Latina que comienza con México. Todos los ciudadanos de la primera potencia mundial se mueven, respiran y piensan en elegir a su presidente, con vistas al cuatrienio siguiente. Sin embargo, desde hace semanas los votantes ya han estado sufragando, pues así lo permite el sistema electoral de esta nación, aunque no se podrán saber los resultados hasta el mismo día fijado.

            En estos instantes, lo que indican las encuestas es un virtual empate, matemáticamente hablando; es decir, si los comicios dependieran del número de votantes, ambos tendrían que hacer un esfuerzo adicional para superar a su adversario, porque las cifras no favorecen ni a uno ni a la otra. Pero en los Estados Unidos es el extraño sistema electoral, los colegios para tal fin y los Estados llamados “bisagra” o electores, los que deciden quién es el ganador. Y es tan extraño para las democracias que emplean el sistema simple de las mayorías aritméticas, que en las elecciones trasanteriores entre Trump y Hillary Clinton, esta última obtuvo más de 5 millones de votos más que su contrincante; pero los colegios electorales le dieron el triunfo al neoyorkino, para desgracia de Mrs. Clinton. Es por eso que nadie se aventura a anticipar quién será el triunfador en este 2024 y como si se tratara de una carrera de caballos, ambos van “nariz con nariz” cuando la meta se observa cercana, muy cercana…

 

Trump siempre fiel a su deleznable manera de ser

 

            No es un estilo. Jamás podría llamarse “estilo” a quien destila veneno por su boca y ofende a mujeres, latinos inmigrantes, puertorriqueños, afrodescendientes y a todo aquel a quien Donald Trump detesta, odia y discrimina. Y en esta campaña que está por finalizar, ha hecho “gala” de su repertorio de ataques verbales, que han henchido los espíritus de más odio en sus seguidores. Es un supremacista a todas luces. Y si no se dedicara a sus espurios negocios en los que ha defraudado al fisco estadounidense, podríamos decir perfectamente de él que es un líder del Ku-Klux-Klan, los racistas asesinos que nacieron y se mantienen vigentes en los Estados Unidos. Porque las actitudes y la verborrea de Donald Trump –que está muy lejos de parecer discursos-, apuntan contra todo aquel que no sea rubio, blanco y en esencia, anglosajón. 

            Un ejemplo de lo anterior, lo ha escenificado su ex jefe de Gabinete, John F. Kelley, quien se muestra y se siente preocupado por las amenazas proferidas por Trump, en el sentido de que usaría al ejército “contra el enemigo interno”, según ha dejado escuchar recientemente. Lo mismo que el jefe del Estado Mayor de la Defensa de los Estados Unidos, Kelley considera que es sumamente peligroso que Trump regrese a la Casa Blanca en condición de presidente, porque, entre otras cosas, lo define como “un fascista y un autoritario, que admira a dictadores”, de acuerdo a una descripción que ha hecho de su ex jefe Trump. A esas palabras descriptivas de la personalidad del republicano, se suman las de sus rivales electorales del Partido Demócrata en bloque, columnistas de los más importantes diarios del país y una constelación enorme de analistas alrededor del mundo, quienes, todos, al unísono, aseguran que “Trump es el mayor peligro para la democracia y el peor presidente de la historia de los Estados Unidos.” Sin embargo, la dicotomía, la paradoja, se presenta cuando la mitad de los electores, de los votantes de esta nación admirada por sus sólidos valores democráticos, le apoyan y estarían felices de verlo nuevamente ingresando a la Casa de Gobierno, en Washington D.C.

            A las personas mencionadas arriba, se suman las opiniones de gran parte de los líderes mundiales que lo han tratado alguna vez en el pasado reciente o sufrido en encuentros bilaterales o grandes Cumbres de mandatarios; pero las críticas más demoledoras provienen de aquellos que han trabajado a su lado y, de las 42 personas que estuvieron en su administración (caótica por demás), apenas la mitad lo apoya públicamente para repetir esa historia. En el caso de los militares que más cerca estuvieron, así como los expertos en seguridad nacional, consideran que Donald Trump es un peligro o un “fascista.” De hecho, sus palabras siempre apuntan hacia algún “objetivo” en concreto, al que hay que eliminar sin devaneos ni titubeos de ninguna especie.

            Durante esta campaña que está en su final, Donald Trump ha repetido una y otra vez lo que ha sido “su caballo de batalla”: acabar con la entrada de inmigrantes latinoamericanos que se agolpan en la frontera sur de los Estados Unidos y deportar a aquellos que se encuentran ilegalmente en el interior de la nación; además, ha hecho escuchar que cerraría a los medios de comunicación que a él le resultan incómodos, que no le gustan, como han hecho todos los dictadores de la historia en los países donde han alcanzado a gobernar. Pero el colmo de sus aseveraciones descarnadas, sin estilo discursivo, sin elegancia y que rozan lo vulgar en el momento de dejarlas escapar por su boca, fue cuando dijo que usaría al ejército contra “el enemigo interno”, pero sin especificar quién o quiénes componen a ese “enemigo”, que bien podría ser cualquiera, dependiendo del modo como se despertó ese día, si fue bien o mal, si lo hizo con ira o con tranquilidad. Incluso ha dicho con toda claridad que, si volviese al poder en este próximo 5 de noviembre, sus rivales políticos podrían ser procesados: “Cuando gane, aquellas personas que hicieron trampa (en las elecciones anteriores que le ganó Joe Biden, una trampa que sólo existe en su imaginación), serán procesadas con todo el peso de la ley, lo que incluiría largas penas de prisión para que esta depravación de la justicia no vuelva a suceder”, refiriéndose a abogados, agentes políticos, donantes, votantes ilegales y funcionarios electorales “corruptos,” de acuerdo a su manera de observar la situación en los Estados Unidos. Es decir, para Trump todos son corruptos y dignos de una celda, excepto él, quien, en realidad, es el delincuente que está siendo procesado en distintos juzgados y el que ha ingresado a las salas de tribunales, acompañados por “una batería” de abogados defensores por este caso, aquel, aquello y otros más. Pero él, en su ignorancia congénita, en su maldad visceral, observa el mal, el daño en el ojo ajeno, sin observar “la viga que hay en los suyos, en sus propios ojos.” Y agregó: “Aquellos involucrados en un comportamiento inescrupuloso, serán buscados, capturados y procesados a niveles, lamentablemente, nunca antes vistos en nuestro país.”

            Un dato que confirma lo anterior, dice que, desde el 2022, año cuando comenzó a prepararse para volver a la Casa Blanca, Trump ha emitido más de 100 amenazas de investigar, procesar, encarcelar o castigar de otro modo a sus oponentes. La última de esas personas amenazadas fue la mismísima candidata demócrata, Kamala Harris, de quien dijo que “debería ser sometida a juicio político y procesada. Nombraré a un verdadero fiscal especial para perseguir al presidente más corrupto de la historia de los Estados Unidos de América, Joe Biden, y a toda la familia criminal Biden. (Además) Elizabeth Lynne Cheney es culpable de traición”, publicó en su red social, Truth, acerca de la congresista republicana e hija del ex vicepresidente de George Bush; y añadió con su habitual incoherencia al hablar: “Difundan, si quieren, tribunales militares televisados.”

            Todo ello es motivo de preocupación en los militares, en los más cercanos al Partido Demócrata, o los que sirvieron con Obama o Biden, y también en los más conservadores. Por ejemplo, el general, hoy en la reserva, Mark A. Milley, quien fue jefe del Estado Mayor Conjunto durante la presidencia de Trump, asegura que este “es un fascista hasta la médula y la persona más peligrosa para este país.” Así se lo hizo ver al periodista del Washington Post, Bob Woodward. Estas mismas declaraciones de Trump, saldrán próximamente publicadas en el libro que ha escrito Milley, más otras aberraciones dichas por el ex mandatario.

            En el caso de John F. Kelley, a quien nos referimos anteriormente, este ex general de los marines, fue la persona que más tiempo estuvo como jefe de Gabinete de Donald Trump, y opina semejante a Milley. En dos entrevistas concedidas a los periódicos The Atlantic y The New Tork Times, aseveró que “Trump se ajusta a la definición de fascista, gobernaría como un dictador si se lo permitieran y no entiende la Constitución ni el concepto de Estado de Derecho.” Esto sólo demuestra una cosa: Donald Trump solamente responde a sus instintos que son absolutamente salvajes y en mucha medida discordantes con las leyes establecidas y los reglamentos de la nación; es decir, no hay más ley que aquella que él concibe espontáneamente y un momento dado. Lo escrito, lo debatido, lo constitucional, son aspectos totalmente ajenos, indiferentes y desconocidos para él, un individuo que resta importancia al orden, a las leyes y, como aseguró el general Kelley, al Estado de Derecho. 

            En tal sentido, el irrespeto por los seres humanos es lo primero en su falta de escala de valores y se nota cuando ha expresado desprecio por los discapacitados y aquellos que murieron por el país en diferentes guerras; a estos últimos los ha tratado de “perdedores.” Y en el caso concreto del general Kelley, en aquel entonces jefe del Gabinete, su hijo murió en el 2010 en Afganistán y tuvo que escuchar las ofensas sin límite del entonces presidente de la nación, que no era otro distinto a Donald Trump. “Aquellos comentarios despectivos no fueron un desliz o algo puntual –aseveró el militar-, (porque) Trump no parecía entender la idea de sacrificarse o servir (a la patria).” Manifestó a The New York Times. Y cuando el periodista le preguntó si él creía que Trump era fascista, contestó: “Si nos atenemos a que es una ideología y un movimiento político autoritario y ultranacionalista de extrema derecha, caracterizado por un líder dictatorial, una autocracia centralizada, militarismo, supresión forzosa de la oposición y creencia en una jerarquía natural… sí. Sin duda, según mi experiencia, ese es el tipo de cosas que él cree que funcionarían mejor a la hora de gobernar a los Estados Unidos.” Respondió.

            Agregó al entrevistador del diario neoyorkino que, además de autoritario, Trump admira a dictadores o a individuos que se parecen a él en su prepotencia, como el caso del Primer Ministro de Hungría, Viktor Orbán, o al mismo Vladímir Putin, el dictador ruso e invasor de Ucrania, de quien se precia ser su amigo y así lo ha dicho explícitamente. También el chino Xi Jinping está dentro de los escasos afectos de Trump, de quien ha dicho: “Es un hombre fiero, muy listo y brillante, que gobierna con puño de acero a 1,400 millones de personas.” También el dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, el coleccionista de armas nucleares y que ya está inmerso en la guerra contra Ucrania, al lado de Rusia. Pero de hombres centrados, civilizados y respetuosos del Estado de Derecho, en el caso de Barack Obama, dice de éste que “Obama fue un verdadero idiota, un verdadero idiota –repitió-, y yo creo que es un verdadero idiota también.” Reafirmó con esa escases de vocabulario que sufre el republicano y que le es muy propia.

 

Ofensas contra Puerto Rico y sus ciudadanos

 

            Para no perder la costumbre, Donald Trump, prácticamente en el cierre de la campaña política, y a finales de octubre, se refirió a la llamada “isla del encanto” o el Estado Libre y Asociado de Puerto Rico, de manera grotesca y vulgar, profiriendo sus insultos de rutina. Así mismo, la lamentable participación del cómico Tony Hinchcliffe, fue más desafortunada todavía, cuando manifestó que Puerto Rico “es una isla flotante de basura en el océano.” Todo ello durante un mitin en el Madison Square Garden de Nueva York, una ciudad donde los puertorriqueños se cuentan por miles.

            Por supuesto, las reacciones que ocasionó tal comentario, no se hicieron esperar a los pocos minutos y estallaron en las redes sociales principalmente: aquellas alusiones racistas, humillantes y desentonadas, especialmente contra la comunidad latina, decepcionó y violentó a los miembros de esta misma comunidad. El argumento completo dicho por el comediante Hinchcliffe, fue en estos términos: “No sé si saben, pero ahora mismo hay, literalmente, una isla flotante de basura en medio del océano. Creo que se llama Puerto Rico.” Añadió que los puertorriqueños, cuyos votos son determinantes en Estados como Pensilvania, “tienen demasiados hijos,” y después de sus exabruptos, el pésimo cómico dijo que quienes lo escucharon y se enfadaron, simplemente “no tienen sentido del humor.” Esa misma noche, los republicanos ahí reunidos para celebrar la fiesta de Halloween, atacaron verbalmente a afroamericanos, palestinos, latinos y judíos, por igual. “No dejaron títere con cabeza”, en una manifestación de odio, muy al estilo de Trump.

            Luego de una larga lista de oradores, subió al estrado el candidato republicano, quien comenzó con su andanada de insultos contra su adversaria política (y personal, por lo visto), la demócrata Kamala Harris, de quien dijo: “Es una lunática y radical marxista, que destrozó a San Francisco (cuando fue fiscal en aquella ciudad del oeste estadounidense).” Le dijo “incompetente” innumerables cantidades de veces y se burló de su supuesta incapacidad intelectual y de inteligencia natural: “Yo nunca he necesitado teleprónter (el aparato que proyecta el discurso al orador)”, dando a entender que la Sra. Harris, sin ese aparato, es incapaz de hilvanar un discurso más o menos aceptable. Como si él si fuese capaz. 

            En cuando a la guerra en Ucrania, Trump volvió a repetir lo que tantas ocasiones ha mencionado: “Conmigo (en la Casa Blanca) nunca habría pasado. (Tampoco) la retirada de Afganistán (misma que él y su ex Secretario de Estado, Mike Pompeo, dejaron firmada con los talibanes), y una larga lista de desastres de la administración demócrata. Con los demócratas, empezará la Tercera Guerra Mundial y los jóvenes estadounidenses tendrán que preguntar a sus padres qué es ese pequeño papel verde o la llamada a filas que los mandará a combatir en un país lejano.”

            El día después de ese evento en el Madison, los puertorriqueños contestaron uno a uno y en grupo a las ofensas de Donald Trump y los suyos. Para empezar, el gobernador de la isla, Pedro Pierluisi, respondió en las redes sociales: “Basura es lo que salió de la boca de Tony Hinchcliffe (el cómico), y todos los que lo aplaudieron deberían sentirse avergonzados por faltarle el respeto a Puerto Rico.” Aquí es bueno subrayar que Pierluisi, del Partido Nuevo Progresista (PNP), aboga por la incorporación de Puerto Rico a los Estados Unidos, en calidad del Estado número 51, y agregó: “Recuerden que los puertorriqueños somos también ciudadanos estadounidenses y nos merecemos líderes que nos traten con respeto. Demostremos nuestra fuerza, tanto en esta elección, como todos los días.” Seguidamente hizo público su apoyo a la candidata demócrata, Kamala Harris, que es la antítesis, en todo sentido, del venenoso Trump.           

            El problema para los republicanos, después de la andanada de insultos, radica en que el voto de los puertorriqueños es importantísimo, debido a que esa comunidad, particularmente numerosa, podría decidir el destino de uno u otro candidato. En Pensilvania, uno de los siete Estados “bisagra”, vive un millón de estas personas y después del mitin en el que insultaron a su isla, se han volcado por la opción diferente a Trump. Por ejemplo, Jenniffer González, representante de la isla en el Congreso de los Estados Unidos, calificó de “repugnantes” los comentarios del cómico en el Madison Square

Garden. “No puede haber lugar para expresiones tan viles y racistas –expresó-. No representan los valores del Partido Republicano.” Comentó finalmente. Y para Juan Dalmau, candidato a gobernador de Puerto Rico, “no es el mal llamado comediante el problema –dijo-. El problema es Donald Trump. El mismo que nos desprecia a los puertorriqueños, el que nos tiró papel de toalla como bolas de baloncesto en el peor momento de nuestra historia, luego del huracán María.” Escribió en las redes sociales, en clara referencia cuando el ex presidente visitó la isla, después de que el ciclón mató a más de 4,600 puertorriqueños y Trump arrojó rollos de papel de cocina a los damnificados, sin el menor respeto ni cortesía.

            Por su parte, la congresista demócrata, Alexandria Ocasio-Cortez, puertorriqueña para mejores señas, también refutó lo expresado en el mitin de los republicanos, expresamente al comediante Hinchcliffe, al decirle: “Estás abriendo para Trump, llamado a Puerto Rico una isla flotante de basura. Más de 4,000 puertorriqueños murieron bajo su mandato.”

 

            Otros ciudadanos de esa isla, como Bad Bunny, artista boricua de fama internacional, también se manifestó en contra de los insultos y dijo que Trump, en su momento y desde la Casa Blanca, no quiso ayudar a la isla después del paso del huracán María, que la devastó casi por completo: “Nunca olvidaré lo que Donald Trump hizo y lo que no hizo cuando Puerto Rico necesitaba de un líder solidario y competente.” Publicó en Instagram. Además, le dio la adhesión a Kamala Harris, sin mucho miramiento. 

            Para finalizar, Jennifer López no podía faltar en esta polémica, ya que la actriz es descendiente de puertorriqueños (sus padres nacieron en la Isla del Encanto), y publicó un video en la red Instagram, donde tiene 250 millones de seguidores. El mensaje fue en contra de los insultos de la gente de Trump. Lo mismo hicieron los cantantes Luis Fonsi y Ricky Martin y este último escribió dirigiéndose a los republicanos que se congregaron en el Madison en aquella noche llena de sarcasmo y racismo: “Esto es lo que piensan de nosotros… voten por Kamala Harris.”

            Desde el ángulo humano, sin duda la Sra. Harris ha demostrado cosas mucho mejores, infinitamente superiores a Trump; lo mismo desde el aspecto intelectual, pues es la lucha de una mujer preparada intelectualmente y con vasta inteligencia, contra un sujeto lleno de odio, que destila ese odio por donde va y que se complace en insultar a todo aquel que se cruza en su camino, independientemente si es político demócrata o no. Cuando faltan escasos días para las elecciones nacionales, es muy difícil asegurar el resultado de los comicios, pero sigue siendo impresionante la forma como Kamala Harris, a pesar de haber comenzado muy tarde su campaña, ahora esté “codo a codo” peleándole la presidencia al impresentable e indigerible Donald Trump y, a lo mejor, resulta ganadora al final de la jornada de este próximo 5 de noviembre. El mundo racional y humanizado, eso es justamente lo que quiere y pide que suceda.


Así Funciona el Extraño y Enredado Sistema Electoral de los Estados Unidos

 

WASHINGTON D.C.-Es un método hartamente complicado que se debe estudiar minuciosamente para entenderlo y no se parece ni en un solo aspecto a cualquier otro alrededor del mundo. Y es tan extraño que, en las elecciones que ganó Donald Trump a la demócrata Hillary Clinton, en el 2016, esta candidata resultó con mayor número de votos, con tres millones de sufragios a su favor por encima del republicano y aun así, perdió las elecciones. Algo inaudito o increíble en las personas que tienen sus votos amparados por otros sistemas de votación más claros, sencillos y simples, en los que, aritméticamente, la mayoría de los sufragios son los que eligen al ganador y el perdedor es aquel que obtiene menos votos. Es decir, el sistema electoral de los Estados Unidos permite que “el perdedor resulte ganador al final.” ¡Habrase visto tal cosa alguna vez y en cualquiera otra democracia!

 

Cosa de Colegios Electorales

 

            Reiteramos: el número total de votos obtenidos por equis candidato a la presidencia, no determina su triunfo electoral, así sean la mayoría de esos sufragios. Un ejemplo de lo que afirmamos, ocurrió en el 2,000 en la carrera por la Casa Blanca, cuando se enfrentaron George W. Bush y Al Gore. El segundo obtuvo casi 500,000 votos más que el primero, pero fue Bush el ganador.

            Lo anterior sucede porque así lo determina el Colegio Electoral con su mecanismo de sufragio indirecto y que fue establecido por la Constitución de 1787. Es por eso que muchos estadounidenses están de acuerdo en cambiar algo tan antiguo y que, según ellos, discrepa con la realidad actual de la nación. Los fundadores lo idearon como un punto medio entre elegir al presidente por voto popular directo y hacerlo a través del Congreso; en principio porque consideraban que si lo elegía solamente el Congreso, era “poco democrático” según sus puntos de vista. Y decidieron que los votantes eligieran a un grupo de 538 compromisarios o “grandes electores”, quienes son los responsables formalmente de la elección del presidente.

            En palabras más gráficas, significa que los ciudadanos de este país concurrirán a las urnas este 5 de noviembre, depositarán sus votos, pero no lo harán para elegir directamente a Trump o a la Sra. Harris, sino que lo harán para elegir a los 538 grandes electores. Estos últimos representan a cada Estado de la Unión Americana (USA), en función de su número de congresistas (que depende de la población) y sus dos senadores. Por ejemplo, California, el Estado más poblado, cuenta con 54 votos electorales; mientras Texas tiene 40. Los Estados más pequeños como Vermont, Alaska, Wyoming y Delaware, sólo tienen tres cada uno; y en la mayoría de los Estados, con las excepciones de Nebraska y Maine, el ganador del voto popular en el Estado, se lleva todos los votos electorales, una práctica conocida con el nombre de “winner-takes-all.”

            En la mayoría de las democracias que hay alrededor del mundo, el sistema es muy simple: si el candidato que obtuvo más votos pasa del porcentaje requerido, que por lo general supera al 50 por ciento (en algunos casos que supere al 45 por ciento), puede llegar al Palacio de Gobierno de manera directa, clara matemáticamente y de acuerdo a la lógica. Y el perdedor, lógicamente, será aquel que menos votos obtuvo. En otras democracias, los votantes sólo eligen a los parlamentarios o diputados y éstos, en la Cámara Legislativa, son quienes eligen al Primer Ministro, como sucede en Inglaterra; o al Canciller, como ocurre en Alemania. Pero en los Estados Unidos ello no sucede de esa forma y el hecho de que un candidato pueda ganar la presidencia sin obtener la mayoría del voto popular, ha suscitado profundas polémicas, disputas y enorme frustración en unos y en otros. Las peores críticas y debates desatados en distintos períodos sobre la legitimidad del Colegio Electoral, se fundamentan en esta potencia mundial en el hecho de que cinco presidentes han llegado a la Casa Blanca, después de haber perdido mediante el voto popular, pero el Colegio Electoral les favoreció al final. John Quincy Adams fue el primero de ellos, en 1824, y, como esbozamos al inicio de este reportaje, las elecciones del año 2,000 fueron especialmente controvertidas cuando se produjo un recuento de los votos en el Estado de La Florida y dio el triunfo a George W. Bush, quien alcanzó los 271 votos electorales allí, a pesar de que Al Gore había logrado más votos a nivel nacional.

            Y ese sistema fue “el gran culpable” en el 2016, cuando no permitió que Hillary Clinton, del Partido Demócrata, resultara elegida como la primera mujer presidenta de la nación, después de que millones de ciudadanos estadounidenses firmaron peticiones para que los grandes electores bloquearan la llegada de Donald Trump al gobierno. Pero dos compromisarios de Texas cambiaron sus votos y dieron “luz verde” para que el republicano, “contra viento y marea” y contra toda la lógica existente en el Universo, resultara el vencedor de esas elecciones. Aquí, en este punto, es importante subrayar que la Constitución del país no impone restricciones a los grandes electores sobre a quién deben votar; empero, en algunos Estados han establecido leyes para sancionar a los electores “desleales”, que no respeten el resultado del voto popular. Son castigados con una multa en dólares; en el 2020, la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó que los Estados tienen derecho de castigar a esos electores que desafíen al voto popular. Es decir, no pueden “torcer” la voluntad de los votantes, quienes, si decidieron que Kamala Harris fuera la ganadora en determinado Estado, no podrán cambiar en último momento su voto por Donald Trump, salvo si quieren ser sancionados de una manera u otra.

 

El trabajo del Colegio Electoral

 

            Después de las votaciones, los electores se reúnen en sus respetivos Estados el primer lunes después del segundo miércoles de diciembre, que en el actual 2024 será el 17 de diciembre. Y ahí emitirán sus votos que serán formalmente contados en una sesión conjunta del Congreso, que tendrá lugar el 6 de enero del 2025, y allí se anunciará el nombre del presidente electo, aunque, para esa fecha, el resultado de las elecciones nacionales ya será conocido por todos, gracias a las encuestas primero y después al número de electores que fueron nombrados a favor de uno u otro candidato.

            De acuerdo a lo acostumbrado y a la tradición político/electoral de los Estados Unidos, en estas elecciones del 5 de noviembre, el sistema del Colegio Electoral seguirá siendo un factor crucial, donde la estrategia de campaña y el enfoque en los Estados considerados “péndulo”, podrán marcar la diferencia entre la victoria y la derrota. Por esa razón, ambos candidatos, Harris y Trump, están haciendo sus mayores esfuerzos en esos Estados para obtener mayor número de delegados al citado Colegio Electoral.

            Es un hecho que a los ciudadanos de las democracias que tienen un sistema de votación simple y de fácil entendimiento y explicación, el de los Estados Unidos les resulta, además de engorroso, incomprensible, anacrónico y nada práctico. Y, concretamente en el interior de los Unión Americana, los intentos por erradicar a este arrevesado método o de abolirlo, han fracasado una y otra vez. Las enmiendas a la Constitución se han estrellado contra esa tradición precisamente y contra los juristas constitucionalistas que “adoran” literalmente el trabajo o las funciones del Colegio Electoral. La dificultad para reformar este sistema, finca en la necesidad de obtener un amplio consenso tanto en el Congreso del país como en los distintos Estados, un desafío enorme, más todavía con la polarización que tiene esta nación en la actualidad. Y hay quienes definen a este sistema como el reflejo de la historia de los Estados Unidos y sus complejidades democráticas y lo cierto es que la influencia del Colegio Electoral sigue siendo determinante en la política estadounidense y cada elección presidencial pone en la palestra, a la vista de nacionales y extranjeros, las falencias, virtudes, fortalezas y debilidades del mismo.

            Actualmente, los demócratas tienen a favor suyo a los votantes que son mayoría en 24 Estados: Washington, Nueva York y California se cuentan, entre otros, de extracción demócrata, que son de capital importancia en la vida de los Estados Unidos. Mientras los republicanos mandan en los 26 Estados restantes, y se cuentan entre ellos Florida (por la inmensa cantidad de cubanos allí residentes, enojados con los demócratas por aquella historia de “Bahía Cochinos”); Iowa y Texas, entre los demás.

            Y como dato de cierre, el Partido Demócrata ha llevado a la presidencia, a través de la historia, a 15 mandatarios; mientras los republicanos han ocupado la Casa Blanca en 19 oportunidades, aunque haya que contar el caso de Richard Nixon quien fue reemplazado por Gerald Ford, en 1974.


Así Marchan las Elecciones en los Estados Unidos,

Rumbo a Noviembre del 2024

 

TERRITORIO ESTADOUNIDENSE-Se acerca “la hora cero” cuando los votantes de esta gran potencia mundial, los Estados Unidos, acudan a las urnas en persona (aunque ya están votando por medios electrónicos, según lo permite el Tribunal Supremo Electoral del país), y elijan definitivamente, con vista a los próximos cuatro años, al nuevo mandatario (a) que guiará a la nación.

Será el 5 de noviembre de este 2024 cuando “se paralizará la respiración” (en sentido figurado por supuesto) de millones de ciudadanos estadounidenses, quienes estarán en la espera más ansiosa de sus vidas, cuando una voz oficial proclame al nuevo presidente (a), y comenzará una realidad distinta desde todo punto de vista. 

¿Pero cómo marchan las cosas en esta nación cuando falta tan poco tiempo para sufragar? Observemos…

 

Las últimas encuestas…

 

            Antes de informar lo que emiten los números fríos de las casas encuestadoras, es importante resaltar, gane o pierda estas elecciones, la actitud de la señora vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, quien, primeramente, sin pretenderlo, se convirtió en la candidata que sustituyó apresuradamente a su amigo y jefe en el gobierno, el presidente Joe Biden. Lo admirable en ella estriba en el enorme esfuerzo que realizó en pocos meses o días, mejor dicho, para colocarse al lado en las preferencias de los votantes, de quien se sentía inobjetable ganador ante la inoperancia de Biden; es decir, la Sra. Harris alcanzó numéricamente a Donald Trump y, si los análisis no fallan, con un poco más de tiempo a favor, esta candidata demócrata hubiera “barrido” literalmente con el republicano, pero ella tuvo que lidiar contra el paso vertiginoso del tiempo que la acercaba al día de las elecciones, contra el desconocimiento de muchísimos de los votantes, pues un vicepresidente (a), no es muy conocido a nivel nacional, debido al hecho de que ejerce un puesto que no se expone muy poco ante la opinión pública o la prensa; y además, ha tenido que soportar el caudal de insultos, degradaciones, machismo e improperios de toda clase lanzados por Trump, como es su costumbre contra las mujeres y contra aquellos que tienen la tez oscura o negra, como es el caso de Kamala. En síntesis, su trabajo y el de su equipo, ha sido algo encomiable para situarse al lado de un individuo, Trump, que ha venido trabajando desde que fue expulsado de la Casa Blanca, al perder las elecciones anteriores frente a Joe Biden, y no permitirle un triunfo fácil como este sujeto preveía ante el anciano y enfermo presidente actual.

            Escrito lo anterior, las últimas encuestas realizadas a nivel de todo el territorio de los Estados Unidos, dan un empate técnico entre ambos candidatos; es decir, los dos tienen las mismas opciones de 50 a 50, cuando las elecciones “están a la vuelta de la esquina” en el calendario, pues noviembre está a medio mes de aparecer en los almanaques. En otras palabras más claras, tanto la Sra. Harris como Donald Trump, tiene, cada uno, un 50 por ciento de posibilidades de ser el ganador de los comicios.

            Sin embargo, existen algunas diferencias según los modelos de las encuestas. Por ejemplo, los de FiveThirtyEighy y Nate Silver, ubican a Kamala Harris un poco adelante de Trump, con un 50 o 55 por ciento de opciones; pero el republicano es el favorito en los mercados de predicción y en las apuestas. Y la pregunta que surge en este último aspecto, señala cuál es más preciso o exacto, ¿Los sondeos o los mercados? Una inmensa mayoría de estadounidenses confía más en los primeros; es decir, en los sondeos, porque en los mercados suelen colarse apuestas basadas en “deseos” de los jugadores y no son en nada pronósticos fundamentados en la realidad o en los números de personas que han emitido sus opiniones realistas.

            En todo caso, los movimientos numéricos siguen siendo parcos, apenas se mueven a favor de uno y de la otra; incluso, algunos conocedores de la realidad de los Estados Unidos en materia electoral, insisten en afirmar que nunca habían visto ni experimentado “unas elecciones tan estáticas.” Empero, en las elecciones nacionales, Harris sigue tres puntos arriba de su adversario Donald Trump en la intención de voto y es el mismo margen que tenía hace un mes. Tampoco hay nada claro en aquellos Estados que deciden las elecciones cada cuatro años, los llamados y considerados decisivos.

            Lo anterior es lo que supone ser un auténtico “quebradero de cabeza” para gente sencilla que no maneja apropiadamente el sistema electoral estadounidense y en una explicación más o menos entendible, hay que tomar en cuenta que la elección depende del resultado en cada Estado; y los candidatos, para ganar los comicios, necesitan 270 delegados o votos electorales, que se obtienen cuando se suma lo que reparte cada lugar y que van todos al candidato ganador de la circunscripción. En concreto, ahora mismo, la Sra. Harris tiene 226 votos electorales probables o seguros, que son casi los mismos que posee Trump, que tiene 219. Los 93 restantes corresponden a los llamados “Estados bisagra” o clave. Es decir, ambos necesitan ganar en esos “Estados bisagra” si o si. No tienen una segunda opción si quieren llegar a la Casa Blanca.

            En estos instantes, para mejores señas, Kamala Harris sigue siendo favorita en cuatro de los Estados clave, esto de acuerdo a las últimas encuestas. La Sra. vicepresidenta está por delante de su oponente republicano en los tres Estados “del cinturón del óxido,” que son Michigan, Wisconsin y Pensilvania, y que le valdrían para sumar los 270 votos electorales que necesita para ser presidenta del país. También tiene ventaja en Nevada, aunque este Estado sólo reparte seis votos electorales y no le serviría para compensar una eventual derrota en los otros que hemos mencionado arriba.

            Sin embargo el panorama que hemos descrito con los tres Estados del “cinturón de óxido” (regiones que enfrentan un declive industrial y fábricas abandonadas, oxidadas por la exposición a los elementos), como se les llama en esta nación, Kamala Harris no es la favorita todavía. ¿Por qué? En primer término, porque su ventaja en esos Estados en mínima. Por ejemplo, en Michigan y Pensilvania las encuestas sólo le dan un punto de ventaja sobre Trump, a la postre una diferencia dentro del margen de error.

            Visto lo anterior, si se tratase de una carrera de caballos, ambos velocistas van cabeza con cabeza, nariz con nariz, a pocos metros de distancia de la meta, mientras el público espectador se ha puesto de pie de sus asientos, para gritar y alentar con mayor bullicio al corredor de sus preferencias: Trump o Harris en este caso.

 

Venenoso hasta el final

 

            Dejando al lado un poco las encuestas recién hechas, Donald Trump sigue siendo el candidato “pintoresco” en estas elecciones, por su manera de ser, su carácter, su insidiosa manera de observar y describir las cosas y principalmente, por su venenosa forma de atacar a su adversaria política (y personal, según deja ver el republicano).

            En específico, Donald Trump acaba de invocar la ley de “enemigos extranjeros de los Estados Unidos,” para ser impuesta a los inmigrantes. Se trata de una ley que sólo ha sido aplicada en el marco de las guerras en las que han participado las tropas estadounidenses, pero nunca a manera de instrumento para la deportación. Lo cual corresponde a la xenofobia propia de Trump, quien ha dicho de manera textual: “Tenemos que vivir con estos animales (los migrantes), pero no por mucho tiempo.” Una expresión que “le retrata de cuerpo entero”, como el supremacista blanco que es, ha sido y morirá siendo.

            Esas palabras las pronunció en un mitin en Aurora, Colorado, al dejar de lado temas de capital importancia, como la política pública y los planes de gobierno que interesan mucho más a los votantes. Es decir, no se refiere a lo que hará a favor del país ni de su gente en lo económico, ni en materia médica o social, sino que se concentra ardorosamente en su narrativa antiinmigrante y hacerse eco de los reportes policiales que señalan que han hallado a criminales extranjeros en ciudades estadounidenses, como por ejemplo la banda venezolana, “Tren de Aragua.” Todas estas situaciones o circunstancias conceden a Trump “municiones” retóricas para referirse y atacar a los migrantes que han llegado a los Estados Unidos y le ha permitido invocar la ley de “extranjeros enemigos (Alien Enemies Act),” que fue promulgada en 1798, y que el ex presidente demócrata, Franklin D. Roosevelt, usó para encarcelar a familias enteras de inmigrantes, en aquel entonces, y que eran de origen italiano, alemán y principalmente japoneses, durante la Segunda Guerra Mundial. Pero si lo observamos en su verdadero contexto y dimensión, el mandatario de la Unión Americana cumplió con su deber, puesto que esas tres nacionalidades estaban en guerra con los estadounidenses y podían ser potencialmente peligrosas para la seguridad del país. Pero en el caso de Trump, en la actualidad, los Estados Unidos no están en guerra, según sucedía en la década de los años 40, en el siglo pasado. Y este es el discurso de Trump al respecto: “En Venezuela, los crímenes se han reducido un 72 por ciento. ¿Saben por qué? –Preguntó el candidato republicano-. Sacaron a los criminales de Caracas y los pusieron a lo largo de la frontera y les advirtieron que si volvían, los liquidarían. Ahora tenemos que vivir con estos animales, pero no por mucho tiempo. Invocaré la ley de enemigos extranjeros de 1798 (…), para apuntar y desmantelar cada red criminal migrante, (que está) operando en suelo estadunidense. Y Colorado volverá a ser un Estado seguro.”

            No obstante esa seguridad en sus palabras, demostrada por Trump, ha sido contradicha por el alcalde de Aurora, Mike Coffman, a la sazón también republicano, quien desmintió a Donald Trump en unas declaraciones suyas que aparecieron en el diario The New York Times, y destacó que “es una ciudad considerablemente segura, no una ciudad invadida por bandas venezolanas.” Aunque Trump insistió en llamar a su plan de deportaciones si llegase a la Casa Blanca,Operación Aurora,” y prometió que, si se convierte en presidente de los Estados Unidos nuevamente, “detendré la invasión de inmigrantes a través de la frontera sur. El día 5 de noviembre, día de las elecciones, será el día de la liberación (de USA).” Dijo.

            Para los conocedores, la palabra “invasión” es clave, porque la ley sólo es aplicable en caso de “guerra declarada”, “invasión o incursión predatoria” al territorio de los Estados Unidos. Trump lo sabe y por eso insiste en llamar al movimiento inmigratorio desde América Latina, de esa manera. Sin duda, lo que busca es conmover a los magistrados para que le den la razón y pongan en funcionamiento dicha ley y así expulsar, sin contratiempos, a todos aquellos que le resultan incómodos al candidato republicano.

            Los presidentes en ejercicio pueden echar mano de la legislación existente sin la aprobación del Congreso, pero nunca ha sido utilizada con la finalidad que Donald Trump quiere darle; es decir, para desmantelar a toda “la red criminal de migrantes” que opera en el país supuestamente y con base en ello, justificar la expulsión de otros 11 millones de inmigrantes sin documentos legales. Sin embargo, la ley podría encontrarse con escollos insalvables y que tirarían por tierra los anhelos xenofóbicos de Trump, porque es clara en decir que se puede aplicar “siempre que haya una guerra declarada entre los Estados Unidos y cualquier nación o gobierno extranjero, o cualquier invasión o incursión depredadora sea perpetrada (…) y el presidente haga una proclamación pública del evento, todos los nativos, ciudadanos, habitantes o súbditos de la nación o gobierno hostil, mayores de catorce años, que se encuentren dentro de los Estados Unidos y no estén naturalizados, podrán ser aprehendidos, retenidos y expulsados como enemigos extranjeros.” 

            Si se profundiza en el argumento y en el espíritu de dicha ley, la “Operación Aurora” ideada por Trump, queda fuera del texto, porque la presencia de inmigrantes indocumentados, así como aquellos que han cometido algún crimen (cifras de la Oficina Federal de Prisiones revelan que el 90 por ciento de los reclusos del país son nativos y no inmigrantes), no está vinculada a una “guerra declarada ni a una invasión depredadora de otro país.” De tal forma, vemos que Mr. Trump sigue “dando palos de ciego” o se muestra rotundamente equivocado cuando intenta interpretar, a su manera, las leyes existentes. Las tuerce, les da un significado erróneo y trata de aplicarlas en casos clarísimos en los que no es posible aplicarlas. 

            En el pasado reciente, cuando fue mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump aplicó, vía decreto, la prohibición para el ingreso al país de musulmanes provenientes de Irán, Irak, Siria, Somalia, Yemen, Sudán y Libia. Todas esas naciones, enemigas declaradas de Israel. Esa decisión draconiana, muy apegada a su manera de ser, tormentosa, inhumana, violenta, supremacista y racista, fue muy criticada porque fue una violación a los derechos civiles. “Aunque pidieran asilo, tuvieran estatus de refugiados o permisos de entrada, no podrán ingresar a los Estados Unidos,” reafirmó Trump en aquel momento. Recordemos también que es esas determinaciones en el pasado, su yerno, Jared Kushner, un judío también supremacista, ortodoxo y esposo de Ivanka Trump, hablaba al oído de Trump y este troglodita le escuchaba y se comportaba obediente, como el ignorante en casi todo que ha sido durante toda su vida.

            Por lo pronto, las elecciones presidenciales están en “el recodo de la calle”… en noviembre próximo. Y Kamala sigue siendo la mejor opción, sin apelaciones.   


¿Qué Será de Donald Trump si Pierde las Elecciones Presidenciales de los Estados Unidos

en Noviembre Próximo?

 

WASHINGTON, USA-En primera instancia hay que tomar en consideración un rasgo muy negativo de la personalidad del candidato republicano, Donald Trump: es un mal perdedor. Y lo ha demostrado a lo largo de su vida, cuando ha echado mano al fraude para engañar aquí y allá, a la Hacienda de su país al evadir impuestos, o a la fuerza bruta para abusar de las mujeres que se le han resistido de una manera u otra. Y en política, cuando fue derrotado por Joe Biden en las elecciones anteriores, azuzó a la masa de seguidores, la mayoría de ellos gamberros marginados de la sociedad estadounidense, para que asaltaran al edificio de El Capitolio, e, incluso, les ordenó buscar al entonces vicepresidente suyo, Mike Pence, para que lo asesinaran por haber proclamado a Biden ganador de los comicios. Es un pésimo perdedor Mr. Trump y además de ello, es sumamente peligroso en “el modo de derrota.”

 

Así van las cosas…

 

            Por el momento y de acuerdo a las últimas encuestas hechas a nivel nacional a los votantes de las próximas elecciones de noviembre, los dos candidatos, Kamala Harris, por los demócratas; y Donald Trump, por los republicanos, prácticamente están empatados, con una leve diferencia, pero muy leve, a favor de la señora Harris. Por lo que se torna muy difícil y aventurado asegurar que uno o la otra será el ganador, pues los números estadísticos no dejan lugar para tales afirmaciones.

            En lo que atañe a Trump, quien ahora tiene 78 años de edad, se trata, por lo tanto, de un hombre en la tercera edad, que, según los analistas políticos de los Estados Unidos, “se está jugando todo su futuro a una carta” en las elecciones del próximo 5 de noviembre. Es por eso que ha asegurado que si pierde frente a la candidata demócrata, no se volverá a presentar como candidato en lo que le resta de vida; es decir, en los comicios del 2028. De hecho, ya es el candidato de mayor edad en toda la historia de su país, que opta por el elevado cargo por la presidencia de los Estados Unidos. “Será mi última oportunidad”, dijo a la periodista Sharyl Attkisson, quien lo entrevistó en exclusiva en su mansión en Palm Beach, Florida, llamada Mar-a-Lago. Fue cuando la comunicadora le cuestionó: “Y si no tiene éxito esta vez, ¿Se ve presentándose de nuevo dentro de cuatro años?” Y un extrañamente sereno Donald Trump le contestó a manera de reflexión: “No, no me veo. No, no me veo. Creo que eso será, eso será todo. No lo veo en absoluto. Creo que con suerte vamos a tener éxito.” Dejó escuchar, pero no con si reconocido “martilleo” al hablar en el que suele asegurar en forma contundente cualquier argumento en el que está convencido y el hecho de intercalar el verbo “creo”, ha demostrado que Trump no está completamente seguro de su triunfo en las elecciones nacionales.

            De hecho, el magnate inmobiliario es el segundo candidato, desde Richard Nixon, que encabeza una papeleta para unas votaciones, por tercera vez: la primera oportunidad que presentó su nombre a los votantes, fue cuando derrotó a Hillary Clinton; la segunda, fue cuando Joe Biden lo derrotó a él; y en esta ocasión, se está enfrentando a Kamala Harris en la tercera nominación ante el gran electorado. Sin embargo, muchos creen que esa no es la pregunta más importante que se le debe hacer a Trump, porque lo importante realmente, es saber cuál será su actitud ante una derrota que no estaba dentro de sus planes. De hecho, él sigue insistiendo en que su derrota del 2020 frente a Biden, se debió a un fraude electoral generalizado y es por esa causa que ha sido imputado al poner en entredicho la honorabilidad y la transparencia del sistema electoral estadounidense. Y ante la decisión de la fiscalía, Trump ha contestado que todo es atribuible a “una persecución política” contra él. Esta vez tampoco ha asegurado que reconocerá los resultados del 5 de noviembre, salvo que le den la victoria; lo cual quiere decir que será impredecible si es derrotado por Kamala Harris. Entonces, la policía, el FBI y el ejército de los Estados Unidos tendrán que estar alerta y será la Casa Blanca la que deberá poner a la expectativa sobre otra eventualidad violenta, provocada por la esquizofrenia de Trump.

            En todo caso, ahora mismo la batalla electoral está muy pareja en los Estados decisivos, que son los que volcarán a un lado u otro la balanza en el Colegio Electoral, que es el que elige finalmente al presidente, en ese extraño y poco claro sistema de los Estados Unidos, donde no es el número total de votos en todo el país el que define la situación. Para citar sólo un ejemplo, si Harris ganase en los Estados de Pensilvania, Michigan y Wisconsin, en los que parece tener cierta ventaja, y pierde en los otros cuatro territorios decisivos, que son Carolina del Norte, Georgia, Nevada y Arizona, la vicepresidenta demócrata se impondría por 270 votos contra 268, pero contando siempre con el voto de Omaha, el distrito demócrata de Nebraska; pero si los republicanos consiguen arrebatarle ese voto, mediante una reforma electoral que Trump quiere forzar en estos días, habría un empate a 269 y el presidente tendría que ser elegido por la Cámara de Representantes, y al vicepresidente, el Senado. En la Cámara de Representantes, cada delegación Estatal tendría un solo voto, lo cual favorecería a Trump, que es un escenario favorable para él y lo tendría como probable ganador. En otras palabras, para entender cómo funciona el sistema electoral de los Estados Unidos, hay que sentarse acompañado por una taza de café “recargado” y desmenuzar paso a paso cada punto que comprende a este método que es único en el mundo y que costará cambiarlo durante varias décadas en el futuro. Los estadounidenses parece que lo entienden bien y están conformes con ello.

 

No más debates con Kamala

 

            Otra de las cosas que le han quedado claras a Donald Trump, ha sido el potencial intelectual de su rival, la vicepresidenta Kamala Harris, quien lo “arrinconó” y “arrolló” en el primero y último debate organizado y auspiciado por la cadena de televisión ABC. Es por eso que ha desestimado por completo volver a enfrentarse ante el gran auditorio del país, ante la gran audiencia de votantes y sentir como lo hacen añicos intelectual y moralmente 

            En todo caso, la Sra. Harris aceptó una invitación reciente que le hizo la cadena CNN, para participar en otro debate; pero su contraparte, Trump, la rechazó aludiendo que “es demasiado tarde para organizar un nuevo debate, (porque) la votación ya ha comenzado.” Se excusó cuando estaba de campaña en Carolina del Norte. Kamala, por su lado, indicó: “Aceptaré con mucho gusto un segundo debate presidencial el 23 de octubre. Espero que Donald Trump se una.” Así lo publicó en su cuenta de X. Mientras tanto, en varios sectores de la opinión pública estadounidense, han tratado al republicano de “cobarde” al rehuir a debatir nuevamente con su oponente. Y en lo que se refiere al anterior debate que perdió inobjetablemente, nunca lo ha aceptado, porque no está en su naturaleza aceptar ningún tipo de derrota, así sea ésta sumamente evidente. De tal modo, sigue defendiendo la tesis de que arrasó a Harris en la anterior discusión televisada por ABC y que fue “el mejor debate de mi vida y todas las encuestas me dan ganador, hasta con un 90 por ciento de los votos.” Pero la realidad dice que ningún sondeo o encuesta a nivel de los Estados Unidos, le han dado vencedor. ¡Ninguna!

            En esa oportunidad que se celebró el pasado 10 de septiembre, el expresidente salió muy mal ante la teleaudiencia, cuando se comportó irascible, muy agresivo e incoherente, ante una Kamala Harris relajada y sonriente, en especial ante las barbaridades que pronunciaba el republicano y que le mostraban una vez más como un individuo profundamente inculto y ajeno a los valores morales y a la destreza intelectual.

            La CNN, en un comunicado que fue difundido a los principales medios de prensa del país, indicó: “Tanto la vicepresidenta Harris como el expresidente Trump, recibieron una invitación para participar en un debate de CNN este otoño, ya que creemos que el pueblo estadounidense se beneficiaría de un segundo debate entre los dos candidatos a la presidencia de los Estados Unidos. Esperamos recibir una respuesta de ambas campañas para que el público estadounidense pueda escuchar más de estos candidatos mientras toman su decisión final.”

            Reiteramos: Kamala contestó sonriente, como es su costumbre, que asistiría “encantada” a la cita de la CNN; pero Trump escribió en su red social que “ni pensarlo”, no irá. Aunque lo comprendemos: la vapuleada que le dio la Sra. Harris fue antológica y todavía debe despertarse a mitad de la noche por culpa de las pesadillas que aquel debate le dejó en su inconsciente.  


En el Debate en los Estados Unidos: 

El Rostro de Kamala Harris era un Poema Cuando Escuchaba las Insensateces de

Donald Trump

 

FILADELFIA, USA-Era un enfrentamiento parecido al de “la bella y la bestia.” Sobra decir quién era la bella y quién la bestia. Pero se notaba la inteligencia, experiencia y preparación de la demócrata Kamala Harris, ante la estupidez, la brutalidad, el analfabetismo y lo troglodita de Donald Trump, quien demostró que es la persona menos indicada para que esté luchando por la presidencia de esta nación y que su lugar es otro y nunca frente al electorado. No es un sujeto en absoluto presidenciable, esa postura le queda extraordinariamente grande; pero el fenómeno sociológico, que más bien parece ser sociópata, que se está viviendo actualmente en el mundo, le facilita esa posición, para que continúe postulándose a tan alto y honorable cargo. Y es del todo acertado afirmar que en otros tiempos y ante la cultura anterior del ciudadano estadounidense, que era, entre otras cosas, más exigente con sus políticos desde el punto de vista moral, Trump no hubiese jamás llegado a escalar ni dos peldaños siquiera, dentro del tinglado del Partido Republicano y mucho menos adueñarse de esa agrupación, tal y como la ha hecho con relativa facilidad.

            A través de los años, otros políticos de elevada condición económica, millonarios de hecho, quedaron “en la cuneta”, cuando fueron derrotados al no recibir el favor y la empatía del votante. Pero ahora son otros tiempos, donde la lógica, la moral, la razón, lo civilizado y lo justo, ya no tienen importancia y no trascienden en las decisiones de las masas que acuden a las urnas de votación.

 

El debate estuvo matizado por la riqueza dialéctica y las emociones

 

            A lo largo del enfrentamiento ante las cámaras de la cadena ABC de televisión, y que mantuvo en vilo a todo el país, que presentaba las calles desiertas de casi todas las ciudades estadounidenses, ya que la población estaba observando el debate transmitido en vivo, se pudo observar una riqueza en la discusión, principalmente de parte de la señora Harris, quien “desnudó” el alma negra y el pensamiento retorcido de Donald Trump, quien, en su condición de imputado en varias causas judiciales, está en un puesto que no le corresponde: el de candidato a la presidencia de los Estados Unidos de América. En otras palabras, Kamala aportó la riqueza y Trump su analfabetismo congénito, profundo y su salvajismo que le es característico desde que irrumpió en la vida pública de esta nación.

            Todas las agencias noticiosas alrededor de la Tierra, llegaron a la conclusión de que la ganadora del debate fue la señora Harris, desde las americanas hasta las asiáticas y europeas. Por ejemplo, la BBC de Londres y la Deutsche Welle de Alemania, afirman que Harris puso a la defensiva a Trump y no solo le puso en evidencia acerca de su ignorancia y atraso mental (por no decir retraso), en casi todos los temas en los que se debatió.

            Desde un inicio, la estrategia de Kamala Harris fue la de sacar de las casillas a Trump y lo consiguió y mientras éste decía barbaridades, insensateces e incoherencias, dentro de su retorcido razonamiento, propio de un esquizoide, la demócrata hacía gestos faciales que eran todo un mensaje silente, averbal, y se prestaban para ser interpretados con toda claridad. Es decir, Kamala Harris se reía, se asombraba y ponía caras de circunstancias ante las barbaridades dichas por el republicano, quien mostró toda su impericia, su incultura, su rudeza, su racismo contra el hombre negro y los inmigrantes y su machismo en contra de la mujer universal. Ella siempre intentó provocar a Trump y dejó ver que “la retórica divisiva” del ex presidente más ignorante que ha habido en los Estados Unidos en toda su historia, llamado Donald Trump, poco tenía que ver con las preocupaciones reales de los estadounidenses en general; y utilizó expresiones como: “Donald Trump fue despedido por 81 millones de personas (cuando fue derrotado en las elecciones anteriores por Joe Biden), y está claro que le está costando mucho procesarlo.” Remató Harris al develar que a Trump se le dificulta aceptar cualquier tipo de derrota y por ello, lanzó a las hordas contra el edificio de El Capitolio, un hecho por el que ha sido también procesado en los tribunales de justicia: por instigar a la rebelión y a la violencia y por poner en tela de juicio la honorabilidad y la rectitud del sistema electoral de los Estados Unidos.

            Dentro del debate, Trump parecía “un disco rayado” que repetía una y otra vez más la misma estrofa de la canción, sin poder avanzar en los temas; o sea, se estancó en criticar con su habitual acidez, a los inmigrantes indocumentados (“que comen mascotas, perros y gatos en Springfield, Ohio”, dijo y desató la hilaridad en Kamala y en quienes lo escucharon), y la inflación. La crítica en Alemania, por ejemplo, lo ha descrito como el dueño de “afirmaciones extravagantes y no probadas”; pero los adjetivos que mejor le calzan son: incoherente, esquizofrénico en potencia, dueño de una horrenda inmadurez y fantasioso frenético y bizarro. Mucho tiempo después del debate, quienes lo escucharon no dejaban de mofarse de Trump en las redes sociales, debido a la estupidez de dicha afirmación. En aquel momento, el rostro de la señora Harris era un poema cuando miraba y escuchaba lo inverosímil que había expresado el postulante republicano. Kamala no solo hablaba con sus palabras, con el metal de su voz, sino también con sus expresiones faciales, que todos comprendían perfectamente. De tal manera, su inteligencia expresiva quedó demostrada, porque, a pesar de que el troglodita Trump hablaba, ella lo hacía también, sin el permiso de los dos moderadores, pero lo hizo mediante miradas, sonrisas y actitudes perfectamente comprensibles para el gran auditorio que seguía con devoción el debate organizado por ABC.

            En otros pasajes de la comparecencia, Harris invitó a la teleaudiencia a no repetir el error de elegir a Trump; fue cuando dijo: “No vamos a volver atrás.” Que significa, no caer nuevamente en el vacío, en la aventura peligrosa al poner el gobierno de la primera potencia mundial en manos de un degenerado, de un individuo que va perdiendo juicio tras juicio en las Cortes de Justicia y que debería estar detrás de unos barrotes en una celda, por defraudador del fisco Estatal, por secuestrar documentación gubernamental sensible, por violar a una ex columnista en una tienda de ropa, por pagar el silencio de una ex actriz pornográfica con dinero de la campaña política trasanterior, por ser mal esposo, mal padre (dijo que si no fuera padre de su hija Ivanka, se acostaría con ella, así tal cual) y por hacer negocios al margen de las leyes del país, entre otros muchos delitos. Porque tener a Donald Trump como candidato a la presidencia de los Estados Unidos, es peor que haber optado, en el hipotético caso, por Al Capone o John Gotti, dos gansters prominentes de la historia estadounidense.

            Para Ines Pohl, jefa de la oficina de prensa de la Deutsche Welle en Washington DC: “En un mundo normal, apenas habría dudas: Kamala Harris sería la clara ganadora de este debate. Se presentó como una mujer al mando, segura de sí misma, bien informada y capaz de conducir a este país hacia un futuro mejor. Donald Trump, en cambio, fue puesto a la defensiva por ella. Apenas pudo terminar una frase completa y vomitaba una mentira tras otra, a veces irracionales, que resultaban difíciles de creer. Pero a la mitad del electorado estadounidense, esto no parece importarle: la amarga verdad es que el Estados Unidos del 2024 ya no es un lugar donde importen la verdad y los hechos.” Y esta es la descripción precisa, justa, de lo que se vio en ese debate en Filadelfia. Era como observar a una persona ilustre, refiriéndose a un cavernícola, a un hombre de las cavernas a quien se le obligó ponerse saco y corbata (roja invariablemente), que ha dejado repentinamente el hacha para salir a cazar animales feroces y que no sabe qué hacer frente a la gran audiencia, qué decir y cuando decía algo, era producto de su cerebro retorcido y salía por su boca que está unida a su intestino grueso y nunca a la laringe o esófago.

            Los temas giraron en torno a la economía actual de la nación, el aborto y las guerras en Palestina y Ucrania; y para citar el hipersensible tema del aborto, Kamala Harris se mostró más firme y definida que Trump, quien ha cambiado en más de una oportunidad de postura referente a este asunto. Incluso afirmó en el debate, de manera errónea, que “algunos demócratas quieren legalizar el aborto en el noveno mes del embarazo o incluso después del nacimiento,” pasando por alto que eso ya no sería aborto, sino un asesinato, demostrando su impericia, su ignorancia y su irracionalismo al hablar. Y eso precisamente se lo hicieron ver los moderadores de la ABC.

            En torno a las guerras en Ucrania y Oriente Próximo, Donald Trump no contestó a la pregunta directa si quería que Ucrania ganara la guerra contra Rusia. Recordemos en este punto, que Trump es amigo de Vladímir Putin, dictador ruso; y de Vikton Orban, dictador húngaro, dos trogloditas muy parecidos a él, que creen más en la fuerza bruta y en el irracionalismo que en el diálogo civilizado y constructivo. Y es justamente aquí donde volvió a demostrar su infantilismo que le hace verse a sí mismo como si fuese un superhéroe de los comics: “Yo seré capaz de resolver el conflicto casi inmediatamente después de ser elegido.” Ínfulas de todopoderoso, de dios del Olimpo griego y capaz de hacer girar al mundo en otro sentido, si él lo quisiera. Un individuo delirante sin duda, atrapado en un viaje causado por alguna extraña droga que sólo él consume. Y agregó otra insensatez: “Si yo hubiera sido presidente hace tres años, ninguno de los dos conflictos habría empezado y si Harris fuera elegida, Israel no existiría dentro de dos años.”

            Por su parte, la señora Harris afirmó: “Israel tiene derecho a defenderse, y cómo lo haga… importa. Condeno los atentados propiciados por Hamás el 7 de octubre del 2023, pero también es cierto que han muerto demasiados palestinos inocentes y bajo mi presidencia (una vez elegida), Estados Unidos seguiría trabajando para lograr un alto al fuego y una solución de dos Estados (el palestino y el judío).” Y en referencia a Ucrania, Harris manifestó que seguiría ayudando a los ucranianos, tal y como lo ha hecho desde su papel de vicepresidenta, cuando formó una alianza de naciones en apoyo al país europeo y sentenció a su oponente al señalar: “La razón por la que Donald Trump dice que esta guerra acabaría en 24 horas, es porque él, sencillamente, abandonaría (a Ucrania y la entregaría vencida a los rusos).”

 

Aspectos externos del debate

 

            ¿Por qué Kamala Harris lució tan segura y diestra en el manejo de casi todos los temas; quién la asesoró en tal sentido? Esta es una de las preguntas que muchos telespectadores se hicieron y la respuesta se decanta por Karen Dunn, quien es una abogada litigante, estrella de los Estados Unidos, que trabajó para Apple, Uber y en la actualidad lo hace para Google. Incluso llegó a asesorar a Jeff Bezos, presidente ejecutivo de Amazon, para que rindiera declaración ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, en el 2020, por las presuntas prácticas engañosas de la empresa, en el mercado de la competencia.   

            Dunn, de tal forma, es ahora la asesora externa de Kamala Harris y aconsejó a la candidata demócrata en este segundo y definitivo debate electoral y por supuesto, su asesoramiento dio excelente resultado al dejar en el ridículo y vencido a Trump. Esta mujer está especializada en las demandas contra grandes tecnologías, así como en investigaciones gubernamentales. A todo ello hay que sumarle el hecho de que Kamala Harris fue fiscal en San Francisco, California, y senadora de la nación, puestos donde obtuvo conocimiento profundo de las leyes y de los ajetreos del gobierno, mientras Trump solo ha estado dentro de sus movimientos turbios en el campo de los bienes raíces y muy ajeno a la política, hasta hace siete años cuando resultó electo presidente –el peor de la historia del país-, al vencer a una genuina perdedora, como era Hillary Clinton.

            Dunn es co-presidenta del departamento de litigios del bufete de abogados Paul Weiss, toda una referencia para clientes de alto perfil, por haber ganado casos difíciles en los tribunales. Ella aparece, para mejores datos, en el top de los 100 mejores abogados litigantes del 2023. Es licenciada en Derecho por la Universidad de Yale, y fue secretaria de la actual fiscal general de los Estados Unidos, Merrick Garland; y del ex juez de la Corte Suprema de los Estados Unidos, Stephen Breyer.

            En cuanto a esta asesoría que brindó a Kamala Harris, el principal asesor de Donald Trump, llamado Tim Murtaugh, ha criticado ante las cámaras de Fox News, el telediario preferido del ex presidente, que ello crea un conflicto de intereses: “Kamala Harris nunca se enfrentará a las tecnologías, porque la principal abogada de Google le está dando instrucciones sobre qué decir en los debates. Piensen en lo escandaloso que es. Su administración está demandando a Google, pero Harris está recibiendo consejos políticos del abogado del acusado. Cualquier estudiante de Derecho de primer año, sabe que eso es un conflicto de intereses.” Soslayó. Pero los expertos subrayan que no supone un conflicto, porque Dunn puede asesorar tanto a empresas como a Kamala Harris, “porque los abogados que ejercen en el sector privado, participan como voluntarios en campañas políticas todo el tiempo.” Según la opinión de Steven Lubet, profesor emérito de la Facultad de Derecho Pritzker, de la Universidad Northwestern.

            Algo más sobre Karen Dunn, indica que no es nueva dentro del Partido Demócrata, ya que desde el 2008 viene ayudando a preparar a candidatos presidenciales y vicepresidentes, en los casos del mismísimo Barack Obama, en el 2012; y a Hillary Clinton, en el 2016. A la señora Harris la asesoró por primera vez en el 2020, cuando se enfrentó en un debate al ex vicepresidente republicano, Mike Pence.

            De acuerdo con sus técnicas, Dunn piensa que los participantes en un debate tienen que interactuar con sus oponentes de una manera que los desafíe: “Si alguien viene detrás de ti y contraatacas con eficacia, puedes ganar.” Confesó.

            En otros aspectos relacionados con el debate que acaba de acontecer, el equipo de Harris ha solicitado la celebración de otro debate, pero el equipo de Trump no lo considera necesario y el propio Donald Trump ha dicho que “yo gané los otros dos debates y no hace falta un tercero.” Otro desacierto de los argumentos de este individuo, quien ciertamente le ganó a Biden; pero fracasó estrepitosamente ante Kamala; y el 63 por ciento de los votantes que observaron el duelo, aseguran que Harris fue la ganadora, frente a un 37 por ciento que se decanta por el republicano. Así según una encuesta reciente, hecha por la cadena CNN.

            Empero, la otra gran pregunta que se desprende de la situación actual de los Estados Unidos, de la carrera por la presidencia del país, es algo perturbadora porque señala que si las elecciones se celebraran hoy, a mediados del mes de septiembre, Harris ganaría por poco en el voto popular; es decir, por la afluencia de ciudadanos a las mesas de votación, quienes la preferirían a ella; sin embargo, perdería ante el Colegio Electoral, lo cual significaría una victoria para Trump. Esa dicotomía que cuesta entender del extraño sistema estadounidense, indica que las elecciones presidenciales son en realidad, 50 carreras separadas en los Estados; y muchos votantes demócratas viven en California y Nueva York y necesitan mudarse a los llamados “Estados bisagra”, para favorecer con sus votos a su candidata. Esta situación sólo indica una cosa: Kamala Harris tiene que trabajar duro para lograr ganar ante el Colegio Electoral.

            Por otra parte, la cantante juvenil Taylor Swift, actualmente de moda y seguida por millones de jóvenes, dijo, después del debate, que le iba a dar su apoyo a Harris, pero los analistas consideran que los fans de esta artista ciertamente aportarían sus votos también para la demócrata, pero serán sus madres las que podrán potenciar el voto a su favor. Otro aspecto se fundamenta en que muchos de los seguidores de Swift, son demasiado jóvenes, no llegan siquiera a los 18 años, que es la edad mínima para el sufragio en este país. “Además –citan los mismos analistas de esta peculiar situación-, es probable que muchos no estén registrados para votar y el tiempo apremia: sólo quedan 5 semanas en Pensilvania, por ejemplo. Apostaría a que las madres de los Swifties son quizás más importantes que los propios jóvenes fans. Pero estamos hablando de unas elecciones increíblemente reñidas en las que cada voto, al menos en los Estados indecisos, importa. Si Taylor Swift se presenta a hacer campaña en Pensilvania y Arizona, Trump tendrá realmente algo por lo que enfadarse.”

            Un resumen de lo que fue este debate, indica que el plan de la demócrata fue el de presentarse moderada, centrista y apuntar al ego de Trump. Luego, esperar que su ira hiciera lo demás. Este planteamiento le dio resultado, mientras ella sonrió toda la noche, sin entrar en la trampa de Trump, sin dejarse enredar, ignorando los insultos personales velados y abiertos del republicano y el torrente venenoso que caracteriza a Trump. Y Kamala, a diferencia de Hillary Clinton o Joe Biden, en el 2016 y el 2020, no se obsesionó por desmontar las falsedades de su rival, ni por exponer su programa, ni los que considera mayores éxitos de la administración de la que forma parte. Usó cada oportunidad desde un inicio, para distanciarse y diferenciarse, para retratar al republicano como un amigo de los ricos que abandona a la clase media, pero sobre todo como alguien colérico, furibundo, siempre enfadado, amargado y anclado en el pasado, sin ningún plan para el futuro.

            Otro analista definió finalmente lo que sucedió ante las cámaras y luces de ABC: “Donald Trump es una fuerza de la naturaleza incontrolable, imparable, hiriente e irrespetuoso (…). El mejor insultador en muchas generaciones. Intentar seguirle el ritmo es un suicidio. Entrar en su juego, es una derrota segura y Harris lo evitó en todo momento, escogiendo ella los temas en los que hacer daño, como por ejemplo cuando le dijo que fue despedido por 81 millones de estadounidenses y le está costando aceptarlo, sin ir a remolque, dejando de lado el tema de que Trump la despreciaba, la menospreciaba  y la ignoraba,” pero eso se terminó la noche del debate: ahora sólo le corresponde tenerle cuidado y trabajar más duro para vencerla en noviembre.

Ha quedado en manos de los votantes decidirse por el uno o por la otra; con el agravante para el republicano de que ya fue probado por el mundo entero, no solamente en los Estados Unidos, cuando fue presidente, y le conocemos de pies a cabeza, mejor de lo que él se conoce a sí mismo. Y ese aspecto es sumamente negativo para este sujeto, ave extraña y flemática del paraíso norteamericano.


Sucedió lo que Sabíamos iba a Suceder:

el Fraude Descarado en Venezuela

 

CARACAS-La paliza electoral que le han dado a Nicolás Maduro Moro, el conductor de autobuses que llegó a ser dictador del país más rico de América Latina, ha sido proverbial; y esa paliza se la ha propinado la oposición pro-democrática que se ha enfrentado a él y a su tiranía, en las urnas de votación. Y como dijo una analista español que observó estas elecciones allí, “en el terreno”: “Maduro es incapaz de ganar unas simples votaciones de vecinos, aquí en Miraflores (un pequeño barrio capitalino). Ha sido una paliza histórica la que le estaban dando (en las urnas) a Nicolás Maduro.” Así según un podcast publicado en el periódico El Mundo, de España.

            Lo que no se acaba de entender es, por qué una dictadura que lleva tantos años en el poder en esta nación suramericana y de la cual no existe la menor duda de que es un sistema represivo, corrupto, asociado con el narcotráfico colombiano y con otras dictaduras del continente, convoca a elecciones nacionales, cuando esos procesos, además de ser falsos y fraudulentos en sus resultados, lo que consiguen es el menosprecio de la comunidad internacional y desestabiliza al dictador de turno. No le encontramos respuesta lógica, aparte de que sirvan para consolidar o “legalizar” el sistema que ya tienen encima los venezolanos, pero tampoco da solidez ni legitimidad y causa un sentimiento contrario en la población, la prensa mundial y en los países vecinos. Incluso, significa poner “en la cuerda floja” al régimen, porque peligra que se produzca una invasión de fuerzas extranjeras o el levantamiento del mismo pueblo venezolano. En este torcido caso, lo que procede es copiar al sistema comunista de Cuba, que nunca ha realizado elecciones de ninguna índole, sus dictadores llevan las riendas de la dictadura y no tratan de desvirtuar el concepto “dictatorial” y el resto de la humanidad sabe que es un sistema represivo, así lo conciben, lo toleran y hasta son indiferentes con la naturaleza del régimen, los desmanes que ejecuta y el sufrimiento de los oprimidos.

            En otras palabras, Nicolás Maduro, por impericia, por falta de sabiduría e inteligencia, “se juega una carta” que no debería jugar y se pone en la posición del posible perdedor.

 

La oposición ganó por más de 6,2 millones de votos

 

            Esa es la versión de los seguidores e impulsadores de la candidatura de Edmundo González Urrutia, el ganador de estas elecciones, y es la más creíble de las dos versiones que existen: la de Maduro y la de los demócratas. Los mismos opositores aseguran que tienen pruebas fehacientes y contundentes de que así ha sido. Es decir, 6,2 millones de sufragios, que significan el 73,2 por ciento de las actas de votación; pero el Consejo Nacional Electoral (CNE), un organismo farsa y farsante, plegado a los intereses y manipulaciones del dictador Maduro, le ha dado la victoria a éste, con el 51,2 por ciento de los votos.

            La supuesta prueba que tiene en sus manos la oposición, es precisamente el 73,2 por ciento de las actas de todas las mesas de votación, según las manifestaciones de los líderes de la agrupación “Vente Venezuela”, contraria al gobierno venezolano. De acuerdo con esta versión, pueden comprobar que se ganó con una diferencia “apabullante” el día de los comicios. En números exactos, el ex diplomático Edmundo González Urrutia ganó con 6,2 millones de votos; mientras que Nicolás Maduro obtuvo solamente 2,7 millones de sufragios. Esa es la cantidad que arrojaron las 30,000 mesas electorales que fueron instaladas en todo el país para que el pueblo emitiera su decisión. Es cuando María Corina Machado dijo: “Con las actas que nos faltan, aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE), les pusiera el 100 por ciento de los votos a Maduro, no alcanzan a Edmundo con lo que ya tenemos. La diferencia fue tan grande, apabullante, y fue en todos los Estados de Venezuela, en todos los estratos (sociales).” Pero el poder electoral aseguró que Maduro había ganado con ese polémico 51,2 por ciento, con base en el 80 por ciento de las actas totalizadas. Así según un boletín que el CNE emitió el mismo día de las elecciones, bastante adentrada la noche.

            Por su parte, González Urrutia afirmó a los periodistas que “tenemos las actas suficientes para demostrar nuestro triunfo categórico y matemáticamente irreversible. La voluntad expresada ayer a través de su voto, la haremos respetar. Ese es el único camino hacia la paz. El anuncio del ganador fue prematuro por parte del CNE, sin haber sido auditados. No son una muestra de un liderazgo responsable. (Por eso) llamo a las Instituciones del país a respetar la voluntad popular con plenas garantías y a los movimientos opositores a mantenerse firmes, unidos y coordinados.”

            Para reforzar lo anterior, Corina Machado informó a los seguidores de su trabajo electoral, que existe un portal en internet, donde todos los que estén interesados en conocer los resultados verdaderos del proceso de votación, pueden entrar allí y verificar su voto, tan sólo usando su número de cédula (o carnet de identidad), o por Estado, municipio y parroquia; y añadió que líderes mundiales están verificando en estos momentos precisos esos datos, para salir de dudas, desmentir al gobierno dictatorial y conocer la única verdad existente: que Maduro perdió y “por paliza”, por un número impresionante de sufragios en su contra, que le deslegitiman todavía más de lo que ya lo estaba antes de los comicios recién acontecidos.

            También hizo un llamado a la ciudadanía para que se manifieste pacíficamente en toda Venezuela, para presionar al gobierno y dé los resultados reales, dé a conocer a la opinión pública esas actas que le podrían comprometer y presionar para que abandone el poder. El mismo llamado lo hizo a los militares y autoridades policiales, para que intervengan en contra del fraude y de quienes han engañado al pueblo venezolano. Sin embargo, este último llamado ha sido infructuoso, porque los soldados siguen siendo fieles al dictador, a pesar de que están pésimamente mal pagados, tienen que regresarse a sus casas a pie, porque no tienen dinero para el transporte y les quitan sus armas, debido al temor que tiene la dictadura de que las usen en un eventual golpe de Estado. Aun así, continúan fieles a Nicolás Maduro.

            En Europa, el eco de la traición a la democracia una vez más, por parte de la narco-dictadura de Venezuela, ha generado debates profundos y certeros, tanto en el Instituto de Estudios Latinoamericanos GIGA, de Hamburgo, Alemania, como en la Universidad Helmut Schmidt de la Bundeswehr, situada también en este puerto del norte alemán. Es así como la politóloga alemana, Ana Soliz de Stange, analiza lo acontecido en Venezuela con estas palabras: “La autoridad electoral, el Poder Judicial y las Instituciones en Venezuela en general, se han convertido, desde hace tiempo, en instrumentos de opresión para el régimen de Maduro. Este resultado es decepcionante y poco creíble y creo que no se está respetando la voluntad del pueblo venezolano. Además, esta actuación del régimen de Maduro acaba con cualquier posibilidad de transición democrática en Venezuela y eso es lo más complicado de esta situación. Ahora está por verse cómo reaccionarán los ciudadanos venezolanos. En mi opinión, Maduro no tiene incentivos suficientes para entregar el poder de forma democrática. Estas elecciones no fueron competitivas ni transparentes desde el principio.”

Y para Sabine Kurtenbach, del GIGA: “En última instancia, a ninguno de nosotros nos sorprende. En los días previos a las elecciones se dijo que si no ganaba tan claramente, podría haber margen para la negociación. Pero ¿Por qué? ¿Por qué haría eso Maduro? No obstante, creo que el desarrollo posterior sigue completamente abierto.” En cuanto a los militares, opina lo siguiente: “Los militares son un actor importante en Venezuela. Pero ya (el ex líder opositor) Juan Guaidó, esperaba que los militares hicieran algo. La cúpula militar en particular, está estrechamente vinculada al régimen. Es difícil evaluar la situación en los rangos inferiores. Además, los militares tampoco son un bloque unificado. Hay diversos actores armados que se controlan y vigilan entre sí.”

            En síntesis, Sabine Kurtenbach no espera que los militares se impliquen en un golpe de Estado en tiempo cercano ni a mediano plazo. “Más bien –agrega-, ahora mucho dependería de los próximos pasos de la oposición: ¿Convocará a protestas en las calles? El bloque opositor aún parece rehuir esa posibilidad. Maduro había advertido de este escenario en vísperas de las elecciones y amenazó abiertamente con un ‘baño de sangre.’ Yo espero que Colombia y Brasil se muestren ahora más activos e intenten entablar un diálogo con Maduro. Muchos de los aproximadamente ocho millones de migrantes venezolanos, ya viven en esos dos países. Observadores estiman que otros tres o cuatro millones de personas, viven actualmente con las maletas hechas en Venezuela.” Puntualizó. Para esta misma analista alemana de lo sucedido en esta nación suramericana, una de las consecuencias más inmediatas del fraude electoral, de la crisis política y económica venezolana, es la inmigración masiva de más millones de personas, quienes huirán de la continua inestabilidad y las inciertas perspectivas de futuro, que los empujan cada vez más a huir. “El decepcionante resultado de estas elecciones para muchos venezolanos, podría intensificar aún más esta oleada migratoria.” Sentencia Sabine.

            El ciudadano común no soporta más lo que sufre en su patria, donde la situación es particularmente trágica y se torna todavía más intolerable cuando piensan en lo rico, gracias a la naturaleza, que es este territorio. Por ejemplo, hace algunos pocos años atrás, Venezuela tenía las mayores reservas de petróleo del mundo, con casi 304,000 millones de barriles, seguido por Arabia Saudí, con unos 260,000 millones de crudo. Pero el contraste más deprimente para quienes están conscientes de ello, finca en que la economía venezolana lleva años sumida en la miseria, caracterizada por enormes problemas de abastecimiento y una hiperinflación que casi ha destruido el poder adquisitivo de su pueblo. La dictadura echa la culpa al bloqueo comercial decretado y puesto en práctica por los Estados Unidos, pero las causas de esta profunda e inaguantable crisis, son múltiples y van desde las malas decisiones políticas y los problemas estructurales, hasta las sanciones internacionales. No solamente es por causa de estas últimas. En los supermercados, por ejemplo, faltan los alimentos más básicos, como la harina, el azúcar, el aceite para cocinar, la leche y el papel higiénico, entre otros abarrotes esenciales para la vida del ser humano en sociedad.

 

Reacciones en lo interno y externo de Venezuela

 

            El desparpajo ha sido tanto, la burla ha sido tan grande y la mentira tan monumental, abierta, descarada y evidente, que ha causado violentas manifestaciones, sobre todo de personas sencillas, en los barrios más marginales de Caracas, la Capital venezolana. Las protestas hicieron que el dictador Nicolás Maduro y sus amiguetes en el poder, lanzaran a los policías, los antimotines y soldados a las calles para repeler a los enfadados, junto a las hordas de aquellos no uniformados que le son adictos y están siempre anuentes a combatir a los ciudadanos comunes. Incluso se ha dicho que Maduro solicitó al dictador de Cuba, Díaz-Canel, el envío de un contingente de militares cubanos, especializados y expertos en combatir en las revueltas callejeras. También, dicen, pidió ayuda a su amigo Vladímir Putin, y no sería nada extraño ver buques rusos anclados en las aguas territoriales venezolanas del Caribe.

            Lo ciento es que miles de venezolanos se hicieron a las calles, provenidos de los barrios populares de la Capital, como de la gigantesca barriada de Petare, que es la más populosa de Caracas. Los cacerolazos se escuchaban por todas partes, grupos enormes de motociclistas que recorrían las arterias de la ciudad, vociferaban contra el dictador y su dictadura. El estribillo que más se escuchaba era: “¡Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer! ¡Que se entregue el poder ya!” Quemaron carteles con el rostro de Maduro, tiraron estatuas del ex dictador Hugo Chávez, fallecido hace algunos años atrás y que fue el fundador de esta dictadura que hoy sufren los venezolanos y les tiene postrados de cara a su propia realidad y frente al mundo entero.

            Una mujer llamada Carolina Rojas, de 21 años de edad, sin contener su enojo, dijo a un reportero de un medio internacional: “Cerramos los negocios y nos pusimos a protestar, nos sentimos decepcionados, esto no refleja la realidad, nosotros votamos contra Nicolás Maduro.” Mientras tanto, David, de 40 años, manifestó: “Salimos porque hubo fraude. Están llamando al ejército, pero hay que protestar.” Además del barrio caraqueño de Petare, las protestas por el robo en las urnas de votación se dieron también en la autopista Caracas-La Guaira, Catia, Santa Mónica, Caricuao, La Vega y El Cementerio; y en otros sitios del país, en Coro, en el Estado de Falcón.

            En lo que respecta a los cientos de motociclistas que se hicieron a las calles, éstos transitaron por las principales arterias de Caracas, con pasamontañas en sus rostros para evitar ser reconocidos por los afectos al régimen, y se dirigieron hacia el oeste de esta ciudad, donde se ubican las sedes de los poderes públicos, el Palacio Presidencial de Miraflores (dictatorial en este caso, pues Venezuela no sabe de presidentes desde la llegada de Hugo Chávez, el creador de esta miserable dictadura narco-comunista); y otros edificios que albergan a gran parte de los burócratas del Estado. Muchos de estos motoristas llevaban arrastrando retratos del dictador Maduro, que habían arrancado previamente de los lugares donde habían sido puestos para que sirvieran de propaganda política durante la campaña recién finalizada. Fue cuando aparecieron otros motociclistas, pero esta vez fueron los antimotines, armados hasta los dientes, mientras otros, a pie, lanzaban gases lacrimógenos contra la muchedumbre que protestaba. También, parejas de gendarmes atrapaban a los manifestantes, los subían a las motos, les daban una golpiza ahí mismo y los conducían después hasta las comisarías para volverlos a golpear y meterlos finalmente en las celdas carcelarias.

            Evidentemente ha sido el mismo panorama de siempre; es decir, cada vez que el dictador, el ex camionero o ex conductor de autobuses, Nicolás Maduro Moro, se apropia ilegalmente de unas elecciones, procede a utilizar a las fuerzas de choque para dispersar a los miles de manifestantes y hacerlos retornar a su rutina de hambre, falta de empleos, falta de comestibles, de libertades básicas individuales y de represión allí donde estén venezolanos viviendo dentro de este sistema en el que solo se enriquecen los que pertenecen a la camarilla en el poder y el pueblo tiene que sufrir las penalidades de todos conocidas.

            Pero las reacciones en el exterior o internacionalmente, han sido de parecido talante; es decir, el estupor, el enfado y la indignación se han hecho presentes en casi todos los gobernantes, periodistas, analistas políticos y sociales que han seguido con atención las elecciones en esta nación de América del Sur. Uno de ellos ha sido el brasileño Luis Inácio Lula da Silva, quien, a pesar de pertenecer supuestamente al mismo partido comunista de Maduro, se ha mostrado contrario a lo que éste ha hecho en Venezuela: “Si ganas… te quedas –le dijo el brasileño al dictador venezolano-; si pierdes… te vas.” Recordándole que la decisión del pueblo es lo que debe prevalecer en casos parecidos y el candidato perdedor tiene que retornarse “por donde vino” o, en el mejor de los casos, rendir cuentas ante la justicia, como se estiliza en el Perú, donde meten a prisión a los ex mandatarios que han infringido las leyes del país o han violado a la Carta Magna o Constitución.

            Otros dos comunistas suramericanos que dejaron escuchar sus voces airadas, fueron el colombiano Gustavo Petro y el chileno Gabriel Boric, ambos bastante contrariados por lo que ha sucedido en Venezuela. El argentino Javer Milei llamó a Maduro “dictador”, saliéndose del común que siempre le llama “presidente”, sin serlo en ningún sentido. Lo escribió en la red social X y exhortó a los militares venezolanos “a defender la democracia” mediante un golpe de Estado, según dejó entrever en el texto que redactó. Y para continuar con la farsa, los también tiranos de Cuba, Díaz-Canel; y de Nicaragua, Daniel Ortega, felicitaron a Nicolás Maduro por “el rotundo triunfo electoral que acabas de tener en tu país”, según reza una nota enviada desde Managua.

            La reacción de la dictadura venezolana contra algunas naciones democráticas del continente, no se hizo esperar, porque exigió el retiro del personal diplomático de siete países que tienen relaciones con Venezuela. A saber, los embajadores y personal de sus embajadas, tienen que abandonar a la tierra de Simón Bolívar cuanto antes: los de Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay, cuyos gobiernos criticaron el fraude electoral perpetrado por Nicolás Maduro. Así mismo, Miraflores decidió retirar al personal venezolano acreditado en esos mismos países y traerlos de regreso a Caracas, sin dilación. “Expresamos nuestro más firme rechazo ante las injerencistas acciones y declaraciones de un grupo de gobiernos de derecha, subordinados a Washington y comprometidos abiertamente con los más sórdidos postulados ideológicos del fascismo internacional, (…) que pretenden desconocer los resultados electorales.” Cita la nota de protesta expedida por el Ministerio del Exterior de Venezuela.

            Y es que los gobiernos mencionados, junto a los de Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú y República Dominicanas, manifestaron su profunda preocupación por el desarrollo de las presidenciales y sus resultados que desembocaron en el robo de esas elecciones, por parte de la dictadura chavista; y el mandatario de El Salvador, Nayib Bukele, dijo sin eufemismos que Maduro “cometió fraude electoral.”

            Allende el Océano Atlántico, la Unión Europea (UE), emitió un comunicado que dice: “Los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela, no han sido verificados y no podrán considerarse representativos de la voluntad del pueblo venezolano, hasta que se publiquen y verifiquen todas las actas oficiales de las mesas electorales.” La Casa Blanca, por su parte, acusó al gobierno de Venezuela de “manipulación electoral” y “represión” y “el anuncio de que Nicolás Maduro había ganado un tercer mandato, ha despojado a la elección de cualquier credibilidad.” Sin embargo, la Casa Blanca no anunció nuevas medidas punitivas contra la dictadura de Venezuela, por el momento; aunque les exige la publicación transparente y total de las actas de votaciones.

            Este fue el comunicado emitido por Washington, firmado por Vedant Patel, portavoz adjunto del Departamento de Estado de los EE.UU: “Al participar en la represión y la manipulación electoral, y al declarar un ganador sin los resultados detallados de las votaciones precinto por precinto (…), los representantes de Maduro han despojado de toda credibilidad a los supuestos resultados electorales que anunciaron. Aplaudimos al pueblo venezolano por su participación en las elecciones presidenciales y (les hacemos saber) que tenemos serias preocupaciones de que este resultado no refleje la voluntad y los votos de la ciudadanía. No tengo ningún anuncio que hacer al respecto. Lo que pedimos es la publicación inmediata de los resultados detallados de las encuestas, para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas. Es algo que estamos buscando, al igual que otros socios internacionales y regionales.” Concluyó.

            En lo que estriba a las Naciones Unidas, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el alemán Volker Türk,    dijo estar “extremadamente preocupado por las tensiones postelectorales en Venezuela y pido a las autoridades respetar el derecho a protestar pacíficamente. Venezuela se encuentra en un momento crítico. Insto a las autoridades a respetar los derechos de todos los venezolanos a reunirse y protestar pacíficamente y a expresar sus opiniones libremente y sin miedo.” Y es que ONGs han relatado que más de 20 personas murieron en enfrentamientos con las autoridades enviadas por la dictadura para acallar a los manifestantes y ha habido más de 1,000 personas detenidas y encarceladas, en un intento de Nicolás Maduro por reprimir toda muestra de oposición en su contra. El mismo Türk subrayó que se han registrado manifestaciones en unos 17 de los 24 Estados que componen la distribución político/geográfica de Venezuela, con cientos de ciudadanos arrestados. “Esto me preocupa profundamente”, citó el funcionario de la ONU y añade: “Estoy alarmado por los informes sobre el uso desproporcionado de la fuerza por parte de los agentes encargados de hacer cumplir la ley; además de la violencia de individuos armados que apoyan al gobierno (brigadas civiles gobiernistas), conocidos como ‘colectivos’. Varios manifestantes han resultado heridos por armas de fuego. Las personas responsables por violaciones de derechos humanos, deben rendir cuentas. Uno mi voz a la del Secretario General de la ONU, António Guterres, quien pidió transparencia total en el conteo de votos y afirmó que las autoridades electorales deben realizar su trabajo de forma independiente y sin interferencias.” Puntualizó el alto comisionado.

            El descaro sigue siendo tan evidente ante los ojos del mundo que, a menos de haber transcurrido una semana de la controvertida reelección del dictador narco-comunista, Nicolás Maduro, la represión se observa en toda su magnitud, con las fuerzas del gobierno dando bastonazos, golpeando a manifestantes ante las cámaras de los celulares de las personas particulares que filman las incidencias y las suben a las redes sociales y las cámaras de los periodistas extranjeros, sin que les importe que están siendo filmados; llevándose a los detenidos en motocicletas y lanzando gases lacrimógenos por doquier. El objetivo del dictador y sus secuaces, Vladimir Padrino y Diosdado Cabello, ambos componentes del “cártel de los soles”, e incrustados en el seno del poder, que se encarga de trasegar cocaína a Europa y hacia los Estados Unidos, es el de aplacar la furia del pueblo, enardecido por el hurto de sus votaciones. Un cronista europeo ha escrito en un importante diario del Viejo Continente: “En el afán de apagar las protestas contra la reelección de Maduro, el régimen persigue, encarcela, amenaza. Los organismos de derechos humanos están desbordados, los perseguidos organizan redes de protección.”

            Por ejemplo, Lisette González, quien pertenece a una organización de derechos humanos, lleva siempre sus auriculares puestos y se mantiene atenta a su computadora portátil, llenando tablas de Excel, donde contabiliza los detenidos y los asesinados por las fuerzas uniformadas. Ella recibe y sistematiza las denuncias de violaciones de los derechos humanos en esta nación. Otro ejemplo es el de Martha Tineo, cofundadora y organizadora de la ONG Justicia, Encuentro y Perdón, quien dijo a un medio de prensa: “El contraataque (de la dictadura) se desató el lunes en la noche, cuando los colectivos (grupos de civiles armados y que apoyan al régimen), se metieron a casas de gente, los saquearon, les robaron…” Narró.

            Los manifestantes se defienden por medio del WhatsApp, mediante el cual se informan entre ellos sobre lo que ocurre afuera de sus viviendas: “Tenemos redes en WhatsApp donde informamos sobre las protestas, redadas de los colectivos y detenciones y desapariciones. Casi no salimos de nuestras casas y procuramos estar de regreso antes del anochecer.” Relata un activista. Otros, ya no duermen en sus casas, por la inseguridad que eso representaría para ellos y el caso más gráfico es el de la propia María Corina Machado y el ex candidato ganador legal de estas elecciones, Edmundo González Urrutia, contra quienes Maduro ha dictado orden de captura para meterlos a la cárcel y ambos han pasado a la clandestinidad. Pero son buscados “por tierra y cielo” por las fuerzas de la represión. Incluso, el gobierno de la democrática Costa Rica, cercana territorialmente a Venezuela y ubicada en América Central, ofreció asilo político a los dos personajes que están siendo perseguidos por Nicolás Maduro y su grupo de delincuentes en el poder. “Hemos sido informados de que existen órdenes de aprehensión, de captura y de arresto en contra de María Corina Machado y Edmundo González, en Venezuela –informó el ministro de Exteriores costarricense, Arnoldo André-. (Y) por mi medio, el gobierno de la República anuncia que estamos dispuestos a otorgar asilo político, refugio, en Costa Rica (a ambos).” Agregó que “el ofrecimiento es extensivo a todo otro perseguido políticamente en Venezuela, en especial a aquellas personas que se encuentran refugiadas en la Embajada de Argentina, en Caracas.” Insistió.

Mientras tanto, Nicolás Maduro no deja de increpar e insultar a los gobiernos del mundo que están en contra suya y de su gobierno criminal, al mismo estilo de Manuel Antonio Noriega, en Panamá, cuando blandía un machete en el podio de los oradores; o de Saddan Hussein, quien disparaba al aire su rifle, ante el público al que se dirigía, en clara prepotencia, matonismo y soberbia contra los gobernantes de las naciones libres. En este caso, Maduro no deja de insultar a todos quienes lo adversan y de culpar a González Urrutia y Machado por los asesinatos de los manifestantes, cuando, en realidad, han sido sus vasallos quienes han hecho correr la sangre por las calles de Venezuela, tal y como él mismo lo amenazó antes de las elecciones. También dijo que tiene plenamente identificados a quienes derribaron las estatuas del otro dictador, Hugo Chávez, y pronto los arrestará allí donde se encuentren. Sus amenazas e insultos han ido dirigidos incluso, hacia Elon Musk, dueño de la red social X, a quien acusó de que desea desestabilizar a Venezuela, obviando que el hambre y las demás carencias esenciales que sufre ese pueblo, provienen de su administración gubernamental de facto y no existe otra causa.

            En un intento por poner punto final a esta crónica, reproducimos las palabras de María Corina Machado, a quien el periódico estadounidense The Wall Street Journal, publicó un breve artículo que ella les hizo llegar: “Escribo esto temiendo por mi vida, mi libertad y la de mis compatriotas. Podría ser capturada mientras escribo estas palabras. La mayor parte de nuestro equipo se encuentra actualmente refugiado, y los de la embajada de Argentina temen una redada inminente. La represión debe cesar de inmediato, para que pueda haber un acuerdo para facilitar la transición a la democracia. Hago un llamado a quienes rechazan el autoritarismo y apoyan la democracia para unirnos al pueblo venezolano en nuestra noble causa. No descansaremos hasta que seamos libres.” Puntualizó la líder política opositora venezolana. Mientras tanto, el llamado “Plan Terror”, creado e implementado por la dictadura, se ha cobrado, a inicios de este mes de agosto, una veintena de muertes de manifestantes, herido a más de 100 y llevado a las mazmorras del régimen a más de 1,000 personas del pueblo, quienes clamaban por legalidad y libertad. “Los venezolanos hemos cumplido con nuestro deber. Hemos votado para expulsar al señor Maduro. Ahora le toca a la comunidad internacional decidir si tolerar un gobierno manifiestamente ilegítimo. Son horas muy duras, pero vamos a triunfar.” Puntualizó Machado, mientras Maduro sueña con su cabeza y la de González Urrutia, de quien se desconoce su paradero. Afuera, Venezuela arde y la sangre inocente corre allí donde los ciudadanos alzan sus voces contra la tiranía y su sed de asesinar y reprimir.


Kamala Harris, la Mujer que Hace Temblar a Donald Trump

 

NUEVA YORK, USA-Una de las dos noticias más importantes de los últimos meses, al lado del atentado contra la vida de Donald Trump, ha sido la renuncia a la candidatura por el Partido Demócrata, de Joe Biden, para darle paso a la sucesora para enfrentar a los republicanos y ha recaído en la figura de la actual vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, quien está dando de qué hablar en todo el planeta que sigue con atención lo que sucede en la primera potencia mundial.

            En su retirada, Biden comunicó en un texto publicado en su cuenta en la red social X: “Creo que es en el mejor interés de mi partido y del país, renunciar (a la contienda electoral) y enfocarme únicamente en cumplir mis tareas como presidente (de USA) por el resto de mi mandato, aunque fue mi intención buscar la reelección (…). Mi primera decisión como candidato del partido en el 2020, fue elegir a Kamala Harris como mi vicepresidenta y ha sido la mejor decisión que he tomado. Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. ¡Demócratas: es hora de unirse y vencer a Trump! ¡Hagámoslo!”

 Las presiones de varios sectores del Partido Demócrata tenían asfixiado a Biden, a quien le costó tomar esta importante decisión que se sustentaba en la tozudez de su esposa, Jill Biden, quien insistía en que su marido continuara, a pesar de su evidente mal estado de salud. “La cuesta arriba” para Biden comenzó cuando hizo un papel desastroso en el debate contra Trump, organizado por la cadena televisiva CNN, el 27 de junio pasado. Su actuación delirante, fuera de contexto y que mostró sus falencias a sus 81 años de edad, encantó a los republicanos que vieron “dispararse” en las encuestas a la figura de Donald Trump, mientras Joe Biden se precipitaba al abismo de la inminente derrota. 

Ni lentos ni perezosos, siempre con ese “aguijón” en sus palabras, los republicanos, al conocer la renuncia de Biden, señalaron por medio del líder de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien aseveró que “Biden debe dimitir como presidente de los Estados Unidos. Si Joe Biden no está en condiciones de presentarse a la presidencia, no está (tampoco) en condiciones de servir como presidente. Debe renunciar al cargo inmediatamente.” 

En todo caso, con esta renuncia y la presencia de la Sra. Harris como virtual candidata demócrata, la campaña por las elecciones de noviembre próximo, han adquirido un nuevo cariz, una nueva perspectiva y muy posiblemente un nuevo resultado que será en contra del republicano Trump, quien se muestra preocupado y está enfilando todos sus ataques hacia la persona de Kamala.

 

El futuro aparece más promisorio

 

            Ciertamente, Joe Biden tenía que retirarse. La presión contra su candidatura era demasiada: una encuesta reciente hecha por la agencia de noticias AP, reveló que 7 de cada 10 adultos en esta nación, pensaban que Biden debía retirarse; y 6 de cada 10 demócratas creían que Kamala Harris haría un buen trabajo si fuera elegida presidenta de la Unión Americana. Por otra parte, 30 congresistas por el Partido Demócrata habían pedido públicamente, la salida de Biden; pero hay quienes dicen que fue la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien resultó decisiva para convencer a Biden de ejercer su retirada de la candidatura.

            Cuando circuló la noticia de la renuncia del actual presidente, una de las reacciones con mayor peso que se hizo escuchar, fue la del ex presidente Barack Obama, quien manifestó: “La victoria de Biden nos alejó de los cuatro años de caos, falsedad y división que habían caracterizado a la administración de Donald Trump. A través de sus políticas y su ejemplo, Joe nos ha recordado quiénes somos en nuestro mejor momento: un país comprometido con valores anticuados como la confianza y la honestidad, la bondad y el trabajo duro. El anuncio de hoy, refleja el compromiso de Biden ante Estados Unidos. Es un testimonio del amor de Joe Biden por el país y un ejemplo histórico de un servidor público genuino. También sé que Joe nunca se ha echado atrás en una pelea. Para él, observar el panorama político y decidir que debe pasar la antorcha a un nuevo candidato, es seguramente una de las cosas más difíciles de su vida. Pero sé que no tomaría esta decisión a menos que creyera que es lo correcto para Estados Unidos. Tengo una confianza extraordinaria en que los líderes de nuestro partido serán capaces de crear un proceso del que surja un candidato sobresaliente.”

            Otras reacciones fueron las del matrimonio de Bill y Hillary Clinton, quienes respaldaron a una futura postulación de Kamala Harris y se mostraron satisfechos con la determinación de Joe Biden de hacerse a un lado en el camino por la reelección presidencial. También el candidato independiente, Robert F. Kennedy Jr., de la famosa familia de políticos, quien expresó: “Felicito al presidente Biden por su dimisión. Sus debilidades eran evidentes para cualquier observador imparcial desde el principio. Fue este deterioro progresivo –y su abandono de los principios del Partido Demócrata-, lo que me impulsó a participar en la contienda y garantizar que los votantes estadounidenses tuvieran una alternativa viable y vigorosa a Donald Trump.” Escribió en su cuenta de X.

            El líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, también se refirió a la decisión tomada por Biden: “Estados Unidos –escribió en un comunicado-, es un lugar mejor hoy, porque el presidente Joe Biden nos ha guiado con intelecto, gracia y dignidad. Estaremos eternamente agradecidos.” Gavin Newspm, gobernador de California, redactó en su cuenta de X: “El presidente Biden ha sido un presidente extraordinario que ha hecho historia, un líder que ha luchado arduamente por los trabajadores y ha obtenido resultados asombrosos para todos los estadounidenses. Pasará a la historia como uno de los presidentes más impactantes y desinteresados.”

            Y en opinión del presidente del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison: “El pueblo estadounidense tiene una enorme deuda de gratitud con el presidente Biden, por el progreso incomparable que ha logrado en los últimos cuatro años, y honraremos ese legado y la decisión que ha tomado hoy, mediante un firme compromiso de nominar y elegir a un presidente demócrata este noviembre que llevará esa bandera durante los próximos cuatro años. El trabajo que debemos realizar ahora, si bien no tiene precedentes, es claro. En los próximos días, el partido emprenderá un proceso transparente y ordenado para avanzar como un Partido Demócrata unido con un candidato que pueda derrotar a Donald Trump en noviembre. Los demócratas estamos unidos y preparados en nuestra determinación de ganar en noviembre. A medida que avanzamos para seleccionar formalmente al candidato de nuestro partido, nuestros valores como demócratas siguen siendo los mismos: reducir costos, restaurar las libertades, proteger los derechos de todas las personas y salvar nuestra democracia de la amenaza de una dictadura. Hemos defendido y seguiremos defendiendo este argumento ante el pueblo estadounidense.” Concluyó. 

            ¿Pero qué se dijo de Joe Biden en las entrañas del Partido Republicano, en boca de los seguidores de su archirrival, Donald Trump? El primero en emitir comentarios fue el propio Trump, quien aseveró en su plataforma Truth Social: “El corrupto Biden –dijo-, no era apto para postularse para presidente y, ciertamente, no es apto para ocupar el cargo (de presidente del país). ¡Y nunca lo fue! Sólo alcanzó el cargo de presidente con mentiras. Fake News (noticias falsas) y sin salir de su sótano.”

            El gobernador republicano del Estado de Texas, Greg Abbott, llamó a Kamala Harris “zarina de la frontera”, debido a la inmigración irregular, un tema que, según los republicanos, es “el talón de Aquiles” de la presente administración Biden. “Creo que tendré que triplicar el muro fronterizo, las barreras de alambre de púas y la Guardia Nacional en la frontera.” Aseveró.  

            En lo que respecta al nuevo candidato demócrata, una vez que Joe Biden “dio el paso al costado” y se retiró de la campaña por la reelección presidencial, el nombre de su vicepresidenta, Kamala Harris, tomó una fuerza inusitada, descomunal y única en los anales de la historia de esta nación. De inmediato, los republicanos sintieron “que algo se les estaba escapando de las manos” con la presencia de esta mujer de risa fácil y contagiante simpatía. En referencia a su amigo Joe Biden, Kamala manifestó: “Su decisión de dejar la campaña por la reelección, es un acto de altruismo. Con este acto desinteresado y patriótico, el presidente Biden está haciendo lo que ha hecho toda su vida de servicio: poner al pueblo estadounidense y a nuestro país, por encima de todo. Tenemos 107 días hasta el día de las elecciones. Juntos lucharemos y juntos ganaremos. Me siento honrada de tener el respaldo del presidente y mi intención es ganar esta nominación. Haré todo lo que esté a mi alcance para unir al Partido Demócrata y unir a nuestra nación, para derrotar a Donald Trump y su agenda extrema del Proyecto 2025.” 

            El mismo Trump, durante la recepción en su casa de Mar-a-Lago, en La Florida, del dictador y genocida israelí, Benjamín Netanyahu y su mujer, afirmó que “habrá una gran guerra en Oriente Próximo y potencialmente una Tercera Guerra Mundial, sino gano las elecciones de noviembre. Estamos más cerca en este momento que en cualquier otro. Si ganamos las elecciones, será muy sencillo. Todo se resolverá y muy rápidamente; pero terminaremos con grandes guerras en Oriente y talvez una Tercera Guerra Mundial. Nunca hemos estado tan cerca, porque tenemos gente incompetente al mando de nuestro país.” Dijo en referencia indirecta a los gobernantes del Partido Demócrata que actualmente están en la Casa Blanca y a la posibilidad de que Kamala Harris gane los comicios venideros. Según Donald Trump sólo él es capaz de detener la guerra entre Ucrania y Rusia y entre Israel y la facción armada palestina Hamás; aunque no dio muestras de cómo lo haría y por el contrario, todos recuerdan que fue él y su secretario de Estado del momento, Mike Pompeo, de los muchos que él tuvo y que fue despidiendo uno a uno, quienes entregaron al democratizado Afganistán a los talibanes y ahora es una teocracia sanguinaria y represiva, donde la mujer ha vuelto a no valer nada y el tiempo y el progreso parecen detenidos, en perjuicio de su pueblo. 

            En cuanto a Kamala Harris propiamente dicha, dijo que haría todo lo que esté a su alcance “para unir al Partido Demócrata y unir a nuestra nación, para derrotar a Donald Trump.” Y tal y como se presentan los hechos en estos momentos, en las primeras encuestas realizadas en los Estados Unidos, después de la retirada de Biden, Harris empata a Trump o lo supera en dos o tres puntos porcentuales, números que indican que Kamala puede ser un verdadero problema para el republicano y puede enfrentarse cara a cara con él, porque la demócrata tiene un enorme potencial para hacer más a su favor y de sus partidarios en los próximos 107 días. Harris podría atraer los votos de más jóvenes, personas negras y mujeres, que anteriormente no sufragaron por Joe Biden.

            En lo que estriba a la política exterior, Harris expresó recientemente en la Conferencia de Seguridad de Munich, en el 2023 y 2024, que ella valora mucho la pertenencia de los Estados Unidos en la OTAN, en contraposición a Donald Trump, a quien le incomoda la Alianza Atlántica y ha dicho claramente que los estadounidenses no defenderán a ningún miembro de la OTAN en el caso de que los rusos ataquen. También Kamala Harris valora muy positivamente las alianzas de los EE.UU en el Indopacífico, principalmente ante el peligro que supone ser la China comunista. Y ante la guerra en Ucrania, la demócrata cree que es necesario apoyar a Kiev y es muy probable que, en un eventual gobierno suyo, Kamala Harris presione al Congreso para que siga votando a favor de la ayuda económica y militar a los ucranianos, porque ella considera que Rusia es una amenaza en el estricto sentido de la palabra. En el conflicto en Palestina, Harris se ha mostrado un poco más comprensiva con los palestinos y ha criticado con dureza la catástrofe humanitaria que los israelíes, por medio de su ejército genocida, han causado en este territorio y este pueblo.

 

Primeros discursos de la nueva candidata

 

            En Delaware, la actual vicepresidenta y virtual candidata demócrata, dejó escuchar a un auditorio que se mostró muy entusiasta ante la idea de que ella los representara en las próximas elecciones: “Somos un solo equipo y una sola lucha. Creemos en la libertad y oportunidades para todos. En los próximos días vamos a presentar nuestro programa y vamos a ganar.” Seguidamente, se refirió a la administración de su amigo y compañero de Gabinete, Joe Biden, de quien dijo: “Los últimos tres años no tienen comparación en la historia moderna del país. En un mandato, ya ha superado el legado de los presidentes que han cumplido dos mandatos. Conocí a Joe por medio de su fallecido hijo, Beau Biden, cuando los dos éramos fiscales generales. En aquel entonces, Beau solía contarme historias sobre su padre, las cualidades que Beau veneraba en su padre son las mismas que he visto todos los días en nuestro presidente. Soy testigo de primera mano de los esfuerzos de Biden y agradezco su trabajo como jefe de Estado.”

            En esa misma sede del Partido Demócrata de Wilmington, en Delaware, Kamala Harris lanzó el primer ataque frontal y duro contra Donald Trump, de quien dijo: “Fui fiscal, conozco a los tipos como él. Fui elegida como fiscal general (en la ciudad de San Francisco entre el 2004 y el 2011; y para el Estado de California entre el 2011 y el 2017, antes de ser senadora y vicepresidenta de la nación). He visto a depredadores de todo tipo. Depredadores que acosaban mujeres, defraudadores que estafaban a los consumidores, tramposos que rompían las reglas de su propio juego. Así que escúchenme cuando les digo que conozco a los tipos como Donald Trump. Y en esta campaña, con orgullo, lucharé contra él. Cuando permanecemos unidos, ganamos. Déjenme decirles algo: vamos a ganar estas elecciones. Estamos en el lado correcto en todos los asuntos. Tenemos un equipo increíble, hemos hecho un trabajo asombroso (…). Si Trump resulta elegido, otorgará exenciones fiscales a las grandes corporaciones, recortará la Seguridad Social y Medicare, debilitará a la clase media y reducirá el acceso a la atención médica. Son dos visiones enfrentadas: una, la nuestra, tiene un foco puesto en el futuro; la otra, en el pasado. Los republicanos aspiran a despojar a los ciudadanos de derechos y libertad. En estas elecciones cada uno de nosotros se enfrenta a una pregunta: ¿En qué tipo de país queremos vivir? ¿Un país de libertad, compasión y de derechos o un país de caos, miedo y odio? En los próximos 106 días, hasta la cita con las urnas, tenemos trabajo que hacer. Tenemos puertas a las que llamar, gente con la que hablar, llamadas telefónicas que hacer y unas elecciones que ganar. ¡Dios los bendiga a todos y Dios bendiga a Estados Unidos de América y a Joe Biden!” Dijo segundos antes de marcharse esta mujer que busca ser la primera presidenta de esta gran nación en 248 años de historia; y que, además, es de tez negra, lo cual le otorga doble rédito.

            Cuando pronunció ese improvisado discurso en el que demostró una sobrada inteligencia y agudeza política, más de 1,400 delegados demócratas, varios senadores, gobernadores y representantes, incluida la influyente Nancy Pelosi, la apoyaban de manera irrestricta. También, había recaudado, en tan solo 24 horas en las que su nombre apenas se escuchaba en todo el país, US$81 millones de donantes, un récord impresionante que causó honda preocupación en su adversario Trump. Lo anterior quiere decir que Harris tiene a su favor el 75 por ciento de los 1,986 delegados de su partido, para conseguir la nominación y ser la candidata demócrata. Es decir, podrá ser la titular en ese puesto, aunque ya nadie duda de que así será, de acuerdo con los números que se están presentando actualmente. Dicha convención interna del Partido Demócrata se celebrará en la ciudad de Chicago del 19 al 23 de agosto, y cualquier candidato deberá tener al menos 1,986 delegados de su parte y así asegurarse la nominación. En esa convención participan 4,696 y Kamala Harris está segura de que le darán el respaldo que ella necesita. Jaime Harrison, responsable del comité nacional de este partido, ha dicho que “el proceso será ágil, transparente y justo.”

            En lo que atañe a Joe Biden, repasemos las palabras de Kamala, quien le dijo al presidente actual de los Estados Unidos: “Vuelvo a ti, Joe. Ha sido uno de los mayores honores de mi vida, servir como vicepresidenta del presidente Biden. Estos tres años y medio no tienen parangón en la historia. Ha sobrepasado el legado de muchos presidentes. Joe controló el Covid ¿Se acuerdan de aquello? Ha creado millones de trabajos. Ha unido a demócratas y republicanos (…) y ha buscado soluciones juntos. Siempre ha alzado la voz por aquello en lo que ha creído. En el presidente veo honestidad, integridad, su grandísimo corazón y su profundo amor por nuestro país. Nunca ha olvidado de dónde viene. El presidente lucha por el pueblo estadounidense y le estamos inmensamente agradecidos por ello. Seamos claros: Joe no está acabado. Hay mucho por hacer con su visión. Es un inmenso honor para mí, tener el apoyo de Joe en esta campaña y es mi intención salir y lograr esta nominación y ganar. En los días que quedan por delante, estaré con ustedes para unir al demócrata, al pueblo y para ganar estas elecciones.”

            Sin lugar a especulaciones, la virtual candidata demócrata se ha convertido en un verdadero “quebradero de cabeza” para Donald Trump y sus colaboradores más cercanos, sino veamos la última encuesta realizada por Reuters/Ipsos en la que Harris tiene a su favor un 44 por ciento de los votantes, con dos puntos sobre Trump, quien tiene el 42 por ciento. Una semana antes, otra encuesta a nivel nacional, indicaba que ambos candidatos, ella de 59 años y él de 78, estaban empatados; pero el repunte de la señora Harris ha sido asombroso e inesperado para aquellos que son los más escépticos. Ante estos resultados a priori, “la guerra de nervios” se desató en las tiendas republicanas y comenzaron con lo mejor que ellos saben hacer: los ataques de todo tipo, dirigidos a la persona que les incomoda o les resulta peligrosa a sus aspiraciones.

            Esos ataques han sido cobardes, dirigidos directamente a la naturaleza de la mujer con temas sexistas, hasta pornográficos, que buscan enviar a la imagen de Kamala Harris hasta lo más bajo y sórdido que se pueda hacer. Por ejemplo, los republicanos repiten y repiten una y otra vez, que Harris ha logrado lo que ha conseguido “a punta de cama”: “Ascendió usando la cama.” Citan cobardemente, auspiciados y aplaudidos por el cabecilla de todos ellos que es el degradante y degradado Donald Trump, especializado en ataques de esta ruindad. Otra frase que pretende ser hiriente de parte de los seguidores de Trump, acusado y hallado culpable de comprar favores de una actriz del cine porno, dice “Harris la facilona”, o sino “mamadas Harris”, “Kamalasutra”, “Putahontas” y la lista abarca varias páginas, pues se han convertido en algo interminable. Sin embargo, estos ataques no son nuevos, nada novedoso se les ha ocurrido a los republicanos y han echado mano a la basura que desataron y crearon en el 2020, cuando la atacaron de igual manera; y tanto en aquel entonces como ahora, quien dio “la orden de salida” fue el mismo Donald Trump, un viejo sátiro al que los temas carnales le satisfacen y le han envuelto toda su vida desde muy joven.

            Pero argumentaciones como la de Nina Jankowicz, la activista que realizó un estudio en el 2021 sobre los insultos a las mujeres en la política, ponen a cada quien en su sitio: “Es importante etiquetar estas narrativas y mentiras –ha dicho-, como lo que son: un intento de socavar el servicio público de una mujer poderosa (en este caso Kamala), debido a su género, su origen, su color de piel…” Y recordó que en el 2021, fue la misma Kamala Harris la más castigada por la bocaza y los dardos hirientes de Trump y los suyos. Ya el 4 de julio del presente 2024, cuando se rumoraba que la señora Harris iba a sustituir a Joe Biden como candidata demócrata, Trump escribió en su red social que ella “había realizado una campaña muy mala en el pasado. ¡Pero eso no significa que no sea una política ‘muy talentosa’! Pregúntenle a su mentor, el gran Wille Brown, de San Francisco.” Refiriéndose a un viejo rumor, atizado durante la campaña del 2020, de que Kamala Harris comenzó su carrera en los años 90s, gracias únicamente a sus relaciones sexuales con Brown, quien era alcalde de la ciudad de San Francisco, y había sido su amante a pesar de que aquel estaba casado. Pero una investigación de la agencia de noticias Reuters, desmintió el bulo y acotó que Brown llevaba 13 años separado de su mujer y su noviazgo con Harris fue perfectamente público, hasta el día cuando terminaron la relación en 1995. En todo caso, Trump lo hacía con premeditación malévola y con el profundo deseo de desprestigiar a la mujer que representaba en alguna medida a los demócratas en las elecciones que él perdió contra Biden. Para Donald Trump “las mujeres alcanzan lo que quieren, conquistando sexual y previamente a los hombres.” Pero ese estereotipo alcanza también, sin que él lo desee, a sus dos hijas y a su propia esposa, Melania, de quien se podría decir que está casada con él y le ha soportado sus desatinos y desafueros, solo por el dinero que él posee.

            Para terminar con este tema, traemos a colación lo publicado por el activista ultra, Matt Walsh, un seguidor a rajatabla de Trump, para que lo lean 12 millones de usuarios de la red social X: “(Kamala Harris) se inició en la política, acostándose con Willie Brown. Se convirtió en vicepresidenta porque Biden necesitaba una mujer no blanca en su candidatura. Ha hecho una carrera pidiendo limosna a hombres poderosos.” Y finaliza su sórdido texto preguntándose cuántos abortos ha tenido Harris por culpa de su “irrefrenable historial sexual.” Esa es la clase de política, de campaña, que hacen Trump y sus tóxicos seguidores en contra de esta mujer hija de inmigrantes jamaiquino (su padre) e hindú (su madre), y quien se ha labrado una carrera dentro de la política y el Derecho, con base en el esfuerzo y lucha honesta y que tiene grandes posibilidades de derrotar a uno de los individuos más canallas que ha aparecido en el panorama electoral de los Estados Unidos en toda su historia, Donald Trump, quien, con su paso por la Casa Blanca, significó enorme inestabilidad tanto para su país como para el resto del mundo y quien no puede repetir esos mismos excesos, odios y violencia por el bien de la especie humana.

            Kamala significa esperanza y tranquilidad. Donald Trump, por el contrario, sería el retorno a los peores años que la presidencia de los Estados Unidos ha experimentado desde la independencia y fundación de esta nación como Estado soberano. Harris podría ser perfectamente la detente a la crueldad y la barbarie, al derrotar en noviembre próximo a este troglodita que se ha apoderado del Partido Republicano.


Primer Debate Presidencial en los Estados Unidos.

 Joe Biden Decepciona y Crispa los Nervios

en el Partido Demócrata

 

ATLANTA, USA-Se ha llevado a cabo el primer debate por la presidencia de los Estados Unidos, entre el actual mandatario y también candidato por el Partido Demócrata, Joe Biden; y el ex presidente republicano, Donald Trump. En lo que atañe al primero, la situación pasó a tornarse realmente preocupante para los votantes y dirigentes demócratas, pues Biden acusó una personalidad, no pobre o empobrecida dialécticamente, sino enferma y senil. Después de verlo y escucharlo por la televisión, una transmisión que abarcó a todo el país y fue vista por millones de estadounidenses, no quedó la menor duda de que se trata de una persona “golpeada” por los 81 años que actualmente tiene, y por la zaga de varias enfermedades que le han minado y erosionado su consistencia física.

            De Donald Trump se podría decir que explotó o “capitalizó” las deficiencias de Biden, quien, en la Cumbre del G7 en Italia, ya había dado visos de que su mente o situación cognitiva no estaba funcionando como demanda el buen estado de salud. Y eso se supo en todos los Estados Unidos, pues la noticia del “despiste” del presidente le dio la vuelta al planeta entero.

 

Prolegómenos del debate

 

            Al percatarse de la actitud dubitativa e insegura de Biden, su oponente, encarnizado y violento por demás, demostró durante gran parte del debate que aquel no era idóneo para seguir al frente del gobierno de los Estados Unidos. Es decir, Trump se dedicó a mostrar a un Biden más enfermo y olvidadizo de lo que en realidad está en estos momentos. El enfrentamiento dialéctico entre ambos candidatos a la presidencia de esta nación, se extendió por espacio de 90 minutos ante las cámaras de la televisión y, si hiciésemos un resumen del comportamiento de Biden, tendríamos que decir que titubeó, habló con una voz queda o muy baja y ronca y obligó a los televidentes a subir el volumen de sus receptores de TV. Algo parecido hicieron los que le escuchaban en persona en el plató del estudio televisivo.

            Posteriormente, la cadena CNN, afecta a Donald Trump, realizó una encuesta que arrojó como resultado el esperado: Trump fue el indiscutible ganador de este primer debate y encendió las alarmas en lo interno del Partido Demócrata, donde se ha hablado de cambiar al candidato a pesar de la negativa de Biden de alejarse de estas segundas elecciones que, si se dieran el día de mañana, él sería el inobjetable perdedor sin dudarlo en lo más mínimo. En cifras, el 67 por ciento de los televidentes dieron ganador a Trump y piensan que se desenvolvió mejor; y el 33 por ciento restante, favoreció a su adversario demócrata.

            De cara al exterior, la situación patológica de Joe Biden es igualmente preocupante, en especial para los gobernantes de Ucrania, quienes observan con terror un posible triunfo de Donald Trump quien, dicho sea de paso, dijo que la guerra con Rusia ha sido culpa de Biden y de nadie más. La OTAN y la Unión Europea (UE), también ven con recelo y temor un eventual triunfo del republicano, pues se trata de un individuo al que le gusta “navegar en contra de la corriente,” según le hemos conocido.

            En retorno a la encuesta de CNN, la mayoría de los consultados dijo que no tienen confianza en la capacidad de Biden para liderar al país; pero hicieron hincapié en que el debate tuvo poco o ningún efecto en ellos en lo que respecta al voto que van a emitir el 5 de noviembre próximo. En lo que respecta a Biden, a manera de excusa, dijo al finalizar el debate: “tengo dolor de garganta”; y su vicepresidenta, la señora Kamala Harris, lo excusó al decir que “tuvo un comienzo lento, aunque después tuvo un poderoso final.” Lo primero es verdadero, pero lo segundo “de poderoso”… nada. Es totalmente impreciso para referirse a la actuación de Biden en el debate. Y algunos comentaristas estadounidenses, analistas políticos casi todos ellos, se mostraron consternados por la actuación del actual presidente del país y aseguraron lo siguiente: “Las respuestas de Biden estuvieron, en muchos casos, fuera de contexto.” Así opinión vertida por la periodista especializada en temas políticos, Abby Phillip. 

            Por su parte, el influyente y afamado periódico The Washington Post, escribió que el equipo de campaña de Biden admitió que el mandatario y candidato tuvo problemas en el escenario televisivo y que su actuación “ha dañado a su candidatura.” Mientras un congresista demócrata, el propio partido de Biden, simplemente exclamó al preguntársele su opinión: “¡Un desastre!” Y se refería directamente al actual mandatario. “Frágil”, es el término adecuado, el adjetivo preciso para describir la personalidad de Biden durante el debate.

            Otra opinión colegiada fue la de Inés Pohl, jefa de la Oficina de la Deutsche Welle (La Voz de Alemania) en Washington, quien dijo: “No hay nada que endulzar aquí: este debate fue un desastre para Joe Biden. El principal objetivo de Biden esta noche era demostrar que es apto para el cargo, pero fracasó estrepitosamente.” Dijo la experta. Y para David Axelrod, asesor principal del presidente Barack Obama hasta el 2011, dijo a CNN que “Biden no logró dar una impresión enérgica e incluso parecía un poco desorientado en ocasiones. Y si bien Trump tiene 78 años, es solo unos pocos años menor que Biden, parecía una década más joven que el actual presidente.”

            Lo anterior en relación con Joe Biden, ¿Pero cómo fue la actuación de Donald Trump en dicho debate? Su objetivo fue “parecer presidencial”. No interrumpió constantemente a su oponente cuando éste hablaba, quizás porque la CNN, organizadora, apagaba el micrófono a aquel que no tenía el uso de la palabra. Por otra parte y en la esencia misma del debate, Trump evadió responder sobre temas referidos a los servicios del cuidado infantil o a su propia edad y volvía reiteradamente a su tema predilecto: los inmigrantes irregulares que lograron ingresar a los Estados Unidos, gracias a la política errática de Biden y “serán esos mismos inmigrantes quienes van a destruir al país a mediano plazo.” Aunque, dentro de este mismo tema, mintió descaradamente al decir que, bajo su presidencia, la frontera sur de los Estados Unidos fue “la más segura en la historia de nuestro país.” Sin embargo y paradójicamente, la inmigración irregular hacia esta nación fue mayor durante el mandato de Trump, que durante cualquiera de las administraciones de Barak Obama o Bill Clinton, según verificaciones de datos del Instituto Poynter.

            Una de las preguntas medulares, de esas que “hacen parar la respiración”, fue la que le formularon al republicano, en el sentido de que si él respetaría el resultado de las elecciones próximas, aun si le fueran adversas. Evidentemente, la periodista-moderadora que hizo ese cuestionamiento quiso recordarle a Trump cuando lanzó a una turba contra el edificio de El Capitolio, bajo el argumento de que le habían robado las elecciones del 2020 y se manipularon los resultados. En esta ocasión, después de evadir la respuesta de manera precisa, no tuvo más remedio que señalar que “si eran unas elecciones justas, legales y buenas”, sí aceptaría los resultados. Pero fue notorio que le costó responder con claridad y prontitud a lo que se le estaba formulando.

            En resumen, el republicano se mostró más agresivo, según es su costumbre, su carácter confrontativo y violento, de verbo incendiario; y el demócrata, inseguro, le costó hilar los mensajes (falló estrepitosamente en la coherencia) y fue un manojo de dudas y de vocalización, pues no se le entendió en varios tramos de sus respuestas. La tónica fue un Trump burlista, en especial cuando notaba que Biden divagaba y dejaba frases sin acabar. Fue cuando el republicano expresó abiertamente: “¡Nunca he escuchado tantas tonterías!” Era cuando el demócrata se refería a la política internacional de los Estados Unidos y Donald Trump atacó diciendo que “la reputación de Estados Unidos bajo el mandato del demócrata, ha pasado a ser horrible.” También denigró la política económica del actual gobierno; aunque Trump no fue un dechado de aciertos, ya que contestó con muchas imprecisiones y evasivas varias preguntas hechas por los moderadores, los periodistas de la CNN, Dana Bash y Jake Tapper.

            Por su parte y en su defensa, Joe Biden manifestó que todavía “quedan cosas por hacer” y se dedicó a defender su gestión tanto económica como migratoria, en comparación con la de su antecesor en el cargo. Por ejemplo, dijo el mandatario: “La pandemia fue tan mal manejada, que mucha gente murió (…). La economía colapsó. No había empleos. La tasa de desempleo aumentó al 15 por ciento. Lo que tuvimos que hacer fue intentar recomponer las cosas nuevamente.” Remató al decir que “votar por Trump es votar contra la democracia.” Y el republicano le contestó que “si Biden sigue en el poder, acabará con los Estados Unidos. Si gana, nuestro país no tiene ninguna posibilidad. Probablemente no nos quede ningún país. Así de malo es. Es el peor de la historia. Si me dan otros cuatro años, yo seré el mejor.”

            A lo anterior, Biden respondió: “Este tipo no tiene ningún sentido de lo que es la democracia estadounidense. (Además) tiene muchos casos judiciales en el camino y toda una gama de problemas que tiene que enfrentar. No sé qué harán los tribunales, pero yo sí sé que él tiene un problema real: Trump está desacreditado por todos lados. No tiene las manos limpias ni en ese caso (el ataque a El Capitolio), ni en los otros tres procesos penales que afronta. Tiene la moral de un gato callejero.” Y el candidato republicano contestó: “Creo que ni él mismo sabe lo que acaba de decir; es un presidente ‘manchurio’, pagado por China, que, sin embargo, ha provocado que la situación con Pekín sea la peor en la historia. Nos están matando como país, si sigue permitiendo que sigan haciendo lo que nos están haciendo.” Balbuceó Trump, con esa manera vacía de decir cosas vacías en muchos trazos de su palabrería.

            En cuanto a la edad, Joe Biden se defendió al argumentar: “Pasé la mitad de mi carrera siendo criticado por ser la persona más joven en política. Fui la segunda persona más joven elegida para el Senado de los Estados Unidos y ahora soy la de mayor edad. Este tipo es tres años más joven (Trump), y mucho menos competente.”

 

Los demócratas piensan cambiar a su candidato

 

            De acuerdo con lo visto y experimentado la noche del primer debate en pos de la presidencia de los Estados Unidos, específicamente en lo que atañe a Joe Biden, el candidato demócrata, las alarmas se han disparado en lo interno de este partido. Se le achaca que fue una actuación confusa, medrosa, incoherente en las partes argumentales, especialmente en temas que debieron haber sido muy fáciles para desarrollar, pero fue todo lo contrario… Por ejemplo, hubiese sido bastante fácil atacar a Trump por sus condenas penales o sobre el tema reproductivo y la promesa del republicano de restablecer el derecho al aborto en el país, mismo que el Tribunal Supremo anuló en el 2022. En todo caso y por esos temas y otros más, los demócratas se plantearon con suma gravedad y al finalizar el debate, si todavía podrían nominar de alguna manera, a otro candidato para la presidencia de los Estados Unidos antes o en la Convención Nacional Demócrata de agosto próximo. Pero la preocupación se sentía “en el aire”. Es cuando la periodista alemana, Inés Pohl, observadora de este acontecimiento, comentó que “la actuación de Biden, por debajo de lo esperado, provocó discusiones sobre cómo el Partido Demócrata puede evitar que vuelva a presentarse y una forma de hacerlo sería abrir la convención para que los delegados elijan a un candidato diferente. Algo que sería muy inusual, si se observan las últimas décadas de la política estadounidense.”

            Pero hay pánico entre los correligionarios del actual presidente de la nación, quienes “intentan taponar las vías de agua” que han comenzado a inundar la casa de los demócratas. Lo cierto es que se ha abierto un debate en este movimiento político e, incluso, el comentarista de la CNN, John King, planteó la existencia de una corriente en ese partido, que está dispuesta a solicitar a Biden que se haga a un lado antes de las elecciones de noviembre, lo que abriría un escenario desconocido y que posiblemente vaya a beneficiar a Donald Trump. Ante esa posibilidad, la campaña de Biden se ha apresurado a silenciar esas voces que quieren apartarlo y han lanzado la excitativa: “¡Demócratas, dejen de preocuparse y empiecen a trabajar! Todos tenemos la responsabilidad de hacer nuestra parte.” Según las palabras del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, quien añadió: “Sentarse aquí y lamentarse. Sentarse aquí y preocuparse… no es la respuesta. Creo que el debate sucesorio es inútil e innecesario. Tenemos que entrar, tenemos que mantener la cabeza alta y, como digo, tenemos que cubrir las espaldas de este presidente. No se le da la espalda por una única actuación, por decepcionante que fuera.”

             Lo anterior en lo que estriba a los simpatizantes de Biden, quienes están dispuestos “a morir con él” si fuera necesario, o llegar al final del proceso hasta el día de las elecciones en noviembre de este 2024, pero… ¿Qué pasa con aquellos que quieren ver al presidente fuera de esta campaña política? Uno de ellos fue Abby Phillip, analista político de la CNN, quien aseguró que “los demócratas están en un modo de pánico total y algunos de ellos se atreverán a sugerir a la Casa Blanca una retirada honrosa de Biden antes de que sea demasiado tarde. El pánico que percibió en la noche del jueves (después del debate), no es ni parecido al que se intuía hasta ahora. Hay una preocupación real de que el debate haya hecho un daño real que no se puede deshacer.” Otro caso fue el de un colaborador del mismo Biden, quien solicitó quedar en el anonimato, cuando expresó que “esto es una auténtica pesadilla. No puedo creer lo que estoy viendo. Estoy viendo cómo perdemos estas elecciones en cámara lenta. Esta noche se han confirmado los temores de la gente acerca de la idoneidad del Biden que aspira a un segundo mandato en la Casa Blanca.”

            Otros se preguntaban si era demasiado tarde para que Biden abandonara e, incluso, pensaban en otro candidato demócrata. Fue cuando se escuchó decir: “En nuestros círculos se ha hablado mucho de Newsom”, el gobernador de California actualmente. Y es que la imagen del mandatario ha quedado grabada fuertemente en las mentes de sus seguidores, cuando las voz le salía demasiado ronca durante el debate televisivo, se notaban sus labios temblorosos, los titubeos claros en medio de aquel deterioro cognitivo lleno de balbuceos, desvíos del tema que se estaba tratando, confusiones en cada lapso y la mente en blanco, como el momento cuando Joe Biden dijo: “Por fin hemos vencido a Medicare”, cuando lo que quiso decir fue que los Estados Unidos lograron vencer al covid-19. Otra estratega demócrata, llamada Kate Bedingfield, dijo que “la intervención del presidente fue un suicidio político. No hay otra forma de decirlo. No fue un buen debate para él.”

            “Estoy en estado de shock”, dejó escuchar otra voz amparada en el anonimato; otro demócrata que trabaja en la Cámara de Representantes mencionó: “Vamos a perder 20 escaños en la Cámara si esto es lo que pasa.” Ambas opiniones aparecieron en el portal Axios. Finalmente, Patrick Healy, en The New York Times, dejó leer: “Transcurridos solo 30 minutos del debate presidencial, he escuchado ya a tres veteranos responsables de la campaña presidencial demócrata, y todos han tenido la misma reacción ante la actuación del presidente Biden: esto es un desastre.” Opinaron. Y para el comentarista Chris Wallace: “Biden ha hundido su campaña esta noche.”

            Paralelamente, en las entrañas del Partido Demócrata, se está gestando un movimiento que quiere dialogar con el presidente para que abandone la carrera hacia la reelección y se ha escuchado con toda claridad de parte de uno de ellos: “Ha sido un desastre. El equipo de Biden tiene que convencerle de que se retire y celebrar una convención abierta. Necesitamos un debate real sobre cómo va esto. No podemos seguir eludiendo esta discusión sobre la edad. Tenemos que ponernos serios. Hay mucho juego aquí. ¿Qué diablos estamos haciendo?”

            Sin embargo, el daño está hecho, mientras Trump, en la soledad de su penthouse en Nueva York, sonríe con esa mueca sardónica que le caracteriza, al notar el desparpajo de su oponente la noche del primer debate. “Esto lo tengo en el bolsillo. Solo hay que llegar a noviembre para confirmarlo.” Parece decir.


Ex Presidentes de Costa Rica, Iguales a Belladonnas, se Sienten Profunda

Exageradamente Ofendidos

 

SAN JOSE-La polémica la sembraron ellos, los ex mandatarios de esta república centroamericana, que tiene la fama de ser la democracia más longeva y estable de toda América Latina y la segunda del continente, después de los Estados Unidos.

            Se reunieron ante los focos y las cámaras de televisión y de los reporteros de los periódicos, por vez primera, ya que siempre lo habían hecho de espaldas al pueblo y de la prensa, para concertar acuerdos que les beneficiaron siempre a ellos y a sus partidarios más cercanos y nunca al ciudadano común, que conforma a la nacionalidad costarricense y al país.

            ¿Pero por qué se sintieron tan ofendidos, igual que señoritas virginales, a Belladonnas, Oscar Arias Sánchez (quien gobernó en dos oportunidades: de 1986 a 1990 y del 2006 al 2010); Rafael Ángel Calderón Fournier (de 1990 a 1994); José María Figueres Olsen (1994-1998); Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002); Abel Pacheco de La Espriella (2002-2006); Laura Chinchilla Miranda (2010-2014); Luis Guillermo Solís Rivera (2014-2018); y Carlos Alvarado Quesada (2018-2022)?

 

Todos contra el actual presidente, Rodrigo Chaves

 

            Y la siguiente pregunta que debemos hacernos en relación con este caso es: ¿Lo que dijo el actual mandatario, merecía tal reunión de tales personajes, quienes, dicho sea de paso, están sumamente cuestionados en cuanto a su honorabilidad –con las excepciones de rigor-, y honestidad? Un tema al que regresaremos más adelante en este mismo reportaje.

            Primeramente, debemos conocer con detalle cuál fue la argumentación del actual presidente, Rodrigo Chaves, para partir de un punto seguro: en un acto público y en medio de su discurso, Chaves dijo textual y contundente unas cuantas verdades, que por ser verdaderas (valga la redundancia), incomodó a todos estos feudalistas que hoy gozan de extraordinarias pensiones dispensadas por el Estado de Costa Rica, además de los negocios secretos que forjaron a la sombra de sus distintas administraciones del país: “grupos de poder –aseguró el presidente de la República-, se beneficiaron del Estado y Costa Rica ha vivido en modorra, corrupción, feudos y una dictadura perfecta de 75 años.” Añadió que, en la actualidad, el país está en una revolución y durante muchos años han estado (usurpando a los distintos Poderes), los mismos magistrados, diputados e incluso la contralora general de la república. Y en uno de los aspectos más duros de su intervención hablada, Chaves aseguró que Costa Rica no se diferencia mucho de regímenes de países como Corea del Norte, Cuba, Venezuela y Nicaragua.

            Fue suficiente para que tomaran sus celulares, se llamaran entre sí, acordaran una reunión que en nada tiene que envidiarle al G7 recién reunido en Brindisi, Italia, se juntaron, hablaron por largo espacio de tiempo a puerta cerrada en la mansión de alguno de ellos, acordaron un comunicado conjunto en el que defienden sus respectivas administraciones y posaron “muy agraciados” y presuntamente dignos, ante las cámaras de los medios de prensa.

            Y esta fue su declaración vehemente, exagerada por lo tanto, una muestra de lo “heridos” que están, pero que, en el fondo, no deja dudas de que el presidente Rodrigo Chaves les tocó una fibra muy sensible, un tema tabú, que por ninguna razón debe tocarse y mucho menos destaparse: la corrupción flagrante y rimbombante que fue un secreto a voces, que la mayoría de ellos practicó durante sus gobiernos. Incluso, Oscar Arias, para optar a la segunda candidatura, “le torció el brazo” al sistema democrático, a la Constitución Política de Costa Rica y gobernó de facto, con la anuencia de un pueblo manso, “domesticado” por anales y que responde y es producto del sistema educativo que dirige todos sus esfuerzos para crear a un votante estúpido y manipulable. Esto fue lo que los ex mandatarios entregaron a los periodistas: “Este tipo de declaraciones deben rechazarse. Por esta razón publicamos este comunicado, lo hacemos para defender la verdad histórica, hacer justicia a las luchas republicanas y democráticas de nuestros antepasados, apelar a la consciencia ciudadana sobre el inmenso valor de nuestras Instituciones democráticas de toma de decisiones y de control y proteger al asentado prestigio internacional de la democracia costarricense.

“Tenemos claro que las democracias son imperfectas, que la tarea de mejorarla es permanente y su consolidación será siempre una tarea inacabada. Al igual que otras democracias del mundo, tanto antiguas como nuevas, la nuestra es imperfecta y, a lo largo de la historia, gobiernos de distintos colores políticos han cometido errores. Pero también es cierto que al apegarse en su accionar a las normas democráticas y al Estado de Derecho, esos errores han sido debatidos públicamente, se han sometido al escrutinio ciudadano y de los órganos de control y se han tomado medidas correctivas.

“Costa Rica es una verdadera democracia. El gobierno (de Chaves) debe deponer las banderas partidistas, evitar los ataques y descalificaciones a importantes órganos del Estado y le recomendamos evitar peligrosas narrativas que tergiversan burdamente nuestra historia Institucional.

“Por supuesto que nuestra democracia arrastra deudas con la ciudadanía. Tal y como hoy sucede con la inseguridad ciudadana y el exponencial crecimiento de la violencia homicida, de los feminicidios y de los asaltos, con la carencia de infraestructura, con las deficiencias en la educación pública y con el debilitamiento de los programas sociales. También, con miles de familias a las que hoy se les raciona el agua y corren el riesgo de sufrir igual suerte con la electricidad.

“Pero, a la vez, es mucho lo que hemos avanzado en estos últimos 75 años en la protección y promoción de los derechos humanos, igualdad de género, reducción de la mortalidad infantil, aumento de la expectativa de vida, recuperación de los bosques y protección de la biodiversidad, diversificación productiva en la interconexión con el mundo y el acceso a la tecnología.

“En algunas de estas tareas, incluso estamos a la vanguardia entre las naciones del mundo (…). Somos conscientes de que falta mucho por hacer para mejorar la calidad de vida de las y los ciudadanos y seguir fortaleciendo nuestra gobernabilidad. Pero la única vía para seguir construyendo un país más próspero e inclusivo es con apego a nuestros valores democráticos y perfeccionando las Instituciones que hasta ahora nos han garantizado la transición ordenada del poder, el ejercicio de la autoridad en beneficio de las mayorías y una convivencia política y social mayormente pacífica.”

Según se nota en la redacción del anterior comunicado, los ex presidentes de Costa Rica no han dejado de vanagloriarse de “los muchos logros” que ellos mismos se endilgan, dejando toda muestra de humildad prendida del olvido o en “la cuneta”; y la retórica demagógica es lo que aflora en cada línea, para no dejar de lado esa fea costumbre de los políticos tradicionalistas del Siglo XX y principios del actual Siglo XXI. En resumen, y es en lo que Chaves no ahondó en su discurso, posiblemente por falta de tiempo, y se refiere al saqueo del Estado que la mayoría de esos gobernantes practicaron y que han suscrito el mensaje hecho público. Y para citar un ejemplo que golpeó fuertemente a la economía del país, hay que recordar el gasto desmedido, estrafalario y fuera de todo realismo, que el mismo Oscar Arias llevó a cabo durante su primera administración y que fue solo en aras de su imagen nacional, pero con mayor intensidad en el campo internacional, en la búsqueda insaciable del Premio Nobel de la Paz que finalmente los noruegos creyeron de manera obtusa y se lo otorgaron. El país quedó en quiebra casi total y el siguiente presidente tuvo que luchar, trabajar denodadamente, por llenar nuevamente las arcas vaciadas.

Inherente a lo anterior, hay que recordar los altos grados de corrupción que siempre fueron in crescendo de un gobierno a otro y para citar dos ejemplos debemos remitirnos a la construcción de la trocha fronteriza con Nicaragua, durante la administración de Laura Chinchilla, la mujer que con su falta de destreza y sabiduría, no permitió que más mujeres llegaran al poder después de ella, pues despertó la desconfianza del votante y se decantara solo por la elección de hombres en la presidencia de la República. La construcción de ese camino rural, conllevó a un saqueo descarado y brutal de las arcas del Estado y los ejecutores sumidos en una absoluta impunidad que, hasta la fecha, no se han hecho las detenciones por parte de la policía de los culpables, ni se han podido abrir los procesos judiciales para encausarlos como corresponde. Es cuando el actual presidente, Rodrigo Chaves asegura con total razón de su parte: “Se ofenden porque fueron cómplices.” En otras palabras, el acabose desde el punto de vista social, la cultura del costarricense medio y de las capas más bajas que ha venido en franco retroceso y la inseguridad en todo el territorio nacional, fue un problema que se venía gestando desde esos gobiernos, cuando se nombraron a ministros de Seguridad Pública, ineficientes, negligentes, vanidosos y totalmente desapegados de la realidad costarricense. Incluso, hubo uno de ellos, durante la administración Calderón Fournier, que “se auto-secuestró” y fue tan burdo ese pasaje, que ni la prensa de Costa Rica le dio importancia al hecho. Apareció Luis Fishman, que es el nombre de este individuo, tranquilamente en suelo hondureño, tomando una avioneta de regreso a Costa Rica y narrando un cuento que, por inverosímil, pareció totalmente desfasado y ridículo. Esa falta de madurez de parte de esos mismos gobernantes que hoy han firmado el demagógico y extenso comunicado, fue corroyendo las bases de esta democracia hasta llevarla al sitio donde ahora permanece: cuando la delincuencia es la que dicta las pautas de vida (y de muerte prioritariamente), en una realidad tétrica, sangrienta y de difícil solución, por no decir imposible.

Abel Pacheco de la Espriella fue ese otro presidente, que sabemos que llegó a ese alto cargo debido a la complacencia de los votantes, ignorantes en su gran mayoría de lo que es bueno y es malo para el país y de los avatares de la política. Este es otro ejemplo del negligente que no construyó una sola obra de infraestructura, con el fin de ahorrarle dinero al Estado y por esa causa los puentes, carreteras, edificios, escuelas, colegios, hospitales y demás inmuebles de importancia, se han estado viviendo al suelo, acusando un deterioro que comenzó en aquellos años de irresponsabilidad y charlatanería, cuando el susodicho hizo el amago de ser presidente de Costa Rica.

Finalmente, para acabar con esto de los pésimos ejemplos de algunos de los firmantes del comunicado de los ex presidentes, durante la administración de Luis Guillermo Solís apareció el famoso “hueco fiscal”, un faltante de millones de millones de dólares del fisco de la República y su ex ministro de Hacienda y él mismo, no dieron explicaciones exhaustivas y profundas de la razón de ese faltante de dinero y tampoco la prensa ni el pueblo les exigieron explicaciones ni medianamente convincentes siquiera. ¿Crearon ellos dos ese “hoyo fiscal”, se echaron los millones de colones a sus bolsillos? Miles de costarricenses creen que realmente eso fue lo que sucedió con ese dinero del Estado, desaparecido como “por arte de magia.”

Y así podríamos detallar uno por uno los yerros enormes de cada ex mandatario, pero se nos haría muy largo este reportaje; pero lo que sí está claro se fundamenta en que ellos, menos que ninguno, tienen derecho a defenderse, no escribir un comunicado como el que publicaron, ni negar lo que todo el pueblo vio con sus propios ojos y que es el resultado de aquellos años fallidos, cuando sus mandatarios, además de usurpar las arcas Estatales, se creyeron dueños del país y hacer con su presente y futuro lo que les venía en gana.

Todos esos ex presidentes, exceptuando a Carlos Alvarado, quien tuvo que apañarse contra la pandemia del Covid chino, ayudado por su eficientísimo ministro de Salud, no están en condiciones morales para defenderse ni decir absolutamente nada a favor de ellos y sus administraciones plagadas de errores, vanidad exacerbada, mentiras, engaños, demagogia y esa arrogancia que invade a los políticos costarricenses cuando llegan a los altos cargos. No tienen, ni deben decir absolutamente nada y así el silencio les resultará beneficioso y evitará que les saquen al Sol los trapos sucios, que se cuentan por cientos.

 

El acabose actual partió desde 1978, o quizás más atrás…

 

            Ciertamente Rodrigo Carazo Odio, quien fue presidente de Costa Rica de 1978 a 1982, ya murió, pero es muy posible que su caótico gobierno haya dado “el banderazo de salida” para que el acabose diera inicio en esta nación y todo corriera “cuesta abajo.” Sin embargo, hay que hacer honor a la verdad y reconocer que entre el des-gobierno de Carazo y el otro des-gobierno (o mejor dicho el fiasco de gobierno), de Oscar Arias, se presentó la administración de don Luis Alberto Monge Álvarez, quien se encargó de llenar nuevamente las arcas del Estado, recuperar y atraer más inversionistas extranjeros que habían huido de Costa Rica, atemorizados por el matonismo, “la guapería” de Carazo Odio; y lo principal… tranquilizar los nervios de los ciudadanos de este país, que veían como se iban empobreciendo a una velocidad rauda y peligrosa. Luego vendría Oscar Arias, quien dilapidó esas arcas recuperadas y lo hizo en favor propio, de su vanidad sin límites ni respeto alguno a los bienes ajenos, gastando cantidades ingentes de dinero, millones de millones de dólares en viajes suyos y de su Gabinete, para que hablaran de “la paz centroamericana”, allí donde le podrían conceder el Premio Nobel, que al final se lo concedieron y le costó un dineral al pueblo de Costa Rica. Pero no fue él quien logró pacificar al istmo, sino la misma inercia de los acontecimientos, el arribo de Ronald Reagan a la presidencia de los Estados Unidos, y gracias a personajes como el mandatario guatemalteco, Vinicio Cerezo Arévalo; y el salvadoreño, José Napoleón Duarte, quienes lucharon con valentía y eficacia para recobrar la paz en sus respectivas naciones y marcarles nuevamente el rumbo a sus pueblos. Empero, para los costarricenses, con Oscar Arias y su hermano Rodrigo, allí comenzó otra vez el “cuesta abajo” para la economía del país y la desesperanza general.

            Lo que siguió después no hace falta detallarlo, pero se puede sintetizar en estos tres sustantivos: robo Estatal, corrupción y negligencia de parte de los ex presidentes que han creado y divulgado ese comunicado a la prensa.

            Retornando al caso y a la posición de Rodrigo Chaves, actual mandatario de Costa Rica, éste no ha hecho otra cosa que decirle las verdades a sus antecesores: son cómplices de la situación. Sino causantes, añadimos nosotros de nuestra propia apreciación de la historia reciente, de los hechos… Y en conferencia de prensa en la Casa Presidencial, Chaves reafirmó lo dicho: “Los gobiernos de esas siete personas y sus Asambleas Legislativas que ellos controlaron y tuvieron mayoría en la alianza que ellos han tenido por años, eligieron a todos los magistrados, eligieron a la contralora, pasaron las leyes que nos amarran hoy (que impiden gobernar con eficacia y soltura); empezaron a suavizar las leyes contra los criminales, empezaron a dar poderes absolutos. ¿A quiénes? A los mandos medios que ellos nombraban.” En todo caso, el presidente manifestó que se equivocó en el uso de la palabra “dictadura”: “No fue la apropiada –dijo a la prensa-; (porque debió decir en su defecto) tiranía perfecta.” Un término todavía más duro que el anterior y reiteró que los siete antecesores suyos y sus agrupaciones políticas son cómplices de esta enquistada y cancerígena situación social, desmoralizante y criminal por la que atraviesa Costa Rica, hoy en día.

            “Ustedes, lo que pasa es que se ofenden de lo que yo estoy diciendo: que ustedes no solo fueron cómplices, sino autores fundamentales de lo que hoy tratamos de arreglar. La corrupción enorme que ustedes conocen, vuelos en avioneta de narcotraficantes, los nombramientos (espurios por demás), la Asamblea (Legislativa cómplice también y plegada a las órdenes de sus jefes en la Casa Presidencial). En Costa Rica ustedes fueron actores principales en construir la tiranía de lo que algunos hoy defienden como institucionalidad. Ellos pusieron las piezas para seguir repartiéndose el pastel, así como las decisiones y contactos de los ex mandatarios. (Recordemos también) las situaciones judiciales y escándalos que envolvieron a mis predecesores durante sus estadías en la Casa Presidencial.”

            Añadió Chaves las componendas de espaldas al pueblo, a la prensa y a la transparencia que todo gobierno honrado debería tener, que casi todos los gobernantes del pasado tejieron o elucubraron: “La Unidad Social Cristiana (PUSC) (de Calderón Fournier, Abel Pacheco y Miguel Ángel Rodríguez); Liberación Nacional (PLN) (de Oscar Arias, Laura Chinchilla y José María Figueres); y el Partido Acción Ciudadana (PAC) (de Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado), son culpables de una complicidad llamada PLUSC-PAC, de la cual sacaron provecho durante varias décadas. Aquí lo que estamos debatiendo –continuó Rodrigo Chaves-, es el futuro de esta patria y para que la gente tome las decisiones que tiene que tomar en el referéndum, en el 2026. En el 2028 el pueblo necesita saber y que alguien le quite la venda de los ojos, porque Costa Rica necesita una verdadera transformación que ustedes no llevaron adelante. Más bien fueron los cómplices en la toma de esas Instituciones y en la modificación de las leyes para que el pueblo al que yo y mi equipo de gobierno sí defendemos, fuera ‘la vaquita del pobre que ordeñamos por años’ y que ustedes mismos repartieron.”

Al final, les dijo a los ex presidentes que más bien fue magnánimo con ellos, porque no les sacó ningún “trapo sucio” o no les recordó a los ciudadanos aquellos años cuando dos grupúsculos atrincherados en el PLN y en el PUSC, principalmente, además de crear y defender al bipartidismo corrupto, se intercambiaban puestos como si se tratara de que el Estado o el gobierno era pertenencia de ellos y de nadie más. Salían de un ministerio al cabo de los cuatro años de administración y regresaban a otro ministerio distinto en el siguiente cuatrienio, dando a entender que podían administrar cualquier Institución que les pusieran por delante. Incluso, los judíos repartidos en esos Gabinetes, compraban previamente sus puestos cuando el presidente apenas era candidato y después recuperaban esos dineros (y mayores cantidades), con los cuales habían comprado sus estadías en los distintos cargos o en la Asamblea Legislativa. Es decir, durante décadas, desde 1978 (o quizás más atrás), el gobierno de Costa Ricas se convirtió en la fuente de riqueza mediante el robo, las jugarretas malsanas y el tráfico de intereses para dos castas que no permitían que nadie más se introdujera en su conformación y que hicieron y deshicieron con esta República lo que quisieron y ahora tenemos los resultados infartantes, terroríficos, donde una población sin orden ni ley se mata y trafica drogas, quizás un poco menos que Haití, pero muy parecido a lo que sucede en Colombia y en El Salvador antes de Bukele.

            Muy bien por la franqueza de Rodrigo Chaves, excepto por haber eximido a Abel Pacheco, a quien quitó toda culpa, pero que fue, de manera muy evidente, también un generador de corrupción y un negligente que no permitió construir nada socialmente ni en obra pública y fue cuando los puentes, hospitales, clínicas, escuelas, colegios y carreteras, comenzaron a caerse a pedazos, justamente por su irresponsabilidad y charlatanería. Pacheco fue un mandatario poco serio, un histrión del mismo corte de Rodrigo Carazo, pero sin el mínimo de clase o distinción. En esta apreciación falló Chaves, talvez por no haber repasado bien la historia reciente de este país.


Nayib Bukele Comienza un Nuevo Gobierno

 en El Salvador

 

SAN SALVADOR-Ante la mirada inquisidora, supuestamente legalista y moralista de sus adversarios, acantonados en una prensa incisiva e inquisitiva, siempre preparada para destrozarlo con las críticas más ácidas posibles, y las ONGs que se decantan por regresar al estado de caos que reinaba antes de Bukele y por los ex presidentes corruptos que hoy están asilados en Nicaragua con la venia de los dos dictadores de ese país, nuestro personaje, el valiente Nayib Armando Bukele Ortez, retomó las riendas del gobierno por un período más y continuar con sus obras en beneficio de El Salvador entero.

            Fue en el Palacio Nacional, sita en esta Capital salvadoreña, donde Bukele asumió su segundo mandato y pronunció un sentido y encendido discurso que, como siempre sucede con él, disgustó a sus enemigos declarados y no declarados, pero llegó profundamente al alma conjunta de su pueblo, urgido de cambios positivos y trascendentales.         

            Afuera de esta sede del gobierno de El Salvador, miles de simpatizantes ondeaban las banderas bicolores de la patria y fue notorio ver a decenas de sus correligionarios del Partido Nuevas Ideas, que llevó a Bukele al poder. Así mismo, una gran cantidad de invitados especiales, de quienes más adelante en este reportaje nos vamos a referir, observaron complacidos todos ellos, el comienzo de una nueva etapa en la vida del pequeño pero importante país centroamericano, hasta hace poco en garras de las pandillas criminales que Bukele ha enviado a prisión, ante el desencanto de sus detractores, amantes del caos, la sangre inocente, la corrupción gubernamental y la impunidad.

 

“El presidente millennial y el más ‘cool’ del mundo”

 

            Nadie puede poner en entredicho o en duda el fortísimo carisma de este salvadoreño de origen palestino: su manera de comportarse, hablar, moverse y su apariencia física, siempre esbelto, de elevada estatura, de vestir moderno e impecable y su barba cerrada bien recortada, con un mensaje discursivo siempre asertivo, contundente, aunque no violento. Ese es Nayib Bukele, el mandatario que tiene encantado y “encandilado” al subcontinente latinoamericano.          

            El acto que se llevó a cabo en el Palacio Nacional, estuvo cargado de simbolismo, de imágenes, coros espontáneos de los circunstantes, pancartas, films previamente elaborados y finalmente por la intervención hablada de Bukele, que deslumbró y fue del total beneplácito de quienes tuvieron la oportunidad de escucharlo en persona, allí, donde Bukele ha hecho los cambios viscerales que han asegurado y fortalecido a la nacionalidad salvadoreña o a su trabajador pueblo.

            Quien dirigía el acontecimiento no dejaba de llamarle “el presidente millennial y el más ‘cool’ del mundo”, cada vez que se refería al líder de todos los salvadoreños; así mismo, el presentador hizo hincapié en que ahora El Salvador es el país más seguro del continente, que camina de la mano con el presidente más popular de la historia del país. Todo ello… completamente cierto, indubitablemente.

            Mientras tanto, Nayib Bukele lucía un traje negro, confeccionado a su medida y gusto, con bordados dorados, que le daban una imagen de un sultán o un emperador oriental. Un diseño que muy posiblemente entresacó de alguna película o revista referida a la mora en el lejano oriente. Las mujeres, quienes le tienen como un referente del hombre atractivo, no dejaban de comentar positivamente su indumentaria.

           Algunos extractos de su discurso mencionaron: “Todos los gobiernos del mundo reconocen a este gobierno (Bukele tuvo que cambiar la Constitución para volver a postularse), a pesar de lo que digan los opositores (…). Querido pueblo salvadoreño, este es el momento más importante de nuestra historia reciente, vencimos el miedo y somos un país libre –pronunció desde uno de los balcones del Palacio, durante una intervención que duró unos 40 minutos-. Reconozco la gloria y sabiduría de Dios, como la razón del éxito de mi primer período, aunque El Salvador es una nación laica, pero yo creo en Dios. Agradezco a mi familia, mi esposa, mis hermanos y mi madre, por el apoyo recibido y sobre todo, al pueblo salvadoreño. Ustedes reafirmaron que este es el camino que quieren para que El Salvador salga adelante, pero tenemos la tarea de proteger como leones este legado. Es importante no escuchar a organismos y expertos internacionales que por años les mintieron y dijeron que los problemas de El Salvador se resolverían en no menos de 50 años y la inseguridad que llevaba medio siglo instalada en el país, yo la resolví en dos años. (Ahora), mi principal reto en este nuevo mandato, es reflotar la economía y pido al pueblo levantar la mano y jurar en voz alta, defender incondicionalmente el proyecto de gobierno, siguiendo al pie de la letra cada uno de los pasos, sin quejarse y que nunca escucharán a los enemigos del pueblo.” Fue cuando, en ese preciso instante, se dejó escuchar una voz atronadora de miles de salvadoreños, quienes juraron clara y audible, la entrega y la promesa que su presidente les pedía.

            Las imágenes anteriores eran seguidas tranquila y fielmente por su esposa, la primera dama, Gabriela de Bukele y su hija, Layla. El mandatario besó a su consorte en tres ocasiones en público y bajo los aplausos atronadores de los allí presentes.

            Entre los invitados a la ceremonia de apertura del nuevo gobierno de El Salvador, estuvieron el Rey de España, Felipe VI; el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, quien no ha cejado en su empeño para que Bukele le comparta “los secretos” sobre el combate de la delincuencia para aplicarlos a su país, hoy invadido y aterrorizado por los cárteles de la droga, supeditados a lo largos brazos de los cárteles mexicanos. También estuvo presente el estrafalario mandatario de Argentina, Javier Milei, cuya nación se debate entre la hambruna de su pueblo y “el punto de no retorno” económica y socialmente; la mandataria de Honduras, Xiomara Castro, quien desea así mismo aplicar las técnicas de combate a “las maras” que Bukele implementó; y Rodrigo Chaves, de Costa Rica, cuya realidad se está pareciendo mucho a los inicios del caos que vivió El Salvador.

            En síntesis, el discurso del mandatario salvadoreño hizo énfasis en su victoria sobre “las maras” criminales y extorsionadoras y en que su próximo reto será reflotar a la economía.

 

Viraje de 160 grados y triunfo sobre la maldad

 

            Cuando Nayib Bukele presentó su nombre para alcanzar la presidencia de su país, este era considerado el más violento de América Latina; pero, poco a poco, fue revirtiendo la realidad de esa nación, imponiendo, primeramente, el régimen de excepción tan criticado por sus detractores, y así pudo hacer frente abierta y decididamente a las pandillas asesinas de “las maras”, que se habían extendido hacia Guatemala y Honduras también. Prontamente, las estadísticas comenzaron a presentar otros números: la tasa de homicidios, por ejemplo, pasó de 103 a 2,3 por cada 100,000 habitantes, hasta convertir a El Salvador en el país más seguro del continente americano. Consecuencia de ello, es por lo que lo han nombrado desde entonces, el presidente mejor evaluado y más popular de América, por encima del mismísimo Joe Biden y otros que presumen de ser grandes personajes, aunque en la realidad no hacen mucho a favor de sus pueblos. Lo cierto es que mandatarios como la hondureña y el ecuatoriano, según “pincelamos” en las líneas de arriba, quieren implementar las mismas medidas en sus respectivas naciones, para acabar de una vez y por todas con la altísima delincuencia y criminalidad que azotan a esas sociedades.

            Pero, al dejar atrás la preocupante situación delincuencial, ahora emerge en El Salvador otro problema no menos importante, cual es el económico que, de acuerdo al Instituto de Opinión Pública (IUDOP), la coyuntura actual en el aspecto financiero ha desplazado a la delincuencia como principal preocupación de los salvadoreños. En porcentajes, la realidad se presenta de esta manera: el 32,8 por ciento de la población considera que el principal problema es la economía; un 17,3 por ciento, siente que es el desempleo, mientras que la pobreza extrema se ha duplicado al pasar de 86,000 hogares en el 2019, a 170,000, en el 2023. Según los datos oficiales, el porcentaje de pobreza general pasó de un 22,8 por ciento a un 27,2 por ciento en las familias salvadoreñas. Ciertamente, el Banco Central de El Salvador informó de un crecimiento del 3,5 por ciento en el 2023; pero en las áreas rurales, que son la inmensa mayoría, se ha registrado una caída acumulada del 2 por ciento en el quinquenio, mientras que la industria presenta un bajonazo de casi el 9 por ciento entre el 2019 y el 2023. La deuda pública hasta marzo del actual 2024, llegó a los US$30,000 millones.

            Dentro de su discurso, un exultante Nayib Bukele dejó escuchar: “Esperen a ver lo que vamos a hacer en los próximos cinco años, porque seguiremos haciendo lo imposible.” No obstante, para la Comisión Económica para América Latina, el imperativo de Bukele es el de combatir la pobreza que afecta a tres de cada diez salvadoreños; mientras que la extrema pobreza la sufre uno de cada diez. Es la asignatura pendiente de esta legislatura que ya ha comenzado en El Salvador con el segundo período presidencial de Nayib Bukele, en la que se deberá garantizar una subida de los salarios para afrontar la inflación y evitar así que cada año miles de personas emigren, a pie, hacia los Estados Unidos, donde viven 2,9 millones de salvadoreños y es la tercera población hispana más grande de esa potencia mundial.

Otra de las grandes verdades que llegó junto a Bukele cuando asumió el poder en su primera magistratura, fue, además de acabar en un 97 por ciento con “las maras” criminales, la casi total desaparición de los dos partidos que habían sido hegemónicos en este país centroamericano: el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FSLN) o la guerrilla de izquierdas convertida en partido político; y la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), conformada por cuadros del ejército salvadoreño y por la casta de millonarios, las famosas 25 familias que dominaron al país desde “su prehistoria” o conformación como Estado independiente; es decir, desde la colonia española. En otras palabras, Bukele no solo se convirtió en el presidente más joven de esta nación, sino que rompió con el bipartidismo de los dos movimientos arriba señalados, y que se repartieron el gobierno en los últimos 30 años, acordando pactos espurios con “las maras” y cuando daba la impresión de que los políticos tradicionales (corruptos por demás), gobernaban en el Palacio Presidencial y en el Congreso y “los mareros” gobernaban en las calles con sus leyes criminales y sus manos machadas de sangre. Y para poner el epitafio sobre la sepultura de los dos partidos tradicionales, en las últimas elecciones Bukele pulverizó literalmente a la oposición y la dejó sin la alternativa de “reeditarse”, renovarse o de crear una nueva opción de cara al futuro. Así, acabó con esa gavilla de oligarcas que ostentó el poder hasta la aparición del actual mandatario. 

Prosiguiendo con su discurso, el mandatario salvadoreño afirmó que “El Salvador es ya el país más seguro de todo el hemisferio occidental, con una reducción del 97 por ciento en los homicidios; no obstante, la sociedad salvadoreña sigue enferma y me comprometo (por eso) a enfocarme de lleno en los problemas importantes, empezando por la economía. (Y) al igual que sucedió con la guerra contra las pandillas, para sanar la economía, talvez haya que tomar medicina amarga y por eso pido a los salvadoreños defender sin titubeos cada una de las decisiones que tome el gobierno, ya que así como hicimos este país seguro, lo vamos a hacer próspero. En este sentido, invito al pueblo a no escuchar nunca a los enemigos nuestros y defender nuestro proyecto de nación, siguiendo al pie de la letra cada uno de los pasos sin quejarnos y pidiendo la sabiduría de Dios para que nuestro país sea bendecido de nuevo con otro milagro; (porque) si no hubiera sido por el éxito en el combate a las pandillas, decenas de miles de salvadoreños hubieran sido asesinados.” 

En el otro sector, en la oposición a su partido y en los dirigentes de las ONGs, siguen los comentarios que intentan quitar todo el peso y el valor a lo que ha hecho Bukele y su Gabinete, dando la sedente impresión de que quieren que El Salvador regrese a las épocas en las que se intercambiaban el poder el FSLN, el mismo que desangró a esta población en una de las guerras fratricidas más descomunales e inconcebibles que haya presenciado el istmo centroamericano en toda su historia, y ARENA, el movimiento que representaba a la clase poderosa. En otras palabras, ni las ONGs, que callaron cuando “las maras” cometían su ola de criminalidad, ni los dos partidos políticos mencionados, tienen moral para criticar ni decir nada en detrimento de las políticas de Nayib Bukele, en principio porque todos ellos, en el pasado, fueron los que pusieron las bases e incentivaron el caos que casi acaba con todo este país y su noble pueblo. 

De tal modo, las expectativas están fijadas en el presidente de la República y se espera que sean alcanzadas con creces, como él y El Salvador lo merecen.


El Argentino Javier Milei Desencadena Crisis

con el Gobierno Español

 

MADRID, España; y BUENOS AIRES, Argentina-(Especial para The City Newspaper) El exhibicionista, histriónico y estrafalario presidente argentino, Javier Milei, quien se ha dedicado solamente a crear conflictos con varios gobernantes alrededor del mundo en sus primeros meses de estar al frente de la Casa Rosada, ahora ha provocado la crisis más grande de la que se tenga conocimiento, con su homólogo de España, Pedro Sánchez, al insultar a su esposa y proferir otra palabrería insulsa que en nada ha ayudado a amainar la tensa situación.

            El resultado de este conflicto retórico, que siempre ha “retratado” a los argentinos allí donde vayan y se encuentren, ha sido la reacción inmediata y fuerte de parte de Sánchez, quien ha retirado a su embajadora en el país suramericano y puesto en peligro las relaciones bilaterales, muy deterioradas desde que Milei llegó al poder.

            Anteriormente, el mandatario argentino provocó indignación en los presidentes de Brasil, México, Colombia y los dictadores de Nicaragua, Venezuela y Cuba, a quienes ha insultado en repetidas oportunidades y con las más duras palabras de las que ha sido capaz en melenudo e impresentable nuevo presidente de los argentinos. De tal manera, el conflicto con Pedro Sánchez no es nada nuevo, sino que obedece a una actitud recurrente a la que debemos acostumbrarnos cuando volvamos nuestra mirada hacia el Cono Sur latinoamericano.

 

Andanada de insultos de ambas partes     

                                     

            “Las baterías” que han disparado, lo han hecho en dos direcciones; los vocablos ofensivos han cruzado en diagonal el Océano Atlántico, desde el puerto de Buenos Aires hasta Madrid, la Capital española. Y han sido “cañonazos” brutales, del más bajo tono, como si se tratase de dos hombrecillos de las calles, que de pronto descubrieron que se odian y decidieron dirimir sus diferencias de la peor manera.

            Esto ha provocado que el presidente socialista español, Pedro Sánchez, tomara la decisión de dejar a la sede española en Buenos Aires, sin su embajadora, al llamarla a La Moncloa indefinidamente; esto es… sin saber cuándo podría regresar a la Argentina, pues la tormentosa situación todavía está muy lejos de amainar y asegurar “el buen tiempo.” Esta determinación la tomó cuando Milei lo llamó “cobarde” y fue el Ministro del Exterior español, José Manuel Albares, quien anunció “la retirada definitiva de la embajadora española, María Jesús Alonso Jiménez,” después de que el mandatario argentino redobló y reiteró lo insultos contra su colega español, Pedro Sánchez.

            “La embajadora se quedará definitivamente en Madrid (y) Argentina continuará sin embajadora”, aseguró el titular de Exteriores de España. Una decisión que fue tomada al más alto nivel, en Consejo de Gobierno, en el Palacio madrileño de La Moncloa y después de conocer el fondo de la entrevista televisada en la que Javier Milei descargó una andanada de insultos contra el mandatario de España. Allí, en el plató de la televisión argentina, Milei argumentó cosas como: “Sánchez acostumbra esconderse debajo de la pollera de las mujeres para atacarme. Es un cobarde.” En acto seguido, Pilar Alegría, ministra española de Educación y Deportes, contestó al argentino: “En pleno Siglo XXI la política no es una cuestión de faldas o pantalones… es una cuestión de respeto. Y que las mujeres tengamos voz y autonomía, no es cobarde… es igualdad.” Acentuó.

            Como parte de esta encendida polémica, el gobierno de Pedro Sánchez llamó a la sede de Relaciones Exteriores al embajador argentino en Madrid, Roberto Bosch, y se reunió con el ministro del Exterior español por espacio de media hora. El ambiente de la conversación fue cordial, relajado y de acuerdo a las buenas formas de la diplomacia; pero no se logró que el representante de Argentina desdijera o se disculpara por los insultos dichos por Milei en Buenos Aires, quien no solo insultó a Pedro Sánchez repetidamente, sino a la esposa de este, Begoña Gómez, durante un mitin del Partido Vox, de las derechas españolas, celebrado hace pocas fechas en la Capital de España.

            En resultado y según la determinación española, su embajada en Buenos Aires continuará funcionando a nivel de encargado de negocios, ya que el ministro José Manuel Albares ha calificado de “injerencia flagrante las declaraciones de Javier Milei en suelo español (a pesar de) la hospitalidad que le brindó el Estado español al presidente argentino, quien aterrizó y despejó de la base aérea de Torrejón, en Madrid.” Pero la situación se tensa más cuando observamos la agenda que yace en La Moncloa y que indica que Milei tiene prevista otra cita en España el 21 de junio próximo y, de acuerdo a las versiones a nivel del Ministerio español de Exteriores, no se le facilitarán los recursos de los que ha disfrutado Milei en su reciente arribo a España. El argentino tiene que ir a suelo español para recibir un premio que le concederá el Instituto Juan de Mariana, uno de esos tantos premios que se le otorgan a los presidentes “solo porque sí…” porque son presidentes y punto.

            “Analizaremos en detalle qué tipo de visita es la que quiere hacer Javier Milei a España (porque) la respuesta de Javier Milei a nuestra buena fe, según mi opinión, fue un ataque frontal a nuestras Instituciones”, espetó el ministro de Relaciones Exteriores de España. Es oportuno recordar que esta es la segunda ocasión en la que el gobierno español se ha visto en la urgencia de retirar a su embajador de una Capital latinoamericana; la primea vez sucedió en el 2016, en Venezuela, cuando el dictador venezolano, Nicolás Maduro, insultó profundamente al entonces mandatario español de centro-derecha, Mariano Rajoy, a quien llamó “basura corrupta.”

            Empero, lo acontecido con Milei no tiene precedentes, debido a que profirió sus insultos cuando estaba de visita en España, hace pocos días y es por ello que el ministro Albares ha dicho: “Estamos ante un caso único en las relaciones internacionales, ya que no existen precedentes de un jefe de Estado que acuda a la Capital de otro país, para insultar a sus Instituciones y para hacer una injerencia flagrante a los ojos de todo el mundo en los asuntos internos.” La contraparte en este diferendo; es decir, Javier Milei, se expresó según es su costumbre y la idiosincrasia de los argentinos: con extremada violencia, en respuesta a las argumentaciones de los representantes del gobierno español. Dijo, entre otras cosas, que la retirada de la embajadora de Buenos Aires, es “un disparate” de parte de Pedro Sánchez, “quien no es España” (para que tome él solo esas determinaciones radicales); y si se dio por aludido por su discurso del domingo es porque está sucio.” Nótese que Milei, en lugar de amainar la contrariedad, el horrendo clima que ha causado, más bien “echa combustible al fuego para que las llamas crezcan en tamaño.”

            “Es un disparate propio de un socialista arrogante (Sánchez), la retirada de la embajadora de España en Argentina. Los socialistas son capaces de hacer cualquier cosa. Argentina no tomaría una medida similar en respuesta a esto.” La escalada de insultos ha seguido hacia arriba entre ambos personajes, el ineficiente presidente español y el histriónico y disfuncional mandatario de los argentinos. Y es que esta crisis la generó el ministro de Transporte de España, Oscar Puente, quien dio a entender el pasado 3 de mayo, que Milei “consume sustancias”, debido a su alocado y estrafalario comportamiento. En respuesta, Javier Milei, quien se encontraba en Madrid, invitado por el Partido Vox, dijo a viva voz que la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, “es corrupta.” Y después se explicó de esta manera: “Sánchez se sintió aludido, por lo cual es su problema; era una frase que no contenía nombres. A partir de ahí, se produce una escalada diplomática sin sentido. (…) Sánchez cree ser el Estado español y los pueblos argentino y español son libres y pueden tener relaciones perfectamente bien, a pesar de las diferencias o problemas entre sus líderes. La postura de Sánchez se debe al escenario electoral. Esto ensucia la imagen internacional de España y lo arrogantes que son al creerse el Estado y pensar que nadie puede decirles nada.”

 

Milei cada vez que habla…

 

            Ciertamente, el triunfo electoral de Javier Milei en la Argentina, tuvo un eco positivo en el sentido de que el país fue liberado de la dictadura corrupta de Cristina Fernández de Kirchner, quien, dicho sea de paso, continúa impune, sin detención carcelaria ni juicios en su contra por las grandes defraudaciones y robos en el seno del Estado argentino. Pero a medida que han ido transcurriendo los días, la impericia, la improvisación, la falta de experiencia, de inteligencia y las decisiones precipitadas que han rayado en la impopularidad, han causado un rápido y profundo deterioro en el gobierno de Milei, que ha causado, en consecuencia, el enojo de las clases bajas y medias del pueblo, que se ha lanzado a las calles de la Capital para reprocharle esa errática manera de gobernar del melenudo y ridículo presidente.

            Retornando a la tensa situación entre Pedro Sánchez y Milei, este último, en entrevista con el periodista argentino Jonathan Viale, y en su programa político nocturno “¿La Ves?”, dijo que no pediría disculpas a Sánchez por haber llamado a su esposa corrupta: “No le voy a pedir disculpas bajo ningún punto de vista. Yo fui el agredido (…)”. Y es que en este lapso de su conversación con el comunicador, Milei recordó que la agresión provino primero del gobierno español, cuando funcionarios lo calificaron de “xenófobo, racista, ultraderechista, negacionista y misógino (además de ‘trumpista’ o seguidor de Donald Trump y sionista o amigo de Israel).”

            Para referirse los argumentos de Javier Milei, el portavoz de su gobierno, Manuel Ardoni, trató de restarle intensidad e importancia a la crisis de insultos que se ha desatado y aseguró que “Argentina no considera la crisis actual como una cuestión diplomática. De ninguna manera está en riesgo la relación entre España y Argentina. Para el gobierno, el viaje (de Milei a Madrid, recientemente), ha sido un éxito en el sentido de que la reunión con los empresarios, ha sido fabulosa. El presidente no cambiará de posición y considera que la cuestión diplomática sigue su curso separado y completamente aparte de la relación entre los mandatarios. El gobierno ha recibido una cascada de insultos por parte del gobierno de Sánchez y la referencia de Milei a (Begoña) Gómez (esposa de Pedro Sánchez), es muy marginal y menor, en comparación con la gravedad de los insultos. Se sintieron ofendidos y lo que ocurra a partir de ahora, corre por su cuenta (de los españoles).”

            Así también, Javier Milei echó la culpa al kirchnerismo, porque, en su opinión, el mandatario de los españoles “trabaja alineado con el kirchnerismo para tratar de sabotear a nuestro gobierno. Voy a dejar bien claro lo que está pasando: lo que está pasando en España no es independiente del kirchnerismo. Esta situación está promovida con el kirchnerismo, está coordinado con el kirchnerismo. Es gravísimo.” Y con respecto a la esposa de Pedro Sánchez, el presidente de los argentinos reforzó sus palabras al decir: “A su mujer no la mencioné. Entonces, principio de revelación… se auto-incrimina. Se hizo cargo, lo cual demuestra que está sucio. Hoy en todo el mundo se habla de los casos de corrupción de la mujer de Pedro Sánchez y que él está involucrado en eso, por tráfico de influencias. No solo eso, sino que además, como si todo esto fuera poco, apretaron a un juez. Sánchez me ha metido en un problema de índole personal, para ensuciar la relación diplomática de dos países tan hermanados; (pero) el vínculo entre Argentina y España no se va a romper nunca y Sánchez necesita esto, trabaja coordinado con el kirchnerismo, que tiene abstinencia de caja. No le voy a pedir disculpas bajo ningún punto de vista, si yo fui el agredido. Los demás políticos argentinos me envidian (porque) la gira (por España) ha demostrado que soy el máximo exponente de la libertad a nivel mundial. Le guste a quien le guste y la agenda de los políticos argentinos es de los liliputienses (la tierra de los enanos). Y yo estoy en otra liga. Donde yo voy, genero un terremoto. Les encantaría estar donde estoy yo.” Concluyó un siempre sofista y nada serio Javier Milei, durante la entrevista por la televisión de su país.

 

            Pero, por otro lado, la realidad de Argentina y que toca de frente y profundamente a su administración gubernamental, no es nada buena, porque tuvo que cancelar “el Pacto de Mayo”, promovido por su gobierno, porque no consiguió que el congreso aprobara su Ley de Bases en el tiempo previsto. Y, para colmo de males, el malestar popular en las calles es evidente, cuando un día le hacen una manifestación masiva y otro día también, porque precisamente se da por sus erráticas medidas financieras, acordes con las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI), y el Banco Mundial (BM) y que tienen al país de rodillas ante ambos organismos internacionales. El desempleo superlativo, la hiperinflación, el deterioro de la moneda, su ausencia de “dolarización” tal y como prometió en campaña, el hambre en amplios sectores del pueblo, la indigencia notoria en las calles de las principales ciudades argentinas y ahora esta fortísima polémica con España, son los rasgos que definen la realidad bajo el gobierno de Javier Milei, un individuo sin experiencia política, entresacado de los paneles de televisión, donde criticaba acremente y hablaba sin parar acerca de las decisiones del gobierno anterior de Cristina Fernández de Kirchner. Era un individuo desconocido, a quien los periodistas gustaban llevar a la televisión como “elemento extraño y de espectáculo”, que fue ganando popularidad hasta llegar donde llegó… y hacer lo que nunca debió hacer. ¡Y pensar que apenas está comenzando su gobierno! Y lo que nos espera por ver de él podría ser fantasmagórico e increíble de asimilar. Ese es Milei, sacado de la nada y la nada que está haciendo a su pueblo. Muchos analistas internacionales, connotados en el quehacer de la política y la economía, aseguran que este escándalo contra España lo ha desatado el mandatario argentino para tapar un poco el explosivo clima que reina en las calles de las urbes y su ineficiencia e impericia en el arte de gobernar. Es posible que así sea… muy posible.


Elecciones en Panamá 

Se Dice que el Candidato Vencedor es “Marioneta” de Ricardo Matinelli, Prófugo de la Justicia Panameña

 

CIUDAD DE PANAMÁ-Una vez más ha quedado comprobado que la democracia, el sistema electoral de Panamá, es funcional y parece consolidado en épocas especiales cuando los golpes de Estado, los presidentes corruptos y otras anomalías, son las que ejercen su predominio a nivel global. Con base en lo anterior, los panameños acudieron a las urnas de votación y eligieron, democráticamente y de manera ejemplar, a José Raúl Mulino, quien cumplirá en los próximos días 65 años de edad.

            De todas formas, era el preferido de la gran mayoría y no había que especular mucho acerca de su triunfo en las elecciones recién acontecidas en el país del Canal que une a los dos océanos más grandes del planeta. Se dice mucho de él, pero lo que más se escucha es que se trata de un populista y “el lacayo” del ex mandatario, hoy en abierta huida de la justicia, el empresario millonario, Ricardo Martinelli. Por esa razón, Mulino ha dicho con evidente enfado: “No soy títere de nadie.” Y punto. Parece que el asunto ha quedado zanjado (por ahora), en relación con este tema.

 

Quién es Mulino

 

            Fue ministro de Seguridad Pública y obtuvo el triunfo en los pasados comicios con el 34 por ciento de los votos a su favor, dejando “en la cuneta” a los otros cinco candidatos que lucharon por llegar al Palacio de Las Garzas, sede del gobierno panameño. Sus adversarios utilizaron cualquier tipo “de munición” retórica y electoral para hacerle ver mal y uno de esos ataques se fundamentó en afirmar que era “el lacayo” de Martinelli, quien se refugió en la embajada de Nicaragua, en Ciudad de Panamá, para escapar de la justicia de su país. En todo caso, Mulino mantuvo la delantera sobre los demás desde el primer voto que se contabilizó, una vez cerrados los recintos de votación. Es decir, su triunfo jamás sufrió contratiempos y cumplió con todos los pronósticos argumentados por los politólogos, periodistas y demás analistas de este acontecimiento.

            Sin embargo, a pesar de su rotunda negativa para aceptar que Martinelli es importantísimo en la carrera política suya, cuando conoció oficialmente su triunfo en las elecciones, dijo claramente y de manera perfectamente audible: “¡Amigo, misión cumplida, Ricardo!” Refiriéndose al ex presidente Ricardo Martinelli, de quien no ha negado nunca su estrecha amistad. Pero de esa postura a ser el “lacayo” de aquel, asegura que la distancia es abismal, que no hay tal dependencia política ni emocional del nuevo mandatario con respecto al que hoy se encuentra en huida.

            Ganó con un margen que en otra nación parece ser escaso, apenas con el 34,7 por ciento de los sufragios, precisamente porque en Panamá no existe la posibilidad del balotaje o la segunda ronda electoral. Los candidatos que más cerca quedaron en el favor de los votantes, fueron Ricardo Lombana, con el 24,90 por ciento de los votos y con su discurso anticorrupción; y en tercer puesto, el expresidente Martín Torrijos, del Grupo Puebla, con el 16,02 por ciento de los apoyos. Recordemos también que Torrijos es hijo del ex dictador Omar Torrijos, y alcanzó la presidencia del país democráticamente, cuando su padre era experto en golpes de Estado, según registra la historia de Panamá, permeada desde la década de los 90s hacia atrás, por las sucesivas asonadas de parte de un ejército corrupto, que era el que conducía la realidad y los destinos de este importante país.

            Su amistad con Ricardo Martinelli, empero, no le restó adeptos, pero se ha sacudido al decir claramente: “Este que está aquí, no es títere de nadie. Se acabó esa vaina. Óiganlo bien… se acabó la persecución política, se acabó la manipulación del Ministerio Público (Fiscalía)”, en evidente referencia a Martinelli, de quien se sigue diciendo en Panamá que es el jefe político del recién electo presidente, José Raúl Mulino. Así las cosas y dígase lo que se quiera decir, Mulino es el octavo presidente de la República, electo en forma consecutiva y con el favor del pueblo panameño desde 1989 cuando se produjo la invasión del ejército de los Estados Unidos a Panamá, para interrumpir violentamente la dictadura corrupta y criminal de Manuel Antonio Noriega, el mismo militar que asesinó a Omar Torrijos para hacerse él con el poder absoluto. Desde aquel año final de la década de los 80s., Panamá ha gozado de una estabilidad envidiable en el orden democrático, con alternabilidad en el poder y una paz social realmente admirable.

 

La sombra de Martinelli

 

            Quienes han seguido el derrotero de la carrera política de José Raúl Mulino, aseguran constantemente que obtuvo “la bendición” del prófugo Ricardo Martinelli, asilado en la embajada de Nicaragua y es quien “le habla al oído” al nuevo presidente de la República. Martinelli es requerido por la justicia de Panamá por el delito de blanqueo de capitales, por lo que debería ingresar a prisión por un lapso de 10 años. Esa orden de captura terminó con su candidatura a la presidencia del país, cuando encabezaba todas las encuestas y le daban por ser reelecto al más alto cargo de conducción de la nación. Sin embargo, tras verse impedido para continuar en la lucha electoral, pasó todo su potencial de votos a su amigo (“y delfín”), Mulino.

            Cuando se dieron los resultados finales del proceso electoral, Ricardo Martinelli, desde su refugio en la embajada nica en Ciudad de Panamá, escribió en sus cuentas en las redes sociales: “Panamá vuelve a vivir a partir del 5 de mayo. He disfrutado desde mi refugio en esta embajada, en modo James Bond, agente 007. Gracias José Raúl Mulino por tu visita de hoy (el presidente electo visitó a Martinelli, antes de las votaciones, en la sede diplomática nicaragüense). Pensé que este día nunca llegaría o que yo no lo llegaría a ver, por la infame, ilegal, injusta e inhumana persecución política, donde incluso se atentó contra mi vida física en más de cuatro ocasiones.”

            Lo que se espera cuando Mulino asuma su cargo, será el indulto o el perdón a Ricardo Martinelli, tomando en consideración la fortísima amistad que les une y también porque el recién electo lo dijo claramente, que iba a terminar con la persecución política que se ha desatado en contra de su amigo. Esa acción todos en Panamá se la esperan y no es una simple suposición o interpretación caprichosa del discurso de Mulino; sino que es una realidad que sucederá indefectiblemente. Martinelli lo sabe y la espera…

            En todo caso, los periodistas de distintos medios latinoamericanos no dejan de catalogar al nuevo mandatario de “delfín” de Martinelli y la persona de confianza del ex presidente hoy en huida. Y es que cuando Martinelli fue inhabilitado para ser candidato, le cedió la posibilidad a Mulino, en los partidos Realizando Metas y Alianza. Y cuando el conteo de votos no dejaba duda de quién era el ganador, el presidente magistrado, Alfredo Juncá, llamó por videollamada a Mulino y lo proclamó “ganador extraoficial”. La respuesta del triunfador fue: “Agradezco la llamada y recibo con placer los resultados expresados, siendo los mismos la voluntad mayoritaria del pueblo.” En acto seguido, hizo un recorrido en su discurso por las dificultades que precedieron a su candidatura y que, dichosamente, le hicieron ganador.

            Es importante resaltar que en esta jornada electoral recién acontecida en Panamá, la participación de las personas fue histórica, ya que asistió a las urnas más del 77,57 por ciento de los panameños. Los otros participantes y contendores del ganador, le felicitaron con esta argumentación: “El pueblo panameño eligió este 5 de mayo una propuesta distinta a la que nosotros presentamos. Quiero felicitar a José Raúl Mulino por su elección como presidente de la República.” Le hizo escuchar Roux, uno de los adversarios derrotados. Torrijos también se unió a las felicitaciones. Así mismo, el gobierno de los Estados Unidos y la secretaría de Relaciones Exteriores de México, le felicitaron por su elección.

            Parte de los problemas que le esperan cuando ingrese al Despacho presidencial y que tendrá que resolver, serán: la ralentización de la economía, después del cierre de una mina de cobre luego de protestas multitudinarias y una sequía que restringió el tránsito de barcos por el Canal de Panamá; también deberá enfrentar la masiva inmigración irregular por el llamado “tapón del Darién”, de venezolanos, haitianos, cubanos y otras  nacionalidades, quienes huyen de las dictaduras en sus países de origen y muchos de ellos se quedan ilegalmente en Panamá, con todas las consecuencias sociales que ello acarrea.

            Durante la campaña prometió dinamizar la economía y poner más dinero en el bolsillo de los ciudadanos; también frenar la migración por el Darién y poner freno a la corrupción gubernamental, característica de Panamá desde “la noche de los tiempos.” Un votante resumió lo que se espera del nuevo gobernante: “Como pueblo panameño, esperamos que Mulino cumpla lo prometido. Necesitamos la activación de la economía, fuentes de empleo…” Finalmente, todavía resuenan las palabras del cantante Rubén Blades, considerado referente moral de los panameños, quien dijo acerca del candidato que a la postre resultó electo: “Si Mulino terminase ganando la elección, cosa que aún me resisto a creer, la responsabilidad de tal desastre será de la ciudadanía que prefirió votar por la probada corrupción y no por sus alternativas, no importa cuán deficientes estas puedan ser consideradas.”

            Lo que queda es observar lo que está por venir, si ha sido lo mejor para Panamá o se cumple la “profecía” de  Blades… Por lo pronto, la democracia panameña sigue cumpliendo con las expectativas fijadas en ella desde que se derrocó a Noriega, se le encarceló y se terminó con las asonadas y las reiteradas y consecutivas dictaduras.


Crisis México/Ecuador: 

Presidente Mexicano, López Obrador, Ratifica su Predilección por los Delincuentes

 

QUITO Y CIUDAD DE MÉXICO-Ciertamente, la acción policial ecuatoriana al irrumpir en la Embajada de México en Ecuador, fue totalmente ilegal, desproporcionada y de espaldas a la jurisdicción enmarcada en las leyes internacionales; pero si lo vemos desde el punto de vista moral, se justifica absolutamente.

Si lo analizamos desde la posición de cada gobierno y desde los dos ángulos de la figura, notaremos que cada cual tiene razón, aunque, moralmente, reiteramos, México sale perdiendo, porque esa nación y sus presidentes que vienen desde “la noche de los tiempos,” siempre han preferido a los delincuentes, los guerrilleros que han incendiado a América y a aquellas dictaduras, como la cubana de Fidel Castro, en lugar de alinearse con la cordura, la sensatez y la solidaridad con las democracias y los países que marchan por el camino recto de la justicia y de la concordia. Y en este caso preciso, el presidente de México, el polémico, senil y soporífero Manuel López Obrador, iba a darle refugio a un delincuente requerido por los tribunales ecuatorianos.

            Nos referimos a Jorge Glas, quien fue el segundo durante el gobierno corrupto y de tinte marxista de Rafael Correa, a la postre también prófugo de la justicia, declarado culpable de varios delitos in ausentia y refugiado en Europa, sin que los europeos, extrañamente, no lo entreguen a la justicia ecuatoriana, como debería ser. Glas también fue alto funcionario en el gobierno del también comunista, Lenín Moreno, el tiempo suficiente bajo el mandato de ambos ex presidentes para hacer sus movimientos reñidos con el buen juicio y la moral.

 

Los hechos…

 

            El Estado ecuatoriano perdió la poca paciencia que le quedaba y ordenó a sus fuerzas del orden, sus autoridades policiales, que irrumpieran con toda la fuerza del caso, en la sede diplomática de México para capturar a Glas y no se le diera el salvoconducto que lo iba a llevar hasta el país de los aztecas y vivir allí, según ha sido habitual en los mexicanos de proteger a asesinos, ladrones y demás escoria latinoamericana (y europea también, como por ejemplo León Trotski en su momento), y era precisamente lo que López Obrador estaba dispuesto a hacer con Jorge Glas. Pero el posible asilo político que quería otorgarle, se fue al traste cuando la policía ingresó en la embajada mexicana y lo capturó. Esa irrupción policial, reñida con el sano equilibrio diplomático internacional, es lo que tiene confrontados a los dos países en estos instantes, en una crisis bastante peliaguda y de difícil solución.

            El actual presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, informó a los periodistas que Jorge Glas estaba condenado a pena privativa de libertad por la justicia del Ecuador y justificó el hecho de entrar a la sede diplomática, porque “toda embajada tiene una sola finalidad: servir como un espacio diplomático con el objetivo de estrechar las relaciones de las autoridades competentes. Ningún delincuente puede ser considerado perseguido político. (Y en este caso) se había abusado (por parte de los mexicanos) de las inmunidades y privilegios de la diplomacia.” Resaltó Noboa.

            Con esta acción, el gobierno ecuatoriano se adelantó a los representantes mexicanos, quienes estaban anuentes y próximos a darle al fugitivo el salvoconducto para que viajara a México y escapara de la cárcel que le aguardaba en Quito. La reacción de los mexicanos fue inmediata y, en primera instancia, la hizo saber por medio del embajador interino, encargado de la embajada, ya que la titular fue declarada non grata en Ecuador, y dijo sentirse muy preocupado por el incidente y sus repercusiones. Incluso, la televisión internacional registró escenas cuando este individuo forcejaba con la policía al tratar de entrar él también a la sede y proteger al delincuente. “A riesgo de mi vida, defendí el honor y la soberanía de mi país. Esto es inconcebible.” Dijo a los medios de prensa.

            En lo que respecta a la ex embajadora de México en Ecuador, Raquel Serur, declarada persona non grata en este país suramericano, se ganó ese estatus y la expulsión del territorio ecuatoriano, precisamente por declaraciones aberradas de parte de su presidente López Obrador, quien criticó, como es su malsana costumbre con otros gobernantes y naciones que a él no le simpatizan. Incluso, culpó a los ecuatorianos del asesinato en meses anteriores, del ex periodista Fernando Villavicencio Valencia, ex candidato a la presidencia, un hecho que abrió el camino para que Noboa ganara las elecciones recientemente adelantadas. Y ante la invasión de la embajada mexicana, Obrador volvió con su irrespeto contra los países ajenos a México, con esta expresión: “Así son de fachos”, refiriéndose a los ecuatorianos.

            El perfil personal de Jorge Glas, el delincuente requerido por la justicia del Ecuador, nos muestra a un ex vicepresidente de Rafael Correa y Lenín Moreno, involucrado con la empresa constructora (y corruptora) brasileña, Odebrecht, de la que recibió miles de dólares a cambio de favores de parte suya. En concreto, Glas estuvo preso por el caso “Sobornos” y pesa sobre él otra sentencia e ingreso a prisión, por malversación de dineros en la reconstrucción de Manabí, después del terremoto del 2016. Y ahora mismo ha sido involucrado en otro escándalo, llamado el caso “Metástasis.” Por otra parte, la fiscalía ha dicho de él que salió de prisión gracias al pago que hizo un jefe del narcotráfico a sus abogados. Evidentemente, son demasiados aspectos los que pesan en su contra, para dejarlo marcharse por “el desaguadero” que suelen ser las embajadas mexicanas en el exterior, un país que ha hecho de la corrupción su Institución y su manera de vivir, desde décadas inmemoriales.

            En medio de la gran crisis, cuando se llevaban a cabo los hechos de la invasión de la sede diplomática mexicana en Quito, el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, solicitó a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya, Países Bajos, la suspensión de Ecuador en la ONU, hasta que su gobierno se disculpe con el mexicano. Así según una fuente de la Cancillería de México, que dio la noticia a la prensa. “Nuestra demanda es contra el Estado de Ecuador, no contra ninguna persona en particular –aseguró la canciller Alicia Bárcena-. (Porque) el objetivo que perseguimos es la suspensión de Ecuador como integrante de la Organización de las Naciones Unidas, en tanto no se emita una disculpa pública, reconociendo las violaciones de principios y normas fundamentales del derecho internacional, con la finalidad de garantizar la reparación del daño moral infligido al Estado mexicano y sus nacionales.” Adujo.

            Por su parte, el mandatario mexicano, López Obrador, añadió que “lo que se busca es que no se repita en ningún país en el mundo, que se garantice el derecho internacional, que no se violen los locales, las embajadas de países de ninguna nación. No hay duda, Ecuador violó la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas al violar la inmunidad de la embajada.” Puntualizó AMLO, como se le conoce por sus siglas en su país de origen. También, el gobierno de México rompió relaciones con el de Ecuador, suspendió negociaciones del Tratado de Libre Comercio con los ecuatorianos, cuando estos buscaban el acuerdo para ingresar a la Alianza del Pacífico, el bloque comercial que también es integrado por Colombia, Perú y Chile.

            Así mismo, los mexicanos que, evidentemente se sienten muy heridos en su orgullo exacerbado y conocido a nivel mundial, dijeron que presentarán una denuncia penal contra el gobierno de Noboa por el mismo hecho “del allanamiento de nuestra embajada y por la agresión al personal diplomático”, según dejaron escuchar funcionarios del gobierno de México. Esa acusación penal se basaría en las imágenes grabadas en el recinto, “cuando la policía saltó la barda, forzó la puerta principal, apuntó con un revólver al jefe de cancillería, Roberto Canseco, y sometió al personal diplomático en media calle.” De acuerdo a la versión emitida por los funcionarios del gobierno de México, recientemente.        

            En otro aspecto de esta severa crisis bilateral, la hija de Fernando Villavicencio, el ex candidato a la presidencia del Ecuador, que fue asesinado antes de las elecciones de ese país, se mostró fuertemente contrariada e indignada cuando se percató de las palabras ofensivas contra su padre, proferidas por el mandatario mexicano, López Obrador. Aparte de la declaración de persona non grata, del gobierno del Ecuador a la ex embajadora mexicana en Quito, Raquel Seur, como ya hemos delineado en las líneas anteriormente escritas. En concreto, Obrador dijo que tanto el asesinato de Villavicencio como “esas elecciones en las que Daniel Noboa resultó ganador, fueron desafortunadas. De manera muy extraña, hubo elecciones en Ecuador –insistió el senil presidente de los mexicanos en su crítica a los ecuatorianos-, y la candidata de las fuerzas progresistas iba arriba con 10 puntos y un candidato que hablaba mal de esa candidata, es de repente asesinado (¡!) y la candidata que iba arriba se cae y el candidato que iba segundo, sube.” López Obrador se refirió en esas declaraciones, desajustadas e irrespetuosas desde todo ángulo en que se miren, a la posibilidad de que el crimen del periodista/candidato estaba planeado para que Daniel Noboa ganara los comicios y se convirtiera en presidente. Es decir, Villavicencio tenía que ser asesinado de todos modos, en aras del triunfo del actual mandatario de los ecuatorianos. 

            Seguidamente, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador emitió un comunicado refutando y rechazando las palabras insultantes y fuera de contexto, dichas por AMLO, e invocó al principio de no intervención en los asuntos internos de otro país y a la Convención de Viena, para tomar la medida diplomática que implicó la salida de la embajadora (la expulsión), pero sin romper todavía las relaciones diplomáticas. Agregó que esta nación y su pueblo todavía se encuentran viviendo el luto por ese lamentable hecho “que causó conmoción en la sociedad ecuatoriana y atentó contra la democracia, paz y seguridad.” Cita parte del texto emitido por el gobierno de Novoa. Pero la respuesta más dura la dio la hija del personaje asesinado, Amanda Villavicencio, quien mostró todo su enojo contra el presidente mexicano y le contestó en su cuenta de X: “A Fernando Villavicencio lo asesinaron los mafiosos que él siempre investigó. Algunos de ellos asilados en tus embajadas y en tu país. ¡Qué poca madre tienes para dar estas declaraciones tan mediocres e inhumanas!” Espetó la joven al mediocre y siempre ofensivo Manuel López Obrador.

            Y con toda la razón de su parte reaccionó así la muchacha, ya que el asesinato de su padre, quien era candidato a la presidencia del Ecuador en aquel momento, fue un acto lleno de vileza que aún resuena en los sentidos de los ecuatorianos cuando lo recuerdan. Fue el 9 de agosto del 2023, cuando no ha pasado un año siquiera de aquel atentado, cuando a la salida de un mitin electoral en Quito, la Capital ecuatoriana, a 11 días apenas de la celebración de los comicios nacionales, individuos practicantes del sicariato, lo acribillaron a balazos. Esas elecciones ciertamente, como aseguró López Obrador, fueron adelantadas por el entonces presidente Guillermo Lasso, quien ya había disuelto al Congreso y puso punto final a su mandato de manera anticipada. El magnicidio fue llevado a cabo por sicarios llegados desde Colombia, cinco de los cuales fueron asesinados, a su vez, cuando estaban en prisión y quien le quitó la vida a Villavicencio, murió en la escena del crimen. Quienes contrataron a aquellos colombianos, fueron los cabecillas de la banda Los Lobos, aliados del cártel mexicano Jalisco Nueva Generación, lo cual involucra indirectamente a México y posiblemente las órdenes del asesinato hayan partido desde Jalisco y Obrador no quiere tocar ese tema ni levemente siquiera, pues ensuciaría –todavía más-, la horrenda imagen que México tiene de cara al mundo.

 

Este es Jorge Glas

 

            Además de causar la fortísima tensión entre México y el Ecuador, al refugiarse y ser sacado por la policía ecuatoriana de la embajada mexicana en Quito, este individuo es un delincuente “de cuello blanco”, de esos que han cometido sus fechorías en el seno del Estado. A sabiendas de que los mexicanos les dan prioridad a los gamberros como él, corrió a asilarse en dicha legación, luego de haber permanecido varios años en la cárcel, sentenciado por corrupción por los casos “Odebrecht” y “Sobornos”. Y cuando tomó la decisión de introducirse en la embajada, se había dictado, minutos antes por parte de los tribunales ecuatorianos, una nueva orden de captura contra él, porque le fueron descubiertos sobreprecios en la reconstrucción de la provincia de Manabí, después de que esa zona sufrió los embates del terremoto del 2016.

            En marzo del presente 2024, las autoridades del Ecuador solicitaron a las mexicanas que les permitieran entrar a su embajada para detener al prófugo, pero México no se dignó siquiera a contestar. Era evidente que Glas, así como su ex jefe, el ex mandatario Rafael Correa, refugiado en Bélgica por las mismas razones de corrupción durante su mandato, son de la preferencia de Manuel López Obrador y, principalmente, el segundo, tuvo una amistad muy estrecha con el actual mandatario de los mexicanos. Coinciden ideológicamente, pues ambos son enemigos acérrimos de los Estados Unidos y de tendencia izquierdista, en especial en el tema del socialismo en el Siglo XXI. Además, en el pasado, México ha otorgado estatus de asilados a varios ex altos cargos del correísmo, que tienen causas pendientes con la justicia ecuatoriana. Una costumbre malsana que se le ha conocido a los mexicanos, desde siempre, desde que existe como nación; es decir, proteger a los delincuentes, sin importar el daño que causa a segundos y terceros, así se trate de personas individuales o gobiernos. En esto, el gobierno mexicano actúa de lleno y evidentemente como lo que es… un paria a nivel internacional y amigo de los enemigos de la democracia, los valores de la civilidad y de los Estados Unidos.

            Para “aterrizar” en lo que atañe a la figura de Jorge Glas, hemos de decir que, además del personaje controversial en el que se ha convertido a nivel latinoamericano, fue el hombre de confianza de Rafael Correa, su amigo de infancia, para mejores señas. Incluso, ambos fueron boy scouts, en el Colegio Cristóbal Colón, de Guayaquil, el gran puerto ecuatoriano a orillas del Océano Pacífico.

            Glas tiene 54 años de edad en estos momentos por el que transcurre el 2024; ha sido dos veces vicepresidente: durante el gobierno de Correa, como hemos dicho, y después en el de Lenín Moreno. Es decir, ha sido dos veces vicepresidente y dos veces condenado por corrupción, de acuerdo a las investigaciones de la fiscalía de su país. Hoy, después de haber sido sacado por la fuerza de la embajada de México, Glas permanece en el penal de La Roca, una cárcel de máxima seguridad, donde yacen más de 50 presos parecidos a él… o sea, por corrupción, por ser líderes de pandillas y narcotraficantes.

            Cuando asumió su segundo período en la vicepresidencia de la República, ya la fiscalía “lo tenía fichado”, hasta que le llegó la primera condena de seis años de cárcel, por el “caso Odebrecht,” la constructora brasileña que ha “untado” las manos de decenas de políticos a lo largo y ancho de América, con sus sobornos millonarios y Glas sucumbió ante los miles de dólares que le ofrecieron los “cariocas.” A los cinco años de estar en su celda, fue juzgado nuevamente por el “caso Sobornos,” en el que estuvo implicado también su amigo y ex jefe, el ex mandatario Rafael Correa. Ello significó ocho años más de prisión, por haber liderado una estructura criminal, en la que recibía dinero de los contratistas privados a cambio de adjudicaciones públicas; es decir, Glas facilitaba las concesiones por parte del Estado a los empresarios constructores, para levantar obras de infraestructura allí donde hicieran falta en la geografía del Ecuador y, a cambio, recibió de esos mismos empresarios, miles de dólares “en agradecimiento.”

            Sin embargo, la interposición de varios habeas corpus de parte de los abogados de Glas, lograron ponerlo en libertad a finales del 2022; fue cuando se involucró nuevamente en política en la candidatura de la correísta Luisa González, quien fue derrotada por Daniel Novoa, el actual presidente del país.

            Y para colmo de males, este sujeto llamado Jorge Glas, ha sido acusado por  Soledad Padilla, una de sus colaboradoras más cercanas, de “violencia sexual y acoso psicológico”, un escándalo que le dio vuelta y media al Ecuador y Correa también estuvo sumido en este mismo problema. Esta mujer trabajó 16 años junto a Glas y cuando éste se dio cuenta de que ella tenía una nueva relación sentimental con diputado del partido correísta, comenzó a maltratarla psicológicamente, con tintes de individuo celoso. De acuerdo a la versión de Padilla, por medio de Glas ella “tenía normalizados los malos tratos, las amenazas, las alusiones inapropiadas a mi vida personal, mi apariencia física y mis relaciones de pareja. He podido también identificar las acciones de control y sometimiento que Jorge Glas ejercía hacia mí y la constante amenaza de dejarme sin empleo.” Acusó ante los medios de prensa esta mujer y Glas no se anduvo con rodeos y la denunció por extorsión. Luego le sobrevendrían al ex político las acusaciones de la fiscalía por el “caso Metástasis”, que provocaron su orden de captura y la revocación de la libertad condicional de la cual gozaba. Fue cuando decidió huir y refugiarse en la embajada de México en Quito, conocedor de que a los mexicanos les encanta ayudar a personajes de su calaña o de perfil dudoso. Pero la acción policial, ordenada por Daniel Noboa, acabó con sus sueños de libertad y vivir tranquilamente en México, tal y como era su deseo.          

            Pero este capítulo estaría muy lejos de concluir cuando se supo que Glas ingirió en prisión una sobredosis de medicamentos, para quitarse la vida; es por ello que fue trasladado de la penitenciaría llamada La Roca al hospital militar de Guayaquil, donde le salvaron la vida. La ingesta de los fármacos le produjo el coma en el que se vio sumido y se le tuvo en observación y cuidados en las áreas de Neurología, Internista y Electrocardiograma. Al principio, no respondía a los estímulos, pero, poco a poco, fue estabilizado.          

            Cuando su amigo y tránsfuga, Rafael Correa, se enteró de la situación, publicó en su cuenta en la red social X: “Era lo que temía. Los canallas saltarán de alegría. ¡Fuerza, Jorge!” Y Sonia Vera, quien forma parte del equipo de defensa internacional del ex vicepresidente Glas, explicó a los periodistas que su cliente había sido trasladado de regreso a La Roca y añadió sentirse profundamente preocupada y alarmada, porque no había podido conversar con él. En todo caso, un comunicado emanado desde la penitenciaría, anunció que el recluso está dentro de los parámetros normales en lo referente a su salud. En un principio, se negó a comer los alimentos que le daban en el centro penal y después resultó intoxicado al ingerir voluntariamente los medicamentos, en un afán de quitarse la vida al cometer suicidio.

En un intento de “punto final” –aunque la crisis continúa y con visos de agrietarse más-, la Organización de Estados Americanos (OEA), a pesar de su débil e inefectivo trabajo desde su fundación, ha hecho un llamado al diálogo entre Ecuador y México, que aborden sus diferencias y pedirá una reunión del Consejo Permanente para abordar las tensiones; y casi 30 ex presidentes de Iberoamérica se manifestaron por medio de un comunicado en el que rechazan de plano el asalto a la embajada de México en Quito; pero también critican al asilo que las autoridades le dieron a Glas, a sabiendas de que pesan sobre él varias condenas por corrupción. Es decir, México y los mexicanos hicieron mal en darle asilo a un individuo de ese corte, aunque ya es normal que “la diplomacia” mexicana actué así, en contra de todos y a favor de los delincuentes.

            El texto redactado por la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), y suscrito por los ex mandatarios, hace énfasis en “la inviolabilidad de la sede diplomática mexicana, pero rechazamos la concesión de asilo por parte de México, al ex vicepresidente Jorge Glas, condenado y encarcelado por hechos de corrupción vinculados con las operaciones de Odebrecht, dada su abierta contradicción con lo que prescriben la Convención Interamericana y la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción: El hecho de que se alegue que un acto de corrupción ha sido sometido por motivaciones o con finalidades políticas, no bastarán por sí solos para considerar dicho acto como un delito político o como un delito común conexo con un delito político. (Por eso consideramos) que lo procedente es no considerar de carácter político ninguno de los delitos tipificados con arreglo a dichos instrumentos internacionales. La seguridad derivada del asilo, no puede interpretarse como una protección contra las leyes y la jurisdicción de los tribunales legalmente constituidos. Hacemos un llamamiento a los Gobiernos de Ecuador y México, para que resuelvan sus diferencias a través de un diálogo constructivo, que asegure la normalidad de sus relaciones de amistad y en acuerdo con las normas y principios del derecho internacional y las del derecho de asilo, ampliamente desarrolladas estas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a pedido del mismo Ecuador. Invitamos a la comunidad internacional y a los Estados, para que procedan a la revisión y a la actualización de las normas sobre derecho de asilo, en modo tal, que reflejen las previsiones de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Transnacional Organizada.” Y firman el documento: Mario Abdo, Juan Carlos Wasmosy y Federico Franco, Ex presidentes de Paraguay; José María Aznar, de España; Nicolás Ardito Barletta, Ernesto Pérez Balladares y Mireya Moscoso, de Panamá; Felipe Calderón y Vicente Fox, de México; Rafael Ángel Calderón Fournier, Miguel Ángel Rodríguez y José María Figueres, de Costa Rica; Alfredo Cristiani, de El Salvador; Eduardo Frei, de Chile; Lucio E. Gutiérrez B., Guillermo Lasso, Jamil Mahuad W. y Osvaldo Hurtado, de Ecuador; Luis Alberto Lacalle H, de Uruguay; Mauricio Macri, de Argentina; Carlos Mesa G. y Jorge Tuto Quiroga, de Bolivia; y Andrés Pastrana, de Colombia.

            El paso de los días dictará lo que tendrá que suceder: se agrava la situación bilateral o se normaliza; pero no existe una tercera opción.


Las Relaciones Bilaterales (¿O Multilaterales?)

se Tornaron Candentes entre

Argentina y Colombia

 

BOGOTÁ Y BUENOS AIRES-¿Por qué relaciones multilaterales si la problemática suscitada ha sido entre Colombia y Argentina últimamente? Porque la bocaza de Javier Milei, el nuevo presidente argentino, no se detiene. Se parece muchísimo a la de Donald Trump, quienes abren sus bocas y causan líos de enorme magnitud y duraderos en el tiempo. Multilaterales, porque Milei ha atacado a Lula da Silva, de Brasil; a Nicolás Maduro, de Venezuela; a Gustavo Petro, de Colombia; y finalmente a López Obrador, de México.

            Pero, si lo miramos bien, en cada exabrupto proferido por el mandatario argentino, además de la demostración de inexperiencia e impericia en el manejo de las cosas de Estado, le asiste total razón, pues a sus colegas insultados en esas naciones, todo lo que les ha dicho obedece a la más absoluta verdad. En lo que estriba al colombiano Gustavo Petro, que recibió la andanada de insultos más dura de todas, no hay duda de que el pasado de este individuo, cuando fue terrorista urbano y asesinó no se sabe bien a cuántas personas inocentes, lo persigue adonde vaya, pero aun así, los votantes le permitieron llegar al poder, sitio donde ahora trata de “pontificar” y aparecer como un adalid de la paz y la comprensión entre los ciudadanos y los pueblos colombianos y no colombianos.

 

Fuerte crisis intergubernamental

 

            Los epítetos dichos por Javier Milei fueron eso… epítetos en contra de Gustavo Petro. Recordemos que los epítetos son adjetivos que remarcan las condiciones naturales de los sustantivos o los objetos nombrados; es decir, el epíteto es un rasgo incambiable, natural, de quien lo lleva sobre sí. De tal manera, fue descrito tal y como ha sido Gustavo Petro: “un asesino y un terrorista” y la respuesta del colombiano fue decretar la expulsión de todo el personal de la embajada argentina en Bogotá, sin dejar a nadie excluido de dicho desalojo. En un comunicado emitido por el Ministerio de Exterior colombiano, se anuncia la decisión del gobierno de Petro, pero no aclara quiénes deben partir de Colombia, ni cuántas personas deben marcharse; aunque se infiere que es todo el personal, desde el que barre las oficinas hasta el representante diplomático del gobierno de Milei. “Es la tercera vez, con esta, que el mandatario argentino insulta al jefe de Estado colombiano.” Ha mencionado el documento oficial.

            Fue durante una entrevista televisada, cuando Milei le dijo a su compatriota que vive en los Estados Unidos y trabaja para la CNN, Andrés Opprenheimer, que Gustavo Petro era eso: “un asesino terrorista.” También sugirió que Colombia bajo el mandato de Petro, puede seguir los pasos de Venezuela o de Cuba: “La carnicería que es Venezuela es verdaderamente inaudita, lo mismo que la isla-cárcel, Cuba. Después hay otros casos que van camino a… ¿No? Digamos, como el caso de Colombia con el señor Petro, que digamos… bueno, mucho no se puede  esperar de alguien que era un asesino terrorista, ¿Nó? Comunista.” Dijo textualmente Milei al programa de su paisano, que es transmitido a toda América.

            Esa misma tarde, el embajador colombiano en Buenos Aires, Camilo Romero, anunció que su gobierno preparaba una respuesta al mandatario argentino: “El gobierno colombiano está explorando todas las medidas. Pronto se anunciarán decisiones.” Manifestó visiblemente enfadado. Finalmente, el gobierno de Colombia hizo circular el siguiente comunicado: “Las expresiones del presidente argentino, han deteriorado la confianza de nuestra nación, además de ofender la dignidad del presidente Petro, quien fue elegido de manera democrática. El gobierno de Colombia ordena la expulsión de diplomáticos de la Embajada de Argentina en Colombia. El alcance de esta decisión se comunicará a la embajada argentina por los canales institucionales diplomáticos.” Concluye el texto oficial.

            En la misma entrevista televisada, Milei habló pestes de su también colega, el  presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de quien dijo “que un ignorante como López Obrador hable mal de mí, me enaltece.” De tal manera, el argentino abrió otro frente, además del que creó contra Venezuela y Colombia y tanto México como Cuba, podrían responderle en los próximos días con parecida dureza y quizás, tomar medidas parecidas a las ejecutadas por Colombia con el personal diplomático argentino.

            El actual embajador rioplatense en Colombia, es Gustavo Alejandro Dzugala, llegado a Bogotá en el 2021, nombrado por el gobierno de Alberto Fernández y su ama, Cristina Fernández de Kirchner. Le presentó credenciales al entonces presidente derechista, Iván Duque, el antecesor del actual Gustavo Petro.

            Otras facetas de esta aguda crisis causada por la lengua sin freno de Javier Milei, quien, de paso, justificó los ataques criminales del ejército de Israel a la Franja de Gaza y dijo que el genocida y criminal de guerra, “Benjamín Netanyahu, no ha cometido ningún exceso”, fue contestada por el presidente del Congreso colombiano, Iván Name, quien ha sido un vehemente crítico, empero, del gobierno de Petro, y dijo lo siguiente en contra del mandatario argentino: “El presidente (Gustavo Petro), representa la unidad de la nación del Estado colombiano. Repudio el irrespeto por parte del presidente de la nación Argentina hacia nuestro presidente, que representa al pueblo colombiano. Nuevamente, hago votos por la hermandad de nuestras naciones.”

            Por su parte, Humberto de la Calle, actual senador y exjefe negociador del gobierno para los diálogos de paz con la guerrilla de las FARC, dijo que “son inevitables las diferencias entre presidentes, pero no admito el nivel al que ha llegado el presidente argentino (porque) la deriva hacia los insultos es inadmisible y, como colombiano, no puedo aceptar el tratamiento infame de Milei a Petro.” Pero el también senador Iván Cepeda, gran aliado del mandatario colombiano, dijo que “las declaraciones del argentino ofenden gravemente a la nación. La decisión de nuestro gobierno no es contra el pueblo argentino, que queremos y admiramos, es contra quien hoy los gobierna con talante autoritario.”

            No obstante, Andrés Forero, del partido opositor Centro Democrático, considera que la decisión de Petro con los diplomáticos argentinos obedece a “un doble racero, porque se puede comparar la inmediata respuesta del gobierno colombiano a los insultos de Milei, con la casi nula reacción que ha tenido con respecto a la situación política en Venezuela.” Y es que los gobernantes de Brasil, Venezuela, Colombia y México son todos ellos de extrema izquierda y participantes, en el caso de Petro, en acciones subversivas en el pasado, que fueron sanguinarias, con explosiones de bombas y muertes de ciudadanos comunes y elementos de la policía nacional. Ese ayer de Petro no se puede obviar y va muy ligado a sus determinaciones del presente en materia de política internacional, con un sesgo marcadamente marxista-leninista.

 

Se veía venir…

 

            Ante tanto insulto, ante tanta falta de prudencia de parte de Javier Milei, quien tiene una realidad bastante difícil en su Argentina natal para salir avante con su gobierno, la reacción del mandatario colombiano se podía prever; de hecho, su respuesta de expulsar a los diplomáticos argentinos, no sorprendió a los periodistas y analistas que siguen el acontecer de su administración. El 26 de enero de este mismo año, Milei provocó que el embajador colombiano en Buenos Aires, fuera llamado a consultas al Palacio de Nariño, en Bogotá, ya que Javier Milei había dicho a la periodista Patricia Janiot que “Petro es un comunista asesino que está hundiendo a Colombia.” La respuesta de la cancillería colombiana fue en estos términos: “las expresiones del mandatario argentino desconocen y vulneran los profundos lazos de amistad, entendimiento y cooperación que históricamente han unido a ambas naciones.”

            Pero, en menos de un mes posterior, el 24 de febrero, Javier Milei volvió a cargar “su lengua” y dejó escapar contra Petro: “está hundiendo a los colombianos; o sea, que es una plaga letal para los propios colombianos.” Esto lo enunció en otra entrevista para el canal de Colombia, NTN24; y la cancillería de este último país calificó las expresiones de “irresponsables.” Pero hay otras palabras que Milei dijo antes de ser elegido presidente de los argentinos, en referencia a Gustavo Petro y las mencionó a la emisora de radio colombiana RCN: “¿Qué es en el fondo un socialista? Es una basura, es excremento humano.”

            Otra grave tensión que vive el gobierno de Colombia, se refiere a Israel y su masacre a plena luz del día que lleva a cabo contra el pueblo de Palestina: Gustavo Petro quiere romper relaciones con los judíos, con ese país, y propuso una ruptura múltiple de varias naciones con el Estado hebreo, si mantiene los ataques contra los civiles gazatíes. Una vez que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ordenó a Israel y su ejército suspender el fuego contra Gaza, una orden que los israelitas no acataron tal y como se esperaba que no hiciera, Gustavo Petro escribió en su perfil de X: “Invito a las naciones del mundo a que, si Israel rompe este cese al fuego, se rompan relaciones diplomáticas con ese país.”

            Retornando a Milei y en lo que atañe al mexicano López Obrador, éste ha criticado abiertamente algunas posturas del presidente argentino y hasta le ha comparado con dictadores del pasado, como el español Francisco Franco, el chileno Augusto Pinochet y el General argentino Rafael Videla. “Tiene ese mismo pensamiento”, dijo de Milei, López Obrador. Y en esta agria disputa, terció la candidata judío-mexicana, Claudia Scheinbaum, quien dijo de Milei que “representa un retroceso en Argentina.” La respuesta del mandatario rioplatense fue en estos términos: “Si lo bueno era el kitcherismo, yo le cuento que en la década de los noventa Argentina tenía un salario promedio de US$1,800, que puesto en moneda de hoy, serían US$3,000. Y hoy el salario promedio es de US$600 o menos. El populismo que ellos tanto ponderan, el socialismo del Siglo XXI, a los argentinos les costó el 80 por ciento de sus ingresos y ha llevado la cantidad de pobres a más de 50 por ciento. (…) Hay cinco millones de argentinos a los que no les alcanza para comer.”

            Por lo pronto, la crisis a nivel de cancillerías no vislumbra un arreglo y, por el contrario, se esperan otras reacciones y posibles rupturas por parte de México y Cuba, cuyos gobiernos han sido atacados por la filosa lengua de Javiel Milei, quien tiene una realidad muy dura y en dos direcciones: en el interior de la Argentina, su propio país, donde el pueblo está a un paso de sublevarse ante sus políticas económicas; y en el exterior, con las problemáticas que aquí se han descrito con Colombia, Venezuela y Brasil, cuyos mandatarios ciertamente son ex presidiarios, corruptos, dictadores oprobiosos y ex terroristas, pero el actual contexto en el que están ahora es muy distinto al de hace 30 años atrás, cuando volaban edificios con sus bombas asesinas.


Elecciones en Rusia

La Gran Farsa de Vladímir Putin en la que Resultó “Reelecto” por Enésima Ocasión

 

MOSCÚ, Rusia-Desde ningún ángulo o punto de vista se puede entender, por qué el dictador ruso, Vladímir Putin, convocó a elecciones generales en su país, si todos, absolutamente todos en Europa, Estados Unidos y en el resto del mundo, sabían que eran una farsa y que él iba a ser el ganador indiscutible, inevitable e invariable. Tampoco desde los conceptos de las Ciencias Políticas, mucho menos se puede explicar, pues no tiene lógica su convocatoria a los votantes, quienes iban a ser obligados a acudir a las urnas, tal y como fue evidente que así sucedió.

            La Deutsche Welle (DW) (La Voz de Alemania), la prestigiosa empresa informativa alemana, ha tratado de dar una explicación a esta actitud del tirano ruso y ha afirmado que el objetivo de dicho evento proselitista -a todas luces falso-, es “para abordar los retos internos y externos a los que se enfrenta el régimen de Putin”, reproduce la DW las palabras de Konstantin Kalachev, analista político y antiguo sucesor del Kremlin; y añade que, dentro del país, “las elecciones permiten legitimar el poder del presidente (dictador en este caso específico), y demuestran que el pueblo ruso está unido en torno a su líder. Y de cara al exterior, sirve para demostrar que Putin está aplicando una política (exterior) basada en las demandas de la gente: Demuestra que el presidente (el dictador, mejor dicho), y la mayoría rusa están unidos y disipa cualquier ilusión (de lo que piensan contrariamente) en Occidente.”

            Otro semblante de esta farsa lo muestra la web de noticias independiente llamada Meduza, cuya sede está en el exilio, en Letonia, creada por opositores rusos a la dictadura; indica que “las autoridades rusas están tomando medidas para garantizar que las elecciones presidenciales parezcan lo más legítimas posible. El objetivo es una participación electoral del 80 por ciento. Esto se hace movilizando al electorado independiente del gobierno: empleados del sector público, de corporaciones Estatales y grandes empresas leales al gobierno, así como sus parientes y amigos. A los miembros del propio partido de Putin, llamado Rusia Unida, se les anima para que lleven consigo al menos a 10 personas a los colegios electorales. Los funcionarios del gobierno y del partido pueden ver exactamente quién acude a las urnas, gracias al voto electrónico o a los códigos digitales que identifican a los votantes.” Explica el medio de prensa.

 

“El fantasma de Navalni”

 

            Vladímir Putin se aseguró que, durante estas elecciones de parodia, ninguno de sus opositores pudiera hacerle “sombra” y por eso se deshizo, fríamente, del único que podía importunarle su juego electoral: Aleksei Navalni. Por eso lo mandó a asesinar en la prisión del Círculo Polar Ártico, hecho que este periódico, The City, informó profusamente en una edición especial. Así, el tirano quedaba enfrentado solamente a unos dos o tres títeres, quienes le siguieron el juego de presentarse en la papeleta de votación, y evitar de esa manera ser asesinados también, como le ha sucedido a todos los opositores del dictador. En el caso de Boris Nadezhdin, a quien se le considera un verdadero enemigo del tirano, fue excluido de participar en estos comicios, pues Putin no quiso jugarse ningún riesgo con nadie que lo adversara realmente.

            Pero lo que no pudo evitar Putin fue que el espíritu de Navalni, fresco todavía después de su reciente asesinato, sobrevolara por los centros de votación. Incluso las palabras de la viuda, Yulia Navalnaya, hicieron un llamado a los seguidores de su extinto esposo para que se presentaran masivamente a las urnas el domingo 17 de marzo recién ido, a las 12 del mediodía, para que rindieran homenaje póstumo a su marido. Estas fueron las excitativas de Navalnaya: “Puedes estropear la papeleta, puedes escribir ‘Navalni’ en letras grandes en ella; e, incluso, si no ves el sentido de votar en absoluto, puedes simplemente venir y pararte en el colegio electoral y luego dar la vuelta e irte a casa. La gente debería votar por cualquiera, menos por Putin.” Aseveró la señora.

            Lo que se aconsejó fue aglomerarse en las salas de votación, que el régimen se diera cuenta de que allí estaban los amigos y seguidores de Navalni y que fuera la muestra callada del descontento contra el tirano asesino. ¿Por qué en silencio? Porque cualquier manifestación bulliciosa, con consignas, cánticos o brazos en alto, hubiesen sido las preferidas por la policía para detener a los enemigos de la dictadura de Vladímir Putin. Empero, por el simple hecho de “estar allí”, de pie, sin decir nada, sin votar, sin ingresar a las salas para emitir el sufragio, se darían a observar pero era imposible (supuestamente) que fueran detenidos por esas actitudes. No obstante, los servicios secretos del régimen siempre actuaron para detener, torturar y desaparecer a algunos de estos activistas, sin dejar huella, de acuerdo a su modus operandi.

            El plan de la disidencia que se mantiene dentro de Rusia, fue acudir todos al mediodía a los centros de votación, tomando en consideración la petición hecha por Yulia Navalnaya. Y, justamente a las 12:00 M, las personas comenzaron a llegar a esos recintos para aglutinarse en forma masiva, formando largas colas, especialmente en los barrios del centro de la Capital, Moscú. Del mismo modo, se hizo en zonas un poco más apartadas del norte de la ciudad, donde las filas eran sumamente extensas, se salían hasta las calles aledañas y una hora más tarde… toda esa gente desapareció como “por arte de magia”. No entró a votar, no emitieron un sonido siquiera en sus labios, solo se hicieron ver por los agentes de la policía que no les perdían los movimientos y de esa manera, quizás “gritando con las miradas” enaltecieron el nombre de Aleksei Navalni, el último disidente asesinado por Putin. Noticias posteriores indicaron que hubo más de 50 detenidos en todo el país, algunos simplemente por acudir a votar a esa hora. Evidentemente Putin no escatima esfuerzos, ni deja de lado su paranoia para encarcelar y perseguir a quien él considere es un peligro. Pero la excitativa que circulaba masivamente en las redes sociales y en los “chats”, era “Todos a mediodía”; y la protesta fue llamada “Mediodía contra Putin.” Otros más arriesgados, llevaron papeletas a la tumba de Navalni, ubicada en el cementerio de Borisov y el nombre del occiso escrito en ellas.

            No solamente en Moscú se vieron esas largas hileras de “manifestantes pasivos,” sino también en ciudades como San Petersburgo, Ekaterinburgo (la ciudad donde asesinaron a los últimos Zares e hijas); Tomsk, Perm, Chelyabinsk y Novosibirsk. Eran extensas: desde la cabecera no se veía el final de la fila de personas que, en el fondo, gritaban vivas a Navalni y maldiciones contra el tirano en el Kremlin, Vladímir Putin. Horas antes, las autoridades habían amenazado a los activistas anti-dictador, para que no se sumaran a esta protesta; de hecho, advirtió en tres oportunidades sobre “las consecuencias” que podría acarrear esa manera de protestar y llamaron la atención muy especialmente a los jóvenes, a quienes amenazaron con apresarlos y a quienes los convocaran.

            Otras hileras de “no votantes” rusos se formaron en las afueras de las embajadas de Rusia en el exterior: en Belgrado, Capital de Serbia; Tel Aviv, Israel; París, Francia; y La Haya, Países Bajos. Yulia Navalnaya asistió a la manifestación “Mediodía contra Putin”, en Berlín, la Capital alemana, donde hicieron cola ante la sede diplomática rusa unas 2,000 personas enemigas de Putin y su dictadura sangrienta. Hasta allí, la policía rusa no pudo llegar y los delegados rusos tuvieron que aguantarse a los fieles a Navalni, hasta que se marcharon espontáneamente.

            En otras ciudades rusas, como Astana y Almaty, en Kazajstán; Tashkent, en Uzbekistán; Bishekek, en Kirguistán; y Ereván, en Armenia, los adversarios del dictador hicieron las hileras que les sugirieron que hicieran, ante el enfado de las autoridades. La organización Human Rights Project, que vela por los derechos humanos en el mundo, denunció que una persona de Kazán fue detenida porque fue a los sitios electorales a las 12 del mediodía. Y le periódico Groza, de Kazán, publicó que la policía se enfrentó con los jóvenes que acudían a votar a esa misma hora. Uno de ellos acusó al decir que las autoridades al servicio del régimen les dijeron: “Vuelvan más tarde, en una o dos horas. O se van ahora o los detenemos…” Y Vitaly Ioffe, un activista de San Petersburgo, escribió en su papeleta de votación, “Malditos todos.” Fue detenido por el servicio secreto cuando intentaba subirse al metro, luego de haber votado.

            También los periódicos independientes recibieron llamadas o mensajes de texto en los que les amenazaban desde el gobierno central y los acusaban de apoyar ideas extremistas; además, que se abstuvieran de seguirle el juego a la viuda de Navalni y no se presentaran al mediodía a los centros de sufragios. El saldo final: 23 personas arrestadas en Kazán; 7 en Moscú; y 5 en San Petersburgo. El número total superó a los 50, pero el régimen no quiere brindar las estadísticas reales y transparentes de su persecución a los opositores a Putin y su dictadura sanguinaria y corrupta.

            Para cerrar este caso, el movimiento Golos, dedicado a cuidar la limpieza y honestidad en las elecciones, hizo circular un video en el que se observa la forma como autoridades del Estado llenaban una urna con votos falsos. Las imágenes fueron tomadas por una cámara de vigilancia de un colegio electoral en la región de Krasnodar.

 

El dictador se perpetúa en el poder

 

            Cuando la noche se posaba sobre el territorio ruso europeo y amenazaba con alcanzar a la Rusia asiática, ya los habitantes del país más extenso del mundo sabían quién era el ganador y no podía ser otro que Vladímir Putin. La pantomima del recuento de los votos arrojaba como ganador indiscutible en una nación que nunca ha conocido lo que es la democracia, a este ex burócrata de la KGB, emplazado en la antigua Alemania del Este, la comunista, y bajo el dominio soviético.

            Su dictadura está prevista, de acuerdo con la falsedad de estas elecciones, para que dure hasta el 2030, un tiempo que le dará la impronta de ser el dictador que más ha perdurado en el Kremlin, superando a otro asesino, al peor de todos ellos… a Josef Stalin.

            Putin tiene hoy en día 71 años de edad y habita detrás de las murallas del Kremlin  desde el último día de 1999, convirtiéndose de paso en uno de los hombres más acaudalados de Rusia. Si no le derrocan antes o muere por causa de algún atentado o por enfermedad, será el sujeto con más tiempo en el poder en más de 200 años, desde Catalina la Grande. Este período gubernamental será el quinto de manera consecutiva, y, por supuesto, nadie, “con tres dedos de frente,” cree que es un presidente democráticamente elegido. Por el contrario, en las verdaderas democracias alrededor del mundo, se le considera un tirano, un dictador de vieja data, que se ha mantenido en la cúspide del gobierno gracias a su aparato represivo, a su policía uniformada y a la secreta, que no dudan en perseguir, encarcelar y asesinar, a quienes Putin señale directamente.

            Apenas se habían dado a conocer los primeros resultados electorales, Putin aventajaba a los monigotes que eran sus supuestos adversarios en las papeletas, con el 88 por ciento de los votos. Al finalizar el absurdo conteo, seguido por las cámaras de televisión afecta al dictador, consiguió más del 87 por ciento de los sufragios, mientras la Comisión Electoral Central de Rusia informaba que la participación ciudadana fue del 73,33 por ciento y rozó al máximo histórico en unas elecciones presidenciales, que es de 74,66 por ciento, ocurrido en 1991.

            Ciertamente su dictadura continuará hasta por cinco años más, pero podrá reelegirse durante otros seis años, porque él mismo ordenó, en el 2020, reformar las cláusulas de la Constitución Nacional que le impedían proseguir en el poder.

            ¿Pero quiénes fueron sus “adversarios” en estos comicios? El comunista Nikolái Jaritónov, que obtuvo el 4 por ciento de los votos; el candidato del Partido Gente Nueva, Vladislav Davankov, con el 3,86 por ciento; y el ultranacionalista Leonid Slutski, con el 3 por ciento de los sufragios. Los tres aparecieron recientemente ante los periodistas y las cámaras de la televisión, muy sonrientes, con el ganador, Vladímir Putin, posando en el centro y demostrando “aires democráticos” con tres supuestos contrincantes que solo prestaron sus rostros y nombres para llevar a cabo esta farsa de elecciones fraudulentas y consolidar ante los ojos de los pocos incautos que pudiesen haber, al tirano y dictador a quien le place llamarse “presidente de Rusia.”

            El presunto triunfo de Putin fue avasallante, producto de su supuesto “poder de convencimiento” que arrastró a los casi 112 millones de rusos convocados para emitir sus votos en estos comicios presidenciales a nivel nacional, los octavos en la historia de Rusia, la mayoría de esos procesos tan legales y prístinos como la santidad de Lucifer.


El Presidente Argentino, Javier Milei, Enfrentado con el Dictador Venezolano, Nicolás Maduro, en Medio de una Aguda Crisis a Nivel

de Gobiernos

 

BUENOS AIRES, Argentina y CARACAS, Venezuela- Una inusitada crisis se ha dado entre estos dos gobernantes, con tintes personales, que ha repercutido en lo gubernamental y que han deteriorado visiblemente las  relaciones bilaterales entre estas naciones suramericanas.

            Y es que ambos mandatarios, el dictador venezolano, Nicolás Maduro; y el presidente recién electo de los argentinos, Javier Milei, tienen en común su palabrería que suele meterlos en conflictos, pues no miden lo que dicen, a quienes ofenden y las situaciones engorrosas que causan.

Aparte de ello, la problemática dio inicio cuando el gobierno argentino retuvo al Boeing 747 en junio del 2022, un avión que era operado por la compañía venezolana Emtrasur, filial de la estatal Conviasa, que a su vez pertenecía a la también sancionada aerolínea iraní Mahan Air, que los Estados Unidos consideran vinculada a las fuerzas Quds, del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, de Irán. El susodicho Boing pudo despegar de suelo argentino el pasado mes de enero y quienes creyeron que el problema estaba zanjado, se equivocaron de plano, porque, por el contrario, la crisis se agudizó entre los dos gobiernos de estos países de América del Sur.

 

 Caracas exige compensación

 

            El gobierno de Nicolás Maduro, el dictador “chavista” venezolano, ha exigido una compensación millonaria al de Argentina, por los daños que supuestamente le causó a la empresa Emtrasur, al retener a su Boing 747 en un aeródromo rioplatense, propiamente en el aeropuerto de Ezeiza. Naturalmente, el gobierno de Javier Milei, que intenta practicar austeridad en todo lo que concierne a sus gastos, para paliar o resolver la profunda crisis financiera por la que atraviesa la Argentina, se ha negado a tal compensación, por lo que la desavenencia con los venezolanos nació y ha ido in crescendo con el paso de los días.

            La aeronave y la empresa a la que pertenece, según Buenos Aires, ha estado implicada en actividades ilícitas, específicamente con misiones terroristas del gobierno de Irán, y, por esa razón, era sumamente importante su detención para los Estados Unidos.

            Para repasar un poco la historia, el Boing aterrizó en Argentina el 6 de junio del 2022 y bajó de su interior una carga de autopartes de la empresa alemana Volkswagen; pero, cuando quiso despegar y marcharse lejos de suelo argentino el mismo 6 de junio, ninguna empresa le proveyó de combustible, por miedo a posibles sanciones por parte del gobierno estadounidense que seguía con detalle el periplo de la aeronave. Finalmente, se dirigió a Montevideo, Capital del Uruguay, donde aterrizó el 8 de junio, también para cargar combustible y dirigirse posteriormente hacia Venezuela, pero las autoridades uruguayas prohibieron su aterrizaje en su territorio y el avión tuvo que retornar a la Argentina.

            El enorme avión, un Boing 747 3B3, llevaba una tripulación compuesta por 19 personas, 14 venezolanos y 5 iraníes; y, para colmo de males, fue comprado a la compañía iraní Mahan Air, sancionada, a su vez, por los Estados Unidos, por sus vínculos con actividades terroristas. Sin embargo, el 12 de febrero del 2024 el nuevo gobierno argentino entregó oficialmente la aeronave a los Estados Unidos. Cuando finalmente llegó a suelo estadounidense, el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció que el gobierno norteamericano ordenó la destrucción del avión, por órdenes del presidente Joe Biden.

            En octubre de ese mismo año, un tribunal de segunda instancia de Argentina, autorizó la salida de la tripulación, que se mantenía también retenida en Buenos Aires. La reacción de Nicolás Maduro era previsible, porque solicitó compensaciones económicas de parte del gobierno de Javier Milei y al no recibir una respuesta positiva, creó la grave tensión que hoy estamos presenciando entre los dos países. Fue cuando el dictador venezolano decidió cerrar el espacio aéreo para evitar que vuelos argentinos lo utilizasen, tal y como siempre lo han hecho.

Otro aspecto de esta confrontación han sido los insultos en ambas direcciones, en una escalada verbal que ha superado todo posible resquicio para establecer el entendimiento; por ejemplo, la Casa Rosada, sede del gobierno argentino, no ha titubeado un ápice siquiera para llamar a Nicolás Maduro “dictador” y añadió que “Argentina no se va a dejar extorsionar por los amigos del terrorismo”, en clara alusión al gobierno de Caracas y a sus aliados en Oriente Próximo, específicamente las autoridades iraníes. Casi de inmediato, la respuesta de Venezuela se hizo saber, cuando el canciller venezolano, Iván Gil, expresó en las redes sociales que “el gobierno neonazi (para los comunistas “todo lo que se mueva” es nazi), de Argentina, no solo es sumiso y obediente a su amo imperial (los Estados Unidos), sino que tiene un vocero ‘cara de tabla’: el Sr, Manuel Adorni (portavoz del gobierno argentino), quien pretende desconocer las consecuencias de sus actos de piratería y robo contra Venezuela, las cuales fueron advertidas en reiteradas ocasiones antes del acto delictivo cometido contra Emtrasur (el avión retenido). Venezuela ejerce plena soberanía en su espacio aéreo y reitera que ninguna aeronave que provenga o se dirija a la Argentina, podrá sobrevolar nuestro territorio, hasta que nuestra empresa sea debidamente compensada por los daños causados, después de las acciones ilegales realizadas, solo con el fin de complacer a sus tutores del norte (los mismos Estados Unidos).” A ese extremo han llegado las cosas.

            La respuesta del gobierno de Buenos Aires también ha sido inmediata y elaborada al calor de la controversia, sin visos de que haya voluntad por arreglar el diferendo. De hecho, la cancillería argentina está elaborando una demanda formal para presentarla ante las Naciones Unidas, según se ha informado desde esa sede del Ministerio del Exterior argentino. El portavoz del gobierno, Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada, dijo que la administración de Javier Milei está tomando medidas al respecto, acciones diplomáticas en contra de Venezuela; y Aerolíneas Argentinas, la empresa nacional, ha mostrado su preocupación por el diferendo que toca de lleno sus actividades en esta parte de América del Sur, especialmente cuando tenga que volar por el espacio aéreo, ahora restringido, que pertenece a Venezuela.

 

Otras reacciones de Buenos Aires

 

            Además de la nota de protesta dirigida a Caracas, la Casa Rosada, sede del gobierno argentino, anunció su intención de llevar el caso ante la Organización de Aviación Civil Internacional, para apelar al Convenio de Chicago, en el sentido de que Venezuela estaría violando con su decisión de prohibir los vuelos por su espacio aéreo. El vocero de la administración Milei, Manuel Adorni, ha aseverado al respecto: “Argentina inició acciones diplomáticas contra el Gobierno de Venezuela, encabezado por el dictador Maduro, tras su decisión de impedir el uso del espacio aéreo del país por cualquier aeronave argentina, con el perjuicio que eso conlleva para nuestra nación.”

            En todo caso, los ataques retóricos no se han detenido en modo alguno y para citar el más reciente, lo pronunció el portavoz argentino Manuel Adorni, quien dijo durante una aparición suya en la televisión de su país: “¿Qué podés esperar de un país manejado por un dictador? Por algo millones de personas se han ido de Venezuela en los últimos años. Se ve que el paraíso no está en Venezuela.”

            De tal manera, la retención, primero, del Boeing 747 de la empresa venezolana Emtrasur, y su posterior entrega al gobierno de los Estados Unidos, ha causado esta agria tensión bilateral que está todavía muy lejos de ser dirimida o aplacada aunque sea en pocos “decibeles.” Recordemos que dos meses después de que Javier Milei asumió el gobierno, dio “luz verde” para que la aeronave volara hacia Miami y quedara bajo la tutela de los estadounidenses.

            El avión era particularmente sospechoso, debido a que transportaba venezolanos e iraníes, estos últimos originarios de un país que, presuntamente, financia y participa en actos de terrorismo alrededor del mundo, contra intereses de los Estados Unidos y sus aliados Occidentales.

            Al calor de la controversia bilateral, la Casa Rosada citó a la embajadora venezolana en Argentina, Stella Lugo, para que escuchara la protesta del gobierno contra el de Venezuela, por su violación de las normas básicas de la Convención de Chicago de 1944, sobre Aviación Civil Internacional. Por su parte, el gobierno de Milei no cuenta con embajador en Venezuela, por decisión del mismo presidente argentino, quien prefiere que la legación diplomática en Caracas sea manejada por un encargado de negocios solamente.

            La prohibición dictada por Nicolás Maduro afecta a las Aerolíneas Argentinas, a pesar de que no tiene vuelos directos hacia la Capital venezolana, pero sus rutas hacia Punta Cana, en República Dominicana; Miami y Nueva York, sobrevuelan el territorio venezolano y para llegar a esos destinos, tendrá que desviarse sobre las Guayanas e implicará un costo y un tiempo extra de vuelo.

 

            Ante la situación aquí desglosada, el vocero de la Casa Rosada, Manuel Adorni, explica: “La República Argentina inició acciones diplomáticas contra el gobierno de Venezuela. Esto forma parte de una represalia de Venezuela contra el gobierno argentino, por haber aceptado la orden de confiscación de la justicia de los Estados Unidos, para el Boing 747 de Emtrasur, vinculado a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. Argentina no se va a dejar extorsionar por los amigos del terrorismo.” Concluyó.


Legislador Judío de los Estados Unidos, Exige la Destitución Definitiva del Dictador Israelí, Benjamín Netanyahu

 

WASHINGTON, D.C. USA-Los judíos son una especie extraña: nacen en cualquier lugar del mundo, crecen, se desarrollan en esos países ajenos a su verdadera patria, se hacen llamar guatemaltecos, hondureños, estadounidenses, alemanes, franceses, españoles, hasta chinos pueden haber, pero no se consideran parte de esos países donde nacen porque su verdadera patria es Israel, lo que ellos llaman desde milenios atrás, “la tierra prometida.” Eso sí, utilizan a las naciones donde viven para estudiar en sus Universidades, obtener sus carreras profesionales –prioridad en sus vidas individuales-, y escalar hasta los puestos gubernamentales más altos, en forma de ministros, diputados o congresistas y hasta presidentes, sino veamos el ejemplo de Zelenski, el mandatario de Ucrania, que es de raza judía. Lo anterior quiere decir que son “utilitarios”, si el término cabe, porque utilizan a sus países de nacimiento para progresar como personas y comunidad, pero con sus corazones en Oriente Próximo, en Israel.

            Es un pueblo, una etnia, educada para “escalar”, enriquecerse, apoderarse de todo lo que a ellos les interesa, aunque no les pertenezca y obtener poder, que es una de las prioridades de esas gentes: “poder,” para sentirse poderosos, dominantes, que nacieron para ello y es una de las razones primordiales de sus existencias. No se conforman con abrir una tienda de telas y quedarse allí, sino que la política o la jurisprudencia, son los caminos que los conducen a la dominación en cada Estado donde nacen y se desarrollan. Y se aprovechan de la fe, la buena voluntad y la lástima de los pueblos (explotan incansablemente lo que ellos han llamado “holocausto”) que los rodean, para escalar, siempre escalar. Y si no lo consiguen por medio de sus influencias, inteligencia y votos electorales, lo hacen pagando grandes sumas de dinero para comprar esos puestos, esos cargos de dirigencia nacional.

            Esta introducción para explicar el por qué el Congreso de los Estados Unidos, en más de su mitad, está en manos de judíos, de israelitas que nacieron en esta nación del norte de América, y que utilizan su nacionalidad estadounidense precisamente para alcanzar sus objetivos políticos. El ejemplo más reciente lo ha dado Chuck Schumer, nada menos el líder de los demócratas en el Senado de los Estados Unidos, quien no pudo contenerse, “guardó su bandera estadounidense” y sacó la verdadera bandera que él ama y por la cual sueña y anhela: la de Israel, y comenzó a criticar acremente a Benjamín Netanyahu, el genocida israelí, judío, que está masacrando y exterminando al pueblo palestino.

 

A Schumer no le importan los asesinados palestinos, sino la imagen de Israel ante el mundo

 

            Sin importarle los intereses de los Estados Unidos por el momento, el legislador hebreo de los demócratas, Chuck Schumer, ha abogado por “lavar la cara que da al exterior de su verdadera patria, Israel.” Por ese motivo, habló a favor del Israel anterior a Netanhayu, cuando toda la humanidad se congraciaba con los judíos y con el sempiterno “sufrimiento y daño que se le ha causado a este pueblo” en todas partes donde ha vivido. Es decir, en condición de “un pueblo dentro de otro pueblo, un Estado dentro de otro Estado, una economía dentro de otra economía”, con identidad propia, costumbres e idiosincrasia propias…

            ¿Pero qué dijo Schumer acerca de Netanyahu? Era un judío dirigiéndose a otro judío. Un israelita viviendo y favoreciéndose de los Estados Unidos, hacia un genocida incrustado en el gobierno de Israel: Schumer frente y contra Netanyahu.

Preocupado por la imagen de su país en la actualidad, el congresista dijo que “Israel no puede sobrevivir si se convierte en un paria. Netanyahu –continuó el senador hebreo-, es un obstáculo para lograr la paz en Gaza y hay que celebrar elecciones (en Israel), para reemplazarlo (…). La coalición de Netanyahu ya no se adapta a las necesidades de Israel después del 7 de octubre. El mundo ha cambiado radicalmente desde entonces y el pueblo israelí está siendo asfixiado por una visión de gobierno estancada en el pasado (…). Netanyahu es uno de los mayores obstáculos para la paz, junto con Hamás (la facción armada palestina), la ultraderecha israelí y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas.” Reafirmó. 

            Es evidente y a juzgar por sus palabras, que lo que le importa al legislador demócrata de raza judía, es la imagen de su verdadera patria, Israel, ante los ojos del resto de la humanidad y nunca se refirió a los más de 30 mil palestinos asesinados por el ejército judío, en los últimos meses. Y continuó con su perorata: “El primer ministro (el dictador Netanyahu), ha perdido el rumbo al poner su supervivencia política como una prioridad, (por) haberse rodeado de ministros de extrema derecha y haber tolerado el elevado número de víctimas en Gaza, lo que ha provocado que el apoyo a Israel a nivel mundial, esté en mínimos históricos.” Es decir, no le interesa cuántos y quiénes han sido masacrados en la Franja de Gaza, sino la imagen judía en el planeta entero. Reiteramos.

            “Unas nuevas elecciones –subrayó-, son la única manera de facilitar un proceso de toma de decisiones sano y abierto sobre el futuro de Israel.” Tampoco le importa el futuro de Palestina, si se le da el estatus de país, de Estado, como si no ocurriera de esa manera.

            Una de las reacciones en contra del argumento de Schumer, la dejó escuchar su adversario político, el líder de los republicanos en el mismo Senado, Mitch MacConnell, a quien no le gustó la petición que hizo su colega judío de los demócratas: “la exigencia que hizo Schumer es un hecho sin precedentes. De ninguna manera podemos tratar así a otras democracias (¡?) (refiriéndose a la supuesta democracia que es Israel). El Partido Demócrata es antiisraelí.” Una afirmación que no tiene lógica porque quien hizo la petición de nuevos comicios, fue un judío y no podría, bajo ningún concepto, ser “antiisraelí.” Lo cual demuestra que, en muchas oportunidades, los políticos, sin importar el país donde se encuentren, suelen decir inexactitudes, fuera de todo contexto y lógica.

            Por su parte, el partido judío Likud, al cual pertenece el genocida Benjamín Netanyahu, el verdugo del pueblo palestino, le respondió al legislador Schumer indicando que “Israel no es una república bananera (como lo son Ecuador, Costa Rica, Honduras y otras en el mundo, como si ser exportador de esa fruta fuera humillante). Las políticas del primer ministro (Netanyahu), cuentan con amplio respaldo ciudadano. A diferencia de lo que dijo Schumer, el público israelí apoya la victoria total sobre Hamás, rechaza cualquier dictado internacional para establecer un Estado terrorista palestino y se opone al regreso de la Autoridad Palestina a Gaza.” Es decir, el plan del Likud y del dictador Netanyahu, es crear una especie de “protectorado” en Gaza, donde Israel y su gobierno serán los garantes de la vida (o la muerte), de quienes allí viven. Adueñarse de Gaza, es lo que quieren decir los judíos aglutinados en el Likud, sin importarles lo que digan o piensen en la comunidad mundial. La opinión del mundo entero, les importa a los judíos tanto como “la velocidad del viento en el planeta Marte”; es decir… ¡Nada!

 

“Continuidad de Netanyahu en peligro”

 

            Esa afirmación proviene de los servicios de inteligencia de los Estados Unidos, que consideran que “la viabilidad como líder del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, está en peligro (y) es posible que se forme un gobierno diferente, más moderado (en el Estado hebreo).” Indica un informe entregado al Congreso de la nación, por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, que coordina a las 18 agencias de inteligencia de los Estados Unidos.

            Concretamente, el texto asegura: “La viabilidad de Netanyahu como líder, así como su coalición de gobierno formada por partidos de extrema derecha y ultraortodoxos que han perseguido políticas inflexibles en asuntos palestinos y de seguridad, podrían estar en peligro. Dentro de Israel, la desconfianza en la capacidad de Netanyahu para gobernar, se ha profundizado y ampliado y es probable que haya grandes protestas exigiendo su dimisión y nuevas elecciones. Es posible que se forme un gobierno diferente, más moderado.”

            La imagen personal y política de este político israelí pasa por momentos difíciles, a partir del momento cuando quiso restarle poder a los jueces judíos y sumarle mayores atributos al Ejecutivo que él encabeza. Se le consideró “corrupto” por ese hecho y otros más que sería extenso enumerar en este reportaje. Y las críticas en el interior de Israel tomaron mayor intensidad, porque Netanyahu ni sus servicios de seguridad pudieron prever ni impedir el ataque del 7 de octubre del 2023, por parte de la facción armada de Hamás y que tomó a 240 rehenes, muchos de ellos todavía cautivos y que están lejos de ser liberados mientras las decisiones de Netanyahu sean inflexibles y criminales, masacrando a la población civil de Gaza.

            El asesinato de 31,112 personas hasta el momento y 72,760 heridos en la Franja de Gaza, se ha sumado a la permisibilidad del mismo Netanyahu a los colonos judíos, para que arrebaten tierras a sus enemigos y funden allí sus colonias de manera arbitraria y reñida con los derechos humanos que deberían prevalecer. Las imágenes de colonos hebreos portando rifles de asalto en los territorios arrebatados a los palestinos, muestran la gravedad del asunto y la sombra de Netanyahu que se proyecta detrás de esas actitudes soberbias y genocidas.

 

            Fundamentado en lo anterior y en otras acciones más, el Servicio de Inteligencia estadounidense ha elaborado su informe anual, en el que asegura que la continuidad del dictador israelí estaría presta a terminar y permitiría la llegada de un nuevo Gabinete que buscaría la paz en la región y, principalmente, el rescate de los rehenes que todavía están en manos de la facción Hamás.


A Pesar de Todo, Donald Trump Podría Postularse Siempre en las Próximas Elecciones Presidenciales de los Estados Unidos

 

WASHINGTON D.C., USA-Mucho se ha dicho en los últimos días acerca de un posible obstáculo o la veda definitiva a la candidatura de Trump, que podría ser el peor contratiempo para este político republicano. En específico, la Corte Suprema de Justicia está sopesando si Donald Trump puede ser candidato presidencial o lo contrario. Los titulares de prensa alrededor del mundo son sensacionalistas al respecto; por ejemplo, diarios españoles han publicado textualmente acerca del asunto que nos mueve en esta crónica: “El expresidente está ganando las primarias (dentro del Partido Republicano), pero la última palabra la tiene el tribunal que interpreta la Constitución.” O sino este otro subtítulo aparecido en el diario El Mundo, de Madrid: “La justicia de EE.UU. falla que Trump no goza de inmunidad y podría ir a prisión.”

            Pero lo que más expectativa está causando en estos momentos en los Estados Unidos se refiere a la posible obstaculización de la candidatura de Donald Trump, por parte de la Corte Suprema estadounidense. De hecho, hay decenas de partidarios del precandidato republicano que están acampando en las afueras del edificio de los tribunales, en Washington, para presionar a los jueces y desistan de hacerle daño a la postulación de Trump, en las próximas elecciones nacionales.

 

Hecho histórico

 

            Por primera vez en la historia de este gran país, la Corte Suprema de Justicia sopesa si un presidente que está siendo acusado de insurrección, puede o no presentarse nuevamente a las elecciones a nivel nacional. La demanda provino desde el Estado de Colorado contra Donald Trump, debido a sus falsas denuncias de fraude y por el saqueo del edificio de El Capitolio, en el 2021. Y es que nunca antes en lo que tiene de existencia este país, la Corte Suprema se había visto en tal situación con ningún otro candidato, quien, además, ya había sido presidente de la nación. Y ese es Donald Trump en este caso concreto.

            Sin embargo, la decimocuarta enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, señala que “se prohíbe a cualquier persona que haya participado en rebelión o insurrección contra los Estados Unidos, ocupar ciertos cargos públicos federales o Estatales, a menos que el Congreso decida por una mayoría de dos tercios de cada Cámara, levantar dicha prohibición.” Esta enmienda se aprobó en el lejanísimo año de 1868, después de la Guerra Civil. Lo anterior significa que, en el hipotético caso de que Trump resultara vedado en su postulación, tendría que asistir al Congreso para que los legisladores voten a favor de levantarle la prohibición. Todo un “Calvario” para este individuo que está pagando caro y “a fuego lento” su violencia cuando perdió la presidencia de los Estados Unidos, mediante el voto de los ciudadanos, quienes se decantaron a favor de Joe Biden, en los comicios pasados.

            La demanda la presentaron seis ciudadanos de Colorado, cuatro de ellos republicanos y los otros dos, independientes. En específico y por otro lado, la Corte Suprema de Colorado falló en diciembre anterior, por una mayoría de cuatro contra tres, que Trump no puede volver a presentarse a la presidencia en ese Estado en concreto y, por lo tanto, su nombre no puede aparecer en las papeletas. Muchos observadores han dicho que sería interesante ver a Donald Trump contra la pared, sin poder asistir a las elecciones en condición de candidato. ¿Cuál sería su reacción posterior en el caso de que la Corte lo deje “a la vera del camino”? ¿Más actos violentos? ¿Lanzará a sus hordas de delincuentes contra las Instituciones del Estado nuevamente? ¿Qué hará por despecho, de acuerdo a sus reacciones ciento por ciento infantiles, cuando no se le conceden sus caprichos?

            Sus abogados ante tal situación, sostienen que él no está sujeto a la sección 3, porque un presidente “no es un funcionario de los Estados Unidos.” También argumentan que los tribunales no pueden hacer cumplir la sección 3, sin una legislación del Congreso, que prohíbe a las personas ocupar cargos públicos, pero no postularse para ellos y, en cualquier caso, “Trump no participó en una rebelión.” Han defendido así a su cliente.

            Pero, en el lado contrario, los demandantes, encabezados por la abogada Norma Anderson, de 91 años de edad, republicana de toda la vida y exlegisladora del Estado de Colorado, insisten al decir que “un presidente es claramente un funcionario de los Estados Unidos, porque no tendría sentido interpretar la sección 3 como descalificando a todos los insurrectos que rompen el juramento, excepto al que ocupa el cargo más alto del país.” Así mismo, han asegurado que la sección 3, al igual que otros requisitos para un cargo, puede ser aplicada por Estados sin legislación federal.

            Volviendo “al ataque” los abogados del exmandatario, han dicho que Trump simplemente ejerció su derecho a la libre expresión y que no incitó a la violencia, aunque en esa protesta y el saqueo posterior de El Capitolio, murieron cinco personas, en su mayoría agentes policiales. El escrito presentado ante los jueces de la Corte Suprema dice lo siguiente: “El presidente Trump nunca les dijo a sus seguidores que entraran al Capitolio, y no lideró, dirigió, ni alentó ninguno de los actos ilegales que ocurrieron en El Capitolio. Dar un discurso político apasionado y decir a sus seguidores que luchen por sus creencias, tampoco es una insurrección.” Apuntaron los defensores.

            Empero, el tema de Colorado no es el único que se ha ventilado ante los tribunales en contra de Trump, porque el gobierno Estatal de Maine también le ha impedido aparecer en las papeletas de votación por el mismo caso, por alentar a la insurrección y difamar al Colegio Electoral al mentir que le estaban robando las elecciones. En Illinois también la junta electoral ha llegado a la misma conclusión y ambas decisiones se derivan de la decimocuarta enmienda constitucional. Todos estos casos, por el momento, están congelados hasta que el Supremo decida el caso de Colorado, que será el precedente a seguir.

 

Hasta el momento, así marchan las cosas…

 

            Si se obstruyera la participación de Donald Trump en las próximas elecciones presidenciales, el sistema electoral de los Estados Unidos entraría en un territorio inédito, inexplorado, desde que esta nación existe como tal. Incluso, dentro del propio Partido Republicano, las cosas se pondrían caóticas o de “un color diferente”, ya que la exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, tendría en sus manos la única alternativa válida para salir adelante en este embrollo: en el Congreso del Partido Republicano, que será en el verano próximo, podría aclamarse a otro candidato, cualquiera que este sea, por consenso. Es aquí donde volvemos a preocuparnos ante la eventual reacción del flemático y violento Trump… ¿Y qué harán sus también violentos seguidores? Para eso la policía estadounidense, el FBI y posiblemente hasta el ejército, tendrían que controlar la situación, tal y como lo están haciendo ahora mismo, cuando el exmandatario va de juzgado en juzgado donde ha sido reiteradamente acusado de una cosa y otra.

            Hay que tener presente, además, que en el sistema electoral de los Estados Unidos, el presidente no es elegido mediante el voto directo de los ciudadanos, sino por medio del colegio electoral; es decir, cada Estado tiene una serie de votos, que en el caso de Colorado son 10, y un candidato debe obtener 270 para ganar la presidencia.

            Retornando al tema de la Corte Suprema de Justicia que ve el caso de Trump, está conformada por 9 magistrados que tienen la potestad de decidir el curso de las elecciones nacionales venideras. Es una Corte conservadora y a tres de sus nueve integrantes, los nombró el propio Trump durante sus cuatro años en la Casa Blanca. Recordemos, por ejemplo, que en el 2001, el Supremo permitió a George W. Bush, subir a la presidencia del país, al declararle ganador en el Estado de La Florida.

            Las primarias republicanas serán este 5 de marzo en Colorado, un día conocido tradicionalmente con el nombre de “supermartes,” porque en ese día votan gran cantidad de Estados a lo largo y ancho de la nación.

            No obstante y de último minuto, se ha dado a conocer, para felicidad del propio Trump, que el Supremo se muestra reacio a vetar la candidatura del republicano. Es decir, la Corte Suprema de los Estados Unidos parece dispuesta a rechazar los intentos por inhabilitar al expresidente Donald Trump para las elecciones presidenciales que serán en noviembre de este 2014. De hecho, los jueces del máximo Tribunal emitieron este 08.02.2024, reticencias sobre las implicaciones que podría tener a nivel nacional, validar la decisión del Estado de Colorado de eliminar a Trump de las primarias republicanas, a raíz de su asalto al Capitolio, el 6 de enero del 2021. En todo caso, la decisión del Supremo no se dará a conocer todavía, pero los analistas, amplios conocedores de la materia legal y electoral, creen que los magistrados conservadores le darán sus espaldas al Estado de Colorado. Ello significa que existe un gran temor de fondo, en el tanto suspendan a Trump de su participación en los comicios. Temen su reacción y las reacciones de sus seguidores y esa es la única verdad subyacente.

            El presidente del Tribunal, Johm Roberts, dijo que sería “una consecuencia bastante desalentadora que todo se reduzca a que un puñado de Estados, decidan las presidenciales y una que sentencia que dé la razón a Colorado, podría conducir a que haya intentos en todo el país de descalificar a candidatos (en el futuro).” Razonó. Pero esa no es la verdadera razón, sino… el inmenso miedo implícito de dejar por fuera a un individuo impredecible, en el caso de Trump, quien podría ordenar “incendiar al país” con un simple movimiento de su mano. Podría ser algo así como el inicio de una guerra civil. Un acontecimiento que, en el análisis del expresidente español, José María Aznar, no es del todo imposible en los Estados Unidos.

            En todo caso, mientras los alegatos se dan de parte de unos y de otros y en ambas direcciones, Trump sigue en ascuas, aunque los “nuevos aires” que provienen del Supremo, le han hecho esbozar una sonrisa de satisfacción personal… esa sonrisa que, en honor a la verdad, muchos temen por las consecuencias que siempre ha acarreado. Veremos en qué termina esta situación coyuntural. 


Para Dicha de los Salvadoreños, Nayib Bukele Continuará Gobernando en El Salvador

 

SAN SALVADOR-El pueblo de esta nación se ha dado cuenta cabal de que su presidente actual es necesario para que continúe con su tarea de darle seguridad y erradicar definitivamente a la delincuencia que se había adueñado del país, con la connivencia (y también con la participación asociada con los criminales), de los distintos gobiernos, ya fuesen de izquierdas o derechas. Es por esa razón que han decidido que continúe en el poder en unas elecciones nacionales en las que Bukele prácticamente no ha tenido oposición. Y es que los salvadoreños se han percatado, han visto y han “tocado con sus manos” la realidad que Bukele les está haciendo vivir, en especial en el tema de la seguridad, cuando ha encarcelado a la inmensa mayoría de criminales que infestaban las calles de las principales ciudades del país.

            Sin embargo, ante la reelección de Nayib Bukele se han hecho escuchar aquellas voces a las que el presidente no gusta, que están a favor de que la nación continúe en manos de los corruptos aliados con las pandillas de “las maras” y el río de sangre de los ciudadanos inocentes continúe corriendo por sus calles y aceras. Es por ese disgusto que insisten en decir que la reelección es inconstitucional y así lo repiten una y otra vez, hasta que cale hondo en la consciencia de la comunidad internacional. Lo cual solo puede interpretarse como un razonamiento ilógico, reñido con el sentido común, porque apostar por el crimen generalizado, la extorsión, el secuestro y el terror que “las maras” implantaron por décadas en El Salvador, es un acto, además de demencial de parte de los defensores de los delincuentes, una irresponsabilidad criminal que solo puede conducir al caos y a la destrucción.

 

Bukele ha terminado con el desastre social y de inseguridad

 

            Sin duda, la determinación, la valentía y el perseverar en esa decisión de combatir con todos los medios a su disposición a “las maras”, es lo que ha hecho de Nayib Bukele el presidente más efectivo, eficaz y aplaudido de toda América, superando incluso al magnánimo y débil Joe Biden, en los Estados Unidos. El Salvador necesitaba con urgencia a un hombre con la capacidad de Bukele, pues el país era un hervidero de criminales, que eran los que gobernaban realmente y dictaban las reglas antojadizas y sangrientas contra la población civil, que había tomado la incoherente decisión de emigrar, a pie, hacia los Estados Unidos, tal y como lo hacen los guatemaltecos y hondureños, quienes sufren el mismo problema con “las maras” que traspasaron sus fronteras y se afincaron en sus territorios.

            El estado calamitoso de El Salvador era general, pues las empresas transnacionales se habían marchado en clara huida ante la situación real y peligrosa de inseguridad, incluso varios gerentes de esas mismas empresas habían sido secuestrados y asesinados por “los mareros”, y la economía del país pasaba por uno de sus peores momentos. El Salvador fue considerada la nación más insegura del mundo durante muchos años, según los reportes y estados comparativos mundiales hechos por organismos como la ONU y aquellos que velan por los derechos humanos, muchos de ellos confrontados actualmente con Bukele, porque han salido en defensa de “los mareros” encarcelados. En resumen, el clima de paz y seguridad interna que se siente y respira en este país centroamericano, es convincente para todos quienes le visitan o viven en él. Una verdad diáfana, feliz y satisfactoria para todos quienes han sufrido, de una manera u otra, los embates de la altísima criminalidad que se hallaba en todas partes en El Salvador y a todas horas. Bukele combatió al mal y lo venció. Parece una máxima muy trillada y simplista, pero en esta nación tiene connotaciones extraordinarias y significa nada más y nada menos que la continuidad de la vida de un pueblo, que ya no tendrá que temer y huir de los asesinos callejeros.

            Ante tal panorámica, la continuidad en el gobierno de Nayib Bukele era un imperativo, pues otro presidente, de otro partido, ya fuese del comunista FMLN, el mismo que desangró a El Salvador en las décadas de los 70 y 80 con su guerra civil fratricida que solo condujo a crear más caos y desesperación; o ARENA, el movimiento que representó a aquel ejército corrupto y a la casta de las 50 familias gobernantes, tan comunes en otras naciones como Guatemala y Honduras y que disponen, deponen y marcan el destino de toda una nacionalidad con base en su dinero, hubiera cambiado todo lo alcanzado hasta el momento y lo peor hubiese sido la liberación de “los mareros”, atendiendo a las imposiciones y exigencias de las ONGs que los quieren afuera de sus celdas y nuevamente en las calles. En palabras más sencillas, otro presidente, distinto a Bukele, hubiera favorecido a los gamberros hoy presos y los hubiera puesto en libertad casi de inmediato; es decir, la tarea de “limpieza criminal” esbozada, dirigida y puesta en práctica por Bukele, hubiese sido destruida en menos tiempo del pensado y esto por otro gobernante irresponsable, de esos que ya son “clásicos” por su pusilanimidad en América Latina.

            Los politólogos y periodistas que son amplios y profundos conocedores de la realidad salvadoreña, aseguran que la oposición aquí, los mimos partidos nombrados en el párrafo anterior, están a punto de desaparecer. Por ejemplo, el prestigioso periódico español El Mundo, así lo ha publicado en su sección de “Internacionales”: “La oposición en El Salvador, al borde de la extinción frente a la avasalladora popularidad de Bukele.” Una información que, de producirse indefectible e inevitablemente, sería más positiva que negativa, pues la ausencia del FSLN y ARENA ayudaría a poner mayor y mejor orden en el país y facilitaría el combate a la corrupción y a la criminalidad. Sino recordemos que ambos partidos, cuando estuvieron en sus respectivos períodos en el poder, pactaron con los delincuentes de “las maras” convenios, pactos que nunca trascendieron a la opinión pública y que más bien ayudaron a que la criminalidad se acentuara, se fortaleciera y co-gobernara –así como se lee-, en El Salvador. Incluso, se produjo “una danza de millones de dólares” que los dos partidos dieron, en sus respectivos momentos, a los gamberros, a cambio no se sabe de qué y para qué…; pero muchos de esos asesinos terminaron millonarios de la noche a la mañana, con el dinero que pertenecía a todo el pueblo salvadoreño. Tal era la connivencia, la “barbarie” institucionalizada que los dos partidos mayoritarios habían creado para lograr no se sabe qué cosa o cuál proyecto y en aras de cuál objetivo… Pero la llegada de Bukele acabó con todo ello y se habla hoy, incluso, de la desaparición, el debilitamiento evidente y plausible de los dos partidos que tanto daño le han hecho a esta nación del istmo centroamericano. Se habla incluso de “debacle” de ARENA y el comunista FSLN, que redundará en beneficio de El Salvador, indubitablemente. Y el mismo periódico ibérico lanza la pregunta a sus lectores: “¿Quedará extinguida (la oposición) ante la consolidación de un modelo de partido hegemónico? Todo apunta a que sí.” Cita el medio de prensa europeo.

            La razón de ello, en el caso de que suceda la esperada desaparición de esos dos movimientos tradicionales salvadoreños, se fundamenta en el solo hecho de que Bukele ha convencido a la población de su país y lo ha alcanzado con creces; ha realizado lo que nunca antes ningún ex presidente corrupto (casi todos ellos en el exilio, en Nicaragua, para ser más precisos), hizo nunca en favor del ciudadano que clamaba por paz, seguridad, trabajo y un futuro para sus familias. Es por esa causa que Bukele es amado literalmente en El Salvador y pasará a la historia como el mejor presidente que ha habido en esta nación.

            De tal modo, el partido de Nayib Bukele, llamado “Nuevas Ideas”, se ha consolidado firme y profundamente en el ideario y realidad de El Salvador; es por eso mismo que arrasa en las decisiones de los pobladores en forma categórica e impresionante, a tal extremo que en muchos otros países latinoamericanos, sus votantes claman por la aparición de “varios Bukeles”, para que acaben con el estado de caos reinante. Se ha escuchado esa petición en Bolivia, Ecuador (principalmente, donde el imperio de la delincuencia impone sus leyes y reglas sangrientas); Argentina, Colombia e incluso, en el moderno Chile, cuyo actual mandatario es menos que nada…

            El mismo diario El Mundo, con sede en Madrid, España, explica así el fenómeno que es Bukele: “La alta popularidad de Bukele, sumado a una serie de cambios en las reglas del proceso electoral previo a los comicios, y a una oposición dividida (…) explican este escenario. Los opositores también han sido incapaces de sacar rédito a la inconformidad ciudadana por la crisis económica.

            “Los estudios de humor social y político realizados desde hace cuatro años por el Centro de Estudios Ciudadanos de la Universidad Francisco Gavidia (CEC-UFG), muestran que la oposición política salvadoreña pasa por su peor momento.

            “Los dos partidos tradicionales, que durante tres décadas controlaron el escenario político del país más pequeño de Centroamérica, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el Partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), han perdido gran parte de sus bases de apoyo. A pesar de sus insistentes discursos de renovación, no logran recuperarlas ni hacer frente a la avasalladora popularidad de Bukele, quien, con la implementación del Régimen de Excepción, ha logrado neutralizar el azote de las pandillas y ha generado un estado de satisfacción en materia de seguridad ciudadana (…).”

 

Bukele por mucho tiempo más…

 

            En el tanto el presidente salvadoreño siga haciendo las cosas bien y en consonancia con lo que la población necesita y urge, habrá Bukele por muchísimo tiempo más y el destino dirá hasta cuándo y cuánto habrá de mantenerse en el poder y en la aceptación de los votantes.

            A esto hay que sumarle el descontento que generan los partidos tradicionales, que sufren un alto nivel de rechazo, principalmente por las prácticas corruptas que realizaron cuando ostentaron el poder en las distintas etapas. “Hay un sentimiento negativo por todo su pasado político y los escándalos de corrupción de sus gobiernos”, acentúa Oscar Picardo, director del Centro de Estudios, dedicado al análisis socio-político en esta nación. Indica que otros partidos emergentes, llamados Vamos y Nuestro Tiempo, tampoco han calado en el pensamiento y decisión del ciudadano, en parte porque son muy pequeños y carecen de recursos económicos para difundir sus ideas y que el gran público los conozca apropiadamente. Pero la mayor “sombra” que se cierne sobre los antiguos y los nuevos movimientos, la genera Bukele y todas las acciones llevadas a cabo durante su gobierno. La admiración y el agradecimiento de parte de los salvadoreños, es lo que sustenta el dominio electoral y el arraigo del actual mandatario.

            Una encuesta hecha antes de las elecciones nacionales por el consorcio electoral Observa El Salvador, integrado por tres Universidades y cinco organizaciones de la sociedad civil, arroja estos datos: Bukele arrasa con un 70,9 por ciento de preferencia entre la población; Manuel Flores, candidato presidencial de la ex guerrilla del FMLN, tiene un 2,9 por ciento de aprobación, extremadamente distante del presidente; en tercer puesto se ubica Joel Sánchez, del oligarca ARENA, con un 2,7 por ciento; Luis Parada de Nuestro Tiempo, con 1,1 por ciento; y finalmente, Marina Murillo del partido Fraternidad Patriota Salvadoreña y José Javier Renderos, de Fuerza Solidaria, quienes comparten un sórdido 0,6 por ciento.

            En esencia, el problema que enfrentan los partidos tradicionalistas, el de izquierdas y el defensor de la poderosa oligarquía, radica en que el viejo adagio que dice “renovarse o morir” tampoco surte efecto en sus filas, porque, del todo, los salvadoreños los ven como parte importante del daño que se le ha causado al país en los últimos 40 años. Ya ostentaron el poder y no aprovecharon la oportunidad única que el pueblo les confirió mediante los votos y se dedicaron a hacer pactos espurios con “los mareros” y a sangrar al fisco Estatal con base en la peor corrupción jamás vista en esta nación. En otras palabras, al no tener posibilidad de “renovarse”, les ha quedado únicamente la desaparición, más todavía con la mayoría de sus líderes en el exilio y muchos de ellos se han nacionalizado nicaragüenses, con el patrocinio del dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, para evitar así la extradición y ser juzgados por defraudación y saqueo de las arcas del Estado salvadoreño.

            Pero, desde el punto de vista legal, esos partidos podrían sufrir la cancelación de su personalidad jurídica, por intervención de la ley electoral del país, esto por no haber obtenido el mínimo de 50,000 votos en la elección de diputados a la Asamblea Legislativa o parlamento o no poder haber elegido siquiera un solo escaño. Aunque, por el momento, ARENA y el FMLN parecen estar fuera de ese peligro en ese sentido. Por el momento…

            Los argumentos en contra de la apabullante victoria y mayor arraigo de Nayib Bukele en el sentimiento de los salvadoreños, son variados y van desde el supuesto de que el Tribunal Supremo Electoral es afecto a Bukele y le ha favorecido, principalmente al admitir su candidatura que, presuntamente, estaba prohibida por la Constitución de la República. Así según el FMLN por medio de un comunicado que difundió antes de las elecciones generales y añadió al mismo: “(…) la autoridad electoral ha permitido de manera sistemática los abusos y violaciones a este proceso por parte del oficialismo y todo su aparato.” Aseguró de manera temeraria, muy probablemente sin pruebas fehacientes, que el aparato del Estado utilizó recursos financieros, con fines propagandísticos y para ser utilizados en “la campaña de odio liderada por funcionarios y miembros del partido oficial.” Por supuesto que los comunistas en ningún instante recuerdan que fueron ellos los que dividieron a la población salvadoreña e incendiaron al país en la sangrienta guerra civil, cuya esencia y fundamento fue el odio precisamente, en el que se sustentaba siempre el marxismo-leninismo desde su origen.

 

            Finalmente y antes de las elecciones generales, la única posibilidad que vieron los partidos emergentes para alcanzar el triunfo, fue la concertación de alianzas y la plataforma ciudadana conocida con el nombre de “Sumar”, convocó a los partidos políticos opositores y a la organización de la sociedad civil, para presentar una candidatura única. Pero ARENA y la ex guerrilla del FMLN rechazaron de plano dicha coalición, debido principalmente a las divergencias ideológicas que han sustentado a ambos movimientos desde su fundación. En resultado, asistieron a los comicios separadamente, desunidos, y ello fortaleció al partido de Bukele y redundó en sus amplísimas posibilidades de triunfo. Y para dicha de los salvadoreños -y desgracia de los corruptos y los “mareros”-, Nayib continuará gobernando en beneficio de su país, con repercusiones positivas en naciones vecinas, en los casos de Honduras y Guatemala, cuyos presidentes han visto “en el modelo Bukele” soluciones a sus problemas de delincuencia y contra la corrupción Estatal, males endémicos que han erosionado a estos gobiernos y sociedades centroamericanas.


A Milei le Hacen Regresar a la Tierra

 

BUENOS AIRES, Argentina-Es posible que sea un extraordinario teórico en todo lo que respecta a la economía, quien se imaginó que iba a ser fácil gobernar a un país como el suyo, considerado, desde épocas remotas, una de las naciones más indómitas de todas las que existen en la geografía mundial y que desde hace muchísimas décadas deviene “a la deriva”; es decir, sin timonel, sin un gobierno que le marque el rumbo y pueda destorcer la torcedumbre de su existencia. Porque eso es Argentina y los argentinos: una absoluta y total torcedumbre en todos los campos, pero muy especialmente en los aspectos financieros y sociológicos.

            Javier Milei creyó que hablándole claro y valientemente a los ciudadanos, iba a conseguir la colaboración de todos ellos; pero se olvidó de repasar un poco la historia de su país, en la que se evidencia que han botado a dictadores feroces, los han exiliado, han subido a nuevos dictadores, les han permitido crímenes de lesa humanidad, los han vuelto a botar, han instaurado una democracia no funcional y han votado repetidamente por una mujer enferma mental, en el caso de Cristina Fernández de Kirchner, a quien han dejado marcharse del poder con sus cuentas bancarias henchidas con el dinero que le saqueó al fisco del país y no se atrevieron nunca a denunciarla ni procesarla por corrupción flagrante y evidentísima. Milei no tomó en cuenta todo eso, ni que la Argentina es una nación única en el mundo, de la que dichosamente no hay dos en el planeta y que es muy probable que, si no echa marcha atrás en sus intenciones (que son honestas, creemos), será derrocado por los peronistas aglutinados en los sindicatos obedientes a la Cristina –ahora gozando de su retiro en su mansión-, o por los militares, quienes componen uno de los ejércitos más corruptos de cuantos existen en América Latina. No nos extrañaría, en resultado, que Javier Milei no llegue al final de su mandato, mucho menos si sigue con su retórica confrontativa y con sus deseos de cambiar el rumbo torcido que lleva la nación.

 

¿Cuál es el verdadero poder en Argentina?

 

            Desde que comenzaron a invitarlo a los paneles de la televisión, Javier Milei se erigió como el portador de la verdad que nadie se atrevía a decir y eso gustó a millones de argentinos; fue por ese mismo verbo franco, directo y descarnado que lo llevaron a la presidencia de la República, con los agravantes de que su partido no tiene historia, fuelle, cohesión y para colmo de males, tiene al Congreso en su contra. “Ingredientes” suficientes para perder la poca fe en él y su proyecto, con la misma rapidez con la cual ilusionó a la gran mayoría de los votantes.

            Y con esa valentía y sinceridad al hablar, ha asumido la presidencia del país y creyó que todo iría “cuesta abajo”, “sobre ruedas”, y todos entenderían que los sacrificios de los que habló en el plano socio-económico, los iban a asimilar, soportar con estoicismo patriótico y le iban a ayudar a sacar a la nación adelante. Pero se equivocó, porque en Argentina hay quienes están contentos con la situación nefasta que la economía ha seguido hasta el momento. Hay muchos intereses creados para no sacar adelante al país del estercolero en el que se encuentra sumido hasta la garganta y lo único que pretenden es que la Cristina Fernández regrese al poder y siga la dictadura corrupta. Ese es el mensaje claro que le hicieron ver a Milei y con él, le hicieron poner los pies en la tierra, regresar al planeta del que yacía alejado, fundamentado en su fantasía de redención, de reivindicación y no ha tenido más remedio que ubicarse en medio de la realidad circundante; es decir, ha llegado a cerciorarse -lamentablemente para él-, que los que mandan, los que gobiernan en Argentina, o están en las sombras (la Kirchner hoy en día es una de ellas o la principal de ellas), o son los que manipulan a los sindicatos, gremios poderosísimos en este país suramericano.

            Con días de anticipación, la prensa nacional comenzó a vaticinar que al nuevo presidente se le iba a presentar la huelga más fuerte e importante de los últimos años; y a la cabeza de las marchas multitudinarias iban a estar los omnipresentes sindicatos y otras organizaciones dedicadas a la defensa de los trabajadores (supuestamente), cuyo principal objetivo era frenar el proyecto de la llamada Ley Ómnibus, que envió el mandatario al Congreso para su discusión y posible aprobación. De tal forma, la huelga, extraordinariamente masiva por demás, realmente paralizó al país de punta a punta y desde Los Andes fronterizos con Chile, hasta el Océano Atlántico. Fueron miles y miles de trabajadores manipulados por la verborrea de los líderes sindicales peronistas, los que marcharon hasta las afueras del Congreso, con el fin de presionar a los legisladores.

            Si lo desglosamos, además de representantes de la Confederación General del Trabajo (CGT), que fueron los que hicieron la convocatoria general, también asistieron a las calles y avenidas bonaerenses, miembros de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) (impulsados por los despidos masivos que Milei ha decretado en el aparato gubernamental con el afán de “adelgazarlo”); también se hicieron presentes distintos movimientos sociales y parte del sector que tiene relación con la cultura. Una de las quejas que más se escuchó en los marchantes, provino del sindicato de camioneros, que acusó a Milei de “golpear el bolsillo de los argentinos”; mientras los sindicatos del transporte público amenazaron con paralizar a la Capital por espacio de cinco días.

            En el trasfondo de esta movilización, estuvieron los peronistas seguidores de la vicepresidenta que acaba de abandonar el poder; es decir, de Cristina de Kirchner, a quien han eximido de toda culpa por la crisis que sufre el país en la actualidad y han arremetido contra el nuevo gobierno que lleva muy poco tiempo en funciones, apenas desde el 10 de diciembre anterior. Lo cual significa que la Kirchner “no tiene la culpa de nada” a los ojos de los peronistas; pero “el nuevo presidente es el que ha motivado las manifestaciones por tratar de hacerle daño al pueblo”, de acuerdo al modo torcido, sesgado en lo ideológico y partidista de analizar las cosas.

            De tal manera, lo que sufren los argentinos es una elevadísima inflación, heredada del gobierno liderado por la Cristina Fernández de Kirchner, que ha alcanzado el récord histórico de un 25 por ciento y con serias posibilidades de que se disparen otras variables como el desempleo, debido a los recortes que el mismo Milei ha estado ejecutando en el seno Estatal y que se producirían en otros sectores laborales en los próximos meses. Pero lo que más ha enfadado a los jefes sindicales –fortísimos por naturaleza en esta nación-, ha sido la Ley Ómnibus, una especie de proyecto emblema aupado por el nuevo gobierno, y que según el mandatario, resolvería la aguda situación financiera que aqueja a la gran mayoría. A grandes rasgos, la ley propone concentración de más poder en el Ejecutivo, desregular la economía, llevar a cabo privatizaciones y reformas profundas en la legislación laboral. Ante el primer aspecto, los sindicalistas creen que concentrar más poder en manos del presidente de la República, le permitiría tomar decisiones sin tener que someterlas a los diputados y ello podría ser “un grave peligro para la democracia y para los derechos de los ciudadanos,” según han repetido una y otra vez estos peronistas.

            De acuerdo a los analistas de la realidad argentina, dicha ley iba a tener una importancia radical en la definición del rumbo económico y legislativo del país; iba a darse una especie de prueba y medición de fuerzas entre el gobierno y el sindicalismo agrupado en las calles y que, a la postre, resultó ganador según vimos después de que Milei ordenó el retiro de la ley de la Cámara de diputados. También pesó en contra del gobierno el hecho de que no tiene mayoría en el Congreso, pues solo posee 38 legisladores y necesitaba 129 votos a favor para que su proyecto de ley fuese aprobado. Una tarea titánica en que la negociación y el convencimiento de los demás grupos legislativos tenían que efectuarse con total eficacia y nada garantizaba que esta se iba a dar.

            Por otra parte, la impericia o la falta de experiencia de Javier Milei en los avatares de gobernar a una nación, se dio cuando amenazó con descontar parte de sus salarios a quienes asistieran a la huelga programada por los sindicalistas. Así lo hizo saber el portavoz de la presidencia, Manuel Adorni. Y, por supuesto, la amenaza produjo el efecto contrario: porque en un alarde de rebeldía, los trabajadores del gobierno, más rápidos y con mayor enfado, se hicieron a las calles para protestar contra su mandatario. Mientras tanto, aparte del resultado logrado con esta masiva movilización, el germen de la crisis social yace arraigado en la realidad del país e irá creciendo con el paso del tiempo. Un hecho que se va a dar “sí o sí”, advierten los economistas y en especial Pablo Moyano, cotitular de la Confederación General del Trabajo (CGT), quien lo expresó de esta manera: “dado el aumento del precio de los combustibles, de los alimentos y las diversas tarifas, en los próximos meses se incrementará de manera inevitable la conflictividad social.” En otras palabras, Javier Milei ganó las elecciones para sentarse en un barril de pólvora y la Kirchner debe estar riéndose a horcajadas en la sala de su mansión. Según nos imaginamos una y otra vez a esa mujer que tanto daño le hizo a su pueblo e Instituciones.

 

Resultados de la huelga general y desvío de la atención hacia el extranjero

 

            Datos emitidos por el gobierno, señalan que la huelga le costó al Estado US$1,500 millones; aunque debe dar gracias porque transcurrió sin violencia (tan característica de este pueblo en todos sus trances), pero con la promesa de los líderes de la CGT peronista de “seguir en la lucha contra las reformas que quiere implementar el mandatario.” Además, el portavoz de Milei indicó que, con el dinero perdido por culpa de los sindicalistas, “se pudieron construir rutas (carreteras), hospitales y escuelas”. Así según publicación de Javier Lanari, subsecretario de Prensa de la Presidencia, en la red social X.

            Los números de participantes en el paro, según los sindicalistas, fue de 600,000 personas que colmaron las principales avenidas y plazas de Buenos Aires; 130,000, de acuerdo a la versión de la policía de la Capital; y 40,000 en la versión de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. ¿A quién se le debe creer? Lo cierto es que las fotografías tomadas “a ojo de pájaro”, muestran a una masa de movilizados realmente impresionante en esta primera huelga desde mayo del 2019, aquel paro que se realizó durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), quien tuvo que enfrentar cinco huelgas generales, mientras que el peronista Alberto Fernández (lacayo de la Kirchner), no sufrió ningún movimiento de este tipo. Otro caso raro. Es decir, los sindicalistas peronistas nunca han traicionado a sus gobernantes, nunca se alzaron contra la corrupta Cristina Fernández de Kirchner y su marioneta en el poder.    

            Pocas horas después, y de manera sorpresiva para todos, Milei dio un giro a la situación y solicitó a los sindicalistas, a los gobernadores provinciales y a varios congresistas, lo que han llamado “un alto al fuego” o detener el enfrentamiento dialéctico y retórico que se estaba dando entre él y los múltiples sectores; así mismo, anunció que eliminaría las grandes reformas fiscales que plantea su mega-ley de reforma del Estado, porque su intención, según dijo, es contentar a “la oposición razonable.” Lo anterior significa que dicha ley que está compuesta por más de 500 artículos y con la cual el presidente buscaba tener más facultades legislativas de emergencia, dejaba de existir por dos razones principales: porque encalló al fracasar las negociaciones en el Congreso para su aprobación; y principalmente por el enfrentamiento con los sindicatos, acontecimiento que hemos detallado en las líneas de arriba. De tal manera, esa reforma del sistema que mide los aumentos de las jubilaciones y de los impuestos a las exportaciones regionales, fue lo que confrontó al gobierno con los congresistas del centro a la derecha y con los gobernadores de provincias y que él esperaba convencer para aprobarla. El hecho evidentísimo de que tiene una bancada oficialista débil en la misma cámara de diputados, le ha hecho desistir a Milei de sus “briosas” intenciones, mostradas apenas se hizo con la dirección del Estado. En palabras llanas y simples, el mandatario ya no pretende obtener esos cuatro años de facultades especiales que le iban a permitir gobernar por decreto y ahora solo pide dos años para el mismo propósito. Incluso, ha llegado a aceptar errores en la redacción del capítulo de Seguridad, en el que un artículo proponía controlar las reuniones de más de tres personas en público; y eliminó a la petrolera YPF de la lista de 41 empresas Estatales que quería privatizar. También dejó de lado su intención de desfinanciar al Instituto Nacional del Cine y el cierre del Fondo Nacional de las Artes, que financia becas para artistas y que, a la postre, lanzó a los trabajadores del sector cultura en abierta protesta, a las calles de la Capital.

            Otros aspectos en los que ha desistido Javier Milei después de que la manifestación sindicalista “le torció el brazo”, se refieren a no modificar por decreto la fórmula de las pensiones para mantener el esquema de aumento trimestral, mismo que se iba a producir tarde por causa de la inflación que sufre la economía general del país y que en diciembre pasado superó al 25 por ciento. También “se olvidó” de cobrar retenciones de hasta un 15 por ciento a las exportaciones de los productos agropecuarios de las provincias alejadas de Buenos Aires, pero mantiene su intención de mantener los aumentos de hasta un 33 por ciento a productos como la harina, el aceite, el maíz o la pesca. Esto último ha indispuesto a los gobernadores de provincias, quienes le han hecho ver su enojo al presidente de la República. Así también, Milei anunció que iba a eliminar de la ley la flexibilización del blanqueo de capitales y la condonación de intereses moratorios.

            Justamente cuando anunciaba esos cambios de último momento, se dio a conocer la noticia del despido de Guillermo Ferraro, uno de los hombres que más trabajó y con mayor eficacia por el triunfo electoral del nuevo mandatario del país. Ferraro había sido nombrado anteriormente al frente de una mega-cartera, en calidad de ministro de Infraestructura, que involucraba las áreas de Obras Públicas, Energía, Transporte, Minería, Telecomunicaciones y Vivienda. El despido fue percibido por la población argentina como un hecho “violento”, súbito, inesperado y como un pésimo mensaje de inestabilidad e inexperiencia en el seno del gobierno recién estrenado. De acuerdo a versiones de la prensa nacional, Ferraro facilitó (filtró), supuestamente, información al diario Clarín, sobre un rifirrafe del propio Milei con los gobernadores, en medio de la tensión que caracterizó a la negociación entre las dos partes. Según la información filtrada por el ex ministro Ferraro, Milei habría dicho en medio de una reunión de Gabinete en el Palacio de Gobierno: “Los voy a dejar sin un peso, los voy a fundir a todos.” Clarín publicó y el presidente a Ferraro despidió. Así de simple se dice que fue el incidente.

            En todo caso y al calor de lo ocurrido, la gran pregunta que se hacen los economistas y periodistas versados en finanzas es: ¿De qué manera cumplirá el gobierno su compromiso de llevar el déficit fiscal a cero y terminar, incluso, el presente 2024 con un superávit, según prometieron Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, a la misión del Fondo monetario Internacional (FMI), que visitó recientemente a la Argentina? Y a la luz (o mejor dicho, a la sombra) de lo que ha sucedido en los últimos días en este país suramericano (no europeo, como dicen los argentinos que son), el mismo directorio del FMI hará próximamente un examen para decidir si libera los fondos que Argentina necesita, para que pueda confrontar adecuadamente sus deudas hasta el mes de abril.

            Pero lo que nunca se esperó la opinión pública latinoamericana, fue la actitud inmediata de Javier Milei hacia el exterior, específicamente hacia el presidente de Colombia, Gustavo Petro, a quien insultó directa, abierta y brutalmente durante una entrevista para la televisión de los Estados Unidos, que le hizo la periodista Patricia Janiot. La impresión que dio Milei fue la de querer desahogarse de tanta tensión sufrida con los sindicalistas y el fracaso de parte de sus intenciones al tener que renunciar a sus planes inmediatos en materia económica y política en el interior de su gobierno. “(Petro) es un comunista asesino que está hundiendo a Colombia”, expresó el presidente de los argentinos con esa retórica incendiaria que le caracteriza. En un instante, las reacciones se hicieron escuchar y observar en todo el continente, especialmente en Bogotá, donde llamaron a su embajador en Buenos Aires y obligaron al Ministro de Exteriores colombiano, Alvaro Leyva, rechazar los insultos de esta manera: “En nombre del gobierno de Colombia, presento mi más enérgica protesta por las irrespetuosas e irresponsables declaraciones del Presidente de la República Argentina. Las palabras del Presidente Milei desconocen y vulneran los profundos lazos de amistad, entendimiento y cooperación que históricamente han unido a Colombia y Argentina, y que se han reforzado a lo largo de dos siglos.” Por su parte, el embajador colombiano en Buenos Aires, Camilo Romero, contratacó al argentino al decirle: “Milei es un hipócrita… Mientras hoy le solicita a nuestro gobierno beneplácito para su nuevo embajador en Colombia, llama asesino al presidente Gustavo Petro. Ya antes había atacado al brasileño Luiz Inácio Lula da Silva e incluso al Papa Francisco. Podemos pensar distinto, pero la región y la hermandad histórica de nuestros pueblos, deben estar por encima de las diferencias.”

            Algunos analistas aseguran que esa verborrea desatada por uno y por el otro, se ha debido a la frustración de Milei básicamente, y a un deseo de desviar la atención hacia el plano internacional; y es que el pasado terrorista de Gustavo Petro no se olvida fácilmente en América del Sur, cuando fungió como guerrillero urbano y muchas personas inocentes perdieron sus vidas durante sus ataques a las Instituciones del gobierno de Colombia durante los años 80s. Además, Petro había sembrado la discordia con Milei cuando pidió el voto, por las redes sociales, para el peronista Sergio Massa, porque, según su opinión, “Milei nos regresa a Pinochet y Videla. Argentina derrotó a la barbarie. Es la hora de la esperanza. Se elige entre barbarie y esperanza. Felicitaciones al pueblo argentino”, escribió Petro en aquel momento, cuando Massa había ganado la primera ronda electoral. Lo cierto es que ambos gobernantes son antagónicos en decenas de temas y esencialmente en lo ideológico, ya que el colombiano es ultra-izquierdista y el argentino, ultra-derechista.    

            Para citar un ejemplo reciente, en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, donde ambos estuvieron presentes, Milei aseveró que “el capitalismo es la única herramienta que tenemos para acabar con el hambre y la pobreza en el planeta” y exaltó a los empresarios a quienes catalogó de “héroes.” Por el contrario, Gustavo Petro invocó al Estado, que es el llamado a terminar con las desigualdades, tal y como lo intentó hacer el comunismo en la antigua Unión Soviética y sus satélites, sin ningún éxito, según pudimos observar antes de la debacle de aquel sistema.

            De tal forma, la polémica, el “encontronazo” está servido y será el tiempo, los cancilleres de ambos países y sus respectivos embajadores, quienes deberán apaciguar las aguas, según ocurre siempre en estos delicados trances de las relaciones internacionales. Así marcha la Argentina, la nación más indomable del continente, un rasgo que está experimentando y conociendo Milei, quien tendrá que lidiar con el antagonismo natural de su pueblo, para tratar de sacarlo de la miseria en la que se debate hoy en día.      


Bernardo Arévalo de León Finalmente se

Convierte en el Nuevo Presidente de Guatemala

 

CIUDAD DE GUATEMALA-Tras superar una verdadera “carrera de obstáculos,” Bernardo Arévalo de León, del Partido Semilla, ha asumido el mando del país y la mayoría de los analistas políticos y entendidos en la materia sobre la realidad guatemalteca, consideran que, desde el momento mismo de su entrada en el Palacio de Gobierno, comenzará una “batalla campal” entre el nuevo mandatario y sus némesis, sus contrarios, casi todos ellos permeados por la corrupción que se ha apoderado de los estamentos del Estado desde hace bastante tiempo atrás, y enquistados en el Poder Judicial principalmente.

            Sin duda alguna, Arévalo tendrá que vérselas directamente con Consuelo Porras, la jefa del Ministerio Público o fiscalía general de la República, pues ella, más que nadie, intentó que el presidente no asumiera lo que ya es una realidad: ser el presidente de esta nación.

            En todo caso, el nuevo jefe de Estado de 65 años de edad, fue juramentado en una ceremonia llevada a cabo en el centro cultural Miguel Ángel Asturias, misma que comenzó pasadas las 12 medianoche, debido a una jornada intensa y abrupta en el Congreso de los diputados, en la que salieron a flote los temores relacionados con la investidura de Arévalo de León. Es decir, aquellos que siempre se han opuesto para que este político llegara al Palacio de Gobierno, se trenzaron en una vertiginosa y violenta pelea retórica con los seguidores del nuevo mandatario, donde mostraron que, en el fondo y en la superficie, tienen verdadero pánico porque este hombre los envíe a prisión por causa de sus movimientos corruptos reiterativos. De hecho, ese fue el último intento serio de parte de los enemigos de Arévalo, para que no asumiera el mandato que los guatemaltecos, mediante el voto, le encomendaron en las últimas elecciones nacionales.

            La prensa internacional presente en el Congreso, lo ha descrito de esta manera: “(…) intento de los congresistas de torpedear la investidura. Algunos diputados retrasaron nueve horas la ceremonia (y) dieron una muestra en vivo de cómo operan las fuerzas que el mandatario lleva meses denunciando.”

 

Guatemala, un país singular

 

            No hay otro país como éste. Esa es la realidad inconfundible y nunca tergiversable. Un ejemplo de ello ha sido la “bronca” investidura de Arévalo de León, en la que presidentes como Gabriel Boric, de Chile, cansado de esperar que se diera el hecho, se marchó antes de que le pusieran la banda presidencial a su colega guatemalteco. “Me voy porque tengo que regresar al país.” Dijo. Y el Rey de España, Felipe VI, también se marchó cuando el reloj marcaba las 10:30 de la noche.

            Evidentemente Guatemala es un país único en su singularidad nacional. Es el más poblado del istmo centroamericano y con una situación general de pobreza en la que 8 de cada 10 habitantes vive en la miseria, aunque algo distante de caer en la apremiante y acongojante realidad de los haitianos. Paralelamente, un grupúsculo compuesto por unos 200 empresarios con sus respectivas familias, son multimillonarios y gobiernan a la nación entre bastidores: son los que deciden quiénes pueden mandar en el ejército (que de paso protegen los bienes de esa misma “casta”), y aquellos que pueden gobernar, desde los alcaldes hasta los presidentes de la República. Sin embargo, Arévalo de León parece no pertenecer a estos designios y de ahí el temor de muchos por verse descubiertos en sus matráfulas y actos corruptos.

            En síntesis, unas 200 familias (quizás más, quizás menos), son las que llevan “las riendas” del país, sin importarles la miseria extrema que sufre el grosor del pueblo, compuesto por indígenas descendientes de los mayas en su inmensa mayoría. Son individuos con apartamentos en los Estados Unidos, que viajan al exterior constantemente en misiones empresariales o por solaz y envían a sus hijos a estudiar a Europa o Norteamérica. Conviven con los guatemaltecos empobrecidos, pero sin importarles su situación al no tener consciencia social alguna y conducen sus autos de lujo por las carreteras guatemaltecas sin mirar los tugurios o casas humildes apostadas a ambos lados de las vías y sin descender de sus automóviles por ningún motivo. Son extraordinariamente acaudalados, como lo suelen ser los pashás en la India o los ricos en Bolivia y Honduras, tres de las naciones más pobres del planeta. En esta Guatemala es en la que gobierna, a partir de hace pocos días, Bernardo Arévalo de León, con una oposición feroz, tenaz, férrea y hasta brutal, que no le dejará en paz por ningún motivo. Su amenaza dicha en campaña, de develar y combatir la corrupción enquistada en los estamentos del gobierno, es lo que tiene nerviosos a esos funcionarios que trataron de que no asumiera el poder.

            Sin embargo, recibió la banda presidencial de manos de un joven diputado de su partido, llamado Samuel Pérez, con apenas 31 años de edad, pero que tiene sobre sí dos legislaturas y fue elegido el nuevo presidente del Congreso y cuyo partido, el oficialista Semilla, representa la tercera fuerza en esa cámara. Karin Herrera, la vicepresidenta, también participó en el acto de investidura. Las palabras del nuevo mandatario fueron en estos términos: “Hoy, como nación, estamos haciendo historia. Para atender este llamado contamos con un plan. No puede haber democracia sin justicia social y la justicia social no puede prevalecer, sin democracia.” Manifestó. Añadió que los cuatro pueblos que componen la nacionalidad guatemalteca, los mayas, xinkas, garífunas y ladinos, así como la comunidad internacional, el Tribunal Supremo Electoral y la Corte de Constitucionalidad, ayudaron para que su investidura fuera una realidad y cumplir “el deseo de los guatemaltecos de vivir en democracia. (…) En los últimos meses he tenido que enfrentar complejas tensiones y desafíos que llevaron a muchos a creer que el país estaba destinado a un retroceso autoritario. El mundo está siendo confrontado por una ola de autoritarismo, la propagación de la intolerancia, la restricción del disenso... Nos enfrentamos a nuevos fenómenos autoritarios como la cooptación corrupta de las Instituciones Estatales, por parte de grupos criminales que explotan su apariencia democrática para traicionar los principios de libertad, equidad, justicia y fraternidad en los que se fundamentan. Esta es una lucha que estamos enfrentando en Guatemala y en otras partes de Centroamérica.” Apuntó el nuevo presidente en una parte de su discurso que se extendió, dichosamente (por ser horas de la madrugada), por 25 minutos de duración.

            Durante todo el día, los ciudadanos se agolparon en grandes cantidades en sitios estratégicos de esta Capital para participar en lo que se creía iba a ser una fiesta cívica ejemplar, en especial en la Plaza de la Constitución y de allí, partieron hacia los alrededores del Congreso porque la situación se pasaba de tensa, con un grupo de diputados tratando de que Arévalo no fuera investido presidente. Era evidente que estas personas se sentían burladas, frustradas y defraudadas porque observaban que el personaje que ellos habían hecho ganador en las elecciones pasadas, no podía asumir el cargo por culpa de unos cuantos congresistas. Es por esa razón que se situaron en las inmediaciones del Congreso y exigieron que se procediera a la investidura. Las fuerzas policiales se mantenían en alerta en ese momento justo. De hecho, los movimientos indígenas, apostados delante del Ministerio Público (en manos de Consuelo Porras, la fiscal general y archienemiga de Arévalo de León), hicieron una llamada a la población de otras latitudes de Guatemala, para que se movilizaran (pacífica o violentamente) de ser necesario.

            Empero, en el interior del Congreso, el acto protocolario que debió extenderse por solo 5 horas y en el cual iba a ser investido el nuevo mandatario, se prolongó por más de 12 horas, debido a retrasos premeditados y malintencionados de parte de los diputados de oposición. Fue cuando la Corte de Constitucionalidad tuvo que intervenir para que procedieran a realizar la investidura. Mientras tanto, en las calles aledañas la tensión de los ciudadanos iba en aumento y las delegaciones internacionales que fueron invitadas, no dejaban de criticar el despropósito causado por los legisladores, quienes solo intentaban que Arévalo no llegara nunca al Palacio Presidencial.

 

Apoyo de la comunidad internacional

 

            Bernardo Arévalo de León, hijo del expresidente guatemalteco, Juan José Arévalo, quien gobernó de 1945 a 1951, nació en Montevideo, Uruguay, y, tras ganar las pasadas elecciones nacionales, removió fuerzas que estaban subyacentes (ocultas) en la realidad del país y las hizo reaccionar decididamente en su contra. Lo hizo con su discurso en campaña política, contrario a la inmensa corrupción que practican muchos funcionarios en el gobierno de Guatemala. De tal forma, tiene en clara oposición al Poder Judicial, comandado por la “todopoderosa” fiscal general Consuelo Porras, y a las bancadas que son mayoría en el Congreso. Es así como su gestión gubernamental no será nada fácil y tendrá que buscar alianzas y otros mecanismos para llevar a “buen puerto” sus proyectos. Afuera, el pueblo le exige y espera de él acciones que sean paliativas ante la pobreza, la falta de empleo, de servicios de salud y demás problemas que confronta a diario.

            De cara al exterior, la situación es absolutamente favorable al nuevo mandatario y así se lo han hecho saber los distintos presidentes latinoamericanos y el propio Joe Biden, en la Casa Blanca. A manera de ejemplo, Gustavo Petro, de Colombia, al notar la intransigencia y la violencia de los diputados opositores a Arévalo y su eventual gobierno, los condenó públicamente al decir: “La fiscalía ha sido orquestadora de un golpe de Estado. El Congreso ha dificultado la posesión del presidente electo. No me iré del país (Guatemala), hasta que Arévalo no sea juramentado como presidente, aunque ello signifique no ir a Davos (Suiza), para participar en el Foro Económico Mundial.” Aseveró visiblemente molesto.

            Por su parte, el presidente chileno, Gabriel Boric, también criticó a los diputados golpistas al decirles: “Apoyo a Bernardo Arévalo y rechazo los últimos intentos burdos de algunos sectores para impedir que tome posesión de su cargo. Me voy con la tranquilidad que Guatemala y Bernardo Arévalo saben que tienen en Chile y en nuestro gobierno, un aliado para la construcción democrática de una sociedad más justa.” Pero en el Congreso se veían los últimos intentos por impedir la investidura y en las calles, miles de ciudadanos guatemaltecos se mantenían firmes en su defensa de la democracia y cuando se le puso la banda presidencial en el pecho a Arévalo de León, se produjo un estallido en la Plaza de la Constitución de quienes estaban allí en la espera paciente: “¡Sí se pudo!” Fue el grito al unísono que se dejó escuchar en las gargantas de los simpatizantes del mandatario.

            Frente a la comunidad internacional, el propio Bernardo Arévalo hizo esta denuncia: “Los diputados tienen la responsabilidad de respetar la voluntad popular expresada en las urnas. Se está intentando vulnerar la democracia con ilegalidades, nimiedades y abusos de poder. El pueblo guatemalteco y la comunidad internacional están observando…” Estas palabras las dijo cerca de las 4 de la tarde, en el hotel ubicado en la zona 10 de la Capital, donde se mantenía a la expectativa, mientras los invitados llegados desde varias naciones amigas, se mostraban inquietos ante los intentos de los congresistas por hacer descarrilar la investidura. Fue cuando ellos mismos decidieron hacer las denuncias públicas ante los medios de prensa que cubrían los actos.

            De inmediato, redactaron un documento de apoyo a Arévalo y a la democracia, que fue leído por el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro, quien estaba rodeado por el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares; la canciller de México, Alicia Bárcena; el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves; el vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin; el alto representante de la Unión Europea (UE), para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, entre otros muchos. Fue precisamente Borrell quien amenazó a quienes trataban de “dinamitar” la investidura de Arévalo de León, al decirles que iba a proponer a la UE “la aplicación de medidas restrictivas individuales, contra los miembros del Congreso, que impidan el traspaso de poderes, (porque) el pueblo guatemalteco expresó su voluntad democrática en elecciones justas, libres y transparentes.” Aseveró el europeo.

            Poco tiempo después, Almagro leyó ante una gran cantidad de periodistas convocados con carácter de urgencia, la declaración conjunta de las delegaciones que llegaron a Guatemala a presenciar la investidura presidencial, en la que recriminaron la actitud hostil de los congresistas y de la fiscal general, Consuelo Porras, al tratar de impedir que Bernardo Arévalo de León asumiera su cargo como mandatario de los guatemaltecos.

            Hacia la 1 de la madrugada, después de que le fue impuesta la banda presidencial, el nuevo jefe de Estado dijo en su discurso: “Mi país está cerrando un doloroso ciclo de crisis e incertidumbre, para dar paso al amanecer de Guatemala. Agradezco a quienes me han apoyado en estos meses (…).” Seguidamente, al finalizar su intervención oratoria, se dirigió hacia la sede del Ministerio Público para saludar a los movimientos indígenas que se mantuvieron en ese lugar durante 105 días para defender a la democracia y plantarle cara a la fiscal Porras, precisamente, por ser ella quien lideraba la obstaculización a la toma de posesión de Arévalo. Luego se dirigió a la Plaza de la Constitución, donde manifestó que “me enorgullece este pueblo que está ofreciendo a la comunidad mundial un ejemplo inesperado de convicción y resiliencia democrática.” Los allí presentes le dieron una cálida bienvenida en medio de aplausos prolongados y vítores.

            Pero el apoyo más importante, Arévalo lo recibió desde el Salón Oval de la Casa Blanca, donde el presidente Joe Biden le felicitó y destacó su investidura como “testimonio de nuestro compromiso compartido con la democracia y la voluntad del pueblo. Espero continuar con la sólida asociación entre nuestras naciones, a medida que avanzamos en materia de derechos humanos, fortalecemos la seguridad civil, combatimos la corrupción, abordamos las causas profundas de la migración y ampliamos las oportunidades económicas para las personas en todo nuestro hemisferio y en todo el mundo.” Indicó el norteamericano. Por su parte, Antony Blinken, secretario de Estado de esta misma potencia, le hizo llegar este mensaje a Arévalo de León: “Aplaudimos al pueblo guatemalteco por promover la causa de la democracia en circunstancias difíciles. Felicito a las Instituciones, la sociedad civil y la comunidad internacional de Guatemala, por salvaguardar la integridad electoral, los sistemas y los procesos de votación.”

            Ha sido tal la contrariedad presentada al nuevo presidente, que Alejandro Giammattei, el mandatario saliente no fue al Teatro Nacional, sitio donde se efectuó la ceremonia del traspaso, e hizo llegar los símbolos institucionales por medio de su secretaria. Giammattei ha sido uno de los más interesados en que Arévalo de León no llegara nunca al Palacio de Gobierno, presumiblemente por la serie de actos reñidos con la honradez que cometió durante su mandato.

            Lo cierto es que la ceremonia se retrasó más de 10 horas, que fueron los últimos intentos del Ministerio Público (fiscalía general) y de varios congresistas, para evitar que se convirtiera en presidente de Guatemala. Fue un boicot orquestado y dirigido por la fiscal Consuelo Porras, apoyada por otros colegas suyos, quienes temen que Arévalo arremeta contra ellos por razones de corrupción durante el ejercicio de sus respectivas funciones. Dicho boicot tuvo en vilo a todo el país durante siete meses y el propio Bernardo Arévalo considera que esa situación está lejana de terminar y representa un serio reto, ahora que es el presidente en ejercicio. Es por ello que en su discurso, pronunciado desde el balcón del Palacio Nacional, pidió a los guatemaltecos que lo acompañen en su gestión por rescatar a las Instituciones del país que están atrapadas en las garras de la corrupción y, de paso, lograr el desarrollo social de la empobrecida Guatemala. Textualmente dijo: “Inician hoy cuatro años de un mandato que seguramente estará marcado por una serie de obstáculos, muchos de los cuales no podemos prever en este momento. Sabemos que el cambio puede ser difícil. Mi gobierno se hallará en la necesidad de tomar decisiones difíciles y enfrentará momentos de duda y temor. En los próximos años, la tentación de confrontar y aumentar nuestras diferencias, será recurrente. Este período conllevará la posibilidad de cometer errores y recibir críticas. Pero mi compromiso es el de transformar, no solo las Instituciones del Estado, sino también la realidad cotidiana de los guatemaltecos. ¡No más corrupción, no más exclusión!” Exclamó Arévalo ante los miles de ciudadanos que le aplaudieron entusiasmados en varios tractos de su intervención hablada.

            Los conocedores más o menos profundos de la realidad de Guatemala, vaticinan un enfrentamiento “encarnizado” entre Arévalo de León y su némesis, la fiscal Consuelo Porras. Un enfrentamiento que ha venido dándose desde que ganó la primera ronda electoral y la fiscal sintió temor (con mucho fundamento), porque Arévalo ordenara investigaciones a su proceder al frente del Ministerio Público. De hecho, Porras intentó retirarle la inmunidad al ahora presidente, desarticular su partido, anular las pasadas elecciones nacionales alegando anomalías electorales; mientras la Casa Blanca observada desde la distancia todo lo que esta mujer trataba de “dinamitar.” Es por ello que Washington la señaló como una de las principales figuras corruptas de Guatemala y por querer socavar a la democracia. Desgraciadamente, Bernardo Arévalo, en su calidad de mandatario, no tiene la potestad para destituirla de su cargo, aunque, con toda claridad se sabe que “la corrupción ha permeado al país y está enquistada en la fiscalía (donde yace Porras), los tribunales, el parlamento, el gobierno, alcaldías y otras Instituciones públicas. Debemos superar obstáculos significativos para liberar al Estado de aquellos que lo han capturado durante años, utilizándolo como botín propio.” Aseveró Arévalo de León.

            Otras personalidades de la vida diaria guatemalteca, como Jordán Rodas, ex procurador de derechos humanos y exiliado en la Capital de los Estados Unidos, cree que la tarea del nuevo presidente “será difícil. Va a estar nadando en un pantano, dentro de una fauna salvaje, herida también.” Según Carmen Aída Ibarra, del movimiento ciudadano ProJusticia, “no hay que pestañear, porque los políticos criminales no cejan en sus intentonas ilegales y antidemocráticas. Los guatemaltecos votaron por Arévalo por su promesa anticorrupción y debe dar resultados rápidos en la depuración de las redes de corrupción, plazas fantasmas, que se crearon para saquear al Estado.” Señaló.

            Y en el caso in extremis de que Bernardo Arévalo de León fuera depuesto del poder por medio de una asonada militar o por acción de la misma fiscal general, muy posiblemente el gobierno de los Estados Unidos no dudaría un instante en actuar en contra de los golpistas. Probablemente estos lo sepan y si lo han obviado… peor para ellos, porque, además de ser derribados por la Casa Blanca, serían capturados pues tienen cuentas pendientes con la justicia norteamericana y deberán saldarlas tarde o temprano.

            Por lo pronto, ha comenzado un nuevo gobierno en Guatemala. La expectativa es muy grande, tanto en lo interno como en el ámbito internacional…


Javier Milei:

Es la Oportunidad de Oro para Enterrar a Cristina de Kirchner y Toda su Horda de Corruptos

 

BUENOS AIRES, Argentina-El triunfo electoral de Javier Milei tiene varias facetas que siempre serán oportunas analizar, escribir y debatir, pero quizás una de las más importantes será “el entierro” de Cristina Fernández de Kirchner, quien, por edad y por desprestigio, tendrá que recluirse en su casa de habitación y no participar más en los avatares electorales y gubernamentales o posiblemente en una celda, según la lista de delitos que ha cometido y que son de dominio público mundialmente.

            Ciertamente el éxito de Milei fue, hasta cierto punto, inesperado por “la casta” –como la llama él con toda precisión-, incrustada en el poder desde hace 20 años atrás, porque hubo un momento cuando Sergio Massa, uno de los causantes de las desgracias financieras del país, tomó la delantera en el favor de los votantes e, incluso, ganó las elecciones y forzó el balotaje que finalmente perdió “y por paliza.” Es decir, no se podía ejecutar un cambio en la realidad de Argentina con los mismos de siempre, de acuerdo a una expresión acuñada y repetida constantemente por Milei. Había que hacer el cambio ahora o nunca.

            Es así como ha llegado a la presidencia de esta nación suramericana (no europea, como insisten en afirmar los desajustados mentales argentinos), un economista de 53 años de edad, ultraderechista, con el “auspicio” del 56 por ciento de los votos, sobre los 44 por ciento de Massa. Este último, repetimos, es el causante directo, junto con todo el Gabinete que está por marcharse y en el que Cristina de Kirchner es su vicepresidenta y gobernante “entre bastidores”, del 142 por ciento de la inflación interanual que tiene de rodillas a los ciudadanos y que ha aumentado la miseria, los indigentes en las calles de las ciudades, especialmente en la Capital; el endeudamiento con los organismos financieros internacionales y el desplome insostenido de la moneda, el peso. Los analistas de la política de este país han definido el triunfo de Javier Milei como “una paliza para el peronismo que no tiene precedentes”, en principio porque ganó con una ventaja de casi tres millones de votos sobre su adversario.

 

“Salto al vacío cuando ya estamos en el infierno”

 

            Los colaboradores de Milei han descrito en distintos paneles de la televisión nacional, que la maquinaria (aceitada, lubricada y perfeccionada), del kirchnerismo, fue impresionante en todo momento, especialmente durante la campaña, y se lanzó en contra de Javier Milei y sus ansias de ganar los comicios. Por ejemplo, ese slogan, reiterativo hasta el cansancio, de que elegir a Milei era igual “a un salto al vacío”, debido a su personalidad estrafalaria, a su inexperiencia gubernamental y a su retórica explosiva, la pudo contrarrestar perfectamente el candidato opositor al decir: “¿Cuál temor de saltar al vacío, si ya estamos en el infierno con este gobierno?” Esa respuesta caló profundamente en el alma generalizada del pueblo, justamente porque fue una verdad sin cortapisas, rotunda y apabullante, a la que no tuvieron respuesta y mucho menos réplica los peronistas en el poder.

            A lo anterior, aseguró Milei: “Hoy comienza la reconstrucción de Argentina, hoy comienza el fin de la decadencia. Se termina el modelo empobrecedor del Estado omnipresente. Hoy volvemos a abrazar las ideas de la libertad, la de nuestros padres fundadores.” Y en lo que estriba a lo que serán sus medidas financieras una vez que se entronice en el Estado, Javier Milei explicó: “Los cambios que propongo serán duros para aquellos que resistan con violencia (porque) no habrá gradualismo ni tibieza. Si no avanzamos rápido con los cambios estructurales que Argentina necesita, vamos hacia la peor crisis de la historia. Pero hoy volvemos a abrazar las ideas de la libertad para ser una potencia mundial.” Bueno, en las últimas cuatro palabras hay mucho de fantasía “argentinoide”, porque a este pueblo le gusta considerarse “el mejor del mundo en todos los campos”, cuando la realidad lo desnuda de inmediato al mostrar las carencias que sufre y los serios problemas que arrastra. Esto significa que, de aquí a mil años más, Argentina no será ni un ápice de lo que es Japón, los Estados Unidos, Alemania, Francia o Inglaterra. Pero hay que entender las expresiones plenas de hipérboles (exageraciones), que siempre han acompañado a los argentinos. Por ejemplo: “Gardel el mejor cantante del mundo”, “Messi el mejor jugador del mundo”, “Maradona el mejor de la historia del futbol mundial”, “Argentina fue la mayor potencia mundial de los años 50”, etcétera, etcétera, etcétera. Excentricidades que nublan y entorpecen, más bien, la verdad y la realidad cotidiana de esta nación y Milei está acostumbrado a ello cuando habla.

            Entre sus prioridades, además de acabar con “la casta” encabezada por la incombustible y corrupta Cristina Fernández de Kirchner, está sacar a flote al país desde el ángulo económico, reducir el tamaño del Estado, eliminando ministerios que son “nidos auténticos de burócratas,” recargados con sus sueldos al fisco Estatal y ha señalado directamente a los ministerios de Educación y Salud; anular la ley del aborto legalizado, aprobada en el 2020; anular también la norma que impide a las Fuerzas Armadas participar en tareas de seguridad en el interior de la Argentina; introducir la dolarización y el cierre del Banco Central, responsable de la emisión de la moneda, que en los últimos años lo ha hecho sin respaldo de la economía (emisiones inorgánicas).

            En cuanto a su carácter y palabras polémicas, Javier Milei se ha ganado el repudio de las madres y abuelas de los desaparecidos durante la dictadura militar, precisamente porque el presidente recién electo ha dicho que ese período histórico merece “una relectura del terrorismo de Estado, porque la dictadura solo cometió excesos y la cifra de 30,000 desaparecidos que argumentan las organizaciones de derechos humanos, son una excusa para seguir robando.” Estas declaraciones han sentado verdaderamente mal en quienes perdieron hijos, hermanos, esposos y nietos durante la estadía de la Junta Militar en el seno del gobierno argentino, en las décadas de los años 70 y 80. De tal manera, Milei fue silbado e insultado por esos familiares cuando depositaba su voto en la sede que le correspondió durante los comicios recién efectuados. Además, para colmo de males para los manifestantes contra la dictadura, su vicepresidenta, Victoria Villarruel, es hija de militar y también fue recibida con pancartas e insultos por los afectados por los generales y coroneles y la respuesta de la mujer fue en estos términos: “Es la primera vez que la hija de un veterano de Malvinas, llega a ser vicepresidente. No sé qué les puede molestar cuando ellos han tenido hijos de terroristas en cargos del gobierno. A los que les molesta que llegue la libertad de expresión, es a los violentos.”

            Ante la pregunta ¿En qué se fundamentó el triunfo de Javier Milei? Se debe contestar que fue con base en tres pilares: 1. Su discurso en el cual afirmó que iba a erradicar todo lo malo que el gobierno de Alberto Fernández y su “ama”, Cristina de Kirchner, ha instaurado, ese “empezar de nuevo” dicho y repetido una y mil veces más en campaña; 2. El apoyo del ex mandatario Mauricio Macri; y 3. Los votos de los 6,2 millones de argentinos que apoyaron en la primera ronda a Patricia Bullrich, la ex ministra de Seguridad de Macri y quien repetirá en ese cargo ahora con Milei. De tal manera, logró mayoría electoral en 21 de los 24 distritos electorales del país, entre ellos los más poblados de la Argentina: Córdoba, Santa Fe y Mendoza, después de Buenos Aires, la Capital.

            Lo que va a encontrar Javier Milei cuando asuma el poder el próximo 10 de diciembre, será la inflación que supera el 140 por ciento interanual, el hecho de que 4 de cada 10 argentinos se debate en medio de la pobreza con tintes de miseria y las reservas del Banco Central “en rojo.” Tendrá solamente 38 diputados a favor en el Congreso, quienes tendrán que lidiar contra el resto; es decir, ante 312 opositores, del total de 350 congresistas. Tendrá que negociar constantemente con los 94 diputados del partido de Macri para alcanzar algunos objetivos, tales como la aprobación de las leyes que darían “un golpe de timón” a la realidad del país y concretar sus promesas de campaña. Evidentemente no la tendrá fácil el presidente electo.

 

Declaraciones de Alberto Fernández

 

            Ha sido uno de los mandatarios más opacos, más grises, de la democracia argentina; un individuo que pasará a la historia y así se leerá en los libros de texto escolares, como “la marioneta” impuesta y puesta allí en el Poder Ejecutivo, por Cristina de Kirchner, para continuar gobernando ella, quien se auto-nombró vicepresidenta de la República. Se trata de un individuo zonzo, sin discurso, sin ideas, sin carisma y carente de iniciativa personal o decisiones definitorias. Ese fue Alberto Fernández, quien pesó negativamente en la derrota de su compañero de Gabinete, Sergio Massa. Lo cual significa que fue una sombra que dañó la imagen del candidato oficialista, Massa, y lo envió “al averno” sin duda alguna.

             Fernández tiene 64 años de edad, nació en Buenos Aires (como la mayoría de los argentinos, cuyas madres siempre buscan, desaforadamente, dar a luz en la Capital, con tal de que sus hijos sean “porteños”, tal la esquizofrenia); estuvo en la Casa Rosada, sede del gobierno, llevando las riendas (en apariencia), de una de las peores administraciones que ha tenido esta nación en toda su vida democrática. Tras de sí deja el mal manejo de la pandemia (compró vacunas a los rusos y después interrumpió dichas compras, pues no existían más suministros de la famosa Sputnik V, causando miles de muertes por causa del virus llegado desde China); una economía endeudada, sin reservas y con la altísima inflación de más del 140 por ciento.

            Una descripción de lo que fue su mandato, la da el mismo Alberto Fernández: “Fue un momento muy difícil el que me tocó vivir. Mi gobierno es responsable de no haber logrado sintonizar con la sociedad argentina y abrir la puerta a la ultraderecha (Milei). Me cuesta encontrar un día feliz a lo largo de mi mandato. Los argentinos están enojados conmigo porque este presente es muy difícil. La Argentina perdió este año US$23,000 millones, como consecuencia de la sequía. Los precios en la Argentina se vinculan al dólar y si faltan dólares, eso se traslada a los precios de todos los bienes y servicios. El proceso inflacionario es muy nefasto. Era imposible evitarlo (más aún) faltándote US$23,000 millones, no se puede hacer nada. Es como si te quitaran de tu sueldo el 30 por ciento. Es muy difícil poder hacer algo.” Asegura.

            En lo que estriba a la reunión que sostuvo con Javier Milei para definir, entre otras cosas, el traspaso del poder o el cambio de Gabinete, indicó: “Fue una reunión de tipo Institucional. Busqué sacarle dramatismo a una reunión Institucional donde una fuerza política deja el poder y otra fuerza política se hace cargo. Fue una charla cordial, donde claramente no pensamos igual, pero pudimos escucharnos.” Sobre las ideas de Milei y sus proyectos, Fernández dijo: “Él básicamente entiende que todo el problema se concentra en el déficit fiscal, que hay que bajarlo drásticamente, que para eso hay que dejar de hacer obra pública (carreteras, puentes, aeropuertos, etc.), de invertir en educación y en salud y, si no alcanza el dinero, hay que vender las empresas del Estado. Eso es ‘menemismo’ puro. Él reivindica mucho a Carlos Menem (presidente de 1989 a 1999). Nosotros, ese tiempo ya lo hemos vivido y las consecuencias no fueron buenas.”

            Para finalizar, el presidente saliente no se siente culpable por su mal gobierno, de la derrota infringida a su partido, el peronista: “Me preguntaron si me sentía responsable de la derrota y lo que creo es que acá no hay que buscar un responsable. Está claro que el que gobierna tiene una responsabilidad en todo esto. Está claro que hubo algo que no supimos sintonizar con la sociedad e hizo que la sociedad no nos acompañe. Tenemos que tener un sincero debate, que no es un debate contra nadie. Acá todo el mundo está pendiente si yo trato mal a Cristina (de Kirchner), si Cristina me trata mal a mí. Pero el problema que yo tengo no es Cristina, es la derecha. Algunos se ofenden más, se ofenden menos, por algo que uno dice, tratando de explicar una situación, pero el verdadero problema lo tenemos ahí. Ya habrá un momento para que podamos juntarnos todos y decir qué salió mal, qué hicimos mal, qué fue lo que no pudimos sintonizar con la sociedad argentina, en qué fallamos. Una primera hipótesis (del fallo del gobierno que sale), es que tuvimos demasiado debate público interno. También que el año de la sequía fue un año catastrófico para la economía argentina. Dejemos claro que en el 2021 y 2022, Argentina creció 16 puntos y los salarios empezaron a recuperarse, pero vino la sequía y nos arruinó todos los planes. En el 2022 sobre-cumplimos las metas con el FMI, pero en el 2023, se nos hizo imposible.”

            De cara al futuro inmediato, lo que se debe hacer frente al pueblo argentino, Fernández lo resume así: “Lo primero, y se lo dije a Milei, es que nosotros tenemos que bajar los decibeles de la confrontación interna, tenemos que recuperar la convivencia democrática; es decir, respetar que otro piense de otro modo. Eso no quiere decir que nos tengamos que quedar callados porque ahora ganó el opositor.” Finaliza.

            A partir de ahora, todo lo que se haga en el nuevo gobierno interesa a la comunidad internacional o mundial, pues se trata nada menos que del resurgimiento de un país o su hundimiento; y dependerá de la manera cómo se enfrenten las situaciones, si se podrá pactar con los congresistas opositores, si el pueblo estará tranquilo en las calles. Todo dependerá del grado de afinidad, equilibrio y armonía que se presente, porque Argentina no está para fuertes desencuentros cuando se halla ahora mismo en el fondo del abismo social y económico.         


Crispación Social en Toda España por la Investidura de Pedro Sánchez

 

… Debido a los acuerdos concertados con los independentistas que han sido corruptos, indecentes y de espaldas al pueblo español

 

Es el mandatario más inmoral en toda la historia democrática de esta nación

 

MADRID-Después de haberse plegado a los independentistas y comunistas catalanes de Junts y Esquerra Republicana, y de haber aceptado todas sus demandas a cambio de sus votos en el Congreso e investirlo presidente de España, Pedro Sánchez ha alcanzado el propósito, el objetivo único de su vida, cual es seguir siendo el mandatario de esta nación y no importa el precio, la manera, el modo o el método para conseguirlo. Recuerda a aquel individuo de la historieta de terror que quería ser millonario a toda costa y para ello le entregó el alma al diablo: lo consiguió, pero el precio que tuvo que pagar, la devolución, fue espantosa. Así, a Pedro Sánchez, el presidente español ególatra, pagado de sí mismo, el que se mira todas las mañanas al espejo y se guiña un ojo porque está enamorado de su propia imagen, igual al personaje de la mitología griega que todos conocemos y que los griegos clásicos llamaron Narciso, ese mismo tipejo será el que continuará en La Moncloa, sede del gobierno de España, también semejante al Dr. Fausto de la obra de Wolfgang von Goethe, a quien Mefistófeles, el diablo, pasará por él una noche cualquiera y se lo llevará a las profundidades del infierno.

            Mientras hace gestos faciales apenas perceptibles cuando sus adversarios le increpan y le dicen cada una de sus verdades a la cara, el pueblo español, en las calles y avenidas, está deseoso de verle caminando para hacerlo trizas, asesinarlo, de acuerdo al desagrado, a la cólera generalizada que este infame ha causado en la inmensa mayoría de los ciudadanos. Sentado en una de las bancas del hemiciclo del Congreso, ha escuchado, aparentemente inalterado, las gruesas palabras de Santiago Abascal, del partido Vox de derechas, quien siempre le ha dicho a Sánchez lo que le place y cuando le place; lo mismo que Alberto Núñez Feijóo del Partido Popular (PP), quien le ganó las recientes elecciones al socialista Pedro Sánchez, pero, lamentablemente para España y los españoles, no pudo formar gobierno porque no alcanzó el porcentaje que la Constitución obliga. Es decir, Sánchez seguirá en el gobierno sin haber ganado la última elección, sin el consentimiento del pueblo y más odiado que nunca por sus pactos espurios con los dos partidos catalanes y el vasco (también separatista y terrorista), a los que les “ha vendido –literalmente-, el alma,” de igual forma como lo hiciera con el demonio: les ha entregado absolutamente todo a estos sediciosos, a cambio de sus pocos votos en el Congreso para lograr la investidura, cuando era más sano, desde el punto de vista moral, llamar nuevamente a elecciones y presentarse nuevamente, como los hombres, al escrutinio del votante.

            Los números de votos con los que contó Pedro Sánchez Pérez-Castejón para ser investido por mayoría absoluta, fueron: 179 diputados a su favor. Esto es: los del PSOE; Sumar, Junts, Bildu, PNV, BNG y CC. En contra tuvo los 171 votos del PP, Vox y UPN. Mientras tanto, fueron desplegados más de 1,600 agentes de la policía en los alrededores del Congreso y de la sede del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en Ferraz, para evitar que “la sangre llegara al río”, por el enojo de millones de españoles contra Sánchez y sus pactos indecentes con los catalanes y vascos sediciosos, a cambio de que le permitieran seguir siendo presidente del país. Las detenciones masivas de manifestantes contra Sánchez y su pacto, son cosa de cada día y cada noche en toda España. Tal la indignación matizada con la violencia, que están sintiendo los ciudadanos en estos momentos. A manera de ejemplo, solo para citar un caso de los miles que se han dado desde que Sánchez pactó la amnistía con los catalanes de Puigdemont y ofreció purgarle la millonaria deuda a Ezquerra Republicana por Cataluña (comunistas), con el dinero del pueblo español claro está, cuatro diputados del PSOE fueron increpados por un grupo de ciudadanos, quienes les lanzaron huevos en una cafetería en los alrededores del Congreso. Uno de los enojados les gritó con toda la categoría a su favor: “¡Agacha la cabeza mientras yo esté aquí, perro de mierda! ¡Traidores, os tendrían que matar!” Y cuando un pueblo con el carácter del pueblo español está de enfado… es mejor atenerse a serias consecuencias, tal y como se teme que así vaya a suceder en los días venideros.

            Los congresistas del PSOE salieron confiados a desayunar a la cafetería El Barógrafo, en el número 10 de la calle del Príncipe, cercana a la Cámara Baja, antes de acudir a la investidura de su jefe, Pedro Sánchez, el causante de toda esta altísima crispación por la que atraviesa España entera. Partes policiales presentes en el lugar, han descrito que los diputados de dicho partido han recibido constantes insultos y hasta intentos de agresiones físicas. Los cuatro diputados han sido los socialistas vascos, Daniel Senderos Oraá y María Luisa García Gurrutxaga; el valenciano Vicent Sarriá Morell, y el aragonés Herminio Rufino Sancho. Los dos primeros recibieron los impactos de los huevos en sus trajes y algunas gotas del café que también les arrojaron. Los enfadados han sido personas llanas y comunes del pueblo –lo cual les da mayor categoría y sobradas razones para estar enojados con los políticos del PSOE-, y con edades que oscilan entre los 31 y los 37 años, indicó la gendarmería de Madrid. “Si no es por la policía, no salimos”, exclamó un nervioso Herminio Sancho, cuyas palabras han sido reproducidas por el periódico aragonés, El Heraldo de Aragón.

            No más al verse adentro del negocio, fueron reconocidos por quienes estaban allí también desayunando (unas siete y ocho personas), y comenzaron a filmarlos con sus teléfonos celulares; luego vinieron los insultos y las amenazas. Uno de los diputados telefoneó a la policía que se mantenía en las afueras y que les habían escoltado hasta el sitio con el fin de prevenir incidentes de este tipo precisamente. Después, segundos recorridos apenas, comenzó la lluvia de objetos, aunque corrieron con la suerte de que no fueron cuchillos de sobremesa u otros utensilios que hubiesen sido mayormente contundentes y peligrosos. Los agentes del orden lograron sacar a los diputados socialistas de la cafetería, pero, afuera, continuaron los insultos y los amagos de agresión: “¡Perros del Estado!” Fue otro de los insultos que se dejó escuchar en aquel momento.

 

La investidura de un individuo sin moral

 

            En muchas ocasiones se ha dicho que Pedro Sánchez, el actual líder del PSOE, salido de la nada para convertir al Estado español en poco menos que un fantoche, manejado y vituperado por los catalanes sediciosos, en fuga, golpistas y separatistas, es un individuo sin moral alguna, a quien no le importa nada ni nadie que sea ajeno a su propia persona; es decir, solo le importa él, su ascenso dentro del gobierno español (o del país que fuere y donde él estuviere y perteneciere y no necesariamente tiene que ser España), y mantenerse en la cúspide de ese poder, sin importar tampoco el precio que debiere pagar, tal y como lo ha hecho con los catalanes enemigos de España y de los demás españoles. De hecho, les entregó todo lo que estos le exigieron y, como le dijo en uno de sus discursos Núñez Feijoo, con el paso del tiempo vendrán las cobranzas y serán muy caras, muy altas y tendrá que pagar su falta de escrúpulos y el haber entregado lo que nunca se debe entregar a los delincuentes: la virtud, la decencia y la inviolabilidad de las sagradas Instituciones de un país libre y democrático, tal y como lo hizo él en aras de su propia ambición y solo de esa ambición y de nadie más.

            Ha logrado lo que los periodistas españoles han catalogado “una mayoría Frankenstein”; es decir, pedazos de aquí y de allá, votos de vascos separatistas y terroristas, de catalanes en fuga y de indultados por Sánchez mismo, quien los sacó libres de las cárceles donde la justicia los había enviado por delinquir flagrantemente. Es un monstruo hecho con restos de distintos cuerpos humanos sacados del cementerio, según la célebre novela de Mary Shelley, la autora del libro “El Monstruo de Frankenstein o el Moderno Prometeo.” Y una coalición momentánea, solo para que le permitieran, con sus votos, la investidura presidencial, le pasará prontamente la factura y le será muy difícil gobernar a este individuo vulgarmente ambicioso, con esa ambición que le supera cualquier otro rasgo de personalidad que pudiere tener.

            A cambio, el socialista les concederá la amnistía, traspasando una línea roja que ningún político más o menos decente se atrevería a pasar. “Será una legislatura inestable”, han dicho los mismos miembros del PSOE, inmersos también en este pacto demoníaco, y han asegurado seguidamente que será una mayoría de congresistas frágil y “que el sí (a su investidura) de hoy, no es gratis y se enfrentará a una ardua negociación en cada iniciativa (…).” Los amplios conocedores de la realidad política de España, aseguran que, quienes gobernarán en verdad en el país, serán los sediciosos, comandados por Carles Puigdemont desde su escondite en Bélgica.

            Fundamentalmente, para que conozcamos un poco mejor a Pedro Sánchez Pérez-Castejón, el individuo (omitimos llamarle “hombre”, porque no lo es), que estará al frente del gobierno español en los próximos cuatro años, antes de las elecciones del 23J se comprometió a no conceder la amnistía a los encausados del “procés” (la separación de Cataluña del resto de España), porque, según sus propias palabras, es “inconstitucional e ilegal”. Incluso, el PSOE la hubo rechazado en la legislatura pasada, cuando los catalanes trataron de que se la aprobaran, porque esos congresistas socialistas dijeron que “entraba en contradicción palmaria con la Constitución que prohíbe los indultos generales (…).” Sin embargo, ahora, con la cara más dura de todas las posibles, con la peor desvergüenza de fulano alguno, Pedro Sánchez ha utilizado la amnistía a los catalanes para continuar en el gobierno. Ha sido la llave que le permitió reabrir la puerta de La Moncloa, para continuar siendo el mandatario de este país.

            Ante esta desvergüenza, la prensa española ha publicado: “Las viejas promesas de Sánchez –que antaño se ofendía si le preguntaran si estaba dispuesto a reposar la gobernabilidad de España sobre los independentistas o a pactar con EH Bildu, coalición que integra a los herederos de la ilegalizada Batasuna, el antiguo brazo político de ETA (la banda terrorista vasca), caen en el olvido. Solo sigue en pie su compromiso de no permitir un referéndum de autodeterminación, pero la hemeroteca del líder socialista demuestra ya que eso no es garantía de nada.” A esto hay que añadirle cuando dijo que durante el “procés” hubo rebelión y derogó el delito de sedición, por el que fueron condenados los líderes independentistas, juzgados por el intento de secesión del 2017; se comprometió a respetar el cumplimiento íntegro de las penas impuestas por el Tribunal Supremo e indultó a los separatistas; aseveró en el último día de la campaña electoral de este julio pasado, que no iba a conceder una amnistía y es ahora la primera ley que promueve con su “mayoría progresista”. Este miércoles recién ido, en su discurso ante el pleno del Congreso de los diputados, Sánchez defendió la legalidad de una medida que condena al olvido los delitos cometidos por los catalanes.

            En síntesis y para ser más claros todavía acerca de este desaguisado: Pedro Sánchez olvidó sus palabras recientes, contrarias a favorecer a los catalanes, y los ha favorecido en todas sus exigencias, abriendo la posibilidad futura de que Carles Puigdemont regrese a Cataluña e intente un levantamiento popular por la separación de esta autonomía del resto de España, que sería todavía más fuerte que el anterior y encontraría a unos jueces, a una justicia española y a unos agentes de policía, totalmente maniatados y que no podrían actuar en defensa de la soberanía de la patria. Toda esta indecencia por ser investido por cuatro años más al frente del gobierno, sin importar las consecuencias inmediatas y lejanas. Los mismos separatistas lo han amenazado el miércoles pasado: “(…) las 1,486 palabras del acuerdo entre Junts (el partido de Puigdemont), y el PSOE, deben cumplirse si los socialistas quieren la estabilidad que ansían. Por ejemplo, el ‘lawfare’ –supuesta persecución política por los medios judiciales-, que no se recoge en la ley de amnistía socialista (…).” Es decir, Sánchez ha recibido una y otra vez, amenazas y extorsiones de parte de los catalanes y lo peor se fundamenta en que lo hacen a viva voz, ante los millones de españoles que se sienten ofendidos, humillados y burlados con este pacto y la actitud envalentonada y vulgar de los catalanes, que ahora se sienten con todas las ventajas y protección de su parte, concedidas por el presidente del gobierno.

            Pero Sánchez no puede, tal el grado de estupidez con la cual aceptó todas las componendas de esos partiduchos vascos y catalanes, creerse el dueño de su destino una vez que se vuelva a sentar frente a su buró en La Moncloa y así se lo ha dicho la portavoz de EH Bildu, el movimiento vasco en la Cámara Baja, Mertxe Aizpurua: “el respaldo de los ‘arbertzales’ a la investidura, tampoco es un cheque en blanco y no significa que nos debamos a su gobierno.” Y el otro congresista, Aitor Esteban, esta vez del PNV, le ha afirmado a Sánchez: “Espera lo mejor y prevé lo peor. Espero que el PSOE cumpla sus compromisos, incluido el reconocimiento nacional del País Vasco.” Tal la situación de España, en la que la ha metido el ambicioso Sánchez.

            Por su parte, el prófugo de la justicia, Carles Puigdemont, el verdadero artífice de la manipulación total y absoluta de Pedro Sánchez, reclamó al gobierno catalán, la Generalitat, desde su refugio en Bélgica, que se le brinde una escolta de policías (Mossos d’ Esquadra), de manera urgente, “ante el aumento de peligrosidad y riesgo.” Es decir, el golpista y separatista tránsfuga de la justicia, tiene miedo de que algún español, cansado de sus desmanes y su delincuencial proceder (y por no someterse a las leyes del país como debió hacerlo antes de huir al extranjero), acuda a su residencia palaciega en Waterloo y lo acribille a balazos, como quiere el grosor del pueblo español que suceda. “He detectado un aumento del nivel de peligrosidad y riesgo para mi persona, desde hace algunas semanas”, escribió en su mensaje Puigdemont a la Generalitat en Barcelona. Por supuesto que está nervioso, puesto todo lo que ha concertado con el otro delincuente de La Moncloa, Pedro Sánchez, ha sido a espaldas de la voluntad de los ciudadanos de España, de la Constitución y de las leyes vigentes. Ha sido una especie de golpe de Estado o, en el peor de los casos, un movimiento corrupto de parte de individuos corruptos que solo han querido su propio beneficio y nunca el de las mayorías.

            La carta la dirigió el melenudo prófugo Puigdemont al Departamento de Interior y Josep Lluís Alay, de la oficina del sedicioso catalán, indicó que, desde julio del 2018, solicitó al Govern “el cumplimiento de esta responsabilidad sin éxito y con el silencio como respuesta; y, en enero del 2022, me dirigí también por carta al director general de la policía autonómica, con idéntico resultado.” La pregunta que se desprende de esto es: ¿Tiene el deber la Generalitat de Cataluña de brindar protección policial a un individuo, en el caso de Carles Puigdemont, quien, entre otras cosas, defraudó al fisco catalán cuando fue presidente de esa autonomía, además de su intento de separar a esta región de España? Más bien parece que el deber de la Generalitat es perseguirlo, capturarlo y entregarlo a la justicia en Madrid, tal y como se le requiere. Puigdemont es un prófugo con todas sus letras y ¿Desde cuándo, a lo largo de la historia jurídica de la humanidad, un delincuente exige para sí la protección de un gobierno o de la policía, más todavía cuando se encuentra en franca huida y pesan sobre él varias condenas?

            El melenudo catalán esgrime que un servicio de escolta de los Mossos d’Esquadra, aunque sea en Bélgica, le corresponde en su condición de expresidente de la Generalitat; pero, Félix Bolaños, ministro de la Presidencia de Pedro Sánchez, finalmente ha contestado a los reiterados mensajes de Puigdemont y ha dicho que “el gobierno (socialista) dará curso a la petición del expresidente catalán para tener un equipo de escolta policial permanente en Waterloo y Bruselas. La aprobación definitiva dependerá de lo que consideren las autoridades belgas, última instancia competente para dar la luz verde (…).” Así, el actual gobierno vuelve a arrodillarse ante el prófugo, quien tiene agarrado por el pescuezo a Pedro Sánchez y a su equipo y no será nada extraño que exija nuevas situaciones y prerrogativas a lo largo de estos cuatro años, como la persecución y destitución de los jueces que dictaron sentencias en su contra y el regreso triunfal a España, con visita, como si fuese un Estadista, a La Moncloa, rodeado de decenas de periodistas y con sonrisa victoriosa ante las cámaras. Es oportuno recordar que Carles Puigdemont escapó a Bélgica en el 2017, para que no lo detuvieran y juzgaran en España, debido a su participación en la organización del referéndum ilegal del 1 de octubre de ese mismo año. Huyó en la cajuela de un auto, a mitad de la noche, mientras los otros compañeros suyos que participaron en la cesión de Cataluña, fueron aprehendidos esa misma noche, encarcelados, juzgados y hallados culpables de todos los cargos que cayeron sobre ellos.

            Siempre en relación con la escolta que pide el catalán, el ministro Bolaños contestó a la emisora BACI: “Nadie cuestiona la seguridad de las personas, por muchas diferencias ideológicas que pueda haber.” Y más aún cuando el presidente del país ha firmado un pacto que le obliga a entregar todo y a cumplir todo lo que sus supuestos “socios políticos” le exijan en cualquier momento, orden y tamaño.

 

Lo que está por venir…

 

            Para empezar, en el Congreso Pedro Sánchez tendrá una bancada opositora de 171 diputados conformados por el PP, Vox y UPN. Todos ellos radicales enemigos del mandatario y de la barbaridad, la obscenidad que acaba de pactar con los vascos y catalanes terroristas y separatistas. Se define al hemiciclo como uno de los más fraccionados en la historia democrática de España.

            Los líderes de esos movimientos, Alberto Núñez Feijóo, del PP; y Santiago Abascal, de Vox, han acusado a Sánchez de cometer fraude, porque los electores votaron por el PSOE y el PSC, con un mensaje claro: “¡Nó a la amnistía a los catalanes prófugos y sentenciados!” Abascal le tildó de golpista, “porque ha dado un golpe de Estado.” Señaló a Pedro Sánchez de tal acto.

            En las calles, la efervescencia continúa imparable, con la policía tratando de detener el estado colérico de una población que se siente, general e intrínsecamente, humillada por las firmas concedidas a los sediciosos; y se esperan muchas manifestaciones más violentas y mayormente numerosas, conforme pasen los meses. Lo cierto es que Sánchez no puede salir a la calle porque podría ser fácilmente vapuleado y él lo sabe. Cuando viaje en coche por Madrid, deberá buscar vías alternas y hacerlo de la manera más sigilosa posible para no ser descubierto. Es el individuo más detestado actualmente en todo el país. Un tipo sin escrúpulos, narcisista, traidor a la patria, al Estado, a la Constitución y puesto de rodillas ante los delincuentes vascos y catalanes. Todo por cuatro años más en el poder, que serán los peores de presidente alguno, con el pueblo en su contra, la prensa más dura que nunca, una oposición que no le dará tregua alguna y con los partidos terroristas que le estarán recordando sus compromisos y su entreguismo.

             Núñez Feijóo, en referencia a los españoles, ha dicho a Pedro Sánchez: “Necesita de la resignación del pueblo español, pero se equivoca… no la va a tener.” Porque eso espera el mandatario, que los españoles bajen la guardia, que regresen a su habitual calma y que le deparen el olvido que sería igual que el perdón; pero podría ser todo lo contrario… que la indignación crezca… y crezca peligrosamente.

            También Núñez Feijóo acusó a su némesis político de “incoherente, falto de palabra, permanente en sus mentiras tratando de justificar la amnistía a los catalanes; una amnistía que humilla a los españoles, divide al país en dos, que es corrupción política y que no ha sido votada por los españoles.” Y agregó en su discurso en el Congreso: “Necesita de la resignación del pueblo español, pero se equivoca… no la va a tener. Hay malestar social manifestado en las Instituciones y en la calle. Prometo no callarme para defender a la mayoría constitucional a la que jamás abandonaré. El candidato socialista ha perdido la razón, ha caído en el delirio, no tiene pudor, es inmoral y vendió su dignidad por un puñado de votos. Hay que encender todas las alertas democráticas.” Aseveró Feijóo.

            Una vez que concluyó su participación hablada, entregó a la presidencia del Congreso un dossier con decenas de folios que incluía a todos los socialistas, asociaciones, colectivos, funcionarios públicos y miembros de la justicia, que se han pronunciado en contra de la amnistía.

            Es así como se le agiganta un horrendo porvenir a Pedro Sánchez y en el horizonte se pueden ver negros nubarrones. Si él tuviera un palmo de inteligencia, buscaría la manera de arreglar esta situación que tiene muchas aristas, muchos matices y muchos colores tétricos y oscuros, con el ánimo de calmar al pueblo primero que cualquier otra premisa y después desdecir lo dicho a los tránsfugas catalanes: tiene que quitarse el lazo, la soga que él mismo se puso en el cuello cuando entregó su alma al diablo, a Puigdemont, quien comenzará a manejarle a placer una vez regrese a su buró en La Moncloa. Tiene mucho por hacer Sánchez, el mandatario más inmoral que ha experimentado España desde que recobró la democracia. Si Adolfo Suárez, el primer presidente democrático, es motivo de orgullo y ejemplo; este individuo de ahora, representa la vergüenza para todo el país y sus gentes.

            Si Pedro Sánchez tiene un ápice de decencia… renunciaría y se iría alexilio; aunque la mayoría de los españoles desean que se pegue un tiro en la sien.


Pedro Sánchez lo ha Demostrado:

es Capaz de Vender a su Propia Madre con Tal de Satisfacer su Descomunal Megalomanía

 

MADRID, España- ¡Por fin parece que el presidente español Pedro Sánchez lo ha conseguido! Ha hecho que el prófugo de la justicia, el catalán Carles Puigdemont, líder del partido Junts, acceda a colaborar con él, le dé los pocos votos que necesita en la Cámara de Diputados y continúe en su papel de mandatario de esta nación europea. Pero el precio que ha tenido que pagar Sánchez ha sido descomunal, porque ha tenido que plegarse a múltiples exigencias y arrebatos de Carles Puigdemont, quien, hasta hace pocas horas, se hizo de rogar e, incluso, solicitó el levantamiento de todas las acusaciones que los jueces le han impuesto. Por otra parte, el desprecio de millones de españoles hacia Sánchez, debido a su humillación frente a los catalanes proscritos y por haber “prostituido” al Estado, bajando su cabeza a los caprichos de un individuo que se ha mantenido exiliado en Bélgica y que ha huido de la justicia española para no ingresar a prisión por haber querido separar a Cataluña de España y haber malversado millones de euros del fisco de la Generalitat (gobierno de Cataluña).

            Los diarios españoles han sido duros, aunque precisos con el sentir de los distintos sectores de la sociedad del país, los gremios, las organizaciones y de todos aquellos que han visto y sentido que los pactos suscritos por Pedro Sánchez, con tal de continuar siendo el inquilino de La Moncloa, son espurios, vergonzantes y han convertido al gobierno español en poco menos que un pedazo de basura. En este lapso preciso, cuesta no imaginarse a Carles Puigdemont y sus secuaces, burlándose a mandíbula batiente por haber arrodillado a los gobernantes en Madrid.

 

179 votos es el número codiciado…

 

            Con los acuerdos alcanzados con Junts por Cataluña, Sumar, Esquerra Republicana por Cataluña (partido de izquierdas), Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria, el PSOE, el partido de Sánchez, alcanza los 179 votos en el Congreso, que le permitirán seguir en la cabeza del gobierno de España, haciendo a un lado a su adversario del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, quien ha dicho que actuará en consecuencia ante las leyes vigentes, para detener dicha investidura que es, a todas luces, un acto vulgar y lesivo al bienestar y la moral nacional.

            Tras la investidura fallida del candidato popular, Alberto Núñez Feijóo, el segundo aspirante designado por el Rey, Pedro Sánchez, abrió una negociación con los partidos que pretenden liquidar el régimen del 78 a fin de conseguir los votos necesarios para mantenerse en La Moncloa. De entre todos ellos, la fuerza más difícil ha sido Junts, liderada por un prófugo de la Justicia, Carles Puigdemont. Empero, para logar esos sufragios “de oro” para los socialistas del PSOE, Sánchez tuvo que ceder –aunque nunca presentó mínima objeción-, a las peticiones de todos ellos. Nunca dijo “nó” a lo que se le exigía, aunque fuera en contra de la moral del país, de la rectitud política o del sentido común democrático. Fue capaz de vender hasta su propia madre si se lo hubieran pedido los catalanes. Tal el grado de entrega de Pedro Sánchez, con el único afán de continuar siendo el presidente de España. Su puesto, es evidente, está por encima de la religión, de los altos valores (la ética), los fundamentos y esencia democrática y del sentimiento más puro del pueblo mismo. Es por ello que el periódico El Mundo, uno de los cinco más importantes de esta nación, tituló al día siguiente de los acuerdos alcanzados por el PSOE: “Sánchez paga todas las facturas a cambio de seguir en La Moncloa.” Y son “facturas” que ninguna persona con escrúpulos pagaría de ninguna manera, porque son inmorales y reñidas con la rectitud del ser humano y de las organizaciones que se precien de ser dignas.

            “En la cuneta” o en la vera del camino ha quedado el PP, con su candidato Alberto Núñez Feijóo, quien obtuvo el triunfo en las elecciones nacionales pasadas, pero no el porcentaje a su favor, que no le fue suficiente para convertirse en presidente de España. De él se espera, lo mismo que de la ultra-derecha de Santiago Abascal, varios movimientos legales para detener a Sánchez y a los catalanes y no consigan la investidura ni la concreción de los pactos firmados.

            Lo llamativo, lo execrable y lo detestable en Pedro Sánchez y los partidos minoritarios que han pactado, radica en que esas formaciones independentistas y nacionalistas reniegan de la Constitución, de sus principios troncales, cuales son la unidad del Estado y su forma política; así también de la monarquía parlamentaria que rige en España. El periódico El Mundo lo sintetiza aún mejor: “El balance de las largas semanas de negociación se resume con dos palabras: Cesión completa. De los acuerdos firmados destila la debilidad socialista. El PSOE se ha visto obligado a aceptar todas las reclamaciones de sus interlocutores, incluidas aquellas consideradas inconstitucionales por el propio Sánchez, la mayoría de los ministros y los principales dirigentes del partido. La primera y más trascendente concesión ha sido la de aprobar una ley de amnistía para todos los condenados y encausados por el procés. Pero hay más.”

            Por su parte, el respetable periódico ABC, tituló: “El PSOE humilla al Estado.” No se diga más. Esos grandes titulares en las primeras planas hablan más que un discurso extenso y cansino; reflejan el descontento que hay en todos los sectores del país y en especial, la profunda humillación a la que ha sometido Pedro Sánchez a todos, solamente para satisfacer su enorme y monumental megalomanía y continuar siendo presidente español, pero es el peor de todos quienes han ingresado por la puerta principal de La Moncloa.

            De regreso a los pactos, el PNV o partido vasco, negoció con Sánchez varios aspectos que le beneficiarán y que el mandatario se los concedió “sin pestañear siquiera”. Sus demandas fueron sustanciosas. Veamos: su presidente, Andoni Ortuzar, firmó acuerdos que son un paquete de transferencias del Estado al País Vasco, incluida la gestión económica del régimen de la Seguridad Social en un plazo de dos años; una ampliación del espacio de autogobierno en lo que se refiere a relaciones laborales e impulso del euskera; es decir, se negociará sobre el reconocimiento nacional de Euskadi (el país vasco), y un sistema de garantías basado en la bilateralidad y la foralidad, que daría lugar a una nueva personalidad político/jurídica para nuestro país”, explicó Ortuzar. Finalmente, el actual gobierno del PSOE dará a las Instituciones vascas €100 millones en cuatro años, para impulsar el euskera (idioma vascuence).    

 

“Maridaje” inmoral con el catalanismo

 

            Fue algo así como “la prueba de fuego” y de paciencia para Pedro Sánchez y su PSOE, debido a la actitud extrema de Carles Puigdemont, quien observó que Sánchez daba todo lo que le pedían los demás partidos de minorías y él se sintió en la obligación de exigirle más al megalomaníatico gobernante de España. Además, por el hecho de que Esquerra Republicana por Cataluña, el otro partido catalán rival de Junts, la formación política del prófugo Puigdemont, logró de Sánchez una serie de concesiones importantes como el traspaso de Rodalies (los trenes de cercanías de Cataluña), la misma ley de amnistía y la condonación de un 20 por ciento de la deuda catalana. Estas situaciones hicieron que Puigdement se pusiera más exigente frente a Sánchez y exigió que se incluyera en la ley de amnistía a los condenados y procesados en causas sin relación con el procés, que no fue otra cosa que el conjunto de hechos sociales y políticos que ocurrieron del 2012 hasta el 2021 en Cataluña, con el objetivo de alcanzar la autodeterminación y la independencia de Cataluña con respecto al resto de España; es decir, la separación definitiva del territorio catalán del español y la conformación de un nuevo país.

            Puigdement pretendía que todos sus miembros y afines quedaran limpios de cualquier acusación y, colateral a ello, que se reconozca un futuro referéndum de autodeterminación, lo cual significaría que el gobierno central de España tendría la obligación de soportar, de tolerar y de aguantar sin derecho de intervención judicial ni policial, otro intento de separación o cesión de Cataluña. También este oscuro personaje que ha puesto de rodillas a Pedro Sánchez con sus demandas, ha exigido que no le llamen más “prófugo de la justicia española”, sino, en su defecto, únicamente “president.” Así mismo, exigió que aquellas personas encausadas por los tribunales por el simple hecho de ser independistas y con evidentes rasgos de corrupción, sean exoneradas de toda culpa dentro del marco de la amnistía pactada. También negociar el 100 por ciento de los tributos a Cataluña y crear una mesa, con verificador internacional, para supervisar que todos los acuerdos sean cumplidos por el Estado español. Es decir, la fábula de la rana agarrando por el pescuezo a la espátula a orillas del estanque, se ha quedado corta, debido a que el gobierno de España ha sido tomado por el gaznate y ha aceptado ceder, ceder y ceder, todo a cambio de unos pocos votos congresistas que permitirán la investidura del supra-ambicioso Pedro Sánchez.

            Para concluir este humillante y vulgar capítulo de la política actual de España, encabezada por el inmoral Pedro Sánchez, el pacto que logró con el partido Sumar, cuya líder es Yolanda Díaz, confirma que varios de sus militantes tendrán asientos en el nuevo Consejo de Gobierno, que formarán parte del Gabinete de Estado y activarán un programa radical, en lo económico y social, que contraerá problemas futuros para el PSOE con los empresarios y otros movimientos políticos. Por ejemplo: medidas para reducir la jornada laboral a 37,5 horas sin rebaja salarial, subir el salario mínimo interprofesional, la ampliación de los permisos a las mujeres que trabajan por causa del nacimiento de sus hijos (embarazo), el impuesto extraordinario a las entidades financieras y a las grandes energéticas y la aplicación efectiva de un Impuesto de Sociedades del 15 por ciento sobre el resultado contable, entre otros convenios más.

            Con todo lo aquí expuesto, es muy probable que Pedro Sánchez logre ser investido en los próximos días; pero pasará a ser uno de los políticos más inescrupulosos y detestables de la realidad de España, en toda su historia. Un individuo repulsivo por su desmedida ambición personal, por su descaro, su desfachatez y su falta absoluta de principios. Se esperan fuertes reacciones de la población española y se cree que serán fortísimos, como nunca se han visto en esta nación.


España,

El Prófugo Catalán, Carles Puigdemont, Revela sus Verdaderas Intenciones. ¿Cuál será la Respuesta de Pedro Sánchez?

 

             MADRID-Prosigue el presidente español, Pedro Sánchez, con su intención de congeniar y pactar con los separatistas catalanes, en especial con el líder de ellos y prófugo de la justicia, Carles Puigdemont, asilado en  Waterloo, Bélgica. A pesar de que Sánchez insista en decir que “España ganará con el pacto con Puigdemont”, no es así en modo alguno, porque quien ganará únicamente será él, porque podrá ser investido presidente cuando las cosas “se le pusieron cuesta arriba.”

            En estos últimos días, lo que ha privado en este país, a nivel de gobierno, ha sido el secretismo, el silencio impuesto por “los caciques” del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y que se manejen las negociaciones con los catalanes golpistas y separatistas, de la manera más confidencial posible, con suma discreción. “Con la ley del silencio. Ni se diga una palabra de más” en torno a este asunto del pacto con los catalanes. En otros términos, todo lo que se condicione y se concierte con Esquerra Republicana por Cataluña (ERC), y con Junts, los dos partidos catalanes que abogan por desvincularse de España, debe quedar sellado y guardado en el conocimiento de unas pocas personas en el PSOE, quienes son las únicas autorizadas para manejar la información.

            Ante este panorama, Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha y el único socialista con mayoría absoluta, ha esgrimido una posición contraria a las negociaciones que se sostienen actualmente con los separatistas. “Sé lo que pide Puigdemont y sé que es intolerable”, ha dicho enfadado este dirigente del PSOE, develando, de paso, las intenciones veladas del catalán en fuga por Bélgica y que es requerido por la justicia española. Y ha añadido: “el prófugo de la justicia exige la incorporación del reconocimiento de Cataluña como nación (un país aparte, separado de España); y lo que se termine pactando depende del grado de tolerancia que tengan los negociadores; pero el mensaje nuestro es claro: una sola España.”

 

Negociaciones “que no caminan…”

 

            Las conversaciones para llegar a acuerdos que faciliten la investidura de Pedro Sánchez como presidente español, “han encallado” o “están en dique seco” entre el PSOE y Junts, a raíz de la exigencia de Puigdemont de reconocer a Cataluña como nación. Aparentemente, los socialistas se mantienen firmes en su postura y el mismo García-Page ha descrito la situación: “Todos sabemos que la parte difícil (del entendimiento), está en Puigdemont. Mi tesis es que yo no quiero que España esté pendiente de un mando a distancia desde Waterloo (Bélgica) y que en este país nos hagan bailar una sardana (baile tradicional catalán), política a todos.”

            En lo que estriba al presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, quien fue además el ganador de las últimas elecciones nacionales, aunque el porcentaje de votos alcanzado no le permitió asumir la presidencia del país, rechaza llamar a Cataluña “nación”, de acuerdo a la negociación espuria que están llevando adelante el PSOE y Junts y defiende “mantener el estatus de nacionalidad histórica. Cataluña es una nacionalidad histórica –explica Feijóo-, que es lo que se acordó en 1978 y, además, la Constitución tuvo en esa comunidad uno de sus mayores apoyos. A los nacionalistas les parecerá insuficiente y a quienes tienen una concepción más centralista les parecerá un exceso, pero es el pacto que nos dimos y no creo que haya una denominación que suscite más consenso.” En cuando a Pedro Sánchez y sus conversaciones con los catalanes dirigidos por el prófugo Puigdemont, Núñez Feijóo ha dicho al respecto: “No es una reconciliación, es una transacción política. El amnistiado ha dicho que lo va a volver a hacer (tratar de separar a Cataluña del resto de España), y además no tiene cabida el ordenamiento jurídico. Perdonar a alguien que ha sido condenado por un tribunal es legal, pero que el Estado pida perdón a quien ha cometido un delito, es inmoral y un despropósito.”

            Cuando se supieron los resultados de las últimas elecciones, Núñez Feijóo dio a conocer que Junts, el partido de Puigdemont, contactó a los líderes del PP para ofrecerles su ayuda para formar gobierno, a cambio de usar el idioma catalán en la Cámara Baja y en las Instituciones Europeas, junto a un proyecto de ley de amnistía. “Les dejé claro que no podía aceptar esas tres demandas (…); y las líneas rojas de los socialistas (del PSOE), antes de los comicios, después son del color que digan los separatistas. Eso es un abono para la desafección política.”

            Usando la figura de la paradoja o la contradicción en los términos, Núñez Feijóo cita a Carles Puigdemont, a quien conoció cuando el primero era presidente de la Xunta de Galicia y el prófugo de la justicia, Puigdemont, ocupaba un cargo similar en la Generalitat de Cataluña; es por eso que lo describe de esta manera: “Mientras hay políticos que mienten mucho (en alusión indirecta a Pedro Sánchez), él tiene claro lo que opina y todos sabemos lo que pide. En los contactos indirectos que ha habido, no nos ha mentido y eso es un valor en la política que a mí me interesa. (Desde luego) no estoy de acuerdo con sus planteamientos, porque creo que no son buenos para Cataluña y no coinciden con el pensamiento de la mayoría de los catalanes (en referencia a la separación del resto de España). Sería conveniente –continuó Núñez Feijóo-, que Puigdemont saldase los asuntos que tiene pendientes con la justicia. Cataluña es una prioridad política para mi partido (el PP), e intensificaré mis visitas a esta comunidad, tanto a Barcelona como al interior (…). Cataluña necesita que todos hablemos más de cómo gestionar bien el dinero público, que de los problemas de algunos políticos con la justicia. En una democracia normal, ni los condenados redactan el Código Penal ni los abogados de los acusados las amnistías. Yo abogo por normalizar las relaciones desde la discrepancia, con el nacionalismo catalán, como única vía para mejorar el bienestar de los ciudadanos (…).” Puntualizó el líder de los populares.

 

El asunto de la amnistía y otros acuerdos

 

            Tiene que darse una amnistía que favorezca a los intereses catalanes, para que estos apoyen al PSOE en la investidura presidencial de Pedro Sánchez… ¿Pero qué significa para los socialistas el tema de la amnistía? Según  María Jesús Montero, ministra de Hacienda en funciones, “la amnistía favorece un acuerdo global que permita que seamos capaces de que, a través de la palabra, a través del diálogo, a través de medidas consensuadas, seamos capaces de seguir avanzando en el mejor encaje de Cataluña en España.”

            Para Emiliano García-Page, “el acuerdo sellado por el PSOE y Sumar (el partido aliado de los socialistas), me hace sentir conforme, lo veo positivo y comparte que haya una España más social, más sostenible, más verde y más feliz (...). Cuando se habla de la amnistía –agregó-, tiene que quedar muy claro que una Constitución que es capaz de regular el indulto (a Puigdemont y su grupo de separatistas), que es menos, deja afuera la amnistía, que es mucho más, y sería mucho más lógico que estuviera comprendida en la Constitución. Y no lo está, simplemente porque se debatió si tenía que contemplarse o nó y se descartó en los debates constitucionales.”

            En lo que corresponde a las conversaciones del PSOE y Esquerra Republicana por Cataluña (ERC), dentro del marco de la investidura presidencial, ha incluido un compromiso para el traspaso de Rodalies, que es el servicio ferroviario de Cercanías, que pasaría al Ministerio de Transportes de la Generalitat (gobierno catalán), y supondría principalmente la transferencia de la inversión económica a Cataluña y cambiar de manos la titularidad de la red ferroviaria y los trenes.

            Si lo recordamos bien, Esquerra Republicana había situado la transferencia de Rodalies, como una de las carpetas más importantes en su negociación con el PSOE, junto con la financiación de la Generalitat. De tal manera, concediendo lo anterior a ERC, solo queda llegar a un entendimiento con Junts, el partido de Puigdemont, y así concretar la investidura de Pedro Sánchez y podrá continuar como mandatario de los españoles, que es el “sueño dorado” de este político, de acuerdo con su desmedida ambición personal.

            Así mismo, el gobierno en manos de Sánchez acordó asumir €14,662 millones que tiene como deuda Cataluña, con un mecanismo que será “extensible” al resto de las comunidades. El ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, así lo anunció en Barcelona, la Capital catalana. De tal manera, el gobierno se hará cargo del 20 por ciento del endeudamiento que Cataluña tiene en el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), que llega a €73,110 millones, según un informe emitido con fecha de junio del 2023. Lo anterior significa que el actual gobierno y el siguiente si logra la investidura con el favor de los dos partidos catalanes, se hará cargo del 20 por ciento del endeudamiento que Cataluña tiene con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Ello redundará en que podrá volver a financiar en los mercados internacionales. Es cuando Oriol Junqueras, de Esquerra Republicana, mencionó: “El ejecutivo (en Madrid), se va a quedar con €15,000 millones de la deuda respecto al FLA y el ahorro de €1,300 millones de intereses. Hoy quien gana es Cataluña. En diversos ámbitos. Con una amnistía que es para todos. Una amnistía sin excepciones (…), para todos los que protestaron contra sentencias marcadamente injustas. Pero también gana en el ámbito de negociación política, porque seguirá la mesa de negociación. Y Cataluña gana en el ámbito más inmediato con el traspaso íntegro de vías catenarias, señalización, programas informáticos y la garantía de inversión necesaria.” Un negocio redondo lograron estos catalanes, sin duda alguna, a cambio de satisfacer la ambición de Pedro Sánchez y convertirse nuevamente en presidente de España.

            Empero, cuando todo estaba listo para ser investido Sánchez, el prófugo catalán, Carles Puigdemont, entró en desconfianza y pospuso su ayuda. La prensa española ha publicado: “Puigdemont se hace de rogar.” Fue cuando la cúpula de Junts, el partido del prófugo, se reunió a puerta cerrada en Bruselas, Bélgica, para deliberar sobre los pormenores de este caso. Los participantes dijeron al PSOE que se deberá esperar si quiere obtener los votos del catalanismo y Madrid decidió enviar un emisario por el mismo PSOE, para estar al corriente de lo que estaba sucediendo en la Capital belga.

            La espera se fundamenta en que Puigdemont exige a Pedro Sánchez que acepte acoger en la ley de amnistía a los independentistas que no están implicados directamente con el 9-N o el 1-0, porque en Junts consideran que existe una consigna judicial contra el secesionismo que afecta a más personas de las que están encausadas por la convocatoria del referéndum y su defensa, entre ellos el exconsejero del Interior de Cataluña, Miquel Buch, y un agente de los Mossos d’Esquadra (policía catalana), ambos condenados por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

            Lo cierto es que cada vez que el renegado catalán exige más cosas para sí y los suyos, Pedro Sánchez “baja la cabeza” y se las concede. Esa ha sido la tónica desde que no hubo un resultado aritmético favorable al PSOE ni al PP, en el conteo de los votos de la reciente elección nacional. Es decir, demasiadas concesiones en aras de alcanzar la presidencia de España, pero no tienen gran importancia si consideramos la desmedida ambición que hace constar Pedro Sánchez; y continuar en el poder, en su caso, bien vale cualquier esfuerzo, hasta llegar a la más profunda humillación.


Multitudinaria Manifestación en Costa Rica, en Contra de las Políticas Generales

del Gobierno

 

SAN JOSÉ- El pueblo costarricense, que está atravesando por uno de sus momentos más difíciles, debido a la delincuencia “desbocada”, propiamente con el sicariato que asesina todos los días sin una respuesta efectiva de la policía; y bajo una carestía de la vida realmente desalentadora, deprimente y preocupante, se hizo a las calles y avenidas de esta Capital para recordarle al presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, que debe rectificar en varios campos de su administración si quiere que el rumbo del país sea el mejor en los meses que le quedan al frente del actual gobierno.

            Fueron las organizaciones sociales, estudiantiles, profesionales, gubernamentales incluso y los sindicatos, entre otros gremios más, los que abarrotaron las principales vías de la ciudad de San José, lo mismo en otras urbes a lo largo y ancho de esta nación centroamericana, considerada la democracia más antigua, sólida y estable de América Latina.

            Es evidente que existe una enorme disconformidad, un gran descontento por la manera como el mandatario Chaves está conduciendo los destinos de Costa Rica y por eso la convocatoria de los ciudadanos fue masiva, impresionante numéricamente y por las consignas que dejaron escuchar mientras desfilaban hacia los alrededores del parlamento o Asamblea Legislativa y de la Casa Presidencial.

            Según se estiliza en esos momentos de enfado de los pueblos, las pancartas alusivas a la situación coyuntural también fueron notorias, muy evidentes, en las manos de cientos de personas, a modo de reclamos, quejas y exigencias ante el mal curso que llevan las circunstancias políticas, sociales y peor aún en lo económico, pues Costa Rica pasa por ser uno de los países más caros para vivir y adquirir bienes de consumo diario. De ahí que la marcha fuera impresionante desde todo punto de vista y con un ambiente de tranquilidad, anuente al diálogo con las autoridades gubernamentales y con comparsas de bailarines y conjuntos improvisados que interpretaban música popular, folclórica y en algunos casos, protesta.

 

“Gran marea humana”

 

            Esta marcha multitudinaria dio la impresión de que nadie se quedó en casa para seguirla por las imágenes de la televisión, porque desde un inicio la concentración adquirió el semblante de masiva, de una convocatoria como pocas se han visto en esta nación. Empezó en las afueras del Ministerio de Hacienda, en pleno corazón de ciudad Capital, sobre la espaciosa y anchurosa Avenida Segunda y de ahí, a las 9 en punto de la mañana, “el gran gusano humano” comenzó a moverse despaciosamente por dicha vía y a sumar cada vez más a manifestantes llegados de distintos barrios capitalinos y regiones adyacentes. El crecimiento del número de participantes era continuo, conforme pasaban los minutos y las horas, obstaculizando el tránsito de vehículos y de personas que deseaban quedar ajenas a la marcha.

            Se pudieron observar pensionados, empleados de Instituciones gubernamentales como la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), cuyos trabajadores pidieron al presidente, entre otras cosas, eliminar de una vez por todas las presas de pacientes hospitalarios, quienes, en muchos casos, mueren esperando una intervención quirúrgica en los hospitales del país, donde no hay cupo o se demoran demasiado en atenderlos; del mismo modo fue oportuno ver a burócratas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE); estudiantes universitarios que clamaban por mayor presupuesto para el funcionamiento de esos centros académicos; del Ministerio de Educación (oficinistas, profesores, maestros de primaria, conserjes, guardas, etcétera); de los demás ministerios del Poder Ejecutivo del gobierno, así como del Poder Judicial, quienes también se han visto afectados por los recortes del presupuesto y el combate al hampa se ha convertido en una verdadera frustración y en una guerra que las  autoridades van perdiendo frente a la violencia de los delincuentes. Uno de los problemas más graves que afronta Costa Rica, diariamente.

            Cada organización presente en la manifestación que fue de carácter nacional, hizo hincapié en que “la violencia sobraba” en la caminata, no era necesaria; y en su lugar entonaron cánticos, aplaudían y en algunos trechos, se pedía la renuncia del presidente de la República, Rodrigo Chaves, debido a la mala gestión que, en opinión de muchos costarricenses, está llevando a cabo en estos momentos.

            Finalmente, el maremágnum llegó hasta las afueras de la Casa Presidencial, donde los policías de tránsito, fieles a su mala costumbre, quisieron imponerse a los manifestantes sin tomar en cuenta que azuzar a una muchedumbre puede ser peligrosísimo, peor que una estampida de caballos asustados bajo la tormenta; de tal manera, esos oficiales pusieron sus autos y motocicletas obstruyendo el paso, la llegada de los inconformes con el gobierno. Incluso desoyeron la petición educada, cortés, de parte de algunos manifestantes para que quitaran de su paso a los automotores y fue cuando los mismos ciudadanos procedieron a desplazar los obstáculos, pero dichosamente no se encendió “la llama” del enojo desbocado y violento y todo continuó transcurriendo pacíficamente. Era el mediodía cuando los miles de costarricenses se detuvieron frente a la Casa Gubernamental, resguardada por policías, en especial por mujeres del Ministerio de Seguridad Pública, un detalle agradable, pues, en el lenguaje silente eso significa que la naturaleza pacífica de la marcha no peligraba siquiera para los cuerpos policiales femeninos que resguardaban a la sede del Estado.

 

Una misiva para Rodrigo Chaves

 

            “No nos interesa reunirnos con el Presidente”, dijo uno de los dirigentes al ser interrogado por los periodistas, en principio porque el único interés es demostrarle al mandatario la enorme molestia que hay en el pueblo de Costa Rica por el sesgo que le va imprimiendo a su gestión ejecutiva. “La única intención de la gran marcha nacional era reunir al pueblo y demostrarles a las autoridades que hay molestia,” explicó otro de los manifestantes.

            En acto seguido, se le dejó en la Casa de Gobierno una carta en la que le expresaron a Rodrigo Chaves la enorme cantidad de problemáticas que envuelven al país y su pueblo en la actualidad. Fue firmada por los sindicalistas y las organizaciones costarricenses participantes en la manifestación. La misiva trataba de los temas sociales, económicos, de justicia tributaria, la grave situación de los agricultores, de los pescadores artesanales, de la educación, la corrupción (mal endémico de América Latina), la inseguridad ciudadana, la alta tasa de criminalidad, junto a propuestas claras, directas y concisas. 

            Quizás temeroso por desatar la furia de los presentes y que hacían la multitud, el mandatario Rodrigo Chaves Robles evitó dar la cara y no salió a los jardines de la residencia gubernamental; pero no perdió la oportunidad para responder a los marchantes con este argumento: “Dentro de la gran lista que ellos se están manifestando, algo que ellos llaman Estado de Derecho, vean qué coincidencia: posicionan a Costa Rica como el segundo país más avanzado, luego de Uruguay, de tener el Estado de Derecho más fuerte de América Latina. Compartamos la celebración." Invitó el presidente.

 

            En lo que estriba a los dirigentes que encabezaron la manifestación de miles y miles de ciudadanos disconformes con el accionar del gobierno de Chaves, Albino Vargas, reconocido Secretario General de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), fue claro en afirmar que vendrán otras marchas como la que estábamos observando y así lo hizo escuchar: “El llamado es bueno. Va a ser mejor en las próximas, porque siguen próximas. Es fruto de una articulación sectorial. Esta unión deja en evidencia que hay molestia. La política del miedo aún funciona, habría el doble o triple (de participantes que se abstuvieron por temor a sus patronos), pero esto va a generar confianza. Él (el presidente de la República), va a llegar a la mitad de su mandato con una crisis impredecible.” Vaticinó.

           

            A manera de recapitulación: una de las mayores problemáticas que enfrentan los costarricenses hoy en día, se fundamenta en la atención en los hospitales, las largas listas de espera de los pacientes, quienes requieren de una operación. Muchos de ellos han muerto sin ser atendidos –según hemos reseñado en las líneas de arriba-, lo cual revela la mala gestión que se está haciendo por parte de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS). Junto a este severo inconveniente, la inseguridad en las calles, caminos y carreteras de las ciudades y poblados del país, donde la delincuencia está asesinando mediante la acción de sicarios, todos los días, dejando imágenes impactantes que son transmitidas por la televisión en los telediarios. Finalmente, la carestía de la vida que ha convertido a Costa Rica en una de las naciones más caras del continente americano y que dificulta, obviamente, el diario vivir de su población, que cada vez se empobrece más y más.

           

            Según Carlos Rodríguez, directivo del Consejo de la Universidad de Costa Rica, en una síntesis de lo que ha significado esta marcha ciudadana, “esta es una manifestación muy importante -dijo-, porque reúne a todos los sectores sociales del país. Hemos estado sufriendo una serie de políticas (de parte del actual gobierno), que van en contra de los sectores educación, salud y productivo; por lo tanto, llegó el momento de que el pueblo de Costa Rica se manifieste de manera pacífica.” Puntualizó.

 

            Al final, la pregunta que nos sirve de conclusión, es: ¿Habrá hecho “mella” en el alma del presidente Rodrigo Chaves la gran movilización que hemos descrito o solo sirvió para que el mandatario la olvidara y descartara cualquier solución al disgusto general del pueblo que lo eligió para el alto cargo que ahora ostenta? Si no es así… habrá consecuencias, sin duda alguna; y posiblemente no tan pacíficas como se observó en esta convocatoria.


En Argentina,

Javier Milei “se Dispara en el Pie” y Corre el Riesgo de Resultar Derrotado

en el Balotaje

 

BUENOS AIRES-Lo que iba a parecer “un juego de niños” se convirtió en una gran sorpresa y una gran frustración para el impresentable Javier Milei, el extravagante y estrafalario candidato a la presidencia de este país, quien vio detenidas sus aspiraciones de llegar “de un solo golpe” a la Casa Rosada, sede del gobierno argentino, porque el peronista y actual ministro de Economía (¡!), Sergio Massa, le ganó “el primer round” a este raro personaje salido de los paneles de la televisión, donde era invitado para que “echara fuego por la boca” y dijera lo que nadie se atrevía decir, en contra de los políticos tradicionales.

            No cabe duda de que Argentina es un país sui generis por su historia, su pasado, su presente, sus personajes, su derrotero diario, sus “producciones” en múltiples campos -especialmente en la cultura popular-, por su pasión desenfrenada por el fútbol, deporte al que convierten en algo más que una religión; y, como suceso expreso, en la política, que viven un poco menos apasionados que el balompié, pero que la sufren, se deleitan, se complacen en ella y mueren también por ella. Y un rasgo trascendental en este país, de gente que habla gritando y haciendo gesticulaciones que traspasan hasta lo ridículo –quizás por ingerir esa hierba extraña a la que llaman “mate”-, se fundamenta en que casi todos sus políticos han sido personajes de fábula, excéntricos, histriónicos y basta con que hagamos un breve repaso por estos, desde Eva de Perón –a la que consideran “santa”, aunque ello no les detuvo para que le cortaran las manos dentro de su féretro y las desaparecieran-, hasta el candidato actual, Javier Milei, con su cabellera que se niega a ser tocada por un barbero desde hace meses; y vemos en él mucho de esquizofrenia y también mucho de peligro para lanzar al país por el desaguadero o el despeñadero.

 

Un museo de “piezas vivas”

 

            En el devenir de la política argentina y de los argentinos, podemos comenzar por recordar a los políticos con una apariencia y un comportamiento decente, centrado y representativo del cargo que les fue depositado por el pueblo en las votaciones: Raúl Alfonsín (el primero de ellos después de la criminal dictadura militar); Mauricio Macri y ahora, podría ser Sergio Massa, quien, a pesar de ser un pésimo ministro de economía, que tiene a la nación hundida en la hiperinflación, es un individuo que, de frente a la comunidad internacional, no avergonzaría a nadie con “su facha”, según dicen los italianos.

            Aparte de estos tres que hemos mencionado, la Casa Rosada ha estado ocupada por una lista de personajes que han tenido la apariencia de payasos de circo, que han perdido el rumbo de regreso a la carpa de donde salieron. Recordamos a Saúl Menem, con sus largas y feas patillas pintadas de canas en el medio y con las puntas del color de su cabello, todo un personaje de pésima película de horror, de esas que pasan tarde por las noches, o “un Drácula enano”, como le definió alguien en una ocasión; Néstor Kirchner, con su elevada estatura física y sus ojos disparados cada uno en dirección opuesta; su esposa, Cristina Fernández, la dictadora, una auténtica ridícula, con su alma llena de deshonestidad y sus muecas faciales en las que desorbita los ojos (hay una fotografía donde quiso imitar a Eva Braun, la esposa de Hitler), acompañada por gesticulaciones exageradas y ese acento al hablar, cansino y sumamente estrafalario. Y ahora, para no ahondar en otros individuos, ha aparecido Javier Milei, quien reúne en su sola personalidad a toda una película de cómicos de los años 40 y 50 del cine en blanco y negro. ¡Y pensar que éste quiso ser el presidente de este extenso país, en el que todos sus ciudadanos se “apelotan” en la margen sur del Río de La Plata, con el afán de ser “porteños” y luego “internacionales”!

            Lo cierto, la única verdad evidente, es que todos ellos parecen ser un museo de cera, sumamente cómico y recargado de piezas vivas que utilizan la comunicación verbal (hablada), para vomitar lo que quieren vomitar, en peroratas extensísimas en las que solo ellos pueden hablar y no permiten que nadie más exponga algo contrario o a favor de… Un español publicó en uno de los principales periódicos de España, al pie de un reportaje sobre Argentina, este cintillo que define a los argentinos con bastante precisión: “Ese país de locos…” Dijo el lector de ocasión.

            Yendo a lo concreto, este domingo recién ido (22.X.2023), acudieron en masa los argentinos a los centros de votación y se decantaron sorpresivamente por Sergio Massa, el actual ministro de Economía del gobierno que tiene siempre a la Cristina de Kirchner mandando sobre todas esas cabezas incapaces de pensar por ellas mismas y que, además, tiene a la nación hundida en el endeudamiento externo e interno y sufriendo una altísima inflación que redunda en la pobreza y el casi nulo poder adquisitivo de la moneda, el peso. Lo cierto es que el triunfo de Massa fue sorpresivo hasta para sus propios compañeros en el Gabinete gubernamental y posiblemente Cristina Fernández de Kirchner volvió a frotarse las manos, ya que es aliado suyo en la coalición de gobierno y un triunfo suyo, difícilmente la enviaría a los tribunales de justicia, tal y como Milei ha prometido. Por otra parte, este triunfo ha “resucitado” al peronismo tan venido a menos, debido a los largos des-gobiernos de la Kirchner.

            Sin embargo, el fenómeno que se presentó aquí nos hace cuestionarnos: ¿Por qué un supuesto economista, de esos que abundan hoy en día en América Latina, que tiene hundido a su país en las finanzas públicas y de cada ciudadano, ganó las elecciones del domingo, aunque el porcentaje no le alcanzó para llegar a la Casa Rosada, y recibió el apoyo de las mayorías de sufragantes? La respuesta aparece en la misma personalidad de su adversario Javier Milei y el inmenso temor que ha despertado en los argentinos comunes y corrientes (aunque ninguno se considere “común y corriente” sino “personajes internacionales y europeos”), quienes, en apariencia, han aprendido del pasado reciente con los payasos que han subido al poder, en los casos de Eva Perón (detrás de su esposo Juan Domingo), Carlos Saúl Ménem y Cristina de Kirchner, todos ellos estrafalarios, histriónicos y lo peor de todo, han despedazado y se han robado poco a poco lo que había en el Estado. Javier Milei parecía el peor de todos. Una frase muy repetitiva en este subcontinente después de todos los comicios nacionales y que dicen los votantes para explicar sus decisiones es: “Voté por el menos malo” y eso es justamente lo que ha sucedido en Argentina.

            En todo caso, ambos irán al balotaje o segunda ronda este próximo 19 de noviembre, ya que, como hemos dicho, ninguno alcanzó el 40 por ciento de los votos que exige la Constitución. Un analista simplifica así lo acontecido: “¿Cómo se explica lo sucedido? Massa encarna, al mismo tiempo, cambio y continuidad, además de moderación, frente a la desmesura de Milei. La gente no lo ve como a un candidato de Unión por la Patria (el movimiento político de Massa), ni ve en él a Cristina Kirchner.” El periódico La Nación, el de mayor tiraje en este país, indica: “Con un gobierno complicado, con una economía totalmente descalabrada y el dólar por las nubes, es realmente un milagro lo que ha logrado Sergio Massa, consiguiendo, no solo entrar en el balotaje, sino quedar como mejor, el mejor posicionado para la elección que viene, con la posibilidad de sumar los votos de la izquierda de Bregman y de centro de Schiaretti (los otros dos candidatos que quedaron abajo en las votaciones).”

            Otras voces de analistas afirman que la aparición de Milei en el escenario argentino, suscitó muchos temores por sus propuestas extremas, como cerrar el Banco Central o cambiar radicalmente al sistema educativo actual, junto a enfrentamientos dialécticos internacionales con socios de Argentina, en el caso de los chinos y los brasileños. A esto hay que añadirle su discurso descarnado, violento y sumamente irrespetuoso contra todo lo establecido y por establecer; incluso trascendió al plano de las relaciones bilaterales con Chile, cuando criticó a los chilenos el haber llevado a la presidencia a su mandatario Gabriel Boric, de extrema izquierda. Ello causó la reacción inmediata del Ministerio del Exterior de Chile, en legítimo reclamo por sus exabruptos. En otras palabras, su verbo nada refinado e incendiario “hizo que el mismo Javier Milei se disparara en el pie” y lo hiciera en perjuicio de su propia candidatura y triunfo.

            Para Susanne Käss, directora de la Fundación alemana Konrad Adenauer, sede en Buenos Aires, “muchos ven en Milei la encarnación de la ira y la decepción con las élites gobernantes y con el sistema, y, sobre todo, con la corrupción. Lo han votado muchas personas jóvenes que ya no tienen nada que perder. El peronismo (de Massa), arrasó con la economía del país y Juntos por el Cambio tuvo su oportunidad con Macri, pero no supo aprovecharla. Una gran mayoría de los argentinos tienen miedos existenciales por la grave crisis y algunos esperan que una política económica liberal los salve. Por eso, muchos optaron por Milei (y) pensaron: es loco, pero mejor un loco que un corrupto.” Acentúa.

Otra síntesis de lo ocurrido en las elecciones nacionales argentinas, señala: “Las primarias fueron una discusión sobre cambio o continuidad, pero como Milei se transformó en un protagonista de la primera vuelta, la discusión pasó a ser ‘mesura o desmesura.’” Aunque viéndolo bien, la desmesura financiera o las políticas erráticas llevadas a cabo por Massa desde el seno del gobierno actual, responden a la peor desmesura que pueblo alguno puede tener sobre sus espaldas. Aun así, le dieron el espaldarazo y tiene altísimas posibilidades de convertirse en el próximo presidente de este país ciertamente distinto de América Latina (nó de Europa como aseguran sus habitantes), pero que es diferente en cuando al despropósito y los yerros de su devenir histórico.

Es cuando la misma Susanne Käss echa un vistazo hacia el futuro inmediato en relación con el próximo gobierno: “(…) le espera una tarea hercúlea. Desde mi punto de vista, Europa debería mirar muy de cerca a Argentina, porque este país es un socio muy importante para Europa, sobre todo por su gran potencial en el área de la producción de alimentos y energía. Y por supuesto, Argentina es un socio clave para impulsar la ratificación del acuerdo de libre comercio Unión Europea-Mercosur. Es un país muy inclinado hacia Europa, más que su gran vecino, Brasil. En este sentido, creo que Europa debería tener un gran interés en la estabilidad de Argentina. Por eso me preocupa mucho la gobernabilidad en Argentina en los próximos años y me temo que el panorama es bastante desolador.” Vaticina con un alto grado de pesimismo la funcionaria alemana.

 

Otros factores para tomar en cuenta

 

            En “el cuartel de campaña” de Javier Milei, éste ocultó su pesadumbre, su dolor, por no haber derrotado de un solo golpe a su oponente, el errático ministro de Economía de uno de los peores gobiernos que ha tenido su país, cual ha sido el de Cristina Kirchner y su marioneta Alberto Fernández, un mandatario sin poder, pues “el cetro” le pertenece a su “patrona” la Kirchner. Y fuera de toda lógica y realidad, Milei, frente a sus partidarios aseguró que “he derrotado a la mafia en el poder, al no permitir que Massa ganara en primera ronda electoral.” Aseguró también que será presidente de Argentina sin duda alguna, luego del balotaje de noviembre próximo. Por su parte, Sergio Massa dijo que lo llamaron casi de inmediato varios gobernantes del mundo y que les aseguró que Argentina va a seguir un camino previsible, cercano siempre a los Estados Unidos y al mundo empresarial.

            Los expertos le ven como el ganador sin apelaciones en la segunda ronda, porque le será fácil sumar los votos que necesita y que se los darán aquellos que votaron por los candidatos derrotados; mientras Milei llegará al balotaje arrastrando la derrota reciente en la primera cita electoral. Además, Massa es dueño de un discurso tranquilizador, nada incendiario como el de su oponente; tiene más “facha” de estadista, de una imagen respetable de frente al “espejo” internacional. Sus palabras, después de haber conocido los resultados, las dirigió a los votantes de la izquierda de Myriam Bregman y a los del centro, de Juan Schiaretti, apelando al entendimiento, a la comprensión y a la unidad de los argentinos. Prometió así mismo, “tranquilidad” y “seguridad.” Un triunfo suyo representaría la calma para los mercados y posiblemente el descenso de la inflación, en un país donde el dólar estadounidense se cotiza actualmente en 1,300 pesos. Una barbaridad a todas luces. Y mientras Sergio Massa da tranquilidad –a pesar de sus enormes errores en el seno del actual gobierno-, Milei es extremista, impulsivo, divisor, obliga al rechazo de muchos votantes y lo peor se fundamenta en que, tanto en su vida privada como pública, es “un perfecto desparpajo”, no solo por su discurso malsonante y disparatado, sino por sus creencias, costumbres y preferencias vivenciales, confrontadas con la rectitud y la cordura.

            En todo caso, los argentinos no tuvieron dónde elegir: o era el desastroso ministro de Economía de Cristina Kirchner o los desplantes histriónicos de Javier Milei… Fue cuando se decantaron por el menos compulsivo, el menos violento y el menos imprevisto, aunque con un bagaje financiero bastante deplorable.

            Ante la pregunta sobre las posibilidades de triunfo de Javier Milei en este próximo mes de noviembre, hemos de decir que surge inevitablemente la figura de Patricia Bullrich, la candidata que quedó en tercera posición en estas elecciones del domingo anterior. Esta mujer ha sido totalmente diáfana al decir que no colaborará de ninguna manera con el kirchnerismo que representa Massa y pedirá los votos a favor de Milei, a pesar de que la ha insultado fuertemente en el pasado: “Pero… si Milei la descubrió en público, diciendo que es montonera (guerrillera comunista), que puso bombas, que mató gente, que es un peligro, que es una borracha. ¿Qué hacemos, le creemos a Milei? ¿Qué le pasa a esta mujer si Milei dijo también que ella es parte de ‘la casta’ o Milei también es parte de la casta? ¿Esta mujer tiene miedo de quedarse sin sueldo, sin plata dulce…?” Se preguntó un argentino en el periódico El Mundo, de España, en referencia a Bullrich.

            Ahora, todo es premura, carreras vertiginosas contra el tiempo para atraer a los votantes de los partidos que han quedado fuera del balotaje y para ello, utilizar el mejor discurso posible. La misma noche cuando se dieron los resultados de los comicios, los dos candidatos comenzaron con “la gran cacería” de ciudadanos que los podrían apoyar eventualmente. Es por esa razón que los 6,2 millones de argentinos que votaron por la ex ministra de Seguridad, Patricia Bulrich, representan una cantidad harto importante para Milei en particular, quien ha dirigido su mirada hacia ellos. Un ejemplo de lo anterior, lo dio Massa al solicitar el mismo domingo por la noche, el sufragio de los radicales (los mismos de Raúl Alfonsín), y lo hizo de esta manera: “Quiero hablarles a esos miles de radicales que comparten con nosotros valores democráticos como la educación pública y la independencia de poderes. Voy a hacer el mayor de los esfuerzos en los próximos 30 días para ganarme su confianza.”

            Javier Milei, por el contrario, no pierde tiempo en los radicales, a los que desprecia abiertamente, en principio porque apoyan a Sergio Massa, pero ha dirigido su mirada hacia los votantes de Bullrich, a quienes considera más “puros y duros” y más cercanos a quedarse con él; y si sucede de esa manera, Milei tendrá suficientes números a favor para convertirse en el presidente de la República, porque son nada menos que 6,2 millones de sufragios a su favor. Todo parece que se está perfilando como él lo desea, más todavía cuando la propia Patricia Bullrich, la tercera en las elecciones recién acaecidas y representante del partido de Macri, ha asegurado que “cuando la patria está en peligro, todo está permitido. Tenemos la obligación de no ser neutrales. Nuestra decisión es unilateral, no hubo negociación con Milei,” a quien apoya irrestrictamente de cara a la segunda ronda.

            De hecho, Bullrich, en la misma noche del día de las elecciones, manifestó que su único objetivo era acabar con el populismo representado por Massa y el peronismo; aunque para tal cometido tuviera que unirse a Javier Milei, quien ya la había insultado por los medios electrónicos de comunicación, al llamarla “montonera tirabombas”, por su pasado como guerrillera en los años 70, dentro del grupo marxista-leninista Montonero; incluso la acusó por haber asesinado niños en un Kindergarten. También la insultó diciéndole “mugres, escoria y zurdos de mierda (por el izquierdismo de esta dama y su grupo).” Y a pesar de todos esos exabruptos, Milei mismo le solicitó a Patricia Bullrich que “pasara la página”, que olvidara los ataques verbales, los fuertes agravios y se unieran ambos en un solo bloque contra el ministro de Economía de Cristina Kirchner, el candidato ganador de los recientes comicios, Sergio Massa. Y este miércoles, la señora Bullrich dijo que “nos hemos perdonado mutuamente” después de haber charlado en privado y luego de que Milei la instara, por las redes sociales, a dejar atrás tanto desencuentro entre los dos. Es evidente entonces que a Patricia Bullrich le atrae el discurso y la postura radical de Javier Milei, que está orientado en “exterminar a la casta política, dolarizar la economía, armar a los civiles y promover la venta de órganos humanos incluso.”

            No obstante, la estrategia de cara al balotaje en las tiendas de Milei, parece estar cambiando conforme pasan los días y hay quienes aseguran que “ha guardado la motosierra” con la cual amenazó a sus enemigos políticos y ahora se muestra más conciliador, “con aires de seducción.” Otros dicen que “el león –con el que se hace representar Milei-, ya no muestra los dientes” y ha bajado los decibeles de “sus rugidos.” Sin embargo, la misma noche del domingo que resultó fatídico para él, dijo a sus seguidores: “Vengo a dar por terminado el proceso de ataques y hacer tabula rasa para terminar con el kirchnerismo. Más allá de nuestras diferencias, tenemos que entender que enfrente tenemos una organización criminal,” en clara alusión al actual gobierno.

            Días después, se dedicó a recorrer diferentes medios de comunicación, estaciones de televisión y radio, donde ofreció puestos de gobierno a sus enemigos recientes, con tal de ganarse su apoyo ante el inminente balotaje. Incluso, de Patricia Bullrich dijo que había hecho una excelente gestión como ministra de Seguridad y ofreció sumarla a un eventual Gabinete suyo, en el caso de que gane las elecciones de noviembre, aunque, primeramente, tendrá que ser perdonado por los seguidores de esta señora, debido a los insultos que les lanzó hace pocas semanas, entre los que se le escuchó decirles ladrones, terroristas y asesinos; y fue más allá al decirle a los comunistas argentinos que pertenecen a una ideología “que mató a 100 millones de personas. Con los zurdos de mierda no hay que negociar nada de nada”, repitió incansablemente cada vez que se le cuestionaba al respecto. Pero ahora les ha ofrecido un eventual Ministerio de Capital Humano, con el que piensa terminar con los ministerios actuales de Educación, Salud, Trabajo y Desarrollo Social y ha dicho en su defecto: “Las personas de izquierda son las que más saben sobre capital humano (¡!).” Increíble este discurso en una persona que se ha mostrado intolerante desde el primer día cuando fue invitado a un panel de la televisión; y la respuesta de los seguidores de Bullrich lo instan para que pida disculpas a la excandidata y que “lo personal tiene que estar por debajo del interés general, que es que Argentina salga adelante”, han expresado dirigentes de la izquierda.

            La verdad es que Javier Milei ha cambiado un poco el tono de sus aseveraciones incendiarias y ya no toca los temas de aniquilar a toda la casta política, de dinamitar el Banco Central, dolarizar la economía ni legalizar la portación de armas en poder de los ciudadanos comunes, porque ahora su consigna es “libertad versus kirchnerismo” y con ese slogan ha arrancado esta etapa suya dentro del proselitismo en Argentina. Lo extraño será ver a un radical de ultra derecha, uniéndose con ex montoneros, los ex guerrilleros marxistas, quienes, indirectamente, causaron la llegada de la Junta Militar al poder con todas las consecuencias que todos recordamos.

            El próximo 19 de noviembre todo quedará saldado. Y eso lo saben Milei y Massa. Los argentinos también lo saben…


Pedro Sánchez, Presidente de España, Sigue Empecinado en Pactar con el Partido del Separatista Catalán Carles Puigdemont

 

Manifestaciones masivas en todo el país le recriminan su tozudez

 

MADRID, España-Sigue estancada esta nación en el aspecto gubernamental, ya que ni el actual presidente, Pedro Sánchez, ni su opositor acantonado en el Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, han logrado concertar alianzas con otros grupos para alcanzar el porcentaje de votos que les exige la Constitución y formar gobierno finalmente. Pero lo más deleznable es el caso de Sánchez quien no se detiene en su intención de pactar con el prófugo de la justicia, Carles Puigdemont, exiliado en Waterloo, Bélgica, a raíz de su intento de separar a su natal Cataluña del resto de España. Esa intencionalidad inmoral de parte de Sánchez, la gran mayoría de los españoles se la reclama y por esa razón, decenas de miles de personas se concentraron en la Plaza de la Cibeles y sus alrededores, en el centro de esta Capital, para manifestarse en contra de Pedro Sánchez precisamente.

            La muchedumbre fue convocada por una centena de asociaciones que marcharon bajo el lema, “Por España, la democracia y la Constitución.” Fue evidente la presencia de dirigentes del Partido Vox, de extrema derecha, con Santiago Abascal a la cabeza; del PP, con Dolors Montserrat, portavoz del Parlamento Europeo; de Ciudadanos, con Inés Arrimadas; el filósofo Fernando Savater y el escritor Andrés Trapiello, entre muchos más.

            El clamor general se dirigió en contra del presidente de España, Pedro Sánchez, a quien la muchedumbre gritó reiteradamente: “¡Sánchez dimisión! ¡Sánchez a prisión! ¡Sánchez dictador!” A estas personas, el mandatario respondió que solo eran seguidoras del Partido Popular (PP), y por esa causa era el enfado contra él y su gobierno; pero la verdad se fundamenta en que asistieron miles de españoles, muchísimos de ellos sin pertenecer a ningún movimiento político y que solo deseaban demostrar su desencanto, su decepción y su repudio al actual presidente de la nación. Sánchez quiso minimizar la manifestación, pero su intento resultó burdo y desatinado.

 

Lo que reza el Manifiesto

 

            Allí, en la Cibeles, en el corazón de Madrid, fue leído el documento de rechazo a las políticas inmorales de Pedro Sánchez, siempre dispuesto a pactar con cualquiera (sea bueno o malo, sea honrado o nó), con tal de quedarse en el poder. Entre las principales líneas, el Manifiesto señala: “Diversos ejemplos a lo largo de la historia y, actualmente, la experiencia hispanoamericana, nos demuestran que no es necesario un golpe de Estado militar o violento, para convertir nuestros sistemas en una mera formalidad democrática, vacía de auténtico contenido. Los regímenes democráticos pueden mutar sin alzamientos militares a populismos colectivistas. Regímenes en los que la separación de poderes, el imperio de la ley, los derechos fundamentales o la libertad de empresa se convierten en meras caricaturas.” Por supuesto que estas definiciones se referían única y exclusivamente a la gestión gubernamental de Pedro Sánchez, a quien, la mayoría de los españoles (incluso de su propio partido, el Socialista Obrero Español, PSOE), quieren ver fuera de La Moncloa, sede del gobierno en España.

            La Asociación Neos, en la que se hallan varias personalidades de la política de este país, como el ex presidente José María Aznar y Jaime Mayor Oreja; o sino Unión 78, con Rosa Díez, afirman que “las actuaciones del gobierno de Sánchez revelan un plan de mutación constitucional oculto, que está siendo acordado con los representantes del populismo totalitario, los nacionalismos secesionistas (como los catalanes de Puigdemont), y los herederos del discurso del terror de ETA (la banda terrorista vasca).” Por su parte, Santiago Abascal, líder de la agrupación VOX, aseguró: “acudo, junto a miles de españoles, para manifestarme contra el peor gobierno de la historia de España, que ha pisoteado la Constitución, encerrando a los españoles (durante la pandemia), mientras suelta a violadores, terroristas y golpistas. Y hago un llamado a una movilización permanente y masiva hasta la expulsión del autócrata Pedro Sánchez, del poder.” En relación con sus palabras, es oportuno enfatizar y recordar que el actual presidente liberó a terroristas de ETA que estaban en las cárceles españolas, lo mismo a los separatistas catalanes.

            El secretario general del PP madrileño, Alfonso Serrano, vaticinó que “Madrid será la tumba del sanchismo el 28 de mayo,” fecha de las elecciones municipales y autonómicas; y la representante del Partido Ciudadanos, Inés Arrimadas, indicó que “los miembros de Ciudadanos acudimos orgullosos y sin complejos al acto de defender a España, la democracia y la libertad, frente a Sánchez.”

            La “gran marea humana” que se concentró en los alrededores de la Plaza de la Cibeles, en Madrid, fue realmente impresionante por su número y su manifiesto deseo de finiquitar de una vez y para siempre al pésimo gobierno del PSOE y de su presidente, el hiper-ambicioso y narcisista, Pedro Sánchez. En las pancartas y en los cánticos se podía leer y escuchar argumentos como: “Hable español”, contra la excarcelación de etarras, quienes “salen a la calle por la puerta de atrás, gracias a este gobierno.”

            Lo anterior obedece a la oposición a la actual administración de España; pero desde el ángulo de Pedro Sánchez y su partido, es evidente que su deseo de pactar con los catalanes agrupados en Junts y que están detrás del prófugo Carles Puigdemont, es una de las alternativas más indecentes e inmorales que se hayan visto a lo largo de vida de esta nación europea; y a pesar de toda la controversia que genera y de la repulsa casi general de los españoles de todas las denominaciones ideológicas, sociales y políticas, Sánchez mismo reconoce que pactar con los catalanes secesionistas “no deja de ser una forma de tratar de superar las consecuencias judiciales de la situación que vivió España, con una de las peores crisis territoriales de la historia de la democracia en el año 2017.” En palabras sencillas, significa que llegar a un acuerdo para formar gobierno, en el que los catalanes separatistas le darían a Pedro Sánchez sus votos, a cambio de indultarlos de las sentencias dictadas por los jueces por la sedición y la separación que quisieron efectuar en Cataluña, al intentar separarla del resto de España, sería burlarse de las decisiones de los jueces y sus sentencias.

 

Así van las cosas entre Pedro Sánchez y los separatistas

 

            Si hay algo claro en España en estos momentos, son las excusas y las incansables explicaciones que da Pedro Sánchez a los votantes, al pueblo español que tampoco se cansa de sancionarlo verbalmente y de señalarlo por su acercamiento a Junts, el partido catalán que preside y maneja Carles Puigdemont, el secesionista que debió estar preso hace mucho tiempo en una cárcel española y que por esas cosas raras de la vida, la Unión Europea (UE), y el gobierno de Bélgica, país donde está exiliado, no lo han entregado a la justicia española.

            Por ejemplo, Sánchez, en una de sus tantas justificaciones sobre su acercamiento a Puigdemont, ha dicho: “Tengo la determinación de afrontar una investidura real, para cumplir el encargo del Rey y el mandato de los españoles en las urnas (esto es una mentira, porque su partido, el PSOE, quedó atrás del PP en las recientes elecciones a nivel nacional), por contraposición a la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo. Los españoles han hablado, nos han dicho cuál es la representación parlamentaria de todos y cada uno de los grupos. El deber de todos los partidos es tratar de trabajar por entendernos (justifica su amistad con Junts en este trazo de su perorata), y lograr cuanto antes un gobierno en España. Y en eso estoy (pactando con los separatistas catalanes, obviamente).”

            Añadió que no puede dar ningún adelanto a la prensa ni al resto de la población, acerca de su entendimiento con los catalanes de Puigdemont, porque no hay nada en concreto todavía: “Yo no puedo anticipar un acuerdo hasta que no se produzca ese acuerdo, porque estamos en plena negociación. Lo que sí puedo garantizarles a los españoles es que va a haber un acuerdo, cuando se produzca, absolutamente transparente y público, y que el objetivo es bien sencillo: hacer lo que hemos venido haciendo durante estos últimos cinco años, políticas de progreso y de convivencia, en el marco de la Constitución.” Es decir, de estas palabras se desprende que ha seguido conversando con los separatistas catalanes y solo está “limando” algunas asperezas para allanar el camino que producirá al final su investidura como presidente de España, gracias al apoyo de los separatistas y a cambio de concesiones inmorales en el marco de la amnistía para todos los sediciosos. Entonces el cabecilla de esta revuelta que quiso separar a Cataluña del resto del país, Carles Puigdemont, podrá retornar a España sano y salvo, al margen de las sentencias de los jueces que pidieron su encarcelación y podrá volver a trabajar por la separación definitiva de Cataluña, nuevamente y gracias esta vez, a Pedro Sánchez.

            Apelando a su característico cinismo, conocido por todos en España, Sánchez insistió en que el acuerdo que logre con Junts, quedará validado por el Congreso: “Todos los acuerdos a los que llegue con las formaciones independentistas catalanas estarán dentro del marco de la Constitución y se verán además validados por el Poder Legislativo, con una mayoría en el Congreso. E incluso, si quieren ser recurridos ante el Tribunal Constitucional por parte de la oposición, también serán validados por el Tribunal Constitucional. Plena normalidad democrática.” Según notamos, no niega su relación amistosa con los catalanes que quieren partir en dos a España y a quienes tendrá que darles mucho a cambio, porque la ayuda de dichos catalanes no será gratuita indudablemente.

            Y para muestra de lo que afirmamos, Oriol Junqueras, uno de los líderes más radicales del separatismo, quien pertenece al Partido Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), ha elevado el precio de la ayuda a Pedro Sánchez, con tal de que siga siendo el mandatario de los españoles. Mantuvieron una conversación telefónica bastante distendida y entre amigos, ya que fue Sánchez mismo quien indultó o sacó, mejor dicho, a Junqueras de prisión, luego de que los tribunales de justicia lo condenaron a 13 años de cárcel por haber querido la separación de Cataluña del resto de España. Un comunicado emitido desde la sede de ERC ha informado que “la conversación fue una muestra de cordialidad y respeto mutuo y un paso más hacia la normalidad política y Junqueras ha trasladado a Sánchez la necesidad de avanzar en la negociación de las principales demandas que han puesto sobre la mesa los republicanos (a cambio de la investidura suya en La Moncloa). Igualmente, el presidente de los republicanos ha valorado la importancia de los avances en clave política, social y anti-represiva, fruto de los últimos años de negociación política entre ambas formaciones (…).” Así mismo, acordaron continuar con el diálogo mediante los dos equipos negociadores; y después Pedro Sánchez se reunió en el Congreso con Gabriel Rufián, congresista de ERC, para tratar de lleno el tema de la investidura. Como vemos, Sánchez pacta con casi todos los grupos separatistas catalanes, aparte del Junts, de Puigdemont, pero a todos tiene que concederles algo o mucho a cambio, en aras de ser investido presidente de España.

            El encuentro con Rufián, en Madrid, en la sede del Congreso Nacional, ha quedado en el mayor de los secretos; aunque se sabe que hay tres carpetas que abarcan ese posible acuerdo y que tratan sobre la amnistía, votar para que el problema del separatismo catalán se solucione en las urnas, reducir el déficit fiscal de Cataluña y el traspaso de la gestión de los trenes de cercanías de Rodalies, ya que, en opinión de Gabriel Rufián, es un servicio indigno por sus múltiples y constantes averías que prácticamente suceden a diario en perjuicio de los usuarios catalanes que viven o se desplazan por esa comarca. “Son condiciones exigentes, pero razonables y no lo pedimos como partido –aclaró Rufián-, sino como país porque trasciende nuestras siglas. Los votos de ERC se sudan. ERC está negociando por la investidura y no por la legislatura. Quien crea que puede pactar con ERC la legislatura, desconoce a ERC.” Concluyó.

            Eso es parte del precio que debe pagar Pedro Sánchez, si quiere que los catalanes separatistas le den su apoyo para que pueda continuar al frente del gobierno de España. Nada es gratis en la vida, según se observa.

            En lo que estriba a Carles Puigdemont, se supo recientemente que convocó a la cúpula de su partido Junts en el sur de Francia, ya que no puede ingresar a España, so pena de ser detenido por la policía y llevado a purgar la cárcel que se le tiene preparada desde que intentó separar a Cataluña del resto del país. Ese encuentro con los partidarios suyos, fue con la intención de informarles el derrotero que llevan las negociaciones con Pedro Sánchez, de cara a la investidura suya como presidente español.

            El diario El País así ha narrado el encuentro entre catalanes: “Sin arriesgarse a entrar en España por si le arrestan debido a su condición de huido de la justicia española, Puigdemont se hace fuerte en el sur de Francia. Viaja de manera frecuente a la comarca del Rosellón y desde ahí, a escasos kilómetros de la frontera, tiene acceso directo y personal con su grupo de confianza dentro del partido. Se trata de un corro reducido, donde en estos momentos juega un papel protagonista el letrado Gonzalo Boye. El abogado presta asistencia al expresident (de la Generalitat catalana), sobre los términos que debe incluir la amnistía que pacten los independentistas con el gobierno (de Pedro Sánchez).”

            Lo que ha trascendido de dicha reunión, ha sido la petición de Puigdemont a sus seguidores en Junts, para que mantengan un perfil bajo mientras acontecen las negociaciones para favorecer la investidura. Considera necesaria dicha actitud para tener libertad de movimientos a la hora de condicionar el sentido del voto de los siete diputados de Junts, que, eventualmente, beneficiarán a Pedro Sánchez. Otros detalles que se tocaron en la reunión en suelo francés, no trascendieron a la prensa y se mantuvieron en estricto secreto, por petición del mismo Puigdemont.

            Tal y como observamos a lo largo de este reportaje, las negociaciones de Pedro Sánchez, en aras de obtener el apoyo que necesita para su investidura como presidente de España, siguen “viento en popa” con los separatistas catalanes, con esos políticos que quieren a Cataluña fuera del territorio español y que se convierta en “el país soñado” de gran parte de los catalanes. Será una investidura del candidato del PSOE, Sánchez, que involucrará concesiones de su parte y que los separatistas, tanto de Esquerra Republicana como de Junts, llaman “Amnistía”, un paquete de beneficios para los sediciosos que retrata “de cuerpo entero” a Pedro Sánchez, un tipo que es capaz de regalar a su propia hermana (si la tuviera) a unos mercaderes de paso, con tal de beneficiarse él mismo con el trueque inmoral y vergonzoso. Los españoles están conscientes de que esas negociaciones con los catalanes solo desgracias traerán a España y comprenden que Pedro Sánchez las efectúa abiertamente, a plena luz del día, porque es un individuo sin escrúpulos, sin vergüenza alguna y con una ambición del tamaño de Los Pirineos, que le supera a él mismo. A Sánchez no lo mueve España, su amor por el país, ni por los españoles, sino que lo impulsa su egolatría, su narcisismo y su delirio sin parangón por mantenerse en el poder, aunque para ello tenga que pactar con el mismo Satanás, el Príncipe de las tinieblas y del mal.


La Presidencia de España Depende de un Delincuente en Fuga, del Catalán

Carles Puigdemont

 

MADRID –¡Inaudito! ¡Jamás imaginado por nadie en la existencia que tiene España como nación, y a lo largo de su historia! Al lado de un delincuente confeso (Carles Puigdemont), en clara huida de la justicia española que lo requiere para juzgarlo, hay un presidente en funciones (Pedro Sánchez Pérez-Castejón), totalmente desprestigiado, que no tiene principios morales y que dejan su megalomanía (ansiedad desmesurada por el poder), al descubierto, y con base en esa enfermedad emocional, le ha hecho negociar con el delincuente refugiado en Bélgica -propiamente en Waterloo-, la investidura que le permitiría seguir al frente del gobierno español. Es decir, la realidad de Sánchez pone también en alto relieve aquella máxima de Niccolo Macchiavelli de que “el fin justifica los medios” y no importa cuáles sean esos medios para continuar en el poder de esta nación europea.

 

            Para ubicarnos en el contexto, debemos repasar un poco lo acontecido en España en los últimos meses, exactamente durante el domingo 23 de julio del presente año del 2023, cuando se efectuaron las elecciones a nivel nacional, con dos contendores principales: el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en el poder, con su candidato el actual presidente, Pedro Sánchez; y el Partido Popular (PP), con Alberto Núñez Feijóo, a la cabeza de ese movimiento político. Los resultados no pudieron ser más sorpresivos, debido, en parte, a la sorpresa que dio el PSOE, al que se consideraba antes de las votaciones, iba a perder los comicios mediante una auténtica “paliza” debido a la mediocre gestión gubernamental llevada a cabo por Sánchez durante los años que ha permanecido en La Moncloa, sede del gobierno español. Pero no fue así. Ciertamente perdió estas decimosextas elecciones que se han dado durante el período democrático, desde la muerte de Francisco Franco, el último dictador que tuvo España. Lo anterior quiere decir que el PP resultó vencedor, unido a Vox, el partido de la ultraderecha, pero no obtuvo la mayoría de votos para gobernar. Los perdedores fueron el PSOE y Sumar, ambos movimientos de las izquierdas, que, lógica y aritméticamente, tampoco lograron mayoría para formar gobierno. De tal manera, ambos tendrían que buscar nuevos “socios” para tener el porcentaje idóneo y alcanzar el Palacio de Gobierno o mantenerse en él, según sea visto desde la perspectiva de cada partido.

 

Porcentajes, alcances y demás…  

 

            Las cifras frías logradas por ambos son como siguen: el Partido Popular (PP), obtuvo 136 escaños en el Congreso y un 33 por ciento de los votos; el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), 122 diputados y un 31,7 por ciento de los sufragios. Evidentemente la distancia numérica entre el uno y el otro ha sido ínfima, de ahí que la prensa española haya titulado en algunos casos: “Elecciones de Infarto.” Y la otra verdad sea dicha: muchísimos ciudadanos, analistas, políticos, observadores extranjeros y periodistas, daban por un hecho que el PP iba a ingresar triunfante en La Moncloa, pero no fue así desgraciadamente para el pueblo ibérico, pues Sánchez, además de no cumplir con las expectativas básicas, es un individuo “no recomendable” en ningún sentido y para ningún propósito sano, justamente por sus características de personalidad que le delatan como un ser extremadamente ambicioso (lo más evidente en él), con sed insaciable de poder (megalomanía), capaz de negociar con el mismísimo demonio si ello le resultase beneficioso, tendiente a la izquierda (amigo de dictadores criminales como el de Cuba, Nicaragua y los mismos españoles ubicados dentro del marxismo-leninismo) y, por supuesto, una convincente incapacidad para gobernar apenas regularmente a esta y a cualquiera otra nación.

 

            Retornando a los resultados de los comicios, la tercera fuerza fue Vox, de extrema derecha (franquista), que logró 33 diputados (perdió 19 de los que tenía antes en el Congreso), y apenas con el 12,4 por ciento de los votos. La cuarta fuerza fue Sumar, que logró 31 escaños diputadiles y el 12,3 por ciento de los sufragios.

 

            Para que los dos partidos mayoritarios puedan acceder al Palacio de Gobierno, tienen que lograr cada uno de ellos 176 congresistas o diputados imprescindiblemente necesarios; pero, hasta el momento, la suma del PP con Vox, arroja únicamente 169 diputados, insuficientes para formar gobierno; incluso, si se unieran con otros dos partidos de minorías, en los casos de UPD, que tiene un solo diputado; y Unión Canaria, con otro congresista solamente, tampoco llegaría a la cifra “mágica” requerida según la Constitución del país.

 

            El PSOE y Sumar, ambos de izquierdas, alcanzaron solo 153 congresistas y necesitan 23 más para formar gobierno y que Pedro Sánchez continúe en la actual posición de presidente de España. Y aquí viene lo nefasto, “lo podrido” (nunca antes dicho con mayor precisión): el PSOE tiene que negociar con Junts, el partido catalán de Carles Puigdemont, el prófugo de la justicia y el hombre más detestado por el grosor de los españoles, y que le podría dar a Sánchez la posibilidad que tanto ansía, cual es… continuar en su papel de presidente español.

 

            Sin entrar en más detalles numéricos, aparte de los que ya henos expuesto en las líneas de arriba, muchos ingenuos creímos que Pedro Sánchez no echaría mano a la opción de Carles Puidemont, pues significaría un altísimo desprestigio para el PSOE, su filosofía de partido y para él en lo personal. Creímos que, en aras de la decencia y de la moral política y pública, Sánchez iba preferir investir a Núñez Feijóo, dejando a un lado su ambición personal, antes que recibir la espuria ayuda de un individuo también espurio (en grado sumo), llamado Carles Puigdemont, a quien la justicia le requiere para juzgarlo. Y aquí viene otra sorpresa, que en cierto modo no lo fue tanto: Sánchez ha preferido dejar a un lado los principios (los que creímos que tenía), lo prístino (pureza) de su imagen, no importándole “el qué dirán”, para establecer contacto con el delincuente catalán, llamarlo por teléfono, enviar emisarios a Waterloo y solicitarle, sumisamente y de manera humillante, que le apoye para continuar en La Moncloa. Pero aquí mismo apareció, en este punto preciso, lo que le exigió a cambio Puigdemont con tal de favorecerle… Un tema que explicaremos más adelante.

 

            En lo estriba a Núñez Feijóo, ha reivindicado su derecho a gobernar y ha pedido no bloquear más el escenario político actual. Su exclamación de “¡Hemos vuelto a ganar las elecciones!” fue solamente un estado emotivo del momento porque, en la práctica, no le ha servido de gran cosa, pues tiene que conseguir los apoyos aritméticos necesarios para formar gobierno, lo mismo que Sánchez. En un principio, Núñez Feijóo creyó que lograría 150 escaños parlamentarios, pero no fue así, los votos no le fueron favorables al término del conteo en las urnas. Con el paso de los días, después de los comicios y con la cabeza “en su lugar”, manifestó: “Mi deber es abrir el diálogo para intentar gobernar al país. Insto al resto de fuerzas a no abrir un período de incertidumbre ni de bloqueo una vez más.” En todo caso, no hay duda de que se respira un aire de frustración en las tiendas del PP, más todavía cuando observa a Pedro Sánchez “cortejando como una novia desesperada” a Carles Puigdemont, que sería la carta decisiva y definitoria para continuar en el poder. Y lo que más aterra a los españoles decentes, que son la inmensa mayoría en el país, es la falta de pulcritud, de escrúpulos y de vergüenza de Sánchez en su fuero interno y que le hace buscar desesperadamente al catalán que se mantiene en franca huida de la justicia de España.

 

            En lo que atañe a Pedro Sánchez, haciendo alarde de una desvergonzada retórica, pocas horas después del conteo de los votos, dijo a la opinión pública que le veía y escuchaba: “Españoles, compañeros… somos más, muchos más los que queremos que España avance y así seguirá siendo. Creo que España ha sido bien clara. España y todos sus ciudadanos que han votado, han sido meridiana y rotundamente claros: el bloque de involución, de retroceso (formado por el PP y Vox, según su modo de ver las cosas), que planteaba una derogación total de todos los avances que logramos estos cuatro años… ha fracasado. ¡Queremos que España avance! Gracias a toda España, porque hemos demostrado al mundo que somos una democracia fuerte, limpia (¿?), una gran democracia.”

 

            Por su parte, Santiago Abascal, presidente del partido Vox, de derechas, felicitó al líder del PP por su triunfo, aunque estéril, en la pasada contienda electoral; criticó a las casas encuestadoras porque, previamente al proceso electoral, “vendieron la piel de oso antes de cazarlo” y dieron por vencedor al PSOE en esa oportunidad y dijo textualmente: “Vox está absolutamente preparado para ir a unas nuevas elecciones en la que volvería a levantar las mismas banderas y con las mismas convicciones.” En todo caso, en estas recién transcurridas, Vox tuvo una importante derrota, pues apenas logró posicionar en el parlamento a 33 diputados, versus los 52 que tenía en la anterior legislatura. Una derrota que no puede dejarse pasar inadvertida.

 

El “factor” Puigdemont

 

            Este personaje, el más polémico de la realidad actual española, es requerido por la policía y la justicia de esta nación, como hemos subrayado a lo largo de este reportaje. Las razones de ello han sido varias, pero principalmente por intentar separar a su Cataluña natal del resto de España de manera unilateral, sediciosa y por supuesto, al margen de la Constitución nacional. No contento con ello, sustrajo millones de Euros, de manera ilícita, del erario público catalán, cuando era presidente de la Generalitat (gobierno autonómico de Cataluña), para enriquecerse a sí mismo y para sus fines separatistas. Cuando intervino la policía, huyó del país en la parte trasera de un automóvil desvencijado, con rumbo a Bélgica, propiamente a Waterloo, la región donde Napoleón fue derrotado inobjetablemente por los ingleses y que fue el final de su carrera de conquistador y líder en Francia, según cita la historia. Allí, a Carles Puigdemont le ha protegido (extrañamente) el gobierno de los belgas, que no ha tenido la menor intención de entregarlo a las autoridades de España; aunque el 23 de marzo del 2018 y después de que el juez instructor Pablo Llarena anunció el procesamiento del sedicioso en clara huida, por los delitos de rebelión y malversación de fondos públicos, fue detenido en una gasolinera en el estado federado de Schleswig-Holstein, Alemania, después de su ingreso a esta nación procedente de Dinamarca. Puigdemont viajaba preferentemente por tierra para no ser detectado en los aeropuertos europeos y ser deportado a España. Una vez apresado, fue llevado a la prisión de Neumünster, pero el 5 de abril del mismo año, cuando muchos en España se mostraban regocijados con la noticia, la justicia alemana lo dejó en libertad después pagar €75,000 de fianza, mientras se decidía la extradición.

 

            Parecía que el mismo diablo le ayudaba, porque en mayo del 2018, el Partido de Centro de Alemania, le ofreció a Puigdemont encabezar su lista de candidatos a las elecciones al Parlamento Europeo, aunque el catalán en cuestión declinó el inaudito ofrecimiento de los alemanes. Seguidamente, regresó a Waterloo, cerca de Bruselas, Bélgica, donde ha permanecido desde entonces sin que la justicia belga lo importune, lo mismo que la del resto de la Unión Europea (UE) y no sabemos el porqué de esa impunidad, pero ha continuado dándose aires de gran personaje, dando declaraciones a la prensa, justificando todos sus delitos cometidos en España. Finalmente, fue detenido en la isla italiana de la Cerdeña, aquel 23 de septiembre del 2021, pero el fiscal italiano de turno no pidió ninguna medida cautelar y lo dejaron libre el mismo día de su detención. Cosas extrañas en esta Europa que se precia de muy civilizada y justa, pero en este caso particular del catalán en fuga, no se entiende cómo la justicia de la EU no ha podido (o no ha querido) “echarle mano” y enviarlo de regreso a España. Y como dato curioso, todos los sediciosos amigos y compañeros suyos que intentaron separar a Cataluña de España, fueron aprehendidos y estuvieron en la cárcel, mientras Puigdemont seguía fingiendo ser el gran señor que en realidad no es, en “su exilio dorado” en Bélgica.

 

            Ahora que el presidente de España, Pedro Sánchez, le necesita para que le otorgue el porcentaje que le urge para formar gobierno, es cuando Carles Puigdemont pone sus condiciones; es decir, condiciones de un delincuente en fuga a un presidente sin moral ni vergüenza en la cúspide del poder. Es la irreverencia y la falta de respeto a todo el pueblo español, a ojos vistas. Sus palabras desde Waterloo al respecto han sido: “Esto no es un parche para parar a la derecha. Si hay acuerdo tiene que ser histórico, un compromiso histórico como el que ningún régimen o gobierno, han intentado desde 1714.” Además, exigió a Sánchez y su gobierno la aprobación de una ley de Amnistía, como condición previa a cualquier negociación… Obviamente la ayuda al PSOE no iba a ser gratuita de ninguna manera por parte del catalán en fuga. Para continuar conociendo el esperpento que exige Puigdemont, ha exigido el reconocimiento de Cataluña como sujeto soberano, solo así comenzará el diálogo con el ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez; de lo contario, si Sánchez no aceptara, tendrá que ir a unas nuevas elecciones nacionales, ha amenazado el catalán delincuente. Nótese el altísimo grado de chantaje que utiliza y el poder que tiene en su puño, donde yace el PSOE “agarrado por el cuello.” Carles Puigdemont es un conocedor profundo de la psicología de Pedro Sánchez y sabe de antemano que la ambición es lo que le corre y corroe las arterias y desde ese punto de vista, lo manipula y lo mueve hacia el costado donde quiere que se mueva. “España, como decía, tiene un dilema de resolución compleja. O repite elecciones, con el riesgo de que los equilibrios políticos sean frágiles como ahora, o pacta con un partido que mantiene la legitimidad del 1 de octubre y que no ha renunciado ni renunciará a la unilateralidad.” Ha vuelto a afirmar el prófugo de la justicia. Y cuando dice “unilateralidad” se refiere a la separación declarada unilateralmente de Cataluña del resto de España. Él y sus secuaces nunca han renunciado a tal proyecto, tal y como se observa.

 

            Seguidamente, ha exigido que, para comenzar el diálogo PSOE-Junts, la justicia española tiene que erradicar por completo la persecución y el deseo de acabar con el independentismo. Es cuando ha dicho en relación con este tema: “El 1 de octubre no fue un delito, ni la declaración unilateral, ni las protestas contra la sentencia (…). La ley de Amnistía debe incluir el amplio espectro de le represión iniciada desde antes de la consulta del 9 de noviembre del 2014 (…). La ley debe hacerse para reparar una injusticia (¿?), no para olvidar ni para poner el punto final a nada ni para igualar a las víctimas de estas injusticias a sus victimarios. (…) Una condición previa (para dialogar con Sánchez), es la creación de un mecanismo de verificación y seguimiento de los acuerdos que dé garantía de los mismos, abriendo la puerta a la introducción de la figura de un mediador con la que, con toda probabilidad, Junts aspiraría a dar una trascendencia internacional a la negociación.” Es decir, Puigdemont exige la mediación internacional de una persona u organización que, con toda seguridad, será afín a él, a sus caprichos y será elegida también por él mismo.

 

            Continuando con su pliego y enumeración de exigencias a Pedro Sánchez, ha pedido que el idioma catalán sea reconocido como lengua oficial de la Unión Europea (UE). Nótese la desvergüenza, el alto grado de desfachatez y el abuso sin límite de parte de Puigdemont y de paso también el servilismo, el silencio cómplice y cobarde parte del actual presidente de España. El día 19 de septiembre, en Bruselas, Bélgica, sede de la UE, deberá decidirse la inclusión de dicho idioma en los estatutos europeos, según este tránsfuga de la justicia española. Así mismo, exigió que “el único límite sobre lo que se podrá hablar, sean los tratados internacionales que hagan referencia a derechos humanos individuales y colectivos y libertades fundamentales. Se deben crear las condiciones previas que habiliten un proceso de negociación. Si no se dan esas condiciones, no se dará esa negociación.” Amenazó al líder del PSOE, Pedro Sánchez, quien solo escucha y guarda silencio, mientras el pueblo español y la comunidad mundial observa el desparpajo, la entrega casi absoluta del mandatario y su servilismo cobarde, donde un delincuente, dándoselas de “gran señor” hace y deshace en la voluntad de Sánchez semejante a una marioneta.

 

            Ante tal desvergüenza de parte del uno como del otro, Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, ha pedido al PSOE que, ante las demandas de Puigdement, recapacite y atienda “a mi propuesta de pactos constitucionales.” Núñez propuso una legislatura a lo largo de dos años para afrontar seis pactos de Estado, pero Pedro Sánchez no ha querido aceptarlo y prefiere mirar hacia los catalanes renegados para alcanzar su objetivo, cual es continuar en la presidencia del país. Así también, el líder del PP pidió al PSOE que “no acepte las exigencias de Junts (porque), la mayoría ha votado el abrazo entre españoles, los consensos y la altura de miras. El 75 por ciento de los españoles ha votado a PP y PSOE, un porcentaje muy superior al 2019 (48 por ciento), algo que (nosotros) los populares interpretamos como un llamamiento de los ciudadanos a que haya pactos de Estado y los dos principales partidos se pongan de acuerdo.” Y añadió en referencia clara a Puigdemont: “Prefiero no ser presidente del gobierno a serlo sometido a un chantaje. Un presidente del gobierno no puede aceptar a una España donde el principio de igualdad se quiebre y la Ley no se cumpla. No se puede aceptar la quiebra del Estado de derecho, ni un chantaje de nadie por muy importante que sea en un momento concreto del parlamento.

 

            En síntesis, lo que reclama y exige el delincuente en fuga, Carles Puigdemont, en palabras sencillas es: que la justicia y los jueces españoles dejen de perseguirlo a él y a sus secuaces catalanes; que desaparezcan todas las acusaciones en su contra y pueda llegar a España libremente, sin complicaciones de ninguna especie y que se le respete su integridad personal. Lo mismo, la posibilidad de que el separatismo continúe, que esta opción sea viable y de igual manera, respetable. Todo ello y más, bajo la sombra y la protección de una ley de Amnistía para él y sus compañeros separatistas. Por el momento, la respuesta de Pedro Sánchez no se ha dejado escuchar, no se ha dado en modo alguno; pero se espera que suceda en cualquier momento. La posición del actual presidente es incómoda ante los ojos de las personas decentes y honorables de España, pero es del todo indiferente para Sánchez, a quien la honorabilidad, la decencia y la rectitud, no forman parte de su naturaleza intrínseca y no aparecen siquiera, ni lejanamente, en su código de conducta.

 

            Es muy posible que acepte todas o gran parte de las exigencias del catalán, movido por su inconmensurable sed de poder, de su ambición desbordada, porque lo único que le importa a Sánchez es el poder en función de su megalomanía y no resistiría apartarse del gobierno, de las crónicas diarias de la prensa, de las apariciones suyas en el tinglado europeo y mundial y pasar a ser un simple ciudadano entre los millones de españoles comunes y corrientes. Y todo eso lo sabe y lo conoce de sobra el delincuente Puigdemont, amo y señor de este chantaje único y vergonzante en la actualidad española.


Dos Mujeres se Disputan la Presidencia

de México

 

MÉXICO D.F.-Decía Adolf Hitler, el dictador de Alemania (1933-1945), que “si lanzas en paracaídas a 11 mil judíos en Noruega, al cabo de unos cuantos meses se apoderarán del país.” Y esta siempre ha sido una realidad a nivel mundial, especialmente ahí donde esa raza tiene bien enraizadas sus ambiciones, objetivos políticos y prioritariamente económicos. En la actualidad lo vemos con mayor claridad en el Congreso de los Estados Unidos, donde no se puede sesionar los días festivos de la comunidad judía, porque una gran parte de los congresistas son de esa etnia y se ausentan para celebrar en sus sinagogas. Incluso, Jared Jushner, el yerno de Donald Trump es judío y convirtió a su esposa, Ivanka, a esa religión. Lo mismo sucede en Ucrania, donde Volodímir Zelenski y naturalmente su esposa, son judíos. Desgraciadamente para ambos, la guerra “les explotó en sus pies” y el momento idílico al frente del gobierno se les esfumó con el olor a pólvora, sangre y misiles, causado por Vladímir Putin.

 

            En el tanto miramos a la historia, el fundador de la Unión Soviética, Lenin, era también judío, y se basó en la ideología marxista, creada por Karl Marx, otro judío. Y así se nos iría gran parte del día enumerando casos y más casos de esas personas que nacen en un país cualquiera, allí donde hayan emigrado sus padres (hoy la mayoría vive en los Estados Unidos, de ahí la afinidad de los estadounidenses con el Estado de Israel), escalan todo lo que haya que escalar para alcanzar sus propósitos de dominación. No se quedan como los negros u otras etnias, “en la cotidianidad, en la normalidad de sus vidas”, sino que ansían el poder en los gobiernos, Universidades, comunidades, y, principalmente, en las economías de esas naciones.

 

            ¿Es bueno o es perjudicial? Depende del cristal con el cual se observe. En el caso de Hitler, el más traumático de todos, su odio visceral contra el judaísmo fue producto de una corriente de pensamiento que invadió a Europa a finales del Siglo XIX y en las primeras tres décadas del Siglo XX, impulsadas por los libros del conde francés Gobineau, el pensamiento del músico alemán Richard Wagner y las excentricidades del ex monje católico Jörg Lanz von Liebenfelns. Todos ellos esenciales en el espíritu y el intelecto de Hitler desde su adolescencia y en el de muchísimos europeos más. Los campos de concentración donde se asesinaron a más de 6 millones de judíos, fueron “el corolario”, el resultado de aquel odio propiciado, acrecentado y sostenido contra esta raza.

 

            Según estudios realizados por dirigentes del nazismo, en la Europa anterior a la Segunda Guerra Mundial, había Instituciones educativas, ciudades, comarcas y hasta países enteros, donde la población judía era avasallante por el enorme número de sus habitantes. Checoslovaquia y Polonia eran claros ejemplos de ello. Pero, a mitad de la gran guerra, “el problema” había sido solucionado en las cámaras de gas de los campos de exterminio.

 

            Por eso volvemos a formular la pregunta: ¿Es nocivo o nó el dominio judío en la realidad de otros pueblos ajenos al suyo? La respuesta podrá darse solo durante un extenso análisis de los hechos actuales, de la historia y de las consecuencias resultantes de la presencia de esta raza en cada lugar y situación.

 

Claudia Sheibaum

 

            Cuando leímos su apellido, cuyo sonido es muy parecido al alemán, ya que la mayoría de los judíos utilizan nombres alemanes (polacos y rusos, aunque en menor cantidad), sospechamos que esta mujer era judía, aunque nacida en México. Respondiendo a la introducción de este artículo: “allí donde hayan judíos, habrá lucha y control del poder.” Fue elegida candidata a la presidencia de esta nación norteamericana, por el partido gobernante en la actualidad, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), y disputará las elecciones del 2024. De tal modo, podría ser la primera mujer en llegar a la presidencia de México en toda su historia. ¡Menudo honor para una judía, sin duda alguna! ¡Eso no se lo puede pasar por alto o dejar desapercibido un miembro de esta raza, porque el afán, exacerbado por demás, es lograr tributos, aplausos, reconocimiento general, lauros y triunfos en todo lo que se proponen y batir records en todo nivel y actividad, forma parte de la mentalidad del “pueblo elegido”! Así, México podría darle un nuevo curso a su historia, colocando en la Residencia de Los Pinos, sede del gobierno mexicano, a la primera mujer y además… ¡Judía!

 

            Los rasgos fisonómicos de la señora Sheibaum son los característicos del judaísmo, que evita el mestizaje o el cruce con otras razas: es muy blanca y su manera de ser no es la típica mexicana, sino que se detecta en ella “un aire” que solo es detectable en los judíos de “no soy de aquí ni soy de allá” como la canción argentina, o de pertenencia al “pueblo bendecido y elegido por Dios.” Por el contrario, en contraposición, su adversaria en estas justas presidenciales, será Xóchitl Gálvez, auténticamente mexicana en todos sus rasgos, desde su nombre hasta el color de su piel, ojos, cabello, modales, cultura y tradiciones.

 

            Sheibaum nació el 24 de junio de 1962, estudió física (¿querrá emular a Ángela Merkel en su profesión?), en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); apareció en las tiendas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en 1989, donde conoció a Manuel López Obrador, el actual mandatario de los mexicanos; aunque renunció a ese movimiento para unirse, en el 2014, al Movimiento de Regeneración Nacional, que es el que gobierna en la actualidad. Cuando López Obrador se convirtió en gobernador de la Capital, Sheinbaum trabajó en su equipo como secretaria de Medio Ambiente y, en el 2006, fue la vocera de la campaña por la presidencia del mismo López. Hoy en día cuenta con todo el apoyo del presidente de la República, quien la quiere ver sustituyéndolo en el cargo más elevado que existe en el país.

 

            Hay que recordar también que fue jefa del gobierno de la Ciudad de México entre el el 2018 y el 2023. La primera mujer en ejercer dicho cargo. Justamente allí, vivió una de las etapas más duras de su vida, cuando, durante el terremoto de septiembre del 2017, un colegio colapsó en Tlalpan, una demarcación capitalina, donde ella era delegada, y quedaron sepultados bajo la estructura, 19 niños y cuatro adultos. Se le acusó a esta mujer de “omisión”, ya que se le había advertido reiteradamente de las irregularidades que tenía el edificio y también por “desatender a los afectados por los sismos del 2017, que dejaron sin vivienda a cientos de familias en el sur de la ciudad.” Aun así, en octubre del 2022, manifestó su firme intención de luchar por la presidencia de México.

 

Berta Xóchitl Gálvez Ruiz

 

            Todo en esta candidata a la presidencia de México, evoca lo autóctono, desde su nombre hasta su manera de comportarse la “delata” como una mexicana y latinoamericana auténtica, de sangre, tradiciones, cultura y raíces en síntesis. Nació el 22 de febrero de 1963, en Tepatepec, Hidalgo. Es una ingeniera y empresaria, una mujer “de fuelle” evidentemente, de acuerdo a su formación e impulso personal. Actualmente es senadora de la República, un puesto que data desde el 1 de septiembre del 2018. Así mismo y como prueba de sus raíces intrínseca y esencialmente mexicanas, se desempeñó como comisionada nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, entre el 2003 y el 2006, cuando Vicente Fox era el mandatario del país.

 

            Es importante recalcar que su padre fue un indígena mexicano, perteneciente al pueblo otomí, del Valle del Mezquital; y su madre fue Bertha Ruiz, mestiza con raíces también otomíes. Sus abuelos, por ambos progenitores, eran indígenas puros, auténticamente autóctonos. Sus estudios primarios los llevó en su natal Tepatepec y la escuela secundaria en Mixquiahuala. “Para poder pagarme los estudios, vendí gelatinas en el mercado del pueblo”, dijo en cierta ocasión a un periodista.

 

            Después se trasladó a la Capital para estudiar ingeniería en computación, en la Universidad Nacional Autónoma de México; y para subvencionar sus gastos, trabajó de telefonista y ganó una beca para estudiar en la Facultad de Ingeniería, donde se especializó en robótica, inteligencia artificial, edificios inteligentes, sustentabilidad y ahorro de energía. Su participación en política data del año 2000. Hoy, es la candidata a la presidencia del país por la alianza Va por México, formada por los Partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI), y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Una crítica reciente al presidente López Obrador y su protegida, Claudia Sheibaum, deja leer en las redes sociales: “(el presidente) ha traspasado el bastón de mando a Sheinbaum como si fuera un emperador: la presidencia no se hereda con un Cetro Imperial.” Atacó a su oponente. Sin embargo, la campaña electoral dará inicio oficialmente hasta finales de noviembre próximo, para renovar al primer mandatario de la nación, el Senado, la Cámara de Diputados, nueve gubernaturas, entre ellas el gobierno de la Capital, Congresos Estatales, cientos de presidencias municipales y miles de regidurías y sindicaturas.

 

            Otra agria crítica de Gálvez a Sheibaum, asegura que esta tiene a su favor “todos los recursos del Estado mexicano”; pero también es cierto que la señora Xóchitl Gálvez aglutina alrededor suyo a una gran cantidad de los empresarios más importantes de México, deseosos de verla en el pináculo del poder. La campaña ha comenzado, aunque no de manera oficial y lo ha hecho con crudeza.


Contra “Viento y Marea,” Bernardo Arévalo de León es el Nuevo Presidente de Guatemala

 

CIUDAD DE GUATEMALA-Ha sucedido lo que muchos políticos, aglutinados en las sombras, no deseaban que sucediera: el triunfo electoral, en segunda ronda, del candidato progresista Bernardo Arévalo de León, quien ha prometido perseguir a la corrupción en su país y a los corruptos. Muchos de ellos, con toda seguridad, ya han pensado huir del territorio nacional, poniéndose a salvo antes de que el nuevo mandatario tome las riendas del Ejecutivo.

 

            Una vez que se dieron a conocer los resultados del balotaje, los empresarios guatemaltecos –un grupo muy unido, fuertemente cohesionado y poderoso económicamente-, dijeron estar listos para trabajar al lado del presidente electo; lo mismo que el embajador estadounidense, William Popp, quien dijo que cooperará encantado con el señor Arévalo. Y es que la victoria de este hombre que tanta preocupación causa en algunos grupúsculos de poder en Guatemala, fue rotunda y convincente, ya que obtuvo el 75 por ciento de los sufragios, mientras su adversaria, Sandra Torres Casanova, solo ganó en 5 de los 22 departamentos (provincias), que componen la geografía política de esta nación centroamericana. En la Capital, el triunfo de Arévalo también fue inobjetable y rotundo, posiblemente debido al hartazgo de este pueblo, que está hastiado de ver como se roban lo que les pertenece (el dinero del fisco), una y cientos de veces más.

 

            A pesar de que los resultados han sido clarísimos a favor del ganador, la candidata derrotada no reconoció la victoria de Arévalo, quien gobernará a Guatemala del 2024 al 2028. Más bien, por el contrario, convocó a una reunión en el seno de su partido, con el propósito de analizar lo sucedido en las elecciones recientes y, por medio de un comunicado, exigió “esclarecer los resultados con total transparencia”, dejando entrever que no hubo honestidad de parte del Tribunal Supremo Electoral guatemalteco (TSE), “porque nunca aclaró supuestas anomalías en el sistema de digitalización de votos en Ciudad de Guatemala.” Indicó.

 

En números “fríos”

 

            Los resultados que se decantaron a favor de Arévalo de León, señalan que ganó las elecciones presidenciales con 2,4 millones de votantes; o sea, el 59 por ciento de los votos emitidos por el gran electorado. Mientras su adversaria, Torres Casanova, obtuvo 1,5 millones de sufragios; es decir, el 37 por ciento. Lo peor para ella se fundamenta en que, con estas elecciones, es la tercera oportunidad que pierde de manera consecutiva; las otras fueron en el 2015 y en el 2019, una prueba irrefutable de que el pueblo no desea que llegue a la primera magistratura, ni ayer, ni hoy, ni nunca, parece decirle a esta ex primera dama de la República. Queda por saber su determinación en el sentido si continuará en la política, se retira definitivamente o toma otro rumbo, siempre dentro de los avatares políticos, aunque nunca más en el papel de candidata a la presidencia. Esa información la daría a conocer en los próximos días, quizás meses… Y cuando se le consultó al respecto, contestó evasiva: “La mente no me llega hasta ahí, ‘el chip’ lo tengo hoy en otro lado.” Aunque es posible que su partido, la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), prosiga en la brega política y ella dentro de esa agrupación en calidad de dirigente o talvez de presidenta.

 

            Lo cierto y real es que Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, ganó de manera inobjetable y a pesar de todos los obstáculos que sus enemigos (siempre ocultos), le pusieron en el camino. Incluso, intentaron prohibir definitivamente la participación de su partido, por medio de pronunciamientos de los tribunales de justicia, plegados a intereses extraños, tal y como se estiliza en este país, atenazado por la corrupción y el dominio de una poderosa casta financiera que maneja al ejército y pone y quita presidentes y sus ministros a placer. El problema será el combate que Arévalo ha avisado de antemano contra la corrupción y los corruptos. Es por ello, que quisieron “vetarlo” en estas elecciones recién acaecidas.

 

            Parte de su mensaje al conocer los resultados, fue: “Hoy aceptamos con mucha humildad la victoria que nos ha dado el pueblo de Guatemala. Las urnas se han expresado (…) y lo que el pueblo grita es ‘¡Basta ya de tanta corrupción!’” Al ser consultado por la prensa nacional e internacional en ese preciso momento cuando los resultados le dieron el triunfo, Arévalo confirmó que “Independientemente de la opción que hayan elegido, participar es un acto de defensa de la democracia y en este momento histórico, significó un acto de valentía por cada persona que emitió su voto.” Y es que su Partido Semilla surgió a la vida en Guatemala a raíz de las protestas del 2015, en las que amplios sectores de la población guatemalteca se lanzaron a las calles de sus ciudades, en clara disconformidad con la evidente corrupción. Semilla emergió de esa disconformidad latente y convincente de entonces. Se le considera un partido antisistema y que ha ilusionado, al ser algo nuevo, a los votantes que le acaban de dar el triunfo. Muchos lo consideran que será “el freno ante el auge del autoritarismo que ha surgido en el país, en los últimos años.”

 

            Los números presentes en estos comicios han señalado que más de 9,3 millones de ciudadanos fueron llamados a ejercer sus votos y la participación fue algo más de 45 por ciento del padrón electoral. El magistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Gabriel Aguilera, hizo un llamado vehemente a los contendores “a aceptar con madurez política los resultados de la elección –pidió textualmente-, (porque) vale la pena luchar por la democracia y protegerla de cara a futuros procesos. (Tengo que destacar que) Guatemala demostró este domingo, que es una democracia que se sigue consolidando.” Concluyó.

 

            En lo que atañe al actual presidente de la República, el cuestionado médico Alejandro Giammattei, de quien se ha dicho que se propuso impedir la participación en estas elecciones de Arévalo de León, con la finalidad, entre otras varias, de que su partido sostuviera el poder, felicitó a los guatemaltecos por la jornada electoral; y también extendió su felicitación al candidato victorioso (¿?), a quien entregará el poder el 14 de enero: “Extiendo la invitación para iniciar la transición ordenada al día siguiente de que los resultados queden oficializados.” Escribió en su cuenta de Twitter.

 

            La noticia del triunfo la conoció Bernardo Arévalo cuando estaba en el Hotel las Américas, en esta ciudad Capital guatemalteca. Fue allí, precisamente, donde se concentró su equipo de trabajo para seguir detenidamente el conteo de los votos. Mientras tanto, en la Plaza del Obelisco en esta misma ciudad, miles de ciudadanos celebraron con banderas en alto, bocinas de sus autos y exclamaciones de: “¡Sí se pudo!” ¡Arévalo presidente!”

 

            Por otra parte, se dieron a conocer las opiniones de los exiliados, quienes han tenido que dejar Guatemala a raíz de la persecución de la que han sido objeto. Todos esos desterrados, en su momento intentaron combatir la misma corrupción a la que hizo referencia el hoy candidato ganador. Por ejemplo, el ex fiscal Francisco Sandoval escribió también en Twitter: “¡Felices de la victoria, la victoria del pueblo de Guatemala! ¡Nos verán volver!” La también ex fiscal general, Thelma Aldana, y las ex juezas Erika Aifán y Claudia Escobar, lo mismo sintieron al conocer el triunfo de Arévalo. Las tres mujeres, ex funcionarias del Estado, abandonaron el país cuando la fiscal Consuelo Porras tomó en mando del Ministerio Público (fiscalía general), bajo las órdenes del mandatario que pronto se marchará; es decir, de Alejandro Giammattei, famoso por perseguir a quienes no piensan como él. El ex fiscal Sandoval agregó ante la prensa que lo entrevistaba, que “los resultados electorales me han regalado un momento de mucha ilusión, de esperanza por un futuro mejor, de mucha alegría, mucha emoción, pero también me aumentó la nostalgia por que sentimos cerca nuestro retorno, pero también la incertidumbre ante esa posibilidad. Este es un mensaje de aliento para el pueblo de Guatemala.” Puntualizó.

 

            Para la vicepresidenta recién electa por el Partido Semilla, la profesora y científica Karin Herrera, “vamos a trabajar para que nuestro gobierno sea para todos los guatemaltecos, para cuidar a todas las familias.” Por su parte, el presidente electo, Bernardo Arévalo, reafirmó lo que ha venido diciendo en campaña y en torno a su contendora: “Reconozco a Sandra Torres, mi contendiente en estas elecciones. Tenemos enfoques distintos en política, pero a ella y sus electores les garantizamos que sus derechos como ciudadanos serán promovidos y protegidos por el gobierno de ‘la nueva primavera.’ Que sepan que no serán ignorados ni marginados y que, a partir de hoy, trabajaremos por el bienestar unido de todo nuestro querido país.”

 

            La abogada Rebeca Sánchez, quien votó por el candidato ganador, expresó a los periodistas que la entrevistaban: “Nos sentimos como que es la primera vez en la que estamos votando por convicción, porque creemos y queremos un cambio. Venimos con mucha ilusión y mucha esperanza en que haya un cambio de gobierno y que empiece a cambiar todo el sistema. Yo apoyo a Semilla desde hace más de cuatro años, por considerar que es una opción sin vínculos con la política tradicional y con una financiación transparente. No va a ser fácil después de casi 70 años que hemos vivido bajo dictaduras, gobernados por la corrupción, por las élites rapaces que nos tienen con la bota en el cuello, pero tenemos mucha esperanza.”

 

            Blanca Ralda, economista, dio su opinión acerca del candidato triunfador: “Estamos cansados de esto, esperamos en Dios que realmente sea un cambio, pues estamos desesperados. Él es el hijo del mejor presidente que ha tenido Guatemala (Juan José Arévalo, quien gobernó de 1945 a 1951).”

 

De cara al futuro

 

           ¿Pero quién es Bernardo Arévalo de León, el hombre que, además de ser el presidente electo de los guatemaltecos, ha avivado las esperanzas e ilusiones de su pueblo? Nació en Montevideo, Uruguay, hace 64 años atrás, exactamente en 1958. Siendo niño, vivió entre Caracas, Venezuela; Ciudad de México y Santiago de Chile, debido al exilio que sufrían sus padres en aquellos momentos. Luego, estudió en Universidades en Israel y en los Países Bajos (Holanda). Es hijo, como hemos reseñado en las líneas de arriba, del considerado mejor presidente que ha tenido este país, Juan José Arévalo Bermejo, y es, precisamente, quien le obliga a ser tan buen gobernante como lo fue él o todavía mejor. Es un sociólogo, doctor en Filosofía y Antropología Social; además, se ha desempeñado como diplomático en el servicio exterior de Guatemala y es especialista en resolución de conflictos. Fue embajador de su país en España y en el 2020 se convirtió en diputado al Congreso guatemalteco. Es el fundador del Partido Semilla, un partido impulsado por intelectuales jóvenes y profesionales, indignados con los políticos tradicionales de esta nación y que han sido extraídos de la clase poderosa económicamente y que es la que ha dominado a Guatemala desde generaciones enteras, en el devenir. Aquel grupo fue convocado, en primera instancia, por el sociólogo Edelberto Torres Rivas, con el fin de proponer soluciones al margen de la política, pero acabaría transformándose en el partido que ahora ha ganado las últimas elecciones.

 

           Arévalo también ha escrito varios libros sobre democracia, los procesos de paz, seguridad y el rol del ejército. Dirigió Interpeace para Latinoamérica, una ONG avocada a resolver conflictos en suelo guatemalteco, en otros países de la región y en África. Las gentes le perciben como un hombre “inteligente, estable y tranquilo”; y él se ha dado a conocer, no como el hijo del ex presidente Juan José Arévalo, sino por lo que él es en realidad. Además, las épocas que les ha correspondido vivir al padre y al hijo, son profundamente diferentes, diametralmente opuestas, con problemas muy puntuales que son, de igual manera, totalmente distintos. Uno de sus ex compañeros en el Congreso de Guatemala, le define así: “Bernardo es muy carismático. De repente en la tarima sí se vuelve el profesor, pero creo que Tik-Tok (la red social), lo que permitía era ver cómo es él. Es un tipo muy cercano, muy conversador, bromista, súper alegre y creo que eso es lo que hizo que rompiera un poco el techo de conocimiento, porque es una persona muy llevadera (sociable), como decimos en Guatemala.” Así según la descripción hecha por Román Castellanos, también del Partido Semilla y que cuenta con 38 años de edad.

 

             No obstante su deseo de aparecer diferente a su padre, suele intercalar en sus conversaciones y disertaciones que es el hijo “del mejor presidente de Guatemala”, que es el reconocimiento que varias generaciones le han dado a Juan José Arévalo Bermejo, el mandatario reformista que gobernó a este país de 1945 a 1951, después del triunfo de la Revolución de Octubre de 1944 y que puso punto final a las dictaduras, en especial la de Jorge Ubico. Es cuando Bernardo recuerda su “propio libreto” y reafirma: “Yo no soy mi padre, pero recorro su mismo camino” y tiene presente que debe gobernar de manera distinta, pero igualmente eficaz a favor de los que menos tienen...

 

            Se describe políticamente “socialdemócrata,” pero muchos le consideran un innovador y un propulsor de la decencia en la política, más aún cuando su discurso siempre ha apuntado a la erradicación de la corrupción en las distintas capas del Estado. Este partido surgió, precisamente, al calor de las protestas anticorrupción que se dieron en el país, en el 2015. En el transcurso de la campaña que acaba de finalizar, su mensaje estuvo muy lejos de ser violento y siempre respondió con mesura y tranquilidad a cada ataque provenido de sus rivales. Esa estrategia le valió la admiración de muchos votantes, además de sus promesas de recuperar las Instituciones guatemaltecas, asfixiadas por la corrupción, y poner a funcionar al gobierno al servicio de la población.

 

          De cara al futuro, el trabajo, la tarea que le espera a Bernardo Arévalo es monumental, gigantesca, máxime en una nación que es la más poblada del istmo centroamericano, con 17,6 millones de personas, muchas de ellas repartidas en etnias indígenas originales, las cuales, incluso, no hablan siquiera el castellano. Pero el reto más grande para este nuevo mandatario, lo representa el 60 por ciento de la población que padece situaciones de miseria extrema y a quienes no llegan los servicios básicos de salud, educación y demás servicios elementales. Ante esta panorámica, Arévalo dice: “Nosotros siempre decimos: ‘no tenemos varita mágica.’ Los problemas del país no se van a resolver en cuatro años, pero podemos empezar a hacerlo y eso es lo que tenemos que demostrar.” Por otra parte, tendrá que gobernar con el Congreso en desfavor; es decir, no tiene la mayoría de los congresistas, que están en los bandos contrarios, en los dos partidos tradicionales que se han repartido el poder de Guatemala, en distintas etapas de la historia reciente. Estas dos agrupaciones contrarias son: Vamos, de Alejandro Giammattei, el presidente saliente; y UNE, de Sandra Torres, que parece bastante molesta por la derrota que le han infringido en estos últimos comicios generales.

 

          Para la politóloga Marielos Chang, “dada la experiencia de Bernardo Arévalo en cuanto a la conciliación y la creación de consensos, espero, por el bien del país, de que tomen la segunda ruta y que empiece a considerar aliados de otros sectores que, posiblemente, no hubiera considerado en un inicio, pero que son necesarios para poder reconstruir el país, como un sector de empresarios moderados o del ámbito político, que va a ser necesario para poder hacer esas reformas en las que necesitan, sí o sí, los votos dentro del Congreso. Va a tener que dialogar con grupos que anteriormente habían sido sus adversarios, pero que en estos temas tan puntuales, como la recuperación Institucional, pueden trabajar en conjunto. Es importante –continuó la politóloga con su análisis-, que la cabeza del país esté ‘sana’. (Porque) lo que vemos actualmente hoy, es que la cabeza del cuerpo, que es Alejandro Giammattei, está podrida. Aquí será interesante conocer qué va a pasar cuando esa cabeza es sana, cuál va a ser el mensaje y cuál va a ser la acción y los incentivos de los actores de las otras Instituciones, para trabajar en ese rumbo.”

 

            Lo cierto, la gran verdad de lo que ha acontecido en Guatemala este 20 de agosto del 2023, ha sido el triunfo electoral de un hombre “a quien los grupos poderosos, económica y políticamente, no vieron venir.” Innegablemente, su discurso caló hondo en los corazones de los guatemaltecos que no han dejado de ver la forma como sus mandatarios entran raudos a las celdas, por causa de la corrupción. Ha ganado “contra viento y marea”, pues los enemigos se hallaban por todas partes, específicamente Consuelo Porras y Rafael Curruchiche, las cabezas visibles del Ministerio Público y de la Fiscalía Especial contra la Impunidad. A la postre, dos aliados del presiente saliente, Alejandro Giammattei, quien quiso sacar a Arévalo de la campaña recién finalizada. Todos ellos, además, están en la Lista Engel, de los Estados Unidos, catalogados “actores antidemocráticos y corruptos.” A pesar de esos “espectros” que se movían en las sombras, Bernardo Arévalo contó con el beneplácito del pueblo, que, al fin y al cabo es el que manda en una democracia, y le tendremos prontamente asumiendo el poder… Los guatemaltecos, casi al unísono, y la comunidad internacional, cifran sus anhelos y esperanzas en él y veremos qué sucederá a partir del instante cuando entre al Palacio de Gobierno. Por lo pronto… la democracia ha continuado inalterable en esta nación.


Los Candidatos Republicanos Debatían en la TV,

 Mientras Trump iba a la Cárcel

 

MILWAUKEE Y GEORGIA, USA-Nuestro titular sintetiza lo que acaba de suceder en los Estados Unidos, una realidad tan extraña, nunca antes vista ni vivida en esta gran nación, pero lo peor está por suceder, cuando Donald Trump, a pesar de sus delitos contra todo lo existente, contra el orden constitucional, contra la moral pública, contra la decencia en relación con las mujeres y contra todo aquello que se le pusiera enfrente, será elegido presidente de los estadounidenses. Luego volveremos sobre este mismo tema.

 

            Lo experimentado en los últimos meses por Trump, ya forma parte de la historia de este país, porque nunca antes un ex presidente había pasado por lo que él ha pasado; es decir, citación tras citación en la Corte Suprema de Justicia por uno u otro caso en los que él, innegablemente, ha tenido toda la culpa sobre sí, por su malacrianza, su prepotencia (ese creerse un dios del Olimpo griego en pleno Siglo XXI), por creer que está por encima de las leyes, etcétera, etcétera. Es el peor troglodita que haya aparecido a la luz pública de esta nación. Quienes estuvieron cerca de situaciones más o menos parecidas, aunque en menor intensidad, fueron Richard Nixon, con el famosísimo caso Watergate, pero fue indultado al final de su renuncia por su vicepresidente, Gerald Ford, y se fue para la casa con una sonrisa en los labios, sin pisar ningún tribunal en aquel entonces; y Bill Clinton, por sus deslices en la Oficina Oval, con la becaria Mónica Lewinski. Por lo demás, todo ha ido en calma en la Casa Blanca, hasta la aparición de este individuo, patrocinador del espectáculo y corredor de bienes raíces antes de meterse en el escabroso y “bronco” mundo de la política, llamado Donald Trump, quien salta de tribunal en tribunal, ante el asombro y el estupor de los ciudadanos que no pierden de vista sus movimientos.

 

Primeramente, el debate republicano

 

            Ocho candidatos en las entrañas del Partido Republicano se disputarán la candidatura; sin embargo, los números en las encuestas son claros, porque Trump está por encima de todos ellos en el favor del electorado. Un hecho inédito, pues se trata de un individuo no recomendable para dirigir a ningún país, por insignificante que este sea y mucho menos de la mayor superpotencia mundial, como lo son los Estados Unidos. Pero todo indica que ganará las elecciones presidenciales, posterior a la derrota de todos sus adversarios dentro de su partido. Porque su contrincante será el mismo anterior… Joe Biden, quien no está haciendo buen gobierno, quien cometió el error en Afganistán donde murieron decenas de afganos el día que retiró a sus tropas de esa nación y porque su avanzada edad, más sus problemas de salud, le impedirán medirse con toda la fuerza, el odio y el ímpetu que guarda Donald Trump para ese ansiado momento que le permitirá regresar a la Casa Blanca. Bien por él… mal por el mundo entero, al tener nuevamente a un “Nerón moderno” en la cúspide del poder.

 

            Lo cierto es que debatieron en el pabellón Fiserv Forum, escenario donde juegan los Milwaukee, y fue transmitido a todos los Estados Unidos por la cadena televisiva, Fox News. Trump estuvo ausente pues tenía que viajar en su impresionante avión a Georgia, para ponerse a la orden de la policía, debido a su intento de revertir el resultado de las últimas elecciones nacionales, en las que quiso y exigió hacer fraude a su favor. Un delito de enorme complejidad que le podría poner detrás de los barrotes de una celda. Así de serio fue su fallido intento.

 

            Quienes se enfrentaron dialécticamente en este debate, fueron Ron Desantis, gobernador de La Florida, considerado el principal rival de Donald Trump; sin embargo, la distancia en la preferencia de los votantes, con respecto al problemático ex presidente, es abismal. En un eventual “mano a mano” con Trump, de acuerdo a los números, Desantis quedaría “tendido en la arena”, arrollado por el poder de convocatoria del energúmeno ex mandatario.

 

            Tiene 44 años de edad, está casado y es padre de tres niños. Tuvo un comienzo prometedor, pero su popularidad ha ido descendiendo conforme han pasado los días, más todavía cuando el propio Trump se ha mofado de él, se ha burlado abiertamente e, incluso, ha cambiado premeditadamente la pronunciación de su nombre, para ridiculizarlo aún más.

 

            Se le considera un conservador y ha tropezado una y otra vez con sus errores de campaña, principalmente por sus críticas a Donald Trump, de quien ha dicho que volverá a perder contra Biden en el caso de que sea elegido candidato único del Partido Republicano. La aritmética política no lo deja bien parado, ya que frente al ex presidente, Desantis tiene solo un 15,2 por ciento de los votos, mientras Trump lo arrasa con el 52,5 por ciento. Así según la agencia FiveThirtyEight en la última encuesta que realizó.

 

            Estuvo también Mike Pence en el susodicho debate. Fue el vicepresidente de Trump, “su escudero fiel”, hasta que aquel le exigió que no reconociera el triunfo de Biden y tuvo que salir por una puerta secreta de El Capitolio, cuando las hordas enviadas y azuzadas por Trump lo buscaban para asesinarlo. Pence tiene 64 años de edad y su “pecado” fue precisamente ese… respetar la Constitución de los Estados Unidos, desobedeciendo a su enloquecido jefe que pedía robar la elección de cualquier modo posible.

 

            Se define como un conservador tradicional, evangélico practicante, antiabortista y se le considera el propulsor del triunfo de Trump, al atraer a la masa de votantes evangélicos detrás suyo en los comicios en los que el magnate resultó triunfador. Hay quienes aseguran que sin Pence, Donald Trump jamás hubiese llegado a la Casa Blanca. Actualmente, Mike Pence es uno de los principales testigos en uno de los procesos que se le sigue a Trump. Quiso no declarar en contra de su antiguo “patrón”, pero se le obligó hacerlo so pena de ser imputado él también por encubrimiento. El fiscal ha tenido acceso a las notas que tomó Pence, en relación con las presiones que recibía de Trump, con la intención de anular las elecciones. El mayor problema que enfrenta Pence en estos momentos, es el de las donaciones; es decir, sus simpatizantes aportan muy poco dinero o ningún centavo del todo. Tiene a su favor apenas el 5 por ciento en la intención de voto, muy por debajo de Desantis y peor todavía en comparación con el troglodita Trump, quien es amado por la masa de estadounidenses.

 

            Vivek Ramaswamy es otro de los precandidatos dentro del Partido Republicano. Tiene 38 años de edad, es hijo de inmigrantes hindúes; es un empresario multimillonario, inversor exitoso en el campo de la biotecnología, amante del libre mercado, de las ideas progresistas sobre el cambio climático y la diversidad, un aspecto que él defiende denodadamente. Se ha presentado como un defensor de Trump y es muy posible que, en un segundo gobierno de aquel, llegue a ocupar un puesto de importancia en el Estado. Ha ido subiendo en la preferencia del público y la última encuesta lo situó con un 9,2 por ciento, según la misma casa FiveThirtyEight. Tiene gran facilidad de palabra y es frontal en sus alegatos, crudo y hasta desmesurado. Creen que será el “gran animador” de la contienda republicana.

 

            Nikki Haley es otra de las contendoras en las primarias de este movimiento. Fue embajadora del gobierno Trump ante las Naciones Unidas y exgobernadora de Carolina del Sur. Por eso su experiencia en el campo administrativo/político no puede ser obviado de ninguna manera. No le gusta hablar acerca de su paso por la administración de Donald Trump (caótica en la mayoría de los casos) y prefiere no referirse, en lo posible, al ex mandatario, a quien parece respetar más de la cuenta. Tiene 51 años de edad y es la única mujer que se postula en estas elecciones internas del Partido Republicano. Tiene apenas el 3,5 por ciento en la intención del voto; y también es hija de inmigrantes hindúes a los Estados Unidos. Su verdadero nombre es Nimarata Nikki Randhawa, pero ha preferido ser conocida con el apellido Halley, que es el de su marido, el soldado Michael Haley. Así parece más anglosajona de lo que en verdad es.

 

            Chris Christie es el otro precandidato. Fue gobernador de Nueva Jersey, tiene 60 años de edad. En un tiempo ayudó a Trump en la preparación de sus debates de campaña; pero ahora aparece como un acérrimo enemigo del ex presidente, a quien ha tildado de “cobarde” incluso, por no asistir a este debate recién acontecido. El rompimiento con el exmandatario se dio a raíz de la negativa de aceptar la derrota en las elecciones del 2020, en las que ganó Joe Biden, de los demócratas. Cree a pies juntillas que Trump tiene secuestrado al Partido Republicano y actúa solo con base en sus intereses personales y su sed inacabable de poder (megalomanía). Christie ha justificado su participación en estas elecciones primarias porque “(Trump) nos ha defraudado. Porque no está dispuesto a asumir la responsabilidad de ninguno de los errores cometidos, de ninguno de sus defectos y de ninguna de las cosas que ha hecho. Eso no es liderazgo. Eso es un fracaso de liderazgo.” Por esas palabras tan llenas de sinceridad, fue fuertemente abucheado en el acto organizado por un influyente grupo evangélico. Eran defensores de Trump, evidentemente. Apenas tiene a su favor el 3,5 por ciento de la intención de voto.

 

            Tim Scott. Es el único precandidato de raza negra que está nominado en estas elecciones primarias. Tiene 57 años de edad y se le considera un excelente orador, “un brillante orador”, dicen de él quienes le han escuchado y le conocen. Además, es profundamente religioso y conservador, incluso cita versículos de la Biblia en sus discursos y alocuciones y un decidido antiaborto. Es senador por Carolina del Sur, nieto de un trabajador negro de los campos de algodón del sur profundo de los Estados Unidos, por eso es un conocedor intrínseco del sufrimiento de su raza en aquellos tiempos de la esclavitud. Es hijo de un matrimonio divorciado y su madre tenía que trabajar muchas horas extras como auxiliar de enfermería, para mantenerlo a él y a su hermano. Tiene la opinión de que el racismo en los Estados Unidos no puede contra los que tienen la firme determinación de triunfar en todo lo que se propongan. Lamentablemente para él y sus seguidores, apenas cuenta con el 3,4 por ciento de la intención de voto.

 

            Asa Hutchinson es otro de los postulados en estas primarias republicanas. Fue gobernador de Arkansas, tiene 72 años de edad y es uno de los más longevos en estas justas electorales. Es uno de los críticos más feroces contra Donald Trump, de quien piensa que “sería un grave error nominar a Trump, porque acabaría sirviendo en bandeja el triunfo nuevamente a Joe Biden.” Y dijo además en una manifestación en Iowa, que “Donald Trump no se presenta a la presidencia para volver a hacer grande a Estados Unidos (…). Se presenta para no ir a la cárcel.” Pero ante esta afirmación fue abucheado fuertemente por quienes lo escuchaban. Tiene apenas el 0,7 por ciento en la intención de voto favorable.

 

            Por último apareció en el debate Daug Burgum, con 67 años de edad, gobernador de Dakota del Norte. Es multimillonario y en su Estado es muy conocido, aunque en el resto del país, muy pocos saben quién es en realidad. Tiene solamente el 0,4 por ciento de la intención de voto. Casi nada… una nulidad.

 

            En opinión de varios analistas sobre lo que sucede en las entrañas de los republicanos, esta nómina de precandidatos lo único que hacen es “atomizar” el voto, lo dispersan y ninguno obtiene el caudal de votantes que necesitan para hacerle daño a Trump, quien se mantiene sólido, compacto y fuerte con ese 52,5 por ciento que votaría por él, a pesar de que es un delincuente comprobado por la justicia, según los tribunales donde ha tenido que comparecer a lo largo de este 2023. El fenómeno Trump es inexplicable desde el punto de vista de la moral ciudadana, porque un pueblo que se respeta a sí mismo y respeta los valores tradicionales y humanistas, no podría sufragar nunca a favor de un individuo de esta calaña, según ha dejado observar. Pero así está el mundo, el ser humano, en la actualidad: aplaude los desmanes y sanciona a quienes tienen hondos y consolidados principios.

 

Caravana hacia la prisión

 

            Una imagen a la cual se están acostumbrando los estadounidenses, es observar al Boing de Donald Trump aterrizando en el aeropuerto y después, una caravana de autos negros blindados, recorriendo a gran velocidad las autopistas hasta llegar puntuales a los juzgados que requieren del ex presidente en conflicto. Mientras se efectuaba el debate Republicano, el ex mandatario iba flanqueado por los agentes del FBI que lo custodiaban en sus autos, desplazándose por las carreteras de Atlanta, Georgia. Su destino era la cárcel del Condado de Fulton que, en el caso de que no hubiera pagado la fianza, hubiese tenido que ingresa a prisión como debe hacerlo todo criminal o delincuente imputado.

 

            La penitenciaría está considerada un centro de detención sumamente peligroso, es una “prisión violenta” y ahí, precisamente, tuvo que entregarse el ex presidente Trump. De hecho, la organización Southern Center for Human Rights (SCHR), en un informe publicado en noviembre del 2022, la consideró sumamente peligrosa, donde confluyen problemas como la falta de personal, la sobrepoblación penitenciaria, y una plaga sin control de piejos y sarna. Actualmente tiene unos 2,500 reclusos, más del doble de su capacidad cuando se inauguró en 1989.

 

            En ese ambiente, muy distante de las mansiones a las que está acostumbrado, Mr. Trump se entregó en su condición de acusado, por alterar el resultado de las elecciones presidenciales del 2020. Sin embargo, fue el recluso con la estadía más breve que se recuerde en este país, debido al hecho de que pagó una fianza dictada por el juez, por US$200,000, y regresó a su residencia en La Florida, evitando purgar la prisión preventiva. De tal modo que su entrega fue un mero formalismo con el que debía cumplir; pero, mientras no canceló el monto fijado, era un recluso más en la cárcel de Fulton. Un hecho inédito en la historia de los Estados Unidos de América y un golpe duro al orgullo del magnate inmobiliario. Además, se le ordenó que no viole más las leyes, que se abstenga de intimidar o presionar a los testigos del caso y le obligaron a comparecer, antes del viernes próximo, en un tribunal. Así mismo, deberá poner punto final, por lo menos durante el tiempo que dure esta situación jurídica, a su participación en las redes sociales, donde Trump se ha mostrado particularmente agresivo contra el sistema de justicia del país. Esa misma prohibición, abarca a todas las redes sociales existentes; y tampoco podrá repostear otras publicaciones hechas por amigos o conocidos y que se refieran a este caso.

 

            La fianza por los US$200,000 es la suma de cada uno de los delitos por los que está acusado. La principal, por US$80,000, es por la supuesta violación de la ley contra el crimen organizado; y por los otros 12 presuntos delitos, se le exige una fianza de US$10,000 por cada uno.

 

            En su red social Truth, Donald Trump escribió: “Iré a Atlanta, Georgia, para ser arrestado por una fiscal de la izquierda radical,” en clara referencia a Fani Willis y añadió que ella “actúa en estricta coordinación con el retorcido Departamento de Justicia de Joe Biden, el presidente del país, para arruinar mi carrera para presentarme de nuevo como candidato a presidente.” Publicó. Es indudable que trata de revertir un hecho enteramente judicial y convertirlo en una persecución política de parte del entramado del Partido Demócrata, pero en ningún momento reconoce que infringió las leyes de los Estados Unidos y arremetió violentamente contra lo establecido en la Constitución.

 

            Cuando vuelva a comparecer ante el juez y la fiscal, deberá depositar el monto de la fianza que le dará la libertad. Pero su voz y su “pluma” no se han acallado y ha vuelto a atacar a la fiscal al escribir en su red social: “La fracasada fiscal del Condado de Fulton (Atlanta), Fani Willis, ha insistido en que yo pagara una fianza de US$200,000. Asumo, por lo tanto, que ella pensó que yo era un riesgo de ‘fuga’, (que) volaría lejos, talvez a Rusia, Rusia, Rusia (repitió tres veces en el texto), compartir una suite con cúpula de oro con Vladímir (Putin), para nunca ser visto o escuchado de nuevo. ¿Sería capaz de tomar mi avión muy ‘discreto’ con el TRUMP de oro fijado para que todos lo vean? Probablemente nó. Sería mucho mejor volar en un vuelo comercial. ¡Estoy seguro de que nadie me reconocería!” Ironizó.

 

            Tenía tiempo hasta el mediodía para ser fichado y, al parecer, no iba a tener privilegios de ninguna índole por ser ex mandatario de USA: le tomaron las huellas dactilares y le hicieron dos fotografías de rigor, las conocidas de frente y de perfil, con su nombre y número a la altura del dorso. Anteriormente, en las distintas causas penales anteriores, había evitado la humillación de la toma de las fotografías, tanto en Nueva York, como en Florida y Washington, pero esta vez no tuvo escapatoria a la horrible sesión de fotos. Con respecto a su condición de ex presidente, el sheriff del Condado de Fulton, Patrick Labat, dijo: “Poco importa su estatus.” Un mensaje clarísimo al prepotente Trump, para que se lo tome en serio y sepa que no está por encima de las leyes como él y su dinero creían. Es un prisionero más, un individuo del pueblo que transgredió las leyes, la Constitución en repetidas ocasiones, que intentó revertir los resultados electorales en los que salió inobjetablemente derrotado y pasó de ser un ex presidente de los Estados Unidos, a un simple delincuente que debe enfrentar los juicios consecuentes de sus malas acciones.

 

            Siempre acorde con su inaguantable orgullo, Trump difundió un comunicado en el que mostraba su indignación por presentarse “en una prisión violenta.” Pero si es condenado sin derecho de fianza, tendría que ingresar a una de las celdas donde ya han muerto algunos reos, debido a las pocas garantías de seguridad en cuanto a la salud y a los crímenes que allí se dan constantemente. Ese orgullo le ha hecho perder desde todo punto de vista, en especial millones de dólares en pagos de honorarios a sus abogados; se cree que ha tomado esas decenas de millones de las donaciones políticas que recibe, de parte de los incautos que le adoran y le siguen y que serán los que le den el voto en las próximas elecciones.

 

            Para todos es de sobra conocida la intención definitiva de Donald Trump, en el caso de que gane la presidencia, porque ha dicho que, de ser así, proclamaría indultos para todos sus casos y los cerraría totalmente; o en su defecto, nombraría a una persona afín al frente del Departamento de Justicia para que cierre de una vez y por todas, las imputaciones federales. Sin embargo, muy a su pesar, en el caso de Georgia, por tratarse de un caso Estatal, no podría hacer ninguna de las dos cosas y la causa en su contra seguiría sin variaciones de ninguna especie. Eso lo tiene desconsolado y abatido. En este sentido, el ex fiscal federal, Renato Mariotti, manifestó a la cadena CNN: “No solo no podrá indultarse a sí mismo, sino que el proceso de indultos en Georgia implica que el gobernador Kemp, tampoco podría hacerlo. Hay un panel (que decide los) indultos. Es un proceso complicado. Tampoco podría cerrar la investigación de la misma manera.” Explicó.

 

             Otro que tuvo que volar en avión privado hasta Atlanta, fue el abogado personal de Trump y ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, justamente para entregarse también a la justicia. Igualmente fue fichado, fotografiado de frente y de perfil, porque, entre otros cargos, la fiscal le considera “uno de los cerebros detrás del intento de robo de las elecciones presidenciales.” Fue un renombrado abogado, hasta que cayó en desgracia al propagar las mentiras en torno al supuesto fraude de los demócratas en los comicios anteriores. Fue puesto en libertad después de pagar la fianza por US$150,000. Tiene 79 años de edad y forma parte de las 19 personas involucradas que enfrentan un total de 41 cargos. Una edad no propicia para un evento tan tensional como es un juicio de este calado y que no garantiza que salga bien al final del mismo, de acuerdo a su estado de salud.

 

           Lo cierto es que todos ellos están haciendo historia en los Estados Unidos y en el mundo entero. Son un mal ejemplo de lo que no se debe hacer políticamente hablando en una democracia funcional y a la postre, la más importante del planeta. Un juicio de extraordinaria relevancia, muy rara vez observado en el devenir de los tiempos.


Javier Melei:

Continúa la Extravagancia y el Circo tan Característico de los Argentinos

 

BUENOS AIRES-Desde Saúl Menem, con sus patillas largas pintadas de blanco en la mitad y oscuro en las puntas, su extraño corte de pelo y su baja estatura, hasta Cristina Fernández de Kirchner, con aquella famosa secuencia de fotos en las que no dejó dudas de su desquiciamiento mental, los argentinos han tenido en las últimas décadas a cada personaje que, apenas salen a la luz pública, causan confusión en quienes los ven, pues no saben si reír o contener la carcajada ante tales “fachas.” Se salvan de esas descripciones, los miembros de la Junta Militar genocida, encabezada por Rafael Videla y finalizada por Reynaldo Bignone, lo mismo que el primer presidente democrático, Raúl Alfonsín, quienes tenían una apariencia decorosa y hasta elegante, si se quiere. Incluso eran comedidos al hablar, sin tanta gesticulación ni muecas faciales, tan propias de las gentes que componen al pueblo de este país austral.

 

            Con la Kirchner ya fue suficiente. Sus payasadas han sobrepasado todos los cálculos, las mesuras y las situaciones más insólitas y es por eso, precisamente, que el grosor de los argentinos la adoran, pues no pueden concebir a un personaje público que no sea histriónico y la Cristina Fernández es eso… y más. No importa si ha sido todo lo corrupta que se le ha demostrado, ni lo pésima gobernante, lo que importa es que hace olvidar a Evita de Perón, a quien le cortaron las manos en su féretro y nunca aparecieron más, para acabar de demostrar lo que son estas mismas gentes que componen a los argentinos como ciudadanos, pueblo y nación.

 

            Desde hace unos meses para acá, ha aparecido otro tipo estrafalario, con una melena “en redondo”, sin peinar, con gestos faciales desmesurados, gesticulaciones fuera de contexto, exacerbadas y gritos desaforados contra todo lo que se le viene a la cabeza. Alguien, entre el público, un extranjero por supuesto, dijo de Javier Milei, que es de quien  estamos escribiendo ahora, que padece “menstruaciones mentales” y por ello es su desaforado proceder. Y con esa pinta… los argentinos han votado por él en estas primarias recién finalizadas y, de acuerdo a las costumbres de estas gentes, será el ganador de las elecciones nacionales y estamos plenamente seguros de que así ocurrirá.

 

            Javier Gerardo Milei nació en el Barrio de Palermo, en la Capital, Buenos Aires, el 22 de octubre de 1970; es un economista que se define a sí mismo como “anarcocapitalista en la teoría”, “liberal-libertario” y “minarquista en la vida real”; sin embargo, miles de argentinos le consideran, por el contrario, conservador o ultraconservador. Incluso su posición con respecto al aborto, así le delata, pues no considera que las mujeres deban abortar, ni aun en el caso de que hayan sido víctimas de violación; y rechaza de plano la educación sexual integral en las aulas de escuelas y colegios secundarios; también niega la existencia del calentamiento global y prefiere aferrarse a las viejas ideas acerca del planeta y sus cambios. Sin embargo y por otra parte, se manifiesta a favor de que los niños y adolescentes asistan a sus clases portando armas de fuego para defenderse de cualquier ataque que allí surja. Una idea disparatada que muchos padres le han criticado al hoy candidato.

 

            Se comenzó a dar a conocer en Argentina debido a las invitaciones que los periodistas le hacían para que compareciera en debates televisados, en los que atacaba fuertemente a sus oponentes con palabras vulgares, rastreras y soeces. Su violenta actitud ante las cámaras, hizo que los televidentes no cambiaran de canal y se interesaran más por su comportamiento hostil, que por el fondo de sus ideas.

 

            Es argentino por donde se le mire y no reniega nunca de su nacionalidad de la que se siente muy orgulloso. Su padre es todavía un empresario del transporte de pasajeros en ómnibus; y su madre, ama de casa. Tiene una hermana menor llamada Karina, a quien le une una relación muy estrecha. Javier Milei estudió en el colegio cardenal Copello, del barrio Villa Devoto; y de 1987 a 1989, jugó al futbol –como todo buen argentino que se precie de serlo-, en el puesto de guardameta, en el famoso club Chacarita Juniors, de la primera división de este país. Sin embargo, decidió abandonar este deporte para continuar sus estudios, en especial en el campo de la economía. En un programa de TV al que fue invitado, contó que fue rockero en la banda Everest, especializada en interpretar música de The Rolling Stones. Tampoco en el campo de la música logró descollar y parece que de aquellos años solo le ha quedado su frondosa y extravagante cabellera sin peinar.

 

            Entrado en la edad adulta, desde el año 2012 comenzó a escribir columnas en los periódicos La Nación y El Cronista, lo mismo en la página en internet, Infobae, en el 2013. A partir de ese momento, lo empezaron a llamar de distintos programas de televisión y su fama fue ascendiendo paulatinamente. Los temas por los que le cuestionaban los periodistas moderadores de los programas de opinión, se referían, invariablemente, a las dificultades por las que estaba atravesando la economía argentina. “Se ha caracterizado por su manera de debatir –resalta un conocido suyo-, su forma de expresarse y sus enfrentamientos con periodistas y políticos. Su personalidad y sus interacciones, tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales, lo hicieron conocido por el público, sobre todo por su uso de palabras malsonantes, insultos e interjecciones.” Incluso, en el 2017, condujo su propio programa radial y semanal, llamado Demoliendo Mitos; y en el 2019, la revista Noticias lo ubicó en el puesto 27 entre las 100 personas más influyentes de la Argentina; pero en el 2021, la misma publicación lo ubicó en el puesto 4, de las 100 personas más influyentes. En el 2022, comenzó su propio programa de TV en línea (internet), llamado Cátedra Libre.

 

            Según observamos, su popularidad ha sido paulatina, gradual y sostenida. De ahí, los resultados electorales que le estamos observando.

 

Insultos que gustan y encienden las pasiones

 

            No sabemos si será el mate, esa bebida que se pasan los argentinos de boca en boca con una única pajillita y en el círculo de amiguetes, el que los saca de la modorra y los pone exactamente en “poses de locos” y comienzan a moverse, a hablar sin parar e insultar a todo aquello “que se mueva o no se mueva.” Por ejemplo, insultar a los chilenos al decirles que “Santiago –su Capital-, es solo un barrio de Buenos Aires”, lo mismo que a los uruguayos con Montevideo, dándoselas de habitantes de una mega-ciudad que todavía está lejos de serlo BB.AA, es parte del ideario popular de estas gentes. Lo cierto es que, en el caso que nos interesa ahora, de Javier Milei, ha arremetido con su lenguaje fecal en contra de Cristina Fernández, quien, de paso, se lo merece y más… “Invito a los argentinos a sumarse a la revolución liberal, que va a hacer que en 35 años la Argentina vuelva a ser una potencia mundial (¡?). ¡Viva la libertad carajo! Les prometo que este no será solo el fin del kircherismo, sino de la casta parasitaria, chorra (ladrona), inútil, que hunde a este país. Quiero sacar a los que están, esto no da para más.” Dice en clara diatriba contra la actual vicepresidenta de la República, quien es la que mueve los hilos de la marioneta (el actual presidente de la República), detrás del escenario. Lo que sí nos ha dejado perplejos es ese grito de “Argentina potencia mundial.” ¿Pero cuándo lo ha sido? Y, por lo pronto y en los próximos 100 años tampoco, estará en capacidad de serlo, cuando su economía es una verdadera vergüenza y los índices de pobreza general y per cápita, no dan para ser esa potencia que el desaforado Milei ha subrayado. Pero en lo que sí estamos de acuerdo es que a la Kirchner hay que sacarla del poder y meterla en prisión por todos los hurtos de gran calado que su esposo Néstor y ella han cometido desde que aparecieron en la política de este país del cono sur. Y aquí nos sobresalta otra pregunta: ¿Permitirán los argentinos del grosor del pueblo, que se le lleve a los tribunales a pesar de que las evidencias se superan a ellas mismas, acerca de su innegable y clarísima corrupción? Porque en la Argentina cualquier desfachatez puede suceder de un minuto al siguiente…

 

            ¿Pero quién es Javier Milei, además de su impresentable figura, a pesar de sus caros trajes que terminan por ser parte del desastre, igual a sus actitudes en público? Se dice a sí mismo que es un economista en un país donde todos se ponen títulos profesionales, los tengan en verdad o no los tengan. Aquí “el barrendero más sencillo, es físico-nuclear, a quien un golpe de mala suerte lo dotó de escoba y carretillo para barrer las calles y calzadas de la Capital; pero lo fue… por supuesto que lo fue…” En el caso de Milei es un soltero empedernido, convive con cinco perros, de los que se dice ser su padre y los ha llamado: Murray, Milton, Robert y Lucas, los cuatro son hijos de Conan. Tiene 52 años de edad, pero su comportamiento estrafalario, semejante a un histrión incontrolado e incontrolable, le hace parecer de 16 años apenas; y es capaz de decir cualquier obscenidad que se le venga a su cabeza, sin importarle si al otro lado del televisor hay todavía niños sin dormir, viendo y escuchando el programa donde le entrevistan.

 

            Viene de un escándalo que se ha silenciado súbitamente, luego de que ganó las primarias inesperada y sorprendentemente; y ese escándalo decía que vendía las candidaturas dentro de su partido; es decir: “si quieres ser alcalde o diputado, eso te cuesta tantos dólares,” dicen que ha dicho a quienes han querido usar a su partido, La Libertad Avanza (LLA), como plataforma para saciar sus ambiciones políticas y personales. Esta agrupación, hace tres años retrospectivos, no existía en el país; pero ahora ha dejado con las mandíbulas desencajadas a los seguidores de la Kirchner y con la firme posibilidad de derrotar al peronismo y dejarlo tirado en la cuneta de la contemporaneidad y de la historia misma. Y es precisamente Cristina Fernández la más preocupada y nerviosa, porque, en un eventual triunfo electoral de Milei, éste podría conducirla sin dilación hasta la sala de los tribunales de Buenos Aires, según ha dicho con claridad en otras oportunidades y lo ha sugerido también.

 

            Los resultados electorales recientes indican que el peronismo ha sufrido la peor derrota de su historia ante este estrafalario de la melena que implora un corte de pelo decente y urgente, llamado Javier Milei. El deseo de los votantes ha ido de la izquierda kirchnerista, hacia la centroderecha y el liberalismo que acusa Milei. Un cronista de un diario bonaerense, así lo ha dicho mejor que nadie: “el peronismo gobernante sufrió este domingo una derrota de niveles históricos en las primarias, rumbo a las elecciones presidenciales de octubre en Argentina, que vieron ganar a Javier Mileu, el excéntrico líder de la ultraderecha libertaria.” Punto. Es decir, cuando se contabilizó el 96,14 por ciento de los sufragios, Milei obtuvo el 30,11 por ciento de ellos, dejando rezagada a la coalición opositora Juntos por el Cambio (JxC), que logró el 28,27 por ciento; y al peronismo aglutinado en Unión por la Patria, con el 27,20 por ciento logrado.

 

            Fue cuando dijo Javier Milei a sus acólitos: “Estamos ante el final del modelo de casta, ese modelo basado en una atrocidad que dice que, donde hay una necesidad… hay un derecho, pero se olvida de que ese derecho alguien lo tiene que pagar.” Y él ya había ganado en 16 de los 24 distritos de toda Argentina. Para los analistas nacionales y extranjeros, coincidentes ambos, el resultado de estos comicios recién idos “se ha dado por el enojo de los argentinos con la situación del país y decidieron castigar a los políticos actuales en forma de tridente; es decir, castigando al gobierno, apoyando a Milei y advirtiendo a la coalición opositora, Juntos por el Cambio (JxC), de que no necesariamente tiene asegurada la Casa Rosada (sede del gobierno), a partir del 10 de diciembre”, cuando ocurra el traspaso del poder. Por ejemplo, Mauricio Macri, quien fue presidente de este país, y uno de los líderes de JxC, señaló: “La sorpresa es el crecimiento de Milei, demostrando el enojo que hay con la política. Yo lo advertí hace tiempo.”

 

            Para la politóloga Ana Iparraguirre, “una de las cosas que la gente más valora en Milei, es que le dice lo que piensa. Eso, en un contexto en el que la política es la corporación que menos credibilidad genera, es un punto a su favor.” Aparte de ello, el estrafalario candidato nunca ha ocultado sus preferencias internacionales: es enemigo del actual presidente de Chile, Gabriel Boric, de quien se considera su némesis, lo mismo que de Salvador Allende (“dos grandes errores de los chilenos”, según dejó escuchar hace poco); por lo tanto, en esa misma línea de pensamiento, es enemigo de Nicolás Maduro, en Venezuela; Díaz-Canel, en Cuba; Gustavo Petro, en Colombia; Lula da Silva, en Brasil; y de todo lo que le huela a comunismo. También atacó en los últimos días al tránsfuga de la justicia ecuatoriana, refugiado en Bélgica, Rafael Correa, a quien considera un bandolero sin más ni más… Y se declara amigo entrañable de Santiago Abascal, del Vox español; de Jair Bolsonaro, en Brasil; Donald Trump, en USA; y del derechista chileno, José Antonio Kast, hijo de un ex oficial nazi emigrado y refugiado en Chile, con la venia de Pinochet. Lo anterior solo quiere significar que Javier Milei, además de ser “el guasón argentino,” es un ultraderechista sin apelaciones ni devaneos.

 

“Dolarizar incluso al mismo dólar”

 

            Esta es una de sus intenciones más llamativas y que pondrá en práctica si ganase las elecciones venideras, el próximo 22 de octubre de este 2023, aunque la posibilidad de una segunda ronda se cierne sobre la realidad de esta nación y sería el 19 de noviembre siguiente: quiere eliminar al peso argentino, cuyo valor es irrisorio y poner en su lugar a la moneda estadounidense. “Si al Ecuador le ha ido tan bien con el dólar… ¿Por qué los argentinos no podemos hacerlo de igual manera?” Se preguntó hace pocos días atrás. Piensa “dinamitar” al Banco Central de su país, donde se cuecen los peores malestares económicos de este pueblo, junto al Ministerio de Hacienda, plagado de tecnócratas que no sirven absolutamente para nada. La inflación anual en la actualidad, gira en torno al 130 por ciento y la tasa de pobreza está cercana al 42 por ciento, lo cual significa que la tercera economía de América Latina, sufre 12 años de estancamiento, con un Producto Interno Bruto (PIB), que es el mismo de 1974.

 

            En la propuesta de Milei de dolarizar la realidad argentina, está la clave de su aceptación entre la masa popular; más todavía cuando ha repetido una y otra vez que el peso es solo papel pintado y la promesa de que “todos ganarán en dólares cuando él asuma el gobierno”, es una idea que subyuga, fascina y arrastra a los votantes hasta las urnas. “Es su arma más potente”, escribió un periodista español que observa los acontecimientos. Otros le han descrito como aquel que pasó de “bufón freak, a serio aspirante a la Casa Rosada. Es el llanero solitario: él solo contra el mundo.” Así según palabras del analista Marcos Novaro.

 

            Y vuelve al ataque con su verbo encendido y que no se sabe dónde tiene la perilla para apagarlo una vez que toma en sus manos el micrófono: es de esos tipos que no cesan de hablar y que a todos aturden y agobian: “¿Por qué nos quieren esclavizar con el peso. La pregunta es de índole moral: ¿Alguien está a favor de que lo roben? El peso es un papel repugnante que nadie quiere, excremento que no sirve ni para el abono.” Ha reiterado en las entrevistas televisadas que le han hecho constantemente. Su plan es crear un sistema de competencia de monedas, en la que inevitablemente el dólar superará al peso argentino: “El primer día entro con la motosierra y empiezo el ajuste fiscal.” Ha amenazado, mientras sus seguidores presentes en la estación de TV, cantaban al unísono: “¡Motosierra, motosierra!” Con esos cánticos característicos de los argentinos que se escuchan desde los partidos de futbol hasta en las ceremonias más solemnes que puedan realizar.

 

            Para Milei todo ha sido culpa de las castas que han gobernado en los últimos 50 años a la Argentina y les agrega también el sustantivo/adjetivado de “ratas.” “Quiero hacer lo inverso de lo que se hizo en los últimos 100 años, cuando Argentina pasó de ser el país más rico del mundo (¡?), a uno con 40 por ciento de pobres. Desde que tenemos Banco Central, le quitamos 13 ceros a la moneda, podemos quitarle tres más próximamente. Tuvimos dos hiperinflaciones sin guerra. Esto estalla. No sé cuándo, pero esos son los tiempos del Creador.”

 

            Otras posiciones suyas tienen que ver con la escolarización obligatoria para los niños y adolescentes y la considera “una intromisión intolerable del Estado”, ha dicho. En otras palabras, aquel padre que quiera enviar a sus hijos a la escuela… muy bien; como aquel que está en desacuerdo con hacerlo. Por esas posiciones tan suyas, tan originales y por su estilo a la usanza argentina de hoy en día, con su cabello, su forma desarrapada, su desorden premeditado de la indumentaria, sus arrebatos coléricos, sus exabruptos al hablar, su desenfado, sus gesticulaciones histriónicas que rayan en lo ridículo, es que los miles de jóvenes no dudan en seguirle y votarle en las urnas. “Su atracción devastadora entre los jóvenes –cita un periodista-, son gran impacto en los que votan por primera vez (en Argentina es a partir de los 16 años), le ha quitado al kircherismo el favor de la juventud y ha abierto un debate que la Argentina necesita: qué hacer con la economía, el gran problema del país. Su gran mérito ha sido el de convertir las ideas liberales en ‘cool’, tras décadas en las que eran vistas como anatema. (…) Pero Milei juega hoy un papel central en la política argentina, y verlo entrar como presidente a la Casa Rosada el 10 de diciembre, ya no es una quimera.” Escribió.

 

            Se le enfrentará Patricia Bullrich, representante de la principal coalición de oposición, Juntos por el Cambio (JxC), quien derrotó en las internas de ese partido al alcalde de la Capital, Horacio Rodríguez Larreta. Esta mujer fue ministra de Seguridad durante el gobierno de Mauricio Macri. En lo que respecta al partido en el poder, el peronismo de Cristina Fernández de Kirchner, su candidato electo en primarias es el actual ministro de Economía, Sergio Massa, a quien encasillan como el primer e inevitable derrotado, más aún cuando las políticas por él ideadas o seguidas, solo han redundado en el caos financiero del país. Pero hay un detalle que se debe tomar en cuenta en las próximas elecciones presidenciales entre estos tres personajes: en el caso de que se produzca el balotaje (segunda ronda), el kircherismo podría apoyar, con un alto grado de certeza de nuestra parte, a Juntos por el Cambio (JxC), con la finalidad de que Milei no llegue nunca al poder. Y si llegase, significaría muy probablemente la cárcel para Cristina y muchos de sus serviles en el gobierno de hoy en día o en las pasadas administraciones. Por lo menos eso piensan los siempre optimistas con la aplicación de las leyes o la justicia; aunque en Argentina, según hemos visto a lo largo del devenir, lo más inseguro que hay aquí es precisamente eso… la aplicación de la justicia.

 

            “Las fichas ya están sobre el tablero de juego,” solo hay que esperar la fecha de las elecciones nacionales, el 22 de octubre, y veremos por quién se decantan los argentinos: ¿Por lo probado, JxC, con Macri a la cabeza, que no dio resultado alguno y con ello provocó el regreso de la Kirchner al poder; con el candidato oficialista, tras décadas de corrupción rampante encabezada por la Cristina, la esquizoide, o con alguien nuevo llamado Javier Milei, quien despierta tanta desconfianza como la seriedad de un payaso de profesión en medio de la arena de ese circo que tiene por nombre Argentina?

 

En todo caso, el juego está listo para empezar…


Corrupción en Argentina con la Venta de Candidaturas en el Partido

de Derechas

 

BUENOS AIRES-El cisma ocurrido en el seno del partido de ultraderecha argentino, solo beneficia a sus opositores, en especial al movimiento que dirige y es propiedad de la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Es decir, el partido de Javier Milei, si una vez fue considerado una alternativa de cambio, ahora esa ilusión se ha disipado en el electorado de este país, debido a los presuntos actos corruptos que se le achacan.

 

            Actualmente, la justicia está investigando si el entorno del candidato pidió miles de dólares, a cambio de puestos de importancia en las listas, con vista a las elecciones que se celebrarán en octubre de este mismo año. Algunos testigos “en las sombras”, han dicho que se cobraba unos US$10,000 por puestos de elección, de aquellos de menor importancia; pero en los más relevantes, se llegaron a cobrar hasta US$100,000; y Javier Milei está en la mira principal de los fiscales que investigan este sórdido caso que, en el caso de ser comprobado, no solo significaría el final de la corta carrera política de este personaje, sino que lo llevaría a la cárcel sin dilación en un país donde la justicia actúa de lleno para unos, pero para otros, como en el caso de Cristina de Kirchner, resulta tolerante, indiferente y hasta comprable.

 

Los denunciantes y ataque a los chilenos

 

            Es posible que Milei haya vendido lugares en las listas electorales dentro de su partido, La Libertad Avanza (LLA), y para investigarlo y corroborarlo, hay empresarios, abogados y políticos de carrera, que han estado alrededor del candidato, quienes aseguran que, efectivamente, Milei ha procedido a tal acto de corrupción. “Él solicita grandes sumas en moneda estadounidense, a cambio de ceder su nombre para las papeletas.” Ha afirmado uno de los supuestos testigos, quien ha sido citado para declarar al respecto.

 

            Por supuesto que Javier Milei, el hombre de la frondosa cabellera estilo años 70s., ha negado las acusaciones, pero el eco de la acusación se deja escuchar fortísimo, perjudicándolo profundamente y dejándolo muy atrás en la carrera electoral, a miles de votos de distancia de los demás candidatos, especialmente de la coalición conservadora Juntos por el Cambio (JxC), y de la peronista Unión por la Patria (UP), con vistas a los comicios de octubre próximo.

 

            Una de las declaraciones más sombrías y contundentes en contra de Milei, la ha expresado el economista y abogado liberal, Carlos Maslatón, quien en un momento dado fue aliado del propio candidato hoy afectado. Ha dicho ante los medios de prensa: “Milei ha establecido un sistema de franquiciado donde entrega el nombre, la imagen y bendice la fórmula, pero hay que pagarle a él. Los números son de los más diversos según el cargo. Una candidatura a gobernador anda cerca de los US$100,000.” En acto seguido, ratificó esta acusación ante el fiscal que observa y sigue esta causa e insistió en que “dentro del partido LLA existe una selección de candidatos, según el dinero que pueden aportar.” Y solo le faltó agregar que todo ese dinero va a dar a los bolsillos del dueño de ese partido, Javier Milei. Un hecho que se desprende de las acusaciones, por obviedad.

 

            Otro de los denunciantes ha sido el empresario Juan Carlos Blumberg, quien ha aseverado del mismo modo lo dicho por Maslatón: que integrantes del partido ultraderechista argentino, encabezado por Milei, ha vendido candidaturas a cambio de US$50,000. “Hay gente que pagó y que la usaron. Lo más grave de todo esto, es que esta gente ha hecho un negocio con la política.” Dejó escuchar en un programa radial a todo el país, y quien ha sido llamado a declarar al Ministerio Público, junto a otros tres testigos de este caso.

 

            La reacción de Javier Milei era la esperable: se encolerizó (o fingió estar muy molesto ante las cámaras y micrófonos de los periodistas), y dejó en claro que contraatacará y justificó el dinero que pidió a varios de sus copartidarios: “Los políticos tradicionales –dijo-, se financian con plata del Estado. En Argentina la política se financia con la de los impuestos, se desvía la plata del pagador de impuestos a la campaña. Así es como hacen política. Nosotros, a diferencia de ellos, nos autofinanciamos la campaña. Yo no me llevo ‘un mango’ (un peso) de esto.” Puntualizó el actual diputado por LLA. Seguidamente, aseveró que emprenderá acciones legales contra Blumberg y contra aquellos que están diciendo “mentiras descaradas (y en el caso de) Blumberg, pretendía ser candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, por haber ido a una charla mía de la feria del libro. El hombre no hace un mapeo entre lo desatinado de su exigencia y lo que puede hacer, entonces empieza a decir todo tipo de mentiras.” Apostilló Milei.

 

            El Ministerio Público argentino no solo investiga en estos instantes la supuesta venta de las candidaturas dentro de este partido de derechas, sino que se está centrando en observar si ha habido una violación de la Ley de Financiamiento de Partidos Políticos, de la norma que obliga a que todo aporte a las campañas políticas, se realice a través de una cuenta bancaria y recordó que la financiación en efectivo, es del todo ilegal.

 

            Las repercusiones de tales acusaciones están minando, erosionando la imagen de Javier Milei y aquellas otras figuras mediáticas que le estuvieron elogiando y aplaudiendo, están tomando prudente distancia de él en estos momentos precisos, mientras el panorama electoral de cara a los comicios de octubre, aparece turbio y con negros nubarrones en el horizonte, en el futuro de esta agrupación. De hecho, las encuestas hechas recientemente muestran una caída significativa del partido La Libertad Avanza (LLA), especialmente en la intención del voto y en números claros, el respaldo que hoy tiene oscila entre el 16 y el 19 por ciento, 10 puntos porcentuales menos que en aquel momento cuando alcanzó su máximo de popularidad entre las masas de votantes argentinos. Colateralmente, la coalición Juntos por el Cambio (JxC), al notar esta severa crisis en el partido contrario encabezado por Milei, considera una muy probable victoria electoral en la primera vuelta y en contra del peronismo, más aún cuando sus dos candidatos, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta van llevando la delantera en la preferencia de los votantes y el peronista Sergio Massa, se mantiene detrás de ellos a muy corta distancia. Los analistas señalan en este caso que los indecisos serán los que darán el triunfo anhelado a alguno de los contendores. En ellos, en sus manos, está la determinación final.

 

            Y mientras “su casa arde”, Javier Milei ha emprendido un viaje por Chile y otros países vecinos y celebró una conferencia en el teatro municipal de Las Condes, en Santiago de Chile, junto a Axel Kaiser, de la Fundación para el Progreso, y atacó sin contemplaciones ni rodeos al presidente chileno de izquierdas, Gabriel Boric, al decirle: “Entre izquierdosos se juntan; o sea, entre empobrecedores se juntan. Y así como esperamos sacar a la plaga kirchnerista en Argentina, espero que ustedes (los chilenos), tengan la dicha y la altura como para poder sacarse también a este empobrecedor de Boric. Acá han tenido a Ricardo lagos, a Michelle Bachelet. Bueno… ahora tienen a este.”

 

            Casi de inmediato, el Ministro de Relaciones exteriores de Chile, Alberto van Klaveren, respondió al visitante argentino: “Le pedimos que restrinja su campaña a Argentina y no la extienda a Chile.” Así sonó su exigencia desde La Moneda, el Palacio de gobierno chileno. Hay quienes aseguran que Milei ha querido desviar la atención de lo que sucede en el seno de su propio partido, atacando al mandatario chileno, aunque es imposible que logre un cambio de opinión en su Argentina natal, porque las acusaciones que sobre él pesan son bastante fuertes y podrían alejarlo del tinglado político, luego de las elecciones generales de octubre próximo.


Continúa Incertidumbre Electoral en Guatemala.

Crisis Describe Fielmente la Fragilidad de la Democracia Guatemalteca

 

CIUDAD DE GUATEMALA- Pocas horas después de haberse cerrado las urnas de votación, el 25 de junio pasado, todo parecía normal en este país y solo hubo sorpresa por el balotaje o segunda ronda a la que tenían que acudir los dos candidatos con mayor número de sufragios. A saber, la ex primera dama de la República, Sandra Torres, del Partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), y Bernardo Arévalo de León, del Movimiento Semilla. No obstante, esa supuesta normalidad se iba a quebrar semejante al finísimo cristal, en un país que, desde el ángulo político, muestra una fragilidad preocupante y una democracia no muy bien cimentada, donde la corrupción y sus practicantes, los corruptos, ejercen un dominio apabullante y sórdido.

 

            Primero, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), ordenó una inusitada pausa e hizo que los ciudadanos tuvieran que esperar la oficialización de los resultados de las elecciones recién acaecidas y lo único que parecía segura era la segunda vuelta que se disputaría el próximo 20 de agosto. Sin embargo, y a pesar de esa exasperante espera de la oficialización, vendría otro acontecimiento que pondría “en la cuerda floja” a la débil e insegura democracia guatemalteca…

 

Reaparece el fiscal general, un individuo cuestionado por los Estados Unidos

 

            Rafael Curruchiche (apellido indígena), el jefe del Ministerio Público o fiscal general de la República, un personaje oscuro de la vida judicial guatemalteca, quien fue sancionado por el gobierno estadounidense por obstruir casos de corrupción, emprendió una causa penal contra el Partido Semilla, de Bernardo Arévalo de León, a la sazón el candidato que quedó en segundo lugar en el favor de los ciudadanos en los comicios recién finalizados. El fiscal dio inicio a esta persecución a raíz de una denuncia que recibió en mayo del 2022, de parte de un ciudadano común, quien protestó porque, según él, fue afiliado a Semilla, sin su consentimiento. Fue cuando Curruchiche dijo a la prensa: “Hicimos los estudios grafológicos y se concluyó que la firma y letra fueron falsificados.” Esta determinación del fiscal, hizo que miles de guatemaltecos, quienes esperaban la oficialización de los resultados, recibieran en su lugar “un baño de agua fría” inesperado, por la acusación contra el Movimiento Semilla.

 

            Casi de inmediato, los dirigentes de este partido ofrecieron una conferencia de prensa para aclarar las cosas: “Los señalamientos no han llegado a instancias judiciales. Las denuncias se han desestimado porque no tienen validez y esta vez será igual. No se afectará ni el partido ni las candidaturas de Bernardo Arévalo (postulado a la presidencia de la República), y Karin Herrera (a la vicepresidencia).” Explicó el diputado Samuel Pérez, secretario del movimiento. Recordemos que Arévalo es un sociólogo de 64 años de edad; y Karin Herrera es una química-bióloga, con 55 años, y ambos representan la fórmula en esta segunda ronda electoral.

 

            La verdad sobre el anuncio hecho por el fiscal general, la manifiesta Roberto Alejos, ex constituyente, quien considera que la acción en contra del Partido Semilla, antes de la segunda ronda, “es claramente malintencionada y esta acción de la fiscalía se enmarca, además, en un proceso electoral especialmente viciado. (En parte debido a que) tres candidatos a la presidencia, con potencial de llegar a la segunda vuelta, han sido excluidos de los actuales comicios.” Dijo.

 

            Empero, las manifestaciones que más se esperaban eran las del propio candidato, Bernardo Arévalo de León, quien enunció finalmente: “El sistema no se va a quedar tranquilo y va a aceptar mansamente que venga un partido al que sencillamente no habían visto venir y que ahora estén a punto de perder el control del Ejecutivo, que es clave central para poder viabilizar toda la economía de la corrupción, alrededor de la cual se tejen esas lealtades espurias. Sabemos que van a intentar todo y estamos listos para resolverlo.” Se defendió y mostró su preocupación por que sabía que vendrían más acciones contra su movimiento, de parte del actual presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, a quien le gusta actual desde las sombras y utiliza a testaferros fieles a sus perversas intenciones.

 

            Ante tal panorámica, sorpresiva para todos por demás, la incertidumbre afloró en la superficie y las preguntas sin respuestas tranquilizadoras, comenzaron  a darse entre los votantes. Por ejemplo: ¿Qué pasará ahora con el balotaje, se irá a celebrar siempre? ¿Quedará solo una candidata, en el caso de Sandra Torres y será la próxima presidenta del país de manera automática por la ausencia de Arévalo? Y el cuestionamiento más importante fue: ¿Qué sucederá con el candidato de Semilla, Bernardo Arévalo de León, será excluido o seguirá en la contienda? De repente, el sentimiento de los miles de seguidores de este candidato, fue parecido al de aquel individuo que quedó suspendido en el aire, después de que le quitaron el punto de apoyo que tenía bajo sus pies. Quedaron “ayunos, huérfanos,” sin un punto de referencia por el que habían votado recientemente. En otros términos, la democracia se tambaleaba, inmersa en la mayor inseguridad causada por el fiscal.

 

Guatemala en la “mirilla” de la comunidad internacional

 

            Da la impresión de que cada presidente que asume el gobierno en esta nación centroamericana, es peor que el anterior en términos de corrupción, porque, en un principio, se creyó que el arribo del médico Alejandro Giammattei iba a ser algo así como “una bocanada de aire fresco” para la ciudadanía del país más poblado del istmo; pero ha resultado todo lo contrario y los hechos punibles, reñidos con la legalidad, la moral y la transparencia, se han sucedido unos detrás de otros. Sino recordemos: el cierre arbitrario del rotativo elPeriódico, que causaba malestar en el gobernante por sus críticas y reportajes investigativos, que desnudaban los procedimientos espurios del actual Gabinete presidencial; luego sobrevino el encarcelamiento de su fundador y director, José Rubén Zamora, a quien el Ministerio Público le acusó de ser un “lavador de activos” y por esa acusación sin asidero real alguno, pasará 6 años en prisión. Posteriormente se celebraron las elecciones nacionales y tres candidatos que pudieron haber llegado muy lejos con el favor de los votantes, fueron “atomizados” o excluidos de las justas electorales; le siguió la no oficialización de los resultados de parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE), ante la impaciencia de los miles de sufragantes que urgían de la certeza aritmética o el número de votos a favor de uno y de la otra. Y, finalmente, apareció el fiscal Rafael Curruchiche, vetando al Partido Semilla, inhabilitándolo para participar en la segunda ronda, sembrando la inmensa duda y enfadando a millones de guatemaltecos, hastiados de las canalladas de sus gobernantes y de un sistema judicial corrupto y sin credibilidad alguna.

 

            Y es que Semilla subió desde las posiciones más bajas, hasta llegar a ser la segunda opción política más votada en Guatemala en las últimas elecciones. Esta performance no dejó de asombrar, asustar e incomodar a ciertos círculos de poder que permanecen en las sombras, más todavía cuando su candidato anunció que hará, en el caso de ganar la segunda ronda, reformas profundas en Guatemala, donde más de la mitad de su población sufre pobreza extrema; también aseguró que luchará sin descanso hasta extirpar la corrupción subyacente en el Estado y fue aquí donde esos grupúsculos de poder comenzaron a moverse en su contra. “La persecución penal –explicó Arévalo-, es un recurso que tienen a mano (sus enemigos), y que no han dudado en usar en veces anteriores. (El caso en su contra) se trata de un caso espurio que sabemos están montando. Nosotros lo salimos denunciando públicamente, alrededor de un tema de problema de firmas en la fundación del partido hace seis años y que se han dedicado a tratar de buscar algún tipo de cuestionamiento.” Es decir, las firmas falsas fueron denunciadas, primeramente, por los mismos miembros de Semilla; pero ahora la fiscalía lo ha retomado como si fuese algo nuevo y que nunca se dio a conocer en el pasado, mucho menos por los mismos dirigentes que hoy están acusando.

 

            La verdad es que, a raíz de esta acusación del fiscal Curruchiche, el segundo partido más votado en las últimas elecciones nacionales de Guatemala, quedaba inhabilitado para seguir participando en la segunda ronda o balotaje. Un acontecimiento inédito en los anales de las democracias latinoamericanas y que ha molestado tanto a los guatemaltecos, como a la comunidad internacional, cada vez más convencida de que el sistema democrático en esta nación, no es funcional, es endeble, sumamente inseguro y genera una serie de anticuerpos de desprestigio de cara a las grandes potencias de América del Norte y de Europa, principalmente.

 

            ¡Inconcebible: uno de los dos partidos que estaban listos para el balotaje en agosto próximo, quedaba fuera de la contienda, inhabilitado por decisión de un fiscal profundamente cuestionado en los Estados Unidos! ¡Así no funciona ninguna democracia alrededor del planeta y solo en Guatemala, en su sistema disfuncional, podía suceder tal situación!

 

            De inmediato, todos los portales de noticias y de periódicos más renombrados y prestigiados del mundo, se hicieron eco de esta noticia que causó gran revuelo, al mismo tiempo que la presión contra los poderes de Guatemala, se hacía insostenible, en especial contra el Judicial y su Ministerio Público, por haberle dado un viraje al proceso electoral, inhabilitando a uno de los dos partidos que iba a participar en la segunda ronda. La mayoría de las fuerzas democráticas guatemaltecas se pusieron en movimiento, lo mismo que distintos representantes de la oposición, juristas independientes, ajenos al gobierno actual, organismos internacionales y por supuesto, según era de esperar, la Administración estadounidense, encabezada por el presidente Joe Biden, rechazaron tajante y contundentemente la inhabilitación contra el Partido Semilla, que fue orquestada, primeramente, por el fiscal Curruchiche. Seguidamente, este partido presentó un recurso constitucional para impugnar el fallo y la Corte de Constitucionalidad otorgó un amparo provisional que ha derrumbado la inhabilitación y faculta la participación de Bernardo Arévalo de León en la segunda ronda electoral. De paso, el Tribunal Supremo Electoral de Guatemala, solicitó dejar sin efecto la orden del juez y mantener siempre la convocatoria para celebrar el balotaje. En todo caso y a pesar de la situación que se tornó positiva para Arévalo y los suyos, el peligro de inhabilitación continúa, hasta que el Constitucional no dicte sentencia y lo deje en firme. No cabe duda que la inmensa e intensa presión a nivel nacional e internacional también, hicieron que se levantara la prohibición que pesaba sobre Semilla, por la acción del fiscal.

 

            Una de las voces más autorizadas de este país, la del registrador Ramiro Muñoz, así ha descrito los hechos recién ocurridos: “El juez no debió tan siquiera, entrar a conocer la cancelación de una organización política, porque esa es una facultad que solo compete a la autoridad electoral. La cancelación tampoco puede ocurrir con un proceso en marcha y cuando ya se emitió el decreto que oficializa los resultados de los candidatos que van a segunda vuelta. La autoridad electoral también presentará una acción ante la Corte de Constitucionalidad, en defensa de la Carta Magna, como se haría con cualquier otro partido, para defender la supremacía de las decisiones que solo competen al Registro de Ciudadanos.”

 

            Para el ex canciller Gabriel Orellana, Guatemala todavía está a un paso de un golpe técnico, “burdo, pero al final golpe. A esta conclusión he llegado después de examinar la orden del juez que busca dinamitar la formación de Arévalo (Semilla), que interpuso un recurso de amparo ante la Corte de Constitucionalidad, para intentar evitar que las autoridades electorales cumplan con una disposición ilegal e inconstitucional. Acatar la orden de un juez que se entromete en las funciones del Tribunal Electoral, plantea una ruptura de la ley fundamental y, además, es ilegal, porque ningún partido puede ser suspendido durante un proceso electoral. En este contexto, de acuerdo con el análisis más extendido, el intento de excluir a Arévalo de la contienda electoral, persigue la imposición de una segunda vuelta entre la ex primera dama, Sandra Torres (conservadora), y un candidato oficialista afín al actual presidente, Alejandro Giammattei.” Aseguró el ex diplomático guatemalteco.

 

            Finalmente, los ecos de esta amarga tesitura todavía se escuchan, en especial desde la Casa Blanca, en Washington, donde Joe Biden se ha mostrado muy preocupado por la deriva por la que está transcurriendo Guatemala y porque estas acciones “ponen en riesgo la legitimidad del proceso electoral en el centro de la democracia guatemalteca, que debe promoverse y defenderse de conformidad con la Constitución de Guatemala y la Carta Democrática Interamericana. La voluntad del pueblo guatemalteco, expresada a través de los resultados de las elecciones del 25 de junio, debe ser respetada.” Señala un comunicado oficial emitido por el Departamento de Estado de la Unión Americana.

 

            Y para el analista guatemalteco Enzo Rosal, “el Ministerio Público y particularmente las Fiscalía Especial contra la Impunidad, son los encargados de llevar a cabo esta estrategia sucia, de querer minar el proceso electoral y traerse abajo a Semilla. Esa acción, abre la posibilidad de cualquier escenario y anula las dudas sobre la actuación deleznable del Ministerio Público y especialmente del fiscal Curruchiche. En mi opinión, se busca distorsionar los resultados de la primera vuelta y que, ante la desaparición de Semilla, se busque imponen en el balotaje a Manuel Conde, el candidato del partido de Gianmattei, que quedó en el tercer puesto, con un 7,83 por ciento de los votos.”

 

            Pero para el constituyente Aquiles Faillace, la situación es todavía más intrincada y pone como fecha crítica el 14 de enero, cuando el presidente Giammattei tiene que entregar el poder: “Aunque Bernardo Arévalo gane la elección –asegura Faillace-, no será presidente, ya que la fiscalía armará un caso espurio contra Arévalo y el Congreso lo despoje de su inmunidad y nombre a otro presidente. (Hay que recordar que) el Partido Vamos, de Giammattei, logró la mayoría de diputados en el Parlamento y el segundo puesto le correspondió al partido Unidad Nacional de la Esperanza, de Sandra Torres.”

 

            En resumen, la máxima instancia judicial de Guatemala suspendió hace pocos días, una orden que inhabilitaba al partido Semilla, del candidato socialdemócrata Bernardo Arévalo de León y le impedía disputar el balotaje del 20 de agosto próximo. Empero, una resolución de la Corte de Constitucionalidad (CC), otorgó un amparo provisional a Bernardo Arévalo, que revirtió la medida adoptada por el juez Fredy Orellana, que excluía al candidato de Semilla de la segunda ronda electoral. Aunque poco tiempo después de esta polémica sentencia, los dos candidatos fueron oficializados para la segunda vuelta por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), generando más incertidumbre en el país. Dicha sentencia asevera que se encontraron graves irregularidades en la creación del partido; pero el fallo desató manifestaciones multitudinarias en Guatemala, críticas en los Estados Unidos, en la cúpula empresarial guatemalteca, en la Iglesia Católica, la Unión Europea (UE), la ONU y en el gobierno de Chile. Por lo pronto, Arévalo irá al balotaje, salvo que “salte de la chistera otro conejo que el público que ve al mago, no lo espere.” Es decir, que los amigos del actual mandatario, corrupto por demás, le pongan en el camino otra piedra de tropiezo y le hagan caer y desistir.

 

           Todo este maremágnum ha sucedido en Guatemala, uno de los países más desiguales de América Latina, según el Banco Mundial (BM), con 10,3 millones de sus 17,6 millones de habitantes, viviendo bajo la línea de pobreza y uno de cada dos niños acusa desnutrición crónica, según reportes elaborados por las Naciones Unidas. Veremos qué sucederá en una nación donde todo puede acontecer.


Jair Bolsonaro Inhabilitado por 8 Años para Ejercer la Política en Brasil

 

BRASILIA-La decisión de los jueces se veía venir, era sumamente predecible, más aún cuando en la presidencia del país está el comunista Luiz Inácio Lula da Silva, el amigo de Nicolás Maduro, Daniel Ortega y todos los comunistas habidos y por haber en América Latina (incluso es gran amigo del genocida Vladímir Putin; a quien exoneró de toda culpa por su invasión a Ucrania y, por el contrario, culpó a los ucranianos de su propia invasión). Es decir, los magistrados recibieron alguna presión directa o indirecta, para que vetaran al ex mandatario Jair Bolsonaro, por largos 8 años y no pueda presentar su candidatura a la presidencia de Brasil. Era esperable, por supuesto. En esto la ilógica nunca falla, más todavía cuando se trata de comunistas, acostumbrados a torcer las leyes a su completo antojo y beneficio.

            También, hay que decirlo, Bolsonaro ha hecho “méritos” para que esta situación se le presentara: no en balde le han llamado “el Trump suramericano”, debido al mal manejo de muchas situaciones durante su gobierno, una de ellas fue el tratamiento que le dio a la pandemia enviada al resto del planeta por los chinos y los abusos en la Amazonia, la tala indiscriminada de la floresta, para citar solo dos circunstancias erráticas que no gustaron para nada a los brasileños. Y, a pesar de sus errores de bulto, Bolsonaro es el líder de millones de ciudadanos que estuvieron pendientes, por la televisión, del resultado del juicio que se le seguía al ex mandatario, concretamente acusado de abuso del poder. Fue gracias al canal del Estado y del Tribunal Superior Electoral (TSE), cuando más de 10,000 personas seguidoras de Jair Bolsonaro, observaron detenidamente las incidencias que arrojaron el veredicto de suspenderlo de toda actividad política. “Observaron el derrotero de la resolución de los jueces, como si se tratara de un partido de fútbol, en un país donde ese deporte va más allá de la pasión”, comentó un periodista nacional.

 

En manos de siete jueces

 

            Esos fueron los que determinaron inhabilitar a Bolsonaro, en una votación de 5 en contra del ex presidente y solamente 2 de ellos estuvieron de acuerdo en que Bolsonaro continuara en la política brasileña en los próximos años. Lo anterior quiere decir que tendrá que estar alejado de las votaciones y todo lo que implique la actividad política en Brasil, hasta el 2030, año cuando estará muy avanzado de edad.

            ¿Pero por qué se le ha acusado al ex presidente de abuso de poder? Todo comenzó en la Capital, en Brasilia, tres meses antes de las elecciones pasadas y en presencia del cuerpo diplomático. Allí, ante muchos embajadores acreditados ante el gobierno de ese momento, Jair Bolsonaro, presidente de la República que finalizaba su gestión gubernamental, atacó fuertemente al sistema electoral del país y puso en duda, sin prueba alguna, la transparencia, la honestidad y la pureza de las votaciones en Brasil. A su lado, ha sido juzgado también por la misma causa, el ex candidato a la vicepresidencia en las mismas elecciones, el general en retiro, Walter Braga Netto; pero cuenta con el aval de los cuatro jueces que ven su caso, para absolverlo de toda culpa.

            No obstante, por esta acusación y veto político, Bolsonaro no irá a prisión; aunque tiene frente a sí otras acusaciones que lo podrían meter entre rejas en una cárcel Estatal, si se determina su culpabilidad de lo que se le acusa. Y ante la inhabilitación por espacio de 8 años, podrá recurrir ante el Tribunal Electoral o ante el Tribunal Supremo; e, incluso, él mismo ha recordado que, en caso de que los jueces cercenen su carrera política, el Congreso de la nación podría amnistiarle, porque, según sus propias palabras, “la amnistía está prevista en el régimen democrático y es el Parlamento quien decide.” Ha enfatizado. Sin embargo y en honor a la verdad, no tiene escaño en el Parlamento y solo es líder de la oposición y al no tener asiento, perdió la inmunidad cuando su enconado adversario, Luiz Inácio Lula da Silva, subió al principal cargo del país como presidente de la nación. De tal manera, el destino de Bolsonaro quedó en manos de los siete jueces que ya han votado en su contra.

            Fue así como la justicia de Brasil cortó en seco la carrera política del ex mandatario ultraderechista, “el Trump suramericano”, tan desacertado en sus comentarios de igual manera como el estadounidense, y lo ha dejado “a la vera del camino” por 8 largos años. Tiene actualmente 68 años de edad y al sumarle los 8 que estará fuera, la situación se le complicará si tratara de luchar por la máxima magistratura del país. El Tribunal Superior Electoral (TSE), lo condenó en una votación de 5 votos contra 2 por abuso de poder al usar su cargo cuando era presidente de Brasil, “para deslegitimar las elecciones.”

           Sin embargo, las inconsistencias del aparato judicial en las naciones suramericanas son notorias cuando un hombre, en el caso del actual mandatario, Lula da Silva, fue hallado “con las manos en la masa”, recibiendo dádivas o “regalías” de parte de empresas constructoras corruptas, llevado por ese motivo a prisión y un juez amigo lo exoneró de todo cargo e incluso le permitió llegar al gobierno por segunda vez en su carrera política. En otros términos, Lula no debería estar ahí donde está ahora, sino en el fondo de una celda, según corresponde a los delincuentes que han recibido dineros sucios de parte de empresarios corruptos, reconocidos, además, en todo el continente por sus actos reñidos con la decencia y la honradez. ¡Al actual jefe de Estado brasileño, Lula da Silva, se le halló culpable y con pruebas irrefutables!

           Retrospectivamente, el izquierdista Lula fue excluido por los jueces de las elecciones del 2018, que ganó precisamente Jair Bolsonaro, al ser condenado por corrupción (por las regalías de miles de dólares de parte de empresas constructoras a las que él benefició posteriormente), pero su caso fue anulado después y esa decisión judicial, a todas luces espuria, permitió reanudar sus quehaceres políticos, hasta alcanzar la presidencia del país nuevamente. Son esos errores (conscientes y descarados) de los jueces, que suelen suceder muy a menudo en América Latina, un continente donde la corrupción se enseñorea y pavonea ante los políticos del talante de Lula da Silva.

 

La reacción de Bolsonaro

 

          Al conocer el veredicto en su contra, ex presidente se declaró, inmediatamente, inocente y dijo que pretende continuar, de una manera u otra, en la política, mientras millones de brasileños le observaban por sus aparatos de televisión y por el canal en internet de YouTube. La mayoría de sus seguidores creen y desean que Bolsonaro recurra la inhabilitación, aunque las probabilidades de que la condena sea revertida en instancias superiores, son escasas o nulas.

          Reiteró que siempre cumplió con la Constitución y señaló que “en política nadie mata ni muere: aquí en Minas me dieron una puñalada en el estómago durante la campaña del 2018, y hoy me dieron una puñalada en la espalda, por presunto abuso de poder político. (…) Me sacaron de la Presidencia y ahora me han juzgado por mi obra completa y no por el episodio con los embajadores.” Empero, las evidencias están allí cuando, en su calidad de presidente de la República, convocó al cuerpo diplomático acreditado en Brasil y, a escasos tres meses de las elecciones, Bolsonaro propagó sus teorías de la conspiración en un violento discurso en el que atacó a las autoridades electorales y contra la seguridad y pureza del sistema de votación. Desgraciadamente para él, quedaron sus palabras grabadas y filmadas por las emisoras de radio y canales de televisión que transmitieron aquella ceremonia.

          Por su parte, el presidente del tribunal, quien también encabeza al Supremo, Alexandre de Moraes, en su discurso señaló que la sentencia es ejemplarizante: “Es importante crear –dijo-, un precedente en el TSE para combatir la propagación del odio y las falsedades contra el proceso electoral. Pretendo que, con este castigo, disuada a cualquiera que piense emular los ataques mentirosos contra los comicios y traigo el recuerdo de que, durante 40 años, Bolsonaro fue elegido con el sistema que ahora él cuestiona.”

          Y en otro estado de cosas, quien debe estar sumamente feliz por esta resolución del TSE, es justamente Lula da Silva, porque le han quitado del medio a su peor enemigo político (y quizás personal también), y ello le dará mayor libertad y tranquilidad a su gobierno, sin un opositor de fuste, como lo puede ser Bolsonaro, y que le incomodaría en cuanta decisión tome en el futuro inmediato. A esto hay que sumarle también varios frentes judiciales que Jair Bolsonaro tiene abiertos, como el asalto de la muchedumbre a los edificios de Justicia, Presidencia y Congreso, azuzada presuntamente por las palabras incendiarias del ex mandatario, antes de partir de vacaciones a los Estados Unidos. Se le está investigando por esos hechos. Y, aunque él condenó abiertamente la invasión de los tres poderes, existen indicios de que algo se estaba gestando en su círculo más íntimo. De hecho, a su ayudante personal más cercano (un militar), y a su ministro de Justicia, se les incautaron borradores de minutas en las que se planeó el golpe de Estado. Los dos yacen en prisión en estos precisos instantes.

        Su pésima gestión de la pandemia del coronavirus chino, en la que murieron más de 700,000 brasileños, también está en manos de los tribunales, tras un dictamen del Senado que le responsabiliza de esos crímenes contra la humanidad. Así mismo, se le acusa de manipular su cartilla de vacunación y de quedarse con unas joyas extraordinariamente valiosas, regaladas por los árabes, durante una visita que hicieron a Brasil.

        Finalmente, en opinión del politólogo Fernando Limongi, de la Fundación Getulio Vargas, en entrevista para la revista Folha de S. Paulo, es un riesgo de “alto voltaje” la interferencia de los tribunales en la política, porque “es preferible tener a Bolsonaro en el mercado electoral y que sea derrotado, a que los jueces asuman esa posición; y, aunque las condenas contra Bolsonaro y Lula son distintas, la filosofía es la misma, como si el Poder Judicial fuese un poder moderador y debiera asumir el papel de elector.” Es por ello que, si se impusiera la neutralidad y la lógica, con la misma o parecida resolución con la que fue excarcelado Lula, así debería levantarse el castigo que ahora pesa sobre Bolsonaro. Esto, si queremos un sistema judicial equitativo y más o menos justo, aunque los fundamentos y las razones de las exoneraciones sean debatibles, porque tanto merece estar en la cárcel da Silva, el actual presidente de la República, como merece estar inhabilitado Bolsonaro. Pero lo que prevalece en Brasil es la injusticia en estos dos casos; es decir, Lula liberado a pesar de habérsele demostrado sus escandalosos actos corruptos; y Bolsonaro inhabilitado y sin opciones de zafarse de ese entuerto que le han puesto sobre la espalda. Entonces, lo que exige la verdadera justicia es… los dos castigados, pues el merecimiento está bien cimentado y las pruebas así lo determinan. Pero es América Latina, recordemos, donde la justicia, además de ciega, es corrupta, endeble, descarada y nada fiable (y solo para los comunistas es favorable).


Segunda Vuelta Electoral en Guatemala.

Una Mujer Optará por la Presidencia de la Nación

 

CIUDAD DE GUATEMALA- Siempre en medio de un ambiente hostil e inseguro social y políticamente hablando, se realizaron los comicios en este país centroamericano, el más poblado del istmo, con resultados que, hasta cierto punto, fueron una sorpresa, más todavía porque será una mujer quien luchará por alcanzar el máximo puesto del país.

            En esta primera ronda que acaba de finalizar, el progresista Bernardo Arévalo, hijo del ex presidente Juan José Arévalo, del Partido Semilla, fue la revelación en las elecciones, aunque el porcentaje de los votos no le dio la oportunidad de convertirse en el mandatario de los guatemaltecos y será uno de los dos candidatos que se enfrentarán en el balotaje o segunda ronda. La otra oponente será Sandra Torres, del Movimiento Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), ex Primera Dama, catalogada de tendencia conservadora y quien ha tenido una destacada vida pública en Guatemala. En el caso de esta mujer, es la tercera elección en la que participa, aunque en el 2015 perdió contra Jimmy Morales; y en el 2019, lo mismo le ocurrió frente al actual mandatario, Alejandro Giammattei. Es la esposa del ex presidente Alvaro Colom (2007-2011).     

            En lo que respecta a Arévalo, participó en un proceso electoral por vez primera en el 2019; también fue diputado y jefe de la bancada en el Congreso, en el período 2020-2024. Su partido Semilla es relativamente nuevo en el tinglado político de Guatemala, de izquierdas, y su mayor asidero popular lo tiene en los centros urbanos del país.   

            Cerca de 4 millones de ciudadanos acudieron a las urnas para depositar sus votos, de 9,3 millones que estaban habilitados para hacerlo, con la finalidad de elegir presidente y vicepresidente de la República, alcaldes, 340 miembros de los concejos municipales, 160 diputados al Congreso guatemalteco y 20 diputados al Parlamento Centroamericano (PARLACEN). La participación del pueblo superó al 59 por ciento, de acuerdo a un reporte del Tribunal Supremo Electoral (TSE). A manera de observadores internacionales, garantes de la transparencia y seguridad de los comicios en esta nación, llegaron a Guatemala 120 enviados de la Unión Europea, Noruega y Canadá, más 91 de la Organización de los Estados Americanos (OEA), originarios de 20 países distintos.

 

Lo que se espera…

 

            La segunda ronda será el próximo 27 de agosto, después de que ninguno de los dos candidatos lograra sobrepasar el 50 por ciento de los votos en los comicios generales; pero en el balotaje que está por acontecer, los analistas y los encuestadores indican que Bernardo Arévalo parte con cierta ventaja con respecto a la señora Torres, quien acumula un “antivoto” del 35 por ciento en su contra. También pesa en contra de ella, el hecho de que fue aliada del actual presidente, Alejandro Giammattei, quien, al cierre de su administración gubernamental, apenas cuenta con un 3 por ciento de las simpatías del pueblo y… lo que perjudica a uno, repercute en la otra, según sucede siempre en los avatares de la política.

            En lo que atañe al Congreso de la República de Guatemala, que ha quedado establecido de acuerdo a lo sucedido en la primera ronda, éste será un parlamento dividido, sin mayorías y donde los diputados tendrán que hacer concertaciones con las demás bancadas para lograr sus objetivos, cualesquiera que estos sean. Su conformación ha quedado de esta manera: Partido UNE, 27 escaños; el oficialista Vamos, 41 parlamentarios; y Semilla, con 23 curules.

            Al cabo de la primera ronda, ha quedado la sorpresa deparada por Bernardo Arévalo de León, quien, prácticamente, salió “de la nada” y ha forzado a la señora Torres a presentarse a la segunda vuelta. De hecho, este político fue el segundo más votado por los electores, con un 12,2 por ciento de los sufragios a su favor (unos 577,224 votos); y en tercer lugar y sin ninguna opción de cara al balotaje, ha quedado Manuel Condre, del partido Vamos, hoy en el poder (oficialista), con un 7,8 por ciento (unos 369,524 sufragios). La sorpresa radica en que las encuestas previas al proceso electoral, indicaban que, en segundo lugar, iba a quedar el candidato de CABAL, Edmond Mulet; y en el tercer puesto, la otra mujer postulada, de la Coalición Unionista Valor, Zury Ríos, hija del ex general ya fallecido, Efraín Ríos Montt, quien detentó el poder en Guatemala en dos oportunidades, la primera de ellas mediante un golpe de Estado. No obstante lo anterior, ambos ex candidatos también constituyeron una sorpresa, pues quedaron bastante rezagados después del conteo de los votos.

            Bernardo Arévalo, al conocer los resultados que le han sido muy beneficiosos pues optará por la presidencia de la República y con muchas posibilidades de triunfo, dijo a la prensa reunida alrededor suyo: “Nosotros nunca creímos en las encuestas, porque contrastaban con lo que veíamos y sentíamos en las calles y en las redes sociales, de manera que sabíamos que no eran fidedignas, pero no sabíamos el alcance que tenía el apoyo que nos daba la población. En este sentido, ha sido una agradable sorpresa constatar que, si se confirma la tendencia, nos va a empujar a la segunda vuelta. Me siento muy comprometido por este gesto de confianza y prometo hacer de ella el fundamento central en la segunda fase de la elección, para lograr asumir el Gobierno de Guatemala, con el objetivo de sacar al país del pantano de corrupción (en el que está inmerso). Ya estamos viendo que el pueblo de Guatemala está manifestándose en contra del sistema político establecido y, por eso, tenemos confianza de que vamos a continuar con ese respaldo. Por otro lado –continuó Arévalo-, estimo urgente responderle a la población ante todos los déficits del desarrollo, (pero) lo más prioritario es atacar el tema de la corrupción, porque la razón de que las Instituciones no responden, es porque han sido secuestradas por ésta. Reconozco que será una tarea larga y compleja, pero que hay que empezarla, dado que la ciudadanía ha expresado en las urnas el rechazo al sistema político y su apoyo a opciones que están denunciando el abrazo asfixiante de la corrupción. Si soy elegido presidente de Guatemala, vamos a sumir todos los esfuerzos para eliminar el trabajo infantil, que afecta a 1 millón de niños.” Manifestó el político.

            En lo que estriba a Sandra Torres, dijo que, en relación con su contendor del Partido Semilla, “los rivales no los escojo yo, sino la población. (En todo caso), estoy convencida de que a quien pongan, le vamos a ganar y yo voy a ser la primera presidenta de Guatemala, porque me perfilo como ganadora en la primera vuelta y en la segunda.” De hecho, cree con firmeza que esta tercera oportunidad será “la suya”, después de haber perdido en otras dos ocasiones contra Jimmy Morales y Alejandro Giammattei. En lo que respecta a lo que hará en el caso de que resulte electa presidenta, dijo que “cambiaré el sistema y acabaré con toda la corrupción. Por otro lado, admito que estoy contenta con los resultados que me dieron el primer lugar (en la primera ronda), gracias a mis propuestas atinadas y con fundamento, aunque no he tenido tiempo de celebrar, porque, y así lo he denunciado, el proceso del conteo de votos ha sido demasiado lento, lo que genera desconfianza, porque la población tiene derecho a conocer los resultados en dos o tres horas.”

 

Incidencias, perfiles de los candidatos y otros aspectos

 

            La misma candidata Sandra Torres, argumentó que ella ha sido la única, entre todos los candidatos postulados, que “he denunciado la compra de votos y el uso de recursos públicos en estas elecciones, pese a lo cual el Tribunal Supremo Electoral (TSE), no se ha prenunciado hasta la fecha.” En respuesta a esta afirmación, la Contraloría General de Cuentas, anunció que investigará 28 reportes de uso de fondos del gobierno con propósitos electorales, traducidos en el uso de vehículos oficiales para transportar, supuestamente, a personas hacia actividades proselitistas.

            Mencionó estar preocupada por los incidentes violentos que se dieron en la jornada electoral, específicamente en San José del Golfo, donde los pobladores obligaron a bajar de varios autobuses a los integrantes de las Juntas Receptoras de Votos, les echaron gasolina, les amenazaron con quemarlos, tras acusarlos de ser traídos desde otras localidades, por uno de los candidatos a la alcaldía. En ese trance, la intervención del ejército y la policía fue vital, ya que lanzaron gases lacrimógenos y detuvieron a varias personas involucradas en las acciones. El resultado fue la suspensión de las elecciones en ese municipio, que tiene más de 8,000 habitantes.

            Otra situación tensa se dio en otro municipio, esta vez el de San Martín Zapotitlán, al sur de Guatemala, donde fueron quemadas papeletas en el centro de votación, lo que provocó la detención por parte de las autoridades policiales, de una decena de personas supuestamente involucradas. Los pobladores también denunciaron “el acarreo” de votantes desde otras comarcas, por parte de un partido político. Las operaciones de seguridad durante la primera ronda electoral, estuvieron a cargo de 42,000 policías y más de 25,000 soldados del ejército guatemalteco, quienes se apostaron en los centros de votación para garantizar que los ciudadanos ejercieran su derecho al voto, en un ambiente seguro y pacífico, en especial en los 20 municipios considerados de alto riesgo. Estuvieron atentos para que los votantes no llegaran a las urnas, ebrios, y no portaran armas de fuego, tanto en los alrededores como en los mismos sitios para sufragar.

            Un caso aparte lo ventiló el diario estadounidense The New York Times, en el sentido de que, antes de las votaciones, la magistrada del TSE, Blanca Alfaro, acudió a la Embajada de los Estados Unidos en Ciudad de Guatemala, portando Q50,000 (quetzales, moneda nacional), para denunciar que se trataba de un soborno por parte de un extitular del Centro de Gobierno y actual presidente del Tribunal de Honor de Vamos, el partido en el poder, llamado Miguel Martínez, una persona muy cercana y de total confianza del actual presidente de la República, Alejandro Giammattei. La funcionaria intentó dejar el dinero en la sede diplomática estadounidense a manera de prueba, pero los diplomáticos se negaron a recibirla.

            Un dato que merece ser puesto en alto relieve, es el que concierne a la candidata ganadora de la primera ronda electoral, Sandra Torres, quien tiene 67 años de edad y, según hemos consignado anteriormente en las líneas de arriba, es la ex esposa del ex presidente de la República, Alvaro Colom, fallecido el pasado 23 de enero. Además, podría ser la primera mujer en presidir Guatemala en toda su historia y lo realmente notable en ella se fundamenta en que estuvo presa a raíz de una investigación de la Fiscalía Especial contra la Impunidad en Guatemala, acusada de los delitos de asociación ilícita y financiación electoral no reportada. El Ministerio Público la acusó, específicamente, de no haber documentado Q27,7 millones (de quetzales, unos 3,4 millones de euros), durante la campaña electoral del 2015. Pasó varios meses en prisión preventiva, pero en enero del 2020 recuperó su libertad, luego de pagar una fianza de Q800,000 (quetzales, unos €100,000). Y el 29 de noviembre del 2022, una jueza la dejó libre de todo cargo, porque consideró que no existían elementos suficientes para enfrentar un juicio.

            En acto seguido, emulando al Ave Fénix, el pájaro mitológico que resurgió de las cenizas y de la muerte, Sandra Torres se postuló a las elecciones que acaba de ganar, aunque no con suficiente margen de votos para evitar la segunda ronda. Una de sus grandes promesas, aunque de carácter populista, fue prometer a los padres de familia en pobreza, Q700 (quetzales) mensuales “con la condición de que manden a sus hijos a la escuela y a los centros de salud”; así como poner en marcha su política de “techo mínimo”, que consiste en dar láminas de zinc para los techos y demás materiales de construcción, para que las personas de baja condición económica, levanten con sus propias manos sus viviendas. En lo que se refiere al tema de la inseguridad, tanto esta candidata como los otros, han insistido en que le pondrán freno a la inseguridad en las calles, un flagelo que provoca alrededor de 4,000 muertes violentas cada año que transcurre (unos 12 crímenes por día). Torres, concretamente, se ha comprometido aplicar medidas parecidas a las de Nayib Bukele, presidente de El Salvador, fundamentadas en sacar a los soldados a las calles, militarizar las cárceles e instalar 20,000 cámaras de alta resolución en Ciudad de Guatemala, la Capital del país, que permitirán el reconocimiento facial de los delincuentes y poderlos detener en dos o tres horas máximo.

            En cuanto a sus principios familiares Sandra Torres se parece mucho a la mayoría de los guatemaltecos, quienes son muy conservadores con respecto a las situaciones básicas de la vida; es por eso que se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo y defiende a ultranza que la única familia posible es “la unidad entre un hombre y una mujer procreando hijos.” Ha dicho. También se define “temerosa de Dios, opuesta tajantemente al aborto, porque defiendo la vida desde su concepción, tal como está estipulado en el quinto mandamiento (bíblico), que dice claramente: ‘no matarás.’

            Por su parte, Bernardo Arévalo de León, tiene 64 años, es un político, diplomático, sociólogo, escritor y actual diputado del Movimiento Semilla de Guatemala, desde el 2020. Nació en Montevideo, Uruguay, es hijo del expresidente guatemalteco Juan José Arévalo (1945-1951). Fue embajador de Guatemala en España, de 1995 a 1996; y ocupó el cargo de viceministro de Relaciones Exteriores, entre 1994 y 1995, durante el gobierno de Ramiro de León Carpio. Estudió Antropología Social, en la Universidad de Utrecht, Países Bajos (Holanda), y se considera a sí mismo un auténtico socialdemócrata. También ha trabajado como asesor en las Naciones Unidas (ONU), y en el Instituto de la Paz de los Estados Unidos de América. En materia económica, es un admirador de John Maynard Keynes, por haber diseñado “todo el mecanismo mediante el cual, los Estados pueden intervenir para apoyar el desarrollo de un mercado libre que distribuya de manera más equitativa, los beneficios a toda la población.” 

            Esos son los dos perfiles personales y profesionales de los dos candidatos que se disputarán, en segunda ronda, la presidencia de Guatemala, este 27 de agosto próximo. Y según sucede en toda democracia, el pueblo tendrá la última palabra mediante el voto, para decidir quién lo va a gobernar, justamente en un país fuertemente golpeado por la pobreza en amplísimos sectores de su población, por la corrupción gubernamental, las castas familiares poderosas versus la miseria de las grandes mayorías de ciudadanos, el narcotráfico internacional, la impunidad de los mismos corruptos, la delincuencia superlativa en las calles y la falta de empleo y oportunidades para la juventud. Evidentemente hay mucho qué hacer en el país más poblado del istmo centroamericano.


Narendra Modi Visita la Casa Blanca

 

WASHINGTON D.C.-La política internacional de los Estados Unidos se mueve igual a un péndulo que oscila entre un punto cardinal y el otro… entre Europa y el conflicto en Ucrania con la invasión rusa; y en lejano oriente con la problemática de la India con respecto a China y en ambos casos, los estadounidenses tienen que actuar garantes de la paz, la estabilidad y la seguridad de las dos naciones. Es por esa razón que la política de alianzas y afinidades con otros países, sirve en gran medida para fortalecer esos principios. En lo que respecta a la región del sureste asiático, es imprescindible para la Casa Blanca el acercamiento con la India, un país que es una potencia nuclear y tiene hondas diferencias con el gobierno comunista de Beijing.

            El Primer Ministro indio, Narendra Modi, es consciente de lo anterior y se acerca también a Washington y a Londres, porque no puede gravitar solitario en una zona conflictiva y altamente volátil con la presencia de los chinos comunistas, expansionistas y dominantes. Por todo lo anterior, la visita de este personaje a la sede del gobierno estadounidense, reviste una importancia capital, imposible de pasar inadvertida o darle el mínimo significado.

            Es por eso que fue recibido con todos los honores de un jefe de Estado y por ser representante de una nación que es vital para los intereses norteamericanos en el continente asiático; e, incluso, los analistas han catalogado la visita como una alianza militar, de defensa, y desde el punto de vista comercial e industrial también. 

 

El objetivo esencial de Joe Biden con la India

 

            La visita del Premier hindú ha tenido el propósito de fortalecer los vínculos estratégicos con los Estados Unidos dentro del concepto democrático, ya que ambos países son dos de las democracias más grandes del mundo: los Estados Unidos en los aspectos militares y productivos; y la India, así mismo en lo militar y por ser la nación más poblada del planeta; además, la posición geográfica en la Península de Bengala es sumamente importante para los intereses estadounidenses.

            En todo caso, es “un secreto a voces” que la fraternidad entre ambos mandatarios, patentada con la visita de Modi a Washington, es para combatir la influencia china en el mundo y muy específicamente en la región del Pacífico sur de Asia. Lo que se busca es contrarrestar esa creciente influencia que tanto a la India como a los Estados Unidos, no les conviene en ningún sentido. Aparte de lo anterior, la visita también ha tratado de fortalecer nexos bilaterales en lo comercial, especialmente en la manufactura de semiconductores, una actividad dentro de la informática que beneficia a los dos mercados.

            Una vez sentados en el Despacho Oval de la Casa Blanca, y en el inicio de la reunión, Joe Biden, presidente estadounidense, destacó que esta alianza debería estar fundamentada “en la democracia, los derechos humanos, la libertad y el Estado de derecho”, un anhelo que ha sido tomado por muchos de los presentes como una crítica velada a ciertos y supuestos abusos que se dan en la India contra las libertades civiles. En este aspecto particular, Biden, en varias oportunidades ha dicho que le preocupa el tema de los derechos humanos en Bengala y el mal manejo que le da Modi a este asunto que debería estar erradicado desde hace mucho tiempo atrás. Más todavía cuando Modi ha gobernado a la India, considerada la mayor democracia del planeta por su número de habitantes, a lo largo de nueve años y las críticas que se le hacen se basan en un retroceso en las libertades políticas, religiosas y de la libertad de prensa, concretamente en lo que respecta a los derechos de los musulmanes que residen en India. Aunque el Premier negó que exista persecución de esos fieles en su país, porque “la democracia corre por las arterias de India”, dijo a un periodista en la rueda de prensa, cuando le cuestionó sobre este asunto tan delicado.

            Lo anterior en cuanto a los derechos humanos; pero en el plano de la cooperación económica, se logró aceptar que el multinacional y gigante General Electric, con sede en los Estados Unidos, se pueda asociar con Hindustan Aeronautics, que tiene su base en India, y así puedan producir motores para aviones. Este fue el punto más importante de la visita de Narendra Modi a la Casa Blanca. También, las estadounidenses Micron Technology y Applied Materials acordaron impulsar la industria de los semiconductores en la India, una decisión que forma parte de la estrategia de los Estados Unidos, para reducir su dependencia de los semiconductores que son producidos en China.

            Otro aspecto que fue tocado en la conversación se refirió al espacial, ya que India se unirá a los Acuerdos de Artemis, en los que forman parte aquellos países que participan en los planes de exploración lunar de la NASA.

 

El incómodo tema de los derechos humanos

 

            Joe Biden no la tuvo fácil con Narendra Modi, debido a que más de 70 congresistas de su propio partido, el Demócrata, le exigieron que le expresara con toda claridad al Premier hindú, la preocupación que sienten por la democracia, el respeto a los derechos civiles y humanos que son coartados, supuestamente y a diario, en la nación asiática. Una carta promovida por el senador Chris van Hollen y la diputada Pramila Jayapal, dirigida al mandatario estadounidense en ese sentido, dejó leer: “No respaldamos a ningún líder indio o partido político en particular, esa es una decisión del pueblo de India, pero sí apoyamos los principios importantes que deberían ser una parte central de la política exterior estadounidense… y pedimos que, durante su reunión con el Primer Ministro Modi, discuta la gama completa de temas importantes para una relación exitosa, sólida y a largo plazo entre nuestros dos grandes países.”

 

             Otro aspecto donde no hay acuerdo entre estas dos naciones, es en el de la invasión rusa a Ucrania, más todavía cuando el embajador de la India en la ONU se ha abstenido en varias ocasiones de votar resoluciones que condenan a Rusia y se negó también a unirse a la coalición mundial contra los rusos. Este fue un tema que no se tocó ni en mínima instancia en la reunión bilateral, que incluyó rueda de prensa conjunta, discurso de Modi en el Capitolio, sede del Congreso de los Estados Unidos, y una cena elegante, con ribetes de Estado.

 

              Pero, a pesar de la política errática de la India con respecto a los rusos, funcionarios de la Casa Blanca, al ser consultados por los periodistas, dijeron que han detectado algunas señales que muestran un cambio sustancial en las relaciones entre India y Rusia y se fundamentan en un mayor alejamiento del primer gobierno con respecto al segundo. Ello es muy positivo para los intereses militares de los Estados Unidos.

 

             Al final, acordaron estrechar la cooperación para contener a China, una nación que los indios ven con recelo, resentimiento y abierta enemistad, debido a un viejo conflicto fronterizo que ha dejado muertos incluso, de los dos países. Tal el caso en el 2020, cuando fueron asesinados 20 soldados hindúes y un número desconocido de chinos, tras una escaramuza en defensa del territorio que marca la vecindad entre las dos naciones. Ello hace también que sea aprovechado por los norteamericanos para reforzar los lazos militares, en velado enfrentamiento con la China comunista.

 

           Esos fueron los prolegómenos de la visita de Narendra Modi a Washington y dentro de un mundo marcado por hondas diferencias y pronunciados conflictos.


Gustavo Petro, Presidente de Colombia, y el Escándalo de los Audios Filtrados

a la Prensa

 

BOGOTÁ- El recién electo primer mandatario de esta nación suramericana, Gustavo Francisco Petro Urrego, está en medio del “ojo del huracán”, en una coyuntura en la que se ha visto inmerso y que ha hecho estremecer fuertemente a su gobierno, a la prensa siempre acuciosa en estos casos y a la opinión pública que, de todas maneras, le cobra su pasado guerrillero de izquierdas y que hizo sangrar a una parte importante de la sociedad, a causa de los atentados dinamiteros en importantes ciudades del país.

            En concreto, Armando Benedetti, quien fuera hasta hace poco tiempo el embajador colombiano en Caracas, Venezuela, ante la dictadura de Nicolás Maduro, y que ha sido destituido por el propio presidente, ha amenazado con sacar a la luz “trapos sucios y comprometedores del actual Gabinete.” Más específico aún, Benedetti envió unos audios a Laura Sarabia (ambos formaban parte del círculo político íntimo de Petro y le acompañaron a lo largo de la campaña que ganó el actual mandatario), en los que amenaza con hacer públicos detalles que pueden causar daño al gobierno de Colombia. Sarabia también ha sido destituida del séquito del mandatario por esta misma razón.

            Las grabaciones se han filtrado hasta los periodistas y el escándalo ha sido “servido” para ser desmenuzado, analizado, criticado y todo aquello que usualmente se hace en estos casos. En uno de esos audios, utilizando un vocabulario rastrero, muy a la usanza popular colombiana, Armando Benedetti le hace saber a Lara Sarabia: “No es mamando gallo (bromear), no es amenaza, porque tú me conoces. Yo no me voy a dejar mamar gallo, Laura, te lo juro por la vida de mis hijos que no pasará nunca. ¡Nos hundimos todos! Nos acabamos todos. Nos vamos presos, acabamos toda la hijueputa verga.” La famosa revista colombiana Semana, hizo las primeras publicaciones en exclusiva de este pasaje político y judicial que ha puesto a toda Colombia en alerta.

 

Decisión inmediata de Petro

 

            Una vez que se percató de que los audios habían llegado a los periodistas, el presidente de la República tomó la decisión irrevocable de destituir a ambos funcionarios, quienes, hasta hace pocos días, se contaban dentro de sus amigos más cercanos y mejores colaboradores. Por otra parte, Sarabia y Benedetti dan a entender en las grabaciones que la amistad entre los dos también ha finalizado y se muestran enemistados violentamente. Benedetti, entre otras cosas, se queja amargamente de que el presidente y ella, su entonces jefa de Gabinete, no le han sido leales a él, lo han hecho irse a Caracas, una ciudad siniestra desde que el narco-comunismo se apoderó de Venezuela, para apartarlo del centro del poder en Colombia. “¡Ustedes dos se han olvidado políticamente de mí!” Resalta Benedetti en una de las filtraciones que ahora conocen millones de colombianos interesados en lo que sucede políticamente en su país.

            La red social utilizada ha sido WhatsApp y se escucha toda la amargura del ex diplomático contra Sarabia y su ex jefe, el mandatario Gustavo Petro. Una de estas quejas, según Benedetti, se fundamenta en aquella cita que pidió para entrevistarse con Petro en la Casa de Nariño, sede del gobierno de Colombia, y lo hicieron esperar durante tres horas; y es que la puntualidad, precisamente, no es la cualidad del actual presidente; pero, en todo caso, así lo hace escuchar el exembajador en Venezuela: “Lo que te estoy diciendo Laura, es que ese tratamiento (…) 15,000 millones de pesos (¿!). Es más, si no es por mí no ganan (las elecciones pasadas). Entonces, así sea de hipócrita, uno va y recibe a la gente, pero el tratamiento que tú y el presidente me dieron ayer, marica, yo no sé, además, lo que te voy a decir no es una amenaza (…), veo que esto me puede emputar, pateo hijueputa, y ahí nos caemos todos hijueputa.” En la jerga colombiana “pateo” significa que va a decir algo comprometedor de lo que su ex amiga Sarabia y Petro, se arrepentirán por haberlo hecho esperar tantas horas antes de la audiencia en la casa presidencial.

            Recordó que luchó a favor del triunfo en las pasadas elecciones nacionales, especialmente en la costa Caribe del país, un trabajo arduo que se decantó en el triunfo. Fue algo fundamental para la victoria. Es cuando le recuerda a su ex amiga: “Perdón Laura, pero es que uno también explota, es que se pasan de calidad: yo fui el que organicé todos los votos, hijueputa, en la costa, todos, hijueputa, sin que pusieran un peso y además esa plata se fue para el Pacífico. ¿Quién ve eso ahora? Nada. ¿O es que quieren que diga, hijueputa, quién fue el que puso la plata? –Amenaza con hablar, sugiriendo que aquel dinero de la campaña era ‘sucio’ o provenía de gente inescrupulosa y este es el quid, precisamente, del escándalo en estos instantes- No me jodan la hijueputa vida, no me jodan la vida, porque lo que pasó ayer y antier (fue) una mierda Laura, de parte tuya –le reclama directamente a la mujer-, y de parte del presidente.” Agrega que salió llorando, literalmente, del Palacio de Nariño al ser tratado como una basura de quienes consideraba sus amigos.

            Y siempre desde la base del resentimiento, Armando Benedetti reafirma lo que será su venganza: “¡Prepárense, porque yo, en cualquier momento, reclamo mi espacio político (…). Y si creen que es una amenaza, es una amenaza… Y si quieres grabarlo (cosa que hizo la mujer sin duda), grábalo, exploto porque ayer ustedes me maltrataron como una mierda y eso no se le hace a Benedetti. Con tanta mierda que yo sé, pues nos jodemos todos. Sí, ustedes me joden a mí, yo los jodo a ustedes, pero se caen ‘las torres gemelas’ (…). Osama bin-Laden, cuando tumbó las torres gemelas, le importaba una mondá la imagen y si lo iban a matar… pero tumbó las torres gemelas (aquí la amenaza contra Petro y parte de su Gabinete es más explícita). Al tigre hay que dejarle una salida, porque, si no, se tira encima de las personas. Y tú sabes que yo soy tigre que, sin salida, de pronto me tiro encima de las personas.” De tal modo, Gustavo Petro, al escuchar tales declaraciones, fue configurando su futuro inmediato para “blindarse” de lo que le sobrevendrá en los próximos días desde el punto de vista político y muy posiblemente, judicial.

            En todo caso, el enojo, el resentimiento tan marcado de parte de Benedetti, se comenzó a gestar cuando su jefe, el presidente de la República, lo envió de embajador a Venezuela, un país donde todos los colombianos saben dónde está, pero ninguno quiere ir allá, justamente por la miseria en la que viven actualmente los venezolanos y que deviene desde que Hugo Chávez instituyó su tiranía y su modelo de dictadura sustentada en el marxismo y en el narcotráfico. Hay quienes aseguran en Colombia que Benedetti tomó aquel nombramiento en Caracas como si fuera un exilio; además, aseguran que el exembajador arrastra varios procesos judiciales en Bogotá y ello obligó a Petro a apartarlo de la mirada “del ojo público.” Y su situación personal fue agigantándose, convirtiéndose en un problema de grandes dimensiones cuando regresó a la Capital colombiana para pedirle a su jefe un cargo cercano a él, específicamente como cabeza del Ministerio de Defensa, pero la negativa rotunda fue la respuesta de Gustavo Petro; aunque le ofreció la coordinación de los distintos ministerios y sus ministros, una figura conocida en el mundo de la administración pública como la de “súper-ministro.” A Benedetti, en principio le fascinó la idea, pero cuando intentó regresar de su embajada en Caracas, el problema adquirió un tamaño colosal por culpa de Laura Sarabia, quien le puso obstáculos aparentemente insalvables. Fue cuando el resentimiento del ex diplomático también comenzó a hacerse, si se quiere, “monstruoso”, hasta llegar a la filtración de los audios a la revista Semana.

            En otro estado de cosas, la situación tomó un giro inesperado cuando la misma publicación Semana, leída por millones de colombianos y gentes más allá de las fronteras, dejó leer que la niñera del hijo de Laura Sarabia, ex jefa del Gabinete de Gobierno, estaba muy ofendida, debido a que, supuestamente, fue secuestrada por órdenes de la misma Sarabia, para someterla a una prueba en un detector de mentiras o polígrafo, un artefacto que es muy usado en Colombia. Sarabia la acusa de haberle robado US$7,000. La niñera sostuvo que no estaba en su interés filtrar esta información a la prensa del supuesto robo; pero no tomó en cuenta que el teléfono de Sarabia estaba intervenido y todo este lío llegó a conocimiento de los periodistas. Luego vino la decisión de Petro de cesarlos de sus cargos, tanto a Benedetti como a Laura. Además, se argumenta que el mandatario le dijo a su ex amigo: “No entiendo por qué usted ha decidido suicidarse políticamente (y) de una manera tan extravagante.”

 

Desde el ángulo presidencial

 

            Gustavo Petro, en el centro de este escándalo, ha dejado ver a los colombianos, quienes se muestran muy atentos a lo que está sucediendo, especulan y hacen chistes con la problemática, que los hechos no le han afectado gran cosa y es por eso que ha dejado leer en su cuenta de Twitter: “¿Intranquilos? ¡Qué va!” Y aparece en una foto adjunta con su hija Sofía Petro, tratando de que sus sonrisas se vean lo más convincentes posibles. Pero, aparte de lo que se ha reseñado en este reportaje, el actual mandatario pasa por una coyuntura “variopinta” que, en ningún sentido, le favorece a él ni a su Gabinete: el Congreso no parece muy convencido de sus proyectos de ley y los tiene estancados, “durmiendo el sueño de los justos”; su popularidad ha caído vertiginosamente “en picado” o en caída libre hacia el precipicio; y su plan de paz total para Colombia, tampoco da los resultados apetecidos. Aparte de que su intrínseco color “rojo-comunista” no ha caído nada bien entre los grupos poderosos de los industriales, comerciantes y familias acaudaladas, quienes no dejan de verlo como “el terrorista/asesino que puso de rodillas a varios municipios de muchos centros urbanos de Colombia,” cuando su deleite se fundamentaba en poner bombas aquí y allá y en segar vidas inocentes.

            En otro episodio de “esta novela colombiana”, Petro explicó con un poco más de detalle lo que ha hecho al respecto: dijo que no ha ordenado nunca, desde que llegó al Palacio de gobierno, interceptar llamadas telefónicas, tampoco allanamientos ilegales y específicamente sobre las amenazas proferidas por su ex amigo y ex colaborador en la política, Armando Benedetti, aseveró que no ha aceptado chantajes sobre cargos públicos o contratos, ni ha recibido en la campaña dinero de personas ligadas al narcotráfico (¡!), asunto que se torna muy difícil de creer en una nación como Colombia… Estas fueron sus palabras textuales: “Nadie del Gabinete del gobierno, ni directores, ni comandantes de la fuerza pública, ni directores de aparatos de inteligencia, han ordenado interceptaciones de teléfonos, ni allanamientos ilegales, ni se han aceptado chantajes sobre cargos públicos o contratos, ni se han recibido en la campaña dineros de personas ligadas al narco, ni mucho menos se han manejado cifras como 15,000 millones (de pesos) por fuera de nuestra contabilidad. Yo no acepto chantajes, ni veo la política como un espacio de favores personales. Aquí estoy solo para lograr más justicia social en mi país. Es eso lo que me mueve y obsesiona. Si hay personas en otra lógica diferente en el gobierno, es mejor que se separen de él. Creo entender qué le pasa por la mente de Armando Benedetti, acepto sus disculpas, pero debe explicar sus palabras ante la Fiscalía y el país.” Es cuando, en esta coyuntura por la que está pasando Petro, su adversario político, Fico Gutiérrez, aprovechó para atacarlo de esta forma: “¡Presidente Petro, renuncie! Ustedes se robaron las elecciones. Hicieron todas las trampas habidas y por haber. Su gobierno es ilegítimo.”

            Retornando a Benedetti, su enfado es enorme, tal y como se ha descrito en este reportaje y ha asegurado que la crisis en la que está inmerso él y el presidente de la República, podría parecerse al proceso 8.000, la investigación contra el ex presidente Ernesto Samper Pizano, por haber recibido financiación del narcotráfico; y así se lo soltó a Laura Sarabia, su archienemiga actualmente: “Tú que no sabes un culo de historia, lee cómo empezó el hijueputa (proceso) 8,000 y por qué empezó. Ahí está la clave de todo lo que te va a pasar. Y si tú crees que es un chantaje, cree que es un chantaje. Es una respuesta a una forma de hijueputas de ustedes. Es una respuesta a una hijueputada, no es chantaje todavía.” Y Benedetti estalló de peor manera cuando leyó una publicación en el diario El País, referida a Laura Sarabia y después por una entrevista en el famoso periódico colombiano El Tiempo. Fue cuando le envió otro audio a la mujer en estos términos: “Ahora te voy a mandar un artículo ahí, tú estás quedando como una tonta, eres el hazmerreír delante de todo el mundo. ¿Eh Laura? De los poderosos (…). Estás hecha una ‘cagá’ (cagada), para que sepas. Nadie tiene mi teléfono y tengo ocho mensajes diciendo lo malagradecida, que lo eres, ya lo sabíamos. No sé a ti qué te pasó. ¿Tú crees que sin mí hubieras llegado a trabajar con Petro? Acabas de destaparte, menos mal te destapaste sola.”

            La relación entre Laura Sarabia y Armando Benedetti comenzó cuando éste era congresista en el 2016 y ella llegó a trabajar con él; en el 2021, Benedetti decidió acuerpar y colaborar en la campaña de Gustavo Petro y se llevó consigo a Sarabia. Cuando aquel logró el triunfo electoral, nombró a Laura jefa de Gabinete; y Benedetti, en medio de su diatriba incontenida, le recuerda por los audios que todo se lo debe a él y nada más que a él: “¡Claro que todo me lo debes a mí! Por yo haber nacido además, porque yo soy el que te llevó donde Petro. Soy el que te doy a conocer. ¿O alguien te hubiera pasado al teléfono si hubieras llegado sola adonde Petro? Ni una sola persona.” Según se puede ver con claridad (y sentir), el odio es intenso de uno hacia la otra y todo ello ha salido a la luz pública por medio, primero, de la revista Semana; y después, en casi todas las publicaciones de Colombia.

            En lo que atañe a Gustavo Petro, su ex amigo y ex embajador en Venezuela, Armando Benedetti, con “la herida abierta en su alma”, ha seguido con la intención de vengarse del maltrato que el presidente le dio cuando visitó la casa de Nariño, sede del gobierno de Colombia; y la mejor venganza sería revelar los supuestos aportes de dinero que el narcotráfico hizo a la campaña de Petro. Es cuando el ex diplomático manifestó: “Prepárense porque yo en cualquier momento reclamo mi espacio político y no lo hagan para que vean, y si creen que es una amenaza, es una amenaza y si quieres grabarlo, grábalo, exploto porque ayer ustedes me maltrataron como una mierda y eso no se le hace a Benedetti.” Estas palabras aparecieron publicadas en la misma revista Semana; y en una entrevista para la misma publicación, la periodista insiste con el mismo ex embajador preguntándole si los donantes del dinero en la pasada campaña eran narcos y Benedetti responde con un lacónico “no sé.” La comunicadora insiste y le cuestiona nuevamente: “¿Eran narcos o nó? ¿Quiénes eran?” Y Benedetti responde con ironía y afirmando tácitamente que eran gentes del narcotráfico: “No eran emprendedores.” Posteriormente, el entrevistado confirma que no pudo entrar en el Gabinete actual de Petro, porque Laura Sarabia le acusó de tener un problema de consumo de cocaína y Benedetti le contesta a la mujer que el presidente de la República también tiene ese mismo problema. Es cuando le dice a la reportera: “Yo le dije (a Sarabia): si usted cree que lo tengo, ¿qué hace el otro (Petro)?” Luego confirma a la periodista que ese “otro” es nada menos que el mandatario actual de los colombianos.

            En lo que respecta al fiscal de la nación, Francisco Barbosa, quien ha tenido que seguir este feo capítulo de la política de Colombia, ha aprovechado el momento para poner contra la pared al mandatario y ha dicho a la prensa que este caso es el peor proceso contra los derechos humanos en años y se parece a las “chuzadas ilegales” que hizo la policía del DAS a decenas de opositores, magistrados y periodistas durante el gobierno de Alvaro Uribe. La respuesta de Gustavo Petro ha sido que “actúe en forma profesional y no haga un juicio paralelo, mientras se establecen las responsabilidades penales.” Fue cuando aseveró: “En mi gobierno a nadie se ha ordenado una sola interceptación ilegal. Ni a ilustres y poderosos exfuncionarios ni a personas humildes. No se les he dado esa orden ni se les dará.”

            Para los analistas políticos colombianos, las destituciones de Benedetti y Sarabia las ha hecho Petro “para salvarse a sí mismo”; y en una ceremonia de ascenso de oficiales del ejército, el presidente manifestó en torno a este caso de las escuchas “pinchadas”: “Mientras se investiga, mi funcionaria querida y el embajador de Venezuela, se retiran del gobierno”; pero es muy evidente que el mandatario quiere alejar de su entorno inmediato a ambos personajes oscuros y retornar a la normalidad (si pudiese). Aunque algunos testigos indican que entre Benedetti y Gustavo Petro hubo discusiones muy acaloradas, hasta violentas, con gritos entre ambos, justamente en el momento cuando el segundo dijo al ex diplomático que se tenía que ir del gobierno, lo mismo que Laura Sarabia. Mientras tanto, las encuestas se precipitan hacia abajo y el presidente de la República, en criterio de los analistas, está obligado a hacer una transformación, a reinventarse por segunda ocasión en tan solo 10 meses de haber asumido el mandato del país. Pero ahora se ha quedado solo y lo peor radica en que, muy probablemente, saldrá a la luz ese dinero sucio que, supuestamente, los narcotraficantes le donaron a su campaña política. Eso es precisamente lo que están esperando los medios de prensa y los ciudadanos. De ser así, Petro tendrá que abandonar el poder. Mientras tanto, el misterio de la procedencia de los 15,000 millones de pesos recaudados para hacer proselitismo en la zona Atlántica, podría dilucidarse con prontitud y muy posiblemente será el final de la presidencia del actual gobernante, su proceso judicial en contra y hasta la cárcel. Solo falta que Benedetti hable, “que cante” como lo hacen los gallos heridos, porque si él habla… “y cuento quiénes financiaron su campaña (…), acabarán todos presos.” Ha dicho. El mandatario, por su parte, sigue diciendo que: “no tolero chantajes.”

            Pero es el ex ministro conservador, Juan Camilo Restrepo, quien brinda la definición más acertada de lo que sucede en estas fechas en Colombia: “Los vergonzosos audios divulgados hoy, demuestran que estamos gobernados por una banda de gentuza.” Con un ex terrorista de izquierdas a la cabeza, dinamitero en las grandes ciudades colombianas e impune por sus crímenes, agregamos nosotros.


El G7 Acuerda Castigar a Rusia con más

Sanciones Económicas

 

HIROSHIMA, Japón- La reunión de las siete economías más poderosas del mundo se llevó a cabo en esta emblemática ciudad japonesa, donde los estadounidenses, el 6 de agosto de 1945, lanzaron su primera bomba atómica para poner de rodillas al imperio nipón, que se negaba a rendirse a pesar de que estaban prácticamente derrotados.

            Antes de dar inicio a la Cumbre, los representantes de las naciones más poderosas del mundo en el plano económico, visitaron el memorial referido al lanzamiento de la bomba atómica en esta ciudad, para reflexionar sobre los ataques nucleares y en especial a este que hizo desaparecer a toda la urbe y mató a casi todos sus habitantes. Mientras tanto, en las afueras, en el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima, se escuchaba el clamor de los manifestantes, especialmente de los Hibakusha (personas afectadas por la bomba atómica), quienes decían a viva voz: “¡Nunca más se puede repetir!” Entre ellos estaban Keiko Oigura y Ryohei Tanabe, dos personas de más de 80 años de edad, quienes tuvieron la suerte de sobrevivir al ataque estadounidense contra esta urbe del oeste de Japón. Aún quedan en todo el país unos 136,000 supervivientes de dichos ataques, tanto en Hiroshima como en Nagasaki. Oigura y Tanabe se han pasado sus vidas dictando conferencias en colegios y Universidades de su patria, para enseñar y alertar a las nuevas generaciones sobre la historia y el horror de la guerra. El mismo Tanabe envió un mensaje claro al mundo por medio de los periodistas que tomaron sus palabras: “Hiroshima solo pudo transformarse en la ciudad que tenemos hoy, porque hemos tenido más de 70 años de paz. Los líderes del G7 deben entender eso.” Pronunció.

            Este parque por el que pasearon los miembros del G7, consta de 120,000 metros cuadrados, donde el avión bombardero B-29, de la aviación estadounidense y llamado Enola Gay, dejó caer la primera bomba nuclear, artefacto que cayó precisamente sobre el centro político y comercial de Hiroshima. Esa misma área los japoneses decidieron no reconstruirla nunca más, a diferencia del resto de la ciudad, para mostrar los desastres que una guerra de gran envergadura puede causar. Allí están las ruinas de lo que fue el Salón de Promoción Industrial, uno de los pocos edificios que permanecieron en pie después de la explosión. Una gran cúpula se puede ver encima de este inmueble, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

            Posteriormente, los representantes de las siete naciones se reunieron en la isla de Ujina, en el lujoso Gran Prince Hotel Hiroshima, mientras algunos manifestantes levantaban pancartas en contra de estos líderes mundiales, con leyendas que decían: “Nó al G7” y “Nó a la guerra.” Recordemos que la población japonesa detesta visceralmente todo conflicto de ese tipo, debido a los sufrimientos ocasionados por el lanzamiento de las dos bombas atómicas. La segunda fue dejada caer sobre Nagasaki. La policía rodeaba a estas personas que no llegaban siquiera a las mil, en su número y presencia. En todo caso, antes del arribo de los presidentes y primeros ministros, el gobierno japonés desplegó a más de 24 mil agentes uniformados y en traje de paisano (incógnitos), para asegurar y preservar la tranquilidad en el sitio de la Cumbre del G7. La misma sede del encuentro multilateral fue convertida, de la noche a la mañana, en una verdadera fortaleza, e incluso los pequeños islotes aledaños fueron tomados por decenas de patrullas militares que vigilaban a toda hora. Los japoneses tampoco olvidan el asesinato de su ex Primer Ministro, Shinzo Abe, hace un año atrás, y el mismo Fumio Kishida, el actual titular del gobierno, fue también víctima de un atentado cuando se encontraba en plena campaña electoral. Por todo ello, Japón no podía darse la libertad de que los líderes del G7 sufrieran algo parecido, en un país que ha ido cambiando (para mal), en los últimos cinco años.

 

¿Por qué en Hiroshima?

 

            Kishida fue el de la idea para que la mundialmente famosa ciudad, azotada por la peor explosión registrada en la historia bélica de la historia, sirviera de marco a esta Cumbre de las democracias más desarrolladas del orbe. Es un lugar cargado de simbolismo, porque nadie olvida (ni olvidará a pesar del paso inexorable de los años), el lanzamiento de la bomba atómica llamada con cinismo Little Boy (pequeño niño), desde el avión Enola Gay, que destruyó a la ciudad y dio muerte a 140 mil personas. Con toda seguridad, el Premier japonés, Fumio Kishida, quiso llamar la atención sobre la realidad actual, cuando Rusia amenaza reiteradamente a Ucrania con usar sus armas nucleares tácticas y la misma Corea del Norte, cada vez que se le ocurre a su dictador, lanza misiles al Mar del Japón, causando revuelo y temores en sus vecinos. “Hiroshima –para Kishida-, representa una oportunidad única para reflexionar” sobre el peligro de una nueva guerra mundial, esta vez con armas nucleares y la resultante destrucción de la humanidad. Según comentó un analista presente en el cónclave.

            Pero lo que sí dejó escuchar con toda claridad el Primer Ministro nipón durante la apertura de la reunión, fue: “Ucrania podría ser el Este de Asia mañana.” Lo escucharon varias oportunidades, porque lo repitió sin cansarse, sus colegas de los Estados Unidos, Reino Unido, la Unión Europea, Francia, Italia, Canadá y Alemania. También hubo invitados especiales, en los casos de los líderes de Corea del Sur (el blanco más cercano y el enemigo visceral de la comunista y hermética Corea del Norte); de Brasil y la especial presencia del Primer Ministro de la India, Narendra Modi, líder de un país que tiene en su arsenal la bomba atómica, se le considera una potencia emergente y acaba de superar a la China como el país más poblado del planeta. Además, la India será el anfitrión del G20, el grupo más amplio de las economías mundiales.

            En lo que respecta a los temas de discusión en esta cita en Hiroshima, el G7 abordó temas desde el cambio climático hasta la inteligencia artificial; aunque el punto medular del encuentro fue la guerra en Ucrania y el propósito de castigar mayormente a Rusia, a raíz de su invasión al suelo ucraniano. Otro aspecto de importancia fue la postura en relación con China y fijar un frente común ante esa potencia asiática que, en los últimos meses se ha dedicado a amenazar a Taiwán, considerada “la provincia rebelde” por el gobierno comunista chino. Pero, principalmente se buscó el mecanismo para romper las cadenas de dependencia que muchas naciones tienen con China; es decir, dependen en demasía del suministro de tecnología y gran variedad de productos elaborados en aquel país.

            Fue cuando Kishida argumentó al inicio de las sesiones del grupo: “Es crucial que el G7 confirme que cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo por la fuerza o la coerción, es inaceptable en cualquier parte del mundo. Como presidente del G7, Japón liderará la unidad del G7 y demostrará al mundo nuestra determinación de defender el orden internacional, basado en el estado de derecho.”

 

Un detalle relevante

 

            Para la mayoría de los periodistas e invitados a esta Cumbre, pasó desapercibido este detalle que, a pesar de que en apariencia es un dato muy pequeño, tiene una importancia extraordinariamente grande desde el punto de vista bélico e histórico: en la foto final u oficial del encuentro del G7, aparece el presidente de los Estados Unidos junto al Primer Ministro Japonés. Biden ya había nacido cuando el gobierno de su país dio la orden de lanzar la primera bomba atómica sobre Hiroshima y ahora estaba a la izquierda del japonés cuando se dispararon los “flashes” de las cámaras fotográficas. “Es una foto cargada de simbolismo histórico: el escenario es el viejo corazón político de Hiroshima, donde cayó la primera bomba nuclear (…). Y sí, en el centro de la foto, a la izquierda del anfitrión japonés, Fumio Kishida, está el presidente del país que lanzó la bomba, el estadounidense Joe Biden (…)”, comentó un analista presente en el lugar.

            Para cerrar la cita multilateral, los líderes de Alemania, Francia, Estados Unidos, Inglaterra, Japón, Italia y la Unión Europea, más los tres invitados de Brasil, Corea del Sur y la India, fueron al Monumento a la Paz y depositaron ofrendas florales en el edificio con forma de arco y que tiene el nombre de cada una de las 333,907 personas que murieron cuando la primera bomba atómica se precipitó contra la superficie de esta ciudad, en agosto de 1945. Debajo de estos nombres aparece el siguiente mensaje: “Que todas las almas aquí, descansen en paz, porque no repetiremos el mal.” Un letrero que reviste especial importancia en tiempos cruciales cuando los dirigentes rusos amenazan a diario con desencadenar un ataque nuclear sobre la invencible Ucrania, que tiene en ascuas y atorado al ejército ruso en el Este de esta nación europea. Es por esa causa que los líderes de las siete nacionales más industrializadas del planeta, acordaron nuevas sanciones contra Rusia y privar a ese país de la tecnología, el equipamiento industrial y los servicios del G7, que sostienen a su máquina de guerra en Ucrania. El paquete de sanciones incluye “restricciones a las exportaciones de bienes ‘críticos’ para Rusia en el campo de batalla, así como medidas contra entidades acusadas de llevar material al frente, en beneficio de Moscú,” cita el documento final.

            Al finalizar el primer día de sesiones, se redactó y se dio a conocer el siguiente comunicado en referencia a la invasión rusa a los ucranianos: “Nuestro apoyo a Ucrania no vacilará. Prometemos unirnos contra la guerra de agresión ilegal, injustificable y no provocada de Rusia contra Ucrania. Quince meses de agresión rusa han costado miles de vidas, han infligido un sufrimiento inmenso al pueblo de Ucrania y han puesto en peligro el acceso a alimentos y energía para muchas de las personas más vulnerables del mundo. Instamos a Rusia a que detenga su agresión en curso y retire de inmediato, completa e incondicionalmente sus tropas y equipo militar de todo el territorio reconocido internacionalmente de Ucrania.”

            Antes de partir hacia Japón, el presidente de los Estados Unidos ya había anunciado nuevas sanciones contra la dictadura de Putin, consistentes en restricciones a los rusos a productos necesarios para sus capacidades de combate; y el Primer Ministro británico, Rishi Sunak, dijo que prohibirá próximamente las importaciones de cobre, níquel y aluminio, provenientes de Rusia. Por su parte, Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, dijo que trabaja para lograr el consenso de todos los países de la UE, para que no le compren diamantes a la multimillonaria industria rusa, especializada en estas piedras preciosas.

          

            En lo que atañe a China, el G7 llegó al acuerdo de que la cooperación con esa nación debe ser estable y constructiva, aunque desea eliminar el riesgo de las dependencias excesivas, mediante la compra masiva y constante de productos made in China. Seguidamente, hicieron ver a Pekín: “Hacemos un llamado a China para que presione a Rusia, para que detenga su agresión militar; y que use su influencia sobre Putin para poner fin a la invasión a Ucrania.” En tal caso, los líderes del G7 renovaron el compromiso de proporcionar apoyo financiero y militar a Ucrania en su lucha contra Rusia y así lo hicieron ver a la comunidad internacional por medio de este comunicado: “Hoy estamos tomando nuevos pasos para asegurar que la agresión ilegal de Rusia contra el Estado soberano de Ucrania fracase y para apoyar al pueblo ucraniano en su búsqueda de una paz justa arraigada en el respeto por el derecho internacional.” Insistieron en la preocupación nuclear que ha despertado Vladímir Putin en el mundo libre, más todavía cuando el dictador ruso dijo que iba a desplegar armas tácticas en Bielorrusia y que suspendería la participación de Rusia en el último Tratado de Control de Armas Nucleares (New START), suscrito con los Estados Unidos.

           Finalmente, resonaron las palabras del anfitrión japonés, Fumio Kishida, quien las publicó una semana antes de la Cumbre, en la revista Foreign Affairs: “Hoy, el pasado de Hiroshima debería servir como un recordatorio de lo que puede suceder cuando la paz y el orden se rompen y dan paso a la inestabilidad y el conflicto. Un recordatorio que se necesita más que en cualquier otro momento de las últimas décadas.”

         Rusia, ahora, tiene la palabra…


Crisis en Ecuador

Presidente Lasso Disuelve al Congreso

 

QUITO- Cada vez que sucede un acontecimiento “de titular de primera plana”, nos acordamos de la canción “América”, del gran Nino Bravo (qepd), español y valenciano, y que en una de sus estrofas dice: “(…) danzas de guerra y paz de un pueblo que aún no ha roto sus cadenas (…)”. Por supuesto que se refería al gran pueblo latinoamericano que vive, desde que tenemos memoria, en constante ebullición, controversia, conflicto y falta de entendimiento a nivel general, pero muy especialmente en lo que atañe a la política, sociología y economía.

            Hoy, ha sido el Ecuador, el país suramericano que está sumido en una intrincada crisis y cuyo epicentro es su actual presidente, Guillermo Alberto Santiago Lasso Mendoza (que es su nombre completo), de 67 años de edad, quien adolece del cariño y comprensión de los ecuatorianos, quienes le cobran en parte su pasado cuando fungió como banquero y su paso como titular del Ministerio de Hacienda, desde donde incentivó y logró la dolarización del país, a pesar de que ha sido un verdadero éxito en la realidad de esta nación.

            A Lasso le costó llegar a la presidencia de la República, ya que fue derrotado en dos oportunidades consecutivas en las elecciones generales: primero por Rafael Correa, el marxista-corrupto que es requerido por la justicia ecuatoriana y que se encuentra refugiado en Bélgica; y posteriormente por Lenín Moreno, otro “comunista” aburguesado que siempre ha vivido “a cuerpo de Rey,” a pesar de sus preceptos marxistas que supuestamente lleva en el alma y en la mente.

Finalmente Lasso logró derrotar a Andrés Arauz, su adversario, en terceros comicios, tras haber remontado los números que le desfavorecían en las encuestas. Fue una remontada “de antología” la configurada por Lasso, que al final le permitió llegar al Palacio de Carondelet, sede del gobierno del Ecuador. Esas elecciones las ganó en segunda vuelta, con el apoyo del 52,36 por ciento de los votantes.

 

Origen portuario y poseedor de un “anti-carisma”

 

            Nació en el puerto de Guayaquil, recostado frente al Océano Pacífico, el 16 de noviembre de 1955, a la postre… el más importante del país; fue el más pequeño de 11 hermanos, en una familia muy humilde, lo cual no fue obstáculo para que Guillermo Lasso pudiera estudiar y llegara a ser un poderoso banquero en el Ecuador. Alcanzó la presidencia del país a pesar de que su personalidad no es agradable; aunque muchos de sus seguidores vieron en él y en su momento, rasgos del mandatario de los Estados Unidos, Joe Biden: la experiencia de un hombre “fogueado” y veterano, capacitado para sacar al Ecuador de la crisis histórica causada por la pandemia del coronavirus de origen chino que, en su natal Guayaquil, causó verdaderos estragos con miles de muertos. Es por ello que Lasso cumplió su meta, al asumir el mandato, de vacunar a la mayoría de los ciudadanos contra el mortal virus. Una tarea que logró consumar en pocos meses o en tiempo record.

            Así mismo, se esperó de él que trasladara las fórmulas exitosas en el plano económico, cuando estuvo al frente de los entes bancarios, a su nueva gestión en la presidencia de la República y que hicieran retornar a la nación al cauce normal, después de la pésima y corrupta administración del prófugo de la justicia, Rafael Correa.

            Poco a poco, el “anti-carisma” o esa falta de “ángel o duende”, según dicen los andaluces, fue minando la paciencia de los ecuatorianos, quienes comenzaron a cuestionarle sus movimientos presuntamente fallidos al frente del Ejecutivo; incluso, con una fuerte dosis de sarcasmo, los analistas han dicho que Lasso, al poco tiempo de haber asumido sus funciones, ha entrado en el Libro Político de Guinness “al activar la muerte cruzada;” esto es, disolver al parlamento y convocar, mediante decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE), a unas elecciones adelantadas. Pero la crisis política ya estaba dada, estaba sucediendo, y comenzó cuando Lasso rompió sus alianzas con los socialcristianos, un partido que le ayudó a ganar las elecciones. Además, sus propios errores al frente del Estado y la ola delincuencial desatada por los narcotraficantes en las zonas costeras, fueron minando todavía más su imagen de hombre tranquilo, demasiado sereno en tareas que necesitan de un individuo con mayor temple y determinación.

            Así le describe el analista Carlo María Stein, de acuerdo a su gestión en el gobierno: “Lasso, un hombre tranquilo y cercano a sus colaboradores, no encontró el equipo adecuado, (estaba) rodeado de gerentes sin lectura política y sin el colmillo de sus enemigos.” Otra descripción no menos feliz, es esta: “En tiempos bravos, la debilidad física que Lasso mostraba en sus apariciones, tampoco le ha favorecido. El exbanquero arrastra una cojera, provocada por la mala praxis médica que sufrió en un hospital español, tras un accidente en el Camino de Santiago (Galicia). Esa ‘agilidad’ que demostró durante la segunda vuelta electoral, gracias a sus apariciones en redes sociales, ataviado con zapatos y chaqueta roja, al ritmo del ‘Bad’ de Michael Jackson, se transformó en una lentitud política, exasperante para buena parte del país.” Esta última descripción de su personalidad y su acción política (o anti-política, para ser más exactos), es lo que explica su anti-carisma, ese nulo atractivo para las masas de ecuatorianos que hubieran preferido a un mandatario más dinámico y atrayente, que al oscuro personaje que ahora se debate entre seguir o no seguir, entre vivir o sobrevivir a esta gran crisis de la cual él es, presuntamente, el mayor propulsor y causante.

            Para otros conocedores de la realidad de esta nación suramericana, Guillermo Lasso no pudo romper “el corsé político” que le encasillaba dentro de la derecha ideológica, sin apertura a distintos grupos sociales y muy limitado por sus ideas religiosas (católicas), cercanas al Opus Dei; y aunque parezca contradictorio, Lasso, para combatir al narcotráfico (que lo tiene muy cerca en Colombia, Bolivia y Venezuela), se ha rodeado de los militares, incluyendo por supuesto al famoso General Paco Moncayo, y con él al frente se ha batido contra las mafias narcotraficantes y ocho bandas ecuatorianas consideradas terroristas. Decir que Lasso no lo ha intentado todo, sería rayar en la mentira, porque, incluso, trató de implementar en el país medidas parecidas a las de Nayib Bukele en El Salvador, pero que en el Ecuador no fueron del todo bien recibidas por la población y la prensa hipercrítica en contra suya.

            Otra prueba de su anti-carisma, la han dado las encuestas recientes que, evidentemente, le son desfavorables en grado sumo: el apoyo del pueblo, hace pocos días, era apenas del 31 por ciento, solo adelante de otros mandatarios (dictadores algunos), en los casos de Nicolás Maduro, en Venezuela, quien ostenta un 26 por ciento de aprobación del pueblo venezolano; Alberto Fernández, en Argentina, con el 22 por ciento favorable; y la peruana y vecina suya, Dina Boluarte, con el 16 por ciento de aprobación, únicamente. En otras palabras más claras, directas y concisas, Guillermo Lasso está en medio de la desgracia política en Ecuador y dentro de una crisis que busca resolver y que le es adversa, precisamente por lo intrincada que supone ser en estos momentos.

 

“La piel” de la coyuntura

 

            ¡Se adelantó! Esa es la única verdad que envuelve a su decisión de disolver al Congreso. ¿Pero a qué se adelantó? A su destitución como presidente de la República, una prerrogativa que tiene el parlamento ecuatoriano a su haber y que se veía venir en los próximos días. Aunque, al decretar la disolución de la Cámara Legislativa, Lasso tuvo que convocar a elecciones adelantadas al parlamento y a la misma presidencia. Pero elude, de esa manera, un posible juicio político en su contra y por la culpabilidad supuesta de haber tolerado un presunto desfalco, realizado en una empresa propiedad del Estado.

            Muy temprano en la mañana, a las 7 precisamente (hora de Ecuador), Guillermo Lasso sorprendió a todos los ecuatorianos al presentarse en una cadena de radio y televisión, en el centro de su grupo de ministros, para informar sobre su determinación de disolver al actual grupo de parlamentarios; simultáneamente, los soldados y policías, que no le han dejado solo en esta aventura, rodearon al edificio del Congreso. De ese modo, Lasso impidió el ingreso a los diputados que querían continuar con la segunda jornada del juicio político, en la sede del Parlamento. Así, frenaba súbitamente el proceso en su contra. El analista ecuatoriano, Carlo María Stein, así lo describe: “Por primera vez en la historia de Ecuador, decretó la disolución del Parlamento, alegando que el juicio que podría provocar su destitución por haber tolerado un supuesto caso de corrupción, había provocado una grave crisis política. La medida obliga a adelantar las elecciones legislativas y presidenciales. Mientras tanto, Lasso gobernará por decreto durante seis meses. En ese tiempo, se espera que anuncie si aspira a la reelección.” Llama poderosamente la atención el hecho de que Pedro Castillo, en el vecino Perú, intentó hacer algo parecido a lo hecho por Lasso en Ecuador; pero al peruano le salió mal el cálculo y el axioma, ya que en su país la tolerancia con los presidentes es menor que lo mínimo. Por ello fue detenido, llevado a una delegación policial, luego ante el fiscal y el juez y se le tiene encerrado en una prisión, en compañía de otros exmandatarios.

            Volviendo al caso que nos ocupa, sobre la realidad actual de Ecuador, “la piel” o la tesitura de esta crisis coyuntural, indica que han terminado dos años de gobierno conservador y ha acabado acorralado al tratar de evitar el juicio político que se cernía sobre su cabeza y que se estaba “cocinando a fuego lento” en el seno del Congreso. Lasso lo había intentado casi todo; por ejemplo, había negociado votos con la oposición para que el mismo juicio quedara frustrado, pero la presión para que lo destituyeran de la presidencia iba in crescendo. En el fondo, él no quería que una Asamblea Legislativa “de tan poca talla,” terminara con su presidencia. “Por eso, ha preferido invocar la figura constitucional de muerte cruzada que cierra su período, pero también el de los parlamentarios. Además, le deja una puerta abierta a presentarse en las próximas elecciones.” Cita el analista Stein.

            Si citamos partes de su discurso a la nación, Guillermo Laso explicó que tomó la decisión “para dar una salida constitucional a Ecuador, por la grave conmoción interna que vive el país; (ya que) el Parlamento tiene como proyecto político la desestabilización del Gobierno, de la democracia y del Estado. (…) Ya había solicitado al Consejo Nacional Electoral (CNE), la convocatoria inmediata de los comicios que deberían celebrarse a finales de año. Esta es una acción democrática, porque devuelve a los ecuatorianos el poder de decidir su futuro.” Es decir, y en palabras de los conocedores de la realidad del Ecuador, “Lasso ha decidido inmolarse antes que someterse a la decisión de los parlamentarios. No lo echan… se va él.” Es por ello que invocó al artículo 148 de la Constitución, que establece que el presidente puede disolver a la Asamblea Legislativa una sola vez, en los primeros tres años de su administración gubernamental. Fue así como decidió aplicar dicho artículo, un día después de haber comparecido ante el pleno del Congreso para defenderse de las acusaciones que le formularon. Aquella fue una sesión que se alargó por espacio de 12 horas y que debía continuar al día siguiente. Era demasiado para un presidente que se considera a sí mismo inocente y para el aguante del mismo pueblo ecuatoriano que ha seguido este periplo día a día, con marcado agobio generalizado. Su destitución debía estar lista esta misma semana; pero Guillermo Lasso se adelantó a tal resolución parlamentaria y él acabó primero con la Cámara de los Diputados.

            Un breve repaso de sus supuestos errores en el gobierno, indican que Lasso se vio asediado por la violencia que ha ido en aumento en Ecuador y que es la mayor preocupación de la ciudadanía que dejó de confiar en el mandatario, en sus destrezas y en las fuerzas policiales por él dirigidas. Por otra parte, los grupos de narcotraficantes aumentaron en todo el territorio nacional, cometiendo gran cantidad de homicidios diarios. “Esas masacres mermaron la popularidad del presidente, que se sumaron a la sombra de la corrupción sobre el gobierno.” Dice el mismo analista Stein.

            Del lado de la oposición, la bancada de diputados contrarios a Lasso, lo acusó por el presunto delito de malversación, al no haber tomado acciones ante un contrato entre la empresa pública de transporte de petróleo, FLOPEC, y AMAZONAS TANKER. Dicha inacción de parte de Lasso, causó un daño económico al Estado de US$6 millones. Por supuesto, ha negado rotundamente esas acusaciones de haber tolerado el desfalco.

            En lo que atañe a las Fuerzas Armadas ecuatorianas, han demostrado una lealtad absoluta a Guillermo Lasso, a tal extremo que Nelson Proaño, jefe del Comando Conjunto de las FFAA, dijo hace pocas horas: “respaldamos la decisión de nuestro presidente y actuaremos con firmeza para proteger a la patria y a los ciudadanos en caso de que se produzca algún atentado contra la democracia.” Sus palabras se dejaron escuchar después de que la CONAIRE, asociación que representa a los indígenas del Ecuador, advirtió de que si se decretaba la muerte cruzada, iba a convocar a un consejo para decidir si se movilizaban o nó por las calles de las principales ciudades del país. Y desde su escondrijo en Europa, propiamente en Bélgica, el prófugo de la justicia ecuatoriana, el comunista aburguesado Rafael Correa, publicó en su cuenta de Twitter: “Es la gran oportunidad para librarnos de Lasso, de su gobierno y de sus asambleístas de alquiler, y recuperar la patria.” Un individuo sin moral, que invoca precisamente a la moral para limpiar su imagen de político corrupto y en franca huida y escape de un veredicto judicial que le requiere para que ingrese a la cárcel.

            La posición actual del mandatario es la de seguir trabajando normalmente en la casa de gobierno; y el Ministerio de Educación, por su lado, indicó que no habrá suspensión del curso lectivo y que las clases continuarán con toda normalidad. Incluso el presidente firmó un decreto mediante el cual ordenó bajar los impuestos a los ciudadanos, interpretado por la oposición, la prensa y los analistas como “un guiño” al pueblo para que se tranquilice y observe los acontecimientos con la serenidad requerida. Mientras tanto, los grupos contrarios a Lasso siguen clamando por realizar el juicio político, en especial el Movimiento Revolución Ciudadana, marxista-leninista, cuyo líder es el prófugo Rafael Correa precisamente, que fue el que, para variar, dio inicio a esta cacería contra el mandatario actual de los ecuatorianos. Y la mayoría de los diputados se han sentido enfadados porque, de un pronto a otro, se les cerró “el centro de trabajo” y se han quedado desempleados… sin Parlamento: 137 legisladores se han ido cabizbajos y frustrados para sus casas, después de que el Decreto 741, firmado por Guillermo Lasso, tras invocar el artículo 148 de la Constitución, anuló la existencia de la anterior Cámara diputadil.

            En un plazo de 7 días, el Consejo Nacional Electoral (CNE), convocará a nuevas elecciones para elegir nuevos asambleístas, nuevo presidente y vicepresidente de la República. Ecuador podría ir a las votaciones en el término de 90 días.

Así están las cosas en este país suramericano, uno más que se suma a la realidad convulsa del subcontinente latinoamericano.


Joe Biden se enfrentará a Donald Trump en las Elecciones de los Estados Unidos

del 2024

 

WASHINGTON, D.C.-El presidente actual de esta nación ha anunciado su candidatura, apoyado por toda la maquinaria propagandística del Partido Demócrata y en búsqueda de su reelección presidencial. Ese ha sido el anuncio reciente hecho por Mr. Biden, quien, dicho sea de paso, no tiene adversarios dentro de su propio partido. En un video de tres minutos de duración, que tituló Let’s Finish the Job (“Acabemos el Trabajo”), hizo del conocimiento de la opinión pública estadounidense que se presentará a los comicios del 5 de noviembre del 2024.

            Su postulación ha llamado la atención de todos, debido a la avanzada edad que tiene y resulta preocupante, si se toma en cuenta que Biden ha sido un hombre golpeado por enfermedades que le pudieron quitar la vida en el pasado muy reciente, como dos aneurismas cerebrales; y, en el caso de resultar vencedor contra su máximo enemigo político, Donald Trump, por el Partido Republicano, el actual mandatario terminaría su segundo período en la Casa Blanca a los 86 años de edad, todo un record que ningún otro presidente de los Estados Unidos vivió en la historia de este país.

            Incluso en la campaña anterior, antes de que venciera a Trump, se comentaba abierta y francamente acerca de la edad de Biden y callaba cuando los periodistas le preguntaban si iba a ser, por decisión propia y por sus avanzados años, “un presidente de un solo mandato.” Hasta que un día de tantos tocó el tema de esta manera: “Es legítimo que la gente pregunte por mi edad. Es la misma pregunta que me hicieron cuando tenía 29 años, porque fui elegido Senador a esa edad. Me preguntaban si tenía la edad suficiente para el puesto. Espero poder demostrar que con los años viene la sabiduría y la experiencia que permite hace las cosas mucho mejor. En todo caso, soy un candidato de transición. Miren, yo me veo como un puente, no como otra cosa: hay toda una generación de líderes que han visto ponerse detrás de mí. Son el futuro de este país.” Explicó.

            En el mismo “clip”, Biden comienza reproduciendo y recordando aquellas imágenes cuando Donald Trump lanzó a sus gamberros fanáticos contra el edificio de El Capitolio (sede del Congreso norteamericano), he hizo, hablando sobre esas mismas imágenes, un llamado a defender la libertad y la democracia frente al intento de los radicales “trumpistas” empecinados en socavar al sistema que rige a los Estados Unidos, desde su independencia. “Ese ha sido el trabajo de mi primer mandato: luchar por nuestra democracia, proteger nuestros derechos, asegurarnos de que todo el mundo en este país recibe el mismo trato y de que todo el mundo tiene una oportunidad justa.” Fue su mensaje, en el que aparecen secuencias fílmicas durante su trabajo en el gobierno, acompañado de su vicepresidenta, Kamala Harris.

            Y es que Biden creyó que la “Era de Trump” iba a ser superada con relativa facilidad; pero, al pasar el tiempo y para sorpresa suya y de quienes adversan al republicano, Donald Trump sigue vivo, dando batalla y, en criterio del actual mandatario, “tiene al Partido Republicano secuestrado, es todo un partido rehén del ex presidente.” Según ha comentado el demócrata. Lo cierto es que Biden albergó la idea e hizo el esfuerzo por superar la época de Trump, de recuperar la normalidad democrática y combatir la polarización de la política estadounidense; pero no lo ha podido lograr, porque Trump no  “ha regresado”, sino que “¡Nunca se fue, siempre ha estado ahí de una manera u otra!” Los mismos republicanos trataron de borrar la imagen del ex mandatario en las elecciones de noviembre del 2022, promocionaron a candidatos extremistas que al final fracasaron y la negra y larga sombra de Trump siguió por encima del partido.

            De hecho, desprendiéndose de sus comentarios, Joe Biden considera a su adversario una verdadera amenaza para la democracia y se solaza cuando recuerda que lo derrotó en las elecciones pasadas y le gustaría, le ilusiona, volver a hacerlo en el 2024. También le hace gracia saber que la edad de Trump no es tan distante de la suya, ya que el republicano llegaría a los próximos comicios con más de 78 años y si resultara triunfador, terminaría sus cuatro años de gobierno superando al propio Biden, en su papel del presidente de mayor edad en la historia de los Estados Unidos. Aunque solo si llegara por segunda vez a la Casa Blanca.

 

Contra los extremistas

 

            Siempre en su mensaje a la nación, Joe Biden aseveró: “Por todo el país, los extremistas (…) se están alineando para acabar con esas libertades fundamentales, recortando la Seguridad Social que pagas durante toda tu vida; recortando los impuestos de los más ricos, dictando cuáles decisiones sanitarias pueden tomar las mujeres, prohibiendo libros y diciéndole a la gente a quién puede amar. Todo ello mientas hacen más difícil que puedas votar.” Y en el momento cuando se escuchaba la voz del presidente, seguían pasando las imágenes del asalto a El Capitolio, más las protestas a favor del aborto y las fotografías de los republicanos más reaccionarios y extremistas (o fundamentalistas), en los casos del mismísimo Trump, Ron DeSantis, gobernador de La Florida; y Marjorie Taylor Greene.

            Pocos días antes, Robert Kennedy Jr. miembro de la famosísima (y trágica) familia de políticos estadounidenses, anunció que será candidato en las primarias dentro del Partido Demócrata; lo cual quiere decir que enfrentará a Joe Biden, para que sean los demócratas quienes elijan a su candidato entre él y el actual mandatario. Se trata del sobrino del ex presidente John F. Kennedy, asesinado en Dallas, Texas, en 1963 (en un crimen que nunca fue esclarecido como se esperaba); y es hijo del exsenador Robert F. Kennedy, también asesinado en 1968.

            Este precandidato, entonces y según vemos, pertenece a la histórica dinastía política de los Kennedy, cuyos miembros han tenido que pagar con sangre, con sus propias vidas, sus periplos por los avatares políticos de este país. Robert es un reconocido activista antivacunas, contrario abiertamente a las ampolletas que los ciudadanos tuvieron que aceptar para combatir al coronavirus chino que mató a tantas personas alrededor del mundo, dentro de la peor pandemia de la Era moderna. Este demócrata tiene 69 años de edad y dentro de su experiencia personal, cuenta el hecho de que fue expulsado de YouTube e Instagram, por difundir información errónea sobre las vacunas y la pandemia china del Covid-19.

            Cuando la humanidad transitaba en medio de la pandemia, Robert Kennedy Jr. insistía en criticar los requisitos sanitarios para no contagiarse entre las personas: le parecía mal el distanciamiento entre unos y otros y la exigencia para que se vacunaran. Por esas razones, los científicos y médicos de los Estados Unidos arremetieron contra sus argumentos erróneos y catalogaron a su escepticismo de “infundado.” No obstante, a pesar del clima social en su contra, el entonces presidente Donald Trump le felicitó y le mostró sus simpatías de manera abierta y pública.

            En lo que atañe a sus posibilidades en las primarias demócratas, Kennedy Jr. no las tiene consigo, porque, según encuesta reciente, el 58 por ciento de los votantes de este partido preferirían a otro candidato que no fuera él y que le peleara la candidatura a Biden. Lo cual deja ver que será el actual mandatario quien se enfrentará a Trump en el 2024, en los comicios nacionales. De tal manera, las posibilidades de triunfo son muy pocas para el sobrino de John F. Kennedy, y se tornan más exiguas cuando se le escucha decir a cada instante que “las vacunas infantiles presentan riesgos para la salud”, una teoría suya que ha sido desacreditada científica y convincentemente por múltiples revisiones de los expertos médicos. De tal manera, los acontecimientos y los argumentos que maneja Robert Kennedy Jr. lo están alejando del triunfo en las primarias, según hemos dicho; pero el mayor problema se le presentará con su edad… 69 años: no es un jovencito y más bien el tiempo para alcanzar el triunfo electoral lo encontrará muy avejentado, según se observa claramente.

            Retornando al enfrentamiento que se dará entre Biden y Trump en el 2024, el demócrata piensa así de su adversario: “Cuando me presenté a presidente hace cuatro años, dije que estábamos en una batalla por el alma de América (los Estados Unidos). Y todavía lo estamos. La cuestión a la que nos enfrentamos es si en los próximos años tendremos más o menos libertad, más o menos derechos… Sé cuál quiero que sea la respuesta y creo que tú también lo sabes… Es el momento para defender la democracia. Por eso me presento a la reelección, porque conozco a América. Estos son los Estados Unidos de América. No hay nada, simplemente nada, que no podamos hacer si lo hacemos juntos.” Resaltó el mandatario actual. Pero le duele saber que ni el asalto a El Capitolio por parte de las hordas de Trump, ni el bulo electoral, ni sus intentos de subvertir el resultado de las votaciones, ni su imputación criminal, ni el fraude fiscal de su grupo empresarial, ni la demanda por violación, ni las investigaciones de la Fiscalía por diversos posibles delitos, han bastado para restar apoyo a Trump en las bases republicanas y por todo eso, Joe Biden cree y siente que él es el demócrata mejor situado en el panorama político de su país, para derrotarlo nuevamente.

 

Lo que sigue…

 

            Después del anuncio del presidente de que será precandidato dentro del Partido Demócrata, su nominación le permite poner en marcha a su aparato de campaña en todo lo concerniente a ésta, en especial el aspecto de las recaudaciones para financiar su candidatura; y su comando avisó que Biden se reunirá próximamente con los principales donantes. Por otra parte, los analistas consideran que ser el presidente del país y vivir en la Casa Blanca, “es una magnífica plataforma política y da una visibilidad incomparable… para lo bueno y lo malo.”

            Hace pocos días, el mandatario asistió al Hotel Washington a un congreso sindical y escuchó a una masa de simpatizantes el estribillo en coro: “¡Cuatro años más, cuatro años más!” Y la algarabía no era para menos, pues estamos en presencia del presidente más sindicalista de cuantos ha habido en la historia de los Estados Unidos… ese es Joe Biden. En referencia a su trabajo en el gobierno, dijo en su discurso: “No voy a pedir perdón por ello, estoy orgulloso; y voy a sacar a relucir los logros de la primera mitad de mi mandato. ¡Acabemos el trabajo! Con mi predecesor (Donald Trump), la Semana de las Infraestructuras era un chiste. Bajo mi mandato, estamos convirtiendo la Década de las Infraestructuras en un titular. Ahí es donde entran ustedes. Ya hemos anunciado más de 25,000 proyectos de infraestructuras en 4,500 ciudades de todo el país. Los trabajadores sindicados construirán carreteras y puentes, tenderán cables de Internet, instalarán cargadores de vehículos eléctricos. Los trabajadores sindicalizados van a transformar América. Y los trabajadores sindicalizados van a terminar el trabajo. Wall Street no construyó a los Estados Unidos… la clase media construyó a Estados Unidos y los trabajadores sindicalizados formaron a la clase media.” De inmediato, los aplausos atronadores se hicieron sentir y escuchar en el auditorio del hotel.

            Posteriormente habló de la vicepresidenta Kamala Harris, quien, a pesar de que no goza de las simpatías de los demócratas ni del grosor del pueblo estadounidense, cuando se esperaba más, mucho más de ella en las elecciones anteriores, será otra vez la pareja electoral de Joe Biden; de hecho, en el video que ha servido para la apertura de la campaña del presidente, ella aparece en varias escenas y termina precisamente con el logo que reza “Biden/Harris.” “¡Ya es oficial: Joe Biden y Kamala Harris se presentan a la reelección!” Exclamó un exultante mandatario, siempre bajo el atronador sonido de los aplausos de los sindicalistas de la nación. En lo que respecta a su jefa de campaña, será Julie Chávez Rodríguez, una latina que actualmente tiene su oficina en el ala oeste de la Casa Blanca, muy cercana al Despacho de la vicepresidencia. Es nieta del histórico líder sindicalista y de los derechos civiles, César Chávez, y será la primera hispana en dirigir una campaña presidencial en el devenir de los Estados Unidos de América.

            ¿Pero qué dicen las encuestas recientes? Aducen que más de dos tercios de los estadounidenses no quieren a Biden de nuevo en su postura de candidato, aunque comprenden que no existe otro personaje dentro del Partido Demócrata que pueda oponérsele en las primarias y mucho menos para representarlos en el enfrentamiento contra Trump.

            En el Partido Demócrata, las primarias comenzarán el 3 de febrero en Carolina del Sur; continuarán en New Hampshire y en Nevada el 6 de febrero; Georgia, el 13 de febrero; y Michigan el 27 de febrero. Y este partido deberá proclamar al candidato electo a las presidenciales de la nación, en el lapso comprendido entre el 19 y el 22 del 2024, en Chicago. Esa es la panorámica que se presenta ante los ojos de los votantes y habrá que esperar acontecimientos en el partido oponente, el Republicano, que deberá realizar sus primarias próximamente… Es decir… “¡Todos contra Trump!”


En Chile, Primer Año de Gobierno de

Gabriel Boric

 

SANTIAGO- Han pasado 12 meses exactos desde que este comunista asumió el poder en la supuesta nación más progresista y moderna de América Latina. ¿Para qué quería el poder? A juzgar por los logros que ha alcanzado, es posible que quisiera llegar a La Moneda, sede del gobierno chileno, por la misma razón que mueve a la mayoría de los políticos latinoamericanos: para saciar su vanidad, su egolatría, sus ambiciones y su megalomanía. No encontramos otra razón diferente. Porque el trillado “estoy aquí para trabajar por mi país,” según repiten todos, es una expresión tan desgastada por su uso demagógico, que nadie, absolutamente nadie, se la creen.

            La verdad es que Gabriel Boric, el joven nacido en la zona austral, esto es… en Punta Arenas, el 11 de febrero de 1986 (tiene 37 años), no ha marcado gran diferencia en comparación con sus antecesores en la Presidencia de la República; incluso, se podría decir que el muchacho “no camina ni para adelante ni para atrás y tampoco hacia los lados.” Su gestión al frente del gobierno de Chile, casi es imperceptible, no se nota que alguien llegó a Palacio, con la derrota del capitalismo en las elecciones pasadas. De hecho, un periodista español así ha titulado su análisis sobre la gestión de Boric: “Gabriel Boric, la esperanza que no despega.” Y es que esa es la única y cruda verdad: el muchacho parece estar “dando palos de ciego” porque no arranca, no comienza a beneficiar al pueblo que lo llevó al poder y para el que parece no tener respuestas.

 

En “el club de los marxistas”

 

            El mandatario chileno, junto a los gobernantes de Bolivia, Colombia y Venezuela (el peruano está en prisión y los argentinos son dos corruptos indefinibles ideológicamente), forman al “selecto club” de los marxistas-leninistas (y narcotraficantes), que profesan esa ideología que ha fracasado ahí donde la han implantado, desde la derrumbada y desaparecida Unión Soviética, hasta las sempiternas dictaduras del hambre en Cuba y Nicaragua. Ya tienen en sus manos (o garras para ser más exactos), lo que fue el sueño del che Guevara y Fidel Castro, de convertir al Cono Sur americano en un reducto de marxistas. Pero les está sucediendo lo mismo que a los comunistas de El Salvador, del famoso Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), y de los sandinistas en Nicaragua, que una vez que el ciudadano les hizo el favor de llevarlos a la presidencia, por la vía democrática (el voto), “se engolosinaron” con las ventajas (económicas) que dejan los regímenes democráticos y plutocráticos, comenzaron a ver los millones de dólares Estatales y se hicieron a la más sórdida corrupción. Es por ello que los salvadoreños del FMLN ahora están en suelo nicaragüense, en clara y descarada huida de la policía de su país (hasta se han nacionalizado), para evitar la cárcel, de acuerdo a los actos supra-corruptos que cometieron cuando ostentaron el mando de la república. Comunistas o ladrones, esa dicotomía dejaron ver, que en el fondo y en la superficie ambos conceptos son lo mismo.

            Veremos, en el transcurso del tiempo, si Gabriel Boric seguirá por el rumbo que lleva, en el que no ha dado muestras de ser un corrupto, o se dará a la tarea de asaltar al fisco Estatal, de igual modo como lo está haciendo Miguel Díaz-Canel, en Cuba; Daniel Ortega y su horrorosa mujer, en Nicaragua; y Nicolás Maduro, en Venezuela. Todos ellos practican la expoliación en sus miserables pueblos, una miseria que ellos mismos han hecho cundir y cuyas riquezas personales se han visto fortalecidas, en el caso venezolano, con el narcotráfico que practica Maduro y sus secuaces en el ejército. En el caso colombiano, su nuevo mandatario, Gustavo Petro, ya ha dado muestras de corruptela, especialmente de parte de su hijo, quien recibió “donaciones” durante la campaña política que llevó a su padre a la presidencia y utilizó ese dinero (en dólares), para satisfacer sus caprichos personales. Se espera que, en el futuro inmediato, se descubran más actos ilícitos en el Palacio de Nariño, sede del gobierno de Colombia.

            En retorno a la figura de Gabriel Boric en Chile, prometió a sus seguidores y amigos en el partido Frente Amplio, que iba a liderar la renovación política, creó altas expectativas; sin embargo, su falta de experiencia, su evidente juventud, y errores que ha ido cometiendo, han puesto en su debido sitio, en la realidad, su capacidad personal y ejecutiva al frente del Estado chileno. Es decir, Boric no ha podido cumplir con lo prometido, evidentemente. El pueblo de esta nación, ducho en cuestiones políticas, debido a los sucesos que ha observado en el pretérito y en los que ha participado, ha visto lo que en verdad es capaz de hacer (o no hacer), Boric. Es por ello que el 35 por ciento de los ciudadanos, a duras penas, aprueban su trabajo en La Moneda.

            ¿Pero, concretamente, en qué ha fallado Boric hasta el momento? No tiene capacidad de convencimiento de cara al Congreso, una cámara fragmentada en la que él no tiene mayoría de diputados, lo cual repercute para que sus proyectos sean rechazados con relativa facilidad o se estanquen. Un politólogo así lo ha resumido: “(…) ha ayudado a constituir un panorama complejo.” Y el mayor ejemplo de lo que aquí se afirma, fue el rechazo, por parte del votante ciudadano, del proyecto para cambiar a la actual Constitución Nacional. Un 62 por ciento de los chilenos votó negativamente la propuesta impulsada por el presidente de la República y los suyos.

            Es cuando Octavio Avendaño, politólogo y profesor en la Universidad de Chile, dice: “Su estilo de gestión, a ratos dominado por los impulsos, estuvo marcado desde un comienzo por carecer de toda coordinación y de una agenda precisa en materia de prioridades. A los pocos días de asumido el gobierno de Boric, quedaron en evidencia los problemas de conducción, de manejo y la falta de experiencia de varios de sus ministros.”

            Su primer Gabinete, empero, era uno de los más equitativos que se pudieron encontrar en la región, ya que lo componían 14 mujeres y 10 hombres, un gesto en favor del género femenino, que no causó revuelo ni comentarios positivos en este Chile tan escéptico en cuestiones políticas. La funcionalidad de ese grupo de colaboradores, evidentemente, no dio los resultados que la gran mayoría de los votantes esperaban; es por esa causa que Boric ha ido haciendo cambios pequeños, sacando a unos e introduciendo a otros en su “elenco administrativo.” Sin embargo, con base en esa “esterilidad” en las funciones, hizo el segundo gran cambio en su Gabinete y ha descabezado a la Cancillería o Ministerio de Relaciones Exteriores y ha quitado a la comunista Antonia Urrejola, junto a otros cuatro ministros más. “El mandatario de izquierda está necesitado de un nuevo impulso con vistas a su segundo año en el poder –cita un periodista europeo-, luego de uno de los comienzos de mandato de mayor complejidad que se hayan visto en Chile, en los últimos períodos de gobierno. En opinión de muchos, la derrota en el referéndum por cambiar a la vieja Constitución, el actual gobierno quedó muy debilitado; y, hace pocos días, los diputados echaron por tierra a la propuesta de reforma tributaria que Boric envió al Congreso para su aprobación.”

            En concreto, los cambios ministeriales que ha llevado a cabo han sido en las Carteras de Obras Públicas, Deporte, Cultura y Ciencias, pero “la columna vertebral” de su gobierno, los ministerios más sensibles, continúan inalterados y en manos de los marxistas. Entiéndase Hacienda y la Secretaría General de la Presidencia. Y es que el pueblo chileno le exige “menos promesas y anuncios y más logros y acciones.” En otros términos, Boric está urgido de convencer, con base en la realidad, a los ciudadanos, quienes, solo conocían a 4 de sus 24 ministros, según la encuestadora Criteria. Mientras tanto, la otra encuestadora Data, indica que un 79 por ciento de los votantes apoyan la idea de una transformación en el equipo que trabaja bajo las órdenes del mandatario. “Hemos tenido dificultades. ¡Qué duda cabe!” Ha dicho el propio Boric en un alarde de gran y completa sinceridad.

            En concreto, en Relaciones Exteriores Boric ha despachado a Urrejola y ha puesto en su lugar a Alberto van Klaveren, también marxista-leninista; en Obras Públicas ha despedido a Juan Carlos García y ha puesto a la también comunista Jessica López, quien era presidenta del Banco Central de Chile; en deportes, quitó a Alexandra Benado y puso en su lugar al ex futbolista Claudio Pizarro; en Cultura ha dicho “adiós” a Julieta Brodsky y ha nombrado a Jaime de Aguirre, un hombre fuertemente vinculado con el sector de la televisión; y en Ciencias, nombró a Silvia Díaz, en lugar de Aisén Etcheverry. Obviamente, lo que persigue Gabriel Boric es eficiencia y no pasar a la historia como el aguerrido candidato de izquierdas que alcanzó el poder, “para no hacer absolutamente nada en favor de Chile y el chileno.”

 

El origen de los problemas

 

            Los conocedores de la realidad política, social y económica de Chile, señalan que uno de los motivos del fracaso en este primer año de la gestión de Gabriel Boric, ha sido el hecho de que su Gabinete es una coalición constituida por el Frente Amplio, el Partido Comunista y el Socialismo Democrático, tres movimientos que se alimentan y retroalimentan, empero, en los mismos postulados, que son el marxismo-leninismo y los procesos revolucionarios en América Latina. “Ha habido intentos de unir a las almas oficialistas –explica María José Naudón, abogada y analista política-, pero existen demasiadas diferencias. Las contradicciones ideológicas, incluso en un mismo ministerio, como el de Relaciones Exteriores, han sido frecuentes en este primer año en que Boric ha debido, con dolor, deshacerse de algunos compañeros de generación del primer anillo de La Moneda. El Frente Amplio y el presidente están insertos en el dilema de ser al mismo tiempo, revolucionarios e institucionales, subversivos y oficiales. Su movimiento hacia el centro, tras la derrota en el plebiscito constitucional del 2022, tiene episodios muy contradictorios.” Asegura.

            En otro cariz de la realidad de Chile, en la oposición, durísima por antonomasia con el presidente comunista, hay un grupo de jóvenes, de edad parecida a la de Gabriel Boric, quienes se muestran menos conservadores y más abiertos a modernizar al país y que haya menos desigualdad. Es cuando la misma analista Naudon, presagia: “Si el gobierno no logra dialogar con la oposición y reflejar ese diálogo en ajustes concretos, las caídas pueden ser cada vez más frecuentes. El riesgo es una inactividad que solo se justifique culpando a la oposición y que termine con un gobierno sin logros que mostrar. El destino será, sin duda, cómo recorrer ese camino sin perder una identidad que es relevante en el corto plazo y en términos electorales.” Afirma esta académica de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI).

            En un intento de síntesis de la problemática que enfrenta el actual presidente de Chile, hay que comenzar por la falta de acción de los ministros destituidos (y otros más que debieron marcharse también); el grupo heterogéneo a pesar de que la base marxista es igual para todos sus componentes; y, recientemente, la negativa de los diputados que no apoyaron su proyecto de reforma tributaria, mediante el cual el Ejecutivo pretendía recaudar el 3,6 por ciento del PIB, para costear la mayoría de promesas que Boric hizo en campaña política y que iban a favorecer al pueblo, en especial a la capa más baja. “A todas luces, se frustra la posibilidad de financiar buena parte de la agenda social, así como iniciativas en salud, previsión social y educación. A ello se agrega lo que ha sido el punto más débil del gobierno: el combate contra la delincuencia.” Explica el politólogo Octavio Avendaño.

            Por lo pronto, lo que se avecina será la elección, el próximo 7 de mayo, por parte de los votantes, de los 50 miembros del consejo que se encargará de redactar una nueva propuesta de nueva Constitución, para reemplazar la vigente, que data de la dictadura del General Pinochet. Por supuesto que este acontecimiento solo ayuda a tensionar más el ambiente en torno al presidente actual.

 

            En conclusión, Boric necesita que el ciudadano valore mejor a su grupo de ministros, ahora que ha efectuado cambios en su Gabinete; que éste no sea incompetente como el anterior y sea capaz de convencer a los congresistas (la mayoría opositores al gobierno), para que aprueben aquellos proyectos de ley que serían vitales para la buena marcha del país; aparte de la necesidad de que trabajen eficientemente para levantar la popularidad del mandatario, que, según un sondeo de la encuestadora Cadem, está en un 35 por ciento. Le quedan tres años de administración, suficientes para dar “un golpe de timón” y marcar el nuevo rumbo de la nave del gobierno. Veremos si lo logra o pasará a la historia de Chile como un sofista más, de esos que abundan en el sub-continente americano, hoy en día.


Arabia Saudita e Irán se acercan para entablar

 Relaciones Diplomáticas

 

RIAD Y TEHERÁN- Dentro del cosmos que es la información global o mundial, esta es una excelente noticia: el saber que ambas naciones, por medio de sus gobiernos, se darán las manos amistosamente al reanudar las relaciones diplomáticas bilaterales. El entendimiento entre estos países se resquebrajó en el 2016, cuando un numeroso grupo de estudiantes iraníes asaltaron la delegación árabe en Teherán, Capital de Irán. El régimen de los ayatolas iraníes no ofreció ninguna explicación satisfactoria para Riad y mucho menos una disculpa sentida sobre la irrupción de la turba en la embajada saudí. Por ello la ruptura primero, el distanciamiento después y por último los sucesivos roces, mismos que se fueron presentando constantemente entre estas dos potencias de Oriente Próximo: Arabia suní e Irán chií, que, aunque son musulmanas intrínsecas y en esencia, esas dos diferencias étnicas suelen ser “piedras de choque” en el contexto del islam.

            La numerosa manifestación atacó a la sede diplomática saudí, debido al hecho de que los árabes condenaron a muerte y ejecutaron seguidamente al jeque Nimr al Nimr, a la sazón el clérigo con mayor influencia sobre la minoría chií que habita en Arabia, y que había sido condenado a muerte por los cargos de “terrorismo y sedición.” Su juicio, de acuerdo a las leyes saudíes, y posteriormente su ajusticiamiento, desataron una oleada de inconformidad en Irán, la mayor nación de mayoría chíi de Oriente Próximo. Fue por ello que prendieron fuego a la embajada árabe en Teherán y Arabia respondió al retirar a su embajador de manera indefinida, una decisión que también tomó Irán al llamar a su representante en Riad. Ante tales acontecimientos, la amistad entre ambos no solo se deterioró, sino que desapareció del todo y puso a la región en “el filo de la navaja” en distintas ocasiones, en las que, incluso, estuvieron al borde de la guerra directa. Hoy, lo narrado aquí parece haber sido superado con el restablecimiento de la amistad.

 

Anuncio por medio de un comunicado

 

            Una nota oficial despachada por los dos palacios gubernamentales, dice lo siguiente: “La República Islámica de Irán y el reino de Arabia Saudí han decidido reanudar sus relaciones diplomáticas y reabrir sus embajadas en dos meses.” Una noticia que ha sido recibida con regocijo por ambos pueblos, deseosos de establecer una paz firme, segura y prolongada en esta región convulsa desde que nos asiste la memoria.

            Es oportuno recordar que, en aras de esa enemistad esencialmente peligrosa entre árabes e iraníes, se desataron conflictos armados que pudieron desembocar en riesgos mayores, como una guerra a gran escala, por ejemplo; o un enfrentamiento directo que hubiese resultado catastrófico. Fue así como los conflictos armados en Siria, Líbano o Yemen, han estado “patrocinados” o impulsados por Riad y Teherán, y, aunque no ha significado el derramamiento de sangre de árabes e iraníes, ha ocasionado devastación en esos tres países, con las consiguientes consecuencias negativas que siempre conllevan las guerras.

            Un documento previo a la firma del restablecimiento de las relaciones diplomáticas, indica que “las dos naciones han acordado respetar la soberanía de los dos Estados, no interferir en los asuntos internos de cada cual y reactivar un acuerdo de cooperación en materia de seguridad, que fue firmado el 17 de abril del 2001.” Todo esto fue difundido en el mismo comunicado redactado por ambas cancillerías o Ministerios de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita e Irán. Se trata ni más ni menos del “deshielo” entre las dos potencias musulmanas de Oriente Próximo.

            Por su parte, la agencia de noticias iraní IRNA, difundió al mundo que también se ha producido, gracias al acercamiento entre los dos gobiernos, “la reanudación de un acuerdo general entre ambos países, alcanzado el 27 de mayo de 1998, destinado a fomentar los lazos en los ámbitos económico, comercial, de inversión, técnico, científico, cultural, deportivo y de la juventud.” Y es que la rivalidad entre estas naciones no solo surgió a raíz del conflicto en la embajada árabe en Teherán, tomada por jóvenes, según hemos esbozado al principio de esta crónica, sino que la incomprensión data de épocas muy retrospectivas, muy atrás en el tiempo…

            En opinión del ministro del Exterior de Irán, Hosein Amir Abdolahian, y de su colega árabe, Faisal bin Farhan, “las relaciones entre Teherán y Riad conducirán al desarrollo de la estabilidad y seguridad regional e incrementarán la cooperación entre los países del Golfo Pérsico y el mundo islámico, para hacer frente a los retos existentes.” Así lo hicieron ver en una emisión de la televisión iraní Presstv; y los dos titulares de estas Carteras ministeriales se reunirán en las próximas fechas para discutir y acordar la apertura de sus embajadas y quiénes serán sus embajadores en cada Capital.

            Desde abril del 2021, el gobierno de Irak ha estado propiciando el restablecimiento de relaciones entre Arabia e Irán, pero sus deseos se vieron truncados por una u otra razón; fue sino hasta que la China comunista intercedió con sus buenos oficios y es al gobierno al que se le debe el entendimiento final, que ha desembocado en los lazos amistosos que ahora se pueden observar. China ha sido, por lo tanto, “el gran auspiciador” en este particular… De hecho, Ali Shamjaní, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, viajó a Pekín “para mantener intensas negociaciones con su homólogo saudí en China, destinadas a resolver definitivamente las diferencias entre Teherán y Riad.” El interlocutor por la parte saudí, fue Musaid Al Aiban, consejero de Seguridad Nacional de Arabia. Así según información emitida también por la agencia oficial de noticias de Irán, IRNA.

 

Irak e Israel. Posiciones

 

            En el caso del gobierno iraquí, se ha expresado en esta misma crónica que, desde hace mucho tiempo, ha estado dispuesto para que los dos países en conflicto terminaran con las tensiones y se dieran las manos en señal de amistad permanente, profunda y sincera. Es por ello que los gobiernos de Arabia e Irán, en otro comunicado conjunto, “agradecen a la República de Irak y al Sultanato de Omán, por acoger las conversaciones entre ambas partes en 2021 y 2022, así como a los dirigentes y al Gobierno de la República Popular China por acoger y aprobar las conversaciones.” En respuesta, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, escribió: “El diálogo y acuerdo de Arabia Saudí e Irán es una victoria (con base en) la buena fe y la confianza que Pekín ha aportado al acuerdo.” Así se observa que la mediación iraquí ha sido más que positiva y enaltecedora y, por supuesto la de China también; pero… ¿Qué sucede en el caso de Israel, el reciente amigo de Arabia y el declarado y mortal enemigo de Irán?

            En lo que atañe a los israelíes hay dos maneras de ver su posición en relación con el restablecimiento de relaciones diplomáticas árabe-iraní: 1. Desde el punto de vista positivo, los judíos podrían aprovechar los lazos de ambos gobiernos para favorecer al suyo propio; es decir, utilizar la intermediación de los árabes para alcanzar ciertos y específicos propósitos en Irán, que los saudíes sirvan de canal político con los iraníes a favor de Israel que se mantendría “en la penumbra” o entre bastidores y así evitar el uso de la fuerza eventualmente. 2. Si los israelíes no consideran que el tratado de amistad no es bueno ni garante de su seguridad, podría distanciarlos tanto de Irán como de Arabia, lo cual resultaría muy perjudicial para Tel-Aviv, porque redundaría en su aislacionismo casi total en la región. En otras palabras, la incoherente postura de que “los amigos de mis enemigos, son mis enemigos también”, sería contraproducente para los hebreos. De tal forma, los israelíes tienen que ver la manera de capitalizar el acuerdo llevado a cabo entre árabes e iraníes, para que la tensión con Irán amaine y el gobierno saudí le sirva a Israel para alcanzar todas las prerrogativas que necesitan los judíos para su subsistencia como pueblo y nación en Oriente Próximo, junto al logro de una paz duradera. Del otro modo, significaría seguir con el uso de la violencia, asesinando militares de alto rango y científicos iraníes, según ha venido haciendo el Mossad, el espionaje israelí, en los últimos años.

            Una posición oficial de parte de Tel-Aviv todavía no ha sido despachada, tampoco opiniones “al vuelo” de sus analistas, políticos, dirigentes gubernamentales periodistas, ni de ninguno de sus ciudadanos.

            Aparte de lo anterior, las guerras que tanto Arabia Saudita como Irán patrocinan, muy posiblemente se verán favorecidas con el acuerdo entre estas dos naciones. Recordemos que los árabes tienen decidida influencia en los conflictos armados en Yemen, Líbano y Siria; mientras Irán lo hace en Irak y el Líbano, más el apoyo político y armado que da al régimen de Bachar el Asad, en Siria. En este particular, una tenue luz de paz se puede ver tras la firma de reconciliación árabe-iraní. Todo depende de cómo se vayan a perfilar los acontecimientos y de la voluntad pacifista de los dos gobiernos que fomentan las guerras.

 

            Es así como parece haber llegado a su final la rivalidad entre las potencias más grandes del mundo islámico, una lucha que se remonta a más de cuatro décadas, en las que Arabia Saudita ha tratado de imponer la rama musulmana mayoritaria, los suníes, por encima de los iraníes, quienes son chíi, una minoría que, sin embargo, no deja de ser sumamente influyente en el islam. Tampoco hay que perder de vista que Irán es un fecundo productor de armas, que incluye la carrera atómica, un aspecto que se debe tener en cuenta por parte de los saudíes, cuando lo amerite el tema y los acontecimientos.    


Canciller Alemán habla constantemente con Vladímir Putin

 

BERLÍN, Alemania- La noticia no ha dejado de sorprender a quienes la han escuchado y leído y ha partido de labios del propio Olaf Scholz, el máximo representante del gobierno alemán, quien dijo que dialoga muy seguidamente con el hombre más odiado del mundo en estos instantes, el tirano y dictador de Rusia, Vladímir Putin.

A este último le unen lazos especiales con Alemania, ya que vivió durante muchos años en la sede de la KGB en la Alemania comunista (del Este u Oriental), y trabajó muy poco en espionaje con referencia a Occidente, aunque lo hizo a manera de burócrata en aquella nación que terminó fundida con la Alemania del oeste. Es por esa razón que Putin habla muy bien el alemán y sus diálogos telefónicos o por video-llamada (que resultan gratuitas), son fluidos y de un entendimiento fundamental realmente importante.

            La información, a manera de primicia, la dio a conocer la Deutsche Welle (la Voz de Alemania), en su portal en lengua castellana, donde se pudo leer que Scholz afirmó con toda claridad que es uno de los pocos líderes occidentales que están en comunicación constante con el presidente (entiéndase dictador), ruso.

 

Lo que conversan ambos…

 

            “Hablo con el presidente ruso, soy uno de los pocos –amplió el Canciller alemán-. No sólo le visité en Moscú y me senté a su larga mesa, también he tenido muchas conversaciones telefónicas largas con él y seguiré haciéndolo, aunque no seamos de la misma opinión.” Dijo en una visita que hizo recientemente a la ciudad de Cottbus, en el Este de su país. Fue una confesión que hizo y que ningún otro aliado europeo, de los Estados Unidos o de la OTAN, se hubiera imaginado nunca. Una ciudadana presente en el conversatorio con Scholz, le interpeló al señalarle que lo diplomático debería imponerse al envío de armas a Ucrania, tal y como lo ha hecho el gobierno de Alemania y el resto de naciones amigas de Kiev. Fue cuando el Canciller contestó: “un país agredido debe defenderse y tiene derecho a pedir ayuda a otros.” Pero enfatizó en que “una paz impuesta no puede suponer el fin de la guerra en Ucrania”, lo cual significa que, para alcanzar la paz, los dos bandos o gobiernos enfrentados deben llegar al consenso de que la paz es el único camino que deben transitar ambos.

            Sin embargo, y respondiendo a la misma dama alemana que le preguntó, Scholz aseguró que las negociaciones, el diálogo, es necesario, pero tiene que conducir a algo que no sea una “paz impuesta, ya que se negocia mal con una pistola en la cabeza. La base para las negociaciones –amplió-, tiene que ser que el presidente (entiéndase dictador) ruso, comprenda que su objetivo imperialista no funciona y que tiene que retirar a sus tropas. Tiene que haber algo que negociar, no puede tratarse simplemente de firmar una capitulación.” Explicó.

            Por el momento, el Plan de Paz que China ha dado a conocer al mundo, ha tropezado con dos obstáculos primordiales: según el Alto Mando de la OTAN, no señala a los rusos como los claros agresores e iniciadores de esta guerra contra Ucrania y Putin no está de acuerdo en devolver los territorios del Donbáss, donde sus maltrechas tropas se mantienen a duras penas y que fue anexionado, según una votación espuria de la Duma (parlamento ruso), a finales del 2022. No obstante, Rusia no ejerce dominio absoluto sobre esa larga franja de tierra que bordea al Mar Negro y está frente a la Península de Crimea, también arrebatada por Rusia en una invasión ocurrida el 18 de marzo del 2014.

            Siempre dentro de la conversación con los ciudadanos de Cottbus, Olaf Scholz enfatizó que comprende perfectamente el miedo que sienten muchas personas en Alemania (y en el resto de Europa), ante la perspectiva de una escalada de la guerra en Ucrania, incluyendo el uso de armas atómicas por parte de los rusos, pero fue enfático en decir que él no toma decisiones unipersonales con respecto a este conflicto, como el envío de armas a los ucranianos. No lo hace de manera impulsiva, sino que coordina, en todo momento, con los aliados de Alemania y, eso sí… “hago todo lo que está a mi alcance para evitar una expansión del conflicto.” Recalcitró el jefe del gobierno alemán.

            Por supuesto, los diálogos que sostiene vía telefónica con Vladímir Putin, tratan sobre su deseo de convencer al líder de Rusia, para que acabe de una vez por todas con la invasión a suelo ucraniano; pero la postura del ex funcionario de la KGB soviética y hoy máximo dirigente en el Kremlin, es intransigente, no está de acuerdo en detener su hostilidad armada hasta que Ucrania no presente su rendición incondicional.  Mientras aquel exige que Scholz interceda ante los demás países que componen la OTAN, para que no envíen más armas a Ucrania, una petitoria por demás intrascendente, mientras él continúe con la guerra y su invasión.

 

Posición de Berlín con respecto a China

 

            Por otra parte, y siempre dentro del mismo tema de la guerra ruso/ucraniana, el canciller alemán, Olaf Scholz, no cree que Vladímir Putin, por lo que ha deducido de sus conversaciones recientes, esté preparado para sentarse a negociar y aseguró que “si Ucrania dejara de defenderse… sería el fin de Ucrania.” Seguidamente informó que pidió al gobierno chino “no entregar armas a Rusia (y, por el contrario) use su influencia sobre Moscú para acabar con la guerra en Ucrania, (gobierno) con el que se debe contar para un eventual acuerdo de paz que no sea impuesto a las autoridades en Kiev.” Y reiteró ante el Bundestag (cámara baja del Parlamento): “Mi mensaje para Pekín es claro: no den armas a la Rusia agresora.” Fue además recalcitrante en exigir a los chinos para que convenzan a sus aliados rusos para que retiren las tropas que han invadido a Ucrania. “Un acuerdo de paz no será posible, si pasa sobre las cabezas de los ucranianos.” Repitió incansablemente el Canciller de Alemania, posiblemente con el deseo de poner en el debido contexto al documento elaborado por los chinos, en el cual una eventual firma de la paz solo beneficiaría a la Rusia invasora e iría, inevitablemente, en contra de su víctima invadida, en este caso… Ucrania.

           

            Su advertencia fue en estos términos: “Una paz dictada contra la voluntad de las víctimas, no se plantea solo por razones morales, sino también porque consideramos el bienestar de nuestro país y la seguridad de Europa y del mundo.” En otras palabras, lo anterior quiere decir que aceptar lo que los chinos consideran un Plan de Paz justo para Ucrania, significaría poner de rodillas a esa enorme parte de la humanidad que conforma a Europa Occidental y a todos los países libres alrededor del orbe. Aceptar lo que Moscú y Pekín quieren, sería aceptar que ambas dictaduras, inhumanas por demás, están en su derecho y razón, algo que iría contra los principios esenciales de las personas libres.

 

            Retornando al caso de Vladímir Putin, el Canciller alemán ratificó su opinión al decir: “¿Está Putin listo para negociar una paz? Nada sugiere eso en este momento. Estamos hablando con Kiev y con otros socios, sobre las futuras garantías para ucrania. Ese tipo de garantías conllevan la presunción de que Ucrania se defienda con éxito en esta guerra. Y una paz duradera (en esta parte de la geografía europea), requiere la reparación del derecho internacional y el respeto a nuestro sistema de paz. Putin rompió esas reglas e incumple la Carta de las Naciones Unidas con su invasión a un país soberano. Además, me siento contrariado porque China no expresó en la reciente reunión de ministros de Finanzas del G-20, una clara condena al ataque ruso.” Obviamente los chinos nunca van a condenar a los rusos como agresores, porque no piensan traicionar esa amistad, a pesar de que se encuentren los dos gobiernos en el lado oscuro de la realidad actual. China y su gobierno comunista, dictatorial y amoral, practican y profesan una amistad inquebrantable y sólida con la Rusia expansionista y criminal, dirigida por Putin y su grupo ex KGB. Eso lo sabe sobradamente Scholz y todo aquel que siga al pie de la letra los acontecimientos alrededor del orbe, a diario.          


En Perú sucedió lo que tenía que Suceder: ex presidente Pedro Castillo Depuesto

y en Prisión

 

LIMA- Desde que el ex mandatario peruano se alió con el partido comunista de su país para alcanzar el poder, nos imaginamos que no duraría mucho en sus funciones en el gobierno. Poco a poco, semana a semana, el primer Gabinete que le acompañó, le fue renunciando por incompatibilidad de opiniones, ideología y, principalmente, porque Pedro Castillo no se plegó a las órdenes que la dirigencia marxista le dictaba continuamente. Es decir, la fisura que se fue creando fue insalvable al cabo de menos de un año de haber arribado al Palacio de Gobierno.

            Lo positivo de lo que acaba de ocurrir en el Perú, radica en que en esta nación suramericana los presidentes no pueden hacer lo que les viene en gana y, al primer indicio de auto-golpe de Estado, los ejecutores de las leyes, el ejército y la policía, actúan de lleno para detener las ansias dictatoriales que pueda tener uno u otro. Pero lo cierto es que ha caído Pedro Castillo, el maestro de escuela que se alió con los comunistas para ganar unas elecciones por poco margen a Keiko Fujimori y que, con base en un error garrafal, lo han tirado de la silla del poder.

 

¿Qué sucedió realmente?

 

            “Lo que mal empieza… mal termina,” dice el viejo adagio popular y la gestión administrativa de Castillo comenzó dando tumbos, subiendo al gobierno a personajes oscuros que habían sido recurridos por la justicia a lo largo de sus respectivas vidas o eran muy cercanos –hasta amigos-, de los sátrapas cubanos de idéntica ideología… la marxista-leninista; o camaradas de los narco-dictadores venezolanos. Lo cierto es que los ojos de la justicia peruana, del ejército y de los periodistas, estaban siempre atentos a los movimientos, por mínimos que fueran, de Pedro Castillo, quien venía experimentando una seguidilla de situaciones tensionales que explotaron, cuando el ahora ex mandatario ordenó la disolución del Congreso, decretó también un Estado de excepción, la reestructuración del Poder Judicial y para colmo de males… el toque de queda por las noches. Es decir, se iba a quedar solo en el Gobierno y actuando por decreto, lo mismo que un dictador. Por supuesto que las medidas fueron interpretadas de inmediato por las Fuerzas Armadas, la policía y los mismos congresistas, como un auto-golpe de Estado en el que Castillo pasaba a convertirse en su propio golpista y el dictador resultante. Incluso, Perú Libre, el mismo partido comunista que lo llevó a ese altísimo puesto, deploró la aberrada decisión por ir en contra de la democracia”. Un argumento tan demagógico como sólo a los marxistas se les puede ocurrir.

            La verdad es que Pedro Castillo actuó de esa manera el mismo día cuando se iba a votar en el Congreso una tercera moción de censura en contra suya.

            Por otra parte, el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Morales, hizo un llamado al ejército para que restableciera el orden constitucional y aseguró al Alto Mando que “se ha dado un golpe de Estado al más puro estilo del Siglo XX.” Fue cuando los soldados comenzaron a movilizarse y no precisamente a favor de Castillo, sino del sistema democrático que él quiso truncar en ese momento. Fue entonces cuando se percató de que estaba completamente solo en su intención de dar el auto-golpe. Mientras tanto, en la Cámara de diputados se votaba para ver cuál de todas las posibilidades serviría para solucionar el problema creado por el presidente de la República. El resultado de la votación arrojó que 101 congresistas apoyaron la moción de vacancia (suspender al mandatario de su cargo), con solo 6 sufragios en contra y 11 abstenciones. Los legisladores decretaron “incapacidad moral permanente” contra el presidente.

            De inmediato, Castillo, apenas a dos horas de haber pronunciado su nefasto discurso ante las cámaras de televisión y dirigido a todo el pueblo peruano, ordenó a sus hijos y esposa que salieran del Palacio de Gobierno y se enrumbaran hacia la Embajada de México. Él hizo lo mismo: subió a un auto oficial y los guardaespaldas le seguían en otros automotores atrás; pero, mucho antes de llegar a la sede diplomática mexicana, su misma escolta se detuvo y le hizo prisionero. Una llamada telefónica de parte del jefe de la Policía Nacional al encargado de la escolta presidencial, dio la orden de no continuar el periplo hacia la embajada. Seguidamente, fue llevado a la Prefectura de Lima, la Institución que se encarga de mantener el orden público, pidió garantías para sí, pero fue detenido en el acto.

 En meses anteriores, habían dado inicio seis investigaciones de parte de la fiscalía, por presunta corrupción durante su mandato. Hay quienes creen que Castillo perpetró el auto-golpe de Estado, precisamente para escaparse de esas investigaciones y acusaciones y el mejor “movimiento” habría sido la disolución del Poder Judicial, donde yace esa documentación en su contra. Es decir, intentó “golpear a la serpiente (al sistema democrático), en la cabeza”, acabar con el peligro y borrar toda prueba que le lastimase personal y políticamente.

            El ex presidente estuvo acompañado en todo momento por su ex primer ministro y su abogado personal, Aníbal Torres.

            Pocas horas después, los mismos congresistas determinaron que, con base en la Constitución del país, asumiría la presidencia del Perú, la vicepresidenta Dona Boluarte, quien fue juramentada esa misma tarde de la detención de su antecesor.

            En el interior del país, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA), y la Policía Nacional (PNP), comunicaron a la opinión pública que no acatarán cualquier acto contrario al orden constitucional y calificaron la acción de Pedro Castillo, como un genuino golpe de Estado. “Cualquier acto contrario al orden constitucional establecido, constituye una infracción a la Constitución y genera el no acatamiento por parte de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú,” reza textualmente el documento emitido por ambas Instituciones del orden en Perú. Aseguraron que son respetuosas de dicho orden que establece el artículo 134 de la Carta Magna, según el cual “el presidente del país solo está facultado para disolver el Congreso, si éste ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros.”

            La fiscal general, Patricia Benavides, rechazó enfáticamente “todo resquebrajamiento del orden constitucional que se pueda presentar en el Perú (…). El Ministerio Público se reafirma en su defensa de la democracia y como fiscal general (que soy), exhorto a respetar la Constitución Política, el Estado de derecho y la democracia que tanto nos ha costado lograr.” Manifestó.

            Otras reacciones casi inmediatas al auto-golpe de Castillo, fueron las del embajador de esta nación en los Estados Unidos, Oswaldo de Rivero, quien renunció a ese puesto, justamente por “la ruptura (causada por el exmandatario), del orden constitucional.” El anuncio de su dimisión lo hizo la legación peruana en Washington D.C., en las redes sociales. Otra renuncia que se dio ipso facto, fue la de Harold Forsyth, otro embajador del Perú, pero esta vez ante la Organización de Estados Americanos (OEA), debido a la misma coyuntura provocada por el ex mandatario Pedro Castillo. Su posición la hizo del conocimiento público por medio de la agencia de noticias española EFE, al decir: “No puedo, por razones morales y profesionales, tener ninguna vinculación con un régimen que funciona en base a decretos (sin sometimiento a la consideración previa de los diputados). Es un gobierno que está constituido al margen de la ley, de la Constitución y en violación abierta del Estado de derecho.” Pronunció.

            En lo que atañe a la oposición política a Castillo, la líder Keiko Fujimori, quien fue la principal contendora del ahora golpista en las elecciones presidenciales anteriores, acusó al ex presidente de “dar un golpe de Estado desesperado y exhorto al Congreso a destituirlo y las Fuerzas Amadas a respaldar el orden constitucional. Pedro Castillo da un golpe desesperado porque sabía que le quedaban pocas horas en el poder –añadió la ex candidata-El Congreso debe seguir adelante con la vacancia (destitución) (…).” Y, precisamente, el padre de Keiko, llamado Alberto Fujimori, guarda prisión por el mismo acto; es decir, intentó un auto-golpe de Estado en 1992; y una de las razones principales por las cuales Keiko participa de lleno en la política peruana, es para logar la libertad de su padre, quien luce muy deteriorado en su aspecto físico y le aquejan varias enfermedades.

 

Reacciones internacionales

 

            Ha caído uno de los representantes de la ultra-izquierda latinoamericana. Ello es motivo de satisfacción para quienes no pertenecen al mismo “credo” ideológico de Pedro Castillo. Pero, de parte de la izquierda del subcontinente (los aliados revolucionarios de Castillo), el silencio ha sido la reacción más llamativa. Veamos: en Ciudad de México, aliado permanente y solidario con los gobiernos marxistas de la región, no dar declaraciones ante lo sucedido en Lima, ha sido su rasgo más llamativo; aunque su Canciller, Marcelo Ebrard, anunció que la próxima Cumbre de la Alianza del Pacífico, a celebrarse en suelo mexicano, queda pospuesta hasta nuevas decisiones.

            En la habitual conferencia de prensa que concede el presidente Andrés Manuel López Obrador, éste manifestó que sostuvo conversaciones en el pasado reciente con Pedro Castillo y que el peruano le había contado sobre las humillaciones que estaba sufriendo de parte del poder político del Perú. Incluso, estuvo dispuesto a abrirle las puertas de la embajada mexicana en Lima, para que se asilara en ella y de ahí, pudiera viajar a salvo hasta México en calidad de refugiado o perseguido político.

En lo que se refiere a Brasil, el presidente recién elegido, Luiz Inácio Lula da Silva, no se ha manifestado al respecto; también, en principio, hay silencio en Santiago de Chile, de parte del comunista Gabriel Boric; pero la cancillería chilena, al mando de Antonio Urrejola, emitió un comunicado lleno de ambigüedades que no deploraba el acto perpetrado por el ex mandatario peruano. Este fue el texto dado a conocer por Santiago: “El gobierno de Chile lamenta profundamente la situación política (del Perú), y confía en que la crisis se pueda solucionar a través de mecanismos democráticos y el respeto al Estado de derecho. Exigimos respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales. El diálogo debe preponderar en estos casos.”

Los argentinos, fieles a pronunciar peroratas en todo momento y lugar, emitieron este comunicado: “Argentina lamenta y expresa su profunda preocupación por la crisis política que atraviesa la hermana (¡!) República del Perú y hace un llamado a todos los actores políticos y sociales a que se resguarden las instituciones democráticas, el Estado de derecho y el orden constitucional.” Pero en ningún renglón del párrafo soslaya lo perpetrado por Pedro Castillo. Ello es evidente.

El gobierno de Gustavo Petro, en Colombia, ha expresado su preocupación y ha llamado también a tender puentes, que el diálogo prevalezca entre todos los actores políticos, con la finalidad de salvaguardar la democracia. “Colombia condena todo atentado contra la democracia, venga de donde venga, y recuerda que la democracia requiere el reconocimiento de la voluntad popular, expresada tanto en las elecciones para presidente, como para el Congreso.” Dejó leer una nota oficial de la Cancillería, en Bogotá.

La Casa Blanca, sede del gobierno de los Estados Unidos, rechazó el intento de Pedro Castillo de disolver el Congreso e instó a los peruanos a mantener la calma ante la atmósfera de incertidumbre que prevalece en el país. “Estados Unidos rechaza categóricamente cualquier acto extra-constitucional del presidente Castillo para impedir que el Congreso cumpla con su mandato.” Según nota dada a la prensa mundial por la embajada estadounidense en Lima.

En Madrid, España, se condenó con firmeza el auto-golpe del maestro Castillo y así lo ha hecho saber: “El Gobierno de España condena firmemente la ruptura del orden constitucional en Perú y se congratula por el restablecimiento de la normalidad democrática. España siempre estará del lado de la democracia y la defensa de la legalidad constitucional.”

En un intento de síntesis, cuando decenas de ciudadanos se manifiestan en las calles de las principales ciudades peruanas, unos a favor de Pedro Castillo y la mayoría en contra suya, las razones por las cuales fue depuesto el ex presidente son estas: fueron cinco medidas que él dio a conocer durante su discurso al país, entre las cuales disolvía temporalmente al Congreso de los diputados e instauraba un gobierno “de emergencia excepcional.” Recordemos en este punto que el ex mandatario iba a enfrentar el mismo día del auto-golpe de Estado, su tercera moción de censura. Y en su discurso ante los televidentes, indicó que “la situación es intolerable (en el Perú) y en atención al reclamo ciudadano, he tomado la decisión de establecer un gobierno de excepción (gobernar por decreto), orientado a preservar el Estado de derecho y la democracia. En lo que atañe a disolver al Congreso, determinó convocar en “el más breve plazo a elecciones para un Congreso con facultades constituyentes, para elaborar una nueva Carta Magna, en un plazo no mayor a nueve meses. A partir de la fecha y hasta que se instaure el nuevo Congreso de la República, se gobernará mediante decretos-ley.” Seguidamente, acusó a los congresistas de “destruir el Estado de derecho y la democracia y de establecer una dictadura congresal.”

En acto seguido, decretó un toque de queda a nivel nacional, desde las 22:00 horas, hasta las 4:00 de la mañana del día siguiente y afirmó: “Todos los que poseen armamento ilegal, deberán entregarlo a la Policía Nacional en el plazo de 72 horas. Quien no lo haga, comete delito sancionado con pena privativa de libertad, que se establecerá en el decreto de ley.”

En el tema de “reorganizar al sistema de justicia, el Poder Judicial, el Ministerio Público (Fiscalía General), la Junta Nacional de Justicia y el Tribunal Constitucional” (verdaderas “piedras en el zapato” para Castillo), no dio detalles de cómo haría dicha reorganización, aunque reafirmó que todos esos funcionarios quedaban “out” durante el proceso. Por supuesto que toda investigación hecha a su persona y su gestión gubernamental, quedarían anuladas con esa medida y que fue, esencialmente, la razón por la cual dio el auto-golpe de Estado.

Al terminar su discurso, el ex mandatario peruano llamó a todas las Instituciones de la sociedad civil, asociaciones, “rondas campesinas”, a respaldar las decisiones anunciadas “para que permitan enrumbar al Perú”, dijo textualmente. Sin embargo, para pena y desgracia suya, los mismos subalternos (ministros y viceministros), así como las Fuerzas Armadas (FF.AA) y la Policía Nacional Peruana (PNP), le dieron la espalda y no lo apoyaron. Fue cuando decidió abandonar el Palacio de Gobierno con destino a la Embajada de México, pero su comitiva lo detuvo y le desvió hacia la Prefectura, donde le pusieron las esposas en las muñecas de ambos brazos y le leyeron sus derechos y las razones de su detención.

Lo único que logró Pedro Castillo, “el maestro del lápiz gigantesco”, fue pasar a la historia de América entera, por golpista, inepto, incapacitado para ejercer el poder de la nación y convertirse en una figura más parecida a un mamarracho que a un Jefe de Estado en regla.


Trump anuncia su Candidatura Presidencial para

 las Elecciones del 2024

 

MAR-A-LAGO, Florida- Tal y como se esperaba, el indigerible ex presidente republicano, Donald Trump, el mismo del discurso y las acciones incendiarias, el que ordenó a la gran chusma el ataque al edificio del Congreso en Washington y el mismo que ha sido investigado, en profundidad, por la Comisión especial del Senado y el mismo al que el FBI allanó esta mansión en La Florida, ha dicho a los cuatro vientos que su intención es la de regresar a la presidencia para “volver a hacer lo mismo”, de acuerdo a sus palabras textuales, dejadas escuchar la noche de su anuncio.

            Su discurso, para no perder la costumbre, estuvo lleno de frases hirientes, irresponsables, mentiras absurdas y exageraciones que solo en su mente desquiciada, deshumanizada y violenta, se pueden urdir. “Haremos que América (Estados Unidos), recupere su gloria,” dijo un exultante Trump, quien no dejaba de gesticular y a veces bailar en el escenario, ante las cámaras de la TV y de la prensa escrita.

            Mientras tanto, en la sede central del Partido Republicano, “la gran fiera se lamía las heridas” después de la derrota en las recientes elecciones legislativas y donde, así mismo, se escucharon opiniones contrarias al estrafalario ex mandatario y pedían que “se pasara la página y se olvidara su legado (si es que lo hubo).”

 

Más de 60 minutos de basura verbal

 

            Ese fue el tiempo que usó Trump para dar a conocer sus intenciones por regresar a la Casa Blanca. Su boca no dejaba de proferir insultos contra el actual presidente demócrata, Joe Biden, y de hilar (con dificultad, pues es uno de los peores oradores en la historia de los Estados Unidos), algunos argumentos reñidos con la verdad y la realidad actual de esta nación.

            “Este era un gran país hace dos años –mintió Trump, olvidándose del ataque al Congreso, entre otros entuertos que él mismo causó-, y dentro de dos años volverá a serlo. 2024… ¿Están listos? ¡Yo lo estoy! El regreso de América empieza ahora mismo. Para conseguir que América vuelva a ser grande y gloriosa, anuncio esta noche mi candidatura a la presidencia. (…) La remontada de Estados Unidos, empieza hoy. Conmigo todo iba bien, conmigo todo volverá a ir bien. Nuestro país estaba en la senda de un futuro increíble, porque yo hice grandes promesas al pueblo estadounidense y, al contrario que otros presidentes, las cumplí. ” Pronunció un Donald Trump, quien, al igual que muchos estadounidenses, creen que el continente americano solo comprende al territorio de los Estados Unidos y hacia el sur… simplemente no hay nada, no vale la pena siquiera mencionarlo.

            Indicó seguidamente que había cumplido ante la Comisión Federal Electoral, con todos los trámites burocráticos para inscribir su candidatura, la tercera en su cortísima carrera política. Atrás quedó su victoria electoral contra la demócrata Hillary Clinton, quien no reunió las condiciones para tal postulación; también quedó en el pasado reciente su presidencia en la que el país se dividió más que nunca, su amistad con criminales en los casos del ruso Vladímir Putin y del tirano de Corea del Norte, Kim Jon-un, en un afán enloquecido porque le dieran el Premio Nobel de la Paz y que estuvo a muy poco de que se lo otorgaran, tal los desfases del Comité que concede estas premiaciones, en Suecia; superó con gran dificultad dos juicios políticos (impeachments); y, por supuesto, su excitativa a las masas compuestas por vándalos, la peor escoria extraída del pueblo, para que atacaran al edificio del Congreso, en la Capital, porque no pudo soportar su derrota electoral frente a Joe Biden. Incluso giró la orden de que mataran a su propio vicepresidente, Mike Pence, quien se negó a seguir sus órdenes de rechazar el triunfo de su oponente. Pero lo peor para Trump radica en que muchos votantes republicanos recuerdan lo anterior y no piensan apoyarlo en las elecciones internas del partido (primarias).

            Retornando a la esencia de su perorata (discurso molesto y desacertado), el exmandatario hizo un repaso de lo que fueron sus cuatro años en la Casa Blanca y resaltó lo que fueron sus supuestos “éxitos”, tales como “las históricas reducciones de impuestos”, exiguas en realidad; el control de la pandemia que, según él, estropearon los demócratas cuando le sustituyeron en el poder; y de “la frontera del sur más fuerte que se recuerda, gracias a un muro que completé”, cuando todos sabemos que esa fue la mentira más altisonante que dejó escapar esa noche en su mansión de La Florida, una propiedad, dicho sea de paso, hace pocos meses intervenida por agentes del FBI, quienes devolvieron a la Casa Blanca cajas repletas de documentos que nunca debieron salir de esa sede gubernamental y que Trump hurtó, sin que sepamos todavía con cuál intención.

            Añadió a sus fantasiosos “logros” en condición de presidente, al cambio climático y al “movimiento sin parangón que yo lidero, para evitar que se produzcan mayores perjuicios al planeta. Otra mentira del tamaño del Empire State, de acuerdo a su irreversible costumbre. Y el punto final a su cansina intervención, lo puso cuando dijo: “Haremos que América vuelva a ser rica. Haremos que América sea fuerte y orgullosa de nuevo. Haremos que América sea segura otra vez. Haremos que América recupere la gloria y le devolveremos su grandeza.”

 

Un Partido secuestrado

 

            La expresión, además de ser profundamente asombrosa, es real, es cierta y dolorosa, porque se trata del movimiento político que ha sido el más fuerte de los Estados Unidos desde su fundación, el mismo de hombres de la talla de los Bush, padre e hijo, Ronald Reagan, Gerald Ford y otros más, quienes, dentro de sus respectivas gestiones presidenciales, hicieron realmente grande a esta nación y contribuyeron al derrotero positivo del mundo y saber que está secuestrado ahora mismo y desde la aparición de este individuo violento, mal hablado, grosero, tiránico, desleal con sus amigos y hasta peligroso para las vidas de ellos, no deja de impresionar tristemente en lo que ha convertido al Partido Republicano este energúmeno que lo ha doblegado desde hace 6 largos años.

            Pero ese dominio exacerbado e indigerible desde todo punto de vista, que tiene Trump sobre el movimiento de masas, le está pasando una factura demasiado cara para su gusto y el de la gran mayoría de los miembros del Partido, porque en las recientes elecciones legislativas del 8 de noviembre anterior, la derrota fue la cosecha que obtuvieron muy a pesar suyo. Por esa razón y porque los donantes millonarios parecen haber despertado del “encantamiento,” se están mostrando recelosos, reacios, a continuar con sus aportes de dinero; es decir, el anti-carisma de Trump da la impresión de que los están alejando… Las últimas encuestas realizadas han arrojado datos que dicen que todavía el 40 por ciento de los militantes republicanos conservadores, le apoyan; pero el negacionismo que le es tan propio y característico, ha defraudado a los indecisos e independientes. “Hay señales claras de que destacados líderes y poderosos donantes de la formación (republicana), han asegurado de que ya es hora de pasar página de su legado, mientras sus posibles contrincantes ya no se esconden. Ni unos ni otros pueden negar, con todo, lo que la visita a cualquiera de sus mítines confirma: la pasión con la que lo idolatran sus seguidores, adquiere a menudo la forma de un culto.” Asegura un cronista de un importante periódico neoyorquino.

            Y la respuesta lacónica y seca del actual presidente de la Unión Americana, desde la Cumbre del G-20, en Jakarta, Indonesia, cuando se enteró de la noticia de la candidatura, fue: “Donald Trump le falló a Estados Unidos.”

            Los analistas explican el hecho del por qué Trump lanzó tan tempranamente su candidatura, cuando faltan dos largos años antes de las elecciones presidenciales y han dicho que se debe a su intención de querer eludir los procesos judiciales en los que están inmerso. "Son tan numerosos y en tantos lugares distintos –citan los mismos observadores-, que a veces se hace imposible seguirlos. En su particular forma de ver el mundo, la manera deparar esos procesos que considera motivados políticamente, es regresando por todo lo alto a la política.” Aseguran.

            En relación con los resultados de las votaciones legislativas de medio período, sus co-partidarios le culpan de la derrota ante el Partido Demócrata, pero Trump no desarrolla sentimiento alguno de culpa y contesta: “La prensa les miente a ustedes también sobre eso: de aquellos a los que apoyé (en las elecciones recién acaecidas), 232 han ganado y solo 22 perdieron. Pero hoy no es el momento para hablar de los medios dedicados a las fake news. Esta es una noche elegante y este es un sitio demasiado elegante para eso.” Aunque otra realidad con la que tendrá que lidiar dentro del mismo Partido Republicano, es la muy posible postulación del actual gobernador de La Florida, Ron DeSantis, quien ha criticado acremente lo sucedido en los últimos comicios por el Senado: “Hubo muchas, muchas decepciones. Es una realidad. Fue una actuación enormemente decepcionante, especialmente teniendo en cuenta que las políticas de Biden, son abrumadoramente impopulares (aun así, perdimos).” Afirmó el próximo contrincante de Trump, en las entrañas del movimiento.

            Y el líder del senado por el Partido Republicano, Mitch McConnell, también ha culpado a Trump de la derrota reciente, “por los candidatos que impulsó… (porque) le preocupa más su lealtad a la teoría del ‘robo electoral’, inexistente según los tribunales, que su capacidad de ganar elecciones.”

            Otros posibles contendientes en las primarias de los republicanos, son los gobernadores de Nueva Jersey y Virginia, Chris Christie y Glenn Youngkin; así también el senador cubano-americano, Ted Cruz, un personaje “camaleónico” que cambia de tendencia cada vez que le conviene; y por último, resuena el nombre del exvicepresidente Mike Pence, a quien muchos quieren verle gobernando al país y es quien acaba de publicar sus memorias tituladas So Help Me God y un artículo bajo su rúbrica en The Wall Street Journal, llamado Mis últimos Días junto a Donald Trump, en el que reafirma que aquel 6 de enero, pese a las presiones de Trump, “yo seguí a mi conciencia.” Aparte de sus trabajos escritos, Pence se apersona en distintos programas de televisión en los que repite aquello que dijo en la cadena ABC en relación con Trump, de que “estoy seguro que los republicanos encontrarán mejores candidatos que aquel.”

            Para terminar el presente reportaje, en su discurso en su residencia de Mar-a-Lago, el ex mandatario arremetió con toda fuerza contra Joe Biden, al decir que “lleva a los Estados Unidos a una guerra nuclear y está entregado a la extrema izquierda radical (porque) ha declarado la guerra contra la energía estadounidense.” Y se mofó abiertamente de la ancianidad y deteriorada salud de Biden, mencionando: “Ahora tenemos un presidente que se duerme en conferencias globales y que se confunde de países.” Y cerró su perorata con una exclamación que más parece una amenaza: “¡Lo volveremos a hacer…! Esto no es una campaña: es una cruzada para salvar a nuestro país.”

            Esas fueron las palabras de un sujeto irresponsable, con fuertes rasgos psicopáticos (esquizoides), y que no desarrolla sentimientos de culpa por más evidencias que existan de su criminal culpabilidad (recordemos que dentro del Senado, murieron ciudadanos que fueron azuzados por el odio de Trump y que éste ni se digna a recordar como mártires de su insensatez homicida).

 

¡Pobre los Estados Unidos con este demente que se debe detener a toda costa, para evitar males mayores!


Exilio Venezolano no está de Acuerdo con Política de Acercamiento de la Administración Biden,

con la Dictadura Chavista

 

MADRID, España- Sea por el motivo que sea, por adquirir petróleo a precios más bajos, ante la crisis desatada por Rusia en su invasión  a Ucrania; o porque los demócratas siempre han sido más tolerantes con los sistemas criminales comunistas o por cualquier otra razón, el exilio venezolano, que se cuenta por millones de ciudadanos emigrados al extranjero, deplora las noticias que les llegan desde la Casa Blanca, de parte del presidente Joe Biden, en las que se informa que quiere acercarse al Palacio de Miraflores, en Caracas, sede de la dictadura marxista-leninista de Nicolás Maduro.

            Es así como el exalcalde de la misma Caracas y ahora exiliado en esta ciudad española, ha hecho saber su opinión en desacuerdo abierto con los nuevos movimientos que se conocen desde Washington D.C. “No estamos de acuerdo con la política de acercamiento de Biden hacia Maduro”, ha dejado saber Antonio José Ledezma Díaz, con tono categórico.

 

¿En qué consiste el acercamiento?

 

            Se asegura que Joe Biden estaría dispuesto a levantar las sanciones a Nicolás Maduro, con tal de bajar el precio del barril de crudo venezolano, entre otras acciones. De tal manera, el exilio venezolano se siente en estos instantes, decepcionado y defraudado con la Casa Blanca y su inquilino actual. “Obviamente no estamos nada de acuerdo con la posición de Estados Unidos en estos momentos,” mientras lo escuchaban varias personalidades reunidas en torno suyo, aquí, en Madrid.

            En abril anterior, Ledezma había enviado una carta firmada por más de 12 mil personas en el exilio, en la que explicaba que la crisis petrolera que vive el mundo entero, que es consecuencia de la guerra Rusia/Ucrania, no puede verse como excusa para levantar sanciones al régimen fundado por Hugo Chávez, de ingrata memoria. Le pidió al presidente norteamericano que se mantuviera firme con dichas sanciones y recordó al mandatario de USA, que los más de 7 millones de venezolanos que han abandonado forzosamente Venezuela, no lo hicieron por las sanciones, sino por motivos ligados a la crisis y al deterioro de la calidad de vida individual y general del pueblo, por culpa de la actual dictadura personalista y comunista, que encabeza Maduro y su séquito de militares corruptos.

            Subrayó en la misma misiva que “una salida electoral en el 2024 no sería veraz, con una oposición menguada (y) con el control total del chavismo. Sino que (por el contrario), se aplique una agenda que responsa a las demandas de los venezolanos. En esa agenda estaría la renovación de las Instituciones mancilladas por el chavismo, así como la libertad de una oposición que ha visto cómo sus líderes van perdiendo representación.”

            En una entrevista aparte, el exalcalde de Caracas indicó vehementemente que el principal problema que enfrenta el exilio venezolano, es la falta de cohesión de la oposición, “que se encuentra dividida y sin fuerza, que ha sufrido un colapso. No se entiende que Guaidó (el llamado presidente encargado o mandatario interino), se presente también como candidato. Es presidente y debería ejercer como tal.” Aseveró Ledezma. Llamó la atención de Joe Biden en el sentido de que la solución para Venezuela, según su punto de vista, estaría en “una transición pactada, como se hizo en Chile, Brasil, (y) la Suráfrica de Nelson Mandela (…).” Indicó.

            En uno de sus argumentos más crudos y duros, Antonio Ledezma señaló a Biden que se siente profundamente preocupado porque “un gobierno como el de los Estados Unidos, utilice la libertad (a cambio de) petróleo ensangrentado”, en el caso del crudo venezolano. Y añade: “Biden se está entendiendo con el jefe de la mafia venezolana”, en clara alusión al dictador Nicolás Maduro y debido al relajamiento de las sanciones económicas impuestas por el gobierno de Washington, a la dictadura comunista que subsiste en Caracas.

            Y de acuerdo a los analistas de la economía mundial, el fracaso obtenido por Biden con Arabia Saudita, a la hora de aumentar la producción de petróleo, una petición que ha sido desatendida por los árabes, lo ha obligado a negociar con los venezolanos instalados en la oprobiosa dictadura fundada por el coronel Hugo Chávez Frías; y para atraer a Maduro a la mesa de negociaciones, Biden dijo que permitiría discusiones entre aquel gobierno y la Compañía Chevron, la única y última empresa que todavía tiene operaciones en Venezuela en estos momentos, aunque se limitan a hacer trabajos esenciales de mantenimiento en el país suramericano.

 

El deterioro del nivel de vida en Venezuela

 

            En los últimos cinco años, y agudizada por el paso de la pandemia del coronavirus llegado desde la China Comunista, la economía y la sociedad residente en Venezuela, han visto caer a niveles importantes el modus vivendi general de la población. De tal manera, un informe elaborado y emitido por la Agencia de Transparencia del gobierno de los Estados Unidos, indica textualmente que “las sanciones, particularmente a la compañía petrolera Estatal (venezolana), en el 2019, probablemente contribuyeron a un declive más pronunciado de la economía venezolana, principalmente al limitar los ingresos de la producción de petróleo.” Indica el texto.

            La Casa Blanca también ha pedido a Caracas realizar un contacto más intenso entre ambos gobiernos, a cambio de la liberación de estadounidenses que están detenidos actualmente en aquella nación suramericana. Pero lo cierto es que la administración Biden anunció, en mayo anterior, “una relajación de las sanciones económicas al gobierno venezolano de Nicolás Maduro,” mismas que fueron emitidas por la administración de Donald Trump y que han supuesto mayor problema para la economía de Venezuela desde que entraron en rigor. Sin embargo, la última ronda de conversaciones en octubre, fue suspendida por Maduro, después de que la inteligencia estadounidense detuvo al empresario Alex Saab, ligado a la dictadura chavista y que en su momento ayudó al régimen comunista de Venezuela, a eludir parte significativa de las sanciones decretadas por la Casa Blanca.

            En todo caso, lo que presenta la realidad venezolana es a un dictador y su camarilla, cada vez más fuertes, la oposición prácticamente disipada, desunida, dentro de una  posición de conformismo y a un presidente encargado, en la persona de Juan Guaidó, que no marca ninguna diferencia sustancial entre la democracia y la dictadura, la bonanza y la escases y la libertad y la opresión.

            Y mientras ese es el panorama político y económico, miles de venezolanos humildes, familias enteras con sus niños pequeños en brazos, abandonan Venezuela a pie, con rumbo a los Estados Unidos, atravesando selvas peligrosas, ríos, pasando hambre, frío y demás vicisitudes propias de la inmigración de este siglo. Pero la culpa de ese deterioro la tiene Nicolás Maduro y su grupo de narco-comunistas. Eso está clarísimo.       


Bukele buscará la Reelección aunque la Constitución de El Salvador no le Faculta para Ello

 

SAN SALVADOR-Quienes estamos en contra del crimen, del robo y de toda manifestación delincuencial, sea donde sea y venga de donde venga, un presidente del talante de Nayib Bukele nos obliga a aplaudir sus decisiones y acciones ejecutadas en esta nación centroamericana, que ha estado, durante décadas, asfixiada o “tomada por el cuello” por los pandilleros de “las maras”, ahora mundialmente famosos por su nombre y criminalidad. Simplemente, Bukele, desde que era alcalde de la Capital, ha venido combatiendo a esos asesinos callejeros y ha metido a miles de ellos en prisión, dándoles a los salvadoreños comunes y corrientes un poco de tranquilidad en sus quehaceres diarios y en sus vidas enteras.

            Por supuesto que un mandatario con su temple y determinación, le hacía falta a El Salvador y es lo que necesitan también los gobiernos de Honduras y Guatemala, dos países “tomados también por sus cuellos” por “las maras” que se han regionalizado, fuera de las fronteras de esta pequeña nación donde surgieron por primera vez.

            Sin embargo, en su pretensión, Bukele tiene un obstáculo bastante significativo y es el hecho de que la Carta Magna que rige a El Salvador, no permite reelegir a ningún presidente de la República, una razón de mucho peso que tiene a sus opositores a la defensiva y a la prensa que se hace llamar democrática, a la expectativa de lo que este político vaya a hacer en los siguientes días.

 

Palabras textuales

 

            En el marco de la celebración de la Independencia de España, Nayib Bukele pronunció su discurso de rigor en la televisión nacional, con el atenuante de que anunció su intención de seguir al frente del gobierno por un período más, a pesar de que la Constitución se lo deniega. ¿Cómo hará para que se “le dé luz verde” a su propósito? Leamos lo que dijo: “Anuncio al pueblo salvadoreño que he decidido presentarme como candidato a la Presidencia de la República (en el 2024 y por un período de 5 años más).” Un texto que repitió también en las redes sociales, recordándoles a sus lectores que fue un acierto haberlo votado en las elecciones del 2019, en las que ganó la presidencia en primera ronda.

            De cara al electorado, más del 90 por ciento aplaude su gestión en el Palacio de Gobierno y estaría de acuerdo en que continúe en ese cargo; no obstante y de manera paralela, salieron al encuentro de su discurso y su anuncio, varias organizaciones pro-derechos humanos que han defendido la situación de los delincuentes capturados por la policía y el ejército salvadoreño y han asegurado continuamente que han ocurrido “detenciones arbitrarias y muertes en las distintas prisiones del país.” Tampoco, posterior a esta acusación contra el gobierno de Bukele, han dado soluciones viables y “humanitarias” para tratar a los asesinos “mareros.” Es decir, la impresión que dan los cabecillas de estas ONG establecidas “desde la noche de los tiempos” en El Salvador, es aquella que dice que quieren a presidentes neutralizados (hasta secuaces) de “las maras” y se regrese al estado de terror que los ciudadanos estaban sufriendo a diario, debido a la inacción del Estado (los distintos gobiernos de tendencia comunista), en este caso.

            “Los países desarrollados –continuó Bukele-, tienen reelección; y gracias a la configuración de la Institución democrática de nuestro país, ahora El Salvador también la tendrá.” Puntualizó en su intervención hablada ante su pueblo. Casi de inmediato, la Casa Blanca, en Washington, objetó la decisión del mandatario salvadoreño, al decir su vocero que esos argumentos “han despertado el temor en los estadounidenses por un posible retorno al autoritarismo (dictadura) en el país latinoamericano.” Otros gobiernos, de los pocos que ostentan democracias en el hemisferio, también se mostraron sorprendidos y opuestos a que Nayib Bukele se postule nuevamente a la presidencia de la República. Incluso, se asegura que su mismo padre, Armando Kattán Bukele, está en contra de que su hijo se postule nuevamente para el cargo. En la grabación de un audio, el progenitor del actual mandatario salvadoreño, así lo hace constar.

 

Construcción de nueva cárcel

 

            Desoyendo a sus empedernidos críticos de las ONG que velan por “los derechos humanos”, Bukele se ha dado a la tarea de construir una nueva penitenciaría, con el fin de albergar allí a mayor número de “mareros” detenidos. Ya en una ocasión dijo que “los defensores de los derechos humanos parece que se dedican únicamente a defender a los criminales, por encima de las muertes, por asesinatos, de cientos de salvadoreños inocentes. Me da la impresión de que esos defensores tienen pactos oscuros con los pandilleros, les perdonan y aceptan todos sus crímenes, pero a la gente de nuestro pueblo que ha sido asesinada, ni los nombran siquiera. Mucho menos, les defienden.” Dijo un convencido y convincente mandatario salvadoreño.

            Lo cierto es que mantiene el estado de excepción en su país, desde el pasado mes de marzo, un lapso de tiempo en el que se han detenido a más de 50 mil delincuentes desde que entró en vigencia dicho decreto gubernamental; y, recientemente, anunció que ese estado se mantendrá hasta que él decida levantarlo de la realidad ciudadana. Ello le permite actuar con mayor libertad en el combate a los asesinos, quienes se han visto, además de reducidos, perseguidos y con evidente temor de ser capturados por la policía y el ejército. Y, a principios de julio anterior, Bukele anunció en su cuenta de Twitter, la construcción de una gran cárcel en la que serán internados, eventualmente, otros 60 mil gamberros. “Decidimos hacerlo, alejado de las ciudades, rodeado de cientos de manzanas de tierras, propiedad del Estado, con cientos de miles de metros de construcción, varios niveles de muros y 37 torres de vigilancia, lo cual hará imposible un escape.” Escribió en esa oportunidad el mandatario. De inmediato, las voces contrarias se elevaron y han mantenido una actitud confrontativa con el presidente, acusándolo incansablemente de ser un violador de los derechos fundamentales de las personas, en este caso… de “los mareros.”

            De regreso al tema de su nueva postulación, reiteramos que la Constitución Nacional se lo prohíbe, pero los conocedores de la realidad de El Salvador creen que Bukele echará mano al Tribunal Supremo Electoral para que cambie esos artículos que obstaculizan su deseo de reelegirse. Nuevamente sus detractores han salido a la palestra para denunciar que “los jueces de dicho Tribunal, han sido designados por los diputados del mismo partido de Bukele y aquellos que no eran afines, fueron despedidos.” En todo caso, en el 2021, este mismo grupo de magistrados ya habían dictaminado que “es permisible un segundo mandato consecutivo.”

 

            Habrá que esperar el desarrollo político y jurídico de los acontecimientos en los próximos meses y observar hasta qué punto, el actual mandatario puede hacer realidad su sueño, a pesar de que tiene en contra a la administración Biden, en los Estados Unidos, y al conglomerado de ONGs radicadas en El Salvador y que parecen defensores de las sangrientas “maras.”


Italia Estrena Gobierno Neo-Fascista

 

ROMA-La líder francesa de la ultra-derecha, Marine Le Pen, debe estar pensando cómo y de qué manera, su colega italiana Giorgia Meloni, con relativo esfuerzo, logró convertirse en la aclamada y aceptada Primera Ministra de Italia, después de que ella, “la estrella fulgurante” de la derecha de Francia, lo intentó decenas de veces y siempre fracasó estrepitosamente y no pasó más allá de un segundo lugar en los comicios generales.

            Otro que estaría de plácemes, hubiese sido Il Duce Benito Mussolini, fundador del Partido Fascista italiano en la década de los años 20 del Siglo pasado, y quien tuvo un final desastroso, colgado de ambos pies en una gasolinera de Milán, junto a su amante Clara Petacci, después de haber sido descubiertos cuando intentaban huir de Italia, él disfrazado de oficial alemán. La turba los sacó del auto, los golpearon, flagelaron, escupieron, insultaron hasta el cansancio y los pusieron cabezas abajo, para beneplácito y festín de “la canalla” durante horas y horas. Empero, hoy, Mussolini parece que está siendo reivindicado por la misma Meloni, al llevar al poder nuevamente, después de la década de los años 30, al Partido Neo-Fascista, a pesar de tanta oposición, miedo y resquemores de gran parte de la comunidad europea.

 

Hermanos de Italia

 

            El nombre del partido de esta rubia de mediana edad, es todo un reto y evoca un poco al movimiento egipcio fundamentalista islámico, Hermanos Musulmanes, que tanto daño ha hecho al mundo árabe desde su aparición en el escenario político de la región. En todo caso, este movimiento salido de las vísceras de la vida italiana, ha ganado las elecciones de “la Bota”, mediante una coalición tripartita, junto a La Liga, de Matteo Salvini; y Forza Italia, del desgastado amigo y defensor a ultranza de Vladímir Putin, el magnate de los medios de comunicación, Silvio Berlusconi. En palabras directas… ¡Giorgia Meloni ha llevado al fascismo nuevamente al poder, en la nación con la tercera economía de la zona euro! Y eso es decir y significa mucho en estos instantes en toda Europa.

            Antes de las votaciones, la alemana Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea (CE), había dicho, haciendo alarde de una seguridad pasmosa, en la Universidad de Princeton, que “si las cosas se descarrilan en Roma, Bruselas cuenta con mecanismos para hacerle frente (a la tragedia)” y con esas palabras se refirió, indirectamente también, a los malos ejemplos de Hungría y Polonia, donde los casos de corrupción gubernamental “son el pan nuestro de cada día” y por ello, los fondos de la Unión Europea, les han sido suspendidos y no han podido hacer los ajustes monetarios que necesitan sus economías.

            Aquí, en específico, llama poderosamente la atención el hecho de que los dos primeros gobiernos en felicitar a Giorgia Meloni, por su triunfo en las urnas, han sido precisamente el polaco y el húngaro. De tal manera que Mateusz Morawiecki, premier polaco, fue el primero en hacerle llegar a la dama italiana, su “enhorabuena” por el éxito, en su cuenta de Twitter. Después fue Viktor Orban, premier húngaro, quien, por medio de un portavoz gubernamental, ha celebrado “el avance de amigos que comparten una visión común, en torno a los desafíos que afronta Europa en estos tiempos difíciles,” le hizo llegar a la siempre sonriente Meloni. Y desde Alemania, quien fue aliada de Mussolini en aquel tándem con Hitler, en los años 30 y 40, el partido alemán de ultraderecha ADF o Alternativa para Alemania, emitió el siguiente comunicado en alusión a Meloni: “Los italianos, como los demócratas suecos, han votado a favor de un cambio (…). La victoria de Hermanos de Italia, es un triunfo del sentido común. Alemania, con su coalición de izquierdas, parece bastante sola en Europa en este momento.”

            Lo cierto de este caso radica en que Italia representa en Europa el 14 por ciento de poder de voto en el Consejo Europeo y en las decisiones que son tomadas por mayoría de votantes. Un hecho que no debe ser tomado a la ligera y menos todavía cuando es la tercera economía del continente, según hemos subrayado en las líneas anteriores. De tal manera que el arribo de Giorgia Meloni al poder en Roma, se ha dado en situaciones especiales cuando Ucrania ha sido invadida por el criminal ejército ruso, enviado allí por Vladímir Putin, el tirano que gobierna en Moscú; la inflación interna de Italia se ha disparado hasta márgenes altamente preocupantes y atraviesa en medio de una severa crisis energética, también causada por las incoherencias del Kremlin.

            En España, el partido ultraderechista VOX, se ha alegrado por los resultados y ha saludado a la candidata ganadora con un sonoro “buongiorno” y ha augurado que los resultados que favorecieron a Meloni, lo harán también con Santiago Abascal, líder de VOX, en el panorama político español. “¡VOX no tiene techo!” Ha dejado escapar un exultante Abascal, al observar detenidamente el triunfo en Italia de la ultra-derecha y ha añadido: “Aquel triunfo duro en Italia, acredita que el futuro pertenece a los patriotas y ha incidido en que nuestro partido ha podido acompañar a Meloni a lo largo de su crecimiento político en los últimos años y es amiga de VOX, con quien guardamos muchas similitudes. (Tenemos parecido también en…) la defensa del sector agrario frente a la intromisión extranjera y la competencia desleal que propugna Meloni; también en la defensa de las fronteras, tenemos el mismo problema en la frontera sur en relación a la complicidad de las mafias de la ONG en (la isla de) Lampedusa y Canarias; así mismo en la necesidad de proteger a las pymes; así como en su intención de acabar con toda la normativa que atenta contra el orden social, la familia, la natalidad o que no tenga en cuenta la crisis demográfica.” Así según el paralelismo hecho por el dirigente de VOX, Vicente Coll.

 

La irreductible Marine Le Pen

 

            Pero quien muestra una “tonalidad emocional” en la que confluyen el asombro y la alegría, es la líder de la Agrupación Nacional francesa, Marine Le Pen, quien hubiese dado “un ojo de su rostro” por llegar a la presidencia de Francia, así… a cualquier precio. Incluso, la felicitación de Le Pen ha sido la que todos esperaban en Italia: dura, retadora y con una fuerte dosis de “nitroglicerina” ideológica: “Felicito a Meloni y Salvini por resistir a las amenazas de una Unión Europea antidemocrática (¿!) y arrogante.”

            No dudamos que, en el fondo, la señora Le Pen, la combativa Madame Le Pen, se quema de las ganas por encontrarse con la premier italiana recién electa, para preguntarle “cómo lo ha hecho, cuál ha sido su plan proselitista para atraer los votos masivamente” y otros detalles que a la francesa le han pasado de lejos cada vez que postuló su nombre y su bandera de ultra-derecha, lo mismo que a su hoy anciano padre, Jean Marie.

            Para concluir, el Fondo Monetario Internacional (FMI), por medio de un vocero suyo, ha dicho que Roma podría cerrar el actual 2022 con una deuda externa casi descontrolada, del 148 por ciento; y en el Palacio de Gobierno de Italia, deberán gestionar casi €200 mil millones del fondo de recuperación nacional y en las próximas semanas, el gobierno italiano deberá presentar a Bruselas, Capital de la Unión Europea (UE), su proyecto de presupuestos para el próximo año. Por el momento, la premier Meloni ha endulzado su cara y su dialéctica en lo que respecta a la economía de su país y ha querido transmitir sosiego y calma al establishment italiano.

            Y en lo que atañe a Rusia, ha suavizado el tono de su Gabinete, aunque mantiene su compromiso con la OTAN y con la posición de Europa, con respecto a la agresión que el Kremlin ha desatado contra Ucrania. Pero el quid del asunto estriba en que Silvio Berlusconi, su fuerte aliado, es gran amigo de Putin e, incluso, siente una fuerte admiración por el genocida ruso. Veremos, en el futuro próximo, cuál será la reacción de los italianos cuando ocupen sus asientos en el Consejo Europeo, siempre en relación con el genocidio que la soldadesca de Putin está llevando a cabo en el territorio ucraniano. Solo tenemos que esperar el paso de los días.


Nueva Constitución de Chile fue Rechazada

en Plebiscito. ¿Y ahora qué sigue…?

 

SANTIAGO- La izquierda chilena, con Gabriel Boric a la cabeza, soñaba con el cambio de la Carta Magna, tras desechar aquella otra que la dictadura del General Augusto Pinochet creó para regir al país, más todavía cuando los comunistas, hoy en el poder, odian con ganas al recuerdo del dictador y todo lo que provenga de su gobierno. Pero, para desgracia y decepción del presidente Boric y su grupo en el palacio de La Moneda, el pueblo votó contundentemente en el plebiscito su rechazo a la nueva Constitución.

            En números reales, acudieron a las urnas más de 13 millones de ciudadanos, para imponer el rechazo con casi el 62 por ciento de los votos, mucho más allá de la mitad de los sufragios, lo cual indica que el texto redactado no convenció ni fue del agrado de los chilenos, quienes, con seguridad, quieren un cambio de vida que sea beneficioso para las clases media y baja de la población, pero la nueva Carta no proyectaba dicho cambio (y, aparentemente, el sesgo hacia la izquierda también perjudicó). De ahí el rechazo categórico.

            Tres horas después de conocer el resultado de la consulta popular, el mandatario Gabriel Boric reconoció el fracaso y anunció que haría un ajuste en su equipo de gobierno (Gabinete ministerial), para intentar nuevamente con otra Constitución, otro plebiscito y desechar a la actual, que rige a Chile desde la dictadura.

            Los conocedores de la realidad de esta nación, hablan de “fuertes repercusiones en el escenario nacional”, debido al rechazo decidido por los votantes, que, con más de un 99,8 por ciento de las mesas escrutadas, daban un 61,9 por ciento al “rechazo” y apenas un 38 por ciento al “apruebo,” en los comicios con la mayor participación ciudadana en la historia del país. La respuesta de los chilenos fue masiva, ya que se apersonaron en los centros de votación más de 13 millones, de los 15 millones totales que estaban censados y con la posibilidad de votar. Pero lo más sorprendente fue que el “rechazo” se impuso en todas las regiones electorales ubicadas a lo largo de Chile.

 

El discurso de la derrota

 

            Después de enterarse de la derrota que le propinaron en los centros de votación, el mandatario se dirigió a los chilenos por cadena de radio y televisión, para decirles que “la democracia había salido fortalecida y el diálogo es el único camino que se tiene para superar las fracturas que cruzan a la sociedad. El pueblo de Chile –continuó-, no quedó satisfecho con la propuesta de la Constitución y ha decidido rechazarla de manera clara y el diálogo se debe reanudar sin maximalismo e intolerancia. Los chilenos han exigido una nueva oportunidad para el proceso constituyente y debe establecerse un nuevo itinerario constitucional y el Congreso jugará un rol primordial en ello.”

            El lunes siguiente, se reunió con los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados y posteriormente lo hará con todos los actores políticos, para recoger opiniones, comentarios, análisis y conocer sus posturas al respecto. De hecho, apenas comenzó el conteo de los votos, Boric envió un correo electrónico a los presidentes de todos los partidos políticos chilenos, para convocarlos a una reunión en La Moneda, al lunes siguiente, para conversar profundamente sobre el tema de la reforma Constituyente. Sin embargo, la respuesta que la oposición le dio fue que acudirían más adelante, “porque debemos darnos unos días de reflexión” sobre lo ocurrido en las urnas.

            La reacción de los opositores al gobierno, ante los resultados obtenidos en los que la nueva Constitución quedó prácticamente sepultada, fue de celebración en algunos casos y otros tuvieron una reacción más comedida, más a la expectativa y mesurada. Por ejemplo, Luz Poblete, presidenta de EVOPOLI, indicó: “el resultado fue fruto de un proceso empujado por la ciudadanía y ‘Chile Vamos’ mantiene su compromiso con una nueva y buena Constitución para el país. Hoy habló la ciudadanía, su sentido común, su sensatez, la unidad de Chile. Celebraremos cuando termine totalmente este proceso. Chile le ha dado a los políticos una segunda oportunidad y usted, señor presidente (Boric), hoy terminó la campaña y usted tiene que empezar a gobernar.”

            Por su parte, el senador Francisco Chahuán, ratificó su compromiso con una nueva Carta Magna y lo aseguró de esta manera: “Vamos a cumplir la palabra empeñada. El Proyecto que impulsó y apoyó el presidente Boric fue derrotado por la ciudadanía.” Recordó.

            El también senador Javier Macaya, ubicado así mismo en la oposición al gobierno, manifestó a la prensa al conocer el resultado del plebiscito: “El gobierno, primero, tiene que resolver cuáles serán sus interlocutores aventurando un cambio de Gabinete. Chile le dio una nueva oportunidad al proceso Constituyente.”

            El ex candidato a la presidencia de la República, derrotado por Boric, el líder de Republicanos, José Antonio Kast, dijo: “Estoy feliz por el resultado, pero también triste porque Chile ha perdido dos años para concentrarse en la solución de los problemas reales. Los chilenos, con su voto, le han cerrado la puerta a este proceso Constituyente que ha fracasado. Esta Constitución solo ha querido refundar al país (de ahí su fracaso). El triunfo del rechazo es transversal, porque congregó a políticos, intelectuales y ciudadanos. Muchos de ellos tuvieron la valentía de pagar costos personales, porque pensaron en el bien de Chile. Sin renunciar a sus convicciones, supieron cruzar las distancias históricas.” Aseveró.

            Ximena Rincón, senadora de la Democracia Cristiana y a la postre simpatizante de la nueva Constitución que ha sido rechazada, aseguró que aceptaba el resultado con humildad. “La ciudadanía se pronunció de una forma rotunda y contundente. El rechazo ha ganado y se ha impuesto de manera clara. Los chilenos quieren una buena nueva Constitución.”

 

El ambiente en La Moneda fue deprimente

 

            A pesar de que en el lapso de tiempo que transcurrió desde que se anunció la conformación de una junta de notables para redactar la nueva Constitución, hasta un día antes del plebiscito, los indicios que daba la población indicaban que iba a ser rechazada, el presidente Gabriel Boric, no sabemos por qué razón, se ilusionó con la posibilidad de que iba a ser aprobada al final de las cosas. Fue por esa causa que la noche del domingo, después del conteo de los votos, la situación depresiva se apoderó de los ocupantes de La Moneda, en Santiago. “El silencio se mantuvo por largas horas, así como en los partidos del oficialismo como el Partido Comunista, el Frente Amplio y el Socialismo Democrático (Partidos Socialista, Partido Radical, PPD) y DC. Uno de los voceros del apruebo, el diputado liberal Vlado Mirosevic, afirmó que escuchamos con humildad la voluntad que el pueblo de Chile ha manifestado.” Informó el diario La Tercera.

            Boris lo sabía por anticipado que iba a perder la consulta popular, aun así albergó y alimentó la ilusión de que ganaría finalmente y después se sumió en la tristeza, un sentimiento que no debería darse o debió presentarse de manera, si se quiere, leve. La Moneda daba pena, con las caras largas, las miradas vacías, depositadas en el confín de las estancias y las palabras apenas eran escuchadas entre unos y otros. Alguno musitó: “¿Y ahora… qué sigue…?”

            Karol Cariola, diputada comunista –en estos días los marxistas pululan por todos los pasillos del palacio de gobierno-, pidió calma a los circunstantes y señaló que “la manifestación mayoritaria del 25 de octubre del 2020, donde el 78 por ciento estuvo por redactar una nueva Constitución, sigue vigente. Nos comprometemos –añadió vehemente-, a encauzar, efectivamente, la voluntad popular y a construir el camino que nos lleve a tener una nueva Constitución. ¡No renunciaremos al desafío de realizar cambios estructurales!” Recalcitró. Recordemos que son los marxistas chilenos los más interesados en enterrar a la vieja Constitución, hoy en funciones, pues representa para ellos una bofetada en plena cara, pues fue creada durante la dictadura de Pinochet, que acabó con la otra dictadura de izquierdas, de Salvador Allende, el hombre que iba encaminado a convertirse en dictador de Chile y a entregar el país a Fidel Castro, antes de que el General Pinochet le diera el golpe de Estado en 1973.

            Continuando con la descripción del ambiente que invadió a La Moneda cuando se conocieron los resultados del plebiscito, Gonzalo Winter, diputado de Convergencia Social, confesó que el resultado adverso de los votos, no lo esperaba y procedió a calificarlo una “derrota”, tal el triunfalismo, a pesar de que se estuvo anunciando, con mucha antelación, el desenlace; es decir, el pueblo chileno desconfiaba plena y abiertamente de la nueva Constitución, en la que los comunistas metieron hasta “los codos” en su confección primaria y final.

            Pero el consenso que se dio en el palacio de gobierno es el de analizar concienzudamente qué fue lo que tiró por la borda a la nueva Carta Magna, por qué fue rechazada por la ciudadanía y la forma cómo lo hizo: abrupta, tajante y decididamente, como si aquello hubiera sido obra de algún espíritu demoníaco.

            La próxima vez que lo intenten, tendrán que ser convincentes; aunque, por ahora, no se tiene claro qué es lo que sigue…


Situación Actual del Comunismo en

América Latina

 

CONTINENTE AMERICANO-No hay duda de que el marxismo-leninismo ha tenido un nuevo auge en el subcontinente americano, desde México –país que siempre ha simpatizado con esa ideología-, hasta Chile y Argentina, en el Cono Sur. Obviamente, la gran desgracia para Fidel Castro y el Che Guevara, dos asesinos que mataban en nombre del comunismo, fue morirse sin ver lo que está sucediendo en estos momentos, cuando varias naciones tienen gobiernos de corte izquierdista en esta gran región que habla y se entiende en castellano. El sueño de ambos esquizoides, el cubano y el argentino, era conquistar a esta enorme porción del continente, engatusarla con el marxismo y que acompañara a Cuba en el desafío al capitalismo de los Estados Unidos. Castro solo alcanzó ver a Nicaragua y Venezuela, atrapadas en las fauces del hambre, la miseria y las dictaduras de los Ortega, Chávez y Maduro.

 

Nicaragua y Cuba “dan una vuelta más a la tuerca”

 

            En momentos históricos cuando se están produciendo las emigraciones masivas desde todos los puntos cardinales del planeta, hacia las naciones poderosas, especialmente hacia los Estados Unidos, los dictadores de Nicaragua y Cuba han decidido reprimir aún más a sus pueblos, para evitar, en principio, el alzamiento interno y, posteriormente, el abandono de sus territorios. Hoy, más que nunca, el binomio Ortega/Murillo, en Nicaragua, “ha apretado las clavijas” en contra de sus ciudadanos y ha llevado a la cárcel a sacerdotes, opositores y manifestantes en contra de su tiranía. En Cuba, Miguel Díaz-Canel, el títere de Raúl Castro en el poder, ha hecho algo parecido en contra de aquellos que se atrevieron a protestar contra el hambre, la falta de libertad, derechos humanos y democracia. Las cárceles del régimen castrista siguen llenas de presos de consciencia, todavía más que en los albores de la dictadura.

            En México, su soporífero presidente, López Obrador, sigue reticente ante los Estados Unidos, como ha sido siempre la costumbre de la mayoría de los mandatarios mexicanos, y con su marcada simpatía hacia los regímenes criminales marxistas de América Latina. Su cariño por Cuba sobrepasa todo entendimiento y es una clara traición al principal socio comercial que tienen los mexicanos: el mercado estadounidense. Es decir, México sin su vecino del norte, sin la mano amistosa que le ofrece a diario, simplemente sería una nación más miserable de lo que es ahora. Pero su tendencia pro-comunista es más evidente que en otras oportunidades, bajo el desgobierno de Manuel López Obrador.

            En Venezuela, quienes huyen de la satrapía de Nicolás Maduro, en continuidad con la obra inhumana de Hugo Chávez, optan por cruzar la frontera con Colombia y seguir a pie por el “tapón” del Darién, Costa Rica, el resto de América Central y México, con el objetivo de alcanzar la frontera con los Estados Unidos. Cualquier sacrificio, por más duro que sea, vale la pena para los venezolanos que componen al grosor del pueblo y así alejarse de la peliaguda situación de hambre y represión por la que atraviesan. La consigna es: dejar la pesadilla atrás, lo mayormente posible.

            En Bolivia, destituyeron al indígena corrupto Evo Morales, pero dejó a Luis Arce Cotacora, quien, en clara venganza, ha metido a la cárcel a todos los golpistas contra Morales, incluyendo por supuesto a Jeanine Áñez, la mujer que se hastió de Evo y confabuló con su derrocamiento. En la actualidad, los bolivianos tienen tanta “libertad” como la tuvieron con Morales; es decir, casi ninguna, mientras la corrupción sigue latente en casi todas las esferas del gobierno.

            En Perú, el triunfo del maestro Pedro Castillo, llevado al poder por el radical partido comunista peruano, practica una gestión administrativa en la que la improvisación y el descontrol son evidentes en el día a día. Incluso, tiene abiertas varias cusas penales en su contra, que le podrían causar la destitución de la presidencia y ser procesado en los tribunales de justicia. Los demás gobernantes comunistas de la región, han tomado distancia de él. Por ejemplo, hace poco enviaron una carta en defensa de la corrupta argentina Cristina Fernández, debido al proceso que se le está siguiendo en su país, y entre los firmantes no aparece Pedro Castillo, a quien, convincentemente, lo están dejando de lado o relegando a un plano de olvido, de parte de sus colegas continentales. Otro caso ha sido la visita del nuevo mandatario de Colombia, el ex guerrillero urbano Gustavo Petro, quien visitó hace pocas fechas Lima, Capital del Perú, se reunió con Castillo por espacio de una hora y al salir del Palacio de Gobierno, el colombiano parecía más decepcionado que al principio, tampoco escribió nada al respecto en la red social Twitter y no hubo rueda de prensa en la que se pudiera informar acerca de lo dialogado en el encuentro.

 

De criminal callejero a presidente

 

            Solo en esta América díscola, inculta y con votantes poco o nada pensantes, puede suceder que un criminal en potencia, como lo ha sido Gustavo Petro, un exguerrillero y terrorista en las grandes ciudades colombianas, en cuya consciencia yacen cientos de víctimas de sus atentados mortales, llegue a ser primer mandatario de su país. Pero suele suceder en este subcontinente con mucha regularidad, que aquel que asesinó a mansalva a decenas de inocentes, alcance el “sueño dorado”, cual es la presidencia de su país.

Algo parecido podría pasar en Brasil, donde el candidato más fuerte y con grandes posibilidades de ganar las elecciones, Inacio Lula da Silva, estuvo hasta hace pocos meses en prisión, sentenciado por actos corruptos de “gran calado”; pero un juez amigo y solidario, lo excarceló, y hoy es el favorito de muchos brasileños, quienes ya comprobaron la clase de mandatario que es y que podría ser. El comportamiento anormal de Jair Bolsonaro, “el Donald Trump” de Suramérica, le ha servido de catapulta para lanzar más allá el nombre de Da Silva. Ello es innegable.

En Chile, Gabriel Boric, ahora que ha resultado derrotado en el plebiscito que intentó cambiar la Constitución del país, está obligado “a gobernar de verdad” y dejar de pensar en las votaciones y hacerlo en pro de las minorías en circunstancias económicas penosas; a favor de la problemática de los pueblos originarios (los Mapuches), al sur de Chile y, principalmente, abocarse a resolver la situación socio-económica de toda la nación, misma que provocó el estallido social que puso “en jaque” al gobierno de Sebastián Piñera. “Ya es hora de gobernar”, según le dejó escuchar una senadora opositora. Hasta el momento, no se le han visto intenciones de repetir lo de Salvador Allende; es decir, enclaustrar al país del resto del mundo y concentrarse en imponer la dictadura comunista, tal y como pretendió aquel que propició, con su marxismo furibundo, el golpe de Estado que le derrocó finalmente.

Argentina, por su parte, sigue secuestrada por una mujer, en este caso Cristina Fernández de Kirchner, quien ha visto “sus acciones subir”, agigantar su poder de convencimiento después de que, supuestamente, quisieron dispararle con un revolver en la cabeza y es muy probable que continúe gobernando a los argentinos hasta el cansancio, hasta que ella misma se diga: “¡Ya basta, ya hice lo que quise y a quienes quise!” La Kirchner es un caso rampante de gollerías, pillaje, malversaciones, componendas oscuras, opacidad en sus pactos a puerta cerrada y corrupción superlativa. Pero los argentinos la aman. Eso está claro.

 

¡Pobre América Latina! ¡Pobrecilla!


Chile Necesita con Urgencia un Cambio en su

Constitución y en su Destino

 

SANTIAGO- El día crucial ha llegado, cuando los chilenos deberán acudir a las urnas de votación dentro del marco del plebiscito, para aprobar o rechazar si la Carta Magna –que viene de la época de Pinochet-, puede ser cambiada o se tiene que buscar otra alternativa, otra solución... Es una realidad que, para esta nación transandina el punto álgido, el momento histórico es aquí y ahora y postergarlo de nada le servirá, de acuerdo a lo que está viviendo su pueblo y que se traduce en la carestía de la vida en la que solo los millonarios y la clase política pueden paliar el día a día, mientras los ciudadanos comunes tienen que hacer “malabarismos” para poder comer y sobrevivir. Es decir, la famosa bonanza de Chile solo ha sido provechosa para los adineraros, los empresarios “de altos vuelos” y para el pueblo simplemente ha sido el acabose financiero y vivencial.

            Pero los chilenos deberán decidir si cambian lo que dejó establecido la dictadura de Agusto Pinochet, un modelo obsoleto que se quedó estancado, mientras las épocas cambiaban vertiginosamente desde el ángulo económico y social. Es altamente urgente el cambio, hoy más que nunca.

 

La reacción del gobierno ante “la hora cero”

 

            Por supuesto que la actual administración del socialista Gabriel Boric está consciente del momento histórico del cual es co-partícipe con la gran “marea” de chilenos en los centros de votación y por esa causa, el mandatario se reunió muy tempranamente en la mañana con gente de su Gabinete y otros invitados, para delinear el mensaje que haría escuchar a los ciudadanos, con respecto al plebiscito. La tranquilidad y la seguridad fueron los ejes que encontró para redactar su discurso, en el caso de que se apruebe la consulta para el cambio de la Constitución; y llamar al dialogo, buscar acuerdos e iniciar un nuevo proceso, en el caso de que el rechazo se produzca. Empero, en ambas circunstancias le resultará imperativo hacer cambios en su grupo de ministros, con el propósito de cumplir con el plan de gobierno trazado antes de la campaña que lo llevó a La Moneda (el palacio presidencial), según se desprende de sus palabras dirigidas a la prensa.

            Antes de la conversación con sus asesores, Boric se reunió con el ex presidente de la República, don Ricardo Lagos Escobar, para analizar juntos la contingencia y buscar el procedimiento posterior de acuerdo al resultado que se vaya a dar. En tal sentido, la preocupación del mandatario en estas últimas semanas, ha sido informarles a los chilenos el camino que va a tomar él y su Gabinete, cuando se sepa el resultado del plebiscito. No obstante, los indicadores del comportamiento de los votantes, con base en las encuestas realizadas a lo largo de todo este tiempo, dice que la consulta popular sería rechazada de manera contundente.

            Así mismo, Gabriel Boric se ha asesorado por personalidades del quehacer diario en la economía y la política, como en los casos del sociólogo Carlos Durán y el ex ministro socialista, Luis Maira; pero ha redundado en que el centro de su discurso será el de llamar a la unidad de todos los actores y procurar la disposición y la armonía de los oficialistas y de los opositores también. Es por esa razón que Boric intensificó en los últimos días la comunicación en todas las direcciones posibles. Muy temprano, antes de que las urnas se abrieran en todo el país, el presidente citó a su comité político a La Moneda, un grupo compuesto por Izkia Siches, Giorgio Jackson, Camila Vallejo, Mario Marcel y Antonia Orellana, en parte para monitorear todo lo que suceda durante la jornada del plebiscito y definir los pasos a seguir cuando los resultados sean conocidos. El partido de Boric seguirá las votaciones en el comando llamado “Aprueba x Chile.”

             Concretamente, si “el apruebo” triunfa, el gobierno dará señales de tranquilidad a la población y convocará para llegar a acuerdos para poner en práctica el nuevo texto constitucional. El tono sería moderado en este caso y se hará un llamado a la unidad de la población. El Congreso de los diputados, en ese instante, será sumamente importante y ante los legisladores se deberá hallar el entendimiento; es por ello que el presidente se reunió en su Despacho en la Casa de Gobierno, con el presidente del Senado, Álvaro Elizalde; y el líder de la Cámara Baja, Raúl Soto, a quienes subrayó la importancia de trabajar unidos y de manera tripartita, de las dos instancias con el Poder Ejecutivo, y así alcanzar la mayoría de legisladores a favor en el Parlamento.

 

La sombra del “rechazo”

 

            El mayor temor en el pensamiento y el corazón de Gabriel Boric y su Gabinete gubernamental, se fundamenta en la altísima posibilidad de que el cambio de la Constitución sea rechazado por el voto ciudadano. “El golpe será duro para el presidente, por su vínculo con la Convención y la campaña,” indicó un analista del proceso. Y sin duda alguna así ocurrirá, debido a que, tanto el gobierno actual como amplios sectores financieros de chilenos, cifran sus esperanzas de paz social y en el despegue financiero de todo el país, en que no se produzca el rechazo a la nueva Carta Magna.

            Es decir, los sociólogos temen que se dé otro estallido como el ocurrido del 18 de octubre del 2019 al 18 de marzo del 2020, cuando los sectores marginados de la población noten que no se ha encontrado el remedio a sus carencias y necesidades materiales y que la vieja Constitución forma parte de la gran culpa, pues quedó obsoleta debido a la velocidad del derrotero actual. Simplemente, Chile no podría soportar otra situación de caos, cuando el pueblo causó destrozos materiales, incendios y saqueos en varias ciudades, al mostrar su enfado y su impotencia ante la enorme desigualdad en la que ha vivido desde hace décadas. Es por ello que el imperativo es cambiar la Carta Magna y eso lo saben certera y conscientemente los líderes de este proceso.

            Ante la posibilidad del rechazo, el mandatario dialogó con diputados opositores para buscar otro camino que lleve definitivamente al cambio que se busca y necesita; pero, esencialmente, deberá procurar calmar las tensiones que se desatarán inevitablemente. Incluso, el programa de gobierno, esbozado en la campaña en la que resultó vencedor el partido socialista de Boric, depende de su implementación en la realidad de Chile, del éxito en el plebiscito. Es por esa razón que deberá cambiar parte de su Gabinete, con la finalidad de darles tranquilidad a los empresarios privados, ante las señales negativas que podría dar el mercado interno. Dentro de los cambios que podrían darse, estarían las salidas de los ministros Giorgio Jackson e Izkia Siches, quien es una personalidad vital en la toma de decisiones del mandatario y fue punto esencial para que éste ganara las elecciones nacionales. Los dos funcionarios podrían ser reubicados en otros ministerios, según se ha escuchado en corrillos de La Moneda.

 

            Sin embargo, si en el plebiscito resultara ganador “el apruebo”, Boric deberá convocar de inmediato al Congreso, para que promulgue la nueva Constitución, la cual entraría en vigencia apenas se publique, esto sería en un lapso de 10 días después de su aprobación ciudadana; y, por supuesto, los simpatizantes del “SÍ”, cruzan los dedos para que esto último suceda. Mientras tanto, los chilenos contienen la respiración.


Primer Año de los Talibanes en Poder de Afganistán

 

KABUL- Tal como se esperaba, los talibanes no han cumplido ninguna de sus promesas, los acuerdos firmados con la administración de Donald Trump en Doha, Capital de Catar, el emirato árabe donde la delegación de los Estados Unidos se plegó a todas las exigencias de los inhumanos talibanes, para que les entregasen el poder nuevamente. Es decir, el haberlos sacado de su feroz y arcaica dictadura por parte de los mismos estadounidenses, luego de que Osama bin-Laden, líder de al-Qaeda, ordenara volar las “Torres Gemelas” de Nueva York, no tuvo ningún efecto después de 20 años, porque Trump les devolvió el mismo poder, una decisión que solo en la mente de un individuo torturado y disfuncional, puede darse.

            Lo cierto es que ha pasado un año entero desde que las fuerzas armadas norteamericanas abandonaron precipitadamente a este país montañoso y desértico, dejando a su población –especialmente la femenina-, sumida en la desesperanza y en el caos que, poco a poco, ha ido dejando caer su negra sombra sobre estas personas que ya estaban acostumbradas al estilo de vida occidental.

 

Las promesas solo fueron mentiras

 

            Solo dos obtusos de la política, en los casos de Donald Trump, entonces presidente de USA, y su Secretario de Estado, el supra-obeso Mike Pompeo, pudieron creerles a los salvajes talibanes de que, una vez en el palacio gubernamental de Kabul, iban a respetar las vidas de sus opositores y de las mujeres. Nada de eso ha sucedido. Más bien, por el contrario, la represión se ha intensificado en todo el agreste país; también ha sido refugio de terroristas (el ejemplo más reciente fue el líder de al-Qaeda, al-Zawahiri, asesinado por un dron estadounidense); y, en apariencia, el cultivo de amapola, flor de la que se extrae el opio, ha retomado actividad en lugares pre-establecidos y ocultos de Afganistán. Las promesas solo fueron para burlar la desconfianza de los norteamericanos, durante las conversaciones en Doha, y recuperar lo más pronto posible el poder. En resumen, la democracia desapareció en Afganistán tan pronto como estos infrahumanos talibanes pusieron sus mugrosos pies en los distintos ministerios del gobierno.

            Otras promesas incumplidas o planes fallidos, ha sido sacar de la pobreza a su pueblo, garantizar la seguridad de las naciones vecinas (y de los Estados Unidos por supuesto), y ser reconocidos por la comunidad mundial. Pero lo que subsiste en su realidad diaria, es una población cada vez más inconforme con el modo de vida que los talibanes y sus absurdas leyes les hacen llevar y un clamor silencioso, a hurtadillas y en el susurro, de que hay que escapar de este territorio o derrocar al régimen de alguna manera. En este último aspecto, los Estados Unidos ni la OTAN, están dispuestos a embarcarse en otra aventura militar para devolver la libertad a este pueblo oprimido por la represión medieval que practican los talibanes.

            Opuestos a los acuerdos firmados en Doha, los talibanes han implantado un régimen teocrático, con El Corán y el Profeta Mahoma como fundamento de toda actividad cotidiana, con las implicaciones salvajes y brutales que el fanatismo religioso les hace imponer. Hoy, la interpretación estricta de la sharia (ley islámica), recuerda a la primera dictadura en Afganistán de estos mismos energúmenos asesinos, que se prolongó de 1996 hasta el 2001, cuando el presidente de los Estados Unidos, George Bush, ordenó la invasión del país que le daba cabida a los peores terroristas islámicos. Actualmente, su líder, Hibatullah Akhundzada, ha definido de esta manera a su gobierno, aislado del resto de la humanidad por demás: “de un solo color… el talibán (con líderes considerados terroristas por los Estados Unidos), sin mujeres (quienes no pueden salir siquiera a las puertas de sus casas), ni representación de las minorías.” Una vez enclavados en el poder, los talibanes volvieron a poner en funcionamiento al Ministerio de la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio, para imponer “a raja-tabla” su interpretación y práctica brutal del islam, solo superados en este renglón por Isis, Daesh o Estado Islámico, que subsiste en las cordilleras afganas y es decidido enemigo de los mismos talibanes.

            En el instante cuando las organizaciones internacionales estacionadas en Afganistán se percataron de que los cambios eran lesivos y nocivos contra el pueblo afgano, determinaron que era mejor marcharse de esta nación y suspendieron toda ayuda médica, económica y de cualquier índole, sumiendo al país en una severa crisis humanitaria. De tal modo que en el 90 por ciento de los hogares afganos, escasea el alimento y afecta a más de 20 millones de personas, en una población que oscila entre los 38 y 40 millones. “El hambre es aguda”, describe el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, ya que “el país centroasiático continúa afrontando la mayor prevalencia mundial de insuficiencia alimentaria”, completa el texto del informe.

            Por su lado, el Comité Internacional de Rescate ha señalado: “si no se toman medidas, la crisis humanitaria puede causar más muertes, que 20 años de guerra.” Otro problema que se está dando en estos momentos ha sido el desplazamiento, sin rumbo fijo, de unos 3 millones de personas, debido a la persecución que sufren de parte del régimen talibán, la falta de alimento y las escaramuzas, la guerra de guerrillas ocasionada en varios puntos de su geografía. Incluso, un terremoto reciente en el sureste de Afganistán, develó la incapacidad absoluta de los talibanes y su absurdo gobierno de pesadilla, para paliar situaciones causadas por la naturaleza. Ello exigió que miles de afganos se internaran en Pakistán, mientras los familiares muertos y heridos, por causa del seísmo, eran enterrados en fosas comunes por los barbudos opresores que detentan el poder.

 

Fuego contra las minorías

 

            Aquel chiste que decía que “todos saben dónde está África, pero nadie quiere ir hasta allá”, se puede aplicar a Afganistán: nadie querría aventurarse a una visita a esta nación atrapada por leyes que van en contra de la naturaleza humana. En este punto, tenemos que afirmar que es del todo cierto que los barbudos talibanes han querido congraciarse con los extranjeros y, en un momento dado, quisieron atraerlos para que visitaran a esta nación en desgracia. Pero fue un contraste nada afectivo ver a un talibán recibiendo los pasaportes de los viajeros en el aeropuerto de Kabul -aquel mismo donde los afganos caían de los aviones estadounidenses en sus intentos por huir del país ante la inminente llegada de los talibanes-, mientras la realidad del pueblo es una de las más feroces y deprimentes que existen en el mundo actual. Desde luego, son pocos los visitantes en Afganistán, “solo un loco podría viajar a ese territorio dominado por la infernal y criminal sharia”, comenta un europeo consultado por este periódico. En todo caso, el funcionario estacionado en el control de pasaportes en el aeródromo, sigue sonriendo estúpidamente, siguiendo órdenes de sus superiores, y diciendo en claro inglés: “Bienvenido a Kabul.” Otra mentira que ni ellos mismos se creen, pues aquí una bienvenida no es posible de ninguna manera; aunque se sobreentiende que quieren dar una leve buena impresión en los extranjeros, para que les ayuden a reconocer a su régimen, a su sistema y a su gobierno intrincado y anquilosado en la época del medioevo musulmán.

            Todo es amabilidad, un contraste marcado con lo que sabemos y conocemos del régimen, que más bien parece ser el enemigo declarado de su propio pueblo: amablemente piden a los extranjeros rellenar la ficha de ingreso al país y aconsejan guardarla “para que no tenga problemas al salir”, dicen al visitante. Una vez sellado el pasaporte, solicitan, veladamente, una propina, y hay quienes dicen: “desde que están los talibanes, no cobramos nuestro sueldo.” Si miramos en profundidad, no solo son los empleados del aeropuerto quienes sufren esa situación de dinero, sino todos aquellos que trabajan para el gobierno, simplemente porque no hay liquidez, “no hay papel moneda” para pagarles y porque la prioridad de la dictadura islámica, la tienen los milicianos que cuidan la seguridad armada de los barbudos en el palacio de Kabul.

            Afuera, en las principales vías de esta Capital, niños, ancianos y lisiados de guerra, piden limosna a quienes ellos crean oportuno. Son decenas y todos se llevan sus dedos a las bocas para explicar que sienten hambre, el hambre feroz que el régimen criminal les ha llevado. Sus ojos parecen gritar: “¡El mundo tiene que enterarse de nuestra situación!” Pero una vez más, los europeos y los estadounidenses vuelven sus rostros hacia el lado opuesto, pues no quieren saber nada de Afganistán, su pueblo y sus gobernantes criminales. Aunque un 95 por ciento de los 39 millones de afganos, no comen decentemente; 23 millones están situados en el borde de la hambruna (3 millones de niños menores de 5 años); y existen 3,5 millones de desplazados internos, nómadas, quienes tendrán que soportar las bajas temperaturas del invierno, a la intemperie o en grutas naturales en las montañas.

            En otro semblante de su realidad, el enemigo de los talibanes co-existe dentro de las mismas fronteras del país: el Estado Islámico, Daesh o Isis, que una vez tuvo en su poder a la mitad de Irak y de Siria y fueron vencidos por el ejército sirio unido al ruso; pero han encontrado seguridad y posibilidades de sobrevivir entre las escarpadas cumbres de Afganistán. La rama local se hace llamar Isis-Jorasán y han perpetrado algunos atentados terroristas, desde el mismo día cuando los marines abandonaron Kabul.

            Así mismo, están “en la mira” de los talibanes varias tribus chiíes, que son el 7 por ciento de la población, junto a los sijs e hindúes; y, por supuesto, las mujeres, quienes, de vez en cuando, se llenan de valor y salen a protestar a las calles, pero son repelidas de inmediato por los milicianos, que lanzan balazos al aire de sus AK-47, su rifle de asalto preferido. Todas ellas tienen que mantenerse recluidas en sus casas, vestirse con el hiyad, cubrir sus rostros totalmente y no ejercer ninguna profesión como lo hacían antes del arribo del talibán al poder, gracias al pacto que firmaron con Donald Trump. Los periodistas nacionales y extranjeros prácticamente han desaparecido, varios de ellos asesinados en el mayor de los silencios, porque “los únicos que pueden informar sobre la realidad del país, son precisamente los talibanes. Ellos son la única voz oficial y la única voz reconocida.” Suelen explicar los conocedores de la situación. Aunque los periodistas extranjeros pueden entrar a Afganistán, lo deben hacer bajo su propio riesgo y someterse a restricciones que involucran la confiscación de su material informativo: cintas magnetofónicas, celulares, fotografías y todo aquello que tienda a mostrar la verdad que estruja y molesta a los afganos.

            No obstante lo anterior, el deseo de mostrarse “simpáticos” y aceptados por la comunidad internacional, el talibán es considerado “un régimen paria” y no ha conseguido reconocimiento mundial que desea, solamente unos pocos Estados han mantenido sus embajadas en Kabul, en los casos de la China comunista, Rusia, Turquía, Irán y Pakistán. La Unión Europea (UE), reabrió su oficina en esta Capital a comienzos del 2022, “por razones humanitarias”; y la India informó que prontamente reabrirá su embajada aquí mismo.

            ¿En resumen, qué está sucediendo hoy en día en Afganistán? La respuesta nos dice que las gentes quieren salir de este territorio de cualquier manera y lo más rápido posible. Es el sueño callado de todo afgano que se precie de quererse a sí mismo y a lo que ha perdido con la llegada de los talibanes; la resistencia armada se mantiene en los valles de Andarab y Panshir, pero no es tan fuerte para acabar y desalojar al régimen y cambiar las cosas. Los expertos creen que los talibanes, con su “distribución” del hambre y sus leyes obsoletas e inhumanas, caerán desde adentro; es decir, se producirá tarde o temprano una implosión social y armada que los derribará del poder, “por su fracaso a la hora de crear estructuras y gobernar.” Indican los conocedores. Será cuando Occidente otorgará armamento a los grupos disidentes y adiestramiento militar, aunque, por el momento, esa rebelión no aparece ni en mínima instancia; y, muy posiblemente, alianzas eventuales con China y Rusia, podrían sostener a los barbudos fundamentalistas, tal y como suele suceder con los gobiernos amigos de Beijing y Moscú, desde que tenemos memoria.

             El de Kabul es un Estado fallido, según suele acontecer con todos aquellos gobiernos que transitan contrarios a la naturaleza humana.     


Mike Pence Podría ser Candidato Republicano

en el 2024

 

WASHINGTON D.C- La noticia de que el ex vicepresidente de Donald Trump se postulará a la presidencia de los Estados Unidos, ha caído igual a un balde con agua helada sobre las cabezas del mismo Trump y sus seguidores, pues creían, entre otras cosas, que Pence era un hombre tímido, “un segundón” solamente, cuya misión en la vida era precisamente esa… ser “la sombra” de un hombre fuerte como, en apariencia, lo fue durante el des-gobierno del troglodita Trump. Pero ya observaron y quedaron convencidos de que esa imagen solo existía en sus mentes retrógradas y torcidas, porque Mike Pence, con su determinación de nominar su nombre a la Casa Blanca, está demostrando firmeza de carácter y personalidad… mucha personalidad. Además, su imagen de hombre elegante, siempre bien vestido, y su fuero interno de personaje ponderado, inteligente y sabio, es lo que precisamente necesita este país.

 

Recuperar algo más que la identidad

 

            En estos días, Pence se ha reunido con varios congresistas republicanos para darle forma a su futuro proyecto político. Ha dicho, entre otras cosas, que desea “recuperar la identidad del partido”; sin embargo, su expresión se ha quedado corta porque lo que necesita el Partido Republicano es “una cirugía” profunda, seria y radical, porque el daño que le ha hecho Donald Trump a las estructuras, a muchísimos correligionarios y a la imagen del movimiento, ha sido de gran envergadura. Muchas personas no se explican cómo un “mastodonte enloquecido” en el caso de Trump, pudo hacerse con las bases y la plataforma del republicanismo para ganar unas elecciones y hacer, posteriormente, uno de los peores y más riesgosos gobiernos en toda la historia de los Estados Unidos. Entre otras razones porque Trump no era (y no es todavía), un político: simplemente es un demagogo populista, productor de programas de belleza en la televisión, quien se ha abierto camino en el show business estadounidense a base de “billetazos”, de grandes cantidades de dólares, y nunca gracias a sus destrezas emocionales y mucho menos a su supuesta inteligencia. Donald Trump, en síntesis -y así lo sienten millones de republicanos que nunca lo han aceptado dentro de la nomenclatura del partido-, es semejante a “un hipopótamo dentro de un museo de cristal”; es decir, todo lo destruyó a su paso y con su discurso incendiario, provocador y azuzador de masas.

Es por ello que Mike Pence ha dicho lo que dijo: “recuperar la identidad del partido”, un movimiento que fue llevado por Trump hasta márgenes insospechados, donde la incredulidad de los periodistas y científicos políticos también alcanzó el máximo negativo. Incluso, hay quienes piensan y argumentan que al Partido Republicano hay que “refundarlo, reflotarlo, resucitarlo y devolverle la seriedad que una vez tuvo.” Y ha sido tanto el daño y el malestar causado por la presencia de Trump que, ni siquiera durante el fiasco de la presidencia fallida de Richard Nixon con el consabido Watergate, los republicanos se han visto tan mal como está sucediendo en estos momentos precisos. Tal es la caótica situación. En otros términos: hay que recuperar algo más que la identidad y podría ser… ¡La supervivencia misma de este movimiento de masas! Y es posible que Mike Pence lo haya visto así y haya moderado su discurso para no preocupar a los seguidores republicanos, repartidos a lo largo y ancho de los Estados Unidos.

 

Un hombre que vino más allá de la muerte

 

            Con toda seguridad, para los seguidores fanáticos de Donald Trump (motociclistas pandilleros, racistas miembros del KKK y toda la lacra social que él aglutinó a su favor), Mike Pence es demasiado “burgués” y por lo tanto, está reñido con el estilo de vida (violento por demás), que estos fulanos llevan a diario. Pero, para la inmensa mayoría de los estadounidenses y republicanos, Pence es el ideal de ser humano moderno, elegante, con principios morales y de una rectitud insoslayable. Su comportamiento en los peores momentos del ataque de las hordas de Donald Trump al Capitolio, el 6 de enero del 2021, fue todo un ejemplo para estos votantes que añoran al político clásico, centrado y que sabe hacer lo que debe hacer en el instante de crisis preciso.

            Ciertamente, pudo haber sido asesinado por la turba de facinerosos que Trump manipuló e hizo atacar a la sede del Congreso. Recordemos que ingresaron al emblemático edificio vociferando y pidiendo la cabeza de Pence, quien se negó a complacer al entonces presidente Trump al no aceptar el triunfo electoral de Joe Biden y considerarlo de igual manera: un fraude de urnas. Recordemos así mismo que Pence era el único amigo que le quedaba al maniático Trump; pero esa petición de “torpedear” el gane de Biden, hizo reaccionar al leal Pence y buscó asesoría en constitucionalistas, en conocedores profundos de la Carta Magna de los Estados Unidos y supo, en ese mismo instante, que no se podía hacer lo que el demente e incendiario Trump le exigía. Fue cuando la amistad entre ambos cayó en el vacío y en la desconfianza del maniático jefe de Estado.

            En el 2024, nuevamente Pence le demostrará a su enloquecido ex jefe, Donald Trump, que ya no es su amigo y, por el contrario, se le enfrentará face to face en las elecciones internas (primarias) del Partido Republicano. Un analista de la política estadounidense lo resume de esta manera: “Si aquel día Pence se negó a secundar los desmanes de su jefe, hoy se afirma como posible opción para reemplazar a Joe Biden en la Casa Blanca.” Y agrega: “(…) de entrada, cuenta con el aplauso de muchos republicanos por haber rechazado la deriva antidemocrática de Trump; pero, al igual que la candidatura del magnate, todo está en el aire y a la vez todo alumbra tal posibilidad. El nombre de Pence, aun sobreentendido, suena ya para la carrera presidencial.” Entonces, este es el ex vicepresidente que se salvó de ser asesinado aquel aciago día, cuando los gamberros de Trump despedazaban todo a su paso en el Capitolio; es el hombre que regresó de la muerte, porque se salvó al huir por pasillos solo conocidos por la seguridad de ese edificio y así llegó a una calle que bordea al gigantesco inmueble y refugiarse, junto a su familia, en un lugar seguro.

¿Pero quién es Mike Pence, el hombre que podría devolver a Trump al basurero desde donde surgió? Se le describe como un ultraconservador cristiano evangélico; es el mismo que, recientemente, en un culto de su Iglesia, en el templo baptista de Florence, en Carolina del Sur, dio a conocer ante 1,500 feligreses ahí reunidos, lo que él definió como la verdad revelada: “Nos encontramos en un punto de inflexión –manifestó Pence en su sermón-, en la historia de los Estados Unidos. La Biblia nos dice que sin una visión… el pueblo perece.” En este punto en específico, debemos hacer hincapié en que los votos que aportó Pence a la candidatura de Trump en el 2016, fueron cruciales para que aquel se hiciera con la presidencia de los Estados Unidos. Es decir, ello significa que en las elecciones del 2024, Trump no podrá contar con esos millones de votantes evangélicos y, por el contrario, Pence será el favorecido con dichos sufragios. De hecho, dentro de la celebración de ese culto, el buen Mike solicitó directa y claramente los votos de los circunstantes y para ello “aderezó” su petitoria con citas de las Sagradas Escrituras y llamados a la acción proselitista. Al final, el entusiasmo y los aplausos le hicieron ver que el apoyo será total cuando deban favorecerlo ante su acérrimo enemigo político, el violento e incendiario Donald Trump.

En el contexto de su intervención en el templo de Florence, Pence se refirió a su lucha contra el aborto, a la necesidad de una reforma fiscal y cómo detener a los demócratas, más aun cuando estos fomentan “guerras culturales que desgarran y polarizan hasta la violencia a todo el país.” En cuando a Donald Trump, recordó que “la administración Trump-Pence fue una mezcla de liturgia y de mitin.” Y ya sabemos quién de los dos aportó la parte espiritual (litúrgica), y cuál otro… la política y agresiva.

            De acuerdo con los analistas estadounidenses, las diferencias entre ambos se fundamentan en que Trump llegó a Washington gracias a su presunto éxito empresarial y mediático (el Concurso de Miss Universo pudo haberlo catapultado fuertemente, por ejemplo); empero, Pence es un hombre solvente políticamente, ya que fue congresista durante seis mandatos y gobernador de Indiana y “esa experiencia y la credibilidad interna, le sirven ahora para remendar los destrozos que en el Partido Republicano ha causado Trump (…).” Según ha dicho del troglodita ex presidente, un analista norteamericano.

            En los últimos días y tras el rumor de la posible candidatura de Mike Pence, el ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, ha dejado escuchar: “Pence se está creando su propio espacio.” Y es que el político evangélico al cual nos referimos, es la única opción sensata dentro de los republicanos. Si miramos hacia los costados y en lo profundo de este movimiento de masas, notaremos que no hay nadie, absolutamente nadie, que sea capaz de enfrentarse al terrorista Trump y de recomponer lo que una vez fue el partido que alberga a ambos. Desgraciadamente, este mismo partido todavía se encuentra semi-secuestrado por la personalidad monopolizadora de Donald Trump; pero muchos congresistas republicanos están cerrando filas en torno a Pence, ya que lo consideran el único con la capacidad suficiente para unir al partido, que luce muy polarizado.

            En todo caso, aquellos votantes que son centrados, sabios y en sus cabales, es muy probable que se den cuenta de que la opción de votar por alguien que los representará apropiadamente, será la de Mike Pence, quien, en su discurso, habla de “sanación (espiritual), y comunión de intereses,” como la única alternativa para ayudar al Partido Republicano y a sus millones de adeptos; y votar por Trump, por el contrario, simplemente sería un suicidio y ese acto, la cordura no lo puede aceptar ni en mínima instancia.  


La Inoportuna Dimisión de Mario Draghi

en Italia

 

ROMA- En momentos cruciales cuando más se necesita la unidad de Europa Occidental en torno a la OTAN y a todo lo que significa y representa la Unión Europea (UE), el Primer Ministro italiano, Mario Draghi, ha presentado su renuncia a su alto cargo, con todas las consecuencias que ello contrae. ¿Y por qué son momentos cruciales en el Viejo Continente? Por causa de la invasión criminal y feroz ordenada por el dictador de Rusia, Vladímir Putin, contra Ucrania, una nación libre y soberana, cuyo único supuesto “delito” fue anhelar su ingreso a la UE y a la OTAN, aspecto que detonó la paranoia de Putin y dio la orden de proceder con la invasión, misma que le ha costado al ejército ruso más de 15 mil soldados muertos, más o menos la misma cantidad que la Unión Soviética perdió durante toda la guerra en Afganistán. Una derrota en regla, sin duda, para el tirano de Moscú.

            Retornando al caso del premier italiano, su renuncia a la cabeza del gobierno se ha dado después de perder la mayoría de diputados en el parlamento y de que la coalición de partidos que lo llevó al poder, se desquebrajara irremediablemente. Su anuncio de dimisión lo dejó escuchar en la misma Cámara de congresistas, ante el hemiciclo, y bajo el atronador aplauso de los parlamentarios del Partido Demócrata. “Gracias por esto y gracias al parlamento por los 17 meses de trabajo que tenemos a nuestras espaldas.” Expresó un emocionado y sonriente Mario Draghi. Seguidamente, se trasladó al Palacio Quirinale, sede del gobierno de Italia, y comunicó su decisión al jefe del Estado, Sergio Mattarella, quien aceptó la dimisión y disolvió las Cámaras para convocar a elecciones anticipadas, que se efectuarán el 25 de septiembre próximo. Es así como se invocó al artículo 88 de la Constitución del país y dejó que la vida política y ciudadana continuara normalmente.

 

La esperanza se desvaneció

 

            Matarella trató de convencer y retener a Mario Draghi al frente del Estado italiano; incluso, le convenció para que se presentara ante el parlamento después de que anunciara por vez primera su renuncia, cuando el Movimiento 5 Estrellas, socio de Draghi, expresó su deseo de separarse de la coalición que gobierna a Italia. La intención de Matarella fue la de reconstruir la misma coalición; y, del mismo modo, ciudadanos, sindicatos, distintas asociaciones de la vida pública italiana y la Iglesia Católica, lucharon por separado para que el premier no renunciara. Fue cuando Draghi manifestó ante el Senado: “El apoyo que he visto en el país, la movilización de ciudadanos, asociaciones, territorios a favor de la continuidad del gobierno, no tiene precedentes y no se puede ignorar. Es lo que me ha animado a proponer un pacto de coalición y someterlo a vuestro voto. Son ustedes quienes deciden. Le pido a ustedes (senadores), un nuevo pacto de confianza, sincero y concreto, como el que nos ha permitido cambiar al país a mejorar hasta ahora: los partidos y ustedes los parlamentarios… ¿Están dispuestos a reconstruir este pacto?” Preguntó ilusionado y sometió a los diputados su continuidad si le daban los votos afirmativos para fortalecer la coalición de partidos gobernantes, que lucía desquebrajada y muy insegura.

            Pero la última esperanza se desvaneció en el instante de las votaciones parlamentarias y tres partidos socios de la coalición gubernamental, no respaldaron la petición del premier. Esos movimientos que se hicieron a un lado, fueron: la conservadora Forza Italia (FI), del famosísimo y mediático Silvio Berlusconi; la ultraderechista Liga de Matteo Salvini; y el populista M5E, de Giuseppe Conte, del cual hemos reseñado en las líneas de arriba.

Evidentemente, la fractura se produjo en “en mil pedazos” y dejaba muy debilitado al Gabinete en el poder; y luego de saber que sus tres socios se habían apartado, el premier italiano se marchó del Senado con la decisión irrevocable de abandonar sus tareas al frente del Estado.

            La altísima tensión política que “tiró al Primer Ministro de la silla del gobierno”, se comenzó a dar cuando éste se hallaba en la Cumbre de la OTAN, en Madrid, España; fue cuando Giuseppe Conte lo acusó de conversar telefónicamente con el fundador del M5E, Beppe Grillo, para que procediera a apartar al mismo Conte del liderazgo del partido, porque, supuestamente, lo consideraba “inadecuado” para estar a la cabeza de ese movimiento. Draghi negó dicha acusación y procedió a reunirse con Conte. Fue el momento cuando éste entregó al premier un documento con nueve compromisos que condicionaban su apoyo al gobierno. Es decir, la coalición del M5E, a partir de ese instante, era más que insegura; y cuando Conte observó que Draghi no respondió afirmativamente a los compromisos que le presentó, sus diputados se abstuvieron de darle sus votos de confianza en la Cámara del Senado. Fue cuando éste presentó por primera ocasión su renuncia, que fue rechazada por Mattarella ad portas.

            Antes y durante esta severa crisis política, Giuseppe Conte no ha dejado de alzar su voz, profiriendo críticas al Primer Ministro renunciante y a los otros partidos de la coalición: “(…) El premier no ha defendido al M5E de los que querían acabar con nosotros, no solo de Liga y Forza Italia, sino también de Renzi y Di Maio. Más bien, hemos recibido ataques por su parte a nuestras medidas económicas. Nosotros, en cambio, solo pedíamos garantías, pero el ambiente pronto empeoró.”

            Por su parte, el secretario del Partido Democrático, Enrico Letta, con estas palabras puso “el epitafio” a este desencuentro entre los partidos de la coalición: “(lo sucedido) ha sido un punto de inflexión en la historia de Italia. Teníamos un gobierno que estaba funcionando muy bien. Una semana de llamamientos del mundo productivo y de los alcaldes para continuar con la acción de gobierno… no fue suficiente. Ahora todo ha terminado y las responsabilidades están claras.” Aseveró.

 

De cara al resto de Europa

 

            Por supuesto que los acontecimientos en lo interno de Italia han sido seguidos con suma atención y preocupación en Bruselas, Capital de la Unión Europea (UE), en especial cuando un futuro adherente a la UE, en el caso de Ucrania, está siendo destrozado por la artillería criminal del ejército ruso de Putin y cuando el continente necesita estar más unido que nunca frente al enemigo común, venido desde Moscú. Evidentemente, la dimisión del Primer Ministro italiano deja a su país desunido e inestable; incluso, Joe Biden, presidente de los Estados Unidos; y Volodímir Zelenski, de Ucrania, se comunicaron con Draghi, vía telefónica, para convencerle de seguir al frente del Estado italiano; pero la situación se le complicó al premier, según hemos detallado anteriormente. De hecho, los observadores de la penosa y tirante situación ya le han encontrado una definición retórica a lo que ha sucedido en Italia y le han llamado “el momento más oscuro de su historia reciente.”

            La preocupación manifiesta en los líderes de la UE se fundamenta en que Mario Draghi se había convertido, en los últimos meses, en uno de los críticos más fuertes y uno de los opositores más vehementes contra los actos criminales de Putin en Ucrania; tanto ha sido así, que no le importó que Matteo Salvini, líder de La Liga y el mismo M5E, se opusieran al envío de armas al ejército ucraniano para que se defendiera de los invasores rusos; del mismo modo, Draghi nunca aceptó que las sanciones económicas contra Rusia iban a ser un daño “autoinflingido” a la economía de Europa. Nunca estuvo de acuerdo en dar un paso atrás en el enfrentamiento con la dictadura de Moscú, según le proponían sus socios de coalición.

            De igual manera a la UE le preocupa el aspecto de que Italia es la tercera economía del continente, por debajo tan solo de Alemania y Francia, y en estos momentos acusa una gran inestabilidad tanto política como financiera; de hecho, el combate a la inflación, en el interior del país, Draghi lo iba a llevar a cabo, pero, con su renuncia, ha quedado pendiente y aplazado no se sabe hasta cuándo ni cómo… Además, su renuncia se ha producido en el instante cuando el Banco Central Europeo (BCE), ha subido los tipos de interés en medio de una crisis mundial sumamente frágil (a raíz de la locura militar desatada por Putin), e Italia está presentando una debilidad que, hasta hace pocos meses, no se sospechaba siquiera.

            Por supuesto que hombres como el ucraniano Zelenski y las cabezas pensantes de la UE, son los que más le echan de menos y deploran lo que ha pasado en esta crisis italiana, que ha desembocado en la renuncia irrevocable de Draghi; aunque en el Kremlin alguien ha esbozado una sonrisa entre cínica y malévola, plena de satisfacción, por lo que ha ocurrido en Italia, porque si hay alguien interesado en cualquier daño que se produzca dentro de la Unión Europea es el mismo Vladímir Putin, quien añora al viejo poderío soviético, cuando sus tanques masacraban a ciudadanos indefensos en Praga, Berlín Oriental y Budapest, cada vez que a la KGB y al Partido Comunista ruso se le ocurría.

 

            Por otra parte, hay quienes temen que otros gobiernos de países componentes de la UE, copien la crisis de Italia. Algo que sería peor que el acabose, sin duda, y hay que evitar a toda costa.


Presidente del Perú, Pedro Castillo, Abjura

al Partido Comunista que lo

Llevó al Poder

 

LIMA, Perú- Era una especie de “carta que tenía escondida en una de las mangas de su camisa” y que podía utilizar en el momento preciso, cuando la presión fuera demasiado pesada e inaguantable para él y su gestión presidencial; y eso hizo justamente el mandatario de este país, Pedro Castillo, con el movimiento Perú Libre (PL), que le sirvió a manera de plataforma para presentar su candidatura y ganar las elecciones pasadas, para convertirse en presidente de la República.

            Abjuró, esto es… renunció a la ideología marxista-leninista especialmente cuando está siendo acosado fuertemente por la justicia peruana por una u otra sospecha en su contra y lo hizo en una nación que no tolera los desmanes (ni el mínimo error siquiera), de parte de sus gobernantes. Además, esa “etiqueta” de pertenecer al partido comunista era demasiado pesada, muy incómoda para Castillo, más todavía cuando los peruanos tienen muy cerca el pésimo ejemplo de la dictadura en Venezuela y al Sendero Luminoso y a su líder Abimael Guzmán, quien falleció recientemente en prisión luego de incendiar al Perú con su guerrilla maoísta y causar cientos de muertos, especialmente de campesinos, en las décadas de los 70 y 80. Y en el caso de que Castillo hubiese girado hacia la ultra-izquierda venezolana, o que le hubiera dado su amistad, hoy estaría depuesto de la silla presidencial por los propios ciudadanos de su país, quienes, como hemos afirmado, no toleran ni el mínimo devaneo de sus gobernantes. Es posible que Pedro Castillo se diera cuenta de que, en calidad de político, de presidente y de ser humano, el pertenecer al partido marxista del Perú y tenderle su mano amistosa a Venezuela y Cuba, habría significado, no solo su caída, su derrocamiento inmediato, sino la cárcel misma por haber traicionado al sistema democrático que tanto defiende el ciudadano peruano.

 

Acusado de “neoliberal perdedor”

 

            Convincentemente, en el movimiento Perú Libre (PL), existe el peor enemigo de la democracia y de las libertades en el Perú y se trata de su fundador y líder absoluto, Vladímir Cerrón, quien se convirtió -por pocas fechas dichosamente-, en el jefe de Pedro Castillo cuando éste iba rumbo a la presidencia del país. Cerrón estaba firmemente convencido de que él iba a gobernar detrás de Castillo, lo iba a manipular como si fuera una marioneta, fácil e inmoralmente. Pero no sucedió así. El mandatario demostró sensatez, firmeza y hombría y fue exigiendo la renuncia (con la ayuda de la presión del pueblo, los militares y la prensa), de aquellos correligionarios de PL, de decidida confesión comunista, y los fue sacando de su Gabinete de Estado. Cerrón se dio cuenta de que Castillo no iba a ser su títere y se le alejaba rápida y fácilmente de sus garras. Ahí comenzó la ruptura del presidente con el partido que le facilitó su triunfo electoral.

            La prensa peruana así lo ha descrito: “La relación política entre el maestro de Cajamarca y Vladímir Cerrón, líder del PL y estrecho aliado de las tres revoluciones autocráticas del continente (la cubana, nicaragüense y venezolana), se había tornado imposible tras las últimas acusaciones contra el primer mandatario.” Y la ruptura de Castillo la dejó conocer mediante el siguiente comunicado que publicó en las redes sociales: “Hoy he presentado mi renuncia irrevocable a PL. Tal decisión obedece a mi responsabilidad como presidente de 33 millones de peruanos. Soy respetuoso del partido y sus bases construidas en campaña.” Del mismo modo, hizo llegar esta renuncia al Jurado Nacional de Elecciones, para que quedara oficialmente en firme y no existieran dudas de ninguna índole.

            De hecho, desde que Cerrón observó que Castillo ya no obedecía a sus órdenes tácitas y no le hacía caso sobre el curso que debía seguir su gobierno, comenzó a atacarlo día a día, y empezó a decir que el presidente era el culpable por haber roto con el grupo parlamentario oficialista y de “implementar un programa neoliberal perdedor.” Añadió el mismo dirigente marxista que “seguiré luchando por la conquista de mis legítimas aspiraciones”, que no son otras que llegar al poder (de cualquier manera), e instaurar una dictadura semejante a la cubana, nicaragüense o venezolana, absolutamente fiel a los postulados marxistas-leninistas. Cerrón nunca lo ha negado y el pueblo peruano, la prensa y la oposición de corte democrático, saben acertadamente hacia dónde se mueve la orientación (o desorientación en este caso específico, para ser más claros), de este dirigente y sus seguidores ultraizquierdistas.

            Pero, a pesar de los sueños delirantes de Cerrón, sus dirigentes, que subieron al poder al lado de Pedro Castillo hace pocos meses, no demostraron destreza ni sapiencia para mantenerse en el seno del gobierno; así por ejemplo, recordemos que Guido Bellido, nombrado primer ministro, tuvo que salir en desbandada por culpa de su propia imprudencia al dar a la prensa declaraciones machistas, a favor del criminal Sendero Luminoso y por su homofobia. Esa fue la primera caída de un individuo comunista, radicalmente incendiario y perteneciente al marxismo peruano. Luego, el mandatario nombró en la Cartera de economía, a Pedro Franke, pero esa decisión enojó a Cerrón, quien nunca estuvo de acuerdo con el economista recién nombrado, por considerarlo perteneciente a “la izquierda de caviar.”

            Paralelamente a los acontecimientos anteriores, la bancada oficialista en el parlamento peruano se dividió en tres bloques; eso significó que Castillo vio el nacimiento del Bloque Magisterial de Concertación Nacional, con 10 diputados; mientras el PL se quedaba solamente con 16 legisladores, en clara debilidad política para Cerrón y sus ansias de poder. El tercer grupo de parlamentarios se llamó Perú Democrático y contó con apenas 7 diputados.

 

Más acusaciones y el alejamiento definitivo

 

            En esas instancias marcadas por los acontecimientos políticos, Vladímir Cerrón, considerado uno de los hombres más peligrosos de toda América para la democracia, la paz y la libertad, ya estaba harto del rumbo que habían tomado las cosas y procedió a insultar y acusar con mayor fuerza a su nuevo enemigo declarado, el presidente de la República, el maestro rural de escuelas primarias, Pedro Castillo. Dijo de él que sus políticas “no guardan consecuencia con lo prometido en la campaña electoral y menos con el programa e ideario del partido; además de promover el quebrantamiento de la unidad partidaria.” Y era tanta la decepción y el desencanto, que el Comité Ejecutivo Nacional del PL, junto a los diputados que todavía eran fieles al movimiento marxista, había decidido exigir la renuncia de Castillo a su militancia y pensó en abrirle un expediente disciplinario. Sin embargo, el mandatario se adelantó a esas posibilidades en su contra y determinó renunciar al nefasto partido comunista, propiedad de Vladímir Cerrón, quien hace lo que le viene en gana en las entrañas del PL.

            Desde el punto de vista político, Pedro Castillo sobrevive en la presidencia de la nación, debido a distintos acuerdos que ha firmado y concertado con partidos del centro y el respaldo que le dan dirigentes regionales de Cajamarca, su zona natal. En un reciente discurso, el presidente reafirmó su posición actual con estas palabras: “Reafirmo mi compromiso de seguir trabajando e impulsando los grandes cambios del Bicentenario, en un país democrático y junto a todos los peruanos.” De tal manera que su corta militancia en PL se ha esfumado igual a la niebla de los Andes en las tardes crepusculares frías y ha quedado libre de esas nefastas ataduras que le impuso Cerrón. Es decir, Castillo, de un solo golpe, se quitó “los grilletes” marxistas-leninistas que le había puesto Cerrón en sus manos y tobillos y ahora es libre de hacer la gestión gubernamental que desee y en favor del Perú.

            Pero los más decepcionados han sido los dictadores comunistas del continente, quienes, al conocer del triunfo electoral de PL, quisieron que Pedro Castillo pasara a ser uno más de su camarilla de corruptos, narcotraficantes y asesinos; pero, dichosamente, no ocurrió así y el presidente peruano prefirió “navegar por otros mares” más calmos, centrados y acordes con la naturaleza del ser humano, que, por antonomasia, es libre, creyente en Dios y de corazón noble. Algo que los comunistas no lo son ni en mínimo grado.

            ¡Bienvenido Pedro Castillo, de regreso a la democracia! 


Otro Comunista al Poder… esta Vez

en Colombia

 

BOGOTÁ- La famosa máxima de José Ortega y Gasset, el periodista, escritor y filósofo español, que dice que “las masas no son racionales”, se cumple a rajatabla en América Latina cada ocasión que se presentan elecciones a escala nacional en los diferentes países. La última oportunidad ha sido en Colombia, increíble en esta nación donde los embates de los guerrilleros de izquierdas, aunados con los narcotraficantes, han sumido a los colombianos en ríos de sangre a lo largo de las décadas.

            Junto a Colombia, han elegido a mandatarios marxistas, Perú, Bolivia, Chile y Honduras, además de los ya existentes en las eternas dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Solo queda esperar que en los cinco primeros países no decidan quedarse en el poder, respeten al sistema democrático y entreguen el mando o la presidencia, al cabo de los períodos constitucionales para los que fueron electos.

            En todo caso, el presidente elegido por la mayoría de los colombianos se llama Gustavo Petro, quien ha roto, por medio de su triunfo, con la élite conservadora que siempre ha gobernado a Colombia desde que tenemos memoria y contra la cual han nacido, fortalecido y luchado con las armas, todos los movimientos guerrilleros conocidos y por conocer seguramente.

            Junto a él, llegará al Palacio de Nariño, sede del gobierno, la primera mujer negra que ocupará la vicepresidencia, en la persona de Francia Márquez, otro hito en la realidad de este país suramericano. Ambos representan al partido Pacto Histórico y fue la tercera ocasión en la que Petro presentó su nombre en las elecciones generales. Por supuesto que, desde que se anunció su triunfo hasta el momento actual y preciso, todo es expectativa y deseo de que no traicione los ideales en los que la mayoría de los ciudadanos creen: progreso, libertad, democracia, trabajo y respeto a los más firmes y esenciales principios humanos. Sin embargo, pesa mucho el hecho de que se trate de un ex guerrillero del criminal M-19, reinsertado en la vida política y civil de Colombia, pero que tanto dolor y sangre derramada causó, concretamente en la década de los años 80.

 

Quién es y cómo es el nuevo mandatario

 

            Leamos la siguiente descripción que un periodista colombiano hace de este personaje: “No resulta sencillo adivinar lo que se le pasa por la cabeza a Gustavo Petro cuando se le tiene por delante. Hermético e impenetrable, destila un aire de ausencia, como si se encontrara a la vez en otro sitio. Ni siquiera sus asesores saben en ocasiones qué esperar. Hace unas semanas uno de ellos trataba de convencerlo de que matizara una postura firme frente a un asunto que le ha hecho muy impopular ante el electorado. El candidato revisó los papeles y respondió: ‘Mis posiciones son tajantes. No me voy a echar atrás.’ Después se puso a observar el cielo por la ventanilla del avión.

            “Petro es terco, dice su hija Sofía, pero cree que esa terquedad es lo que lo ha convertido en el primer presidente de izquierdas de la historia de Colombia. Se presentaba por tercera vez a un puesto que no parecía destinado a alguien como él, un ex guerrillero que provoca pavor entre las élites sociales y empresariales. En los últimos años se ha alejado de cualquier simpatía hacia Cuba y Venezuela (¡!), trata de entender el feminismo y habla de crear un eje progresista en la región junto a Boric en Chile y Lula en Brasil. Y ha dejado de vestir como el luchador social que siempre fue para parecerse más a un hombre de Estado.

            “Pese a ser tímido, uno de sus fuertes son los mítines. Petro, de 62 años, se enmarca en la tradición de grandes oradores que ha tenido este país de gente con facilidad de palabra. Ha dado 100 discursos con los que creía que podía zanjar las elecciones en primera vuelta. No fue así, y en segunda se tuvo que ver con el contrincante más impredecible, el enigmático Rodolfo Hernández. En el último tramo de campaña se concentró en retransmitir por redes sociales su visita a gente común y corriente para dar una imagen de cercanía que subido a la tarima no transmitía.” Así le ven sus propios compatriotas, sus paisanos colombianos, quienes le conocen mejor que nadie desde que adquirió fama con el fusil de asalto en sus manos, dentro del M-19, la guerrilla urbana que tanto sufrimiento y pánico causó en Colombia.

            Nació en un pueblito recostado en la costa del Mar Caribe, llamado Ciénaga de Oro y prontamente sus padres emigraron hacia la Capital, Bogotá, cuando Gustavo estaba muy pequeño. Estudió en un colegio dirigido por sacerdotes católicos, en Zipaquirá; y a los 17 años le sedujo “el canto de sirena” del M-19 y se enroló en sus filas con el seudónimo de “Aureliano”, un personaje ficticio, creado por la imaginación literaria de Gabriel García Márquez, en su famosa novela Cien años de soledad. Por aquella época de sus años mozos, no se podía hablar de él como si hubiera sido un guerrillero típico; esto es, apto para el manejo de las armas, fornido, y capaz de soportar las inclemencias de la naturaleza o del combate en las ciudades. Muy por el contrario, porque se trataba de un adolescente muy delgado, débil físicamente y que acusaba una marcada miopía. No obstante, se convirtió en un líder social respetable y seguido especialmente por las familias de la clase baja colombiana.

            Un acontecimiento que muchos tienen en sus memorias se dio cuando invadió unos terrenos, acompañado de varias familias, y fundó posteriormente el barrio Bolívar 83. “Esos días jamás los olvidaré porque me ligaron para siempre al mundo de los pobres”, redactó en su autobiografía. Incluso, fue concejal del mencionado vecindario, pero, al poco tiempo, en 1985, fue capturado por el ejército y se dice que fue torturado en unas caballerizas. Cuando quedó en libertad en 1990, se reintegró a la vida civil cuando el M-19 firmó la paz con el gobierno; y en 1991, fue elegido al Congreso de los diputados; pero, cuando finalizó su etapa diputadil, tuvo que abandonar el país y exiliarse en Bélgica: era cuando los colombianos asesinaban en las calles de sus ciudades a los ex integrantes de las guerrillas. A su regreso, en 1998, volvió a ser elegido al Congreso y desarrolló desde entonces, una meteórica carrera dentro de la política, que ha desembocado en su triunfo electoral reciente, que le ha llevado a la presidencia de Colombia contra todos los pronósticos.


Su pensamiento político y la alcaldía de Bogotá

 

            Gustavo Petro cree que el actual modelo económico que rige a su país, hay que cambiarlo; anhela detener la exploración petrolera, en principio porque es un ecologista convencido y hay que efectuar una transición energética hacia energías limpias y acordes con la salud y bienestar humano. Cree firmemente que América Latina tiene que abandonar al “extractivismo” y centrarse en la producción, la industrialización y el conocimiento.

            Alcanzó la alcaldía de la Capital y logró bajar los índices de criminalidad en esta ciudad, los mejores en los últimos 20 años; así también, extendió la jornada escolar de los colegios públicos e ideó una política para garantizar el mínimo vital de agua a los hogares más pobres. Sin embargo, a pesar de esa sensibilidad social que ha demostrado en su largo trajinar dentro de la política colombiana, sus ex colaboradores concuerdan cuando dicen que es muy difícil trabajar a su lado y la inestabilidad, los constantes cambios en el seno de la alcaldía, de personas que renunciaban y otras que llegaban, hablaban más que cualquier explicación verbal que se quisiera dar al respecto.

            Su triunfo electoral reciente solo se puede explicar por la impopularidad del actual mandatario, Iván Duque, puesto ahí por el también ex presidente, Álvaro Uribe, un hombre siempre rodeado de una gran polémica por sus supuestos actos de corrupción durante su mandato. Este aspecto en particular, fue el acicate que lo catapultó hacia el éxito en los pasados comicios colombianos. Es cuando un conocedor de su política y su personalidad, señala: “En la recta final ha tenido que escalar un Everest, uno más en su vida. El idealista Aureliano, el corajudo congresista, el alcalde combativo y el candidato terco, sacó fuerzas suficientes para coronar esa cima.”

            Un punto y aparte para redactar algunas líneas acerca de Rodolfo Hernández, el candidato derrotado en las elecciones recién acaecidas, nos dice que fue alcalde de Bucaramanga, tiene 77 años de edad; fue desconocido para la mayoría de los votantes y su discurso estuvo centrado en la anticorrupción. Se trata de un millonario de lenguaje soez y quien creyó que Colombia debió ser manejada como una más de sus empresas. Nació en Piedecuesta, Santander, al nororiente del país, el 26 de marzo de 1945, hijo de una mujer dueña de un trapiche panelero (dulce a partir de caña de azúcar), y del sastre del pueblo. Estudió ingeniería civil en Bogotá y se convirtió en un auténtico constructor y empresario de bienes raíces. Hay quien lo definió como “un hacedor, alguien que piensa en obras, en tejas y ladrillos.”

            Durante la campaña recién finalizada, rehuyó al debate público con Gustavo Petro, una decisión nada feliz que, sin duda, le restó votantes, más unos videos que circularon por todo el país en los que apareció bailando en una fiesta privada en un yate, en Miami, en octubre del 2021. Para Rodrigo Fernández, amigo suyo, “Hernández todo lo calcula como si fuera una obra que desea vender. Se pone una meta, planea, convence, vende, ejecuta y da resultados (…). En lo público hace lo mismo que en la construcción: planea proyectos y los vende al mercado. Sabe cómo hacerlo a plazos y con los costos previstos. Y eso, aplicado a la administración pública… funciona.”

            Obviamente, a sus 77 años esta aventura de postularse a la presidencia de Colombia fue la primera y la última, porque, evidentemente, otra postulación futura le encontrará más viejo y en menor capacidad físico/mental, aunque nunca se sabe… Su “estandarte” en los comicios fue la lucha contra la corrupción; pero tuvo algunos desaciertos al conceder entrevistas televisivas, cuando dijo que admiraba a Hitler, aunque después se retractó al decir que esa afirmación obedeció a “un lapsus”. Así también, dijo que las mujeres deben estar siempre en sus casas, algo que, en lo avanzado que lleva el segundo milenio, no sentó nada bien en las féminas colombianas. Un pensamiento harto retrógrado de su parte, sin duda alguna. Su fortuna se calcula en unos US$100 millones y dice él mismo que su éxito financiero se ha debido al préstamo de dinero para levantar viviendas, como si se tratara de un Banco privado. Presume de su riqueza, de ser un acaudalado hombre y lo resume de esta manera: “La clave de mi fortuna han sido los pobres: mi abuela Lola, que era analfabeta y fue quien me crió, me dijo una cosa que nunca se me olvida: ‘si quieres ser rico, trabaja con el pobre, porque pobres hay muchos. Hágales productos de alta calidad, al precio justo, gáneles poquito y la sumatoria de todos esos poquitos, lo vuelve rico.’ La verdad, le hice caso y estos 52 años me he dedicado a eso…” Actualmente tiene seis empresas y más de 370 propiedades que comprenden lotes, apartamentos y locales, así como una sociedad en La Florida, Estados Unidos.

 

            Polémico hasta la saciedad, con un vocabulario fecal, se ha convertido en el candidato derrotado por el primer comunista en alcanzar la presidencia de Colombia, por Gustavo Petro, y la verdad… no queremos leer ni escuchar lo que ha dicho Rodolfo Hernández sobre este tema. En acto seguido y para tolerar mejor su derrota política, el anciano indomable se concentrará en seguir haciendo dinero, que es para lo que ha nacido y vivido toda su existencia. Otra cosa, simplemente no va…


La Desesperación de Biden a Raíz de las

Masacres Sucedidas en su País

 

WASHINGTON D.C, USA- Después de los asesinatos causados por desequilibrados que han comprado, previa y libremente, armas de asalto obviamente poderosas, el primer mandatario de esta nación, Joe Biden, ha exigido –así como se lee, “exigido”-, al Senado, que prohíba las  susodichas armas y su libre venta en los Estados de la Unión Americana. Y es que la situación no es para volver el rostro al lado contrario, ya que se está produciendo una verdadera oleada de tiroteos masivos en todo el país: ¡233 para ser precisos, en lo que lleva transcurrido el presente 2022! Demasiados en esta nación que presume de tener las mejores leyes del mundo y un sistema judicial que hasta los mismos narcotraficantes mexicanos y colombianos, temen a ultranza.

            Han sido tres ocasiones en las que el presidente estadounidense ha comparecido ante los senadores, para referirse, de manera marcadamente preocupada, a la “epidemia” de la violencia armada que ensombrece a los Estados Unidos en todos sus puntos cardinales. En su última intervención televisada ante la ciudadanía, y desde la Casa Blanca, Biden utilizó el mayor dramatismo posible con el propósito de presionar (e impresionar) al Congreso y así apruebe “leyes rígidas, por el sentido común y atajen el problema (de la altísima criminalidad desatada desde hace décadas atrás). (Exijo) medidas como la prohibición de armas de asalto y los cartuchos de gran capacidad y subir la edad para comprar armas, de 18 a 21 años. ¡Por el amor de Dios… cuántas matanzas más están dispuestos a tolerar (los legisladores)!” Exclamó un Biden que no se dejó para sí ninguna emoción en su discurso. “¡Es hora de que el Senado haga algo! ¡Ya es suficiente, suficiente, suficiente…! Si el Congreso no actúa, sé que esta vez será distinto y que los ciudadanos tomarán nota y votarán para echar a esos políticos de sus puestos.” Sentenció un visiblemente enojado presidente.

 

El último tiroteo… en Oklahoma

 

            Un día antes de que el mandatario estadounidense pronunciara su discurso televisado, Michael Louis, irrumpió con un rifle AR-15, en el consultorio del Dr. Preston Phillips, ubicado en la segunda planta del hospital Saint Francis, en Tulsa, Oklahoma, y asesinó al médico y a otras tres personas que estaban esperando ser atendidas y posteriormente decidió suicidarse. La razón (o mejor dicho, la sinrazón), de ese ataque, fue por una operación que el galeno le hizo en la espalda y desde ese momento, los dolores fortísimos no abandonaban al sujeto. Pero el quid del asunto radicó en que el asesino había comprado el rifle semiautomático pocas horas antes del atentado que perpetró y dio pie para que el presidente Biden arremetiera contra los vendedores de armas, con este argumento: “Los fabricantes de armas se han pasado dos décadas comercializando armas de asalto agresivamente, que son las que mayores beneficios les reportan. ¡Por el amor de Dios, cuándo vamos a enfrentarnos al lobby de las armas!” Exclamó apesadumbrado el mandatario.

            No obstante, antes de que se diera este nuevo hecho sangriento en Oklahoma, Joe Biden tenía previsto asistir al Congreso de los Estados Unidos, para presionar por una revocatoria o cambio de la ley que está a favor de dichos comerciantes. Pero se mostró poco optimista de cara a los legisladores, poco esperanzado de que la reacción de aquellos fuese la mejor y no creía, antes de hacerse presente ante el hemiciclo donde discuten las leyes los senadores, que fuera acordada una nueva legislación que aumentara el control sobre la venta de esos artefactos para matar. De hecho, esa cámara está dividida por la mitad y la posibilidad de que los demócratas alcancen los 60 votos exigidos para lograr las leyes, es muy débil, según se ha visto de igual manera en otras oportunidades. Aun así, los senadores del Partido Demócrata están negociando con los opositores, para convencerlos y ganarse los sufragios. Fue cuando el mismo Biden comentó al respecto: “Serví en el Congreso durante 36 años. Nunca estoy totalmente seguro (si lograrían un acuerdo con los republicanos). No he estado en las negociaciones que están desarrollándose en estos momentos.” Mencionó con un dejo de escepticismo.

            En todo caso, Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes, aseguró a Joe Biden que la próxima semana someterá a votación a varios proyectos de ley para el control de armas en el país, incluido aquel que subiría la edad legal de las personas (de los 18 a los 21 años), para comprar un rifle; sin embargo, ella misma reconoce que dicha iniciativa no tiene gran asidero (ni mediano siquiera), en sus colegas congresistas, y es muy probable que esas posiciones no sobrevivan en el Senado y la problemática se tornará más fuerte que las posibles soluciones.

Tampoco sería la primera vez que la voluntad de los presidentes demócratas, quienes son los únicos interesados en acabar con las matanzas indiscriminadas que se suscitan mes a mes en los Estados Unidos, experimente el dolor del fracaso ante el poder de los fabricantes de armas, quienes cuentan con senadores republicanos afines a su manera de pensar e, incluso, son sobornados por esos comerciantes, con fuertes cantidades de dinero, con la finalidad de que nunca legislen en contra del famoso y tenebroso lobby de las armas en esta nación, presuntamente la más democrática de la Tierra. Una democracia siempre teñida del rojo de la sangre de los inocentes que caen ultimados por las bales disparadas por los psicópatas, quienes adquieren un rifle de asalto con la misma facilidad con la cual se compra un ice cream en una tienda cercana.

 

La verdad es que Biden no cree “en el milagro” y nosotros tampoco…


 Costa Rica Estrena Nuevo Presidente de la República

 

SAN JOSÉ- “De Carlos Alvarado a Rodrigo Chaves,” podría llamarse también esta crónica periodística que hace un retrato escrito del traspaso de poderes en este país centroamericano, el más democrático de todos en el área y quizás de toda América Latina.

 

            Es decir, se marcha un partido que no funcionó adecuadamente, que no cumplió con las mínimas exigencias siquiera que el electorado le confió y su cortísima existencia así lo ha confirmado: el Partido Acción Ciudadana (PAC), desapareció, literalmente, del paisaje político tras ocho años de ejercicio del poder, un lapso de tiempo en el que se mostró sumamente errático al administrar al gobierno de Costa Rica. Y después de esta debacle que hemos resumido aquí, arribó al poder Rodrigo Chaves Robles, quien ganó las recientes elecciones nacionales en segunda ronda, contra el ex presidente José María Figueres, candidato del Partido Liberación Nacional (PLN), el más antiguo de este país.

 

            Yendo al grano, más de 80 delegaciones extranjeras fueron invitadas al traspaso de poderes; lo mismo que representantes de las etnias indígenas costarricenses: los Ngäbes, Bri-bris, Cabécares, Bruncas, Chorotegas y Huetares. Así mismo, el Rey de España, Felipe VI; el presidente de Marruecos, Aziz Akhannouch; el mandatario de Colombia, Iván Duque Márquez; el de Panamá, Laurentino Cortizo; un grupo de emisarios de los países árabes y muchas personalidades más, provenientes de Curazao, República Dominicana, Países Bajos y Kosovo, entre otros, quienes estuvieron presentes en un acto sobrio, agradable y bajo una temperatura calurosa de la mañana, aunque no sofocante. Desfilaron entre dos hileras de niños escolares, quienes portaban banderitas de Costa Rica, por la ruta que está entre el Museo Nacional y la Plaza de la Democracia, hasta confluir en el edificio de la Asamblea Legislativa. En la sala de sesiones se procedió a la juramentación del nuevo mandatario, Rodrigo Chaves Robles, a la imposición de la banda presidencial y a la pronunciación del discurso de fondo de parte del nuevo Jefe de Estado.

 

            Hay que subrayar que la ceremonia, tanto en lo previo como en su epílogo, se desarrolló en medio de un ambiente calmo, de seguridad para los participantes y puntual, cumpliendo con los objetivos previstos. Posterior a las palabras del nuevo presidente de la República, se desarrolló un Consejo de Gobierno (el primero de ellos), en los que hubo algunas sorpresas para la ciudadanía y para otros actores de la función pública; y finalmente hubo un coctel y una conferencia de prensa improvisada.

 

 En autobús eléctrico

 

            La Embajada de Alemania en Costa Rica regaló un autobús que funciona con energía eléctrica y fue utilizado por el nuevo mandatario para desplazarse hasta el sitio del traspaso de poderes, la Asamblea Legislativa. Lo mismo hizo cuando finalizaron los actos y marchó hacia el Consejo de Gobierno. En él viajaban también su esposa, la economista Signe Zeikate, nacida en Lituania, y sus dos hijas, Tatiana e Isabela, junto a miembros del nuevo Gabinete.

 

            En los alrededores del edificio parlamentario, estaban encubiertos y también uniformados, agentes de la Policía Municipal de San José, de la Fuerza Pública regular, de la Dirección de Inteligencia (DIS), de la Cruz Roja, de la Comisión Nacional de Emergencias, de Bomberos de Costa Rica y del Ministerio de Salud, todos atentos en el caso de que se presentara alguna eventualidad fuera de contexto, que, dichosamente, no ocurrió.

 

            En el actual plenario legislativo (o sala de sesiones de los diputados), escucharon la juramentación y el discurso de Rodrigo Chaves, y según datos suministrados por Ada Acuña, diputada del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), y encargada de la organización del evento, 187 personas, entre quienes estaban parlamentarios, ministros recién nombrados, miembros del clero católico, de las Iglesias Evangélicas, presidentes y vicepresidentes de otros países. Otros invitados estuvieron en el edificio contiguo a la anterior Asamblea Legislativa, en el llamado Castillo Azul, fue cuando la misma Ada Acuña explicó que “(…) los invitados se han distribuido por orden jerárquico (…). Otro tipo de invitados van a estar en las dos barras de público y entre ellos estarán los grupos indígenas que estarán con nosotros, para disfrutar de este hecho histórico para Costa Rica. Se han preparado los dos recintos parlamentarios para esta ocasión, tanto el nuevo como el anterior, para albergar a casi 900 personas en diferentes espacios.” Amplió la legisladora a este periódico.

 

            Una extensa alfombra roja fue dispuesta desde lo alto de la escalinata del parlamento costarricense, hasta la acera que confluye en la Avenida Segunda de esta Capital; y a ambos lados, como hemos dicho anteriormente, los niños escolares flanquearon a los invitados a su llegada.

 

            En lo que atañe al discurso del nuevo presidente de la República, reseñamos: “(…) me honro en recibir esta banda presidencial en tiempos importantísimos de desafíos, no solo para el futuro de nuestro país, sino para el destino de la humanidad. (…) El momento que vivimos es crucial, somos los llamados a realizar un cambio histórico y ese llamado se impone con la fuerza de la voz del pueblo, que demandó desde las urnas una obligación enorme a toda la clase política del país; lo que incluye, por supuesto, a los tres poderes de la República. Es el momento de dejar atrás las viejas prácticas que tanto nos cobra, y con razón, el pueblo costarricense.” En este lapso de su discurso, tras habérsele colocado la banda presidencial, Rodrigo Chaves hace ver que su gobierno hará cambios trascendentales o, por lo menos y fundamentalmente, no será una repetición de los mismos errores en los que han incurrido los gobiernos anteriores, tanto de Liberación Nacional (PLN), como del desaparecido Partido Acción Ciudadana (PAC).

 

            Y continúa con su alocución, advirtiendo que “si la clase política vuelve a fallar, nuestro país se podría desmoronar. Nos estamos viendo ante un espejo, cuya imagen no nos gusta porque nos presenta dos caras que no parecieran conciliarse (…), con el rostro de un país, cuyo nivel de educación había sido ejemplar en la región latinoamericana; pero cuya calidad de la educación se ha ido deteriorando, lo que compromete, hoy, a mediano y a largo plazo, la prosperidad de nuestro país.” Esa fue la crítica amarga y veraz de lo que es el sistema educativo costarricense, tan venido a menos en las últimas tres décadas.

 

Diferencias sociales, tecnológicas y económicas

 

            El giro del discurso del nuevo mandatario, Chaves Robles, hizo énfasis en que la población rural y la citadina guardan diferencias extraordinariamente marcadas, que quedaron al descubierto durante la pandemia china que atacó al mundo entero, porque el acceso al internet, solo fue privilegio de los segundos y nunca de quienes viven en las zonas alejadas de Costa Rica. Añadió que son cientos de miles de personas, quienes terminarán este día sin un empleo, sin dinero para paliar sus necesidades básicas y sin esperanza alguna de lograr sus metas, por más simples que estas sean. “Es también el rostro de casi un millón de personas atrapadas en el empleo informal. Es un país, cuyo suelo tiene la capacidad de alimentar a todos; pero es un país donde también el hambre se posa en las mesas de cientos de miles de personas que no ganan lo suficiente, ni siquiera para comprar los alimentos más básicos de la canasta de consumo (…).”

 

            Seguidamente criticó a los servicios que prestan las Instituciones del Estado, como la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), con sus listas de espera para los pacientes, quienes tienen que esperar meses y hasta años, para ser atendidos en sus dolencias físicas, en sus enfermedades. “Son listas de espera humillantes y angustiantes –afirmó-, para quienes la atención médica significa vida o muerte. Ni los fallos de la Sala Constitucional han hecho mover los cimientos de la CCSS en ese sentido.” Criticó amargamente en este lapso de su discurso de investidura.

 

            Al proseguir indicó: “Nos miramos en ese espejo con asombro, porque no es la Costa Rica que deseamos. Nó. No deseamos al país donde las calles nos gastan la vida en presas interminables. No deseamos al país donde las zonas rurales ven con tristeza y desamparo a lo lejos, allá, como el desarrollo y la economía casi solo crecen en la zona central del país (…).”

 

            Su intervención hablada se extendió por más de una hora y describió una panorámica completa de lo que es esta nación centroamericana en la actualidad; posteriormente y tras acabar con su alocución, se trasladó junto a su Gabinete y periodistas hasta el edificio de la antigua aduana josefina y emitió tres decretos: 1. Declaró emergencia nacional a los ciberataques contra los ministerios de Hacienda, Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones y otras entidades de gobierno; 2. Eliminó la obligación de cubrirse el rostro con mascarillas, excepto para quienes trabajan en primera línea en hospitales y clínicas; y 3. Tampoco será obligatorio vacunarse contra el covid chino. Estas dos últimas decisiones no gustaron al Colegio de Médicos y Cirujanos, donde alzaron sus voces ante el nuevo mandatario.

 

            Pero lo que más gustó a la ciudadanía fue cuando aseguró que llamará al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), para que rebaje los pagos por consumo de energía al pueblo. “¡Se acabó la República Independentista del ICE!” Exclamó Chaves, quien, aparentemente, quiere ordenar, organizar al gobierno y poner a cada quien en su sitio y así evitar los abusos que se han estado dando por décadas contra los más pobres del país.

 

            Todo parece indicar que ha comenzado una nueva Era en Costa Rica… ¿O será solo el entusiasmo de un presidente que alcanzó ese sitial, producto del azar del destino? El tiempo nos volverá a dilucidar nuestras más profundas incertidumbres al respecto. Solo tenemos que esperar para que se decanten los acontecimientos en torno a Rodrigo Chaves y su equipo gubernamental.


Segunda Ronda Electoral en Francia.

 

El Candidato Ganador es

Emmanuel Macron

 

PARÍS- Este 24 de abril se ha celebrado en esta nación europea el balotaje o segunda ronda electoral, entre los candidatos Emmanuel Macron, representante del centro y actual presidente de la República; y Marine Le Pen, de la ultra-derecha francesa. El primero ha obtenido el 58,8 por ciento de los votos a favor y su adversaria, el 41,2 por ciento; aunque “el punto negro” ha sido el altísimo abstencionismo, el mayor en 50 años, superior al 28 por ciento, según la agencia Ipsos. El más elevado desde las elecciones de 1969, hace más de 50 años. De esa manera, Macron se ha convertido en el primer mandatario reelecto desde que en el 2002 se abrevió la duración de los gobiernos, de siete a cinco años.

            Pero lo que ha quedado clara es la imposibilidad de los Le Pen, tanto Marine como su padre, Jean-Marie, de alcanzar la máxima magistratura del país, al ser derrotados consecutivamente en todas las elecciones en las que han participado. Es obvio que el electorado francés no quiere nada con ideologías que pueden llevar a la nación a un peligro inminente. En el caso específico de Marine, ella había asegurado –y después trató de retractarse-, de que sacaría a Francia de la Unión Europea (UE) y de la OTAN, además de la declarada amistad con Vladímir Putin, el genocida “de moda” en el mundo. Naturalmente, ello no pudo gustar al ciudadano de Francia.

            En sus primeras palabras, después de conocer los resultados electorales, Emmanuel Macron dejó escuchar: “Muchos compatriotas me han votado para hacer frente a Le Pen. Eso me compromete los próximos cinco años. A partir de ahora, ya no soy el candidato de un bando, sino el presidente de todos.” Dijo en el escenario levantado para celebrar el triunfo, en el Campo de Marte, en el corazón de París, con la Torre Eiffel de fondo, atestiguando la performance. No obstante, el triunfador ha reconocido que muchos votantes sufragaron por él, para que Le Pen no resultara victoriosa y no por el supuesto arrastre que se pudiera creer que posee Macron. Aunque, a pesar de su discurso triunfal, el partido ultraderechista obtuvo el mejor resultado de su historia, en unas elecciones por la presidencia del país y Marine Le Pen ha asumido de esta manera la derrota: “El resultado de esta noche es una gran victoria y es una señal a los dirigentes europeos de que hay un desafío que viene de los franceses.”

 

Retrato escrito del ganador

 

            A Emmanuel Macron, en pocas palabras se le puede describir de esta manera: “Fue el adolescente que enamoró y se enamoró de su profesora de 39 años de edad; fue también el banquero de la familia Rothschild (una de las más opulentas de Europa); fue también el hombre que traicionó al ex presidente Hollande, el pianista, el tecnócrata, el amante de la poesía y el teatro y el seductor. Actualmente cuenta con 44 años de edad.”

            Nació en Amiens, el 21 de diciembre de 1977, es hijo de un ciudadano llamado Jean-Michel, un médico y profesor de Neurología; y de Francoise, una médica generalista. Es el mayor de tres hermanos. Su historia de amor, que se dio en la adolescencia cuando era estudiante, es una de las más conocidas en toda Europa, “llevada y traída” por quienes gustan de esos argumentos “rosa”. A finales de 1992, siendo un escolar, quedó prendido de los encantos de su profesora de francés y teatro, Brigitte Auziére. Una situación tan repetitiva en muchas latitudes del mundo y en los centros de estudio; pero un tanto diferente porque ella le correspondió al joven Emmanuel. La historia adquiere un mayor peso emocional cuando conocemos que, en ese instante, ella tenía 39 años de edad y estaba casada con un reconocido banquero. Una de sus hijas era compañera de clase de Macron, para aumentar mayormente el argumento de esta crónica “rosa”.

            Y las circunstancias se ponen todavía “más cuesta arriba,” si observamos que ahora esta relación correría el riesgo de pena de cárcel, ya que la Francia actual pena con prisión a esta conducta entre un mayor de edad y una menor, o viceversa. Aquello sucedió en el entorno de Amiens y en medio de una sociedad que se conocía entre ella, especialmente cuando vemos que la familia de Brigitte era dueña de la pastelería más famosa de la región y los padres del jovencito eran médicos de renombre, en aquella localidad de apenas 130 mil habitantes. Los padres de Macron trataron por todos los medios de terminar con la relación tan desigual y enviaron a Emmanuel a París; pero Brigitte tomó la decisión de separarse de su esposo y visitaba al joven novio todos los fines de semana en la Capital francesa. Y no era para menos, porque la enamorada consideraba al adolescente “un Mozart”, un muchacho extraordinariamente inteligente y por su temprana madurez. Para Emmanuel, ella era su mundo absoluto, su todo y todavía lo es, sin resquemores ni equívocos.

            A partir de ese momento, Macron rompió con su familia y junto a su novia se enfrentaron a los prejuicios que arrastra el mundo en estos casos especiales. “Es una unión indestructible”, según dicen quienes conocen de lleno a la pareja presidencial; y es que el actual mandatario de Francia no tiene amigos ni confidentes, porque le basta con su esposa Brigitte.

            Una descripción fiel de la personalidad del mandatario galo, la da Manuel Valls, quien fue Primer Ministro de Francia cuando Macron era titular de Economía: “Es un seductor capaz de fascinar a casi cualquiera. Duerme muy poco, disfruta de una memoria extraordinaria y su capacidad de trabajo es casi ilimitada. Hablamos de un hombre muy, muy brillante.”

            Por su parte, Gaspard Gantzer, quien fue compañero de Gabinete de Macron durante el gobierno de Francois Hollande, le describe así: “Sabe ser frío cuando le conviene y mantiene la tranquilidad en todo momento, pero suele dar un enfoque positivo a las cosas y es capaz de resultar muy detallista y cariñoso. Tiene dos virtudes: el coraje físico, que más de una vez le ha hecho enfrentarse con multitudes hostiles (y salir bien del asunto gracias a su encanto), y la audacia. Fue un buen banquero de negocios (…) y en ese trabajo aprendió a asumir riesgos y lanzarse sobre cualquier oportunidad.”

 

Celebración y continuidad 

  

            Evidentemente los franceses que le dieron el triunfo a Macron, votaron por lo seguro, por evitar sorpresas políticas hacia lo interno del país y hacia la comunidad internacional, que eran las dos direcciones hacia donde apuntaban los arietes de la candidata opositora, la ultraderechista Marine Le Pen.

            Este 24 de abril, Emmanuel Macron arribó a la sede de su campaña, a los pies de la Torre Eiffel, en Champs de Mars, y tuvo su gran encuentro con miles de seguidores, quienes le demostraron su entusiasmo por medio de vítores y aclamaciones de diversa índole. Por supuesto, su esposa de toda la vida, su ex profesora, Brigitte Macron, le acompañó antes, durante y después del acto espontáneo en el que ambos participaron. De inmediato, Macron agradeció a los militantes y a sus compañeros de campaña, porque “hicieron posible esta elección. Quiero agradecer –mencionó en su discurso improvisado-, a todos los franceses que en la primera y segunda vuelta, confiaron en mí para lograr una Francia más independiente, una Europa más fuerte, a través de inversiones y cambios profundos.”

            Seguidamente, se dirigió a aquellos que votaron por él, pero que lo hicieron para que Le Pen no llegara al poder: “También sé que muchos de nuestros compatriotas votaron por mí hoy, no para apoyar las ideas que sostengo, sino para bloquear a la extrema derecha. Quiero decirles que soy consciente de que este voto es para los años venideros y soy custodio de su sentido del deber, de su apego a la República y del respeto a las diferencias que se han expresado en las últimas semanas. (…) Desde este momento, no soy un candidato, sino el presidente de todos. El voto de hoy, nos impone responder con eficacia.”

            El triunfo de Macron es significativo porque indica que los franceses consideran que la política de su gobierno va por el camino correcto, que se trata de un europeísta, que ha impedido con el resultado obtenido en las urnas, la ruptura que deseaba ejecutar Marine Le Pen, de 53 años, candidata de la Agrupación Nacional, quien deseaba excluir a los extranjeros de las ayudas sociales que les brinda el gobierno de Francia y sacar al ejército francés de la OTAN.

 Ante estos resultados, una verdadera “avalancha” de felicitaciones ha caído sobre Emmanuel Macron, de parte de personalidades como Ursula von der Leyen, titular de la Comisión Europea (CE), quien escribió en su cuenta de Twitter: “Estoy encantada de poder continuar nuestra excelente cooperación.” También el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien al felicitar a Macron, añadió: “Esperamos continuar nuestro trabajo juntos en los temas que más importan a las personas en Canadá y Francia, desde la defensa de la democracia, hasta la lucha contra el cambio climático, la creación de buenos empleos y el crecimiento económico para la clase media.”

            No obstante lo anterior, no deja de llamar la atención el crecimiento que ha tenido el partido de Marine Le Pen, a quien le han apoyado los que se sienten frustrados por la mala situación económica por la que atraviesa Francia y son quienes culpabilizan por ella al actual gobierno. Empero, para las siguientes elecciones… la señora Le Pen habrá avanzado en años y probablemente no se postule más a la presidencia de Francia y si lo hiciere, la energía podría fallarle y muy posiblemente la lucidez también.

            Por el momento, Macron continúa… por el bien y el beneplácito de la inmensa mayoría.


Francia irá a Segunda Ronda Electoral

¿Será la Oportunidad Definitiva para la Ultra-Derechista Marine Le Pen?

 

PARÍS- Desde hace más de dos décadas la familia Le Pen ha luchado electoralmente por alcanzar la presidencia de esta nación europea y se le ha dificultado tanto, que el objetivo parece “un imposible”, de los pocos que existen en la vida. Incluso, han caído en reyertas, en pequeños y grandes desacuerdos entre los miembros más prominentes de este núcleo familiar y el fundador del partido, Jean-Marie Le Pen, se ha visto sorprendido por la vejez y no ha tenido más remedio que hacerse a un lado, encerrarse en su castillo de estilo medieval y dejar las riendas de la conducción de su movimiento de ultra-derechas, en manos de su combativa hija Marine, una mujer que también está observando (y sintiendo), el paso de los años sobre su alma y piel. Es decir, se está haciendo vieja y el objetivo político se le está alejando cada vez más.

            Hace pocos días se celebraron elecciones generales en Francia y al no haber un claro ganador, habrá balotaje o segunda ronda, el próximo 24 de abril, entre el actual mandatario Emmanuel Macron y Marine Le Pen precisamente, quien podría “disparar su último cartucho” político de su dilatada, de su larguísima aventura en pos del gobierno francés. Sin embargo, a pesar de haber forzado al balotaje, Macron quedó en ventaja en el número de votos, ante su rival, y los entendidos consideran que vencerá sin problemas en estas segundas votaciones. La prensa describe así su performance: “El resultado de la primera vuelta (…), le sitúa en una posición confortable, más de lo esperado, para la votación final. Y le permite creer que, aunque con menos distancia ante su rival que en el 2017, ganará la elección y se mantendrá cinco años más en el palacio del Elíseo.”

 

Perooooooo…

 

            A pesar de lo descrito en las líneas de arriba, subsiste un gran “pero” para el centrista Macron y se fundamenta en que todavía deberá convencer a muchos franceses que no le apoyan y opinan que su trabajo al frente del gobierno ha sido muy deficiente; aunque tampoco avalan ni simpatizan con Marine Le Pen, una mujer considerada por gran cantidad de votantes, “muy peligrosa” para los intereses internos y externos de Francia.

            Esos desencantados con la gestión de Emmanuel Macron le definen “altivo y elitista”; por lo tanto, el actual presidente de los franceses todavía no tiene nada ganado frente a su rival de ultra-derechas. “Haría mal en confiarse”, ha asegurado un corresponsal internacional afincado en París. Y el terror ocasionado por la constante subida del número de votos a favor de Le Pen, parece haber terminado ya, porque hubo un momento durante el escrutinio de los sufragios, cuando la adversaria de Macron no dejaba de sumar y sumar votos ante los ojos desorbitados de los “macronistas”, quienes veían el proceso electoral irremediablemente perdido. “Es posible que esta sensación de peligro inminente contribuyese en el último minuto a movilizar al electorado del presidente,” redactó otro observador en esta Capital.

            De frente a los nuevos comicios de este 24 de abril, la tarea de ambos candidatos será la de convencer, primero a los desencantados, a esos que no se acercan para nada a las urnas electorales; y, segundo, a quienes votaron por los otros candidatos que han quedado fuera del balotaje. Quien logre convencer a estos últimos, tendrá el triunfo asegurado, sin dudarlo un ápice siquiera.

            El abstencionismo fue del 25,1 por ciento, cuando en el 2017 fue del 22,2; es decir, hubo un aumento considerable de los desencantados que no creen en la política ni en los políticos, evidentemente. Aunque el record de los no votantes se dio en el 2002, con un 28,4 por ciento de los que se quedaron en casa el día de las elecciones, viendo el futbol por la televisión, ajenos a lo que ocurría en las mesas electorales de toda Francia. Para ellos, el mensaje de Macron ha sido en estos términos: “Invito con solemnidad a nuestros conciudadanos, sea cual sea su sensibilidad y su elección en la primera vuelta, a unirse a nosotros. Algunos lo harán para frenar a la extrema derecha y sé que esto no es un apoyo a mi proyecto. Lo respeto.”

            Por su parte, la señora Le Pen, siempre perseverante y harto combativa, hizo este llamado a los votantes: “Llamo a todos los franceses, de todas las sensibilidades, a unirse al gran reagrupamiento nacional y popular que yo represento.” Los analistas aseguran que Francia revivirá este próximo 24 de abril, el duelo que se dio el 7 de mayo del 2017, aunque con distintos matices desglosados en que “Le Pen ha suavizado su imagen y ha dejado de asustar a la mayoría de los franceses,” de acuerdo a las palabras de los mismos observadores. Ese hecho, le ha puesto más cerca de Macron, quien en el 2017 la derrotó con el 66 por ciento de los sufragios, por el 34 por ciento de Le Pen. En esta oportunidad, los muros de El Elíseo se ven cercanos a la candidata de la ultra-derecha gala.

 

Retrato escrito de Marine Le Pen

 

            En esta crónica hemos dado apenas pinceladas de la señora Le Pen, pero ahondemos un poco más en ella: es hija del patriarca Jean-Marie Le Pen, considerado en toda Europa el icono del neo-derechismo del continente. Es la tercera vez que Marine se postula a la presidencia de Francia y la segunda ocasión que alcanza el balotaje; es decir, la fuerza de convocatoria y de su partido, no es, en ningún modo, para dejarla pasar desapercibida, pues se trata de un movimiento importante… nada menos que la segunda fuerza política de la realidad y actualidad francesa.

            Sin embargo, a pesar de su raigambre en los votantes, en su discurso hay algunos “puntos negros” que causan temor y desconfianza; por ejemplo, ha prometido una reformulación profunda de la relación de Francia con la Unión Europea (UE) y hay quienes aseguran que trataría de sacar a este país de la UE, del mismo modo como lo han hecho los ingleses y ello no gusta a muchísimos franceses, quienes, a no dudar, le negarán sus votos. Así mismo, y precisamente en estos momentos cuando Vladímir Putin y su ejército cometen atrocidades de lesa humanidad en Ucrania, Marine Le Pen afirma que pactará una alianza con Rusia y para acabar de “embarrarla” de cara a quienes creen que Francia es un país hospitalario, ha dicho que aplicará políticas más duras contra los inmigrantes y restará derechos a los extranjeros que viven dentro de estas fronteras.

            En otros términos, Marine Le Pen se declara enemiga de los extranjeros, de la Unión Europea y solidaria con las matanzas orquestadas y ejecutadas por Vladímir Putin, el carnicero ruso, durante su invasión a Ucrania. Y el objetivo proselitista de esta líder derechista, de cara a la segunda ronda, será atrapar al voto “del malestar y el descontento” que muchos franceses sienten por el actual presidente, Emmanuel Macron, quienes lo perciben “arrogante y despreciativo con la clase baja.” Es por ello que ha cambiado un poco su imagen, su manera de actuar ante el electorado y aparece ahora más cercana a los franceses de a pie, más amable y humana y en sus discursos ha dejado un poco de lado sus ataques sumamente agresivos y xenófobos y hay quienes aseguran que esos cambios le han dado réditos importantes.

            Para los observadores de la política gala, Marine Le Pen ha cambiado tanto que se ha “chiraquizado”, un término acuñado recientemente y que se refiere al ex presidente Jacques Chirac (en El Elíseo entre 1995 y 2007), quien era un conservador moderado y recordado por el pueblo por su proximidad y bondad. Y añaden los analistas: para esta segunda ronda “todo el esfuerzo de Macron consistirá en ‘deschiraquizarla’ en estos días; y el de Le Pen en ‘chiraquizarse’ todavía más.” Las armas de las que podría valerse el actual mandatario para restarle votos a Marine, podrían fundamentarse en el hecho de que es inexperta en la gestión gubernamental o no está preparada en modo alguno para dirigir a Francia; además, es amiga de la Rusia de Putin, el carnicero de Ucrania, y sería un peligro para Francia y Europa, en el caso de alcanzar el poder.

            El 20 de abril próximo habrá un debate televisado entre los dos oponentes y quien presente “su mejor rostro,” será el próximo presidente de esta nación. Le Pen tuvo un desencuentro con el electorado en el 2017, cuando llegó al plató de la televisora a debatir muy mal preparada y se notó con suma claridad que no dominaba muchos temas de importancia capital. Fue cuando Macron aseguró su victoria en aquella oportunidad.

            Los resultados finales de las elecciones generales, quedaron de esta manera: Emmanuel Macron adelante con el 27,6 por ciento de los votos; Le pen con el 23,41 por ciento; el izquierdista y populista Jean-Luc Mélenchon, con el 21,95 por ciento; el también ultraderechista Éric Zemmour, con el 7,05 por ciento; los republicanos de Valérie Pecresse, con el 4,7 por ciento; el ecologista Yannick Jadot, 4,5 por ciento; el comunista Fabien Roussel, obtuvo apenas un 2,31 por ciento de los votos; y Anne Hidalgo, del Partido Socialista y actual alcaldesa de París, 1,74 por ciento.

            Finalmente, Hidalgo, Jadot y Roussel, instaron a los votantes a apoyar a Macron, lo mismo que Pécresse, quien hizo un contundente llamado a sus seguidores diciéndoles: “¡No hay que dar ni un solo voto a la señora Le Pen!” Pero Zemmour invitó a sufragar por la dama de las derechas. La respuesta agradecida de Macron fue en estos términos: “Antes de nada, la democracia es algo cívico e importante. Debo comenzar por agradecer profundamente las reacciones de Jean-Luc Mélenchon, Yannick Jadot, Fabien Roussel, Anne Hidalgo y Valérie Pécresse, pidiendo votar a mi favor para impedir el triunfo de la extrema derecha, que amenaza a nuestra sociedad, amenaza a nuestra cultura con proposiciones catastróficas. Juntos, unidos en una ambición común, podemos defender nuestra soberanía y prosperidad. Ese proyecto es el único que puede impedir el aislamiento, los desastres y el empobrecimiento de los extremistas.” Seguidamente se mostró defensor de una Francia y Europa soberanas, de la prosperidad y libertad compartidas, solidarias con la Alianza Atlántica.

            Por su parte y en respuesta, el mensaje de Marine Le Pen fue: “Pido el voto de todos ustedes porque soy la única capaz de vencer a Emmanuel Macron, un presidente nefasto y autoritario. Invito a todos los que no han votado a Macron en la primera vuelta, que apoyen mi candidatura para salvar a Francia de la decadencia que ha precipitado el presidente saliente. Todos los que no votaron a Macron pueden contribuir a la salvación de Francia. De ellos depende el puesto de Francia en el mundo. Ellos podrán salvar a Francia de la catástrofe. Yo les daré los mejores salarios; yo prometo asegurar la independencia nacional; yo controlaré la inmigración y la seguridad para todos. Yo soy la única salvadora posible de todas las fracturas sociales, territoriales e institucionales que nos amenazan.”

 

            Después del 24 de abril, sabremos qué habrá pasado con el presente y el destino de esta nación… Por lo pronto, “los matices grises” que destella Le Pen, no parecen ser los idóneos para el país, principalmente por su amenaza de sacar a Francia de la UE, su amistad irrestricta con Putin (su apoyo incondicional a la masacre en Ucrania), y su guerra declarada contra la inmigración llegada desde África. Grises que tienden a ser colores negros…


Balotaje: Este 3 de Abril, Costa Rica tendrá Nuevo Presidente

de la República

 

SAN JOSÉ- Nunca antes en la historia de esta centenaria democracia latinoamericana –de hecho la más robusta y añeja del subcontinente que habla español-, se había dado el caso de que los dos candidatos estuvieran fuertemente cuestionados en su integridad moral: uno, José María Figueres Olsen, por supuestos dineros mal habidos que obtuvo en el pasado y por los que evadió a los tribunales de justicia; y el otro, Rodrigo Chaves Robles, por comprobados actos impúdicos cuando trabajó en el Banco Mundial, al realizar tocamientos y propuestas fuera de tono a dos empleadas de ese ente financiero.

            Cuando los votantes se refieren a ambos participantes en este balotaje que tendrá lugar el próximo 3 de abril, sonsacan esas dos amargas experiencias y las discusiones giran en torno a la pésima moral de los dos. No hay otro motivo para debatir o confrontarse en el pueblo llano que tendrá la misión de elegir entre Figueres y Chaves.

 

Dos sombras imposibles de erradicar

 

            Los dos “pecados” en los que Figueres Olsen y Chaves Robles han incurrido, son semejantes a dos sombras que se desprenden de sus figuras al comenzar cada día. Incluso, a poco de una semana para efectuarse el balotaje o la segunda ronda electoral, nada menos que el influyente periódico estadounidense, especializado en asuntos financieros, The Wall Street Journal, ha vuelto a “echar sal en la herida” de Rodrigo Chaves al recordar a sus lectores el acoso sexual perpetrado por este ex funcionario en el Banco Mundial (BM). Concretamente, la crónica asegura que no fue nombrado director/país en Brasil, en el 2018, por el mismo BM, precisamente porque un grupo de mujeres de la delegación brasileña, se opuso para que así fuera. Indica el artículo de prensa que Kristalina Georgieva, expresidenta del mismo ente bancario, detuvo la designación de Chaves, porque las funcionarias en Brasil así se lo exigieron.

            De manera textual, así lo redactó el periodista de The Wall Street Journal: “La eventual designación fue abortada, por los riesgos que representaba para la moral del personal (de dicha oficina).” Rodrigo Chaves esperaba su nombramiento desde Indonesia donde estaba emplazado en ese entonces y pensaba radicarse en Brasil; pero, para sorpresa suya, la sombra de su pésimo comportamiento inmoral ya comenzaba a proyectarse prolongadamente, a partir de su figura pública. Fue cuando el BM decidió sostenerlo en la nación asiática ante la imposibilidad de ubicarlo en tierras suramericanas.

            Poco tiempo después, Chaves renunció al BM debido a que el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada, le llamó porque su ministra de Planificación, Pilar Garrido Gonzalo, le presentó el curriculum vitae de Chaves y el mandatario tomó la decisión de contratarlo para que se hiciera cargo de la Cartera de Hacienda, un ministerio donde el recién llegado tuvo fortísimos encontronazos con el mismo Alvarado y personeros de ese ministerio. Es decir, Rodrigo Chaves fue contratado por el actual presidente de la República, solamente gracias a su “hoja de vida” y nunca porque Alvarado lo conociera y mucho menos porque supiera de sus supuestas destrezas administrativas. De hecho, era un perfecto desconocido en la función pública costarricense.

            La crónica de The Wall Street Journal subraya que Chaves fue sostenido en Indonesia porque el gobierno de esa nación así lo pidió, para asegurarse el apoyo rápido y eficaz por parte del Banco Mundial, después de que ese país sufriera un terremoto y un tsunami en el 2018: los empréstitos eran urgentes para resolver el estado de caos en que habían quedado varias regiones indonesias.

            Pero, ciertamente, Chaves fue investigado profunda y minuciosamente por una comisión del Banco Mundial, ante la queja de dos empleadas, quienes se quejaron de que él les solía hablar de temas subidos de tono; e, incluso, quiso besar en los labios y en varias oportunidades a una de las mujeres en cuestión. Ante tal asunto, Rodrigo Chaves así se ha defendido: “Soy efusivo, extrovertido y conversador. Me preocupo por mantener relaciones cordiales y cercanas con familiares, amigos y colaboradores. Pero aprendí que eso también puede dar espacio a sensibilidades culturales y de género.” En todo caso, lo que cita el documento emitido por los investigadores del ente bancario, señala que Chaves no fue mal interpretado por las dos jóvenes, sino que, de hecho, él intentó propasarse con ellas claramente.

 

Una licitación… una interminable sospecha…

 

            Por su parte, José María Figueres Olsen, candidato a la presidencia en este balotaje por el Partido Liberación Nacional (PLN), es llamado peyorativamente por sus adversarios: “ladrón”, el ex presidente de la República que “estafó al país y huyó hacia Suiza y no dio la cara a los costarricenses ni a los tribunales.” Un movimiento suyo, utilizando sus influencias en el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), permitió aprobar licitaciones a favor de ALCATEL, la empresa de telefonía, a finales del 2004. En ese entonces, Figueres ya era director en el Foro Económico Mundial, en Suiza.

            Al ganar la licitación, ALCATEL pagó a la firma H.F. Desarrollos Interdisciplinarios, propiedad de Roberto Hidalgo, quien, a la postre contrató a Figueres Olsen para que le hiciera una consultoría, la suma de US$2,7 millones. La licitación buscaba la contratación de 400 mil líneas celulares GSM. El papel de José María en todo este embrollo fue el de asesorar a Hidalgo en el tema de tecnologías modernas de las telecomunicaciones; por supuesto que el ex mandatario iba a ganar una importantísima suma de dinero si la licitación la ganaba ALCATEL.

            Figueres trabajó para la empresa de Hidalgo por espacio de 39 meses y al cabo de ese tiempo, el ICE otorgó el contrato a ALCATEL y el ex presidente obtuvo una ganancia neta de US$906 mil, por concepto de la consultoría que ofreció. El telediario del Canal 7 de Costa Rica, entonces bajo el mando de los periodistas Ignacio Santos (cubano), y Pilar Cisneros (peruana y actual diputada electa por el partido de Rodrigo Chaves), aseguraron que José María Figueres había movido sus contactos dentro del ICE, para que ALCATEL fuera la beneficiada con la licitación y a la postre, él pudiera ganarse su jugosa comisión en dólares. Sin embargo, el Ministerio Público de Costa Rica, después de realizar la investigación pertinente, concluyó que Figueres no realizó ningún movimiento indecoroso o amoral, como Canal 7 aseguraba.

            A pesar de lo anterior, ambos candidatos que se enfrentarán en la segunda vuelta electoral este 3 de abril, no han podido desprenderse de las sombras que están fuertemente arraigadas a su pasado reciente y que no los dejan en paz y los dos se explayan constantemente en explicaciones que nadie entiende o no quiere dejar “pasar por alto.”

            Un tercer grupo importante de costarricenses, en vista de lo anterior, ha tomado lo que considera es la mejor decisión: no acudir a los recintos de sufragios, para no votar por ninguno de los dos y talvez esta sea la decisión más justa, porque, la verdad, son dos hombres fuertemente “contaminados” por la inmoralidad y la corrupción y esos rasgos, a la gente decente, no acaban de gustarle.


Gobierno de Pedro Castillo en el Perú “Hace Agua.” Le Exigen su Renuncia a la

Presidencia del País

 

LIMA, Perú-Le habíamos dado un máximo de tres años en el ejercicio del poder al nuevo mandatario peruano, para que, desde la Corte de Justicia lo investigaran y desde otros estamentos de la vida pública y civil, le solicitaran su renuncia; pero nos equivocamos porque, en pocos meses de hacer comenzado su trabajo en el Palacio de Gobierno, su gestión presidencial se ha visto nublada y los peruanos no le quieren más en ese sede. Repasemos los pormenores recién suscitados en esta nación donde dura más un rayo de Sol durante el invierno, que un presidente al frente de su Gabinete y pueblo.

            Recientemente, el Segundo Despacho de la Primera Fiscalía Provincial Anticorrupción de Lima, allanó el Palacio de Gobierno y otros 14 edificios, dentro de la investigación que lleva a cabo por el llamado caso “Petro-Perú.” Ante el estupor de los funcionarios Estatales y del mismo presidente Castillo, la policía incautó documentos digitales y discos duros de las computadoras. La orden fue girada por el juez Manuel Chuyo Zavaleta, a pedido expreso de la fiscal anticorrupción, Norah Córdova, encargada de la investigación por presuntos actos de corrupción en la compra de biodiesel B100, en la que se han visto implicados funcionarios del Estado.

            Oficinas aledañas a la del mandatario fueron registradas minuciosamente por los agentes policiales y se llevaron agendas y gran cantidad de documentos para ser investigados en el Despacho de la fiscal. El objetivo, según comunicado emitido por la misma jefa del Ministerio Público, es indagar sobre la presunta reunión que hubo en la Casa de Pizarro (Palacio Presidencial), el 18 de octubre pasado, con funcionarios de Petro-Perú. Esta operación especial se prolongó por espacio de 10 horas y, además de las oficinas gubernamentales, fueron allanados los edificios ubicados en el Cercado de Lima, San Miguel, San Borja, Surco, Magdalena del Mar, La Molina, San Isidro y Lurín. Hay que hacer hincapié en que Pedro Castillo, el presidente peruano, no está dentro de la investigación.

            En la versión de la fiscal Córdova, respaldada por el juez Chuyo, se realizaron seis reuniones en la casa de gobierno entre la empresaria Karelim López, a quien le allanaron también su vivienda, y el gerente de Petro-Perú, Hugo Chávez. Esta es la explicación concedida por el juez: “También contribuirían a la hipótesis delictiva, las seis visitas o ingresos a la sede de Petro-Perú que habría realizado Karelim López Arredondo, después de haberse reunido con el presidente de la República, Pedro Castillo Terrones, a fin de, presuntamente, entrevistarse o reunirse con el gerente general de Petro-Perú, Hugo Chávez.” Añadió que, de las visitas de esta mujer y los actos realizados por los funcionarios de Petro-Perú, para la adquisición del biodiesel B100, “se desprenderían indicios de la presunta comisión de los delitos de colusión simple y negociación incompatible.” Es decir, se trata, presuntamente, de negociaciones espurias, de espaldas a la legalidad, y la fiscalía deberá armar un caso sólido para sentar las bases de la verdad y acusar a los supuestos responsables.

            Empero, desprendiéndose de lo anterior, esta acción de la fiscalía pone en entredicho al gobierno de Pedro Castillo que, de todas maneras, ha venido fallando ostensiblemente en otros aspectos.  

 

Inestabilidad en el Gabinete

 

            El mandatario ha procedido a cambiar un ministro cada 10 días, de acuerdo a lo que indican los medios de prensa escrita peruana, en lo que bien podría definirse y llamarse “una imparable ola de dimisiones (renuncias), de altos funcionarios.” La situación se ha tornado tan peliaguda, que hace pocos días Castillo tomó juramento a su tercer Gabinete, algo que se torna increíble debido a la rapidez con la cual sus ministros lo abandonan o él mismo procede a despedirlos. El influyente periódico peruano “El Comercio”, así lo relata: “(…) desde que llegó (Pedro Castillo), ha vivido al borde del abismo, a sortear de manera ajustada, a los tres meses en el poder, una moción de destitución presidencial.” Lo anterior quiere decir que sobre la cabeza del mandatario pende una petición parlamentaria para que sea destituido del poder, precisamente por su incapacidad o ineptitud para gobernar. Por ello, el gran titular publicado hace pocas fechas por el mismo rotativo, el más importante de este país suramericano, ha sido, “Castillo, acusado de dirigir una ‘ineptocracia’ en Perú”,

            Y es que el ambiente socio-económico que rodea al presidente, refleja el aumento de la inflación, una economía paupérrima y el incremento de la pobreza en amplios sectores del pueblo; y, de acuerdo a los analistas políticos, “Pedro Castillo gobierna con un círculo de amigos, sin tener horizonte claro, con una amenaza latente de corrupción y con una total informalidad al relacionarse con las entidades del Estado y los Gobiernos del exterior.” El ex ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe, así lo ha descrito: “Castillo muestra una gran ineptitud como presidente en general. Perú vive una ineptocracia.” Subrayó.

            En todo caso, el mismo Castillo reconoce la falta de destreza para gobernar, su absoluto analfabetismo político y así lo ha mencionado en una entrevista con un medio de prensa internacional: “No fui entrenado para ser presidente y estoy en proceso de aprendizaje.” Ante tal confesión, el ex ministro de Educación, Ricardo Cuenca, señala: “Esa respuesta muestra a un político inexperto y un maestro rural que, desde una posición de carencia, demanda del otro un reconocimiento por el sacrificio y el esfuerzo que hace al elegir la carrera de profesor. Es decir, busca que los peruanos lo reconozcan como el profesor sacrificado que llegó al poder. El Gabinete ministerial expresa el momento conservador que vive el país, que enlaza al Ejecutivo y el Legislativo y una profundización de la precarización de la política, porque la toma de decisiones se basa en intereses particulares y no en el bien común.”

            Por su parte, la historiadora Natalia Sobrevilla, manifestó que el Ejecutivo de Castillo “es un gobierno inepto. ¿Cómo salimos de esto? Es una pregunta endemoniada, porque todo el sistema peruano, tanto Ejecutivo y Legislativo, han implosionado y ese es el problema en sí. ¿Cómo vamos a elegir políticos diferentes, si las formas de elegir están contaminadas? Pedro Castillo es una persona que salió premiado en un sorteo para ser presidente. No tiene las herramientas para ejercer el cargo. Está mortalmente herido como político. No tiene un entorno que lo ayude y lo que viene para Perú es más inestabilidad. Aun así prefiero un proceso difícil e inestable en el que estamos, a que esté en el poder Keiko Sofía Fujimori, quien representaba a los poderes corruptos y fácticos.” Indicó esta mujer quien es catedrática de la Universidad de Kent, Inglaterra.

 

Un auténtico club de amigos

 

            En forma veloz, vertiginosa, el actual gobierno del Perú ha ido cambiando y en ninguno de esos cambios ha dejado satisfechos a los ciudadanos ni a los periodistas. Primeramente, llegó al poder catapultado por el partido radical comunista, Perú Libre, propiedad del recalcitrante marxista-leninista Vladimir Cerrón, y se temió que estrechara lazos con las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua; pero, sin esperarlo siquiera, tuvo que deshacerse de miembros de su Gabinete, confesos del marxismo más reaccionario de América Latina y rompió nexos con la dirigencia del partido que le llevó al Gobierno.

            En la actualidad, quienes rodean a Castillo componen una camarilla de amigos, liderada por Biberto Castillo León, quien decide los nombramientos que se hacen y reemplaza a todo el Consejo de Ministros. Prácticamente todos los altos funcionarios que ha ido renunciando (entiéndase despedidos), lo hicieron porque chocaron con este grupúsculo de amiguetes, quienes cuentan con el aval absoluto del mandatario.

            El ex secretario del Palacio de Pizarro, Carlos Jaico, describe así la situación que ahí se vive: “Se trata de un Gabinete en ‘la sombra’, (que tiene) una influencia nociva en las decisiones del presidente -del que nunca fui parte-, en detrimento de la gobernabilidad, como se lo expresé (a Pedro Castillo), en diferentes oportunidades y de distintas maneras. Deseo que encuentre la fuerza moral para dar un giro radical a su gobierno y que sea capaz de entender la importancia de su papel histórico para millones de ciudadanos, que aún mantienen un anhelo de cambio.” Puntualizó un defraudado y decepcionado Jaico, quien insiste al decir que el poder de Biberto Castillo es tanto, que no había permitido el ingreso de la fiscalía peruana al palacio para que investigara el caso de corrupción de Petro-Perú, al que hicimos referencia al principio de este reportaje.

            Desgraciadamente para Jaico, firmó la orden de despedir a Biberto Castillo León, pero topó con una barrera infranqueable e invisible y, por el contrario, el que tuvo que salir del Gabinete fue él, precisamente, “porque Biberto es todopoderoso” en el actual gobierno del Perú, aseguró.

            Mientras tanto, los ciudadanos, jueces, fiscales, periodistas, analistas políticos, económicos y el ejército, observan detenidamente estos devaneos, estos desaciertos e inestabilidad en el Palacio de Pizarro y, de acuerdo a lo sucedido con otros ex presidentes, el golpe de Estado podría darse en cualquier momento o la separación del cargo del presidente, por convincente ineptitud. De hecho, ya le están solicitando (exigiendo), la renuncia a Pedro Castillo y a todo su grupúsculo de influencia. Todo parece indicar que será cuestión de semanas, de pocos días, cuando recibamos la noticia de que la silla presidencial ha quedado nuevamente vacante y el jefe de Estado permanece en una celda judicial, en espera de ser procesado por diversos cargos. En Perú, los presidentes no la tienen fácil y ello lo aplaudimos y lo admiramos, porque lo que se busca es la excelencia del alto servidor público y no la arrogancia, los “compadrazgos” ni los radicalismos y Castillo está demostrando ineficacia, inexperiencia, puerilidad y la pérdida de la orientación, pues no sabe hacia dónde llevar al país y su gente. Y se le sumamos algunos rasgos de corrupción, la situación se le complica aún más.

            Su caída, es cuestión de días. De eso no tenemos la menor duda.

 


Elecciones en Costa Rica 2022.

No Hubo Ganador Inmediato y Habrá Segunda Ronda

 

TERRITORIO NACIONAL-Aquella algarabía de épocas atrás, cuando las calles se llenaban de automóviles atestados de personas y banderas de los partidos políticos, y las gentes se apostaban a la vera de las avenidas para lanzar vítores, ha quedado en el pasado cercano. Lo mismo que las casas de habitación luciendo en sus techos las banderas de cada movimiento político, ha quedado en el ayer. Las distintas modificaciones a los estatutos proselitistas han hecho que la manera de hacer y celebrar las campañas por la presidencia de la República, las diputaciones y alcaldías, haya cambiado radicalmente.

            Hoy, el costarricense es más mesurado, más consciente de que el gasto en “signos externos” no debe ser igual o parecido a lo que se hacía en años anteriores; pero la esencia de la democracia, del proselitismo del cual saldrá el mandatario, su Gabinete y los munícipes, se mantiene inalterada, porque los ciudadanos acuden a las urnas religiosamente, en orden, pacíficamente y con evidente sentido patriótico y cívico.

            En lo que respecta a las elecciones de este 6 de febrero del 2020, los votantes han acudido a los centros de sufragios, masivamente. Primero, en una mañana fría y ventosa en la Capital, las largas filas de personas se posaban en las afueras de colegios y escuelas; pero, a mitad de la tarde, las vías se llenaron de automóviles enseñando sus banderas y la esperanza de que sus candidatos finalmente arrasen en el conteo de los votos.

            24 candidatos son demasiados para un país de apenas 5 millones de habitantes y de los cuales no todos ellos están en la edad propicia para emitir sus votos. De esa cantidad, la más abultada en la historia de Costa Rica, apenas seis se mostraron fuertes y con la capacidad para aglutinar a los votantes y sacar diputados a su favor.

 

Ejemplo al mundo

 

            Mientras en América Latina –entiéndase desde México hasta Argentina y Chile-, los candidatos de extrema izquierda llegan al poder, gracias al analfabetismo congénito de sus respectivos pueblos, en Costa Rica la democracia se robustece cada cuatro años, a pesar de que la corrupción individual y conjunta de muchos de sus burócratas ha sido la constante en los últimos 24 años o seis últimas administraciones.

            El costarricense cree en su sistema ayuno o carente de ejército y de dictaduras al mejor estilo de Cuba y Nicaragua y rechaza de plano a los extremismos, sea de derechas o izquierdas. Con su habitual simpatía, el ciudadano sonríe a la demagogia de los comunistas, pero no les concede los sufragios, porque sabe a la perfección que el comunismo es hambre, pérdida de las libertades esenciales y elementales, persecución policial y cárcel para quienes no comulgan con esa ideología inhumana e incongruente con la naturaleza humana.

            Es por todo ello y más, que los observadores internacionales que se presentan en Costa Rica, en nombre de la OEA, Amnistía Internacional, ONU y otras organizaciones, avalan, aplauden y felicitan a esta nación cada cuatrienio, por la celebración de sus elecciones nacionales, justamente por el alto grado de civismo demostrado en el proceso de votación. Y mientras en Honduras se acaba de votar por el comunismo criollo y en medio de la peor crisis social y financiera de ese país; en Perú otro comunista subió a la máxima magistratura; y en Chile otro marxista acaba de ser elegido para que ocupe La Moneda; pero en Costa Rica la democracia ofrece 23 rostros (descartando a los 2 candidatos marxistas), para fortalecer a su sistema democrático y a su larga tradición presidencialista. Aquí radica exactamente el ejemplo que el mundo observa queda y analíticamente.

            Seguidamente, estos son los nombres y los hombres que se postularon a la presidencia de la República de Costa Rica:

 

            Partido Acción Ciudadana (PAC), actualmente en el poder y a lo largo de los últimos 8 años: Wilmer Ramos (actual diputado).

            Partido Liberación Nacional: José María Figueres Olsen (ex presidente de la República).

            Unidad Socialcristiana: Lineth Saborío (ex vicepresidenta de la República).

            Partido Nueva República: Fabricio Alvarado (Pastor evangélico).

            Partido Unidos Podemos: Natalia Díaz Quintana (publicista y ex diputada).

            Partido Nueva Generación: Sergio Mena Díaz (abogado y dirigente de derechas)

            Progreso Social Democrático: Rodrigo Chávez (economista, ex ministro de Hacienda).

            Partido Accesibilidad sin Exclusión: Oscar López (candidato no vidente)

            Partido Costa Rica Justa: Rolando Araya (ex ministro de Estado).

            Partido Liberal Progresista: Eliécer Feinzaig (economista, miembro de la comunidad judía).

            Partido Unión Liberal: Federico Malavassi Calvo (abogado y ex diputado).

            Partido Fuerza Nacional: Greivin Moya (periodista televisivo).

            Partido Republicano Socialcristiano: Dr. Rodolfo Hernández (ex director del Hospital de Niños).

            Partido Restauración Nacional: Eduardo Cruikshank (actual diputado de raza negra y pastor evangélico).

            Partido Encuentro Nacional: Oscar Campos Chavarría (dirigente campesino).

            Partido Nuestro Pueblo: Rodolfo Piza Rocafort (ex ministro de Estado).

            Unión Costarricense Democrática: Maricela Morales Mora (educadora pensionada)

            Partido Integración Nacional: Dr. Walter Muñoz (actual diputado)

            Alianza Demócrata Cristiana: Christian Rivera (cirujano plástico).

            Partido Frente Amplio: José María Villalta (actual diputado de extrema izquierda).

            Movimiento Libertario: Luis Alberto Cordero Arias (ex viceministro).

            Partido de los Trabajadores: John Vega Masís (educador y dirigente sindical de izquierdas).

            Partido Justicia Social Costarricense: Carmen Quesada Santamaría (ex diputada).

            Pueblo Unido: Martín Chinchilla Castro (periodista de extrema izquierda).

            Movimiento Social Demócrata Costarricense: Dr. Roulan Jiménez Chavarría (ex presidente del Colegio de Cirujanos).

 

Resultado de las Elecciones 2022

 

            Una vez cerradas las urnas de votación y avanzado el conteo de los votos a nivel nacional, los resultados se han decantado a favor del candidato y ex presidente de la República, José María Figueres Olsen, en lo que bien podría considerarse “la resurrección” de este movimiento que hubo perdido las dos anteriores elecciones. De hecho, cuando se habían escrutado en el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), 3720 juntas electorales, un 53,70 por ciento de los votos, la situación estaba de esta manera: José María Figueres en la delantera con el 27,55 por ciento; en segundo lugar, el economista Rodrigo Chávez, con el 16,65 por ciento de los sufragios; Fabricio Alvarado, el candidato evangélico, en tercer puesto con el 15,64 por ciento; y en cuarto lugar, la candidata del Partido Unidad Socialcristiana, Lineth Saborío, con el 12,85 por ciento del favor de los votantes a su campaña.

            Desde luego, habrá balotaje o segunda ronda entre Figueres y Chávez, para definir al próximo mandatario de Costa Rica. Algunas sorpresas que se dieron en estas elecciones, fincan en que la señora Saborío bajó al cuarto puesto, a raíz de que su perorata fue solo eso… un discurso desabrido, sin fondo y sin esencia. La pobre candidata no sabe nada de la política, convincentemente. Después, Rodrigo Chávez, a pesar de la campaña sucia que se le hizo por supuesto acoso sexual en el que incurrió en el pasado, alcanzó sorpresivamente el segundo lugar e irá al balotaje, luego de desplazar al tercer puesto al candidato evangélico, Fabricio Alvarado. Y finalmente, lo que vaticinamos se cumplió: la desaparición del Partido Acción Ciudadana (PAC), posterior a sus ocho años en el gobierno del país. Se erosionó velozmente, carcomido por las pésimas administraciones y una corrupción nunca antes vista en la historia costarricense.

            La segunda ronda será el domingo 3 de abril del presente 2022. Solo así, habrá nuevo mandatario.


Profunda Fisura en la Derecha Francesa

 

PARÍS, Francia-El camino que lleva al Palacio de El Elíseo, de repente se ha puesto empinado, cuando el panorama electoral parecía favorecer a la ultraderechista Marine Le Pen y es muy posible que en las próximas elecciones nacionales sufra un revés, de los tantos que ya ha sufrido en su carrera política.

            Esta vez la problemática tiene también connotaciones familiares y la grieta no solo ha desquebrajado la unidad de su partido Agrupación Nacional (AN), sino también su relación aparentemente tan afectiva y de admiración mutua con su sobrina Marion Maréchal, quien es la que ha propiciado este desaguisado a las puertas de la campaña electoral. Incluso hay quienes han afirmado que la presidencia de Francia se convirtió en una utopía, en un sueño imposible de realizar para la familia Le Pen, en especial para Marine, quien ha luchado como nadie –aún más que su padre, Jean-Marie Le Pen-, por gobernar a esta nación europea. “Podría morir sin haber alcanzado su ideal, cual es ser presidenta de Francia”, citan los analistas que profundizan en la realidad política del país.

 

“No hay tan culebra de pelo”

 

            Aquellos que conocen a la perfección a la familia Le Pen, aseguran que no es cierto, que “no hay tan culebra de pelo”, como reza el adagio popular, entre ambas mujeres, entre tía y sobrina, que la relación mutua nunca ha sido afectiva y la comprensión nunca ha existido entre ambas. Y así lo ha hecho ver la prensa francesa al decir que “las relaciones entre Marion y Marine Le Pen siempre fueron difíciles: contando con el apoyo del patriarca, Jean-Marie, que la consideraba su favorita, Marion intentó desbancar a su tía al frente del partido familiar. Mujer muy curtida en peleas familiares y políticas (madre de cinco hijos de dos matrimonios fallidos), Marine Le Pen consiguió eliminar a su sobrina del organigrama del partido, relegando a su propio padre a un puesto de ‘florero simbólico.’” Y es que, según se han presentado las disputas en la Agrupación Nacional, lo que afecta en lo político… también causa daño en lo familiar o viceversa, porque se trata de una “empresa política-familiar”, cuya cúpula son los miembros del apellido Le Pen y nadie más. Es decir, las groserías que podrían decirse en la mesa de reuniones en la sede del partido, trascienden hasta la mesa donde cenan y comparten en familia estas personas. Una situación realmente incómoda y complicada in extremis.

            Las peleas han sido tan agrias, que, en una oportunidad, Marion intentó desplazar a su tía Marine y arrebatarle el mando del movimiento de una vez y por todas. A tal extremo han llegado las circunstancias entre estas dos mujeres, la madura Marine y la atractiva rubia Marion Maréchal. Últimamente, la noticia que ha trascendido a la opinión pública francesa, ha sido el abandono de Agrupación Nacional por parte de la segunda mujer, para apoyar a Éric Zemmour, el candidato de la ultra-derecha y máximo competidor de su tía. Esta ha calificado la determinación de Marion como “brutal y violenta” y el colmo de estos enfrentamientos familiares que siempre han sido “a navajazos verbales” en la intimidad familiar, según ha descrito un periodista que las conoce.

 

Regreso tras un fracaso empresarial

 

            Hastiada de tantas disputas, Marion decidió, hace algunos meses atrás, retirarse de la política y fundó una escuela de negocios que, lamentablemente para ella, fracasó rotunda y estrepitosamente. Aseguran algunos que los títulos de esta mujer no tienen validez oficial y varios de los profesores que allí trabajaban, se vieron envueltos en negros episodios de violencia machista en sus respectivos senos familiares.

            Pero la irrupción en la escena política francesa de Éric Zemmour parece haber sido el acicate definitivo para que Marion retornara a la política y le diera la adhesión, en parte para llevarle la contraria a su tía Marine. Lo cierto es que este candidato a la presidencia de Francia se convirtió, de la noche a la mañana, en una verdadera amenaza para Marine Le Pen, quien se ha mostrado preocupada por el auge de este individuo. Incluso, el patriarca, y a pesar de haber sido “dado de alta” por su propia hija Marine (o expulsado del partido que él mismo fundó), ha criticado acremente a Zemmour, a quien llama “el recién llegado” y que está “a la derecha de la extrema derecha tradicional”; es decir, es “más ultra que los ultras de siempre”, según se desprende de las palabras del viejo Jean-Marie.

            En todo caso y a pocos días de la primera vuelta de la elección presidencial, que será el 10 de abril próximo, Marine Le Pen tiene a su favor entre el 15 y el 17 por ciento de las intenciones de voto de parte de los sufragantes galos; y Éric Zemmour oscila entre el 8 y el 9 por ciento. Pero lo que sí es evidente es que el “recién llegado” ha arrebatado votantes a la mujer derechista y eso duele… por supuesto que duele a Marine y su anciano y desgastado padre; y con la actitud traidora de Marion Maréchal Le Pen, al darle el apoyo a Zemmour, la imagen de esta familia se ha desquebrajado todavía más de cara a los simpatizantes de la Agrupación Nacional (AN). Es cuando el prestigioso periódico Le Monde publica: “¿Puede cambiar algo que Marion Maréchal traicione a Marine Le Pen para apoyar a Zemmour? De entrada, saltan a la vista unas divisiones fratricidas en la extrema derecha, restando credibilidad a todos los personajes envueltos en esa comedia de enredos y navajazos políticos a primera sangre verbal.”

            Lo sucedido “resta credibilidad” a los involucrados, sin duda. Esa es la imagen y el fenómeno psíquico que se está dando en los dos grupos de derechas y, fundamentados en ello, los votantes podrían partir en búsqueda de otras posibilidades electorales.

            La realidad actual de la Francia votante, muestra a Emmanuel Macron, actual presidente de la República, con solo dos rivales de cuidado: Marine Le Pen y Valérie Pécresse, de la derecha tradicional, mientras que la sobrinita Marion Maréchal, con su traición a su tía y al marcharse al movimiento de Zemmour, de quien ha dicho que admira “su coherencia, visión futura y estrategia”, parece que ha favorecido a Macron en su intención de obtener la reelección, porque ha debilitado a su pariente cercana y ha creado cierta confusión donde todo parecía ser tan seguro. Cosas de la política sí… aunque cosas de las familias también. Un extraño fenómeno en el que interactúa lo extrínseco con lo intrínseco, según diría el filósofo Jean-Paul Sartre. 


Asumió la Presidencia de Honduras la

Izquierdista Xiomara Castro de Zelaya

 

TEGUCIGALPA- El mismo sentimiento de incertidumbre que tenemos con respecto al chileno Gabriel Boric, lo sentimos también en el caso del peruano Pedro Castillo, y ahora mismo lo experimentamos ante la hondureña Xiomara Castro, quien ha asumido el poder en su país. Lo anterior significa que, cuando un comunista gana las elecciones dentro de un sistema democrático, nos asalta ese incontrolable temor, porque, precisamente, se trata de enemigos de la democracia y podrían estar dispuestos a terminar con las Instituciones que les son repugnantes y obstaculizantes a sus planes dictatoriales.

            La gran verdad que prevalece en Honduras, argumenta que esta nación necesita de un economista, de un hombre (o mujer), bien intencionado y con el patriotismo bien puesto sobre sí, para sacar adelante a este pueblo sumido en una de las peores crisis económicas y sociales jamás experimentadas en su historia. Desgraciadamente para el electorado, las dos opciones que se le presentaron en los pasados comicios, en nada le favorecían y no permitieron otra posibilidad para elegir y que fuera la atinada, la esperada por todos los hondureños y que fuera capaz de sacar al país adelante. Pero en ningún caso, Xiomara Castro de Zelaya era “la opción”, no era quien podría tomar en sus manos la problemática nacional y la resolviera oportuna y eficazmente.

            Y no es la persona que Honduras y su pueblo necesitan, porque precisamente proviene de una familia que ya ejerció el poder, según pudimos observar en su esposo Manuel “Mel” Zelaya, quien, con el paso de los meses en la cúspide del gobierno, se fue convirtiendo en un lacayo del venezolano Hugo Chávez Frías, muy parecido en su momento a Salvador Allende, el “mozo que le ayudaba a subir al caballo a Fidel Castro”, el carnicero de Cuba.

            Fue por esa posición de servilismo, por la que el ejército hondureño, con toda la razón de su parte, depuso en una asonada a Manuel Zelaya y lo tiró en pijamas, una mañana, en la pista de aterrizaje del aeropuerto Juan Santamaría, en la provincia de Alajuela, Costa Rica. Zelaya, simplemente, estaba convirtiendo a Honduras en una Base militar y un enclave para el tráfico de estupefacientes (de cocaína), en favor de Venezuela. Por ello, las preguntas resultantes, ahora que Xiomara Castro de Zelaya ha entrado en el Palacio de Gobierno en Tegucigalpa, son: ¿Hay alguna diferencia entre ella y su marido? ¿Será que esta mujer es de centro-izquierda o del centro democrático, muy diferente a “Mel” Zelaya y nunca cometerá los mismos errores que cometió su esposo en la función del Estado? Dudamos radicalmente que las respuestas sean satisfactorias. En todo caso, dejaremos que sea el tiempo el que responda a los cuestionamientos aquí esbozados.

 

Problemas de entrada con grupo diputadil

 

            Antes de asumir el cargo, Xiomara Castro de Zelaya ya tenía problemas serios con su grupo de diputados recién electos. El diferendo con los legisladores fue tan fuerte, que la nueva presidenta de la República expulsó a 18 de ellos de su partido, después de que se pelearan entre sí en la tribuna del Congreso. Hubo empujones, insultos y puñetazos, una señal inequívoca de la gran división que existe en el partido que ha comenzado a gobernar a Honduras, el Libertad y Refundación (Libre). Pero la trifulca comenzó cuando 20 diputados de este movimiento, se unieron a 44 del Partido Nacional, con el propósito de nombrar a Jorge Cálix presidente del Parlamento con su propia Junta Directiva. En días anteriores, la presidenta de la República había tenido un rifirrafe con este personaje de la política hondureña y lo había tildado de “traidor”; sin embargo, en un extraño viraje de la misma Xiomara Castro, le ofreció un puesto en su Gabinete. Esta situación tensionó la realidad del país horas antes de que asumiera el poder y la presidenta electa trató por todos los medios de restablecer la cordialidad con su hasta entonces enemigo Cálix.

            Previamente, Xiomara Castro había suscrito un pacto con su “socio” político, el popular presentador de televisión, Salvador Nasralla, mediante el cual éste se haría a un lado y no se postularía a la presidencia de la República y lo haría ella, a cambio de la vicepresidencia y la posibilidad de elegir la directiva del Congreso. No obstante, la presidenta de la República obtuvo 50 curules (asientos) en el Congreso y Nasralla solamente 10, un número que no le permitió alcanzar la mayoría simple para refrendar el pacto. Lo cierto es que el parlamento hondureño, de pronto, experimentó la presencia de dos presidentes: Jorge Cálix (quien fue elegido por votación vía internet) y Luis Redondo (el favorito de la Sra. Castro para que asumiera la cabeza del Congreso), un hecho inédito en la historia del país, y antes de la investidura como mandataria, no se sabía cuál de los dos le pondría la banda presidencial a Xiomara Castro de Zelaya. Tal la confusión que se presentó.

            Antes de la “asunción” al poder, la presidenta electa no dejaba de dialogar, tratar de alcanzar el entendimiento y poner orden en el parlamento: por eso ofreció a Cálix un puesto en su equipo de gobierno, algo que, en el momento de la redacción de esta crónica, no había aceptado. La intención de Xiomara Castro es la de que haya solamente un presidente y no sea una cámara diputadil bicéfala (con dos presidentes). En este hecho particular, Jorge Cálix no puede dejar de lado que fue elegido por 70 de los 128 diputados del Congreso, de los cuales 18 fueron expulsados por la propia mandataria por no plegarse a la petición que ella misma les hizo, de que eligieran a su “bendecido”, Luis Redondo.

            Problemas partidistas aparte, lo que ha encontrado Xiomara Castro de Zelaya, la nueva presidenta de Honduras, es una realidad “fantasmagórica”, si se quiere, con un país postrado en su economía general y per cápita, con el 74 por ciento de la población sumida en la pobreza, y un 53 por ciento en la miseria, una situación que se traduce en el segundo país más pobre del hemisferio, después de Haití, y en el mismo “club” donde permanecen Bolivia, Cuba, Venezuela y Nicaragua, con registros de miseria realmente impresionantes, debido a sus dictaduras en las que el narcotráfico y el marxismo criollo ejercen su dominio. La llegada de la pandemia china y el paso de dos huracanes seguidos, en un mismo año, postraron todavía más a Honduras en los bajísimos índices que hemos desglosado arriba.

            Por lo anterior, los analistas financieros opinan que, para salvaguardar al país del colapso económico, o que la crisis llegue a mayores, la nueva presidenta deberá asumir un ajuste fiscal con toda la responsabilidad y seriedad que amerita.

Por otra parte, Honduras está profundamente penetrado por el narco y se le considera la “bodega” de los narcotraficantes, quienes almacenan aquí la droga para enviarla posteriormente a sus destinos finales. En este renglón, en una variable sobre el mismo tema, el ahora expresidente Juan Orlando Hernández, de 51 años de edad, posiblemente marque un punto de choque con el gobierno de los Estados Unidos, que podría solicitar su extradición para juzgarlo en los tribunales, debido a que este individuo, lo mismo que su hermano Tony, condenado a cadena perpetua por el delito de trasegar cocaína hacia Norteamérica, ha sido cómplice del cártel “los cachiros” Empero, Orlando Hernández asumirá su cargo como diputado en el Parlamento Centroamericano (PARLACEN), que no es otra cosa que un foro utilizado por ex gobernantes para escapar de las manos de la justicia, lo cual le garantiza inmunidad parlamentaria y su extradición será un tanto complicada. Aun así, los estadounidenses muy probablemente la solicitarán ante la Corte de Justicia hondureña.

 

“Mel” Zelaya en el discurso de investidura de la mandataria   

 

            Según nos esperábamos todos quienes conocemos a Manuel Zelaya, el ex presidente que confabuló junto a Hugo Chávez y por ello fue depuesto por el ejército de Honduras, su esposa Xiomara Castro iba a mencionarle durante su investidura en calidad de presidenta del país. De tal modo, el panegírico que hizo de su esposo lo dirigió a la supuesta “resistencia nacional” que reclamó siempre y sin desmayo, la devolución del poder, durante los ocho años de gobierno de Juan Orlando Hernández, una rebelión intermitente que se llevó a cabo en las calles de las principales ciudades hondureñas. Según ella, el pueblo exigía vehemente y valientemente, el regreso de “Mel” Zelaya al Palacio de Gobierno, del que fue depuesto justamente por obedecer las órdenes que le dictaban desde La Habana, Raúl Castro; y desde Caracas, Hugo Chávez. Por supuesto que esa parte de su intervención hablada ante el auditorio reunido en el Estado Nacional de Tegucigalpa, respondió a la falsedad, porque muy pocos hondureños echaron de menos la presencia de Manuel Zelaya, después de que los militares lo bajaron, con sobrada razón, de la silla presidencial, en la que pretendía perpetuarse, de acuerdo a los planes del eje Cuba-Venezuela.

            En los siguientes trazos de su discurso, la nueva presidenta describió a las finanzas del país como “una verdadera tragedia” y estas fueron las líneas precisas: “Recibo a un país en bancarrota después de doce años de dictadura (¿?). La catástrofe económica no tiene parangón en la historia del país y esto se refleja en el aumento del 700 por ciento de la deuda (externa) y de la pobreza, que se elevó a 74 por ciento. Somos el país más pobre de América Latina. Eso explica las caravanas de migrantes que huyen hacia el norte, arriesgando sus vidas.” E insistió en decir que las arcas del Estado están vacías, pero que los más pobres no tendrán que pagar los servicios de luz eléctrica en toda Honduras y reducirá el precio de los combustibles. En su opinión, las cuentas públicas no calzan, no ofrecen prerrogativas, ya que “el 50 por ciento de los ingresos –continuó en su discurso-, los consume el pago de la deuda (externa), lo que hace imposible cumplir con los pagos.” Aseveró repetidamente que favorecerá a los más pobres de esta nación y dará amnistía a los presos políticos y justicia verdadera para la líder ambientalista Berta Cáceres, asesinada hace algunos años atrás. Añadió que asume el mando en un país con el mayor índice de feminicidios en América Central y recalcitró ante las mujeres hondureñas: “No les voy a fallar. Defenderé sus derechos hasta la victoria siempre.”

            De cara al exterior, la asunción de Xiomara Castro al poder en Honduras, puede verse como parte de un engranaje de gobernantes de extrema izquierda, que en su momento estuvo conformado por dictadores del talante de Hugo Chávez Frías, en Venezuela; Evo Morales, en Bolivia; Inacio Lula Da Silva, en Brasil; Rafael Correa, en Ecuador; Cristina Fernández de Kircher, en Argentina; “Mel” Zelaya, en Honduras; Daniel Ortega, en Nicaragua; y por supuesto, Raúl Castro, en Cuba. Esta vez, ese grupúsculo marxista-leninista estará formado por Gabriel Boric, en Chile; Pedro Castillo, en Perú; Luis Arce, en Bolivia; Daniel Ortega y Rosario Murillo, en Nicaragua; Miguel Díaz-Cannel, en Cuba; Nicolás Maduro, en Venezuela; y esperan el triunfo en las elecciones brasileñas de Lula Da Silva nuevamente; y en Colombia, de Gustavo Petro. No hay duda… hay razones firmes para que la izquierda del continente esté de plácemes con Xiomara Castro de Zelaya en el gobierno de Honduras.

            ¿Pero quién es esta mujer que se ha convertido en la primera presidenta de su nación? El “retrato escrito” de la nueva presidenta de Honduras nos presenta a una dama madura, pues tiene 62 años de edad; y, según hemos dicho a lo largo de esta crónica, es esposa del también ex presidente Manuel “Mel” Zelaya, bajado del poder por un golpe de Estado. Es hija de un terrateniente de Olancho y hay quienes aseguran que la primera vez que los hondureños supieron cabalmente de ella, fue en el 2009, cuando apareció públicamente defendiendo al gobierno de su esposo, expulsado por sus coqueteos y el entreguismo del país a los dictadores de Cuba y Venezuela, de ese entonces. Antes del derrocamiento, Xiomara Castro de Zelaya había fungido responsable y adecuadamente en su papel de Primera Dama, inaugurando hospitales, alzando en brazos a niños desnutridos, visitando a los pobres y hablando en favor de la mujer, violentada por la sociedad machista que impera en Honduras desde “la noche de los tiempos.” Pero, cuando observó la forma como destituían a su marido, decidió ponerse al frente de los enfadados, de los seguidores del “zelayismo”, hasta el día de hoy, cuando, por méritos propios, ha alcanzado la presidencia de la República. Ganó en las elecciones más concurridas de toda la historia del país y la cantidad de simpatizantes que le dieron el sufragio, ha sido realmente demoledora.

 

            ¿Cómo gobernará? La comunidad internacional desea que lo haga bien; aunque es indudable que tendrá la sombra permanente de su esposo detrás suyo y no se trata precisamente de una sombra “negra”, sino que su color es rojo… el rojo del comunismo mundial, que es la ideología que profesa abiertamente este matrimonio. ¿Y… cómo se comportará el ejército hondureño? Mientras Xiomara Castro no “comparta migas” con los dictadores narco-marxistas de América Latina, muy posiblemente los militares descansen tranquilos en sus cuarteles; pero si incurre en el mismo error de su marido “Mel”, es muy factible que la tiren en el mismo aeropuerto en Costa Rica, temprano en la madrugada, y en ropa para dormir…


Go to Hell Boris Johnson!

El Premier Inglés se Agarra al Cargo igual que

un Simio a su Árbol

 

LONDRES, Inglaterra- El Primer Ministro británico, Boris Johnson no parece ser europeo y, por el contrario, tiene más aspecto de latinoamericano que anglosajón, en el sentido de que no quiere renunciar a su puesto, según lo hacen todos los gobernantes europeos que han sido “pillados con las manos en la masa” en algún desliz cuando han estado al frente de sus respectivos gobiernos. Los latinoamericanos son totalmente diferentes, porque, a pesar de que las evidencias son convincentes y contundentes en su contra, se aferran a sus cargos y parece que no existe fuerza humana alguna que los haga renunciar. Es decir, carecen de moral, de vergüenza, de altivez y de todos los rasgos que honran a una persona.

            Boris Johnson ha sido sorprendido en medio de un acto reñido con las normas, con la ética, en tiempos particularmente duros causados por la pandemia venida desde China, incluso ha pedido perdón a la Cámara de los Comunes y al pueblo inglés, pero se mantiene agarrado al puesto como el hombre más importante de Inglaterra, de igual forma como lo hacen los monos, cuando el vendaval azota a los árboles donde viven o están ocasionalmente. En esto, Johnson parece más latinoamericano como el que más, con la vergüenza totalmente extraviada. Otros políticos europeos, por menos, han renunciado a sus cargos casi en el momento mismo cuando la noticia ha aparecido en los diarios de la mañana y esa misma mañana. Sino recordemos el caso reciente del austríaco Sebastian Kurz, un joven con un futuro prometedor, quien ha visto destruida su carrera política por un supuesto caso de corrupción que todavía no está plenamente comprobado, pero, lleno de vergüenza, renunció a todo lo que su destino significaba o le iba a deparar. Johnson, fiel a su fisonomía externa (deplorable por demás), actúa de acuerdo a su fuero interno: desvergonzado, inflexible y deshonesto.

 

¿Cuál es el caso de Boris Johnson?

 

            Sencillamente, mientras los británicos veían derrumbarse sus empresas y sus economías falsear peligrosamente por culpa del coronavirus “made in China”, Boris Johnson y un grupo de más de 30 colaboradores en la mansión gubernamental del 10 de Downing Street, se entregaron a la celebración de una fiesta que estaba del todo prohibida en el Reino Unido. En otras palabras, mientras los británicos estaban confinados en sus casas de habitación y no podían salir a divertirse, el premier se entregaba a la diversión en esa fiesta que ha sido demostrada fehaciente y claramente por los diputados contrarios a Johnson. Es decir, el primer ministro pedía sacrificios a los ingleses, pero él, en modo alguno, fue consonante con esa petitoria.

            Las sesiones recientes de los Lores han sido sumamente delicadas, preocupantes y pesimistas, porque el buen ejemplo, el ir acorde con las leyes vigentes, son aspectos muy importantes en Europa y en particular en Inglaterra. Hay quienes aseguran que Johnson se comportó de igual modo que un corsario, semejante a aquellos hombres de la mar que asaltaban y perpetraban horrendos crímenes en nombre de la monarquía inglesa y del ser inglés, siglos atrás.

            Y no es un asunto meramente político, sino que ha tocado las fibras más sensibles y profundas del ciudadano de la Gran Bretaña, que, del mismo modo como lo hacen sus diputados, esperan –y exigen-, que Johnson dimita, que renuncie a su elevado cargo, del cual está asido de igual manera que un simio a su rama. De hecho, la indignación popular empuja a los parlamentarios conservadores para que castiguen esta violación a la norma implantada durante lo peor de la pandemia china y se esfuercen por sacar a Johnson del poder. “Ha sido una rebelión en toda regla,” insisten en decir en la Cámara de los Comunes.

            Keir Starmen, líder de los laboristas, contrario al partido de Boris Johnson, ridiculizó las excusas del premier e insistió en que debe renunciar; los nacionalistas escoceses y los liberales demócratas exigen lo mismo: tiene que irse, “que se vaya al diablo” (go to Hell Boris Johnson!), dejan escuchar los más radicales y enfurecidos. Por su parte, el grupo de diputados afectos al primer ministro, trataron de discutir otros temas referidos a la política local, con la intención de desviar la atención sobre el tema medular, siguiendo las órdenes dictadas desde Downing Street; pero la débil estratagema no les resultó y el enojo sigue “en el aire.”

            Para que nos formemos una idea fiel de lo que está sucediendo en estos momentos en Londres, en la sede del parlamento inglés, David Davis, ex ministro para el Brexit de la ex premier Theresa May, y ahora diputado, dijo al infractor Boris Johnson, en un discurso reciente: “Espero de mis líderes que asuman la responsabilidad por sus propias acciones. Ayer, el primer ministro hizo lo contrario (Johnson aseguró que ‘nadie le dijo que la reunión a la que acudió era una fiesta’). Le recordaré lo que Leo Amery dijo a Neville Chamberlain en 1930: ‘lleva usted sentado ahí demasiado tiempo para las pocas cosas buenas que ha hecho… ¡En nombre de Dios, váyase!’” Recordó aquel pasaje de la historia, después de que el ex premier Chamberlain, junto al francés Daladier, entregó a Hitler  Austria y los Sudetes (entonces Checoslovaquia), traicionando a las gentes de esos dos países.

            Mientras que los conservadores callaban y su silencio resultaba ser el apoyo a Boris Johnson, además de analizar la posibilidad de que sobreviviera a esta crisis, la oposición, la prensa inglesa y los ciudadanos, se muestran muy golpeados por el desacato, la rebeldía, la falta de sacrificio y la infracción a las normas sanitarias que el pueblo seguía puntillosamente, mientras que su primer ministro infringía penosa e incorrectamente en medio de una fiesta sin mascarillas, sin distanciamiento social y sin el protocolo mundial que la lucha contra el coronavirus chino ha exigido en estos dos últimos años.

            Lo cierto es que el hastío de los diputados contra Johnson ha crecido en las últimas horas y tiende a crecer más. Quienes comprenden mejor la situación, indican que solamente hace falta “organizar su derrocamiento y definir cuál será el momento preciso.” En este último aspecto, muchos se preguntan si debería irse del 10 de Downing Street, ¿Lo más pronto posible? ¿Después de la sesión de control en la Cámara de los Comunes? ¿O cuando Sue Gray, la alta comisionada que investiga las fiestas prohibidas, publique su informe final sobre el desacato cometido por Boris Johnson y su equipo de funcionarios?

 

Correspondencia encendida

 

            El pueblo británico no se anda por las ramas o no se sale por la tangente y en momentos particulares de indignación, como está sucediendo ahora con su premier, llena los buzones de sus políticos, especialmente de sus diputados, con cartas portadoras de los peores tonos y argumentos contra los infractores. Esta vez no ha sido la excepción y los parlamentarios están recibiendo miles de cartas, de correspondencia volátil, en las que les recuerdan que Boris Johnson “no tiene una salida política posible”, por más batallas que esté dando en la Cámara de los Comunes y por más que se aferre a su puesto como cabeza del gobierno.

            Además, la decisión de Sue Gray de entrevistar a Dominic Cummings, el ex asesor “estrella” de Johnson, complica aún más las cosas para el político conservador y actual ocupante de la mansión de Downing Street, precisamente porque Cummings estaría encantado de bajar a su ex jefe del sillón del primer ministro, ya que éste le hizo renunciar cuando fue ideólogo del Brexit; es decir, la venganza está servida para que Cummings “se la sirva en el plato frío en el que suele servirse.” “Tengo suficiente material para demostrar que el primer ministro ha mentido al Parlamento sobre su conocimiento de las fiestas durante la pandemia.” Ha asegurado el ex asesor.

            La respuesta casi inmediata de Johnson indicó que no ha mentido en modo alguno en la Cámara de los Comunes sobre el “partygate” (su fiesta durante la pandemia china, ocurrida el 20 de mayo del 2020, en la sede del gobierno británico). Recordemos que el premier dijo ante los diputados que “nadie me dijo (o advirtió) que iba contra las reglas del Covid. Yo fui al jardín de Downing Street pensando que estaba asistiendo a un evento de trabajo. No puedo imaginar cómo en la Tierra podría haber permitido que algo así fuera adelante, si alguien me hubiera dicho que no era un evento de trabajo. Humildemente pido perdón a la gente por los errores de juicio que se pudieron cometer, pero mi recuerdo de este evento es lo que ya he dicho a la investigación.” Puntualizó.

            Pero Cummings reafirma que Johnson es un mentiroso y que estaba claro, sabía perfectamente que en los jardines de la mansión gubernamental se iba a celebrar una fiesta en medio de la pandemia china, con la participación de más de 30 personas, la mayoría sin guardar los protocolos dictados por la salubridad nacional. Además, hay fotografías que muestran a Boris Johnson departiendo, complacido, con sus subalternos, y en ningún momento dio la orden de suspender el “partygate” y mucho menos sancionar, aunque fuera verbalmente, a quienes lo propusieron. Incluso, se ha dado a conocer un eMail enviado por Martin Reynolds, secretario personal de Boris Johnson, en el que pedía a todos los funcionarios que llevaran su propia bebida alcohólica.

            En palabras simples, claras y directas, si Boris Johnson tuviera un ápice de vergüenza, renunciaría hoy mismo, sino semanas atrás cuando se develó su errático proceder asistiendo a fiestas en la casa del gobierno inglés, cuando todo el Reino Unido estaba confinado en sus hogares para evitar los contagios con el mortal virus venido de China. Pero Johnson, fiel a su apariencia externa (es el menos elegante de cuantos ministros ingleses ha habido en toda la historia del país), erradica por completo la vergüenza y la honorabilidad y permanece “asido a la rama del árbol, mientras el huracán sopla furioso para tirarle de ella.”

            La moción de censura en su contra requiere 54 cartas que le retiran la confianza, un 15 por ciento del grupo parlamentario, y de esa manera se activará de manera automática dicha moción. Hasta el momento, no se sabe certeramente cuál es el número de esas cartas que ha llegado a la dirección del Comité 1922, el organismo que agrupa a los diputados backbenchers (que en su traducción literal significa “los de los escaños traseros”), quienes son los que no ocupan ningún puesto en el gobierno y ello les permite maniobrar libremente para conspirar especialmente contra cualquier primer ministro infractor. Los periódicos británicos señalan que habrían salido ya unas diez cartas más, lo cual podría acelerar la caída de Johnson. “En cuestión de horas, todo puede ocurrir”, ha escrito un editorialista de un periódico londinense, al describir lo que sucede en estos días en el Parlamento.

            Por su parte, en una medida desesperada y para ganar adeptos, el premier acaba de anunciar al final de las restricciones ante la pandemia china; y, según él, ya no será necesario cubrirse el rostro con mascarilla en los comercios ni en el transporte público tampoco; y dejará de recomendar a las empresas que faciliten el teletrabajo. De igual manera, no será necesario presentar el certificado de vacunación en muchos espacios públicos. Es por eso que el mismo Johnson ha dicho a los diputados de manera frontal y desafiante: “los datos sobre la pandemia han confirmado una y otra vez, que este gobierno ha acertado siempre a la hora de adoptar las decisiones más duras.”

            Los analistas políticos de la realidad inglesa aseguran que esto no es nada más que “una cortina de humo” de Downing Street “para rebajar el tono a la crisis en torno a las fiestas prohibidas durante el confinamiento; y para el líder laborista, Keir Starmer, “el primer ministro deberá demostrar, con datos científicos, que toma esta decisión para proteger a la salud pública y no por su propia continuidad en el puesto.”

 

            En todo caso, Boris Johnson con ese ardid no ha cambiado demasiado su situación, mucho menos frente a los diputados opositores a su gobierno y es voz general la que se escucha al decir que su permanencia en el cargo más elevado dentro de la política británica, “pende de un hilo.” Y él lo sabe.


Un Judío en la Corte del Reino de

Arabia Saudita

 

RYAD, Saudi-Arabia- Hace escasos 5 años era impensable que un israelita o judío (como quiera llamársele), viajara tranquilamente a esta nación árabe, la más importante de todas, entrara al palacio de la familia gobernante (al-Saud), en la Capital, y se sentara a dialogar con un alto dignatario de la aristocracia y del gobierno, por más de cuatro horas de conversación. Pues eso mismo acaba de ocurrir cuando el Primer Ministro de Israel, Naftali Bennett -quien evidentemente no es Benjamín Netanyahu-, ha visitado a su homólogo árabe y ha sido recibido con todos los honores en el Palacio de Ryad.

            En otras palabras, los enemigos intrincados y acérrimos del ayer, se han acercado hoy, se han dado las manos y han conversado de varios temas que interesan a los dos gobiernos y sus pueblos.

            Esta ha sido la primera visita oficial a Arabia Saudita en la historia, desde la conformación del Estado de Israel, en 1948, y, por supuesto, a un país musulmán, que realiza un alto funcionario judío. Posiblemente efectúe otras más a Bahréin, Sudán y Marruecos, las otras tres naciones que han normalizado relaciones diplomáticas con los israelitas. Eso se verá con el paso del tiempo y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Tel-Aviv dará a conocer oportunamente.

            “Los Acuerdos de Abraham” son los que sirvieron de marco de esta visita a Arabia y que, según el mismo Naftali Bennett, “han creado una estructura nueva, profunda y sólida para las relaciones diplomáticas, económicas y culturales en la región. Somos vecinos –agregó-, y primos. Somos nietos del profeta Abraham. El período transcurrido desde la firma de los Acuerdos de Abraham, es la mejor prueba de que la profundización diaria de nuestras relaciones, son un gran activo para nuestros dos pueblos y toda la región.” Dijo Bennett durante una entrevista que concedió a la agencia oficial de noticias de los Emiratos Árabes Unidos, WAM.

 

Algo más que la preservación de la paz

 

            Por supuesto que el hecho de tener amigos reales y fuertes, evita cualquier conflicto, especialmente en una región conocida precisamente por su volatilidad a través de las décadas, según sucede en Oriente Próximo. El Estado hebreo sabe que darse la mano con naciones islámicas, equivale a preservar la paz y, en la mayoría de los casos, alcanzar esa misma paz que judíos y muchísimos musulmanes también, anhelan de manera sincera e intrínseca.

            Sin duda, en estas recién iniciadas relaciones bilaterales con Arabia Saudita, habrá algo más que paz en las vidas de árabes y judíos, porque la cooperación mutua se dará en múltiples campos, aunque muy especialmente en el financiero y comercial.

            En el Palacio de gobierno de Ryad, Capital de saudí-Arabia, el Primer Ministro israelí fue recibido por el Príncipe Heredero, Mohamed bin Zayed, en un ambiente distendido, amable y cálido y conversaron ampliamente sobre esa cooperación recíproca que “contribuirá a la estabilidad, seguridad y desarrollo de la región”, según dijo una fuente que estuvo presente durante el diálogo. Dichas relaciones entre Israel y Arabia Saudita, adquirieron forma en agosto del 2020 y tratarán de “impulsar la cooperación en beneficio de ambos pueblos y de la región en su conjunto.” Indicó la misma fuente que prefirió el anonimato ante los medios de prensa que la cuestionaban sobre lo ocurrido en la impresionante sala del Palacio saudí.

            No obstante, un tema que a ambos gobernantes les preocupa, es la enemistad que los dos países, por separado, tienen con Irán y que fue uno de los temas centrales que fue tratado en este encuentro. El Príncipe bin Zayed observó en el rostro de Bennett el temor porque las sanciones económicas que pesan sobre Irán, podrían ser levantadas en las próximas negociaciones a efectuarse en Viena, Austria, a cambio de mínimas concesiones en el plan nuclear que llevan adelante los iraníes, con el fin de obtener la bomba atómica. Así mismo, el Primer Ministro judío cree que es importante exigir a Teherán que saque sus tropas de Siria, Irak, Líbano, Yemen y Gaza, para que el bloqueo pueda discutirse abiertamente. Incluso, y según el diario “Israel Hayom”, Bennett tiene toda la intención de mostrarle a bin Zayed nueva información de inteligencia, que muestra la actividad de las milicias iraníes y los drones que posee aquel país en estos instantes y cuya única finalidad es la guerra ahí donde esté involucrado el Estado teocrático de los Ayathollas.

            En lo que atañe a una de las diferencias entre ambos interlocutores, estriba la manera de evitar o detener el proyecto nuclear y el método para convencer a Teherán de que debe desistir en la obtención del arma nuclear, es lo que distancia a israelitas y saudíes; pero que los iraníes deben olvidarse de la bomba atómica, eso no se discute ni en mínima instancia entre ambos gobernantes.

            También, Naftali Bennett manifestó al Príncipe Mohamed bin Zayed, su honda preocupación por el acercamiento que los Emiratos Árabes Unidos (EAU), están sosteniendo con el gobierno de Irán, específicamente por la visita reciente que el asesor de seguridad de los EAU, el jeque Tahnoon bin Zayed Al Nahyan, hizo a Teherán y la reunión que realizó con el presidente iraní, Ibrahim Raisi; lo mismo la conversación telefónica que tuvieron ambos cancilleres. Empero, el Príncipe árabe manifestó que lo anterior se debe a una “ofensiva” diplomática que los EAU están realizando en la región, porque se han reunido con sus homólogos israelíes, saudíes y turcos, del mismo modo como lo hicieron con los iraníes.

 

El papel de los Estados Unidos

 

            En lo que se refiere a la Casa Blanca y a la actual administración del demócrata Joe Biden, varios analistas israelíes consideran que la aproximación de los estadounidenses a los iraníes, es una muestra de “debilidad” después del abandono de Teherán del Acuerdo Nuclear, en el 2018. Incluso, la retirada abrupta e inesperada de las tropas norteamericanas de Afganistán, causaron un severo impacto en el pueblo y autoridades judías, que creen a Joe Biden y su equipo, son incapaces de ofrecer una imagen robusta, segura y firme ante los futuros desmanes de los islamistas, concretamente de los iraníes.

            En cuanto a las reacciones negativas del encuentro entre Bennett y su colega árabe, el Príncipe saudí bin Zayed, el grupo palestino Yihad Islámica criticó con dureza esta visita y lo han catalogado como “una traición a la causa palestina” por obtener un Estado soberano, al cual Israel siempre se ha opuesto tajantemente y ha creado uno de los conflictos más peligrosos, volátiles y dilatados en la realidad de los dos pueblos, el judío y el palestino, y de la región entera del Oriente Próximo. De hecho, todas las facciones palestinas, desde Hamas hasta Al Fatah, de Abu Mazen, se han opuesto y han comentado crudamente el acuerdo entre los judíos y los cuatro países árabes y no lo consideran, en modo alguno, una solución al conflicto palestino/israelí.

            La respuesta de Tel-Aviv a dichas críticas se ha decantado por afirmar que Arabia Saudita tiene gran importancia para Israel, no solo por su papel económico y estratégico y ser el primero en iniciar el proceso de los Acuerdos de Abraham, sino porque, en poco más de un año, ha estrechado relaciones con el Estado judío a un nivel más amplio y diversificado, incluso más allá de lo que permiten Egipto y Jordania, desde que firmaron la paz en 1979 y 1994, respectivamente. “Hemos mantenido conversaciones profundas, significativas y sinceras (con Arabia). Hablamos de la necesidad de ampliar la relación, que no sea solo paz entre líderes, sino paz entre pueblos y agradezco la cálida bienvenida que me han brindado aquí en Ryad.” Manifestó el Primer Ministro de Israel, Naftali Bennett.

            Desde que asumió su papel de Primer Ministro en junio pasado, ha viajado a los Estados Unidos, Jordania, Egipto, Rusia y Arabia Saudita, cinco destinos que él considera decisivos para Israel. En el último país se reunió así mismo con el ministro de Comercio y Tecnología, Sultán Ahmed Al Jaber, y con la titular de Cultura, Noura bint Mohammed Al Kaabi; pero el encuentro capital fue con el Príncipe bin Zayed, una conversación catalogada de “histórica” por los expertos en Oriente Próximo.

 

            Al marcharse, el avión israelí de El Al cruzó el espacio aéreo de Saudi-Arabia, con destino hacia Abu Dabi, un hito que ha dejado con las mandíbulas desencajadas a los más escépticos conocedores de la política judía y panárabe.


Elecciones Nacionales y Generales en Honduras

 

TEGUCIGALPA- La gran pregunta que surge cuando repasamos los últimos acontecimientos en este país centroamericano, es ¿Terminara, con estas elecciones presidenciales, la difícil situación vive Honduras en la actualidad? Una respuesta positiva al respecto, sería lo ideal, pero los problemas individuales y globales que sufre su población no son fáciles de resolver, en modo alguno. Son muy profundos, intrincados y tienen su origen en la inmensidad del tiempo; es decir, se han transmitido de generación en generación. Incluso, se podría decir que el país atraviesa por una de sus peores coyunturas y su democracia, débil, insegura y quebradiza, acusa rasgos de avanzada descomposición social e Institucional que la podrían conducir al caos inevitable.

            El paso de su actual presidente, José Orlando Hernández, ha sido uno de los más deplorables de cuantos mandatarios han ostentado el poder. Acusado de narcotraficante, amigo de los líderes de los cárteles colombianos y mexicanos, lavador de dinero e incapaz de solucionar, aunque sea en mínima instancia, las decenas de problemas que aturden a la nación, los hondureños ven su alejamiento del Palacio de Gobierno, no como una situación normal que debe darse, sino como parte de la solución a la problemática general.

            La otra interrogante que surge es: ¿El nuevo gobernante será capaz de arreglar la caótica situación de Honduras? Solo el tiempo lo dirá. Pero en el caso de Xiomara Castro, la candidata de la extrema izquierda, es nada menos que la compañera sentimental del ex presidente derrocado Manuel “Mel” Zelaya y, si consiguiera el triunfo en estas elecciones, cabría pensar certeramente que su compañero será quien gobernará en realidad y estará presente en cada una de las decisiones que se tomen en la Casa de Gobierno. “Mel” Zelaya demostró, en su momento histórico, cuando subió al poder, que era incapaz de conducir a Honduras por el camino del desarrollo, la igualdad y la justicia social, y, por el contrario, estaba minando al sistema democrático al unirse al ALBA, el grupo de países neo-comunistas liderados por el ex dictador de Venezuela, Hugo Chávez. Por esa incapacidad y su traición a los ideales de la libertad y la democracia, fue derrocado por la clase alta hondureña, en unión con los militares. Desgraciadamente, vendría el actual gobierno de Hernández, gravemente cuestionado, incluso por la Casa Blanca y la DEA norteamericana, en lo que atañe al tráfico de drogas y el lavado de activos.

 

Dos candidatos, absolutamente diferentes

 

            En estas elecciones nacionales, los dos contendores son diametralmente opuestos en todo sentido: Nasry Asfura, es hombre, es el actual alcalde de Tegucigalpa y pertenece al Partido Nacional, el mismo que está ahora en el poder, que es de extrema derecha, para mejores señas. Este político tiene sobre sí una investigación por malversación de fondos públicos (más corrupción), por el caso llamado Panamá Papers o paraíso fiscal y por estar involucrado también en la Operación Diamante en la vecina Costa Rica, en la que seis alcaldes fueron encarcelados y separados de sus cargos, por presunto tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito. De tal manera que este candidato hondureño no presenta una imagen limpia para hacerse con el poder y supone ser todo lo contrario: es uno más de la gran cantidad de políticos cuestionados a lo largo y ancho de América Latina. Por supuesto, es gran amigo del actual presidente, Juan Orlando Hernández, y del hermano de éste, preso en los Estados Unidos por hallársele culpable de narcotráfico.

            En el otro extremo de la papeleta aparece Xiomara Castro, de quien hicimos un breve boceto de ella en las líneas iniciales de este reportaje. Es la compañera de vida de “Mel” Zelaya y eso la convierte en alguien propicio de sospecha, pues dicho ex presidente ha sido uno de los peores que ha tenido Honduras. Baste decir que fue derrocado, alejado de su cargo por una asonada que le dieron los militares y no lo dejaron concluir su errático mandato. Xiomara pertenece al Partido Libertad y Refundación, de ideología izquierdista, ubicado al lado de los regímenes de Cuba, Nicaragua, Bolivia, Argentina y Venezuela. Es declarada enemiga de los Estados Unidos y de la Unión Europea (UE), y ve, en la formación de un gobierno de izquierda, “la única solución para Honduras.”

            El paso de su compañero sentimental, “Mel” Zelaya, por el gobierno de esta nación, dejó una herida que aún no ha cicatrizado, debido al golpe de Estado ocurrido en el 2009 y su triunfo electoral en esta ocasión, podría significar el regreso de Zelaya al poder, aunque de manera indirecta. Hoy en día, este ex gobernante es el coordinador general del Partido Libre y el político de mayor influencia y peso en la izquierda de este país.

            Al observar la panorámica electoral hondureña, los analistas no han dudado en catalogarla similar a las del Perú y Chile, naciones donde ambos extremos ideológicos, la derecha y la izquierda, se enfrentaron recientemente, con el triunfo de los marxistas en el Perú; pero derrotada, muy probablemente, en suelo chileno.

            Es así como se desprende otra pregunta: ¿Cuál de los dos candidatos le sirve a Honduras? Ninguno. Es la respuesta obvia. Asfura, por sus cuestionamientos morales, por las sospechas que le rodean y que empujan al electorado a pensar que puede ser tan corrupto como Juan Orlando Hernández y su hermano; y Xiomara Castro por su tendencia de convertir a Honduras en un satélite más de Cuba y del comunismo generador de miseria y hambre, en el caso de que gane las elecciones.

            Otro candidato, un tercero más, está personificado en la figura de Yani Rosenthal, un judío, liberal, quien estuvo preso durante tres años en cárceles de los Estados Unidos, por el cargo de lavado de dinero; y los otros 11 candidatos más que han presentado sus nombres en estas elecciones, simplemente no tienen opciones de nada; talvez, remotamente, sacarán algún diputado al Congreso Nacional, si parte del electorado “los ven con ojos de piedad.”

 

Algo más sobre Manuel Zelaya

 

            Es oportuno recordar aquí y ahora, que “Mel” Zelaya, cuando ostentó el poder en Honduras, siempre se movió a la sombra del entonces canciller de Venezuela y que ahora es el dictador del mismo país, llamado Nicolás Maduro. Era él quien transfería las órdenes y directrices que Hugo Chávez Frías, tirano de Caracas, enviaba a Zelaya para que las ejecutara en Honduras. Cuando fue derrocado, Maduro no lo abandonó y continuó protegiéndolo en el exilio, con dinero, con el objetivo de que recobrara el poder que le fue arrebatado durante el golpe de Estado. Recordemos también que un avión militar hondureño tiró a Zelaya en pijamas, recién sacado de su cama al amanecer, en la pista de aterrizaje del aeropuerto internacional de Alajuela, Costa Rica.

            Traigamos del recuerdo así mismo, que Nicolás Maduro quiso hacer aterrizar un avión de Petróleos de Venezuela (PDVSA), en el aeródromo de Toncontín, Tegucigalpa, Honduras, con Zelaya a bordo, para que iniciara su lucha por retomar el poder que le fue arrebatado. Tiempo después, y tras haber abortado la anterior y suicida idea, Hugo Chávez nombró a “Mel” Zelaya, alto ejecutivo que gestionaba el comercio del petróleo venezolano en la Cuenca del Caribe. Y lo último que se supo de Zelaya, fue el documento que firmó, junto a Evo Morales (también depuesto por una asonada en Bolivia); el colombiano Ernesto Samper (fuertemente cuestionado por sus vínculos con los cárteles y la guerrilla izquierdista de las FARC, en su país); y Dilma Rousseff (también depuesta del gobierno del Brasil), en el cual daban su apoyo a la dictadura cubana ante los desmanes de los jóvenes que quisieron levantarse contra la tiranía de Raúl Castro y Miguel Díaz-Cannel.

            Es decir, lo anterior significa que “Mel” Zelaya está claro, visceralmente definido en lo que respecta a su ideología: es un narco-comunista, del mismo talante de los dirigentes cubanos, nicaragüenses y venezolanos. El triunfo de su mujer en estas elecciones hondureñas, significaría nada más y nada menos que el entierro absoluto de esta nación del istmo centroamericano, una de las más pobres del hemisferio occidental y que no necesita del marxismo corrupto y narcotraficante, sino de una forma de gobierno que la saque de su postrada situación moral, económica y social.

            Desgraciadamente, antes de estas votaciones, las encuestas colocaban a Xiomara Castro arriba de su oponente, el alcalde de Tegucigalpa, con 10 puntos; lo cual, obviamente, la convertían en la potencial ganadora de los comicios. Es por eso que “Mel” Zelaya dejó escuchar ante los medios de prensa: "Este 28-N vamos a sanar a Honduras del narcotráfico, la corrupción, la impunidad y del Partido Nacional.” Sin embargo, decimos y reiteramos nosotros, el marxismo tropical no es la solución en modo alguno. Todo lo contrario… porque sería el acabose, en su defecto.

            Finalmente, un aspecto “lapidario”: si Castro resulta ganadora, Juan Orlando Hernández tendría que salir del país al día siguiente, después de haber entregado el mando, pues sería inequívocamente arrestado por su enemigo personal y político, Manuel Zelaya, y acusado de todos los cargos que a este último se le ocurran en ese instante.

            No es fácil la realidad hondureña, permeada por el narcotráfico internacional que utiliza a este territorio como “bodega” de almacenaje de la cocaína que va rumbo al norte; la permanente presencia y crímenes de los delincuentes de “las maras” dueños de sus ciudades; la falta de empleo, la pobreza extrema de la mayoría de los ciudadanos, el Covid chino diezmando a su población y la inmigración que emprende el camino, a pie, hacia los Estados Unidos, cruzando Guatemala y México, para estacionarse en la frontera sur de USA, con la esperanza de que la policía fronteriza se distraiga, para filtrarse por algún resquicio de la valla de contención. “No hay futuro en Honduras”, describió gráficamente una joven migrante y con el comunismo nuevamente entronizado en Tegucigalpa, con el triunfo de Xiomara Castro y “Mel” Zelaya, muy posiblemente las últimas esperanzas de una vida mejor, se esfumen en definitiva.